27-3CM-12-A. CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Salvador, a las doce horas con doce minutos del día dieciocho de junio de dos mil doce. El presente recurso de apelación, ha sido interpuesto por el licenciado WILMER HUMBERTO MARIN SANCHEZ, mayor de edad, abogado, de este domicilio, con tarjeta de abogado número tres mil novecientos cuarenta y cinco, actuando como apoderado judicial de la señora ROSARIO CALDERÓN MEJÍA, contra la sentencia pronunciada por la señora Juez Tercero de lo Civil y Mercantil a las once horas con diez minutos del día treinta de abril de dos mil doce, en el Proceso de Inquilinato promovido por el licenciado BENJAMIN ARCE GUEVARA, mayor de edad, abogado y notario, del domicilio de Santa Ana, con tarjeta de abogado número un mil ciento cincuenta y cinco, actuando en calidad de apoderado general judicial de los señores JUAN RAMON CEVALLOS LÓPEZ y ROSA AMELIA PALMA DE CEVALLOS, en contra de la parte apelante. Han intervenido en primera y segunda instancia el licenciado BENJAMIN ARCE GUEVARA, de generales relacionadas, actuando en calidad de apoderado general judicial de los señores JUAN RAMON CEVALLOS LÓPEZ y ROSA AMELIA PALMA DE CEVALLOS, como demandante y apelada; y el licenciado WILMER HUMBERTO MARIN SANCHEZ, de generales relacionadas, actuando como apoderado judicial de la señora ROSARIO CALDERÓN MEJÍA, en calidad de demandada y apelante. La petición que conforma el objeto del presente incidente de apelación, es que se anule la sentencia pronunciada por el Juzgado Tercero de lo Civil y Mercantil a las once horas con diez minutos del día treinta de abril de dos mil doce, por falta de legitimación pasiva, y en su lugar, se desestime la pretensión solicitada. VISTOS LOS AUTOS, Y CONSIDERANDO: I.- ANTECEDENTES DE HECHO. 1. RESOLUCIÓN IMPUGNADA. La sentencia definitiva recurrida en lo pertinente EXPRESA: “”””a) DECLÁRESE TERMINADO EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO de fecha dieciocho de marzo de dos mil seis, otorgado por los señores Juan Ramón Cevallos López y Rosa Amelia Palma de Cevallos, como arrendantes, y la señora Rosario Calderón Mejía, como arrendataria, ante los oficios del Notario René Sigfrido Zelaya Araujo, referente al inmueble ubicado en: Treinta y Cinco Avenida Norte, Reparto Santa Fe, casa número seis, Polígono cinco. San Salvador, b) ORDÉNASE a la señora Rosario Calderón Mejía u otras personas que cohabitan en el inmueble arrendado, que procedan a LA DESOCUPACIÓN del mismo en el plazo de quince días hábiles contados a partir de la notificación de la sentencia una vez dictada en su integridad; c) CONDÉNASE A LA DEMANDADA señora Rosario Calderón Mejía. al pago de los cánones de arrendamiento adeudados a razón de SEISCIENTOS TREINTA DÓLARES MENSUALES, a partir del día dieciocho de julio de dos mil nueve hasta la fecha de la desocupación. d) CONDÉNESE EN COSTAS a la parte demandada.””””””””. 2. SUSTANCIACIÓN DEL PROCESO EN PRIMERA INSTANCIA. 2.1 ALEGACIONES DE LAS PARTES: 2.1.1 ALEGACIONES DE LA PARTE DEMANDANTE: Con fecha veinticuatro de noviembre de dos mil once, el licenciado BENJAMÍN ARCE GUEVARA, actuando en la calidad mencionada, presentó demanda en la que expreso: “””””””” Con fecha dieciocho de marzo de dos mil seis, mis poderdantes señores Juan Ramón Cevallos López y Rosa Amelia Palma de Cevallos y la demandada Rosario Calderón Mejía. celebraron un contrato de arrendamiento mediante el cual concedieron el goce de una casa de su propiedad situada en treinta y cinco avenida norte, Reparto Santa Fe, casa número seis, de esta ciudad, a la demandada señora Rosario Calderón Mejía, y ésta se obligo a pagar por ese goce la suma de un mil doscientos sesenta dólares de los Estados Unidos de América, pagadero el precio mediante dos cuotas mensuales, vencidas, fijas, y sucesivas de seiscientos treinta dólares de los Estados Unidos de América cada una, los días diecisiete de cada uno de los meses comprendido dentro del plazo o sus prórrogas, siendo el plazo inicial de dos meses a partir del día dieciocho de marzo de dos mil seis, el destino exclusivo del inmueble dado en arrendamiento se pactó que sería para habitación familiar de la arrendataria, también se estipuló en el contrato que se relaciona, que la mora en el pago de una sola cuota o mensualidad en las fechas estipuladas haría caducar automáticamente el plazo, y volvería exigible la desocupación inmediata de la casa arrendada, juntamente con el saldo deudor del precio del contrato. El contrato de arrendamiento se ha venido prorrogando en el tiempo desde el día dieciocho de mayo de dos mis seis, razón por la cual el vínculo contractual entre sus mandantes y la demandada continua vigente. Es el caso que la arrendataria ahora demandada señora Rosario Calderón Mejía, incurrió en mora de pagar el canon de arrendamiento en la forma estipulada a partir de la cuota que le correspondía pagar el día dieciocho de julio de dos mil nueve...Pido:...en sentencia definitiva declare terminado el contrato de arrendamiento que vincula a los ahora litigantes, y declare que la demanda se encuentra en la obligación de desocupar la casa arrendada, y al pago de los cánones de arrendamiento en mora, que a la fecha ascienden en su totalidad a la suma de diecisiete mil seiscientos cuarenta dólares de los Estados Unidos de América y aquellos que faltan hasta la completa desocupación de la casa arrendada....”””””””” 2.1.2 ALEGACIONES DE LA PARTE DEMANDADA: En audiencia única de las nueve horas del día veinte de diciembre de dos mil once, el licenciado WILMER HUMBERTO MARÍN SÁNCHEZ, actuando en la calidad mencionada, contestó la demanda en sentido negativo, por los siguientes motivos: “”””” Que de conformidad al art.427 CPCM, alego la falta de legitimación pasiva en vista que su representada no tiene ninguna responsabilidad en el contrato de arrendamiento, ya que los señores demandantes habían firmado un contrato de opción de venta con la sociedad El Torogoz, S. A. de C. V., en ese sentido a la sociedad El Torogoz se le hizo una opción de venta a efecto que se instalasen en el inmueble que ahora nos ocupa, y siendo que los demandantes no se encuentran radicando en el país, se entendió que todos los arreglos se iban hacer con el Licenciado Gilberto Acosta, a quien se le iba haciendo todos los abonos respectivos en concepto de un alquiler realizado verbalmente entre los señores demandantes y la referida Sociedad, así mismo, expresó que a afecto que no hubieran reclamos posteriores la sociedad El Torogoz inició diligencias de pago por consignación para no caer en mora, en el Juzgado Tercero de lo Civil de San Salvador, donde se realizan los depósitos mensualmente, y que los recibos de servicios básicos están emitidos a nombre sociedad El Torogoz, lo que significa que en ningún momento su representada ha suscrito el contrato de arrendamiento que se solicita se dé por terminado, y para probar la falta de legitimación pasiva ofreció la siguiente documentación: a) copia certificada de constitución de la Sociedad El Torogoz, b) copia certificada por Notario de credencial la junta directiva de la referida Sociedad, c) Copia simple de carta de opción de venta, d) copia simple de recibo de dinero de fecha dieciséis de septiembre de dos mil seis, e) escrito de fecha siete de octubre de dos mil once, f) copia certificada de recibo emitido por Tigo, en ese orden ideas, expresó que contestaba la demanda en sentido negativo, ya que su representada nunca ha suscrito el contrato que se presenta como prueba, sosteniendo que la firma que calza en el contrato no es de ella, en virtud que el Documento Único de Identidad con el cual se le identifica en el referido contrato no es el de la demandada, y para tal efecto presentó en audiencia copia simple del Documento Único de Identidad referido, aunado a lo anterior, agregó que su representada no vive en el inmueble, por ende no tiene posesión del mismo, siendo el único contrato de arrendamiento que existe el contrato verbal realizado entre los demandantes y la sociedad citada. Audiencia que fue suspendida por la juez a quo, en virtud de haber ordenado librar oficio al Juzgado Segundo de lo Civil de esta ciudad, a fin de que remitiera certificación integra del proceso de inquilinato referencia 48-C-2006, a fin de constatar si existía o no cosa juzgada o litispendencia, reanudándose dicha audiencia a las diez horas del día veinte de febrero de dos mil doce, en la cual el licenciado MARÍN de conformidad a los arts.338 y 339 del CPCM, solicitó que se realizará una experticia de la firma que consta en el contrato de arrendamiento, reiterando la falta de legitimidad pasiva en el presente proceso.”””” 3. SUSTANCIACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN. Esta Cámara, luego de realizar el examen de admisibilidad del recurso de apelación interpuesto por el licenciado WILMER HUMBERTO MARÍN SÁNCHEZ, en el carácter relacionado, admitió mediante auto de fs.17 el recurso; y señaló lugar, día y hora para la celebración de audiencia de apelación, de conformidad a lo establecido en el Art. 513 inc. 3° CPCM. 4. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN. El licenciado WILMER HUMBERTO MARÍN SÁNCHEZ, en la calidad dicha, mediante escrito de fs. 2 al 5, en lo esencial, expuso: “…la parte actora acreditó su reclamo (pretensión de terminación de contrato, desocupación y pago de cánones) con la fotocopia certificada por notario del contrato de arrendamiento suscrito por los arrendantes, y a fin de acreditar la existencia del contrato original por aplicación de lo dispuesto en el Art. 30 de la Ley del Ejercicio Notarial de la Jurisdicción Voluntaria y de Otras Diligencias, se requirió del Juzgado Segundo de lo Civil de este Distrito Judicial información sobre la utilización de dicho instrumento en juicio anterior al presente, lo que así fue informado tal cual consta en autos y en la audiencia única. Amparado en lo dispuesto en el Art. 427 del CPCM alegó la falta de legitimación pasiva en vista de no tener responsabilidad alguna en el contrato de marras, siendo por ello el libelo inicial improponible, y al mismo tiempo, se contestó la demanda en sentido negativo….así mismo, se acreditó que los señores Juan Ramón Cevallos López y Rosa Amelia Palma de Cevallos dieron una carta de opción de venta a favor de la sociedad EL Torogoz, S.A. de C.V. respecto de una casa ubicada al final de la treinta y cinco Avenida Norte, número seis. Polígono cinco del Reparto Santa Fe de esta ciudad, en la cual se encuentra instalado un negocio propiedad de esta última, por el cual se cancelan los servicios básicos que sobre el mismo recaen. Con la prueba instrumental relacionada (fs. 27, 23 y 22 respectivamente) se acredita la relación contractual existente entre los ahora demandante y la sociedad El Torogoz, S.A. de C.V., así como también se encuentra identificado el inmueble en comento, el cual se encuentra poseído por vía de arrendamiento verbal celebrado entre la representante legal de la sociedad El Torogoz, S.A. de C.V. y los hoy demandantes, pues en el mismo se encuentra instalado un negocio -Hostal o cada de huéspedes-propiedad de la sociedad que se menciona. Conforme a lo expuesto y existiendo un mismo objeto (inmueble arrendado situado al final de la treinta y cinco Avenida Norte, número seis. Polígono cinco del Reparto Santa Fe de esta ciudad), el cual no está siendo ocupado por su mandante para habitación, sino por la sociedad El Torogoz, S.A. de C.V. empleándolo para negocio-casa de huéspedes-, permite sostener de forma válida que el reclamo pretendido en la demanda, debe serlo en contra de la sociedad El Torogoz, S.A. de C.V. y no contra mi procurada… En apego a lo anterior, considerando que en el caso subjúdice ha existido como medio instrumental ofrecido e incorporado es el descrito en los números anteriores, este Tribunal ha desconocido el valor que dicho medio probatorio presentado en audiencia tiene, y ha desconocido los hechos que los mismos acredita; …aunado a ello, que la parte demandante en ningún momento ha negado la existencia de la relación consensual existente entre los procurados de aquella y la sociedad El Torogoz, S.A de C.V., avalando así que los depósitos hechos en consignación por esta última a favor de los demandantes lo son respecto del inmueble que se dice es ocupado por su procurada y a la que se requiere lo desocupe, circunstancia que al no haber sido controvertida por la parte actora, este Tribunal se debió pronunciar al respecto…En atención a lo expuesto en este apartado se advierte que este Tribunal formula un rechazo tácito de la Improponibilidad expuesta -falta de legitimación pasiva-motivado en la aplicación del pago como única excepción a interponer en casos como el propuesto, pues atendiendo el tenor del fundamento legal que se aplica (Art. 486 CPCM) no existe descripción alguna en los términos que ha indicado este Tribunal respecto de la interpretación que se hace de dicha disposición…Por todas las razones que se han expuesto, y conforme a lo dispuesto en el Art. 516 CPCM, solicita que este Tribunal anule la sentencia pronunciada por la juez a quo, por existir prueba que acredita la falta de legitimación pasiva en el proceso, y en su lugar se desestime la pretensión ejercitada en su contra, con las consecuencias legales que ello trae consigo.”””” 5. FUNDAMENTACIÓN DE LA OPOSICIÓN AL RECURSO DE APELACIÓN. En audiencia de apelación celebrada a las once horas con treinta minutos del día dieciocho de junio de dos mil doce, el licenciado BENJAMIN ARCE GUEVARA, actuando en calidad de apoderado de la parte apelada, se opuso al recurso de apelación, manifestando en lo principal: que para poder habilitar el recurso de apelación, su contraparte debió hacer constar en acta su inconformidad con la resolución de la declaratoria sin lugar a la excepción de falta de legitimidad pasiva, lo anterior de conformidad al art.427 inc.3° CPCM; y que en caso que ésta Honorable Cámara decida conocer del recurso de apelación solicita que se declare inadmisible la prueba presentada en esta instancia, ya que el art. 514 establece los supuestos en los cuales se puede aportar prueba en segunda instancia, citando cada uno de ellos, manifestando que ninguno de ellos se ha cumplido en el presente proceso, ya que todos los documentos son anteriores a la celebración de la audiencia única. Así mismo, manifiesta que el contrato de arrendamiento celebrado entre las partes recae sobre el inmueble ubicado en treinta y cinco Avenida Norte, Reparto Santa fe, casa número seis, de esta ciudad, por lo que, la parte contraria no puede venir alegando con base a la oferta realizada a la sociedad TOROGOZ,S.A. DE C.V., ya que no es una promesa de venta, aunado a ello que el inmueble que se oferto a dicho sociedad es la casa seis-B, no la casa seis a la que se refiere el presente contrato de arrendamiento, por tanto, no son los mismos inmuebles, como acertadamente menciono la juez a quo, en consecuencia, la única excepción que se pudo haber alegado es la excepción de pago, afirmación que ha sido sostenida por esta Honorable Cámara por medio de sentencia de las ocho horas con cinco minutos del día treinta y uno de mayo de dos mil once, pronunciada por esta Cámara, por todo lo anterior solicita que se confirme la sentencia venida en apelación por haber sido dictada conforme a la ley. En su intervención, el licenciado WILMER HUMBERTO MARIN SANCHEZ, como apoderado de la parte apelante, respecto a la oposición de la parte apelada, en suma manifestó: respecto a lo establecido en el art.427 CPCM al no haberse manifestado en forma expresa la disconformidad con la resolución de la juez a quo, manifiesta que no es un supuesto para denegar el acceso a la jurisdicción tal y como lo garantiza la Constitución, ya que volvería ineficaz el derecho de impugnar, y que la sentencia definitiva de conformidad al art.508 CPCM, es una resolución impugnable, en ese sentido manifiesta que un mero formalismo no debe impedir el derecho de impugnar las resoluciones. Así mismo es de recordar que el art.3 y 18 CPCM, establecen la vinculación a la Constitución que tienen los jueces, en consecuencia, no debe negarse el derecho de impugnar por meros formalismos, por lo que, considera que este tribunal tuvo a bien darle trámite al presente recurso. Respecto a la documentación incorporada en esta instancia, manifiesta que en primera instancia se alegó que esos documentos tienen relación con el contrato de arrendamiento que ahora sirve como documento base de la pretensión, en los cuales se comprueba que existen unas diligencias de consignación de pago a favor de los demandantes por la sociedad TOROGOZ, S.A. DE C.V. Con los cuales se comprueba que quien tiene la posesión y el uso del inmueble objeto del proceso no es su mandante, sino que es la sociedad citada. El apelado manifiesta que hubo una opción de venta de dicho inmueble, pero que el inmueble que se relaciona en dicha oferta es un inmueble diferente al del presente proceso, a lo cual es importante acotar que si bien es cierto existen errores al momento de relacionar el inmueble, existen otras pruebas con la cuales se comprueba que se relacionan al mismo inmueble, como lo es las diligencias de consignación de pago depositado en el Juzgado Tercero de lo Civil, por la sociedad TOROGOZ a favor de los demandantes, y no a favor ni depositado su mandante. Respecto a la sentencia pronunciada por esta Cámara, resalta que no puede existir una interpretación tan restringida de la ley, de sólo admitir la excepción de pago en el presente proceso, porque se violentaría el derecho de defensa, ya que la falta de legitimación pasiva, es una excepción procesal que debe admitirse en este tipo de procesos, tal y como se alegó en primera instancia, y que si existen errores materiales en el contrato, como que el Documento Único de Identidad que se relaciona en el mismo no es el de su representada, y que no se puede ordenar la desocupación de su representada de dicho inmueble, ya que ella no lo está utilizando sino que es la sociedad TOROGOZ, S.A. DE C.V., por lo que se estaría violentando derechos de terceros, porque la juez a quo no cito al presente proceso a dicha sociedad, a quien se llegaría a desocupar, que tiene derechos y obligaciones vulnerándole sus derechos fundamentales, porque no ha sido oída y vencida en juicio. Que en el presente proceso se ha acreditado al existencia de las diligencias de consignación, que ha promovido la sociedad TOROGOZ, S.A. DE C.V. a favor de los demandantes, en los cuales se relaciona el inmueble objeto del presente proceso, que es número seis, aunque en algunos documentos existe error al relacionarlo, por tanto, ratifica su petitorio en el cual solicita que se anule la sentencia porque no se ha demandado a la persona que actualmente ocupa el inmueble. II.- PRUEBAS PROPUESTAS EN SEGUNDA INSTANCIA. El licenciado MARIN SANCHEZ, junto al escrito de apelación presentó cuatro copias simples de oficios números 322, 1413,1885, 1333, de fechas catorce de febrero, dieciséis de julio y seis de septiembre de dos mil ocho; veintiocho de julio de dos mil nueve respectivamente, librados por el Juzgado Tercero de lo Civil de esta ciudad, y dirigidos al Director General de Tesorería de Fondos Ajenos en Custodia del Ministerio de Hacienda. Así mismo, cuatro copias simples de recibos de ingreso números 060495761,03210175, 03221210, 03019005 y 060495761 emitidos por el Ministerio de Hacienda; y copia simple de escrito presentado el día diez de octubre de dos mil once, por la señora ONIDIA XANEHVA GOMEZ CALDERON al Juzgado Tercero de lo Civil de esta ciudad. Al efecto el art.514 inc.2° y 4° del CPCM, establecen: “…Sólo serán proponibles los documentos relativos al fondo del asunto que contuviesen elementos de juicio necesarios para la decisión de la causa, pero sólo en los casos en que sean posteriores a la audiencia probatoria o a la audiencia del proceso abreviado; los documentos anteriores a dicho momento se admitirán cuando la parte justifique que ha tenido conocimiento de ellos con posterioridad a áquel. También podrá proponerse prueba documental en el caso de que la parte no aportara los documentos en primera instancia por alguna causa justa… Propuesta la prueba, el tribunal resolverá, admitiendo únicamente los medios que resulten procedentes. La resolución por la que se rechacen los medios probatorios ofrecidos es inimpugnable.” Advirtiendo que la prueba propuesta en esta instancia no es posterior a la audiencia única, y siendo que la parte apelante no ha justificado que ha tenido conocimiento de ellos posteriormente a dicha audiencia, y que tampoco ha alegado justa causa para no presentarlos en primera instancia, se declara inadmisible la prueba propuesta por la parte apelante. III. DECLARACIÓN DE LOS HECHOS QUE SE CONSIDERAN PROBADOS. Se omite hacer declaración expresa de los hechos que se consideran probados, en virtud de que en el petitorio del escrito de apelación, se solicita la nulidad de la sentencia. IV.- FUNDAMENTOS DE DERECHO. La parte apelante ha manifestado su inconformidad con la sentencia definitiva pronunciada por la juez a quo, en virtud de causarle agravios por: a) Falta de valoración de la prueba presentada en el proceso, con la cual se comprueba la falta de legitimidad pasiva. b) Errónea interpretación del art.485 CPCM al establecer que la única excepción que se puede alegar en los procesos por desocupación por mora, es el pago. 4.1. El licenciado MARIN SANCHEZ, contesto la demanda en sentido negativo, alegando la falta de legitimidad pasiva, manifestando que su representada no había firmado el contrato de arrendamiento, y que tampoco existía identidad respecto al Documento Único de Identidad relacionado en el contrato citado y el de su representada, por lo cual, en audiencia única de las diez horas del día veinte de febrero de dos mil doce, de conformidad a los arts.338 y 339 del CPCM solicitó se realizara experticia de la firma que consta en el contrato de arrendamiento, así mismo, manifestó que su representada no poseía actualmente el inmueble objeto del presente proceso, lo cual comprobaba con copia de los escritos y recibos de pago, de las diligencias de pago por consignación que realiza la sociedad EL TOROGOZ, S.A. DE C.V. a los demandantes. 4.2 El licenciado ARCE GUEVARA, en audiencia manifestó que había presentado el contrato de arrendamiento en copia certificada notarialmente, debido a que el original de dicho contrato se encontraba en el Juzgado Segundo de lo Civil de esta ciudad, razón por la cual la juez a quo, suspendió la audiencia y solicitó la certificación integra al Juzgado citado del proceso de inquilinato bajo el número de referencia 48-C-2006, con la finalidad de establecer la existencia o no de cosa juzgada o prejudicialidad. 4.3 A fs.189 de la p.p. consta la continuación de la audiencia única celebrada a las diez horas del día veinte de febrero de dos mil doce, en la cual la juez A quo expresó que constando en la certificación del proceso marcado con la referencia 48-C-2006, un hecho nuevo, consistente en que ya había realizado la Sección de Investigación Profesional de la Corte Suprema de Justicia una experticia del contrato de arrendamiento presentado, ordenó librar oficio a dicha Sección a fin de que remitieran el resultado de la experticia grafotécnica y consideró que no era necesario realizarla por economía procesal. 4.4 En el romano IV de la sentencia definitiva la juez a quo, valoró como prueba la experticia agregada de fs.195 al 200 y con base a ella acreditó que la firma que calza en el documento base de la pretensión, había sido puesta por la demandada señora Rosario Calderón Mejía, en consecuencia, desestimó la falsedad del documento. 4.5 Sin embargo, este tribunal advierte que si bien es cierto corre agregado de fs. 195 al 200 la experticia citada, la misma fue cotejada utilizando como material de comprobación un documento privado autenticado de contrato de arrendamiento otorgado por JUAN RAMON CEVALLOS LÓPEZ y ROSA AMELIA PALMA DE CEVALLOS, a favor de ROSARIO CALDERON MEJÍA; y un poder general judicial otorgado por los dos primero señores citados a favor de RENE SIGFRIDO ZELAYA ARAUJO. 4.6 En el cual los peritos concluyeron que las firmas que constan en ambos documentos han sido elaboradas por los señores JUAN RAMON CEVALLOS LÓPEZ y ROSA AMELIA PALMA DE CEVALLOS, pero en ningún momento dicha experticia menciona que se realizó un cotejo de letras de la demandada señora de ROSARIO CALDERON MEJÍA, ni que dicha señora había firmado el contrato de arrendamiento. 4.7 Por tanto, la experticia solicitada por el apoderado de la parte demandada no se ha realizado en el presente proceso; no siendo posible estimar o desestimar la falta de legitimación pasiva alegada, ya que no se ha comprobado la falsedad del documento impugnado, violentando el derecho de defensa y contradicción. 4.8 Aunado a ello, en virtud del principio de inmediación regulado en el art.10 CPCM, las pruebas han de practicarse ante el juez, y tratándose de documentos o informes periciales su práctica se consuma al momento de su aportación al proceso, sin embargo, cuando la prueba pericial sea propuesta en audiencia única ---art.381 inc.3° CPCM--- y el tribunal la considere pertinente, debe designarse sin más trámite el perito que debe realizar la pericia. 4.9 En el presente proceso la parte demandada de conformidad al art.338 CPCM, impugnó la autenticidad del documento base de la pretensión consistente en un contrato de arrendamiento, manifestando que su representada no lo había firmado, por lo cual solicitó la realización de un peritaje con la finalidad de probar la falta de autenticidad del mismo. 4.10 El art.339 y 340 CPCM establecen, que la verificación de la autenticidad (o la falta de ella) de un documento se lleva a cabo por dos métodos, a aplicar en orden subsidiario: a) En primer lugar y siempre que resulte posible, se comparará o cotejará el documento público cuestionado, con su original depositado en un archivo o matríz de registro público; lugares a los cuales debe desplazarse el juez y las partes para la realización de dicha diligencia. b) Si el problema radica en que el original ha sido alterado, o en que éste ya no se conserva porque fue destruido, extraviado, etc., habrá que acudir subsidiariamente a una prueba pericial que determine la alteración o falsificación del aspecto del documento de que se trate. 4.11 Advirtiéndose que el cotejo de letras conforma una modalidad especifica de pericia de carácter caligráfico, dirigida a fijar la autoría verdadera del documento, en relación a la persona que se le atribuye su redacción y firma, tal y como ha ocurrido en el presente proceso, por tanto, la juez a quo previo a reanudar la audiencia única y poder enunciar su fallo, de conformidad al art. 310 inc.1° CPCM, debe nombrar y juramentar un perito para que realice la experticia solicitada por la parte demandada, a fin de garantizar el derecho de defensa y contradicción, como el principio de inmediación—art.10 CPCM---, ya que todo medio probatorio debe realizarse en presencia del juez, pena de nulidad, es decir, que no se puede mandar a pedir certificación de un peritaje realizado ante otro juez o en un procedimiento administrativo, salvo el caso de que exista sentencia definitiva en proceso penal por el delito de falsedad material del documento impugnado. 4.12 El legislador para garantizar el acceso a la jurisdicción ha establecido ciertos principios y normas jurídicas a seguir, regulando al mismo tiempo el derecho de las personas de oponerse a las acciones incoadas en su contra, y a realizar todos los actos procesales que estime convenientes para la defensa de su oposición, dentro de los cuales encontramos el principio de defensa y contradicción (art.4 CPCM), principio de igualdad procesal (art.5 CPCM), derecho de probar (art.312 CPCM), entre otros. 4.13 Principios de los cuales nace el derecho de las partes de aportar prueba en igualdad de condiciones, para probar las afirmaciones o los hechos controvertidos que son fundamento de la pretensión u oposición de ésta, es decir, que si una de ellas alega la falta de autenticidad de un documento aportado por su contraparte, y solicita el peritaje para probarla, el juez tiene la obligación de ordenar dicho peritaje, ya que de lo contrario se violenta el principio dicho, y como consecuencia de ello provoca una nulidad procesal. 4.14 La nulidad es un vicio que disminuye o anula la estimación o válidez de algo. Se produce cuando falta alguno de los requisitos exigidos para el acto procesal y acarrea, por imperativo del ordenamiento jurídico, la pérdida de todos (nulidad total) o de parte (nulidad parcial) de los efectos que el acto normalmente tendería a producir. Es decir que la nulidad despoja de eficacia al acto procesal por padecer de irregularidades en sus requisitos esenciales, impidiéndole consumar su finalidad. 4.15 En definitiva, la nulidad, en derecho procesal, representa una sanción que priva al acto procesal de sus efectos normales. Cuando el acto procesal no llena los requisitos de forma, aparece un defecto o falta de naturaleza procesal, que en el proceso puede coexistir con defectos de fondo, tales como las inexactitudes o errores de juicio. Las faltas formales pueden referirse a los actos de las partes, o del juez, o afectar la expresión del objeto litigioso, la forma del acto o el tiempo. 4.16 El Código Procesal Civil y Mercantil al regular la nulidad contempla los principios que la sustentan, los cuales son: principio de especificidad, principio de trascendencia, y principio de conservación, los cuales han de estimarse de consuno, por su carácter complementario. 4.17 El principio de especificidad, hace referencia a que no hay nulidades sin texto legal expreso. No obstante, el legislador ha optado por un número abierto de causales de nulidad; ya que además de los supuestos expresamente contemplados en distintas disposiciones del Código Procesal Civil y Mercantil, reconoce que los actos deberán declararse nulos también en las situaciones previstas en los literales a), b) y c) del Art. 232 CPCM. 4.18 Principio de trascendencia, en virtud del carácter no ritualista del derecho procesal moderno, para que exista nulidad no basta la sola infracción a la norma, sino que debe producirse perjuicio efectivo a la parte, tal como lo reconoce el Art. 233 CPCM. Ello significa que, no es procedente declarar una nulidad por la nulidad misma cuando el acto procesal, aunque realizado en forma distinta a la prevista, produjo sus efectos, sin dañar a nadie. 4.19 Principio de conservación, este principio procura la conservación de los actos procesales independientes del acto viciado, y se encuentra reconocido por el Art. 234 CPCM. A su vez, inspira las reglas de los Arts. 237 inciso 3° y 238 inciso final del CPCM. Conforme al principio de conservación, cabe predicar que la nulidad de un acto no importa la de los actos precedentes ni la de los sucesivos que sean independientes de él. Que si el vicio impide un determinado efecto, el acto puede producir los efectos para los que sea idóneo. Pero si la omisión o la nulidad de un acto afecta al mismo procedimiento de modo tal que impide alcanzar su objeto, quedan inutilizados también los actos anteriores, que por sí serían válidos, porque estando destinados por definición a tener una eficacia interna en el proceso, esa eficacia se produce en el vacío si el proceso es condenado a agotarse. 4.20 Por lo expuesto, esta Cámara ha podido constatar que se han configurado los supuestos establecidos en los Arts. 232 literal c), 233 y 238 inciso 3° CPCM para declarar la nulidad de la sentencia recurrida, así como el auto de las diez horas y treinta minutos del día veintiuno de marzo de dos mil doce, en el cual se señala día y hora para la reanudación de la audiencia única, en la cual se desestimo la falsedad del documento alegada por la parte demandada, debiendo entonces retrotraerse el proceso, hasta antes del auto en el cual se señala día y hora para la reanudación de la audiencia única y ordenar la realización del peritaje solicitado. Respecto a la interpretación errónea del Art. 485 CPCM. No habrá pronunciamiento sobre este punto por ser parte del fondo de la pretensión, y este Tribunal estaría adelantando criterio en caso que deba conocer en una eventual apelación. V.- FALLO. POR TANTO: Con base a las consideraciones de hecho y de derecho expuestas y disposiciones legales citadas, esta Cámara a nombre de la República de El Salvador FALLA: a) DECLÁRASE NULA la sentencia pronunciada a las once horas y diez minutos del día treinta de abril de dos mil doce, la reanudación de audiencia única de las diez horas del día diecisiete de abril de dos mil doce; así como el decreto de sustanciación de las diez horas y treinta minutos del día veintiuno de marzo de dos mil doce, únicamente el párrafo en el cual se señala día y hora para la reanudación de la audiencia única y lo que fuera su consecuencia, por haber sido pronunciadas en franca violación al derecho de protección jurisdiccional y defensa de la parte apelante; b) REPÓNGASE EL PROCESO a partir del decreto de sustanciación pronunciado a las diez horas y treinta minutos del día veintiuno de marzo de dos mil doce. HAGASE SABER. PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS QUE LA SUSCRIBEN.