Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. EDITORIAL ¿Otra vez la sífilis? 49.696 Valvanera Ibarraa,b y José A. Oteoa a Servicio de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas. Hospital de La Rioja. Logroño. Unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual. Hospital de La Rioja. Logroño. La Rioja. España. b En los últimos años somos muchos los que tenemos la impresión de que estamos asistiendo a un resurgimiento de la sífilis. La pregunta es si estamos o no en lo cierto. Si consideramos los datos oficiales, nos encontramos con que el número de casos de sífilis declarados en España se encuentra en uno de los niveles más bajos de su historia, con una tendencia decreciente desde 1984. La sífilis ha pasado de 706 casos declarados en el año 2000 (tasa de 1,79 casos/100.000 habitantes) a 700 casos en 2001 (tasa de 1,77 casos/100.000 habitantes). En cuanto a su distribución geográfica, presenta el mismo patrón que en años anteriores, con tasas más altas en Melilla, Islas Canarias y Baleares1. La sífilis es una enfermedad de distribución mundial, pero con una incidencia muy diferente en las distintas áreas geográficas y entornos socioeconómicos. En 1996, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que la incidencia mundial de la sífilis era del 0,4% (12 millones de casos) y la prevalencia del 1% (28 millones de casos)2. La mayoría de las nuevas infecciones se produce en países pobres, en algunos de los cuales hasta el 10% de la población puede estar infectada. En los países industrializados, en gran parte gracias al descubrimiento de la penicilina, esta enfermedad fue prácticamente eliminada en la década de 1950. Sin embargo, y después de este importante descenso en su incidencia, periódicamente (cada 7-10 años) se aprecia un incremento en el número de casos. También se observan cambios en las características de los grupos de población afectada3. La mayoría de estas variaciones se correlaciona con modificaciones de conducta y hábitos sexuales, además del desarrollo de campañas de información y de medidas de prevención por parte de los diferentes gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG). La «revolución sexual» y el uso extendido de anticonceptivos en los años 1960 propiciaron un aumento de la sífilis. A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 se produjo un aumento desproporcionado de diagnósticos en los varones homo y bisexuales. Más tarde, la aparición de la epidemia de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) provocó una modificación de la conducta sexual en los homosexuales y una disminución importante de la incidencia de sífilis en este colectivo. Al comienzo de la década de 1990 se detectó un nuevo aumento de las tasas. Este aumento fue más acusado en EE.UU. que en Europa, y estuvo asociado a la transmisión heterosexual de la enfermedad. Fundamentalmente afectaba a personas jóvenes, de bajo nivel socioeconómico, residentes en grandes centros urbanos, y estaba asociada a la práctica de una prostitución Correspondencia: Dra. V. Ibarra Cucalón. Servicio de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas. Hospital de La Rioja. Avda. de Viana, 1. 26001 Logroño. La Rioja. España. Recibido el 11-11-2002; aceptado para su publicación el 15-11-2002. precoz no controlada y de naturaleza económica (a cambio de droga)4,5. Por motivos no bien aclarados, en EE.UU. las tasas de sífilis en su conjunto han ido disminuyendo en los últimos 10 años. No obstante, se han producido algunas epidemias que han afectado a zonas y a grupos de poblaciones muy concretos (negros e hispanos y varones homo o bisexuales)6. En la mayoría de los casos es patente la ausencia de utilización del preservativo y el consumo de alcohol y de otras drogas durante las relaciones sexuales7. En Europa disponemos de menos datos sobre la incidencia de la sífilis. No obstante, y a diferencia de los «datos oficiales» españoles, parece claro que en la mayoría de los países se ha producido un resurgimiento importante en los dos a tres últimos años. Así, en Inglaterra se declararon en 1998 274 casos y en el año 2000, 518 casos, con un gran aumento de la incidencia en varones (48% homosexuales)8. Esta tendencia se ha observado también en Francia, Holanda, Suecia, Alemania, Irlanda y Noruega9,10. ¿Qué está ocurriendo en nuestro entorno? En La Rioja, en los años 2000-2001 se declararon (EDO) tres nuevos casos de sífilis por año, mientras que en la consulta de enfermedades de transmisión sexual (ETS) del Hospital de La Rioja, entre enero y octubre del 2002, hemos detectado 8 casos: tres sífilis latentes y 5 sífilis secundarias (altamente contagiosas); 5 casos en varones, 4 de ellos homosexuales y tres en mujeres. En tres casos se ha detectado también la infección por el VIH, en dos de ellos no era conocida previamente y corresponden a varones homosexuales que ejercen la prostitución. En cuanto a la procedencia, 4 son inmigrantes (tres sudamericanos) y 4 españoles. Si la tendencia de estos datos se confirma en otras regiones españolas, realmente estamos asistiendo a un fuerte resurgimiento de la sífilis en nuestro país. En general, el aumento de las tasas de incidencia de sífilis en una determinada comunidad se asocia a cambios en la conducta sexual de la población, cambios en la composición de la población y aumentos o disminuciones en la eficacia de las distintas intervenciones sanitarias8,11. Hay datos objetivos asociados al «resurgimiento» de la sífilis en nuestro medio, que sin duda son semejantes a los encontrados en otros países miembros de la Unión Europea. Existe una tasa mayor de incidencia en varones (muchos de ellos homo o bisexuales) que en mujeres, y las tasas de sífilis son mucho más elevadas en inmigrantes12. Si atendemos a esta última observación, somos conscientes de que la inmigración es un fenómeno relativamente reciente en España y con una tendencia creciente. La idea que impera es que la mayoría de los inmigrantes son personas sanas y jóvenes procedentes de países no industrializados, que vienen a España a trabajar. Pero si observamos qué sucede en el país de procedencia, nos encontramos con que las tasas de infecciones de transmisión sexual (incluido el VIH) son mucho más altas que las de nuestro país13. En un estudio realizado por la Consejería de Salud de la Ciudad Autónoma de Ceuta, donde la mayoría de los inmigrantes procede de ÁfriMed Clin (Barc) 2003;120(8):295-6 295 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. IBARRA V, ET AL. ¿OTRA VEZ LA SÍFILIS? ca, se encontraron tasas de sífilis en la población autóctona de 4,1/100.000 habitantes, y en los inmigrantes, de 1.081/100.00014. También somos conscientes de que, a consecuencia del tráfico ilegal de personas, una proporción importante de las mujeres inmigrantes debe ejercer la prostitución15. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de un informe de la Organización Internacional para las Migraciones, denuncia en el año 2001 que España es el lugar de Europa donde se ha incorporado durante los últimos 5 años el mayor número de mujeres dominicanas a la «industria del sexo». En la consulta de ETS del Hospital de La Rioja los inmigrantes representan más del 50% de total de personas atendidas. La mayoría procede de Latinoamérica, sobre todo de Colombia, y en menor proporción del África subsahariana y de Europa del Este. Un porcentaje importante de estas personas (81,9%) ejerce la prostitución, y algunas de ellas están en situación ilegal. La mayoría tiene un nivel socioeconómico bajo, con conocimientos muy escasos sobre los síntomas de las distintas ETS, sobre sus medidas de prevención y sobre métodos anticonceptivos. Todos estos factores hacen que sea un grupo de población muy predispuesto a adquirir y transmitir distintas infecciones de transmisión sexual. Los varones homo o bisexuales parecen representar otro colectivo que está contribuyendo al aumento de la sífilis. En los países en los que se han analizado las características de este grupo de población (EE.UU. e Inglaterra) se han encontrado datos similares: la mayoría es promiscua, y algunos de ellos mantienen relaciones sexuales con profesionales del sexo. Una proporción importante está infectada por el VIH y no comunica esta condición a sus contactos. Un porcentaje elevado no utiliza preservativo en las relaciones anales y prácticamente ninguno en las orales. También es frecuente el consumo de drogas durante los contactos7,8. Otro hecho a destacar es el estadio en el que se diagnostica la sífilis. En un número considerable de casos se realizan diagnósticos de sífilis secundaria y de sífilis latente. Epidemiológicamente este dato es importante, puesto que es mucho más complicada la identificación de los contactos y, por tanto, su control y tratamiento. Para finalizar, la sífilis es el prototipo de enfermedad infecciosa susceptible de erradicación. El único huésped conocido es el ser humano, no existe ningún reservorio animal. El período de incubación es de varias semanas, «relativamente corto», lo que permite la identificación y el tratamiento profiláctico de los contactos susceptibles y, por consiguiente, la interrupción de la transmisión. El diagnóstico serológico, aunque no es perfecto, resulta barato y está disponible en la 296 Med Clin (Barc) 2003;120(8):295-6 mayoría de los laboratorios. El tratamiento es sencillo y barato (una sola dosis de penicilina en la sífilis precoz). Entonces ¿por qué no se ha conseguido eliminar la sífilis en los países industrializados? La respuesta no es fácil, ni es el objeto de este editorial. No obstante, queda claro que sólo una correcta planificación, coordinación y adopción de estrategias comunes para la lucha contra las enfermedades transmisibles, en las que se impliquen los diferentes gobiernos (no existen fronteras para las ETS), podrá acabar con una enfermedad que debería estar eliminada de nuestra sociedad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ministerio de Sanidad y Consumo. Boletín Epidemiológico Nacional 2002;10:49-60. 2. World Health Organization. Global prevalence and incidence of selected curable sexually transmitted diseases: Overview and estimates. New York: World Health Organization, 1995. 3. Sing AE, Romanowski B. Syphilis: review with emphasis on clinical, epidemiologic, and some biologic festures. Clin Microbiol Rev 1999;12: 187-209. 4. Rompalo AN. Can syphilis be eradicated from the world? Curr Opin Infect Dis 2001;14:41-4. 5. Gerbase AC, Rowley JT, Mertens T. Global epidemiology of sexually transmitted diseases. Lancet 1998;351(Suppl 3):2-4. 6. 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