Boletín • N° 6 españolas al menoscabar las atribuciones del Comisionado Regio, fueron factores que obligaron al coronel Montúfar a imponer la justicia y el derecho por el poder de las armas. En marcha hacia el sur. En aquel entonces, se advertía ya en el escenario políticomilitar, un grupo denominado “Montufaristas”, partidario de Juan Pío Montúfar, Marqués de Selva Alegre, liderado por su hijo el coronel Carlos Montúfar; y el nominado “Sanchistas”, adepto de José Sánchez, Marqués de Villa Orellana, comandado por Francisco Calderón. Esta división debilitaba a las fuerzas patriotas en su afán de enfrentar con éxito al ejército español. De acuerdo con el informe que presenta el capitán Antonio García de Tréllez, el 11 de febrero de 1811, el ejército español del presidente de la Real Audiencia de Quito, Joaquín Molina, y del gobernador de Cuenca, Melchor Aymerich, estaba constituido por las siguientes unidades: “en Azogues un pelotón de caballería con 93 hombres, al mando de Francisco Dávila 90 hombres, al mando de Baltazar Polo 76 hombres, al mando de Antonio Serrano 76 hombres, al mando de Ignacio Valladares 115 hombres, al mando de Francisco Carrasco 79 hombres, al mando de Ignacio Rodríguez 129 hombres, indios honderos a cargo del sargento Vásquez Prieto Araujo y otros mandones de Chuquipata 1137 hombres, una compañía a su mando compuesta por fusileros, lanceros blancos sueltos e indios honderos 1123 hombres”4. “Los primeros días de 1811, el coronel Carlos Montúfar sale de Quito con dirección a Guaranda al frente de 800 fusileros, 300 dragones, 300 jinetes de pistola y lanza, 100 artilleros y 1000 indios provistos de hondas”5. 4. Transcripción que hace el Coronel Galo Chacón en su obra “Las Guerras de Quito por su Independencia, del libro “Don Melchor Aymerich” de Enrique Muñoz Larrea. 5. General Ángel Isaac Chiriboga, obra citada, página 23. • 2013 19