SENTENCIA DEFINITIVA No. 365/2015. Saltillo, Coahuila, a cuatro de diciembre del año dos mil quince. V I S T O S para pronunciar Sentencia Definitiva en Primera Instancia dentro de los autos del expediente número 485/2015, relativo al Juicio Ejecutivo Mercantil, promovido por ********en su carácter de Endosatario en Procuración de ******** en contra de ********; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO.- Mediante escrito de fecha ********del año en curso, el ********, compareció ante este juzgado con el carácter que ha quedado asentado en el proemio de esta resolución a ejercitar la acción cambiaria directa en contra de ********, fundándose en lo siguiente: Que con fecha ********el ahora demandado en su carácter de deudor principal suscribió a favor de su endosataria en procuración un título de crédito de los denominados por la ley pagaré, con fecha de vencimiento ********que el hoy demandado se comprometió a hacer el pago en la fecha de vencimiento en esta ciudad de Saltillo, Coahuila; que pese a las múltiples gestiones que en forma extrajudicial se realizaron a los ahora demandados para obtener el pago de lo documentos base de la acción esto no se ha cumplido por lo que en obvio de dificultades se procede en la vía judicial; y que con fecha doce de marzo del año en curso, SEGUNDO.- Admitida la demanda, se corrió traslado de ella a la parte demandada, produciendo en tiempo su contestación, quien manifestó que son improcedentes todas y cada una de las prestaciones reclamadas en el escrito de demanda; y en cuanto a los hechos, que son falsos toda vez que nunca ha firmado título de crédito alguno a ******** en los términos a que se refiere el actor en su escrito inicial de demanda, ni tampoco en los que figura en los propios instrumentos, razones por las cuales existe falsedad respecto de los documentos base de la acción y como consecuencia de ello, el mismo resulta inexistente en relación a los efectos que se pretenden aplicar; que dentro de los requisitos esenciales para que un documento sea considerado título de crédito se encuentra el de la firma del suscriptor o deudor, conforme al artículo 170 fracción VI, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, pues representa la manifestación de voluntad de una persona, y por lo tanto la intención de obligarse se realiza a través de la firma, la cual debe ser autógrafa, es decir, estampada de su puño y letra, por lo que la falta de dicho requisito el propio ordenamiento legal determina la inexistencia del título de crédito; que igualmente es falso que se haya pactado el pago de intereses moratorios a razón del diez por ciento mensual tomando en consideración la inexistencia de la obligación principal y por ende de la accesoria; en lo que respecta a los requerimientos extrajudiciales de pago que argumenta haber realizado el actor, los mismos son falsos, pues nunca ha sido requerida para cubrir el importe de las cantidades reclamadas por la contraria, ignorándose por no ser un hecho propio el que se haya endosado en procuración el titulo de crédito tener capacidad legitimada porque de la redacción de la demanda no se desprende en qué fecha, tiempo, modo y lugar, ocurrió el falso endoso en procuración que se afirma existió por parte de la supuesta beneficiaria; que insiste que el documento con el que pretende hacer valer su acción la parte actora, es un documento alterado, además de que el acto mencionado constituye un tipo penal. Opuso como excepciones y defensas: LA FUNDADA EN NO SER EL DEMANDADO QUIEN FIRMO EL TITULO DE CREDITO BASE DE LAS PRETENSIONES; y LA PERSONAL DE DOLO, al exigirse el cumplimiento de una obligación en un documento de crédito falso. Seguido el juicio por sus demás tramites, se citó a las partes para sentencia de remate, la que hoy se pronuncia; y, C O N S I D E R A N D O: PRIMERO.- Que al tenor de lo establecido por el artículo 1391 del Código de Comercio, el procedimiento ejecutivo mercantil tiene lugar cuando la demanda se funda en un documento que traiga aparejada ejecución; como acontece en la especie con el pagaré que se acompañó a la demanda, según se desprende de la lectura de la fracción IV, del precepto invocado en relación con los artículos 167 y 174 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, por lo que debe estimarse procedente la vía ejecutiva mercantil intentada. menciones a que se refieren los artículos 14, 170 y 171 de la Ley en cita, toda vez que se trata del título a que se refiere la fracción IV del artículo 1391 del Código de Comercio, además de que la obligación contenida en dicho documento es líquida y exigible, en razón de que está comprendida en su texto la cantidad de dinero que se reclamó y por haber vencido el plazo pactado para su pago. TERCERO.- El artículo 1194 del Código en comento establece que quien afirma está obligado a probar y siendo aplicable este principio a las acciones contenidas en el título de crédito como el que sirve de base en el presente litigio, la parte actora, ******** se ha constreñido en el deber de demostrar los elementos esenciales de ella. Ahora bien, en primer término cabe señalar que es suficiente que el titular del (los) documento(s) base de la acción ejecutiva, lo(s) haya exhibido para tener por demostrada tanto la existencia del crédito y su propiedad, así como la facultad para hacerlo(s) efectivo(s) judicialmente, de conformidad al endoso en procuración que aparece consignado en el(los) documento(s) base de la acción, en los términos de los artículos 5°, 14, 17, 34 y 38 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. Así pues, cabe considerar que quedaron comprobados los requisitos formales que exige la Ley de la Materia para la procedencia de la acción ejecutiva mercantil ejercitada; sin embargo, en virtud de que la parte demandada fue emplazada legalmente, compareció al juicio a producir su contestación y opuso excepciones y defensas, se procede a Antes de proceder al examen de las excepciones y defensas opuestas por la parte demandada, quien esto juzga, considera oportuno dejar establecido que los títulos que conforme a la ley tienen el carácter de ejecutivos, configuran una prueba preconstituida del derecho literal y autónomo incorporado a dichos documentos, por lo que, cuando el ejecutado pretenda que el juzgador no le otorgue ese valor probatorio, en él recae la carga de la prueba, a fin de que justifique sus excepciones y defensas, lo anterior encuentra sustento en la siguiente jurisprudencia: Registro No. 192075; Localización: Novena Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XI, Abril de 2000; Página: 902; Tesis: VI.2o.C. J/182 Jurisprudencia; Materia(s): Civil. "TÍTULOS EJECUTIVOS, EXCEPCIONES CONTRA LA ACCIÓN DERIVADA DE LOS. CARGA DE LA PRUEBA". De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391, primer párrafo y fracción IV, del Código de Comercio, los títulos de crédito como el pagaré tienen el carácter de ejecutivos, es decir, traen aparejada ejecución, luego, constituyen una prueba preconstituida de la acción ejercitada en el juicio, lo que jurídicamente significa que el documento ejecutivo exhibido por la actora, es un elemento demostrativo que en sí mismo hace prueba plena, y por ello si el demandado opone una excepción tendiente a destruir la eficacia del título, es a él y no a la actora a quien corresponde la carga de la prueba del hecho en que fundamente su excepción, precisamente en aplicación del principio contenido en el artículo 1194 de la legislación mercantil invocada, consistente en que, de igual manera que corresponde al actor la demostración de los hechos constitutivos de su acción, toca a su contraria la justificación de los constitutivos de sus excepciones o defensas; y con apoyo en el artículo 1196 de esa codificación, es el demandado que emitió la negativa, el obligado a probar, ya que este último precepto establece que también está obligado a probar el que niega, cuando al hacerlo desconoce la presunción legal que tiene a su favor su colitigante; en ese orden de ideas, la dilación probatoria que se concede en los juicios ejecutivos mercantiles es para que la parte demandada acredite sus excepciones o defensas, además, para que el actor destruya las excepciones o defensas opuestas, o la acción no quede destruida con TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO. Así las cosas, la parte demandada opuso como excepciones y defensas: LA FUNDADA EN NO SER EL DEMANDADO QUIEN FIRMO EL TITULO DE CREDITO BASE DE LAS PRETENSIONES; y LA PERSONAL DE DOLO, al exigirse el cumplimiento de una obligación en un documento de crédito falso. Para acreditar las excepciones en comento, la parte demandada ofreció como pruebas de su intención: LA CONFESIONAL JUDICIAL PROVOCADA a cargo del ********la cual fue desahogada en audiencia celebrada con fecha ********del año en curso, y en la que, por lo que hace al ********la misma no fue favorable a las pretensiones de la parte demandada, ya que no le fue formulada posición alguna al absolvente; y en cuanto a ********dicha probanza tampoco fue favorable a las pretensiones de la demandada, pues en la misma, dicha persona al absolver las posiciones que le fueron articuladas únicamente aceptó que el documento base de la acción fue llenado en su totalidad por ella, que lo hizo enfrente de él estando él de acuerdo y en ese momento lo firmó; que sí conoce al demandado, aclarando que tuvieron una relación de cuatro años en la cual hubo un bebé y se perdió por causa del señor; que la firma de aceptación no es autógrafa de ********, aclarando que tiene la copia del IFE anterior y el actual en las que aparecen estampadas las firmas; y que la firma de aceptación fue estampada de su puño y letra; contradiciéndose al contestar la posición número nueve, al afirmar que no es cierto que el documento carece de firma autógrafa de aceptación puesta por el demandado Igualmente le fue admitida LA DECLARACION DE PARTE, a cargo de los actores ********, la cual fue desahogada en audiencia de fecha veinticinco de junio del año en curso; probanza que tampoco fue favorable a las pretensiones de la demandada, pues por lo que hace al ******** a la única pregunta que se le formuló contestó no saber quién llenó el documento base de la acción; y en cuanto a ********ésta manifestó que le había prestado a la parte demandada la cantidad de ******** porque éste le dijo que le habían robado un coche y que tenía que pagar el deducible de un ******** por ciento de la factura y que nadie le había querido prestar; que lo anterior aconteció el ******** en la casa de dicho demandado; que al momento del préstamo solamente estaban ellos dos, y que el dinero se lo entregó en el banco ******** que está en Periférico, antes de llegar a ********; que no recuerda de qué denominación eran los billetes pero al parecer eran de quinientos, doscientos y cien. Finalmente le fue admitida LA PERICIAL GRAFOSCOPICA, consistente en el dictamen rendido por el perito designado de su intención el Licenciado ********, que obra a fojas de la ******** a la ******** de los autos, teniéndose a dicho profesionista por rindiendo su dictamen en tiempo mediante auto de fecha ********del año en curso, y en el cual, el mencionado profesionista tomó como problema sujeto a estudio por resolver, el determinar técnicamente por medio de la grafoscopía, si la firma que aparece estampada en el renglón del aceptante o deudor principal del pagaré base de la acción, fue puesta o no del puño y letra de ********teniendo como firma cuestionada la que aparece estampada en dicho del año en curso, así como también teniendo como objeto los cuestionarios formulados por ambas partes; aplicando como metodología la de comparación formal; y una vez analizado el material indubitable y cuestionado, se llegó a la conclusión de que la firma que ostenta el documento base de la acción en el rubro de deudor principal NO FUE PUESTA NI ESTAMPADA DEL PUÑO Y LETRA DEL C. FRANCISCO FELIPE VILLANUEVA DIMAS. Mientras que el ********, perito designado por la parte actora mediante auto de fecha ********del año en curso, se le tuvo por emitiendo en tiempo su dictamen, el cual obra a fojas de la ********de los autos, en el mismo dicho perito tomó como puntos a resolver, si la firma que aparece estampada en el pagaré base de la acción, fue puesta y estampada por el puño y letra del demandado; teniendo como firma cuestionada la que aparece estampada en dicho pagaré, y como firmas indubitables, las diez firmas que aparecen estampadas el día de la audiencia celebrada con fecha ******** llegándose a la conclusión después de haber aplicado a las firmas cuestionada e indubitables el método de comparación formal, según su leal y saber entender de buena fe y con conocimiento, que SI FUE PUESTA Y ESTAMPADA POR EL PUÑO Y LETRA DE ********. Toda vez que los anteriores dictámenes resultaron contradictorios, mediante auto de fecha veinticuatro de septiembre del año en curso, este Juzgador designó como perito tercero en discordia a la Licenciada ******** a quien se le tuvo por rindiendo su dictamen en tiempo mediante auto de fecha veintiuno de octubre del año prueba pericial grafoscópica, el cuestionario planteado por la parte oferente de la prueba, así como el determinar la autenticidad o falsedad de la firma que se le atribuye al señor ********y que aparece en el documento pagaré como cuestionado; teniendo como estudio del problema la firma cuestionada que se atribuye a la parte demandada y que aparece en el renglón del aceptante o deudor principal del pagaré basal, y como firmas indubitables las diez que fueron estampadas por dicho demandado en forma original, autógrafa, libre y espontánea ante esta autoridad en diligencia de fecha veinticinco de junio del año dos mil quince; llegando a la conclusión de que según su leal saber y entender, con conocimiento y de buena fe, dictaminó y concluyó que la firma señalada como cuestionada, NO FUE PUESTA Y ESTAMPADA POR LA MISMA MANO, PUÑO Y LETRA DE ******** Razonamientos por los que, quien esto resuelve siguiendo las reglas de la sana crítica, las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia, otorga valor probatorio pleno a los dictámenes rendidos por los LICENCIADOS ********en virtud de que los mismos son coincidentes en que la firma que calza el documento base de la acción, no fue puesta del puño y letra de ******** Además de que, se advierte de los mencionados dictámenes, que dichos profesionistas llevaron a cabo un examen minucioso del documento base de la acción, que se encuentran debidamente sustentados, y resuelven de fondo la cuestión planteada, probanza a la que se le concede pleno valor probatorio, al tenor de lo dispuesto por los artículos [J]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XX, Julio de 2004; Pág. 1490; Registro: 181 056 Numero de Tesis: I.3o.C. J/33 PRUEBA PERICIAL, VALORACIÓN DE LA. SISTEMAS. En la valoración de las pruebas existen los sistemas tasados o legales y pruebas libres, o de libre convicción. Las pruebas legales son aquellas a las que la ley señala por anticipado la eficacia probatoria que el juzgador debe atribuirles. Así, el Código de Comercio en sus artículos 1287, 1291 a 1294, 1296, 1298 a 1300, 1304 y 1305, dispone que la confesión judicial y extrajudicial, los instrumentos públicos, el reconocimiento o inspección judicial y el testimonio singular, hacen prueba plena satisfechos diversos requisitos; que las actuaciones judiciales, los avalúos y las presunciones legales hacen prueba plena, y que el documento que un litigante presenta, prueba plenamente en su contra. Por otra parte, las pruebas de libre convicción son las que se fundan en la sana crítica, y que constituyen las reglas del correcto entendimiento humano. En éstas interfieren las reglas de la lógica con las reglas de la experiencia del Juez, que contribuyen a que pueda analizar la prueba con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental de las cosas. Esos principios se encuentran previstos en el artículo 402 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, al establecer que los medios de prueba aportados y admitidos serán valorados en su conjunto por el juzgador, atendiendo a las reglas de la lógica y de la experiencia, exponiendo cuidadosamente los fundamentos de la valoración jurídica y de su decisión. De modo que salvo en aquellos casos en que la ley otorga el valor probatorio a una prueba, el Juez debe decidir con arreglo a la sana crítica, esto es, sin razonar a voluntad, discrecionalmente o arbitrariamente. Las reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación lógica. Las máximas de experiencia contribuyen tanto como los principios lógicos a la valoración de la prueba. En efecto, el Juez es quien toma conocimiento del mundo que le rodea y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales. La sana crítica es, además de la aplicación de la lógica, la correcta apreciación de ciertas proposiciones de experiencia de que todo hombre se sirve en la vida. Luego, es necesario considerar en la valoración de la prueba el carácter forzosamente variable de la experiencia humana, tanto como la necesidad de mantener con el rigor posible los principios de la lógica en que el derecho se apoya. Por otra parte, el peritaje es una actividad humana de carácter procesal, desarrollada en virtud de encargo judicial por personas distintas de las partes del proceso, especialmente Juez argumentos y razones para la formación de su convencimiento respecto de ciertos hechos, también especiales, cuya percepción o cuyo entendimiento escapa a las aptitudes del común de la gente y requieren esa capacidad particular para su adecuada percepción y la correcta verificación de sus relaciones con otros hechos, de sus causas y de sus efectos o, simplemente, para su apreciación e interpretación. Luego, la peritación cumple con una doble función, que es, por una parte, verificar hechos que requieren conocimientos técnicos, artísticos o científicos que escapan a la cultura común del Juez y de la gente, sus causas y sus efectos y, por otra, suministrar reglas técnicas o científicas de la experiencia especializada de los peritos, para formar la convicción del Juez sobre tales hechos y para ilustrarlo con el fin de que los entienda mejor y pueda apreciarlos correctamente. Por otra parte, en materia civil o mercantil el valor probatorio del peritaje radica en una presunción concreta, para el caso particular de que el perito es sincero, veraz y posiblemente acertado, cuando es una persona honesta, imparcial, capaz, experta en la materia de que forma parte el hecho sobre el cual dictamina que, además, ha estudiado cuidadosamente el problema sometido a su consideración, ha realizado sus percepciones de los hechos o del material probatorio del proceso con eficacia y ha emitido su concepto sobre tales percepciones y las deducciones que de ellas se concluyen, gracias a las reglas técnicas, científicas o artísticas de la experiencia que conoce y aplica para esos fines, en forma explicada, motivada, fundada y conveniente. Esto es, el valor probatorio de un peritaje depende de si está debidamente fundado. La claridad en las conclusiones es indispensable para que aparezcan exactas y el Juez pueda adoptarlas; su firmeza o la ausencia de vacilaciones es necesaria para que sean convincentes; la lógica relación entre ellas y los fundamentos que las respaldan debe existir siempre, para que merezcan absoluta credibilidad. Si unos buenos fundamentos van acompañados de unas malas conclusiones o si no existe armonía entre aquéllos y éstas o si el perito no parece seguro de sus conceptos, el dictamen no puede tener eficacia probatoria. Al Juez le corresponde apreciar estos aspectos intrínsecos de la prueba. No obstante ser una crítica menos difícil que la de sus fundamentos, puede ocurrir también que el Juez no se encuentre en condiciones de apreciar sus defectos, en cuyo caso tendrá que aceptarla, pero si considera que las conclusiones de los peritos contrarían normas generales de la experiencia o hechos notorios o una presunción de derecho o una cosa juzgada o reglas elementales de lógica, fundamentos del dictamen o que están desvirtuadas por otras pruebas de mayor credibilidad, puede rechazarlo, aunque emane de dos peritos en perfecto acuerdo. Por otra parte, no basta que las conclusiones de los peritos sean claras y firmes, como consecuencia lógica de sus fundamentos o motivaciones, porque el perito puede exponer con claridad, firmeza y lógica tesis equivocadas. Si a pesar de esta apariencia el Juez considera que los hechos afirmados en las conclusiones son improbables, de acuerdo con las reglas generales de la experiencia y con la crítica lógica del dictamen, éste no será conveniente, ni podrá otorgarle la certeza indispensable para que lo adopte como fundamento exclusivo de su decisión, pero si existen en el proceso otros medios de prueba que lo corroboren, en conjunto podrán darle esa certeza. Cuando el Juez considere que esos hechos son absurdos o imposibles, debe negarse a aceptar las conclusiones del dictamen. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. En base a lo anterior, se llega a la conclusión de que dicha prueba fue favorable a las pretensiones de la demandada, pues de los peritajes valorados, se advierte que ambos peritos llegaron a la conclusión de que la firma que calza el documento base de la acción, no fue puesta de la mano, puño y letra del señor ******** Sirve de apoyo a los anteriores razonamientos la tesis que a continuación se describe: No. Registro: 193,509; Tesis aislada; Materia(s): Común; Novena Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta X, Agosto de 1999; Tesis: I.8o.C.28 K; Página: 780. "PERITOS. EL JUEZ GOZA DE LA MÁS AMPLIA LIBERTAD PARA CALIFICAR EL VALOR PROBATORIO DE LOS DICTÁMENES EMITIDOS POR AQUÉLLOS". El titular del órgano jurisdiccional es quien tiene a su cargo la valoración de todas y cada una de las pruebas que obran en autos y por ende goza de la más amplia libertad para calificar la fuerza probatoria de los dictámenes periciales y puede concederles el valor de prueba plena o negarles eficacia probatoria, por considerar que están en desacuerdo con una interpretación lógica o porque existan en autos otros elementos de convicción que unidos entre sí conduzcan al juzgador a desestimar las opiniones emitidas en los dictámenes periciales. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO En consecuencia, habrá de declararse que la parte actora no acreditó los elementos constitutivos de la acción cambiaria ejercitada en contra de ********, mientras que dicho demandado justificó las excepciones y defensas opuestas; en consecuencia, habrá de absolverse a la parte demandada de las prestaciones reclamadas en el escrito de demanda. CUARTO.- Que conforme a la fracción III, del artículo 1084 del Código de Comercio, siempre será condenado en costas el perdidoso en un juicio ejecutivo mercantil, por lo que resulta procedente condenar a la parte actora, al pago de los gastos y costas causados en esta instancia. Por lo expuesto y fundado, es de resolverse y se resuelve: PRIMERO.- Procedió la vía ejecutiva mercantil intentada y tramitada. SEGUNDO.- La parte actora no acreditó los elementos constitutivos de la acción cambiaria ejercitada en contra del demandado ********mientras que dicho demandado justificó las excepciones y defensas opuestas; en consecuencia, se absuelve al demandado ********, de las prestaciones reclamadas en el escrito de demanda. CUARTO.- Se condena a la parte actora al pago de los gastos y costas causados en esta instancia. PADILLA VALDEZ, Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Mercantil del Distrito Judicial de Saltillo, ante la Licenciada ANA LUISA CAMPOS AMAYA, Secretaria de Acuerdo Tramite que autoriza.- DOY FE.- - - - - - - - - - - - - - - En la misma fecha se fijó el acuerdo de ley.- Conste.- - - - - - Exp. No. 485/2015. LA LICENCIADA ANA LUISA CAMPOS AMAYA, SECRETARIA DE ACUERDO Y TRAMITE DEL JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL, HAGO CONSTAR Y CERTIFICO: QUE EN TERMINOS DE LO PREVISTO EN LOS ARTICULOS 27, FRACCION IX, 58, 68 Y 75, FRACCION III, DE LA LEY DE ACCESO A LA INFORMACION Y PROTECCION DE DATOS PERSONALES DEL ESTADO DE COAHUILA DE ZARAGOZA, EN ESTA VERSION PUBLICA SE SUPRIME LA INFORMACION CONSIDERADA COMO RESERVADA O CONFIDENCIAL QUE ENCUADRA EN EL ORDENAMIENTO MENCIONADO Y EN LAS DISPOSICIONES APLICABLES. ASIMISMO ESTE DOCUMENTO FUE COTEJADO PREVIAMENTE CON SU ORIGINAL POR EL SERVIDOR PUBLICO QUE ELABORA LA PRESENTE VERSION PUBLICA. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - LIC. ANA LUISA CAMPOS AMAYA. SECRETARIA DE ACUERDO Y TRAMITE DEL JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL.