INC-106-14 CAMARA TERCERA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCION DEL CENTRO: San Salvador, a las doce horas del día veintiocho de julio dos mil catorce. Por recibido el oficio número 1671, del día catorce del presente mes y año, procedente del Juzgado Noveno de Instrucción de esta ciudad, junto con el proceso penal clasificado en esa sede bajo referencia 151/13-3, que consta de 372 folios, seguido contra el imputado Julio Eduardo S. V., a quien se le atribuye la comisión del ilícito penal calificado provisionalmente como Estafa Agravada, en perjuicio patrimonial de […] (fallecido), representado por […]. Remisión que tiene como propósito que este tribunal de alzada, resuelva el recurso de apelación interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, quien actúa en calidad de Querellante, en contra de la resolución emitida al finalizar la audiencia preliminar, instalada a partir de las once horas del veinticinco de junio del presente año, en la cual la señora Juez Noveno de Instrucción de esta ciudad, dictó Sobreseimiento Definitivo a favor del indiciado y por el delito anteriormente relacionados. I.- Admisibilidad. Advierte esta Cámara, que el recurso cumple con los requisitos establecidos en los artículos 354, 452, 453, 464, y 465 del Código Procesal Penal, en virtud que: a) la resolución que se impugna, es de las que admite el recurso de apelación; b) por haber sido interpuesta por persona legitimada, c) en tiempo, dentro del plazo que otorga la ley; c) en forma, ante el juez que emitió la resolución impugnada; d) con indicación especifica de los puntos de la decisión que son impugnados, y además, e) por el agravio que le provoca a los apelantes; por lo anterior ADMITESE el recurso interpuesto. II.- Relación circunstanciada de los hechos acusados. Según consta en el dictamen de acusación los hechos son los siguientes: "En relación a los hechos el señor […] el doce de enero de dos mil doce, se suicida en su residencia en la colonia Escalón, meses atrás aproximadamente en noviembre de dos mil once, le comenta a su hermana de nombre […], que había realizado una inversión con el señor JULIO EDUARDO S. V., persona en la cual el cujus le manifestó que tenían una gran confianza, manifestándole que ella se encargaría de cobrar dicho dinero, desconociendo en dicho momento el monto de la misma, unos días antes de su muerte, le cuenta a el esposo de […], que la inversión era de DOSCIENTOS MIL DOLARES, y que en poco tiempo tendría una ganancia de CINCUENTA MIL DOLARES, días después de su muerte entre las pertenencias del cujus encuentra una carta dirigida a su hermanan donde manifiesta en el párrafo segundo lo siguiente que se transcribe literalmente: "Mi amigo Eduardo S., he invertido con el 250 mil, los cheques los tengo en la maleta el celular del […], él es una persona correcta dijo que a más tardar el 15 de Feb. me lo regresaba todo", posterior a la muerte del señor […], su hermana […], tuvo que viajar a su país Taiwan para realizar trámites por la muerte de su hermano y así poder representar a su sobrino hijo del fallecido y así cobrar los cheques antes mencionados. Al tener toda la documentación que le habilitaba el derecho se encuentra con la sorpresa que al acercarse al Banco de América Central e intentar cobrar los cheques ninguno tenía fondos y al solicitar el historial de las cuentas del señor S., en ninguna de las cuentas del imputado existía cantidades ni por cerca suficientes para cubrir ninguno de los cheques." III.- Motivación de la resolución venida en alzada. La Juez Noveno de Instrucción de esta ciudad, en síntesis sustentó su decisión con los siguientes argumentos: "[...]En los procedimientos complejos se exige un especial papel del denunciante quien es el realmente perjudicado (victima) como la persona que se considera afectada por un pacto o contrato con otra persona, siendo este el único que puede detallar la forma en que ocurren los hechos, en el presente caso sobre las cantidades de dinero entregadas, en concepto de que se entregó el dinero, el tiempo pactado para devolverlo, y referencias sobre la existencia real de una obligación y de qué manera fue sorprendida su buena fe, así mismo describa el ardid en cuanto a la actuación de la persona que se considera perjudicado.- Por otra parte, podría igualmente acreditarse un contrato mediante testigos presenciales y deducir si de esa obligación es susceptible de ser considerada como hecho punible, sin embargo en la presente investigación solo existen testigos referenciales[...]La presente investigación resulta compleja por las particularidades que en ella se incorporan elementos no tradicionales para poder establecer aspectos de voluntad y acuerdos concretos, dado que la víctima de un supuesto delito se encuentra fallecida, y esta se ha dado seguimiento por familiares de este que tomando como base un manuscrito encontrado posterior al suicidio, y cuando tratan de hacer efectivos diversos cheques emitidos por el señor S. V., basados en la nota y aspectos testimoniales referenciales se da inicio a una investigación penal por parte del ente autorizado para tal fin. Importante escenario a acreditarse es si la ofendida del presente caso, conoce por medio de sus sentidos los pactos u obligaciones de manera pormenorizada contraídas entre su hijo fallecido y el procesado, además si los alcances de la denuncia son meramente referenciales, y si estos son relevantes, trascendentes e idóneos para la presente investigación. Debe de establecerse como primer aspecto lo siguiente, se parte la investigación de la denuncia interpuesta por la comisión de un hecho punible clasificado provisoriamente como Estafa Agravada, por una nota que no consta en original dentro del proceso, presuntamente escrita por el fallecido, en la que se mencionan diversas cosas entre ellas la deuda del señor S. Dicho manuscrito por la calidad en que se ha introducido al proceso no ha podido ser analizado pericialmente para acreditar que la letra que posee el mismo pertenece al señor […]; además de lo ya relacionado dicha nota escrita no posee fecha, ni firma ni elementos adicionantes que le provean de legalidad para darle validez procesal como medio probatorio [..] En relación al hecho denunciado ahora en conocimiento de este Juzgado, se hace la valoración de fondo en el sentido siguiente: En ocasiones resulta difícil esclarecer cuando nos encontramos ante un delito de estafa o exclusivamente ante un incumplimiento civil o mercantil, cuando surge una controversia entre particulares, que sean vinculantes a contratos en el presente caso inexistente de forma escrita o verbal por ausencia del suscriptor como el sujeto procesal idóneo para dicho fin (la víctima), dado que no existe anexo al expediente documentación que establezca la obligación aludida. Hay que tener en cuenta que no consideran como delitos aquellas cuestiones que entienden que son más propias de las relaciones mercantiles o que pueden ser ventiladas bajo el derecho privado; pero eso no quita para que haya supuestos en los cuales con el ánimo de engañar y ocasionar un perjuicio patrimonial, se ha querido revestir tal engaño de un carácter civil o mercantil, precisamente para asegurar el objeto del defraudador así como para eludir una condena penal. Los llamados negocios jurídicos criminalizados, la conducta de los acusados constituye un ilícito penal más allá de una mera manera imprudente de proceder en los negocios, que habría de encontrar su arreglo en la jurisdicción civil. Aunque, en líneas generales, se suele acudir a un criterio diferenciador, entre la estafa y el ilícito civil, consistente en apreciar aquélla cuando en la conducta del inculpado se den lo que pueden llamarse ingredientes de criminalidad; puede decirse que el soporte de uno y otro ilícito es el mismo, por lo que sólo cabe hacer una diferenciación a través de lo que podría, de alguna manera, denominarse "calidad" del engaño. Los elementos esenciales para configurar el delito de estafa en su modalidad de negocio civil criminalizado, son: a) Necesidad de un dolo antecedente y la exclusión en un dolo subsecuente; b) La existencia de negocios vacíos y carentes de sustrato real; y c) Engaño de calidad suficiente y entidad bastante para configurar el engaño íntegramente del delito de estafa. De los tres supuestos ya relacionados resulta imposible poder acreditar y adecuar al presente caso dichas premisas ya que resulta imposible probar el dolo por parte del imputado sobre una acción determinada, vinculado a la existencia de un contrato u obligación ya sea verbal o escrita, y el engaño se pretende garantizar mediante posibles órganos de prueba (testigos referenciales) a incorporar, en el mismo sentido no pueden tener sustento eficaz para probar una delito de Estafa Agravada. Dentro del proceso y como anteriormente se ha mencionado a la ofendida […] y a los testigos […] como hermana del fallecido, […], quien es cuñado del ahora occiso, […], así mismo con los amigos […], sin embargo ninguno de ellos ha presenciado ni acreditado que presenciaron la entrega del dinero al que se hace alusión, mucho menos pueden identificar los acuerdos o pactos por un negocio concreto, la manera en que se iba a devolver ese dinero, ni pueden probar en el caso en concreto que el señor […] le dio la cantidad de doscientos mil dólares al imputado y que estos generarían un interés de cincuenta mil dólares, solo lo dicen porque fue aparentemente mencionado por el occiso previo a su suicidio.- Por otra parte el testigo amigo del fallecido de nombre […], expresa en su acta de entrevista de folios cuarenta y cuatro, que no le contaba mucho de sus cosas, así mismo si vemos cada una de las entrevistas agregadas al proceso, todos relatan que le contó o le manifestó el señor […], de cantidades de dinero, sin embargo ninguno de ellos le consta por medio de la percepción de sus sentidos, cual es negocio real que existió con el señor S. V. Del referido análisis se puede establecer que la denuncia en concreto, tiene su origen en supuestos no aclarados dentro del presente proceso penal, dado que lo que prima por excelencia en la presente investigación es un documento idóneo de obligación y que a consecuencia de esta se extendieron diversos cheques, sabiendo que antes y posterior a su emisión no poseían fondos para ser cobrados. El elemento por excelencia idóneo para acreditar los contratos de tipo verbal es la exposición del directamente del afectado detallando cada una de las particularidades del que nace la obligación, más aún cuando la víctima posee doble calidad, como afectado y testigo, sin embargo en el presente caso se pretende acreditar una defraudación por medio de cheques y con lo manifestado por los subsidiariamente perjudicados, atinado a testigos referenciales junto a una nota manuscrita que carece de valor probatorio, circunstancias que no son sostenibles para la presente investigación relacionada a la tipología penal que se pretende aplicar. Por todo lo anteriormente expuesto y tomando en cuenta que: a) No existe documentación en que se obligue al ahora imputado al pago de una deuda vinculada a la emisión de cheques carentes de fondos a favor de la víctima ya fallecida; b) No se cuenta con la entrevista de la víctima por encontrarse fallecido, y no ha sido el quien interpuso la denuncia que dio origen a la investigación; c) El fallecido es la única persona que podría aportar elementos idóneos para la acreditación de un hecho delictivo, exponer en concepto de que fueron extendidos los cheques mencionados, y si existió algún negocio jurídico o contrato con el imputado, y los términos del mismo; d) La denuncia de la persona ofendida, no orienta a la relación Táctica de los hechos, para poder establecer un delito de estafa, ya que desconoce y no ha presenciado el supuesto contrato, ni los términos de los mismos; y e) La nota o manuscrito que se encontró es carente total de valor probatorio por la forma en que se ha introducido al proceso ya que es una fotocopia simple, y no ha podido ser sometida a algún tipo de análisis pericial, atinado a que no posee nombre, firma y otras generalidades de obligatoria legalidad. Por lo que al hacer el análisis de tipicidad se concluye que el ilícito penal de Estafa Agravada que le es atribuido al imputado, no es constitutivo de delito, dada la naturaleza y el desconocimiento por este Juzgado de los términos de una obligación de naturaleza civil, ya que se pretende vincular la emisión de cheques con un contrato no acreditado dentro del expediente, por lo tanto no puede criminalizarse una supuesta obligación si es que existe, activando el derecho penal cuando perfectamente puede dilucidarse dicha situación mediante la vía civil correspondiente. No obstante lo ya manifestado para que la vía penal y el lus Puniendi aplique debe existir elementos de acción, tipicidad, antijuricidad, aunado a que la concurrencia de los presupuestos sobre la tipología penal a aplicar debe ser clara, y ante la ausencia de estos requisitos se debe remitir a la parte denunciante o querellante a la vía civil en virtud del principio de intervención mínima del derecho penal, que obliga a desterrar de este campo aquellas cuestiones que no reúnen los elementos exigidos en cada tipo penal. Lo ya expuesto tiene su base en que no es posible dejar abierta la posibilidad de criminalizar todo tipo de conductas, ya que el ordenamiento jurídico ya establece medios eficaces dentro de la vía civil para la resolución de estos conflictos que puedan surgir entre las partes sin necesidad de que tenga que ser el derecho penal el que ofrezca una respuesta punitiva que se deduce de un supuesto que derivan en la emisión de cheques, ya que no se puede acreditar la obligación previa y circunstancias que rodearon a la misma por encontrase fallecida una de las partes (víctima) y no puede vincularse la emisión de cheques a una deuda proveniente de una obligación, ya que solo hay elementos referenciales dentro del proceso y ese aspecto de tipicidad no puede probarse bajo un medio legal probatorio. Por lo tanto dicha deuda de carácter económico proveniente de los cheques puede hacerse efectiva mediante la vía procesal idónea. En ese sentido, al no constituir delito el hecho investigado es procedente Sobreseer Definitivamente [...]" IV.- Motivación del recurso interpuesto por la parte querellante. El impugnante al fundamentar su recurso, señala: "D. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN DE AUTO.--INTERPRETACION ERRONEA DEL ARTÍCULO 215 Y 216 N° 3 DEL CODIGO PENAL [...] La Honorable Juez A Quo, interpreto de forma errónea dicha[s] disposición[es], aduciendo una atipicidad del hecho [...] en virtud que expresa la Honorable Jueza, que el hecho es de naturaleza diferente a la penal y que [...] se podía dilucidar el proceso por medio de otro proceso de naturaleza civil o mercantil, ante ese escenario es necesario recalcar que tal como consta en autos del proceso, si bien es cierto la carta firmada por la víctima consta en fotocopia ésta constituye el indicio base para la acusación, en el cual expresa de manera clara que el señor JULIO EDUARDO S., le solicito tal cantidad de dinero para invertirlo en un negocio y que producto de dicha inversión este ganaría una comisión de CINCUENTA MIL DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, a parte de los DOSCIENTOS MIL DOLARES, que éste le había entregado para la inversión, es decir la víctima ahora fallecida y representada legalmente por su madre, recibiría al final del negocio por la erogación de los fondos la cantidad de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, dinero que hasta este día no ha recibido [...]y por ello se ha generado un perjuicio económico evidente mediante una forma engañosa de actuar. --- En este aspecto, es de destacar que por tratarse de una cantidad considerable de dinero, el imputado le entrego a la víctima ahora fallecida varios TITULOS VALORES (CHEQUES), por diversas cantidades de dinero, que al sumarlos arrojan la cantidad estafada por parte del señor JULIO EDUARDO S. V., si esto hubiese sido simplemente así, NO habría acción penal en el caso, pues se trata de una deuda civil que compete su conocimiento a los Juzgados de lo Civil y Mercantil competente; sin embargo NO ocurrió así, pues por el contrarío este señor libro éstos cheques aún A SABIENDAS que los mismos NO TENIAN FONDOS, pues tal como constan en los estados de cuentas extendidos por el Banco Scotiabank referente a la cuenta del señor JULIO EDUARDO S. V., este NUNCA tuvo cantidades QUE LLEGASEN POR LO MENOS A LA MITAD DEL MONTO DE LA SUMA ADQUIRIDA, generando con ello un ardid en su actuar, pues el acusado conocía la acción ejecutada y que las cuentas no podrían soportar el pago de lo comprometido y dado por la víctima. --- Honorable Magistrados, con ese actuar, se evidencia el dolo por parte del señor JULIO EDUARDO S. V., en virtud que pretendió asegurar una obligación con un título que perfectamente conoce que era el medio idóneo para Estafar y para remarcar dicha situación el acusado NUNCA ha tenido posterior a la emisión de los cheques una cantidad de dinero que ascienda al valor de la deuda, por lo que ahí se evidencia de manera inminente el DOLO en el actuar del señor JULIO EDUARDO S. V.--- También hemos de hacer notar que NO es cierto que por la falta de la persona víctima pueda hacer caer por su pena la acusación formulada, esto en razón que el proceso en estudio no descansa únicamente en la denuncia interpuesta, ya que esta la puede hacer cualquier persona, sino que además existe mucha documentación que acredita la existencia del delito denunciado, entre ellas las declaraciones de los testigos propuestos, los cuales coadyuvan a crear la certeza positiva que estamos ante la comisión de un hecho delictivo tipificado como ESTAFA y AGRAVADA por la forma de ejecución, y que la participación del señor JULIO EDUARDO S. V., es directa pues a sabiendas de lo ilícito de su actuar y lo perjudicial para los intereses patrimoniales de la víctima ahora fallecido, decide ejercitar de forma libre e ilegal la acción que se trató de simular como de corte civil o mercantil sorprendiendo LA BUENA FE DEL AHORA FALLECIDO COMO ELEMENTO OBJETIVO DEL DELITO, pero sin embargo por el contexto en el que la misma se desarrolló, constituye una acción de tipo penal y que debe ser castigada con una sanción de tipo penal, esa es la primordial razón por la cual se ejercita una acción de tipo penal y no vía civil o mercantil bajo la óptica que como Querella comparto, pues el actuar del señor JULIO EDUARDO S. V., ha existido una orientación en su actuar de carácter malicioso, girando su actuar en constitutivo del delito de Estafa.--- Todos esos elementos que la Juez Instructora expone en su resolución que no se establecen en este caso como los son: REALIDAD HISTORICA EN QUE OCURRIO EL HECHO, DETALLES DEL MISMO, COMO LUGAR, FECHA Y TIEMPO, LOS MOTIVOS POR LOS CUALES ES PROCEDENTE DAR INICIO A UNA INVESTIGACION PENAL, BASE MATERIAL DONDE DESCANSA EL JUICIO DE TIPICIDAD, estableciendo que en este tipo de delitos se requiere la intervención de la víctima por ser la persona que se considera afectada del delito. Todo lo anterior que fue expuesto por la juzgadora es con el ánimo de sustentar su proveído, pero no es cierto que en todos los casos se necesite la intervención de la víctima, pues en este caso se encuentra fallecida, ya que quien denuncia es la hermana de la víctima, situación que puede ser puesta en conocimiento de las autoridades por parte de cualquier persona, ya que es un delito de ACCION PUBLICA, de igual forma todas las condiciones antes expuestas están legitimadas en este juzgamiento, ya que constan elementos de prueba que establecen todos los aspectos que la Juez dice carecer esta investigación.--- Otro aspecto a relucir en el presente caso, es que la Honorable señor Jueza, denota en el presente caso la imposibilidad de probar el ardid del señor JULIO EDUARDO S. V., en virtud que la víctima de los hechos la cual ahora se encuentra fallecida NO puede narrar de viva voz lo sucedido, lo cual NO es cierto, pues el tipo penal de Estafa, establece como uno de sus verbos rectores el ''ARDID, O CUALQUIER OTRO MEDIO DE ENGAÑAR O SORPRENDER LA BUENA FE", el cual si se ha demostrado pues el actuar del imputado fue engañando la buena fe y voluntad de la víctima al prometerle un negocio que al final no se concretaría, por ello se denota que no significa que el ardid sea el único verbo que define la acción delictiva, sino que como [la] misma disposición legal establece "u otro medio de engaño", dicha situación es particular porque engloba varios tipos de acciones que pueden constituir un actuar estafador por parte del imputado, en el caso que nos ocupa dicha situación se evidencia pues el señor JULIO EDUARDO S. V. (ENGAÑA), la buena fe del hijo de mi representada para afectarlo económicamente de forma grave, precisamente por valerse de la amistad que mediaba entre ambas personas, éstos son factores Honorables Magistrados que sin duda constituyen diferentes modalidades del actuar en forma de engaño en que puede engañar el delito de Estafa.--- Por estas razones considera el suscrito pertinente que en el presente caso NO se deje mal precedente al dictar un SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO en beneficio del señor JULIO EDUARDO S. V., cuando existen elementos que lo incrimina con un grado de certeza positiva de que el señor S. V., es AUTOR directo el delito de ESTAFA AGRAVADA, pues su actuar premeditado ha afectado pecuniariamente al hijo de mil representada y a su sucesión, pues a través de engaños lo hizo erogar grandes cantidades de dinero, a sabiendas que nunca iba reembolsar dichas cantidades monetarias, dicha afirmación NO es especulativa del suscrito, sino que por el contrario se encuentra robustecida de diversos indicios que arrojan dicha conclusión.---En el presente caso, el acusado hizo caer a la víctima en un estado de ficción en el cual utilizó los cheques para tal fin, esa acción realizada por el acusado es la que tiene carácter de ilícita, pues lo lleva al acto de disposición causante del injusto penal acusado de Estafa, no obstante la Juzgadora de Instrucción refiere mediante una teoría finalista que no se incluyen los aspectos cognoscitivos y volitivos del actuar doloso del acusado, en cuanto que los cheques fueron dados en garantía para respaldar una obligación, específicamente es necesario aclarar Honorables Magistrados que perfectamente el cheque puede generar una expectativa de pago a posteriori con el ánimo de salvaguardar derechos de la víctima al despojarlo de cantidades de dinero que nunca serían pagados, por ello es que la Juez Aguo, debió considerar que el derecho penal, es una disciplina que forma parte del ordenamiento jurídico, aunque en alma existan muchísimas calificaciones, la distinción más básica es la que distingue disciplinas de derecho público y derecho privado. Cuando uno toma una norma, una ley, no se distingue entre ellas que esa norma sea de derecho privado o público, pero dogmáticamente si existe. Si analizamos esa disciplinas nos encontramos paradigmáticamente, que el derecho civil se entiende como una rama de derecho privado, pero en el caso en análisis existe una gran diferencia de esas dos ramas de derecho entre privado o público, ya que en esta última se genera una intervención estatal, donde se incluyen las ramas de derecho público, existe una relación jurídica que se produce y la misma está condicionada por el derecho estatal: se genera un influjo que ejerce el estado en esa relación y además los bienes tutelados, la entidad de la materia tutelada y la capacidad del sujeto de resolver un caso hay supuestos en que el sujeto individual tiene mayor o menor capacidad de decidir, y así está limitada aparte de la autonomía de la voluntad y el predominio del interés público o privado. Si tiene mayor o menor capacidad de decisión. Para ello es necesario establecer a manera de ejemplo: Que se puede establecer mediante la Teoría del Funcionalismo, primeramente que en una relación contractual se afecta el patrimonio, que el derecho penal es para algunos dogmáticos la última ratio y el derecho civil como ámbito menos relevante, pero otros autores dicen que no es del quantum de lo discutido, sino de manera cualitativa, son dos cosas diferentes, pues existen diferencias cualitativas y cuantitativas, los dos criterios tienen parte de razón, lo mejor es una diferencia más compleja de ambos factores, entre ellos la Estafa vrs incumplimiento contractual, pues muchas veces la Estafa surge con un incumplimiento previo contractual, pero en otras condiciones puede ser Estafa sin cumplimiento, sin contrato, un desplazamiento material, que no existiría sin esa relación jurídica, como en el caso que nos ocupa, en donde existe un desplazamiento patrimonial y una expectativa de pago en la inversión que la víctima realizaría que al final no se concretizo por haber generado un engaño por parte del indiciado. ---Claro está Honorables Magistrados, que la Juez A Quo, debió valorar el rol de cada uno de los intervinientes en el hecho, pues tanto víctima como acusado son comerciantes, personas que conocían las reglas de los negocios y por ello tenían esa obligación de conocer las responsabilidades de relaciones comerciales, no obstante la juzgadora en su proveído expone que esa deuda de carácter económico (reconociendo por ella la existencia de esa deuda), puede hacerse efectiva mediante la vía procesal idónea, para ella se hace la interpretación que debe hacerse mediante la vía Civil y Mercantil o por el Procedimiento de Acción Privada si fueran los casos, empero la resolución de la Juez debió ser diferente con el fin de salvaguardar derechos y decretar si así hubiese sido entonces una incompetencia en razón de la materia para que tuviera sustento lo resuelto por ella." Solicitando se verifiquen los errores sustantivos, y se revoque el sobreseimiento definitivo, ordenando en su lugar a la Juez Noveno de Instrucción dicte el auto de apertura a juicio, por ser lo que a derecho corresponde. V.- Contestación de la defensa. La defensa al contestar el recurso de apelación en indica: "El único motivo de apelación alegado es lo que a juicio del recurrente constituye una interpretación errónea de los artículos 215 y 216-3 del Código Penal, al establecer su Señoría que el hecho acusado no constituía el delito en mención y al respecto aduce: ---a) Que la afirmación de su Señoría que este caso no pertenece al ámbito penal y que bien podría dilucidarse en medio de otro proceso civil o mercantil, no es correcta pues hay una carta firmada por la víctima, que si bien consta en autos es una fotocopia "esta constituye el indicio base para la acusación" pues en ella se "expresa de manera clara que el señor JULIO EDUARDO S., le solicitó tal cantidad de dinero para invertirlo en un negocio y que producto de dicha inversión este ganaría una comisión de CINCUENTA MIL DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, aparte de los DOSCIENTOS MIL DOLARES que éste le había entregado para la inversión ..." --- Honorable Tribunal que conoceréis en apelación, en un primer momento es menester establecer que este proceso ya se encuentra en su fase final de la instrucción y que lo que se debe discutir es en base a elementos de prueba con valor probatorio, no en simples fotocopias como pretende el abogado querellante, elementos que el apelante clasifica de "indicio" olvidándose la fase procesal en que se encuentra el juicio. --- Pero además y fundamentalmente es de mencionar que lo único que dice dicha fotocopia y que se encuentra agregada a folios 22 y 23 de este expediente relacionado al caso, sin admitir su validez probatoria, es: "Mi amigo Eduardo S., he invertido con el 250 mil, los cheque lo tengo en la maleta, el celular es […], él es una persona correcta dijo que a más tardar el 15 feb., me lo regresaba todo". --- De la comparación anterior se concluye, sin mayor análisis, que lo que dice el abogado querellante no consta, no está así consignado en el instrumento con a su juicio valor de "indicio" que señala en su alegato. --- Que es entonces lo único que consta en tal fotocopia: una afirmación de haberse "invertido" una cantidad de dinero, no más, por lo que en nada constituye lo anterior un "indicio" del cometimiento de un delito de estafa, y en consecuencia la afirmación de su Señoría que este caso debió ventilarse en otras vías como la civil y mercantil es correcta y válida, fundamentada en el mismo inciso segundo del art. 27 de la Constitución. --- b) Argumenta el apelante que si solo existieren los cheques de mérito "NO habría acción penal en el caso, pues se trata de una deuda civil que compete su conocimiento a los Juzgado de lo Civil y Mercantil competente", pero que en este caso no fue así porque de acuerdo a los informes bancarios pues el libramiento se hizo sabiendo que no tenían fondos, lo que genera el ardid a su juicio. --- El planteamiento del abogado apelante es incompleto, pues la simple existencia del libramiento de cheques sin tener fondos suficientes para ello desarrolla a una posible acción penal de insolvencia punible como lo es la figura penal establecida en el art. 243 Pn., en cuyo caso por tratarse de un delito doloso se requiere el conocimiento del sujetos activo de que está librando un cheque a sabiendas que no tiene fondos, o una acción ejecutiva mercantil; pero para que este acto como el último inciso del articulo antes citado dispone, desarrolle una posible estafa es necesario que el sujeto activo del delito de estafa no solo conozca la insolvencia sino que se sirva de un cheque sin provisión de fondos para fingir solvencia o cuando de otro modo, el cheque sin provisión sea parte, constituye o integre el engaño de la estafa, circunstancia ésta de la que no existe elemento alguno en el juicio, pues ni siquiera se cuenta con una declaración de la víctima al respecto que al menos permitiera evaluar la existencia o no de esa situación volitiva que implica la existencia de un engaño, tal como lo ha señalado su Señoría en su resolución ahora impugnada. La frase contenida en la nota de suicidio de la víctima, que ni siquiera es o tiene valor probatorio en este caso, solo dice "he invertido con el 250 mil, los cheques los tengo en la maleta", texto del que ni por una extrema inferencia podría deducirse la existencia de un engaño por la mediación de cheques. --- c) La afirmación de su Señoría de que no se cuenta con el relato de la víctima está directamente ligada a la ausencia del elemento de engaño que cualifica a la estafa, no a que si solo ella pudiera interponer denuncia u otros aspectos procesales que señala el apelante. --- Así mismo no existe prueba alguna de lo que el abogado apelante manifestara en la audiencia y que están expresamente contenidos en la página tercera del acta de la audiencia preliminar "que los hechos comienzan en el año dos mil once, en razón de la amistad existente entre el imputado y la víctima, ya que el procesado le expresa a la víctima que la fábrica de calcetines se encontraba en quiebra, diciéndole el imputado a la víctima que si podría invertir doscientos mil dólares para la compra de materia prima para la fabricación de calcetines y que le daría la cantidad de cincuenta mil dólares como ganancia por dicha inversión, los cuales se los entregaría en el mes de febrero, narración de los hechos que no existe en ninguno de los elementos probatorios ofertados y ni siquiera en la misma acusación que presentara este abogado querellante, lo que hace concluir necesariamente en la fabricación artificiosa del caso por parte del mismo, sin siquiera tener el cuidado en examinar que en la acusación que presentara nada había dicho de lo anterior. --- d) el abogado apelante realiza una serie de comentarios teóricos en la página 8 del libelo impugnaticio respecto a las consideraciones de su Señoría sobre que este caso no es penal, sino que debió ventilarse en la vía civil o mercantil, que no tienen la solidez y logicidad necesaria para aceptarlos como razonamientos válidos, mucho menos cuando al final de los mismos concluye que de acuerdo a lo planteado por su Señoría la "resolución debió ser diferente con el fin de salvaguardar derechos y decretar si así hubiese sido entonces una incompetencia en razón de la materia para que tuviera sustento lo resuelto", que indica un desconocimiento de las reglas de competencia que en materia penal se desarrollan por el Código Procesal Penal, pues las reglas de competencia por razón de la materia en el proceso penal no se refiere a la competencia por razón de la materia haciendo referencia a las diversas ramas del Derecho (civil, penal, laboral, mercantil, familia, etc.) sino que su determinación está dada por la naturaleza que los delitos sometidos a la jurisdicción. La competencia material no es más que la distribución que hace el legislador entre los distintos tipos de órganos jurisdiccionales, integrados en el orden penal para el enjuiciamiento en única o primera instancia de los hechos delictivos por los que procede (Cámara Tercera de lo Penal de San Salvador 22-05-02). Págs. 276 y 277 Código Procesal Penal Comentado. Y quizá para mayor entendimiento del abogado apelante basta la simple lectura del artículo 64 del Código Procesal Penal que establece efectos de la incompetencia y en particular lo regulado en su inciso tercero. -En conclusión, ninguna de las alegaciones propuestas por el abogado apelante constituyen fundamentos válidos y suficientes en contra del razonamiento expuesto por su Señoría en la Audiencia Preliminar y que motivaron el sobreseimiento definitivo dictado, puesto que en este caso solamente se cuentan con títulos valores (cheques) emitidos por cierto en fechas posteriores a la muerte de la víctima y no hay ningún elemento probatorio válido que demuestre más allá de la existencia de una relación obligacional la concurrencia de algún ardid, elemento cualificativo de la figura penal de estafa; aparte de que solamente consta en la relacionada fotocopia sin ningún valor y en el dicho referencia de los testigos propuestos la existencia de una "inversión", pero ninguna prueba válida que efectivamente demostrara que la víctima entregara la cantidad de dinero que se dice dispuso[...]". Solicitando por lo anterior se declare no ha lugar la pretensión recursiva de la parte querellante, y se confirme como corresponde el sobreseimiento definitivo, dictado a favor de Julio Eduardo S. V. VI.- Consideraciones de esta Cámara. Luego del examen de los argumentos de la Juez Aquo, del fondo del recurso interpuesto, la contestación y lo que consta en el expediente se hacen las consideraciones siguientes: El recurrente impugna el sobreseimiento definitivo emitido por la Juez Noveno de Instrucción de esta ciudad, por considerar que el mismo ha sido dictado inobservando los arts. 215 y 216 del Código Penal, ya que a su parecer los hechos acusados encajan en el delito de Estafa Agravada, contrario a lo afirmado por la Juez Aquo, quien considera que no concurren los elementos del tipo penal de Estafa, y que por lo tanto los hechos son atípicos. El delito de Estafa, tiene su asidero legal en el art. 215 Pn., el cual literalmente dice: "El que obtuviere para sí o para otro un provecho injusto en perjuicio ajeno, mediante ardid o cualquier otro medio de engañar o sorprender la buena fe, será sancionado con prisión de dos a cinco años si la defraudación fuere mayor de doscientos colones. Para la fijación de la sanción el juez tomara en cuenta la cuantía del perjuicio la habilidad o astucia con que el agente hubiere procedido y si el perjuicio hubiere recaído en persona que por su falta de cultura o preparación fuere fácilmente engañable." De la descripción del tipo penal de Estafa, se advierten los siguientes elementos objetivos: La acción engañosa. El sujeto activo, simula un hecho falso cuando lleva a conocimiento de otro un hecho no existente como existente, deforma un hecho verdadero cuando le falsifica al ofendido el cuadro total del hecho, sea mediante la adición o la supresión de sus particularidades esenciales, y oculta un hecho verdadero, cuando sustrae del conocimiento del ofendido determinada circunstancia o particularidad, respecto a una situación, cosa o persona. El error, que es una representación positiva, de un falso hecho, y ese error es producto del engaño del sujeto activo. El acto dispositivo patrimonial. Como consecuencia del error, el engañado debe realizar el acto dispositivo patrimonial. Por acto dispositivo patrimonial se entiende un actuar, un tolerar o un omitir del engañado, que causa, de manera inmediata, una disminución patrimonial, perjudicial para sí mismo o para un tercero. Para que exista un acto dispositivo patrimonial es necesario que el engañado, de acuerdo al plan del autor, aparezca como el "instrumento" que causa, por sí mismo, mediante su conducta, la disminución patrimonial o la autolesión patrimonial. Esta característica del acto dispositivo patrimonial es esencial, porque responde a la característica del delito de estafa, que presupone que el autor no irrumpe en la esfera patrimonial ajena, (ni por sí mismo ni a través de un mediador del hecho), ni se procura por sí mismo la ventaja patrimonial, sino que utiliza al engañado para obtenerla. Desde el punto de vista económico, la reacción del engañado a la acción engañosa del autor, debe ser un acto de dar; es decir, que la reacción del engañado a la acción engañosa debe ser la causa inmediata y eficiente de la disminución patrimonial. Es por esta razón que la estafa es un delito de autolesión, porque el engañado, como instrumento del autor, causa él mismo el daño patrimonial, para sí o para un tercero, a través del acto dispositivo patrimonial. Perjuicio patrimonial. Existe cuando la desventaja patrimonial proviene, de manera inmediata, de la lesión al bien patrimonial penalmente protegido, por tanto en la estafa solamente hay daño patrimonial cuando el patrimonio es lesionado de manera inmediata. En cuanto al elemento subjetivo, el delito de estafa es un delito doloso, y requiere que la intensión del sujeto activo sea la de obtener un beneficio patrimonial antijurídico para sí o para un tercero, y por lo tanto su conducta está orientada a dicho fin. Ahora bien, la conducta típica se agrava en los casos señalados en el art. 216 Pn., entre esos se tiene, y es el que interesa para el presente caso: "Cuando se realizare mediante cheque, medios cambiarlos o con abuso de firma en blanco". Estafa realizada mediante cheque o medios cambiarios. Se castigan en este subtipo agravado los comportamientos en los que una persona, apoyándose en la apariencia de garantía que, inicialmente, ofrecen los documentos a los que hace referencia la ley, crea una ficción de solvencia que engaña a otro, llevándole a la realización del acto de disposición causante del perjuicio. Caben todos los supuestos de creación de un título falso, alteración de uno existente, falsificación de firma, cambio de cantidades, expedición sin fondos o sin ánimo de pagar, incluyendo los supuestos de letras de cambio de colusión o vacías. Apuntado lo anterior, y trasladándolo al caso en concreto, se tiene lo siguiente: El impugnante señala que la Juez Aquo, ha interpretado erróneamente los arts. 215 y 216 CP, al considerar que el hecho acusado es atípico, y que el mismo debe ser dilucidado por una vía distinta a la penal. El recurrente considera que concurren tanto los elementos objetivos como subjetivos de la Estafa. Indica que el indicio base para la acusación es la nota que dejó la víctima, pues en ella se detalla que el imputado Julio Eduardo S. V., le solicito a la víctima para invertir en un negocio la cantidad de $200,000 y que producto de dicha inversión obtendría una ganancia de $50,000, por lo que al final del negocio recibiría la cantidad de $250,000, dinero que a la fecha no ha sido recibido, generándose con ello un perjuicio económico evidente. Sobre lo anterior, al verificar lo que consta en el proceso los suscritos consideran que hay indicios que entre el señor […], y el imputado Julio Eduardo S. V., hubo un acuerdo o un negocio, lo anterior en virtud que la cantidad de dinero que se dice debía entregar el imputado S. V., a la víctima, es coincidente con lo narrado por la testigo […] (hermana de la víctima), con la nota que dejará el señor […] al fallecer, y con los cheques que fueron encontrados por la hermana de la víctima. No obstante lo anterior, se desconoce las particularidades de ese acuerdo, tal como lo menciono la Juez Aquo: "[...] las cantidades de dinero entregadas, en concepto de que se entregó el dinero, el tiempo pactado a devolverlo, y referencias sobre la existencia real de una obligación [...j"; ya que los testigos además de ser referenciales (sin que esos hayan sido ofrecidos de tal manera, conforme a lo que señalan los arts. 220, 221, 223 CPr.Pn.), no son coincidentes en cuanto a la naturaleza del acuerdo, unos señalan que fue un préstamo, otros que fue una ayuda económica, y otros que fue inversión; sin detallar las condiciones del mismo. En cuanto a la nota que dejará la víctima, y que fue encontrada posterior a su fallecimiento, se advierte que no obstante no se ha dudado de su autenticidad, no se cuenta con su original, y tampoco aporta suficiente información por sí misma. Dicho lo anterior, los suscritos comparten el criterio de la Juez Aquo, en cuanto a que por las particularidades del caso, es imposible establecer, sin la declaración de la víctima, las condiciones del acuerdo verbal pactado entre el imputado y la víctima. El recurrente ha señalado que la disposición patrimonial realizada por la víctima, al entregar el dinero, lo fue mediante una acción engañosa, ya que el imputado Julio Eduardo S. V., no obstante tener conocimiento que no tenía los fondos suficientes para devolver a la víctima los $200,000 que le fueron entregados más los $50,000 de ganancia, emitió seis cheques, que sumados entre sí son por $250,000; señalando que lo anterior se corrobora con los estados de las cuentas a las cuales pertenecen los cheques librados, y que reflejan que el imputado S. V., nunca tuvo cantidades que llegasen por lo menos a la mitad del monto de la suma adquirida, y que al librar los cheques el imputado género en la víctima una expectativa de pago a futuro que no cumpliría. En el proceso se ha logrado establecer, que los cheques efectivamente fueron librados por el imputado S. V., ya que al practicárseles la experticia grafotécnica, se determinó: "Las firmas de autorización objeto de análisis han sido plasmadas por el señor Julio Eduardo S. V. --- La escritura manuscrita del llenado plasmada en los cheques objeto de análisis, ha sido elaborada por el señor Julio Eduardo S. V.." (fs. 245-248) Este tribunal considera que de ser real el acuerdo entre el imputado y la víctima, los cheques fueron librados como garantía, ya que tal como se ha mencionado al sumar las cantidades por las que fueron librados son por la cantidad de $250,000 que se menciona recibiría el señor […], producto del acuerdo; además los mismos han sido emitidos a favor de la víctima, y con fechas posteriores al de su hallazgo, por lo tanto hay una probabilidad positiva que fueron emitidos como garantía. Ahora bien, debe indicarse que en el caso de negocios jurídicos en los que se promete una prestación a futuro, el engaño radica en la voluntad de no cumplir, es decir, desde antes de obligarse el sujeto activo decide de antemano que no cumplirá o sabe que a lo que se obliga es de imposible cumplimiento, es a lo que se conoce como el dolo in contrahendo. Por tanto se está frente a una Estafa, cuando el sujeto activo desde el momento en que se obliga a cumplir esa obligación futura, decida no cumplir o sepa que su cumplimiento es imposible, el dolo debe ser precedente, de no ser así, no puede sostenerse que exista una Estafa, sino un incumplimiento de obligaciones. Y es que el elemento diferenciados de la Estafa respecto al incumplimiento de obligaciones, es el momento de la aparición del dolo. Si el dolo del autor aparece posterior a la conclusión de un negocio licito, contraído de buena fe, en su fase de cumplimiento y ejecución es un dolo subsequens; mientras que en la estafa, previo a la realización del negocio, el autor a sabiendas que a lo que se compromete es imposible que lo cumpla o decida no cumplir, se trata de un dolo in contrahendo. Debe advertirse, que no hay engaño, cuando la causa del incumplimiento ha sido debido a circunstancias sobrevenidas con posterioridad a obligarse, imprevista o desconocida, o cuando a pesar de haberse cumplido con la obligación esa ha sido defectuosa. Apuntado lo anterior, al verificar lo que consta en el proceso, no se ha logrado establecer que la decisión del imputado S. V., de no cumplir con la obligación que adquirió con el señor […], al librar los cheques, haya surgido al momento de obligarse, es decir, que desde ese momento supiera que no quería o no podía cumplir con aquello a lo que se obligaba, no hay ni siquiera indicios que establezcan que el imputado S. V., previo al acuerdo o negocio realizado con la víctima, haya decidido incumplir con el pago o que a lo que obligaba era imposible de cumplir. Si bien, en la doctrina se sostiene que el engaño, componente nuclear de la estafa, en el caso de la emisión de cheques sin fondos, está implícito en la misma entrega del cheque creando en quien lo recibe la creencia de que será atendido y obteniendo así algo a cambio; el injusto no consiste en la mera emisión de un cheque sin cobertura, sino en la utilización de este medio — con el que aparenta solvencia- para la inducción a una disposición patrimonial, con ánimo defraudatorio quebrando la libertad de decisión del destinatario; ánimo defraudatorio que no ha sido establecido en el presente caso. Además, no hay manera de determinar en el caso sometido a examen, que la emisión de los cheques dados en garantía, haya sido el medio para generar a la víctima una falsa representación de solvencia del imputado, ya que no se cuenta con la declaración de la víctima, quien es la única, en este caso, quien podría aportar a detalle las circunstancias del hecho, y si la emisión de los cheques fue el medio para inducirle a un error y así disponer de su patrimonio. Por todo lo anterior, este tribunal de alzada concluye que lo único que ha quedado establecido en el proceso, es un posible incumplimiento, sin que ese sólo hecho implique una vulneración penal. En tal sentido, los suscritos consideran que la decisión de la Juez Aquo, ha sido dictada conforme a derecho, y por ello se confirmara la resolución recurrida. POR TANTO: Con base en todo lo expuesto y con fundamento en los arts. 144, 354, 452, 453, 464, 475 CPP, esta Cámara RESUELVE: a) Admítase el recurso de apelación interpuesto; b) Declarase sin lugar lo solicitado por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutierrez Ayala, en su calidad de Querellante; c) Confirmase el sobreseimiento definitivo dictado por la Juez Noveno de Instrucción de esta ciudad, a favor del imputado Julio Eduardo S. V., a quien se le atribuye la comisión del ilícito penal calificado provisionalmente como Estafa Agravada, en perjuicio patrimonial de […] (fallecido), representado legalmente por […]. d) Una vez transcurrido el término de ley, sin que la presente sentencia haya sido impugnada, declarase ejecutoriada conforme a lo señalado en el art. 147 CPP; y e) Certifíquese la presente sentencia, y remítase junto con el proceso original, al Juzgado Noveno de Instrucción de esta ciudad, cuando haya adquirido firmeza. Notifíquese. PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN. 106-14 (2) Revocatoria. CAMARA TERCERA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCION DEL CENTRO: San Salvador, a las quince horas con cincuenta minutos del día catorce de agosto de dos mil catorce. Por recibido el escrito suscrito por el licenciado Luis Edgardo Morales Joya, en su calidad de defensor particular del procesado Julio Eduardo S. V., a quien se le atribuye el delito de Estafa Agravada, en perjuicio de Chia Y. T.; por medio del cual contesta el recurso de revocatoria interpuesto por la parte querellante licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, en contra de la resolución emitida por este tribunal de alzada, a las doce horas del día dieciocho de julio de dos mil catorce; en la que se confirma, el sobreseimiento definitivo dictado por la Juez Noveno de Instrucción de esta ciudad, de fecha veinticinco de junio del presente año. Previo a resolver el recurso de revocatoria interpuesto, conforme a los arts. 452, 453, 461, 462 del Código Procesal Penal (CPP), es procedente realizar un examen de los requisitos de admisibilidad del recurso de revocatoria, y por ello esta Cámara, hace las consideraciones siguientes: El art. 461 CPP, establece lo siguiente: “Procederá el recurso de revocatoria contra las decisiones pronunciadas en audiencia o fuera de ellas, que resuelvan un incidente o cuestión interlocutoria, a fin de que el mismo tribunal que las dictó las revoque o modifique.” La disposición anterior delimita las resoluciones que pueden impugnarse por medio del recurso de revocatoria, que son: los incidentes, y las cuestiones interlocutorias. Incidente según el diccionario de la Real Academia Española es “cuestión distinta del principal asunto del juicio, pero con el relacionada, que se ventila y decide por separado, suspendiendo a veces el curso de aquél, y denominándose entonces de previo y especial pronunciamiento”. Y por cuestiones interlocutorias debe entenderse como cualquier trámite que se dé dentro del procedimiento, se refiere a simples decretos, es decir cuestiones accesorias a lo principal, relacionados más que todo al impulso procesal como es el caso de una petición de alguna de las partes que requieran únicamente la marcha del proceso. En el caso de los recursos, al conocer en segunda instancia sobre los puntos específicos apelados, esos constituyen el “thema decidendi” del recurso, y por ende, la resolución que recae sobre tal impugnación no equivale ni a un incidente ni a una cuestión interlocutoria, los puntos específicos apelados son el objeto principal, en consecuencia el recurso de revocatoria es inadmisible cuando se interpone contra la decisión en el que se resuelve la apelación, independientemente de la resolución recurrida y de su naturaleza en el proceso en primera instancia. Apuntado lo anterior, se advierte que en el caso de mérito, el recurrente interpone el recurso de revocatoria, en contra de la resolución emitida por esta Cámara a las doce horas del día veintiocho de julio del presente año, y al verificar el contenido del recurso de revocatoria, se advierte que los argumentos por él vertidos, ya fueron discutidos, fundamentados y plenamente explicados por este tribunal de alzada al emitir sentencia, y por lo tanto se ha dictado una resolución sobre el fondo del recurso interpuesto. Habiéndose evidenciado que la resolución que se impugna, no resuelve ni un incidente o una cuestión interlocutoria, el recurso interpuesto no cumple con los requisitos mínimos de admisibilidad, lo que es impedimento para que esta Cámara emita pronunciamiento alguno sobre el recurso planteado, y por tanto lo procedente es imponer la sanción procesal que es la declaratoria de inadmisibilidad. POR TANTO: por los motivos expresados, y con fundamento legal en los arts. 452, 453, 459, 461, 462 CPP; esta Cámara RESUELVE: a) Declarase inadmisible el recurso de revocatoria, interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, quien ejerce la defensa técnica del imputado Julio Eduardo S. V., a quien se le atribuye la comisión del delito de Estafa Agravada, en perjuicio de Chia Y. T., contra la decisión pronunciada por este tribunal, a las doce horas del veintiocho de julio de dos mil catorce, en cuya parte dispositiva se resolvió confirmar la resolución emitida por la Juez Noveno de Instrucción de este distrito judicial, en la que se sobresee definitivamente a favor del imputado referencia; y b) Certifíquese la presente resolución y remítase al Juzgado Noveno de Instrucción de esta ciudad. Notifíquese. INC-106-14 (2) CAMARA TERCERA DE LO PENAL DE LA PRIMERA SECCION DEL CENTRO: San Salvador, a las quince horas del día diecinueve de agosto de dos mil catorce. Advierten los suscritos, que en el incidente relacionado al proceso penal instruido contra Julio Eduardo S. V., por el delito de Estafa Agravada, en perjuicio de Chia Y. T.; en la resolución emitida por este tribunal de alzada de las quince horas con cincuenta minutos del día catorce de agosto del presente año, existe un error material, al haberse expresado en el fallo de la misma lo siguiente: "a) Declarase inadmisible el recurso de revocatoria, interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, quien ejerce la defensa técnica del imputado Julio Eduardo S. V...."; siendo lo correcto: "a) Declarase inadmisible el recurso de revocatoria, interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, en su calidad de querellante en el proceso penal instruido contra el imputado Julio Eduardo S. V...." El fundamento para corregir tales irregularidades en doctrina lo expresa el Doctor Javier Llobet Rodríguez, en su libro Proceso Penal Comentado, segunda edición, página 196, al señalar que: "...existe un error material cuando se dijo algo diferente de lo que se quiso decir. Para que pueda existir un error material debe extraerse del contexto de la resolución que se cometió un error de este tipo..." En nuestra legislación, no obstante no se encuentra expresamente regulada la forma de subsanar errores materiales en resoluciones como la relacionada, es posible hacer una interpretación sistemática de nuestra legislación procesal penal, en virtud que el art. 400 inciso final, permite que en las sentencias definitivas que tengan defectos que no habiliten casación, sean subsanados por el tribunal de oficio o a petición de parte en su oportunidad; de igual forma el artículo 476CPP, faculta para que se corrijan en casación los errores de derecho en la fundamentación de la sentencia o resolución impugnada que no han influido en la parte resolutiva así como los errores materiales en la designación o computo de las penas; por lo que interpretando las referidas disposiciones, es posible concluir que la corrección del error material a la que se ha hecho referencia es procedente, ya que este no causa una alteración sustancial en la resolución, pues el dato equívoco no constituye la esencia del fundamento de la resolución pronunciada por este tribunal. POR TANTO, en base a las razones expuestas y de conformidad a lo establecido en los arts. 400 y 476 CPP, esta cámara resuelve: I) Establecer la existencia de un error material, en el fallo de la resolución emitida por este tribunal de alzada, a las quince horas con cincuenta minutos del día catorce de agosto del presente año, en el incidente relacionado al proceso penal instruido contra Julio Eduardo S. V., por el delito de Estafa Agravada, en perjuicio de Chia Y. T.; al haberse expresado: "a) Declarase inadmisible el recurso de revocatoria, interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, quien ejerce la defensa técnica del imputado Julio Eduardo S. V...."; por lo que se deja sin efecto el texto aludido, y se sustituye por el que a continuación se detalla: "a) Declarase inadmisible el recurso de revocatoria, interpuesto por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, en su calidad de querellante, en el proceso penal instruido contra el imputado Julio Eduardo S. V...."; II) Remítase la certificación de la presente resolución al Juzgado Noveno de Instrucción de esta ciudad. Notifíquese.