Impreso por . Prohibida su reproducción. 50 EL MUNDO. MARTES 25 DE OCTUBRE DE 2011 EM2 / CIENCIA TROMSO: LA PUERTA HACIA EL ALTO NORTE La ciudad de Tromso, situada en el círculo polar en Noruega, vista de forma panorámica desde lo alto del funicular de Storsteinen. NUEVAS OPORTUNIDADES EN EL ÁRTICO Un reciente estudio refuta a los escépticos e indica que el cambio climático existe. Este año se ha batido el récord mínimo de hielo ártico, desatando una nueva carrera para explotar sus yacimientos de petróleo Viaje a la capital del deshielo MIGUEL G. CORRAL / Tromso (Noruega) Enviado especial La primera bofetada que te sacude el frío del Ártico cuando llegas a Tromso son las duras miradas de las estatuas de bronce de Nansen y Amundsen que descansan por todas partes. El Alto Norte aún vive del legado de sus exploradores. Fridtjof Nansen vivía obsesionado con el sueño de pisar por primera vez el Polo Norte geográfico. Con la intención de atravesar el casquete polar, el explorador noruego dirigió la construcción de un barco que pudiera permanecer rodeado de hielo sin romperse y le permitiera comprobar una vieja hipótesis. En la época se creía que era posible llegar al Polo Norte dejándose llevar por las corrientes que empujan las masas de hielo en el océano Ártico. El 24 de junio de 1893 el Fram, hecho realidad, zarpaba como nave nodriza de la ingenuidad de Nansen. El buque tardaría tres años en regresar y el explorador jamás lograría alcanzar su objetivo. Sin embargo, volvió con los datos clave para sentar las bases de la oceanografía física y la investigación climática modernas. En 2006, el Tara, un barco francés construido con los mismos requerimientos que el Fram, tardaba 20 meses en realizar el mismo recorrido que hizo Nansen más de un siglo antes. «El hielo en el océano Ártico se está reduciendo a un ritmo del 11,2% cada década», explica Harald Steen, director del Centro de Hielo, Clima y Ecosistemas del Instituto Polar de Noruega. Las conclusiones del Berkeley Earth Project que se acaban de publicar no dejan espacio para la duda. El grupo, dirigido por el físico Richard Muller y en el que ha participado el último Premio Nobel Saul Perlmutter, buscaba hacer oídos sordos a todo lo anteriormente publicado y usar sus propios datos para saber si son razonables las dudas de los escépticos del cambio climático o si el calentamiento es una realidad. El estudio, que usó 1.600 millones de datos y 39.000 estaciones de seguimiento, dio la razón al informe del IPCC y refuta la tesis de los negacionistas: la Tierra se ha calentado 1ºC en el último siglo. Por el ventanal del instituto de investigación Fram Center de Tromso (Noruega) entra el sol con fuerza y se ven las montañas que rodean a la capital del Ártico libres de nieve. «El Ártico se está transformando a una velocidad endiablada», dice Steen. En septiembre, la Universidad de Bremen arrojaba un preocupante dato: el hielo del Ártico a final del verano cubría una extensión menor que la del año 2007, cuando se produjo el récord histórico de mínima cobertura. Pocos días después, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU corregía el dato y decía que 2011 quedaba en segundo lugar en el ranking. «Lo importante no es si se ha logrado el récord, sino que los últimos cinco valores son los más bajos de la Historia», asegura Angelica Renner, oceanó- grafa física del Instituto Polar de Noruega. «El hielo de más de dos años de edad está disminuyendo de forma drástica y la cobertura actual está dominada por el hielo de primer año, que es mucho más fino que el antiguo. Esto está haciendo perder un enorme volumen de hielo en el Ártico», explica Renner. La reducción de la capa helada supone una enorme alteración de los ecosistemas polares y podría desestabilizar el clima mundial, ya que el Ártico es conocido como el termostato del planeta. Pero también abre nuevas oportunidades económicas. «El calentamiento va a permitir extraer gas y petróleo del fondo marino, sacar minerales, acceder a nuevos bancos de pesca, aumentar las rutas de transporte e incrementar el turismo», aseguró a EL MUNDO en junio Karsten Klepsvik, embajador noruego en el Artic Council, el órgano internacional más importante en la geoestrategia del Polo Norte. Hace un año, el Gobierno noruego abría las puertas del Centro de Investigación Ambiental y Climática del Alto Norte, acortado como Fram Center en honor del buque que sirvió a Nansen para sus hazañas polares. Junto con una joven pero asentada universidad, este centro convierte a Tromso, de más de 70.000 habitantes y situada más cerca del Polo que el punto más septentrional de Alaska, en la capital del deshielo del Ártico. El reparto de las oportunidades que brinda el deshielo le corresponde a los cinco países que tienen VLADIMIR PUTIN Deshielo LAS CLAVES «El Ártico es el camino más corto entre los mercados de Europa y Asia» En los últimos cinco años se han registrado los datos más bajos de superficie de hielo de la Historia del Ártico Se estima que el Polo Norte podría estar libre de hielo en verano en 50 años frontera con el Polo Norte: Noruega, Rusia, Groenlandia, Canadá y Estados Unidos. Y una de las consecuencias que ya está ocurriendo es la apertura de nuevas rutas marítimas comerciales por el norte. «El Ártico es el camino más corto entre los mayores mercados de Europa y la región de Asia-Pacífico», dijo Vladimir Putin en una conferencia sobre transporte marítimo que tuvo lugar en Arkhangelsk (Rusia). «Es una excelente oportunidad para reducir costes». El viaje desde el norte de Noruega hasta China por el paso del noreste es 15 días más corto que la ruta habitual por el canal de Suez –37 días frente a 21 por el paso del noreste–. Lo que supone un ahorro de más de 200.000 euros por cada viaje, según las compañías de transporte marítimo de Noruega. Las estimaciones indican que la ruta es un 40% más corta. En 2009, dos buques comerciales atravesaron por primera vez el norte de Rusia y cruzaron el paso del noreste para llegar desde Asia hasta Europa por el Ártico. Este año, han sido 18 los barcos que han realizado la misma ruta. Para Tore Henriksen, profesor de la Universidad de Tromso experto en derecho marítimo, es un momento excitante de la historia del Ártico. «La reducción de costes en el transporte marítimo es evidente», explica, «pero hay que tener en cuenta que sólo se puede aprovechar la ruta del norte durante tres meses». Por el momento las rutas están cerradas durante la mayor parte del año. Y nadie sabe qué ocurrirá en el Ártico en los próximos años. No obstante, Henriksen admite que Rusia ya ha comenzado a pensar en un plan para convertirse en el Canal de Suez del futuro. Se trata de una posibilidad aún remota debido a las complicaciones técnicas y logísticas, pero Moscú contempla la idea de abrir pasillos