(c) Copyright 2014, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal. Se prohibe su distribuci—n o reproducci—n. El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales. Retos y perspectivas vLex International - Nœm. 22, Julio 2014 vLex International Nœm. 22, Julio 2014 Cuba Autor: Nora Cede–o Guerra - Jorge Rond—n ValdŽs Cargo: Profesora Auxiliar de Derecho Civil y de Familia, Derecho Notarial del Departamento de Derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Human’sticas de la Universidad de Granma - Profesor de Derecho Civil del Departamento de Derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Human’sticas de la Universidad de Granma Id. vLex: VLEX-517263119 http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Texto Introducci—n El mundo del siglo XXI, cada vez m‡s globalizado y competitivo, exige de servicios eficientes y flexibles. Estas exigencias mundiales han cambiado profundamente la concepci—n de la prestaci—n de servicios que buscan ser cada vez m‡s especializados, cediendo a proveedores externos, las personas naturales y jur’dicas, las actividades que no consideran prioritarias a efectos de lograr mayor especialidad, eficiencia, reducci—n de costes y productividad. Se entiende como tal el conjunto de acciones que buscan responder a las necesidades de un cliente. que incluyen una diversidad de actividades desempe–adas por un crecido nœmero de funcionarios que trabajan para el Estado o por empresas no estatales, servicios pœblicos o privados; entre estos pueden se–alarse los de: electricidad, agua potable, aseo, correo, transporte, telŽgrafo y telŽfono. Se define un marco donde las actividades se desarrollar‡n con la idea de fijar una expectativa en el resultado de Žstas. Los contratos de prestaci—n de servicios utilizados por organizaciones generan dudas acerca de los efectos legales derivados de dicha relaci—n contractual. Si la relaci—n jur’dica incluye elementos caracter’sticos de la relaci—n jur’dica civil, comercial o empresarial, para fijar la legislaci—n aplicable al prestador y consecuentemente sus efectos. Las investigaciones realizadas en torno a esta tem‡tica que sirven de antecedentes, Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 1/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 son los que abordan la prestaci—n de servicios vistos como contratos por adhesi—n y las limitaciones de los derechos del usuario en el contrato de servicio de telefon’a celular prepago, ambas del a–o 2010. Sin embargo, la presente investigaci—n analiza el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico, entendido como aquel por el cual una persona llamada prestador, se obliga a prestar el servicio de telecomunicaci—n a otra, llamada prestatario, cliente o usuario, mediante la instalaci—n de una l’nea telef—nica a cambio de un valor tarifado en dinero, que toma como referente las nuevas legislaciones implementadas en el sector de las comunicaciones que centra su atenci—n en las obligaciones del prestatario del servicio y su relaci—n con las instituciones del Derecho Civil en su concertaci—n. Lo expuesto permite proponer en la investigaci—n como problema cient’fico: Insuficiencias que se identifican durante la concertaci—n y ejecuci—n del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales visto desde las instituciones del Derecho Civil. El objetivo general de esta investigaci—n, es diagnosticar a partir de una fundamentaci—n te—rico doctrinal y de Derecho Comparado del contrato de servicio telef—nico, las peculiaridades de su configuraci—n te—rica normativa en el derecho positivo cubano y legislaci—n especial en pos de su perfeccionamiento. Para el desarrollo de la investigaci—n se emplearon los siguientes mŽtodos: MŽtodo hist—rico-l—gico: permiti— hacer un estudio de la evoluci—n del contrato de prestaci—n de servicio y espec’ficamente el contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales, para ubicar sus caracter’sticas, principios y rasgos fundamentales que la han integrado en las diferentes etapas de su desarrollo hasta lograr entender su conceptualizaci—n actual. MŽtodo an‡lisis-s’ntesis: consinti— en establecer las caracter’sticas fundamentales del contrato de prestaci—n de servicios, a partir de los diferentes estudios te—ricos doctrinales realizados sobre el tema e identificar segœn la doctrina cient’fica moderna que permiten hacer una sistematizaci—n de su dogm‡tica contempor‡nea. MŽtodo inductivo-deductivo: mediante el an‡lisis en los diferentes textos que abordan el contrato de prestaci—n de servicios se deduce sus etapas, procesos de formaci—n y consolidaci—n para hablar del contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales en Cuba y establecer conclusiones sobre el tema investigaci—n. MŽtodo jur’dico comparado: se realiz— un estudio a partir de indicadores preestablecidos en normas de diferentes ordenamientos, para extraer puntos de conexi—n en la forma de regular lo referente al contrato de prestaci—n de servicios, y aspectos distintivos que no desnaturalizan su contenido y aportan maneras diferentes de resolver la problem‡tica, que permiten elaborar conclusiones sobre el objeto de investigaci—n. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 2/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 MŽtodo exegŽtico jur’dico: los presupuestos te—ricos que sustentan el contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales se contrast— con la normativa vigente para poder diagnosticar sobre la situaci—n actual segœn las diferentes normativas analizadas. Constituyen los resultados de esta investigaci—n: Identificaci—n de los criterios te—ricos normativo que dimensionan el contrato de prestaci—n de servicio. ¥ <!--[endif]-->Determinaci—n de la configuraci—n te—rica normativa del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales en el derecho positivo cubano y legislaci—n especial. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Conjunto de recomendaciones encaminadas al perfeccionamiento del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales en Cuba. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Material cient’fico actualizado sobre el tema acorde con la doctrina moderna y tendencias del contrato de prestaci—n de servicio con Žnfasis en el de telefon’a fija a personas naturales en Cuba. Fundamentos te—ricos y doctrinales del contrato de prestaci—n de servicios. Estudio en el derecho comparado En la sociedad moderna contempor‡nea es incuestionable la trascendencia y utilidad que brindan los contratos de prestaci—n de servicios que en ocasiones se convierten en objeto de demandas ante la inadecuada ejecuci—n de los mismos, por lo que se propone identificar los criterios te—ricos que lo dimensionan a partir de sus principios y caracter’sticas, acorde a las instituciones del Derecho Civil y el Derecho Comparado. Nociones generales del contrato como figura jur’dica La palabra contrato proviene del lat’n ÒcontractusÓ y a su vez, Žsta deriva de ÒcontrahereÓ, que significa agrupar, reunir, concluir. La noci—n de contrato, desde la antigŸedad, despert— el interŽs de los m‡s notables juristas de todas las Žpocas, quienes, pese a sus valiosos esfuerzos, no pudieron arribar a una definici—n œnica al respecto. Tampoco las reuniones cient’ficas celebradas a tal fin, han podido lograr la tan mentada uniformidad conceptual. Se le puede reconocer indistintamente por los tŽrminos convenci—n, pacto o acuerdo, sin embargo, etimol—gicamente estos vocablos no significan lo mismo. La convenci—n, para Aubry y Rau1 , es el acuerdo de dos o m‡s personas sobre un ob­jeto de interŽs jur’dico; y el contrato constitu­ye una especie particular de convenci—n, cuyo car‡cter propio consiste en ser productor de obligaciones, definici—n semejante a la dada por Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 3/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Savigny2, para quien el contrato es el concierto de dos o m‡s voluntades sobre una declaraci—n de voluntad comœn, destina­da a reglar sus relaciones jur’dicas. En la doctrina cient’fica existe una gran diversidad de criterios al tratar de definir o conceptualizar esta figura jur’dica, para el prestigioso autor boliviano Kaune Arteaga3 es una variedad de negocio jur’dico bilateral, conformado por el acuerdo de dos o m‡s partes con el objeto de constituir, modificar o extinguir relaciones de derecho de car‡cter patrimonial, a travŽs de la composici—n de intereses opuestos. Para D’ez Picazo y Gull—n4 una definici—n de contrato en sentido amplio se enmarca en que el contrato aparece por la conjunci—n de los consentimientos de dos o m‡s personas con la finalidad de ser fuente de obligaciones entre ellas. Esta idea es base en todo el sistema de derecho privado. Pero en un sentido m‡s restringido y buscando su sometimiento a un rŽgimen jur’dico unitario, la doctrina aplica al contrato la definici—n de negocio jur’dico patrimonial de car‡cter bilateral cuyo efecto consiste en constituir, modificar o extinguir una relaci—n jur’dica patrimonial. Kelsen5 distingue el contrato en: acto, aparece como un acto jur’dico, o acci—n de los interesa­dos a la que el ordenamiento les atribuye unos determinados efectos jur’dicos; y como norma, aparece como un precepto o una regla de conducta (regla contractual), determinada ordenaci—n a la que las partes someten su propia conducta. Grosso6 se–ala que la concepci—n del contrato como fuente de obligaciones en base exclusiva al acuerdo o consentimiento de las partes es fruto de una larga evoluci—n hist—rica, la tradicional cuatripartici—n romana de los contratos (re, verbis, literis y consensu), que individualiza el elemento obligante, es decir, la causa por la que surge la obligaci—n. Estas cuatro categor’as eran esenciales en la Žpoca cl‡sica, ya en la poscl‡sica surgen los llamados contratos innominados, en la que las partes acuerdan prestaciones rec’procas, pero que no hacen surgir la obligaci—n en una parte hasta que la otra no cumpla. La apertura total a la concepci—n moderna se produce cuando se considera a la vo­luntad humana como eje de la obligaci—n, si alguien queda obligado es porque ha querido obligarse, ello ocurre por influjo de mœltiples factores: de la doctrina canonista, de las ne­cesidades pr‡cticas del tr‡fico mercantil y sobre todo por el influjo de la Escuela del Derecho Natural racionalista y las ideas de la Ilustraci—n y el Iluminismo, que concibe al hombre como un ser libre no sujeto por naturaleza a m‡s voluntad que la suya, es la pri­mac’a del individualismo jur’dico. Entendiendo el concepto dado por Lorenzetti como el m‡s acabado, no debe olvidarse que Žste sirve para, constituir una relaci—n jur’dica, modificarla o extinguirla y que sustancialmente consiste en un consentimiento sobre una concreta funci—n econ—mico-social manifestado mediante un tipo contractual, exteriorizado necesariamente a travŽs de una forma verbal, escrita o m’mica o inferido de actos, recae tambiŽn necesariamente sobre algo que pretende hacerse u obtenerse mediante Žl, y ese algo debe reunir determinados requisitos para justificar los derechos y las obligaciones que los contratantes pretenden provocar, as’ como las adquisiciones subsiguientes si las hay; si ese algo es desacorde con el ordenamiento Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 4/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 (causa il’cita), los efectos no se producen. Clasificaci—n de los contratos Son numerosas las clasificaciones que han hecho los autores de los contratos desde dis’miles puntos de vista, generalmente con una visi—n descriptiva y que debe ir precedida de un estudio pormenorizado de cada uno de ellos, o por lo menos, de los m‡s comunes y tradicionales, que abarcan desde los contratos consensuales, formales, unilaterales, bilaterales, conmutativos y aleatorios, t’picos y at’picos, onerosos y gratuitos, hasta los contratos por negociaci—n y por adhesi—n. Para el desarrollo de esta investigaci—n seguiremos la clasificaci—n ofrecida por D’ez Picazo y Gull—n por ser a nuestro juicio la m‡s abarcadora. Los contratos consensuales quedan perfeccionados desde que las partes manifiesten rec’procamente su consentimiento, como en la compraventa y los reales cuando su formaci—n requiere de la entrega de la cosa como elemento esencial o estructural, ejemplo el comodato o el dep—sito.7 Los formales se caracterizan porque para su plena constituci—n y eficacia se precisa de una forma especial; se subdividen en solemnes absolutos que son aquellos que si no respetan la forma establecida, son nulos y s—lo engendran obligaciones naturales y los solemnes relativos, en los que la inejecuci—n de la forma frustra el nacimiento del acto querido por insuficiencia, pero que en cambio la habilita para la conversi—n del negocio.8 En la definici—n de los distintos tipos de contratos se entiende que los contratos unilaterales son aquellos, que en el momento de su celebraci—n, hacen nacer obligaciones para una sola de las partes exclusivamente. Ejemplo de ello es el prŽstamo, que solo hace nacer la obligaci—n de devolver la cosa o suma prestada una vez perfeccionado con la entrega de la misma; por su parte los bilaterales los que al perfeccionarse, generan obligaciones rec’procas, o sea, para todas las partes que intervienen, como la compraventa, a juicio de Diez Picazo la denominaci—n m‡s conveniente es la de sinalagm‡ticos9 . Los conmutativos se caracterizan porque la relaci—n de equivalencia entre las prestaciones a cargo de ambas partes se encuentra de antemano fijada por ellas de manera inmodificable, como en la compraventa y en los aleatorios las ventajas perseguidas por las partes no son conocidas y apreciadas al momento de la formaci—n del contrato, sino que se revelan en el curso de los acontecimientos, dependiendo de un hecho incierto en su realidad o cuyo conocimiento se discute entre las partes. Lo que resulta aleatorio es la incertidumbre acerca si del contrato derivar‡ un provecho y en su caso si el mismo ser‡ equivalente al sacrificio a soportar.10 Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 5/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 T’picos son aquellos que tienen una consagraci—n expresa en los c—digos o leyes que los tipifican y disciplinan. At’picos, por su parte, los que no encuentran su sede dentro de la ley civil, que carecen de una disciplina especial. La variedad de tales contratos es infinita.11 Los contratos onerosos son aquellos en que la prestaci—n dada por una de las partes, tiene su origen o raz—n de ser en la contraprestaci—n dada por la otra por ejemplo la compraventa, donde una de las partes paga un precio en virtud de la entrega de la cosa hecha por la otra y los gratuitos al contrario tienen por objeto una liberalidad o beneficio pues se da algo sin recibir nada a cambio, sin contrapartida, tal es el caso de la donaci—n.12 Los principales son los que no dependen jur’dicamente de otro contrato y accesorios los que jur’dicamente, dependen de otro contrato, se caracterizan por seguir la suerte del contrato principal. Un contrato es de disposici—n cuando tiene por efecto la supresi—n, disminuci—n, o compromiso de los elementos que integran el patrimonio de quien dispone y de administraci—n cuando tiene por efecto, generar beneficios que normalmente, pueden obtenerse de ellos. Constitutivos los que crean una nueva situaci—n jur’dica. La mayor’a de los contratos presentan esta cualidad. Declarativos los que se caracterizan por presuponer la preexistencia de una situaci—n o relaci—n jur’dica que reconocen, identifican, tipifican para lo cu‡l disciplinan sus efectos con retroacci—n o hacia el futuro. Directos se consideran aquellos en los que el resultado se alcanza en forma inmediata; e indirectos los que para obtener el resultado, no se aprovecha un esquema contractual, sino que se adopta otro, distinto al contrato por el cu‡l se hubiera podido obtener directamente el resultado. De ejecuci—n instant‡nea los que comportan, como su nombre lo indica, de una sola vez y en un solo acto la extinci—n del negocio al contrario los de tracto sucesivo sus efectos se prolongan en el tiempo.13 Los contratos normales o de libre discusi—n suponen la libertad, al menos relativa, de ambas partes en sus dos fases, negociaci—n o discusi—n de las distintas cl‡usulas (fase de la preparaci—n) y en la aceptaci—n o rechazo final (fase de la conclusi—n). Pudiendo verse como una libertad al menos relativa, porque en la realidad econ—mica muchas veces falta en las partes una autŽntica libertad de contrataci—n, no obstante, el acto es v‡lido. En los contratos de adhesi—n, en cambio, la fase de la negociaci—n ha quedado eliminada; una de las partes fija prolijamente todas y cada una de las cl‡usulas, de tal modo que a la otra no queda otra libertad que la de dar su consentimiento o rechazarlo. En su mayor’a, la libertad de decisi—n ser‡ solamente te—rica14 . Otras tipos contractuales prevŽn una libertad de decisi—n mayor15 . Una clasificaci—n muy acertada es la que ofrece el doctor Kaune Arteaga16 agrup‡ndolos a partir de diversos criterios; segœn los requisitos de formaci—n, Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 6/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 consensuales, reales y solemnes; por los requisitos de fondo, de libre discusi—n, de adhesi—n, individuales y colectivos; de acuerdo al contenido, el citado autor los subclasifica, atendiendo a la reciprocidad de las obligaciones, unilaterales, bilaterales, contratos sinalagm‡ticos imperfectos y plurilaterales; por el fin perseguido: gratuitos, onerosos, conmutativos y aleatorios; y conforme a la duraci—n de sus efectos, de ejecuci—n instant‡nea, de tracto sucesivo. Por las reglas de interpretaci—n, nominados e innominados. La evoluci—n de las relaciones econ—micas ha dado lugar a grandes cambios en el rŽgimen jur’dico contractual y con ello un tr‡fico jur’dico m‡s acelerado que ha dado lugar a la aparici—n de una serie de modalidades que no encuentran calificaci—n en el rŽgimen jur’dico contractual tradicional. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Contratos en masa o contratos tipo: impuestos a sus clientes por grandes empresas mercantiles e industriales y referidos muchas veces a la utilizaci—n de bienes y servicios imprescindi­bles en la vida cotidiana, agua, luz, el hecho de que se traten de servicios imprescin­dibles hace que una de las partes llegue en clara inferioridad, debilitando as’ el principio de libre contrataci—n, se hace tr‡nsito a los llamados contratos de adhesi—n, contratos por formulario o con condiciones generales. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Los llamados contratos normados: que son una serie de condicionamientos de la pol’tica econ—mica y social, escasez de vi­vienda, colocaci—n, lo que hace que el Estado tenga que asumir la tarea de dotar de contenido imperativo a ciertos contratos de trabajo como, el arrendamiento de vivienda y el servicio domŽstico. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Contratos forzosos: surgen por imperativo legal, no son verdaderos contratos sino que se tratan de hip—tesis de constituci—n forzosa legal, administrativa o judicial. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Contratos necesarios: surgen en los casos en una persona resulta obligada para satisfacer sus propias necesidades. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Prestaciones del tr‡fico en masa: llamados as’ por la doctrina alemana, en los cuales determinadas obligaciones surgen del hecho de realizar un determinado comportamiento sin previa declaraci—n de voluntad alguna, uso de un aparcamiento, uso de m‡quinas autom‡ticas entre otros. Lo expuesto nos muestra hip—tesis de figuras contractuales devenidas en una ficci—n, ya que no hay en ellas una verdadera relaci—n contractual, pero si relaciones obligatorias derivadas de una conducta social. Construcci—n te—rica del contrato de prestaci—n de servicios La prestaci—n constituye el objeto de las relaciones jur’dicas de obligaciones. No siempre ha existido acuerdo sobre este particular, pues la construcci—n jur’dica de la Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 7/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 obligaci—n y de su elemento objetivo en particular ha dado lugar a mœltiples discusiones doctrinales. Es frecuente designar como objeto de la relaci—n jur’dica obligatoria a la cosa, hecho o abstenci—n a que se refiere el deber del deudor; sin embargo, la anterior posici—n no es tŽcnicamente exacta, pues, su esencia es el comportamiento del sujeto obligado que a su vez se refiere a cosas, servicios o abstenciones que resultan el objeto de la prestaci—n. As’, se distingue el inmediato, que es la prestaci—n y el mediato, que ser’a la cosa, hecho o abstenci—n, unido al prop—sito o fin perseguido por las partes de la relaci—n jur’dica obligatoria en cuesti—n17 . Diez Picazo18 define la prestaci—n como la conducta o comportamiento que constituye lo debido por el deudor y lo que el acreedor est‡ facultado para reclamar. En principio, puede ser objeto de la prestaci—n cualquier forma de la actividad humana, lo que indica la amplitud del campo del Derecho de Obligaciones, pero el mismo no resulta ilimitado, pues el objeto de la relaci—n jur’dica obligatoria debe reunir determinados requisitos, ya que se precisa que la prestaci—n sea posible, l’cita y determinada o, al menos, determinable; por lo que pueden entenderse como caracter’sticas o requisitos de la prestaci—n: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Posibilidad: la relaci—n jur’dica obligatoria se establece entre las partes para satisfacer un interŽs privado del sujeto acreedor, mediante la imposici—n de un determinado deber al sujeto deudor. Si Žsta fuese imposible, no se puede satisfacer el interŽs del acreedor y con ello desaparece la raz—n de ser del v’nculo obligatorio. TambiŽn las leyes del mundo f’sico o natural pueden oponerse a su realizaci—n, lo que la hace naturalmente imposible, y asimismo lo es cuando choca con normas jur’dicas que no permiten que la misma se efectœe. La prestaci—n puede ser imposible desde que nace (imposibilidad originaria), lo cual hace nula la obligaci—n, o puede hacerse imposible con posterioridad (imposibilidad subsiguiente), lo que puede acarrear su extinci—n si se produjo por un hecho fortuito o raz—n de fuerza mayor del que no debe responder el deudor, o su transformaci—n en otra distinta, cuyo contenido ser’a la indemnizaci—n de los da–os o perjuicios producidos al acreedor, si la imposibilidad sobrevino por culpa del sujeto obligado. Se distingue la imposibilidad absoluta de la relativa, la primera es aquella que no puede realizarse por persona alguna por ser imposible en s’ misma, la segunda no es imposible en general pero si lo es para el deudor en particular19 . <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Licitud: este requisito es comœn para el objeto de las relaciones jur’dicas en general, l—gicamente, la ley s—lo ampara las relaciones entre los hombres cuando estas no se oponen a su mandato; debiŽndose atemperarse a lo previsto por el ordenamiento jur’dico. En ocasiones ser‡ il’cita en s’ misma, en otros casos resulta serlo por ser il’cita la contraprestaci—n que le sirve de equivalente, y a veces son l’citas en s’ mismas la prestaci—n y la contraprestaci—n pero consideradas en relaci—n una con la otra resultan il’citas, por ello para apreciar la licitud no basta con atender a su objeto, sino que debe considerarse todo el contenido Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 8/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 del t’tulo que origina la misma.20 <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Determinaci—n: la prestaci—n objeto de la obligaci—n debe ser determinada, pues de otra forma no podr’a precisarse la actividad que debe realizar el deudor para satisfacer el interŽs del acreedor, ni pudiera establecerse con exactitud la cuant’a del resarcimiento debido, ante su incumplimiento. La prestaci—n tiene existencia cuando se establece el v’nculo obligatorio, pero se admite que pueda determinarse a posteriori siempre que al momento del nacimiento de la obligaci—n se fijen las reglas en base a las cuales la misma se determinar‡ en lo adelante, sin necesidad de un nuevo acuerdo entre las partes, es por ello que se habla de prestaciones determinadas o, al menos, determinables.21 Clases de prestaciones El an‡lisis del objeto de las relaciones jur’dicas obligatorias en todos sus detalles, permite clasificar la prestaci—n desde dis’miles criterios que se distinguen fundamentalmente entre prestaciones de dar, de hacer y de no hacer. Las prestaciones de dar son aquellas que tienen por objeto la entrega de alguna cosa o bien, con el prop—sito de transmitir la propiedad de la misma, como ocurre en casos de compraventa, o con fines m‡s limitados, es decir, para que esa cosa o bien se use y disfrute o se guarde durante un tiempo determinado, como en casos de arrendamiento o dep—sito. La conducta del deudor est‡ ligada precisamente a esa entrega, que es lo que satisface el interŽs del acreedor y lo que tiene derecho a exigir Žste.22 Son muy comunes las prestaciones de dar, la entrega de bienes materiales constitu’a, hasta hace poco, el objeto de casi todas las obligaciones. El intercambio de bienes objeto del derecho de propiedad es pr‡cticamente indispensable para la satisfacci—n de las necesidades individuales y para el desarrollo de las actividades econ—micas. La prestaci—n de dar puede recaer sobre cosas genŽricas o espec’ficas. Mientras que las obligaciones cuya prestaci—n consiste en la entrega de cosas determinadas se extinguen con la pŽrdida de Žstas, a las que tienen por objeto la entrega de cosas genŽricas no se les aplica esta causa de extinci—n, pues, como ya apuntamos, el gŽnero no perece, y la elecci—n de las cosas a entregar corresponde al obligado, ya mencionado. Las de no hacer, son objeto de aquellas relaciones jur’dicas obligatorias en las que el deudor debe abstenerse de realizar un determinado comportamiento, debe omitir la realizaci—n de ciertos actos que podr’a realizar libremente si no se lo impidiera el v’nculo obligatorio, o debe soportar ciertas actividades del acreedor que pudiera rechazar o impedir de no existir la obligaci—n23 . Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 9/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Las prestaciones de hacer, por su parte, han adquirido notable importancia en los tiempos modernos, debido a la proliferaci—n de los servicios, que constituyen precisamente el objeto de las mismas. En ellas la conducta debida por el sujeto obligado se traduce en la realizaci—n de un determinado servicio, lo cual indica que pueden tener una gran variedad de contenidos. Pueden consistir en una actividad considerada en s’ misma, por ejemplo, cuando una persona acude a una peluquer’a para que se le arregle el cabello. Si se toman en cuenta determinadas cualidades personales del sujeto obligado para el establecimiento de la obligaci—n, la prestaci—n de hacer debe ser ejecutada personalmente por el deudor. En otros casos, el acreedor s—lo tiene interŽs en el resultado de la actividad o servicio objeto de la prestaci—n, pudiendo entonces el deudor encomendar a otra persona su ejecuci—n, aunque responde Žl ante el sujeto activo de la relaci—n obligatoria establecida. Ante el incumplimiento de Žsta, resulta dif’cil lograr que el deudor, en contra de su voluntad, satisfaga el interŽs del acreedor forzosamente de forma espec’fica, es decir, realizando la conducta debida, siendo necesario en la mayor’a de los casos acudir al cumplimiento forzoso por equivalencia, o sea, al resarcimiento econ—mico de los da–os y perjuicios causados. Siendo este tipo de prestaci—n el objeto de la relaci—n jur’dica contractual que se analizara en la investigaci—n. 24 El contrato de prestaci—n de servicios, concepto y caracteres El contrato de prestaci—n de servicios forma parte de aquel importante grupo de contratos obligatorios, mandato, dep—sito, por los que una persona se obliga a realizar una actividad en servicio o interŽs de otra; donde una parte se obliga a realizar prestaciones de servicios de cualquier clase a cambio de un precio o remuneraci—n. Diversas son las definiciones que ha proporcionado la doctrina cient’fica de esta figura jur’dica. Para el autor Escobar Fornos25 , existe arrendamiento cuando una persona llamada arrendador o locador se obliga a entregar el uso o goce de una cosa, o a ejecutar una obra o servicios a otra denominada locatario, arrendatario o inquilino, que a su vez se obliga a pagar un precio determinado y cierto. En cambio, el catedr‡tico mexicano Gonz‡lez Alc‡ntara26 lo define como el contrato por virtud del cual una persona llamada arrendador se obliga a conceder temporalmente el uso o el goce de un bien a otra persona llamada arrendatario, quien se obliga a pagar como contraprestaci—n un precio cierto . El contrato de servicios segœn Lorenzetti, es una matriz jur’dica, un gŽnero del cual se desprendieron la locaci—n de cosas, la de servicios, la de obra, el contrato de trabajo, los servicios pœblicos, los destinados al consumidor27 . Segœn expresa Fierro Castro28 , quien participara en la comisi—n redactora del C—digo Civil Mexicano de 1870 y espec’ficamente en la exposici—n de motivos, es un atentado contra la dignidad Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 10/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 humana llamar a estos contratos de arrendamiento, porque el arrendamiento se debe referir a cosas y no se puede considerar sin degradar al hombre como una cosa al trabajo, el cual no es una mercanc’a que se alquile, que se de en arrendamiento, sino que la dignidad humana exige una denominaci—n diferente para estos contratos, y le llam— de prestaci—n de servicios29 . La mexicana Ambriz çlvarez30 lo define, como un contrato por virtud del cual una de las partes, llamada profesionista, mediante una remuneraci—n que toma el nombre de honorario, se obliga a desempe–ar en beneficio de la otra, a la que podr’amos llamar cliente, ciertos trabajos que requieren una preparaci—n tŽcnica, y en ocasiones, un titulo profesional para su ejercicio. Para Eduardo Naranjo31 en los comentarios al nuevo estatuto de contrataci—n de la administraci—n pœblica se–ala que el contrato de prestaci—n de servicios es aquel que desarrolla actividades propias de la administraci—n o funcionamiento de la entidad, esto es, que colabore, mejore o ayude con el giro ordinario de las actividades de la entidad estatal en operaciones manuales e incluso intelectuales, como ocurre con el mandato judicial. En reiteradas ocasiones el Consejo de Estado de MŽxico ha definido el contrato de prestaci—n de servicios como aquel que se celebra con personas naturales o jur’dicas para desarrollar actividades relacionadas con el cumplimiento de funciones adscritas a la actividad pœblica contratante. As’ mismo la Corte Constitucional ha se–alado que es la actividad independiente desarrollada, que puede provenir de una persona jur’dica con la que no existe el elemento de la subordinaci—n laboral o dependencia, consistente en la potestad de impartir —rdenes en la ejecuci—n de la labor contratada.32 El Diccionario de la Real Academia de la Lengua33 , en cuanto a las profesiones liberales ha confrontado los conceptos de profesi—n y de arte liberal y de acuerdo con la concepci—n tradicional que se ha tenido de aquel concepto, puede afirmarse que son aquellas actividades en las cuales predominan el ejercicio del intelecto, que han sido reconocidas por el Estado y para cuyo ejercicio se requiere la habilitaci—n a travŽs de un t’tulo acadŽmico. En estricto sentido, el contrato de prestaci—n de servicios se celebra por el Estado en aquellos eventos en que la funci—n de la administraci—n no puede ser suministrada por personas vinculadas con la entidad oficial contratante o cuando requieren de conocimientos especializados, para lo cual se establecen como caracter’sticas que la prestaci—n verse sobre una obligaci—n de hacer para la ejecuci—n de labores en raz—n de la experiencia, capacitaci—n y formaci—n profesional de una persona en determinada materia, con la cual se acuerdan las respectivas labores profesionales; La autonom’a e independencia del contratista desde el punto de vista tŽcnico y cient’fico, que constituye el elemento esencial de este contrato y la vigencia del Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 11/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 contrato es temporal y por lo tanto, su duraci—n debe ser por tiempo limitado y el indispensable para ejecutar el objeto contractual convenido. 34 En la doctrina moderna en que se sustenta el derecho del trabajo, el servicio profesional es la actitud de la persona que, ostentando un t’tulo acadŽmico o tŽcnico que lo faculten para el ejercicio de una ciencia o un arte en forma libre, la ejecuta en beneficio de un patrono, bajo su direcci—n, subordinaci—n y dependencia econ—mica, sujeto a un contrato individual de trabajo. En funci—n de estos elementos, el intelectual, el llamado profesional liberal, el tŽcnico, el alto empleado, inclusive el artista que por exigencias personales establezca una relaci—n jur’dica cuya finalidad sea el desempe–o de un servicio subordinado, al quedar sujeto a las instrucciones u —rdenes de un tercero y por tanto impedido del libre ejercicio de la profesi—n que ostente, tal relaci—n jur’dica debe estimarse laboral y los servicios profesionales que presten asimilados a los de cualquier trabajador35 . EntendiŽndose por servicios profesionales y que no es sujeto del derecho de trabajo, al que ejerce con plena autonom’a en un, despacho, consultorio, laboratorio u oficina particular que ofrece al pœblico sus servicios; al que realiza contratos sujetos en sus caracteres al ordenamiento jur’dico civil; al que no se encuentra sujeto a direcci—n o subordinaci—n porque ejecuta cualquier trabajo conforme a su criterio, bajo sus propias normas de conducta y de acuerdo a planteamientos propios, en fin, quien efectœa su labor bajo su leal saber y entender.36 Este tipo contractual abarca los contratos en los que una persona suministra un bien o servicio a otra, para la satisfacci—n de determinada necesidad personal, lo que quiere decir que no puede adquirirlo para una posterior enajenaci—n, a cambio de que esta œltima que se convierte en consumidor, realice una contraprestaci—n consistente en el abono del precio pactado o establecido. Se puede mencionar entre sus caracter’sticas principales, la de concertarse para satisfacer necesidades materiales o espirituales, ser contratos que se perfeccionan por la adhesi—n a condiciones generales o no, y, aunque su objeto sea la prestaci—n de un servicio, tiene distintas formas de manifestarse en correspondencia con la necesidad que el mismo vaya a satisfacer.37 Como antes se ha apuntado, este contrato de prestaci—n de servicios forma parte del grupo de aquellos donde una parte se obliga a realizar una actividad en servicio o interŽs de otra y que por ello es f‡cil la confusi—n con otros contratos. En tal sentido hay que tener en cuenta tres puntos: en primer lugar, por haber sido un contrato de poca frecuencia y trascendencia pr‡ctica, que adquiri— un extraordinario auge e importancia social cuando, a partir de entrado el siglo XIX, la mayor parte de la poblaci—n se sustenta por la prestaci—n de servicios por cuenta ajena. En segundo lugar, se distingue el contrato de prestaci—n de servicios de aquellos que, prest‡ndose igualmente un servicio, tienen un tratamiento aut—nomo y una tipificaci—n propia, como es el caso del contrato de dep—sito. Y en tercer lugar, debe distinguirse de Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 12/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 aquellos otros que no tienen, en principio, una separaci—n n’tida: tal es el caso del contrato de mandato, que se diferencia en que Žste tiene por objeto actos jur’dicos, adem‡s de otros matices, como el criterio de sustituibilidad en el mandato se refiere a actos que el mandante realizar’a normalmente por s’ mismo y el contrato de prestaci—n de servicios, a actos que habitualmente no pueden ser realizados por la persona que los encarga.38 El supracitado autor Fierro Castro, expone que la primera dificultad al aproximarse al contrato de prestaci—n de servicios es determinar el objeto espec’fico del mismo. Las definiciones legales han reiterado la misma finalidad de desarrollar actividades relacionadas con la atenci—n de los negocios o el cumplimiento de las funciones que se hallen a cargo de la entidad contratante. Estos contratos solo podr‡n celebrarse con personas naturales cuando dichas actividades no puedan realizarse con personal de planta o requiera conocimientos especializados, en ningœn caso generan relaci—n laboral ni prestaciones sociales y se celebran por el tŽrmino estrictamente indispensable. El car‡cter excepcional del tipo contractual se establece ya que ciertas funciones, inherentes a las misiones esenciales de las entidades pœblicas no pueden ser confiadas individualmente por lo que supone una labor estructuralmente subordinada, indispensable para el buen funcionamiento del servicio, espec’ficamente en el empleo pœblico, la carrera administrativa y la gerencia pœblica.39 Segœn O'callaghan40 , los caracteres del contrato de prestaci—n de servicios son los siguientes: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Bilateral: porque se producen obligaciones rec’procas para las partes; para el profesionista la obligaci—n de prestar los servicios, de desempe–ar los trabajos encomendados; para el cliente, la obligaci—n de pagar por esos servicios una remuneraci—n que toma el nombre de honorario. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Oneroso: porque del contrato derivan provechos y grav‡menes rec’procos; para el profesionista, el provecho es la remuneraci—n que cobra y el gravamen es el trabajo que esta obligado a prestar; para el cliente, el provecho es la utilidad que presta el profesionista con su trabajo y el gravamen es el pago que debe hacer por los servicios prestados. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Consensual: porque la ley no exige ninguna formalidad especial, el contrato vale, se perfecciona por simple acuerdo de voluntades. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Principal: porque tiene una vida independiente, no requiere de ninguna obligaci—n, de ningœn contrato persistente para que pueda existir. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Intuito personae: porque desempe–a un papel important’simo, la misma identidad de las partes que celebran el contrato, Versi—n generada por 12 de Set 16:42 el usuario P‡gina 13/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 principalmente la del profesionista, por conocimientos, por su capacitaci—n tŽcnica, por su solvencia y su actividad. El autor Rojina Villegas41 , ha clasificado los contratos de prestaci—n de servicios, tomando en cuenta su finalidad jur’dico Ð econ—mica, al exponer que aqu’ se contemplan todos los contratos que tienen por objeto la utilizaci—n de un servicio, es decir, la reglamentaci—n jur’dica de la prestaci—n de un servicio y de su aprovechamiento, incluyendo en esta figura las modalidades de los contratos de trabajo, de prestaci—n de servicios en general, profesionales o no profesionales, el dep—sito, los contratos de porteadores y alquiladores. Segœn Lorenzetti a consideraci—n de la doctrina nicaragŸense la intervenci—n del Estado en estos contratos ha sido profunda, y se puede llegar a pensar que esta figura desaparecer‡ de los C—digos Civiles. La mayor intervenci—n se ha producido con relaci—n al arrendamiento de servicios profesionales y el contrato de trabajo; asimismo se da en el arrendamiento de inmuebles urbanos y rurales. El Estado interviene con el objeto de proteger a los inquilinos, a los trabajadores y a los productores agr’colas. Se discute su separaci—n del Derecho Civil y del C—digo Civil. A criterio del autor ser’a errado separar los contratos cuya finalidad sea la prestaci—n de un servicio, donde existe una intromisi—n del Estado, no desaparecer‡ su naturaleza civil.42 Elementos subjetivos, objetivos y formales del contrato de prestaci—n de servicios El elemento subjetivo lo integran los sujetos del contrato de prestaci—n de servicios comprenden, de una parte, al que se obliga a prestar el servicio, realizar la actividad objeto del contrato y adem‡s, tiene el derecho a percibir el precio o remuneraci—n, se conoce indistintamente por profesionista, arrendador, trabajador o empleado. La otra parte o sujeto tiene el derecho a que se realice el servicio y se obliga a pagar el precio o remuneraci—n. Se conoce como arrendatario y se le puede denominar empleador o patr—n. No hay norma especial alguna sobre la capacidad, por lo cual los sujetos deben tener la capacidad de obrar, que es la general para contratar.43 El elemento objetivo ser‡ el objeto del contrato de prestaci—n de servicios que ser‡ Žstos y el precio. En cuanto a la prestaci—n del servicio puede ser cualquier tipo de servicio, manual o intelectual, aunque, ciertamente, ningœn servicio es puramente manual o intelectual.44 En la actualidad se ha superado la antigua opini—n de que los servicios intelectuales no pod’an ser objeto del contrato de prestaci—n de servicios. Con lo cual, actualmente, se considera que son objeto del mismo los servicios propios de las profesiones liberales, aunque hay una distinci—n dentro del objeto en cuanto a los contratos de obra y de prestaci—n de servicios. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 14/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Diez Picazo, distingue el arrendamiento de servicios del arrendamiento de obra, enmarcar el primero en el desenvolvimiento de una actividad, mientras que en arrendamiento de obra se persigue el resultado œtil de aquella actividad. En cuanto precio o remuneraci—n puede ser de cualquier tipo no s—lo en dinero, que ser‡ habitual, sino otra cosa o incluso otro servicio.45 al el al lo El contenido es la obligaci—n del empleado o profesional de prestar el servicio, realizar la actividad conducente a ello. Es una obligaci—n de hacer, que deber‡ hacerse con la diligencia debida y adecuada a cada caso. Si no se ha pactado lo contrario, debe hacerse personalmente, pues, en principio, es una obligaci—n intuitu personae, por ello, no podr‡ sustituir a otro en la prestaci—n del servicio, pero s’ podr‡ utilizar auxiliares o colaboradores, aunque Žstos no formar‡n parte de la relaci—n contractual con la otra parte, sino s—lo con el empleado o profesional, ni responder‡n m‡s que frente a Žste. Para el cumplimiento de esta obligaci—n, el empleado o profesional puede exigir del empleador la colaboraci—n precisa para poder realizarla. Como se ha dicho al tratar de este elemento objetivo, la obligaci—n de pagar el precio o remuneraci—n puede ser en dinero o en otra cosa o servicio, fijado por unidades de tiempo, o tanto alzado, o por resultado; previamente determinado a posteriori. Es la obligaci—n del empleador o patr—n.46 El elemento real ser‡ el precio o remuneraci—n que puede ser fijado por unidades de tiempo, siendo lo habitual por horas o meses, o por un tanto alzado (honorarios), o por resultados, trabajo a destajo o a comisi—n; en cuanto al elemento formal puede plantearse que el contrato de prestaci—n de servicios no es un contrato formal o solemne; por tanto, sigue el principio de libertad de forma; se perfecciona cualquiera que sea la forma en que las partes declaren su voluntad, form‡ndose el consentimiento contractual. Tales declaraciones pueden ser expresas o incluso t‡citas, deduciŽndose Žstas de una conducta concluyente, que no ser‡ otra que prestar un servicio por una persona en interŽs de otra que lo consiente, recibe y acepta.47 Para el citado autor O'callaghan el lugar de cumplimiento de la obligaci—n ser‡ el pactado en la misma y, a falta de pacto, en el domicilio del deudor, que normalmente coincidir‡ con el lugar en que se prestaron los servicios. La duraci—n y terminaci—n del contrato es esencialmente temporal. Las causas de extinci—n, aparte de las comunes a todos los contratos, son: por extinci—n natural, por transcurso del tiempo pactado o por la terminaci—n del servicio contratado; por mutuo disenso de ambas partes o por decisi—n unilateral de una de ellas, esta œltima requiere ciertas precisiones: una de las partes puede desistir indemnizando los perjuicios que se hayan causado a la otra el que quiera desistir, incumple y la otra parte deber‡ acudir a la resoluci—n e indemnizaci—n, ya que, al ser una obligaci—n intuitu personae, no cabe exigir el cumplimiento forzoso en forma espec’fica; indemnizaci—n que podr‡ reclamar siempre que efectivamente la decisi—n unilateral haya producido un da–o, no simplemente la pŽrdida del precio por el servicio que prestaba; por imposibilidad de prestar el servicio Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 15/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 deber‡ ser apreciada con un criterio muy amplio y siempre en relaci—n con el servicio de que se trate. La imposibilidad puede venir determinada por razones jur’dicas relativas a la profesi—n: son los casos de que no pueda seguir ejerciendo la profesi—n y, por ello, prestar el servicio profesional como es la jubilaci—n; la muerte del empleado o profesional que debe prestar el servicio provoca la extinci—n del contrato por su car‡cter de intuitu personae. Casi se puede considerar una variante de la anterior causa; y por la muerte del empleador o patr—n se extingue tambiŽn el contrato s—lo en el caso de que la consideraci—n personal de Žsta sea decisiva en el contrato48 . La locaci—n de servicios como eje central del contrato de prestaci—n de servicios Actualmente han surgido nuevas modalidades de contrataci—n, para cuya designaci—n se utilizan las expresiones contratos "modernos" o "posmodernos". Ambos tŽrminos pertenecen a la sociolog’a y a la filosof’a y son sumamente ambiguos, ya que existen cientos de definiciones tanto sobre lo moderno como lo posmoderno. Por la raz—n apuntada, se prescinde de esa terminolog’a para referirse al impacto del fen—meno sobre la tŽcnica jur’dica, y en especial, sobre la tipicidad.49 Los modelos contractuales que surgen de la tipicidad est‡n en un punto cr’tico, ya que su uso ha disminuido considerablemente en la actividad econ—mica, que se organiza en base a criterios dis’miles a los previstos en la ley; de esta manera, el orden y la programaci—n contractual que ide— el legislador decimon—nico, tan detallista y r’gida, pensada para guiar a los particulares, han sido sustituidos por los nuevos modelos surgidos de la costumbre, la legislaci—n especial y la voluntad de los particulares, que se han constituido en la vanguardia innovativa. Adem‡s, la disoluci—n de las fronteras entre lo civil y lo comercial, as’ como la aparici—n de la distinci—n entre contratos igualados y de consumo, atacan al coraz—n de la clasificaci—n de los c—digos civiles y comerciales proponiendo un orden distinto del existente. TambiŽn hay que considerar que la unidad interna de cada tipo ha explotado al ritmo del surgimiento de una enorme cantidad de variaciones dentro de cada contrato: hay una compraventa de inmuebles distinta de la de una empresa, o de patentes, o de jugadores de fœtbol. La funci—n del tipo como incentivo puede ser puesta en duda: la locaci—n de servicios ha sido regulada m’nimamente y hoy constituye uno de los principales ‡mbitos de la actividad contractual.50 Hay contrato de locaci—n de cosa cuando una persona, denominada locador, se obliga a entregar el uso y goce de una cosa durante un tiempo determinado a otra, denominada locatario, contra el pago de un precio determinado en dinero. Aspecto que guarda estrecha relaci—n con la definici—n hecha para el contrato de arrendamiento.51 La locaci—n de cosas transfiere el uso y goce sobre una cosa, mientras que en el Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 16/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 contrato de servicios se compromete una obligaci—n de hacer; en ambos casos, contra el pago de un precio. Si bien son contratos absolutamente distintos, hay algunos casos que han suscitado dudas.52 La locaci—n como contrato de consumo exhibe un amplio desarrollo en la econom’a actual, ya que el propietario privado y aislado que tuvo en miras el codificador de fines de siglo XIX, ha sido sustituido por la empresa que utiliza ampliamente la locaci—n como instrumento de rentabilidad de sus negocios y de penetraci—n en los mercados; por lo que presenta un amplio campo de aplicaci—n con enormes repercusiones econ—micas y sociales. Segœn Lorenzetti, en Argentina hay una expansi—n de la locaci—n y del comodato como complemento de otros contratos: el servicio telef—nico incluye el comodato del telŽfono; la venta de computadoras puede ir acompa–ada de la locaci—n de software. Esta tŽcnica, al mismo tiempo que facilita el acceso por parte del cliente, profundiza su dependencia respecto del proveedor.53 En numerosos supuestos de locaci—n de cosas, puede haber servicios anexos, lo que es cada vez m‡s frecuente en una econom’a terciaria y competitiva que obliga a diferenciar los productos por los servicios complementarios. Sin embargo, esos contratos siguen siendo de locaci—n, y los servicios pueden ser, o bien una obligaci—n accesoria, o un contrato en uni—n externa. Es lo que sucede con el alquiler de departamentos con calefacci—n, limpieza, seguridad y otros servicios, cuya existencia no desv’a al contrato de locaci—n de su finalidad t’pica. Inversamente, algunos servicios incluyen la locaci—n, como ocurre con los telŽfonos, pero no hay duda alguna que siguen siendo una locaci—n de cosas como elemento diferenciador, el que, segœn el grado de vinculaci—n, puede constituir una simple obligaci—n que no lo aparte del tipo, o bien un contrato at’pico. Para resolver estos problemas debe utilizarse el criterio de la finalidad t’pica, cual es la concesi—n del uso y goce de una cosa, como elemento prevalente del negocio. Por aplicaci—n de esta regla, se ha sostenido que el contrato mediante el cual una parte se obliga a proporcionar a la otra el uso y goce de un sistema de iluminaci—n, contra el pago de un precio mensual, es una locaci—n de cosas y no de servicios.54 En la evoluci—n actual del pensamiento jur’dico es necesario segmentar la regulaci—n, atendiendo a su finalidad, como es el uso y goce de las cosas, hay distintos bienes jur’dicos implicados. Por ello parece necesario, sin perjuicio de una regulaci—n general, hacerlo separadamente para, la locaci—n urbana con destino a vivienda, donde se persiga la protecci—n del locatario en el ‡mbito del Derecho del Consumidor; las nuevas propuestas con finalidad locativa, como el time sharing, en el campo del Derecho del Consumidor; la locaci—n de fondos de comercio, que permita enlazar la suerte del negocio locativo con la de la empresa, porque se trata de un grupo de contratos conexos en los que es preciso evitar la separaci—n de la actividad empresarial, derivado de la ejecuci—n de contratos que la ley considera aut—nomos; y los arrendamientos rurales que precisan de normas m‡s actualizadas para contemplar sus demandas espec’ficas; la locaci—n de bienes muebles complejos, como los Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 17/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 automotores, equipamientos industriales y toda la operatoria de bienes de capital, vinculada al leasing.55 En el derecho comparado, los c—digos civiles han dado conceptos de este contrato, pero en la mayor’a de los casos se han dictado leyes especiales atendiendo a circunstancias hist—ricas y socioecon—micas especiales, existiendo como elementos tipificantes de este contrato, la transferencia onerosa del uso y goce sobre una cosa sometida a un plazo resolutorio determinado. Para Lorenzetti, mediante la locaci—n se transmite un derecho personal, no real, que consiste en el uso y goce de la cosa por un plazo; por ello se debe se–alar que si el uso y goce se hace por un derecho real, el contrato es usufructo; si se transfieren los frutos o productos de un bien ra’z por un t’tulo oneroso, es una venta de frutos. Como contrapartida, el locatario se obliga al pago de un precio en dinero; de all’ que VŽlez56 considera que si el precio es una cantidad de frutos de la cosa, se tratar’a de una locaci—n at’pica. A criterio del autor no debe verse este contrato de locaci—n como la transmisi—n de un derecho personal, pues lo que describe es la constituci—n de un derecho real sobre cosa ajena que le permite el disfrute a cambio de una remuneraci—n.57 La econom’a contempor‡nea asiste a una expansi—n del sector de los denominados servicios. No se trata s—lo del presente, sino del futuro, ya que hay coincidencia en que los servicios constituir‡n la base del impulso econ—mico. Bien expone Thurow58 que interesan cada vez menos los productos y cada vez m‡s los procesos; adquieren nuevo valor econ—mico la habilidad y el conocimiento que ocupan un amplio sector de la actividad econ—mica. Un ejemplo de ello son los servicios de funci—n pœblica que se refieren a la infraestructura de un pa’s, y son pœblicos, sean realizados por el Estado o no. Dentro de ellos: telŽfonos, electricidad, transporte pœblico, seguridad, educaci—n, justicia.59 Desde el punto de vista econ—mico, el servicio es todo lo que brinda una funci—n intangible al adquirente, que no incluye un producto. Puede tambiŽn se–alarse que su naturaleza es cambiante; por ejemplo si los trabajos de reparaci—n en una f‡brica son realizados por sus obreros no se los computa como servicios, pero si los hiciera una empresa contratada, ser’an servicios. Se caracterizan porque agregan valor aportando una tecnolog’a propia de la informaci—n. La econom’a distingue entonces entre el servicio y el producto, de un modo an‡logo a la distinci—n entre compraventa y locaci—n de servicios. No obstante, se observa que en algunos servicios pœblicos como, en el de telŽfono y electricidad, se da una cosa a cambio de un precio, lo que puede generar confusiones.60 Para Alterini,61 hay dos elementos que le parecen decisivos para se–alar que aqu’ hay un hacer y no un dar: no es la entrega del telŽfono como cosa lo que interesa. Si el telŽfono que Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 18/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 conocemos fuera reemplazado por otro, no desaparecer’a el servicio, lo que muestra que la cosa no es determinante. Lo que constituye el objeto es la posibilidad de comunicarse con otro, lo que incluye, adem‡s del telŽfono, muchas otras actividades complementarias. Por esta raz—n, la prestaci—n no se agota con la instalaci—n del aparato, y es continœa, de tracto sucesivo. Por otra parte, en el servicio el proceso de fabricaci—n no le es indiferente al consumidor. En virtud de ese interŽs jur’dico, el precio se vincula m‡s con la actividad que con la cosa en s’, puesto que es el hacer el que agrega un valor espec’fico. De modo que el servicio puede caracterizarse como una actividad, y as’ lo hacen las leyes de defensa del consumidor.62 Elcontrato de prestaci—n de servicio y su estudio comparado en las legislaciones civiles de AmŽrica latina Visto que no es un‡nime en los contratos en sede de prestaci—n de servicios el criterio de clasificaci—n doctrinal es atinado comparar en diferentes ordenamientos jur’dicos internos entre los que se destacan MŽxico, Chile, Perœ, Paraguay, Puerto Rico, Argentina, y Espa–a como antecedente directo de estas legislaciones. Tomando como criterio de comparaci—n, el reconocimiento del contrato de prestaci—n de servicio, definici—n y ubicaci—n dentro de la legislaci—n en que se regula. El C—digo Civil argentino de 25 de septiembre de 1869 modificado en 1998, regula en la secci—n tercera las obligaciones que nacen de los contratos y en su t’tulo I, denominado de los contratos en general define la existencia del contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una declaraci—n de voluntad comœn, destinada a reglar sus derechos. Adem‡s hace una distinci—n de los distintos contratos al clasificarlos en unilaterales o bilaterales, onerosos y a t’tulo gratuito, consensuales y reales y en nominados e innominados. M‡s adelante en su articulado recoge el contrato de locaci—n entendiendo en este caso la obligaci—n reciproca de conceder el uso o goce de una cosa, la ejecuci—n de una obra o la prestaci—n de un servicio. Dedica un cap’tulo a la locaci—n de servicios caracteriz‡ndolo como un contrato consensual, aunque el servicio se deba hacer en una cosa que una de las partes deba entregar. Tiene lugar cuando una de las partes se obliga a prestar un servicio y la otra a pagarle por ese servicio un precio en dinero. Contempla dentro de este tipo de contrato el servicio domŽstico, de los empresarios o agentes de transportes tanto de personas como de cosas y remite su reglamentaci—n a las normas especiales63 . En cambio el C—digo Civil espa–ol de 6 de octubre de 1888, regula que el contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algœn servicio, y el de prestaci—n de servicios lo define conjuntamente con el de obra dentro del contrato de arrendamiento como aquel en el que una de las partes se obliga a prestar a la otra un servicio por un precio cierto. Dedica esta norma un cap’tulo al arrendamiento de obra y servicios y comprende dentro de esta modalidad el servicio de criados y trabajadores asalariados; de las obras por ajuste a precio alzado y de los transportes por agua y tierra, tanto de personas como de cosas. Debe significarse que la legislaci—n civil Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 19/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 sustantiva espa–ola no reconoce la locaci—n de servicio como la argentina, sin embargo se asemeja al verificarse en esta un arrendamiento de servicios a cambio del pago de una remuneraci—n.64 El C—digo Civil mexicano de 30 de agosto de 1928 define el contrato como el convenio de dos o m‡s personas para crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones, al igual regula que los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de contratos. TambiŽn hace una clasificaci—n de los contratos en unilaterales, bilaterales, onerosos, gratuitos, conmutativo y aleatorios. Consagra esta norma un cap’tulo a los contratos de servicios domŽstico, por jornal, a precio alzado en el que el operario solo su trabajo y el contrato de aprendizaje. De forma separada en otro cap’tulo ubica el contrato de prestaci—n de servicios profesionales, y dentro de esta modalidad solo establece el caso de los profesores. Es omisa esta norma en una definici—n del contrato de prestaci—n de servicios65 . El contrato de prestaci—n de servicios profesionales se encuentra regulado en el C—digo Civil del Estado de Michoac‡n, en MŽxico, con el nombre de contrato de prestaci—n de servicios66 . El C—digo Civil mexicano a pesar de tener como referente inmediato el espa–ol no identifica el arrendamiento en los contratos de prestaci—n de servicios. El C—digo Civil portorrique–o de 1930 modificado por la Ley 245 de 16 de diciembre de 2011, regula que el contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse respecto de otra u otras, a dar alguna cosa, o prestar algœn servicio. Dentro del contrato de arrendamiento comprende el de cosas y el de obras o servicios, en el que una de las partes se obliga a ejecutar una obra, o a prestar a la otra un servicio por precio cierto67 . El C—digo Civil chileno, puesto en vigor mediante Decreto 1937 de 29 de noviembre de 1976, actualizado en el a–o 2000, establece en su libro cuarto de las obligaciones en general y de los contratos, en su t’tulo I, que las obligaciones nacen, entre otras posibilidades, del concurso real de las voluntades de dos o m‡s personas, como en los contratos o convenciones y define estos œltimos como un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas. Hace una distinci—n de los contratos en unilaterales y bilaterales, gratuitos y onerosos, principales y accesorios, reales, formales y consensuales. En su t’tulo XXVI recoge el contrato de arrendamiento como aquel en que las dos partes se obligan rec’procamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado. Dentro de las variantes de este t’tulo contractual comprende el arrendamiento de cosas; los contratos para la confecci—n de una obra material; el arrendamiento de servicios inmateriales y el arrendamiento de transporte68 . Ambos c—digos analizados contemplan el contrato de prestaci—n de servicio como un arrendamiento, por lo que siguen lo estipulado en el la legislaci—n espa–ola. El C—digo Civil peruano, puesto en vigor mediante Decreto legislativo 295 de 24 de julio 1984, Gaceta, Oficial de 25 de julio de 1984, dedica un t’tulo a la prestaci—n de servicios y regula que por ella se conviene que los servicios o sus resultados sean Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 20/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 prestados por el prestador al comitente. Comprende como modalidades de este contrato la locaci—n de servicios, el contrato de obra, el mandato, el dep—sito y el secuestro. Otras modalidades son los contratos innominados de doy para que hagas y hago para que des. Define la locaci—n de servicios cuando el locador se obliga, sin estar subordinado al comitente, a prestarle sus servicios por cierto tiempo o para un determinado trabajo, a cambio de una retribuci—n, comprendiendo como materia del contrato toda clase de servicios materiales e intelectuales. Este c—digo sigue la tendencia del C—digo Civil argentino al contemplar la locaci—n dentro de los contratos cuyo objeto es la prestaci—n de servicios.69 La legislaci—n civil de Paraguay de diciembre de 1985 dedica su libro tercero a los contratos y otras fuentes de obligaciones, sin embargo, no establece una conceptualizaci—n del tŽrmino ni una clara clasificaci—n, sino que de forma indirecta aborda algunas tipificaciones al referirse a las caracter’sticas del mismo. En el t’tulo II de los contratos en particular, en su cap’tulo IV da tratamiento al contrato de servicios, pero tampoco da una definici—n de este contrato, comprendiendo en Žste, modalidades como el contrato de trabajo y los derivados del ejercicio de las profesiones liberales. Esta legislaci—n no tiene una l’nea definida y peca de superficialidad, al solo regular contratos de trabajo y ejercicio de profesionales liberales, como contrato cuyo objeto es la prestaci—n de un servicio.70 Luego de haber analizado los elementos que conforman el contrato de prestaci—n de servicio segœn el criterio doctrinal y comparado en diferentes legislaciones puede concluirse que no es un‡nime su conceptualizaci—n e identificaci—n, pues es incluido dentro de los contratos de arrendamiento, locaci—n de servicio o contrato de prestaci—n de servicio profesional, teniendo en comœn, que constituye un obligaci—n de hacer una actividad de una parte y la otra de pagar por un precio o remuneraci—n por esta, constituyendo subtipos, los contratos de trabajo, del ejercicio de los profesionales liberales, el arrendamiento de obra y servicio, no incluyendo los servicios pœblicos como el elŽctrico y telef—nico, con excepci—n de la doctrina argentina que no hace distinci—n entre estos de los que tienen una naturaleza civil o privada. Por lo que es recomendable analizar los contratos de prestaci—n de servicios en Cuba con Žnfasis en el de servicio telef—nico. Elcontrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales. Retos y perspectivas en la sociedad cubana actual Con el presente capitulo se pretende determinar las peculiaridades en la configuraci—n te—rica normativa del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales en el derecho positivo cubano y legislaci—n especial en aras de su perfeccionamiento. Para lo cual se han empleado los mŽtodos te—rico jur’dico, exegŽtico jur’dico y an‡lisis de contenido con la revisi—n de documentos, disposiciones normativas e instrumentos jur’dicos relacionados con el tema. El contrato de prestaci—n de servicios a la luz de la legislaci—n cubana Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 21/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 La legislaci—n civil cubana al contrario de sus hom—logas analizadas71 en el cap’tulo anterior, hace una definici—n poco profunda y vaga de lo que es el contrato como figura jur’dica, al regular que mediante Žl se constituye una relaci—n jur’dica o se modifica o extingue la exis­tente72 , sin m‡s referencia a sus elementos, aœn cuando dedica un cap’tulo a los contratos de prestaci—n de un servicio, tampoco hace distinci—n de este contrato como tipo contractual73 ; al definir los sujetos de este tipo contractual, establece de forma taxativa que s—lo se prestan por las entidades estatales, pero algunos pueden ser prestados por otras personas debidamente autorizadas74 , lo cual no imposibilita que sean tanto persona naturales o jur’dicas. De igual forma obliga que antes de la concertaci—n del contrato, Žl que ha de prestar el servicio debe informar al usuario, del contenido de la prestaci—n, es decir, sus caracter’sticas, tarifas, tiempo de ejecuci—n y dem‡s particularidades, y hacerle las recomendaciones pertinentes de modo que le resulte lo m‡s beneficioso; lo que conformar‡ las cl‡usulas del contrato. Ante el incumplimiento o cumplimiento defectuosos de la prestaci—n del servicio, entendido cuando el servicio no se presta en el tŽrmino y condiciones pactados, podr‡ modificarse o extinguirse, ya que el usuario puede aceptar nuevo tŽrmino o condiciones, o resolver el contrato, este œltimo supuesto, deber‡ pagarse la parte ejecutada del mismo que pueda resultarle œtil. En todo caso el usuario tiene derecho a la indemnizaci—n por los perjuicios causados.75 El contrato de prestaci—n de servicio ha sido objeto de regulaci—n por la legislaci—n econ—mica, el Decreto Ley 15 de 1978 se limitaba a establecer que la entidad ejecutora se obliga con la otra parte a la prestaci—n de determinado servicio con la calidad, en el tŽrmino, mediante el pago de la tarifa correspondiente y el cumplimiento de las dem‡s condiciones acordadas, todo ello con arreglo a las disposiciones legales vigentes, y el cumplimiento de las dem‡s condiciones convenidas76 . Posteriormente la Resoluci—n 2253 de 2005 del Ministerio de Econom’a y Planificaci—n77 , si bien actualiz— la pol’tica estatal en material contractual e introdujo cambios significativos en la contrataci—n econ—mica no abord— aspectos medulares sobre el contrato de prestaci—n de servicios. Con el objetivo de eliminar la dispersi—n legislativa que en materia contractual caracterizaba al ordenamiento jur’dico cubano sirvi— de fundamento la puesta en vigor del Decreto Ley nœmero 304 de la Contrataci—n Econ—mica78 del primero de noviembre de 2012, y Decreto nœmero 310 de los tipos de contratos del 17 de diciembre de 2012, publicadas mediante Gaceta Oficial Ordinaria No 62 del 27 de diciembre del 2012; legislaci—n que reglamenta lo referente al tipo contractual objeto de esta investigaci—n. Por su parte el Decreto Ley No. 304 de 2012, define al contrato como acto jur’dico mediante el cual se crean, modifican y extinguen relaciones jur’dico-econ—micas de naturaleza obligatoria, para la ejecuci—n de una actividad productiva, comercial o de prestaci—n de servicios, en el que intervienen Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 22/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 tanto personas naturales y jur’dicas nacionales como personas naturales y jur’dicas extranjeras que estŽn domiciliadas, establecidas o autorizadas para operar en el pa’s79 . Aspecto que sigue la definici—n hecha por la legislaci—n civil sustantiva cubana, aunque le incorpora de forma general los sujetos que pueden ser parte en estos actos jur’dicos. La legislaci—n analizada siguiendo las modernas tendencias contractuales agrupa dentro de los contratos concertados por adhesi—n los contratos de prestaci—n de servicios pœblicos de agua, electricidad, gas, telefon’a, los contratos bancarios, as’ como aquellos otros que por su naturaleza se definan como tales en la ley80 . Por su parte el Decreto 310 de 2012 de los tipos de contratos, reconoce los contratos de prestaci—n de servicios como aquellos en los que la ejecuci—n de su objeto genere una gesti—n o encargo y su consiguiente resultado. La raz—n del contrato es crear obligaciones de diligencia, de resultado o ambas inclusive81 . En su definici—n el prestador se obliga con el cliente a realizar determinada actividad en el lugar, tŽrminos y condiciones acordados mediante el pago de su precio. Dichos servicios son descritos conforme a la nomenclatura oficialmente establecida o, en su defecto, de acuerdo con la descripci—n usualmente aceptada. Regula adem‡s que el contrato de prestaci—n de servicios puede tener car‡cter tŽcnico, econ—mico, industrial, comercial o cualquier otro de naturaleza an‡loga. Sin embargo, no se incluyen en este t’tulo los contratos de prestaci—n de servicios pœblicos tales como agua, electricidad, gas, telefon’a; los contratos bancarios, entre otros. La exclusi—n de estos contratos de las esferas del Derecho Econ—mico y del Mercantil y teniendo en consideraci—n la variedad de figuras contractuales que pueden ser imbuidas al amparo de la legislaci—n civil en el contexto del art’culo 31482 , se puede identificar en el marco del Derecho Civil los llamados contratos at’picos, como es el caso del contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales, el cual debido al propio desarrollo social y las condiciones econ—micas imperantes en nuestro pa’s, ha tenido un tr‡nsito variado con muchas peculiaridades. El Contrato de Prestaci—n de Servicio Telef—nico. Aspectos te—ricos que lo constituyen La supracitada autora Garc’a MŽndez define el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico, como aquel mediante el cual una persona llamada prestador, se obliga a prestar el servicio de telecomunicaci—n a otra, llamada prestatario, cliente o usuario, mediante la instalaci—n de una l’nea telef—nica a cambio de un valor tarifado en dinero; oblig‡ndose adem‡s a mantener la l’nea telef—nica en funcionamiento, entregar servicios adicionales si son solicitados y realizar eventuales reparaciones por los cuales el prestatario se obliga a pagar el precio segœn las condiciones establecidas.83 Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 23/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Al decir de la propia autora el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico por ser un contrato de adhesi—n, limita la autonom’a contractual del adherente, como consecuencia de un interŽs superior, de acuerdo con las funciones principales que cumplen estos tipos, la limitaci—n viene justificada por un interŽs social, imperativamente impuesta por el Estado. Ello se demuestra en el poder de dominio que posee el operador de telecomunicaciones al regular y establecer las cl‡usulas y condiciones de este y por otra parte, la asimetr’a de la informaci—n se manifiesta por el poder y posici—n en el mercado que existe en los operadores que han sido declarados con poder significativo y que pueden condicionar la decisi—n de los consumidores, especialmente si estos no conocen de otros u otros proveedores del servicio.84 Cuando se analiza la naturaleza jur’dica del contrato de prestaci—n de servicio, nos enfrentamos a un entramado de ideas, donde convergen a primera vista, aspectos que tocan el ‡mbito administrativo, econ—mico y hasta mercantil, pero dada su atipicidad y el objeto, prestaci—n de un servicio a cambio de un precio cierto, sin que medie un interŽs lucrativo, aspecto que nos descarta la posibilidad de su existencia en el ‡mbito del Derecho Mercantil; la reciente legislaci—n en materia contractual econ—mica anteriormente analizada, Vid. supra II. 2.1, lo excluye; siendo notoria, dada la formulaci—n de manera general y escueta que hace la legislaci—n civil sobre los contratos cuyo objeto es una prestaci—n de servicio, su naturaleza civil, con independencia de la acentuada invasi—n en su ‡mbito del Derecho Administrativo. Las caracter’sticas m‡s significativas tratadas del contrato en cuesti—n se subsumen en una tipolog’a que inicia con la bilateralidad donde interviene el operador y/o prestador y el usuario. Como efecto del contrato surgen obligaciones para las partes intervinientes. El prestador del servicio a instalar la l’nea telef—nica, mantener la misma en funcionamiento y prepararla cuando sea necesario. El cliente, usuario o abonado se obliga a pagar puntualmente o cuando es requerido el valor del servicio recibido. La consensualidad se manifiesta con el concurso de la oferta y la aceptaci—n, y se perfecciona con el mero consentimiento de las partes. En este punto debemos poner una pauta, el prestador del servicio telef—nico no solo considera su cliente a aquel que suscribi— el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico, sino adem‡s considera su cliente y adquiere tal calidad: las terceras personas que por cualquier t’tulo hallan recibido el traspaso, entiŽndase cesi—n, por parte del cliente original, del derecho de la l’nea telef—nica; por sucesi—n mortis causa y por la transferencia del dominio de un bien inmueble, se presume de ipso facto que el derecho al uso del servicio telef—nico del instalado en ese inmueble ha sido transferido al nuevo propietario del bien ra’z, disposici—n que ayuda sustancialmente a la empresa prestadora del servicio telef—nico a regular las relaciones con los usuarios y poder de esa manera, perseguir el cobro del servicio en caso de incumplimiento.85 Tiene el contrato objeto de an‡lisis un rasgo oneroso dado a la utilidad que brinda para ambos contratantes uno recibiendo el precio del servicio brindado y el otro Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 24/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 recibiendo el servicio telef—nico. Cada parte obtiene un beneficio, hay una equivalencia de las prestaciones; ser‡ conmutativo, pues a lo que se obliga cada parte se mira como equivalente a lo que debe hacer la otra; de tracto sucesivo: pues las obligaciones que se generan en Žl, se cumplen a travŽs del tiempo, en forma peri—dica. Es at’pico ya que su tipicidad social no cabe en ninguno de los casilleros establecidos por la legislaci—n positiva. No hay un conjunto de normas sistem‡ticas que configuren un tipo contractual. Es una especie de los contratos de comunicaciones electr—nicas, del cual se considera que su regulaci—n legal deber’a encontrarse en un cuerpo legal de fondo; por adhesi—n, redactado de conformidad con condiciones uniformes, un contrato tipo. En la pr‡ctica las compa–’as prestatarias del servicio telef—nico tienen formas preimpresas de los contratos. Las condiciones dentro del contrato se encuentran por lo tanto predispuestas, al cliente le queda solamente la opci—n de adherirse a las cl‡usulas del mismo o no, con la consecuencia de no poder acceder al servicio telef—nico si se niega a suscribirlo.86 Como partes intervinientes en el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico figuran, el operador y/o prestador de servicios, en Cuba ETECSA y el cliente o usuario, tanto persona natural o jur’dica, que constituyen su elemento subjetivo o personal. El operador es la persona jur’dica pœblica, mixta o privada que es responsable de la gesti—n de un servicio de telecomunicaciones en virtud de autorizaci—n, licencia o concesi—n, o por ministerio de la ley. Es la empresa legalmente constituida que facilita la conexi—n o el acceso a la red y cuenta con las licencias, permisos y garant’as exigidas por ley para ejercer actividades de telecomunicaciones con consumidores finales personas f’sicas u otras personas jur’dicas.87 El prestador de servicios, que aunque no existe en forma legal una definici—n al respecto, la podr’amos definir como toda persona natural o jur’dica titular de una concesi—n para la prestaci—n del servicio telef—nico, de acuerdo a las normas legales y dem‡s requisitos establecidos que tiene a su cargo la explotaci—n de los servicios de comunicaciones en una determinada ‡rea, conforme a la licencia acordada por el Estado Nacional. El prestador de servicios es el licenciatario ya vinculado con un cliente o usuario, mediante un contrato de provisi—n de servicios, al que arriba por la oferta del mismo al pœblico. Comœnmente las figuras del operador y el prestador del servicio de telecomunicaciones se encuentran en personas jur’dicas diferentes, existen casos como el de Cuba, donde el concesionado para la creaci—n, gesti—n y explotaci—n de una red de telecomunicaciones, est‡ a su vez autorizado para prestar diferentes servicios de esta naturaleza sobre sus propias redes. Igualmente ambas figuras encuentran dos niveles referidos al componente econ—mico-financiero de su presencia; aquel con poder significativo y el dotado de poder dominante. La referencia est‡ vinculada exclusivamente a la superaci—n de porcentajes de ingresos respecto al resto de los operadores y/o prestadores en la zona o el pa’s. Debe considerarse que la tipificaci—n de poder significativo y poder dominante, tienen consecuencias vinculadas a posibles pr‡cticas monop—licas o conductas empresariales reprochables, ya sea respecto a los clientes en general, la situaci—n del mercado en una zona o ‡rea en particular o con respecto a otros licenciatarios.88 Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 25/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 El cliente o usuario, es aquella persona natural o jur’dica que utiliza un servicio de telecomunicaciones de cualquier nivel o tipo, sin hacer explotaci—n comercial de Žl. Sin embargo, en el glosario de las telecomunicaciones tambiŽn son empleadas otras categor’as que parten de este concepto como son la de consumidor, abonado, suscriptor y usuario final. De manera indistinta e interpretativa los operadores y/o prestadores de servicios de telecomunicaciones han ido empleando a su consideraci—n estas categor’as a pesar de que el tŽrmino legalmente m‡s usado en la actualidad es el de usuario o usuario final.89 La expansi—n de las telecomunicaciones ha requerido de tipos contractuales que agilicen el proceso de contrataci—n y favorezcan principalmente a las grandes empresas prestadoras, lo que trajo como consecuencia que la contrataci—n negociada haya llegado a ser sustituida por la contrataci—n estandarizada en masa; siendo las condiciones generales de contrataci—n y los contratos por adhesi—n sus expresiones m‡s acabadas. Bajo estas condiciones cada operador de telecomunicaciones ha trazado en el iter negocial su esquema de contrataci—n, cuya rigidez estriba a que en el mismo se introduzcan cl‡usulas abusivas90 que lesionan al adherente, lo que sustituye la ordinaria determinaci—n bilateral del contenido del v’nculo por un simple acto de aceptaci—n a condiciones generales preestablecidas unilateralmente, que limitan la autonom’a del contratante dŽbil, que no puede evitar su concertaci—n porque le es imprescindible si quiere obtener determinado servicio.91 Entre los elementos que componen el contrato de prestaci—n de servicio telef—nico se se–alan: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Capacidad: cualquier persona natural o jur’dica puede solicitar el servicio telef—nico a la empresa del mismo. La capacidad jur’dica civil de las personas naturales para ejercer sus derechos y realizar actos jur’dicos se rige por la legislaci—n civil vigente92 ; y en el supuesto de las personas jur’dicas les es aplicable la legislaci—n conforme a la cual fueron constituidas. Debe se–alarse que en Cuba no vasta la intenci—n de contratar el servicio, sino que est‡ sujeto a un criterio de selecci—n por tercero, gobierno local, para ser destinatario del servicio, segœn las capacidades que posee el prestatario del servicio, ETECSA <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Consentimiento: se perfecciona por el mutuo acuerdo de las partes, es decir, entre la empresa prestadora del servicio y el cliente, este œltimo adquiere tal calidad cuando por cualquier medio (suscripci—n del contrato, traspaso de los derechos de la l’nea, sucesi—n mortis causa, transferencia del dominio del bien ra’z en que se encuentra instalada la l’nea), se convierte en titular del uso del servicio telef—nico. Observ‡ndose que no existe una autonom’a plena de la voluntad expresada, dada la existencia o imposici—n de cl‡usulas no negociables, que se Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 26/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 convierten en abusivas, determinadas por el car‡cter de adhesi—n que le impregnan sus regulaciones generales y especiales. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Objeto: es la obligaci—n misma, consistente para la compa–’a prestataria del servicio, en la prestaci—n del servicio telef—nico, del cual resulta la obligaci—n de instalar la l’nea telef—nica, mantener la comunicaci—n por la misma en forma —ptima, con calidad y realizar las reparaciones necesarias; y por parte del cliente pagar el precio tarifado. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Causa: se define como la raz—n jur’dica, el motivo que induce al acto o contrato, que en esencia es el acceso por parte del usuario al servicio telef—nico en buenas condiciones, para obtener una comunicaci—n plena. Formas de contrataci—n El contrato de prestaci—n de servicio telef—nico puede celebrarse entre presentes o a distancia segœn la doctrina. En la contrataci—n entre presentes la aceptaci—n de las condiciones generales de contrataci—n se formaliza por escrito y se plasma mediante la firma del documento contractual, la cual constituye un elemento para probar la aceptaci—n y por ende su incorporaci—n al contrato y exige la entrega de un ejemplar que pueda recogerse en el mismo momento y lugar de celebraci—n del contrato, pues se trata de garantizar que durante la vida del contrato y en cualquier momento, el adherente disponga de la informaci—n necesaria y no puedan producirse alteraciones en el texto original. En Cuba solo es reconocida la primera modalidad, con la excepci—n que los servicios suplementarios podr‡n solicitarse a distancia. En la contrataci—n a distancia telef—nica y electr—nica a menudo aprovechada por los operadores para reducir el nivel de protecci—n de los usuarios que optan por esta v’a de contrataci—n, los adherentes se plantean dudas respecto a la constancia de su aceptaci—n, as’ como a las obligaciones de los operadores en materia de informaci—n precontractual y confirmaci—n del contrato. En particular, se cuestiona el soporte, ya sea papel u otro, en el que se debe facilitar tal informaci—n, el contenido de la misma y la exigencia de firma convencional del usuario. La carga de la prueba de la existencia del contrato corresponde al operador, quien tendr‡ que acreditar el cumplimiento de los deberes de informaci—n precontractual y de confirmaci—n de este. Cualquier otro medio que contenga la informaci—n requerida como los disquetes y en particular, los documentos electr—nicos y telem‡ticos, siempre que quede garantizada su autenticidad, la identificaci—n fiable de los manifestantes, su integridad, la no alteraci—n del contenido de lo manifestado, as’ como el momento de su emisi—n y recepci—n ser‡ aceptado como medio de prueba en los tŽrminos resultantes de la legislaci—n aplicable. El cumplimiento de las obligaciones de servicio universal y otras obligaciones de servicio pœblico impuestas por razones de interŽs general se impondr‡ a los operadores del servicio de telecomunicaciones, y se efectuar‡ conforme a los principios de no discriminaci—n, continuidad, adaptabilidad, disponibilidad y permanencia; y en los tŽrminos y Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 27/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 condiciones que reglamentariamente se determinen para el uso del servicio por todos los habitantes, cuyo contenido m’nimo debe facilitar las siguientes prestaciones: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Conexi—n a red telef—nica desde una ubicaci—n fija, que permita el acceso al servicio telef—nico, de fax y acceso funcional a Internet; <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Gu’a general y servicio de informaci—n sobre abonados; <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Oferta suficiente de telŽfonos pœblicos de pago, accesibles, situados en dominio pœblico no afecto a servicio pœblico; <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Acceso por usuarios finales discapacitados a prestaciones de servicio universal en condiciones equiparables al resto de los usuarios; <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Tarifas especiales para usuarios que sean personas f’sicas con necesidades sociales especiales, cuando se establezca reglamentariamente. Las empresas que prestan servicios de telecomunicaciones tienen obligaciones espec’ficas en consecuencia con el tipo que prestan y la facilidad o venta de equipos necesarios para que el servicio sea utilizado por el usuario. Por tanto, estas empresas tienen que recoger la protecci—n al consumidor en ambas modalidades y responder ante ellas, teniendo entre sus obligaciones esenciales las siguientes: ¥ Entrega del bien en las cantidades y con el precio debidamente aprobado y previamente mostrado al cliente. ¥ Que el bien vendido sea œtil para el servicio de telecomunicaciones prestadas o para satisfacer la necesidad del usuario. ¥ Garant’a y calidad del bien vendido. ¥ Traspaso de la propiedad del bien. ¥ Garantizar todo lo relacionado con patentes y licencias, en caso de que as’ corresponda. Los operadores de telecomunicaciones est‡n obligados a enviar a los usuarios que soliciten sus servicios el documento contractual en el que figuren las condiciones que se le aplican. De no haberse remitido en el momento de la contrataci—n se puede solicitar en cualquier instante de la vigencia del contrato, por escrito, al domicilio del operador o a travŽs del telŽfono de atenci—n al cliente del mismo sin coste alguno para el usuario. Si se solicita por telŽfono, en el momento de hacerlo el operador deber‡ asignarle un nœmero de referencia para tener constancia de la petici—n. Adem‡s, segœn las normativas vigentes los operadores facilitar‡n la informaci—n sobre Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 28/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 el contenido m’nimo de los contratos en su p‡gina de Internet o a travŽs de otras v’as de comunicaci—n. En Cuba en el acto de formalizaci—n del contrato se entrega copia de este al usuario. El usuario, en su caso, deber‡ cumplir con todas las leyes, reglas y regulaciones que le sean aplicables para la utilizaci—n de los servicios y el equipamiento de su propiedad y adem‡s con su parte del contrato de servicio, respetar los tŽrminos y las condiciones pactadas, cuidar las instalaciones internas y los equipos proporcionados por la empresa, controlar el acceso que tienen otras personas a su telŽfono, usar el servicio de manera responsable, pagar oportunamente el servicio utilizado, denunciar fraudes o irregularidades en la prestaci—n de los servicios de telecomunicaciones y no realizar uso fraudulento. Se abstendr‡ de reparar o modificar el equipamiento afectado, o cambios de cualquier naturaleza sin la autorizaci—n expresa de la empresa; debiendo informar toda condici—n que pudiera afectar a los mismos. Ante el cese de la prestaci—n por cualquier causa, el usuario deber‡ restituir a la empresa todos los equipos provistos, en buen estado de conservaci—n y funcionamiento, incluyŽndose cables, conectores y elementos de instalaci—n asociados. De lo contrario, el operador estar‡ facultado para exigirle el pago de acuerdo a los tŽrminos y condiciones acordadas en el contrato. El contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales segœn la legislaci—n especial El contrato de servicio telef—nico fue aprobado mediante el Acuerdo del ComitŽ Ejecutivo del Consejo de Ministros de 18 de julio de 1990, que entr— en vigor el 1 de enero de 1991 a travŽs de la Resoluci—n 266 del Ministerio de las Comunicaciones de 5 de diciembre de 1990. Los tŽrminos y condiciones de prestaci—n del servicio telef—nico en el segmento residencial se estableci— mediante la Resoluci—n nœmero 15 de 25 de febrero de 1998 de ETECSA; sin embargo, debido a las cambiantes situaciones de la sociedad cubana actual fue necesario flexibilizar dichos tŽrminos y condiciones para as’ contribuir a la eliminaci—n de condiciones que propiciaban la ocurrencia de indisciplinas e ilegalidades en torno al tema, en tal sentido se dicta la Resoluci—n 82 del a–o 2012 del Ministerio de la Inform‡tica y las Comunicaciones. Esta Resoluci—n aprueba el Contrato Tipo93 para la prestaci—n del servicio de telefon’a b‡sica que se brinda al segmento residencial nacional, formando parte integrante de la misma, con el fin de flexibilizar las condiciones de contrataci—n del servicio, autorizando el traspaso de la titularidad del servicio a favor de terceras personas naturales y reconociendo el derecho del titular a solicitar el traslado hacia nuevo domicilio en el momento que lo considere oportuno, como principales modificaciones en cuanto al contrato establecido en la Resoluci—n 15, que a su vez queda derogada. A los efectos de esta Resoluci—n se definen los tŽrminos siguientes: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Segmento residencial nacional: ciudadanos Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 29/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 cubanos y extranjeros con residencia permanente en el pa’s, que pueden ser o son titulares del servicio telef—nico b‡sico. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Servicio telef—nico b‡sico: servicio pœblico telef—nico fijo, que contempla las modalidades siguientes: a) llamada local, b) llamada de larga distancia nacional, c) llamada de larga distancia internacional. Instituye adem‡s que las personas naturales que conforman el segmento residencial nacional tienen el derecho como m‡ximo, a la titularidad de 1 servicio telef—nico b‡sico en su vivienda de residencia permanente y de un 1 servicio telef—nico b‡sico instalado en una vivienda de su propiedad ubicada en zona destinada al descanso o veraneo(zona tur’stica no residencia permanente)94 y fija tambiŽn el tŽrmino de hasta seis (6) meses para la suscripci—n del contrato que por esta se aprueba, con la totalidad de los usuarios del servicio telef—nico b‡sico existentes a la fecha de su promulgaci—n, admitiendo una extensi—n adicional de hasta (6) seis meses y por œnica vez autorizada por el Ministro de la Inform‡tica y las Comunicaciones. La normativa vigente de telecomunicaciones contempla los aspectos que deben figurar en el contrato de servicio de telefon’a b‡sica y a tales efectos, los contratos en su contenido deber‡n incluir, como m’nimo los aspectos que se detallan: a) El nombre o raz—n social del operador y el domicilio de su sede o establecimiento principal. b) Las caracter’sticas del servicio de comunicaciones electr—nicas ofrecido y la descripci—n de cada una de las prestaciones incluidas en el contrato. c) Los niveles individuales de calidad de servicio establecido d) Precios y otras condiciones econ—micas de los servicios. e) Per’odo contractual, indicando la existencia de plazos m’nimos de contrataci—n y de renovaci—n, as’ como las consecuencias de su posible incumplimiento. f) Causas, formas de extinci—n y renovaci—n del contrato. g) El detalle de los v’nculos existentes entre el contrato y otros contratos, como los relativos a la adquisici—n de aparatos terminales. h) Pol’tica de compensaciones y reembolsos. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 30/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 i) Caracter’sticas del servicio de mantenimiento incluido. j) Procedimientos de resoluci—n de litigios entre el operador y el abonado. k) Informaci—n referida al tratamiento de los datos de car‡cter personal del cliente, en los tŽrminos exigidos por la legislaci—n vigente en esta materia. l) Comunicaci—n del derecho a la desconexi—n de determinados servicios y el mŽtodo para hacerlo; incluyŽndose, al menos, el de llamadas internacionales y el de llamadas a servicios de tarifas superiores, en especial a servicios de tarificaci—n adicional95 . m) Informaci—n de cualquier propuesta de modificaci—n de las condiciones contractuales al abonado con una antelaci—n m’nima de un mes y comunicaci—n que en caso de no aceptaci—n de las nuevas condiciones podr‡ resolver el contrato anticipadamente sin penalizaci—n alguna. –) Formas de transmisi—n de la titularidad del servicio. Retos y perspectivas en la sociedad cubana actual del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales Para diagnosticar los retos y perspectivas del contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales en la sociedad cubana actual en aras de su perfeccionamiento, debemos valorar su concertaci—n y ejecuci—n, a partir de su normativa vigente, o sea, la Resoluci—n 82 de 2012, y su concordancia con las instituciones del Derecho Civil.96 La citada Resoluci—n modifica fundamentalmente las condiciones para el cambio de titularidad del contrato del servicio telef—nico b‡sico en lo concerniente a cesi—n o transferencia, esta œltima en caso de que el propietario fallezca o salga definitivamente del pa’s. En este sentido constituye una obligaci—n de ETECSA transmitir la titularidad del servicio telef—nico b‡sico en los casos de fallecimiento, presunci—n de muerte o ausencia definitiva del territorio nacional de su titular, a favor de la persona natural previamente designada por Žste en el propio contrato. De no existir designaci—n previa, transmitir‡ la titularidad a los familiares que se relacionan en el orden en que aparecen y uno excluye al siguiente, exceptuando el c—nyuge y los hijos que concurrir‡n con el mismo derecho: <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->C—nyuge, hijos y dem‡s descendientes. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Padres, abuelos y dem‡s ascendientes. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Hermanos y sobrinos. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 31/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->T’os. <!--[if !supportLists]-->¥ <!--[endif]-->Primos. El orden de suceder establecido por la Resoluci—n 82 de 2012 de ETECSA, difiere del establecido en la legislaci—n civil vigente97 al combinar varios de los llamados sucesorios, por ejemplo, padres en el mismo llamado de los abuelos y dem‡s ascendientes y adem‡s la inclusi—n de otros como los t’os, sobrinos y primos. Por lo que una norma de inferior jerarqu’a introduce o modifica un nuevo orden sucesorio para el servicio telef—nico, sin respetar la legislaci—n comœn sucesoria. De no existir familiares a quien transmitir, o existiendo, renuncien a este derecho, la titularidad del servicio se transmitir‡ al conviviente a quien la Ley le otorgue el mejor derecho a la vivienda en que se encuentre instalado. En este sentido remite la norma al ‡mbito de aplicaci—n a la legislaci—n especial en materia de vivienda, es decir, la Ley No. 65 de 1988, Ley General de la Vivienda. Cuando existan varias personas con igualdad de derecho y de no lograrse acuerdo sobre a quiŽn corresponde la titularidad del servicio, en un tŽrmino de treinta (30) d’as h‡biles a partir de realizada la notificaci—n, ETECSA dar‡ baja del servicio. En este proceso la persona queda en estado de indefensi—n ya que no da la posibilidad de someter al —rgano jurisdiccional el asunto para su conocimiento y soluci—n. En el caso de que no exista disponibilidad en la red de telecomunicaciones en el domicilio del nuevo titular, el servicio se continuar‡ disfrutando donde est‡ instalado sin perjuicio del derecho que le asiste de trasladarlo cuando existan las facilidades tŽcnicas. Es clara la posici—n del contratante en cuanto al v’nculo de la prestaci—n del servicio con el lugar donde se encuentra ubicado el equipo, sin tener en cuenta, el derecho que le asiste al nuevo titular de tener bajo su custodia el equipo telef—nico hasta que pueda disfrutar del servicio. La nueva legislaci—n prevŽ la cesi—n de la titularidad, acto jur’dico mediante el cual el titular del servicio telef—nico b‡sico cede la titularidad del mismo a la persona natural de su elecci—n, deviniendo la misma en titular del servicio. De acuerdo a las regulaciones contenidas en el C—digo Civil la cesi—n de la titularidad puede ser de forma gratuita, como en el caso de la donaci—n u onerosa, como la compraventa, en este aspecto, las condiciones establecidas en el contrato tipo para la cesi—n de la titularidad del servicio a favor de una persona natural designada, s—lo se refieren a que el usuario podr‡ solicitarla a ETECSA, si as’ lo estima, en el momento que lo estime oportuno, siempre que la disponibilidad de la red de telecomunicaciones permita su instalaci—n, es omisa en cuanto a la forma que puede tener la cesi—n ya sea gratuita u onerosa, independientemente de que no se pueda encuadrar en los contratos de transmisi—n de la titularidad contenidos en la legislaci—n civil, ya que no se trata de un bien, sino del derecho a recibir un servicio, el telŽfono no es un bien comercializable. Si es voluntad del titular ceder el servicio a otra persona, puede hacerlo mediante la cesi—n o traspaso, lo que no implica comercializaci—n, ya que no Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 32/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 es propietario sino titular. Sin embargo, a partir del 1 de abril del a–o 2013, a travŽs de la implementaci—n de nuevas indicaciones de ETECSA, los equipos telef—nicos instalados con anterioridad a esta fecha pasan a ser propiedad de sus usuarios, el nuevo procedimiento establece que las instalaciones de los nuevos servicios no incluir‡n el equipo telef—nico. A tales efectos el usuario tendr‡ la opci—n de: comprar un telŽfono al‡mbrico b‡sico al precio de 60.00 pesos cubanos (CUP) en el momento de la contrataci—n, adquirir el de su preferencia con pago en pesos convertibles (CUC) en uno de los puntos de ventas de la empresa, o utilizar un equipo propio que sea compatible con la red de telecomunicaciones de ETECSA98 . Es por ello que estamos frente a una dualidad de objetos en este contrato, por un lado la prestaci—n del servicio del cual el usuario es titular y no propietario como se hab’a referido con anterioridad, y por otro, el traspaso del equipo telef—nico al rŽgimen de propiedad personal. Existe la posibilidad segœn la nueva legislaci—n de la transmisi—n de la titularidad entendida como el acto jur’dico mediante el cual se transmite la titularidad del servicio telef—nico b‡sico a partir del fallecimiento, presunci—n de muerte o salida definitiva del pa’s de su titular, a otra persona natural que deviene en nueva titular del servicio. Constituye Žste, un derecho del usuario poder designar si as’ lo considera, al momento, o con posterioridad a la suscripci—n del contrato, a una persona natural a la que se transmitir‡ la titularidad del servicio en caso de fallecimiento, presunci—n de muerte o ausencia definitiva del territorio nacional. Esta designaci—n podr‡ ser revocada en el momento que lo estime oportuno. En este aspecto la diferencia esencial con la derogada Resoluci—n nœmero 15 consiste, primero en el cambio de circunstancias en las que puede haber transmisi—n de titularidad, ya que antes solo proced’a en caso de fallecimiento, ausencia definitiva del pa’s y divorcio, y adem‡s otra transformaci—n es la posibilidad de designaci—n previa de la persona natural que se quiera. En cualquier momento la persona natural con residencia permanente en Cuba, titular del servicio telef—nico b‡sico, despuŽs de recibida la primer factura, puede cederlo a favor de cualquier persona natural con residencia permanente en Cuba. Para lo que deber‡ acudir a las oficinas comerciales de ETECSA personalmente o nombrando un representante mediante poder notarial especial. Realizada la solicitud de cesi—n por parte del titular, la persona a la que se le ceder‡ el servicio puede presentarse en la oficina comercial de ETECSA donde se encuentra instalado el servicio para la firma del contrato. Este procedimiento se instrumenta en otras indicaciones internas de ETECSA, ya que el contrato tipo solo establece la cesi—n. Si el titular del servicio reside fuera de la provincia donde estŽ instalado el servicio telef—nico y desee ceder el mismo, puede acudir a las oficinas comerciales de ETECSA, de su lugar de residencia, personalmente o nombrando un representante mediante Poder Notarial especial. A la persona natural para que se le pueda ceder la titularidad del servicio telef—nico debe reunir los requisitos de ser una persona natural y tener domicilio permanente en Cuba, aunque la Resoluci—n objeto de an‡lisis no establece l’mites de edad, deben estar sometidos a lo preceptuado en la legislaci—n civil sustantiva respecto a la capacidad para ser parte en los actos jur’dicos.99 Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 33/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 No ser titular de otro servicio telef—nico, excepto que el mismo se encuentre instalado en una vivienda ubicada en zona de descanso o veraneo. Pudiendo ser titular del servicio telef—nico cualquier persona, incluidos los menores de edad asistidos de sus representantes legales. El nuevo titular puede solicitar el traslado del servicio para un nuevo domicilio cuando este lo determine, garantiz‡ndolo ETECSA, siempre que la disponibilidad de la red de telecomunicaciones lo permita, aun cuando ello implique provisionalmente variaci—n en el soporte tŽcnico mediante una tecnolog’a autorizada y siempre que exista el consentimiento del titular, en caso de no existir disponibilidad en el nuevo domicilio, no se realiza el traslado y el servicio puede dejarse donde se encuentra instalado hasta tanto existan las condiciones tŽcnicas. Siempre que el titular lo solicite en la Oficina Comercial de ETECSA, personalmente o a travŽs de un representante, por lo que este derecho no prescribe. En caso de que dos titulares permuten entre s’ sus viviendas se mantiene el traspaso o cambio de titular si ambos permutantes son titulares, ETECSA mantiene lo establecido para el traspaso de los servicios. En la compraventa del inmueble si las partes lo desean podr‡n incluir el equipo ya que las nuevas indicaciones del 1 de abril del 2013, consideran el telŽfono como un bien de propiedad personal, por tanto su propietario puede enajenarlo sin ninguna limitaci—n, al contrario del servicio telef—nico b‡sico, cuyos titulares tienen derecho a disfrutarlo y cederlo a favor de cualquier persona natural con residencia permanente en Cuba. Se pueden recibir solicitudes de cambio de titularidad por fallecimiento a favor de quien la ley otorg— el mejor derecho de la vivienda segœn lo previsto en el contenido del contrato tipo. El procedimiento a seguir en caso que existiese algœn familiar con derecho preferente deber‡ realizar la solicitud en el tŽrmino de 5 a–os, por lo que ETECSA est‡ obligada a restituir ese derecho a favor de quien le corresponda. No obstante, el derecho de los herederos a realizar la correspondiente reclamaci—n no encuentra regulaci—n en la norma. La persona que siendo titular de un servicio telef—nico, reciba el derecho a otro, antes de que se le realice el traspaso del nuevo servicio, deben decidir cu‡l de los dos van a ceder y a quiŽn, pues no puede ser titular de dos servicios a menos que uno de ellos estŽ instalado en una vivienda en la categor’a de zona de descanso o veraneo. Los cambios realizados con anterioridad al 25 de mayo de 2012, no tienen lugar a reclamaci—n por mejor derecho pues en el contrato que estaba vigente, en caso de fallecimiento o salida del pa’s solo se le traspasaba el servicio al titular de la vivienda. La Resoluci—n 82 de 2012 y el nuevo contrato tipo que por ella se implanta, prevŽ que las partes cumplimentar‡n este contrato de buena fe, y ante cualquier discrepancia que surja en la ejecuci—n o interpretaci—n de lo pactado en Žste, ser‡ resuelto mediante negociaciones amigables. Las partes examinar‡n las demandas donde se fundamenta la discrepancia y las contestar‡n dentro de los diez d’as h‡biles siguientes a la fecha de su recibo. Si dentro de dicho tŽrmino no fueran contestadas por la parte reclamada o no se llegara a un acuerdo entre estas, la discrepancia ser‡ Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 34/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 sometida a la sala del tribunal competente, quien dirimir‡ las controversias conforme a la legislaci—n cubana. Lo que nos ubica en sede provincial del Tribunal Popular, sin establecer cu‡l de ellas, a criterio del autor deb’a ser en la Secci—n Civil del Tribunal Municipal Popular, en proceso sumario por los tŽrminos en que se desarrollan estos. El incumplimiento de las obligaciones que las partes asumen por el presente contrato, dar‡ a la parte cumplidora el derecho a resolver el mismo; as’ como a reclamar la correspondiente indemnizaci—n por da–os y perjuicios. La parte que interese la resoluci—n, deber‡ notificar por escrito a la otra sobre este particular, como requisito indispensable, con noventa d’as de antelaci—n para que surta los efectos legales pertinentes. Las partes no ser‡n responsables del incumplimiento o cumplimiento inadecuado de sus respectivas obligaciones contractuales, cuando las mismas sean imposibles de satisfacer por causas eximentes de responsabilidad, caso fortuito y fuerza mayor, entendiŽndose por tales los acontecimientos imprevisibles o s’ previsibles pero inevitables que ajenos a la voluntad y actuaci—n de las partes, ocurran con posterioridad a la fecha de la firma del contrato. Debe concluirse despuŽs de realizar un an‡lisis detallado del contenido del nuevo contrato tipo establecido por la Resoluci—n 82 de 2012 que en el mismo pueden identificarse fortalezas y debilidades o insuficiencias. Como primera cuesti—n a se–alar es las transformaciones positivas en relaci—n a su antecesora, en el sentido de la instauraci—n de la cesi—n de la titularidad del servicio, aspecto no recogido con anterioridad; y la transmisi—n por fallecimiento, presunci—n de muerte o salida definitiva del pa’s, a travŽs de un orden sucesorio preestablecido en la norma. Como novedoso se puede considerar el procedimiento que establece en caso de inconformidad con las condiciones generales de contrataci—n. Sin embargo, en la reglamentaci—n de estas cuestiones quedan espacios vac’os que el legislador no previ—, tales como, la forma en que podr‡ realizarse la cesi—n ya sea onerosa o gratuita. La violaci—n del orden de suceder establecido en la legislaci—n civil, creando uno diferente; el apego a las regulaciones establecidas en materia de vivienda para otorgar protecci—n a la persona propietaria de la vivienda en la cual estŽ instalado el servicio y el estado de indefensi—n de los herederos ante la imposibilidad de someter la cuesti—n para ser resuelta al arbitrio judicial, por falta de acuerdo en la transmisi—n del servicio. Sin dejar resuelto la posibilidad de modificar la designaci—n previa mediante la v’a testamentaria, as’ como la utilizaci—n incorrecta del tŽrmino familiares del fallecido por herederos. Por otro lado, tampoco contempla esta norma los procedimientos especiales para realizar la cesi—n y transmisi—n, con sus tŽrminos y pasos a seguir por el usuario. Conclusiones <!--[if !supportLists]-->1. El contrato de prestaci—n de servicios en las legislaciones civiles de los ordenamientos jur’dicos internos analizados encuentra una coherencia en la fundamentaci—n de su objeto, entendido, como la obligaci—n de hacer una actividad por una persona a favor de otra, a cambio de una remuneraci—n; sin Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 35/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 embargo, lo denominan indistintamente como contrato de arrendamiento, locaci—n de servicios o prestaci—n de servicios profesionales. <!--[if !supportLists]-->2. La legislaci—n sustantiva civil cubana solo enuncia los rasgos generales de los contratos, cuyo objeto es una prestaci—n de servicio, lo que conlleva a que exista una insuficiente regulaci—n de estos, en especial del contrato de prestaci—n servicio de telefon’a. <!--[if !supportLists]-->3. El legislador cubano mediante la nov’sima legislaci—n en materia contractual, tonifica su letra con lo preceptuado en los instrumentos jur’dicos civiles comparados y la dogm‡tica moderna, al incluir al contrato de prestaci—n servicio de telefon’a en los contratos por adhesi—n. <!--[if !supportLists]-->4. El contrato de prestaci—n de servicio de telefon’a fija a personas naturales en Cuba est‡ regulado por normas especiales de reciente promulgaci—n que introducen cambios novedosos y revolucionarios en su contenido; sin embargo, su dise–o lo dota de obst‡culos, que imposibilitan una adecuada interpretaci—n y aplicaci—n de las instituciones del Derecho Civil cubano. Bibliograf’a <!--[if !supportLists]-->1. Ambriz çlvarez, Mar’a Consepci—n, ÒExcepciones al contrato de prestaci—n de servicios profesionalesÓ, Universidad Michoacana de San Nicol‡s de Hidalgo, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 2011. Formato digital. <!--[if !supportLists]-->2. Canabelas de elemental, versi—n digital, Edici—n 2003. Torres, Guillermo, Diccionario Jur’dico <!--[if !supportLists]-->3. D’az Pairo, Antonio, Teor’a general de las obligaciones, Volumen I, ENPES, La Habana, 1987. <!--[if !supportLists]-->4. D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Volumen II, Texnos, Sexta Edici—n, Madrid, 1992. <!--[if !supportLists]-->5. Escobar Fornos, Iv‡n, Curso de Contratos, Editorial Hispamer, Colecci—n Textos Jur’dicos. <!--[if !supportLists]-->6. Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato de prestaci—n de servicios genera relaci—n laboral?Ó, Universidad de la Sabana, Instituto de Postgrado, especializaci—n en contrataci—n estatal, CHIA, 2011. <!--[if !supportLists]-->7. Garc’a MŽndez, Anabel, ÒLimitaciones de los derechos del usuario en el contrato de servicio de telefon’a celular prepagoÓ, Diplomado de asesor’a jur’dica en telecomunicaciones, La Habana, 2010. <!--[if !supportLists]-->8. Ghersi, Carlos Alberto., Contratos civiles y comerciales, parte general y especial, Tomo II, cuarta edici—n actualizada y amplada, editorial Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 36/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Astrea, Buenos Aires, 1998. <!--[if !supportLists]-->9. Gonz‡lez Alc‡ntara, Juan Luis, Derechos del Arrendatario, Instituto de Investigaciones jur’dicas, MŽxico, 2000. <!--[if !supportLists]-->10. Gonz‡lez Fern‡ndez, Fidel. ÒLa eficacia contractual de la publicidad comercial en la formaci—n y contenido de los contratos con consumidoresÓ, Trabajo de Diploma en Opci—n al T’tulo de Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2011. <!--[if !supportLists]-->11. Kaune Arteaga, Walter., Curso de Derecho Civil Ð Contratos, Tomo 1, http://es.scribd.com/doc/52785167/CURSO-DE-DERECHO-CIVIL-CONTRATOSWALTER-KAUNE-ARTEAGA, consultado 13 de abril de 2013. <!--[if !supportLists]-->12. Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado de los Contratos, Tomo I. Rubinzal Ð Culzoni, Buenos Aires, 1999. <!--[if !supportLists]-->13. ______________________, Tratado de los Contratos, Tomo II. Rubinzal Ð Culzoni, Buenos Aires, 1999. <!--[if !supportLists]-->14. O'callaghan, Xavier. Compendio de derecho Civil, Tomo II, Obligaciones y Contratos, Volumen II, 1993, http://vlex.com/compilation/230904, consultado 13 de abril de 2013. <!--[if !supportLists]-->15. Rojina Villegas, Rafael. Compendio de Derecho Civil, Contratos, TrigŽsimo primera edici—n, Editorial Porrœa, MŽxico, 2006. Fuentes legales <!--[if !supportLists]-->1. <!--[endif]-->C—digo Civil argentino de 25 de septiembre de 1869, modificado en 1998. <!--[if !supportLists]-->2. C—digo Civil espa–ol de 6 de octubre de 1888. <!--[if !supportLists]-->3. C—digo Civil mexicano de 30 de agosto de 1928. <!--[if !supportLists]-->4. C—digo Civil chileno Decreto 1937 de 29 de noviembre de 1976, actualizado en a–o 2000. <!--[if !supportLists]-->5. C—digo Civil portorrique–o de 1930 modificado por la Ley 245 de 16 de diciembre de 2011. <!--[if !supportLists]-->6. C—digo Civil peruano, Decreto legislativo no.295 de 24 de julio 1984, Gaceta, Oficial de 25 de julio de 1984. <!--[if !supportLists]-->7. C—digo Civil paraguayo de diciembre de 1985. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 37/47 El contrato http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 <!--[if !supportLists]-->8. C—digo Civil cubano, Ley No. 59 de 16 de julio de 1987. <!--[if !supportLists]-->9. Ley 65, Ley General de la Vivienda de diciembre de 1988. <!--[if !supportLists]-->10. C—digo Civil del Estado de Michoac‡n en MŽxico publicado en el peri—dico oficial el d’a 12 de agosto 2009. <!--[if !supportLists]-->11. Decreto Ley 15 de 3 de julio del a–o 1978 Normas B‡sicas para los Contratos Econ—micos. <!--[if !supportLists]-->12. Decreto Ley No. 304 de la Contrataci—n Econ—mica del primero de noviembre de 2012, publicadas mediante Gaceta Oficial Ordinaria No 62 del 27 de diciembre del 2012. <!--[if !supportLists]-->13. Decreto No. 310 de los tipos de contratos del 17 de diciembre de 2012, publicadas mediante Gaceta Oficial Ordinaria No 62 del 27 de diciembre del 2012. <!--[if !supportLists]-->14. Resoluci—n No. 266 del Ministerio de las Comunicaciones de fecha 5 de diciembre de 1990. <!--[if !supportLists]-->15. Resoluci—n No. 15 de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. de fecha 25 de febrero de 1998. <!--[if !supportLists]-->16. Resoluci—n No. 14 del Ministerio de Finanzas y Precios de fecha 20 de enero de 2012. <!--[if !supportLists]-->17. Resoluci—n No. 82 del Ministerio de la Inform‡tica y las Comunicaciones de fecha 21 de mayo de 2012. publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria no. 21 de fecha 23 de mayo de 2012. Sitios Web visitados <!--[if !supportLists]-->¥ http://noticias.juridicas.com/articulos/45Derecho%20Civil/200812-25684136987412.html, consultado 23 de enero 2013 <!--[if !supportLists]-->¥ consultado 24 de enero de 2013 http://www.cisg.law.pace.edu/cisg/biblio/zamir.html, <!--[if !supportLists]-->¥ http://noticias.juridicas.com/articulos/45Derecho%20Civil/200106-4551019510121691.html, consultado 23 de enero de 2013. <!--[if !supportLists]-->¥ http://noticias.juridicas.com/articulos/45Derecho%20Civil/199605-not16_2.html, consultado 23 de enero 2013. <!--[if Versi—n 12 !supportLists]-->¥ generadaP‡gina de El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 httpwww.juridicas.unam.mxpublicalibrevrevjuridcont13prpr40.pdf, consultado 28 de enero 2013. <!--[if !supportLists]-->¥ www.federacionunae.com, consultado 28 de enero de 2013. <!--[if !supportLists]-->¥ http://es.scribd.com/doc/52785167/CURSO-DE-DERECHOCIVIL-CONTRATOS-WALTER-KAUNE-ARTEAGA, consultado 13 de abril de 2013. <!--[if !supportLists]-->¥ http://vlex.com/compilation/230904, consultado 13 de abril de 2013. Canabelas de Torres, Guillermo, Diccionario Jur’dico elemental, versi—n digital, Edici—n 2003. Ib’dem Kaune Arteaga, Walter., Curso de Derecho Civil Ð Contratos, Tomo 1, http://es.scribd.com/doc/52785167/CURSO-DE-DERECHO-CIVIL-CONTRATOS-WALTERKAUNE-ARTEAGA, consultado 13 de abril de 2013. D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Volumen II, Texnos, Sexta Edici—n, 1992, p. 29 Cit. pos., D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, SistemaÉ, Volumen II, cit., p. 29 Cit pos., D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, SistemaÉ cit., p. 30 D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, SistemaÉ cit., p. 34 êdem. D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, SistemaÉ cit., p. 35 êdem, p. 36. Ib’dem, p. 37. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 39/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 D’ez Picazo, Lu’s y Gull—n, Antonio, SistemaÉ cit., p. 37 y 38. Tomasini de Galloni, Marcela, ÒAspectos Legales de la negociaci—nÓ, http://html.rincondelvago.com/contratos_4.html&sa=U&ei=fOCbUeTMI6rQ0wGftYDgCA &ved=0CB0QFjAB&usg=AFQjCNHYCXCUH1_Cl6IbYKc6mJT73CE1bA, consultado 13 abril de 2013. La persona que necesita ser transportada de un lugar a otro y no puede hacerlo por sus propios medios, est‡ obligada a aceptar las condiciones y el precio fijado unilateralmente por la empresa de transportes; el que necesite luz, telŽfono, gas, aceptar‡ las condiciones establecidas por la compa–’a. Tomasini de Galloni, Marcela, ÒAspectosÉ, cit. Kaune Arteaga, Walter., Curso deÉ, cit. Ojeda Rodr’guez, Nancy C. y Delgado Vergara, Teresa, Teor’a General de las obligaciones: comentarios al C—digo Civil Cubano, Universidad de la Habana, Facultad de Derecho, Departamento de Derecho Civil y de Faminlia, La Habana, 2000, p.58 Diez Picazo, Luis y Gull—n, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Volumen II, Texnos, Sexta Edici—n, 1992, p.144 Ojeda Rodr’guez, Nancy C. y Delgado Vergara, Teresa, Teor’aÉ cit., pp.59 y 60. êdem, p. 61 Ib’dem, p. 62 Diez Picazo, Luis y Gull—n, Antonio, SistemaÉ cit.,p.145 êdem, p.145 Ib’dem Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 40/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Escobar Fornos, Iv‡n, Curso de Contratos, Editorial Hispamer, Colecci—n Textos Jur’dicos. Gonz‡lez Alc‡ntara, Juan Luis, Derechos del Arrendatario, Instituto de Investigaciones jur’dicas, MŽxico, 2000. Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado de los Contratos, Tomo II. Rubinzal Ð Culzoni, Buenos Aires, 1999, p. 578. Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato de prestaci—n de servicios genera relaci—n laboral?Ó, Universidad de la Sabana, Instituto de Postgrado, especializaci—n en contrataci—n estatal, CHIA, 2011. Ha sido un mŽrito del legislador mexicano haber cambiado la denominaci—n de estos contratos llam‡ndoles de prestaci—n de servicios. Cfr. articulo 2606 del C—digo Civil mexicano de 1928. Ambriz çlvarez, Mar’a Consepci—n, ÒExcepciones al contrato de prestaci—n de servicios profesionalesÓ, Universidad Michoacana de San Nicol‡s de Hidalgo, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 2011. Formato digital. Cit. pos., Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato deÉÓcit. Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato deÉÓcit. Cit. pos., Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato deÉÓcit. Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato ÉÓ cit. Ambriz çlvarez, Mar’a Consepci—n, ÒExcepcionesÉÓ cit., p. 64 êdem. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 41/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Ojeda Rodr’guez, Nancy de la Caridad, El Control de las Condiciones Generales de los Contratos cono forma de protecci—n a los Consumidores, Tesis presentada en opci—n al grado cient’fico de Doctor en Ciencias jur’dicas: Ciudad de la Habana, 2002, p.28, en sitio http://www.fd.uo.edu.cu/AutoIndex/index.phpdir=MenuDocencia/Pregrado/asignaturasdelawe deContratos/materialesdeconsulta/filetesisdoctoralNancyOjeda.doc, consultado el 15 de abril del 2013 Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato ÉÓ cit. Fierro Castro, JosŽ Agust’n, ÒÀEl Contrato ÉÓ cit. O'callaghan, Xavier. Compendio de derecho Civil, Tomo II, Obligaciones y Contratos, Volumen II, 1993, http://vlex.com/compilation/230904, consultado 13 de abril de 2013. Rojina Villegas, Rafael. Compendio de Derecho Civil, Contratos, TrigŽsimo primera edici—n, Editorial Porrœa, MŽxico, 2006, p. 19 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, TratadoÉ cit., p.579 O'callaghan, Xavier. Compendio deÉ II, cit. êdem. Diez Picazo, Luis y Gull—n, Antonio, SistemaÉI, cit.,p.448 O'callaghan, Xavier. Compendio deÉ II, cit. êdem. O'callaghan, Xavier. Compendio deÉ II, cit. Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado de los Contratos, Tomo I, Rubinzal Ð Culzoni, Buenos Aires, 1999, p.17 Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 42/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Ib’dem, p.18 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., p. 320 êdem, p. 334 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., p. 319 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., pp. 334 y 335 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., p. 317 y 318 Cit. post., Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., p. 323 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., pp. 322 y 323 Cit. post., Lorenzetti, Ricardo Luis, Op. cit., p. 571 Lorenzetti, Ricardo Lu’s, Tratado deÉ II, cit., p. 571 y 572 Idem p. 588 y 589 Cit. post., Lorenzetti, Ricardo Luis, Op. cit., p. 589 Lorenzetti, Ricardo Luis, Op. cit., p. 589 Habr‡ locaci—n, cuando dos partes se obliguen rec’procamente, la una a conceder el uso o goce de una cosa, o a ejecutar una obra, o prestar un servicio; y la otra a pagar por este uso, goce, obra o servicio un precio determinado en dinero. El que paga el precio, se llama en este c—digo "locatario", "arrendatario" o "inquilino", y el que lo recibe "locador" o "arrendador". El precio se llama tambiŽn "arrendamiento" o alquiler. Cfr., art’culo 1493, 1137 al 1143 y art’culos 1623 al 1647 del C—digo Civil argentino. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 43/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Cfr., art’culos 1254 y siguientes C—digo Civil espa–ol Cfr., art’culos 1792 y siguientes C—digo Civil mexicano Cfr., art’culos 1767 al 1766, C—digo Civil del Estado de Michoac‡n, en MŽxico publicado en el peri—dico oficial el d’a 12 de agosto 2009. Cfr., art’culos 1206 al 1434 del C—digo Civil puertorrique–o. Cfr., art’culos 1437 al 1444 del C—digo Civil chileno Cfr., art’culos nœmeros 1755 y siguientes del C—digo Civil peruano Cfr., art’culos 669 al 851 de la legislaci—n civil de Paraguay Puerto Rico, Espa–a, MŽxico, Chile y Argentina, que si recogen una definici—n del contrato. Cfr., art’culo 309 C—digo Civil de la Repœblica de Cuba. Ley No. 59/1987 de 16 de junio. Se asemeja a la legislaci—n mexicana en este particular. Cfr., art’culo 320 al 322 C—digo Civil cubano. Cfr., art’culo 322 en relaci—n al 80 y siguiente ambos del C—digo Civil cubano. Cfr,. art’culo 28 del Decreto Ley 15 de 3 de julio del a–o 1978 Normas B‡sicas para los Contratos Econ—micos. Resoluci—n 2253 del Ministerio de Econom’a y Planificaci—n indicaciones para la contrataci—n econ—mica, 8 de junio de 2005. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 44/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Que derogan los art’culos del C—digo de Comercio de 1886, siguientes: del Libro I, t’tulo IV, los art’culos del 50 al 63; del Libro II, t’tulo III, los art’culos del 244 al 302; del Libro II, t’tulo IV, los art’culos del 303 al 310; del Libro II, t’tulo VI, los art’culos del 325 al 346; y del Libro II, t’tulo VII, los art’culos del 349 al 379.Decretos-Leyes: Nœmero 15, de 3 de julio de 1978, ÒNormas B‡sicas para los Contratos Econ—micosÓ; No. 24, de 15 de mayo de 1979,ÒSobre la no aplicabilidad del C—digo Civil y de Comercio y la legislaci—n complementaria a estos, a la empresa estatal socialistaÓ,y No. 71 de 4 de julio de 1983, ÒSobre las condiciones a las que se someter‡n las relaciones econ—micas contractuales en que participen dentro del territorio nacional las empresas mixtas o las partes en las dem‡s formas de asociaci—nÓ. Resoluci—n: No. 2253 de 8 de junio de 2005, del Ministro de Econom’a y Planificaci—n. Cfr., art’culo 1 del Decreto Ley 304, publicado en la Gaceta Oficial Ordinaria nœmero 62, de 27 de diciembre del 2012. Cfr., art’culo 17 Decreto Ley 304 de 2012. Cfr,. Art’culo 45.1 del Decreto 310 de 2012. Se refiere a las relaciones contractuales que no est‡n comprendidas en ninguno de los tipos de contratos regulados en esta norma, se rigen por las normas de los contratos m‡s afines y por los dem‡s preceptos y princi­pios generales de este C—digo. Garc’a MŽndez, Anabel, ÒLimitacionesÉ cit. êbidem. êdem Garc’a MŽndez, Anabel, ÒLimitacionesÉ cit. Ib’dem. êdem Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 45/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Garc’a MŽndez, Anabel, ÒLimitacionesÉ cit. Se consideran cl‡usulas abusivas aquellas predispuestas en virtud de las cuales se otorga al predisponerte un ‡mbito de libertad o de arbitrio para decidir sobre el cumplimiento o no de dichas cl‡usulas. Son todas las que se hayan negociado individualmente, que estŽn contra las exigencias de la buena fe y causan en detrimento del consumidor un desequilibrio importante e injustificado de las obligaciones contractuales. Garc’a MŽndez, Anabel, ÒLimitacionesÉ cit. La plena capacidad para ejercer los derechos y realizar actos jur’dicos se adquiere: a) por arribar a la mayor’a de edad, que comienza los 18 a–os cumplidos; y b) por matrimonio del menor. La ley, no obstante, puede establecer otras edades para realizar determinados actos, Cfr., art’culo 29 del C—digo Civil cubano. El contrato tipo contiene en sus cl‡usulas los principales aspectos de la pol’tica de flexibilizaci—n de las condiciones de contrataci—n del servicio, aprobada por el ComitŽ Ejecutivo del Consejo de Ministros. En Cuba la primera vez que es utilizado este tŽrmino, es en el art’culo 48 de la Ley de Reforma Urbana, en su inciso b), en el cual se establece que ser‡ l’cito la cesi—n mediante precio de caba–as, apartamentos o casa en lugares de veraneo o balneario, Se define como aquel inmueble fuera de la ciudad, en zona tur’stica o de descanso, cuyo fin es inherente al descanso de la familia, ocio, recreaci—n y esparcimiento, para pasar cortas temporadas de tiempo. Generalmente este tipo de viviendas queda subsumido en los conceptos de bungalow, choza, chalŽ y caba–a. No constituye residencia permanente. Son servicios de tarificaci—n adicional aquellos que, a travŽs de la marcaci—n de un determinado c—digo, conllevan una retribuci—n espec’fica en concepto de remuneraci—n al abonado llamado, por la prestaci—n de servicios de informaci—n, comunicaci—n u otros. Son utilizados en concursos, descargas de tonos y contenidos, acceso a servicios para adultos y pago de todo tipo de servicios a travŽs del telŽfono fijo y m—vil. Conllevan el pago de una tarificaci—n extra que se cobrar‡ en la factura telef—nica. Vid., anexo no. I Cfr., art’culos 514 y siguientes del C—digo Civil cubano. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 46/47 El contrato de prestaci—n de servicios de telefon’a fija a personas naturales... http://vlex.com/vid/personas-naturales-retos-perspectivas-517263119 Cfr. Resoluci—n No. 14 de fecha 20 de enero de 2012 del Ministerio de Finanzas y Precios establece el precio minorista en pesos cubanos (CUP) del aparato telef—nico, para los clientes que pagan el servicio de telefon’a b‡sica en esa moneda, as’ como de los componentes y piezas utilizadas en los servicios de reparaci—n del mismo. Cfr. art’culo 29; 30 31 y 32 del C—digo Civil vigente. Versi—n generada por el usuario 12 de Set 16:42 P‡gina 47/47