No estás deprimido, estás distraído (Facundo Cabral): Distraído de la vida que te puebla, de la que te rodea. La vida no te quita cosas, te libera de cosas para que vueles más alto y alcances la plenitud. Lo que llamas problema son lecciones. La vida es dinámica, por eso debes estar solo atento al presente. No hay muerte, sino mudanza. El secreto de la felicidad es escuchar antes a tu corazón que a tu cabeza, que lo complica todo con la memoria, con órdenes del pasado, prejuicios, divisiones cognitivas, deseos. Haz lo que amas y serás feliz, estarás benditamente condenado al éxito, que llegará en el momento adecuado. Todo lo que hagas hazlo por amor, no por compromiso ni obligación. Esto dará plenitud y ausencia de esfuerzo. Dios te puso a ti mismo a tu cargo. Debes hacerte libre y feliz. Reconcíliate contigo mismo y decide ser feliz. La felicidad es un deber (entristeces a los de tu alrededor). Sufrir es una pérdida de tiempo. Da sin medidas y recibirás sin medidas. Ama hasta convertirte en lo amado, en el mismísimo amor. El bien es mayoría pero se nota menos porque es silencioso. El bien se retroalimenta. El mal se destruye. Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno serían buenos aunque fuera por negocio. Si escucharas a tu interior lo sabrías todo. No habría confusión sino matices. Te comportarías de forma espontánea, lo que te daría plenitud en tus relaciones. Sin límites ni condiciones. La ignorancia nos limita. El miedo nos distrae del amor. El poder del pensamiento es incalculable; puede transformarlo todo. La santidad es la meta prevista para todos aunque pocos se den cuenta. Sin ego, sin lucha, recuperarás la fuerza natural, provocarás vida a través del amor y crearás lo imposible. El ego nombra e interpreta la realidad, distorsionándola con su juicio, divide, cerebral (memoria), combativo, buscador. La inocencia es ecuánime, se asombra, vive la realidad, armoniza diferencias, sentimental, entregado a la vida, dinámico. Comienza de cero ahora mismo, según lo que quieres realmente y no lo que esperan de ti. Entonces volverás a la inocencia, nuestro estado natural, que ocultas por miedo a la burla. Solo allí te sentirás parte del cosmos. La energía viene dada por la buena información. Debemos estar libres y atentos para fluir con la vida. Solo la inteligencia puede conectarnos con el Universo. Solo quien está presente, quien bebe de la fuente de lo Esencial, puede saberlo todo. El sabio no se para porque todo es parte de todo, solo se fija en las conexiones. Si quieres vida vive en paz. La agresión trae enfermedad. La razón, personal, ardiente, es inferior al amor, universal, iluminante. O vives o peleas. El miedo a lo infinito, a la totalidad, nos hace crear etiquetas, barreras (nombre, profesión, estado civil, nacionalidad, ideología…) que nos distrae de quiénes somos. Cada día tenemos oportunidades para encontrar la paz. No busques fuera de ti lo que no posees. El trayecto es más emocionante que la llegada, si es que se puede llegar a alguna parte. La belleza, lenguaje universal, es utilizado por el arte para crear fábulas a la vida, con el fin de llenar de esperanza a la gente. La paz es enriquecedora, creativa, placentera, libre, justa, instructiva. Arriesga. Quien no está dispuesto a perderlo todo no está preparado para perder nada. Deja que la curiosidad te dirija. Se protagonista, no espectador. La vida es bello peligro. Compartir genera riqueza. “No puedo” significa “no quiero”. Levántate y anda. Sé un héroe, no un mártir. Camina tranquilo, seguro, el bien es mayoría y tu tarea alcanzar la plenitud. Sé tú mismo. Convive. Nada es para siempre. La vida es como es, no como debería ser. Todo nos fue dado; nada nos pertenece. Avanzan quien cuestiona. Se pierde fácilmente lo que se gana sin esfuerzo. Idolatrar es encadenarse; genera conflicto y enfermedad. Aceptar la realidad es salvarse de los engaños, entonces la verdad nos hace vivir plenamente. Sé firme pero abierto. A nadie tienes que dar explicaciones si no haces mal a nadie, por ello no tienes que gustar a nadie. Si tienes un gran sueño debes hacer un gran esfuerzo para lograrlo porque lo grande atrae lo grande.