U R G E N C I A S E N AT E N C I Ó N P R I M A R I A Dolor abdominal en urgencias de atención primaria P. Rapún Jiméneza, M. Utrillas Asesa y R. Morales Sorianob a Médico de Familia. Área de Salud de Ibiza y Formentera. bFEA. Servicio de Cirugía. Hospital Can Misses. Ibiza. España. L os procesos intraabdominales son el grupo diagnóstico que causa más ingresos en los servicios de urgencias; suponen aproximadamente el 10% del gasto sanitario y 250.000 muertes por año en los EE.UU. El abdomen es la cavidad donde existe el mayor número de órganos susceptibles de enfermar y además es la cavidad de más difícil evaluación, tanto clínica como radiológicamente. Además, el 50% de los ingresos por urgencias presenta síntomas abdominales (principalmente dolor), y de éstos la mitad necesita tratamiento quirúrgico temprano. Por otra parte, el factor más importante de cara al pronóstico del paciente es el reconocimiento de la gravedad e instauración del tratamiento apropiado lo más tempranamente posible. Por estas razones, la aparición de dolor abdominal supone una situación de estrés para el paciente y un reto para el médico que inicialmente le atiende. ETIOLOGÍA DEL DOLOR ABDOMINAL El dolor abdominal se puede clasificar en 4 grandes síndromes: inflamatorio, obstructivo, vascular y otros. Procesos inflamatorios Se caracterizan por presentar dolor de tipo inflamatorio, vago, continuo, que a medida que se afecta el peritoneo parietal aumenta en intensidad; se localiza en algún cuadrante abdominal y se acompaña de contractura refleja de la musculatura abdominal y un cierto grado de íleo reflejo por parálisis de la fibra muscular lisa de la zona inflamada. Las causas más frecuentes son: apendicitis aguda, colecistitis aguda, perforación de víscera hueca, pancreatitis aguda y lesiones inflamatorias del colon. Procesos obstructivos Se caracterizan por la presencia de un dolor de tipo cólico en el epigastrio o periumbilical sin irradiaciones, con náuseas y vómitos, que serán desde biliosos hasta fecaloideos según el nivel de la obstrucción, y la ausencia de emisión de gases y heces. En la exploración se aprecian distensión abdominal, timpanismo y ruidos peristálticos de lucha. En estos pacientes es particularmente importante la realización de un tacto rectal y la búsqueda minuciosa de tumoraciones herniarias. Las causas principales se pueden dividir en causas de la pared intestinal (tumores, lesiones inflamatorias o invaginación intestinal), causas de fuera de la pared (hernias, bridas posquirúrgicas, vólvulos) y causas en la luz (íleo por cálculos biliares por fístula bilioentérica, ingestión de cuerpos extraños, bezoar y bolo fecal). Procesos vasculares En general se produce un dolor súbito e intenso, en ausencia de signos abdominales iniciales, que posteriormente se hace de carac- terísticas inflamatorias por afección del peritoneo parietal. Puede ser producido por oclusión de la luz de los vasos (émbolos o trombos), oclusiones vasculares (arteriosclerosis o inflamaciones), oclusiones extraparietales (torsión del pedículo vascular), aneurismas, o ser de origen funcional (insuficiencia cardíaca, shock). Pueden aparecer los siguientes cuadros clínicos, entre otros: infarto mesentérico, trombosis venosa, enteritis y vasculitis mesentérica, aneurisma de aorta abdominal. Otros – Dolor abdominal de origen traumático. Conviene tener siempre en cuenta la posible causa traumática del dolor abdominal. Puede haber traumatismos abiertos o cerrados con lesiones de vísceras huecas, macizas o de vasos. – Dolor abdominal de origen ginecológico: salpingitis y parametritis, embarazo ectópico, torsión de quiste ovárico o mioma necrosado, aborto séptico, endometriosis, etcétera. – Dolor abdominal de origen urológico: nefrolitiasis, pielonefritis, epididimitis o torsión testicular. DIAGNÓSTICO Historia clínica Antecedentes familiares y personales (patología crónica, patología gastrointestinal o genitourinaria previa, empleo de fármacos, hábitos tóxicos). Características del dolor 1. Tiempo de evolución, tipo de inicio (explosivo, rápido, progresivo), factor desencadenante. 2. Características e intensidad. Dolor cólico. Es un dolor de origen visceral mediado por el sistema nervioso autónomo. Se caracteriza por ser vago, sordo, mal localizado, de tipo calambre o constante con intensidad variable. A menudo se acompaña de cortejo vegetativo. El dolor no varía con los movimientos. En la exploración no se aprecian signos de irritación peritoneal. Hay tres tipos de dolor cólico: biliar (se manifiesta en el epigastrio e hipocondrio derecho), intestinal (se manifiesta en el mesogastrio) y renoureteral (se localiza en el flanco e irradia a los genitales). Dolor somático. Este dolor está mediado por los nervios espinales por la irritación de las fibras nerviosas del peritoneo parietal. Es intenso, bien definido, a punta de dedo, constante. Aumenta con los movimientos. En la exploración se aprecian signos de irritación peritoneal. URGENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Dolor abdominal en urgencias de atención primaria P. Rapún Jiménez, M. Utrillas Ases y R. Morales Soriano TABLA I Localización e irradiación del dolor abdominal Hipocondrio derecho Patología Epigastrio Irradiación Patología Colelitiasis Colecistitis Colangitis Hepatitis aguda Hepatomegalia Absceso hepático, subfrénico Úlcera duodenal perforada Espalda, hombro derecho, epigastrio Pancreatitis aguda hipocondrios y espalda Epigastrio, mesogastrio, Pancreatitis aguda hipocondios y espalda Inicio de apendicitis Flanco derecho, Isquemia mesentérica genitales Rotura de AAA IAM Pericarditis Apendicitis retrocecal Pielonefritis CN derecho Neumonía basal Derrame pleural Hombro y escápula derecha RGE o esofagitis Espasmo Rotura de esófago Gastritis GEA Retroesternal, mandíbula o espalda Úlcera duodenal Flanco derecho Patología Patología Fosa ilíaca derecha Infraumbilical, lado de la lesión Perforación gástrica Úlcera gástrica Gastritis Pancreatitis Perforación de colon Pielonefritis CN izquierdo Neumonía Derrame pleural Patología Espalda si es posterior Epigastrio, mesogastrio, hipocondrios y espalda Infraumbilical Flanco izquierdo, genitales Flanco izquierdo FID Epigastrio, difuso Patología Irradiación CN ITU Difuso Espalda, cadera y flanco Epigastrio, hipocondrios y espalda Hipogastrio Irradiación Irradiación Rotura, absceso o infarto esplénico AAA IAM Irradiación Inicio apendicitis Úlcera duodenal GEA Diverticulitis Meckel Obstrucción intestinal Isquemia mesentérica Rotura de AAA Pancreatitis aguda Apendicitis Adenitis mesentérica EII o ileítis Colecistitis Diverticulitis cecal Vólvulo cecal Perforación de colon Absceso de psoas Patología anexial Litiasis ureteral ITU Orquiepididimitis Torsión testicular Mesogastrio, hipocondrios y espalda FID Mesogastrio Patología Mesogastrio Irradiación CN ITU Patología Hipocondio izquierdo Irradiación Fosa ilíaca izquierda Irradiación Patología ITU Diverticulitis EII Patología anexial Diverticulitis EII o ileítis Vólvulo Perforación de colon Absceso psoas Patología anexial Litiasis ureteral ITU Orquiepididimitis Torsión testicular Flanco y genitales Genitales Irradiación Infraumbilical, lado de la lesión Flanco y genitales Genitales AAA: aneurisma de aorta abdominal; GEA: gastroenteritis aguda; CN: cólico nefrítico; IAM: infarto agudo de miocardio; EII: enfermedad inflamatoria intestinal; FID: fosa ilíaca derecha; ITU: infección del tracto urinario. Dolor isquémico. Se produce por la oclusión del aporte sanguíneo a un órgano, lo que desencadena una reacción inflamatoria local o general. Las características que lo diferencian son las siguientes: se trata de un dolor muy intenso, que no cede con analgesia y desproporcionado con la exploración. Dolor referido. Es de características similares al somático pero se percibe distante del estímulo. 3. Localización e irradiación (tabla I). 4. Factores modificadores. Clínica acompañante: fiebre y escalofríos (en los procesos quirúrgicos es más frecuente la febrícula), náuseas y vómitos, cambios del ritmo deposicional (diarrea, estreñimiento, ausencia de emisión de heces o gases, rectorragia o melenas), síndromes miccional y constitucional y clínica extraabdominal acompañante. Historia ginecológica. Fórmula menstrual, FUR, posibilidad de embarazo, empleo y tipo de anticoncepción (anticonceptivos orales, DIU), patología ginecológica previa, clínica de leucorrea, sangrado, etc. Exploración Estado general del paciente Antes de realizar una valoración sistemática, debe descartarse la presencia de signos de compromiso vital: nivel de conciencia, estado de perfusión, constantes vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y temperatura). Posición del paciente Agitación, inquietud (procesos generalmente no quirúrgicos), inmóvil, con las rodillas flexionadas (indicativo de peritonismo). Inspección Forma del abdomen (abdomen distendido –obstrucción, íleo–, abdomen de batracio –ascitis–, masas visibles), cicatrices, hernias, circulación colateral (signos de hipertensión portal), presencia de lesiones cutáneas (herpes zoster, equimosis). Auscultación Frecuencia y características de los ruidos: peristaltismo ausente (íleo paralítico o peritonitis), peristaltismo aumentado (gastroenteritis aguda, primeras fases de la obstrucción intestinal), ruidos metálicos o soplos arteriales. URGENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Dolor abdominal en urgencias de atención primaria P. Rapún Jiménez, M. Utrillas Ases y R. Morales Soriano Palpación Palpación superficial. Determinar las zonas sensibles localizando la zona de máximo dolor. Buscar signos de irritación peritoneal, tales como hipersensibilidad cutánea, defensa abdominal, rigidez abdominal (vientre en tabla), sensibilidad de rebote, dolor a la percusión y con Valsalva (prueba de la tos; se invita al paciente a que tosa y señale el área de máximo dolor en abdomen. En caso de irritación peritoneal se intensificará el dolor en dicha zona). Palpación profunda. Pondrá de manifiesto la presencia de visceromegalias, masas, hernias y eventraciones. Hay que delimitar su tamaño, forma y contorno. Percusión Completa los datos obtenidos por la palpación. Permite evaluar el tamaño y la densidad de los órganos abdominales y de las masas. Es la mejor técnica para detectar la irritación peritoneal. La hipersensibilidad a la percusión es similar a la originada por rebote siendo incluso un signo más fiable; por otro lado, permite la delimitación de las zonas de irritación peritoneal. Tacto rectal Reflejar el tono esfinteriano, dolor, masas, ocupación del Douglas, ausencia de heces en ampolla, rectorragia o melenas, palpación de la próstata. Exploración ginecológica Inspección, examen con espéculo y tacto bimanual. Exploración general No deben olvidarse las causas extraabdominales de dolor abdominal. Explorar, explorar y reexplorar Es imprescindible valorar la evolución del proceso. Un abdomen agudo en su inicio puede mostrarse como un cuadro banal, y los cambios que se producen tanto en la clínica como en la exploración pueden darnos el diagnóstico. Pruebas complementarias El diagnóstico etiológico del dolor abdominal se basa en el 80% de los casos en la historia clínica y en la exploración. Las pruebas complementarias sólo deberían ayudar a confirmar una sospecha diagnóstica. Sólo se realizarán estudios adicionales si es probable que alteren o mejoren de manera significativa las decisiones terapéuticas, como pruebas de laboratorio de sangre y orina, electrocardiograma y estudios radiológicos: radiografía de tórax y abdomen, ecografía y TAC cuando sea preciso. TRATAMIENTO DEL DOLOR ABDOMINAL EN URGENCIAS Si bien lo ideal sería establecer un diagnóstico etiológico definitivo antes de sentar la indicación terapéutica, esto puede resultar imposible en situaciones de urgencia. Entonces la consideración esencial es determinar si se requiere o no una cirugía urgente. Interesa por tanto encuadrar muy tempranamente al enfermo en uno de los siguientes grupos: 1. Procesos abdominales que requieren tratamiento quirúrgico urgente con repercusión hemodinámica en el paciente. 2. Procesos abdominales que requieren tratamiento quirúrgico urgente sin repercusión hemodinámica: Primaria Dolor abdominal agudo Constantes vitales Paciente inestable Paciente estable Medidas de tratamiento Criterios de derivación hospitalariaa Sí No Derivar a hospital para pruebas complementarias y valoración por cirugía Diagnóstico etiológico No Dolor abdominal inespecíficob Sí Tratamiento etiológico Reevaluar Figura 1 Tratamiento del dolor abdominal desde urgencias de atención primaria. – Procesos inflamatorios: infecciones (apendicitis aguda, diverticulitis, colecistitis, abscesos, piosálpinx); perforación de víscera hueca (en el estómago, úlcera gástrica, tumores; en el duodeno, úlcera duodenal; en la vesícula, colecistitis perforada; en el intestino, tumores, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, diverticulitis), y hemoperitoneo (rotura de aneurisma de aorta, rotura esplénica, embarazo ectópico, tumores). – Procesos obstructivos: neoplasias, hernias, bridas e invaginación, vólvulo. – Procesos isquémicos: embolia mesentérica, trombosis mesentérica, infarto epiploico o torsiones. 3. Procesos abdominales que según su evolución y/o características pueden o no requerir tratamiento quirúrgico, tales como colecistitis aguda, pancreatitis aguda, diverticulitis, cuerpos extraños, salpingitis aguda, rotura o quiste ovárico. 4. Procesos abdominales que no requieren tratamiento quirúrgico, tales como gastroenteritis aguda, gastritis, linfadenitis mesentérica, hepatitis aguda, parasitosis intestinales, reactivación de una úlcera duodenal, diverticulitis no complicada, enfermedad inflamatoria intestinal, intoxicaciones alimentarias, íleo paralítico, infección del tracto urinario, absceso renal o perirrenal, retención aguda de orina. 5. Procesos extraabdominales o enfermedades generalizadas que semejan un abdomen agudo. De acuerdo con esta clasificación deberemos actuar según se indica en la figura 1. (a) Criterios de derivación hospitalaria • Todo paciente con shock de probable origen abdominal. • Todo paciente con criterios de gravedad en la exploración: – Frecuencia respiratoria >30 o <10 – Ausencia o asimetría de pulsos periféricos. URGENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Dolor abdominal en urgencias de atención primaria P. Rapún Jiménez, M. Utrillas Ases y R. Morales Soriano – Disminución del nivel de conciencia. – Signos de hipoperfusión. – Cicatrices de cirugía abdominal previa. – Distensión abdominal. – Hernias no reductibles. – Ruidos de lucha o ausencia de ruidos abdominales. – Defensa local o difusa. – Masa pulsátil. – Irradiación del dolor. – Duración mayor de 6 horas. Todo paciente en el que sospehemos por la clínica y exploración un proceso de los puntos 1–3. • Todo paciente que no responde al tratamiento médico habitual. • Ausencia de diagnóstico etiológico a pesar de valoración y que necesite pruebas complementarias hospitalarias. (b) Dolor abdominal inespecífico Aproximadamente en un 40% de los casos no es posible llegar a un diagnóstico etiológico inicial. En el caso de que el paciente esté estable, sin criterios de gravedad y que no haya sospecha de proceso quirúrgico urgente, puede ser de gran utilidad efectuar una revaloración del cuadro pasado un tiempo prudencial (6–12 horas). Es aconsejable no prescribir tratamiento analgésico para no enmascarar el curso clínico. Bibliografía general American College of Emergency Physicians. Clinical policy: critical issues for the initial evaluation and management of patients presenting with a chief complaint of non traumatic acute abdomen. Ann Emerg Med 2000;36:406-15. Fishman M, Aronson M. Abdominal pain. Disponible en: www.uptodate.com. Masanes F, Sacanella E. Dolor abdominal. Urgencias en atención primaria. Jano 1999;56:45-7.