Uveítis_anterior_aguda Uveítis anterior aguda Contenido • 1 Clasificación anatómica • 2 Clasificación clínica • 3 Clasificación etiológica ♦ 3.1 Uveitis Exógena ♦ 3.2 Uveitis Endogena • 4 Clasificación Anatomopatológica ♦ 4.1 Clínica: Signos y Síntomas ♦ 4.2 Diagnostico Diferencial • 5 Referencias Clasificación anatómica Desde el punto de vista anatómico, la uveitis puede ser anterior, intermedia, posterior o difusa. 1. UVEITIS ANTERIOR: se divide en iritis, en la que la inflamación afecta predominantemente el iris, e iridociclitis, en la que están igualmente afectados el iris y la parte anterior del cuerpo ciliar (pars plicata). 2. UVEITIS INTERMEDIA: La uveitis intermedia (pars planitis, ciclitis crónica) se caracteriza por una afectación predominante de la parte posterior del cuerpo ciliar (pars plana) y de la periferia extrema de la retina. 3. UVEITIS POSTERIOR: En la uveitis posterior, la inflamación se localiza por detrás del extremo posterior de la base vítrea. Según la localización primaria, la uveitis posterior se divide en coroiditis, retinitis, coriorretinitis y retinocoroiditis. 4. UVEITIS DIFUSA O PANUVEITIS: La panuveitis o uveitis difusa se caracteriza por la afectación de todo el tracto uveal. La uveitis anterior es el tipo más frecuente, seguido de la intermedia, la posterior y la difusa. Clasificación clínica Según la forma de instauración y su duración, la uveitis puede ser aguda o crónica. Clasificación etiológica Uveitis Exógena Es causada por una lesión externa a la úvea o por la invasión de microorganismos o de otros agentes del exterior. Clasificación etiológica 1 Uveítis_anterior_aguda Uveitis Endogena La uveitis endógena es causada por microorganismos y otros agentes provenientes del propio paciente. La uveitis endógena se clasifica en 6 tipos principales: ◊ Secundaria a una enfermedad sistémica, como artritis (espondilitis anquilopoyética), granuloma sarcoidótico o infecciones crónicas (tuberculosis). ◊ Infestaciones parasitarias (p. Ej.m toxoplamosis). ◊ Infecciones víricas (p. Ej . citomegalovirus). ◊ Infecciones micóticas (p. Ej. candidiasis) ◊ Uveitis específicas idiopáticas, que son un grupo de trastornos no relacionados, que generalmente no se asocian a una enfermedad sistémica subyacente pero que presentan características especiales que justifican una descripción independiente ◊ Uveitis inespecíficas idiopáticas que no se pueden catalogar en ninguno de los EJ: prs planatis grupos anteriores y que representan el 25% de todas las uveitis. Clasificación Anatomopatológica Desde el punto de vista clínico y anatomopaológico se reconocen dos tipos principales de uveítis: no granulomatosa ( la mas frecuente ) y granulomatosa. ◊ Las uveítis no granulomatosas son debidas, al parecer, a fenómenos de hipersensibilidad en virtud de no haberse descubierto organismos patógenos y por responder favorablemente al tratamiento con corticoesteroides. Sólo ocurre en la porción anterior del tracto uveal, es decir, del iris y del cuerpo ciliar. Existe una reacción inflamatoria, según lo demuestra la infiltración celular de linfocitos y células plasmáticas en número importante y algunas células mononucleares ocasionales. En los casos graves se puede formar un gran coágulo de fibrina o un hipopión en la cámara anterior. ◊ Las uveítis granulomatosas habitualmente son consecutivas a una invasión microbiana activa de los tejidos por el agente causal (mycobacterium tuberculosis o toxoplasma gondii), sin embargo, estos agentes patógenos rara vez son aislados y el diagnóstico etiológico definitivo pocas veces es posible. Las posibilidades etiológicas a mendo pueden limitarse después de un examen clínico y de laboratorio muy cuidadosos, a una o dos causas probables. Pueden localizarse en cualquier parte del tracto uveal, pero la enfermedad tiene predilección por el area posterior. En las zonas afectadas existen colecciones nodulares de células epiteliales y de células gigantes rodeadas por linfocitos. Los depósitos inflamatorios a nivel de la superficie posterior de la córnea están constituidos principalmente por células epitelioides y pigmento. Es posible, con frecuencia, hacer el diagnóstico etiologico específico histopatológicamente en un ojo enucleado por la identificación del seudoquiste de la toxoplasmosis, los bacilos acidoresistentes de la tuberculosis, la espiroqueta de la sífilis, el aspecto característico granulomatoso de la sarcoidosis y de la oftalmia simpática y algunas otras causas específicas muy raras. Clínica: Signos y Síntomas En la forma de uveítis no granulomatosa, el principio es característicamente agudo con: • Dolor. • Congestión. Clasificación Anatomopatológica 2 Uveítis_anterior_aguda • Fotofobia. • Visión borrosa. • Inyección circuncorneal por dilatación de los vasos del limbo. Se pueden observar con lupa o lámpara de hendidura finos depósitos de color blanquesino sobre la superficie posterior de la córnea (precipitados queratíticos ), la pupila es pequeña y puede haber una colección de fibrina con células en la cámara anterior. Si existen sinequias posteriores la pupila será de forma irregular y faltará el reflejo de la luz. La uveítis posterior se clasifica generalmente como granulomatosa. Se debe preguntar al paciente sobre la existencia de ataques previos de artritis, exposición a la toxoplasmosis, histoplasmosis, tuberculosis o sífilis. Se bebe asimismo investigar sobre la posibilidad de un foco de infección en cualquier parte del cuerpo. En las uveítis granulomatosas(Pueden causar uveítis anterior, posterior o ambas), el principio es habitualmente insidioso, existe visión borrosa que se instala gradualmente y el ojo afectado presenta enrojecimiento difuso. El dolor es mínimo y la fotofobia es habitualmente menos acentuada que en la forma no granulomatosa. La pupila se encuentra a menudo miótica y se hace irregular a medida que se forman sinequias posteriores. Habitualmente no está indicada una investigación muy amplia por medio del laboratorio en la uveítis anterior, especialmente si es de tipo no granulomatosa o si responde fácilmente al tratamiento inespecífico. En los casos rebeldes al tratamiento, tanto de uveítis anteriores como posteriores, se deberá intentar legar a un diagnóstico etiológico. Las pruebas cutáneas para la tuberculosis, histoplasmosis y toxoplasmosis pueden ser útiles, al igual que las pruebas de fijación de complemento y las del azul de metileno(toxoplasmosis). Frecuenemente es factible efectuar un diagnóstico etiológico, basándose en estas pruebas de laboratorio y el aspecto clínico. Diagnostico Diferencial En las conjuntivitis no existe visión borrosa, las respuestas pupilares son normales, existe secreción y no hay dolor, fotofobia ni inyección ciliar. En el glaucoma agudo existe midriasis, no hay sinequias posteriores, pero si edema corneal. Después de varios ataques repetidos, las uveítis no granulomatosas pueden adquirir gradualmente las características de las uveítis granulomatosas. Referencias Referencias 3