ph Boletín de Propiedad Horizontal y Derechos Reales ------ Año XIII - Número 126. Marzo 2012 www.elderecho.com --------------------- Foro Abierto Consultas Pág. 9 Consideraciones acerca del derecho de crédito de las comunidades frente a los bancos por las hipotecas de inmuebles y en relación a los concursos de acreedores de los comuneros deudores Reseñas Pág. 14 Por D. Vicente Magro Servet Presidente de la Audiencia Provincial de Alicante. Doctor en Derecho Sumario Foro Abierto Pág. 1 Consideraciones acerca del derecho de crédito de las comunidades frente a los bancos por hipotecas de inmuebles y en relación a los concursos de acreedores de los comuneros deudores D. Vicente Magro Servet. Presidente de la Audiencia Provincial de Alicante. Doctor en Derecho Una cuestión de sumo interés para administradores de fincas y letrados expertos en propiedad horizontal es la de la preferencia de los créditos de las comunidades de propietarios frente a los otros acreedores que tienen los comuneros. Así, en materia de los créditos por gastos de comunidad que tienen las comunidades nos preguntamos acerca de cómo se consideran en preferencia estos créditos en relación a los que tienen los bancos sobre la hipoteca de los propios inmuebles de los deudores. ¿Hasta qué punto pueden cobrar las comunidades cuando se encuentran con un banco que tiene el derecho de crédito por la hipoteca? ¿Y en los casos de concurso de acreedores de un comunero? ¿Cómo se considera el crédito de la comunidad en un concurso? ¿Tiene alguna preferencia? Respuesta mayoritaria a) Crédito de las comunidades frente a las hipotecas de los bancos. 1.- El crédito a favor de la comunidad es privilegiado dado que se reconoce una preferencia especial en relación al orden de créditos del artículo 1923 CC, de forma que sólo Reservados todos los derechos. Esta publicación y sus contenidos no pueden ser reproducidos total o parcialmente, ni editados, transmitidos ni registrados por ningún medio técnico o procedimiento reprográfico o fónico, electrónico o mecánico, sin la expresa autorización por escrito del editor. Asimismo, El Derecho Editores no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por los autores y colaboradores en los contenidos de esta publicación Depósito legal: BI-2358-00 / ISSN 1888-489X Franqueo concertado 01/3174 Grupo Editorial El Derecho y Quantor S.L. 1 ------------- Foro Abierto marzo de 2012 ----------------------------Coordinador: Vicente Magro Servet Presidente AP Alicante Consejo de Redacción: Francisco Berjano Arenado Magistrado-Juez Juzgado de Primera Instancia núm. 11 Sevilla Luis Alberto Gil Nogueras Magistrado-Juez Juzgado de Primera Instancia núm. 3 Zaragoza Juan Luis Gordillo ÁlvarezValdés Magistrado AP Madrid, Sección 9ª Miguel Ángel Larrosa Amante Magistrado AP Murcia, Sección 5ª Juan Ángel Moreno García Magistrado AP Madrid, Sección 9ª Eduardo Salinas Verdeguer Presidente AP Albacete Luis Antonio Soler Pascual Magistrado del Tribunal de Marca Comunitaria. AP Alicante, Sección 8ª María Félix Tena Aragón Magistrado AP Cáceres, Sección 2ª ------------ Salvador Vilata Menadas Magistrado-Juez Juzgado de lo Mercantil núm. 1 Valencia -----------2 serán preferentes a los créditos de la comunidad los reconocidos a favor del Estado (1923.1) y a favor de las aseguradoras (1923.2). A su vez es limitado ya que únicamente garantiza dicha preferencia sobre la vivienda o local integrada en la comunidad y no sobre el resto de los bienes del deudor y en segundo lugar está limitado exclusivamente a la parte de la anualidad vencida en curso y al año natural inmediatamente anterior. 2.- La comunidad no tiene una preferencia sobre el total de la deuda que pueda tener contra el comunero moroso sino que únicamente está limitado el privilegio a la parte de anualidad vencida y el año anterior. Si la deuda fuese superior a dicho importe, el resto del crédito de la comunidad debería ser calificado como común y por ello no gozaría de preferencia alguna ni frente a la ejecución hipotecaria ni frente a ninguna otra ejecución al quedar incluido dicho exceso en el artículo 1925 CC. 3.- El crédito de las Comunidades es preferente frente a los hipotecarios y refaccionarios anotados e inscritos en el Registro de la Propiedad, los anotados preventivamente en dicho Registro por mandamiento judicial y los refaccionarios no anotados ni inscritos, y solo son preferentes sobre el bien inmueble integrado en la comunidad, los del Estado y los aseguradores, que aparecen en los números 1 y 2 de dicho precepto. Ahora bien, conviene aclarar que esta preferencia, que viene a establecer esa específica relación entre la comunidad y otros acreedores de su deudor, solo puede hacerse efectiva una vez que el crédito está reconocido judicialmente, sin perjuicio de poder retrotraer la eficacia de la preferencia procediendo a la anotación preventiva de embargo sobre la finca o a la anotación preventiva de la demanda como de hecho acepta la DGRN al amparo del artículo 42.1 LH en Resoluciones de 9 de febrero y 18 de mayo de 1987, lo que tiene muy especial relevancia dado que la preferencia está acotada temporalmente a las cuotas imputables a la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior. b) Crédito de la comunidad en relación a comuneros en situación de concurso de acreedores. 1.- En el caso de que el comunero sea declarado en concurso de acreedores, de acuerdo con lo previsto en el artículo 55.1 de la Ley Concursal no es posible el inicio de ninguna actividad ejecutiva contra el concursado por parte de la comunidad ni de cualquier otro acreedor, pudiendo discutirse si la comunidad tiene o no una garantía real sobre su crédito, aunque la respuesta debe ser negativa dado que el artículo 9.1.e) LPH sólo establece una preferencia de créditos y no transforma éste en una garantía real ni tiene acceso al Registro de la Propiedad. Ya dentro del concurso, cuyos créditos se califican en el artículo 89 LC como privilegiados, ordinarios y subsidiarios, no está clara la ubicación de los mismos pues no aparecen expresamente mencionados en los artículos 90 a 92 que regulan cada uno de los créditos dentro del concurso. 2.- En los supuestos de ejecución singular el artículo 9.c) párr. segundo de la LPH, distingue entre el crédito correspondiente a las cuotas correspondientes a la anualidad en curso y al año anterior, que se le reconoce preferencia respecto a los créditos de los aparados 3º, 4º y 5 del artículo 1923 CC, por lo tanto se le reconoce preferencia a este crédito frente al crédito hipotecario para hacerse pago sobre el inmueble correspondiente. Por el contrario el resto de los créditos los que excedan de ese plazo no gozan de preferencia especial de conformidad con el artículo 1925 CC, salvo que ya este reconocido en sentencia, en tal caso tendrá la preferencia que establece el artículo 1925.3 b) CC. 3.- Cuando se trate de una ejecución universal, cuando la liquidación del patrimonio del deudor de la Comunidad de propietarios se realice a través del procedimiento concursal, debe estarse a lo que establece el artículo 89 Ley concursal que señala que no se admitirá en el concurso ningún privilegio o preferencia que no estén reconocidos en dicha ley. Estableciendo los artículos 89, 90 y 91 de la ley que créditos tienen un privilegio especial sobre determinados bienes del deudor, y que créditos tienen privilegio general sobre todos los bienes y derechos del deudor, sin que en ninguno de ellos se recoja el crédito a favor de la Comunidad de propietarios, crédito que ha de ser calificado de ordinario; debiendo llegarse la conclusión que el crédito a favor de la Comunidad de propietarios no tiene en el concurso ningún privilegio o preferencia especial, a diferencia de la preferencia que establece el artículo 9.c) LPH, respecto a las cuotas de la anualidad corriente y la última anualidad. 4.- El crédito de la comunidad, hasta el momento de la declaración del concurso será en todo caso, concursal, adquiriendo el carácter de crédito contra la masa -art. 84.1.10 LC- los que se devenguen con posterioridad a la declaración del concurso y hasta su conclusión. ------------- marzo de 2012 Foro Abierto ----------------------------SALVADOR VILATA MENADAS Magistrado del Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Valencia El carácter ob rem de la obligación de contribuir al pago de los gastos generales del edificio y sus instalaciones, implica la directa afección del piso o local a la satisfacción del crédito pendiente, siendo esta afección particularmente intensa (en cuanto que impera incluso con independencia del concreto deudor personal) en relación a las cuotas pendientes por la anualidad corriente y la última anualidad vencida. A este respecto, la Dirección General de los Registros ha declarado de modo reiterado (así, Resoluciones de 9 de Febrero de 1987, 18 de Mayo de 1987 y 1 de Junio de 1989) que la LPH establece una afección real de los pisos y locales al pago de los gastos de comunidad, cuya publicidad resulta suficiente, aunque con cierta indeterminación, por la mera inscripción de la constitución en Propiedad Horizontal, y que tiene carácter preferente a cualquier otro derecho real o de crédito (sería una auténtica hipoteca legal tácita, según la Resolución de 15 de enero de 1997), si bien para que tal preferencia se haga constar en el Registro, caso de que existan inscritas cargas anteriores, será preciso dirigir igualmente la demanda contra los titulares de dichas cargas (Resoluciones de 26 de diciembre de 1999, de 3 de abril de 2001 y 7 de abril de 2001). En el ámbito del concurso de acreedores es elemento esencial conformar con exactitud la lista de acreedores del deudor concursado, y así, es decisivo el recto reconocimiento y clasificación de los créditos concursales. Tal lista de acreedores debe confeccionarse -en perspectiva estática- en atención a la situación dada a la fecha de declaración de concurso. En el artículo 90.1.1 de la Ley Concursal se configura como un supuesto de crédito con privilegio especial a aquél que viene garantizado con hipoteca legal tácita. A modo de ejemplo de este supuesto bien puede citarse el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles, a cuyo pago viene directamente afecto el inmueble cuya titularidad dominical conforma el hecho imponible que se verifica el 1 de enero de cada año. Y en lo que ahora nos interesa, cabe mantener idéntica tesis respecto del supuesto de los créditos pendientes derivados del impago de las cuotas de propiedad horizontal (cfr., artículo 9 letra e) LPH). Se ocupa de la cuestión, aunque sea de manera tangencial, la Sentencia de la AP Barcelona, Sección 15ª, de 17 de marzo de 2011. Y el pago de los créditos concursales se verifica por el orden y de la manera determinada por los artículos 155 y siguientes de la Ley Concursal, y para el caso de créditos con privilegio especial, como quiera que el bien gravado está directamente afecto al pago del crédito, el producto eventualmente obtenido se aplica directamente al pago del crédito garantizado. En el caso de concurrencia de diversos privilegios especiales sobre un mismo bien, deberá determinarse el rango de aquéllos, para proceder a su atención por su orden. Pues bien, el supuesto de hipoteca legal tácita se antepone en rango a la hipoteca (o a las hipotecas si son más de una sucesivamente inscritas) convencional, y por ende, en lo que ahora nos interesa, cabe sostener que la atención del crédito por cuotas inatendidas de propiedad horizontal, en particular, por las relativas a la ultima anualidad vencida y la anualidad corriente en el momento de la declaración del concurso, es preferente. “En el caso de concurrencia de diversos privilegios especiales sobre un mismo bien, deberá determinarse el rango de aquéllos, para proceder a su atención por su orden.” JUAN ÁNGEL MORENO GARCÍA Magistrado de la Sección 9ª AP de Madrid El artículo 9.c) LPH impone, a los propietarios de una vivienda o local de un inmueble sujeto al régimen especial de propiedad horizontal, la obligación de contribuir con arreglo al coeficiente fijado en el título al mantenimiento de los gastos generales, que no sean susceptibles de individualización. Para garantizar el pago de los créditos a favor de la Comunidad de Propietarios se establece una afección real sobre la vivienda o local de negocios. ------------ Estos segundos -art. 84.3 LC- se pagan de forma inmediata, a su vencimiento, y en principio, salvo por razón de la insuficiencia de la masa o por razón excepcional acordada por la Administración concursal, no plantean problema. 5.- Aplicando rectamente la Ley concursal no gozan de prelación especial los créditos de la comunidad contra el propietario de un local o piso declarado en concurso. No tienen el carácter de privilegiados los créditos distintos las cuotas de la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior, por tanto creo que es procedente exhortar a los administradores de fincas y letrados expertos en propiedad horizontal al cobro inmediato de los descubiertos por cuotas, para evitar la pérdida de la condición de privilegiados en sus créditos. -----------3 ------------- Foro Abierto marzo de 2012 ---------------------------------------- “…se reconoce a la comunidad de propietarios un crédito preferente frente al resto de los créditos, incluyendo los derivados de la hipoteca de la finca integrada en la comunidad acreedora.” -----------4 La preferencia o prelación de dichos créditos a favor de la Comunidad de Propietarios es distinta según se trate de una ejecución individual o general (a través de un procedimiento concursal). En la medida que la preferencia del crédito a favor de la Comunidad de propietarios en una ejecución singular se determina por lo establecido en el artículo 9. e) párrafo segundo LPH; por el contrario cuando se trate de una ejecución universal, la preferencia y prelación de créditos debe hacerse de acuerdo con los artículos 89 y ss. de la ley concursal. En los supuestos de ejecución singular el artículo 9.c) párr. segundo LPH, distingue entre el crédito correspondiente a las cuotas correspondientes a la anualidad en curso y al año anterior, que se le reconoce preferencia respecto a los créditos de los aparados 3º, 4º y 5 del artículo 1923 CC, por lo tanto se le reconoce preferencia a este crédito frente al crédito hipotecario para hacerse pago sobre el inmueble correspondiente. Por el contrario el resto de los créditos los que excedan de ese plazo no gozan de preferencia especial de conformidad con el artículo 1925 CC, salvo que ya este reconocido en sentencia, en tal caso tendrá la preferencia que establece el artículo 1925.3 b) CC. Cuando se trate de una ejecución universal, cuando la liquidación del patrimonio del deudor de la Comunidad de propietarios se realice a través del procedimiento concursal, debe estarse a lo que establece el artículo 89 de la ley concursal que señala que no se admitirá en el concurso ningún privilegio o preferencia que no estén reconocidos en dicha ley. Estableciendo los artículos 89, 90 y 91 de la ley que créditos tienen un privilegio especial sobre determinados bienes del deudor, y que créditos tienen privilegio general sobre todos los bienes y derechos del deudor, sin que en ninguno de ellos se recoja el crédito a favor de la Comunidad de propietarios, crédito que ha de ser calificado de ordinario; debiendo llegarse la conclusión que el crédito a favor de la Comunidad de propietarios no tiene en el concurso ningún privilegio o preferencia especial, a diferencia de la preferencia que establece el artículo 9.c) LPH, respecto a las cuotas de la anualidad corriente y la última anualidad. MIGUEL ÁNGEL LARROSA AMANTE Magistrado de la Sección 5ª AP de Murcia Se plantea la cuestión relativa a la preferencia de los créditos de la comunidad de propietarios frente al resto de los acreedores del propietario moroso. Dicho régimen de preferencia viene establecido en el artículo 9.1.e), segundo párrafo LPH el cual viene a establecer un régimen privilegiado a favor de la comunidad de propietarios pero con una doble limitación. Es privilegiado dado que se reconoce una preferencia especial en relación al orden de créditos del artículo 1923 CC, de forma que sólo serán preferentes a los créditos de la comunidad los reconocidos a favor del Estado (1923.1º) y a favor de las aseguradoras (1923.2º). A su vez es limitado ya que únicamente garantiza dicha preferencia sobre la vivienda o local integrada en la comunidad y no sobre el resto de los bienes del deudor y en segundo lugar está limitado exclusivamente a la parte de la anualidad vencida en curso y al año natural inmediatamente anterior. Desde estos condicionantes se reconoce a la comunidad de propietarios un crédito preferente frente al resto de los créditos, incluyendo los derivados de la hipoteca de la finca integrada en la comunidad acreedora. Para ello hay que entender que el Código Civil viene a establecer en su artículo 1921 un orden de prelación de créditos que deriva del propio orden de los sucesivos artículos, por lo que no siendo aplicable el artículo 1922 (sólo referido a los inmuebles), la inclusión de los créditos con preferencia a los números 3 (créditos hipotecarios), 4 (créditos derivados de ejecuciones judiciales) y 5 (créditos refaccionarios), coloca a la comunidad en una posición de privilegio sobre el importe de la deuda señalado en el artículo 9.1.e) LPH, permitiendo a la misma el cobro preferente sobre las deudas derivadas de la hipoteca e incluso el planteamiento de tercerías de mejor derecho en el caso de que se haya ya iniciado la ejecución hipotecaria por la entidad de crédito. En todo caso es preciso tener muy claro que la comunidad no tiene una preferencia sobre el total de la deuda que pueda tener contra el comunero moroso sino que únicamente está limitado el privilegio a la parte de anualidad vencida y el año anterior. Si la deuda fuese superior a dicho importe, el resto del crédito de la comunidad debería ser calificado como común y por ello no gozaría de preferencia alguna ni frente a la ejecución hipotecaria ni frente a ninguna otra ejecución al quedar incluido dicho exceso en el artículo 1925 CC. En el caso de que el comunero sea declarado en concurso de acreedores, de acuerdo con lo previsto en el artículo 55.1 de la Ley Concursal ------------- marzo de 2012 Foro Abierto ----------------------------EDUARDO SALINAS VERDEGUER Presidente de la AP de Albacete La respuesta a las cuestiones varía según que se haya declarado el concurso o no del deudor. Si no se ha declarado en concurso rige el art. 9. 1. e) y f) LPH, en relación, con el 1923 CC, a pesar de que el art. 89.2 de la Ley Concursal (en adelante LC) dispone que no se admitirá... ningún privilegio o preferencia que no esté reconocido en esta Ley y que, en su disposición final 3, ordena al Gobierno que en el plazo de seis meses desde la entrada en vigor de esta ley remita a las Cortes Generales un proyecto de ley "reguladora de la concurrencia y prelación de créditos en caso de ejecuciones singulares", pero como no lo ha hecho, sigue vigente la regulación del código civil y otras leyes especiales, en que se encuentra en dispersos los privilegios de los créditos cuando el deudor no está declarado en concurso. En el 1923 CC se regula la prelación de cobro de créditos sobre determinados bienes inmuebles y derechos reales, es decir los privilegios especiales, que sujetan a la preferencia del acreedor un bien determinado del deudor, en este caso inmueble. Dentro del precepto sólo tienen preferencia para el cobro con el producto de la venta del bien inmueble sobre la comunidad, los créditos del último año de impuestos sobre el inmueble y el pago del seguro del inmueble también del último año, además del privilegio salarial regulado en el Estatuto de los Trabajadores, por tanto el crédito de la comunidad se antepone al crédito hipotecario, los refaccionarios, anotados e inscritos o los embargados y anotados preventivamente en el Registro de la Propiedad. El crédito que goza de este privilegio es el correspondiente a las cuotas de la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior. Además del privilegio para el cobro frente al deudor, la LPH regula su reipersecutoriedad, de forma que la comunidad acreedora tiene derecho a ejecutar su crédito con el producto de la venta del inmueble incluso frente a otros propietarios adquirentes no deudores, incluso con título inscrito en el Registro de la Propiedad. Por último, en el párrafo final del art. 9. 1. e) LPH, se regula la obligación de comunicar al adquirente, en la escritura de transmisión del inmueble, el saldo deudor por cuotas. Cuando el deudor esté incurso en concurso la situación varía radicalmente. La LC no prevé un privilegio especial en favor de la comunidad de propietarios y en su exposición de motivos dice expresamente que una de sus innovaciones más importantes es reducir "drásticamente los privilegios y preferencias a efectos del concurso, sin perjuicio de que puedan subsistir en ejecuciones singulares, por virtud de las tercerías de mejor derecho. Se considera que el principio de igualdad de tratamiento de los acreedores ha de constituir la regla general del concurso, y que sus excepciones han de ser muy contadas y siempre justificadas". Por ello cuando regula los créditos privilegiados, en sus arts. 90 y 91, la LC no incluye el de la comunidad de propietarios entre los créditos concursales privilegiados. Sin embargo en ocasiones el crédito de la comunidad de propietarios tendrá la consideración de crédito contra la masa, es decir un crédito pero prededucible, que será satisfecho con preferencia respecto de los créditos concursales. Estos créditos contra la masa están enumerados en el art. 84. 2 LC y dentro de ellos se comprenden "los generados por el ejercicio de la?actividad profesional o empresarial del deudor tras la declaración del concurso…", por lo que cuando la vivienda o local este afecta a la actividad profesional o empresarial del concursado, las créditos de la comunidad posteriores a la declaración del concurso serán créditos contra la masa y tendrán el privilegio de ser reducibles, es decir se cobrarán antes de comenzar a pagar los créditos concursales. Aplicando rectamente la LC no gozan de prelación especial los créditos de la comunidad contra el propietario de un local o piso declarado en concurso. Fuera del caso de concurso estos créditos son preferentes frente a los hipotecarios, es decir iniciada la ejecución con el producto de la venta del inmueble se pagará antes a la comunidad que al acreedor hipotecario. Por último hay que recordar que no tienen el carácter de privilegiados los créditos distintos las cuotas de la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior, por tanto creo que es procedente exhortar a los administradores de fincas y letrados expertos en propiedad horizontal al cobro inmediato de los descubiertos por cuotas, para evitar la pérdida de la condición de privilegiados en sus créditos. MARÍA FÉLIX TENA ARAGÓN Magistrada de la Sección 2ª de la AP de Cáceres Después de proclamar el art 9.1.d) LPH el carácter privilegiado del crédito a favor de la comunidad de propietarios que provenga de las cuotas impagadas por un comunero, especifica ------------ no es posible el inicio de ninguna actividad ejecutiva contra el concursado por parte de la comunidad ni de cualquier otro acreedor, pudiendo discutirse si la comunidad tiene o no una garantía real sobre su crédito, aunque la respuesta debe ser negativa dado que el artículo 9.1.e) LPH sólo establece una preferencia de créditos y no transforma éste en una garantía real ni tiene acceso al Registro de la Propiedad. Ya dentro del concurso, cuyos créditos se califican en el artículo 89 LC como privilegiados, ordinarios y subsidiarios, no está clara la ubicación de los mismos pues no aparecen expresamente mencionados en los artículos 90 a 92 que regulan cada uno de los créditos dentro del concurso. En mi opinión deben ser considerados como créditos con privilegio especial sobre el bien inmueble que ha generado la deuda y se integra en la comunidad de propietarios, siempre en relación con los límites fijados en el propio artículo 9.1.e) LPH y a los que ya se ha hecho referencia. En tal sentido, a falta de una regulación específica pueden ser equiparados a los previstos en el artículo 90.1.1 LC, esto es, como un crédito garantizado con una hipoteca legal sobre el bien hipotecado, pues carecería de sentido conceder una preferencia de cobro en el artículo 9.1.e) LPH y luego calificarlos como crédito ordinario en los términos del artículo 89.3 LC, dado que existiría una contradicción entre ambas normas que debe de ser resuelta a favor de la que beneficia a la comunidad para poder dar sentido a dicha contradicción, de forma que si no existe concurso la comunidad puede cobrar antes que los acreedores hipotecarios, no tiene mucho sentido que dentro del concurso se le de un trato diferente pues no puede olvidarse que los créditos ordinarios sólo se abonan antes de los subordinados (artículo 157 LC) y después de los créditos contra la masa, los de privilegio especial y los de privilegio general y de ahí que deba considerarse que las deudas a favor de la comunidad de propietarios en los límites legales sólo ceden en el concurso a los créditos contra la masa (artículo 154 LC) y dentro del pago de los créditos especiales tendrán la preferencia general que le concede el artículo 9.1.e) LPH. -----------5 ------------- Foro Abierto marzo de 2012 ----------------------------- “…ese crédito a favor de la comunidad por las cuotas impagadas será incluso preferente a las hipotecas que pesen sobre el bien inmueble, aunque las mismas estén debidamente anotadas en el registro y sean deudas líquidas y vencidas.” incluso el orden que ese privilegio tiene dentro de la prelación establecida en el art 1923 CC, y dejando a salvo también como, podríamos decir, "superprivilegiado", el crédito que proviene de los salarios de los trabajadores con las condiciones recogidas en el correspondiente Estatuto. Ese precepto de la LPH especifica que ese crédito a favor de la comunidad por las cuotas impagadas será incluso preferente a las hipotecas que pesen sobre el bien inmueble, aunque las mismas estén debidamente anotadas en el registro y sean deudas líquidas y vencidas. Ninguna otra interpretación cabe cuando en ese artículo se refiere a que este crédito tendrá carácter preferente sobre los enumerados en los ordinales 3, 4 y 5 del citado art 1923, ya que en ese núm. 3 se refiere precisamente a los créditos hipotecarios sobre el propio bien. En los casos de concurso de acreedores creemos que también tiene aplicación esa prelación de créditos que el art 1923 CC, el carácter también privilegiado del salario de los trabajadores y el art 9.1.d) LPH establecen, de tal forma que a salvo los créditos recogidos en los núm. 1 y 2 del art 1923, CC, esto es, los créditos a favor del estado por los impuestos que gravan ese bien y que han resultado impagados, siempre lógicamente que estén vencidos, y los créditos a favor de las aseguradoras, pasarán a ser los inmediatamente posteriores, por delante y con carácter preferente a, como ya se ha apuntado, los créditos hipotecarios, y aún otros inscritos en el registro de la propiedad y a los que se encuentren afectos directamente este inmueble. Todo ello, y con referencia a este crédito del art 9.1.d) y los que se contienen en los núm. 1 y 2 CC, referidos al límite temporal que establece la norma. ------------ LUIS ANTONIO SOLER PASCUAL Magistrado de la AP de Alicante. Sección 8ª -----------6 Dos cuestiones distintas se plantean en el interrogante que se nos formula. De un lado, lo relativo a la preferencia general del crédito de las comunidades en régimen de propiedad horizontal frente a los propietarios y, de otro, el régimen de tal preferencia en materia concursal o, lo que es lo mismo, la clasificación que en este marco de crisis del deudor puede merecer el crédito que frente al propietario pudiera tener la comunidad. Respondiendo en primer lugar a la primera de las cuestiones y, por tanto, al régimen de preferencia general que un crédito de esta especie puede tener, hay que señalar que dos normas vienen a enmarcar una específica preferencia, de un lado el artículo 9.1. e), en relación a los créditos derivados de la obligación de todo propietario a contribuir, con arreglo a la cuota de partición fijada en el título constitutivo, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades no individualizables y, de otro, el artículo 10.5 en relación al crédito surgido con ocasión de los gastos derivados de la realización de las obras de conservación y accesibilidad que se regulan en dicho precepto. Pues bien, en dichos preceptos se construye por el legislador una específica preferencia que confiere una solvencia asegurada del deudor por la propia titularidad del inmueble. En efecto, el párrafo 2º del art. 9.1.e) LPH establece que "Los créditos a favor de la comunidad derivados de la obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos generales correspondientes a las cuotas imputables a la parte vencida de la anualidad en curso, y al año natural inmediatamente anterior, tienen la condición de preferentes a efectos del artículo 1923 CC y preceden, para su satisfacción, a los enumerados en los apartados 3, 4 y 5 de dicho precepto, sin perjuicio de la preferencia establecida a favor de los créditos salariales en el Estatuto de los Trabajadores." El art. 1923 CC se refiere en concreto a la preferencia de ciertos créditos sobre determinados bienes inmuebles o derechos reales, siendo los créditos de los números 3, 4 y 5 del art. 1923 citado, los hipotecarios y refaccionarios anotados e inscritos en el Registro de la Propiedad, los anotados preventivamente en dicho Registro por mandamiento judicial y los refaccionarios no anotados ni inscritos. La primera conclusión que dimana de la mera lectura de estos preceptos es que el crédito de las Comunidades es preferente frente a los hipotecarios y refaccionarios anotados e inscritos en el Registro de la Propiedad, los anotados preventivamente en dicho Registro por mandamiento judicial y los refaccionarios no anotados ni inscritos, y solo son preferentes sobre el bien inmueble integrado en la comunidad, los del Estado y los aseguradores, que aparecen en los números 1 y 2 de dicho precepto. Ahora bien, conviene aclarar que esta preferencia, que viene a establecer esa específica relación entre la comunidad y otros acreedores de su deudor, solo puede hacerse efectiva una vez ------------- marzo de 2012 Foro Abierto ----------------------------en realidad de una garantía real de origen legal que asegura un crédito singularmente privilegiado. Señala la DGRN en su resolución de 10 de agosto de 2006 que "..., por el alcance del artículo 9 LPH, debe reconocerse que tal afección real y el carácter de crédito privilegiado supone un gravamen sobre la finca, una verdadera afección real al pago de un crédito, que además se declara legalmente preferente. Ello implica no sólo la posibilidad de repetir contra la finca para su cobro cualquiera que sea el titular de la misma, sino también el de anteponer la garantía de que goza a cualquier otra carga inscrita o anotada sobre el mismo inmueble. Inscrito el régimen de propiedad horizontal consta ya, aunque con cierta indeterminación, la carga que supone la afección real y su preferencia que vienen a formar parte del contenido ordinario del ámbito de poder y responsabilidad del dominio de cada piso o local sujeto a dicho régimen. Cualquier hipoteca o embargo sobre ellos ha de entenderse, por tanto subordinados en su eficacia a la afección real y preferencia aneja que por ley se reconoce a los créditos que ampara. Si se hubiera hecho constar así la preferencia se darían los efectos siguientes: Llegada su ejecución podrían cancelarse todas aquellas cargas frente a las que ha sido declarada preferente,..." Finalmente, en cuanto al ámbito concursal, hemos de tener en cuenta que se mantiene hoy una divergencia relevante en las categorías preferenciales de créditos entre el régimen concursal y el común pues, aun cuando la Ley concursal contenía el mandato al legislador Disposición Final trigésima tercera- de elaborar un proyecto de ley regulador de la concurrencia y prelación de créditos en caso de ejecución singulares a fin de aproximar el régimen a las categorías concursales y, por tanto, en el ámbito de una ejecución universal, es lo cierto que ello no ha tenido lugar y que, por tanto, hemos de conjugar la cuestión desde el régimen particular contenido en la Ley 22/2003 Concursal. Pues bien, el crédito de la comunidad, hasta el momento de la declaración del concurso será en todo caso, concursal, adquiriendo el carácter de crédito contra la masa -art 84.1.10º LC- los que se devenguen con posterioridad a la declaración del concurso y hasta su conclusión. Estos segundos -art 84.3 LC- se pagan de forma inmediata, a su vencimiento, y en principio, salvo por razón de la insuficiencia de la masa o por razón excepcional acordada por la Administración concursal, no plantean problema. “…el crédito de la comunidad, hasta el momento de la declaración del concurso será en todo caso, concursal, adquiriendo el carácter de crédito contra la masa...” ------------ que el crédito está reconocido judicialmente, sin perjuicio de poder retrotraer la eficacia de la preferencia procediendo a la anotación preventiva de embargo sobre la finca o a la anotación preventiva de la demanda como de hecho acepta la DGRN al amparo del artículo 42.1º LH en Resoluciones de 9 de febrero y 18 de mayo de 1987, lo que tiene muy especial relevancia dado que la preferencia está acotada temporalmente a las cuotas imputables a la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior y por tanto, a más tiempo en dar forma a la preferencia, más riesgo de pérdida de cuotas sufre la comunidad. Por otro lado, en el caso de que existieran inscritas hipotecas o embargos con anterioridad sobre la finca, es necesario hacer valer la preferencia que al crédito comentado le corresponde a la comunidad mediante la correspondiente tercería de mejor derecho -art. 614 y siguientes LEC-, si bien también cabe ejecutar directamente el crédito preferente y, con ocasión de la adjudicación de la subasta del inmueble, purgar la carga hipotecaria anterior como contempla la DGRN en sus resoluciones de 15 de enero de 1997 y de 10 de agosto de 2006. El panorama legal de la preferencia general se completa con el párrafo 3º del art. 9.1.e) LPH que dispone que "El adquirente de una vivienda o local en régimen de propiedad horizontal, incluso con título inscrito en el Registro de la Propiedad, responde con el propio inmueble adquirido de las cantidades adeudadas a la comunidad de propietarios para el sostenimiento de los gastos generales por los anteriores titulares hasta el límite de los que resulten imputables a la parte vencida de la anualidad en la cual tenga lugar la adquisición y al año natural inmediatamente anterior. El piso o local estará legalmente afecto al cumplimiento de esta obligación.". Se contiene aquí una afección real de las deudas a las Comunidades de Propietarios que se instaura cuando se transmite la propiedad del inmueble. También esta afección está limitada temporalmente (parte vencida de la anualidad en curso y el año natural inmediatamente anterior) y sus efectos se producen con independencia de que esté anotada o no en el Registro de la Propiedad, por mor de la inscripción del régimen de propiedad horizontal de la finca y la previsión de dicha afección en la ley (LPH). Conviene aclarar en cuanto a la naturaleza de esta afección real, que no se trata, en ningún caso, de un supuesto de hipoteca legal. Se trata -----------7 ------------- Foro Abierto marzo de 2012 ----------------------------JUAN LUIS GORDILLO ÁLVAREZ-VALDÉS Magistrado Sección 10º AP de Madrid Planteándose la cuestión respecto a la preferencia de los créditos de la comunidades de propietarios frente a los propietarios que componen la misma sobre otros créditos como son los hipotecarios, es de precisar que el artículo 9.e) LPH en su actual redacción prescribe : "Los créditos a favor de la comunidad derivados de la obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos generales correspondientes a las cuotas imputables a la parte vencida de la anualidad en curso y al año natural inmediatamente anterior tienen la condición de preferentes a efectos del art. 1923 CC y preceden, para su satisfacción, a los enumerados en los apartados 3º, 4º y 5º de dicho precepto, sin perjuicio de la preferencia -- ------------ -----------8 establecida a favor de los créditos salariales en el Estatuto de los Trabajadores". Es decir, de forma categórica se establece dicha preferencia cuando se trate de créditos de la comunidad derivados del impago de cuotas ordinarias o extraordinarias- que correspondan al periodo de tiempo señalado, esto es, de aquellas obligaciones garantizadas propter rem "el piso o local estará afecto al cumplimiento de esta obligación"-. Es decir tales créditos gozarán de preferencia sobre los créditos hipotecarios (como sobre los preventivamente anotados en el Registro de la Propiedad…, o los refaccionarios a los que se refieren los números 3º, 4º y 5º del artículo citado del Código Civil). De ello debe de extraerse otra conclusión: Cuando el crédito de la comunidad de propietarios no se derive del impago de cuotas establecidas para el sostenimiento del inmueble, o, de derivarse de tal impago, no se origine el crédito por el impago de las correspondientes a la última anualidad natural o a la parte vencida en curso, no se establece preferencia alguna en relación con determinados inmuebles, debiéndose de estar a la norma general (artículo 1924 CC). Es decir, tiene preferencia sobre el crédito hipotecario el existente frente a la comunidad de propietarios si este se originó por el impago de cuotas correspondientes a la parte vencida de la anualidad en curso o al año natural inmediatamente anterior. En el supuesto de concurso de acreedores de un miembro de la comunidad de propietarios, partiendo de que el artículo 89.3 de la Ley Concursal establece que se clasificaran como ordinarios los no clasificados en la Ley como privilegiados ni como subordinados, no recogiéndose como "créditos con privilegio especial" (artículo 90 L. Concursal), ni como "créditos con privilegio general" (artículo 91), ni tampoco como "créditos subordinados" (artículo 92), los establecidos frente a la comunidad de propietarios, se está en el caso de entender que estos últimos no gozan de ninguna preferencia en el concurso a diferencia de lo que acontece en el supuesto de no concurrir el concurso de acreedores del comunero. ------------------------ “…parece razonable considerar que hecho el anuncio, debería establecerse una equivalencia entre dicho anuncio y la formulación de demanda y desde ese momento, aplicar la preferencia que contiene el artículo 9.1.e)...” La cuestión radica en los créditos concursales pues en ellos sí que la clasificación que merezca es determinante del éxito de cobro por la comunidad. Como se sabe, son tres las categorías de créditos concursales que contempla la Ley Concursal, a saber, privilegiados, ordinarios y subordinados.. Pues bien, la cuestión radica en determinar si son privilegiados u ordinarios. Los créditos privilegiados y, dentro de ellos, los de privilegio especial, están regulados en el artículo 90 de la Ley Concursal y en él, el primer lugar lo ocupan los créditos hipotecarios. ¿Se superpone no obstante a ellos el artículo 9.1.e) LPH?. Desde luego, la preferencia que dicha norma establece lo es respecto de las categorías del artículo 1923 CC, en los supuestos de acciones particulares. Sin embargo ha de tenerse en cuenta que dado que el concurso implica, la prohibición de formular nuevos juicios declarativos -art 50 y 8 LC- dejándole a la comunidad sólo la posibilidad de anunciar su crédito al concurso -art 85 LC-, parece razonable considerar que hecho el anuncio, debería establecerse una equivalencia entre dicho anuncio y la formulación de demanda y desde ese momento, aplicar la preferencia que contiene el artículo 9.1.e) con los efectos que hemos visto con anterioridad. ------------- marzo de 2012 Consultas ----------------------------- Consultas --------------------------------ventanales con la fachada, ¿Quién debe costear la reparación, el propietario que cambió y pagó el ventanal o la comunidad que debe garantizar la impermeabilidad? Planteamiento: A la hora de registrar un procedimiento monitorio, en nombre de una comunidad de propietarios, el juzgado me exige la presentación del modelo 696 de autoliquidación de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso-administrativo. ¿Las comunidades de propietarios tienen que presentar este modelo? ¿En caso afirmativo, las comunidades están exentas o tienen que pagar la tasa? ¿Si tienen que pagar la tasa, en que proporción? Solución: Si las filtraciones de agua que se producen a través de la madera de los ventanales (no por las juntas de unión con la fachada sino por la madera en sí) es debido al mal estado de los mismos por su deficiente conservación por el vecino no deben ser reparadas y costeadas por la comunidad. En caso contrario, si el mal estado se debe al envejecimiento del inmueble será de cuenta de la comunidad (art.10.1 LPH), incluso también en el supuesto de que sea necesario cambiar el ventanal. En el supuesto de que un propietario haya cambiado y abonado los ventanales originales por unos nuevos, y al cabo de unos años se producen filtraciones por la unión de los ventanales con la fachada, será ese mismo propietario quien deba costear la reparación, es decir, el propietario y no la comunidad que debe garantizar la impermeabilidad, dado que el nexo causal ha sido roto por ese propietario. Solución: Una cosa es la obligación de presentar el modelo en cuestión y otra cosa es que se encuentre exenta o esté obligada al pago. Aunque el asunto no es de todo claro, y no es del todo pacífico al día de hoy, existen muchos juzgados que suelen reclamar la presentación del modelo 696 cuando se presenta un monitorio por una comunidad de propietarios. Por tanto, en la medida en que el Juzgado le ha requerido lo que debe hacer es presentar el modelo 696, pero indicando en la casilla correspondiente que la parte se encuentra "exenta del pago". Filtraciones producidas por mal estado de ventanales, ocasionado por vecino Planteamiento: Las filtraciones de agua que se producen a través de la madera de los ventanales (no por las juntas de unión con la fachada sino por la madera en sí) debido al mal estado de los mismos, ¿Deben ser reparadas y costeadas por la comunidad? En caso de respuesta afirmativa ¿también en el supuesto de que sea necesario cambiar el ventanal? En el supuesto de que un propietario haya cambiado, y pagado, los ventanales originales por unos nuevos y al cabo de unos años se producen filtraciones por la unión de los Plazo de impugnación de votación secreta Planteamiento: Una comunidad de propietarios adopta un acuerdo mediante votación secreta. La votación, ¿es susceptible de impugnación? En caso afirmativo, ¿cuál es el plazo para llevarla a cabo? Solución: Como regla general esta posibilidad, la de las votaciones secretas, se ciñe al supuesto de acuerdo que exige unanimidad, ya que si el acuerdo ha de adoptarse por mayoría, simple o cualificada, no cabe esta posibilidad de votaciones secretas. Es decir, como regla general este tipo de votación debe considerarse como prohibido pues permite desconocer requisitos esenciales para la redacción del acta (art. 19 LPH). En efecto, el criterio dominante estriba en considerar prohibida la votación secreta, puesto que ello implicaría el desconocimiento de los coeficientes de cada propietario que ha votado a “…esta posibilidad, la de las votaciones secretas, se ciñe al supuesto de acuerdo que exige unanimidad, ya que si el acuerdo ha de adoptarse por mayoría, simple o cualificada, no cabe esta posibilidad de votaciones secretas.” ------------ ¿Están las comunidades de propietarios exentas del pago de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional? -----------9 ------------- Consultas marzo de 2012 ---------------------------------------- “…se origina derecho a indemnización en aquellos casos en los que la revocación provoca un incumplimiento del contrato, incluido el preaviso que pueda estar estipulado, o se realice sin respetar el plazo, todo ello sin existir justa causa.” -----------10 favor o en contra del acuerdo, con lo que no es posible comprobar si se han alcanzado los quórum precisos para la adopción de los acuerdos. Así, la sentencia del TS de 17 de diciembre de 2001, afirma que el voto secreto, es decir, aquel acuerdo obtenido por el acuerdo formado por asistentes que no se identifican, no puede considerarse válido, ya que considera que no basta con la emisión del voto, ha de conocerse la cuota de participación del votante. Por tanto, al tratarse de un acuerdo contrario a la ley, el plazo de impugnación del acuerdo en el que se ha tenido en cuenta el voto secreto será de un año y no de tres meses, de conformidad con lo dispuesto en el art. 18.3 LPH. Derecho del administrador a indemnización por cese anticipado sin justificación Planteamiento: ¿Puede un administrador reclamar sus honorarios hasta la finalización del ejercicio, si no hay motivos para el cese y en la convocatoria no asisten todos los propietarios? Solución: En efecto, se origina derecho a indemnización en aquellos casos en los que la revocación provoca un incumplimiento del contrato, incluido el preaviso que pueda estar estipulado, o se realice sin respetar el plazo, todo ello sin existir justa causa. En este sentido, cabría aludir a lo dispuesto en el art. 1729 CC, en el que se sanciona que debe el mandante indemnizar al mandatario de los daños y perjuicios causados por el cumplimiento del mandato, originados sin culpa del mandatario. En tal sentido se ha señalado que la no percepción de honorarios en la totalidad del período pactado genera un lucro cesante, que se dejen de obtener unas ganancias razonablemente previstas, teniendo derecho a que se indemnicen por el incumplimiento dado que el art. 13 LPH no permite otra pretensión, puesto que la revocación es libre, pero la misma genera las consecuencias propias del quebrantamiento si no ha expirado el mandato, salvo que la revocación se base en justa causa. La sentencia de la AP Alicante de 17 de julio de 2002, ha señalado que aunque la naturaleza de la relación jurídica entre el administrador y la comunidad es una cuestión controvertida, el desistimiento anticipado concede a la otra parte un derecho a la indemnización de los daños y perjuicios que decae si concurre una justa causa que motive el desistimiento (sentencias del TS de 9 de febrero de 1996 y de 3 de marzo de 1998). En consecuencia, el administrador tiene derecho a ser indemnizado al habérsele cesado anticipadamente sin causa justificada que motive el cese. Pago de derrama para pintura. Obligación del nuevo adquirente al pago Planteamiento: Se aprueba en una junta general una cuota extra para pintura, así como emitir los recibos a los 60 días de la celebración de la reunión. En el intervalo de tiempo transcurrido desde su aprobación a la emisión del recibo, se vende la propiedad. ¿A quien corresponde el pago, al vendedor o al nuevo propietario? Solución: La determinación de quien es el responsable de los recibos extraordinarios o derramas por obras emitidos por la comunidad en este caso para pintura-, cuando se produce la transmisión del piso, no se encuentra afectada por la fecha en que se adoptó el acuerdo que las aprueba, ni depende de la misma. Es decir, el responsable del pago de estas derramas será el propietario que lo sea en el momento en que se exige el recibo, y no el que lo fuera en el momento en que se aprobara el gasto. A esta conclusión debe llegarse por aplicación de lo indicado en el art.10 LPH, relativo a la obligación que tiene la comunidad de realizar las obras que sean necesarias para el adecuado sostenimiento y conservación del inmueble y de sus servicios, de modo que reúna las debidas condiciones estructurales, de estanqueidad, habitabilidad y seguridad, en conexión con lo indicado en el art. 11.4 LPH, por el que "las derramas para el pago de mejoras realizadas o por realizar en el inmueble serán a cargo de quien sea propietario en el momento de la exigibilidad de las cantidades afectas al pago de dichas mejoras". En definitiva, es el momento de la exigibilidad de la derrama o recibo de pintura, es decir, el de la presentación al cobro del recibo correspondiente, el dato que "marca la pauta" para resolver el problema de quien es el responsable de su pago: bien el nuevo propietario -que lo será en el momento en que se le presente el recibo-, bien el antiguo -que como se ha señalado quedaría excluido de esta obligación-. ------------- marzo de 2012 Consultas ----------------------------Instalación de tejadillo en ojo de patio, sin figurar en los estatutos y sin permiso Planteamiento: En una comunidad de propietarios, hace 10 años, el propietario del piso 1º instala un tejadillo en el ojo del patio. Parece ser que incluso se instala antes de la propia constitución de la comunidad. En las actas no figura ninguna referencia posterior a su instalación o permisos para ello. El tejadillo en cuestión, está tan cerca del 2º piso, que les impide usar el tendedero de éstos. Además es frecuente su estado de suciedad. Los propietarios del 2º piso lo adquieren en 2002. Desde entonces se vienen quejando del tejadillo, tanto al propio 1º-A como al administrador, si bien nunca han planteado su posible retirada en una Junta. ¿Pueden exigir los vecinos del 2º, que se retire dicho tejadillo que les impide tender la ropa? ¿Pueden chocar en este caso con una hipotética aquiescencia de la comunidad en la instalación? ¿Debían haberse quejado formalmente antes? ¿Es necesario notificar el acuerdo aprobando la liquidación de una deuda, a todos y cada uno de los condueños de un piso? ¿Y si son cónyuges? Solución: En cuanto a la primera cuestión, acerca de la posibilidad de construir tejadillos en los patios, elemento común, por el propietario, hay que determinar si la instalación que se pretende realizar supone o no una modificación del título constitutivo o altera sustancialmente las cosas comunes, en tanto que en el primer caso se requerirá unanimidad de todos los copropietarios para llevar a cabo este cerramiento, mientras que en el segundo supuesto, bastará con un acuerdo mayoritario. Tradicionalmente, en casos similares, la jurisprudencia se manifiesta en el sentido de considerar que se trata de una obra que implica una modificación del título, por lo que requiere un acuerdo unánime, sin el cual no se puede llevar a cabo el citado cubrimiento. Esto es, no basta el acuerdo mayoritario para autorizar la construcción de un tejadillo, tanto por los desperfectos, molestia a los vecinos, acumulación de suciedad en el mismo y alteración de la fábrica del edificio (en tal sentido, puede citarse la sentencia de la AP de Alicante de 17 de marzo de 1999). En estricta técnica jurídica la acción para reclamar -por la comunidad- por alteración de los elementos comunes es de 15 años (art. 1964 CC). Ahora bien, sí nos consta que los Juzgados de instancia suelen aplicar también la denominada teoría del "consentimiento o aceptación tácita", por hechos concluyentes, como sería el caso de que durante un largo periodo de tiempo no haya habido reacción por el lesionado que ahora, diez años después, invoca, por el contrario, un perjuicio irreparable. Por ello, en nuestra opinión, difícilmente prosperará una acción judicial por el perjudicado, a título individual, o de la comunidad (que lo ha consentido tácitamente). Evidentemente, dicha reclamación en forma fehaciente debería haber existido. En cuanto a la segunda cuestión formulada, en nuestra opinión, siendo varios propietarios bastará con reclamar a uno de ellos. No debemos olvidar que en estas situaciones el art. 15 LPH obliga a que los comuneros nombren a uno que les represente. Además, la obligación de contribuir a las cuotas generales no es una obligación de naturaleza mancomunada, sino solidaria. En la sociedad conyugal, asimismo, no es necesario dirigir la notificación o la reclamación contra ambos cónyuges. Efectivamente, la ausencia del llamamiento a uno de los cónyuges no genera el defecto litisconsorcial, y ello por el tenor del art. 1385.2 CC, en relación con la regulación de la sociedad de gananciales, puesto que no estamos en presencia de acto de disposición alguno sino, antes bien, frente a un acto de administración, para el cual no es necesario la presencia de ambos cónyuges. “…la jurisprudencia se manifiesta en el sentido de considerar que se trata de una obra que implica una modificación del título, por lo que requiere un acuerdo unánime, sin el cual no se puede llevar a cabo el citado cubrimiento.” Cese de administrador por pretensión de ahorro. Entrega de documentación y plazo Planteamiento: En una comunidad, se celebra junta ordinaria el día 10 de julio de 2007. Se nombran los órganos de gobierno y una semana después, se celebra junta extraordinaria en la que los vecinos, dan por cesado el cargo del administrador nombrado, alegando como motivo, la pretensión de ahorro. ¿Puede, el administrador cesado, exigir el pago de los honorarios correspondientes al año? ------------ Así las cosas, el adquirente está obligado al pago del recibo que venza con posterioridad a dicha transmisión, por lo que puede concluirse que cuando en el intervalo de tiempo transcurrido desde su aprobación a la emisión del recibo se vende la propiedad corresponde el pago del recibo extraordinario al nuevo propietario. -----------11 ------------- Consultas marzo de 2012 ----------------------------¿Debe dicho administrador, entregar la documentación?, ¿de qué plazo dispone para hacerlo? “No procede indemnización alguna cuando concurre una justa causa en el cese del administrador y la misma se puede probar adecuadamente.” Solución: Como señala la sentencia de la AP Alicante de 17 de julio de 2002, el desistimiento o cese anticipado de la comunidad de propietarios concede a la otra parte, el Administrador un derecho a la indemnización de los daños y perjuicios que decae si concurre una justa causa que motive el desistimiento (sentencia del TS de 3 de marzo de 1998). No procede indemnización alguna cuando concurre una justa causa en el cese del administrador y la misma se puede probar adecuadamente. Como señala la sentencia de la AP Málaga de 2 de febrero de 1998 en relación al deber de indemnizar, "ello no es así cuando se ha demostrado que media justa causa dimanante del incumplimiento de lo pactado por parte del mandatario". En nuestra opinión, en la medida en que no se trata de un incumplimiento grave de la relación, sino de la simple pretensión de ahorro, dicho motivo no tiene la consideración de causa justificativa del cese por lo que procede la indemnización. En consecuencia, el administrador tiene derecho a ser indemnizado cuando se le cesa anticipadamente salvo que concurra justa causa que motive el cese. De otra parte, el administrador no puede ni retener la documentación ni retardar la entrega de cuentas o fondos (sentencia de la AP Albacete de 23 de mayo de 2002), ni autoliquidarse so pretexto de que se le deba algo. La LPH no contiene una norma precisa sobre cómo o cuándo debe producirse dicha entrega, aunque algunos Colegios territoriales de Administradores de fincas sí disponen algún plazo, breve, en tal sentido. Por tanto, dado que no se fija plazo dicha entrega debe producirse de forma inmediata, es decir, a la mayor brevedad posible, sin que pueda ser objeto de retención. ------------ Mayoría necesaria para modificación de plan parcial en comunidad de propietarios -----------12 Planteamiento: Se plantea cual es la mayoría necesaria para aprobar la modificación del plan parcial en una comunidad de propietarios compuesta por parcelas individuales en la que cada propietario se puede construir su vivienda. Se pretende modificar el plan parcial para modificar el parámetro de ocupación máxima sobre cada parcela y adecuarlo al plan general. Se cuestiona si están todos los propietarios obligados al pago de los honorarios del arquitecto, incluso los que hayan votado en contra, ya que dichos honorarios son muy elevados. Solución: Se trata de una decisión de la comunidad, la modificación del Plan Parcial, que afecta directamente al título de copropiedad, por lo que queda sometido al régimen de modificaciones del mismo. La modificación del título precisa el cumplimiento de los mismos requisitos que para su constitución, por tanto, para la validez de los acuerdos que impliquen la modificación de las reglas contenidas en el título se exige el acuerdo por unanimidad de los propietarios (art. 5 de LPH, sobre Propiedad Horizontal y la sentencia de la AP Tenerife de 12 de diciembre de 1998). Dado, pues, que el acuerdo que modifica el título constitutivo debe ser adoptado por unanimidad, es nulo de pleno derecho todo acuerdo modificativo que carezca de tal unanimidad, nulidad no convalidable por su no impugnación. Tanto es así que, por poner un ejemplo análogo, la sentencia del TS de 24 de marzo de 2003 estima que si el Convenio Urbanístico ratificado entre la comunidad de propietarios y el Ayuntamiento implica una modificación del titulo constitutivo deben concurrir a su celebración todos los comuneros, resultando anulable el acto administrativo con independencia de la ejecución en el ámbito civil. Así las cosas, exigiéndose la unanimidad la pregunta relativa al gasto de los honorarios del Arquitecto se contesta por sí misma, en el sentido de no poderse repercutir en aquellos vecinos que hayan manifestado su desacuerdo. Actividad molesta en garaje e invasión de zonas comunes Planteamiento: En una comunidad de propietarios en una de las plazas de garaje se está aparcando una lancha. ¿Puede prohibirse al aparcamiento de la lancha y obligarle al dueño a retirarla? Solución: No cabe duda que el destino o finalidad de una plaza de garaje es la de depositar vehículos de ruedas, y no lanchas o barcos de pequeño tamaño, aunque la cuestión ------------- marzo de 2012 Consultas ----------------------------Gastos de conservación ordinaria. Responsabilidad del propietario Planteamiento: En una Comunidad de Propietarios existen dos terrazas privativas, pero que hacen en parte de techo de las viviendas inmediatamente inferiores. En las viviendas inferiores no se detectan filtraciones; sin embargo, los propietarios de las terrazas superiores reclaman a la comunidad que se haga cargo de la sustitución del embaldosado que se ha deteriorado, debido al efecto del clima, alegando que las baldosas que se emplearon por el constructor no eran las adecuadas para la intemperie (el edificio tiene una antigüedad de 18 años). ¿Corresponde a la comunidad hacerse cargo del cambio de embaldosado? Solución: En nuestra opinión no corresponde a la comunidad hacerse cargo del cambio de embaldosado, en la medida en que se trata de un gasto de conservación ordinaria de la terraza. Es más, si el problema estuviera originado en la mala calidad de las baldosas o su inadecuación, se trataría de una reclamación de defectos constructivos estrictamente privativa. Como dice la sentencia de la AP Barcelona de 28 de octubre de 1999, lo que realmente importa para imputar el pago y dado que la terraza sirve de cubierta a pisos verticalmente inferiores es atender a la naturaleza de los gastos a satisfacer, que está en relación con la índole de la reparación a efectuar, esto es, si son ordinarios o normales, de conservación o uso, en cuyo caso corresponden a los usuarios de la terraza o si son extraordinarios, en cuyo caso si el elemento a reparar cumplía función estructural de elemento de cubrición, actuando en la práctica en beneficio común, al defender del agua a los pisos inferiores, todos deben contribuir a costear la reparación y por ende la responsabilidad debería ser asumida por la Comunidad. En efecto, el criterio más extendido atribuye la responsabilidad y deber de asumir estas reparaciones al propietario pues estas obras o gastos que deben acometerse son los derivados de un normal uso y disfrute de la terraza, lo que incluiría entre las reparaciones a asumir por éste la reposición de los baldosines, rotos, enfoscado y enlucido, etc. Las consultas pueden enviarse por correo a las direcciones: consultas.ph@elderecho.com / consultas.af@quantor.net, o por Fax al nº 91-578-16-17. Responderán al formato ejemplo - caso práctico, que se sigue en la obra. Versarán sobre materias urbanísticas reguladas por la legislación estatal y autonómica, y deberán redactarse de forma precisa y breve.La respuesta se enviará por Fax o correo electrónico en un máximo de 10 días y con una extensión máxima de 2.500 caracteres. Gurpo Editorial El Derecho y Quantor no se responsabiliza de las consecuencias que se puedan derivar del uso que se pueda dar a la información facilitada en la respuesta a las consultas, al expresar estas únicamente el criterio de la editorial, sometido a cualquier otro igualmente fundado en Derecho. “…lo que realmente importa para imputar el pago y dado que la terraza sirve de cubierta a pisos verticalmente inferiores es atender a la naturaleza de los gastos a satisfacer, que está en relación con la índole de la reparación a efectuar,…” ------------ no es del todo fácil de resolver si no existe una disposición administrativa que lo prohíba o una norma estatutaria en igual sentido. En efecto, resulta aconsejable, en primer lugar, consultar la normativa urbanística de la localidad en cuestión (anejas al propio plan general de ordenación urbana del municipio) y si ésta establece alguna precisión sobre esta circunstancia. Este es el caso, por poner un ejemplo, del Ayuntamiento de Madrid, muy estricto en tal sentido, dado que el artículo 7 de la Ordenanza dispone que las plazas se destinarán a aparcar vehículos (de los descritos, esto es, grandes, medianos o pequeños), prohibiendo otros usos diferentes. Si no existe dicha norma prohibitiva será una cuestión estrictamente civil, de derecho privado, que deberá resolverse a través de las reglas generales. Así, si no existe limitación o afección estatutaria la cuestión estribará en que no se causen molestias a las plazas colindantes, o a las maniobras en el garaje, o se invadan zonas privativas o comunes. En estos últimos casos, en los de invasión de zonas comunes, se trataría de una actividad molesta, por lo que puede seguirse el procedimiento -acción de cesación- previsto en el art. 7.2 LPH. O en la perturbación del derecho de propiedad o la posesión individual si el perjuicio es a la plaza colindante. La cuestión, por tanto, en ambos supuestos, si las gestiones resultan infructuosas, deberá dilucidarse en un Juicio Ordinario, con la asistencia de abogado y de procurador. -----------13 ------------- Reseñas marzo de 2012 ----------------------------- Reseñas de Jurisprudencia Propiedad Horizontal Responsabilidad de la Comunidad por el funcionamiento de emisoras ilegales en la azotea del edificio Sentencia de 15 de diciembre de 2011, Sala 3ª, rec. 1275/2009. Ponente: Espín Templado, Eduardo EDJ 2011/320946 ------------ “La Sala declara la competencia de la CAM (…), le habilitaban a inspeccionar y sancionar cualquier irregularidad en el desarrollo de dicha actividad, rechazando la necesidad de mandamiento judicial para efectuar la inspección de los equipos de telecomunicaciones empleados en la emisión de radio y televisión...” -----------14 El TS desestima el recurso de casación interpuesto por la comunidad de propietarios contra la sentencia del TSJ de Madrid desestimatoria del recurso promovido contra la resolución del Secretario General del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid que imponía a la entidad recurrente diversas sanciones por operar en la azotea del edificio estaciones radioeléctricas sin habilitación legal y por la negativa y obstaculización a la actividad inspectora de la Comunidad de Madrid, y le instaba a cesar en dichas emisiones y a desmantelar las instalaciones ilegales. La Sala declara la competencia de la CAM en materia de radio y televisión en cuanto que la actividad de emisión de radio y televisión con los equipos propiedad de la comunidad de propietarios, le habilitaban a inspeccionar y sancionar cualquier irregularidad en el desarrollo de dicha actividad, rechazando la necesidad de mandamiento judicial para efectuar la inspección de los equipos de telecomunicaciones empleados en la emisión de radio y televisión por el hecho de que se encontrasen en recintos cerrados. Por último, se confirma la responsabilidad directa y continuada, como cooperadora necesaria, de la comunidad de propietarios por el funcionamiento ilegal de cuatro emisoras de radio y 12 de televisión local, sin título habilitante y mediante equipos y en locales de su propiedad y con pleno conocimiento del desarrollo dicha actividad. También se confirma la existencia de obstrucción a la inspección y se reconoce que la sanción de 500.000 euros no vulnera el principio de proporcionalidad. Obligación de la promotora de realizar las obras necesarias para ajustar los elementos comunes a los proyectado en los planos Sentencia de 12 de diciembre de 2011, Sala 1ª, rec. 841/2008. Ponente: Seijas Quintana, José Antonio EDJ 2011/292389 El TS acuerda desestimar los recurso de casación y extraordnario por infracción procesal, confirmando la sentencia impugnada que condenaba a la promotora demandada a ejecutar las obras precisas para que los elementos comunes del conjunto residencial de su propiedad se ajustaran a los planos del proyecto que obtuvo licencia de obras y a la publicidad de la promoción, sin vicios ruinógenos funcionales. La promotora recurre en casación alegando que en el contrato se reservaba la facultad de realizar en el proyecto las modificaciones necesarias para adaptarlo a las exigencias jurídicas o técnico-constructivas, considerando que no hay incumplimiento del art. 1124 CC. El motivo se analiza junto al que invoca la infracción de la doctrina jurisprudencial del "aliud pro alio", ya que en este caso la cosa no era inhábil para destinarlo al uso para el que se adquirió, sin que sea suficiente la existencia de meras diferencias con el proyecto inicial. Ambos motivos se desestiman, porque entiende la Sala que aunque el CC no determina cuales son los derechos que asisten al dueño de la obra cuando la entregada no reúne las condiciones pactadas o las adecuadas a su finalidad, claramente se deduce de las normas generales sobre obligaciones y contratos, incluido el de compraventa, que tiene derecho a que se subsanen por el contratista los vicios y defectos sin abono de cantidad suplementaria alguna o la reducción del precio en proporción a dichos defectos o a pedir la nueva realización cuando hay una absoluta imposibilidad de reparar o esencial inadecuación al fin. Así el estudio se desplaza a concretar si estos defectos constituyen un incumplimiento por parte de la constructora-promotora, como así lo declara la sentencia, desde la idea de que se han modificado las condiciones del proyecto en virtud de causas diligentemente previsibles en el momento de proyectarse el conjunto y ello es determinante de un incumplimiento sustancial del contrato que legitima el ejercicio de la acción de cumplimiento fundada en el art. 1124 CC, pues ambos casos comportan la falta de satisfacción de la comunidad demandante, que se ve privada sustancialmente de lo que tenía derecho a esperar en virtud del contrato. ------------- marzo de 2012 Reseñas ----------------------------Nulidad del acuerdo de la junta de constituir un fondo económico para finalizar la construcción de elementos comunes Sentencia de 12 de diciembre de 2011, Sala 1ª, rec. 1340/2008. Ponente: Seijas Quintana, José Antonio. EDJ 2011/292393 Contra la sentencia dictada por la AP, que desestimó el recurso de apelación interpuesto por la comunidad de propietarios demandada reconveniente, el TS desestima el recurso de casación interpuesto por la misma, y confirma dicha resolución. El Juzgado de primera instancia estimó la petición subsidiaria de la demanda y declaró la nulidad del acuerdo adoptado en la junta de propietarios consistente en constituir un fondo económico para finalizar la construcción de elementos comunes y estimó en parte la reconvención, declarando la existencia de una sola comunidad de propietarios sometida al régimen de propiedad horizontal. Lo que se cuestiona es la naturaleza de los gastos que la recurrente pretende poner a cargo de todos los copropietarios -obras necesarias para hacer habitable un edificio que dejó sin terminar el inicial constructor, y que deberán realizarse por un grupo de comuneros en virtud del pacto o cláusula especial incluido en las escrituras de adquisición de las fincas en estado de construcción- pues no son los gastos de mantenimiento y conservación del edificio sino los que resultan de la terminación del edificio a partir del compromiso asumido por un grupo de propietarios, copromotores o constructores, beneficiados a cambio por un precio inferior del coste de adquisición de la vivienda. Por tanto, la obligación de contribuir a los gastos de los elementos comunes ha sido asumida por solo algunos de los copropietarios, por ello no se puede repercutir el coste sobre los de la fase primera, que han abonado la totalidad del precio de adquisición y no se comprometieron a ello. Segregación de finca permitida por los estatutos sin autorización de la junta de propietarios siempre que no suponga una alteración de las cuotas de participación Sentencia de 17 de noviembre de 2011, Sala 1 rec. 1332/2009. Ponente: Xiol Ríos, Juan Antonio. EDJ 2011/311401 Acuerda el TS estimar el presente recurso de interés casacional interpuesto por la demandada dirigido contra la sentencia que, revocando la de instancia, acordó, en contra de lo dispuesto por el Tribunal "a quo", que si bien siendo cierto que procedía dar validez a la segregación de vivienda acordada sin la autorización de la junta de propietarios por la demandada, entendió que la nueva distribución de las cuotas de participación precisaban en todo caso de acuerdo unánime de la junta, y que al no darse en el caso de autos, procedía la declaración de nulidad de las segregación efectuada por la sociedad demandada. Resalta la Sala cómo la cuestión jurídica planteada se centra en determinar si la segregación de fincas, autorizada genéricamente en los estatutos, comporta automáticamente una modificación o alteración de las cuotas de participación del conjunto del edificio, lo que sí supondría la necesidad para su validez e inscripción del posterior acuerdo de unanimidad de la junta de propietarios, a tenor de lo dispuesto en el art. 5 LPH. En este sentido la Sala fija como doctrina jurisprudencial "la validez de las segregaciones o divisiones autorizadas por los estatutos de la comunidad de propietarios, sin necesidad de posterior acuerdo adoptado en junta de propietarios, siempre que las mismas se realicen según la previsión contenida en aquellos y no comporten alteración de las cuotas de participación". Conforme con esta doctrina resuelve la Sala devolver las actuaciones a la Audiencia para que se pronuncie sobre si se ha producido una efectiva alteración de la cuotas de participación derivada de la segregación de autos, y en su caso, la validez o nulidad de esta última. “…la obligación de contribuir a los gastos de los elementos comunes ha sido asumida por solo algunos de los copropietarios, por ello no se puede repercutir el coste sobre los de la fase primera, que han abonado la totalidad del precio de adquisición y no se comprometieron a ello.” Sentencia de 17 de noviembre de 2011, Sala 1ª, rec. 2228/2007. Ponente: Xiol Ríos, Juan Antonio. EDJ 2011/286972 El TS acuerda estimar el rec. de casación interpuesto contra la sentencia impugnada que declaraba la nulidad de un acuerdo adoptado en junta de propietarios, en el que fijaba una derrama para ------------ Repercusión de los gastos judiciales en la sociedad que compra los pisos del antiguo propietario enfrentado a la comunidad y de otros propietarios -----------15 ------------- Reseñas marzo de 2012 ----------------------------- “…los gastos de abogado y procurador examinados solo merecen la consideración de gastos individuales para las partes que se enfrentan entre sí, pero no para el resto de los copropietarios.” hacer frente a los honorarios de abogado y procurador, devengados en un pleito en el que fue vencida la comunidad de propietarios frente quienes fueron presidente y administrador de la comunidad. La comunidad de propietarios recurre en casación alegando vulneración de determinados artículos de la LPH, al considerar que de los documentos aportados resulta que el acuerdo en el que se decidió ejercitar acciones contra el presidente, anterior propietario de los inmuebles del actor, no fue impugnado, por lo que resulta firme. Además, los gastos de abogado y procurador examinados solo merecen la consideración de gastos individuales para las partes que se enfrentan entre sí, pero no para el resto de los copropietarios. Señala la Sala que el pleito no se siguió frente a la sociedad actora, ni frente a su representante legal, ni se ejercitaba una acción derivada de una obligación "propter rem", sino frente al propietario de un inmueble, que había sido designado presidente de la comunidad, que ejercitaba contra él, en esta calidad, una acción de naturaleza personal. La posterior adquisición de inmuebles de su propiedad y propiedad de terceros, por una sociedad, no permite a ésta eximirse del pago de los gastos de abogado y procurador amparándose en que aquella persona física demandada resulta ser ahora su representante legal. En definitiva la sociedad actora, no tiene la consideración de persona contra la que litigaba la comunidad de propietarios, motivo por el cual en aplicación de la jurisprudencia lleva a la estimación del recurso, dado que si bien frente al litigante contra el que se dirige la comunidad de propietarios, los gastos de abogado y procurador son gastos individualizables, a los que no debe hacer frente, para el resto de los copropietarios tienen el carácter de gastos generales de los que deben responder conforme a sus cuotas de participación o a lo que estatutariamente hubieran establecido. La estimación del recurso supone la desestimación de la demanda y por tanto la validez del acuerdo cuya nulidad fue declarada por la sentencia recurrida. Ilicitud de la obra realizada por copropietario por ser necesario el consentimiento unánime Sentencia de 17 de noviembre de 2011, Sala 1ª, rec. 1439/2009. Ponente: Xiol Ríos, Juan Antonio EDJ 2011/283554 El TS estima el recurso de casación interpuesto por el actor frente a la resolución dictada por la AP, que casa y en su lugar estima parcialmente el recurso de apelación interpuesto por el actor y estima parcialmente la demanda. La Sala declara la ilicitud de la obra ejecutada por el demandado, consistente en la unión física de su vivienda y el trastero, dichas obras afectan a un elemento común como es el forjado interior que divide las dependencias unidas por el demandado, dichas obras según la jurisprudencia aplicable al caso precisan del consentimiento unánime de la comunidad de propietarios para su ejecución, aunque aquellas no menoscaben o alteren la estructura, la seguridad o la configuración o estado exterior del edificio, por lo que se obliga a dicho a demandado a cerrar el hueco abierto, poniendo fin a la comunicación entre tales locales. Abuso de derecho de la Comunidad por no permitir la realización de 5 perforaciones en el muro de carga necesarias para realizar la instalación eléctrica ------------ Sentencia de 17 de noviembre de 2011, Sala 1ª, rec. 2152/2008. Ponente: Xiol Ríos, Juan Antonio EDJ 2011/287667 -----------16 El TS declara no haber lugar al recurso extraordinario por infracción procesal y al recurso de casación interpuestos por la representación procesal de la comunidad de propietarios actora contra la sentencia dictada por la AP y la confirma. La Sala considera que las perforaciones realizadas por los demandados consistentes en cinco agujeros en muro de carga interior resultaban absolutamente necesarios para la instalación eléctrica y del aire acondicionado para el disfrute y habitabilidad de la vivienda, los mismos no causan perjuicio alguno a la comunidad porque no afectan a la estructura o estabilidad del elemento común, ni al resto de los propietarios, por lo que la negativa de la comunidad de propietarios a autorizar y consentir dichas obras constituye abuso de derecho. No se advierte que la valoración de la prueba haya sido ilógica o manifiestamente infundada.