FOMENTAR LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DESDE UN ENFOQUE DEMOCRÁTICO Y COMUNITARIO DE LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD Autoría: Jesús Antonio Cáceres González Centro: CEIP La Cerruda Profesor de Educación Especial El enfoque comunitario y democrático son las claves del éxito para fomentar la igualdad de oportunidades en educación. Hoy estamos en un buen momento para esforzarnos en dar una respuesta adecuada a las necesidades de niños y jóvenes en desventaja sociocultural y económica. Se trata de alumnos que rechazan la escuela y fracasan en ella, lo que les conduce a enfrentarse a barreras y riesgos cuya superación demandaría una vida más fácil de la que tienen o se prevé que tendrán. En el actual marco educativo, fruto de un legado histórico de profesores que confían en lo que saben, quieren y pueden trabajar en superar las dificultades de sus alumnos, les han intentado ofrecer unos estímulos afectivos e intelectuales más ricos para ofrecerles una puerta abierta a la inclusión social. Hoy día, son muchas las barreras que todavía quedan para poder fomentar la vida escolar desde la inclusión. Éstas dificultades parten de principios como calidad, equidad y corresponsabilidad educativa. Es por tanto, que educar en el principio de igualdad de oportunidades no concierne sólo a los educadores, familia y profesorado, sino a toda la comunidad. No es posible asumir toda la tarea educativa aisladamente, ya que la falta de vínculos entre ellos puede provocar tensiones, y desafíos. Es pues importante, para este tipo de alumnado, una actuación corresponsable en la medida en que los aprendizajes escolares deben ser congruentes con el entorno social. ¿CÓMO SON ESTOS ALUMNOS? Se trata de una población muy heterogénea, procedentes de familias con niveles socioculturales bajos o muy bajos, situación a la que a veces se le unen problemas adicionales severos de pobreza, fragilidad o ausencia de redes sociales de apoyo, culturas minoritarias excluidas, desestructuración personal y familiar. A la experiencia de fracaso, en la escuela y/o familia se une la ausencia de modelos adecuados de comportamiento en el entorno familiar, social, escolar, laboral, de ocio y tiempo libre, etc., que les hubiera podido proporcionar un camino para aproximarse al ambiente social, lo que les convierte en personas vulnerables o con probabilidad de exclusión. No obstante, se trata de alumnos con diversas capacidades como se demuestran cuando se les ofrecen oportunidades adecuadas de convivencia y aprendizaje. Pero, es necesario, una mayor implicación de la comunidad educativa y social para abordar el problema de manera integradora. En Educación Primaria estos alumnos no han desarrollado las capacidades necesarias para seguir aprendiendo con éxito. En la Educación Secundaria Obligatoria los problemas se presentan con mayor contundencia, y en esta situación encontramos alumnos en grupos específicos de apoyo, diversificación, etc. Las necesidades y dificultades que presenta este alumnado, recomiendan que la intervención educativa vaya acompañada de iniciativas integrales que mejoren la situación de las familias, y de ellos mismos. Los centros que acogen a este tipo de alumnado en mayor proporción, condicionado por el contexto en el que se ubican, necesitarían estar dotados de recursos relevantes concretizándolos en acciones a desarrollar con los alumnos. TRABAJAR LA COMPETENCIA DESARROLLO PERSONAL Para la obtención de éxito en la inclusión de esta población en la sociedad se podrían llevar a cabo unas medidas, como son: . Cambiar su visión profesor-alumno por el de educador-adulto, ya que la primera conlleva connotaciones de fracaso preconcebidos, y en el segundo caso, se intenta generar una organización que resuelva problemas y dificultades. . Trazar un itinerario escolar abierto y flexible, de manera que si el alumno se quiere incorporar a algún curso académico pueda hacerlo sin necesidad de esperar a que se abran las matrículas. . Apostar por unos ideales de éxitos, trazando unas líneas de trabajo diario enmarcadas en un plan de trabajo discutido al que se ha comprometido. . Compromiso educativo y social para lograr la inclusión, ya que a más dificultades más ayudas para paliarlas y apoyos escolares para superarlos. . Trabajar utilizando las nuevas tecnologías que conecte a estos grupos y les permita dialogar sus problemas y plantearse retos realistas y posibles de solventar. . Promover una oferta educativa en unión con centros de trabajo para fomentar su integración social. . Potenciar valores como colaboración y afán por aprender, atención y concentración, responsabilidad, disponibilidad, etc. . Potenciar actividades prácticas en un entorno cercano al laboral. CONCLUSIÓN Para poder generar una sociedad inclusiva, donde todos tengan cabida y donde la escuela sea una parte importante en su promoción y fomentó, los centros deberían trabajar más activamente en la interrelación a través de las nuevas tecnologías, fomentando que estos grupos dialoguen y se organicen en comunidades que presenten sus problemas. El fomento de una escuela inclusiva es para el profesor una experiencia novedosa donde se crea un espacio para el fomento de valores e interrelación con las familias necesarias para fomentar una educación de calidad. Si no se desea generar problemas de convivencia en el entorno social, es necesario implicar a todos los agentes sociales, generando una comunidad donde la escuela sea sólo un eslabón más de una cadena en la que todos trabajamos para crear una sociedad con oportunidades para todos.