Inflamación: Cuando los patógenos superan las barreras externas de la inmunidad innata piel y mucosa, la infección o lesión tisular resultante puede inducir una compleja cascada de fenómenos conocida como reacción inflamatoria. La inflamación puede ser aguda, por ejemplo en respuesta al daño tisular, o crónica, con consecuencias patológicas como artritis y la emaciación vinculada con determinados cánceres. La reacción inflamatoria aguda combate las primeras fases de una infección y pone en marcha procesos que llevan a la reparación del tejido dañado. Las características básicas de una reacción inflamatoria localizada fueron descritas por primera vez por los romanos hace casi 2 000 años: tumefacción (del latín tumor), enrojecimiento (rubor), calor y dolor. En el siglo II dc el médico Galeno añadió otra característica de la inflamación, la pérdida de la función (functio laesa). Minutos después de la lesión tisular aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos (vasodilatación), de lo que resulta un incremento del volumen sanguíneo en la zona. Un mayor volumen de sangre calienta el tejido y lo hace enrojecerse. También se eleva la permeabilidad vascular, lo que ocasiona escape de líquido desde los vasos sanguíneos, en particular en las vénulas poscapilares. Esto da por resultado la acumulación de líquido (edema) que expande el tejido. En pocas horas, en la región inflamada se adhieren leucocitos a las células endoteliales y atraviesan las paredes de los capilares para ingresar en los espacios tisulares, un proceso llamado extravasación . Estos leucocitos fagocitan patógenos invasores y liberan mediadores moleculares que contribuyen a la reacción inflamatoria yal reclutamiento y la activación de células efectoras. Entre los mediadores se encuentran proteínas reguladoras de bajo peso molecular de la familia de las citocinas mencionadas antes. Las citocinas son secretadas por glóbulos blancos y varias otras células del cuerpo en respuesta a estímulos, y tienen papeles importantes en la regulación del desarrollo y el comportamiento de las células efectoras inmunitarias. Las quimiocinas: son un subconjunto importante de citocinas cuya característica distintiva es su capacidad de actuar como quimioatrayentes. (Agentes que hacen que las células se desplacen hacia los sitios en que esos agentes se encuentran en mayores concentraciones).Sin embargo, no todos los quimioatrayentes son quimiocinas. Otros quimioatrayentes importantes son los subproductos del complemento (C5a, C3a) y diversos péptidos N-formilo producidos por la degradación de proteínas bacterianas durante una infección. La unión de quimiocinas u otros quimioatrayentes a receptores en la membrana de las células neutrofílicas desencadena una señal activadora que induce un cambio conformacional en una molécula de la membrana del neutrófilo llamada integrina, lo que incrementa su afinidad por moléculas de adhesión intercelular (ICAM, del inglés intercellular adhesión molecules) presentes en el endotelio. Aunque existen muchos quimioatrayentes distintos, las quimiocinas son los reguladores Más importantes y versátiles del tráfico de leucocitos, ya que controlan de manera selectiva la adhesión, la quimiotaxis y la activación de diversas subpoblaciones leucocitarias. Las quimiocinas inflamatorias suelen ser inducidas en respuesta a infección o a citocinas proinflamatorias (que promueven la inflamación). Las quimiocinas hacen que los leucocitos ingresen en diversos sitios tisulares al inducir la adhesión de dichas células al endotelio vascular que recubre las paredes de los vasos sanguíneos. Después de la entrada en los tejidos, los leucocitos se desplazan por quimiotaxis hacia las mayores concentraciones localizadas de quimiocinas en el sitio de la infección. De este modo, los fagocitos dirigidos y las poblaciones de linfocitos efectores son atraídos hacia el foco de inflamación. Una función importante de las células atraídas al sitio inflamado es la fagocitosis de los microorganismos invasores. Elie Metchnikoff describió el proceso de la fagocitosis en el decenio de 1880 y le atribuyó un papel importante en la inmunidad. Formuló la hipótesis de que los leucocitos que engullen y destruyen patógenos eran los principales efectores de la inmunidad, más decisivos, según él, que las defensas mediadas por componentes séricos (anticuerpos). Metchnikoff acertó al atribuir una función decisiva al proceso de la fagocitosis, y ahora sabemos que la falta de esta función causa inmunodeficiencia grave. El proceso general de la fagocitosis de bacterias macrófago, y los productos de la lisis se secretan. Entre estos productos se incluyen moléculas que portan PAMP, lo cual alerta a los receptores celulares sobre la presencia del patógeno. La reunión del leucocitos en sitios de infección, orquestada por quimiocinas, es una fase esencial de la respuesta enfocada a la infección. Por último, algunas señales generadas en sitios de inflamación son llevadas de manera sistemática a otras partes del cuerpo, donde inducen cambios que apoyan la inmunorreacción innata (lo cual se expone más adelante, en la sección que aborda la reacción de fase aguda).neutrófilos el primer tipo celular en unirse al endotelio inflamado y extravasarse a los tejidos, la exposición aquí se concentrará en su ingreso, teniendo presente que otros leucocitos utilizan mecanismos similares. La extravasación impone al neutrófilo desafíos formidables. Primero, debe reconocer el endotelio inflamado; debe adherirse fuertemente de modo que no sea barrido por el flujo de sangre; y mientras se aferra a la pared del vaso, debe penetrar la capa endotelial y acceder al tejido subyacente. La extravasación de neutrófilos puede dividirse en cuatro pasos: a) rodamiento, b) activación por estímulo quimioatrayente, c) detención y adhesión y d) migración transendotelial. En el primer paso, los neutrófilos se fijan laxamente al endotelio mediante interacción de baja afinidad entre glucoproteínas mucinas en los neutrófilos, selectinas en las células endoteliales. En ausencia de señales adicionales, las débiles interacciones que unen el neutrófilo a la célula endotelial son interrumpidas con rapidez por fuerzas cortantes cuando la sangre circulante fluye alrededor de la célula. A medida que las distintas regiones de la superficie del neutrófilo se unen y desprenden, el neutrófilo gira dando tumbos sobre la superficie del endotelio. Mientras el neutrófilo rueda sobre el endotelio, es posible que encuentre quimiocinas u otros quimioatrayentes que se han producido en el sitio de un proceso inflamatorio. La ulterior interacción entre integrinas y ICAM estabiliza la adhesión del neutrófilo a la célula endotelial, lo que permite a aquél abrirse paso entre las células del endotelio.