Misidn Social de los Patronos Cristiano! por su Eminencia. el Cardenal PAUL-EMILE LEGEIR, Arzobispo de Montreal A L principio de su voluminoso informe a la reciente Conferencia Internacional del Trabajo, M. David A. itforee; Direehr Genertd de la Oficina Iuternacional del Trabajo, se expresaba así: "Sin duda alguua la humanidad ha enhdo en una nueva era de la t é d h a . La automación y la energia atómica, simult&iena en m efedos, transforman ya de modo espectamlw el mundo de la ilidustria y del tiabe& El hombre pone en marcha, sin cesar, nuevos procedimientos y productos; y capta fuentes de energía no utilizada antes. La invesügaci6n industrial se intensifica y alimenta una corriente ininterrumpida de innovaciones que. aun siendo de importancia inigualada, son todas ellas sintomáticas de ia ievoloción técnica que se realiza a n t e nuestros ojos.. .a. "Nueatro papel ea adelantarnos a ella en el terreno social. de modo que el progreso técnico pueda repercutir en ese terreno. & pieciso que demos pruebas b n cretas de madurez social si queremos b e neficiamon c o n esas fuerzas poderosag qae hemos pesto en libertad, o simple mente conservar m control." "Fem si carecemos de tal madurez que' se 110s &&e, todó el edificb ¿ie n u t r a dloflbacidn *rr%t%rtí a c w se hunda a oonaecuehcia de las tensiones pr~oocadas por tantos cambuis. Pei el contra&, si podemos eaoludonar lo sufidefite y con bastante rapidez, &*nos d homóre la =ti+ de una doilizaci&n más noble y de una riqueza sin precedenies. .." ' Creo yo, quet serh xeaimente difícil imquejw en pocas *e? un cuadro niha r e d i ' s t a de la evoliición erplosiva de nuwtro vui~do.La gran autoridád y com- ' peteeoia .del autor de ese Informe mere- ' cen nuestro respeto y una sería medit@d&l. l La civifiattcidn contemporánea y el progreso técnico -se dice en él con otras palabras- se refan a duelo. ¿Se trata de un falao problema? ,J& cuánto nos gustaría que fuera así! Pero ea una triste . redidad, qne Y O S Q Gcomo ~ ~ , yo, hemos de admitir. :I ¿Quién puede quededar impasible ante . ase atrayente cuadro de un mundo muy orguUoso de los progresos fantásticos reB-: lizados por é l eg todos los terrenos. la cual es comprensible? Pero,por otra par. te, icómo non inquieta el uso que el mdo hará de todo ese poder acumulado& Ante este juego patético de sodrae. . l' y d e lw, hay motivm para medihu e: -' , i 1 ~ fitgmnte. . , .b .n . Me pemíürBit+, an esia -i6n de tura de mieatro 'Congmm fnt precisaz 10 que, en mí opinión, señalado como la faente emponw@g.& :&f MIGION SaCIAL DE LOS PATBOKOS CRTSTUNOS gran número de malea que afligen a nuestra pobre humanidad. Esta será la primera parte de esta conferencia. Descubierta esa fuente de infección podremos preguntarnos luego cuál es la tarea que se impone a los Jefes cristianos de empresa En fin, en una tercera parte, precisaremos brevemente tres coudiciouea para la eficaeia de una acción social patronal en la hora actual. 1 La contextura histórica de ese misión. EL dilema qae plantea el Director de la O.I.T.no hace otra cosa que poner ante nueatros ojos una de las grandes pkradojas de nuestro niundo contemporánw, a s+ber: el contrasfe, por no decir desequilibrio, entre una superabundancia de medios y una indigencia de fines. En ningún momento de la historia ha poseído el hombre tantos medios de canocimiento y poderes para actuar como actualmente. Pero jamás se ha manifestado tan ciego y desprovisto de indicaciones sobre su destino. Se ha proscrito de Ias d i s c i p h humanas esta noción de finalidad qwe la ciencia de las cosas había arroj@dode sus investigaciones. Así, se ha contentado con decir el cómo de las cosas, pero no el por qué de las mismas. y se reserva una suerte idéntica a los estudios sobre el hombre. No se cesa de hacer inventar@ escrupulosos de todos los compartimientos del hombre; se analiza hasta en IQ inconsciente el repliague de sus actos. Pero en cualito a explicarnos so fin. en cuanto a recordarsos su orientaci6u. el positivismo y el liberaIismo se coaligan Y nos lo impiden. 1 -Crisis de finalidad de nuestro aiglo. La crisis de nuestro tiempo podría defiairse sin vqiiación como "una nisis de fidida#. Parece haberse 0l~idad0por compkto que las cosas y loa hombres tiensn un destino, ,mi sentido que Dias injertó en elios al crearlos. Ce trata de encontrar ese aentido de Dios, y si ea preciso, de volverlo a encontrar. en todo caso de respetario. pues si no el mundo y la vida humana vienen a ser como astros a lw que se ha desviado de su (irbita. Ahora bien, en el momento pre.sente. el hombre parece haber perdido esa noci6n. Muy lejos de respetar ese destino de las cosas, se ha babituado a trastornadas y a condueirias a su guisa, sin preocuparse de su finalidad intwea. Crisis de finalidad de la técnica por La técniea, de la ciencia por la ciencia. del arte por el arte, del placer por el placer. crisis de finalidad, el Estado c m bindo en estatisme, la autoridad deificada, la übertad buscada por ella misma! Y lo mismo sucede con los mediaa en*pleados para los fines He ahí, esa fuente emponzoñada de la que brota todo lo demás. Todavía no se ha comprendido que lo contrario de la miseria no es necesariamente Ja &UNdancia. sino el valor. Qw do se .hataltanto de producir ríquezaa, sino de valorize al hombre. La humanidad, el uuiversa 2 - DíLa economía desviada de sa fra. m La ecronomfa eo ha escapado a ese contagio. Desde su nacimiento m el siglo XVIII la ciencia económica ha querido esfar libre de toda referencia a lo hupano, indepehdiente de la morqi, nsí,&uio de la polttica. Y como todo m&& &rciado de su fin niene a ser p r p b un idolo, la economfa independimte s$ )convertido muy pronto en una économfa dominante y peligros. Ya adivináis el festo. Por haber olvidado que "la expansión económica (como lo ha recordado muchas veces el Papa Pío XII) debe poner de modo estable al alcance de S&I +os miembros de la sociedad las eondidbntai materiales requeridas para el desamilo de su vida egpiritual y cúltural"; que, en otms términos, el fm de la eeonoda wtá íntimamente ligado al destino mismo del hombre, se ha pervertido de golpe la noción esencial de bien. Dimeida de la moral, fue fácil a la ecouemla proahiafi que el bien ea 10 útil. y lo útil Ie'deseado. Por haber olvidacto que la produación de los bienes materiales. legitima e indispensable -afirniémoslo-, debe estar ordepada, sin embargo, al bien de la. bu- mpnidad se ha sacrificado el productor a h pr~dueción. Por haberse emancipado de su r a z h de ser. la economía se ha contraído en una frialdad de matemática, proelamando lq objetividad absoluta de los hechos +nÓmicos, Uamada por ella dedino o fatalidad. Al dirigirse a la Asdciación Internacional de Economistas, =unida en Roma iiaee jwtamente un año, el Soberano Pontííice recordaba que los iniciadores de la economía moderna "sólo habían considerado eti al hecho económico el elemento material, cuantitativo, y descuidaron el aencial, el elemento hnmano, las relaciones que unen el indindua a la sociedad y le imponen normas, no materiales, sino moralea en el modo de usar los bienes materides". Y 'por baber desviado esos bienes de" su fin comunitario 4 d e el Papa-, esos bienes ae convcrüan en medios de exp1otación del más débil por el más fuerte, bajo la ley únicamente de la implacable comrencia" (9 septiembre de 1%). 3-Consecuencias rAe esa emancipacwn . para la emprba y los patronos. Bajola &da de $d!&n&pe$n visa de la v ó p i i c a . m arada de todo prine@ 'reguiador, .se acia evidente que la empresa ln&&ial sería la escena de coit- % f1ietoe y 'de. una prvidumbre vergonzosa ,&,Ia Qeison8humana. Y así ha sído: VOS- Q . h iqnoeéis, como yo, la triste,historia. Es&v$zación, del trabajador al triunvirato de la t 6 c n i a del dinero y de la materia;, C x d l i o b y revueltas sociales sin eámero fin; choques ruidosos entre d,capital y el trabajo; explotaciones laq~@t&lw de la mano de obra femenina y jutenil; in&&ias flmnciersg; lucha y todo lo demás. de &es,., Ahow bien, he ahí que de tán '&te berenci~6 s vosotrbs 11%legatarios u& v e d e a He bbj. el sector de dda con que w t r a b c i & imiruna, de Jefes de eniR r e a 4s .pon* Wntacfp. lQu6 pertnrhado.-, situac$n .h. m&, "patronos e uadwtrialas,mi.Uanos (y ea Pío IíI.el que .qs,hableen la Dbina Redempioris), cuya tarw es a menudo tan difid, p:orqye Ueváis la pesada hemnt$a dde h s $altw de un régimen económico injusto, que ha rea~lizadosus devastadones durante varisa generaciones." Pera lo qne a h es m& gr&~e,es qae por .d:#o10 -o d.e m%*a .pres&a en la dired& 46 una cualquiera de esas ~nqvrw@ eoonbzqi-, ru&tra aocj8dail m&&m os amas& a :%+acidn. &m pe-. i u h b aon gw.sdos y el litrradc eeairo. Y es en eae conjnnio d e circunstancias -no~~jodvidemos- dende m inicia vuenbaBbella misión patronal eriatiana. Es' 'todo un prestigio. la .que haw falta recoeq.iiistar; ea toda una economl~lo pue es: @tecdsor@lfiCar: todo un m u d o indust&d quebratifado lo m e es necearto M a u q p . En eae interesante estndie sobre '21 Jefe de empmaa*', M. Es* %villa, Director d e la h a 1 a de &E.studias Supmiore8 Comiercíalw, de Mon-I, conchive eea estas palabras; "E3 Jefe de e m p r q ' e s uno de los .grani+w'tiPw sociah de nuestra é p 9 Ca, une de loa más pwdamente oálgadas de responsabilidaaes.. : && un tips social Xkgado a un ,girodecbi*~ sa6ohiddn: capdncir'a bPeñ iñ, err' dW,$'la pbsperidad y la W a dd 'lw hainbms la widuuóñ soelolórg@i & la que ha sido, en el curse del &+'bu ~aigiis pasado, uno de los principales arüficcis, o ser a~rasbadopar ella. Ttido dep.ende& de su aptitud para renovar sueeoneepd6n ,tradi&nales, p& r a tapiar el sentido pmfundb de un momento de la &astor que él, m b e nadia, ha contrlbnído a prepawr q, y & excederse." 11 La natnraleza de esta misih. Y esto nos lleva a la segnnda parte de esta exposición, o sea, a ver la naturaleza y las formas que debe revestir vuestra misión de Jefes cristianos de emprega Es doble el deber que os ineumhe. Uno complementario del otro. En primer tér- MISION SOCIAL DE LOS PATRONOS CiUSTL4NOS mina, una acción personal; después. tomar una posición colectiva. 1.-ACCION PERSONAL EN LA ESFERA DE LA EMPRESA Vuestra primera tarea será dar a vuestra propia empresa una justa finalidad; porque en ella es donde se ejerce primero vuestro influjo. Las empresas son las que, en cierto modo. crean la vida económica del país. Incluso se las ha comparado a las célulb qpe determinan la estructura del cuerpo humano. Ahora bien, sabemos perfectamenta que si las células son vigorosas y activas. el cuerpo humano será fuerte y gozaná de buena salud: entonces. ¿no es fmto pretender que dfl número creciente de empresas ejemplares se formarán poco a poco los nuevos tej4dos de M zegimea económico regenerado? Ningnna empresa, ninguna eklula del cuerpo humano puede invocar su poca importancia para esquivar la oblipción. Quienquiera que se sustrajera a eae imperioso deber social jugaría el papel de la célula cancerosa en el organium~hamano. El cápcer. dicen los médieos, consiste en una asociación de células *vas que se lanzan a vivir cada una paTa si provocando de ese modo en todo el cuerpo una grave anarquía. Concepto cristiano de la emprasa A vosotros corresponde recoger el reto y probar que existe un concepto cristiano de la empresa. La estructura de la empresa ha evolucionado conatantemeiite en la historia y hay motivo para weer que su forma se transformar6 todavía en el porvenir. Sus cuadros, sus dimensiones y sus f ~ c i o n e aeh la honr actual son variables hasta el infinito. Todua wsotrmI que dirigís emprBs(L8 de t o d a dases y tf.pos, en l& que se conjngap los eafuerzos de *as decenas de a r t ~ n a s , o -e emplean míllares de obreros, sabéis &or que yo que la emprew moderna se presenta bajo figuras y formas concretas muy variadas. Por eso hemos de afirmar que no se puede querer definir cuiicrelamente, UJdividualizar económicamente, un tipo preciso que fuera el de la empresa cristiana. Esta es, y será siempre. caracterizada. en primer lugar y ante todo, por el espíritu que la anima y la orienta SÓIo este espiriiu cristiano, que permanece inPiariablemente el mismo, podrá unificar todas las formar de empresas dándoles ese impulso interior hacia una m i m a finalidad. El cristianiwo no aporta al hombre un orden social prefabricado, sino únicamente el principio de ese orden: "corresponde a los fieles, y especialmente los seglares que se encuentran en las pRmeras filas de la vida de la Iglesia" (Pío XII, i 7 de marzo de 1946). desarrollar y aplicar ese principio según las coyunturas en que se encuentren. Por otra parte, a menudo las c*itructuras son defectuosas no por ellas mismas, sino por la forma en que funcionan. es decir, por 01 espíritu de quienes 1- dirigen: en tal caso lo que importa m cambiar ese espirita A vosotros os toca demostrar p r i m o que el beneficio y la productividad m&xima no son los h i c o s objetivos de m?tras empresas. Pero. por encima de todo, y sin abandonar, ecidentemente, esos aspectos, demostrar que estáis convencidos, y lo traducís en vuestros actos, de que la organización de 1k vida de la empresa debe inspirarse profundatnente e n l a s exigeneiae de la persona humana, y tomarlas como fundamento. "Este sentimiento humano (declarabaPio X I I a la U.C.I.D.) es preciso que penetre, como la @ta de aceite en el engranaje, en todos los miembros. todos los órganos de la empresa, los Jefes. los colaboradores, los' empleados, los trabajadores de todos los grados, desde los artesanos y lbs obreros mtís calificados hasta el m6s h d d e de los peones. Si esas empresas.-continúa el Papa- penetradas realniente de tal sentimiento humano se &ti@caran miéndose a vosotrdj, una despnéa de otra; ai vinieran a m como otras tantas grandes familias, y si, en vez de estar contentas vivienda aisladas como en una campana neumática, , se unieran entre si, todas e i h en su conjunto tenderían a formar u . so-. ciedad fuerte,y dichosa." (31 de ene9 !Mi). A vwiatros oa toca demostrar despub qse .hempresa privada de inspiración dstiana, lejos de ser egocáutrica, está, por ,el contrario, "cancebida en rebción. ,con la coledividad nacional, frente a la cual tiene u.nos derechos. es verdad, pbro también imperiosos deberes" (Pío XII, 20,enero 1956). Eata f ~ c i ó nsocial de la empresa debe actuar plenamente; y más g ú a -diría yoen un país como el nuerrtro, Canadá, donde importe que la eapliotación de las nquezaa se haga reaE mente en servi& de. la colectividad nacional y de los países índigentes, que tieG n dereehs a contar con nosotros, ,fin, e voiotrqe os cor&ponde mitimiar q.y si "la p ~ d u o t i v i h dno ea un fia en sí mismo", que si la epnomia debe exfaür para el hombre y np el hombro p." Ip ,economq el Jefe de empresa eristi&no quiere denunciar y sdaar eon.b los abusos de un régimen en el que ?kpiuauoOse eecontrara convertido en +@le d o , del proceso económico. , : Sin, duda alguna. la econo& tiene aas leyes. "sns impe~ativos': coiuo los .tieiics. por ejemplo, 14 .&dránlica Pero las 1ep@ de Qta jamás han igpe&do a. los 9 n i r k lag imndaciones, . b. w i e n t e s de agua. desviar 1% rím para los riegos o la producción de energía motriz; por- el contrario. asaa mismae leyes han servido para poner con más eficacia el a g u a al servicio del hambre. : i g . 4 modo. también ea posible la ,&enta+n Ja economía. Si en la ecoh+y algo "da&", que no depende &y 9 í,m&ién hay algo. "constrnídoe. ,@e,ea obra de la libertad bumana, p~~ agnello "dado" para SUB fines. h;l $mbge.,pnede definir e n primer l u p r & aetmjoin& genbid de la sonomía que d m ,.par&4; puede después. mediante . . G p d o plterio~es, ~ modificar en .dmt~i:~ebyrt. el,.ncionamiento de ese a régimen .~colldaiico. vues~ . , p ~ e s . . ~ & o cristi&a, no(~ Qg ,pqiqa&ima afirmar en M@propio ssctor ,& wtividsd la fiitali- - + dad de la empresa y de la emnomia. E& te testimonio vivo y cotidiano de miles y miles de empresas de inspiración eristiana estamos segnroa de que tendrá una r e percusión destacada en la orientaciúu de la economfa. Del mismo corazón de Ja vida económica, que son 1- empresq es de donde debe partir una sangre nueva. Sobre la vida sólo se actáa por la vida mipma. Salvo exce ción y fuerza mayor - d d a Monseiior e Solages-. no se moraIiea desde fuera. Son los mismos o r g a w a de la vida de los negocia$ lo que se trata de conducir de tal modo que tengan, por d mismos, un equilibrio moral.. .. . 8 ." 11.-ACCION COLECTIVA EN LOS P W O S NACIONAL E INTRiNAlSONAL Pero este ejempla, e pedar. de su fuerza con+ta&ra, quedará insuficiente eii esta vasta ofensiva de renovación. En preciso, además -y éste es el segundo deber que w incumbe-, mediante una acción colectiva y sistemática. hacer de minodo que ess sangre nueva circuie por to.das pastee, y sobre todo por loa vases que riegan la, cabeza de nuestra sociedad económica. Es preciso que se haga sentir la fuerza de nnos patmnos iluminados y decididos; es preciso que se haga oir. muy alta y muv Iejoa, Ia voz de a n a s pa. tronos cristianos auténticos. Papel de una UNIAPAC poderosa. No puedo menos de feiioitaros calurosamente poi la obre y a realiaada por la TJNIAPAC en el mvso de Sus veintiséii d(>s de existencia. Basta consnltar la larga lista de vuestros tenhts de Congresos y seaioneg de estudio para apreciar lo serio de vuestra orientación y el ideal genero- que os anima. Vuestro d a , al venir a tener e+ Congreso internneioual en Montreal, ha sido, y? lo sé pedectanente. isaugnrar un puesto de enlaw en t i m a de ea HaMis querido que las emisiones de la UNIAPAC sean mejor captadas y retransmitidas por las ondas apropiadan a las tres Américas. Os quedo mey zeeonb oido por ella. En este Lontinente encon- ! l 1 l I h r é i s una &e pEsOronal que posee la competencia profesiend. F el ideal de w iafluja eficaz.,eneste Nuew M m do. h Asociación P ~ f e i j i o dde 10s bdustriales (A. P. IJ. <tue os da hwpitctliclad con ~ ~ a S i 6den este congmw, $8 ow de y o s mvigtientoa que. per m credo y sus inieietisas, aporta d e dYa m& mire n u h a indti~bidesk-adqni$ci& de una cgnciencie. mári. neta de rese ponsab'iiidadw del p a h n o erhihm. Otmsgrnpas,eaelpsisyenelrssto de lae Am€rim, meteaea igualmeate aucaim tmüumdo de a p d , Permitidme expresar &ora )un daseo muy paternal. Desea qiic. eon ocasión & estas reuniones inierpaeionales, Ia UN& PAC tome las resoluciones que p-n imponeme prua rltipliear sn fuerza y BU influjo a&& Un prgmkrm Snternwb de impartaRcia cm nal co>ao d V&J pita1 en wcretro ss'gkdebe inapmem +mdos los sactificies naclBsadm alcruzmr m preatigior 81 ~ n una 0 injluencia colLaiderahle.. A A t r o s m &a iaegar sobre los, d i o s ademdo11 a Ias cirom8t taneian; pero ya os ruego Snsisteni~Iileiete que cansidewiis h impmrtand$ y la w gencia de que maestra Unión latenra2aeual alcance y asegure an preeenoia y mi colaboración permenente en los m@mos nacionales e intemacicinaies. No ignoráis, ciertamente, que en Ea bora actual la misma necesidad d e vueatra función patronal es violenhnente d h tida en mudos paises del mundo. A* nos no ven en el pabmo m& que nna inatihción gbomjnable, fuente dwim$lhisuidade. ., Rwnocemoa sin ditiaaltad que han existido &asoa considerables por parte del pa&ono. y que sin duda, exi&8a 740dpvia: pero & abusd~pueden ata SOprimidos, ai menos en gran p.arte. Exiah patronos detestable% como existen tambi6n m d b abrer<w, Pero me niego a ,&tic Itv, p o h sin eseríípdo k Vosotros conocéis mejor qoe yo todsvia los problemas angustiosos cmi .@8: m en£reda la economir actual; montaje Snduebisl y .dificultades comerdala de los países poca desairoílados; problemag cmqr@& .de la creacian de un m e d o mmún; con~ntracióüq+ómica, y *o&polios; i#ercambhs entre Tau las'zanü$. .e*nómioBsi apmtreolra.mid0 dt les zau naturales y qortaelbn db capiides exGanjeros; migraciones p proble-. , del ... empleó: -y 'fant0s ni& Ahora bien, os plagt¿3westa.ppra&ka: &wrU es ssadamente la pártfcipapGi& &al de loa &,&m+en el adtEKii~y Ib soiunón d"d9115mpr&[emtm .wnreZ>&pctcI swm wr&s g $acinlB) tan gm&&aW '.CoIifestadmln ~d6ndBM>s erieontntnrzra,en realidad? , .l. ¡Qué lament&Iv p í a que en este ing10, wmo a w e en al&+ otros, h . 4 dad de?* miMan6a s á b e&üera Udedor d? una 'dcrctnna, de ideal magdifi*, sin traducirse en los heehw m& diaete una común visión del munifo ac. inal y ntl serio h f h j o en las +@ude$s! Si el positidnme ha. exagerad&' SUS pdmsieae~,el estudio posi'tifo y eienWicw de loa problemas condt0s rla la economía eontemporíhea. reaikaadie 'por espeetruiass mugcdificndoa y profdñdamente aríatiaws, nb puede i9e1W& dar . . felices reeultadog, ** Acción en ia base por el ejemple psrd en le &era mima de la canp~esa, y acei6n ni la cima, en el plano nadona] e internacional: he & ía doble ttrrea constituye la misión s d a l de WI patros Re ahí d -miento verdaddad**,e m ó una 015 de pmffundino dad,, podr$ sume& lag defectos de una. eoqpopnia. emancipada. & todas c~amigoen -. mdm, estsréin eoliEoimesg, hermoea inisi6n w -m%,que me peimitirc, scordq breva- mente. ~n pIim& h g i i ciiewi estq muy con-. vacidos de qne la acci6n aecial aiutkna pneaapone vi8a hterior personal muy intmm ':El podw del hombie sobra el hoaibra 4 s d a dPah-EwEtrUgngea- se fi~iidam a 4 fO& cBnpic*h agopda en w d4a' PO&:' ., @o fue d In&gWe,I efi(~tiBZEQ&%alcEa-.@ei~.el +iemplai,ledaH d . !&den. .* '$e : ,m. m& S* & *S stpoatol n a &t-A"P , que :la I;eiei AS aarfileea ne @al &W 8U gavia de la pida pa$ ¡ & O r$ciiUna, pPr tanta. un mmt~nteE fi i d .ed o por pe&edo,. "Eato.mpom aolt las caali&¿w. isMechralss* . T a r k bnn ~ ~ . $ w r3 t e ;ArsribIe, -g.&ES t o d e iur eenttda d, ~ , i & ~ n i e a @&XLI.. ~~'' %.de en* En fin, 'pam qw vuestra 'misi6.a 9ea rq 19pa3.., ffudnoeq dan. oonsagrams. a d a wn ,,. 5 L. . .. r &da canfianza y c6n sai6nidad. Ya sé que en elh#paZm(ilmamanto lo 'Mdohelispag de lt.Iglesk -decía .Pítr SI-, que dm ónsi dara~k6qinla &gemtem da estw&'tea puede d~@&& , de &os&ndpios eetÓW8, wmm ,el pesembrar d pfinic~"suprh b c l ~ a..io.s.& apuz&ns codatientes u* 11Br(F de-SQ str bien,--& ,.:&w% si 09 emtdpttakakea daUngeapadfii:$et&a&. '&d opW&w, ,per'4 ir>-o. lia &~e<.eoi,Wo y la dssemvaab , ,&t. cn,resde rtna'aWp.aai'ieida,daaay p d p a . la pl&td cia de o@ faumdrunísam aa ~ 0 n B u ~ ~ de apa btemut d a &b&si natRda 4 a la .siott>taa es hienies m m e n t a f e e de la m&B ~ fafeeB&e mpenwos :h. da-, ', *Y 6fr,,*nio I .w. ) . a 0 deuda 'I*aee me& &lo forgati* ri, *.?l.. , , l , *., ' e&si&m -Sr ,la hma acbi&&n , n b ar 'kgmpan en n.~m4,m. &sw.f m n>nos O &' Las +3lmmus t& lao a ia - . y " , [ :i,,: , 11 p& - M. &&m , M*Sra, .poSatnrs:fm~ , IFaieBglbBb k&ar*el il@ajp pna oanb eoajodn&aa:y,, &B (tiida, . F a p& ,W:é&h%e leal aqeelbs M sOik prdamasire fee ~~.dtxhnr .B d6fendef'áaa (S, + , , - , , . , / . ~ , *- m, .. (. XElOW SOCIAL DE UJS PATRONOS CRISTlliWOS ciai en tantas pdse8, la preparación de numerosos convenios intwnacionales de trabajo, la llegada de un siadicaiismo mis vigoroao y r w o n 1 de seguros sociales(. & eeguridad social, las numemas medidae olíticas que han fqrvorecido el aceeso a propiedad, a la i&Yniccih o al emplw en tantas países, constituyen impresionantes progresos para nuestra saiedad. San.108 frutos de &m misión social tey reflexiva Pero la obra que debe zeaIizarse kdavfa es wueho mayor. Proseguid pnestsa &ián patronal con o ~ g d l o alegria, Creed obrdi~adawedee n el confagw del k bien, y en el ~ o d e dr e la verdad. Con esta nota de wnfiama quiero des~ediraigde -vq&rw; La hnmanidad se h c u & r i en q ~ ~ d n c r ~ c i i eded ala historia, -sedice a menudo. Y no se hri decidido aún si es la núna y el aniqdamiento lo que no8 espera La civilizad6n ser&cristiana si así 80 qqieren los erístianos. Si se tqei tnbajo de reanímw ase re& de wpirib cristiaq m e permanece ep el fondo &e naestra @vi~aaciÓn,ésta podiá reconciliar, en /a pr&ctic@,los progresos dinámicos de la ciencia y de la técnica con las exigencias de nuestra fe. He ahí la única y verdqdesa forma. "El Eeandelio no es uii wdanfe, sino dinamita. Mirad nuestro reloj. En eerfe momenfo mueren milea rte p&som61. Mwh erf8n sufriendu en una mers d e opersdones. En osfe'inommto bb&6i~.a. ta' ri8,wa dd Sema 43 en o t n n ~Wos,nauj~eedwesperadk~e& pM *&u(. Eic OrCBBde d e &VP(L mtiee de.ppraonas hirgm. E n d r a $*da, &en&ei d@mílea .M b ~ u + ? A f r m .,. , ea c m p m & concenfrackSn: Toda esto .&a algunw 'minPEtm.,. .. Debena decirod: SeAorer, deseo buqar npches? Po, ssf naga ha* @e& ri rui ~uer&Ss s p d a r s owrfros hennar~wn..os deseo un+, n d a -he; tina noefie i n t r a ~ í Z a "