IGLESIA DE DIOS Departamento de Correspondencia Estimado lector: Este material (folletos, cartas, libros y revistas) es una recopilación del material publicado por la Iglesia de Dios Universal bajo la dirección de Herbert W. Armstrong (1892 – 1986). Para garantizar el contenido auténtico de esta información hemos agregado este CERTIFICADO DE AUTENTICIDAD. Con ello, usted cuenta con la seguridad de que este material es una reproducción fiel del original. Puede imprimirlo y distribuirlo libremente siempre y cuando el contenido del mismo no sea alterado. 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Esto, sin embargo, es una fábula. Jesucristo no resucitó un domingo. Él dijo que estaría en el sepulcro tres días y tres noches. ¿Cómo podemos sumar 72 horas contando desde el atardecer del "Viernes Santo" hasta la mañana del "Domingo de Resurrección"? Si a usted le interesa saber cuándo resucitó Jesucristo, solicite nuestra publicación gratuita titulada La resurrección no ocurrió un domingo. Es interesante notar que el nombre Domingo de Resurrección en inglés (Easter) no es más que una variación del nombre de la antigua diosa asiría Istar. Como dice Alexander Hislop en su obra The Two Babylons (Las Dos Babilonias), el Domingo de Resurrección “lleva marcado en la frente su origen caldeo. Easter proviene nada menos que de Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del ¿S cielo, cuyo nombre era pronunciado por los habitantes de Nínive de la misma manera como hoy se pronuncia en inglés" (página 103). Los apóstoles observaron la Pascua bíblica En lugar de observar las costumbres de las iglesias de nuestros días, la inspirada Iglesia de Dios original, bajo la guía de los apóstoles, observó la Pascua tal como lo mandó Jesús la víspera de su muerte. Aun los escritores de la Encyclopedia Britannica se dieron cuenta de esto al escribir, en su undécima edición, el articulo "Easter": "No existe ninguna indicación de la observancia del Domingo de Resurrección en el Nuevo Testamento ni en los escritos de los padres apostólicos... Los primeros cristianos continuaron observando los festivales judíos [es decir, los de Dios], aunque en un nuevo espíritu, como una conmemoración de los acontecimientos que estos festivales habían prefigurado" (página 828). Sí, la Iglesia verdadera, la Iglesia original, guardó la Pascua anualmente en el tiempo indicado por Dios. Fue años más tarde, después de la muerte de los apóstoles, después de que muchos gentiles habían hecho profesión de fe, que comenzó la observancia del Domingo de Resurrección. Los gentiles empezaron a observar la Pascua en el día domingo y no en la víspera del día 14 del primer mes del calendario de Dios, fecha en que Jesús siempre observó la Pascua, dejándonos un ejemplo. Más tarde se desató una controversia entre los gentiles, quienes estaban introduciendo costumbres paganas en las iglesias de Occidente, comenzando en Roma, y aquellos que se mantenían fieles a las instrucciones de Jesús y los apóstoles. Veamos brevemente cómo el Domingo de Resurrección fue introducido en las iglesias: "Policarpo, el discípulo de Juan el Evangelista y obispo de Esmirna, visitó Roma en el año 159 para conferenciar con Aniceto, obispo de esta sede, sobre esta cuestión, e insistió en la observancia de la tradición que había recibido de los apóstoles de cumplir el día 14... La necesidad de resolver definitivamente esta disputa fue una entre varias razones que 1 condujeron a Constantino a convocar el Concilio de Nicea en el año 325... La decisión del Concilio fue unánime en que el Domingo de Resurrección sería observado, en el mismo domingo por todo el mundo, y que ‘desde ese momento en adelante nadie debía seguir la ceguedad de los judíos’" (Enciclopedia Britannica, undécima edición, páginas 828-829). Fue así como la costumbre universal del Domingo de Resurrección comenzó en las iglesias. Fue profetizado Jesús y los apóstoles predijeron no un desarrollo extenso y popular de la verdadera Iglesia neotestamentaria, sino un alejamiento de la verdad por parte de la gran mayoría. Pablo declaró a los tesalonicenses que ya estaba "en acción el misterio de la iniquidad" (II Tesalonicenses 2:7). ¡Esto fue escrito apenas unos 30 años después de ser establecida la Iglesia! Se refería a los "misterios caldeos", de los cuales el Domingo de Resurrección y la Navidad son los festivales principales. En otro lugar Pedro escribió: "Muchos seguirán sus disoluciones" (II Pedro 2:2). Así, hoy son los muchos quienes guardan el Domingo de Resurrección, algo que Dios nunca ordenó, pero son sólo los pocos los que observan las ordenanzas de Dios. Lo que Dios mandó La Comunión, llamada frecuentemente la "Cena del Señor", es en realidad la Pascua, y así debería llamarse. Refiriéndose tanto a la Pascua como a todas las demás prácticas, Judas nos exhorta a que contendamos "ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (versículo 31). Habiéndonos enterado del origen pagano del Domingo de Resurrección, eliminemos la maraña de mentiras que oculta la verdad sobre la Pascua, la conmemoración de la muerte de Cristo. Examinemos el modo como Jesús observó esta ceremonia, porque no podemos equivocarnos si seguimos su ejemplo. En Lucas 22:14-20 leemos: “Cuando era la hora, [Jesús] se sentó... Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado, haced estoen memoria de mi. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama". Nótese que "cuando era la hora" Jesús presentó el pan sin levadura y el vino. Fue en un MOMENTO DEFINIDO, una hora especifica, cuando Él observó esta ordenanza, dándonos un ejemplo. Nótese también que El mandó que sus discípulos la observaran: “HACED ESTO...” ¿Por qué? "En memoria de mí". En esa trágica noche, la víspera de su muerte, Jesús instituyó esta forma neotestamentaria de celebrar la Pascua. En el Evangelio de Mateo la Biblia enseña que esta ceremonia fue instituida durante la observancia misma de la Pascua: "Mientras comían" (Mateo 26:2,26). Jesús sabia que el momento había llegado para que Él se sacrificara por nosotros como nuestro cordero pascual (I Corintios 5:7). La Pascua bíblica siempre se había observado a la caída del sol que marcaba el principio del día 14 del primer mes conforme al calendario sagrado. Fue en la noche de su última cena pascual que Jesús introdujo estos nuevos símbolos: el pan sin levadura y el vino, en lugar del cordero que se sacrificaba anualmente. Para una explicación completa de la Pascua original tal como Dios la instituyó, escríbanos y solicite nuestro folleto titulado Las fiestas santas de Dios. Recordemos que Jesús mandó: "Haced esto en memoria de mi" ¿Por qué? Porgue la Pascua debía celebrarse PARA SIEMPRE. La Pascua había de observarse anualmente, al igual que la Fiesta de los Panes sin Levadura: “Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año" (Éxodo 13:10). Jesús nos dio un ejemplo (I Pedro 2:21 ) al observar esta ordenanza una vez al año en exactamente la misma fecha según el calendario judío (Lucas 2:41-42). Supongamos que los israelitas en Egipto hubieran observado la Pascua en otro tiempo diferente del ordenado por Dios. ¡Hubieran sido victimas de la plaga de mortandad que diezmó a los primogénitos egipcios aquella noche! Dios hace las cosas A SU DEBIDO TIEMPO. Él nos ha dado la fecha exacta para celebrar esta ceremonia, y Jesús instituyó los símbolos del Nuevo Testamento "cuando era la hora”. 2 Una ceremonia de humildad Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas describen la participación del pan sin levadura y del vino, pero Juan narra otra parte de la ceremonia de la Pascua. En el capitulo 13 de Juan notamos que mientras comían la cena pascual (versículo 2) Jesús tomó una toalla (versículo 4) y empezó a lavar los pies de los discípulos (versículo 5). "Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, PARA QUE COMO YO OS HE HECHO VOSOTROS TAMBIÉN HAGÁIS (Juan 13:12-15). Si alguien se pregunta si esta ceremonia de humildad es un mandamiento vigente para nosotros hoy, sólo tiene que abrir su Biblia y leer Mateo 28:19-20. Jesús les dijo a estos mismos discípulos: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos... y... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado..." Ellos deberían enseñarnos a guardar TODAS las cosas que Jesús les había mandado a ellos. Observada una vez al año por la Iglesia apostólica En I Corintios 5:7-8 Pablo les dice a los corintios: "Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura... sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad". Y en I Corintios 11 da las instrucciones que se refieren a esta ceremonia. Algunos malentienden el significado del versículo 26, que dice: "Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa", y lo interpretan como: "Tómenla tantas veces como deseen". ¡Pero no dice eso! Dice "todas las veces" que la observemos, "la MUERTE DEL SEÑOR" anunciamos "hasta que él venga" El mismo Jesús mandó: "Haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mi" (versículo 25). Lo hacemos en memoria de la MUERTE DEL SEÑOR; es una conmemoración de su muerte. Como todo el mundo sabe, las conmemoraciones son celebradas anualmente, una vez al año, en el ANIVERSARIO de los acontecimientos conmemorados. Por consiguiente, observamos anualmente la conmemoración de la muerte de Cristo, y cada año, al guardar la Pascua, debemos anunciar la muerte del Señor hasta que El venga. Cristo instituyó esta ceremonia en la VISPERA DE SU MUERTE: al comienzo del 14 del mes de nisán, conforme al calendario sagrado de Dios. El día conforme fue creado por Dios, empieza a la puesta del sol, no a la medianoche (ver Levítico 23:32). Más tarde, en el mismo día 14, después que Jesús fue a Getsemani, Judas Iscariote condujo al gentío a fin de que arrestaran a Jesús. Más tarde fue crucificado, durante la luz diurna de ese mismo día 14 de nisán. Al seguir el ejemplo de Jesús, observando esta ceremonia sagrada en la misma fecha que Él la observó, precisamente cuando se mandó que la Pascua fuera observada para siempre, continuamos recordando su muerte, anualmente, en la víspera de la crucifixión. Algunas personas siempre inquieren sobre el significado de los versículos 27 al 29 del capitulo 11 de I Corintios. En este pasaje el apóstol Pablo está refiriéndose a si un cristiano es o NO digno de participar de la Pascua. Se refiere más bien al modo o a la actitud con que se hace. Participamos de ella indignamente si la tomamos de una manera impropia. Si después de haber aprendido la verdad sobre la Pascua la observamos en cualquier otro tiempo diferente del que Dios ha mandado, entonces la estaremos tomando indignamente. También la tomamos indignamente si no aceptamos el cuerpo y la sangre de Cristo. Así que, no participemos inapropiadamente de esta sagrada ordenanza, para condenación nuestra. Antes bien. ¡participemos de ella dignamente! “Partir el pan" Algunos citan Hechos 20:7 como prueba de que la “Cena del Señor" o Comunión debe tomarse todos los domingos por la mañana. Pero nótese que lo que ahí se narra tuvo lugar después de los Días de Panes sin Levadura (versículo 6). Pablo estaba predicando en una reunión de despedida, no un domingo por la mañana sino un sábado por la noche. Fue 3 después de la medianoche (versículo 7) que ellos partieron el pan, y lo hicieron porque tenían hambre. Cuando hubieron "partido el pan y comido", Pablo HABLO LARGAMENTE HASTA EL ALBA", Y luego partió (versículo 11). Resulta claro que ¡se trataba de una comida común y corriente! La misma expresión de partir el pan se encuentra en Hechos 27:34-35: "Por tanto, os ruego que comáis... Y habiendo dicho esto, tomó el pan... y partiéndolo comenzó a comer". También en Hechos 2:46 leemos: “Y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón". Esto de ninguna manera podía tratarse de la "Cena del Señor" o, más apropiadamente, la Pascua, porque Pablo dijo que si la tomamos para satisfacer nuestro apetito, entonces la tomamos para nuestra "condenación" (I Corintios 1 1:34, versión de Nácar Colunga). En aquellos tiempos todos “partían pan” en comidas comunes y corrientes porque no contaban con la clase de pan que en la actualidad solemos rebanar. Jesús partió pan porque se trataba de la cena de la Pascua, o sea mientras participaba de una cena. Es preciso que volvamos a la fe una vez dada. Observemos humilde y obedientemente esta sagrada ceremonia a la hora precisa ordenada por la Palabra de Dios: después de la puesta del sol que marca el comienzo del 14 de nisán, conforme al calendario sagrado. Si usted está interesado en profundizar sus conocimientos sobre este tema, nos complacemos en ofrecerle, además de las ya mencionadas, nuestra publicación gratuita titulada ¿Cuándo debemos tomar la Comunión? Fuente: El MUNDO DE MAÑANA Marzo 1986 4