MATRIZ MUSICAL DE JORGE EDUARDO EIELSON Miguel Angel

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MATRIZ MUSICAL DE JORGE EDUARDO EIELSON
Miguel Angel Zapata: La imagen como centro, en el caso de tu obra
en general, está interconectada con las constantes, tanto de tu poesía
como
de tu pintura, es decir, en toda tu música, en toda tu matriz musical como
tú la llamas. ¿Cómo has venido trabajando esto,
paralelamente?
J o r g e Eduardo Eielson:
No d e s e o conceptualizar, pero podría
resumirte e s t e proceso en tres e t a p a s : primero, c o m e n c é escribiendo y
pintando simultáneamente, tan e s así, que mis primeros p o e m a s coinciden
con mis primeros dibujos. Más adelante comencé a pintar y seguí haciendo
poemas. Publiqué y expuse mis primeras pinturas, dibujos y objetos en una
galería junto con Fernando de Syzzlo. D e s p u é s d e e s o viajé a Europa, y
digamos que allí descubrí lo que era la gran pintura, y viéndola casi tuve la
intención inmediata de dejar de escribir y dedicarme de lleno a la pintura,
cosa que en cierta forma hice, ya que abandoné la escritura y me dediqué a
la pintura e s t a n d o en París. Yendo a Roma tuve una nueva crisis con la
pintura, tuve la idea de estar equivocado, el impacto de Roma, la forma
como vivía en Roma, muy visceralmente, me hizo volver a la escritura y
escribí Habitación en Roma. Luego dejó nuevamente e s o y me dediqué a la
pintura otra vez, pero ya con p r e s u p u e s t o s diferentes, y partiendo de lo
que entonces llamé y sigo llamando "el paisaje infinito de la costa del Perú",
me preocupé de lo que mi memoria todavía conservaba del Perú, y del mar
y las playas, y rescaté un poco e s o a través de e s a s pinturas que eran muy
abstractas y para mí eran paisajes interiores. Por ahí seguí con la pintura,
y d e s d e entonces prácticamente no escribí y seguí pintando, con un par de
salidas a la escritura en la mitad de los a ñ o s s e s e n t a , escribí un par de
p o e m a s un poco irónicos (hasta 1980, cuando ya parecía que por los últimos
textos del libro Poesía
escrita, llegaba, como todo el mundo lo dijo, al
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silencio de siempre), y yo dije que puede ser que haya un silencio y lo ha
habido, pero a d e m á s puede ser el comienzo de algo nuevo, para volver a
comenzar o quién s a b e nunca. Por e s o digo que en 1980 escribí un largo
poema, que s e va a publicar en México, y q u e tiene un historial muy
complejo.
MAZ: ¿Cuál es ese
historial?
J E E : El p o e m a proviene de una palabra muy misteriosa q u e e s t á
incluida en un soneto de Mallarmé, poema que siempre me atrajo mucho, y
mucho más aún cuando Octavio Paz me entregó una traducción suya (es muy
difícil d e traducir, por otro lado), y un pequeño estudio muy certero sobre
el texto en el año 1968. Pero tuve que esperar hasta el 80 para sentarme
un día así de pronto en una mesa y ponerme a escribir por una situación muy
especial. Eso e s todo, d e s d e el punto de vista literario no hice m á s nada,
quiero decir d e s d e el punto de vista poético. Quiero decir con relación a
este poema que en los 1949-50 yo traía ya una idea al respecto, a c a u s a de
una vivencia muy compleja que yo tuve en una c a s a d e París donde estuve
viviendo, pero quizás tuve la necesidad de madurarla, a lo mejor por
muchísimo tiempo, para poder escribir algo, pero el detonador sin duda fue
la traducción que me entregara Octavio Paz.
Por otro lado lo que sí he hecho e s crítica, si la podemos llamar así, he
escrito textos sobre el arte precolombino. Esto me ha interesado mucho y
me sigue interesando. En la f a s e actual sigo con la pintura, pero entonces
ya no e s sólo pintura sino que hago muchas manifestaciones
que tienen que
hacer con la imagen. Las imágenes son evidentemente indispensables, donde
en determinado espacio el color e s indispensable, todo e s o forma parte de la
pintura, pero podría s e r parte de una escenografía, un ballet, un teatro;
pero son otro tipo de manifestaciones que no tienen una determinación.
Hace un tiempo hacía lo que s e llamaban performances,
que tampoco hago
ya. Ahora a e s t e tipo de c o s a s las llaman los críticos "instalaciones", pero
las mías no son estáticas sino que a v e c e s incluyen movimiento y s e
d e s a r r o l l a n en e s p a c i o s interiores, lo q u e yo llamo " e s p a c i o s
privilegiados", que son los e s p a c i o s r e s e r v a d o s d e la cultura, q u e son
pocos; y los espacios exteriores, urbanos, que están reservados a la vida
cotidiana. Entonces, cuando puedo, cuando me dejan en realidad, hago e s t e
tipo d e manifestaciones también afuera en la calle, en contacto con el
público, y para mí son poemas, en otro lenguaje, no verbal, son p o e m a s ,
visualizaciones, materializaciones de poemas.
MAZ:
Interioridad
y exterioridad,
¿la misma
cosa?
J E E : Sí creo que sean la misma cosa, cambian solamente los códigos.
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MAZ: Hablando de los exteriores, la cantidad de gente caminando por
las urbes, con ritmo y música, opaca o luminosa, debe de impactarte para la
elaboración de tus performances,
¿no?
JEE: En París, te conté antes, hice e s t e acontecimiento: una e s p e c i e
d e fiesta en un vagón en el Metro d e París, un vagón en marcha,
naturalmente. Fue una sorpresa para los clientes habituales del Metro, pero
no para los invitados a mi fiesta. Nos reunimos como si tuviéramos una
fiesta abierta, en la que todo el mundo podía entrar, y fue muy eufórico
para nosotros el contacto con p e r s o n a s que no conocíamos, y sobre todo
notar que e s t a s personas, pasado el primer momento de desconfianza y de
sorpresa, s e soltaban y s e reían con nosotros, y participaban con nosotros.
Nos pareció bellísimo tener e s e contacto tan rápido. Luego fuimos a cenar
con ellos que eran personas totalmente desconocidas. Después de terminado
el recorrido lo p a s a m o s muy bien, luego s e fueron y nunca m á s nos vimos.
Ese fue el sentido de la cosa. P e n s a m o s que una operación d e e s e tipo en
más vasta escala pudiera haber resultado bellísima. Otra c o s a que hice fue
lo q u e llamé "Ballet s u b t e r r á n e o " .
También allí no h a b í a ninguna
intervención d e público determinado, sino s i m p l e m e n t e los habituales
clientes del Metro eran los participantes, los bailarines, los autores, con
una banda sonora y con las voces y los ruidos de los trenes. No lo pudimos
filmar d e s g r a c i a d a m e n t e p o r q u e era caro hacerlo.
T o d o s los d í a s
permanentemente, y mientras hubiera habido invitaciones, invitábamos a la
gente al ballet que era permanente. Ellos tomaban conciencia de que estaban
participando. En la manera cómo v e s una c o s a s e puede convertir en una
obra de arte. Entiendo que esto e s un poco conceptual por eso ya no lo hago
más. Pero en e s e momento era necesario hacerlo.
MAZ: A veces,
dicho, es como leer
como si el poema te
con violin al fondo de
cuando leo un poema tuyo, cuando lo escucho,
mejor
una pieza breve o larga de un Kreisler por ejemplo,
hubiese salido espontáneo como una melodía de amor
las cadenzas.
JEE: E s a pregunta e s muy buena, e s b u e n a en e s e sentido, q u e ni
siquiera e s una pregunta, e s una observación muy buena, porque en efecto
aunque no lo creas, y yo lo tengo que decir y e s la verdad, muchos de mis
poemas, casi todos, sobre todo los más viejos, han nacido de e s a manera y
casi sin ser tocados ni corregidos. Prácticamente no s a b í a lo q u e era
corregir, no sabía ni siquiera que estaba escribiendo un poema más o menos
válido, s i m p l e m e n t e e s c r i b í a lo q u e m e s u r g í a y lo d e j a b a allí.
Correcciones, sinceramente te digo, no. S e habla siempre d e artesanía en
mis poemas, y sin embargo a mí no me causó el menor esfuerzo.
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MAZ: Mozart
nunca
corregía.
JEE: Ya ves tú, y era perfecto. En e s e sentido e s la matriz
que me ha ayudado muchísimo, que salía sin el menor esfuerzo.
MAZ: Me gusta eso de matriz musical,
nombre de una colección de poemas tuyos.
que hasta
podría
musical la
llevar
el
JEE: Sí...
Mira, un p o e m a q u e e s t á interrumpido d e s d e h a c e
muchísimo tiempo, q u e e s p e r o algún día terminarlo, dentro d e la
prehistoria, y s e llama "De materia sonores", en donde las palabras han
perdido significado, y que no son nada más que una partitura...
MAZ: Las palabras
también
son partituras
entonces...
JEE: Sí, pero arrastran siempre significado. Este texto del q u e te
hablo (soy el primero que lo hace, Joyce hizo c o s a s increíbles en inglés),
claro, no pretendo semejante cosa, pero en el español encontramos c o s a s
muy curiosas d e s d e el punto de vista fónico, porque por otro lado he hecho
la poesía visiva, aislando el significado. De manera que en el poema intenté
interrumpir lo mismo que he intentado más adelante con los signos gráficos
en la pintura, que son parte de lo que estoy exponiendo en Trujillo ahora en
la Bienal, y que va a venir a Miraflores. Allí también el lenguaje usado, e s
decir, los signos lingüísticos de nuestra lengua evidentemente occidentales,
e s t á n distorsionados, pero sobre todo e s t á n reconstruidos, e s decir, hay
una destrucción del signo. Por ejemplo, pongo una "A" y la divido en s u s
varios elementos, y me quedan signos diagonales, rectas. Si hago lo propio
con una "Z" me quedan dos rectas y una diagonal. Trabajando con e s o he
hecho unos cuadros abstractos, pero no s e crea que e s así tan premeditado
ni cerebral, sino que un día, como el descubrimiento del radio por m a d a m e
Curie, cuando en la famosa noche que llegaba de una fiesta y descubrió una
fosforescencia, la radioactividad. Así p u e s un buen día, en mi m e s a de
trabajo d e Cerdeña, ¿ves e s e libro de allá, sobre la escultura del cristal de
roca?
Tengo una colección de prismas y cristales en general. P u e s bien,
tenía uno apoyado sobre un poema mío, y el sol entraba por una ventana, y
qué cosa hacía, distorsionaba a través del prisma las letras d e e s t e poema.
E s a distorsión tan bella me gustó a d e m á s con los colores del espectro. A
partir d e esto he hecho toda una serie d e cuadros d e pinturas que yo en
cambio llamo escrituras, entonces por otro lado la escritura la convertí en
escultura, algo q u e llamo "escultura s u b t e r r á n e a " q u e e s otra c o s a
diferente. De esto tendría mucho que contar.
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MAZ: Ahora recuerdo un bello poema de Celan, "Cristal", donde una
realidad
se transforma
en otra que no es otra que ella
misma,
¿desdoblamiento
sobre su mismo eje escritura!?
JEE:
Sí.
La refracción y reflexión q u e p r o v o c a la i m a g e n
distorsionada por otra realidad: los rayos del sol, que en e s t e caso del
prisma c o m b i n a d a con la luz solar, me lleva a una meditación muy
importante — que e s a luz solar estuviera deformando un p o e m a mío, que
estuviera proponiéndolo de otra manera.
La luz caía sobre la palabra
"esplendor", por e s o tengo una s e r i e d e e s c r i t u r a s q u e s e llaman
"Esplendor", esplendor número tal, etc., pero a la serie completa la llamo
"Escrituras".
MAZ: Pareciera
interior y exterior del
que Jorge
mundo...
Eielson
escribiera,
pintara
el
ritmo
J E E : Es una definición muy h e r m o s a y muy v a s t a .
S e r í a muy
ambicioso d e mi parte si la compartiese totalmente.
En realidad, todo
artista trata de hacer esto, todos no lo hacen tan globalmente porque no e s
fácil siempre, yo tampoco lo hago y quisiera hacerlo mejor, y e s o no e s una
actitud muy ambiciosa, el quererlo englobar todo, sino al contrario, mis
medios son muy precarios en la literatura, muy precarios en la música, el
sonido, en todo, incluso en la vida. Yo quisiera que todo fuera más unitario,
más armonioso como lo fue en las civilizaciones antiguas. Yo sigo siempre
como persiguiendo eso, en mi vida privada trato de vivir por lo menos en lo
que puedo, tranquilo, en paz conmigo mismo; creo mucho en e s a s cosas, he
leído mucho y he hecho un poco de práctica de budismo zen. He tenido una
é p o c a vegetariana que he abandonado por cuestiones ya físicas, porque no
podía seguir. Creo pues que saber vivir e s lo más importante, y hacer de
su propia vida una obra de arte, y de toda la vida.
MAZ: Leo, escucho, en tus poemas, un ritmo como algo que cae sobre
la superficie, como pájaro que desdobla el vuelo en múltiples imágenes
como
en la música las cadenzas.
¿Imágenes en la música?
Dios mío, ¿quién ha
dicho eso? Hay, quiero decir, un acercamiento hacia la música,
presencia
armoniosa de las notas del pentagrama en tu poesía.
J E E : El comentario e s perfectamente pertinente y me alegro mucho.
Yo no oso decir que tengo una formación musical pero he escuchado música
d e s d e niño, en mi c a s a s e hacía música. Desde niño, como s e dice en Lima,
c h a p a l e a b a el piano, y me divierto todavía tocando música para mí, me
encanta el jazz y por s u p u e s t o la música clásica. Tengo muchos amigos
músicos y e s lo que m á s he frecuentado, con quienes estoy más cerca en
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general e s con los músicos, porque con ellos escucho música y hablo mucho
de música, y podemos compartir muchas cosas. Con mis amigos escritores
soy muy amigo pero no podemos ponernos a leer libros juntos, c a d a uno lee
s u s libros en su casa, ¿ v e s ? ; compartimos conversaciones nada más. Con
los amigos pintores, bueno, tampoco e s t a m o s mirando el mismo cuadro
juntos. La música sí la comparto, por e s o mi amistad con los amigos
músicos e s muy estrecha. Y te repito, creo tener oído, de manera que por
otro lado también tengo ojo para la pintura. Cuando tú hablas que hay en
mis textos cierto ritmo, cierta cadencia q u e tiene un sustrato musical, e s
por eso: yo me ocupo mucho de música, he e s c u c h a d o música y sigo
escuchando mucha música.
MAZ: Por otro lado, el mar, también pareciera
que marca
su
presencia musical en sus aguas, en las aguas de tu obra, ¿no? Por ejemplo
en un poema se escucha: Mediterráneo
ayúdame
/ padre
nuestro
que estás en el agua... ("Azul ultramar",).
JEE: Vivo en una isla, Cerdeña. Desde niño yo siempre he estado en el
agua, n a d a b a y hasta ahora sigo nadando. Primero fue el Pacífico, pero
d e s d e hace 40 años, que vivo en Europa, ya no e s el mismo mar, ya e s
ahora un mar ancestral en el que yo vivo, el que yo necesito m á s bien e s
mediterráneo, estoy más mediterranizado.
MAZ: Es tan rica la imaginación de un buen poeta, por un lado puede
gozar del objeto del que se supone escribe, por ejemplo el mar, pero creo
por otro lado, si no hubieras, luego de transcurrir tu niñez, tenido
contacto
con el mar, tal vez hubieras imaginado toda esa gran aventura sobre sus
aguas.
JEE: Creo que las experiencias de los p o e t a s son misteriosas, las
intuiciones de un poeta pueden ser las más sorprendentes de e s t e mundo,
qué más ejemplo que el de S h a k e s p e a r e que todos conocemos, el haber
intuido, visto lo que él pudo ver sin haber estado nunca en e s e lugar. Yo por
ejemplo, modestamente, cuando escribí La canción y muerte de Rolando,
nunca había estado en Francia y ni sabía francés. Leí el texto en francés
pero sin entenderlo, sin haber entendido, pero la fuerza de e s a lengua hizo
q u e me surgiera el poema. Luego, cuando aprendí el f r a n c é s y lo leí s e
confirmó lo que ya sabía.
MAZ: Todos andamos con un ritmo en los ojos del mundo, bajo sus
puentes somos sus brujos apacibles insolentes que tratamos de escribirlo
con toda su mugre y su luminosidad...
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J E E : En cada uno de nosotros hay una música de la cual s e tiene más o
menos conciencia, algunos la escriben, otros simplemente la oyen, otros la
interpretan. Lo mismo que estoy diciendo sobre la música podría decirlo
sobre la poesía, con respecto a la lengua; o de la pintura con respecto a las
imágenes que nos rodean, e s simplemente e s e p a s a j e q u e e s misterioso y
que e s a v e c e s muy difícil y muy doloroso, y a v e c e s toda la felicidad el
poder decir e s a s cosas. Eso e s ser artista, e s decir, e s o e s lo que s e llama
artista, en realidad cada uno d e nosotros e s un artista. Lo que p a s a e s que
han separado todo. Han separado la sociedad y todas las sociedades tienen
que s e p a r a r s e y establecer roles. En la sociedad muy arcaica todo e s t a b a
unido, y había un personaje que s e llamaba el "chamán", quien era el mago,
el curandero que también era médico, que también era bailarín, el poeta, el
hechicero, era todo, el sacerdote; y lo reunía todo. Todo esto ha sido
separado, escindido, y esto e s lo que aplana el nivel a todo y al mismo
tiempo anula al ser humano. No pretendo con esto que digo, que s e pueda
volver a semejante cosa, e s imposible, pero por lo menos no dejar que s e
explaye ya demasiado y todo s e a cada vez más inaccesible, y que entonces
el s a b e r científico para un escritor s e a una c o s a tan remota y tan
inaccesible, y que la apreciación de un cuadro s e a para un señor cualquiera
algo inaccesible porque él no puede entender lo que quiere decir una línea
roja sobre un fondo negro, porque para él e s o no e s arte, y sin embargo
puede serlo, todo puede ser arte, pero cómo vas a hacer entender e s o a una
persona.
MAZ: El ladrido de los perros, como los que ahora ladran allá afuera,
indudablemente
ese sonido abrupto y desordenado
no es arte, no hay
armonía, ¿no?
J E E : No, claro, pero todos e s o s ruidos deberían formar parte de una
obra total, lo que p a s a e s que no siempre e s t a m o s dispuestos a aceptar. Si
e s t a m o s hablando ahora d e esto y haciendo un trabajo, los ruidos nos
interrumpen n a d a más, pero hay momentos en que yo e s c u c h o e s o y lo
escucho incluso con placer, todo prácticamente si estoy dispuesto a esto.
MAZ: O sea que escuchar
es algo más
intenso...
J E E : Claro, e s c u c h a r , en mi m a n e r a d e ver t a m p o c o significa
r e a l m e n t e e s c u c h a r un ruido o una m ú s i c a o algo armonioso, no
n e c e s a r i a m e n t e e s escuchar notas musicales o ruidos, sino escuchar
es
escuchar simplemente. También, por ejemplo, s e puede escuchar las ruinas
de Chan Chan; yo las he escuchado, e s lo más silencioso que puede haber.
¿Tú c o n o c e s las ruinas d e Chan C h a n ? Son d e una gran magia, visual
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naturalmente, pero lo que yo e s c u c h a b a allí e s un silencio inmenso de una
belleza inusitada, a eso mismo puedes llamarlo música también.
MAZ: Fíjate, ahora que hablamos de la música, la única armonía del
mundo, a mí me hubiese gustado tocar el violin o el clavecín de una forma
notable, pero como no tuve la suerte, hago lo posible por estar
escuchando
sus notas en la radio, en casets que adquiero de una forma
verdaderamente
acelerada...
JEE: Yo toco el piano un poco y me basta e s o en el sentido de que s é
que no e s nada, pero e s un placer tan inmenso d e que si me quitaran la
posibilidad de tocar piano me volvería loco como si me quitaran el mar, el
agua para nadar. Cuando llego a la isla me voy al mar y nado, tengo que
tener e s e tipo de relación con el mundo en el que vivo, no solamente pensar
en escribir y producir obras de arte, sino también vivir, no solamente vivir
por vivir, sino saber vivir... a lo mejor estoy aprendiendo a vivir.
La ciudad
Donde la electricidad canta
Espléndida y solitaria, confinada
En un supremo manantial de pájaros dorados,
Hasta allí e c o s nocturnos, empinadas sombras
S e yerguen inútilmente, alzan su tenebrosa
Copa de polvo como un signo,
Abren y cierran puertas al abismo,
Descubren prados espejeantes, aves y ríos
Que no existen, frutos que no existen,
Balas de heliotropo en el aire oscuro
Ventanas iluminadas por la risa
De personas muertas, de vagas amistades
Que no existen, como si morir
Fuera de pronto abrir una botella
De champagne gigantesco y nublado
J O R G E EDUARDO EIELSON
O rodear al a m o r d e collillas h u m e a n t e s
Llenos d e c h i s p a s y s a n a s meriendas,
O atraer con un d e d o un perfil e n t e r r a d o
Una n e b u l o s a llena d e rayos
S o b r e la c a b e z a a m a d a , y d a n d o gritos
C a e r en una silla ardiente
B r u s c a m e n t e e n f e r m o , sin p o d e r hablar,
Dormido e n la contienda, suficiente,
O p e n s a r en d í a s tersos, musicales.
Los
ebrios
Por el bloque del eclipse,
Del diablo y la gigante siempreviva,
Del sol cuya memoria e n rayos
De piedra, s a n t a m e n t e y a c e ;
Por la tapia d e la tarde, vacilando
Misteriosos y brillantes, van los ebrios.
Tal el busto del gallo al c a e r
Guillotinado en el valle por g r a v e s
Y f u e r t e s tinieblas, s a l u d a a la Muerte;
Y s a l u d a a la Muerte el sol y e s c u p e
En el s o t o luciérnagas y heliotropos,
Tienen pacto con la noche
El d e s a s t r e y el eclipse.
M o n a s t e r i o s del vino y talleres
Del diluvio, r e m a c h a n en la tarde
A su p a s o , e s c a m a s y p e z u ñ a s
A caballos sin e d a d , a c a l a v e r a s ,
En v e t a s m o v e d i z a s d e saurios y diamante,
De e s p e c t r a l e s p e s c a d o y luna.
Hacia allí los ebrios c a v e r n o s o s ,
Por el bloque del eclipse, t e n e b r o s o ,
Del diablo y la gigante siempreviva,
A la o s c u r a , total e m b r i a g u e z ,
A d o n d e p e n d e , relámpago o cornisa,
La gran parra d e la Muerte.
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Los que
velan
En la c a s a d e la vida,
A la m e s a d e la muerte,
Polvo y c e r a la partida.
T o d o s d u e r m e n , junto al f u e g o
De s u s n e g r o s a t a ú d e s
En la c a s a de la vida.
Muerto d e talco, arriba,
B é s a m e los h ú m e r o s floreados,
S a s t r e d e ultratumba, arriba,
V í s t e m e del g r a v e terciopelo,
De tinieblas y d e lluvia
Con un rayo d e tijera.
En la c a s a d e la vida,
A la m e s a d e la muerte,
Sólo c ó r e o s e s q u e l e t o s
Como n a i p e s ya jugados,
En el suelo d e m a d e r a .
En la c a s a d e la vida,
A la m e s a d e la muerte,
P a ñ o muerto, d e d o muerto,
Silla muerta. T o d o s d u e r m e n ,
J u n t o a féretros c a o b a
D o n d e el muerto c o r o n a d o
De z a p a t o s á u r e o s yace.
En la c a s a d e la vida,
A la m e s a d e la muerte,
Polvo y c e r a la partida.
J O R G E EDUARDO EIELSON
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Recuerdo
Un rostro ya perdido, p a r a siempre, s u e ñ o ,
Como un piano vacío, c o m o un v a s o d e leche
En el suelo. Un h ú m e d o rostro s u e ñ o ,
Y s u e ñ o un b o s q u e a su lado, estremecido,
Y un caballo j a d e a n t e d e t r á s suyo.
Como a un remoto vals, como a un volcán d e s e d a ,
Entre mis s u e ñ o s lo he tenido, oh inocencia.
Yo no s é , yo b e s o un rostro c o m o un río
De magnolias junto al mío. Yo no s é ,
Un animal muy triste he conocido,
C o m o un b r u m o s o e s p e j o , melancólico y vacío;
Un animal c a r g a d o d e rocío, yo no sé, no sé,
A p e n a s s é q u e lloro, a p e n a s q u e llueve,
Y yo estoy solo. Yo s u e ñ o un cuerpo e s p a n t a d o
Por un viento d e alegría, un dulce cuerpo
Mortal, decapitado, no s é . ¡Es e s t o tan oscuro!
P e r o d e t r á s suyo siempre, un caballo e s m e r a l d a ,
Y m á s allá, la luna, distancias a l u m b r a d a s
Por un rostro perdido, por u n a mirada.
S o n e t o a un e b r i o d e la a n t i g u a
Roma
Perdió d e amor la blanda e s p i n a , la c e r t e z a
d e la e s p o s a y d e la r o s a en la tibieza,
no d a p a z al vino y con la zurda reza,
su p u r p ú r e a túnica d e león tristeza.
D a r á s e al vino y
d a r á s e a gloria y
m a s a la a m a n t e
dará desdenes y
a la g u e r r a con altura,
a la s o m b r a m á s s e g u r a ,
d e infernal ternura
d e luz la d e s v e n t u r a .
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¡Oh e m b e l e s o q u e d e flores lo fustiga;
deleitosa alondra árdele en el p e c h o ,
d o n d e el alma m u e r e y n a c e la fatiga!
Mas n a d a turba aquel mortal estío
d e su vida, y gusta, c o m o un dulce lecho,
su vino s o l e d o s o entre el gentío.
Mi
familia
ha
muerto
Mi c a s a abierta, e n c e n d i d a . E s c a l e r a
De p l u m a s tras la puerta ¿llevas al p a r a í s o ?
Música, noche, glaciales cortinas, p l u m e r o s
Cuelgan d e la Muerte, olvidados. La leche muerta
En una esquina, t e l a r a ñ a s en la sala, ceniza.
Brasero d e terciopelo, ¿ q u é h a c e s prendido?
¡La luna, la luna adentro, e s p o n j a el muro,
El piano, la estufa! E s c a l e r a d e p l u m a s
T r a s la puerta, ¿llevas al p a r a í s o ?
Extranjera
De e s p u m a , niebla h u m a r e d a , a z u l a d a
E s tu blusa, extranjera, e n el mar.
P á j a r a débil, t e m b l a d e r a l
T a b a c o inglés peina tu aliento,
Zócalo o falda en el aire e s c o c é s .
¿ V i e n e , e x t r a n j e r a , tu a l m a d e ayer,
Gaviota y naipe jugando h a s t a el fin?
T a b a c o y lana y p á j a r a espiga,
En el tablero o rubio pajar,
A e s p a n t a p á j a r o s huele tu pelo, extranjera.
J O R G E EDUARDO EIELSON
Dalí
¡Asesino! El vino y el c o r s é
Muertos en su lecho, vienen
C a d a n o c h e rodando por la calle;
El busto d e cebolla, el ojo
D e r r a m a d o y e s m e r a l d a d e terror.
Bajo un pálido p a r a g u a s , vienen,
Por la calle q u e s e dora y cierra
S u s d o s alas, d e repollo y c a r n e .
Tableta
arcaica
D u e r m e en las bibliotecas, p o n e
H u e v o s d e grifo en los ministerios.
P a l o m a d e la muerte, lee y escribe
En un gran libro d e papel dorado.
Mancebo q u e b e s a , c a r g a d o d e uvas,
Comiendo m a n z a n a s , j u g a n d o o dormido,
S e q u e d a vacío, e n tanto ella vuela
— P a l o m a otra vez, literaria y fría —
De entre s u s ojos, su b o c a y oídos.
Llanto
B e s o t u s g u a n t e s vacíos, lloro
S o b r e ellos, s o b r e t u s heridas,
S o b r e mil rostros q u e d e s p i e r t a n
Detrás d e los siglos d o r a d o s .
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INTI No 26-27
106
Cámara
luciente
La virgen d e a u s t e r o s afeites,
D e s n u d a en la s o m b r a , e s m a l t a d a ,
La cola del diablo en su s e n o
Luciente ha colgado. La virgen
Dormida, d e n u b e s o s c u r a s r o d e a d a ,
Insectos y lobos e s p a n t a . La virgen
J a b o n a su c u e r p o d e plata y sonríe,
¡Desnuda en su f u e n t e d e cieno!
De porcelana, redondo y salado,
Su s e n o en la playa revienta,
Su e s p e s o cabello en la m a n o
Del viento, escultor c o r o n a d o .
La virgen, festín d e las olas, insectos
Y lobos, del brazo del diablo ha p a s a d o .
A un
ciervo
otra
vez
herido
Desdicha e s del p r e s u r o s o ciervo, el cielo
A s u s gloriosas a s t a s confinado,
El aire q u e e n fruición, lejos del suelo,
Es c o m o fruta q u e el vuelo ha devorado.
R a u d o d e s c e n d i d o con azul cuidado,
En tan a m a b l e invierno, blando herido,
De s a n g r e y y e r b a y polvo coronado,
Su cuello palpitante e s el zumbido.
¿Quién la miel d e s u s p á r p a d o s supiera,
Ciervo, s o b r e s u s turbios ojos, a s í herido
En medio del b o s q u e , cual si fuera
Otro o s c u r o ciervo d e sí mismo d e s p r e n d i d o ?
J O R G E EDUARDO EIELSON
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¡Oh niveos p á m p a n o s , oh vida, oh h e r m o s u r a ,
Ya todo un ciervo q u e s e m u e r e d e blancura!
Genitales
bajo
el
vino
O y e m e tierra, así, escribiendo así,
En la e s p e s u r a d e p á m p a n o s dormido:
Mi p e c h o frío junto a mis intestinos
S e ha cuajado. Mis d e d o s a l h a j a d o s
Buscan el Arbol d e la Noche, clavan
S u s u ñ a s d e imprenta en los racimos
De la Vida y d e la Muerte. O y e m e tierra
De g r a n d e s frutos á u r e o s y s e r p i e n t e s ,
Luciérnaga entre muros d e papiro,
Negro universo del quinqué y el s e x o ,
Justicia del g u s a n o , mal P a r a í s o .
Mírame tierra, a s í escribiendo, a s í
D e s n u d o , Adán poeta, quieto y triste,
En e s q u e l e t o , sierpe y uva convertido.
Primera
muerte
de
María
A p e s a r d e s u s cabellos o p a c o s , d e su misteriosa
delgadez,
d e su tristeza á u r e a y definitiva c o m o la mía,
yo a d o r a b a a mi e s p o s a ,
alta y silenciosa c o m o una columna d e humo.
María vivía en un barrio pobre,
cubierto d e d e s l u m b r a n t e s y altísimos p l a n e t a s ,
a t r a v e s a d o d e silbidos, d e e x t r a ñ a s p e s t i l e n c i a s
y d e p e r r o s hambrientos.
Humedecido por las lágrimas d e María
todo el barrio s e hundía irremediablemente en un
rocío tibio.
INTI No 26-27
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María b e s a b a los muros d e las callejuelas
y toda la ciudad t e m b l a b a d e un violento amor a Dios.
María e r a f e a , su saliva s a g r a d a .
Las g e n t e s e s p e r a b a n a n s i o s a s el día en q u e María,
provista d e d o s a l a s blancas,
a b a n d o n a s e la tierra sonriendo a los t r a n s e ú n t e s .
P e r o los z a p a t o s rotos d e María, c o m o d o s clavos
milenarios,
continuaban fijos en el suelo.
Durante la e s p e r a , la m u c h e d u m b r e e s c u p í a la c a s a ,
la melancolía y la p o b r e z a d e María.
Hasta q u e a p a r e c í yo c o m o un caballo s e d i e n t o y
me a p o d e r é d e s u s s e n o s .
La virgen e s p a n t a d a derramó una botella d e leche
y un río d e perlas sucedió a su tristeza.
María s e convirtió en mi e s p o s a .
Algún tiempo m á s tarde, María c a í a a tierra
envuelta en una llamarada.
E s p o s o mío — m e dijo — un hijo d e tu cuerpo
devora mi cuerpo.
Te ruego, s e ñ o r mío, d e v u é l v e m e mi p e r f u m e , mi
botella d e leche, mi barrio miserable.
Yo le a c e r q u é su botella d e leche y le hice b e b e r
u n o s s o r b o s redentores.
Abrí la v e n t a n a y le devolví su p e r f u m e a d o r a d o ,
su barrio polvoriento.
Casi e n s e g u i d a , u n a criatura d e mirada purísima
abrió s u s ojos a n t e mí,
m i e n t r a s María c e r r a b a los s u y o s
c e g a d o s por un planeta d e oro: la felicidad.
Yo a b r a c é a mi hijo y caí d e rodillas a n t e el
cuerpo s a n t o
d e mi e s p o s a ; a p e n a s q u e d a b a d e él un hato d e
cabellos negros,
una m a n o fría s o b r e la c a b e z a caliente d e mi
hijo.
¡María, María — grité — n a d a d e e s t o e s verdad,
regresa a
J O R G E EDUARDO EIELSON
109
tu barrio oscuro, a tu melancolía, vuelve a t u s
callejuelas
e s t r e c h a s , a m o r mío, a tu misterioso llanto d e
todos los días!
P e r o María no respondía.
La botella d e leche yacía solitaria en una e s q u i n a ,
c o m o en un c o n o d e luz divina.
En la oscuridad circundante, t o d a la ciudad m e
r e c l a m a b a a mi hijo,
r e p e n t i n a m e n t e henchida d e amor a María.
Yo lo confié al abrigo y la protección d e algunos
bueyes,
cuyo aliento cálido m e r e c o r d a b a el c u e r p o tibio
y la impenetrable p u r e z a de María.
(Según la versión corregida d e Poesía
P o e m a para leer d e p i e e n el a u t o b ú s
f l a m i n i a y el t r i t o n e
p u e d o escribir
así
d e ti
contigo
sin ti
tal v e z
silbando
c o m o quien no
quiere n a d a
nada nada nada nada nada n a d a
o llorando
o comiendo
o bebiendo
o muerto d e h a m b r e
resfriado
estornudando
gritando
criatura
escrita)
e n t r e la
puerta
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110
q u e no canto
no pido
no d e s e o
sino un poco
d e alegría
m u ñ e c o d e las c a u s a s
imposibles
monstruo q u e el rayo h a convertido
en una sonrisa
p u e d o escribir a s í
s o b r e ti
y s o b r e mí
y nada más
q u é tristeza
tú y yo
y nada más
y las calles d o r a d a s
d e roma
y tú y yo
y nada más
y qué m á s p u e d e h a b e r
d e tú y yo
y los ojos c e l e s t e s
d e roma a d e m á s
pero q u é inútil
t a n t a luz
entre d o s
q u é tristeza
tú y yo
y nada más
q u é tristeza
escribir y escribir y escribir y escribir
d e los d o s
hay q u e ver
prueben
q u é harían u s t e d e s
en situaciones tan h o r r e n d a s
en una habitación tan o s c u r a
sin p u e r t a s y sin v e n t a n a s
pero c l a v e t e a d a por dentro
s e l l a d a por f u e r a
c o m p l e t a m e n t e cubierta d e flores p e r f u m a d a s c o m o los
c r i s a n t e m o s los n a r d o s y otras flores s e m e j a n t e s
J O R G E EDUARDO EIELSON
una e s p e c i e d e s a r c ó f a g o en s u m a
y q u é harían u s t e d e s
q u é harían
si tuvieran u n a pierna
en lugar d e una nariz
y c a m i n a r a n con ella
día y n o c h e al pie del tíber
pidiendo limosna a las n u b e s
desenterrando objetos llameantes
b u s c a n d o a dios entre las p a t a s
de una mesa
q u é harían
a ver
q u é harían e n t o n c e s
s e r e s con rabo
q u e la s o m b r a ha pisoteado
respondan temerosos
oh p i a d o s o s
m a q u i n a r i a s d e rodillas
a n t e el gran dios fiat
si todo d e s a p a r e c i e r a b r u s c a m e n t e
por el ojo d e la c e r r a d u r a
del hotel ripetta
o ardieran v u e s t r a s p r o p i e d a d e s
en un futuro silencio
d e uranio
o llovieran c a r n e y h u e s o s
en el vaticano
e s c u p i e r a n p á j a r o s los niños
cruzaran balas
deslumbrantes
flechas
d e inusitado poder
afrodisíaco y purgante
y algo m á s
todavía
yo e s t ú p i d o animal
avanzo siempre siempre
sin e m b a r g o
avanzo siempre siempre
h a s t a los últimos rincones
d o n d e s e orina el sol
s e orina la luna llena
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INTI No 26-27
112
s e orinan los b o r r a c h o s
vocifera la mierda
aúlla la s o l e d a d
criaturas que arrastráis
un solo
largo
llanto
no tengo n a d a
nada que ofreceros
e s t a e s la realidad
mi vida e s humo
humo mi c a s a
y mis a m i g o s
no reconozco las d o s huellas d e mis pies
ni mis rodillas
en la a r e n a
p e r o miro finalmente
el cielo arriba
el cielo a b a j o
arriba
abajo
arriba f i n a l m e n t e
fijamente
sin temor
ya no por el h u e c o
d e la c e r r a d u r a
por d o n d e miraba e n t o n c e s
¿recuerdas pobre jorge?
a la puta del hotel
ripetta
creyendo que era celeste
ella también
magnitud ígnea
meteoro c u y a c a í d a
e s el p e r f u m e
cuya memoria
e s la memoria
d e una joven en el trigo
y no era sino un hocico
pintado
d o s b o l s a s d e trapo
tres b o l s a s d e trapo
s e i s b o l s a s d e trapo
J O R G E EDUARDO EIELSON
y un e s t ó m a g o sonoro
sonrío a h o r a ya
finalmente
he aquí mi oficio
pero c u á n t o m e ha c o s t a d o
he convertido en a g u a
mi paciencia
en pan
mi soledad
doy d e c o m e r
a los m u r o s
de beber
a las sillas
m e q u e m a todo
y todo me congela
no s é leer
ni escribir
ni c o n t a r
y lo q u e e s claro para t o d o s
p a r a mí e s tinieblas
no sirvo p a r a n a d a
ni p a r a c o n v e r s a r
conmigo mismo
ni p a r a d e v o r a r
la televisión
o el cine
no sirvo p a r a n a d a
no soy n a d a
e s t o lo s é
p e r o c u a n d o m e despierto
c o s a q u e hago siempre
a n t e s q u e los d e m á s
las e s t a c i o n e s brillan
y c u a n d o estoy dormido
e s el invierno
generalmente además
soy m á s alto d e día
q u e de noche
a u n q u e alto no s e a
(yo no s é por q u é
mi m a d r e h a b l a b a s i e m p r e
d e mi p a d r e
c o m o d e un caballo
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INTI No 2 6 - 2 7
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g r a n d e y silencioso
c o m o un perro
o d e un perro g r a n d e
y silencioso
c o m o un caballo
la v e r d a d e s q u e mi p a d r e
e r a tan alto
y encendido
q u e m e e r a difícil mirarlo
y c u a n d o lo miraba
m e c a í a el sol en la garganta)
pero d e n a d a sirve
d e n a d a sirve escribir
s i e m p r e s o b r e sí mismo
o de lo q u e no s e tiene
o s e recuerda solamente
o s e d e s e a solamente
yo no tengo n a d a
n a d a repito
nada que ofreceros
n a d a bueno sin d u d a
ni n a d a malo tampoco
n a d a en la mirada
n a d a en la garganta
n a d a entre los b r a z o s
n a d a en los bolsillos
ni en el p e n s a m i e n t o
sino mi corazón s o n a n d o alto alto,
entre las n u b e s
c o m o un c a ñ o n a z o
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