DISPLASIA DE LA CADERA EN DESARROLLO DIAGNÓSTICO PRECOZ INCIDENCIA Dr. Freddy Ossio Rueda Traumatologo Pol. “9 De Abril” C.N.S. RESUMEN En el Policlínico “9 de Abril “ de la C.N.S., durante las gestiones de 1.996 a 1.998, se revisaron 1.450 estudios radiológicos de pelvis en pacientes lactantes menores. 127 presentaron alteraciones radiológicamente reconocibles, 4 en fase de luxación, que fueron remitidas al Hospital Obrero Nº 1 – C.N.S., para valoración y tratamiento. Los restantes 123 fueron tratados mediante el uso del Cojín de Friedjka y el Arnéz de Pavlick con resultados excelentes en el 83.3 %. Hubo 11.9% de abandonos en el tratamiento. La evolución fue evaluada de acuerdo a la tabla de Tönnis (Índice acetabular 1.984). El diagnóstico precoz influye directamente en el tiempo de tratamiento y el resultado favorable del mismo, también se verificó que en etapas iniciales de la DCD la signología clínica es pobre y se depende del estudio radiológico de pelvis, por lo que se recomienda realizar un estudio radiográfico en todos los lactantes menores de 3 meses de edad en lo posible. PALABRA CLAVE. Displasia de cadera en desarrollo diagnóstico precoz, tratamiento. SUMMARY In the Policlinic 9 of April of the C.N.S., during the administrations of 1.996 at 1.998, 1.450 radiological studies of pelvis were revised in patient smaller lactates. 127 presented alterations recognizable radiológicamente, 4 in phase of luxation that were remitted to the Labor Hospital Nº 1 - C.N.S., for valuation and treatment. The remaining ones 123 were treated by means of the use of the Cushion of Fredjka and the Arnéz of Pavlick with excellent results in 83.3%. there was 11.9% of abandonment in the treatment. The evolution was evaluated according to the chart of Tönnis (Index acetabular 1.984). We recognised that a precocious diagnosis influences directly in the time of treatment and the favorable result of the same one, it was also verified that in initial stages of the DDC the clinical signología is poor and you depends on the radiological study of pelvis, for what is recommended as much as possible to carry out a study in all the smaller lactates until the 3 months of age. KEY WORD: Displace of the development of the hip, precocious diagnosis, treatment. INTRODUCCION La displasia de la cadera en desarrollo del (DCD) es uno de los temas más estudiados en Ortopedia Infantil, razón por la que se dispone de amplia bibliografía al respecto. Existen varias definiciones dependiendo del autor y la procedencia del mismo, sin embargo podemos definirla como un trastorno del desarrollo en la que existe una alteración en el 16 desarrollo de las estructuras de la articulación coxofemoral con o sin congruencia de las partes articulares(1-2). La deficiencia capital de la patología no es tanto la incongruencia articular misma, sino la hipoplasia o aplasia de las estructuras articulares (3) ya que no siempre se encuentran desplazamientos laterales de la extremidad proximal del fémur. Según el grado de severidad de la displasia es que se pueden considerar tres variedades, a saber: La displasia simple, la displasia con subluxación y la displasia con luxación (4-1), las mismas que serian sólo fases evolutivas dinámicas de un mismo proceso patológico. En la variedad simple, además del trastorno del desarrollo articular, encontramos oblicuidad del techo acetabular, sin pérdida de las relaciones anatómicas articulares, un cótilo hipoplásico, poco profundo y orientado hacia delante. En la displasia con subluxación el techo es más oblicuo, existe desplazamiento lateral femoral moderado, clínicamente las pruebas de inestabilidad (cadera luxante) son generalmente positivas. Finalmente en la variedad de DCD con luxación encontramos pérdida total de la congruencia coxofemoral representada por una hipoplasia severa del techo acetabular, elevación y desplazamiento lateral de del extremo proximal femoral, y clínicamente encontraremos los clásicos signos y maniobras positivas como los signos de Galeazzi y de Trendelenburg, las maniobras de Ortolani y Barlow nos reflejan franca instabilidad de la articulación (5, 6). Por lo expuesto se considera que un examen clínico somero y un estudio radiológico antero-posterior de la pelvis son suficientes para poder realizar un diagnóstico del cuadro. El Policlínico “9 de Abril” de la Caja Nacional de Salud cubre una población aproximada de 105.000 personas entre asegurados y beneficiarios, de los cuales una proporción importante la constituyen lactantes menores, los mismos que son atendidos en los consultorios de Medicina Familiar y Pediatría y de ahí transferidos a Traumatología si es que así se requiera y considerando que la Displasia de la Cadera en Desarrollo es un cuadro patológico que de no ser tratado en forma oportuna dejan secuelas importantes en la funcionalidad de la articulación coxofemoral, y que es de diagnóstico sencillo, es que se decide revisar el tema para lograr implementar mecanismos y herramientas para su detección precoz y consiguiente tratamiento. MATERIAL Y METODOS Se realizó un estudio retrospectivo en pacientes atendidos en el consultorio de traumatología y ortopedia del Policlínico “ 9 de Abril” de la C.N.S., comprendidos entre Enero de 1.996 y Diciembre de 1.997, se revisaron historiales clínicos, estudios radiológicos y los informes de los mismos. Los resultados fueron evaluados según la clasificación radiológica Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología de la DCD de Tönnis en la que se toma como parámetro principal el ángulo Acetabular de acuerdo con la edad del paciente. El diagnóstico clínico consideró la limitación en la abducción de la cadera, la asimetría de pliegues cutáneos en muslos y la presencia de los signos de inestabilidad de cadera como el Barlow y el Ortolani. DISPLASIA DE CADERA CUADRO 3 SEXO Femenino Masculino TOTAL 60 24 84 71.5 % 28.5 % 100.0 % Tabla 1 Edad (años/meses) 3 a 4 m. 5 a 24 m. 2 a 3 a. 3 a 7 a. 7 a 14 a. Valor Promedio 25 20 18 15 10 Grado I (Normal) 30 25 23 20 15 Grado II (Levemente Patológico) 30 - 35 25 - 30 23 - 28 20 - 25 25 - 20 Grado III (Severamente Patológico) Grado IV (Extremadamente Patológico). 35 - 40 30 - 35 28 - 33 25 - 30 20 - 25 > 40 > 35 > 33 > 30 > 25 La correlación clínica demostró que en 40 casos (47.6%) presentó limitación en la abducción y asimetría de pliegues, 32 casos (38.0%) sólo limitación en la abducción, pero llama la atención en 4 casos (4.8) no se evidenció signo clínico alguno(cuadro 4). DISPLASIA DE CADERA CUADRO 4 SIGNOLOGIA CLINICA El tratamiento se realizó mediante la aplicación de aparatos ortésicos en forma permanente (día y noche) hasta obtener datos radiológicos de normalidad, órtesis destinados a mantener las caderas en abducción de 50 a 70 grados y flexión de aproximadamente 100 grados evitando posiciones forzadas de 90º - 90º que condicionan el peligro de desencadenar una necrosis aséptica de la cabeza femoral. En el comercio encontramos una variedad de aparatos ortésicos destinados al tratamiento de la patología en estudio, sin embargo, preferimos el uso permanente del Cojín de Fredjka y el arnés de Pavlik en razón de su fácil manipulación y el costo bastante económicos de los mismos. También se efectuaron controles clínico-radiológicos periódicos una vez concluido el tratamiento y al iniciar la descarga activa de las caderas. RESULTADOS De un total de 1.020 pacientes lactantes menores sometidos a estudio radiológico de pelvis durante el periodo comprendido entre Enero de 1.996 y Diciembre de 1.997, presentaron signos de DCD un total de 87 casos lo que representa 8.7%(cuadro 1), cifra que en apariencia es mayor a la de la literatura internacional (2%), debido a que el universo de pacientes se restringió solo a los que fueron objeto de valoración radiológica. Limitación Abducción Asimetría de Pliegues Limitación + Asimetría Sin Signos Clínicos TOTAL 32 8 40 4 84 38.5 % 9.5 % 47.6 % 4.8 % 100.0 % La evaluación del grado de displasia se basó en la clasificación de Tönnis (7, 8), los grados I y II con un total de 77 casos (91.7%), luego 5 casos del grado III y finalmente 2 casos del grado IV (Cuadro 5). DISPLASIA DE CADERA CUADRO 5 GRADO DE DISPLASIA Grado I Grado II Grado III Grado IV TOTAL 15 62 5 2 84 17.8 % 73.9 % 5.9 % 2.4 % 100.0 % El diagnóstico se realizó durante el 3er. y 4to. mes de vida en la mayoría de los pacientes, 69 casos (82.2%) los restantes 15 pacientes fueron diagnosticados a partir del 5to. mes, con un caso diagnosticado a los 10 meses de edad el mismo que reportó buena evolución ( Cuadro 6). DISPLASIA DE CADERA CUADRO 1 DISPLASIA DE CADERA INCIDENCIA Rayos X Normal Rayos X con Displasia TOTAL 933 87 1020 CUADRO 6 91.4 % 8.6 % 100.0 % Tres (3.5%) pacientes fueron diagnosticados como luxaciones congénitas, los cuales fueron remitidos al Servicio de Ortopedia Infantil de H.O. para su tratamiento correspondiente. Quedando un total de 84 pacientes que cumplen los criterios de inclusión del presente estudio (Cuadro 2). Con relación al sexo, el femenino con 60 casos (71.5%) y 24 casos (28.5%) del masculino, con una relación 3:1 (Cuadro 3). EDAD DE DIAGNOSTICO 3 a 4 meses 5 a 6 meses Más de 7 meses TOTAL 69 10 5 84 82.2 % 11.9 % 5.9 % 100.0 % La forma de presentación bilateral fue la más frecuente en 55 casos (65.6%), luego el lado izquierdo con 16 casos (19.0 %) y finalmente el derecho con 13(15.4 %) casos (Cuadro 7). DISPLASIA DE CADERA DISPLASIA DE CADERA CUADRO 7 CUADRO 2 LADO AFECTADO SELECCIÓN Cadera displásica Luxación congénita TOTAL 84 3 87 96.5 % 3.5 % 100.0 % Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Derecho Izquierdo Bilateral TOTAL 13 16 55 54 15.4 % 19.0 % 65.6 % 100.0 % 17 En el tratamiento se usó el cojín de Fredjka en 40 casos (47.6%) y el arnés de Pavlik en los restantes 44 casos (52.4%) obteniendo resultados favorables con ambos métodos, sin embargo, los padres de familia tienen preferencia por el arnés de Pavlik refiriendo mayor facilidad en su manejo y mayor comodidad del paciente, así como en el tema de higiene (Cuadro 8). DISPLASIA DE CADERA CUADRO 10 EVOLUCION Tiempo Buena Mala Abandono TOTAL 3 meses 50 0 10 60 4 meses 18 0 0 18 5 meses 2 4 0 6 % 83.3 4.8 11.9 100.0 TOTAL 70 4 10 84 DISPLASIA DE CADERA CUADRO 8 TIPO DE TRATAMIENTO Cojín de Fredjka Arnéz de Pavlick TOTAL 40 44 84 47.6 % 52.4 % 100.0 % El tiempo de tratamiento promedio fue de tres meses, durante los cuales se realizaron controles radiológicos cada 45 días en los casos de grado I y II y cada 30 días en los grados III y IV. Así mismo se realizó un control adicional cuando el paciente comenzó la ambulación, es decir al promediar el año y dos meses. En un caso con DCD bilateral grado I y que comenzó su tratamiento a los 3 meses de edad, su usó el cojín por sólo 2 meses y en otro caso con DCD grado IV el mismo que inicia su tratamiento a los 5 meses de edad, el tiempo de tratamiento se prolongó durante 5 meses hasta lograr conseguir resultados normales en los controles radiológicos En relación a la edad de la madre, se pudo establecer que la patología se presentó con mayor frecuencia 40 casos(47.6%) en madres añosas, comprendidas entre 30 y 39 años, 25 casos(29.8%)en madres de 20 a 29 años, sólo 6 casos en más de 40 años(Cuadro 9). DISPLASIA DE CADERA CUADRO 9 EDAD MATERNA (Años) 0 a 19 20 a 29 30 a 39 Más de 40 TOTAL 15 25 40 6 84 15.5 % 29.8 % 47.6 % 7.1 % 100.0 % El tipo de parto, aparentemente no influyó en el desarrollo de la patología, ya que el 82% nació de parto hospitalario de tipo eutócico, registrándose sólo un 15% de nacimientos por cesárea y un caso con parto domiciliario. El 97.6% (82 casos) provienen del área urbana de la ciudad de La Paz y los restantes del área rural, y sólo en 5 casos se evidenció antecedentes familiares de DCD. De los 84 pacientes en los cuales se inició el tratamiento 10 no retornaron a los controles programados por lo que se desconoce su evolución. De los restantes 74 pacientes 70 casos (83.3%) tuvieron evolución satisfactoria y 4 (4.8 %) casos la evolución fue estacionaria, es decir, que sus controles radiológicos no mostraron mejoría, todos del grado III y de 6 meses de edad al iniciar su tratamiento, con uso del aparato en forma discontinua y con controles fuera del tiempo establecido, de tal manera que luego del primer control radiológico fueron remitidos al Servicio de Ortopedia Infantil del Hospital No.1 de la C.N.S. para su tratamiento correspondiente (Cuadro 10). 18 DISCUSION La DCD ha sido estudiada desde diferentes puntos de vista, sin embargo se pretendió, en ésta oportunidad dar importancia al diagnóstico precoz de la enfermedad y su tratamiento correspondiente y así evitar sus lamentables secuelas. Se evidenció que a pesar de existir varios signos semiológicos descritos para lograr llegar a un diagnóstico clínico de una enfermedad luxante de la cadera, en caso de displasias de grado I a III, lamentablemente la clínica es pobre y se depende, en gran magnitud, del estudio radiológico y la mensuración de la misma. El uso del artefacto de abducción debe ser permanente, es decir, día y noche, con periodos de reposo durante los momentos del baño y cambio de pañales, además insistir en que la ayuda del entorno familiar es vital para éste cometido. Finalmente hacer hincapié en la necesidad de instruir a todos los medicos que brinden servicios en lactantes menores, la importancia del estudio radiológico de caderas antes del 3er. mes de vida. CONCLUSIONES - El diagnóstico de la DCD debe ser lo más precoz posible al igual que su tratamiento. - El uso de artefactos ortésicos como el cojín de Fredjka y el arnés de Pavlik han dado un resultado favorable si son aplicados en forma y tiempo correctos. - La signología clínica es pobre, por lo que se debe realizar un estudio radiológico sistemático de caderas en todo paciente lactante menor hasta los 3 meses de edad. - Insistir en métodos de diagnóstico no invasivos como la ecografía y su correlación con la radiología. BIBLIOGRAFIA 1.- Pérez C:R: Displasia de cadera Congénita en menores de un año. Mesa redonda del III Congreso Bolivariano y IV Venezolano de Ortopedia. Isla Margarita, Venezuela, 1978 2.- Von Rosen.: Diagnosis and treatment of Congenital of the hip. J.B.J.S. 4B:184,1962 3.- Pérez C. R. Displasia Congénita de Cadera. Consulta, Colombia: 29, 1981 4. -Malagón V. Diagnóstico Precoz de la displasia de cadera, X Congreso de Pediatría, Barranquilla, Colombia 1975 5.- Tachdjian. M.: Ortopedia Pediátrica, Tomo I , De. Interamericana, Madrid. 1976. 6. -Campbell: Cirugía Ortopédica, 9th Edición, Vol. I. Madrid. 1998 8.- Tönnis D.: Die Angeborene Hüftedysplasie und Hüftluxation. Springer, Berlín 1984 9. -Debrunner Hans V. Rüdiger H. V. Diagnóstico en Ortopedia Editores médicos, Madrid-España. 140-166, 1998. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología PROGRAMA GUIA DE REHABILITACIÓN FÍSICA EN ANTROPLASTIA TOTAL CEMENTADA DE CADERA Dra. Mery Vera Paz Jefe de servicio de Medicina Física y Rehabilitación Hospital Obrero No1 C.N.S. INTRODUCCIÓN La sustitución articular de la Cadera supone en el momento actual, uno de los grandes capítulos de la Cirugía Ortopédica y no es posible su práctica, sin la participación de los especialistas en Medicina Física y Rehabilitación, porque una intervención quirúrgica no puede concluir en estabilizar, reconstruir o reemplazar una articulación, y es aquí donde el cirujano encuentra apoyo inapreciable de los profesionales en Rehabilitación, cuyo objetivo es situar al paciente discapacitado en la mejor situación posible, disminuyendo al máximo su grado de afectación, consiguiendo una independencia y mejor participación en la vida económica y social. El servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Obrero No1, como integrante de este Nosocomio y componente integral del equipo médico terapéutico en el manejo de los pacientes con Antroplastias de cadera, cuyo número de casos cada año va en aumento y como una forma de coadyuvar, elabora un programa de rehabilitación Física desde hace un quinquenio, que comprende el pre- quirúrgico, post- quirúrgico hospitalario y domiciliario, con revisiones frecuentes con el único objetivo de elevar la calidad de vida del paciente sometido a este acto quirúrgico. PROPÓSITO DEL PROGRAMA Todo reemplazo articular de cadera se efectúa primariamente para aliviar el dolor, aumentar el espectro del movimiento y mejorar la función, por lo tanto los pacientes deben estar estrechamente vinculados con el programa de Rehabilitación donde se explica cuidadosamente los procedimientos previos y posteriores a la cirugía, debiendo entender que su motivación y perseverancia son factores esenciales para su rehabilitación exitosa, el cual también depende de la comunicación y cooperación entre el personal médico, de enfermería, fisioterápia, terapia ocupacional, etc. Formando así un equipo positivo y progresivo. COMO APLICAR EL PROGRAMA Para la aplicación del programa, es necesario previamente realizar una evaluación funcional que permite se establezca el primer contacto entre paciente y equipo de rehabilitación, discutiéndose las esperanzas y expectativas como un enfoque realista de la cirugía. EL PROGRAMA CONSTA DE CINCO PARTES: a) Rehabilitación Prequirúrgica b) Rehabilitación Posquirúrgica c) Rehabilitación Domiciliaria d) Conocimiento sobre el uso Correcto de los medios auxiliares para la marcha e) Medidas preventivas posteriores a la cirugía. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología REGLAS GENERALES PARA APLICAR EL PROGRAMA 1. Realizar una evaluación física y funcional del paciente de acuerdo al Test FIMS. 2. Explicar al paciente y familiares la importancia de cumplir con el programa para alcanzar un estado funcional óptimo. 3. Antes de comenzar con los ejercicios se explicara al paciente sobre los efectos del mismo, para que los haga con gusto y de acuerdo a horario establecido. 4. Para realizar los ejercicios se debe usar ropa cómoda, como pantalón corto, camiseta, y sin calzados, sobre colchoneta, no debiendo hacer los ejercicios después de la alimentación. 5. Necesario que los ejercicios se realicen dos veces al día por un lapso de 15 a 20 minutos, sin provocar dolor ni fatiga en la fase prequirúrgica, y de 5 a 10 minutos 3 veces al día en la fase posquirúrgica esta última siempre bajo la supervisión de personal de salud o familiares. 6. Realizar los ejercicios a través de actividades de recreación, elevando su estado anímico. 7. Conforme el paciente vaya avanzando en plan de ejercicios debe realizar sus actividades de la vida diaria en forma independiente que ayudará a su reestablecimiento. 8. El programa debe aplicarse por lo menos por un mes antes de la cirugía y por tres meses posterior a la cirugía de PTC. PROGRAMA PRE - QUIRÚRGICO PRIMERA SEMANA • Ejercicios respiratorios (una o dos veces entre ejercicio y ejercicio) • Inhalar aire por la nariz, relajando músculos abdominales y contrayendo músculo del diafragma • Exhalar aire relajando músculo Diafragmático y contrayendo abdominales • Ejercicios isométricos (a tolerancia, no recomendable para cardiópatas) • Contracción sostenida en 10 tiempos de músculo cuadriceps, como apretando las piernas y muslos contra la superficie de la cama • Contracción sostenida en 10 tiempos de músculos Glúteos, como apretando las nalgas sobre superficie de la cama o como si quisiera evitar entrar al baño. SEGUNDA Y TERCERA SEMANA • Repetir lo de la primera semana • Ejercicios activos libres a predominio de extremidades no afectadas • Practicar diariamente en la ducha la sedestación en un banco logrando su aseo personal sin ayuda, evitando flexión de cadera mayor a 90 grados de lado afectado • Realizar ejercicios de extremidades superiores con dos kilos 19 de sal o arena una en cada mano, levantándose de forma intercalada. • Sujetándose a un andador debe movilizar los miembros inferiores de forma intercalada. CUARTA SEMANA • Repetir todo lo anterior de forma ordenada • Todas las actividades de la vida diaria intentar que sea realizado por el propio paciente (higiene, alimentación, vestimenta, etc.) • Debe practicar el manejo de los diferentes aparatos auxiliares para la marcha como ser bastón, andador, muletas, etc. • Concientizar el uso de bastón en el lado contrario a la cirugía (Cadera derecha operada, bastón lado izquierdo, desplazándose bastón apoyado y miembro inferior afectado por la cirugía en un mismo momento) PROGRAMA POST - QUIRÚRGICO. PRIMER DÍA. • Debe iniciarse de forma inmediata, ubicándose al paciente en decúbito dorsal durante las primeras 24 horas para posteriormente pasar a semisentado manteniendo abducción a 15 grados de miembros pélvicos por medio de una cuña o almohada triangular. • Realizar ejercicios respiratorios • Movilizar segmentos corporales de forma asistida relajada 3 a 5 veces por un tiempo solo de 3 a 5 minutos y de acuerdo a tolerancia del paciente. • Ejercicios isométricos estáticos 3 a 5 veces por segmento corporal a predominio glúteos, abdomen y cuadriceps (sin desplazamiento de segmento) SEGUNDO Y TERCER DÍA • Ejercicios activo libres de los segmentos corporales no comprometidos con la cirugía y de forma asistida por el fisioterapeuta el miembro pélvico operado, teniendo cuidado de no flexionar cadera y rodilla a más a más de 45 grados, ni rotaciones, ni aducción, todo a tolerancia del paciente. • Ejercicios respiratorios entre ejercicio y ejercicio. • Puede utilizar sistema de poleas • Movilizarlo al borde de la cama, hacia lado operado, conservando siempre la abducción, bajando ambos pies con apoyo de ambos codos cuidando de no realizar flexión de cadera o de forma mínima. • Bipedestación apoyando en el andador con descarga mínima solo del 10% de miembro afectado. • Hacer ejercicios de transferencia de peso y de equilibrio apoyado en el andador. • Puede iniciar a dar 2 o 3 pasos siempre bajo la supervisión del fisioterapeuta. CUARTO Y QUINTO DÍA • Repetir los pasos anteriores (Ejercicios 10 veces, cada dos horas) • Realizar sedestación en silla alta de 20 a 30 minutos sin flexionar cadera, más de 90 grados. • Marcha con andador 10 a 15 pasos con descarga parcial de 25 a 30% en lado operado. 20 • Mostrarle las muletas, y explicar su uso adecuado. • Enseñanza de actividades de la vida diaria. SEXTO A SÉPTIMO DÍA • Repetir todo lo anterior. • Enseñanza de vestido a miembros pélvicos y calzarse los calzados, con ayuda de dispositivos especiales. • Sentar al paciente de 30 a 45 minutos. • Marchar con muletas venciendo obstáculos, puede realizar diez pasos por minuto. OCHO A DOCE DÍAS • Repetir todo lo anterior • Sedestación y bipedestación mayor tiempo (una hora) • Debe sentarse y levantarse de una silla. • Puede acostarse, y levantarse de la cama • Caminata desde y hacia el baño. • Marcha 15 pasos por minuto. • Sube y baja escaleras. • Puede colocarse decúbito ventral girando hacia el lado sano con pierna operada en abducción. TRECE A CATORCE DÍAS • Alta del servicio con descarga sobre miembro pélvico operado en un 50% ya sea con andador o muletas, realiza 20 pasos por minuto. Programa Domiciliario y medidas Preventivas. • Realizar todo el programa hospitalario por 20 a 30 minutos sin provocarse dolor, 2 o 3 veces por día o a tolerancia, mínimo 3 veces por semana. • Descansar decúbito ventral o dorsal en las dos primeras semanas de alta hospitalaria. • Evitar aducción, rotación interna, tratando de no flexionar al máximo la cadera operada. • No levantar objetos pesados. • Para bañarse usar silla alta de madera. • Sentarse en silla alta y no en sillón. • No aumentar de peso. • No correr • No dormir en cama muy baja. CUATRO A SEIS SEMANAS POSTERIORES A SU ALTA HOSPITALARIA • Las muletas deben ser reemplazadas por bastón o según necesidad con descarga del 70%. • Debe acudir a su valoración del médico Cirujano Traumatólogo. BIBLIOGRAFÍA 1. Munuera L; García C.E.: La prótesis total de cadera cementada, ra 1 edición. Mc Graw Hill- Interamericana; Madrid – España 1989. 2. Cash; Downie P.: Kinesiología en Ortopedia y Reumatología, Editorial Panamericana; Edición 1987 3. Hernández R. Antonio: Programa especial de Rehabilitación de la Comunidad Valenciana; Edición 1991. 4. Krussen Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS FRACTURAS DE TOBILLO Dr. Jerónimo Núñez Heredia Dr. Max Núñez Murillo Servicio de Ortopedia y Traumatología Hospital Obrero No 1 La Paz – Bolivia RESUMEN ESTABILIDAD Se realiza una revisión estadística de la incidencia y tratamiento quirúrgico de las fracturas maleolares del tobillo en el servicio de Ortopedia y Traumatología del hospital Obrero No1 de la ciudad de La Paz en un periodo de 3 años, agosto de 1995 a agosto de 1998. En este trabajo se destaca el alto porcentaje de esta patología osteo articular en relación a fracturas del miembro superior. Este porcentaje es igual o superior a estadísticas extranjeras. De los 334 casos que se tienen en un periodo de 3 años llama la atención que el mayor porcentaje 84% corresponde al mecanismo por torsión e inversión y aducción o por eversión y abducción, esto esta condicionado por la topografía de nuestras calles que son empinadas, irregulares y estrechas. Así mismo el echo de contar con una casuística apreciable de las fracturas de tobillo nos ha llevado a estandarizar el tratamiento quirúrgico con la técnica AO que nos posibilita una restauración anatómica e impide los trastornos secundarios de inmovilización prolongada (enfermedad de las fracturas). La estabilidad del tobillo está condicionada por la ATPA, donde los maleolos y l superficie inferior de la tibia a manera de pinzas se encuentra articulados con el astrágalo (superficies que forma una tróclea) conformando la mortaja TPA corroborados por los ligamentos lateral interno y lateral externo con sus fascículos respectivos y los ligamentos tibio peroneos inferiores anterior y posterior y el ligamento interóseo. La estabilidad depende del: Nuestros resultados en cuanto se refiere a la función de la articulación tibio peronea astragalina (ATPA) son satisfactorios por cuanto en la mayor parte los casos los resultados son excelentes. Palabras Calves: Osteosíntesis AO Articulación tibio peronea astragalina (ATPA) INTRODUCCIÓN Numerosos trabajos han enfatizado el beneficio de la reducción de la articulación tibio peronea astragalina (A. T. P. A.) y la movilización precoz del tobillo. Esto es posible lograr mediante una fijación interna adecuada y estable. Ya desde Böhler se decía “Una incongruencia aun pequeña visible a los rayos x o fallas en su eje causa solicitud permanente de la superficie articular. En el tiempo el mayor grado de desplazamiento de cambios artrósicos mas pronunciados. La articulación del tobillo permanece dolorosa.” El tratamiento incruento de las fracturas maleolares y lesiones ligamentarias del tobillo con llevan cierta dificultad ya que este método por maniobras externas no logra en la mayor parte de los casos una reducción de las lesiones osteoligamentarias y mantener en forma anatómica posible. Considerando que la A. T. P. A: es una estructura anatomofuncional compleja destinada a soportar grandes fuerzas de presión donde el peroné es el guía de la articulación del tobillo, su longitud y su unión ligamentosa con la tibia prestan a la orquilla maleolar su solidez, sin la cual la ATPA se haría insuficiente. Tomando en cuenta las consideraciones anteriores es que hemos adoptado el tratamiento quirúrgico como conveniente y adecuado de las fracturas maleolares del tobillo en nuestros pacientes del servicio de traumatología del hospital Obrero de la ciudad de La Paz. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología 1. Maleolo lateral o del ligamento lateral 2. Maleolo medial o del ligamento medial 3. Ligamentos sindesmóticos anterior y posterior y de los equivalentes óseos (tibia y peroné) CONGRUENCIA ARTICULAR El tobillo esta plenamente congruente en todas las posiciones del astrágalo desde la dorsiflexión a la flexión plantar. FISIOLOGÍA ARTICULAR Los tres ejes principales que se consideran en la articulación del tobillo son el transversal, longitudinal de la pierna y longitudinal del pie. La amplitud del movimiento en la dorsiflexión es de 20 a 30º La amplitud del movimiento en la flexión plantar es de 30 a 50º CLASIFICACIÓN Hemos adoptado la clasificación propuesta por Denis Weber y que toma en cuenta la altura del rasgo de fractura del maleolo peroneo ya que nos parece la más adecuada desde el punto de vista anatómico. (fig2) 21 Tipo C. Fractura peroneal proximal a la sindesmosis o supra sindesmal. La sindesmosis en las lesiones distales del maleolo externo nunca esta afectada, lesiones a su nivel lo esta en ciertas ocaciones y en las lesiones proximales su afectación es la regla en cualquiera de las formas. Lesiones del borde posterior del pilón tibial son la excepción en el primer tipo, posible en el segundo y la regla en el tercer tipo. MATERIAL Y MÉTODO Tipo A. Fractura peroneal distal a la sindesmosis o infradesmal. Se efectúa un estudio estadístico de pacientes internados en el servicio de Ortopedia y Traumatología del hospital Obrero Nº 1 de la ciudad de La Paz con patología de fracturas del tobillo en un periodo de tres años, de agosto de 1995 a agosto de 1998 y que han sido tratados quirúrgicamente. En este periodo encontramos que el total de pacientes internados corresponden a miembro superior 1040 y a miembro inferior 1470 de estas lesiones traumáticas y efectuando una comparación con fracturas más frecuentes tenemos, fracturas de pierna 110, fracturas de antebrazo 52 y fracturas de tobillo 334, siendo las fracturas de tobillo en mayor porcentaje (cuadro 1). Cuadro 1 Fracturas Casos Miembro superior Miembro inferior 1040 1470 Pierna Antebrazo 210 112 Tobillo 334 Tipo B. Fractura peroneal a nivel de la sindesmosis o trasindesmal. 22 Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología De los 334 pacientes con fracturas de la ATPA según el sexo, el femenino con mayor porcentaje 198 (59%) esto concuerda con las estadísticas extranjeras (cuadro 2). Tomando en cuenta el tipo de fractura de acuerdo a la clasificación de la AO el mayor porcentaje corresponde al tipo B con 221 casos (66%) que concuerda con otras estadísticas. (cuadro 6) Cuadro 2 Sexo Casos % Masculino 136 41 Femenino 198 334 59 100 En cuanto se refiere a lado del tobillo afectado el derecho con mayor porcentaje 187 (56%) (cuadro 3) Cuadro 6 TIPO DE FRACTURA Tipo Casos % “A” “B” “C” 60 18 221 53 66 16 334 100 Cuadro 3 LADO COMENTARIO Lado Casos % Derecho 187 56 Izquierdo 147 334 44 100 De acuerdo a la edad tenemos que el mayor porcentaje corresponde a pacientes de la edad adulta entre los 21 a 60 años y que corresponde a 76% (cuadro 4) Cuadro 4 EDAD Años Casos % 15 a 20 21 a 40 41 a 60 Mas de 60 17 110 143 64 334 5 33 43 19 100 Según el mecanismo de producción se tiene que el mayor porcentaje corresponde a lesiones por torsión del tobillo 281 casos (84%) esto condicionado a la topografía singular de nuestro medio siendo la mayor parte de los accidentes en vía pública. (cuadro5) Cuadro 5 MECANISMO DE PRODUCCION Mecanismo Casos % Accidente de tránsito Accidente deportivo Caída y torsión Accidente de trabajo 13 14 281 4 4 84 26 334 8 100 Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología La articulación tibio peronea astragalina (ATPA) es una estructura anatómica funcional compleja destinada a soportar grandes fuerzas de presión. Tras lesiones sufridas por la ATPA se puede esperar la restitución de la capacidad funcional completa únicamente si las lesiones óseas, cartilaginosas y del aparato ligamentoso han sido tratados con perfección anatómica y funcional. En el tratamiento conservador es imposible probable que se pueda alcanzar una situación anatómica idéntica a la que existía antes de la lesión. En muchos casos se suman los trastornos irreversibles consecutivos a la larga inmovilización con vendaje enyesado. La incongruencia articular, la insuficiencia ligamentaria y los trastornos definitivos de las partes blandas condicionan finalmente en un elevado porcentaje de los casos al fracaso del tratamiento conservador de estas fracturas. La consecuente reparación quirúrgica y el tratamiento funcional post operatorio por el contrario posibilitan una restauración de la anatomía alterada e impiden los trastornos secundarios de la inmovilización (enfermedad de las fracturas). En el tratamiento de las lesiones de la ATPA hemos de reconstruir con especial cuidado y por razones mecánico articulares la región del maleolo externo. El peroné es el guía de la articulación del tobillo, su longitud y su union ligamentaria con la tibia prestan a la orquilla maleolar su solidez sin la cual la ATPA se haría insuficiente y artrósica. Cualquiera sea la edad del paciente habrá que realizar la reconstrucción exacta de la ATPA tanto en niños, jóvenes, adultos y ancianos. El momento de la operación nunca será más favorable que inmediatamente después del accidente ya que las partes blandas y óseas se encuentra casi sin alteración. El tratamiento quirúrgico de las fracturas del tobillo está justificado ya que la mayoría de las veces solo así será posible conseguir Cuadro 7 FRACTURAS DEL TOBILLO ESTADISTICA COMPARATIVA B: G. Weber (Suecia) G. Yörgy (Alemania) R. Sanhueza (Chile) Hospital Obrero Nº 1 (La Paz) 307 casos 1985 casos 1960 a 1964 (4 años) 1975 a 1989 (5 años) 354 casos 334 casos 1977 a 1983 (6 años) 1995 a 1998 (3 años) 23 una restitución ad – íntegrum de las relaciones anatómicas y funcionales de la ATPA. Por este motivo en el servicio de ortopedia y traumatología del hospital Obrero Nº 1 de la ciudad de La Paz se ha adoptado por este método ya que consideramos que en la mayor parte de nuestros casos los resultados han sido satisfactorios. Con el tratamiento quirúrgico con la técnica AO pretendemos conseguir: a) b) c) d) Reducción anatómica de las fracturas. Restitución de los ligamentos desgarrados por sutura. Supresión de cuerpos libres articulares. Osteosíntesis mecánicamente estables que permitan un tratamiento post operatorio funcional. La casuística en porcentaje apreciable con que contamos nos ha llevado a estandarizar el tratamiento quirúrgico con la técnica de osteosíntesis AO. Nuestros resultados son en la mayoría de los casos excelentes tanto anatómicas como funcionales. Comparativamente a otras casuísticas extranjeras tenemos porcentajes iguales o mayores y coincidiendo con el tipo B en que también tenemos porcentaje mucho mayor consideramos que este hecho se debe en parte por el tipo de lesión, torsión del tobillo en vía publica (cuadro 7). Conclusiones 1. La articulación tibio peronéa astragalina (ATPA) es una estructura anatómica funcional compleja que soporta grandes presiones. 2. El tratamiento quirúrgico y funcional post operatorio posibilitan la restauración anatómica e impiden los trastornos secundarios de inmovilización prolongada por el método conservador (enfermedad de las fracturas). 3. Es una patología frecuente en nuestro medio por las características de su mecanismo de producción provocadas por causas determinantes que llevan a la torsión del tobillo en inversión y aducción o eversión y abducción generalmente accidente en vía pública. 4. Se ha estandarizado el tratamiento quirúrgico siguiendo la técnica de osteosíntesis AO y la misma nos ha dado buenos resultados tanto anatómicos como funcionales. 5. Comparativamente con estadísticas extranjeras nuestro porcentaje es igual o mayor ya que es una patología frecuente. 6. Adoptamos la clasificación de Denis y Weber que nos significa 24 más adecuada a las lesiones anatómicas. Bibliografía 1. Álvarez Cambras R. Lesiones traumáticas de tobillo y del pie. Tratado de cirugía ortopédica y traumatológica. T. I. 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Se presentan 5 casos con pérdidas óseas segmentarias mayores de 6 cm, tratados con el método de trasferencia del peroné o peroné protibia, en el Hospital de Niños “Dr. Mario Ortíz S.” en el periodo comprendido entre los años 1996 al 2000. Los resultados son alentadores, ya que en todos los casos existió integración del peroné transplantado con tiempos de consolidación similares a los de la reparación de una fractura. Los resultados son alentadores, ya que en todos los casos existió integración del peroné transplantado con tiempos de consolidación similares a los de la reparación de una fractura. INTRODUCCIÓN: El tratamiento de algunas secuelas de la Osteomielitis Hematógena en los niños continúa siendo un problema de difícil solución y un verdadero desafío para los ortopedistas, sobre todo en la reconstrucción de grandes pérdidas óseas segmentarias (1). Según las estadísticas del Hospital de Niños “Dr. Mario Ortíz S.” de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y que coinciden con otras fuentes consultadas (2), la tibia es el segundo hueso mas afectado por la osteomielitis hematógena después del fémur. Para que se produzca una pérdida ósea importante en la diáfisis tibial como consecuencia de una infección, pueden ocurrir dos cosas: que la virulencia del germen sea muy grande y/o las defensas del huésped sean muy bajas (algo frecuente en nuestros niños desnutridos) o que el tratamiento quirúrgico sea muy agresivo o anticipado (3). Existe un consenso generalizado de que en las osteomielitis crónicas inactivas se debe esperar a la formación del involucro antes de proceder a la secuestrectomía o limpieza quirúrgica (3,4,5,6,7); este involucro forma un puente alrededor de los secuestros que permite realizar la cirugía sin temor a producir inestabilidad o seudoartrosis. Sin embargo, existen algunos casos en los que la infección es activa y obliga a realizar varios curetajes para controlar el proceso infeccioso y evitar daños en otros órganos (riñones, pulmones, hígado, etc.). La idea original de transplantar el peroné de la misma pierna afectada hacia la tibia, fue de Hahn en el año 1884 y fue perfeccionada posteriormente por Codivilla en Italia (8). En Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología 1905 Huntington publica en la revista Anales de Cirugía un injerto de peroné de 12.5 cm de largo para un defecto de tibia en dos tiempos (9). Mas tarde, en 1919 Campbell describe una variación de la técnica de Huntington para defectos óseos más pequeños y sin esclerosis de los extremos, que consiste en resecar todo el extremo proximal del peroné y colocarlo en una cavidad bajo el cóndilo tibial externo (10). En 1941, Wilson relata las bondades de la técnica en las pérdidas segmentarias y la aplica también a las seudoartrosis congénitas de tibia (11). La popularidad de la técnica de Huntington para casos específicos fue creciendo y se establece como la mas utilizada en la actualidad. Mas tarde, la introducción de los tutores externos y los transportes óseos parecieron haber sustituido esta operación, sin embargo como veremos más adelante, esta técnica centenaria continúa mostrando sus bondades en algunos casos específicos. MATERIAL Y MÉTODO: Se presentan 5 pacientes tratados en el Hospital de Niños “Dr. Mario Ortíz S.” de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra con el diagnóstico de Secuela de Osteomielitis de tibia con gran pérdida ósea y con peroné indemne, en el periodo comprendido entre los años 1996 – 2000. Las edades oscilan entre los 6 y los 12 años, con una media de 8.6 años de edad. Con relación al sexo, estudiamos 4 varones y una niña. El lado mas afectado fue el izquierdo en una relación de 3:2. En cuanto al lugar de origen 4 pacientes provienen del área rural y uno del área suburbana. En el interrogatorio observamos que el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico de OHA fue muy variable: entre 15 y 60 días, con una media de 39 días (1,3 meses). A pesar de ser éste un tiempo demasiado prolongado para una patología de urgencia, llama la atención de que aún tratándose de un diagnóstico tardío, el inicio de un tratamiento adecuado en un centro de tercer nivel, se prolongó todavía mucho más, siendo en el mejor de los casos de 3 semanas y en otros el alarmante periodo de 47 semanas (6.7 meses). Si sumamos ambos promedios (6,7 + 1,3 meses) tenemos que desde el inicio de los síntomas hasta que reciben un tratamiento adecuado han pasado casi 8 meses. De los 5 pacientes, 4 llegaron a nuestro Hospital con el defecto segmentario establecido y sin actividad infecciosa; solo uno fue tratado con secuestrectomías, curetajes y antibióticos, a la espera de que el involucro le forme un puente al defecto; como esto no ocurrió se planificó la transferencia del peroné hacia la tibia. El periodo asintomático o de inactividad infecciosa previo al transplante óseo fue variable: entre 6 y 24 meses, con un promedio de 15.2 meses, coincidiendo con la literatura mundial que en general oscila entre 8 y 10 meses. Clínicamente se observa un acortamiento de la pierna afectada con una hipotrofia global; a nivel del tercio o cuarto distal de la pierna existe una incurvación en varo, por lo que el apoyo 25 Los tiempos de consolidación en promedio fueron de 7,7 semanas para el segmento proximal y 12.5 semanas para el segmento distal. El apoyo parcial con yeso de marcha fue autorizado alrededor de los 2 a 3 meses del segundo tiempo quirúrgico, y el apoyo total a partir de los 6 meses. Las complicaciones inmediatas que se presentaron fueron: falta de contacto por osteosíntesis insuficiente, una infección ósea localizada en el sector de la osteosíntesis del segmento proximal sin ser una reactivación de la osteomielitis (Fig. 2); y un caso de retardo de consolidación en el sector proximal de una osteosíntesis con clavijas paralelas (Fig. 3). Las secuelas observadas hasta el momento son: - Acortamiento de la pierna afectada en todos los casos, y que varía entre 2 y 5 cm. - Dos casos de desviación en valgo de 5º y 7º - Un caso de desviación en varo 27º Fig. 1.- Radiología típica. Ver texto. durante la marcha se produce sobre el borde externo del pié. En la palpación de la zona se percibe la ausencia de un segmento tibial, y a veces se pueden palpar los extremos aguzados y móviles (pseudoartrosis). La radiología es típica (Fig. 1) y lo más llamativo es: - La seudoartrosis atrófica de la tibia con una gran pérdida ósea segmentaria. - Osteopenia marcada en tibia (sobre todo distal) y en los huesos del pié. - Hipertrofia importante del peroné, con un engrosamiento de las corticales y además angulaciones en ambos extremos, aunque es más notorio en el segmento distal, así presenta: - Angulación en varo del extremo distal generalmente bien marcada y que lleva a una desviación del tobillo y pié. - Recurvatum del extremo proximal. - Subluxación tibioperonea proximal. Fig. 2.- (De izq. a der.) Infección del foco proximal. Retiro del material de osteosíntesis y estabilización con tutor externo. Mas tarde, abordaje del segmento distal Las técnicas quirúrgicas utilizadas fueron: - 2 casos de transferencia del peroné en un solo tiempo quirúrgico - 1 caso de transporte óseo con tutor circular, que terminó en una trasferencia del peroné en 2 tiempos con un intervalo de 3 meses entre ambas cirugías. - 2 casos de transferencia del peroné en dos tiempos, con un intervalo entre ambos tiempos quirúrgicos de 3 meses y otro de 5 meses por una complicación infecciosa. El material de osteosíntesis utilizado fue muy variado: La longitud de los injertos peroneos transferidos dependió de la magnitud del defecto óseo y la calidad de del hueso tibial; el mas pequeño de los injertos fue de 8 cm y el mas largo de 17 cm, con un promedio de 12,6 cm Segmento Proximal Segmento Distal Caso 1 1 tornillo cortical (P-T)+1 clavija 1 tornillos esponjoso + 2 clavijas 1 tornillo esponjosa Caso 2 2 clavijas poco divergentes 2 clavijas cruzadas Caso 3 2 tornillos corticales (T-P) 1 endomedular Transcalcáneo Caso 4 2 tornillos corticales Tutor externo 1 endomedular Transcalcáneo Caso 5 2 clavijas paralelas 2 clavijas cruzadas 26 Fig. 3.- Osteosíntesis aparentemente inestable en foco proximal con retardo de consolidación. Consolidación final en varo. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Esponjosa RESULTADOS: En términos generales podemos decir que los resultados fueron buenos porque los objetivos trazados se cumplieron casi en su totalidad, es decir: se logró la estabilidad con realineación de los ejes de la pierna, resultando en un apoyo plantígrado. Sin embargo, la marcha sigue siendo claudicante por la discrepancia en la longitud de los miembros. Este es un informe preliminar porque el seguimiento es muy corto para evaluar los resultados a largo plazo. Así por ejemplo, estamos seguros de que el grado de acortamiento del miembro afectado continuará aumentando hasta que termine el desarrollo del niño. Por otra parte, las desviaciones en varo y valgo corresponden a casos recientes y su realineación espontánea es por el momento impredecible. Algunos autores refieren haber encontrado casos de dolor persistente en el tobillo por alteración funcional de la mortaja tibioperonea (8), nosotros no hemos tenido ningún caso con éste síntoma, pero no descartamos que pueda encontrarse mas adelante. Otra complicación reportada en la literatura es la fractura del injerto, sobre todo en la zona de consolidación distal y que se presenta incluso hasta a los 12 años posteriores al transplante; no tenemos hasta el momento ésta complicación, sin embargo las fracturas informadas corresponden a adolescentes y no así a niños pequeños. DISCUSIÓN: El proceso de incorporación de un injerto óseo se produce por una sucesión de eventos claramente definidos histologicamente: - Después del implante, el injerto (no vascularizado) se envuelve en un hematoma y a menos que el suministro de sangre sea restablecido inmediatamente (como en los injertos vascularizados), solo los elementos más superficiales serán capaces de sobrevivir con el apoyo de la difusión tisular. - La mayoría de las células del injerto morirán dentro de los primeros días, y esta necrosis es la responsable de producir una respuesta inflamatoria. - El tejido inflamado se convierte en un estroma fibrovascular en las primeras dos semanas de la colocación del injerto. - El estroma fibrovascular posee vasos sanguíneos de neoformación y células osteogénicas procedentes del injerto; se producirán entonces resorción ósea y osteogénesis según las necesidades o solicitudes biomecánicas (15). Debido a su estructura física más abierta, el tejido óseo medular permite una infiltración más rápida del suministro de sangre procedente de la neoformación vascular. En el hueso cortical la revascularización se dificulta porque los vasos deben encontrar los conductos de Volkmann y los canales de Havers para restablecer el flujo de sangre (12,13,14). Esto explica la frecuente necrosis del tejido cortical de los injertos libres de tejido óseo (Fig. 4). Fig. 4.- Histología. Ver texto.. Cuando se realiza el transplante de peroné hacia la tibia ipsilateral el suministro de sangre para la revascularización está asegurado por dos vías: su vaso nutricio que penetra en el canal medular y que asciende y desciende por la diáfisis, y por la circulación sanguínea en el periostio que proviene de la musculatura adyacente (13,14). Por ello, la tibialización del peroné o peroné protibia se comporta histológicamente como la transferencia de peroné vascularizado con microcirugía, ya que no sufren una necrosis extensa de las células y no requieren de la larga sucesión de eventos que ocurren en la incorporación del injerto (no existe sustitución celular). De hecho, estos injertos permanecen viables y sus extremos se integran consolidando como una fractura; por este motivo, el uso de una fijación estable y la vascularización del injerto son los factores más significativos en la consolidación del hueso transplantado (16) (Fig. 5). Popliteal artery, vein Proximal tibia Posterior tibial artery, vein Peroneal artery, vein Fibular head Anterior tibial artery, vein Peroneal muscle cuff Fibular diaphysis Posterior surface of tibia Fig. 5.Cortical Izq. Esquema de la vascularización del peroné transplantado (tomado de Friedlaender GE, A. A. O. S., 1991). Der. Resultado final En algunas circunstancias utilizamos tejido esponjoso en bloque para defectos segmentario de tibia con buenos resultados, pero deben ser segmentos pequeños (2 a 4 cm) con extremos óseos bien vascularizados, con poca lesión de periostio y sin lesiones importantes de partes blandas. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología 27