8. la españa del siglo xvi.

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TEMA 8: La España del siglo XVI
8. LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI.
8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
8.2. La monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica.
8.3. El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.
8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI.
8.5. Cultura y mentalidades. La Inquisición.
8.1. EL IMPERIO DE CARLOS V: CONFLICTOS INTERNOS.
COMUNIDADES Y GERMANÍAS.
Carlos I de España y V de Alemania regentó un imperio que fue el resultado de la política
matrimonial mantenida por los RRCC que le llevó a convertirse en el soberano más importante
del mundo conocido en la primera mitad del siglo XVI. Heredero de Borgoña, Flandes,
Luxemburgo y el Franco-Condado, unió a ello la herencia aragonesa a la muerte de Fernando el
Católico en 1516 y la castellana al declararse la incapacidad de su madre Juana, para convertirse
en 1519, muerto su abuelo Maximiliano de Austria, en Emperador de Alemania.
En 1517 Carlos I viene a hacerse cargo del trono castellano-aragonés. El soberano no habla
castellano y se rodeó de consejeros flamencos, lo cual, unido a la convocatoria de Cortes para
votas nuevos impuestos que financiaran su nombramiento como emperador de Alemania, no fue
bien visto ni por la nobleza castellana ni por el pueblo. En 1519 Carlos parte de Castilla para
hacerse con la corona imperial, dejando el reino a cargo de un regente extranjero, Adriano de
Utrech. El momento fue aprovechado por una buena parte de las ciudades castellanas que se
declararon contra la autoridad real surgiendo lo que se ha denominado revuelta comunera o
guerra de las comunidades. Primero Toledo (Padilla) y después Segovia (Bravo), Salamanca
(Maldonado) y otras ciudades depusieron a las autoridades reales que se sustituyeron por
comuneros. Sus peticiones eran: que el rey hablara castellano, que el dinero de Castilla no
saliera del reino, que los cargos de gobierno fueran ocupados por castellanos y que se protegiera
la industria textil.
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Tras el incendio de Medina del Campo por las tropas del rey, la insurrección se generalizó. Los
Comuneros crearon la Santa Junta en Tordesillas, gobierno rebelde, que exigió la retirada de los
impuestos aprobados en Cortes, el respeto a las leyes del reino y la marcha de los consejeros
flamencos. Intentaron, sin éxito, convencer a doña Juana, recluída en el castillo de Tordesillas, de
que se pusiera al frente de la rebelión y apoyara a las Comunidades. La nobleza, que en un
principio se mantuvo al margen, comenzó a alejarse de los comuneros cuando surgieron las
primeras revueltas antiseñoriales.
Tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar en 1521, todas las ciudades abandonaron el
movimiento, excepto Toledo que fue finalmente dominado en 1522. Los dirigentes comuneros,
Padilla, Bravo y Maldonado, fueron ejecutados. La derrota comunera significó el reforzamiento del
poder del rey.
LAS GERMANÍAS
La sublevación de las Germanías fue casi simultánea a las Comunidades de Castilla, con
Valencia como escenario, aunque se extendería a Murcia y Mallorca. Sus fundamentos son más
sociales, revueltas antiseñoriales: los artesanos de los gremios de Valencia protestan contra los
nobles y comerciantes que dirigían el gobierno local y controlaban los intercambios comerciales.
Aunque Carlos V reaccionó lentamente, Valencia no era tan importante como Castilla para el
poder en sus reinos, finalmente ordenó al Virrey que reprimiera el conflicto. Finalmente la rebelión
fue reprimida en 1522.
8.1. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II. LA UNIDAD IBÉRICA
Felipe II fue hijo del emperador Carlos I y de Isabel de Portugal. Con él (1556-1598) la
hegemonía española llega a su apogeo. Desde muy joven fue preparado para desempeñar su
cargo de rey. Tras la abdicación de Carlos I en 1556 gobernó el imperio integrado por los reinos y
territorios de Castilla, Aragón, Navarra y el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña,
Milán, Nápoles, Orán, Túnez, toda la América descubierta y Filipinas. A estos vastos territorios se
le unió Portugal y su imperio afroasiático en 1580. La herencia austriaca, incluída la opción del
Imperio Alemán, fue cedida por el Emperador a su hermano Fernando.
Con él el Imperio se vuelve más netamente español y concretamente castellano, estableciendo la
capital en Madrid desde 1561, dirigiendo desde allí y desde el Monasterio de El Escorial, tan
vastos territorios.
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Felipe II también heredó de su padre sus enemigos. La rivalidad don Francia se cerró
momentáneamente tras la batalla de San Quintín y la paz de Cateau-Cambrésis (1559). Tuvo que
enfrentarse al Imperio Turco obteniendo la victoria de Lepanto (1571) que puso fin al peligro turco en
el Mediterráneo occidental. La lucha contra el protestantismo se vivió en el seno de sus territorios
tras producirse en 1566 el levantamiento de los Países Bajos en el que confluían intereses políticos
(mayor independencia) y religiosos (calvinismo). A pesar de los éxitos militares no se pudo
acabar con el conflicto y en 1650 España reconoció la independencia del norte de Flandes que pasó a llamarse
Provincias Unidas de Holanda. Por último, señalar el conflicto con Inglaterra motivado por la ayuda
prestada por los ingleses a los rebeldes holandeses, la acción de los piratas británicos protegidos
por Isabel I contra los barcos castellanos y el asesinato de la reina católica de Escocia, María
Estuardo. Todo ello motivó la decisión de invadir Inglaterra para lo cual se preparó una flota
conocida como la Armada Invencible que fracasó estrepitosamente en 1588.
A nivel interno los principales problemas fueron la sublevación de los moriscos de las Alpujarras
de Granada, duramente sofocada por las tropas castellanas y que acabó con la dispersión de los
moriscos por tierras castellanas. Otro problema fue la cuestión foral aragonesa motivada por la
marcha de Antonio Pérez, secretario del Rey, que huyó de la justicia amparándose en los fueros
de Aragón a lo que el soberano respondió invadiendo con sus tropas Zaragoza y dando muerte al
Justicia Mayor.
En 1578 moría el rey Sebastián I de Portugal. El rey carecía de descendencia y varios candidatos
aspiraban al trono. Felipe II, tío del fallecido y descendiente directo del rey, reclamó sus derechos
al trono. Parte importante de la nobleza y los grandes comerciantes portugueses favorecía la
pretensión española, la unión ibérica podía traer importantes beneficios políticos y económicos.
Las clases populares portuguesas, sin embargo, no veían con buenos ojos la anexión a España.
Finalmente, Felipe II decidió la invasión de Portugal que encargó al Duque de Alba. Las Cortes
portuguesas reunidas en Tomar proclamaron rey a Felipe II en 1581.
Portugal y su imperio se incorporaron a la monarquía española conservando sus leyes,
costumbres y privilegios. Se creó el Consejo de Portugal, se designó un virrey para este reino, se
mantuvieron en sus cargos a todos los miembros de la administración y se suprimieron las
aduanas con Castilla. La anexión significó la unión de dos enormes imperios. Las posesiones
portuguesas en Brasil, África y Asia pasaron al Imperio de Felipe II. Un imperio “en donde nunca
se ponía el sol”.
Con Felipe II la monarquía española alcanzó su apogeo, pero también se granjeó gran número de
enemigos. Por toda Europa se difundirán unos escritos denigratorios que crearon la “leyenda
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negra” integrada por capítulos como la muerte del infante D. Carlos, el extermino de los indios
americanos, la historia de Antonio Pérez y Escobedo, la actuación de la Inquisición, las masacres
de los tercios españoles en Flandes...
8.3. EL MODELO POLÍTICO DE LOS AUSTRIAS. LA UNIÓN DE
REINOS
Los Habsburgo continuaron y desarrollaron la organización política heredada de los Reyes
Católicos. Procuraron rodearse de letrados, funcionarios expertos en leyes que no pertenecían a
la alta nobleza. De esta manera, apartaron a la aristocracia del poder de la Corte, permitiendo
que el poder político quedara centralizado en las manos de los monarcas.
Castilla se convirtió en el centro del Imperio. Esto ocurrió en mayor medida con Felipe II que con
su padre, Carlos V. En los demás reinos y posesiones se establecieron Virreyes (Aragón,
Cataluña, Valencia, Nápoles, Sicilia e Indias o Gobernadores: Países Bajos y Milán. Estos
cargos fueron ejercidos por altos nobles o miembros de la familia real.
El Rey estaba asesorado por los Consejos (sistema polisinodial). Estos podían ser asesores o
ministeriales, que asesoraban sobre temas generales de la monarquía: Estado, Guerra,
Hacienda… o territoriales encargados de un territorio concreto: Castilla, Aragón, Indias, Italia…
Estaban formados por letrados, nobles y alto clero y tenían un carácter meramente consultivo. El
Rey tenía la última palabra.
Carlos V y Felipe II despacharon los asuntos cotidianamente con consejeros de su máxima
confianza, los secretarios, que hacían de intermediarios entre el rey y los Consejos. Algunos,
como Antonio Pérez con Felipe II, alcanzaron una gran influencia.
Al fijarse la corte en Madrid de forma definitiva en 1561, ahí residían todos los órganos de la
administración del Estado. Al hacerse más complejo el aparato estatal, el número de funcionarios
se incrementó considerablemente.
La administración territorial mantuvo la estructura heredada de los Reyes Católicos. Los
corregidores, designados por la corona, tenían el control de las ciudades. Otros cargos de la
burocracia eran los contadores y recaudadores de impuestos, y los alguaciles que hacían
funciones de policía.
Las Chancillerías y las Audiencias se encargaron de la administración de justicia.
El desarrollo de la política exterior obligó al mantenimiento de una diplomacia en las principales
capitales europeas: Roma, París, Londres y Viena.
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8.4. ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI.
ECONOMÍA
Desde el punto de vista demográfico, el siglo XVI español, se caracterizó por un incremento
continuado de la población en Castilla (15% anual) especialmente en las regiones del sur
(comercio con América) y, sin embargo, en la Corona de Aragón, apenas hubo aumento de
población.
Como consecuencia de éste crecimiento y de la demanda de América, al agricultura tuvo un alza
constante. Así, aunque las tierras de labor eran escasas (en manos de nobles y clérigos), y los
precios de arriendos eran elevados, muchos campesinos sin tierras y pequeños propietarios,
estimulados por los altos precios agrícolas, hipotecaban sus fincas o pedían préstamos para
arrendar nuevas tierras. Pero cada vez que había una mala cosecha o bajaban los precios
agrícolas, no podían pagar los arriendos ni devolver el préstamo. Entonces, los pequeños
propietarios perdían sus tierras que pasaban a los grandes latifundistas y los campesinos
arrendatarios debían abandonar las propiedades. En definitiva, la expansión económica del siglo
XVI ni mejoró ni transformó la estructura agraria heredada de la Edad Media.
A principios del XVI también se produjo una expansión de la industria artesanal, estimulada por
la demanda del mercado americano. Se desarrolló la metalurgia vasca, la construcción naval en
Valencia y Cataluña pero, sobre todo, los gremios textiles de Sevilla, Toledo, Cuenca y Segovia.
Sin embargo, la monarquía favoreció a los exportadores de lana frente a los productores de
tejidos y otorgó protección a los textiles flamencos. De este modo, poco a poco, el mercado
interior y el americano quedaron en manos de los competidores extranjeros, capaces de ofrecer
productos de más calidad y a mejor precio.
El comercio fue el sector que más se desarrolló gracias a la explotación del Nuevo Mundo. El
crecimiento comercial se centró en las ciudades castellanas y en los puertos del Atlántico,
mientras que en la Corona de Aragón y en los puertos mediterráneos, el comercio decayó por la
presencia turca.
En Castilla, al no transformarse la estructura agrícola ni artesanal, la producción fue incapaz de
abastecer la demanda. Esta escasez, unida a la gran cantidad de oro y plata circulante, dio lugar
a una espectacular subida de precios. Ante esta situación, la monarquía permitió la importación
de todo tipo de productos extranjeros, tanto para España como para América. En definitiva, el
enorme flujo del comercio americano no sirvió para transformar la estructura económica de
Castilla.
SOCIEDAD
Se trata de una sociedad estamental, basada en los privilegios, derechos y obligaciones,
marcados por el nacimiento. En la sociedad se distinguían los siguientes estamentos:
La nobleza (5%) abarcaba desde los Títulos de Castilla y Grandes de España, verdadera élite
que acumulaba inmensos patrimonios, hasta los caballeros o hidalgos con haciendas mucho más
precarias. Asimismo, a lo largo de los siglos XVI y XVII fueron habituales la compra de títulos y el
acceso a la nobleza por servicios a la monarquía (nobleza de toga).
Igualmente eran notables las diferencias entre el clero (5-10%). El alto clero (arzobispos,
cardenales y abades) mantenían situaciones semejantes a la nobleza, mientras el bajo clero
(párrocos, capellanes, monjes...) vivía, en general, de forma parecida a los artesanos o
campesinos.
Entre los no privilegiados, los pecheros, sujetos al pago de tributos y a la justicia ordinaria, eran
tanto los campesinos (80%) como población urbana. Entre ellos también había grandes
diferencias: la vida de los propietarios agrarios acomodados o de los grandes mercaderes y
maestros del gremio, nada tenía que ver con la de los pequeños campesinos, los jornaleros o el
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proletariado urbano. Sin embargo todos ellos estaban sujetos al pago de impuestos, que en
Castilla eran muy altos y numerosos.
Por último existían grupos diferenciados por su procedencia étnica o religiosa: moriscos y judíos
conversos (marranos). Fueron siempre causa de marginación o persecución y muchos de ellos
intentaban ocultar su origen ante el temor a represalias ya que la limpieza de sangre era
indispensable para el prestigio social, la pertenencia a la nobleza y el desempeño de cargos
públicos.
8.5. CULTURA Y MENTALIDADES. LA INQUISICIÓN.
El desarrollo cultural estuvo relacionado con la expansión económica y la coyuntura política y
cultural de la época. En el siglo XVI España se movió entre el espíritu humanista del
Renacimiento y la ortodoxia de la Contrarreforma.
•
Por un lado creció el número de mecenas, universidades e imprentas. El aumento de
estudiantes universitarios convirtió a España en un país de alto nivel educativo.
•
Por otro lado la producción cultural estuvo condicionada por el papel político que España
desempeñó en Europa, el cambio mental de la tolerancia a la represión la expansión
ultramarina.
La sociedad española que se desenvolvió en un ambiente de tolerancia intelectual y religiosa en
la primera mitad del siglo XVI, se convirtió en defensora de la más rígida ortodoxia católica en la
segunda mitad, coincidiendo con la Contrarreforma. En vanguardia de esa defensa se colocaron
los teólogos españoles asistentes al Concilio de Trento y la nueva orden religiosa, la Compañía
de Jesús, creada por Ignacio de Loyola.
En la sociedad española dominaban los valores aristocráticos y religiosos que se basaban en el
orgullo del cristiano viejo y del hidalgo que, aunque empobrecido, despreciaba el trabajo manual,
los negocios mercantiles y consideraba impropio el espíritu de lucro. Esta mentalidad tuvo un
efecto negativo en la economía.
Los viajes ultramarinos favorecieron el desarrollo de las matemáticas, la astronomía y la
cartografía. La gran novedad fue la teoría heliocéntrica de Copérnico, aceptada en el plan de
estudios de la Universidad de Salamanca. También se impulsaron el desarrollo del cálculo
mercantil, la construcción naval y la navegación. Los viajes también contribuyeron al auge de la
geografía, la etnografía y las ciencias naturales.
INQUISICIÓN
Es una institución judicial creada por el pontificado en la Edad
Media, con la misión de localizar, procesar y sentenciar a las
personas culpables de herejía. En la Iglesia primitiva la pena
habitual por herejía era la excomunión.
El Papa Sixto IV expide una bula en noviembre de 1478 que
autoriza a los reyes de España a nombrar inquisidores y
renovarlos a perpetuidad. La Inquisición Española se
diferenciaba de la Inquisición Pontificia en primer lugar por que a
los Inquisidores los nombra el rey, no el Papa, o sea que pasan a
ser funcionarios de Estado y responden a las políticas del reino;
la segunda diferencia es que los procesos no eran apelables en
Roma.
Torquemada fue nombrado Inquisidor Supremo para Castilla, Aragón y Sicilia. La sede primitiva
estaba en Sevilla, trasladándose luego a Toledo. La autoridad del Inquisidor Supremo era
inapelable.
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Los procedimientos de la Inquisición Española eran similares al de la episcopal. Incluían los
interrogatorios bajo tortura. El uso de la tortura era común, muchas veces sólo consistía en
mostrar al reo la sala de tormento, los verdugos y los instrumentos de tortura. Con sólo
mostrarlos se conseguían confesiones y delaciones. En los casos de que el reo insistiera en sus
convicciones era sometido efectivamente a tormento. Los más usados eran:
• La cuerda, consistía en sujetar al reo en una mesa y dar vueltas a un cordel arrollado a
sus brazos y piernas produciendo estiramiento de las articulaciones y un fuerte dolor
• El tormento del agua consistía en verter agua sobre el rostro del torturado impidiéndole
respirar.
• El garrote consistía en una tabla sostenida por cuatro patas con garrotes que se ajustaban
hasta producir dolor.
• En el Tormento de la garrucha el torturado era atado de las manos, elevado y dejado caer
violentamente sin llegar al suelo, lo que provocaba intensos dolores en las articulaciones
Cuando había una cierta cantidad de condenados por la Inquisición, se
celebraban los llamados "Autos de Fe". Eran ceremonias que duraban
un día entero, desde la mañana hasta la noche, con gran pompa y
boato. Comenzaban con una procesión de las autoridades civiles y
eclesiásticas y finalmente los condenados, vestidos con ropas
infamantes llamadas sambenitos, palabra que es una deformación de
"saco bendito". Se leían las condenas, y aquellos destinados a la pena
de muerte, eran relegados al brazo civil, donde el verdugo los
quemaba en la hoguera en presencia de todo el pueblo.
Procesos célebres:
•
El niño de la Guardia, se imputó a un judío el sacrificio de un
niño para arrancarle el corazón y conjurar así los males de la
Inquisición.
•
Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana fue acusado ante la
Inquisición y luego absuelto.
•
Fray Luis de León, por su traducción del cantar de los cantares fue procesado y puesto en
prisión. Absuelto al cabo de cinco años acuñó al volver a su cátedra la frase: "decíamos
ayer…".
•
Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz también sufrieron procesos.
La Inquisición tuvo el principal papel durante la expulsión de los judíos de España; más tarde se
ocupó de la persecución de brujas; luego persiguió a los protestantes en el siglo XVI y XVII y
finalmente en el siglo XVIII persiguió a los masones y a los seguidores de la ilustración y de la
Revolución Francesa. Siempre continuó con el Index de los libros editados en España y las
colonias, determinando qué se podía leer y qué no.
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