La propuesta para el apartado transversal para las Reglas de Operación en los programas de inversión y desarrollo productivo y/o microcréditos sociales, tiene como propósito la generación de ingresos en la población en pobreza extrema y carencia alimentaria y se basa en cuatro premisas, fundamentadas en conclusiones y recomendaciones por parte del CONEVAL y del Colegio de México: 1. Orientación a una población objetivo claramente definida. (Población Beneficiaria del Programa Desarrollo Humano “Oportunidades”). CONEVAL afirma que: Aunque todos los programas buscan caracterizar a su población objetivo, es importante enfatizar que no se encuentran explicaciones contundentes para entender la arquitectura de la política social en términos de la población que atiende cada programa y la diferencia entre ellos. Se debe mejorar la cobertura y focalización de los programas sobre la población más pobre con potencial productivo, reducir las barreras de acceso a los programas para esta población. No existe un estimado confiable de la población potencial y población objetivo de los programas, por lo que es difícil trazar una estrategia de corto, mediano y largo plazo, porque no hay elementos técnicos para discutir la estructura idónea del presupuesto público que se destina a todos los programas considerados y finalmente que no sea posible focalizar los recursos de manera eficaz sobre la población con mayores necesidades y que mejor podrían aprovechar estos recursos (que no siempre es la población con mayor capacidad para demandarlos). El Colegio de México asiente que: Otorgar las transferencias monetarias de manera electrónica en programas como Procampo, Oportunidades y Crédito a la Palabra, que han permitido lograr incorporar al sistema financiero a un número importante de hogares que viven en situación de pobreza y que difícilmente hubieran optado por establecer una relación financiera con alguna institución. Es necesario alcanzar a los sectores más pobres, excluidos y menos educados de la economía porque los son hogares con mayores niveles de educación o dueños de un negocio quienes hoy aprovechan el acceso al financiamiento. Los hogares pobres y/o que viven en municipios relativamente pequeños, en cuanto a su número de habitantes, son la población que debería ser el objetivo 1 de las instituciones de apoyo financiero integral; 64% de los municipios mexicanos no tienen sucursales bancarias. 2. Operar, también, mediante un esquema de oferta (acudir a la población que el gobierno prefiere apoyar); y no solo por un esquema de demanda (esperar a quienes se acerquen a las instituciones y atenderlos indistintamente). CONEVAL dice que: En la actualidad casi todos los programas públicos analizados operan por demanda. Esto es, la selección de beneficiarios depende de la capacidad que estos tienen para demandar los apoyos. El diseño y construcción de programas sociales con una visión de oferta, sin que ello implique descuidar la demanda, es fundamental para decidir cuántos recursos se destinarán a una cierta región, decidir cuáles de los programas analizados tienen particularidades que obliga a que permanezcan y hasta qué punto es necesario complementar estos programas con otros dedicados a la inversión en infraestructura. 3. Operación coordinada, integral y complementaria de las Dependencias e Instituciones, que participan en la Cruzada Nacional contra el Hambre. CONEVAL apunta que: Existe una desvinculación de los programas, que impide a los diseñadores tener una visión global de los múltiples programas existentes, por lo que no se pueden explotar las posibles sinergias entre ellos. No hay una estrategia integral y coherente en materia de microfinanciamiento. Se debe revisar de manera conjunta, el diseño de los programas con el fin de evitar traslapes o duplicación de esfuerzos, e Identificar y explotar posibles sinergias entre los mismos. Se deben analizar los tipos de apoyos que se deberían otorgar, microcréditos o transferencias no rembolsables, con base en las características de los individuos y los aspectos en los cuales se pretende incidir. Se deben generar sinergias entre programas que permitan a los beneficiarios escalar a otros programas conforme se van graduando de una intervención específica. Es necesario establecer un espacio en el que se discuta de manera colegiada cómo debe distribuirse el presupuesto asignado entre los distintos programas que ofrecen transferencias no-rembolsables para la compra de activos productivos, así como para determinar de manera conjunta los ámbitos de 2 acción de los distintos programas e instituciones financieras así como de sus políticas de precios. 4. Con enfoque territorial de acuerdo a Planes Municipales de Desarrollo Económico Sustentable, con metas y resultados sujetos a la evaluación. CONEVAL asevera que: Es preciso analizar la oferta de programas con una visión territorial, que permita evitar duplicación de esfuerzos y competencia entre instituciones o programas. Es necesario repensar que el enfoque de esta política pública (apoyo productivo), debe considerar un enfoque territorial para decidir qué tipo de inversión pública se requiere y qué bienes y servicios son los más adecuados a apoyar en las distintas regiones del país. Que una visión integral del territorio implica eliminar una política pública fragmentada en distintos programas sociales, en el cuál muchos hacen un poco de lo mismo y donde una de las principales preocupaciones, parecería ser, cómo minimizar que un individuo sea beneficiario de más de un programa. El Colegio de México al respecto dice que: Es necesario lograr mayor penetración de los mercados, especialmente los rurales, y la incorporación de tecnologías a los procesos que permitan bajar los costos de transacción. Replicar proyectos, programas exitosos y promover la innovación tecnológica en el sector social. 3