DERECHO A LA PRESTACIÓN DE MATERNIDAD DE TRABAJADORA 'SIN PAPELES' DESPEDIDA IMPROCEDENTEMENTE ANTES DE DAR A LUZ El TS, mediante sentencia de la Sala Cuarta, de lo Social, de 13 Noviembre 2014 (ponente señor Alarcón Caracuel), confirma el derecho a la percepción de la prestación de maternidad de una trabajadora que no estuvo dada de alta en la Seguridad Social mientras trabajó, y que dio a luz tras haberse reconocido el carácter improcedente de su despido. El TS resuelve así el recurso de casación interpuesto por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (en adelante INSS), frente a sentencia dictada el 9 de mayo de 2013 por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, sede de Granada, que declaraba la responsabilidad subsidiaria de la entidad gestora. Los hechos La trabajadora venía prestando servicios de ayudante de cocina, sin contrato escrito alguno, ni alta en la Seguridad Social, desde abril de 2009. Fue despedida verbalmente en el mes de octubre, al solicitar que se le formalizara un contrato y fuese dada de alta en la Seguridad Social. El Juzgado de lo Social nº 7 de Granada declaró la improcedencia del despido con condena a la empresa, sentencia que adjuntó la demandante ante la Inspección de Trabajo que se comprobara el periodo trabajado y no cotizado. Tras dar a luz, solicitó la prestación por maternidad, denegada por la Dirección General de Instituto Nacional de la Seguridad Social (en adelante INSS), por no encontrarse de alta o en situación asimilada al alta en la fecha del hecho causante de la prestación. Recurrida la resolución, obtiene el reconocimiento por los tribunales del derecho a percibir la remuneración, con sanción a la empresa al abono de la citada prestación, pago del que es responsable subsidiario el INSS. El organismo público recurre en casación al TS, por infracción de normas - art. 126.3 de la LGSS y art 95.1, regla 3ª de la LSS de 1966 - así como cierta doctrina jurisprudencial que solamente cita pero no explica en que consiste su contenido, y de varias sentencias de TSJ que no constituyen jurisprudencia. Finalmente la sentencia del Alto Tribunal confirma el derecho a la percepción de la prestación a favor de la trabajadora. La sentencia del TS El art. 126.2 de la LGS establece que los empresarios que incumplan sus deberes de afiliación, alta y cotización respecto de sus trabajadores responderán del pago de las prestaciones de Seguridad Social a que estos puedan ser acreedores. Principio de automaticidad : deber de anticipo de la prestación por el INSS Del art. 126.3 LGSS se desprende la obligación de la entidad gestora de la Seguridad Social al pago de las prestaciones sociales de forma directa en aquellos casos en que se determine reglamentariamente. Toda vez que dicho desarrollo reglamentario no se ha producido, señala el TS que es jurisprudencia admitida, que de acuerdo con lo establecido en la Disposición Transitoria 2ª del Decreto 1645, de 13 de junio, se aplican los artículos 94 a 97 de la LSS de 1966. El deber de anticipo o principio de automaticidad no opera pues en todos los casos. Conforme al art. 125.3 LGSS, cuando se trata de trabajadores que no han sido dados de alta por su empleador, la obligación de anticipo solo alcanza a las prestaciones profesionales, esto es: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales; “y ello porque, a tales efectos, el art. 125.3 LGSS los considera de pleno Derecho, en situación de alta"” Argumenta el Tribunal que, si bien el precepto de la LSS 1966, no hace referencia expresa a la maternidad, entonces subsumida en la incapacidad laboral transitoria, resulta lógico que se le aplique, por analogía, el mismo régimen jurídico, a los efectos de la prestación social correspondiente. El art. 95.1 , regla 3ª de la LSS 1966 dice lo siguiente: "Las prestaciones de protección a la familia, así como las económicas de incapacidad laboral transitoria correspondientes a trabajadores que no estén en alta, serán abonadas por el empresario al trabajador directamente y a su cargo". Considera pues que el requisito en las contingencias comunes de que el trabajador esté de alta para que pueda entrar a jugar el principio de automaticidad, debe entenderse cumplido tanto si existe una situación de alta como si lo que hay es una "situación asimilada al alta". Así dice: “El trabajador despedido, durante la tramitación del proceso de despido, puede adquirir con efectos retroactivos la situación de asimilación al alta, en caso de improcedencia o nulidad sobrevenidas del despido acordado.” Por lo tanto, debe jugar el principio de automaticidad, sin perjuicio de la responsabilidad que pueda alcanzar al empresario si incumple sus obligaciones de afiliación, alta y/o cotización, como ocurre en nuestro caso. Conclusión En su fallo, sin embargo, puesto que la trabajadora no interpuso recurso para alterar el fallo de la sentencia recurrida en ese punto , y para no incurrir en incongruencia por “reformatio in pejus”, legalmente vedada, el TS se limita a confirmar la sentencia recurrida.