42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 42 > HIGIENE INDUSTRIAL FICHA TÉCNICA AUTOR: DAIMIEL MORA, Carlos. TÍTULO: Las dermatosis profesionales por productos químicos. FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos Laborales, nº 48, pág. 42, abril 2008. RESUMEN: A pesar de la gran eficacia que ofrece la piel como barrera de defensa natural frente a las agresiones provocadas por productos químicos, las dermatosis profesionales suponen entre un 40 y un 50% de las enfermedades ocupacionales. Sustancias con propiedades corrosivas, irritantes, sensibilizantes o fototóxicas son utilizadas a diario por miles de trabajadores sin que, en la mayoría de los casos, se adopten medidas preventivas adecuadas para minimizar sus potenciales efectos. Es imprescindible conocer los mecanismos básicos de defensa cutánea, las características más destacadas de las dermatosis producidas por sustancias químicas, las actividades laborales más afectadas por estas patologías y las medidas preventivas básicas a adoptar. DESCRIPTORES: • Higiene industrial • Vigilancia de la salud • Enfermedad profesional • Dermatosis profesional • Dermatitis irritativa de contacto • Dermatitis alérgica de contacto • Productos químicos • Fototoxicidad • Fotosensibilización Las dermatosis profesionales por productos químicos Las industrias química, textil, farmacéutica, de alimentación, de plásticos o artes gráficas son algunas de las actividades más afectadas por las dermatosis profesionales causadas por sustancias químicas. ¿Cómo afectan a la salud de los trabajadores? Las medidas que tomen los profesionales sanitarios responsables de la vigilancia de la salud son imprescindibles para detectarlas y tratarlas. Carlos Daimiel Mora, técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales de Ibermutuamur. El autor de este artículo quiere agradecer al doctor Carlos Ortega Molina, de Ibermutuamur, su desinteresada colaboración y su inestimable punto de vista profesional. 42 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales Nº 48 • Abril de 2008 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 43 www.riesgos-laborales.com a piel constituye una frontera muy eficaz que aisla los órganos internos del cuerpo humano de las agresiones del mundo exterior. Con una superficie total en un adulto de unos dos metros cuadrados y una sexta parte de nuestro peso corporal, este escudo natural puede protegernos gracias a su gran resistencia y elasticidad frente a agresiones de tipo mecánico 1 (presión, elongación , estiramiento, fricción), agentes físicos (calor, frío, radiación solar), productos químicos (disolventes, jabones, desengrasantes, pinturas, aceites) y microorganismos patógenos (virus, bacterias, hongos, parásitos). L Sin embargo, cuando se sobrepasan ciertos límites y su integridad física se ve alterada, puede aparecer una serie de patologías cutáneas, denominadas dermatosis, que, si tienen su origen en el ámbito laboral, se llaman profesionales. Por tanto, se pueden definir como alteraciones de la piel, mucosas o sus anexos directamente causadas, condicionadas o agravadas por la actividad laboral o el medioambiente de trabajo. En principio, como se verá más adelante, son numerosos los factores que pueden desencadenar dermatosis profesionales, aunque los más importantes son los originados por el uso de productos químicos de diversa naturaleza (pinturas, barnices, lacas, disolventes, adhesivos, fluidos de corte, limpiadores, etc.) y cuya incidencia en la estadística de enfermedades profesionales es muy significativa. De hecho, este tipo de alteraciones puede llegar a suponer entre un 40 y un 50% de todas las enfermedades ocupacionales; de éstas, aproximadamente un 90% se corresponde con dermatosis de contacto. Con estos datos es posible imaginarse el enorme gasto económico y social que suponen, posicionándose como una de las principales causas de absentismo laboral por enfermedad profesional en España. Desde el punto de vista legal, las dermatosis profesionales se encuentran encuadradas dentro del Grupo 5, enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados, del vigente Cuadro de Enfermedades Profesionales, 1 Alargamiento. Nº 48 • Abril de 2008 que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2007 por aplicación del Real Decreto 1299/2006. En este grupo se encuentran productos químicos utilizados habitualmente en sectores productivos tan importantes como la industria química, textil, farmacéutica, alimentación, plásticos, artes gráficas y un amplio etcétera. Este artículo pretende ser una breve aportación informativa que permita clarificar las características más importantes de las afecciones cutáneas producidas por productos químicos, cuáles son las tareas o actividades laborales más susceptibles de sufrir este tipo de patologías cutáneas y, por último, aportar una serie de medidas preventivas de utilidad para minimizar en lo posible los efectos negativos de este tipo de enfermedades profesionales. nado manto ácido) que tiene dos funciones muy importantes de protección: • Permite aglutinar, cohesionar y conservar adecuadamente tanto las capas celulares corneales como la humedad dérmica. • Su pH ácido evita la proliferación y crecimiento de microorganismos patógenos en la superficie de la piel. Es sumamente importante mantener la integridad estructural del manto ácido y del estrato corneal. Factores como los cambios bruscos de temperatura, el agua, las agresiones provocadas por productos químicos deshidratantes como ácidos, bases, disolventes, productos de limpieza, etc., provocan la pérdida de humedad y de las capas de células con queratina, eliminando su capacidad como barrera de defensa natural de la epidermis. Fisiología básica de la piel Es un órgano que desempeña funciones protectoras muy importantes, no sólo como primera barrera mecánica de protección natural contra agresiones externas (fricciones mecánicas, penetración de productos químicos y microorganismos patógenos, acción de la radiación ultravioleta, etc.), sino que participa de forma esencial en los mecanismos de termorregulación corporal, la percepción sensorial del exterior, la generación de vitamina D y la respuesta inmunológica. La piel humana está constituida, básicamente, por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis. Epidermis. Es la capa más externa de la piel y sirve como primera barrera de defensa natural frente a las agresiones exógenas. Aunque está formada por varias capas superpuestas de estructura más o menos compleja, las más importantes son: > Estrato córneo: zona más superficial de la epidermis caracterizada por su gran resistencia frente a tensiones mecánicas, agentes químicos y microbiológicos. Sus células son escamosas, planas, delgadas e inertes, agrupadas en estratos laminares (unas 10-20 capas normalmente) y en su citoplasma existe gran cantidad de una proteína denominada queratina que, junto con la humedad natural de la piel, le confiere sus propiedades de dureza, impermeabilidad y resistencia mecánica. Está, además, recubierto por una fina película hidrolipídica con pH ácido (denomi- > Estrato basal: es el responsable de la regeneración y renovación de la epidermis, ya que en ella se generan los queratocitos (células específicas que contienen la queratina) que al ir creciendo y desplazándose hacia las capas más superficiales favorecen la regeneración celular de la epidermis. Al cabo de 4 a 8 semanas alcanzan el estrato corneal y son eliminadas por la descamación. En este estrato basal se localizan los melanocitos (células con alto contenido en melanina) responsables de la pigmentación y de los sistemas de protección frente a la radiación solar. Dermis. Aunque constituye una segunda barrera de protección al situarse inmediatamente después de la epidermis, actúa más como soporte estructural de la piel y como ubicación de una intrincada red de vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, glándulas sebáceas y sudoríparas, folículos pilosos, etc. Básicamente, está compuesta por fibras de colágeno (que le aportan resistencia y firmeza estructural), fibras de elastina (que le dan una gran elasticidad a la piel), agua (que la mantiene hidratada gracias a su fijación por el ácido hialurónico situado en la dermis), sales minerales y diversos tipos de proteínas orgánicas. Además de esta función estructural, la red de vasos sanguíneos interviene tanto en la alimentación de la epidermis como en los fenómenos de Gestión Práctica de • 43 Riesgos Laborales 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 44 > HIGIENE INDUSTRIAL 1 TA B L A Principales causantes de alteraciones de la piel de tipo profesional Factores mecánicos Traumatismos Fricción Presión Polvo Efectos de grupo: Cortes, arañazos, punciones, ampollas. Abrasiones, isomorfismo. Liquenificación, callos Factores físicos Radiaciones Humedad Calor Frío Vibraciones mecánicas Efectos específicos: Fotodermatitis, radiodermatitis, cáncer cutáneo. Maceración, irritación. Erupciones por calor, quemaduras, eritema. Congelación, xerodermia, urticaria, paniculitis. Fenómeno de Raynaud. Factores químicos Ácidos y bases Detergentes. Disolventes Metales. Resinas Aceites de corte Colorantes. Alquitrán Caucho, etc. Efectos de grupo: Deshidratación. Inflamación. Necrosis. Alergias. Fotodermatitis, acné. Discromía. Factores biológicos Bacterias Virus Dermatófilos (hongos) Parásitos (ácaros, piojos, etc.) Plantas Insectos Efectos específicos: Piodermatitis o piodermitis. Verrugas múltiples. Dermatomicosis. Parasitosis. Fitodermatitis. Urticaria. Co-factores de riesgo Eczema (atópico, dishidrótico, seborreico, numular). Psoriasis. Su misión básica es servir como reserva energética del cuerpo humano, ya que en ella se ubican los adipocitos, células específicas que sintetizan y almacenan la grasa corporal. En resumen, la hipodermis sirve como soporte mecánico entre los tejidos, los músculos y las capas más externas de la piel y es muy eficaz como almohadilla de protección frente a traumatismos mecánicos. Además, actúa como un buen aislante frente al frío o al calor ambiental y, sobre todo, es un depósito energético de primer orden que almacena grasa cuando la actividad física es baja, y la elimina cuando las necesidades energéticas así lo demandan. Acción de los productos químicos sobre la piel Al constituir la piel una frontera natural con el mundo exterior, son muchos los factores exógenos que continuamente atacan y deterioran de forma progresiva su estructura. Ello provoca alteraciones importantes en su integridad y funcionalidad que pueden mermar su capacidad protectora. Aunque existen causas endógenas que pueden provocar enfermedades de la piel (dermatitis seborreica, atópica, psoriasis, etc.), la mayoría de las dermatosis suele tener un origen laboral. En la Tabla 1 pueden verse resumidos los principales factores causantes de alteraciones de la piel de tipo profesional y sus efectos más significativos. Sobre los efectos provocados por los productos químicos, se puede apuntar que la tipología y gravedad de las consecuencias de la interacción entre la piel y este tipo de agresivos no sólo depende de las características intrínsecas de éstos sino también de factores de tipo ambiental y personal. Éstos se resumen en: Xerodermia. Acné. Fuente: Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo, Organización Mundial de la Salud. termorregulación corporal, las terminaciones nerviosas le otorgan a la piel un papel fundamental como órgano de percepción sensitiva, las glándulas sebáceas y sudoríparas forman una película mezcla de sudor-sebo que constituyen, en parte, el manto ácido periférico y determinadas células 44 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales específicas (macrófagos, mastocitos, etc.) intervienen activamente en los procesos de defensa cutánea frente a agresiones externas. Hipodermis: también denominada tejido celular subcutáneo, es la capa más profunda de la piel. > Características físico-químicas de la sustancia química: grupo químico al que pertenece, grado de ionización, tamaño molecular, solubilidad, volatilidad, pH, estado físico en el que se encuentra, etc. > Tipo de exposición: tiempo de exposición del trabajador, concentración del producto químico, zona de contacto, actividad física requerida por el puesto, eficacia de los equipos de protección individual utilizados, etc. Nº 48 • Abril de 2008 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 45 www.riesgos-laborales.com > Condiciones ambientales: temperatura de trabajo, humedad relativa del aire, corrientes de aire, trabajos a la intemperie o en interiores, etc. > Condicionantes personales: edad, sexo, grado de pigmentación, estado de integridad de la piel (heridas, quemaduras, microtraumatismos), enfermedades dérmicas previas (acné, hiperhidrosis, dermatomicosis, atopía), etc. Según la información precedente, y haciendo un importante esfuerzo de síntesis, se podrían agrupar en tres grandes apartados los efectos de los productos químicos sobre nuestra piel: > Primarios. Pertenecen a este grupo todas las sustancias que dañan la piel de cualquier persona en muy poco tiempo (segundos o minutos) si la exposición es suficiente en intensidad y duración. Las lesiones que provocan son destructivas (suelen asociarse con necrosis de los tejidos), se circunscriben exclusivamente al área de contacto con la piel y sus límites están bien definidos. Como ejemplos característicos de este grupo están los ácidos fuertes (sulfúrico, nítrico, clorhídrico, crómico), los álcalis concentrados (sosa, potasa), determinadas sales metálicas (cromatos, sulfatos, nitratos), algunos disolventes industriales y ciertos gases. Por la inmediatez de los efectos suelen considerarse dentro del campo de los accidentes de trabajo. > Acumulativos. Un número importante de sustancias químicas no manifiesta sus efectos de forma inmediata sino que surgen tras repetidas exposiciones. En los primeros contactos se deterioran parcialmente las barreras superficiales de defensa y, tras mantener la exposición, las lesiones se cronifican apareciendo las primeras evidencias clínicas. El área afectada puede no estar tan bien definida como en el grupo anterior e, incluso, como en el caso de las alteraciones de tipo alérgico, pueden aparecer en zonas donde no ha existido contacto directo. A este grupo pertenece gran cantidad de disolventes, desengrasantes, jabones, productos de limpieza, pinturas, resinas, compuestos metálicos, etc. > Penetración dérmica. Algunos productos químicos, además del efecto local por contacto Nº 48 • Abril de 2008 Un número importante de sustancias químicas no manifiesta sus efectos de forma inmediata sino que surgen tras repetidas exposiciones directo con la piel, tienen la propiedad de atravesar la capa de protección constituida por la epidermis y la dermis, llegar hasta la red de vasos sanguíneos periféricos y distribuirse aprovechando el riego sanguíneo, atacando selectivamente determinados órganos diana muy vulnerables como el riñón, el hígado o el sistema nervioso central. Éste es el caso de algunos metales como el magnesio, el estaño o el selenio con conocidos efectos renales y/o hepáticos, o los disolventes industriales que actúan como depresores del sistema nervioso central. En estos casos, a la exposición tradicional a estos contaminantes por vía inhalatoria habría que sumarle la producida por la penetración dérmica y que puede cuantificarse analíticamente mediante su determinación en los fluidos biológicos del trabajador (sangre, orina, aire exhalado), o sobre otros soportes orgánicos como el pelo o las uñas. Este artículo se centrará en analizar los efectos primarios y acumulativos producidos por productos químicos. Clasificación de las dermatosis profesionales de origen laboral Haciendo un esfuerzo de síntesis, se pueden agrupar así: Quemaduras químicas. Son la consecuencia de reacciones muy agresivas (tipo ácido-base u oxidación-reducción) entre determinadas sustancias químicas y la materia orgánica de la piel. Esta interacción provoca alteraciones muy importantes en las estructuras celulares cutáneas. Su gravedad dependerá, lógicamente, del tipo de sustancia química implicada (ácidos o bases fuertes, por ejemplo), de su concentración y del tiempo de contacto. Las lesiones estructurales en la piel suelen ser irreversibles (necrosis) en el caso de las sustancias corrosivas, y reversibles en la mayoría de las sustancias irritantes fuertes. Una característica importante de este tipo de lesiones cutáneas es que suelen limitarse exclusivamente al lugar de acción, están bien definidas y, una vez eliminado el contacto, generalmente curan rápidamente con los tratamientos médicos adecuados. Ejemplos de sustancias corrosivas e Gestión Práctica de • 45 Riesgos Laborales 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 46 > HIGIENE INDUSTRIAL continua al reanudar el trabajador su actividad habitual. © Latin Stock Dermatitis alérgicas de contacto. Se trata de una alteración cutánea que no afecta por igual a todos los trabajadores que se exponen a productos químicos sino solamente a determinados individuos previamente sensibilizados, ya que requiere la participación activa del sistema inmunológico. Las sustancias químicas que actúan como alérgenos necesitan atravesar la barrera que supone la epidermis y excitar determinadas proteínas de las células cutáneas responsables de la respuesta inmunológica; por ello, es frecuente que dermatitis crónicas sean la antesala de procesos alérgicos puesto que el daño previo de la piel favorece la penetración de los alérgenos hacia las zonas celulares donde se ubica la respuesta inmunológica. Una vez adquirida la sensibilización, la curación completa es muy improbable y sucesivas exposiciones pueden agravar el problema. irritantes que pueden provocar quemaduras químicas son los ácidos fuertes (nítrico, sulfúrico, clorhídrico), las bases fuertes (sosa, potasa), los metales alcalinos o los deshidratantes fuertes (cal deshidratada). el compuesto irritante se presenta en forma de polvo o vapor. Dentro de este grupo de sustancias irritantes se pueden citar los disolventes, jabones, detergentes, deshidratantes, resinas y multitud de compuestos químicos muy habituales en la industria. Dermatitis irritativas de contacto. Ciertas sustancias químicas no llegan a producir daños estructurales tan irreversibles como en el caso de las materias corrosivas ni generan fenómenos inmunológicos de sensibilización, como sucede con las sustancias sensibilizantes. Pueden afectar a cualquier persona que entra en contacto con ellas en cantidad y tiempo suficiente. El efecto irritante de los productos químicos se desarrolla en dos fases: > Fase crónica: si la exposición continúa, los mecanismos de defensa y reparación de la epidermis-dermis no actúan adecuadamente y la irritación se cronifica manifestándose por una presencia permanente de piel enrojecida, seca y descamativa, derivando, finalmente, en la aparición de fisuras y grietas en las zonas de contacto. > Aguda: los primeros contactos presentan signos característicos tales como calor local, enrojecimiento, hinchazón, picor, etc., localizados, generalmente, en la zona de contacto con la piel. Habitualmente se centran en las manos y antebrazos (áreas de mayor uso por parte de los trabajadores) aunque también pueden darse en la frente, párpados, cara o cuello cuando En muchos casos, el deterioro crónico de la piel es tan severo que aun habiendo cesado el contacto con el agente químico irritante, al reanudar la exposición, incluso mucho tiempo después, vuelven a reproducirse las lesiones dérmicas. Por ello, es vital tratar convenientemente, y de forma completa, este tipo de dermatosis crónicas por el riesgo de recaída 46 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales Los síntomas típicos de una reacción alérgica suelen aparecer en individuos previamente sensibilizados, dependiendo del producto químico y del tipo de exposición, en tiempos que varían desde las 8 hasta las 48 horas, afectando principalmente a la piel (enrojecimiento, irritación, hinchazón, picor), al sistema respiratorio (rinitis, procesos asmáticos), y, en los casos más extremos, al vascular (shock anafiláctico). A diferencia de los procesos irritativos, los fenómenos alérgicos suelen caracterizarse por necesitar menor concentración de productos químicos para manifestarse y por su tendencia a aparecer y difuminarse más allá de la zona de contacto inicial. Un dato interesante a tener muy en cuenta es que, una vez adquirida la sensibilización, la curación completa es muy improbable y sucesivas exposiciones pueden agravar el problema. Incluso en los casos más extremos pueden hacer abandonar su profesión a la persona afectada. Algunos alérgenos de origen químico son: > Compuestos metálicos (níquel, cobalto, mercurio): son componentes habituales en aleaciones metálicas que pueden inducir procesos alérgicos en los trabajadores. Concretamente el níquel y el cobalto pueden ser responsables de la incapacidad de ciertas personas para tolerar el uso de pendientes, anillos, relojes o pulseras que contienen estos metales en su composición. Al mercurio se le relaciona con sensibilizaciones cutáneas debidas a productos sanitarios Nº 48 • Abril de 2008 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 47 www.riesgos-laborales.com (desinfectantes, fundamentalmente) o cosméticos que contienen derivados mercuriales. También pueden observarse efectos por mercurio en la manipulación de prótesis dentales fabricadas con amalgamas metálicas, en la fabricación de termómetros o la aplicación de pesticidas. > Cromo: los compuestos de cromo hexavalente (VI) han sido considerados como habituales alérgenos en el ambiente laboral (al que hay que sumar su efecto como irritante cutáneo). Este elemento químico está presente en muchos compuestos (cromatos, dicromatos, trióxido de cromo) que forman parte de disolventes, desengrasantes, reveladores, pinturas, etc. de procesos habituales en la industria de la fabricación de aceros, tratamientos de curtidos, artes gráficas, etc. En este sentido, también es importante destacar su incidencia en el sector de la construcción por la utilización de cementos aditivados con cromo (VI). La mezcla del cemento con el agua produce la solubilización del cromo (VI) y su contacto con la piel del trabajador produce picor, enrojecimiento, descamación y agrietamiento. Aunque desde 2005 la normativa limita el contenido en este metal a menos de un 0,0002% de peso en los cementos comercializados, esta dermatosis profesional tiene una incidencia importante entre los trabajadores de la construcción. > Látex: su creciente introducción y la de sus derivados en el sector sanitario, bien formando parte de medidas de profilaxis básica (guantes, partes de mascarillas), o bien por el uso generalizado de material sanitario que contiene ese compuesto (sondas, tubuladuras, recipientes), ha propiciado el crecimiento de lo que genéricamente se denominan alergias al látex. Se trata de reacciones de tipo alérgico provocadas por el contacto con determinadas proteínas (esencialmente heveinas) presentes en el látex natural, o bien por la introducción de multitud de aditivos de tipología química muy variada (carbamatos, tiuranes, antioxidantes, plastificantes, estabilizantes) incorporados al proceso de fabricación tanto del látex natural como del látex sintético (neopreno, butilo, nitrilo, poliestireno). Nº 48 • Abril de 2008 Dependiendo de factores como el tiempo de exposición, la cantidad y tipo de alérgeno presente en el látex y el grado de sensibilización del trabajador, los efectos pueden evolucionar desde cuadros dérmicos como enrojecimiento, picor y urticarias, hasta el desarrollo de fenómenos respiratorios más serios como rinitis, conjuntivitis o asma. Los casos más severos donde existe contacto prolongado con mucosas pueden incluso llegar a desencadenar un shock anafiláctico. > Formaldehído: esta sustancia y muchos de sus derivados de uso industrial (especialmente en forma de resinas) son ampliamente utilizados como parte de compuestos: colas, adhesivos, pinturas, desinfectantes, fluidos de corte, aglomerantes de maderas, etc. Las alergias suelen aparecer por el contacto reiterado con materiales, equipos o ropa que incluyen en su composición al formaldehído o alguno de sus derivados industriales. > Isocianatos: también conocidos como poliuretanos, tienen una amplia aplicación como componentes de pinturas, aislantes térmicos y acústicos en construcción, plásticos, espumas para sillones y colchones, derivados del caucho, etc. Algunos de los más conocidos, como el diisocianato de 1,6-hexametileno (HDI), el diisocianato de 1,5-naftileno (NDI) o el diisocianato de 2,4-tolueno (TDI) unen a su capacidad como sensibilizante cutáneo la capacidad de provocar cuadros de sensibilización pulmonar. > Otros compuestos: aunque en la actualidad existen numerosos grupos de productos químicos que pueden llegar a producir reacciones alérgicas sobre la piel, los que destacan por su importancia en la actividad laboral son los siguientes: • Resinas epoxi (pinturas, barnices, tratamientos superficiales, adhesivos). • Acrilatos (adhesivos, colas, pegamentos, plastificantes de pinturas). • Glutaraldehído (desinfectante sanitario, industria papelera). • Disolventes industriales (pinturas, barnices, colorantes, tintas de artes gráficas). • Pesticidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas, raticidas, conservadores de madera). • Fertilizantes. Fototoxicidad y fotosensibilidad. La combinación de fuentes de luz natural o artificial con determinadas sustancias químicas puede provocar respuestas fototóxicas o de fotosensibilización. Se pueden definir las sustancias fototóxicas como aquéllas que aumentan la reactividad de la piel a la radiación ultravioleta o a la luz visible. Al tratarse de un efecto no inmunológico, suele afectar a todos los individuos tras la primera exposición, se limita a la zona expuesta (cara, cuello y brazo-mano, fundamentalmente) y su gravedad dependerá de la concentración de la sustancia fototóxica, de la intensidad de la radiación y del tiempo de exposición. Ejemplos de estas sustancias son los alquitranes y breas, determinados colorantes (fluoresceina, quinonas, azul de metileno o rosa de bengala), el sulfato de cadmio (usado en tatuajes) o determinados medicamentos o drogas (tetraciclina, sulfoamidas, tiazidas). Las sustancias fotosensibilizantes, sin embargo, necesitan la intervención activa del sistema inmunológico, afectan sólo a individuos previamente sensibilizados, se necesita una cantidad mucho más pequeña que en las sustancias fototóxicas y pueden manifestar sus efectos en zonas de la piel diferentes a las de contacto. En este grupo de sustancias se encuentran determinados medicamentos (antiinflamatorios, antihistamínicos, anestésicos, diuréticos, etc.) y algunos productos cosméticos que contienen estas sustancias en su composición. Como es lógico, este tipo de afecciones cutáneas tienen una mayor incidencia en actividades en las que se pasa una parte importante de la jornada de trabajo al aire libre como trabajadores de la construcción, jardineros, agricultores, ganaderos, pescadores, etc. Acné ocupacional. Ciertos productos químicos parecen ser responsables de determinadas dermatosis acneiformes que afectan a los folículos pilosos y a las glándulas sudoríparas. En el denominado acné clórico los responsables son sustancias halógenas (especialmente el cloro) que interfieren el metabolismo de la vitamina A subcutánea provocando la aparición de pápulas foliculares negruzcas en las zonas expuestas. En el acné por oclusión mecánica se produce el taponamiento de los orificios de la piel debido a la acción de sustancias químicas de alta viscosidad Gestión Práctica de • 47 Riesgos Laborales 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 48 > HIGIENE INDUSTRIAL como los fluidos de corte, los alquitranes, las parafinas o los hidrocarburos pesados. El de tipo ocupacional suele verse agravado en puestos de trabajo en los que se tiene una extrema suciedad, deficiente higiene personal y la presencia prolongada de ropas que estén impregnadas de productos químicos. Cáncer cutáneo. Aunque la mayoría de los procesos cancerígenos de origen laboral puede ser atribuible a la exposición a la radiación ultravioleta, algunos compuestos químicos como los derivados del arsénico, la brea de alquitrán y sus aplicaciones alquitranosas, el hollín o ciertos aditivos de los fluidos de corte son sospechosos de favorecer la aparición de cáncer en las zonas expuestas de la piel. Sin embargo, es conveniente ser muy cauto en este tema ya que, aunque las estadísticas cifran en torno al 1-2% la incidencia del cáncer cutáneo ocupacional atribuible a sustancias químicas, parece muy complicado establecer una relación causal clara entre exposición a este tipo de sustancias y cáncer cutáneo. Es conveniente recordar que estas dermatosis profesionales debidas a productos químicos comentadas con anterioridad pueden verse afectadas por factores agravantes que pueden intensificar sus efectos negativos sobre los trabajadores. Entre ellos, se pueden destacar los factores agravantes personales: > Tipo y pigmentación de la piel: pieles muy claras, rubias y pelirrojas suelen tolerar peor la exposición dérmica a productos químicos. Pieles con mucho vello y tipología grasa favorecen el desarrollo de acné laboral y foliculitis, y pieles secas en ambientes con baja humedad ambiental son propensas a la aparición de grietas y fisuras. > Dermatosis previas: las personas con alteraciones crónicas de la piel (eczemas alérgicos, psoriasis, infecciones bacterianas o fúngicas) son más propensas a sufrir este tipo de patologías. Dentro de este grupo las personas atópicas (individuos que tienen una tendencia, congénita o adquirida, a sufrir cuadros alérgicos a materias muy comunes presentes en el entorno cotidiano como el polvo, el polen, etc.) suelen ser las más afectadas por los productos químicos. 48 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales > Hiperhidrosis: los problemas dérmicos acarreados por la sudoración excesiva o hiperhidrosis pueden verse agravados por trabajos que requieran esfuerzo físico importante, temperatura y humedad ambiental altas, uso continuo de guantes y botas de goma, etc. > Acné: trabajadores jóvenes con cuadros de acné pueden ver agravado su problema en actividades donde se trabaja con aceites minerales, fluidos de corte o derivados alquitranados. > Piel deteriorada: lesiones cutáneas previas, heridas, llagas, grietas, microtraumatismos, quemaduras, etc. pueden ser la antesala de futuras alteraciones cutáneas. > Circunstancias personales específicas: determinadas situaciones transitorias especiales como cambios hormonales por embarazo o lactancia, medicaciones sistemáticas por tratamientos crónicos, estrés emocional severo, etc. pueden alterar el delicado equilibrio dérmico y potenciar los efectos de exposición laboral a productos químicos. Entre los factores agravantes laborales se encuentran: 2 > Condiciones termohigrométricas severas: variaciones bruscas de temperatura, trabajos en ambientes calurosos y húmedos que favorezcan la sudoración, lugares de trabajo muy secos, etc. > Esfuerzo físico: tareas que supongan requerimientos físicos importantes favorecen la sudoración y, como consecuencia, posibles irritaciones dérmicas, aumento de la temperatura superficial de la piel, ropa de trabajo mojada durante gran parte de la jornada, etc. > Ambientes sucios: desenvolverse en lugares o puestos de trabajo sucios y/o grasientos puede ocasionar no solamente presencia de restos de sustancias sobre la piel sino la necesidad de lavados más frecuentes y, por 2 Circunstancias del medioambiente del trabajo, temperatura, humedad, velocidad del aire, tipo de vestimenta, consumo metabólico, etc, que condicionan el equilibrio térmico entre el hombre y el ambiente. tanto, favorecen el deterioro por abrasión de la piel debido al uso de jabones no adecuados y/o secados continuos. Tareas o actividades susceptibles de generar dermatosis profesionales Aunque son muy numerosas las actividades laborales con riesgo de aparición de dermatosis profesionales debidas a productos químicos, es evidente que en algunas de ellas la incidencia de este tipo de patologías suele ser más significativa. En la Tabla 2 se describen actividades laborales y grupos de productos químicos donde esta problemática suele ser importante. Medidas preventivas para evitar las dermatosis profesionales > Medidas técnicas. Tienen como objetivo impedir o, si no es posible completamente, reducir a un nivel aceptable el contacto del trabajador con las sustancias agresivas para la piel mediante la actuación directa sobre el propio proceso productivo, las instalaciones o los equipos de trabajo utilizados. Entre ellas destacan: • Estudiar la sustitución de productos químicos agresivos para la piel por otros que, realizando la misma función productiva, no tengan efectos adversos. Un apoyo muy importante en este punto lo aportan las fichas de seguridad de los productos químicos donde se reflejan todos sus datos toxicológicos y sus potenciales efectos adversos. • Incorporar sistemas de extracción localizada de contaminantes y mejorar la ventilación general de aquellas instalaciones que generen contaminantes químicos que se puedan transmitir por vía aérea. • Analizar la posibilidad de automatizar o trabajar en circuito cerrado en determinadas fases de procesos productivos (descarga, dosificación o calentamiento de productos químicos, por ejemplo) que pueden generar elevadas cantidades de materia particulada, nieblas o vapores de productos químicos en las inmediaciones de puestos de trabajo. Nº 48 • Abril de 2008 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 49 www.riesgos-laborales.com TA B L A 2 Actividades laborales y grupos de productos químicos Actividad / Puesto de trabajo Sector sanitario: Médicos ATS / DUE diplomado universitario en enfermería) Auxiliares de enfermería Producto químico Efecto principal* Desinfectantes Alcoholes Jabones y detergentes Látex y derivados sintéticos (guantes, sondas, drenajes, etc.) Formaldehído – glutaraldehído Esterilizantes Anestésicos locales I+S I I I+S S I+S S Prótesis dentales con amalgamas metálicas (Cr, Ni, Hg) Adhesivos y resinas sintéticas (acrílicas, epoxi) Anestésicos locales I+S I+S S Cementos (aditivos metálicos como Cr, Ni o Co) Aislantes térmicos y acústicos (resinas de poliuretano) Fibra de vidrio Látex y derivados sintéticos (botas y guantes de goma) Desencofrantes Adhesivos, colas y pegamentos Cal, yeso, etc. I+S I+S I I+S I+S I+S I Trabajos de asfaltado Impermeabilizaciones de techos y estructuras Productos derivados del alquitrán (brea, alquitrán, aditivos, aglomerantes, telas asfálticas) I + C + A + Ft Trabajos con metales: Soldadores Polvo, humo y cenizas de aleaciones metálicas (Cr, As, Ni, Cd, Zn, Mn, etc.) I + S + C Trabajos de mecanizado (tornos, fresadoras, taladros, etc.) Mantenimiento mecánico Fluidos de corte Taladrinas Aditivos de fluidos de corte y/o taladrinas Tratamientos metálicos superficiales (electrólisis, galvanizado, etc.) Sales metálicas (cromatos, dicromatos, cinc, manganeso, etc.) Odontólogos Protésicos dentales Construcción y obras públicas: Albañiles Encofradores Yesistas Revestimientos I+S+A I+S+A I+S+C+A Artes gráficas: Impresores Reprografía Fabricación de planchas Fotografía: Revelado fotográfico Industria de la madera: Carpinteros Aserraderos Almacenes de madera Jardineros Viveros y tiendas de flores I+S+C Tintas Disolventes Ácido acético Adhesivos, colas y pegamentos Resinas sintéticas (epoxi, acrílicas, poliuretano, etc.) Reveladores, fijadores, etc. Sales metálicas de revelado I+S I I I+S I+S I + S + Ft I + S + Ft Pinturas, lacas y barnices Disolventes Resinas sintéticas (epoxi, acrílicas, poliuretano, etc.) Adhesivos, colas y pegamentos Conservantes de la madera Polvo de maderas duras (roble, haya) I+S I I+S I+S I+S S+C *I (Irritante), S (Sensibilizante), C (potencial Cancerígeno cutáneo), A (Acné), Ft (Fototóxico) y Fs (Fotosensibilizante). Nº 48 • Abril de 2008 Gestión Práctica de • 49 Riesgos Laborales 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 50 > HIGIENE INDUSTRIAL TA B L A 2 Actividades laborales y grupos de productos químicos (cont.) Actividad / Puesto de trabajo Tratamientos superficiales: Pintores Talleres de automóviles Industria del calzado: Pegado Abrillantado - acabado Industria de curtido de pieles: Curtidores Laboratorio Peluquerías: Lavado – Corte Tinte Agricultura: Agricultores Horticultores Recolectores de frutas Trabajos forestales Ganadería: Ganaderos Trabajadores de cuadras Granjeros Veterinarios Producto químico Efecto principal* Pinturas, lacas y barnices Disolventes Resinas sintéticas (epoxi, acrílicas, poliuretano, etc.) Sales metálicas de los pigmentos (cromatos, dicromatos) I+S I I+S I+S+C Adhesivos, colas y pegamentos Disolventes Lacas y barnices de abrillantado Resinas sintéticas (epoxi, acrílicas, poliuretano, etc.) I+S I I+S I+S Sales metálicas (cromo, etc.) Aditivos de curado de pieles I+S+C I Tintes Champús Líquidos de permanentes Lacas de uñas Cosméticos Látex y derivados sintéticos (guantes) Contacto con objetos metálicos (tijeras, pinzas, etc.) I+S I I+S I+S I + S + Fs I+S S Fertilizantes Insecticidas, pesticidas, herbicidas, etc. Látex y derivados sintéticos (guantes y botas de goma) I I+S I+S Insecticidas Desinfectantes Productos de limpieza de cuadras Látex y derivados sintéticos (guantes y botas de goma) I+S I I I+S *I (Irritante), S (Sensibilizante), C (potencial Cancerígeno cutáneo), A (Acné), Ft (Fototóxico) y Fs (Fotosensibilizante). Por cuestiones de síntesis, en la Tabla 2 se reflejan los efectos principales genéricos de cada uno de los grupos químicos que se relacionan y, evidentemente, no se extiende en su totalidad a todos y cada uno de sus integrantes. Los efectos específicos individuales de cada compuesto químico deben venir perfectamente especificados en sus correspondientes fichas de seguridad química. • Proceder al cerramiento de equipos de trabajo que produzcan salpicaduras, derrames, etc. para evitar que contacten con la piel o impregnen la ropa de trabajo. Un ejemplo son los cerramientos acristalados de los equipos de mecanizado automáticos (CNC) que evitan las salpicaduras de aceites de corte y taladrinas. • Evitar que la radiación UV procedente de determinadas zonas de trabajo (pro- 50 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales cesos de soldadura, lámparas germicidas, insoladoras, emisores de rayos UVA, etc.) pueda potenciar el efecto fototóxico o fotosensibilizante de determinados productos químicos. Será necesario, por tanto, el aislamiento o confinamiento de esas zonas o dotarlas de cortinas/paneles anti-radiación. • Implantar programas de limpieza sistemática de instalaciones, equipos, mesas de trabajo, etc. que impidan que restos de productos químicos puedan entrar en contacto con la piel o la ropa de trabajo. > Medidas personales. Cuando las medidas técnicas anteriores no pueden ser aplicadas en su totalidad o cuando resulten insuficientes, hay que incidir específicamente sobre las personas que sufren los efectos directos de los productos químicos. Las actuaciones más importantes se resumen en los puntos siguientes: Nº 48 • Abril de 2008 42-51 Dermatosis 28/3/08 09:48 Página 51 En actividades laborales donde se requiera extremar la higiene personal (sector sanitario o manipuladores de alimentos, por ejemplo) será necesario racionalizar el número de veces que debe realizarse un lavado intensivo de las manos, utilizar jabones menos agresivos y seguir la recomendaciones de los especialistas en el cuidado de la piel para evitar problemas dérmicos. Las empresas, por tanto, deberán dotar a sus trabajadores de suficiente número de lavabos, duchas, jabones o geles adecuados y papel desechable o equipos de aire caliente como método de secado de las manos. • Otra medida eficaz es la utilización de equipos de protección individual (gafas, pantallas faciales, guantes, manguitos, botas) y/o ropa de trabajo impermeable como barrera física que impida el contacto de la piel con productos químicos agresivos. En la elección de estos medios personales de protección es muy importante valorar no sólo su resistencia mecánica y química sino también su comodidad, flexibilidad, ajuste o transpirabilidad en función de la actividad a realizar por el trabajador. • Específicamente en el apartado de guantes, aunque también podría extrapolarse a las botas de goma, hay que tener en cuenta que su uso prolongado puede implicar la elevación anormal de la temperatura corporal y del grado de sudoración perjudicando el proceso de transpiración de la piel e iniciando problemas de irritación dérmica. • Cuando el trabajador pueda presentar pequeñas heridas, llagas o grietas, deben utilizarse dedales o apósitos específicos para evitar la penetración vía dérmica de los contaminantes a través de estas discontinuidades. • Es muy importante facilitar a los trabajadores información sobre las carac- Nº 48 • Abril de 2008 © Latin Stock • En la mayoría de los casos, una adecuada higiene personal puede ser suficiente para minimizar las dermatosis profesionales debidas a productos químicos. De hecho, un lavado de la piel con jabón suave y neutro y un aclarado con agua abundante suele ser suficiente. En actividades laborales donde se requiera extremar la higiene personal será necesario racionalizar el número de veces que debe realizarse un lavado intensivo de las manos, utilizar jabones menos agresivos y seguir la recomendaciones de los especialistas. terísticas toxicológicas de los productos químicos que utilizan. Las fichas de seguridad son un instrumento preventivo de primer orden al aportar datos esenciales sobre los potenciales efectos dérmicos de estos contaminantes por lo que es fundamental disponer de una copia en todos los puestos que tengan este tipo de riesgo. Vigilancia de la salud Finalmente, como complemento a las medidas de tipo técnico y personal antes descritas, los profesionales sanitarios responsables de la vigilancia de la salud deben incluir en las revisiones periódicas a los trabajadores protocolos específicos para la detección, registro y tratamiento de dermatosis profesionales. Algunas actuaciones podrían ser: > Promover campañas periódicas de divulgación entre los trabajadores sobre prevención de dermatosis profesionales en sus puestos de trabajo. > Facilitar información sobre ventajas y desventajas del uso de cremas protectoras como complemento a los guantes de protección. A título meramente informativo, y partiendo de la base de que la utilización de cremas protectoras debe siempre realizarse bajo supervisión médica, la elección de cremas con características hidro o liposolubles depen- derá de la hidrofilia o lipofilia de las sustancias químicas frente a las que se intenta proteger. Por ejemplo, frente a sustancias químicas 3 agresivas de naturaleza hidrosoluble o miscible con el agua (productos de limpieza acuosos, ácidos débiles, soluciones alcalinas, etc.) se usarán cremas protectoras de sustancias no solubles en ella. Por el contrario, frente a elementos nocivos de carácter liposoluble (tipo aceites de corte, pinturas, lacas, barnices, disolventes, etc.) se deberán aplicar cremas hidrosolubles pobres en grasas. Cuando hay que contrarrestar el efecto de sustancias de naturaleza mixta (es decir, tanto hidro como liposolubles) hay que recurrir al uso de cremas protectoras duales de amplio espectro, aunque su eficacia, lógicamente, disminuye sustancialmente. La forma de aplicación de estas cremas es un aspecto que no conviene olvidar. Su eficacia aumenta enormemente cuando se aplica antes de iniciar la jornada de trabajo sobre la piel limpia y seca, volviendo a repetirse su uso cuando se realicen lavados exhaustivos de ésta. Un dato que no se debe olvidar: las cremas protectoras nunca pueden llegar a ofrecer el grado de protección que aporta un guante de seguridad adecuado. 3 Susceptible de mezclarse con otras sustancias para formar un conjunto homogéneo. Gestión Práctica de • 51 Riesgos Laborales