Juan Carlos Rodríguez Serpa** La metateoría de la legitimidad del Estado Moderno* The metateoria of the legitimacy of the modern condition Recibido: 02 de febrero de 2012 / Aceptado: 16 de abril de 2012 Palabras clave: Legitimidad, Estado Moderno, Hobbes, Locke, Rousseau y Kant. Key words: Legitimacy, Modern State, Hobbes, Locke, Rousseau and Kant. Resumen El presente artículo de reexión analiza teóricamente una de las categorías centrales de la modernidad: el caso de la legitimidad del Estado Moderno, para ello es indispensable acudir a las fuentes históricas de grandes pensadores (Hobbes, Locke, Rousseau y Kant). No obstante, es necesario aterrizar dicho estudio en la postura del lósofo alemán más representativo de los últimos tiempos después de Kant y Heidegger. Me reero a Jürgen Habermas, el más notable exponente de una metateórica de la legitimidad a través del estudio de las teorías de la legitimidad del Estado Moderno. Dicho cometido lo realiza Habermas a manera de una neo-legitimidad del Estado Moderno, desde la proposición de cinco categorías de Derecho de las formas jurídicas a la luz del principio de discurso, desarrollado en el fondo en su teoría de la acción comunicativa y develado en su losofía del derecho de su obra Facticidad y Validez. Abstract This paper analyzes theoretically reection of the central categories of modernity: the case of the legitimacy of the Modern State, it is essential to go to the historical sources of great thinkers (Hobbes, Locke, Rousseau and Kant). However, that study is necessary to land the position of the german philosopher most representative of recent times after Kant and Heidegger. I mean Jürgen Habermas, the most notable exponent of the legitimidada metatheoretical through the study of theories of the legitimacy of the modern state. This task is performed by means of a Habermas to neo-legitimacy of the modern state, since the proposition of ve categories of the corporate law in the light of the principle of discourse, developed in the background in his theory of communicative action and unveiled in his philosophy of law of his Facts and Norms. * El presente artículo de revisión se deriva de la tesis de grado presentada como requisito para optar al título de abogado, bajo la tutoría del doctor Alfredo Peña Salom, Decano del Programa de Derecho de la Universidad de la Costa, CUC. ** Abogado de la Universidad de la Costa, CUC, con diplomado en Investigación Socio-Jurídica, asesor jurídico en asuntos administrativos, civiles y laborales. j-c-rodriguez2010@hotmail.com Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia 80 J UAN C ARLOS RODRÍGUEZ SERPA INTRODUCCIÓN la Unipolaridad de Estados Unidos y acciones El problema de la legitimidad del Estado mundiales contra lo que ellos conceptualizan Moderno siempre ha sido tema obligatorio de como terrorismo, la profundización de la eco- la Filosofía del Derecho, aunque otras ciencias nomía de mercado en la fase actual de la globa- como la Politología y la Sociología política, la lización capitalista y sobre todo la centralidad han reclamado como exclusivo de su órbita dis- del valor del individuo y sus derechos a exigir ciplinaria. Por ello, la obra, pensamiento y bio- derechos y correlativamente, ciertos impera- grafía del iuslósofo alemán Jürgen Habermas tivos hipotéticos nucleares para la realización de nos resulta sustancial en el acercamiento de una tales derechos y para la protección de la inma- de las grandes problematizaciones contemporá- nencia de los derechos humanos y la dignidad neas de las Ciencias Sociales y Humanas. del individuo. Por ello como diría el lósofo y Estudiar a Habermas desde cualquier pers- sociólogo de Dusseldorf, Jürgen Habermas, re- pectiva implica una gran exigencia interpretati- sulta hoy realista hablar de legitimidad como un va y comprensiva. En este sentido, el presente problema permanente (Habermas, 1992). trabajo tiene como propósito estudiar a partir de Los hechos sociales como los llamó la Filosofía del Derecho de Jürgen Habermas el Durkheim o lo que algunos denominan fenó- problema de la legitimidad del Estado Moderno. menos sociales han traído como consecuencia Desde sus orígenes, el Estado Moderno se la necesidad de justicar, legitimar al Estado y ha visto ineludiblemente enfrentado a la justi- paralelamente, mejorar según Orozco Córdoba cación de sus acciones y a su reconocimiento desde las estructuras del poder, los mecanismos por parte de sus asociados, es decir, se ha visto de control social, dentro de los cuales el Dere- obligado a revisar constantemente el carácter ca- cho es una de las principales herramientas para tegórico de su legitimidad. tal n (Orozco, 2005). En consonancia con lo No obstante la conciencia sobre la necesidad anterior Habermas propone un paradigma nor- de revisar constantemente la legitimidad del Es- mativo de legitimidad, un modelo con el que se tado Moderno, no parece ser históricamente una pueda medir la racionalidad y justicación del realidad dentro de todos los Estados Modernos. Estado Moderno. Como muestra de lo anterior se encuentran los Ahora bien los tratamientos al problema de regímenes dictatoriales del siglo XX (el nazismo la legitimidad dan cuenta, desde el contractua- en Alemania, el fascismo en Italia, el comunis- lismo de Rousseau y Kant que se resignica en mo en la antigua URSS, las dictaduras del Cono el neocontractualismo de Rawls con su teoría de Sur en América Latina, entre otras). Así mismo la justicia y de otro lado en el contractualismo de como ejemplarizaciones de otros hechos socia- Hobbes y Locke, repensados por lósofos con- les se pueden citar: el derrumbe del socialismo temporáneos del Derecho como Nozick y James real, el futuro de la Cuba de Fidel y Raúl Castro, M. Buchanan, el primero en su obra Anarquía, Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia L A METATEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DEL ESTADO M ODERNO 81 Estado y utopía y el segundo en los Límites de supuesto teórico del pasado, es decir, repensar la libertad. fenómenos y categorías cientícas a partir de las diferentes perspectivas que han trabajado deter- RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN minando problematización, como es el caso de La metateoría de la legitimidad del Estado la legitimidad del Estado Moderno. Moderno El arco que distiende la losofía del Dere- Para el desarrollo de este trabajo fue necesa- cho y la política desde sus orígenes hasta aho- rio hacer referencia al contexto histórico, donde ra va desde el planteamiento del Estado justo al los protagonistas de esta discusión revelan las Estado legítimo, siendo esta la última preocupa- principales causas o circunstancias que dan ori- ción la más contemporánea y la que, en cierta gen a la problemática de este trabajo que de cier- forma ha sustituido a la primera, típica preocu- ta manera, aclaran el porvenir de la discusión, pación tanto platónica como aristotélica (Tobón, por ello es ineludible referirse a las categorías 2005). que plantea el lósofo alemán Jürgen Habermas Ciertamente la legitimidad del Estado Mo- como son la metateórica y en especial la legi- derno en su proceso evolutivo, ineludiblemen- timidad, que sin duda es una de las categorías te se ha enfrentado a cuestiones de exigencia al centrales en la historia de la iuslosóca política poder estatal que aseguren la paz, la libertad y la y la sociología política, signicando ligeramen- justicia social. te con ello que solo hablamos de legitimidad El Contrato Social, es sin duda el mejor re- cuando nos referimos a órdenes políticas (Ha- ferente hermenéutico y polisémico sobre la le- bermas, 2005). gitimidad del Estado Moderno desde Hobbes En el mismo sentido, la legitimidad como con el carácter autoritario de su obra El Leviatán diría el lósofo español Juan Antonio García que congura un trabajo ideológico pasando por Amado, tiene su correlato en la idea de obedien- Locke y Kant, en la formulación del Estado Mo- cia política y se emparenta con el concepto de derno, con elementos liberales constitucionales, legitimación. así como también en la exposición de la demo- La categoría de lo metateórico tiene como cracia como gobierno del pueblo y de las mayo- máximo exponente a Jürgen Habermas en una rías en la obra El Contrato Social de Rousseau, de sus primeras y principales obras intelectuales hasta desembocar en el neocontractualismo de Conocimiento e interés que trata sobre cuestio- John Rawls y la legitimidad del Estado Moderno nes epistemológicas. La metateórica en Haber- de Habermas. mas constituye el cuarto nivel del conocimiento, Lo anterior solo se comprende en el aquí y indicando con esto en la obra del lósofo alemán ahora de la reexión histórica, de un pasado agi- que les es permitido a los cientícos sociales tado, convulsionado, de superación del estado construir y reconstruir conocimiento sobre pre- de naturaleza por la idea de un contrato social, Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia 82 J UAN C ARLOS RODRÍGUEZ SERPA en un estadio de la humanidad llamado moderni- inicia la secuencia clásica del contractualismo dad cargado de experiencias vitales (Berman, moderno, la ofrece Thomas Hobbes, quien ubica 1991) y de energías utópicas, como lo diría la razón de ser del poder político y de las nor- Habermas (2005). mas que este proere en el mantenimiento de la paz y del orden social. Para el lósofo inglés es El iusnaturalismo clásico y Hobbes bien sabido que el hombre posee una naturaleza Cuando se estudia la historia, en especial a los dañina y egoísta (el hombre es lobo para el hom- clásicos, se hace referencia a quienes sin duda bre), por lo que, ante la propia inseguridad y el han marcado el camino en cuanto a su ilustra- peligro para la vida que conllevaría la vida en ción de los fenómenos sociales y políticos más estado de salvajismo o naturaleza, los hombres trascendentales para la humanidad. Un ejemplo habrían suscrito un contrato social (Hobbes, de esto es el iusnaturalismo clásico, como justi- 1994) a través del cual acuerdan enajenar toda cación de la coacción que a través del Derecho su libertad y ponerla en manos de un soberano, se ejerce al servicio de la verdad, interpretada a cambio que se les garantice la seguridad me- como verdad trascendental de fundamentación diante la imposición coactiva de la paz y el or- teológica. Para esta doctrina el hombre le es den social. En este sentido la paz y la seguridad cognoscible, el bien, la justicia mediante la ra- de los súbditos necesitan de normas y estas para zón natural que participa de la ley eterna que ser efectivas han de imponerse por la fuerza del proviene de Dios (su fundamentador clásico es poder, sin importar cuál fuera su fondo de justi- Tomás de Aquino. Uno de los continuadores de cia o injusticia (Hobbes, 1994). la obra tomasina, pero desde una perspectiva se- A esta concepción asegura García Amado, se cular sería el lósofo del Derecho, el australiano ve paradójicamente la violencia al servicio de la John Mitchell Finnis). paz. No obstante, para Hobbes, esa violencia se Para el iusnaturalismo clásico, es deber de justicaría por servir a tal n y en su efecto sería todo gobernante velar porque se realice el mode- violencia legítima, en cuanto ella es consentida lo de sociedad y de ley natural, que se desprende por los súbditos a raíz del mencionado contrato de la verdad revelada y es legítimo que para ello social (Orozco, 2005). se pueda recurrir a la fuerza, forzando al castigo al renuente y descreído (2012). Se le critica a Hobbes el hecho de que para llegar a tales nes los súbditos han de renunciar Superada esta homogeneidad teológica a raíz plenamente a su libertad. Así mismo se le critica de la reforma protestante, el iusnaturalismo se que los conceptos de derecho y justicia se con- halla con la necesidad de buscar un nuevo fun- funden al ser soberano titular de la potestad úni- damento, no religioso, pero sí un nuevo funda- ca de determinar lo justo y lo injusto (Orozco, mento que justique la coacción estatal. Una 2005), en este sentido se ve que para Hobbes el muestra de esta nueva concepción con que se hombre pertenece a una categoría inferior y por Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia L A METATEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DEL ESTADO M ODERNO 83 ende, el Estado está por encima del individuo, turaleza no está escrita y solo puede encontrarse al pretender que toda la capacidad del ser esté en el alma de los hombres, aquellos que empu- a disposición del Estado y que es en este último jados por la pasión, la interpretación o la aplican donde el hombre encuentra lo que anhela: la paz mal, no pueden ser convenidos de su error si no asegurada. hay juez establecido que decida (Locke, 1994). Ante la amenaza los hombres para garantizar John Locke de la legitimidad insuciente a la búsqueda de su suciencia la plena observancia de la ley natural y preservar sus derechos naturales, deben abandonar ese es- Para el pensador inglés, a diferencia de Ho- tado y entrar en un estado de sociedad política, bbes, el estado de naturaleza que plantea hi- renunciando cada uno de ellos a su poder natural potéticamente no es un estado de guerra, sino y entregándolo a manos de la comunidad. Esta un estado de perfecta libertad en el cual, la ra- que encarna la sociedad civil incorpora la legi- zón como ley natural gobierna y establece la timidad del Estado cuando entiende y actúa me- obediencia a todos para que cada quien, según diante la voluntad de decisión de las mayorías. Locke, ordene sus acciones y disponga de sus A esto se le conoce como la soberanía nacional o posesiones y personas como juzgue oportuno. soberanía popular, una entidad abstracta y única, No obstante habría que advertir la insuciencia vinculada normalmente a un espacio físico (la legitimadora y sobre todo que la concepción de tierra patria), a la que pertenecen los ciudadanos fondo del estado de naturaleza lockeano, como presentes tanto como los pasados y futuros, y se situación de paz se torna peligroso e inseguro. dene como superiores a los individuos que la Con esto se quiere decir que se pueden violentar componen. Es por esto que se le conoce como el las normas dictadas por la ley natural, pues algún inicio de la soberanía nacional. hombre que no observe estrictamente la equidad En la búsqueda de legitimación del Estado y la justicia intentará privar a otro hombre de su Moderno, Locke teoriza sobre el Poder Legis- derecho a la libertad, a la propiedad e incluso a lativo como primera y fundamental ley positiva la vida; inseguridad esta que surge por la falta de de todos los Estados. Poder este, nacido legítimo un juez imparcial que dirima los conictos entre en tanto que elegido por el pueblo a través de un libres e iguales. Esta insuciencia de legitima- consentimiento mayoritario. De esta forma John ción la corrobora Fernández Santillán cuando Locke llega a ser considerado uno de los padres señala que todos pueden castigar igualmente la de la democracia representativa o parlamentaria. violencia a la ley natural, es decir, todos pueden La legitimidad que otorgan las mayorías en ser jueces en su propia causa cuando algún indi- Locke, reclaman como legítimo que los asocia- viduo abusa de su libertad (Fernández, 1992). dos obedezcan o se obliguen políticamente con Ahora bien como diría Locke, en el segundo el poder supremo y al estar sometidos por las tratado sobre el gobierno civil la ley de la na- leyes que este dice, que son expresión de todos Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia 84 J UAN C ARLOS RODRÍGUEZ SERPA los que lo han consentido, produce no obstante El discurso sobre el origen de la desigualdad la sospecha de insuciencia legítima de la de- entre los hombres, y en el segundo, en sentido mocracia indirecta que recae en Locke, cuando estricto El Contrato Social. El primero trata so- señala que todo hombre que tiene posesiones o bre un convenio conforme al poder, en el cual disfruta de alguna parte de los dominios de un cada quien persigue sus propios intereses. Fer- gobierno, está con ello dando su tácito consenti- nández Santillán en cita que hace el profesor miento de sumisión y mientras siga disfrutándo- Luis Orozco (2005) señala sin embargo El Con- la estará obligado a las leyes de dicho gobierno trato Social de Rousseau es en sustancia ilegíti- (Locke, 1994). mo porque, aún siendo la legitimación del orden Aunque esta última cita de Locke es la que civil, no deja de ser una profundización de la de- denominó insuciencia, sería por otra parte, jus- bilidad de los no propietarios; una nueva forma to reconocer que él es el que sienta las bases justicadora de los ricos, la legitimación de la democráticas del Estado Moderno al dejar abier- usurpación, una ventaja para los ambiciosos. ta en su teoría del contrato social y del poder Sin embargo, el contrato social surge como legítimo la posibilidad de resistir al poder tirano oposición al primer discurso. Este nuevo pacto y de sustraerse al cumplimiento de las leyes por se hace conforme al valor, es decir, como diría reservas de índole moral (Orozco, 1994). Villoro un tipo de contrato que no solo posee coerción física sino también una fuerza moral Rousseau y la autolegitimación que obliga. Rousseau avanza de tal forma que se Con Rousseau sufre cambios sustanciales el propone fundamentar una asociación política tal paradigma contractualista moderno que va de como debería darse, una asociación ideal válida Hobbes a Locke, comenzando porque el ginebri- universalmente (Orozco, 2005). no en su idea hipotética del estado de naturaleza Con Rousseau aparece por primera vez la lo ve como un estado de bondad. No obstante, teoría de la voluntad general. O la Soberanía tal bondad se iría degenerando poco a poco por Popular, como fundamento de la voluntad gene- la civilización o evolucionismo decadente. ral, esta voluntad diere de la voluntad común, Como consecuencia de tal degeneración pues esta busca siempre el interés particular de- Rousseau cree fundamental, fundar lo que al- formador de cualquier intento de legitimidad y gunos han llamado en la interpretación que ha- mientras tanto la voluntad general busca el inte- cen del autor un contractualismo moral, el rés común. Mediante el contrato los hombres se cual se caracterizaría por ubicar el problema del convierten en ciudadanos, los cuales otorgan su contracto en la reexión racional práctica o mo- libertad genuina a la voluntad general, la cual en ral (Bonilla & Jaramillo, 1996). su efecto les enajena una libertad racional civil En la obra intelectual del ginebrino existen dos clases de convenios, el primero en la titulada (legal). Paralelamente este contrato les otorga a los ciudadanos una libertad moral (autonomía). Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia L A METATEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DEL ESTADO M ODERNO 85 La autolegitimidad de Rousseau aparece pre- estar seguros unos de otros frente a la violencia cisamente cuando el autor en el fondo expone y hacer cada uno lo que le parece justo y bueno la obediencia a sí mismo, pues la obligación por su propio derecho sin depender para ello de moral de los ciudadanos de obedecer a las leyes la opinión de otro (Kant, 1996). Sin embargo se deriva de su propia autolegislación. En suma este estado no es visto por el lósofo de Konigs- siendo la ley la expresión de la voluntad gene- berg como un estado de hostilidad permanente ral, el ciudadano al obedecer sus mandatos se como acontece en Hobbes sino como una po- está obedeciendo a sí mismo, está cumpliendo sibilidad, una contingencia (Orozco, 2005) de su propia voluntad (Orozco, 2005). manifestarse en cualquier momento dicha hos- En resumen diría, la legitimidad del Estado Moderno se halla en el seno de la autolegislación tilidad que sería en efecto de la insuciencia de un orden jurídico. del ciudadano en la concepción rossiniana. So- Kant conrma la idea del acuerdo institucio- beranía Popular como diría el propio Rousseau nal del Derecho y en consecuencia esto signica La soberanía no puede estar representada, por para el culto lósofo alemán la condición bajo la misma razón por la que no puede ser enajena- la cual el arbitrio de cada uno puede conciliarse da; consiste esencialmente en la voluntad gene- o coexistir con la libertad de los demás según ral, y la voluntad no se representa; es la misma una regla general o ley universal. Ahora bien, o es otra; no hay término medio. Los diputados se trata entonces de conciliar la libertad con la del pueblo no son, pues, ni pueden ser sus repre- necesidad de legitimar la existencia del Estado sentantes, no son más que sus mandatarios; no Moderno. De ahí que en el lósofo de la Ilus- pueden concluir nada denitivamente. Toda ley tración, el Derecho se justica como garantía de no raticada por el pueblo en persona es nula; una libertad que para nadie es plena y sin lími- no es una ley. El pueblo inglés cree ser libre, y tes, puesto que esta estará siempre sometida a la se engaña mucho; no lo es sino durante la elec- voluntad pública que legitiman toda ley públi- ción de los miembros del Parlamento; desde el ca, es decir si es simplemente posible que un momento en que estos son elegidos, el pueblo ya pueblo se muestre conforme con ella, entonces es esclavo, no es nada. Entendido de esta forma constituirá un deber de tenerlas por legítimas en El Contrato Social de 1762 (Orozco, 2005). (Orozco, 2005). Estas normas serán para todos iguales y será la máxima posible de convivencia. Kant y las claves para la legitimidad del Estado Moderno Immanuel Kant hace el aporte de las claves para la legitimidad del Estado Moderno, se ins- Kant al contrario de sus antecesores tiene una pira en las lecturas que hace de Rousseau cuyo perspectiva distinta del Estado de naturaleza. énfasis en los aspectos éticos y legitimistas del Para él, dicho estado carecía de un orden jurídico poder estatal provocarían la asimilación de las en el cual los hombres aislados nunca pueden ideas nucleares del ginebrino, en especial las de Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia 86 J UAN C ARLOS RODRÍGUEZ SERPA autonomía como libertad moral, la facultad de Estado legítimo y si por el contrario una nueva autolegislación del individuo en tanto que ciu- perspectiva de legitimidad del despotismo ilus- dadano y la voluntad general como vía de expre- trado puente y puerta del Estado liberal repre- sión y salvaguarda de esa autonomía (Rubio, sentativo. 1998). El Derecho entonces sirve a la protección Es importante sintetizar que Kant es el que de la libertad porque garantiza la autonomía de cancela de una vez por todas el problema del cada uno frente a las intromisiones en ella de carácter histórico del contrato social que había otros. servido como argumento en principio meta- De igual forma con base en la fundamenta- teórico de legitimidad del Estado Moderno, no ción de la autonomía y la libertad, Kant expone obstante cabe advertir que en la visión kantiana los atributos básicos ontológicos y el constituti- subyacen paradojas y problemas por aclarar en vo categórico de la dignidad humana como regla términos de aproximación a ellos. moral suprema que fundamenta el ser como un La dicultad que presenta la losofía kantia- n en sí mismo. La garantía de efectividad de na del Derecho es que esa igualdad que salva- esa suprema regla será el Derecho y de esta for- guarda el Derecho es una igualdad simplemente ma se legitimará el Estado Moderno. formal. Estas normas de derecho en Kant regu- El iuslósofo Rubio Carracedo en cita que lan por igual para personas que son asimétricas realizó el profesor Luis Orozco Córdoba, asegu- en cuanto a sus circunstancias sociales y esti- ra que la concepción por parte de Kant del con- los, medios de vida y autonomía que deende trato social como mera idea reguladora efec- el campo de opciones y posibilidades de acción tuó, en realidad una desactivación de Rousseau entre una persona rica y una persona material- y del potencial revolucionario o de transforma- mente pobre. ción social que encerraba su constructo en el que En otras palabras podríamos decir que la li- las relaciones de poder son legítimas únicamen- bertad que asegura el orden jurídico estatal es te a través de la participación democrática de los una libertad positiva, al interferir en el ejercicio ciudadanos, sin mediciones ni representaciones. de la autonomía, y de garantizar las condiciones La trascendentalidad kantiana, en cambio legi- mínimas para competir con igualdad de oportu- tima el Estado como árbitro liberal de los inter- nidades en la de obrar verdaderamente en con- cambios sociales con tal que el legislador dicte diciones materiales de libertad y no en estado de sus leyes como si estas hubieren podido nacer de necesidad. la voluntad unitaria de todo el pueblo y que los En resumen, en Kant el contrato es ya el ciudadanos habrían consentido en tal voluntad principio de la justicia de forma política básica (Orozco, 2005). Vemos entonces el tajante rigor y legítima de la cual emana todo derecho y los kantiano frente a la imposibilidad de una justi- fundamentos de la legitimidad del Estado Mo- cación jurídica y moral a la desobediencia del derno. De esta forma, solo al derecho legítimo, Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia L A METATEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DEL ESTADO M ODERNO 87 se le justica la obediencia racional y moral. desde Hobbes hasta Kant pasando por Locke y La legitimidad, sostiene Eloy García (2000), es Rousseau, han demostrado que las necesidades expresión de la racionalidad que desde sus orí- de legitimidad tienen como correlato la búsque- genes ha venido caracterizando a la modernidad da de la obediencia por parte de los coasocia- política, y agrega frente a la alternativa que re- dos o en el mejor de los sentidos de acuerdo a presenta la fuerza tras la cual subyace un modo nuestra contemporaneidad ciudadanos y ciuda- de entender el poder radicalmente incompatible danas. En este sentido haciendo uso de uno de con la pacicación de la vida que signicó el los niveles de conocimiento de Habermas como Estado, la legitimidad, se caracterizó por tanto lo es lo metateórico se logró comprender todas como una forma de obediencia construida en el aquellas visiones y reexiones contractuales que consentimiento, en la aceptación pacíca del go- pretenden congurar e institucionalizar órdenes bernante por el gobernado. jurídicas y en consecuencia otorgarle un carácter Los neofundamentadores de la legitimidad de legitimación. del Estado Moderno son John Rawls a través de De esta forma se pueden ver en resumen las su Teoría de la justicia y Jürgen Habermas en La perspectivas contractuales tendientes a legiti- reconstrucción del materialismo histórico y en mar el Estado Moderno, aunque con represen- Facticidad y validez. En estas obras, Habermas taciones y cciones distintas sobre el Estado de orienta su énfasis en el problema de legitimidad Naturaleza. Para el iusnaturalismo clásico, por del Estado Moderno en lo que él llama Estado ejemplo, la legitimidad viene conforme a las re- Democrático de Derecho, John Rawls se empe- velaciones que le otorga la Divina Providencia ña una y otra vez en establecer las condiciones a quien ejerce la autoridad política en la tierra. de posibilidad de una sociedad más plural, más Para Thomas Hobbes el carácter de legitimi- justa y tolerante y al hacerlo tiene que resolver dad se deriva de la justicación coactiva garan- los mismos problemas de legitimidad que Ha- tizadora de la paz y de la libertad, de los súbdi- bermas se plantea. tos que previamente han renunciado a ella. El estado de naturaleza antes de la constitución en CONCLUSIONES acuerdo social es para Hobbes fundamentalmen- La legitimidad del Estado Moderno es esen- te un estado hostil, de salvajismo, de allí que en cialmente en Habermas una cuestión política su obra la sintetiza con el axioma que reza que que tiene como escenario, cualquier pretensión el hombre es lobo para el hombre. Por su par- donde se quiera constituir un orden político, así te para John Locke, el padre del Liberalismo, a como en aquellos espacios donde se desarrollen diferencia de Hobbes consideraba que el Estado acciones políticas. No obstante el efecto de tal natural no era un estado de guerra, sin embargo pretensión en la historia desde el estudio y aná- su preocupación estriba en que dicho Estado lo lisis de los diferentes modelos contractualistas que había era un exceso de libertad y que por Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia 88 J UAN C ARLOS RODRÍGUEZ SERPA tanto al dejarlo al arbitrio de los hombres se ge- carácter arduamente participativo que ejercita neraría inseguridad en la convivencia social, por el soberano (que en Rousseau es el pueblo). Fi- ello señala Locke, se hace necesario llegar a un nalmente en el cuarteto de los contractualistas contrato social, donde la sociedad civil como ex- clásicos, está el gigante de la modernidad, Im- presión de las mayorías legitime toda práctica y manuel Kant. Para este lósofo, ya desde una acción política que esté en consonancia con ella. perspectiva más relacional y menos de cción De esa misma forma con base en esa sociedad que sus antecesores, señala que el hombre en el civil el hombre debe crear instituciones regula- Estado de Naturaleza carece en abreviación de tivas y garantizadoras de las libertades, motivo un orden jurídico. por el cual se hace imprescindible acudir a la Ahora bien, para Kant dicho Estado no es justicia expresada jurídicamente en un juez. De hostil, sin embargo ante tal inseguridad jurídica otra parte ubicado en un extremo con relación a por carencia, es susceptible que se de tal hosti- Hobbes, pero cercano un poco a Locke, el ló- lidad, razón por la cual se necesita la creación sofo de Ginebra Jean Jacques Rousseau, parte de instituciones que protejan la autonomía de de que el Estado de Naturaleza, es esencialmen- los asociados como libertad moral, claves de re- te un estado de bondad, alegría, de solidaridad, sonancia de la legitimidad del Estado Moderno donde en síntesis el hombre por naturaleza es según Habermas. esencialmente bueno con sus semejantes. En suma, diría de los cuatro autores lo si- No obstante, dice Rousseau, ante la evolu- guiente: 1) Aunque todos tienen una visión di- ción y civilización del hombre se va creando la ferente del Estado de Naturaleza, no obstante sociedad y es en este estado en sociedad, donde creen en tal referente cticio como punto de par- el ser humano se va corrompiendo, se va degra- tida. 2) A través del contrato social en su efecto dando y va progresivamente entrando en con- los cuatro lósofos ven la posibilidad de la crea- icto con sus semejantes. De tal forma que los ción de instituciones que podrían dar respuestas hombres necesitan para poder convivir, estable- a las problematizaciones del Estado de Naturale- cer un contrato social donde cada uno enajene su za. Así mismo ven en tales acuerdos, la factibili- libertad con el objeto de que se establezca una li- dad de la legitimidad del Estado Moderno. 3) En bertad racional regulativa, expresada en la ley y abstracto la fundamentación de sus reexiones las instituciones políticas y sociales creadas para aunque son producto de un constructo histórico tal n. Es signicativo entonces ver cómo sien- determinado, maniestan una pretensión univer- do las leyes expresión de la voluntad general, sal de validez. el ciudadano o los contratantes al obedecerlas Lo metateórico entonces es un imperativo se están obedeciendo a sí mismos, es decir, se categórico para la comprensión de los neofun- están autolegislando, por ello se podría expre- dadores de la legitimidad del Estado Moderno sar que en Rousseau la legitimidad es efecto del contemporáneo. De ahí que John Rawls y Jür- Justicia, No. 21 - pp. 79-89 - Junio 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/justicia/index.php/justicia L A METATEORÍA DE LA LEGITIMIDAD DEL ESTADO M ODERNO 89 gen Habermas, encarnan las respuestas a esta García, E. (2000). El último triunfo de la li- cuestión permanente de legitimidad. Habermas bertad, la democracia constitucional ante pone énfasis en el problema de la legitimidad su momento maquiavélico. Bogotá: Edición del Estado Moderno en lo que él llama Estado Universidad Externado de Colombia. Democrático de Derecho, John Rawls se empe- Habermas, J. (1992). La reconstrucción del ma- ña una y otra vez en establecer las condiciones terialismo histórico. Madrid: Ed. Taurus Hu- de posibilidad de una sociedad más plural, más manidades. justa y tolerante y al hacerlo en su Teoría de la justicia tiene que resolver los mismos problemas de legitimidad que Habermas se plantea. Hobbes, T. (1994). Leviatán. México: Ed. Fondo de la Cultura. Kant, I. (1996). Fundamentación de la Metafísica de las costumbres. Barcelona: Ed. Ariel REFERENCIAS Berman, M. (1991). Brindis por la modernidad Compilación de Viviescas, Fernando y Giraldo, Fabio. Colombia: el despertar de la modernidad. Bogotá: Ed. Foro Nacional por Colombia. S.A. Locke, J. (1994). Segundo tratado sobre el gobierno civil. Barcelona: Ed. Altaya. Orozco, L. (2005). Contrato social y obediencia al Derecho. Valledupar: Ed. Unicesar. Rubio, J. (1998). El inujo de Rousseau en la - Bonilla, D. & Jaramillo, I. (1996). El iguali- losofía práctica de Kant. En: Guisan y otros. tarismo liberal de Dworkin Ronald. La co- Esplendor y miseria de la ética kantiana. munidad liberal. 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