Efecto del pesticida Metomilo en los sistemas antioxidantes hepáticos y branquiales, así como en la actividad colinesterasa cerebral y muscular de la carpa (Cyprinus carpio L.). M. Pérez-López, D. Hernández-Moreno, I. De la Casa Resino, J.M. Flores Barriga, M.J. González Gómez, C.M. Neila Ibáñez, M.P. Míguez Santiyán*, F. Soler Rodríguez. Unidad de Toxicología. Facultad de Veterinaria de Cáceres. Avda de la Universidad s/n. 10071 Cáceres (España). *E-mail: prado.miguez@gmail.com En el medio acuático, la exposición de los organismos vivos a los xenobióticos conduce a interacciones entre ambos, lo que puede dar lugar a alteraciones bioquímicas o/y respuestas adaptativas que pongan en peligro la vida de esos organismos y la integridad del ecosistema. En concreto, el metomilo es un pesticida carbamato cuyo uso, debido a las medidas restrictivas observadas con otros pesticidas de su misma familia, se está viendo incrementado en los últimos años. La evaluación del impacto de la exposición a medio plazo al metomilo en distintos órganos de carpas fue realizada mediante el análisis de los cambios de tres parámetros bioquímicos: por una parte los niveles de malondialdehído (MDA), y los de actividad catalasa, se determinaron en tejido hepático y renal, ambos como indicadores de estrés oxidativo en el animal. Por otra parte, la enzima acetilcolinesterasa fue medida en cerebro y músculo, para mostrar los efectos neurológicos del pesticida. Los efectos subletales de este pesticida fueron determinados usando un estudio experimental de exposición continua durante 15 días, con 34 animales divididos en dos grupos (control y expuesto a la décima parte de la DL50 del pesticida en trucha arco iris, 0,34 mg/l). El sacrificio de los animales se realizó al inicio de la experiencia, y a los 4 y 15 días, tomándose las muestras pertinentes, y preparándose adecuadamente para las determinaciones bioquímicas posteriores (Clairborne, 1985; Recknagel y cols., 1982; Thompson, 1999). Los niveles hepáticos de MDA mostraron una variación independiente de la exposición al pesticida, si bien los branquiales se vieron incrementados progresivamente desde el primero de los muestreos de los animales expuestos, alcanzando un nivel máximo de significación (p<0,001) el día 15 con respecto a los controles (58 y 21 nmol/mg prot, en los peces expuestos frente a los controles, respectivamente). De forma relacionada, las actividades catalasa hepática y branquial se vieron inhibidas en los animales expuestos frente a los controles, indicando la idoneidad de este biomarcador para futuros estudios ecotoxicológicos. Como era de esperar, la actividad colinesterasa cerebral descendió de forma estadísticamente significativa (p<0,01) ya en el muestreo a día 4 (0,041 nmol/min mg prot) al compararla con los controles (0,075 nmol/min mg prot), inhibición que se mantuvo, aunque de forma más suavizada a lo largo de toda la experiencia. Este hecho no se manifestó tan claramente en la actividad colinesterasa muscular, confirmando la idoneidad de la primera medida (cerebral) como biomarcador de exposición a pesticidas carbamatos. Referencias Clairborne A. (1985). En: Greenwald R.A. (eds.). CRC Press, pp 283-284. Recknagel R.O., Glende E.A., Walker R.L., Lowery K. (1982). En: Plaa G.L., Hewitt W.R. (eds.). Ed Raven Press, pp. 218-232. Thompson H.M. (1999). Ecotoxicology 8: 369-384. *Irene de la Casa-Resino es becaria de la Consejería de Empleo, Empresa e Innovación (Gobierno de Extremadura) PRE09001.