COMUNICACIÓN Y RECURSOS HUMANOS Artículo Lenguaje corporal y Recursos Humanos Texto: Fernando Palomares, Director del Área de Capital Humano de Buck Consultants. L os expertos en comunicación oral dicen que no más de un 50 por ciento (y a veces se habla de sólo un 10 por ciento) del impacto que causa en el oyente un determinado mensaje, está relacionado con las palabras emitidas. El impacto restante es responsabilidad de las indicaciones no verbales percibidas por el oyente al observar al emisor del mensaje. El problema es que lo que llamamos lenguaje corporal (que de forma simple podemos definir como todo lo que se transmite por medio de gestos, movimientos o posturas mientras hablamos) es “demasiado sincero”. Son actitudes inconscientes que delatan de forma bastante aparente lo que realmente pensamos sobre lo que estamos diciendo o sobre nuestros sentimientos acerca de nuestro interlocutor. En ciertos casos, el lenguaje corporal exhibido puede arruinar el mensaje que deseamos transmitir. Sin embargo, a pesar de la importancia del lenguaje corporal y de que en los cursos de habilidades directivas ya es frecuente hablar de temas como la escucha activa, son pocas las personas en puestos de responsabilidad que consideran necesario cuidar este aspecto de la comunicación oral. Los profesionales > Diciembre 2007 10_Comunic_02COM&RRHH.indd 11 11 29/11/07 08:02:16 > y directivos de recursos humanos, que a menudo deben mantener comunicación oral en situaciones bastante críticas respecto a la importancia de una buena transmisión del mensaje, no son una excepción. Todos podríamos aprender bastante de los expertos en este campo. Mary-Louise Angoujard, CEO de la consultora de executive communication Rapporta y que ha trabajado con numerosos profesionales de recursos humanos en este campo, cree que el lenguaje corporal es sólo una parte de la foto. “La comunicación no verbal incluye no solamente el lenguaje corporal, la postura, la expresión facial y el contacto visual, sino también la expresión vocal, el tono, el ritmo y los movimientos de la cabeza”. Añade que, para asegurar que la comunicación tenga éxito, todos estos aspectos deben ser coherentes con las palabras que se emiten. Afirma además Angoujard que, para una negociación o cuando se requiere transmitir autoridad en una reunión o entrevista, tener previamente muy claros los mensajes a comunicar y los objetivos que se persiguen es también importante para cuidar el lenguaje corporal. “La preparación es crítica. Tener toda la información necesaria, haber previsto las posibles dificultades y tener las cosas bien estructuradas en nuestra cabeza, nos proporciona confianza y un sentimiento positivo de autocontrol. Puesto que en su mayor parte el lenguaje corporal es inconsciente, esta preparación previa, además de per- A pesar de la importancia del lenguaje corporal son pocas las personas en puestos de responsabilidad que consideran necesario cuidar este aspecto de la comunicación oral. 12 La comunicación no verbal incluye no solamente el lenguaje corporal, la postura, la expresión facial y el contacto visual, sino también la expresión vocal, el tono, el ritmo y los movimientos de la cabeza. mitirnos comunicar más solidamente el mensaje, contribuirá a que nuestra comunicación no verbal emita las señales adecuadas”. portamiento que refleje la seriedad de la conversación que va a tener lugar y nuestro respeto por el individuo y su situación”. Otra especialista, Angela Mortimer, directora de una firma internacional de selección, opina que el contacto visual es uno de los aspectos esenciales. “Sin pasarse, porque lo cierto es que mirar a alguien fijamente todo el rato también puede ser negativo. La mirada debe desviarse de vez en cuando, por ejemplo durante una pausa en la que estamos pensando o para tomar alguna nota, y volver a mirar a nuestro interlocutor cuando le hablamos o escuchamos”. También el ambiente tiene su importancia. Si es posible, la comunicación de un despido debe tener lugar en “terreno neutral”: una sala de reuniones es mucho mejor que nuestro propio despacho, y sentarse junto a la mesa uno al lado de otro es más adecuado que enfrentados en cada extremo de la mesa, lo que crearía desde un principio un cierto ambiente de confrontación. En las entrevistas de trabajo, estos expertos coinciden en la importancia de lograr lo que llamaríamos una “buena química” con el entrevistado y establecer un ambiente en el que la persona se sienta cómoda. Esta sería la mejor forma de poder identificar las capacidades reales de una persona y su adecuación a lo que pretendemos de ella en nuestra organización. Mike Petrook, Public Affairs Manager del Chartered Management Institute del Reino Unido, advierte que el lenguaje corporal es muy difícil de falsear, y que incluso alguien con formación en este campo y concienciado de la importancia de los gestos y actitudes, en ocasiones puede encontrar muy difícil disfrazar sus sentimientos. “Algunos elementos de nuestro comportamiento siempre seguirán controlados por el subconsciente y serán involuntarios”. Una de las situaciones difíciles a las que se suele enfrentar un profesional de recursos humanos es la comunicación de un despido a un empleado. En estos casos, Angoujard recomienda cuidar particularmente cómo se recibe al empleado: “Es importante ser agradable pero serio. A una persona a la que se va a comunicar que ya no se cuenta más con ella en la empresa, se la debe recibir con una expresión amistosa, pero manteniendo un com- Esta característica subliminal de gran parte de la comunicación no verbal, es lo que hace aconsejable que antes de nuestra reunión, negociación o entrevista, sea casi imprescindible analizar nuestra propia actitud ante el mensaje a comunicar y tener claros nuestros objetivos e intenciones, para luego hablar en concordancia. De esta forma, los mensajes no verbales emitidos de forma involuntaria serán coherentes con las palabras emitidas ADAPTARSE A LA SITUACIÓN REVISTA DE COMUNICACIÓN 10_Comunic_02COM&RRHH.indd 12 29/11/07 08:02:16 El problema es que lo que llamamos lenguaje corporal es “demasiado sincero”. Son actitudes inconscientes que delatan de forma bastante aparente lo que realmente pensamos sobre lo que estamos diciendo. ‚ Mostrar insensibilidad o querer acabar rápido. En una entrevista de selección: ‚ conscientemente y con nuestro tono y gestos. Angoujard asevera: “Cuando tú te crees tu propio mensaje, es mayor el impacto de lo que dices en tu interlocutor, que además es mucho más probable que inconscientemente perciba honradez por tu parte y quede convencido de que piensas igual que hablas”. LO QUE SE DEBE (Y NO SE DEBE) HACER Hablar de forma clara y mesurada. ‚ Mostrar empatía con nuestro interlocutor o interlocutores. ‚ Ser enérgico pero de forma controlada Se debe evitar: ‚ ‚ ‚ ‚ A continuación, incluimos una serie de recomendaciones de los expertos en comunicación no verbal, para tres tipos de situaciones en las que a menudo se puede encontrar un profesional de recursos humanos: En una negociación: ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ Preparar bien el tema a negociar y tener muy clara la propia posición. Preparar un ambiente adecuado (sala, temperatura, ausencia de ruido). Ofrecer un recibimiento cálido a la otra parte. Adoptar una postura corporal firme, de autoconfianza y al mismo tiempo abierta, mostrarse relajado y no envarado. Intentar lograr compenetración con el interlocutor. El contacto visual debe ser mantenido pero no agobiante. Al principio tratar los temas de forma más abierta para ir centrándolos poco a poco. Tanto cambiar la mirada constantemente de uno a otro interlocutor como ignorar a determinados miembros del grupo. Una locución demasiado fría o por el contrario intimidante. El lenguaje corporal cerrado (brazos cruzados, cabeza baja, falta de contacto visual...) Al comunicar un despido: ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ A la persona se la debe recibir con amabilidad pero con seriedad. Sentarse uno al lado del otro, y no enfrentados. Cuidar el tono y el ritmo de nuestras palabras, hablar con calma y despacio. Mostrar un lenguaje corporal abierto (contacto visual, movimiento de las manos...). Mostrar una actitud respetuosa. Dar apariencia de empatía pero manteniendo cierta distancia. Si es posible, proporcionar explicaciones basadas en hechos. No se debe: ‚ ‚ ‚ Ser intimidatorio, ser ofensivo o mostrar superioridad. Mostrarse a la defensiva. Tener una actitud paternalista o demasiado amistosa. ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ Ofrecer un apretón de manos firme, pero de no excesiva duración. Mostrar una actitud relajada y de confianza. Explicar nuestras expectativas y dar oportunidad a preguntar. Hablar con un ritmo pausado. Expresar interés por la persona y sus circunstancias. Hacer preguntas contextualizadas y específicas. Escuchar atentamente y afirmar con la cabeza de vez en cuando. Dirigir la entrevista con amabilidad pero con autoridad. Intentemos evitar: ‚ ‚ ‚ ‚ Dar la mano sin fuerza Sentarse enfrentado a nuestro interlocutor al otro lado de una mesa. Aproximarse demasiado a la persona, invadiendo su espacio vital. Decir “hábleme de usted”. Por último, hay una serie de gestos o movimientos, éstos habitualmente más conscientes, que debemos intentar evitar en todas las ocasiones: Ë Ë Ë Ë Ë Ë Mirar el reloj (si necesitamos saber la hora, intentemos mirar el reloj de otra persona, no el nuestro). Sentarse con las manos cruzadas detrás de la cabeza. Comerse las uñas. Tocar innecesariamente a nuestro interlocutor (golpecitos en el brazo, palmadas en la espalda). Sonreír exageradamente. Escuchar con las manos en los bolsillos. Diciembre 2007 10_Comunic_02COM&RRHH.indd 13 13 29/11/07 08:02:17