El fin del anonimato (Parte IV)

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El fin del anonimato (Parte IV)
Sociedades con acciones al portador podrán cambiar a nominativas o escriturales sin
necesidad de conformidad de la AIN
Por Dra. Giovanna Lorenzi Lozano
glorenzi@kpmg.com
El pasado viernes 27 de julio fue publicada con el N° 18.930 la ley denominada
“Convergencia técnica en materia de transparencia fiscal internacional” que termina con el
anonimato de los títulos al portador.
Reforma de estatutos acelerada
Para estimular el pasaje de títulos al portador a títulos nominativos o escriturales se regula un
régimen distinto al tradicional que implica someterse en forma previa al contralor de la
Auditoría Interna de la Nación (AIN).
Bajo el régimen establecido en la nueva ley, la reforma de estatutos tendiente a sustituir la
representación del capital a través de acciones al portador por acciones nominativas o
escriturales sólo deberá inscribirse en el Registro de Personas Jurídicas, Sección Registro
Nacional de Comercio (RNC), sin control ni conformidad administrativa previa de especie
alguna. Luego de la inscripción en el registro, y dentro de un plazo de 60 días contados a
partir de la misma, la sociedad tendrá que publicar la resolución en el Diario Oficial y en otro
diario del departamento. Se trata de un procedimiento idéntico al ya existente para el aumento
del capital contractual de las sociedades anónimas, ya que una vez perfeccionada la reforma
(con la publicación) sólo se comunica la resolución a la AIN para que ésta lo anote en sus
registros.
En principio se mantiene el derecho de receso para quienes no deseen transformar sus
acciones a nominativas. En el nuevo marco jurídico esta solución carece de sentido lógico ya
que el fundamento del derecho de receso que ya consagraba la Ley 16.060 para toda vez que
se cambiaran las acciones de al portador a nominativas radicaba en que se perdía el
anonimato. Como ya comentáramos en la anterior entrega, la nueva ley propone un régimen
de acciones al portador que nada mantiene de anónimo, por el contrario, sus titulares se
encontrarán perfectamente identificados y hasta serán incluidos no sólo en un registro interno
de la sociedad sino también en un registro llevado por el BCU al que accederán determinados
organismos públicos.
Para mitigar estas críticas se dejó establecido en la ley que no se generará derecho a receso
cuando:
- La resolución sea adoptada con la mayoría absoluta de accionistas presentes en la
asamblea, siempre que se inscriba en el RNC antes del 31/12/2012.
- La resolución sea adoptada –aún luego del 31/12/2012- por una mayoría superior al
75% del capital con derecho a voto.
Este proceso acelerado de reforma de estatutos resultará aplicable únicamente cuando el
objeto exclusivo de la reforma sea sustituir las acciones al portador por acciones nominativas
y cuando la sociedad declare que no existen sanciones pendientes por incumplimiento del
deber de presentar la Declaración Jurada ante el BCU.
Una vez perfeccionada la reforma del estatuto, las sociedades podrán solicitar su exclusión
del registro que llevará el BCU.
Impacto fiscal
Un aspecto a evaluar a la hora de decidir si cambiar o no las acciones a nominativas es el
impacto tributario. Si bien el mero cambio de acciones al portador a nominativas no tiene
ninguna consecuencia fiscal, si la tiene la enajenación de las acciones nominativas por parte
de su titular.
En efecto si en algún momento el titular de las acciones nominativas vende sus acciones,
deberá un impuesto a la venta que varía según se trate de un accionista persona física o
jurídica residente o no:
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Personas físicas residentes: pagan Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
a una tasa del 12 % aplicable sobre el 20% del valor de venta.
Personas físicas o jurídicas no residentes: pagan Impuesto a la Renta a los no
Residentes (IRNR) a una tasa del 12% aplicable sobre el 20% del valor de venta de
las acciones
Personas jurídicas residentes: la renta obtenida por la transferencia estará gravada por
Impuesto a las Rentas Empresariales (IRAE)
Es de destacar que en los dos primeros casos (IRPF e IRNR) se encuentra vigente una
exoneración para la venta de títulos al portador que no rige tratándose de acciones
nominativas.
Encastre:
Las sociedades con acciones nominativas o escriturales no deberán registrarse en el BCU
Claves:
Derecho de receso: El cambio de tipo de acciones no generará derecho de receso en
determinadas condiciones
Impuestos: La reforma del estatuto no está gravada, si lo está la venta de las acciones
nominativas
Trámites: En la práctica el trámite de reforma del estatuto social sin conformidad
administrativa previa tiene una demora aproximada de un mes.
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