Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Diana Ofelia Flores Cruz www.asociacioneducar.com Mail: informacion@asociacioneducar.com Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar Todos tenemos una rica herencia de generaciones anteriores que nos ayuda a superar los retos de la vida: la capacidad de aprender. Si hay algo cierto acerca de los seres humanos, es que somos capaces de aprender cualquier cosa. Sin embargo, a pesar de ser algo que hacemos todos los días no tenemos muy claro qué es, cómo sucede o si se puede mejorar la capacidad de aprender. En primer lugar, ¿qué es aprender?, se puede definir como cualquier cambio en el comportamiento que pueda generarse con el conocimiento, la práctica o las experiencias de vida. A lo largo de nuestra vida hemos ido aprendiendo diversas cosas: caminar, hablar, leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, andar en bicicleta, cocinar, conducir, entre otros muchos conocimientos y habilidades. Algunos de estos conocimientos los adquirimos en un lugar específico: la escuela. Sin embargo, de todas las cosas que nos enseñaron en la escuela ¿cuántas recordamos? Por ejemplo, consideremos a un grupo de jóvenes de 19 años, que en promedio han cursado 12 años de educación oficial, sin considerar el jardín de niños. Al preguntarles sobre las capitales del mundo, los ríos de Europa o las principales montañas, no lo recuerdan, a pesar de hacerlo “aprendido”. ¿Entonces, qué pasa? ¿Por qué nuestro cerebro recuerda los nombres de personajes de caricatura, pero no los principales ríos de nuestro país? ¿Por qué aprendo unas cosas y otras no? ¿No se supone que todo se guarda en mi cerebro? En realidad, contrario a lo que mucha gente cree, nuestro cerebro no es como una computadora que guarda toda la información que le llega. En realidad, es básicamente un órgano predictivo encaminado a reducir la incertidumbre del entorno para incrementar las posibilidades de supervivencia del sujeto. La evolución del ser humano ha apostado por el cerebro. Tanto que el 50% de nuestros genes se encargan de darle forma. Sin embargo, así como no sabemos manejar con sólo subirnos en el auto, no sabemos cómo funciona el cerebro sólo por tener uno. La buena noticia es que gracias a los avances de las neurociencias ahora sabemos más acerca de la estructura y funcionamiento del cerebro. De acuerdo con la teoría de Paul Mac Lean, nuestro cerebro puede dividirse según la antigüedad evolutiva de las estructuras que lo conforman: Si bien esta teoría ya está superada a los fines didacticos puede emplearse, sin perder la idea del funcionamiento en red del cerebro. El aprendizaje puede ser de dos tipos: Implícito o emocional: Fácil de aprender y difícil de olvidar. Es un proceso automático, resulta de la atención no selectiva. Requiere de menor inversión de energía y siempre está presente. Tiene su base en la evaluación a favor o contra de la supervivencia. Si la experiencia es fuerte, puede afectar nuestro comportamiento por toda la vida. Explícito o cognitivo: Difícil de aprender y fácil de olvidar. Es un proceso voluntario, requiere atención selectiva y sostenida. Requiere mayor inversión de energía, es más lento y requiere repetición constante. Estas características del aprendizaje cognitivo explican porque no funciona estudiar un día antes del examen. Puede que apruebes, pero no estas aprendiendo, ya que para aprender algo nuevo hay que atravesar por varias etapas: 1ª “Inconsciente no capacitado” o No sé que no sé Como un niño de dos años que no sabe qué es el Cálculo Diferencial 2ª “Consciente no capacitado” o Sé que no sé Consciencia de la ignorancia, sé que existe el Cálculo Diferencial, pero no sé cómo se usa. 3ª Búsqueda del conocimiento ¿Dónde aprendo? ¿Con quién aprendo? 4ª Encontrar el conocimiento Zona del aprendizaje teórico Durante esta etapa pueden aparecer el aburrimiento o la ansiedad 5ª Confusión “No entiendo nada” “Esto es muy difícil” Causas de la confusión Información aún está incompleta No se comprende el lenguaje técnico Se movilizan creencias o convicciones Lucha entre redes neuronales nuevas y viejas Sentirse abrumado por la cantidad de información nueva No creer en las propias capacidades intelectuales Muchas veces, al llegar a esta etapa, nos desesperamos o frustramos y dejamos de lado nuestros intentos por adquirir el nuevo conocimiento que buscamos. Sin embargo, si continuamos trabajando, llegaremos a las últimas etapas: 6ª Comprensión del conocimiento 7ª “Consciente capacitado” o Sé que sé Ya puedo transmitir la información y hablar con otras personas sobre el tema, al practicar esta transmisión se hará más fluida. El aprendizaje nuevo implica usar cuerpo, cerebro y mente como un todo. A medida que aprendemos, el cerebro va reduciendo el número de neuronas implicadas en realizar la actividad. Se estima que del total de aprendizaje explícito-cognitivo, sólo 1/20 puede ser que llegue a la etapa de almacenamiento en la memoria intermedia o de largo plazo. Para poder mejorar la capacidad de aprendizaje, es necesario conocer el proceso que sigue la información antes de llegar a la memoria de largo plazo: 1.- Los estímulos ingresan a través de los sentidos, esto equivale a millones de bits de información por segundo. 2.- Para evitar que el cerebro se sobrecargue de información, los estímulos se evalúan en un primer filtro, llamado Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA), que alerta sobre cambios en el medio ambiente (sonido, color, olor, movimiento, temperatura). Si no existen cambios en el ambiente, los estímulos no pasarán de este filtro. Esto significa que si el aula es un ambiente monótono, la información no pasará de este filtro. 3.- La información que pasó a través del SARA, llega al sistema límbico, donde es evaluado a favor o en contra de la supervivencia con base en los bancos básicos de memoria. La respuesta de esta evaluación emocional se dispara en 125 milisegundos (mitad de un parpadeo). Si el estímulo se considera peligroso, se presentan respuestas físicas: aumento de: ritmo cardíaco, presión arterial, ritmo respiratorio y tono muscular así como disminución o anulación de las funciones del lóbulo prefrontal. Esto significa que si el alumno percibe un estímulo amenazante, su cerebro entrará en modo de supervivencia, lo cual impedirá que la información llegue a los lóbulos prefrontales. 4.- Si la evaluación emocional es neutra o de baja intensidad, se activa el recorrido hacia los lóbulos prefrontales. Aquí se lleva a cabo la evaluación consciente, lo cual lleva más tiempo que la evaluación emocional rápida (500 milisegundos): Como es más completa, permite modelar la respuesta adecuada. Es más probable que alcance la memoria de largo plazo. Conocer estos aspectos sobre las etapas del aprendizaje así como del camino que recorre la información desde los sentidos hasta los lóbulos prefrontales, permite tanto a los alumnos como a los docentes el mejorar las condiciones y estrategias que utilizan para aprender.