EVALUACIÓN CONTINUA DE LA METACOGNICIÓN∗ Variaciones en el conocimiento metacognitivo de estudiantes de primer año de la universidad María Belén Bosch1 Gisela Vélez2 PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO El estudio de la metacognición constituye un amplio capítulo en la investigación orientada a comprender el aprendizaje y los procesos cognitivos humanos, y abre un área especifica de indagación por la diversidad de aspectos que incluye. La metacognición se estudió en relación con la construcción de las estructuras cognitivas en el desarrollo ontogénico (Gardner y Alexander, 1989; Monereo, 1995). Numerosos investigadores, señalan la importancia del conocimiento metacognitivo para el logro de mayor significatividad en el aprendizaje (Mayor, Suengas y Marqués, 1993; Baker, 1994). Algunos resultados de investigaciones realizadas con estudiantes universitarios muestran relaciones entre niveles de conocimiento metacognitivo y rendimiento académico. (Bernad Mainar, 1992; Baker 1994; Rinaudo, 1994). En la literatura especializada también se pueden encontrar antecedentes referidos a la evaluación del conocimiento metacognitivo (Bernad Mainar, 1992; Mayor, Suengas y Marqués, 1993, Vizcarro et al., 1999), entre ellos, los autoinformes constituyen una importante vía para recoger información que permita acceder a la conciencia de la persona sobre sus procesos cognitivos y autorregulatorios; se analizan los comentarios de la persona como medio fiable y válido de acceso a la conciencia (Baker, 1994; Mayor, Suengas y Marqués, 1993). Las relaciones entre aprendizaje y metacognición, fundamentan la necesidad de indagar los niveles de conocimiento metacognitivo en alumnos que ingresan a carreras universitarias, y las variaciones que podrían sufrir durante un año académico. Se trata de comprender qué piensan los estudiantes sobre sus procesos cognitivos en el aprendizaje y con qué profundidad reconocen sus características y dificultades personales; parece válido esperar que a partir de ello podrían realizar acciones tendientes a modificarlas y hacerlas avanzar para el logro de mayor significatividad en sus aprendizajes. A continuación, se presenta un estudio cualitativo realizado durante los años 1998-2000 con estudiantes universitarios, en un intento por indagar su conciencia sobre distintos aspectos que afectan su aprendizaje. Los objetivos perseguidos son: identificar y describir niveles de conocimiento Beca de Ayudantía de Investigación. Secretaría de Ciencia y Técnica. UNRC. Período 1998-2000. Proyecto de Investigación: Aprender a partir del texto. Secretaría de Ciencia y Técnica. UNRC. Período, 1999-2001 1 Becaria en Ayudantía de Investigación de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Río Cuarto. E-Mail: mbosch@hum.unrc.edu.ar 2 Directora de Beca. Profesora Adjunta en el Departamento de Ciencias de la Educación, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Río Cuarto: metacognitivo; y valorar las variaciones en la conciencia de sí mismo en estudiantes universitarios de primer año a lo largo de un curso de aprendizaje. SUJETOS, MATERIALES Y MÉTODO: Para este estudio se trabajó con 69 estudiantes que en el año 1998 ingresaron en carreras de los departamentos de Ciencias de la Educación y Educación Pre escolar de la Universidad Nacional de Río Cuarto; ellos cursaban la materia Estrategias para el Trabajo intelectual -espacio que sirvió de marco para la indagación-. Las edades de los alumnos se ubicaron entre 18 y 24 años Los estudiantes respondieron a tres instancias de evaluación: la primera aplicación se realizó al comenzar el año lectivo; la segunda instancia se llevó a cabo al inicio del segundo cuatrimestre académico; una última aplicación se realizó al finalizar el curso. Las indagaciones tuvieron lugar en el contexto natural de la clase, durante el tratamiento de secuencias didácticas que hacían pertinente dicha actividad. El instrumento usado para recoger la información fue un cuestionario de base semi estructurada (opción múltiple con justificación), elaborado en una investigación sobre alternativas para evaluar la metacognición3, que inicialmente incluía 15 ítems, contemplando las dos dimensiones de la metacognición: conocimiento metacognitivo; y autorregulación. Luego se agregaron cuatro ítems para obtener información sobre aspectos referidos al tiempo y al esfuerzo en el aprendizaje. Sin embargo, para este estudio sólo se consideraron los ítems referidos al conocimiento metacognitivo. Para el análisis de la información se describieron las respuestas de los alumnos a cada evaluación realizada; se procedió luego a categorizarlas y se establecieron niveles de conciencia para cada categoría del conocimiento metacognitivo: los aspectos de sí mismo, de las tareas y de las estrategias. Luego se analizaron variaciones en la conciencia de sí mismo manifestada en los comentarios de los estudiantes; se trabajó con los datos obtenidos en cada instancia de evaluación por separado, comparando los resultados obtenidos en los diferentes momentos. Para describir características distintivas de esas variaciones se realizó un seguimiento de las respuestas a las distintas instancias en casos particulares. SÍNTESIS DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS Como primer resultado de la indagación se describieron niveles de conciencia generales para cada categoría del conocimiento metacognitivo. En este escrito sólo presentaremos los resultados referidos al conocimiento sobre sí mismo. Para analizar esto se tomó en consideración la referencia a tres procesos cognitivos específicos: la atención, la 3 Beca de iniciación, SeCyT 1996 - 1998. Cerioni, Mariela. Informe de investigación: Metacognición. Búsqueda de nuevas perspectivas para su evaluación. memoria, la comprensión, como también la consideración de la importancia de los conocimientos previos disponibles para el aprendizaje. Los niveles de conocimiento sobre si mismo quedaron caracterizados de la siguiente manera: Nivel 1: Ausencia de referencia a los aspectos cognitivos de sí mismo -procesos de atención, memoria y comprensión-. reflejada en comentarios caracterizados por expresiones circulares sobre las dificultades en el estudio y la velocidad y profundidad de los aprendizajes y razonamientos y por comentarios centrados exclusivamente en otras categorías y dimensiones de la metacognición o en factores motivaciones; mientras que los procesos cognitivos personales fueron desplazados por ellos Nivel 2: Reconocimiento vago, general y ambiguo de procesos cognitivos personales y conocimientos previos necesarios en el aprendizaje. Si bien los estudiantes hicieron referencia a sus procesos cognitivos (Atención, memoria, comprensión), al mencionarlos no expresaron claramente el sentido que pretendían dar al concepto -lo utilizaban de manera ambigua- o los mencionaban en un único sentido, pero no delimitaban los alcances del término -los señalaban vagamente. También se incluyeron dentro de este nivel los alumnos que sólo nombraban los conocimientos previos. sin aclarar nada sobre ellos o sobre la función e importancia que tenían para sus aprendizajes. Nivel 3: Reconocimiento claro de los aspectos cognitivos de sí mismo, reflejado en comentarios caracterizados por el establecimiento de claras relaciones entre los procesos cognitivos nombrados, o por la descripción de los mismos a través de sus características particulares. Los resultados del estudio también muestran las variaciones en los niveles de conocimiento sobre sí mismo. A lo largo del año académico, se observaron variaciones en los niveles de conciencia de sí mismo evidenciado en las respuestas de los alumnos a las diferentes instancias de evaluación. La mayor parte de las variaciones fueron ascendentes; por una parte hubo alumnos avanzaron progresivamente hacia niveles superiores de conocimiento; por otra parte hubo estudiantes que descendieron en su nivel de respuestas. En las tres instancias de evaluación, los comentarios del mayor porcentaje de alumnos manifestaron un nivel intermedio de conciencia de sí mismo -nivel 2-; pero aun así, desde la primera a la tercera aplicación del cuestionario disminuyeron paulatinamente las respuestas de ese nivel. Al comparar los resultados de la primera y la segunda aplicación de la prueba, se observó que en el segundo momento hubo un aumento importante de estudiantes incluidos en el nivel 3, disminuyendo el número de alumnos incluidos en el nivel 1 y en el nivel 2 respectivamente. Sin embargo, estos resultados no se mantuvieron en la tercera instancia de evaluación; al finalizar el año, aumentó el número de alumnos que dieron respuestas propias de un nivel 3; pero también aumentó el número de alumnos que dieron respuestas propias de un nivel 1. Los resultados encontrados se podrían sintetizar en cuatro puntos: -En el nivel de conciencia de sí mismo manifestado por los alumnos durante el transcurso del año se observan variaciones reflejadas en los comentarios de cada estudiante a las distintas instancias de evaluación. -Las variaciones se ven principalmente entre niveles contiguos. Al comparar las respuestas de cada alumno en distintas instancias, se observa que en un primer momento muchos estudiantes realizaron comentarios propios del nivel intermedio (n.2); pero posteriormente pasaron al nivel superior(n.3) o al nivel inferior(n.1). -Las variaciones se dan principalmente por el paso de niveles menores de conciencia a niveles superiores. Las mayores variaciones se dan en sujetos que inicialmente su ubicaron en el nivel 1 y luego pasaron al 2; y en sujetos que primero se ubicaron en el nivel 2 y luego pasaron al 3. -En las variaciones caracterizadas por una caída en las referencias a características cognitivas personales se advierte un desplazamiento hacia aspectos motivacionales, y aspectos propios del conocimiento de la tarea. Cabe aclarar: que uno de nuestros propósitos iniciales se orientaba a delimitar niveles de conciencia; esperábamos encontrar un continuo ascendente a lo largo del año académico. Sin embargo, durante la etapa del análisis se pudo comprender que la información obtenida por medio del cuestionario no pareció aportar datos suficientes para realizar afirmaciones de ese tenor. Si bien se describieron tres niveles generales de conciencia para cada categoría del conocimiento metacognitivo, las afirmaciones realizadas en el análisis de datos y en la comunicación de resultados se refieren al tipo y calidad de comentarios del estudiante según esos niveles, lo que no nos permite afirmar que ésto se refiera efectivamente a la conciencia (o falta de conciencia) misma del alumno. CONSIDERACIONES FINALES 1. El papel de la experiencia en la toma de conciencia Durante el transcurso del año, un importante número de alumnos evidenció un nivel intermedio de conocimiento de sí mismo. No menos importante fue el grupo de alumnos que en sus comentarios no incluyó ninguna referencia a sus procesos cognitivos. Sin embargo, un grupo creciente de alumnos manifestó un conocimiento más profundo de sí mismo a través de claras referencias a las propias características cognitivas. Para comprender esta situación se podría apelar a las consideraciones de diversos autores sobre el papel de la experiencia en la adquisición del conocimiento metacognitivo (Palincsar y Brown, 1989; Gardner y Alexander, 1989); en especial la experiencia ganada en situaciones deliberadas de aprendizaje escolar. Parece lícito interpretar la situación de los estudiantes en el inicio del año a la luz de a una sistemática carencia de situaciones deliberadas de aprendizaje y experiencias escolares previas en el dominio del conocimiento metacognitivo que los hubieran puesto en situación de reconocer y comprender las características particulares de los propios procesos cognitivos implicados en su aprendizaje. Tal vacío permitiría entender las escasas referencias sobre conocimiento de sí mismo que los estudiantes aportaban inicialmente. Por otra parte, el progreso a niveles de conciencia más elevados que mostraron muchos estudiantes en sus respuestas se manifestó en el contexto de una asignatura donde se brinda al alumno oportunidades para pensarse como sujeto en situación de aprendizaje; el conjunto sistemático de situaciones de reflexión metacognitiva, proporcionaría al estudiante un caudal de experiencia que podría favorecer la toma de conciencia sobre la metacognición en general y sobre sí mismo en particular. Sin embargo, aun no es posible afirmar la validez de estos supuestos y su poder explicativo; sería necesario realizar un estudio comparativo para contrastar el conocimiento metacognitivo manifestado por estudiantes que profundizan en experiencias de este tipo con el conocimiento metacognitivo evidenciado por alumnos de diferentes carreras en donde estas cuestiones no se tratan de manera sistemática. 2. Las variaciones en el conocimiento de sí mismo La presencia de variaciones en los niveles de conocimiento manifestados por los estudiantes entre una instancia de evaluación y la siguiente, observada en el seguimiento de los casos particulares, se podría interpretar a la luz de las consideraciones de Martí (1999) sobre el carácter constructivo del conocimiento metacognitivo. El autor señala el carácter inconsciente que reviste la mayor parte de la construcción cognitiva, y la compleja y larga elaboración que constituye el acceso a la conciencia de los procesos involucrados en la construcción cognitiva. Partiendo de esta base se podría entender al conocimiento metacognitivo como un constructo inestable sujeto a relaboraciones en el que la progresiva toma de conciencia remite a niveles diferentes de explicitación. Por otra parte, habría que considerar las variaciones en los niveles de conciencia tomando en cuenta el carácter personal que reviste el conocimiento de sí mismo, su relación con la construcción del autoconcepto y las percepciones de auto-eficacia 4 (Burón Orejas, 1993). Se podría pensar que el conocimiento de sí mismo, como constructo más personal y consolidado, se vuelve más resistente al cambio; y aunque se producen avances en el nivel de conciencia manifestado, no siempre pasan a formar parte de una visión más acabada y estable de las propias características cognitivas. 4 Retomando a Rinaudo y Vélez (1996) este concepto hace referencia a las percepciones de los alumnos sobre su capacidad, sus límites y posibilidades personales para llevar a cabo con éxito una tarea académica. 3. Orientación de las variaciones en la conciencia de sí mismo En los comentarios de alumnos que manifestaron cierta caída en la calidad de las referencias sobre sus características cognitivas personales, adquirieron peso los aspectos de la tarea y los factores motivacionales. Esta situación se podría interpretar considerando el papel de la experiencia; la exposición continuada a actividades académicas diversas, durante toda la historia escolar del alumno, le aporta oportunidades para profundizar su conocimiento sobre diferentes aspectos y características de las tareas académicas. La interacción entre experiencia en tareas escolares; pocas situaciones de reflexión sobre sí mismo y autoconcepto, favorecería la tendencia a desplazar hacia aspectos de la tarea, el peso en las reflexiones del alumno sobre aspectos que definen sus dificultades y posibilidades para aprender. Los aspectos de la tarea externos al alumno y más conocimos por él, permitirían al estudiante desligarse de la propia responsabilidad -en cuanto a características cognitivas- por sus dificultades en el estudio y el aprendizaje; así, mantendría intacto su autoconcepto. Por último, no se puede desconocer la persistencia y el peso de factores motivacionales en las respuestas de un grupo numeroso de estudiantes; se hace necesario comprenderlos en profundidad. Sin embargo, la complejidad y amplitud del tema amerita su tratamiento en un capítulo diferente; la comprensión de las relaciones entre factores motivacionales y conocimiento metacognitivo quedará abierta a futuras indagaciones. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS BAKER, L. (1994) “Metacognición, lectura y educación científica”. En MINNICK SANTA, C. y D. ALVERMANN (comp.) Una didáctica de las ciencias. Buenos Aires. Aique. Cap.1. BERNAD MAINAR, J. A. (1992) Análisis de estrategias de aprendizaje en la universidad. Investigación 22. Instituto de Ciencias de la Educación de la universidad de Zaragoza. BURÓN OREJAS, J (1993) Enseñar a aprender. Introducción a la metacognición. Bilbao. Mensajero. CERIONI, M. (1998) Metacognición: Búsqueda de nuevas perspectivas para su evaluación. Informe de investigación. Secretaría de Ciencia y técnica de la Universidad Nacional de Río Cuarto. GARDNER, A. y P. ALEXANDER (1989) “Metacognition: Answered and unanswuered Questions”. Educational Psychologist, 24 (2) 143- 158. MARTÍ, E. (1999) “Metacognición y estrategias de aprendizaje”. En POZO, J. I. y C. MONEREO (comp) El aprendizaje estratégico. Madrid. Santillana. MAYOR, J; A. SUENGAS y J. GONZÁLEZ MARQUÉS (1993) Estrategias metacognitivas. Aprender a aprender y aprender a pensar. Madrid. Síntesis psicológica. MONEREO, C. (1995) “Enseñar a conciencia. Hacia una didáctica metacognitiva?”. Revista Aula. Nº 34. Enero de 1995. pp. 74 - 80. PALINCSAR, A y A. BROWN (1989) La enseñanza para la lectura autorregulada. En RESNICK, L. y L. KOPFLER (eds). Curriculum y cognición. Buenos Aires. Aique. Cap. 2. RINAUDO M. C. (1994) Comprensión del texto escrito. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Río Cuarto. Argentina. RINAUDO, M. C: y G. VÉLEZ (1996) Enseñar y aprender. Orientaciones para favorecer los aprendizajes académicos en la universidad. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Río Cuarto. Argentina. VIZCARRO, C; C. LIÉBANA; A. HERNÁNDEZ; E. JUÁREZ Y F. IZQUIERDO (1998) “Evaluación de estrategias de aprendizaje”. En POZO, J. I. y C. MONEREO (comp) El aprendizaje estratégico. Madrid. Santillana.