Ejercicio físico como estrategia de rehabilitación para fumadores Carlos Eduardo Polo Portes y María Jesús del Castillo Campos. Doctores en Medicina y Especialistas en Medicina de la Educación Física y el Deporte. Centro de Medicina Deportiva de la Comunidad de Madrid. El ejercicio físico es una de las estrategias no farmacológicas de bajo coste que se utilizan en el tratamiento de rehabilitación para combatir los efectos perjudiciales del tabaquismo sobre la salud. El hábito de fumar dificulta en cierta manera la tarea física, ya que se produce un aumento de la resistencia al paso del aire, que provocará en el individuo un incremento del trabajo respiratorio. Los estudios han demostrado que el ejercicio físico ayuda a reducir la intensidad de algunos de los síntomas más importantes a que se enfrenta el fumador cuando intenta abandonar el hábito. El abandono del hábito de fumar aumenta el rendimiento de la actividad física. Los individuos que realizan entrenamiento físico dejan el hábito de fumar con mayor facilidad y hay una relación inversa entre ejercicio físico y tabaquismo. También es innegable el beneficio que produce el ejercicio físico en la recuperación de la capacidad aeróbica y la mejora cardiovascular, mermadas en los fumadores. Hay multitud de estudios que demuestran que una persona deja de fumar más fácilmente si realiza ejercicio que si permanece con un estilo de vida sedentario y que la adicción al tabaco puede ser la causa del fin prematuro de las carreras deportivas. Cuando un fumador acompaña su voluntad de dejar de fumar con la práctica del deporte estará asociando los beneficios del deporte con los beneficios de dejar de fumar. Evidentemente, al principio es muy complicado dejarlo, pero si se substituye el tabaco por el ejercicio contrarrestaremos los efectos del síndrome de abstinencia con las mejoras que nos produce el deporte y que resumimos en cinco aspectos: 1. Mejora en la resistencia física, ya que aumenta nuestra capacidad para realizar esfuerzos diarios. 2. El ejercicio físico moderado reduce el estrés lo que contrarrestaría el estrés asociado a dejar de fumar. 3. Se produce un sentimiento de bienestar que permite continuar con la desintoxicación, ya que se tiene la sensación de estar mejorando la salud desde varios aspectos de la vida. 4. El ejercicio físico aeróbico ayuda a perder peso, lo que contrarresta el aumento de peso que se produce al comer más por la ansiedad de dejar el tabaco. 5. Aumenta la autoestima al ver que se están logrando dos cosas muy importantes para tu salud. Bibliografía: Hassandra M, Kofou G, Zourbanos N, Gratsani S, Zisi V, Theodorakis Y. Initial Evaluation of a Smoking Cessation Program Incorporating Physical Activity Promotion to Greek Adults in Antismoking Clinics. Eval Health Prof. 2012 May 11. [Epub ahead of print] Ayán Pérez,Carlos. Prescripción de ejercicio en el tratamiento de deshabituación del tabaco. Arch Bronconeumol. 2009;45:556-60. American College of Sports Medicine. “Manual ACSM para la valoración y prescripción del ejercicio”. Editorial Paidotribo. Badalona, 2007 http://www.buenaforma.org/2011/01/25/como-dejar-de-fumar-gracias-al-deporte http://dejar-de-fumar.org.es/actividad-fisica-tabaco.html http://www.vitonica.com/enfermedades/el-cigarrillo-estropea-los-beneficios-de-la-actividadfisica