LOS PUEBLOS DE MI TIERRA Lección inaugural del programa virtual de Literatura de la UNAB. Agosto de 2010 Dra. Rosadela Osorio S. UNAB Ambiental Es propio del ser humano indagar sobre su origen. Cuestionar su presente y proyectar un futuro promisorio para su descendencia. La curiosidad es el eje que dinamiza su pensamiento y lo conduce a una estructuración de su imaginario literario en el que preserva un tesoro gráfico y una historia. Esta perspectiva permite afirmar que la literatura es una de las maneras más precisas de perpetuar la memoria de un pueblo y salvaguardar la identidad de sus ancestros. Las ideas y los valores humanos consolidan los conceptos y plasman la cosmovisión con detalles y peculiaridades complejas que caracterizan a cada grupo étnico. Esta cosmovisión es indudablemente una muestra de que la imaginación de nuestros antepasados “indígenas” no tenía límite y fue transmitida de generación en generación durante varios siglos. Esta forma estructurada del pensamiento complejo revela el qué y cómo se entiende o comprende así mismo el ser humano, a su entorno, a lo mágico o religioso de su identidad como pueblo y son estas, la manifestación de su profundo sentido estético. El pasado cobra sentido en su enlace con el presente porque activa la facultad del intelecto en la memoria comunicativa de la identidad rasgada, robada y negada por la dominación e invasión de su cuerpo. Aproxima el pasado y el presente reinterpretando el gemido silencioso de la historia en un acto ritualizado. Ahora bien, estas manifestaciones de profundo sentido estético, que están representadas en múltiples expresiones artísticas; escultura, cerámica, orfebrería, poesía, música, etc., no se pueden concebir aisladamente, por el contrario existe una correlación y una reciprocidad entre ellas; la poesía y la tradición oral por ejemplo, necesariamente están acompañadas de música, danzas y canciones asociadas a las máscaras que pintaban con figuras alusivas a sus ritos y ceremonias religiosas. Por eso a ti te canto oh tierra bendita, fecunda y buena, herencia del pueblo Guane. Paisajes son en mi tierra, libros que el tiempo recuerda, peñascos, rios, montañas escritas en la memoria, sagrado templo y cultura de ancestros hechos e historia, que el viento de dicho espacio, cruzó tinieblas y recuerdos, haciendo brillar la Tierra: Señora del pueblo Guane. Bastan los dias del año, ya se hace necesario, para entreabrir mis ojos y contemplar en la historia, su cultura, pueblo y valores, yacen en mi memoria; de tanta gente diversa, corriendo por los senderos, de inconfundible grandeza, es riqueza de la historia y tesoro del pueblo Guane. En este _Tiempo Memoria_ reconocer que entonces, ancestros y no cobardes, los pueblos que por mi tierra, pisaron con gallardía, de inconfundibles rostros, caminos resplandecientes, el sol ardiente en su frente; esfinges bien esculpidas, en cada cuerpo y figura, de tanta gente sencilla, recuerdo del pueblo Guane. Reconocer modelos e implementar recuerdos, rememorar en la mente de lo que fue su nombre, oculto en el pensamiento, de tal hecho y hazaña, porque usurpó derechos y violentó mi pueblo, que al infortunio llanto, desconsoló a su Madre, por desgarrar entrañas y prodigar la muerte, de nuestro pueblo Guane. ¡Oh! Tierra escrita con sangre, espacio de la Memoria, cultura fértil se impone, en Tierra rústica o no, que a su paso fue abonada, con los cuerpos de mi pueblo, porque infeliz Señor, extraño caballo y jinete, figura desconocida que, entre dioses irancundos, con la espada reluciente o la pólvora explosiva, intimida y amenaza, territorio del pueblo Guane. Tierra, cuevas o peñascos de tan sagrado santuario, fué el pueblo Guane misterio, de tiempos no muy lejanos, que la memoria reserva, su identidad perenne, es la cultura hermanada, al ritmo de los caballos e identidad colapsada, del tesoro indescriptible, entre mi pueblo Guane. Tal invasión y dominio, de gente extraña llegando, para usurpar de mi pueblo: cultura, cuerpo, y encanto, que en sí ya concebían; del lenguaje no descriptivo, escrita de nuestros días; “literatura” de entonces, diseños de aquellos días, imagen sabia registran, la historia de gente Guane. ¡Oh! en artes gráficas plasmada, está la escritura Guane, que en tejidos y artefactos, dejó su herencia y cultura, hoy tesoro de los muertos, espíritus que nos circundan, protejen a cada día, en los Santos o en el Chicamocha; santander y su gente, albergan también sus dioses, vigilantes por doquier el futuro de su pueblo. Con estilo hilbanarian, historia recopilada, canto, vida y poesía, en sus tumbas encontradas, cual eterna sinfonía, del viento suave y cortante, habla siempre pueblo Guane… de secretas melodías, herencia que a ciencia cierta, se presenta en nuestros días, con orgullo y gallardía, de su alma inmaculada. Mimbreada está la tierra, con la herencia registrada, acogida y resguardada, por caminos, rocas, cuevas, de peñascos y paisajes, multiforme cordillera; es la tierra fecundando ya en su vientre violentado; fue el cobijo, que la Madre sabiamente requeria…, engendrando al pueblo nuevo. Cuan sagrada es la reliquia, ¡oh! Tesoro de mi pueblo, es la gente perpetuando genes Guane como herencia recibida y a la luz de la rutina, sutil mezcla de culturas, con secretos poco dichos, la identidad naciente, recuperó con gracia, la trama “literaria”, cual genética perfecta y altivez santandereana. De tal pueblo, si se cuenta otra historia de grandeza, tierra hermosa de imponente Santander, cuna de mil ensueños y proyecto de Mujer. Del Chicamocha a los Santos, Bucaramanga es remanso, feliz tiempo renace, del Sol y Luna que a tiempo, protejen con aire y arte emblemas de cordillera y sus dioses han de ser. Dicen que en Santander, es la mujer, _Memoria_ itinerario de amores…, Vientre que fecundó; la muerte de sus amores y del infortunio extranjero, porque en la Historia de amor, hombre Guane sí sufrió, _el azote invasor_, que a su mujer usurpó, Mujer Guane que a su tiempo, la violencia concilió. * Todas las fotografias son de la colección Guane-UNAB y fueron tomas por la Dra. Rosadela Osorio de UNAB Ambiental.