LIDERAZGO CARISMÁTICO Y PERSONALIDAD: UN ESTUDIO CONCEPTUAL PARA CONSTRUIR INSTRUMENTOS PARA RECURSOS HUMANOS Jesús Felipe Uribe Prado1 Adriana Guadalupe Peñaloza Sánchez Alejandra García Saisó Universidad Nacional Autónoma de México RESUMEN La presente investigación tuvo como objetivo principal identificar el significado psicológico de los rasgos de personalidad más importantes del liderazgo carismático, mediante la técnica de redes semánticas naturales para la construcción de instrumentos psicométricos. Participaron 120 trabajadores de la Ciudad de México, seleccionados mediante un muestreo no probabilístico. Con base en los datos obtenidos se observa que el liderazgo carismático para los mexicanos tiene conceptos similares a los de otras culturas en cuanto a significado, sin embargo, existen diferencias de tipo semántico en cuanto al sexo que deberán tomarse en cuenta para la construcción de instrumentos. PALABRAS CLAVE: LIDERAZGO CARISMÁTICO, PERSONALIDAD, SIGNIFICADO PSICOLÓGICO, REDES SEMÁNTICAS NATURALES. ABSTRACT The present research’s goal was to identify the psychological meaning of the more important personality characteristics in the charismatic leadership, using the natural semantic networks technique. A sample of 120 workers was selected from private corporations of the Mexico City. Results suggest that the concepts acquires different meanings depending of the sex, even if has the similar etymological base in Mexican Spanish and other cultures. Thus, it was observed that this investigation has impact over the culture studies and construct of psychometric instruments. KEYWORDS: CHARISMATIC LEADERSHIP, PERSONALITY, PSYCHOLOGICAL MEANING, NATURAL SEMANTIC NETWORKS. De acuerdo con House y Howell (1992) el liderazgo ha sido uno de los temas que más ha sido estudiado por los psicólogos organizacionales y sociales por sus implicaciones en el estudio de la influencia de grupos desde hace más de 40 años. Para estos autores, el “carisma” es el concepto central de muchos modelos relacionados con el liderazgo, tal es el caso del clásico liderazgo carismático de Weber (1983) retomado por House (1977), del liderazgo inspiracional (Yukl & Van Fleet 1982), del famoso liderazgo transformacional (Avolio & Bass, 1988; Bass, 1985 y Burns, 1978) y del liderazgo visionario (Sashkin, 1988). Según los autores, el carisma es el concepto central de manera implícita o explícita en las diferentes evidencias teóricas y empíricas al respecto, ya que los líderes transforman las necesidades, 1 Toda correspondencia enviar a uribepjf@servidor.unam.mx valores, preferencias, deseos y aspiraciones de sus seguidores por los suyos. El líder logra por diferentes medios que sus seguidores desarrollen un alto compromiso personal hacia una misión previamente establecida por él. Dicho compromiso se distingue por el alto nivel con que se involucran en forma personal los seguidores por una misión, al grado de sacrificios y comportamientos de obligatoriedad y deber fuera de comportamientos individuales. En otras palabras, los seguidores anteponen los intereses colectivos sobre sus intereses personales. A diferencia de otras teorías de liderazgo, donde existe la hipótesis de que el liderazgo depende del intercambio en las relaciones entre el líder y seguidores, en las teorías de liderazgo carismático se enfatiza en la conducta simbólica del líder, en la conducta y habilidad visionaria e inspiracional transmitida por éste mediante una comunicación no verbal con características y valores ideológicos que son imitados y admirados por los seguidores, en esta relación se establecen compromisos y vínculos que van más allá de afectos y cogniciones, al grado de establecerse relaciones sectarias complejas. Dichas relaciones pueden ser en algunos casos muy productivas como es el caso de la psicología organizacional, pero también, pueden ser relaciones muy destructivas como es el caso de los suicidios colectivos (Erdely, 2002; House, Spangler & Woycke, 1991; Rodríguez, 2000). De acuerdo con House (1977) y Shamir, House & Arthur (1993) los comportamientos en los seguidores son el resultado de seis comportamientos específicos por parte del líder: (1) visión ideológica; se enfatiza en valores futuros tales como derechos humanos, paz, libertad, orden, equidad, estatus, moral. (2) metas lejanas; se plantean metas a largo plazo y no cercanas. (3) comunicación y modelación de roles; el líder comunica mensajes con valores morales de aceptación colectiva y desempeña roles implícitos en la visión a manera de ejemplos a seguir. (4) expresión; se permite una alta expresión de las expectativas de los seguidores. (5) el líder establece una alta comunicación confidencial con sus seguidores. (6) el líder favorece comportamientos de manera selectiva relacionados con logro, poder y afiliación (existe literatura que ha generado polémica y discusiones sobre este comportamiento [ver House y Shamir, 1992]). Según Howell y House (1992) otros autores sugieren comportamientos adicionales, por ejemplo: Weber (1983) afirma que un líder carismático propone soluciones radicales a grandes problemas sociales. Bass (1985) sugiere que el líder carismático es particularmente sensible a las necesidades de sus seguidores. Conger & Kanungo (1987) y Sashkin (1988) argumentan que el líder es una persona que toma riesgos extraordinarios en la persecución de su visión. Autores como McClelland (1975) y posteriormente House y Howell (1992) proponen que el término carisma no distingue entre el bien y la moral o entre lo malo y lo inmoral, ya que esta distinción depende del campo de estudio: política, movimientos religiosos o sociales o de negocios, lo que obliga al reto de distinguir entre la manera de actuar de un tipo de líder o de otro. De acuerdo con McClelland (1975) existen dos tipos de líderes carismáticos: los socializados y los personalizados; los primeros, podrían ser aquellos que se basan en comportamientos igualitarios, favorecen los intereses colectivos, desarrollan y facultan de autoridad a otros, tienden a ser altruistas, trabajan en canales y sistemas de autoridad establecidos y se preocupan más por sus seguidores. Mientras que los segundos, se basan en un dominio personal y autoritario, sirven a intereses personales, explotan a los demás y muestran indiferencia por los derechos y sentimientos de otros, además, tienden a ser narcisistas, impetuosos e impulsivamente agresivos. Según House y Howell (1992) didácticamente se habla de que existen dos tipos de liderazgo carismático; el personalizado y el socializado, sin embargo, es muy importante reconocer que los tipos de liderazgo no son mutuamente excluyentes, ya que es posible que un líder presente simultáneamente en su comportamiento aspectos y características de ambos tipos. Lo anterior, más allá de diferenciaciones didácticas y académicas convierte al carisma en un constructo interesante y delicado para trabajar en el ámbito de la medición. La investigación teórica y empírica desde el ámbito de la medición ha generado diversas especulaciones relacionadas con la personalidad de un líder carismático, ya que en algunos casos el impacto de los líderes en diferentes grupos se vuelve no sólo benéfica y productiva, sino hasta peligrosa. En México y el mundo existen algunos casos de personajes mundialmente reconocidos por sus actos sociales o personalizados, tales como Adolfo Hitler, José Stalin, Roosevelt, Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas, Fidel Castro, Bin Laden, George Bush, Gandhi, Bill Gates, Emilio Azacárraga, Manuel Espinosa Iglesias, Carlos Slim, Carlos Salinas, entre muchos otros. Muchos investigadores de corte social, con diversas orientaciones teóricas, tales como sociólogos, psicólogos, historiadores, antropólogos, politólogos, etc. han reconocido que los líderes históricamente han mostrado dos caras del carisma: un lado brillante y un lado obscuro, coincidiendo en que las características y comportamientos de esas caras pueden sintetizarse en componentes de personalidad entre otros (Graham, 1988; Hodkinson, 1983; Hogan, Raskin & Fazzini, 1990; Howell, 1988; Howell & Avolio, 1992; Howell y House, 1992; Jermier, 1993; O’Connor, Mumford, Clifton, Gessner & Connelly, 1995; Roberts & Bradley, 1988; Shamir, House Arthur, 1993). Uno de los textos contemporáneos más citados en los últimos años es el libro llamado “Carisma” de Lindholm (1992) quien realizó un análisis del fenómeno carismático y su relación con la conducta humana y los cambios sociales, explicando la complejidad del carisma no sólo por el impacto en la sociedad sino por su comprensión histórica, ya que el carisma ha sido estudiado desde la filosofía, la historia, la religión, la economía, la sociología, la antropología y desde luego la psicología. Desde el ámbito psicológico la perspectiva teórica ha sido abordada desde una integración de las teorías motivacionales (Bandura, 1986 y McClelland, 1985) proponiendo que el comportamiento del individuo es una función de motivos, características de personalidad, intenciones y variables situacionales, entendiendo que la personalidad son disposiciones fuertemente aprendidas y relativamente estables que hacen que una persona se comporte de manera coherente a través de diferentes situaciones a lo largo del tiempo (hábitos, valores, expectativas generalizadas y disposiciones de pensamiento simple o complejo). De acuerdo con House y Howell (1992) la literatura ha mostrado que características de personalidad como la necesidad de poder, el maquiavelismo, el narcisismo, el autoritarismo, la eficacia, la autoconfianza y el locus de control han mostrado consistencia en diversos estudios. De acuerdo con Cherulnik, Donley, Wiewel & Molinero (2001), a la lista anterior se pueden agregar la incertidumbre de resultados, los objetos de creencia, las experiencias de vida negativos, el miedo y la autorregulación. La personalidad ha sido ampliamente estudiada por medio de la relación entre conceptos, constructos y variables, sin embargo, los relacionados con liderazgo y carisma en términos de medición todavía se puede decir que son escasos. Por ejemplo, McClelland (1985) después de revisar una serie de estudios llegó a la conclusión de que la evidencia psicológica colocaba al líder en posiciones de poder por un comportamiento denominado “necesidad de poder”, también conocido por sus siglas en inglés como “n-pow”; asociado a altos niveles de adrenalina, dopamina endorfinas, así como más capacidad de argumentación, competitividad y menos estabilidad en las relaciones interpersonales y calidad en sus decisiones, más asertividad, menos cooperación, más experiencias con problemas emocionales y explosividad, más rebeldía, resentimiento, irritación, cinismo y el parecer estar enojado (Fodor, 1984; Fodor & Farrow, 1979; Gough & Heilbrun, 1975; McClelland, 1985 a, b). Una característica del liderazgo carismático es la manipulación y dominio de otras personas; Christie & Geis (1970) encontraron que un líder puede ser una persona que se comporta manipulando a los demás, explotando a otras personas en forma oportunista, con una perdida de la moral convencional y con disminución de afecto en la relaciones interpersonales. Basados en estas características y en las ideas de Nicolás Maquiavelo (1513/1993) denominaron a este estilo de liderazgo como maquiavelismo. Estudios como los de Drory & Gluskinos (1980) y los de Uribe-Prado (1999, 2000, 2001a, 2001b) y Uribe-Prado, Aragón & García (2003) demostraron que los líderes maquiavélicos tienden a ser autoritarios y a provocar situaciones de tensión en sus grupos de trabajo, así como a obtener gratificaciones organizacionales como sueldos y ascensos y a permanecer insatisfechos en sus trabajos, teniendo como consecuencia beneficios personales haciendo uso de estrategias maquiavélicas. De acuerdo con Raskin, Novacek & Hogan (1991) existe evidencia para creer que el narcisismo es una de las principales características de personalidad del líder carismático, ya que el narcisismo genera una excesiva preocupación por fantasías de éxito ilimitado, por el poder, por brillar, por la belleza y el estatus, así como el prestigio y la superioridad; también se asocia la expectativa de favores especiales sin reciprocidad, búsqueda de admiración, atención, explotación de los demás, perdida de empatía, intolerancia a la crítica, indiferencia hacia los problemas de los demás y relaciones que alternan entre la sobre-idealización y devaluación de otros personajes y de ellos mismos (ver Emmons, 1981, 1984, 1987; Raskin, 1980; Raskin & Hall, 1981; Raskin & Terry, 1988). Además, el narcisismo ha correlacionado positivamente con maquiavelismo (Biscardi & Schill, 1985), con respuestas de ansiedad y hostilidad (McCann & Biaggio, 1989), con necesidad de poder (Carroll, 1987), con exhibicionismo, agresión y extroversión (Emmons, 1984), con competitividad, autoritarismo, agresividad y sadismo (Raskin & Ferry, 1988) y ha correlacionado negativamente con apoyo positivo y empatía con otras personas (Watson, Grisham, Trotter & Biderman, 1984). Según House y Howell (1992) el narcisismo se considera patológico sólo en extremos autopunitivos (ansiedad, culpa u otras patologías), sin embargo, el narcisismo suele generar serias consecuencias en las personas que rodean al sujeto narciso, por lo que el narcisismo en un líder puede ser parte de lo que Erick Fromm llamó el síndrome de decadencia junto con la necrofilia y la simbiosis incestuosa (Fromm, 1985). Altemeyer (1981) después de 15 años de investigación con el instrumento RWA (Right Wing Authoritarianism) encontró que el comportamiento autoritario es un síndrome emocional compuesto de tres actitudes: sumisión autoritaria, siendo el grado de sumisión a las autoridades establecidas y legitimadas por la sociedad; la agresión autoritaria, la cual se trata de una agresión generalizada, generalmente dirigida hacia personas de estatus inferiores y que debe ser aplicada por las autoridades y; finalmente, el convencionalismo, representado por un alto grado de adherencia a las convenciones sociales establecidas y apoyadas por las autoridades socialmente aceptadas. Según House y Howell (1992) y Altemeyer (1981) las personas autoritarias tienden a ser etnocéntricos e intolerantes y punitivos hacia las minorías, así como tolerantes hacia actos ilegales cometidos por la autoridad contra personas indeseadas o minorías. Actos que demuestran lo anterior, serían los sucesos cometidos en contra de ilegales mexicanos en la frontera sur de Estados Unidos donde no sólo se cazan migrantes con balas de goma, sino que se matan migrantes como si fueran delincuentes o terroristas y no sólo trabajadores de un país pobre en busca de empleo en un otro desarrollado, violando todo tipo de acuerdos internacionales, sin considerar lo necesarios y útiles que han sido los migrantes mexicanos en la sociedad norteamericana (ver Poy & Heras, 2006). De acuerdo con O’Connor, Mumford, Clifton Gessner & Connelly (1995) existen otras variables de personalidad en los líderes carismáticos que pueden ser importantes según diversos estudios, entre ellos el miedo, la incertidumbre de resultados, los objetos de creencia y la auto-regulación. Aunque según estos autores, la combinación de estas características varía según la orientación del líder (personalizada o socializada) según sus resultados en un estudio historio-métrico realizado con diversos líderes mundiales. Para O’Connor, Mumford, Clifton, Gessner & Connelly (1995) y Cherulnik, Donley, Wiewel, & Molinero (2001) un líder que muestra incertidumbre de resultados, es el que cree que no tendrá lo que desea porque el mundo es incierto y está en constante cambio, además mira a las personas como instrumentos para ser usados con el fin de alcanzar sus propias metas, sin reconocer a los demás como individuos por lo que los deshumaniza (objetos de creencia). Según estos autores, los líderes muestran la habilidad de monitorear sus pensamientos y sus propias acciones en términos de sus debilidades y limitaciones comportándose en forma hábil en diferentes entornos para que éstas no sean descubiertas. Arias-Galicia & Heredia (1999) después de analizar los diferentes tipos de liderazgo en la literatura internacional llegaron a la conclusión de que un aspecto faltante en los modelos de liderazgo más conocidos en el ámbito de la psicología laboral en las culturas iberoamericanas es el relacionado con el caudillismo (sistema de poder basado en un jefe considerado como líder o cacique de estilo autoritario a seguir en forma obediente), ya que culturalmente en países como México, Perú, Brasil y España algunas investigaciones apuntan a que la obediencia, el autoritarismo, el machismo, el neurotismo y la extroversión son factores relacionados con la personalidad con un gran peso de carácter cultural (Araújo de Moraes, 1993; De la Cerda, 1995; De Luis Carnicer, 1994; Díaz-Guerrero, 1996; Gutiérrez, Ito & Mendoza, 1999; Gutiérrez, Ruiz, Villavicencio & García, 1998; Loli-Pineda, Atalaya & Gómez, 1986; Pelled & Hill, 1997; Simón-Domínguez, 1997). Según Arias-Galicia & Heredia (1999) en las culturas iberoamericanas la obediencia patriarcal y el caudillaje dificultan la participación, la delegación y la democracia imponiendo una distancia considerable de poder entre el líder y los seguidores, tal como lo mencionó Hofstede (en AriasGalicia & Heredia, 1999) cuando se refirió la enorme distancia de poder existente desde el ámbito cultural en los países iberoamericanos. Con el objetivo de medir el significado de un concepto se han utilizado diversas técnicas como las asociaciones libres, la representación social y el diferencial semántico, entre otros (Szalay & Brison, 1973; Moscovici, 1984 y Osgood, 1952). Dichos modelos dieron lugar a que Figueroa, González & Solis (1981) propusieran el estudio del significado por medio de redes semánticas, ya que esta aproximación propone que la información contenida en la memoria a largo plazo está organizada en forma de redes, donde un conjunto de palabras dan significado a un concepto en un proceso reconstructivo y no sólo por vínculos asociativos. Ahora bien, las diferencias semánticas y culturales pueden plantear diferentes interpretaciones sociales de un mismo concepto, siendo la cultura la variable conceptual por excelencia (Adair, 1994; Díaz-Guerrero, 1996 & Holtzman, 1994). En este sentido Triandis (1994) dice que la cultura es el conjunto de elementos subjetivos como los valores y las normas, etc. que en el pasado incrementaron la probabilidad de sobrevivir de una cultura y, que por medio del lenguaje común fueron transmitidos de generación en generación. ReyesLagunes (1993) propone la utilización de la técnica de redes semánticas naturales como una de las herramientas psicométricas más eficaces para la construcción de instrumentos de medición de atributos psicológicos, ya que vincula los intereses teóricos del investigador respecto a un tema psicológico con el significado cultural del mismo. Considerando argumentos como los anteriormente mencionados, el liderazgo carismático se convierte en un constructo que reúne condiciones favorables para pensar que el caudillo iberoamericano es un líder carismático. Además, con características de personalidad muy particulares desde el punto de vista cultural. Con base en todo lo anterior, la presente investigación tuvo como finalidad conocer desde la perspectiva semántica conceptos culturales relacionados con liderazgo carismático y personalidad en una muestra de estudiantes y profesionistas mexicanos. Tales conceptos servirán posteriormente como insumos para la conformación de un instrumento de medición para la cultura mexicana que permita conocer con instrumentos culturalmente válidos la relación del carisma con otras variables, tales como la personalidad, la productividad y otras variables relacionadas en el ámbito organizacional. MÉTODO Sujetos Para el presente estudio se conformó una muestra no probabilística de 120 sujetos trabajadores, 58 hombres (48.3%) y 62 mujeres (51.7%). El 85 % fueron sujetos con un nivel de licenciatura, el 10% con nivel de posgrado y el 7% con nivel de bachillerato. El 38% de los sujetos desempeñaban puestos de liderazgo (ejecutivo y directivo) y el 62% ocupaban puestos operativos. El promedio de edad fue de 25 años con una desviación estándar de 4.5, todos los participantes colaboraban en empresas de la iniciativa privada. Instrumento Se utilizó la Técnica de Redes Semánticas Naturales de acuerdo a lo propuesto por Reyes-Lagunes (1993) con el fin de obtener el significado psicológico de liderazgo carismático. Se trató de un cuestionario auto-aplicado a veces en forma individual y a veces colectiva con un tiempo promedio empleado de 12 minutos. Se instruyó a los sujetos para que escribieran al menos cinco palabras (adverbios, sustantivos, adjetivos y verbos, sin artículos y preposiciones) para definir el estímulo semántico correspondiente. Una vez escritas las palabras, se solicitó a los sujetos que las jerarquizaran de acuerdo a la importancia que cada palabra tuviera con respecto al estímulo, enfatizando que deberían jerarquizar cada grupo de palabras antes de iniciar el siguiente estímulo. Por las características de los estímulos conceptuales se utilizaron frases relacionadas con liderazgo carismático. A continuación se presentan los estímulos semánticos y sus significados conceptuales utilizados según la literatura consultada (Ver Figura 1). Figura 1 Estímulos semánticos y sus significados conceptuales Núm. Característica Definición De Liderazgo Teórica 1 Necesidad De Poder Deseo de convertir a los demás hacia sus propios propósitos bajo amenazas o promesas de recompensa o persuasión. 2 Narcisismo 3 Miedo Describe a individuos que son capaces de ser extremadamente encantadores y manipuladores, utilizando estos recursos para ser crueles y deshumanizar a los demás. No son tolerantes a la crítica. Fantasías de éxito, brillantez, belleza, prestigio y superioridad. Sentimiento de inquietud causado por un peligro real o imaginario, existe la necesidad de protegerse a sí mismo. Falta de voluntad para comprometerse en Estímulo semántico Una persona que trata de controlar a los demás mediante promesas, amenazas, recompensas o persuasión es… Una persona que tiene fantasías de éxito ilimitado, brillantez, belleza, prestigio y superioridad es… Una persona que tiene la necesidad de protegerse así misma de algún riesgo real o 4 5 6 Incertidumbre de Resultados Objetos de Creencia Autoregulación actividades que puedan ser consideradas dañinas o arriesgadas. Persona que cree que no tendrá lo que desea porque el mundo es incierto y está en constante cambio. Persona que ve a los demás como instrumentos para ser usados para llegar a sus propias metas, no reconoce a los demás como individuos y los deshumaniza. Habilidad para monitorear sus pensamientos y acciones, comportándose de manera hábil en distintos entornos. imaginario es… Una persona que cree que el futuro es incierto y cambiante es… Una persona que utiliza a los demás como instrumentos para lograr sus fines es… Una persona que conoce sus propias debilidades es… RESULTADOS Con base en el protocolo de las redes semánticas (Reyes-Lagunes, 1993) se obtuvo el tamaño de red (TR) o número total de palabras definidoras por sexo (ver Tabla 1), posteriormente se obtuvieron las sumatorias de las frecuencias ponderadas para cada palabra o peso semántico (PS) por cada estímulo. El núcleo de red (NR) es el máximo de palabras asociadas a cada estímulo sin que se pierda representatividad de significado, dando lugar al punto de quiebre cuando el peso semántico empieza a ser asintótico. La distancia semántica (DSC) es el porcentaje asignado a las definidoras según su cercanía con el más alto (100%) mediante una regla de tres (ver Tabla 2). Finalmente se llevó a cabo una comparación de las palabras definidoras más representativas para los seis rasgos de personalidad del liderazgo carismático entre hombres y mujeres, identificándose el número de palabras coincidentes (palabras que se repitieron) y no coincidentes (palabras que no se repitieron o diferentes) hasta su punto de quiebre, de tal manera que estas palabras permitieron someter las coincidencias o diferencias a una prueba de X2 ya que un número de frecuencias observadas podían ser comparadas con un número de frecuencias esperadas a partir de una hipótesis de nulidad para conocer si el uso de estas redes semánticas en la construcción de un instrumento estaban condicionadas al menos por la variable sexo. El método anteriormente descrito permitió observar que el tamaño de la red para todos los estímulos semánticos fue mayor en la muestra de hombres (533) y menor en la de mujeres (401), lo que hizo suponer que probablemente existía una diferencia significativa en la percepción entre hombres y mujeres, por lo que se decidió establecer una hipótesis de nulidad para la X2 en función del sexo entre las palabras obtenidas. Se decidió tomar las primeras cinco palabras de cada red de acuerdo a un estudio similar llevado a acabo por Uribe-Prado, López & Valle (2004) en el que propusieron considerar las primeras cinco palabras en lugar de las diez propuestas por Figueroa, González & Solis (1981) o la propuesta del punto de quiebre de Reyes- Lagunes (1993) ya que ambas propuestas incluyen muchas palabras de poco significado para la elaboración de instrumentos (ver Tabla 3). Tabla 1 Tamaño de Red para cada estímulo semántico por sexo Estímulo semántico TR Mujeres TR Hombres Diferencia Necesidad de poder 79 89 10 Narcisismo 74 93 19 Miedo 56 88 32 Incertidumbre de Resultados 67 101 34 Objetos de creencia 69 83 14 Auto-regulación 56 79 23 Total 401 533 132 TR= Tamaño de red Tabla 2 Núcleos de red generales para los estímulos semánticos de los rasgos de liderazgo carismático Estímulo Definidoras PS Semántico DSC Estímulo % Semántico Necesidad Abusiva 327 100 De poder Autoritaria 317 Charlatán Definidoras PS DSC % Soñadora 359 100 96.94 Audaz 326 90.81 191 58.41 Egocéntrica 169 47.08 Manipuladora 171 52.29* Fantasiosa 162 45.13 Cizañosa 121 37 Agresiva 161 44.85 Presumida 150 41.78* Vanidosa 132 36.77 Narcisismo Previsora 461 100 Incertidumbre Insegura 634 100 Insegura 442 95.88 De Cambiante 490 77.29 Común 319 69.20 Resultados Adaptada 171 26.97* Paranoica 209 45.34 Realista 118 18.61 Temerosa 207 44.90 Miedosa 200 43.38* Alerta 161 34.92 Objetos Manipuladora 548 100 Auto- Autocrítica 370 100 De Aprovechada 390 71.17 regulación Inteligente 342 92.43 Creencia Inteligente 239 43.61 Segura 254 68.65 Abusiva 189 34.49* Realista 253 68.38 Hábil 142 25.91 Honesta 232 62.70 Miedo Estímulo Definidoras PS DSC Estímulo % Semántico Semántico Definidoras PS DSC % Sincera 203 54.86 Consciente 177 47.84 Agradable 168 45.41* Observadora 109 29.46 * Punto de quiebre Tabla 3 Coincidencias y diferencias entre las palabras definidoras para liderazgo carismático por sexo Estímulo Palabras Palabras Semántico Mujeres Hombres Necesidad de poder Abusiva Manipuladora 2 Autoritaria Controladora Charlatán Autoritaria Controladora Líder Cizañosa Inteligente Audaz Soñadora Soñadora Egocéntrico Agresiva Fantasiosa Presumida Oportunista Vanidosa Líder Común Previsora Insegura Insegura Precavida Paranoica Alerta Débil Miedosa Miedosa Insegura Insegura Cambiante Amorosa Adaptada Cambiante Realista Realista Narcisismo Miedo Incertidumbre de Resultados Objetos de creencia Coincidencias Diferencias 3 1 4 2 3 3 2 Miedosa Indecisa Aprovechada Manipuladora 3 2 Manipuladora Inteligente Abusiva Hábil Inteligente Líder Estímulo Palabras Palabras Semántico Mujeres Hombres Oportunista Aprovechada Astuta Educada Inteligente Inteligente Educada Segura Segura Sociable Activa Audaz Auto-regulación Coincidencias Diferencias 3 2 Con relación a la tabla 3 se observó que existió un promedio de coincidencias de 2.66 palabras en términos de sinonimia y en algunos casos hasta de orden en distancia semántica cuantitativa, fluctuando entre 1 y 3 palabras para las seis características de personalidad, lo que permitió someter dichas coincidencias (y por lo tanto las diferencias) a una prueba de X2, ya que un número de frecuencias observadas pudieron ser comparadas con un número de frecuencias esperadas. Se pudo establecer una hipótesis de nulidad con una X2 de 1.430644, gl= 5 y una p de .001, dando lugar al rechazo de la hipótesis de nulidad, lo que implica que a pesar de existir palabras coincidentes entre hombres y mujeres para describir a un líder carismático, existen definidoras propias de los hombres y de las mujeres en el terreno perceptivo y por lo tanto conceptual. Discusión y Conclusiones De acuerdo con Reyes-Lagunes (1993) un instrumento de medida debe ser, contener y obtener una muestra representativa de conductas en las que se refleja la característica o atributo que se pretende medir con cualidades culturales y con una función mediadora entre el objeto y las conductas; de tal forma que, en nuestro constructo (liderazgo carismático) logramos obtener que una persona con necesidad de poder suele ser abusiva, autoritaria, charlatán, manipuladora y cizañosa (que tiene el hábito de sembrar disensión [Guido, 2001]), desde una perspectiva cultural se obtuvieron algunas expresiones “mexicanas”, las que se suman a algunas expresiones reportadas en la literatura internacional como explosividad, rebeldía, resentimiento, irritación, cinismo y el estar enojado (Fodor, 1984; Fodor & Farrow, 1982; Gough & Heilbrun, 1975; McClelland, 1985 a, b; Watson, 1974; Winter, 1973). De igual manera; el narcisismo tuvo coincidencias en cuanto a que la muestra mexicana percibe a una persona narcisista como soñadora, audaz, egocéntrica, fantasiosa, agresiva, presumida y vanidosa, particularmente con lo expresado por Raskin, Novacek & Hogan (1991) respecto a que una persona narcisista tiene una especial preocupación por fantasías de éxito. El miedo es definido por nuestra muestra como personas previsoras, inseguras, paranoicas, temerosas y alertas, mientras que una persona con incertidumbre de resultados es insegura, cambiante, adaptada y realista. Los objetos de creencia dieron lugar a definiciones como manipulación, aprovechada, inteligente, abusiva y hábil y, la auto-regulación fue definida como auto-critica, inteligente, segura, realista, honesta, sincera, consciente, agradable y observadora. Según O’Connor, Mumford, Clifton, Gessner & Connelly (1995) estas cuatro características (miedo, incertidumbre de resultados, objetos de creencia y auto-regulación) varían según la orientación del líder pudiendo fluctuar entre líderes personalizados y socializados, por lo que nuestros resultados parecen definir a dos tipos de líderes, ya que en algunos casos se describe a personas honestas, sinceras, realistas pero en otros casos se definió a una persona manipuladora, aprovechada, abusiva e insegura; seguramente estas combinaciones pueden quedar mejor definidas y clasificadas cuando se elabore un instrumento que permita identificar en niveles de medición estos componentes, sin embargo, no hay que olvidar lo expuesto por House & Howell (1992) respecto a que los tipos de liderazgo no son mutuamente excluyentes, ya que es posible que un líder presente simultáneamente en su comportamiento aspectos y características contradictorias. Lo anterior, muestra también la posibilidad de que el constructo de maquiavelismo sea una variable que ayude a identificar a los líderes socializados de los personalizados como lo sugieren Christie & Geis (1970) y Uribe-Prado (2000, 2001), ya que las palabras como manipulación, abusiva, aprovechada, audaz, inteligente, entre otras sobresalieron en cinco de los seis rasgos estudiados. Según Uribe-Prado (2001) los líderes mexicanos utilizan el maquiavelismo como una orientación de pensamiento para obtener beneficios de los demás en mayor medida por características de personalidad más que por situaciones ambientales, seguramente una interesante explicación a esta hipótesis puede resultar de correlacionar maquiavelismo y liderazgo carismático una vez que se encuentre construido un instrumento de liderazgo derivado de esta investigación. Nuestros resultados muestran de acuerdo con House & Howell (1992) que los líderes carismáticos son principalmente abusivos, soñadores, previsores, inseguros, manipuladores y auto-críticos (ver tabla 2), ya que los rasgos encontrados en nuestra muestra de líderes organizacionales coinciden con lo definido por los autores como las características que un líder necesita para ejercer el poder: en términos de una combinación de necesidad de poder, narcisismo, miedo, incertidumbre, objetos de creencia y auto regulación. Con todo lo anteriormente expuesto se puede concluir que contamos con una serie de atributos culturalmente aceptables para elaborar un instrumento de medición de liderazgo carismático con cualidades específicas en términos de personalidad, mismos que nos permitirán la construcción de un instrumento para mexicanos, el cual deberá incluir las particularidades entre hombres y mujeres (según la X2). Al mismo tiempo, aprovecharemos esta investigación para plantear la relación entre liderazgo y otras variables, tales como otras características de personalidad y condiciones demográficas y organizacionales. De acuerdo con Reyes-Lagunes (1993) la técnica de redes semánticas naturales nos permite proponer una serie de palabras (adverbios, sustantivos, adjetivos y verbos) que sirven de significados culturales como una función mediadora entre el objeto y las conductas de liderazgo carismático, que unidas a las definiciones previamente identificadas en la literatura internacional proporcionan una serie de manifestaciones conductuales con sustratos comunes y universales (éticas) y otras culturalmente específicas (émicas), los cuales deberán ser, contener y obtener mediante la construcción de un instrumento de medición el reflejo de las características y atributos de los llamados líderes carismáticos. Las bases conceptuales han sido obtenidas (también ver Peñaloza, 2004), el instrumento deberá construirse y las relaciones con otras variables empezarán a conocerse. De acuerdo con Arias-Galicia & Heredia (1999), un modelo de liderazgo que considere el famoso “caudillismo“ Iberoamericano está empezando su desarrollo e investigación en México. REFERENCIAS Adair, J. (1994). Perspectivas de la indigenización: Diferentes aproximaciones al desarrollo de una psicología culturalmente propia. Revista de Psicología Social y Personalidad, X,1, 37-44. Altemeyer, B. (1981). Right wing authoritarianism. Winnipeg: University of Manitoba Press. Araujo de Moraes, W.F. (1993). Management style and contingencia in the Brazilian computer industry, en Rivera, J.M. & A.I. Hagan (comps.), Proceeding of the Businnes Association of latin American Studies Conference. Arias-Galicia, F.L. & Heredia, E.V. (1999). Administración de Recursos Humanos para el Alto Desempeño. México: Editorial Trillas. Avolio, B.J. & Bass, B.M. (1988). Transformational leadership, charisma, and beyond. In J.G. Hunt, B.R. Baliga, H.P. Dachler & C.A. Schriesheim (Eds.)., Emerging leadership vistas (pp. 29-49). Lexington, MA: D.C. Heath. Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action: A social cognitive theory. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall. Bass, B.M. (1985). Leadership and performance beyond expectations. New York: Free Press. Biscardi, D. & Schill, T. (1985). Correlations of narcissistic traits with defensive style, Machiavellianism , and empathy. Psychological Reports, 57, 57-354. Burns, J.M. (1978). Leadership. New York: Harper & Row. Carroll, L. (1987). A study of narcissism, affiliation, intimacy, and power motives among students in business administration. Psychological Reports, 61, 355-358. Cherulnik, P., Donley, K., Wiewel, T. & Molinero, S. (2001). Charismais contagious: The effect of leaders charisma on observers affect. Journal of Applied Social Psychology, 31, 10, 2149-2159. Christie, R. & Geis, F.L. (1970). Studies in Machiavellianism. New York: Academic Press. Conger, J.A. & Kanungo, R.N. (1987). Toward a behavioral theory of charismatic leadership in organizational settin gs. Academy of Management, 22, 637-647. De la Cerda G.J. (1995). Los laberintos del mejoramiento. La búsqueda de la competitividad en la empresa latinoamericana. México: Iberoamérica. De Luis carnicer, M.P. (1994. El liderazgo en la empresa aragonesa: una evidencia empírica. Psicología del Trabajo y Organizaciones, 10, 53-67. Díaz-Guerrero, R. (1996). Psicología del Mexicano. México: Editorial Trillas. Drory, A. & Gluskinos, U.M. (1980). Machiavellianism and Leadership. Journal of Applied Psychology, 65, 1, 81-86. Emmons, R.A.(1981). Relationship between narcissism and sensation seeking. Psichological Reports, 48, 247-250. Emmons, R.A.(1984). Factor anañysis amd construct validity of the narcissistic personality inventory. Journal of Personality Assessment, 48, 291-300. Emmons, R.A.(1987). Narcissism: Theory and measurement. Journal of Personality and Social Psychology, 52, 11-17. Erdely, J. (2002). Suicidios colectivos, rituales del nuevo milenio. México: Publicaciones para el estudio científico de las religiones. Figueroa, N., González, E. & Solis, V. (1981). Una aproximación al problema del significado: Las redes semánticas. Revista Latinoamericana de Psicología, 13, 3, 447-458. Fodor, E.M. (1984). The power motive and reactivity to power stresses. Journal of Personality and Social Psychology, 47, 853-859. Fodor, E.M. & Farrow, D.L. (1979). The power motive as an influence on use of power. Journal of Personality and Social Psychology, 47, 2091-2097. Fromm, E. (1985). El corazón del hombre. México: FCE. Graham, J.W. (1988). Transformational leadership: Fostering follower autonomy, not automatic followership. In J.G. Hunt, B.R. Baliga, H.P. Dachler, & C.A. Schriesheim (Eds.), Emerging leadership vistas (pp.73-79). Lexington, MA: D.C. Heath. Gough, H.G. & Heilbrun, Jr. A.B. (1975). The adjective checklist manual. Palo Alto, CA: Consulting Psychologists Press. Gutiérrez, R.E., Ito, S.E. & Mendoza, J. (1999). Leadership styles in university subsystems: relations to satisfaction, belonging and communication, texto inédito. Gutiérrez, R.E., Ruiz, S., Villavicencio, S. & García, E. (1998, octubre). Percepción diferencial de estilos de liderazgo en un sistema de educación superior, ponencia presentada en el VIII Congreso Mexicano de Psicología, México. Hodgkinson, C. (1983). The philosophy of leadership. New York: St. Martin’s Press. Hogan, R., Raskin, R. & Fazzini, D. (1990). The dark side of charisma. In K.E. Clark & M.B. Clark (Eds.), Measures of leadership (pp. 343-354). West Orange, NJ: Leadership Library of America. Holtzman, W. (1994). En busca de un lenguaje común en la medición psicológica y psiquiátrica: El centro de colaboración Texas-OMS. Revista de Psicología Social y Personalidad, X, 1, 45-58 House, R.J. (1977). A 1976 theory of charismatic leadership. In J.G. Hunt & L.L. Larson (Eds.), Leadership: The cutting edge (pp.189-207). Carbondale, IL.: Southern Illinois University Press. House, R.J. & Howell, J.M. (1992). Personality and Charismatic Leadership. Leadership Quarterly, 3,( 2), 81-108. House, R.J. & Shamir, B. (1992). Toward the integration of transformational, charismatic and visionary theories. Working paper, Department of Management, Wharton School of the University of Pennsylvania. House, R.J., Spangler, W.D. & Woycke, J. (1991). Personality and Charisma in the U.S. presidency: A psychological theory of leader effectiveness. Administrative Science Quarterly, 36, 364-396. Howell, J.M. (1988). Two faces of charisma: Socialized and personalized leadership in organizations. In J.A. Conger & Kanungo, R.A. (Eds.), Charisma leadership: The elusive factor in organizational effectiveness (pp. 213-236). San Francisco: Jossey-Bass. Howell, J.M. & Avolio, B.J. (1992). The ethics of charismatic leadership: Submission of liberation? Academy of Management Executive, 6, 43-54. Howell, J.M. & House, R.J. (1992). Socialized and personalized charisma: An essay on the bright and dark sides of leadership. Western Business School, University of Western Ontario. Lindholm, Ch. (1992). Carisma. Barcelona: Gedisa. Loli-Pineda, A., Atalaya, C. & Gómez, C.C. (1986). Supervisores: autovaloración y personalidad. Lima: Centro de Investigación y Desarrollo de la Autogestión. Jermier, J.M. (1993). Introduction-charismatic leadership: neo-weberian perspectives. Leadership Quarterly, 4(3/4), 217-233. Maquiavelo, N. (1993). El príncipe. México: FCE (Trabajo original publicado en 1513). McCann, J.T. & Biaggio, M.K. (1989). Narcissistic personality features and selfreported anger. Psychological Reports, 64, 55-58. McClelland, D.C. (1975). Power: The inner experience. New York: Irvington. McClelland, D.C. (1985a). How motives, skills and values determine what people do. American Psychologist, 40, 812-825. McClelland, D.C. (1985b). Human motivation. Glenview, IL: Scott Foresman. Moscovici, S. (1984). Psicología Social II: Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Barcelona: Paidos. O’Connor, J., Mumford, M.D., Clifton, T.C., Gessner, T.L, & Connelly, M.S. (1995). Charismatic leaders and destructiveness: An Historiometric Study. Leadership Quarterly, 6(4), 529-555. Osgood, C. (1952). The nature and measurement of meaning. Psychological Bulletin, 49,9, 197-237. Pelled, L.H. & Hill, K.D. (1997). Participative management in northern Mexico: A study of maquiladoras. The International Journal of Human Resources Management, 8, 197-212. Peñaloza, S. A. (2004). Significado psicológico del liderazgo carismático. Tesis de licenciatura inédita, Facultad de Psicología UNAM, México. Poy, L. & Heras, A. (2006, enero 5). Viola EU acuerdo de no agresión a migrantes. La Jornada, 3-7. Raskin, R.N. (1980). Narcissism and creativity: Are they related? Psychological Reports, 46, 55-60. Raskin, R.N. & Hall, C.S. (1981). The narcissistic personality inventory: Alternate form reliability and further evidence of construct validity. Journal of Personality assessment , 45, 159-162. Raskin, R., Novacek, J. & Hogan, R. (1991). Narcissistic self-steem management. Journal of Personality and Social Psychology, 60, 911-918. Raskin, R.N. & Terry, H. (1988). A principal components analysis of the narcissistic personality inventory and further evidence of its construct validity. Journal of Personality and Social psychology, 54, 890-902. Reyes-Lagunes, I. (1993). Redes Semánticas para la construcción de instrumentos. Revista de Psicología Social y Personalidad, IX,1, 83-99. Roberts, N.C. & Bradley, R.T. (1988). Limits of charisma. In J.A. Conger & Kanungo, R.A. (Eds.), Charismatic leadership: The elusive factor in organizational effectiveness (pp.253-275). San Francisco: Jossey-Bass. Rodríguez, P. (2000). Adicción a sectas. España: Sine Qua Non. Sashkin, M. (1988). The visionary leader. In J.A. Conger and Kanungo R.N. (Eds.), Charismatic leadership: The elusive factor in organizational effectiveness. San Francisco: Jossey-Bass. Shamir, B., House, R.J. & Arthur, M. (1993). The motivational effects of charismatic leadership. Organization Science, 4 (4), 577-594. Simón-Dominguez, N. (1997). Metodología y análisis estadístico de la encuesta. En Rueda Peiró Isabel (coord.), Las empresas integradoras en México, México: Siglo XXI. Szalay, L. & Bryson, J. (1973). Measurement of psychocultural distance: A comparison of American Blacks and whites. Journal of Personality and Social Psychology, 26,2, 166-177. Triandis, H. (1994). Culture and social behavior. New York: McGraw-Hill. Uribe-Prado, J.F. (1999). ¿Qué es el liderazgo?, Revista Adminístrate Hoy, VI, 65, 14-19. Uribe-Prado, J.F. (2000). Significado Psicológico de Manipulación Maquiavélica en la Cultura Mexicana. Revista de Psicología Social y Personalidad, XVI, 1, 1-16. Uribe-Prado, J.F. (2001a). Desarrollo y validación de la escala mexicana de manipulación de Maquiavelo EMMMAQ. Revista de Psicología Social y Personalidad, XVII, 2, 91-102. Uribe-Prado, J.F. (2001b). Liderazgo carismático: maquiavelismo y efectividad en el trabajo. Revista Laboral, IX, 106, 67-70. Uribe-Prado, J.F., Aragón, G.M. & García, S.A. (2003). Tácticas de Influencia: Maquiavelismo y Satisfacción Laboral en Trabajadores Mexicanos. Revista de Psicología Social y Personalidad, XIX,2, 105-116. Uribe-Prado, J.F., López, S. I. & Valle, G.M. (2004). Tácticas de Influencia Organizacional: Un estudio de percepción entre hombres y mujeres para la construcción de instrumentos. Revista de Psicología Social y Personalidad, XX,2, 131-146. Watson, P.J., Grisham, S.O., Trotter, M.V. & Biderman, M.D. (1984). Narcissism and empathy: Validity evidence for the narcissistic personality inventory. Journal of Personality Assessment, 48, 301-305. Weber, M. (1983). Economia y Sociedad. (6a. reimpresión), México: FCE. Yukl, G.A. & Van Fleet, D.D. (1982). Cross-situational, multimethod research on military leader effectiveness. Organizational Behavior and Human Performance, 30, 87-108.