Universidad Bicentenaria de Aragua Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales Escuela de Comunicación social Cátedra: Semiología Semiología Iconográfica Realizado por: Daniela Joly C.I. 14.388.335 Los códigos visuales Nadie duda de que se produzcan fenómenos de comunicación a nivel visual; pero es más problemático creer que tales fenómenos tengan carácter lingüístico. La duda sobre el carácter lingüístico de los fenómenos visuales conduce en muchos casos a la negación de su valor de signo, como si el signo solo pudiera existir a nivel de la comunicación verbal. La semiótica es una ciencia autónoma precisamente porque consigue formalizar distintos actos comunicativos y elaborar categorías como las de códigos y mensaje que comprenden, sin reducirlos, diversos fenómenos identificados por los lingüistas como los de la lengua y el habla. La primera cosa que se debe advertir es que no todos los fenómenos comunicativos pueden ser explicados por medio de categorías lingüísticas. Si se toma en cuenta la tríada del signo propuesta por Pierce, nos damos cuenta de que a cada una de las definiciones del signo puede corresponder un fenómeno de comunicación visual. Para esta investigación es muy interesante las clasificaciones que se refieren al signo en relación con el propio objeto, y en este aspecto a nadie se le ocurrirá negar que los símbolos visuales forman parte de un lenguaje codificado. Pierce observaba que un índice es algo que dirige la atención sobre el objeto indicado por medio de un impulso ciego. Cualquier índice visual comunica algo, por medio de un impulso más o menos ciego, basándose en un sistema de convenciones o de experiencias aprendidas. Se puede afirmar que todos los fenómenos visuales que pueden ser interpretados como índices también pueden ser considerados como signos convencionales Pierce definía los íconos como los signos que originariamente tienen cierta semejanza con el objeto a que se refieren. Para Morris era icónico el signo que poseía alguna de las propiedades del objeto representado, o mejor, que tenía laspropiedades de sus denotados. El concepto de semiótica de Morris: el retrato de una persona es icónico hasta cierto punto, pero no lo es del todo, porque la tela pintada no tiene la estructura de la piel, ni la facultad de hablar y de moverse que tiene la persona retratada. Un signo totalmente icónico siempre denota, lo que equivale a decir que el verdadero y completo signo icónico de la reina Isabel no es el retrato sino la propia reina. Más adelante afirma que un signo icónico, es un signo semejante en algunos aspectos a lo que denota 1 Si se analiza un anuncio publicitario nos damos cuenta de lo antes expresado, por ejemplo el anuncio de un hotel de playa en el que aparece el mar, a través del anuncio se observa la brisa, las gaviotas y un sol resplandeciente. Veamos que propiedades tiene el objeto denotado. En la página no hay ni mar, ni sol ni gaviotas, pero en realidad cuando veo el mar yo percibo sol, mar, gaviotas, brisa, pero no los siento: lo que siento son algunos estímulos visuales, colores, relaciones espaciales, incidencias de luz, etc., y los coordino hasta que se genera una estructura percibida que, fundándose en experiencias adquiridas, provoca una serie de síntesis y me permite pensar, basándome en códigos: tranquilidad bajo el sol, en el mar. El problema semiótico de las comunicaciones visuales es saber que sucede para que puedan aparecer iguales a las cosas un signo gráfico o fotográfico que no tiene ningún elemento material común con ellas. Así podemos concluir que los signos icónicos no poseen las propiedades del objeto representado sino que reproducen algunas condiciones de la percepción común, basándose en códigos perceptivos normales y seleccionando los estímulos que permiten construir una estructura perceptiva que tenga el mismo significado que el de la experiencia real denotada por el signo icónico 2