PAtAGONiA - Ladevi Ediciones

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Septiembre 2009 • Año XI • Edición No 38
Patagonia
para todos los gustos
Director - Editor:
Gonzalo Rodrigo Yrurtia
(gonzalo@ladevi.com)
Consejero Editorial:
Alberto Sánchez Lavalle
(alberto@ladevi.com)
Dirección Comercial:
Claudia González
(claudia@ladevi.com)
En Chile, Director:
Freddy Yacobucci
En Colombia,
Director: Fabián Manotas
Nº 38, septiembre de 2009
ISSN 1514-4240
Redacción
Solange Goldstein
Leonardo Larini, Gabriela
Macoretta, Alejo Marcigliano,
Nicolás Panno, Daniel Egea,
Mariela Onorato,
Rocío Guadalupe Reverter,
Alberto Gianoli (corrección)
Arte
Diego Imas, Pablo Paz,
Verónica Díaz Colodrero,
Claudio Gutiérrez M.
Departamento comercial
Claudia González
Adrián González, Patricia Azia,
Juan Díaz Colodrero
Verónica Ponte
Coordinador general
Marcos Luque
Esta publicación es propiedad de
Sistemas Comunicacionales S.A.
Miembro de:
Media Sponsor de:
Representante de:
historias arraigadas en el sur
E
n esta nueva edición de la revista Destinos -con el respaldo de Ladevi Ediciones- decidimos mostrar la Patagonia desde otra
perspectiva, haciendo foco en historias, leyendas, personajes, relatos que estuvieron vinculados con la región. Así, pusimos a
la gente en primer plano para luego descubrir los paisajes que despliega el sur argentino.
Entrevistamos a un entendido en turismo aventura que nos contó el desafío que implica emprender una travesía en bicicleta
desde Bariloche. Nos adentramos en los entretelones de la inmigración galesa en la Patagonia para comprender esta epopeya, con sabor
a gesta. Investigamos las películas que tuvieron como escenario al sur. Y la leyenda que tejieron los templarios. También rastreamos la
mitología que originó la región y que se encarna en extrañas criaturas. En este derrotero por la zona nos focalizamos en un personaje que
tuvo aires de grandeza: Orélie Antoine de Tounens.
En las próximas páginas el lector encontrará algunos clásicos como el Parque Nacional Tierra del Fuego, los trenes turísticos y la pesca
deportiva, que inicia su temporada alta en noviembre y se extiende hasta abril.
Como siempre también publicamos las novedades comerciales en cuanto a hoteles, estancias, empresas y sitios de interés.
Es momento de comenzar a planear las vacaciones para desandar los lugares mencionados en los relatos de Destinos, la revista para
planificar sus viajes, que se distribuye con motivo de la Expo Patagonia 2009, que tiene lugar del 18 al 20 de septiembre en La Rural.
Sumario
Novedades
Bariloche:
Aventura sobre ruedas en la Montaña
Los Viajeros de Cymru
Cine en el sur,
un escenario infinito
Caballeros en la Patagonia sagrada
Parque Nacional Tierra del Fuego,
parajes naturales de ensueño
Criaturas
maravillosas y espeluznantes
Trenes turisticos
Vias hacia el horizonte
Pesca andina,
contra viento y marea
El Quijote de la Patagonia
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Créditos fotográficos de tapa: El Calafate (via Grupo Mol), Osvaldo Peralta e Emprotur.
Ladevi Ediciones
Av. Corrientes 880, 6º Piso
(C1043AAV) Buenos Aires
Tel.: (54-11) 5217-7700
Fax: (54-11) 4325-0694
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Impresión: GuttenPress,
(54-11) 4912-2899
Ladevi Ediciones cuenta con más de 20 años de trayectoria en la industria de los viajes y el turismo. Empresa líder del sector en Latinoamérica y el Caribe, edita publicaciones en papel, informativos digitales, manuales de trabajo para profesionales, libros técnicos y guías.
Además, organiza encuentros de comercialización en distintas ciudades de las Américas. Ladevi Ediciones está presente en la Argentina,
Chile, Colombia y México y -a nivel panregional- cubriendo Latinoamérica, el Caribe y España.
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Novedades
Design Suites La Quinta
en la Patagonia
Cada uno de los hoteles de Design Suites es único, ya que atiende el estilo característico de donde está emplazado.
Pero todos ellos tienen en común el
buen gusto por el estilo arquitectónico
y los detalles de diseño.
Así, el Design Suites El Calafate mixtura las líneas agrestes de la piedra y la
madera con el alto confort contemporáneo.
Reabierto a principios de este mes, la
propiedad iniciará la cuarta temporada, la cual se extenderá como es habi-
4
tual hasta abril.
El hotel cuenta con resto bar y wine bar, health club, sauna, gimnasio,
piscina climatizada, salón de eventos,
business center, galería de arte, wi-fi y
tienda de regalos.
En el caso de Bariloche, el Design Suites ofrece resto bar y wine bar, galería
de arte, health club, sauna, piscina climatizada, business center y wi-fi.
La cadena también cuenta con hoteles
en Salta y Buenos Aires.
Informes: 5199-7465.
centenaria estancia a
pasos de El Chalten
En el corazón del Parque Nacional
Los Glaciares, a 2 km. de El Chaltén,
la centenaria estancia La Quinta abre
sus puertas en octubre para operar en
el mercado turístico hasta abril.
Decorada con obras elaboradas por
artesanos de la zona, ofrece todas las
comodidades para pasar una estadía
relajada: salas de estar con amplias visuales, bar con hogar a leña, restaurante donde se sirve el desayuno buffet,
hidromasaje, archivo histórico y una
biblioteca con más de mil títulos vinculados a la Patagonia.
Para comodidad del pasajero, la propiedad también posee servicio de traslados, estacionamiento, calefacción
individual y frigobar.
En materia de actividades, el establecimiento brinda bicicletas, paseos
acompañados por guías habilitados
por APN, caminatas por los jardines,
entre otras.
Informes: info@estancialaquinta.com.ar.
Novedades
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La Pastera
Novedades
en los Caminos del Che
Como parte de un circuito
dedicado a Ernesto Che
Guevara que recorre varios
lugares de Argentina,
La Pastera, Museo del Che
rememora los días en que el
líder revolucionario estuvo en
la Patagonia.
de Caraguatay (Misiones); el Museo
Casa Ernesto Che Guevara, de Alta
Gracia (Córdoba); y La Pastera, Museo
del Che, de San Martín de los Andes
(Neuquén).
Los interesados pueden solicitar un
folleto desplegable y un video que repasa toda la historia del Che Guevara
y su paso por los diferentes espacios de
homenaje. También estará disponible
una web y un multimedia de difusión
internacional. Ernesto Che Guevara ya cuenta con su
ruta temática en Argentina que toca los
museos y espacios de homenaje al líder
revolucionario.
De esta manera, el programa enlaza el
Monumento del Che y su Casa Natal, ubicados en Rosario (Santa Fe);
el Parque Provincial y Museo Hogar
Misionero del Che Guevara, Colonia
EL CHE EN LA PATAGONIA.
La Pastera, Museo del Che, recuerda los días en que Ernesto Guevara y
Alberto Granado desembarcaron en la
Patagonia como parte de la travesía por
Sudamérica que hicieron en su moto
“La Poderosa II”.
Específicamente pararon en San Martín de los Andes para pasar la noche, en
el mismo lugar donde hoy se encuentra el museo que conserva el estilo de
aquella época (1946).
Íntegramente construido en madera,
La Pastera le debe el nombre a su función original: guardar pasto para los
animales que utilizaban los guardaparques.
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El museo despliega en la sala principal
los paneles dinámicos e informativos
con la vida del líder revolucionario,
acompañados por fotografías inéditas.
Mientras que la muestra temática acerca a los visitantes a la visión del Che
sobre los trabajadores, la juventud, su
concepción del hombre nuevo, la familia, etc.
El recorrido, que también cuenta con
un homenaje a los desaparecidos du-
rante la dictadura militar, termina en
el entrepiso de la sala donde se puede
observar una ambientación con fardos
de pasto, recreando el espacio donde
durmieron Guevara y Granado en el
verano de 1952.
La exhibición se completa con audiovisuales, el sector de librería y un anfiteatro.
Informes: www.caminosdelche.gov.ar/
www.lapasteramuseoche.org.ar.
Melewe
Novedades
despliega sus
propuestas de alojamiento
Melewe ofrece varias opciones de alojamiento para disfrutar de la Patagonia, desde la cordillera hasta el mar.
-En San Martín de los Andes, el apart
hotel cuenta con 20 departamentos
para dos a siete personas, equipados
con cocina, comedor, microondas, televisor, servicio de mucama y de desayuno en el departamento.
Ubicado en el acceso principal de la
ciudad, al pie de la montaña y a pocas
cuadras del centro comercial, dispone
de quincho cubierto para 50 personas,
Internet, guardaesquíes y calefacción
por losa radiante.
-Quien esté planificando viajar a Villa
La Angostura, podrá alojarse en las cabañas y el apart hotel emplazados en
un parque, en el lago Nahuel Huapi.
En el caso del apart, los cuartos tienen
capacidad para 5 personas y brindan
desayuno. Mientras que las cabañas,
aptas para 5 y 6 personas alojándose
en 3 dormitorios, están equipadas con
dos baños, cocina comedor, living con
hogar a leña y parrilla. Además, ofrecen vista al lago Nahuel Huapi.
Las prestaciones incluyen estacionamiento semicubierto, salón de juegos,
TV satelital, wi-fi, juegos para niños
en el parque, guardaesquíes y un quin-
cho para 60 personas.
-En Caviahue se localiza una villa de
montaña con 12 departamentos con
cocina comedor, calefacción central y
televisión satelital.
-Enclavada al pie del cerro Bandera y
a orillas del arroyo Quillahue, en Moquehue, la hostería está construida en
madera y piedra. Cuenta con 19 habitaciones con baño privado y dos estar
con TV satelital y hermosas vistas.
Mientras que las cabañas (para 6 personas) tienen 1 y 2 dormitorios y están
equipadas con televisión satelital y parrilla individual.
-Las Grutas: a 3 cuadras de la costa,
ofrece unidades para 6 personas y dúplex para 8, con cocina, TV, ventiladores de techo, estacionamiento, parrillas, quincho y servicio de mucama.
Informes: (0299) 4479921.
Marta Caluch
Promociones para
la baja temporada
Marta Caluch Viajes y Turismo despliega una serie de programas para viajar a
la Patagonia durante la temporada baja con la posibilidad de aprovechar las
tarifas más acomodadas y los paisajes
primaverales.
Así, una de las opciones más interesantes es viajar a El Calafate entre el 1° de
octubre y el 23 de diciembre pagando $
1.238, alojándose en el hotel Konke; o $
1.248, en el Vientos del Sur. El programa también incluye aéreos, traslados, 3
noches de alojamiento con desayuno,
excursión a las pasarelas del glaciar Pe-
rito Moreno, Assist-Card e impuestos.
Otra de las propuestas es a Villa La Angostura y consiste en aéreos, traslados,
3 noches de alojamiento con desayuno,
excursión a los Siete Lagos, Assist-Card
e impuestos. El precio para las salidas
del 8 y 22 de octubre, 5 y 26 de noviembre y 3 y 10 de diciembre es de $
1.214 (hostería Lancuyen) o $ 1.542
(Quetrihue Home & Suites).
La operadora ofrece otras alternativas
a Caviahue, Villa Pehuenia, Ushuaia y
Copahue.
Informes: 5128-1152.
Mirador del Lago
refugio al pie del glaciar
TIJE
ingreso al mundo hotelero
Junto a un grupo inversor, TIJE ingresó al
mercado hotelero a través de la adquisición de
la hostería La Posada
de Villa La Angostura.
La iniciativa contempla la ampliación y la
reforma de la propiedad con la finalidad de
convertirla en un resort
y centro de reuniones
de gran categoría.
Beatriz Lew, designada
gerenta general, tendrá a su cargo el
manejo integral y la comercialización
del establecimiento.
Cabe recordar que el complejo está
ubicado a 2 km. del centro de la villa,
sobre la ruta 231 (asfaltada) y mirando
el lago Nahuel Huapi.
Por estar situado a metros de la boca
del río Correntoso, el hotel es ideal pa-
ra realizar fly casting. Además, cuenta
con playa propia y puerto.
Entre sus servicios, brinda spa, espacios
naturales para la relajación y piscina climatizada con vista al lago y las montañas.
También cuenta con 20 habitaciones
de categoría estándar, superior Lago
o suite junior Lago, con panorámicas
únicas al espejo de agua y los jardines.
Informes: www.hosterialaposada.com.
Como preámbulo del Parque Nacional
Los Glaciares, el Mirador del Lago Hotel constituye la opción ideal para convertirse en espectador de esa maravilla
natural que reúne cerros, glaciares y el
Perito Moreno.
Ubicado frente al lago Argentino, en
el camino al glaciar y a sólo 400 m. del
centro comercial de El Calafate, el establecimiento está rodeado por un parque
de 10 mil m², salpicado por más de 300
álamos.
En definitiva se trata de un lugar único
para pasar una estadía placentera disfrutando de los servicios, la hospitalidad
del equipo y la infraestructura de un
auténtico 4 estrellas.
Bajo esas premisas se concibió el hotel
-los mentores del proyecto son los mismos que manejan Los Pinos Resort &
Spa Termal de Río Hondo-, apuntando
siempre a satisfacer las expectativas de
los pasajeros más exigentes.
Mirador del Lago Hotel cuenta con
68 habitaciones dobles y una suite de
70 m². Los cuartos se clasifican en superiores (48) y estándar (20). En el
primer caso poseen una superficie de
30 m², todos con vista al espejo de agua,
camas King Size, TV de 21 pulgadas
con pantalla plana, cable, teléfono, frigobar, cerradura magnética, secador de
pelo, calefacción por losa radiante y caja
fuerte electrónica. Las estándar, de medidas mas reducidas, poseen las mismas
comodidades y fueron reciclados recientemente.
El complejo dispone también de un bar
y desayunador para 80 comensales, con
vista al espejo de agua, un salón de lectura y descanso con un hogar.
El restaurante combina un cálido ambiente con la típica comida patagónica,
la cocina gourmet y una amplia variedad de vinos de las bodegas más importantes del país.
Informes: 4326-5257/reservasbue@
miradordellago.com.ar.
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Novedades
Hostería Huechulafquen
muy cerca de la naturaleza
Por su ubicación privilegiada,
en Junín de los Andes,
el establecimiento ofrece
facilidades para la práctica
de turismo aventura,
destacándose la pesca en
todas sus modalidades, o para
los que simplemente deseen
alejarse por unos días de la
vida de la gran ciudad.
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En la confluencia de tres grandes lagos -Epulafquen, Paimún y Huechulafquen- y a metros de la ladera sur
del volcán Lanín, la hostería Huechulafquen (Junín de los Andes) ofrece inmejorables vistas y diversas propuestas
turísticas vinculadas con ese imponente entorno.
El establecimiento es considerado la
meca del fly fishing y uno de los mejores lugares en el mundo para pescar
truchas, brindando facilidades de acceso a la costa del lago y a los arroyos
circundantes.
Además despliega un amplio abanico
para los amantes del turismo aventura,
en particular kayak, rafting, cabalgatas
y mountain bike.
Del mismo modo, por la ubicación
privilegiada, propone estadías relajadas
lejos de la vorágine de la gran ciudad, a
pasos de la playa, los jardines y espacios
arbolados.
Alejándose un poco más, por las rutas
de ripio que atraviesan el Parque Nacional Lanín, se arriba a otros sitios de
interés turístico, como el asentamiento
de dos comunidades mapuches, Cañi-
cul y Raquithue; el Escorial, en memoria de una colosal erupción del volcán
Ayen Niyeu; las termas de Lahuén-Co;
el lago Tromen, al pie de la cara norte
del volcán Lanín; y el río Malleo, especiales para el disfrute del visitante.
Una vez concluidos los paseos es im-
perdible la comida patagónica servida en el restaurante Huechulafquen,
donde obviamente también se podrán
apreciar las bellas del imponente volcán Lanín.
Informes: 02972-427598/4312-8866
/info@hosteriahuechulafquen.com.
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v Para quebrar el esquema clásico de
hacer turismo, aquí proponemos una
travesía en bicicleta de una semana por
los escenarios patagónicos, tomando
como base a Bariloche.
Por Solange Goldstein
S
on las 9 y media de la mañana
y el grupo está presto para partir. Recién desayunados, bien
abrigados, las gafas puestas, el
casco ajustado y con la mente fija en la
meta: llegar al pie del cerro Otto, tras
realizar un descenso nocturno. Señal
de largada para una travesía que demandará pedalear por caminos de ripio y tierra, ascender algunas cuestas
y finalizar cuando el sol se haya desvanecido en el horizonte. Pero este es recién el primer día de un recorrido en
bicicleta que se extenderá una semana
por los caminos sureños, teniendo como base a Bariloche.
La propuesta resulta tentadora para
alguien que durante el año se encierra
en el gimnasio a hacer spinning o a lo
sumo agarra la bici para dar unas vueltas por el circuito KDT, siempre dentro de los límites urbanos de Buenos
Aires. Unos meses antes, sin embargo,
habrá que poner el cuerpo y probar
hasta dónde llegan nuestras fuerzas en
un entrenamiento que contempla tan-
10
to la parte técnica como el plano físico y mental. Y aquí está el viajero, dispuesto a desafiarse a sí mismo mientras
pedalea por los escenarios privilegiados de la Patagonia.
La travesia.
El primer día aparenta ser tranquilo.
Si bien todo el programa fue categorizado como de dificultad media, el inicio tiene un nivel medio-bajo y un trayecto de 15 km. La aventura comienza
en la base de esquí nórdico del cerro
Otto. El esfuerzo casi no se siente porque la mente está ocupada en captar
esas imágenes únicas que desvuelve el
paisaje: bosques de lengas, los Andes,
el lago Nahuel Huapi y la estepa. Y como buen corolario, el atardecer, para lo cual el grupo se detiene por un
tiempo para convertirse en espectadores privilegiados. La etapa más dura,
no tanto por lo físico, sino por la atención que requiere, es el descenso durante la noche. Con las linternas frontales y en la bicicleta, la bajada por la
montaña tiene como telón de fondo la
ciudad de Bariloche en donde destellan un sinnúmero de luces pequeñas.
El sacrificio deportivo siempre se
premia de alguna forma, ya sea por los
mismos escenarios que son imponentes, sobre todo si uno viene de la gran
ciudad, o por alguna actividad extra.
Así ocurrió en la segunda jornada que
se desarrolló casi en su totalidad en
la estepa patagónica. Los caminos se
abren en el valle del río Ñirihuau entre los cerros, los bosques y los parajes
de campo. Por momentos el grupo se
acerca al cerro Las Buitreras, morada
del cóndor andino.
La recompensa por el esfuerzo es un
picnic campestre en la estancia La Esperanza. Por la tarde, los más perezosos podrán dormir una siesta a la vera del arroyo, pero para quienes deseen
seguir apostando a la aventura la opción es pedalear unos kilómetros más
o emprender una cabalgata por la zona. En total son 25 km. de senderos de
ripio y tierra, con algunas subidas le-
ves, lo que requiere un mayor manejo
y control de la bicicleta.
Antes de partir al desafío del tercer
día, la travesía de esta jornada, los guías
aclarar que no reviste mayor dificultad: son 21 km. de mountain bike con
algunas subidas y bajadas. Todo comienza con un paseo en un confortable vehículo bordeando el Parque Nacional Nahuel Huapi hasta el valle del
río Manso Inferior, donde el contingente inicia el trayecto en bici. La idea
en este caso es surcar la orilla del curso de agua, uniendo las dos pasarelas
que cruzan el río. Parece simple hasta
que los deportistas se topan con arroyos con una importante correntada que
impide cruzarlos en bicicleta. Entonces
habrá que llevarl a a cuestas, lo que significa unos 10 kg. sobre la espalda, haciendo equilibrio entre las piedras y el
agua que parece estar en su día de furia.
Los compañeros de aventura, muchos
de ellos extranjeros, son los que dan el
aliento necesario antes los escollos que
parecen infranqueables. “¡Vamos que
contemplando el espejo de agua. Para quienes quieran seguir haciendo
mountain bike, la alternativa es unir
el lago Gutiérrez con la Virgen de las
Nieves, atravesando caminos poco surcados en las afueras de Bariloche.
Último día. El objetivo en este caso es el río Limay, con sus aguas color turquesa que descienden entre las
montañas, los álamos y los sauces. Allí
comienza la aventura que se adentra a través de granjas y estancias. En
los parajes más lejanos de la civilización despuntan guanacos y choiques.
El trayecto se extiende 26 km. sobre
caminos de tierra y ripio, con algunas subidas de fuerte pendiente. Finalmente el grupo arriba a Villa Llanquín, donde se deleitará con un asado.
El contingente de aventureros ciclistas regresa a Bariloche para prepararse para el último encuentro. Durante
la cena desfilarán cientos de anécdotas
y vivencias acumuladas durante el viaje. La desventura de alguna caída, el
agotamiento físico de tanto pedalear
por terrenos escabrosos, las voces de
aliento, los momentos de reposo, los
increíbles picnics de tono gourmet, la
belleza paisajística, los preparativos de
cada etapa y la ansiada y emocionante llegada.
l
Agradecemos por las fotos y la
información a Mariano D´Alessandro,
de MTB Tours, especialista en salidas
en bicicleta.
Preparativos para el Viaje
quedan sólo 2 km. de camino llano!”,
se escucha que grita el ciclista más avezado. Y el último de la banda de ciclicstas siente que deja el cuerpo y el alma.
Pero vale la pena: un almuerzo reparador -un risotto con champiñoneslos espera. Tras una larga sobremesa,
la propuesta es desafiar al río haciendo una excursión de rafting por sus rápidos categorizados como Clase III. El
paseo culmina en la frontera con Chile y con un abundante asado compartiendo las anécdotas del día en grupo.
Si bien falta poco para el final, el cansancio de los días anteriores se siente
fuerte en el cuerpo. Pero no hay que
desanimarse, aun sabiendo que esta
cuarta jornada será complicada: el cerro Catedral es el objetivo. En el filo
superior se inicia el derrotero que continúa por Villa Catedral, cruzando las
faldas del cerro y descendiendo hacia
el lago Gutiérrez. Son 20 km. de senderos con picadas muy rápidas, tramos
complejos con piedras y raíces, algunas
pendientes suaves y caminos de tierra.
En resumen: una etapa de dificultad
técnica media-alta.
Al final de la tarde se arriba a la hostería El Retorno para saborear un té
Palabra de experto
Mariano D´Alessandro, de MTB Tours, especialista en salidas en
bicicleta (info@mtbtours.com):
“En estos viajes exigentes se genera un tipo de relación entre
las personas que no se da en otro lugar. Es usual que se sientan
con la libertad de contarse cosas, apoyarse cuando faltan pocos
kilómetros y sentir mucha emoción cuando terminan la travesía.
La competencia no es entre las personas. Es con uno mismo. Lo
que tratamos es de exaltar la cooperación. Y termina siendo muy
diferente un grupo que compite entre si mismo y uno que cooperó
mutuamente.”
Entrenamiento: incluso para el
circuito de nivel bajo de dificultad es
necesario tener un mínimo de preparación física. MTB Tours ofrece durante
todo el año entrenamiento en el KDT.
Equipo necesario: siempre depende
del tipo de viaje. En este caso es
indispensable llevar abrigo, campera
rompeviento, guantes, protector para el
cuello, remeras térmicas, calzas largas,
crema bloqueadora solar, repelente de
insectos, anteojos orgánicos (no de
vidrio por las piedras) y casco. La bicicleta debe ser mountain bike, con 24
a 27 cambios y suspensión delantera
-hay posibilidad de alquilarla-, cámara
de repuesto, inflador, palancas extractoras y lubricante. Muchos llevan una
mochila de mano para llevar un abrigo,
barra de granola y alguna herramienta;
o la tipo “camel back” que posee un
contenedor de agua.
De todas maneras, la empresa debe
llevar equipamiento de apoyo. Así,
MTB Tours cuenta con vehículos que
transportan herramientas, bebidas y
comida; y siempre está el guía pedaleando junto al grupo.
Información: es un punto fundamental que MTB Tours ofrece antes
y durante el viaje. Por ejemplo, si la
travesía estuvo integrada mayormente
por ascensos y aparece una etapa de
descensos, entonces el guía da a los
participantes una charla para prepararlos tanto mental como técnicamente.
Apto médico: indispensable para
mayores de 55 años para viajes largos.
Igualmente, todos deben completar una
ficha con sus datos personales, obra
social, problemas físicos, etc.
Seguro: la empresa debe tener un
seguro de accidentes personales y
responsabilidad civil. Los argentinos
pueden viajar con la asistencia médica
propia, pero los extranjeros deben
sacar una asistencia al viajero. En el
caso de MTB Tours los guías siempre
saben sobre primeros auxilios.
Eventualidades: si el viajero está muy
cansado o tuvo alguna caída, puede
seguir el trayecto en el bus de apoyo. El
factor climático también jugar en contra:
tormentas muy fuertes, o niebla en
camino de asfalto con mucho tránsito.
En esos casos se suspende la etapa.
11
S
e estrechaban unos a otros, de
pie allí sobre la cubierta del
velero que perezosamente se
alejaba. Paradójicamente, el
puerto de Liverpool se constituía de
a poco en la última imagen que tendrían, durante mucho tiempo, de su
Gales (Cymru en idioma galés) natal.
Eran los primeros 150 emigrantes que
iniciarían la gesta de establecerse en la
Patagonia argentina. Un dato curioso
es que aunque el navío, el pequeño velero “Mimosa” comandado por el capitán George Pepperrell, levó anclas el
25 de mayo de 1865, debió permanecer varado en el río Mersey otros 3 días
antes de iniciar la travesía definitiva.
En realidad, la emigración galesa había comenzado antes. En 1862 Lewis
Jones había arribado a Buenos Aires
para, en nombre de la Sociedad para
la Emigración de Liverpool, iniciar las
negociaciones con el gobierno argentino. Tras las conversaciones preliminares este representante galés, acompañado por el capitán Sir Love-Jones
12
Parry (barón de Madryn), se trasladó a
Chubut para conocer in situ el terreno
donde el gobierno argentino planeaba
situarlos. En marzo de 1863 se firmó
un acuerdo preliminar con el ministro
del Interior, Guillermo Rawson, y en
1864 el grueso de los interesados aceptó la oferta del funcionario.
UN DURO COMIENZO.
No se conocen demasiados detalles
del viaje del “Mimosa”, apenas trascendió que debió enfrentar enfermedades y que al menos cuatro niños
(casi un tercio de los 150 colonos iniciales eran menores) fallecieron antes
del arribo. Pero también hubo buenos
momentos: se celebró una boda y hubo dos alumbramientos en alta mar.
Finalmente, el 26 de julio de 1865,
el barco ancló en New Bay (hoy Golfo Nuevo). Para ese entonces, ya había en el área un primer contingente
de ganado y de provisiones. De todos modos, los primeros en tocar tierra fueron los integrantes de un grupo
de exploración compuesto por marineros y el propio Pepperrell. El primer
emigrante que pisó suelo patagónico
fue Hugh Hughes (Cadfan Gwynedd
por su nombre en galés). La mayoría
de los colonos bajó a tierra finalmente el 28 de julio. Había poco tiempo
para descansar y los edificios de madera comenzaron a levantarse. De modo
que muchos hombres debieron dormir
muchos días a la intemperie.
La imposibilidad de encontrar un suministro de agua suficiente impulsó a
que los colonos decidieran trasladarse hacia el interior del territorio, al valle del Río Chubut. Pero el viaje no era
sencillamente un traslado: había que
llevar a todo el conjunto, más el ganado, las provisiones y los materiales de
construcción. Por eso la mudanza se hizo en etapas y se utilizó un viejo fortín
abandonado como base del nuevo emprendimiento, rebautizado como Caer
Antur. Pocos días después llegó hasta allí Lewis Jones acompañado por el
primer destacamento militar de la zo-
na, al mando del capitán Julián Murga.
Ellos encabezarían la ceremonia, con la
bandera argentina y galesa (el dragón
rojo sobre un campo dividido en una
mitad blanca y otra verde) enarboladas,
por la que Caer Antur comenzaría a ser
fraccionado en parcelas y cambiaría su
nombre por el de Rawson.
Las duras condiciones iniciales, la escasez de alimentos y agua y el incumplimiento del Estado argentino (el
acuerdo firmado por el gobierno de
Mitre no fue luego respaldado por el
Congreso y las ayudas financieras prometidas nunca se materializaron) crearon los primeras disensos entre los colonos. En ese momento surgió la idea
de emigrar a otra zona menos árida y
donde se pudiese sembrar con más facilidad: el sur de la provincia de Santa Fe.
El descontento creció y a fines de siglo ya era notorio. De hecho, el flujo
inmigratorio se había reducido a comienzos de los `90. El malestar se vio
incrementado por la intransigencia y
poca amabilidad que tuvieron los gobernadores. Y por si fuera poco, en
1899 el valle sufrió inundaciones producto de intensas lluvias. Fue entonces cuando dos colonos emigraron a
Canadá. De hecho, un representante
del gobierno canadiense llegó a la Patagonia a entrevistarse con los líderes
de la colonia para ofrecerles un trato.
En 1901 un pequeño grupo abandonó Chubut para dirigirse hacia Canadá. Merced a los donativos y las ayudas del gobierno británico se recaudó
lo suficiente como para que un segundo grupo abordara el vapor “Orissa”
rumbo a Liverpool, en 1902. Tras hacer escala en el mencionado puerto
británico, se embarcaron en el “Numidian” para viajar a Canadá.
Por entonces también surgió la idea
de emigrar a Sudáfrica, iniciativa que
no prosperó. Y pese al descontento, la
mayoría de los galeses emigrados al valle del Río Chubut permaneció en él
como hoy lo hacen sus descendientes.
EL ARRIBO DE LA FE.
La llegada era un episodio reciente cuando se comenzaron a organizar
regularmente los primeros oficios religiosos en un tosco almacén de madera en Rawson. Los reverendos congregacionistas Abraham Matthews y
Lewis Humphreys dictaban aquellos
primeros servicios religiosos. Sin em-
Chubut surgió entre los colonos la idea
de conectar ambos puntos mediante
un ferrocarril. Sin embargo no fue sino
hasta mediados de la década de los ’80
que la iniciativa comenzó a cristalizarse, con el apoyo del presidente de la colonia, Lewis Jones. Así, pusieron manos
a la obra para construir el denominado
Ferrocarril Central de Chubut.
La construcción en sí comenzó en
agosto de 1886 de la mano de 400 voluntarios. El acuerdo era, además de pagarles un sueldo, que los trabajadores
recibirían una parcela de tierra. Sin embargo, la calidad del terreno prometido
no les gustó, por lo que cuando el buque británico HMS Ruby visitó la zona
en 1887 una buena parte de los obreros se fueron. Esa porción de trabajadores fueron reemplazados por italianos
reclutados en Buenos Aires que aceptaron hacer el trabajo y, tras concluirlo,
se quedaron afincados en el valle. Ese
mismo año se hizo el primer viaje para
transportar trigo desde el valle a Porth
Madryn. De todos modos, la inauguración oficial se concretó en 1889. Dos
décadas más tarde, una ampliación de
la línea ferroviaria incorporó a la localidad de Gaiman al trazado y en 1915 fue
el turno de Dolafon.
En 1922 la línea ferroviaria fue estatizada y en esa época se extendió el recorrido hasta Las Plumas. Finalmente,
el tren dejó de operar en 1961.
tino en el desarrollo de una verdadera política de hostilidad. La iniciativa
pujante de los galeses fue vista con recelo desde Buenos Aires. Y uno de los
primeros puntos de conflicto fue, justamente, la utilización del idioma galés. La década del ‘80 se pasó con tranquilidad. Pero en la década siguiente el
sar, quedó recluído a los hogares y las
iglesias.
Sin embargo el tema nunca quedó olvidado o soslayado, y con motivo de las celebraciones por el centenario de la colonia se reabrió una escuela
secundaria bilingüe en Gaiman. Ese
fue un hito de un proceso lento pe-
Un sello distintivo
Uno de los legados galeses más
importantes y que mayor presencia y
desarrollo tiene hoy en Chubut, incluso
desde la perspectiva turística, es la
gastronomía. Tomar un té galés es una
práctica habitual en cualquiera de los
destinos cordilleranos de la Comarca
de los Lagos, y también lo es junto al
Atlántico, en Madryn, Trelew, Gaiman
o Dolavon.
Apple pie, Lemon Chess, Plum Pudding, Pudin Carrots y las especialida-
des saladas paleta de cordero rellena y
pastel de carne son items habituales en
las cartas de los restaurantes y casas
de té chubutenses.
Pero el verdadero clásico es la torta
negra, similar en apariencias a lo que
se conoce como pan dulce, con frutas
abrillantadas, nueces y pasas. Lo
insólito es que no hay una única receta
y cada establecimiento y familia tiene
su propia preparación con ingredientes
secretos incluidos.
v En 1865 comenzó la colonización galesa de Chubut, un fenómeno social y cultural que
no sólo ha dejado sus huellas sino que ha moldeado la apariencia y la actualidad de dicha
provincia. Un repaso por aquella historia de éxodo, con sabor a gesta.
Por Alejo Marcigliano
bargo no todos los colonos profesaban
la misma fe, con lo cual los bautistas se
comenzaron a congregar en la casa de
Robert Meirion Williams.
Ocho años más tarde, en 1873, se
construyó una capilla en Rawson, y un
segunda siete años más tarde. Recién
en 1907 los bautistas pudieron contar
con un templo propio.
De 1880 data la capilla de Moriah,
cercana a Trelew. En su cementerio lindero descansan buena parte de los primeros colonos.
Por otro lado, la capilla de Tabernacl, que data de 1889, es el más antiguo
edificio de la ciudad en pie.
La primera capilla de Gaiman es de
1875, la de Bryn Gwyn de 1883 (aunque el edificio original se destruyó en
una tormenta y fue sustituido, en la
misma ubicación, por otro).
EL FERROCARRIl.
Ya desde que pisaron tierra y decidieron trasladarse del primer asentamiento
junto al mar al interior del valle del río
UNA CULTURA VIVA.
La emigración galesa nunca se fundamentó en cuestiones que fueran más
allá de lo económico, sufridas a lo largo del siglo XIX. De modo que se trató más precisamente de una diáspora
pero donde lo cultural jugó un rol preponderante porque, en realidad, ninguno de los emigrantes quería cortar
los lazos con su Gales natal. Tácitamente o de modo simbólico, desde sus
comienzos el Consejo
de Gobierno de la colonia, elegido en Liverpool antes de iniciar
el periplo, elaboró sus
normas, actas y pronunciamientos en
idioma galés.
La negación de
los fondos necesarios para desarrollar
la comunidad fue
sólo el primer paso
del gobierno argen-
número de galeses inmigrantes decayó
y aumentó los de otros orígenes, y de
modo coincidente el gobierno argentino comenzó a presionarlos. El golpe
de gracia fue la sanción de una norma
que prohibía impartir educación en
idioma galés a los hijos de los colonos:
debían hablar español. Así, el idioma
de los
emigrantes, muy a su pe-
ro sostenido que alcanzó otro punto álgido en
1997 cuando el gobierno provincial lanzó el
Plan de Promoción
de la Lengua Galesa.
La iniciativa es manejada por el British
Council, apoyada por
la Universidad de Car-
13
diff y el Centro para el Aprendizaje del
Galés de la Sociedad Gales-Argentina
y solventada por la Asamblea de Gales.
Así es como el galés se sumó a los planes de estudio de las escuelas primarias
y los centros superiores, y desde 2006
se lo enseña desde el jardín de infantes.
Otro elemento importante para la
promoción del idioma y la cultura galesa es la realización del Eisteddfod,
un festival comunitario centrado en la
poesía y el canto en galés. En realidad,
estos eventos revitalizan una vieja tra-
dición medieval de encuentros similares que sucedían en la antigua Gales.
Actualmente, una comisión organizadora elabora el programa del festival,
dividido en dos fechas: en septiembre
se hace el Eisteddfod de la Juventud,
en Gaiman, y en octubre el Eisteddfod
del Chubut, en Trelew.
Este tipo de manifestaciones, la toponimia y los edificios históricos que
en su momento fueron hitos fundacionales muestran que el legado galés está
presente en la Patagonia.
l
Apuntes biograficos
Guillermo Golesbery Rawson:
Hijo de Aman Rawson, médico estadounidense, y María Jacinta Rojo, hija
de una familia galesa afincada en San
Juan, Guillermo nació en 1821. Educado
inicialmente por jesuitas, viajó posteriormente a Buenos Aires para completar
su formación en el Colegio Nacional
de Buenos Aires. En 1844 egresó de la
Facultad de Medicina de la Universidad
de Buenos Aires. Convencional del Congreso de Paraná, en 1862 fue designado
ministro del Interior por el presidente
Bartolomé Mitre. Desde esa función se
contactó con los galeses. Posteriormente
trascendió en su carrera profesional
14
como médico, especialista en higiene.
Falleció en 1890.
Lewis Jones:
Nacido en Gales fue uno de los principales impulsores de la instalación de galeses en Chubut. Hizo las primeras exploraciones de terreno en 1863, negoció con
Rawson las condiciones de la emigración
y ante el incumplimiento del gobierno de
Bartolomé Mitre respecto de la asistencia
financiera, fue el responsable de negociar
el acceso a varias líneas de créditos
provenientes de comerciantes ingleses
afincados en Buenos Aires. Ya establecido, proyectó la construcción del ramal
ferroviario denominado “del Valle Inferior
del Río Chubut”. Donde se instaló,
justamente, la cabecera del trazado de las
vías, se improvisó un pequeño poblado
que originó a la que hoy se conoce como
ciudad de Trelew (justamente, “Pueblo de
Luis”, en su homenaje). Jones también
fue fundamental en el impulso de la
agricultura, proyectando y coordinando el
cavado de canales de irrigación, y fundó
otros dos pueblos de ascendencia galesa:
Gaiman y Dolavon.
Abraham Matthews:
Este reverendo metodista arribó con los
pioneros a Chubut, en 1865. Como uno
de los líderes religiosos de la comunidad también visitó Estados Unidos y
Gales para reclutar nuevos colonos que
se transformaron en los contingentes
de 1874 y 1876. Además actuó como
uno de los primeros historiadores de la
gesta, al elaborar el volumen “Crónica de
la colonia galesa de la Patagonia”.
Sir Love Jones Parry, barón de
Madryn:
Terrateniente y miembro del Parlamento,
fue uno de los principales impulsores de
la colonización galesa en Chubut. Poeta
y abogado, realizó junto a Lewis Jones el
primer relevamiento in situ que permitiría
luego el establecimiento de la colonia. Ese
periplo inicial, en 1862, fue íntegramente
financiado por Love Jones Parry.
15
v No sólo conquistadores, aventureros, investigadores y turistas se
sumergieron en la inmensidad de esta región, también lo hicieron
los cineastas, desde principios del siglo XX. El viento, el desierto,
los paisajes y su gente parecen conformar un relato del que el cine
supo apropiarse.
¿
Por Mariela Onorato
Qué evoca la Patagonia con sus
valles, cordilleras, lagos, zonas de
nieve y extensas áreas deshabitadas? Evoca inmensidad, una extraña sensación de soledad y misterio,
que la convierte en “pensable” para la
industria cinematográfica. La Patagonia salvaje, rebelde, extensa y bárbara,
ha sido desde el siglo pasado ese escenario infinito tan preciado por los realizadores.
Las primeras tomas.
Aventurero, navegante, aviador, escritor, periodista y, sobre todo, un verdadero pionero de la Patagonia, Gunther
Plüschow fue el primero en llegar en
un hidroavión (Cóndor de Plata) a la
isla de Tierra del Fuego, el 3 de diciembre de 1928. En aquel viaje se rodaron
las primeras imágenes de la Patagonia
y de allí nace el documental Silberkondor über Feuerland, exhibido en su momento en Alemania y Buenos Aires.
16
Mientras Plüschow registraba las siluetas de Tierra del Fuego, otro europeo sobrevolaba las nubes patagónicas. El 17 de febrero de 1930 arriba
procedente del norte el primer avión
de la Aeroposta Argentina en un vuelo de prueba tripulado por Antoine de
Saint-Exupéry. Poco antes, el 1° de noviembre de 1929, el mismo había inaugurado el servicio regular partiendo de Bahía Blanca, haciendo escala
en San Antonio Oeste y Trelew, para
aterrizar en Comodoro Rivadavia. El
libro en el que relataba esas vivencias
es editado y utilizado por Hollywood para una película filmada en la región, Vuelo Nocturno (1933, de Clarence Brown).
Con los años las producciones cinematográficas rodadas en el sur seguirían una línea argumental. Ulises Petit
de Murat elabora un guión cinematográfico con la epopeya de los salesianos en el sur argentino. La mayor par-
te del filme se registra en el lugar que le
dio título a la película: Tierra del Fuego
(1948, de Mario Soffici). Aborda una
temática sociopolítica sobre esas tierras
hasta entonces poco registradas, mostrando la matanza de los aborígenes.
El inicio del cine sonoro en Argentina tuvo sus registros en la región de los
lagos. Sombras Porteñas (1935), la segunda realización de Daniel Tinayre,
es un relato policial que transcurre en
la precordillera patagónica.
Por aquellos años, la mayor actividad
turística empezaba y terminaba en un
tramo de la zona andina, la cordillera de
Río Negro y Neuquén, reducto elitista de los años ´30 y ´40. El doctor Antonio Lynch había adquirido la península Quetrihué, el arquitecto Alejandro
Bustillo bocetaba el Llao Llao y Reneé
Dickinson (modelo y pretérita actriz
de cine mudo) residía a la vera del lago
Lácar en San Martín de los Andes. Sumada a este auge, la industria cinematográfica fue en busca de aquellos paisajes. La Rubia del Camino (1939, de
Manuel Romero) relata el recorrido de
una muchacha rica que se escapaba de
Bariloche a Buenos Aires. Las dos primeras tomas rodadas en el recién inaugurado Llao Llao, daban comienzo a un
maridaje, que aún hoy, permanece intacto: cine y turismo.
el cine como promocion.
La utilización del paisaje sureño como escenografía comenzaba a ser una
buena forma de promocionar la región
y, hasta nuestros días, es un recurso
utilizado. La película Gigantes de Valdés (2008, de Alex Tossenberger), filmada en Puerto Pirámides y Puerto
Madryn, no solo busca realzar los paisajes sino que también plantea la importancia del cuidado de la ecología.
Desde hace dos años el Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (Incaa)
trabaja desde la Comisión Argentina
de Filmaciones para conectar a las distintas partes que conforman la realización de un filme, sobre todo cuando
son extranjeras: productores, directores y empresas dedicadas a la prestación de locaciones. Una película hecha
en nuestro país, no solo exporta una
obra de arte sino también publicidad y
talento argentino.
“El instituto cuenta con un programa de filmaciones en Argentina que
se encuentra en una primera instancia de ordenamiento y nivelación entre las provincias. El objetivo es armar
una red federal de rodaje que conecte
a todas las provincias y que sea de utilidad para el productor que desea rodar aquí. Más aún, el régimen que regula la industria audiovisual garantiza
en 24 horas el permiso para filmar. El
vínculo entre este tipo de actividades
y el turismo es directo. Las imágenes
de los paisajes naturales son una forma
de marketing para la región”, comentó
Víctor Bassuk, director de la Comisión
Argentina de Filmaciones.
Todo esta guardado
en la memoria.
En la cultura argentina, el cine es
una forma de sumergirse en el pasado. La Patagonia Rebelde (1974, de
Héctor Olivera) es un punto de referencia para el imaginario colectivo sobre las huelgas patagónicas de 1921 y
1922. La película se rueda entre enero y marzo de 1974 en diferentes escenarios naturales, como Buenos Aires,
Puerto Deseado, Tehuelches, Jaramillo, Río Gallegos, Río Turbio y El Calafate. Resulta ser una mirada distinta sobre la violencia ejercida sobre los
trabajadores que buscaban defender
sus derechos adquiridos y las mejoras
de las condiciones laborales.
En Los Chicos de la Guerra (1984, de
Bebe Kamin), mediante la ficción de
tres soldados de distintas extracciones
sociales que coinciden en la guerra de
Malvinas, se capturan en imágenes las
marcas de la formación autoritaria de
aquella generación.
La Deuda Interna (1987, de Miguel
Pereira) expone el dolor de la manera
más sutil. Transcurre en el norte la relación de un maestro con un marginado muchachito jujeño, que terminaba
muriendo en el extremo opuesto del
país, cumpliendo el servicio militar sobre el hundido crucero Gral. Belgrano.
En El Visitante (1998, de Javier Olivera), Pedro, ex combatiente, no puede dejar atrás aquellos días en que estuvo en las trincheras. Tampoco puede
olvidar a Raúl, su compañero de lucha,
que no volvió de aquel lugar.
Por último, Fuckland (2000, de José
Luis Marqués) expone la irrupción en
Malvinas del combate sexual argentino
para embarazar lugareñas y así rescatar
la soberanía a través de sus hijos. De la
mano de un improvisado y clandestino
rodaje, devino en una pícara invasión.
Sobrevolando otras temáticas, nació
La República Perdida (1983, de Miguel
Pérez). Un documental sobre los sucesos relevantes de Argentina que abarca
el período que va de 1930 a 1976. Por
su parte, La Fuga (2001, de Eduardo
Mignogna) lleva a la ficción un hecho
recordado de nuestra historia: en 1928
seis presos se fugan de la Penitenciaría
Nacional; un estafador, un tahúr, dos
asesinos, un anarquista y un inocente.
Finalmente, Bajo Bandera (1997, de
Juan José Jusid), con El Bolsón como
escenario, relata un acontecimiento de
1969: el mayor Molina es enviado a un
destacamento militar para investigar el
brutal asesinato del soldado Lito. El
nudo del filme es muy similar al posterior caso del soldado Carrasco.
La Nave de los Locos (1995, de Ricardo Wüllicher) basa su argumento en
un cacique que incendia un complejo turístico levantado sobre el cementerio mapuche, en el marco del ritual
nguillatún. Caleuche, la nave del título, protagoniza una de las escenas más
recordadas del cine nacional, cuando
se desplaza por las calles de San Martín de los Andes indiferente a la mirada de los demás. La Película del Rey
(1986, de Carlos Sorín) pone en juego la utopía, no solo a través del fracasado emperador, sino la de una región
que es arrebatada a los aborígenes para nunca volver a incorporarlos al proyecto de país.
A comienzos de los `90 el cine acomete otras temáticas sociopolíticas, tomando como punto de apoyo la Patagonia. Aquellas latitudes dejaron de ser
el lugar de salvación o donde desarrollar utopías. A Martín, el protagonista de El Viaje (1992, de Pino Solanas),
una travesía iniciática desde Ushuaia
hasta Oaxaca (México) lo lleva a descubrir la realidad de un continente agredido por la deuda externa, la corrupción política, la destrucción ecológica
y el hambre. Martín descubrió la liquidación del patrimonio nacional y las riquezas naturales argentinas entregadas
a manos extranjeras, la inutilidad del
sistema educativo nacional representado y el desmoronamiento del proyecto
nacional peronista encarnado en el derrumbe del Albergue Warnes.
Mundo Grua (1999, de Pablo Trapero) relata las vicisitudes de un hombre
rudo, Rulo, que vuelve sin trabajo de
la otrora prometedora Comodoro Rivadavia. Mientras que Caballos Salvajes
(1995, de Marcelo Piñeyro) también
tuvo su connotación social en concordancia con la situación nacional al momento de su realización. Describe la
fuga aventurera hacia el sur de un anciano anarquista y un joven empleado
de una financiera estafadora. Ambos
escapan hacia la Patagonia para salvar
una caballada chubutense, finalmente
liberada en los valles de Trevelin.
El misterio y el enigma
de la region.
La concurrencia de lo humano con el
paisaje tuvo lugar junto al lago Nahuel
Huapí, en La Vida según Muriel (1997,
de Eduardo Milewicz). A la lluvia del
bosque y la brumosidad de los lagos se
sumaron los traumas de personajes urbanos que irrumpían en el lugar, analizados por una nena tempranamente
sabia llamada Muriel.
Una Sombra ya pronto Serás (1994,
Héctor Olivera) tiene la virtud de ca-
pitalizar en secuencias rionegrinas lo
que Osvaldo Soriano (autor de la novela original) describe sobre la región:
“Ahí está la llanura, el vértigo horizontal. Patagonia es esa chatura donde nadie puede esconder nada”.
En 1980 Los Miedos fue un extraño
filme argentino dirigido por Alejandro Doria. Se presagiaba una peste que
diezmaba la ciudad y solo en el sur estaba la salvación.
Carlos Sorín en 2002 dirigió una clásica road movie, Historias Mínimas, que
trata de un viaje de 400 km., de Fitz Roy
Ramona Galarza, Los Cuatro de Córdoba, Los Visconti, Luis Landriscina,
Julio Márbiz, María Ofelia, Argentino
Luna, Los Hermanos Barrios, Daniel
Altamirano, Los Hermanos Cuestas,
Los Indios Tucanau y Los Chalchaleros.
Pero no sólo se utilizaron los escenarios patagónicos para los músicos,
también formaron parte del género erótico. Basada en los cuentos “El
Prostíbulo” y “Sur viejo”, de Dalmiro Sáenz, Setenta Veces Siete (1962, de
Leopoldo Torre Nilsson) lleva a Isabel Sarli a realizar su primera pelícu-
a Puerto San Julián, en el que tres personajes llevan adelante sus historias, pero que en ningún momento interactúa.
la en la Patagonia. Años más tarde, la
consagrada dupla del cine nacional
Armando Bó-Isabel Sarli descubren
que el frío también puede despertar la pasión y filman Fuego (1968),
Furia Infernal (1973), Intimidades de
una Cualquiera (1974) e Insaciable
(1979). La inveterada costumbre del
director de colocar a Sarli en paisajes
agrestes tiene su momento purificador
en El Último Amor en Tierra del Fuego
(1979). En el filme la actriz, luego de
llevar una vida ligera, termina izando
la bandera argentina vestida de maestra en Ushuaia.
Paisajes para todos
los generos.
Dirigidas por Ayala y Olivera, Argentinisima (1972) y Argentinísima II
(1973) son dos documentales en los
que músicos representativos del folclore argentino recorren el país.
Por su parte, Mire que es Lindo mi País
(1981, de Rubén W. Cavallotti) tiene
como protagonistas a Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú,
l
Otros titulos para recordar
Comedias
¿Quiere Casarse Conmigo? (1967,
Enrique Carreras)
¡Viva La Vida! (1969, Enrique Carreras)
El Profesor Patagónico (1970, Fernando
Ayala)
Amigos para la Aventura (1978, Palito
Ortega)
Dos Locos en el Aire (1976, Palito
Ortega)
El Viento se Llevó lo que (1998,
Alejandro Agresti)
Todas las Azafatas van al Cielo (2002,
Daniel Burman)
Infantiles
Dibu, la Película (1997, Carlos Olivieri
y Alejandro Stoessel)
Patoruzú (1997, Julio César Serna)
Cóndor Cruz (1999, Buscarini, Glecer
y Holcer)
Chiquititas, Rincón de Luz (2001, José
Luis Massa)
La Edad del Sol (1999, Piluso)
17
v Aunque no sea una teoría aceptada por la
ciencia ortodoxa, hay suficientes pruebas
y datos como para, al menos, considerar
la posibilidad de que la Orden de los
Caballeros Templarios se haya establecido
o visitado el inmenso y no menos mítico
territorio que se extiende al sur del río
Negro.
Por Alejo Marcigliano
L
a galera debió aparecer en el
horizonte, lentamente. Entró
a la bahía con sus velas triangulares plegadas, impulsada sólo por sus remos. Quizás algunas
ballenas, como un comité de bienvenida, acompañaron la embarcación hasta
acercarse a la costa.
Ya en tierra, debieron improvisar rápidamente una misa para dar gracias por
haber completado la travesía. No lo habrán hecho todos, pero algunos caballeros seguramente se habrán vestido con
sus uniformes que incluían las brillantes, pesadas e incómodas armaduras, bajo los hábitos y los capotes blancos. Y
allí, sobre la arena, bajo un sol radiante, en latín, se escuchó la primera misa católica del continente americano.
Así pudieron ser las primeras horas de
la misión templaria a la Patagonia, anterior en varios siglos al descubrimiento de América en 1492… Fantasía para unos, realidad para otros, lo cierto es
que la presencia de los “Pobres soldados
de Jesucristo” (que luego serían conocidos como Templarios), en América es
un elemento polémico y discutido. Obviamente, la historia oficial no lo acepta, sin embargo hay algunas pruebas que
podrían ameritar un análisis más profundo de la cuestión.
En verdad, porque en realidad indicios no faltan. En la iglesia templaria de
18
Veçelay, en Borgoña (Francia), construida a mediados del siglo XII, se ve una
extraña decoración: un hombre vestido
con plumas acompañado de una mujer
y un niño, todos tienen orejas desmesuradas, y están semidesnudos. Vale aclarar que era costumbre entre los incas,
justamente, estirarse las orejas.
Del mismo modo, se halló en los Archivos Nacionales de Francia un documento con un estampado donde puede leerse “Secretum Templi”, o Secreto
del Temple. La inscripción rodea a un
personaje que aparece semidesnudo,
con un tocado de plumas en la cabeza y
un simple taparrabo. Una figura que no
puede ser otra cosa que un indio.
Y en la capilla templaria de la localidad escocesa de Rosslyn, la misma que
hiciera famosa la novela de Dan Brown,
“El código Da Vinci”, se pueden ver esculpidos en piedra mazorcas de maíz y
cactus: plantas típicas de América. Por si
fuera poco, la capilla le pertenece a la familia escocesa Sinclair, descendiente de
vikingos. Una leyenda local cuenta que
Sir Henry, líder de la familia y templario, encargó construir 12 navíos que integraron la flota de la expedición de los
hermanos venecianos Antonio y Nicolo Zeno, pretendidos descubridores de
América antes de Colón. Prueba de ello
es una carta que se conserva de Nicolo
que relata el viaje y un mapa de Antonio
La propuesta turistica
La empresa Desert Tracks, con sede
en Las Grutas, ofrece una excursión
titulada “Fuerte Argentino”. El recorrido
parte justamente de esa localidad
hacia la Villa de los Pulperos y playa
Piedras Coloradas. Allí, en los vecinos
médanos se puede hacer sandboard,
una caminata de interpretación y
observación de aves.
De allí se avanza hacia El Sótano,
donde se produce la mayor diferencia
entre las mareas en todo el país. Una
caminata al cañadón de las Ostras
permite conocer fósiles marinos de 15
millones de años.
Finalmente se llega al pie de la meseta
de El Fuerte. Allí se puede realizar
esnórquel en agua salada y degustar
un delicioso asado con chorizos de
cerdo, pan casero, asado, vacío y
cordero patagónico. En ese lugar se
cuenta la historia de los Templarios
y su posible arribo y presencia en la
Patagonia.
Paralelismos
-“En cuanto la nave tomó puerto debajo
del castillo y el mar se retiró de modo
que la nave quedó en tierra seca”. Hay
estudios científicos que demuestran
que hace un par de siglos los mares
tenían una altura mayor. De ser cierto,
el fuerte quedaría directamente sobre
el mar. La retirada de la marea es una
fenómeno muy notorio (llega a los 10
m.) que actualmente se sigue verificando en la zona. Además, uno de los
brazos de la meseta parece una especie
de muelle, embarcadero o escollera.
Los estudios de la Fundación Delphos
afirman que la descripción del
viaje que lleva el Grial a un misterioso
castillo, según el libro “Perlesvaus”,
hace alusiones que podrían explicar el
periplo patagónico. Aquí algunas:
-“Llegaron a un castillo en una ínsula
de mar. Preguntó a su marinero si
sabía que castillo era aquél. ‘En
verdad no lo sé, señor, pues hemos
corrido tanto que no conozco ni el
mar ni las estrellas’”. El desconcierto
del marinero demostraría que el
viaje fue transatlántico y que la nave
cambió de hemisferios (pasó del
Norte al Sur). Por otro lado, algunas
referencias cartográficas hablan de
un río Negro antiguamente bifurcado
con una isla grande en su desembocadura.
donde se ve la costa de América (de hecho el propio Cristóbal Colón, en una
misiva que le remite a su hermano, revela que entre sus pertenencias tiene una
copia de la carta de Zeno).
COMO Y POR QUE.
La historia de los Templarios está llena de mitos, leyendas y misterios que se
entrelazan con los datos históricos fehacientes y científicamente aceptados.
Muchas de las incógnitas devienen de
las preguntas que aún no han obtenido respuesta. Por ejemplo, ¿qué hicie-
-“… Y ve la fuente más bella y clara
que nadie puede contemplar”. Aún
hoy día hay muy cerca de El Fuerte un
pozo surgente de agua dulce que está
disponible todo el año.
-“… Uno de los maestros toca tres
veces una campana y en la sala aparecieron treinta y tres hombres… Iban
vestidos con túnicas blancas y todos
llevaban un cruz roja en medio del
pecho”. Es una clara descripción de la
vestimenta templaria.
-“En cuanto se descubrió la entrada
del foso, salieron de allí los gritos más
terribles y dolorosos jamás oídos”.
Pobladores y vecinos de El Fuerte
afirman, actualmente, que existe una
especie de gruta subterránea en donde
se escuchan voces.
El mapa del cartógrafo y científico francés Juan Antonio Víctor Martín de Moussy.
sa, que antiguamente integrara el mítico Templo de Salomón. De allí la nueva
Orden tomaría su célebre nombre. Sin
embargo, hasta que el Concilio de Troyes (Francia) aprobó su regla, es decir su
carta orgánica básica, en 1128, los caballeros casi no salieron de su sede. Recién
después iniciaron su peregrinaje por las
cortes europeas en busca de donaciones
y reclutas, y organizaron patrullas y su
presencia militar cobró relevancia. Es
decir que por nueve años no cumplieron con su misión primaria de defender
a los peregrinos, y de hecho eran dema-
siado pocos para hacerlo. De esa época son las leyendas que afirman que los
templarios excavaron en su sede descubriendo tesoros y reliquias.
Lo cierto es que la Orden creció desde todo punto de vista: en poder, tamaño, influencia y riquezas. Esto les sirvió,
entre otros aspectos, para desarrollar
su propia fuerza naval que les permitía
trasladar reclutas, provisiones y donativos de Europa a Tierra Santa y para protegerse, también, del ataque de piratas
que asolaban el Mediterráneo oriental.
De hecho, muchas de sus instalaciones
ron encerrados los nueve caballeros fundadores de la orden, en su sede sobre los
restos del Templo de Salomón, durante casi una década? En la Navidad de
1119, el rey cristiano de Jerusalén, Balduino II, y el patriarca católico de la ciudad, Warmund, autorizaron la creación
de la “Orden de los pobres Soldados
de Jesucristo” para que, como militares
y monjes, protegieran a los peregrinos
cristianos que poblaban los caminos de
Tierra Santa. Y para funcionar, la corona les obsequió un complejo de edificios
pertenecientes a la ex mezquita Al-Aq-
19
eran o estaban en puertos (La Rochelle,
en Francia; Sagres en Portugal; San Juan
de Acre, en Israel; Noya, en España; entre otros). Teorías más atrevidas aseguran que parte de las enormes riquezas de
las que hacían gala los Templarios, provenían, justamente, de las minas de oro
y plata de América.
La misteriosa y fascinante piedra con la cruz grabada.
Patagonia inagotable
Marinos amotinados abandonados en
sus costas, indios enormes, ciudades
de Césares, monstruos marinos ocultos en sus lagos, duendes, templarios
y hasta salteadores del Lejano Oeste
(como Butch Cassidy y Sundance
Kid)… Patagonia tiene espacio para
todos y para todo. Pocos territorios
en el mundo han inflamado tanto la
imaginación y han sido lo suficientemente dúctiles para cobijar tantas
leyendas como el enorme espacio que
se extiende al sur del río Negro. De
20
hecho, muchos de sus mitos se encastran en una realidad que, a veces,
llega a superar a la propia ficción. Los
relatos de los primeros exploradores,
el periplo de Darwin, el arribo de los
colonos y su coexistencia con los
indios, las singulares tribus aborígenes de Tierra del Fuego y el canal
de Magallanes, el proyecto nuclear
de Richter en Bariloche, y muchísimas otras, son historias reales que
también han contribuido a forjar una
imagen inigualable.
TEMPLARIOS EN LA
PATAGONIA.
De modo que, ¿pudo la escena que relatábamos al principio haber sido real?
Al menos en hipótesis, sí. Y de hecho lo
es para un grupo de investigadores aficionados nucleados en la denominada
Fundación Delphos. Ellos incluso van
más lejos y aseguran que en la Patagonia
está oculto el Santo Grial.
Aunque hay otras interpretaciones (como la que hace Dan Brown en “El código Da Vinci”), la definición más clásica es que la célebre reliquia es, ni más
ni menos, que el copón que utilizó Jesús
en la última cena y con el que, posteriormente, José de Arimatea recogiera parte de la sangre que manaba de la herida
en el costado de Cristo mientras estaba
crucificado. La fuente más contundente
que respalda la existencia de tal objeto es
la propia Biblia.
¿Y cómo se establece la conexión entre los Templarios y el Grial? En realidad son los primeros autores poéticos
de fines de la Edad Media los que establecen el primer parangón. Uno de los
dos romances que dieron puntapié inicial a las leyendas, el “Parzival”, del alemán Wolfram Von Essenbach, describe
a unos “Caballeros del Grial”, muy similares en apariencia y comportamiento a los Templarios.
Por otra parte no son pocos los que
creen que, entre los tesoros que la Orden halló en las catacumbas de su cuartel general en Jerusalén estaba, justamente, el Santo Grial.
La tesis de la Fundación Delphos es
que, en realidad, un grupo anterior a los
Templarios pero emparentados con él,
se hizo con el Grial y, para preservarlo,
lo trajo a un sitio que casi ningún europeo conocía: la Patagonia. El grupo, de
hecho, realizó un total de ocho expediciones entre 1997 y 2007 a la zona del
golfo de San Matías y el cerro conocido
como “El fuerte”, en Chubut, no muy
lejos de la costa. Justamente allí reside el
primer conjunto de pruebas. Según los
estudios de la Fundación aparece en uno
de los primeros atlas de la región, dibujado por el cartógrafo y científico francés
Juan Antonio Víctor Martín de Moussy,
quien estudió la zona a pedido del presidente Justo José de Urquiza. Su relevamiento fue publicado en París, en 1865,
y allí se ve señalada el área con el símbolo de una fortaleza y en todas las referen-
cias aparece mencionada como “antiguo
fuerte abandonado”. Antes de esta referencia, existe otra: un mapa de la Sociedad para la Difusión de Conocimientos
Útiles, trazado en 1846 por J&C Walter, donde aparece también el símbolo
de una fortificación y se la identifica como “fort”. Y hay cinco más: un atlas hecho por Mariano Felipe Paz Soldán, que
data de 1887; un mapa dibujado por
un tal Arrowsmith en 1839, que figura en la obra descriptiva de Sir Woodbine Parish; el mapa “Falkland Islands
and Patagonia”, dibujado por J. Rapkin,
de 1851; el mapa “Argentine Republic,
Chili, Uruguay & Paraguay” publicado
por J.B.Colton & Company en 1855; y
el titulado “Chili, The Argentine Republic & Bolivia”, de 1870. En todos ellos
está marcado el mismo punto, ubicado
en el mismo sitio y con la misma inequívoca referencia: “fort”.
También hay relatos y crónicas de viajeros y exploradores del tiempo de la colonia que hacen referencias sorprendentes. Hablan, por ejemplo, de una isla
costera (algunos mapas muestran que
antiguamente el río Negro se bifurcaba en dos brazos que formaban una isla
triangular en su desembocadura) habitada por hombres blancos o “españoles”, un genérico que utilizaban los indios, inequívocamente, para referirse a
cualquier europeo. A esto se suman las
descripciones del libro “Perlesvaus”, de
autor anónimo (aunque muchos estudiosos señalan que pudo ser escrito por
monjes en la ciudad inglesa de Glastonbury, en la Edad Media), que explica
adónde fue llevado el Grial y que según
la fundación cuadra con las características del denominado fuerte (ver aparte).
También fueron halladas, en la cima
de la fortaleza, pequeñas piezas de cerámica que se muestran perfectamente lisas por un lado y cuyas formas muestran
ángulos que difícilmente puedan ser naturales.
Pero sin duda alguna, la más espectacular de las pruebas fue descubierta por
la fundación en 1998 a unos 100 km. de
la meseta de El Fuerte. Se trata de una
piedra de granito oscuro o piedra basáltica que tiene grabada una cruz, en bajorrelieve, de brazos iguales.
En definitiva, todo es una cuestión de
fe. La presencia de los Templarios en la
Patagonia es una realidad indiscutida
para quienes creen en ella y una muy
atractiva curiosidad para los demás. Ver
a aquellos monjes-guerreros, con sus capotes blancos con cruces rojas convivir con pingüinos, liebres patagónicas,
choiques y tehuelches, es una visión tan
sorprendente como la que habrán tenido aquellos primeros miembros de la
Orden cuando pisaron por primera vez
el suelo patagónico.
La Fundación Delphos en plena expedición.
El Fuerte, visto desde el aire.
l
21
S
ilencio, frío, verde, nieve, inmensidad, belleza exultante.
Esas son las palabras que mejor definen a este destino natural. El Parque Nacional Tierra del
Fuego es el área protegida más austral
del bosque andino-patagónico, con
impactantes vistas de bosques, lagos y
turberas que fascinan a los admiradores de la naturaleza.
Una de las primeras sugerencias que
recibirá al llegar al destino es que tenga su cámara fotográfica lista para captar la belleza de este rincón natural del
planeta, aunque difícilmente logren
Fotos: Osvaldo Peralta.
22
plasmar las inigualables imágenes que
quedarán dibujadas en sus retinas.
EL PARQUE.
Ubicado a 11 km. al oeste de Ushuaia, es el único Parque Nacional argentino con costas marinas -las del canal de Beagle- que bañan el bosque.
Creado en 1960, comprende una superficie de 63 mil ha. en las eco-regiones del bosque patagónico, caracterizadas por los paisajes de montaña de
relieves abruptos y escarpados, y valles
glaciarios; y Altos Andes, con una cadena de cerros y laderas por encima de
las planicies endorreicas de la puna.
El área protegida cuenta con un campamento organizado en la zona del lago Roca, y varios campamentos libres
en las áreas de las bahías Lapataia y
Ensenada, y el río Pipo.
La Intendencia se encuentra en la ciudad.
PASEOS Y SENDEROS.
Desde la ciudad se accede por la Ruta Nacional Nº 3 recorriendo el valle
del río Pipo hasta llegar a la entrada
del Parque.
Por un desvío hacia la izquierda se
alcanza la ensenada Zaratiegui, desde
donde se pueden obtener magníficas
vistas de las costas del canal de Beagle
y la isla Redonda.
Retomando el camino –rodeado de
un denso bosque de lengas, ñires y
guindos- se cruza el puente del río Lapataia, ingresando a una zona en la que
se pueden realizar interesantes circuitos de trekking desde la RN Nº 3, entre ellos:
- Paseo a la castorera: luego de un
recorrido de 400 m. se accede a una
castorera, donde se puede observar el
sistema de diques de los castores so-
v Se trata del área protegida más austral del bosque andino-patagónico y el único con
costas marinas: las del canal de Beagle. Ostenta impactantes vistas de bosques, lagos y
turberas que fascinan a los amantes de la naturaleza.
Por Gabriela Macoretta
bre el arroyo homónimo.
- Paseo a la laguna Negra: debido a
la presencia de enormes turbales, sus
aguas presentan un color oscuro.
- Paseo al mirador Lapataia: a 500
m. de la ruta, a través de un bosque de
lengas, se encuentra la bahía Lapataia,
desde cuyo mirador se obtiene una fascinante vista panorámica. El lugar es
ideal para el avistaje de aves acuáticas,
tales como los patos vapor, cauquenes
comunes, reales y carancas. Allí hay un
cartel que indica el final de la RN Nº 3.
- Paseo de la Isla: transitando por las
costas del río Lapataia y Ovando, a través de 800 m. se recorre el archipiélago
Cormoranes.
Asimismo, quienes prefieran trayectos más extensos cuentan con diversas
alternativas:
- Senda al cerro Guanaco: se asciende
al cerro Guanaco (970 msnm) por una
pendiente muy pronunciada de 8 km.,
por lo que la exigencia es alta.
- Senda costera: conecta el campamento de Ensenada con el sector de
Lapataia. Es de exigencia media, también con 8 km. de recorrido.
- Senda al hito XXIV: transita la cos-
ta norte del lago Roca. Es de exigencia media y su recorrido es de 10 km.
- Senda Pampa Alta: une los campamentos del río Pipo y Ensenada a través de bosques de lengas y guindos. El
recorrido -de 5 km.- es de exigencia alta. Desde allí se aprecia una vista panorámica del canal de Beagle.
BELLEZA SUPREMA.
Como consecuencia de la erosión y
los procesos de acumulación de milenarios y hoy inexistentes glaciares, el
paisaje es abrupto.
La cordillera de los Andes asoma como un conjunto de cordones montañosos que rodea valles boscosos profundos, surcados por ríos y lagos
alternados con turbales y afloramientos de origen glaciario. Mientras que
intercalando barrancos y playas, en la
zona costera se encuentran las bahías
Lapataia y Ensenada.
La lenga es la especie arbórea característica de los bosques andino patagónicos, con grandes extensiones de
bosques que cubren las laderas de las
montañas, desde el nivel del mar hasta los 600 m.
En ambientes de mayor humedad, el
guindo o coihue de Magallanes se encuentra asociado a la lenga, como es el
caso del valle del Río Pipo o las laderas
montañosas orientadas hacia el sur. En
las ramas de estos árboles puede observarse una hemiparásita conocida como
“Farolito chino” y un hongo parásito
llamado “Pan de indio” o “Llao llao”.
En tanto, los bosques puros de guindo tienen lugar en las zonas que registran mayores precipitaciones, como la
costa del canal de Beagle, donde también crecen otras especies del bosque
húmedo, como el canelo y la leña dura. Asimismo, en algunos sitios el canelo es abundante, formando bosquecitos.
Vale señalar que en las regiones más
expuestas al viento es usual que el
guindo adquiera una forma particular,
conocida como “Árbol bandera”.
En el sotobosque se desarrollan los
arbustos espinosos, como el calafate, la
SUS ANTIGUOS POBLADORES
Los grupos humanos que habitaron
la Isla Grande de Tierra del Fuego
-hace 10 mil años- se relacionaron en
forma íntegra y efectiva con un medio
ambiente excesivamente agreste.
En lo que hoy es el Parque Nacional
Tierra del Fuego habitaba la cultura
yámana, la cual instalaba sus campamentos en las playas para disponer de
los recursos marítimos.
Los yámanas vivían en chozas de
troncos y ramas de forma cupular, su
vestimenta consistía en apenas una capa
corta de cuero de lobo marino y se dedicaban a la caza de lobos marinos y a la
recolección de moluscos (principalmente mejillones y cholgas), desplazándose
sobre canoas construidas con varillas y
planchas de corteza de lengas.
La desaparición de estos grupos
se relaciona con la llegada de los
colonos hacia 1880. Y las epidemias
parecen haber sido determinantes
para la extinción.
23
chaura y el michay, de flores anaranjadas. Y en el verano el suelo se cubre
flores muy llamativas como la orquídea amarilla y la luzuriaga. En suelos
más húmedos crecen la “Frutilla del
diablo” y pequeños helechos.
En las áreas marginales del bosque
-principalmente en claros naturales o
en ambientes degradados- se distinguen los matorrales de mata negra,
junto a los calafates, parrillas y notros.
Estos últimos, de flores rojas tubula-
24
res -típicas de la primavera fueguinatambién se observan a la vera del canal
de Beagle y en la bahía Lapataia.
La vegetación altoandina (la que se
desarrolla por encima de los 600 msnm) está compuesta por arbustos pequeños, plantas en cojín y gramíneas,
condicionados por la exposición al
viento, la disponibilidad de agua y las
características físicas del suelo.
Sin dudas, un rasgo característico
del paisaje de Tierra del Fuego son los
turbales o turberas,
constituidos por restos de vegetales -básicamente de musgos,
gramíneas y juncáceas
acumuladoscomprimidos en depresiones del relieve.
Su formación solamente es posible en
ambientes húmedos
de bajas temperaturas, factores que impiden la descomposición de la materia
orgánica.
Asimismo, una de
las hierbas características de la costa marina del Parque es la
siempreviva o armería rosada. Los líquenes y musgos cubren las rocas junto al
mar, y también son comunes los arbustos pequeños, como la chaura y la
mutilla.
En el litoral sobresale el cachiyuyo,
un alga parda de gran tamaño.
AVIFAUNA AUSTRAL.
Dentro del Parque Nacional Tierra
del Fuego habita una pequeña variedad de animales silvestres, compuesta principalmente por 20 especies de
mamíferos y 90 de aves. Una característica llamativa del ecosistema es la
ausencia de anfibios.
Entre las especies que se pueden
apreciar fácilmente sobresalen el zorro colorado fueguino y el guanaco,
que habita casi todo el año en las zonas altas (únicamente baja a los valles
en invierno).
En las riberas del canal de Beagle y en
la bahía Lapataia se encuentra el huillín, un mamífero carnívoro acuático
de la familia de las nutrias.
Más difíciles de ver son los murciélagos orejas de ratón, los ratones colilargos, las ratas conejos y los ratones lanosos.
En cuanto a las aves, las de mayor
presencia en las áreas a las que el visitante tiene acceso son los tres tipos de
cauquenes o gansos sudamericanos:
el común, el real y la caranca, que habita en sitios abiertos y playas, y suelen estar acompañadas de bandurrias.
También se observan macás comunes
y grandes; garzas brujas; patos crestones, overos, vapor y maiceros; águilas
moras; caranchos australes; chimangos; teros comunes; gaviotas; ostreros;
y cormoranes.
Una especie muy llamativa, tanto por su
actividad como por su aspecto, es el carpintero patagónico, al igual que el cóndor, que sobrevuela las cumbres y valles.
Los dientes de perro, mejillones, y numerosas algas verdes y rojas pueden verse durante la bajamar en la costa. También abundan moluscos -como la vieira,
el caracol de luna, el caracol con diente-,
algunos crustáceos -como la centolla- y
peces nativos -sardina fueguina, merluza
de cola y róbalo-. Y, en verano, se aprecian concentraciones de medusas.
En el área también se desarrollan especies que fueron introducidas por
el hombre con fines comerciales, como el conejo europeo, el castor, la rata almizclera y el zorro gris. Dado que
el medio no estaba preparado para
su presencia, hoy están a la vista los
impactos en algunas zonas, como las
afectadas por las colonias de castores.
l
DATOS UTILES
Ubicación: el Parque Nacional Tierra
del Fuego se encuentra a 11 km. al
oeste de Ushuaia, Tierra del Fuego.
Cómo llegar: se accede por la RN
Nº 3. A la ciudad también se arriba
por avión y barco.
Clima: templado frío, húmedo y sin
estación seca, con una precipitación
media anual de 700 mm. Las temperaturas medias son bajas; en el invierno
rondan los 0º C y en el verano no superan los 10º C. La nieve es abundante.
Recomendaciones:
- La velocidad máxima dentro del
parque es de 40 km/h.
- No está permitido el ingreso con
animales domésticos.
- Solicitar permiso y consultar el reglamento para la pesca de salmónidos.
- No alimentar a los animales silvestres.
- Acampar únicamente en los sitios
autorizados.
- En las áreas de acampe el tiempo de
validez de los boletos de acceso es de
48 horas y deben ser exhibidos junto
con los permisos de acampe extendidos por el personal de la Administración de Parques Nacionales o por la
firma concesionaria del Campamento
Organizado Lago Roca.
- Procurar usar calentador. De no
ser así, encender fuegos pequeños
solamente en los lugares autorizados,
con leña seca, fina y caída. No dejar
nunca el fuego encendido.
- No arrojar residuos.
Informes: 02901-421315/43116633 y 0303 (Administración de
Parques Nacionales)/informes@apn.
gov.ar.
25
maravillosas y espeluznantes
v Sin duda, las
leyendas -con su
habilidad para
conjugar realidad
y fantasía- a todos
nos resultan
atractivas,
y cuando
involucran a seres
sobrenaturales,
aún más. Por
ello vale repasar
los mitos de
la Patagonia,
historias que
tienen su correlato
en paseos para
descubrir los
secretos de la
naturaleza local.
Por Nicolas Panno
26
¿
Plesiosaurio perdido en el tiempo
o mutación genética?, ¿Extraño
submarino o genialidad de un incipiente marketing local?, ¿Criatura mítica mapuche o la imaginación
de varios trasnochados? Las teorías se
amontonan y muchas se descartan, pero la leyenda del Nahuelito perdura a
través de los años y constituye una historia simpática para los escépticos y
enigmática para los místicos.
Las referencias a un monstruo marino habitando las aguas del Nahuel
Huapi se remontan a las épocas de una
Patagonia virginal, en algunos relatos
indígenas previos a la conquista. Sin
embargo, el primer avistamiento registrado data de 1910: George Garret,
quien trabajaba en una compañía en
las inmediaciones del lago, estaba navegando cuando a unos 400 m. vio a
una criatura cuyo cuerpo -de entre 5 y
7 m. de largo- sobresalía del agua. Este
hecho recién se hizo público en 1922.
Justamente en ese año el testimonio
del buscador de oro norteamericano
Martin Sheffield, quien afirmó seguir
unas grandes huellas en las orillas del
lago para luego ver a un enorme y desconocido animal, y otros avistajes alentaron la organización de una investigación con rigor científico, comandada
por Clemente Onelli, director del zoológico de Buenos Aires. Cabe mencionar que esta iniciativa formal tuvo
lugar incluso antes del revuelo provocado por Nessie, el archifamoso primo
lejano del Nahuelito, habitante de los
lagos de Escocia, que recién fue buscado obsesivamente en 1933.
Así, Onelli logró reunir los 3 mil pesos necesarios para poner en marcha
una expedición que partió de Buenos
Aires el 23 de marzo. Pese a los numerosos relevamientos, la expedición regresó a Buenos Aires, ante el avance del
invierno, sin resultados positivos.
Entre otros hechos curiosos, se puede mencionar la incursión de la Armada Argentina que persiguió en el lago
un objeto submarino no identificado
durante 18 días.
El crecimiento de Bariloche en materia turística aumentó los supuestos
avistamientos ocasionales, pero nunca
se ha obtenido un registro gráfico concluyente, aunque en 1988 uno de los
diarios locales publicó fotos que llegaron junto a una misiva anónima, en las
que se puede ver la silueta del Nahuelito cercana a la costa. Si bien el material es poco fiable, el mito sigue en pie.
Dejando de lado las hipótesis y volviendo al mundo fáctico, a la altura
del kilómetro 24 de la ruta que conforma el Circuito Chico, en Bariloche, se
encuentra el Parque Nahuelito, donde una figura de nuestro amado saurio acuático da la bienvenida a los visitantes. Este espacio temático recrea, a
partir de paseos guiados, el entorno en
el que convivieron los dinosaurios nacionales, con numerosas esculturas de
tamaño real de especímenes represen-
tativos de nuestro país como el Argentinosaurus, el Giganotosaurus, el Saltasaurus y el Herrerasaurus.
Al comienzo de la visita está montada una excavación arqueológica en la
que los niños tendrán la oportunidad
de convertirse paleontólogos, en un
arenero donde podrán encontrar huesos escondidos. El paseo se cierra con
una escena que grafica la convivencia
de los dinosaurios alrededor de una laguna, en la que se encuentran distintas
especies, destacándose la presencia del
Tiranosaurus Rex. Asimismo, a lo largo de todo el sendero se instruye a los visitantes sobre la
fauna y la flora autóctona, a través de
carteles explicativos donde se pueden
encontrar interesantes datos al respecto.
El Parque Nahuelito está abierto todos los días, de 9.30 a 19.30.
LOS DUENDES DE EL BOLSON.
Si hay criaturas míticas que se han
extendido en el mundo esos son los
duendes, desde los remotos bosques
lapones hasta las selvas mexicanas, pasando por aquellos irlandeses que ofrecen una olla repleta de oro a quienes
los encuentren al final de los arcoíris.
¿Entonces cómo no iban a habitar un
lugar tan maravillosa como la Patagonia argentina? Y dentro de ella, su reducto favorito es, sin duda, la Comarca Andina, desde El Bolsón hasta el
lago Puelo.
Se dice que, a veces, por la noche,
afamados de la rica mitología local.
Otras versiones cuentan que este humanoide, que no sobrepasa los 80 cm.
de estatura y anda siempre desnudo,
presenta un rostro grotesco y piernas
que terminan en muñones. Habita los
bosques, en cuevas o en copas de árboles, desde donde acecha a sus víctimas
favoritas: muchachas que vagan por el
lugar. Una vez que las divisa, se dirige a ellas y las cautiva en forma dulce
mientras las adormece con sus poderes. Cuando las jóvenes despiertan de
su sueño, se dan cuenta de que están
casi desnudas y con su vestimenta revuelta. Los traukos se pueden encontrar mayormente en Chile, pero también cerca de la cordillera neuquina.
La mitología patagónica ostenta un
extenso bestiario que nada tiene que
envidiar al de las antiguas civilizaciones europeas. Aquí una pequeña nómina:
- El Ivunche: también llamado
apa- r e c e n en los campings de El
Bolsón mientras duermen los acampantes para acomodar las vituallas y
limpiar. Esta es una de las tantas tareas que realizan los duendes en pos de
ayudar al entorno natural.
Para dar con estos minúsculos seres, hay una alternativa siempre válida: el bosque temático Belenus. Ubicado en el circuito turístico de Mallín
Ahogado, a 10 km. del centro de El
Bolsón, se trata de un área natural poblada de coihues, cipreses y
otras especies nativas, con un río atravesado por un puente de troncos, entrada al mundo mágico de los misteriosos seres protectores de la naturaleza.
Allí, hadas, duendes y otros personajes esperan a los visitantes escondidos entre los recovecos del
bosque, en forma de originales esculturas, ideadas y realizadas por el
maestro Ernesto Bertedor y Mariana
Ortiz, pertenecientes a la colección “El
espíritu del bosque”. Vale destacar que
ambos artistas están en el predio para
atender cualquier consulta en persona.
En el lugar hay un stand donde se venden productos regionales, aunque otra opción es llevarse
el termo, el mate y una vianda para almorzar mientras se disfruta del
arrullo de las cascadas, el sonido de los
pájaros y la presencia de estas criaturas fantásticas. Abierto todos los días,
el horario de ingreso a Belenus, en verano, es de 9 a 20.
DE MITOLOGIA MAPUCHE.
“—¿Qué ocurre hija mía?
—Un hombre, un hombre vino y me
abrazó.
—¿Qué clase de hombre? Aquí no
hay nadie.
—Era bajito como un niño y hermoso como un dios, pero con el cuerpo
de un hombre. Comenzó a llamarme
con su dulce voz y cuando tocó mi mano me hizo estremecer. Nunca nadie
me había tocado así, me sentí distinta
y me gustó. Continuó acariciándome y
yo me rendí a él.
—El trauko -dijo Alé-.
—¿El qué? -preguntó Ayún entre sollozos-.
—El trauko, un duende malvado que
apetece mucho de las mujeres. No es
bueno, no no, no es nada bueno”.
Si bien este fragmento de un tradicional cuento mapuche puede despertar más suspicacia que sorpresa, el
trauko es uno de los personajes más
Imbuche, es descrito como un duende
deforme que se desplaza sobre una sola
pierna. La creencia
popular afirma que
se trata de bebés
varones robados
por los brujos,
sometidos a procedimientos para transformar su fisonomía -se dice que para que
el niño no escape, le quiebran la pierna y se la suturan a la espalda- y su metabolismo, alimentándose en su crianza con leche de gata y carne de cabrito.
- Los Anchimallén: se trata de seres pequeños que emiten una radiante luminosidad como si fueran esferas centelleantes. Las leyendas se refieren a
llamas fugitivas en forma de niños que
aparecen repentinamente para desvanecerse en cuestión de segundos. Se dice que si alguien la viera de muy cerca,
esta criatura utilizaría su luz para confundir y desorientar, dejando aturdido
momentáneamente al testigo, o en algunos casos ciego o enfermo de la vista.
- El Chonchón: este monstruo se presenta como una extraña ave de plumas
color gris ceniciento, formada a partir
de una horrible cabeza humana de la
que nacen garras afiladas y unas enormes orejas que usa a modo de alas para volar. El Chonchón es una presencia maligna muy temida en las zonas
rurales de Chile y en parte de Argentina debido a que se trata realmente de un calcu (mapuche que practica
el mal con espíritus) o un brujo poderoso, transformado con el objetivo
de ganar en agilidad para trasladarse.
- El Guallipén: es un animal maligno
con cuerpo de oveja y cabeza de ternero, el cual tiene sus patas torcidas y un
pelaje repugnante. Se trata de un ser
anfibio que vive a orillas de ríos y lagos. El Guallipén se considera de mal
agüero, ya que si se cruza con las hembras del ganado, como consecuencia se
producen anoma-
lías y deformidades en sus crías.
Así, si el animal nacía deforme, su monstruosidad
era atribuida a la influencia de esta mítica criatura.
- El Guirivilo: con cabeza de cánido, el cuerpo largo y una larga cola de zorro
en cuyo extremo sobresalen
uñas semejantes a una garra,
habita en los ríos y aguas cenagosas. Se dice que utiliza la
gran fuerza de su extraña cola para enredar a hombres y animales
que se bañan en las aguas, con el fin de
arrastrarlos al fondo y alimentarse de
los ahogados.
- El Cherufe: este ser gigantesco, terrible y antropófago habita dentro de los
volcanes y sería uno de los causantes de
los terremotos y las erupciones volcánicas. Su poder se manifiesta cuando desde las alturas arroja moles de fuego. Se
dice que la única forma de calmarlo es
entregarle periódicamente una muchacha, para que comiera su carne. También se cuenta que los aerolitos que lanza el Cherufe tienen grandes poderes
mágicos, al punto que las boleadoras
hechas con fragmentos de estas piedras
tendrían la virtud de no fallar al momento de cazar.
l
27
Vias hacia el horizonte
Fotos: L. Cambra.
L
os trenes tienen algo especial. Más allá de sus categorías, hay algo en ellos que los
hace distintos, o mejor dicho,
que torna diferentes los viajes. Será que
uno tiene la posibilidad de caminar por
los pasillos, o contemplar amaneceres
mientras desayuna, o atardeceres en
compañía de un café; la cuestión es que
hay “algo” indefinido que los transforma en el medio de transporte favorito
de muchos turistas. Y si esos viajes son
en el territorio de nuestra Patagonia,
entonces la experiencia se potencia en
gran medida, ya que se tiene la oportunidad de apreciar bellísimos paisajes,
misteriosas zonas desérticas y atravesar
gran parte de la historia argentina.
Un claro ejemplo es la famosa Trochita -que declarada Monumento Histórico Nacional en 1998, e internacionalmente famosa gracias al libro “El
Viejo Expreso Patagónico” (“The Old
Patagonian Express”) de Paul Theroux,
publicado en 1978- une con su locomotora a vapor los 402 km. que hay
entre las localidades de Esquel e Ingeniero Jacobacci, aunque desde 2006
sólo hace el recorrido hasta El Maitén.
Planeado como parte de una red ferroviaria más amplia que uniría gran
parte del sur argentino, este pintoresco tren pertenece administrativamente a la traza del Ferrocarril General Roca de la Red Ferroviaria Argentina y -a
pesar de que no funcionó entre 1991 y
28
v Con el distintivo sabor de lo antiguo y la atmósfera tan particular
que los caracteriza, los trenes que surcan parte del sur argentino
son una inmejorable alternativa para conocer la fisonomía única de
la Patagonia.
Por Leonardo Larini
1994- en los últimos 15 años se ha
transformado en un gran atractivo turístico que, en ciertos momentos del
año, es visitado más por viajeros internacionales que locales.
Con sus asientos de madera y su salamandra a leña, el legendario convoy
efectúa ocho paradas en las estaciones
Nahuel Pan, La Cancha, Mayoco, Lepá, Leleque, Ingeniero B. J. Thomae y
El Maitén. El trayecto completo toma
casi siete horas, aunque existe la opción
de un servicio que llega sólo a la primera estación y regresa a la terminal.
Durante el circuito es posible apreciar magníficas panorámicas de los valles y la estepa patagónica, a la vez de
tomar contacto con los aspectos salientes de la cultura sureña, ya sean las artesanías -en madera, lana, cuero, cerámica, piedra y metal-, la música, el
canto de los habitantes de cada pueblo o las exquisitas tortas fritas elaboradas por las especialistas de la zona.
Como actividad adicional en Nahuel
Pan es factible optar por cabalgatas pa-
ra conocer los alrededores o visitar el
Museo de Culturas Originarias Patagónicas, en cuyos espacios se rescata el
pasado y el presente de las comunidades mapuche y tehuelche.
Un atractivo recorrido es que cubre
la distancia entre El Maitén y el
desvío Bruno Thomae, que dura dos horas y media. El tren se detiene en el puente sobre el río Chubut,
donde los pasajeros pueden descender para tomar fotografías. De regreso
a El Maitén, es aconsejable apreciar sus
casas construidas con durmientes, visitar el museo ferroviario -que atesora restos de maquinarias, atuendos y objetos
de gran valor histórico y cultural- y conocer los talleres donde se fabrican artesanalmente las piezas de La Trochita.
En cuanto a la estación Esquel, ha sido renovada para brindar mayor
comodidad y mejores servicios, con
flamantes instalaciones que contemplan una playa de estacionamiento,
una amplia sala para los pasajeros, las
áreas de la estación original transfor-
madas en museo, sendas peatonales y
sectores temáticos.
De los Andes al AtlAntico.
Los picos nevados se recortan en el
cielo como flechas de algodón. Unas
cuantas horas después, los ojos se abren
a la gris infinitud del mar entre una
enorme sombra de gaviotas. Son 826
largos kilómetros, pero vale la pena recorrerlos para apreciar ambos paisajes,
deslumbrantes por igual, mientras en el
trayecto la vista descansa en los horizontes sin fin de la estepa desértica.
El Tren Patagónico -considerado
el medio de transporte con más bajo índice de impacto ambiental- cruza la provincia de Río Negro uniendo
a San Carlos de Bariloche con Viedma, ofreciendo un servicio que incluye vagones pullman o camarote,
atención de azafata, coche comedor,
calefacción, aire acondicionado y hasta un coche cine. Además, para aquellos que llegan a una de las dos ciudades en auto, el tren cuenta con la
prestación de transporte de vehículos.
Actualmente hay a disposición dos fre-
Datos utiles
cuencias semanales, pero además existe una opción de chárter para viajes de
todo tipo de contingentes, que puede
partir desde Constitución, en Buenos
Aires, o desde cualquier punto intermedio con San Carlos de Bariloche.
Se trata de una alternativa diferente para apreciar esta zona tan particular de nuestro territorio, viajando relajadamente en un convoy que atraviesa
las entrañas de la Patagonia y cuyas comodidades permiten disfrutar de vistas
como desfiladeros de piedra, rincones
inhóspitos y, gran momento, el lago
Nahuel Huapi a la llegada a Bariloche.
A todo vapor.
Desde la estación de San Carlos de
Bariloche, el Tren Histórico a Vapor
invita a un viaje a través del tiempo a
bordo de un convoy de 1912, puesto
nuevamente en funcionamiento manteniendo todas sus características originales. Con una formación compuesta por cinco coches y una locomotora
a vapor, este medio de transporte es
una verdadera reliquia histórica con
capacidad para 250 pasajeros.
La propuesta para los turistas es una
excursión de día entero, que comienza a la mañana temprano en la estación de Bariloche y, tras recorrer 40
km. en 30 minutos, concluye en la estación Perito Moreno-Los Juncos. Durante esa mágica media hora, el pasajero puede contemplar -apenas iniciado
el recorrido- todas las bellezas naturales que rodean al lago Nahuel Huapi.
Posteriormente se atraviesa el río Ñirihuau, donde los viajeros descienden
unos instantes para tomar fotografías
del río encajado en la roca y sobre él
la imponente construcción del puente. Más tarde se arriba a la estación Ñirihuau, sitio en el que se realiza una
breve caminata que finaliza con el inconmensurable asombro que provocan
los cerros Catedral, Tronador y Capilla. Después de apreciar los campos de
la estancia El Cóndor se llega a la estación Perito Moreno. Allí el contingente baja nuevamente para efectuar un
paseo por el predio, donde podrá observar las viejas instalaciones de la estación totalmente recicladas, en las que
funcionan la confitería y el restaurante. Acto seguido, otro gran momento: el almuerzo, que como no podía
ser de otra manera, consta de cordero patagónico. Durante la pausa gastronómica los pasajeros son agasajados
con un show de tango y folclore. Por la
tarde, antes de emprender el regreso a
las 19, se realizan dos caminatas guiadas. La primera es a la laguna Los Juncos, declarada Reserva de Vida Silvestre. Aquí, el guía brinda información
sobre la flora -bosques de cipreses- y
la fauna -cóndores y águilas mora que
se refugian en las chimeneas volcánicas-, a la vez que se realiza el avistaje de
aves -patos maiceros, gallaretas, cisnes
El viajero que decida realizar alguno
de estos atrayentes recorridos deberá
tener en cuenta ciertos detalles, como
por ejemplo que los horarios y frecuencias de La Trochita se encuentran
supeditados a diversos factores, razón
por la cual conviene informarse previamente llamando al teléfono (02945)
45-1403.
En cuanto al Tren Patagónico, existen
dos servicios semanales: uno que
sale de Viedma los viernes a las 18 y
llega al borde del lago Nahuel Huapi
los sábados a las 13; y otro en sentido
inverso, que se inicia en Bariloche
de cuello negro y flamencos-.
La caminata restante, de una hora, es
un ascenso al cerro Elefante. Para ello
no hace falta entrenamiento ya que es
apta para todas las edades. Desde la cima es posible contemplar, a un lado, la
laguna, y al otro, un valle y un río enclavado en lo profundo del paisaje.
La Ultima lejanIa.
La estación del Fin del Mundo, hasta
donde llega el Ferrocarril Austral Fueguino (FCAF), se encuentra a 8 km.
de Ushuaia. Conocido como “Tren del
Fin del Mundo”, representa una gran
atracción turística tanto por su estilo señorial como por su relación con
la historia argentina, ya que en sus vagones eran transportados los presos del
antiguo establecimiento penitenciario
de Ushuaia a los campamentos donde
cumplían penas de trabajos forzados.
El convoy, de trocha angosta, es propulsado por locomotoras a vapor y cuenta con coches elegantemente decorados.
A lo largo del circuito -de poco más de
dos horas- el turista tiene a la vista pai-
los domingos a las 17. Las consultas
pueden efectuarse dirigiéndose al email estepa@hotmail.com o llamando
al 4328-1394
Según la información recogida, el Tren
Histórico a Vapor no realizará salidas
para lo que resta de 2009, aunque
conviene informarse detalladamente
cuándo se reanudarán llamando a la
Casa de la Provincia de Río Negro en
Buenos Aires: 4371-7078.
Para conocer los horarios y tarifas
del Tren del Fin del Mundo llamar a
la Casa de la Provincia de Tierra del
Fuego: 4322-7524.
sajes con ríos, lagos, montañas nevadas,
valles, cascadas y centenarios bosques
vírgenes en la cordillera de los Andes.
La partida se realiza en la Plaza Cívica de la ciudad, donde se encuentra el
Muelle Turístico, sitio desde el que se
parte en ómnibus hacia la estación por
la Ruta Nacional Nº 3. Una vez iniciado el recorrido por el cañadón del Toro se realiza una parada en la cascada de
La Macarena con el fin de conocer la
reconstrucción de un asentamiento yámana, o ascender a la cadena Le Martial
para observar la naciente de la cascada.
Serpenteando el río Pipo, y después
de bordear el turbal, el tren arriba a la
estación del Parque, donde se disfruta
de un coche bar y se puede optar por visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego. Cabe aclarar que en todo momento
el pasajero dispone de la compañía de
un guía bilingüe (inglés-español).
Con estas cuatro alternativas, el turista no puede dejar de decidir adentrarse en la tierra patagónica para conocer gran parte de la esencia del sur
argentino.
l
29
Foto: Virginia Zapana.
P
uede que suene vanidoso, lo
cierto es que la Patagonia andina es uno de esos lugares
que -además de paisajes- encierra un atractivo muy apreciado, la
pesca deportiva.
Y no se trata de una frase hecha con
fines especulativos, es la opinión de
miles de visitantes de todas partes que
año tras año llegan a la región para disfrutar de todo lo que brinda la Creación en estado puro. Durante el verano ríos y lagos cuentan con una oferta
ictícola motivo de notas gráficas y televisivas o de paquetes turísticos.
Fanáticos de todas latitudes son tentados por este paraíso de salmónidos,
de piezas altamente apreciadas, repartido entre Neuquén, Río Negro,
Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego
y Parques Nacionales del Sur.
UN ARCO IRIS
DE POSIBILIDADES.
Considerada uno de los mejores destinos para la práctica de pesca con mosca, la Patagonia es polo indiscutido por
el gran caudal de agua, la soledad, la
agradable temperatura y una geografía
majestuosa invitando a sumergirse en
esta gimnástica disciplina que atrapa a
grandes y chicos por igual.
30
Y así, las región ofrece excelentes ejemplares de salmones encerrado y migrador; truchas marrón, de arroyo, de lago,
arco iris; carpas; percas; pejerreyes patagónico y bonaerense; junto a las especies
autóctonas (bagres, puyenes o peladillas); dando origen a diferentes modalidades de pesca: spinning (con cucharita, desde la costa), bait casting y tarrito;
mosca o fly cast; y arrastre o trolling.
DIALOGO ABIERTO
EN LA AAPM.
Pueden parecer excéntricos, huraños,
solitarios y hasta monótonos, lo cierto es que la pesca deportiva encierra
un halo de discreción que hace de ellos
una casta diferente.
Amantes de la naturaleza, defensores
de la ecología, estos caballeros anualmente saben regalarse un tiempo al aire libre para “despuntar el vicio” en los
incontables parajes patagónicos.
“Como cada provincia tiene ambientes y características determinadas
es necesario que tomemos los recaudos adecuados, otorgando un cuidado
especial a cada paso para mantener el
equilibrio”, señala Fernando Cebada,
presidente de la Asociación Argentina
de Pesca con Mosca (AAPM).
De tradición familiar y apasionado
a ultranza, Cebada explica que toda la
franja -desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego- es un importante
recurso económico para los habitantes
del lugar “porque en torno de esta actividad (y al esquí) nacieron proyectos
turísticos que se sustentan gracias al recambio y la rotación de viajeros”.
De noviembre a abril o mayo, en la región se entremezclan lenguas, razas y colores, pero todos con un mismo afán:
competir con la naturaleza y con la presa.
“La demarcación de la actividad responde a la necesidad de permitir a los
peces desarrollar sin alteraciones su ciclo reproductivo, lo cual indica que
esto incluye un reglamento y el compromiso de parte nuestra”, señala el
presidente.
CODIGOS COMPARTIDOS.
Aunque la pasión se asemeje a otros
deportes, la divisoria está dada en que
el aficionado -por esencia- es tranquilo, reposado y encuentra en su “vicio”
desconexión, paz, tranquilidad, alegría
y camaradería.
“Pareciera muy relajado pero hay que
caminar mucho, moverse en embarcaciones, subir... bajar, es un deporte muy activo. Salimos bien temprano
y regresamos muy tarde. Es entrete-
nido, uno está concentrado en cada
movimiento, en el momento que está viviendo porque sabe que es una experiencia que no se va a repetir, mezcla
de relax y tensión hasta el momento
que se produce el pique”.
Para pescar hace falta un permiso
($ 50 la temporada) que se tramita en
parques nacionales, organismos provinciales o entidades privadas autorizadas, y los valores difieren para no residentes y menores. Por año se expiden
alrededor de 200 mil autorizaciones y su
duración es anual.
Por su parte, el reglamento -segmentado- es muy accesible y casi compatible
entre todas las provincias, con alguna
excepción de ambientes determinados.
“Uno llega al lugar por conocimiento, porque te pasan el dato, porque ya
fuiste, porque nunca fuiste y querés
conocer. Y podés pescar en un río o en
un lago, embarcado o a pie, con guía o
usar un belly boat”, manifestó Cebada.
El área es elegida algunas veces por
distancia, por accesibilidad o por economía, porque algunos son cotos privados y muy costosos. Siempre se hace un mapeo y una vez instalado, entre
cada pescador se establece una distancia no menor de 100 m.
“Si bien vamos en grupo, hay un mo-
Foto: Virginia Zapana.
v Entre el cielo y el infierno existe el
paraíso de los salmónidos, en el sur
cordillerano, donde cantidad de lagos y
ríos conforman un hábitat preciado por
pescadores de todo el mundo.
Por Daniel Egea
mento en que uno está solo frente al
adversario, y lo principal de la actividad -más allá de la captura- es la devolución. La presa es un trofeo deportivo y debe reintegrarse al medio lo más
sana posible, sin lastimarla. Aunque en
algunos sitios está permitida la captura -reglamentada- como comestible”.
LO IMPORTANTE Y LO NOTORIO.
Según destacan los conocedores, iniciarse en esta temática es un viaje sin
retorno, por eso a la hora de comenzar a dar los primeros pasos, es necesario contar con:
- Wader, traje impermeable que cubre desde los pies hasta la mitad del
torso inclusive, los hay que llegan hasta la cintura.
- Zapatos de vadeo, calzado especial
de caña alta para evitar torceduras y
suela que favorece el agarre.
- Chaleco de pesca, con numerosos
bolsillos para poder guardar los accesorios necesarios.
- Caña, la cual debe ser flexible, resistente y con un peso cómodo.
- Reel, que porta la línea.
- Backing, reserva que precede a la línea dentro del reel.
- Líneas, las hay de diversas formas
y -dependiendo de su función- miden
hasta 33 m.
- Líder, tramo de nylon que une la línea con la mosca.
Para disminuir la agresión, la AAPM
sugiere: evitar llevar a los peces al nivel
de agotamiento; utilizar nylon resistente y anzuelos sin rebaba; evitar sacar la presa del agua; tocarla lo menos
posible y nunca las branquias; y sujetarla frente a la corriente hasta que escape por sus medios.
NEUQUEN, PARAISO
DE PESCADORES.
El extendido ramillete hidrográfico y
la calidad de las presas ubican a la provincia como uno de los sitios destacados para la pesca con mosca.
En general, las especies que seducen
a los aficionados están enmarcadas a
partir de dos cuencas hídricas, la de los
ríos Limay y Neuquén.
La primera atraviesa zonas turísticas bien reconocidas y presenta un importante abanico de lugares: los ríos
Chimehuín, Correntoso, Malleo, Limay, Collón Cura, Aluminé, Caleufú,
Quilquihué; los lagos Huechulafquen,
Tromen, Lolog, Paimún, Traful, Falkner, Filo Hua Hum, Curruhue y Villarino; y los embalses Alicurá, Piedra
del Águila y Ramos Mexía, entre otros.
ENCUENTRO CERCANO EN
LOS PARQUES NACIONALES
A lo ya mencionado se suma la
posibilidad que presentan los Parques
Nacionales:
- Laguna Blanca (1940), incluida en
la Lista de Humedales de Importancia
Internacional, este hábitat neuquino se
encuentra en la eco-región de la estepa
patagónica, en el marco de un paisaje
volcánico, y es alimentado por dos
arroyos: Llano Blanco y Pichi-Ñireco.
- Lanín (1937) -único que cuenta con
aguas termales-, en su sector norte incluye las cuencas de los lagos Tromen,
Huechulafquen y Curruhué; en la parte
central sur, la de los lagos Lácar y
Lolog; y el sector sur comprende parte
de las cuencas de los lagos Meliquina,
Hermoso y Filo Hua-Hum.
- Nahuel Huapi, donado por el perito
Francisco Moreno y el más visitado,
involucra a las provincias de Río
Negro y Neuquén.
Tiene un alto valor ecológico y
paisajístico y presenta dos grandes
cuencas pesqueras.
- Puelo, originalmente un anexo del
Parque Nacional Los Alerces, en 1971
este predio chubutense pasó a ser una
entidad independiente.
Resultado de una intensa acción glaciaria, la pesca está concentrada en los ríos
Azul y Puelo y en el lago homónimo.
- Los Alerces (1937), en Chubut y
de singular belleza lacustre, contiene
varios lagos interconectados, rodeados
de cordones montañosos, con glaciares y nieves eternas.
- Los Glaciares (1937), declarado en
1981 Sitio de Patrimonio Mundial por
la Unesco debido a su espectacular
belleza, interés glaciológico y geomorfológico. En esta extensión chubutense
se destacan -además- los grandes
campos de hielo.
- Tierra del Fuego (1960), ubicado
más al sur, escenario de singulares
aspectos culturales e históricos, el
parque presenta seis cuencas, cinco
corresponden a la vertiente oriental de
los Andes, y una a la occidental que
incluye lagunas cerradas, muchas aún
sin nombre.
31
Otro ambiente diferente es el conocido como Patagonia termal y Patagonia de los valles y volcanes, asociados a
la cuenca del Neuquén y los ríos Agrio,
Trocomán, Nahueve; y las lagunas Varvarco Campo y Tapia, Huaraco y Epulauquén y Hualcupén, entre otros.
Esta zona encierra lugares de gran atractivo como El Cholar, Andacollo, Manzano Amargo, Caviahue y Loncopué.
Cabe destacar que en Aluminé, la
Secretaría de Turismo, Producción y
Ambiente hará el lanzamiento de la
temporada 2009/10 brindando capacitación y actualización para guías.
Para tener en cuenta: este año se
realizará la segunda edición de la Fly
Expo (02972-491548/info@flyexpo.
com.ar), en Junín de los Andes, el 30
y 31 de octubre, bajo el lema “Igualmente, la tradición continúa...”.
RIO NEGRO, PUENTE A
LA NATURALEZA.
Bariloche, El Bolsón y alrededores
ofrecen una oportunidad superlativa
para quienes disfrutan de esta práctica.
En Río Negro la pesca se puede encontrar en el río Limay; en los islotes
del Valle Medio y el río Negro, y cer-
ASOCIACION ARGENTINA
DE PESCA CON MOSCA
Ubicada en Lerma 452, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y cumpliendo
35 años, la Asociación Argentina
de Pesca con Mosca (AAPM) viene
desarrollando el Reglamento de Pesca
continental patagónica junto con las
provincias.
Con una cuota mensual de $ 20, la
institución cuenta con videoteca y
biblioteca; brinda cursos, charlas y
exposiciones sobre el tema; publica
un boletín; realiza torneos de lanza-
32
miento de distancia y de precisión en
el Circuito KDT; los fines de semana,
en la Costanera, lleva a cabo las
prácticas; y otorga certificación de
instructor.
“Para iniciarse, el interesado deberá
tomar un curso integral, y paralelo a
eso vamos al césped a practicar lanzamiento, que consiste en depositar la
mosca sobre la superficie del agua o
por debajo”, destacó Cebada.
Informes: 4773-0821.
ca de Choele Choel; y entre los lagos,
en el Fonck, Hess, Guillelmo, Gutiérrez, Mascardi, Moreno, Nahuel Huapi, Roca, Steffens y Martín.
CHUBUT, SHOW DE
ESPEJOS LACUSTRES.
Con más de 800 km. de cordillera
y un importante desarrollo en el área
de servicios para el pescador, Chubut
ofrece diversas alternativas para pescar
con mosca y lugares con características
muy definidas para la práctica de esta
actividad: la estepa y el bosque andino
patagónico; y la baja densidad poblacional que garantiza ambientes no modificados por el hombre.
La provincia cuenta, además, con
puntos estratégicos para practicar este apasionante deporte. Las cuencas
de los ríos Puelo, Futaleufú, Chubut,
Corcovado, Pico y Senguerr; la región
de Esquel y el Parque Nacional Los
Alerces y Cholila.
Entre los lagos podemos mencionar:
Epuyén, General Paz, Menéndez, Futalaufquen, Fontana y La Plata.
SANTA CRUZ, UN
LUGAR SOÑADO.
La provincia posee la mayor superficie de lagos ofreciendo desafíos únicos
que el pescador sabe apreciar. Una tierra indómita y de belleza silenciosa tien-
ta al aficionado a ir en busca de magníficas presas en los ríos Gallegos, Santa
Cruz y arroyos menores, y en numerosos lagos como el Argentino, Viedma,
Buenos Aires y San Martín.
Por su parte, la localidad de Los Antiguos brinda la posibilidad de realizar
pesca deportiva todo el año en dos ambientes bien demarcados: el lago Buenos
Aires y el río cordillerano Jeinimeni.
Asimismo, cabe destacar que la Secretaría de Turismo de la localidad en
su centro de informes brinda asesoramiento gratuito y adjudica permisos.
TIERRA DEL FUEGO, EDEN
DEL FIN DEL MUNDO.
Año tras año, los pescadores llegan a
la provincia para vivir momentos inolvidables en el fin del mundo. El principal paraíso se encuentra en las proximidades de Río Grande.
Ubicados en la zona norte de la isla,
el río Grande y el Menéndez son lugares reconocidos internacionalmente, a los que se suman Lapataia, Pipo,
Olivia, Claro, Fuego, Ewan, San Pablo, Irigoyen, Milna, Candelaria, Mac
Lennan, De la Turba, Tuerto, Bella
Vista, Chico y Turbio.
A esta tentadora propuesta se anexan
los lagos Fagnano, Mellizas y Yehuin,
y las lagunas Palacios y Hantuk, entre otras.
l
v La inmensidad de su horizonte, su paisaje
árido y con fuertes vientos huracanados,
hizo que los primeros hombres blancos
la consideraran misteriosa, poblada por
extraños de patas gigantes. Sin embargo,
para los más aventureros esto mismo era
una irresistible invitación a explorarla. El
francés Orélie Antoine de Tounens fue uno
de ellos.
Por Rocío Guadalupe Reverter
L
a Patagonia siempre fue señuelo de aventuras. A mediados del siglo pasado, existió
un personaje con el delirio de
ser rey y de ofrecerle a su país una colonia que bautizaría: “Nueva Francia”.
Otra versión considera a este mismo
hombre como un aventurero que llegó del Viejo Continente para explorar
las comunidades de la Araucanía y la
Patagonia, a las que les prometió “justicia y paz” bajo una monarquía constitucional.
Su nombre era Orélie. Nació en una
pequeña aldea de Francia en 1825.
Su pueblo era parte de la comuna de
Chourgnac, distrito de Périgueux, departamento de la Dordogne. Hijo de
una familia campesina, al igual que el
famoso Quijote de Cervantes, creció
en un hogar pobre y gris donde sólo a
través de la fantasía podía escapar del
tedio y la monotonía.
Desde joven fue un ávido lector de
libros de aventura y conquistas, quizás
por esto consideró lamentable la retirada de su país del Río de la Plata luego de bloquear durante 12 años el comercio de la ciudad de Buenos Aires y
los puertos fluviales de la Confederación Argentina.
En 1858, a los 33 años, se lanzó a la
conquista. El 22 de agosto llegó a Coquimbo, Chile. Allí campeó alrededor
de dos años con Artaban, su caballo, y
un criado contratado. La mayor parte
de su tiempo se dedicó a escribir crónicas de su viaje y a enviar correspondencia a las autoridades de Chile y Argentina, los dos grandes molinos en la
travesía del Quijote patagónico.
Por aquellas épocas las autoridades
de Santiago y Buenos Aires no tenían
el dominio efectivo de toda la Araucanía y la Patagonia, pero si poseían una
firme presencia en las costas con diversos puertos y fuertes, algunos desde la época colonial. En el caso del sur
argentino se registran desde el siglo
XVIII: el puerto de San Julián en Santa Cruz, hoy declarada Ciudad Histórica evocando la celebración de la primera misa rezada en nuestro país tras
el desembarco de Magallanes en 1520;
el fuerte San José, en Chubut, hoy museo regional ubicado dentro de la Reserva Faunística Integral Península
Valdés; y el fuerte Nuestra Señora del
Carmen Patagones-Viedma, Río Negro, declarado Monumento Histórico
Nacional (ver recuadro). Sin embargo
muchas de las tierras australes estaban
aún bajo control indígena, resistiendo
con dificultad a la presión de los ejércitos argentino y chileno.
Para penetrar al Arauco, Orélie se
une astutamente a un grupo de mercachifles que comerciaban en tierras de
indios distintas mercaderías y bebidas
alcohólicas a cambio de cueros y pieles. Allí sostiene los primeros contactos con los pueblos originarios.
En algunas de sus crónicas y cartas
a los gobiernos, sin dar demasiada explicación, el errante viajero menciona a dos supuestos acompañantes, Lachaise y Desfontaini de quienes nadie
tuvo registros. Ellos serían los “ministros” de su proyecto de reino, pero algunos investigadores argumentan que
por la similitud de los nombres se trataba de sus ausentes y pobres amigos:
Lamothe y Desmartin, que no se movieron de Périgueux a pesar de las reiteradas invitaciones de Orélie para que
se lanzaran a América del Sur, bajo la
promesa de grandes riquezas e importantes cargos en su reinado.
El Nuevo Rey.
En las memorias del Quijote de la
Patagonia se relata una posible entrevista con el cacique Mañil, luego de
ofrecerle un gran ejército para pelear
contra Chile. Pero al llegar se enteró de
que el cacique había muerto y que uno
de sus hijos, Quilapán, era su heredero. Según Orélie se producen encuentros con ésta y otras comunidades de la
Araucanía, hasta que en 1860, tras un
emotivo discurso frente a 30 mil nativos, se autoproclama rey. En dicho
discurso prometía unir todas las fuerzas disgregadas de la Araucanía, ahora bajo su poder, para luchar contra el
gobierno de Chile. En sus memorias,
el francés soslayaba ser bien recibido
por las comunidades ya que su presencia coincidía con una profecía propia
de los araucanos: el fin de las guerras
y de la esclavitud sucedería simultáneamente con la llegada de un hombre
blanco a la comarca.
Supuestos emisarios del “rey” salieron al galope hacia la Patagonia argentina para relatar a los pueblos puelches
y tehuelches lo que había sucedido. Según la versión del falso monarca, tres
días después también se declaró rey de
la Patagonia. Lo que jamás pudo explicar Orélie es la velocidad con que
llegaron los consentimientos de los caciques patagónicos desde Neuquén
a Tierra del Fuego para que el nuevo
monarca decidiera solemnemente integrarlos a su reino.
33
Un territorio enorme y montañoso,
atravesado de ríos que bajan torrentosos por profundas hendiduras desde las altas cumbres hasta el Pacifico
es conquistado en sólo cuatro días por
un hombre blanco. No obstante, hay
un hecho histórico que parece no resistir los relatos del soberano: la vieja
enemistad entre tehuelches y mapuches. Los primeros pelearon contra los
araucanos antes de la llegada de los españoles. De hecho, cuando los mapuches ingresaron a Neuquén, los tehuelches instalados allí se retiraron hacia
Santa Cruz y Chubut, donde los de su
comunidad eran mayoría absoluta.
Luego de esta hazaña, el rey envió en
reiteradas oportunidades notas a las
autoridades de Chile y Argentina para que reconocieran la existencia de su
monarquía, pero ambos países no sólo lo ignoraron sino que tampoco lo
consideraban interlocutor valido ante
ningún cacique. La mayoría de los testimonios existentes de intendentes de
fronteras o el cónsul de Francia lo describen como una persona que no estaba en sus cabales. La prensa francesa,
cuando recibe noticias de este nuevo
monarca patagónico por correspondencia que el mismo Orélie les envía,
sólo emite burlas y lo trata como un
delirante. El rey es detenido por orden
militar impartida por el coronel Cornelio Saavedra Rodríguez, luego de
aproximadamente dos semanas de reinar la Araucanía y la Patagonia. Después de nueve meses de detención es
34
repatriado por Francia.
No huye el que se retira.
Pero sus intentos no se agotan aquí,
en Tounens vive su estadía en Francia
como un verdadero “rey en el exilio”.
Intentó en otras tres oportunidades regresar a su reinado desde Argentina y
ya no desde Chile. El primero de estos
intentos fue en 1869. La antigua ciudad de Carmen de Patagones será un
paraje antes de seguir el curso del rio
Negro y llegar a la localidad de Choele Choel. Allí, según el coronel Saavedra, “estuvo a punto de morir a mano
de cierta indiada que se hallaba reunida en dicha isla”. Luego, según los relatos del propio Orélie, continuó a caballo el camino hacia Chile bordeando
los ríos Negro y Limay. Nuevamente
su relato se torna fantástico al contar
que cruzó sin mayores complicaciones estos ríos que, durante todo el año,
sostienen un gran y torrentoso caudal,
hasta llegar a Chile. Pero durante los
años de “exilio” del pseudo rey las posiciones del Arauco sufrido notables
modificaciones. Se alzaban distintos
fortines que mostraban los avances del
ejército chileno, mientras que los pueblos originarios habían perdido poderío con respecto a su primer viaje.
Existen varias posturas sobre la veracidad de la llegada de Orélie a la cordillera en su segundo viaje. Si bien parece cierto su arribo, sólo debió haber
estado allí unos meses ya que se encontraron documentos de un tercer viaje a
Buenos Aires en 1871, dos años después de su primera visita “pos exilio”.
En su tercer viaje, estuvo en la ciudad
de Buenos Aires para legitimar su reino ante las autoridades. Entre otras estrategias, se lanzó a los periódicos La
Nación, La Prensa y La Tribuna -medios de mayor prestigio y tirada de la
ciudad- para relatar su historia. Estos
diarios no le dieron mucha importancia a sus afirmaciones, aunque sí publicaron su historia con cierta ironía.
Al poco tiempo, el rey ignorado y
burlado regresa a Francia. Jamás volvería a pisar tierra patagónica aunque cruzó otras dos veces más el Atlántico. Del
cuarto y último viaje en la Argentina
regresó muy enfermo para finalmente
morir en Tourtoirac en 1878, en plena
miseria y sin ningún pariente presente.
El monarca que no reino.
Decir que los indígenas lo consideran
o consideraron rey es equivocado. Sólo
escribió infinidad de documentos que
repartió en redacciones de diarios franceses para que hablaran de él y lograr
el apoyo de su país. Distribuyó una
importante cantidad de escritos sobre
sus aventuras, las riquezas del reino y
la posibilidad de recibir allí a los desheredados de Europa, pero lo cierto es
que no convenció a nadie. Inventó una
corte con leyes y actas en francés para su reino que nunca fueron traducidas. Creó monedas que nunca circularon en sus supuestos dominios. Creó
una bandera. A los caciques los nombró coroneles o ministros. Se compuso un himno en su honor. Inventó sellos postales y títulos de nobleza bajo la
denominación del Reino de la Araucanía y la Patagonia. Pero la mejor hazaña del fantástico rey Orélie ha sido entrar en la historia patagónica, aunque
sea como una curiosa anécdota.
l
TESTIGOS DEL REY
- Fuerte Nuestra Señora del Carmen:
su construcción se inició en 1780 bajó
la dirección del ingeniero gallego José
Peréz Brito quien fue además responsable de importantes fortificaciones
en la Banda Oriental del Uruguay.
Esta torre fue atalaya de la fortaleza
y a la par campanario de la capilla
erigida dentro de las murallas de la
fortificación. Desde su construcción
sus formas simbolizaron el papel de
los patagones en el afianzamiento de
la soberanía hispana primero y criolla
después en la Patagonia, siendo testigo de significativos acontecimientos
que jalonaron el pasado maragato. En
1942 se lo restaura y se convierte en
el primer fuerte declarado Monumento
Histórico Nacional.
- Puerto San Julián: es una localidad
de 7.000 habitantes situada en el
litoral atlántico de la provincia de
Santa Cruz. La ciudad se ubica a sólo
tres kilómetros de la Ruta Nacional N°
3, a 350 km. al sur de Caleta Olivia
y 360 km. al norte de Río Gallegos.
Su arquitectura ecléctica refleja las
diversas corrientes inmigratorias que
conformaron la población. Coexisten
edificios que abarcan el segmento
temporal que va desde el año 1900
al presente. La ciudad fue declarada
lugar histórico en 1943, evocando la
celebración de la primera misa rezada
en territorio argentino en oportunidad
del desembarco de Magallanes y su
tripulación en el año 1520.
- Fuerte San José: en Península Valdés, a 30 minutos de Puerto Madryn,
se encuentran los restos del fuerte
San José, hoy convertido en museo
regional. Esta península fue testigo en
1779 de una expedición al mando de
Juan de la Piedra que dio por primera
vez con lo que luego se denominó el
golfo de San José. Se dispuso poblar
estas tierras con labradores, artesanos y hasta 200 familias, además de
establecer guarniciones con objeto
de asegurar el dominio de la corona
española sobre la Patagonia, amenazada por incursiones inglesas.
35
36
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