IRITZIA 5 Deia Ostirala, 2013ko otsailaren 8 8a Colaboración que si a China le va mal a occidente le irá mejor. Cuando se dice que China se ha estancado o decrece, además de faltar a la verdad, se hace desde un prisma realmente manipulado. La única forma de buscar un dato negativo es compararla con la propia China de años anteriores, pues no hay ni un solo país del primer mundo que pueda siquiera acercarse a los datos de crecimiento chinos. La explicación es tan fácil como evidente. China ha dejado de ser un país tercermundista. Los mercados inmaduros son inestables y cuando son atractivos generan crecimientos elevados. Los mercados maduros son estables, las subidas y bajadas se amortiguan. Obviamente, llegará un día en el que China crecerá solo un 3%. Eso con lo que sueñan la mayoría de países europeos y muy pocos logran. De momento, mientras crezca a ritmos del 7-8% las noticias que nos cuentan que China se hunde... Sabiendo que China sigue creciendo, tenemos dos opciones: ignorarlo, seguir pensando que Europa es el centro del mundo y que nada ha cambiado o subirnos al tren. Un tren cada vez más unidireccional, pues cada vez llega más vacío a Occidente y vuelve más lleno a China. Subirse a él significa volver a los inicios, volver a trabajar. Subirnos, ya no como turistas ricos que van a visitar el tercer mundo, sino como emprendedores cargados de maletas llenas de productos, servicios e ideas que pueden funcionar en el mayor mercado del mundo. Pensar que hay un lugar para nuestro producto allí, soñarlo, creerlo y hacer que pase. Podemos, claro está, ignorar que el mundo ha cambiado y que seguimos marcando las pautas. Para todos los demás, los que miran al futuro: feliz año 4711. * Socio-fundador de SedeenChina Con el euro enfermo crónico y el dólar bailando con el precipicio fiscal, el yuan se debate entre dejarse arrastrar por las anteriores o un cambio drástico Llegará un día en el que China crecerá ‘solo’ un 3%, pero mientras crezca a ritmos del 7-8% las noticias que nos cuentan que China se hunde... POR J OX A N R E KO N D O ( * ) El ‘caso Bárcenas’ E L afloramiento del caso Bárcenas desvela un tejido de corruptores, corruptos y encubridores que, a no tardar, comenzará a ser identificado con nombres y apellidos concretos. Se trata de basura imposible de reciclar. Importan muy poco la intencionalidad de las revelaciones. Qué más nos da que descubran la intensidad de la guerra abierta entre los clanes internos del PP y que busquen provocar el naufragio definitivo del gobierno de Rajoy. Aunque haga derrumbarse la ya escasísima confianza en la política, el descubrimiento de tanta podredumbre es una inmensa contribución a su regeneración. En medio de las penurias de la crisis, la sensibilidad social ante la corrupción ha crecido. La crisis, por lo tanto, actúa como factor multiplicador de una purga necesaria para un recomienzo higiénico de la política. Digo que el purgante es necesario, pero no suficiente. La historia reciente nos ofrece ejemplos claros de cómo a la purga puede seguirle una degeneración. Italia es el ejemplo más a mano. La presión judicial y el escándalo social acabaron, hace una veintena de años, con el sistema de partidos de la posguerra. El sistema que sustituyó a la Tangentopolis, además de persistir en los vicios del anterior, en el fraude y la corrupción, aportó males singulares como el poder mediático y el populismo. A la catarsis puede seguir, sin duda, la degeneración de la política. Que provendría de manos del “hombre político cumplido”, según el cínico Cioran. Nunca faltan defensores de la depravación de la moral y la política. Enseñaba el rumano-francés que mientras los fanáticos torturan y los idealistas arruinan, son los “hombres cumplidos”, educados en los sofistas, el canto y la corrupción, los responsables de los pocos momentos de prosperidad que disfrutamos. He ahí la Italia del “hombre cumplido”, del cavaliere Berlusconi. No toda la política es igual. En el Estado, hay una geografía de la corruptela que identifica el diferente estilo de gobierno en los diferentes territorios. Pero muestra también el distinto nivel, según la comunidad y la fuerza políticas, de tolerancia social ante el relajamiento de la ética. El tratamiento de la pudrición no debe mezclar sin embargo política limpia con política sucia. La regeneración solo será posi- ble a partir del semillero y del suelo no contaminados. Que no haya, sin embargo, motivo para el optimismo no es cosa mala. Que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, lo dijo Lord Acton. Es un dato, no un descubrimiento. La experiencia muestra que la inclinación del poder a enviciarse solo puede ser contenida a través de instrumentos institucionales de control y reparto de poder que lo contrapesen. Es importante remarcar este hecho en este momento de crisis, en el que la demagogia del ahorro de costes lleva a que la centralización, la simplificación o la pura eliminación de poderes institucionales que ejercen de contrapeso sean aceptadas de muy buen grado por la sociedad. La confianza social legitima las instituciones. Pero como la confianza no es fe ciega, crece o se debilita a la vista de cómo se ejercita el poder institucional. Por eso, es importante subrayar la idea de que la confianza está supeditada a que el poder se ejerza a la vista de la ciudadanía. La corrupción está ligada a la falta de accesibilidad a la información, al secreto y a la falta de transparencia. La regeneración requiere catarsis. Pero necesita que la política sea transparente y accesible a la sociedad para que esta ejerza adecuadamente su función de vigilancia Ahora se habla de buen gobierno para advertir que el gobierno no solo debe administrar eficientemente los asuntos públicos. El buen gobierno debe además articular mecanismos de transparencia y rendición de cuentas al alcance de los ciudadanos, de tal manera que facilite el desarrollo de una cultura social activa, observadora y fiscalizadora de la actividad pública. En tercer lugar, el derrumbamiento del sistema de partidos es un escenario indeseable que no garantiza una regeneración política. Este proceso, sin embargo, depende de la propia actitud de los partidos. Son ellos los que encauzan la participación política, designan y marcan de cerca a los responsables de las instituciones. Una cultura regeneradora de la política necesita, partidos interconectados con la sociedad, en los que prevalezca el pulso social sobre el cierre de filas en torno a los aparatos. * Analista Zirrikituetatik begira y la economía empezará a estabilizarse para el último trimestre de 2013. Pero si eso ya lo suponíamos todos, las crisis siempre remiten al de unos años, pero, en otros casos, los ciudadanos no perdían sus condiciones del estado de bienestar, mientras que ahora, trabajadores, pensionistas, desahuciados, desempleados de larga duración, jóvenes y enfermos… quedan a los pies de los caballos. En tiempos de bonanza no se reparte nada y en tiempos de crisis, nos quitan lo poco que tenemos. Los que no sufrís tanto sois los políticos. Ahí no llega la crisis tan fácil, ahí no se presentan ERE para eliminar el exceso y los excesos de tanta duplicidad de vividores, eliminar el inútil Senado y reducir drásticamente los cargos políticos de directores, asesores, exalcaldes, amiguetes y blablablá. No hay dinero, no hay medios y resulta que algunos dan una patada a una piedra y sale dinero a espuer- tas; caso Malaya, caso Fabra, Palma Arena, Gürtel, ERE Andalucía, Instituto Nóos, mafias chinas y rusas… entre estos desfalcos-atracos y el menor gasto con lo anterior, se podrían ahorrar los recortes. Pero, como decía aquel, con los políticos hemos topado. J. F. Rodríguez Lin Aranda de Duero Los textos dirigidos a esta sección no pueden exceder las 15 líneas y deben ir firmados. Debe adjuntarse fotocopia del DNI del remitente y número de teléfono. DEIA se reserva el derecho de publicarlos, así como el de resumirlos y extractarlos. No se devolverán originales ni se mantendrá correspondencia. >> DIRECCIÓN: Cartas al Director. Capuchinos de Basurto 6, 5º C. Bilbao. >> CORREO ELECTRÓNICO: cartas@deia.com F URGONETA zuria eskolaren atean gelditu da, keinukariak piztuta, eta zaku bete ogi atera du handik atera den gizonak. Goizeko zortziak dira. Egunero uzten du ogia ordu horretan eskolako jantokian. Neska bat bizikletaz pasatu da lanerako bidean; andre bat korrika, iloba besoetan, haurtzaindegirako bidean. Semaforoan geldituta dagoen autobus urbanoko gidaria azken berriak entzuten ari da irratian, eskola aurrean geldirik dagoen furgoneta zuriari begiratu bitartean. Egunerokotasunak dena jaten du, dena estaltzen du, opariak biltzeko paperaren antzera. Izan ere, egun horretan norbaitek bere aita galduko du ospitaleko gela zuri batean, edo zoratzeko moduan maiteminduko da, edo gaixotasun larri bat duela ezagutuko du, edo langabezian luze egon eta gero, lana aurkitu. Baina bakoitzarentzat izu- KARMELE JAIO Egunerokoa garrizko garrantzia duten horiek gertatu bitartean, mundua ez da, batek pentsa dezakeen bezala, gelditzen. Errutinaz margotuta daude gure bideetako ertzak, eta egunerokotasunak beti egiten du aurrera, maldan behera doan harriaren antzera. Errutina ukendua da, eta, eraman egiten zaitu, zaldi baten gainean bezala. Anestesikoa da, leun sartzen dizu xiringa azalean, eta arima lasaitzen dizu. Autobus gidariak irratian entzun du Sirian hogei pertsona hil direla eztanda baten ondorioz; sei turista bortxatu dituztela Mexikon; emakume bat hil duela bere senarrak; hipotekari aurre egin ez ahal izateagatik bi familia etxetik bota dituztela, politikari batek Suitzan milioiak gordetzen dituen bitartean. Autobusa gelditu eta garrasika hasteko edo bazter guztiak erretzen hasteko modukoa da irratiak kontatzen dion guztia. Baina gidaria, semaforo gorriaren aurrean geldituta, bere aurrean duen furgoneta zuriaren keinukariei begira dago, eta goizero bezala handik bizikletaz pasatzen den neska ikusi du, eta ilobarekin korrika doan amama... Hipnotizatzaileak alde batetik bestera mugitzen duen medailoia da egunerokotasuna. Salbatu eta itsutu egiten gaitu aldi berean.