LIBROS Libre albedrío Las causas de los actos voluntarios renovó el interés en el tema, a raíz de los avances registrados en ciencia y filosofía. Esta segunda edición reúne 28 ensayos y agrega los debates desarrollados en la nueva centuria. Desde el siglo xvii, la controversia ha girado en torno a la cuestión determinista y la cuestión de la incompatibilidad. ¿Es verdadero el determinismo?; ¿es compatible o incompatible con el libre albedrío? Las respuestas ofrecidas a esas dos cuestiones han dado origen a las dos principales divisiones en los debates contemporáneos: deterministas e indeterministas, por un lado, y compatibilistas e THE OXFORD HANDBOOK OF FREE WILL incompatibilistas, por otro. Se reconocen Segunda edición. Dirigido por Robert Kane. dos clases de incompatibilistas: la liber- Oxford University Press, Oxford, 2011. taria, que sostiene que, al menos a veces, P disponemos de libre albedrío, y la elimi- or libre albedrío se entiende la ca- y la libertad humana en teología y filosofía nativista, que defiende que carecemos de pacidad de optar entre distintas de la religión; con cuestiones metafísicas libre albedrío, atrapados como estamos en el determinismo. alternativas que se nos ofrecen o sobre necesidad y posibilidad, determinis- crear otras nuevas. Nadie ni ninguna ley mo, tiempo y azar, realidad cuántica, leyes Determinismo y necesidad amenazan la de la naturaleza puede torcer en principio de la naturaleza, causalidad y explicación libertad de elección. No cabe escoger don- nuestra voluntad. Nos consideramos capa- en filosofía y en ciencia; y con los mecanis- de todo está prescrito, desde el momento citados para tomar decisiones. Por ello, va mos cerebrales subyacentes de los proce- en que se dan las condiciones para que se estrechamente vinculado al concepto de sos psicológicos aludidos en neurociencia. produzca el acto en cuestión. La determi- responsabilidad (moral, civil, penal, etcé- Hay una explicación diagnóstica (des- nación constituye un tipo de necesidad tera). Abordado en perspectiva histórica, el criptiva) del libre albedrío y una descrip- condicional. En el lenguaje de la lógica denominado problema del libre albedrío ción prescriptiva del mismo. La primera modal, el fenómeno o suceso determinado se halla relacionado con la moral de los pormenoriza los tipos de compromisos acontece en todos los mundos lógicamen- actos, la responsabilidad, la dignidad y el mantenidos a propósito del libre albedrío; te posibles en que se dan las condiciones rechazo social, en ética; con la naturale- la segunda es una propuesta para los com- determinantes (por ejemplo, causas físicas za y los límites de la libertad humana, la promisos que debieran mantenerse. Se par- antecedentes más leyes de la naturaleza). autonomía, la coerción y el control en teo- te, en cualquier caso, del supuesto de que William James introdujo la distinción en- ría social y política; con la compulsión, la la mente y la voluntad controlan algunas tre deterministas blandos y deterministas adicción, el autocontrol, la autodecepción acciones del cuerpo. duros. Ambos sostienen que toda la con- y la debilidad de la voluntad en psicología; El debate sobre la existencia o no del li- ducta humana está determinada. Pero el con la responsabilidad y el castigo en dere- bre albedrío atraviesa toda la historia del determinismo duro niega incluso la propia cho; con la relación entre mente y cuerpo, pensamiento. Muchas expresiones de la existencia del libre albedrío, en cuanto son la consciencia, la naturaleza de la acción cultura (pintura, teatro) lo han reflejado conceptos antitéticos. y la personalidad, en filosofía de la men- también. La primera edición de esta obra, Cabría preguntarse por qué el determi- te, teoría cognitiva y neurociencias; con aparecida en 2002, se centró en los trabajos nismo ético persistió a lo largo del siglo xx, cuestiones sobre la predestinación, el mal de la segunda mitad del siglo xx cuando se siendo así que las leyes físicas —antaño ba- 94 MENTE Y CEREBRO 58 - 2013 luarte del pensamiento determinista— se mejor. Mostrar que tal es lo que acontece el determinismo se descarta cualquier po- iban alejando de ese tipo de postulados. ha constituido el objetivo de los compa- sibilidad de alternativa. La mecánica cuántica introdujo el inde- tibilistas desde Thomas Hobbes, en el si- La idea de libre albedrío evoca una ca- terminismo en el mundo físico. Hemos glo xvii. Más aún, los defensores de la tesis pacidad de elegir que ni remotamente se recorrido un largo camino desde que Pierre compatibilista han trasladado la carga de la asemeja a un proceso físico, sino al concep- Simon de Laplace ponderaba los éxitos de prueba a los incompatibilistas. Para estos, to de yo, mente o consciencia. De ahí que la mecánica y la astronomía, unificadas por existen dos rasgos del libre albedrío que muchos no admitan su adquisición en el la teoría de la gravitación de Newton. La reflejan su incompatibilidad con el deter- curso de la evolución por selección natu- física incoada por Planck cuestionó el de- minismo: escogemos entre un abanico de ral, incardinada en una cadena de aconte- terminismo laplaciano. De acuerdo con la opciones, y el origen (o fuente) de nuestra cimientos físicos causalmente conectados. teoría cuántica, las partículas elementales elección se encuentra dentro de nosotros, Los enfoques biológicos modernos del pro- que componen el sistema del mundo no no en algo sobre lo que no tenemos control. blema de la elección se proponen revelar tienen posición y momento exactos que La mayoría de los argumentos en pro de los mecanismos nerviosos implicados en pudieran ser simultáneamente conocidos la incompatibilidad proceden del primer la toma de decisiones, en la elección. Algu- por cualquier observador («principio de aspecto: la exigencia de que un agente ac- nos autores recurren a parámetros econo- incertidumbre» de Heisenberg). En buena túe libremente, por iniciativa propia, solo micistas, pues los organismos operan con medida, el comportamiento de las partí- si este tiene posibilidades alternativas o recursos energéticos limitados. Dentro del culas elementales, del salto cuántico en podría haber actuado de otra forma. Se grupo de opciones disponibles hay unas los átomos a la desintegración radiacti- trata de la condición AP (de alternative pos- que son mejores que otras. Imaginemos va, no pueden predecirse con exactitud sibilities condition), también denominada que un animal, tras descubrir la presencia y solo pueden explicarse mediante leyes condición de la evitabilidad, por cuanto de un depredador, tuviera un sistema ner- probabilistas. Además, la incertidumbre pudo haberlo hecho de otra manera. Esa vioso que le indujera a correr directo al de- y la indeterminación del mundo cuántico incompatibilidad presume, en efecto, la predador. No existe hoy sistema nervioso no se deben solo a nuestro conocimiento existencia de posibilidades alternativas (o alguno que induzca semejante conducta. limitado, sino a la propia naturaleza del el poder del agente de actuar de otra ma- Con el advenimiento de las nuevas técnicas mundo físico. nera), a modo de condición necesaria para neurofisiológicas de formación de imáge- actuar libremente. nes, se ha avanzado en el conocimiento de Pese al evidente retroceso del determinismo en el dominio de la ciencia (teoría Puesto que aquí, por definición, el de- los mecanismos subyacentes de la toma del caos como ejemplo), los planteamientos terminismo no es compatible con la actua- de decisiones por primates (humanos y deterministas y compatibilistas del com- ción libre, la defensa de la incompatibili- no humanos). Antes, el trabajo biológico portamiento humano han persistido te- dad se esquematiza en el «argumento de principal se había realizado sobre bacterias naces. ¿A qué se debe semejante paradoja? la consecuencia». Formulado inicialmente e insectos, porque comprendemos mejor la Tras reconocer que algunos conceptos eje por Carl Ginet, David Wiggins, Peter van genética de esos organismos y presentan de la física cuántica podrían aplicarse al li- Inwagen, James Lamb y, en versión teoló- sistemas nerviosos accesibles. bre albedrío (indeterminismo, no localidad gica, por Nelson Pike, el argumento de la A modo de ejemplo, consideremos el fe- y participación del observador), se insiste consecuencia establece, en líneas genera- nómeno de la drogadicción, resultado de en que el comportamiento indeterminado les, que, si el determinismo es verdadero, nuestra capacidad de tomar estimulantes. de las partículas elementales tiene poco entonces nuestros actos son consecuencia Conocemos la neuroanatomía, la neurofi- que ver en cómo hemos de pensar sobre de las leyes de la naturaleza y de aconte- siología y las interacciones moleculares del la conducta humana; podemos prescindir cimientos de un pasado. Pero no depende abuso de drogas. En los últimos 15 años, los de la indeterminación cuántica en los sis- de nosotros lo que sucedió antes de que modelos informáticos sobre los sistemas temas físicos macroscópicos, como son el naciéramos, ni, por ende, tampoco las con- de procesamiento de la recompensa han cuerpo y el cerebro humano, y continuar secuencias de esas cosas, incluidos nues- añadido otra perspectiva. Los sistemas de considerando determinado el compor- tros actos. Si uno no es capaz de cambiar dopamina del mesencéfalo son saboteados tamiento. p (el pasado o las leyes de la naturaleza), o perturbados por el abuso de drogas. Esos Si resulta que el determinismo no supo- entonces tampoco podemos cambiar cual- sistemas endocrinos se encuentran estre- ne ninguna amenaza real contra el libre quiera de las consecuencias lógicas de p chamente vinculados con la forma en que albedrío porque pudieran conciliarse, no (principio beta). el sistema nervioso pondera las elecciones tendría sentido preocuparse por el deter- En una situación de determinismo, ca- minismo en la ciencia. Siendo compatibles, receríamos de toda opción de actuar de En buena medida, los debates contem- mantendríamos la libertad de desear lo un modo distinto del que actuamos; con poráneos sobre el libre albedrío se encua- MENTE Y CEREBRO 58 - 2013 disponibles. 95 LIBROS ¿Buscas empleo en el sector de la ciencia y la tecnología? La mayor bolsa de empleo científico del mundo ahora también en investigacionyciencia.es dran en la naturaleza de la responsabilidad que revela la actividad bioeléctrica de los moral. Rige el principio de las posibilidades músculos, el momento exacto en que los alternativas: una persona es moralmente nervios transmiten la orden motora al responsable solo si pudiera haber actua- aparato muscular. do de una manera distinta. Ictus, lesiones Un parámetro importante era el po- cerebrales, coma y diversas condiciones tencial de disposición (RP, de readiness metabólicas arruinan nuestra capacidad potential), una medida de actividad en la de enjuiciar la moralidad de los actos o corteza motora que precede al movimien- ponderar nuestros estados mentales. En to muscular voluntario; por definición, los el replanteamiento moderno del libre al- electroencefalogramas generados en situa- bedrío han tenido un protagonismo des- ciones en que no existe pulso muscular no tacado el neurocientífico Benjamín Libet cuentan como RP. y el psicólogo Daniel Wegner. Los estudios En promedio, la aparición del RP pre- experimentales de Libet sobre actividad cedía a la declaración de los individuos cerebral y producción subsiguiente de sobre el tiempo de su consciencia inicial experiencia consciente, volición y acción de x (tiempo W) en 350 milisegundos. El deseada han sido objeto de vivo de deba- tiempo W informado precede al comien- te. Libet observó que los actos voluntarios zo del movimiento muscular en unos 200 venían precedidos por una carga eléctrica milisegundos. (El potencial de disposición específica en el cerebro («el potencial de suele preceder a la decisión de la voluntad disposición»), que empezaba cientos de entre 500 y 300 milisegundos.) En breve milisegundos antes de que el probando a los –550 milisegundos se producía la mostrara consciencia de la decisión que respuesta RP; a los –200 milisegundos, el iba a tomar. Por su parte, Wegner sostenía tiempo W informado; a los 0 milisegundos, en The Illusion of Conscious Will (2002), que el músculo comenzaba a moverse. nuestra experiencia de control consciente De acuerdo con la descripción de Libet, de la acción voluntaria es una ilusión; las si un individuo se percata de su decisión acciones voluntarias se iniciarían incons- o intención a unos –50 milisegundos, su cientemente y nuestra consciencia de las condición es tal que el acto procede hasta mismas vendría causada por procesos fí- su cumplimiento sin posibilidad de dete- sicos cerebrales. nerse por el resto de la corteza cerebral; su Libet se ganó críticos y partidarios. resquicio de oportunidad queda abierto a Algunos le siguen en cierto tramo del lo largo de 100 milisegundos. El papel del recorrido: aceptan la tesis sobre cómo y libre albedrío consciente no consiste en cuándo se toman decisiones, pero recha- iniciar un acto voluntario, sino en contro- zan la idea de que la voluntad sea mera lar si el acto ocurre. Podríamos considerar ilusión. En los ensayos, a los probandos se las iniciativas inconscientes como un brote les instruía para que indicaran la posición cerebral. La voluntad consciente seleccio- espacial de un punto de una esfera que na entonces cuál de esas iniciativas sigue iba girando en el sentido de las agujas del adelante y se realiza y cuáles merecen un reloj cuando tomaran una decisión cons- veto y se abortan. ciente sobre algo, x, que Libet describía Daniel Wegner descarta las intenciones como decisión, intención, urgencia, vo- conscientes entre las causas de las accio- luntad o deseo de hacer un movimiento. nes. Admitir lo contrario es caer en una (El punto completaba una revolución en ilusión. Unas veces, las personas no son menos de tres segundos.) El momento se conscientes de sus acciones; otras, creen indicaba a través del movimiento de un que realizan intencionadamente cosas que dedo de la mano derecha o de la muñeca en realidad no hacen, y otras, las personas entera. Contemporáneamente, el inves- operan de forma automática, sin motivo tigador medía el movimiento real del aparente. sujeto con un electromiograma, técnica 96 —Luis Alonso MENTE Y CEREBRO 58 - 2013