ESTUDIOS DE DERECHO DE SUCESIONES Liber Amicorum T.F. Torres García DIRECTORES Andrés Domínguez Luelmo María Paz García Rubio COORDINADORA Margarita Herrero Oviedo ESTUDIOS DE DERECHO DE SUCESIONES Liber Amicorum Teodora F. Torres García DIRECTORES Andrés Domínguez Luelmo María Paz García Rubio COORDINADORA Margarita Herrero Oviedo CONSEJO DE REDACCIÓN Pedro GONZÁLEZ-TREVIJANO (Presidente) José María ASENCIO MELLADO Julio BANACLOCHE PALAO Pilar BLANCO-MORALES LIMONES Antonio CAYÓN GALIARDO Guillermo GUERRA MARTÍN Eugenio LLAMAS POMBO Manuel LÓPEZ PARDIÑAS Blanca LOZANO CUTANDA José Luis MARTÍNEZ LÓPEZ-MUÑIZ Francisco PÉREZ DE LOS COBOS ORIHUEL Jesús-María SILVA SÁNCHEZ Enrique ARNALDO ALCUBILLA (Secretario) ESTUDIOS DE DERECHO DE SUCESIONES(*) Liber Amicorum Teodora F. Torres García DIRECTORES Andrés Domínguez Luelmo María Paz García Rubio COORDINADORA Margarita Herrero Oviedo AUTORES Ariadna Aguilera Rull Mariano Alonso Pérez María Teresa Alonso Prado Henar Álvarez Álvarez Santiago Álvarez González Cristina de Amunátegui Rodríguez Isabel Arana de la Fuente Immaculada Barral Viñals Antonio Cabanillas Sánchez Félix Calvo Vidal Ana Cañizares Laso Germán de Castro Vítores José Antonio Cobacho Gómez Fernando Crespo Allué Rocío Diéguez Oliva Gema Díez-Picazo Giménez Luis Díez-Picazo y Ponce de León Andrés Domínguez Luelmo José Antonio Escartín Ipiéns Isabel Espín Alba Esther Farnós Amorós María Paz García Rubio M.ª del Carmen Gete-Alonso y Calera M.ª Carmen Gómez Laplaza Silvia Díaz Alabart Begoña González Acebes Mariló Gramunt Fombuena Vicente Guilarte Gutiérrez Cristina Guilarte Martín-Calero Margarita Herrero Oviedo Santiago Hidalgo García Francisco Infante Ruiz Domingo Jiménez Liébana Albert Lamarca Marqués María Rosa Llácer Matacás (*) Eugenio Llamas Pombo María del Carmen Luque Jiménez María del Lirio Martín García María Teresa Martín Meléndez José Antonio Martín Pérez Antonio Martín Tapias Celia Martínez Escribano Eva María Martínez Gallego Nieves Martínez Rodríguez María Angustias Martos Calabrús Jacobo B. Mateo Sanz Carolina Mesa Marrero José M.ª Miquel González Rosa María Moreno Flórez Pedro A. Munar Bernat Antonia Nieto Alonso Álvaro Núñez Iglesias Francisco Oliva Blázquez Marta Otero Crespo Marta Pérez Escolar Ana M.ª Pérez Vallejo Xaime Manuel Requeixo Souto Marta Requejo Isidro Juan Roca Guillamón Encarna Roca Trías Concepción Rodríguez Marín José Ignacio Rubio San Román Gemma Rubio Gimeno Paloma Saborido Sánchez M.ª Belén Sainz-Cantero Caparrós Blanca Sánchez-Calero Arribas M.ª Eugenia Serrano Chamorro Estrella Toral Lara Esther Torrelles Torrea Laura Zumaquero Gil El presente libro se enmarca dentro de la ejecución del Proyecto «Sucesiones internacionales. El Reglamento 650/2012 y su interacción con el Derecho civil nacional» [Ref. DER2013-43391-R], subvencionado por el Ministerio de Economía y Competitividad y el FEDER y del Programa de consolidación y estructuración de unidades de investigación competitivas [Axuda GPC2014/024], subvencionado por la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia y el FEDER. © Wolters Kluwer España, S.A., 2014 Edita: LA LEY Edificio La Ley C/ Collado Mediano, 9 28231 – Las Rozas (Madrid) Tel.: 902 42 00 10 – Fax: 902 42 00 12 http://www.laley.es 1.ª edición: diciembre 2014 ISBN: 978-84-9020-362-0 Depósito Legal: M-32919-2014 Todos los derechos reservados. 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Los textos legales en España siguen estableciendo que los ascendientes y descendientes están recíprocamente obligados a prestarse alimentos (art. 143 CC; art. 237-2 CCCat). Pero en las sociedades actuales, se espera que los padres puedan proveer a sus necesidades y aún más, son los propios hijos quienes dependen de las prestaciones que puedan recibir de sus progenitores, ya que, por ejemplo, las madres van a prestar servicios solicitados por sus descendientes, especialmente en lo que se refiere al cuidado de los nietos, con más frecuencia que el que prestan a sus ascendientes(19). Entonces, ¿tiene razón de ser la legítima de los padres, cuando son ellos los que se han ocupado del hijo y han invertido cantidades muchas veces muy importantes en su educación y cuidado? El Código de sucesiones catalán suprimió la legítima de los ascendientes de grado más lejano, pero mantuvo la de los progenitores, solución que se mantiene en el art. 4514 CCCat; en cambio, el art. 486 CDCFA declara que los descendientes son «los únicos legitimarios», excluyendo, por tanto, a los ascendientes de cualquier grado, incluidos los progenitores. Finalmente, el art. 238 de la Ley 2/2006, de 14 junio, de derecho civil de Galicia no reconoce legítima a los ascendientes. Es curioso, pues, que no va a tener legítima el progenitor que ha efectuado una inversión en sus hijos, si estos fallecen antes. Mientras que el hijo siempre va a poder reclamarla, salvo desheredación. Es decir, quien ha invertido en beneficio de sus hijos, no tiene derecho a un beneficio sucesorio si el hijo premuere sin descendencia(20), mientras que el hijo va a estar doblemente beneficiado, sin perjuicio de la imputación. 3.º. Las necesidades de los hijos discapacitados. La única reforma que ha sufrido el derecho sucesorio español se ha efectuado para permitir la pro- (17) (18) (19) (20) 1252 MALAURIE, op. cit., pág. 904. BECKER, op. cit., pág. 315. MALAURIE, op. cit., pág. 904. ROCA TRÍAS, E., ob. cit., pág. 216. © LA LEY Una reflexión sobre la libertad de testar tección por causa de muerte de los hijos discapacitados. La Ley 41/2003, de 18 de noviembre permite al testador que sea padre o madres o ascendiente del sucesor que se encuentre incapacitado, imponer un gravamen sobre la legítima estricta a su favor (art. 808 CC). El incapacitado será, pues, el fiduciario, en una especie de trust en el que el fideicomisario puede estar sometido a la condición de tener que cuidar del incapacitado fiduciario(21). La rigidez del sistema impide una solución razonable, incluso en estas circunstancias. 4.º. El cambio en la naturaleza de los bienes. Las herencias tradicionales tenían como objeto un conjunto de bienes, la mayoría de las veces, heredados previamente. La participación de las sucesivas generaciones en estos bienes no deja de ser una forma moderna de vinculación. Ahora bien, como se ha señalado agudamente(22), la riqueza de la sociedad actual está basada en fuentes públicas de ingresos, entre los que se encuentran los beneficios de la seguridad social, las pensiones, en definitiva, el esquema que se traduce en lo que se ha venido en llamar el «estado del bienestar», que otros autores califican como «la procura de la existencia»(23), es decir, la participación del ciudadano en los servicios del estado. La nueva riqueza consiste, por tanto, no en la participación en la riqueza material creada, sino en los beneficios que pueden obtenerse mediante la inversión en sistemas de aseguramiento, públicos (seguridad social), o privados (seguros de vida), que facilitarán a los sobrevivientes una existencia digna. 3. DERECHO A LA HERENCIA, LEGÍTIMA Y AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD Hasta aquí he reflexionado sobre las circunstancias familiares, pero ¿cuáles son los límites, si hay alguno, en nuestra Constitución? Algunas Constituciones incluyen la herencia en la definición constitucional de la propiedad. Así, el art. 14 de la Constitución alemana de 1949 dice: «Se garantizan la propiedad y el derecho a la herencia, con el contenido y las (21) (22) (23) MONJE BALMASEDA, O., «Mecanismos sucesorios en la protección de los discapacitados y/o incapacitados: el recurso a las sustituciones fideicomisarias», en REBOLLEDO, cit., pág. 528. REICH, Ch. A. «The New Property», Yale Law Journal, Vol. 73, April 1964, pág. 734. FORSTHOFF, E. El estado de la sociedad industrial, Nicolás MUÑIZ-LÓPEZ GUERRA, edits., Fundación Coloquio Jurídico europeo, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2013, pág. 54. © LA LEY 1253 Encarna Roca Trías limitaciones que la ley determine». Antes, la Constitución italiana de 1947, en su art. 42.4, dijo que la ley establece las normas y los límites de las sucesiones legítima y testamentaria y los derechos del Estado sobre la herencia. La Constitución portuguesa de 1976 dice, en su art. 62.1, que «se garantiza a todos el derecho a la propiedad privada y a su transmisión «em vida ou por morte», con arreglo a la Constitución». Asimismo, la Constitución española de 1978 incluye la herencia en el art. 33.1, diciendo que «1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia». El panorama constitucional permite constatar, en primer lugar, que se incluye la protección del derecho a la herencia, dejando de lado, en consecuencia, otras posibilidades a las que voy a referirme a continuación. La segunda, que la herencia se une al reconocimiento a la propiedad privada. 1.º. La herencia como consecuencia del reconocimiento del derecho a la propiedad privada. La formulación moderna del derecho a la herencia es una consecuencia ligada al reconocimiento de la propiedad privada, que según algunos autores(24), se relaciona con la de los instrumentos de producción, «en un ordenamiento que reconoce asimismo como derecho del ciudadano «la libertad de empresa en el marco de una economía de mercado» (art. 38 CE)», de manera que «cualquier traba legislativa que suprimiera la sucesión en los bienes de producción, aún con el pretexto de que cumplan mejor con su función social, sería inconstitucional como atentatoria a la libertad de empresa y al derecho de propiedad privada». Como vemos en las Constituciones citadas, la herencia va a separarse de lo que es su origen, es decir, el mantenimiento de los bienes adquiridos dentro del grupo familiar al que sirven, para resultar incardinada en el derecho de propiedad. Sin embargo, la realidad es tozuda y la herencia sigue ligada a la familia y forma parte de ella, ya que precisamente las limitaciones que sufre el derecho a disponer libremente del propio patrimonio provienen del hecho de que el disponente tenga unos determinados parientes, fundamentalmente, hijos y cónyuge, que se hacen acreedores, por disposición legal, de una participación en la herencia de su causante. Ciertamente los intereses en conflicto en los planteamientos generales sobre el derecho (24) 1254 LACRUZ, SANCHO, LUNA, DELGADO, RIVERO, RAMS, Elementos del Derecho civil. IV. Familia, edición revisada por J. RAMS ALBESA, Dykinson, Madrid, 2002, pág. 6. © LA LEY Una reflexión sobre la libertad de testar a la herencia se produce entre los que López identifica como «intereses en conflicto» y que son el personal, ligado a la facultad de disponer por causa de muerte, el familiar y el colectivo(25). 2.º. La herencia como derecho fundamental. De los diseños constitucionales parece derivarse la naturaleza de la herencia como una consecuencia del derecho a la propiedad privada, pero si bien este es su origen, en un momento determinado pasa a formar parte del derecho de propiedad. La ideología liberal decimonónica(26) realiza esta asociación para asegurar a la herencia «un espacio de libertad civil similar al que ya disfrutaba la propiedad» y ello porque de esta manera se «la reinterpretaba como un derecho a la libertad», relacionándola, por consiguiente, con el elenco de derechos fundamentales. Las corrientes abolicionistas de la propiedad privada y, consecuentemente, de la herencia entre las que se encuentra la tesis marxista, contrastan con el reconocimiento constitucional del derecho a la propiedad privada a la que se une el del derecho a la herencia. Esta es la opinión de los autores españoles que se han ocupado del significado del art. 33.1 CE. Para Ángel LÓPEZ, la inclusión del derecho a la herencia en el art. 33.1 CE viene a constitucionalizar «un ámbito de la autonomía de la voluntad (que es siempre un ámbito de libertad de los particulares) en materia sucesoria»(27). Este derecho tiene dos aspectos, el de causar herencias, como un sistema de transmisión de la propiedad, y el de recibirlas(28). Por ello va a resultar de gran importancia determinar si el legislador debe o no respetar el derecho de determinados parientes a recibir una parte del patrimonio del causante. En el derecho a la herencia se aplica, igual que en la propiedad, el principio de la función social. Efectivamente, el art. 33 CE dice textualmente: «1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia. 2. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes»(29). La sociedad obtiene los beneficios correspondientes a la función (25) (26) (27) (28) (29) LÓPEZ LÓPEZ, Á., op. cit., pág. 31. HATTENHAUER, op. cit., págs. 183 y ss. LÓPEZ LÓPEZ, op. cit., pág. 50. LACRUZ et alii, op. cit., pág. 6. Cosa que niega LÓPEZ LÓPEZ, op. cit., pág. 33. © LA LEY 1255 «La tarea de confiar al papel la glosa de la figura que da razón de ser a este Liber Amicorum no es misión sencilla, pues junto a los datos biográficos puramente objetivos quisiéramos transmitir el exacto valor de una persona que a lo largo de cuatro décadas ha hecho de la labor universitaria un estilo de vida y un ejemplo de trabajo y dedicación». Las primeras líneas de la laudatio de la obra que el lector tiene ante sí tratan de expresar la intención de sus promotores al rendir, a través de ella, homenaje a una de las civilistas más respetadas del panorama jurídico español, Teodora Felipa TORRES GARCÍA. Más de sesenta trabajos de otros tantos autores componen este libro colectivo. Todos giran en torno a distintos problemas relativos del Derecho de Sucesiones, precisamente el objeto de estudio y dedicación más reiterado en la labor docente e investigadora de la homenajeada. La oportunidad de esta temática se evidencia por su innegable actualidad, manifestada en normas autonómicas, estatales y europeas de reciente factura, en una rica producción jurisprudencial y en numerosas publicaciones científicas que tratan de desentrañar la siempre compleja problemática sucesoria; todo ello, fruto de la necesidad de adaptar este sector tradicional del ordenamiento jurídico a las nuevas realidades sociológicas y de política jurídica, lo que obliga a su revisión y a una intensa tarea de reflexión crítica. A buen seguro, quien busque solución a los problemas más candentes que plantean las cuestiones sucesorias encontrará alguna pauta cabal para hallarla en uno o en varios de los trabajos aquí compilados, todos ellos realizados por reputados autores que han prestado su pluma para rendir sentido tributo a la profesora TORRES GARCÍA. La calidad de las firmas, concordante con la de los respectivos contenidos, ponen claramente de manifiesto que nos hallamos ante un libro destinado a ser un referente para la doctrina española en materia sucesoria. 9 788490 203620 www.laley.es 3652K24224 ISBN: 978-84-9020-362-0