LA VI GA EN EL OJ O AJ ENO AMBI ENTACI ON: Otro miércoles más nos reunimos en presencia de nuestro Señor para compartir lo que Él nos quiere decir a través de las Parábolas del Evangelio. El amor de Dios nos ha sido revelado y ahora Él está a la puerta y llama. Depende de cada individuo el buscar una relación personal con Dios, o el rechazarlo rotundamente. La única barrera entre nosotros y el amor de Dios es nuestro libre albedrío y Jesucristo es la puerta. A veces vivimos mirando y juzgando a los demás, y no nos damos cuenta de nuestros problemas. Quizás los problemas de nosotros son mayores, y no nos referimos a los problemas de si algo nos ocurrió o que si se nos presenta a dificultades, nos referimos a problemas en nuestro actuar, en nuestras actitudes y en la forma de enfrentar la vida. Miramos el interior de nuestros corazones, aceptando nuestras miserias. TENGO MI SERI A (Canto) Tengo miseria de no tener soy miserable en la cumbre, por querer ser quien no soy no soy ni siquiera yo. Mi vacío me hace comprender a quienes no me entienden y a aquellos que me maltratan, sé que yo no soy mejor. ESPERO SER YO ALGÚN DÍA EN MI MISERIA YO ESPERO, QUE ALGO NAZCA DE MI NADA AUNQUE SÉ QUE NADA SOY. ALGUIEN REPITE EN MI MENTE QUE EN MI MISERIA ME AMA, CON MISERICORDIA ME QUIERE Y ESE ALGUIEN ES MI DIOS. Si me sintiese herido O tratado con violencia nunca quisiera sentirme lleno de odio y rencor. P ARABOLA DE LA VI GA EN EL OJ O AJ ENO: "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano" (Mateo 7:1­5). TU MI ALFARERO (Canto) Gira que gira rueda que rueda siento tus manos sobre mi greda me asombra pensar que tu le quieras tu cacharro acaba de caerse, acaba de quebrarse, acaba de encontrarte Tu mi alfarero... tu mi alfarero.... toma barro y vuelve a empezar de nuevo...(bis) Gira que gira rueda que rueda siento tus manos sobre mi greda me asombra pensar que tu le quieras ¿acaso no puedes hacerme de nuevo? ¿acaso no puedes formarme? Tu cacharro acaba de caerse, acaba de quebrarse, acaba de encontrarte Tu mi alfarero... tu mi alfarero.. toma mi barro y vuelve a empezar de nuevo.. de nuevo de nuevo tu mi alfarero(bis) REFLEXI ON Jesús, advierte del peligro de guiar a los demás sin antes cuidar mi vida interior. El primer apostolado es luchar personalmente por ser santo, por ver con claridad el camino, por quitar esos defectos que me apartan de Él. No me dice que no ayude a los demás, sino que primero empiece por luchar yo mismo. «Cuando nos veamos precisados a reprender a otros, pensemos primero si alguna vez hemos cometido aquella falta que vamos a reprender; y si no la hemos cometido, pensemos que somos hombres y que hemos podido cometerla. O si la hemos cometido en otro tiempo, aun que ahora no la cometamos. Y entonces tengamos presente la común fragilidad para que la misericordia, y no el rencor, preceda a aquella corrección» (San Agustín). Jesús, quiere apartarme del peligro de juzgar a los demás, de señalar sus defectos y limitaciones, sin darme cuenta de que yo tengo también los míos, a veces incluso mayores que los de los demás. ¿Cómo voy a guiar a los demás si yo mismo voy a tientas? « ¿No caeremos los dos en el hoyo?» Así como el tomarse la vida cristiana en serio lleva a hacer apostolado, también es verdad que el tomarse el apostolado en serio lleva a mejorar en la vida interior. Porque el cristiano ha de ser ejemplo para los demás: ha de ser el mismo Cristo. Pero ¿cómo puedo parecerme más a Ti? El cristiano es llamado a un amor incondicional. El Mensaje del Evangelio conduce al amor, a la entrega, al sacrificio y al perdón. DI NÁMI CA En actitud de silencio, escribimos bajo las velas aquel defecto que queremos borrar de nuestro ser, aquello que nos cuesta mejorar. Encendemos la vela y la colocamos en el recipiente lleno de agua, como símbolo de que brille solo lo mejor que hay en nosotros. QUI ERO ALABARTE (Canto) Quiero alabarte, más y mas aún, Quiero alabarte, más y más aún, Buscar tu voluntad, tu gracia conocer, Quiero alabarte. Quiero sentirte… Quiero amarte… Quiero adorarte… Quiero alabarte… Las aves del cielo, cantan para ti, Los peces y mares, reflejan tu poder, Quiero cantar, quiero proclamar, Quiero sentirte. Las bestias del campo, cantan para ti, El cielo y las estrellas, reflejan tu poder, Quiero cantar… quiero adorarte. importante ni tenido en cuenta. Simplemente entregar nuestra vida y hacer lugar para tu proyecto, así descubriremos, como María, que cuando uno se brinda por entero, la vida se transforma porque el Dios de la Vida comienza a nacer en nuestro interior, para hacer de la existencia una semilla del Reino. J UNTO A TI MARI A (Canto) Junto a ti María, Como niño quiero estar, Tómame en tus manos, Guiame en mi caminar. Quiero que me eduques, Que me enseñes a orar, Hazme transparente, Llename de paz. ORACI ON FI NAL Ayúdanos a ser semillas de tu Reino Señor, enséñanos a despojarnos de lo superfluo y lo que nos es necesario. Ayúdanos a ser humildes y sencillos. Queremos llegar a tu encuentro y para eso hay que andar ligero de equipaje, apenas con lo puesto. Queremos ser semillas de tu Reino, y para ser semilla hay que aprender a ser pequeño, a concentrarse en lo esencial, exponerse al riesgo de no ser MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. Gracias Madre mía, Por llevarnos a Jesús, Haznos más humildes, Tan sencillos como tú. Gracias Madre mía, Por abrir tu corazón, Porque nos congregas Y nos das tu amor.