Septiembre 2009 • Año XI • Edición No 38 Patagonia para todos los gustos Director - Editor: Gonzalo Rodrigo Yrurtia (gonzalo@ladevi.com) Consejero Editorial: Alberto Sánchez Lavalle (alberto@ladevi.com) Dirección Comercial: Claudia González (claudia@ladevi.com) En Chile, Director: Freddy Yacobucci En Colombia, Director: Fabián Manotas Nº 38, septiembre de 2009 ISSN 1514-4240 Redacción Solange Goldstein Leonardo Larini, Gabriela Macoretta, Alejo Marcigliano, Nicolás Panno, Daniel Egea, Mariela Onorato, Rocío Guadalupe Reverter, Alberto Gianoli (corrección) Arte Diego Imas, Pablo Paz, Verónica Díaz Colodrero, Claudio Gutiérrez M. Departamento comercial Claudia González Adrián González, Patricia Azia, Juan Díaz Colodrero Verónica Ponte Coordinador general Marcos Luque Esta publicación es propiedad de Sistemas Comunicacionales S.A. Miembro de: Media Sponsor de: Representante de: historias arraigadas en el sur E n esta nueva edición de la revista Destinos -con el respaldo de Ladevi Ediciones- decidimos mostrar la Patagonia desde otra perspectiva, haciendo foco en historias, leyendas, personajes, relatos que estuvieron vinculados con la región. Así, pusimos a la gente en primer plano para luego descubrir los paisajes que despliega el sur argentino. Entrevistamos a un entendido en turismo aventura que nos contó el desafío que implica emprender una travesía en bicicleta desde Bariloche. Nos adentramos en los entretelones de la inmigración galesa en la Patagonia para comprender esta epopeya, con sabor a gesta. Investigamos las películas que tuvieron como escenario al sur. Y la leyenda que tejieron los templarios. También rastreamos la mitología que originó la región y que se encarna en extrañas criaturas. En este derrotero por la zona nos focalizamos en un personaje que tuvo aires de grandeza: Orélie Antoine de Tounens. En las próximas páginas el lector encontrará algunos clásicos como el Parque Nacional Tierra del Fuego, los trenes turísticos y la pesca deportiva, que inicia su temporada alta en noviembre y se extiende hasta abril. Como siempre también publicamos las novedades comerciales en cuanto a hoteles, estancias, empresas y sitios de interés. Es momento de comenzar a planear las vacaciones para desandar los lugares mencionados en los relatos de Destinos, la revista para planificar sus viajes, que se distribuye con motivo de la Expo Patagonia 2009, que tiene lugar del 18 al 20 de septiembre en La Rural. Sumario Novedades Bariloche: Aventura sobre ruedas en la Montaña Los Viajeros de Cymru Cine en el sur, un escenario infinito Caballeros en la Patagonia sagrada Parque Nacional Tierra del Fuego, parajes naturales de ensueño Criaturas maravillosas y espeluznantes Trenes turisticos Vias hacia el horizonte Pesca andina, contra viento y marea El Quijote de la Patagonia 4 10 12 16 18 22 26 28 30 33 Créditos fotográficos de tapa: El Calafate (via Grupo Mol), Osvaldo Peralta e Emprotur. Ladevi Ediciones Av. Corrientes 880, 6º Piso (C1043AAV) Buenos Aires Tel.: (54-11) 5217-7700 Fax: (54-11) 4325-0694 informes@ladevi.com Impresión: GuttenPress, (54-11) 4912-2899 Ladevi Ediciones cuenta con más de 20 años de trayectoria en la industria de los viajes y el turismo. Empresa líder del sector en Latinoamérica y el Caribe, edita publicaciones en papel, informativos digitales, manuales de trabajo para profesionales, libros técnicos y guías. Además, organiza encuentros de comercialización en distintas ciudades de las Américas. Ladevi Ediciones está presente en la Argentina, Chile, Colombia y México y -a nivel panregional- cubriendo Latinoamérica, el Caribe y España. 3 Novedades Design Suites La Quinta en la Patagonia Cada uno de los hoteles de Design Suites es único, ya que atiende el estilo característico de donde está emplazado. Pero todos ellos tienen en común el buen gusto por el estilo arquitectónico y los detalles de diseño. Así, el Design Suites El Calafate mixtura las líneas agrestes de la piedra y la madera con el alto confort contemporáneo. Reabierto a principios de este mes, la propiedad iniciará la cuarta temporada, la cual se extenderá como es habi- 4 tual hasta abril. El hotel cuenta con resto bar y wine bar, health club, sauna, gimnasio, piscina climatizada, salón de eventos, business center, galería de arte, wi-fi y tienda de regalos. En el caso de Bariloche, el Design Suites ofrece resto bar y wine bar, galería de arte, health club, sauna, piscina climatizada, business center y wi-fi. La cadena también cuenta con hoteles en Salta y Buenos Aires. Informes: 5199-7465. centenaria estancia a pasos de El Chalten En el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, a 2 km. de El Chaltén, la centenaria estancia La Quinta abre sus puertas en octubre para operar en el mercado turístico hasta abril. Decorada con obras elaboradas por artesanos de la zona, ofrece todas las comodidades para pasar una estadía relajada: salas de estar con amplias visuales, bar con hogar a leña, restaurante donde se sirve el desayuno buffet, hidromasaje, archivo histórico y una biblioteca con más de mil títulos vinculados a la Patagonia. Para comodidad del pasajero, la propiedad también posee servicio de traslados, estacionamiento, calefacción individual y frigobar. En materia de actividades, el establecimiento brinda bicicletas, paseos acompañados por guías habilitados por APN, caminatas por los jardines, entre otras. Informes: info@estancialaquinta.com.ar. Novedades 5 La Pastera Novedades en los Caminos del Che Como parte de un circuito dedicado a Ernesto Che Guevara que recorre varios lugares de Argentina, La Pastera, Museo del Che rememora los días en que el líder revolucionario estuvo en la Patagonia. de Caraguatay (Misiones); el Museo Casa Ernesto Che Guevara, de Alta Gracia (Córdoba); y La Pastera, Museo del Che, de San Martín de los Andes (Neuquén). Los interesados pueden solicitar un folleto desplegable y un video que repasa toda la historia del Che Guevara y su paso por los diferentes espacios de homenaje. También estará disponible una web y un multimedia de difusión internacional. Ernesto Che Guevara ya cuenta con su ruta temática en Argentina que toca los museos y espacios de homenaje al líder revolucionario. De esta manera, el programa enlaza el Monumento del Che y su Casa Natal, ubicados en Rosario (Santa Fe); el Parque Provincial y Museo Hogar Misionero del Che Guevara, Colonia EL CHE EN LA PATAGONIA. La Pastera, Museo del Che, recuerda los días en que Ernesto Guevara y Alberto Granado desembarcaron en la Patagonia como parte de la travesía por Sudamérica que hicieron en su moto “La Poderosa II”. Específicamente pararon en San Martín de los Andes para pasar la noche, en el mismo lugar donde hoy se encuentra el museo que conserva el estilo de aquella época (1946). Íntegramente construido en madera, La Pastera le debe el nombre a su función original: guardar pasto para los animales que utilizaban los guardaparques. 6 El museo despliega en la sala principal los paneles dinámicos e informativos con la vida del líder revolucionario, acompañados por fotografías inéditas. Mientras que la muestra temática acerca a los visitantes a la visión del Che sobre los trabajadores, la juventud, su concepción del hombre nuevo, la familia, etc. El recorrido, que también cuenta con un homenaje a los desaparecidos du- rante la dictadura militar, termina en el entrepiso de la sala donde se puede observar una ambientación con fardos de pasto, recreando el espacio donde durmieron Guevara y Granado en el verano de 1952. La exhibición se completa con audiovisuales, el sector de librería y un anfiteatro. Informes: www.caminosdelche.gov.ar/ www.lapasteramuseoche.org.ar. Melewe Novedades despliega sus propuestas de alojamiento Melewe ofrece varias opciones de alojamiento para disfrutar de la Patagonia, desde la cordillera hasta el mar. -En San Martín de los Andes, el apart hotel cuenta con 20 departamentos para dos a siete personas, equipados con cocina, comedor, microondas, televisor, servicio de mucama y de desayuno en el departamento. Ubicado en el acceso principal de la ciudad, al pie de la montaña y a pocas cuadras del centro comercial, dispone de quincho cubierto para 50 personas, Internet, guardaesquíes y calefacción por losa radiante. -Quien esté planificando viajar a Villa La Angostura, podrá alojarse en las cabañas y el apart hotel emplazados en un parque, en el lago Nahuel Huapi. En el caso del apart, los cuartos tienen capacidad para 5 personas y brindan desayuno. Mientras que las cabañas, aptas para 5 y 6 personas alojándose en 3 dormitorios, están equipadas con dos baños, cocina comedor, living con hogar a leña y parrilla. Además, ofrecen vista al lago Nahuel Huapi. Las prestaciones incluyen estacionamiento semicubierto, salón de juegos, TV satelital, wi-fi, juegos para niños en el parque, guardaesquíes y un quin- cho para 60 personas. -En Caviahue se localiza una villa de montaña con 12 departamentos con cocina comedor, calefacción central y televisión satelital. -Enclavada al pie del cerro Bandera y a orillas del arroyo Quillahue, en Moquehue, la hostería está construida en madera y piedra. Cuenta con 19 habitaciones con baño privado y dos estar con TV satelital y hermosas vistas. Mientras que las cabañas (para 6 personas) tienen 1 y 2 dormitorios y están equipadas con televisión satelital y parrilla individual. -Las Grutas: a 3 cuadras de la costa, ofrece unidades para 6 personas y dúplex para 8, con cocina, TV, ventiladores de techo, estacionamiento, parrillas, quincho y servicio de mucama. Informes: (0299) 4479921. Marta Caluch Promociones para la baja temporada Marta Caluch Viajes y Turismo despliega una serie de programas para viajar a la Patagonia durante la temporada baja con la posibilidad de aprovechar las tarifas más acomodadas y los paisajes primaverales. Así, una de las opciones más interesantes es viajar a El Calafate entre el 1° de octubre y el 23 de diciembre pagando $ 1.238, alojándose en el hotel Konke; o $ 1.248, en el Vientos del Sur. El programa también incluye aéreos, traslados, 3 noches de alojamiento con desayuno, excursión a las pasarelas del glaciar Pe- rito Moreno, Assist-Card e impuestos. Otra de las propuestas es a Villa La Angostura y consiste en aéreos, traslados, 3 noches de alojamiento con desayuno, excursión a los Siete Lagos, Assist-Card e impuestos. El precio para las salidas del 8 y 22 de octubre, 5 y 26 de noviembre y 3 y 10 de diciembre es de $ 1.214 (hostería Lancuyen) o $ 1.542 (Quetrihue Home & Suites). La operadora ofrece otras alternativas a Caviahue, Villa Pehuenia, Ushuaia y Copahue. Informes: 5128-1152. Mirador del Lago refugio al pie del glaciar TIJE ingreso al mundo hotelero Junto a un grupo inversor, TIJE ingresó al mercado hotelero a través de la adquisición de la hostería La Posada de Villa La Angostura. La iniciativa contempla la ampliación y la reforma de la propiedad con la finalidad de convertirla en un resort y centro de reuniones de gran categoría. Beatriz Lew, designada gerenta general, tendrá a su cargo el manejo integral y la comercialización del establecimiento. Cabe recordar que el complejo está ubicado a 2 km. del centro de la villa, sobre la ruta 231 (asfaltada) y mirando el lago Nahuel Huapi. Por estar situado a metros de la boca del río Correntoso, el hotel es ideal pa- ra realizar fly casting. Además, cuenta con playa propia y puerto. Entre sus servicios, brinda spa, espacios naturales para la relajación y piscina climatizada con vista al lago y las montañas. También cuenta con 20 habitaciones de categoría estándar, superior Lago o suite junior Lago, con panorámicas únicas al espejo de agua y los jardines. Informes: www.hosterialaposada.com. Como preámbulo del Parque Nacional Los Glaciares, el Mirador del Lago Hotel constituye la opción ideal para convertirse en espectador de esa maravilla natural que reúne cerros, glaciares y el Perito Moreno. Ubicado frente al lago Argentino, en el camino al glaciar y a sólo 400 m. del centro comercial de El Calafate, el establecimiento está rodeado por un parque de 10 mil m², salpicado por más de 300 álamos. En definitiva se trata de un lugar único para pasar una estadía placentera disfrutando de los servicios, la hospitalidad del equipo y la infraestructura de un auténtico 4 estrellas. Bajo esas premisas se concibió el hotel -los mentores del proyecto son los mismos que manejan Los Pinos Resort & Spa Termal de Río Hondo-, apuntando siempre a satisfacer las expectativas de los pasajeros más exigentes. Mirador del Lago Hotel cuenta con 68 habitaciones dobles y una suite de 70 m². Los cuartos se clasifican en superiores (48) y estándar (20). En el primer caso poseen una superficie de 30 m², todos con vista al espejo de agua, camas King Size, TV de 21 pulgadas con pantalla plana, cable, teléfono, frigobar, cerradura magnética, secador de pelo, calefacción por losa radiante y caja fuerte electrónica. Las estándar, de medidas mas reducidas, poseen las mismas comodidades y fueron reciclados recientemente. El complejo dispone también de un bar y desayunador para 80 comensales, con vista al espejo de agua, un salón de lectura y descanso con un hogar. El restaurante combina un cálido ambiente con la típica comida patagónica, la cocina gourmet y una amplia variedad de vinos de las bodegas más importantes del país. Informes: 4326-5257/reservasbue@ miradordellago.com.ar. 7 Novedades Hostería Huechulafquen muy cerca de la naturaleza Por su ubicación privilegiada, en Junín de los Andes, el establecimiento ofrece facilidades para la práctica de turismo aventura, destacándose la pesca en todas sus modalidades, o para los que simplemente deseen alejarse por unos días de la vida de la gran ciudad. 8 En la confluencia de tres grandes lagos -Epulafquen, Paimún y Huechulafquen- y a metros de la ladera sur del volcán Lanín, la hostería Huechulafquen (Junín de los Andes) ofrece inmejorables vistas y diversas propuestas turísticas vinculadas con ese imponente entorno. El establecimiento es considerado la meca del fly fishing y uno de los mejores lugares en el mundo para pescar truchas, brindando facilidades de acceso a la costa del lago y a los arroyos circundantes. Además despliega un amplio abanico para los amantes del turismo aventura, en particular kayak, rafting, cabalgatas y mountain bike. Del mismo modo, por la ubicación privilegiada, propone estadías relajadas lejos de la vorágine de la gran ciudad, a pasos de la playa, los jardines y espacios arbolados. Alejándose un poco más, por las rutas de ripio que atraviesan el Parque Nacional Lanín, se arriba a otros sitios de interés turístico, como el asentamiento de dos comunidades mapuches, Cañi- cul y Raquithue; el Escorial, en memoria de una colosal erupción del volcán Ayen Niyeu; las termas de Lahuén-Co; el lago Tromen, al pie de la cara norte del volcán Lanín; y el río Malleo, especiales para el disfrute del visitante. Una vez concluidos los paseos es im- perdible la comida patagónica servida en el restaurante Huechulafquen, donde obviamente también se podrán apreciar las bellas del imponente volcán Lanín. Informes: 02972-427598/4312-8866 /info@hosteriahuechulafquen.com. 9 v Para quebrar el esquema clásico de hacer turismo, aquí proponemos una travesía en bicicleta de una semana por los escenarios patagónicos, tomando como base a Bariloche. Por Solange Goldstein S on las 9 y media de la mañana y el grupo está presto para partir. Recién desayunados, bien abrigados, las gafas puestas, el casco ajustado y con la mente fija en la meta: llegar al pie del cerro Otto, tras realizar un descenso nocturno. Señal de largada para una travesía que demandará pedalear por caminos de ripio y tierra, ascender algunas cuestas y finalizar cuando el sol se haya desvanecido en el horizonte. Pero este es recién el primer día de un recorrido en bicicleta que se extenderá una semana por los caminos sureños, teniendo como base a Bariloche. La propuesta resulta tentadora para alguien que durante el año se encierra en el gimnasio a hacer spinning o a lo sumo agarra la bici para dar unas vueltas por el circuito KDT, siempre dentro de los límites urbanos de Buenos Aires. Unos meses antes, sin embargo, habrá que poner el cuerpo y probar hasta dónde llegan nuestras fuerzas en un entrenamiento que contempla tan- 10 to la parte técnica como el plano físico y mental. Y aquí está el viajero, dispuesto a desafiarse a sí mismo mientras pedalea por los escenarios privilegiados de la Patagonia. La travesia. El primer día aparenta ser tranquilo. Si bien todo el programa fue categorizado como de dificultad media, el inicio tiene un nivel medio-bajo y un trayecto de 15 km. La aventura comienza en la base de esquí nórdico del cerro Otto. El esfuerzo casi no se siente porque la mente está ocupada en captar esas imágenes únicas que desvuelve el paisaje: bosques de lengas, los Andes, el lago Nahuel Huapi y la estepa. Y como buen corolario, el atardecer, para lo cual el grupo se detiene por un tiempo para convertirse en espectadores privilegiados. La etapa más dura, no tanto por lo físico, sino por la atención que requiere, es el descenso durante la noche. Con las linternas frontales y en la bicicleta, la bajada por la montaña tiene como telón de fondo la ciudad de Bariloche en donde destellan un sinnúmero de luces pequeñas. El sacrificio deportivo siempre se premia de alguna forma, ya sea por los mismos escenarios que son imponentes, sobre todo si uno viene de la gran ciudad, o por alguna actividad extra. Así ocurrió en la segunda jornada que se desarrolló casi en su totalidad en la estepa patagónica. Los caminos se abren en el valle del río Ñirihuau entre los cerros, los bosques y los parajes de campo. Por momentos el grupo se acerca al cerro Las Buitreras, morada del cóndor andino. La recompensa por el esfuerzo es un picnic campestre en la estancia La Esperanza. Por la tarde, los más perezosos podrán dormir una siesta a la vera del arroyo, pero para quienes deseen seguir apostando a la aventura la opción es pedalear unos kilómetros más o emprender una cabalgata por la zona. En total son 25 km. de senderos de ripio y tierra, con algunas subidas le- ves, lo que requiere un mayor manejo y control de la bicicleta. Antes de partir al desafío del tercer día, la travesía de esta jornada, los guías aclarar que no reviste mayor dificultad: son 21 km. de mountain bike con algunas subidas y bajadas. Todo comienza con un paseo en un confortable vehículo bordeando el Parque Nacional Nahuel Huapi hasta el valle del río Manso Inferior, donde el contingente inicia el trayecto en bici. La idea en este caso es surcar la orilla del curso de agua, uniendo las dos pasarelas que cruzan el río. Parece simple hasta que los deportistas se topan con arroyos con una importante correntada que impide cruzarlos en bicicleta. Entonces habrá que llevarl a a cuestas, lo que significa unos 10 kg. sobre la espalda, haciendo equilibrio entre las piedras y el agua que parece estar en su día de furia. Los compañeros de aventura, muchos de ellos extranjeros, son los que dan el aliento necesario antes los escollos que parecen infranqueables. “¡Vamos que contemplando el espejo de agua. Para quienes quieran seguir haciendo mountain bike, la alternativa es unir el lago Gutiérrez con la Virgen de las Nieves, atravesando caminos poco surcados en las afueras de Bariloche. Último día. El objetivo en este caso es el río Limay, con sus aguas color turquesa que descienden entre las montañas, los álamos y los sauces. Allí comienza la aventura que se adentra a través de granjas y estancias. En los parajes más lejanos de la civilización despuntan guanacos y choiques. El trayecto se extiende 26 km. sobre caminos de tierra y ripio, con algunas subidas de fuerte pendiente. Finalmente el grupo arriba a Villa Llanquín, donde se deleitará con un asado. El contingente de aventureros ciclistas regresa a Bariloche para prepararse para el último encuentro. Durante la cena desfilarán cientos de anécdotas y vivencias acumuladas durante el viaje. La desventura de alguna caída, el agotamiento físico de tanto pedalear por terrenos escabrosos, las voces de aliento, los momentos de reposo, los increíbles picnics de tono gourmet, la belleza paisajística, los preparativos de cada etapa y la ansiada y emocionante llegada. l Agradecemos por las fotos y la información a Mariano D´Alessandro, de MTB Tours, especialista en salidas en bicicleta. Preparativos para el Viaje quedan sólo 2 km. de camino llano!”, se escucha que grita el ciclista más avezado. Y el último de la banda de ciclicstas siente que deja el cuerpo y el alma. Pero vale la pena: un almuerzo reparador -un risotto con champiñoneslos espera. Tras una larga sobremesa, la propuesta es desafiar al río haciendo una excursión de rafting por sus rápidos categorizados como Clase III. El paseo culmina en la frontera con Chile y con un abundante asado compartiendo las anécdotas del día en grupo. Si bien falta poco para el final, el cansancio de los días anteriores se siente fuerte en el cuerpo. Pero no hay que desanimarse, aun sabiendo que esta cuarta jornada será complicada: el cerro Catedral es el objetivo. En el filo superior se inicia el derrotero que continúa por Villa Catedral, cruzando las faldas del cerro y descendiendo hacia el lago Gutiérrez. Son 20 km. de senderos con picadas muy rápidas, tramos complejos con piedras y raíces, algunas pendientes suaves y caminos de tierra. En resumen: una etapa de dificultad técnica media-alta. Al final de la tarde se arriba a la hostería El Retorno para saborear un té Palabra de experto Mariano D´Alessandro, de MTB Tours, especialista en salidas en bicicleta (info@mtbtours.com): “En estos viajes exigentes se genera un tipo de relación entre las personas que no se da en otro lugar. Es usual que se sientan con la libertad de contarse cosas, apoyarse cuando faltan pocos kilómetros y sentir mucha emoción cuando terminan la travesía. La competencia no es entre las personas. Es con uno mismo. Lo que tratamos es de exaltar la cooperación. Y termina siendo muy diferente un grupo que compite entre si mismo y uno que cooperó mutuamente.” Entrenamiento: incluso para el circuito de nivel bajo de dificultad es necesario tener un mínimo de preparación física. MTB Tours ofrece durante todo el año entrenamiento en el KDT. Equipo necesario: siempre depende del tipo de viaje. En este caso es indispensable llevar abrigo, campera rompeviento, guantes, protector para el cuello, remeras térmicas, calzas largas, crema bloqueadora solar, repelente de insectos, anteojos orgánicos (no de vidrio por las piedras) y casco. La bicicleta debe ser mountain bike, con 24 a 27 cambios y suspensión delantera -hay posibilidad de alquilarla-, cámara de repuesto, inflador, palancas extractoras y lubricante. Muchos llevan una mochila de mano para llevar un abrigo, barra de granola y alguna herramienta; o la tipo “camel back” que posee un contenedor de agua. De todas maneras, la empresa debe llevar equipamiento de apoyo. Así, MTB Tours cuenta con vehículos que transportan herramientas, bebidas y comida; y siempre está el guía pedaleando junto al grupo. Información: es un punto fundamental que MTB Tours ofrece antes y durante el viaje. Por ejemplo, si la travesía estuvo integrada mayormente por ascensos y aparece una etapa de descensos, entonces el guía da a los participantes una charla para prepararlos tanto mental como técnicamente. Apto médico: indispensable para mayores de 55 años para viajes largos. Igualmente, todos deben completar una ficha con sus datos personales, obra social, problemas físicos, etc. Seguro: la empresa debe tener un seguro de accidentes personales y responsabilidad civil. Los argentinos pueden viajar con la asistencia médica propia, pero los extranjeros deben sacar una asistencia al viajero. En el caso de MTB Tours los guías siempre saben sobre primeros auxilios. Eventualidades: si el viajero está muy cansado o tuvo alguna caída, puede seguir el trayecto en el bus de apoyo. El factor climático también jugar en contra: tormentas muy fuertes, o niebla en camino de asfalto con mucho tránsito. En esos casos se suspende la etapa. 11 S e estrechaban unos a otros, de pie allí sobre la cubierta del velero que perezosamente se alejaba. Paradójicamente, el puerto de Liverpool se constituía de a poco en la última imagen que tendrían, durante mucho tiempo, de su Gales (Cymru en idioma galés) natal. Eran los primeros 150 emigrantes que iniciarían la gesta de establecerse en la Patagonia argentina. Un dato curioso es que aunque el navío, el pequeño velero “Mimosa” comandado por el capitán George Pepperrell, levó anclas el 25 de mayo de 1865, debió permanecer varado en el río Mersey otros 3 días antes de iniciar la travesía definitiva. En realidad, la emigración galesa había comenzado antes. En 1862 Lewis Jones había arribado a Buenos Aires para, en nombre de la Sociedad para la Emigración de Liverpool, iniciar las negociaciones con el gobierno argentino. Tras las conversaciones preliminares este representante galés, acompañado por el capitán Sir Love-Jones 12 Parry (barón de Madryn), se trasladó a Chubut para conocer in situ el terreno donde el gobierno argentino planeaba situarlos. En marzo de 1863 se firmó un acuerdo preliminar con el ministro del Interior, Guillermo Rawson, y en 1864 el grueso de los interesados aceptó la oferta del funcionario. UN DURO COMIENZO. No se conocen demasiados detalles del viaje del “Mimosa”, apenas trascendió que debió enfrentar enfermedades y que al menos cuatro niños (casi un tercio de los 150 colonos iniciales eran menores) fallecieron antes del arribo. Pero también hubo buenos momentos: se celebró una boda y hubo dos alumbramientos en alta mar. Finalmente, el 26 de julio de 1865, el barco ancló en New Bay (hoy Golfo Nuevo). Para ese entonces, ya había en el área un primer contingente de ganado y de provisiones. De todos modos, los primeros en tocar tierra fueron los integrantes de un grupo de exploración compuesto por marineros y el propio Pepperrell. El primer emigrante que pisó suelo patagónico fue Hugh Hughes (Cadfan Gwynedd por su nombre en galés). La mayoría de los colonos bajó a tierra finalmente el 28 de julio. Había poco tiempo para descansar y los edificios de madera comenzaron a levantarse. De modo que muchos hombres debieron dormir muchos días a la intemperie. La imposibilidad de encontrar un suministro de agua suficiente impulsó a que los colonos decidieran trasladarse hacia el interior del territorio, al valle del Río Chubut. Pero el viaje no era sencillamente un traslado: había que llevar a todo el conjunto, más el ganado, las provisiones y los materiales de construcción. Por eso la mudanza se hizo en etapas y se utilizó un viejo fortín abandonado como base del nuevo emprendimiento, rebautizado como Caer Antur. Pocos días después llegó hasta allí Lewis Jones acompañado por el primer destacamento militar de la zo- na, al mando del capitán Julián Murga. Ellos encabezarían la ceremonia, con la bandera argentina y galesa (el dragón rojo sobre un campo dividido en una mitad blanca y otra verde) enarboladas, por la que Caer Antur comenzaría a ser fraccionado en parcelas y cambiaría su nombre por el de Rawson. Las duras condiciones iniciales, la escasez de alimentos y agua y el incumplimiento del Estado argentino (el acuerdo firmado por el gobierno de Mitre no fue luego respaldado por el Congreso y las ayudas financieras prometidas nunca se materializaron) crearon los primeras disensos entre los colonos. En ese momento surgió la idea de emigrar a otra zona menos árida y donde se pudiese sembrar con más facilidad: el sur de la provincia de Santa Fe. El descontento creció y a fines de siglo ya era notorio. De hecho, el flujo inmigratorio se había reducido a comienzos de los `90. El malestar se vio incrementado por la intransigencia y poca amabilidad que tuvieron los gobernadores. Y por si fuera poco, en 1899 el valle sufrió inundaciones producto de intensas lluvias. Fue entonces cuando dos colonos emigraron a Canadá. De hecho, un representante del gobierno canadiense llegó a la Patagonia a entrevistarse con los líderes de la colonia para ofrecerles un trato. En 1901 un pequeño grupo abandonó Chubut para dirigirse hacia Canadá. Merced a los donativos y las ayudas del gobierno británico se recaudó lo suficiente como para que un segundo grupo abordara el vapor “Orissa” rumbo a Liverpool, en 1902. Tras hacer escala en el mencionado puerto británico, se embarcaron en el “Numidian” para viajar a Canadá. Por entonces también surgió la idea de emigrar a Sudáfrica, iniciativa que no prosperó. Y pese al descontento, la mayoría de los galeses emigrados al valle del Río Chubut permaneció en él como hoy lo hacen sus descendientes. EL ARRIBO DE LA FE. La llegada era un episodio reciente cuando se comenzaron a organizar regularmente los primeros oficios religiosos en un tosco almacén de madera en Rawson. Los reverendos congregacionistas Abraham Matthews y Lewis Humphreys dictaban aquellos primeros servicios religiosos. Sin em- Chubut surgió entre los colonos la idea de conectar ambos puntos mediante un ferrocarril. Sin embargo no fue sino hasta mediados de la década de los ’80 que la iniciativa comenzó a cristalizarse, con el apoyo del presidente de la colonia, Lewis Jones. Así, pusieron manos a la obra para construir el denominado Ferrocarril Central de Chubut. La construcción en sí comenzó en agosto de 1886 de la mano de 400 voluntarios. El acuerdo era, además de pagarles un sueldo, que los trabajadores recibirían una parcela de tierra. Sin embargo, la calidad del terreno prometido no les gustó, por lo que cuando el buque británico HMS Ruby visitó la zona en 1887 una buena parte de los obreros se fueron. Esa porción de trabajadores fueron reemplazados por italianos reclutados en Buenos Aires que aceptaron hacer el trabajo y, tras concluirlo, se quedaron afincados en el valle. Ese mismo año se hizo el primer viaje para transportar trigo desde el valle a Porth Madryn. De todos modos, la inauguración oficial se concretó en 1889. Dos décadas más tarde, una ampliación de la línea ferroviaria incorporó a la localidad de Gaiman al trazado y en 1915 fue el turno de Dolafon. En 1922 la línea ferroviaria fue estatizada y en esa época se extendió el recorrido hasta Las Plumas. Finalmente, el tren dejó de operar en 1961. tino en el desarrollo de una verdadera política de hostilidad. La iniciativa pujante de los galeses fue vista con recelo desde Buenos Aires. Y uno de los primeros puntos de conflicto fue, justamente, la utilización del idioma galés. La década del ‘80 se pasó con tranquilidad. Pero en la década siguiente el sar, quedó recluído a los hogares y las iglesias. Sin embargo el tema nunca quedó olvidado o soslayado, y con motivo de las celebraciones por el centenario de la colonia se reabrió una escuela secundaria bilingüe en Gaiman. Ese fue un hito de un proceso lento pe- Un sello distintivo Uno de los legados galeses más importantes y que mayor presencia y desarrollo tiene hoy en Chubut, incluso desde la perspectiva turística, es la gastronomía. Tomar un té galés es una práctica habitual en cualquiera de los destinos cordilleranos de la Comarca de los Lagos, y también lo es junto al Atlántico, en Madryn, Trelew, Gaiman o Dolavon. Apple pie, Lemon Chess, Plum Pudding, Pudin Carrots y las especialida- des saladas paleta de cordero rellena y pastel de carne son items habituales en las cartas de los restaurantes y casas de té chubutenses. Pero el verdadero clásico es la torta negra, similar en apariencias a lo que se conoce como pan dulce, con frutas abrillantadas, nueces y pasas. Lo insólito es que no hay una única receta y cada establecimiento y familia tiene su propia preparación con ingredientes secretos incluidos. v En 1865 comenzó la colonización galesa de Chubut, un fenómeno social y cultural que no sólo ha dejado sus huellas sino que ha moldeado la apariencia y la actualidad de dicha provincia. Un repaso por aquella historia de éxodo, con sabor a gesta. Por Alejo Marcigliano bargo no todos los colonos profesaban la misma fe, con lo cual los bautistas se comenzaron a congregar en la casa de Robert Meirion Williams. Ocho años más tarde, en 1873, se construyó una capilla en Rawson, y un segunda siete años más tarde. Recién en 1907 los bautistas pudieron contar con un templo propio. De 1880 data la capilla de Moriah, cercana a Trelew. En su cementerio lindero descansan buena parte de los primeros colonos. Por otro lado, la capilla de Tabernacl, que data de 1889, es el más antiguo edificio de la ciudad en pie. La primera capilla de Gaiman es de 1875, la de Bryn Gwyn de 1883 (aunque el edificio original se destruyó en una tormenta y fue sustituido, en la misma ubicación, por otro). EL FERROCARRIl. Ya desde que pisaron tierra y decidieron trasladarse del primer asentamiento junto al mar al interior del valle del río UNA CULTURA VIVA. La emigración galesa nunca se fundamentó en cuestiones que fueran más allá de lo económico, sufridas a lo largo del siglo XIX. De modo que se trató más precisamente de una diáspora pero donde lo cultural jugó un rol preponderante porque, en realidad, ninguno de los emigrantes quería cortar los lazos con su Gales natal. Tácitamente o de modo simbólico, desde sus comienzos el Consejo de Gobierno de la colonia, elegido en Liverpool antes de iniciar el periplo, elaboró sus normas, actas y pronunciamientos en idioma galés. La negación de los fondos necesarios para desarrollar la comunidad fue sólo el primer paso del gobierno argen- número de galeses inmigrantes decayó y aumentó los de otros orígenes, y de modo coincidente el gobierno argentino comenzó a presionarlos. El golpe de gracia fue la sanción de una norma que prohibía impartir educación en idioma galés a los hijos de los colonos: debían hablar español. Así, el idioma de los emigrantes, muy a su pe- ro sostenido que alcanzó otro punto álgido en 1997 cuando el gobierno provincial lanzó el Plan de Promoción de la Lengua Galesa. La iniciativa es manejada por el British Council, apoyada por la Universidad de Car- 13 diff y el Centro para el Aprendizaje del Galés de la Sociedad Gales-Argentina y solventada por la Asamblea de Gales. Así es como el galés se sumó a los planes de estudio de las escuelas primarias y los centros superiores, y desde 2006 se lo enseña desde el jardín de infantes. Otro elemento importante para la promoción del idioma y la cultura galesa es la realización del Eisteddfod, un festival comunitario centrado en la poesía y el canto en galés. En realidad, estos eventos revitalizan una vieja tra- dición medieval de encuentros similares que sucedían en la antigua Gales. Actualmente, una comisión organizadora elabora el programa del festival, dividido en dos fechas: en septiembre se hace el Eisteddfod de la Juventud, en Gaiman, y en octubre el Eisteddfod del Chubut, en Trelew. Este tipo de manifestaciones, la toponimia y los edificios históricos que en su momento fueron hitos fundacionales muestran que el legado galés está presente en la Patagonia. l Apuntes biograficos Guillermo Golesbery Rawson: Hijo de Aman Rawson, médico estadounidense, y María Jacinta Rojo, hija de una familia galesa afincada en San Juan, Guillermo nació en 1821. Educado inicialmente por jesuitas, viajó posteriormente a Buenos Aires para completar su formación en el Colegio Nacional de Buenos Aires. En 1844 egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Convencional del Congreso de Paraná, en 1862 fue designado ministro del Interior por el presidente Bartolomé Mitre. Desde esa función se contactó con los galeses. Posteriormente trascendió en su carrera profesional 14 como médico, especialista en higiene. Falleció en 1890. Lewis Jones: Nacido en Gales fue uno de los principales impulsores de la instalación de galeses en Chubut. Hizo las primeras exploraciones de terreno en 1863, negoció con Rawson las condiciones de la emigración y ante el incumplimiento del gobierno de Bartolomé Mitre respecto de la asistencia financiera, fue el responsable de negociar el acceso a varias líneas de créditos provenientes de comerciantes ingleses afincados en Buenos Aires. Ya establecido, proyectó la construcción del ramal ferroviario denominado “del Valle Inferior del Río Chubut”. Donde se instaló, justamente, la cabecera del trazado de las vías, se improvisó un pequeño poblado que originó a la que hoy se conoce como ciudad de Trelew (justamente, “Pueblo de Luis”, en su homenaje). Jones también fue fundamental en el impulso de la agricultura, proyectando y coordinando el cavado de canales de irrigación, y fundó otros dos pueblos de ascendencia galesa: Gaiman y Dolavon. Abraham Matthews: Este reverendo metodista arribó con los pioneros a Chubut, en 1865. Como uno de los líderes religiosos de la comunidad también visitó Estados Unidos y Gales para reclutar nuevos colonos que se transformaron en los contingentes de 1874 y 1876. Además actuó como uno de los primeros historiadores de la gesta, al elaborar el volumen “Crónica de la colonia galesa de la Patagonia”. Sir Love Jones Parry, barón de Madryn: Terrateniente y miembro del Parlamento, fue uno de los principales impulsores de la colonización galesa en Chubut. Poeta y abogado, realizó junto a Lewis Jones el primer relevamiento in situ que permitiría luego el establecimiento de la colonia. Ese periplo inicial, en 1862, fue íntegramente financiado por Love Jones Parry. 15 v No sólo conquistadores, aventureros, investigadores y turistas se sumergieron en la inmensidad de esta región, también lo hicieron los cineastas, desde principios del siglo XX. El viento, el desierto, los paisajes y su gente parecen conformar un relato del que el cine supo apropiarse. ¿ Por Mariela Onorato Qué evoca la Patagonia con sus valles, cordilleras, lagos, zonas de nieve y extensas áreas deshabitadas? Evoca inmensidad, una extraña sensación de soledad y misterio, que la convierte en “pensable” para la industria cinematográfica. La Patagonia salvaje, rebelde, extensa y bárbara, ha sido desde el siglo pasado ese escenario infinito tan preciado por los realizadores. Las primeras tomas. Aventurero, navegante, aviador, escritor, periodista y, sobre todo, un verdadero pionero de la Patagonia, Gunther Plüschow fue el primero en llegar en un hidroavión (Cóndor de Plata) a la isla de Tierra del Fuego, el 3 de diciembre de 1928. En aquel viaje se rodaron las primeras imágenes de la Patagonia y de allí nace el documental Silberkondor über Feuerland, exhibido en su momento en Alemania y Buenos Aires. 16 Mientras Plüschow registraba las siluetas de Tierra del Fuego, otro europeo sobrevolaba las nubes patagónicas. El 17 de febrero de 1930 arriba procedente del norte el primer avión de la Aeroposta Argentina en un vuelo de prueba tripulado por Antoine de Saint-Exupéry. Poco antes, el 1° de noviembre de 1929, el mismo había inaugurado el servicio regular partiendo de Bahía Blanca, haciendo escala en San Antonio Oeste y Trelew, para aterrizar en Comodoro Rivadavia. El libro en el que relataba esas vivencias es editado y utilizado por Hollywood para una película filmada en la región, Vuelo Nocturno (1933, de Clarence Brown). Con los años las producciones cinematográficas rodadas en el sur seguirían una línea argumental. Ulises Petit de Murat elabora un guión cinematográfico con la epopeya de los salesianos en el sur argentino. La mayor par- te del filme se registra en el lugar que le dio título a la película: Tierra del Fuego (1948, de Mario Soffici). Aborda una temática sociopolítica sobre esas tierras hasta entonces poco registradas, mostrando la matanza de los aborígenes. El inicio del cine sonoro en Argentina tuvo sus registros en la región de los lagos. Sombras Porteñas (1935), la segunda realización de Daniel Tinayre, es un relato policial que transcurre en la precordillera patagónica. Por aquellos años, la mayor actividad turística empezaba y terminaba en un tramo de la zona andina, la cordillera de Río Negro y Neuquén, reducto elitista de los años ´30 y ´40. El doctor Antonio Lynch había adquirido la península Quetrihué, el arquitecto Alejandro Bustillo bocetaba el Llao Llao y Reneé Dickinson (modelo y pretérita actriz de cine mudo) residía a la vera del lago Lácar en San Martín de los Andes. Sumada a este auge, la industria cinematográfica fue en busca de aquellos paisajes. La Rubia del Camino (1939, de Manuel Romero) relata el recorrido de una muchacha rica que se escapaba de Bariloche a Buenos Aires. Las dos primeras tomas rodadas en el recién inaugurado Llao Llao, daban comienzo a un maridaje, que aún hoy, permanece intacto: cine y turismo. el cine como promocion. La utilización del paisaje sureño como escenografía comenzaba a ser una buena forma de promocionar la región y, hasta nuestros días, es un recurso utilizado. La película Gigantes de Valdés (2008, de Alex Tossenberger), filmada en Puerto Pirámides y Puerto Madryn, no solo busca realzar los paisajes sino que también plantea la importancia del cuidado de la ecología. Desde hace dos años el Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (Incaa) trabaja desde la Comisión Argentina de Filmaciones para conectar a las distintas partes que conforman la realización de un filme, sobre todo cuando son extranjeras: productores, directores y empresas dedicadas a la prestación de locaciones. Una película hecha en nuestro país, no solo exporta una obra de arte sino también publicidad y talento argentino. “El instituto cuenta con un programa de filmaciones en Argentina que se encuentra en una primera instancia de ordenamiento y nivelación entre las provincias. El objetivo es armar una red federal de rodaje que conecte a todas las provincias y que sea de utilidad para el productor que desea rodar aquí. Más aún, el régimen que regula la industria audiovisual garantiza en 24 horas el permiso para filmar. El vínculo entre este tipo de actividades y el turismo es directo. Las imágenes de los paisajes naturales son una forma de marketing para la región”, comentó Víctor Bassuk, director de la Comisión Argentina de Filmaciones. Todo esta guardado en la memoria. En la cultura argentina, el cine es una forma de sumergirse en el pasado. La Patagonia Rebelde (1974, de Héctor Olivera) es un punto de referencia para el imaginario colectivo sobre las huelgas patagónicas de 1921 y 1922. La película se rueda entre enero y marzo de 1974 en diferentes escenarios naturales, como Buenos Aires, Puerto Deseado, Tehuelches, Jaramillo, Río Gallegos, Río Turbio y El Calafate. Resulta ser una mirada distinta sobre la violencia ejercida sobre los trabajadores que buscaban defender sus derechos adquiridos y las mejoras de las condiciones laborales. En Los Chicos de la Guerra (1984, de Bebe Kamin), mediante la ficción de tres soldados de distintas extracciones sociales que coinciden en la guerra de Malvinas, se capturan en imágenes las marcas de la formación autoritaria de aquella generación. La Deuda Interna (1987, de Miguel Pereira) expone el dolor de la manera más sutil. Transcurre en el norte la relación de un maestro con un marginado muchachito jujeño, que terminaba muriendo en el extremo opuesto del país, cumpliendo el servicio militar sobre el hundido crucero Gral. Belgrano. En El Visitante (1998, de Javier Olivera), Pedro, ex combatiente, no puede dejar atrás aquellos días en que estuvo en las trincheras. Tampoco puede olvidar a Raúl, su compañero de lucha, que no volvió de aquel lugar. Por último, Fuckland (2000, de José Luis Marqués) expone la irrupción en Malvinas del combate sexual argentino para embarazar lugareñas y así rescatar la soberanía a través de sus hijos. De la mano de un improvisado y clandestino rodaje, devino en una pícara invasión. Sobrevolando otras temáticas, nació La República Perdida (1983, de Miguel Pérez). Un documental sobre los sucesos relevantes de Argentina que abarca el período que va de 1930 a 1976. Por su parte, La Fuga (2001, de Eduardo Mignogna) lleva a la ficción un hecho recordado de nuestra historia: en 1928 seis presos se fugan de la Penitenciaría Nacional; un estafador, un tahúr, dos asesinos, un anarquista y un inocente. Finalmente, Bajo Bandera (1997, de Juan José Jusid), con El Bolsón como escenario, relata un acontecimiento de 1969: el mayor Molina es enviado a un destacamento militar para investigar el brutal asesinato del soldado Lito. El nudo del filme es muy similar al posterior caso del soldado Carrasco. La Nave de los Locos (1995, de Ricardo Wüllicher) basa su argumento en un cacique que incendia un complejo turístico levantado sobre el cementerio mapuche, en el marco del ritual nguillatún. Caleuche, la nave del título, protagoniza una de las escenas más recordadas del cine nacional, cuando se desplaza por las calles de San Martín de los Andes indiferente a la mirada de los demás. La Película del Rey (1986, de Carlos Sorín) pone en juego la utopía, no solo a través del fracasado emperador, sino la de una región que es arrebatada a los aborígenes para nunca volver a incorporarlos al proyecto de país. A comienzos de los `90 el cine acomete otras temáticas sociopolíticas, tomando como punto de apoyo la Patagonia. Aquellas latitudes dejaron de ser el lugar de salvación o donde desarrollar utopías. A Martín, el protagonista de El Viaje (1992, de Pino Solanas), una travesía iniciática desde Ushuaia hasta Oaxaca (México) lo lleva a descubrir la realidad de un continente agredido por la deuda externa, la corrupción política, la destrucción ecológica y el hambre. Martín descubrió la liquidación del patrimonio nacional y las riquezas naturales argentinas entregadas a manos extranjeras, la inutilidad del sistema educativo nacional representado y el desmoronamiento del proyecto nacional peronista encarnado en el derrumbe del Albergue Warnes. Mundo Grua (1999, de Pablo Trapero) relata las vicisitudes de un hombre rudo, Rulo, que vuelve sin trabajo de la otrora prometedora Comodoro Rivadavia. Mientras que Caballos Salvajes (1995, de Marcelo Piñeyro) también tuvo su connotación social en concordancia con la situación nacional al momento de su realización. Describe la fuga aventurera hacia el sur de un anciano anarquista y un joven empleado de una financiera estafadora. Ambos escapan hacia la Patagonia para salvar una caballada chubutense, finalmente liberada en los valles de Trevelin. El misterio y el enigma de la region. La concurrencia de lo humano con el paisaje tuvo lugar junto al lago Nahuel Huapí, en La Vida según Muriel (1997, de Eduardo Milewicz). A la lluvia del bosque y la brumosidad de los lagos se sumaron los traumas de personajes urbanos que irrumpían en el lugar, analizados por una nena tempranamente sabia llamada Muriel. Una Sombra ya pronto Serás (1994, Héctor Olivera) tiene la virtud de ca- pitalizar en secuencias rionegrinas lo que Osvaldo Soriano (autor de la novela original) describe sobre la región: “Ahí está la llanura, el vértigo horizontal. Patagonia es esa chatura donde nadie puede esconder nada”. En 1980 Los Miedos fue un extraño filme argentino dirigido por Alejandro Doria. Se presagiaba una peste que diezmaba la ciudad y solo en el sur estaba la salvación. Carlos Sorín en 2002 dirigió una clásica road movie, Historias Mínimas, que trata de un viaje de 400 km., de Fitz Roy Ramona Galarza, Los Cuatro de Córdoba, Los Visconti, Luis Landriscina, Julio Márbiz, María Ofelia, Argentino Luna, Los Hermanos Barrios, Daniel Altamirano, Los Hermanos Cuestas, Los Indios Tucanau y Los Chalchaleros. Pero no sólo se utilizaron los escenarios patagónicos para los músicos, también formaron parte del género erótico. Basada en los cuentos “El Prostíbulo” y “Sur viejo”, de Dalmiro Sáenz, Setenta Veces Siete (1962, de Leopoldo Torre Nilsson) lleva a Isabel Sarli a realizar su primera pelícu- a Puerto San Julián, en el que tres personajes llevan adelante sus historias, pero que en ningún momento interactúa. la en la Patagonia. Años más tarde, la consagrada dupla del cine nacional Armando Bó-Isabel Sarli descubren que el frío también puede despertar la pasión y filman Fuego (1968), Furia Infernal (1973), Intimidades de una Cualquiera (1974) e Insaciable (1979). La inveterada costumbre del director de colocar a Sarli en paisajes agrestes tiene su momento purificador en El Último Amor en Tierra del Fuego (1979). En el filme la actriz, luego de llevar una vida ligera, termina izando la bandera argentina vestida de maestra en Ushuaia. Paisajes para todos los generos. Dirigidas por Ayala y Olivera, Argentinisima (1972) y Argentinísima II (1973) son dos documentales en los que músicos representativos del folclore argentino recorren el país. Por su parte, Mire que es Lindo mi País (1981, de Rubén W. Cavallotti) tiene como protagonistas a Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Eduardo Falú, l Otros titulos para recordar Comedias ¿Quiere Casarse Conmigo? (1967, Enrique Carreras) ¡Viva La Vida! (1969, Enrique Carreras) El Profesor Patagónico (1970, Fernando Ayala) Amigos para la Aventura (1978, Palito Ortega) Dos Locos en el Aire (1976, Palito Ortega) El Viento se Llevó lo que (1998, Alejandro Agresti) Todas las Azafatas van al Cielo (2002, Daniel Burman) Infantiles Dibu, la Película (1997, Carlos Olivieri y Alejandro Stoessel) Patoruzú (1997, Julio César Serna) Cóndor Cruz (1999, Buscarini, Glecer y Holcer) Chiquititas, Rincón de Luz (2001, José Luis Massa) La Edad del Sol (1999, Piluso) 17 v Aunque no sea una teoría aceptada por la ciencia ortodoxa, hay suficientes pruebas y datos como para, al menos, considerar la posibilidad de que la Orden de los Caballeros Templarios se haya establecido o visitado el inmenso y no menos mítico territorio que se extiende al sur del río Negro. Por Alejo Marcigliano L a galera debió aparecer en el horizonte, lentamente. Entró a la bahía con sus velas triangulares plegadas, impulsada sólo por sus remos. Quizás algunas ballenas, como un comité de bienvenida, acompañaron la embarcación hasta acercarse a la costa. Ya en tierra, debieron improvisar rápidamente una misa para dar gracias por haber completado la travesía. No lo habrán hecho todos, pero algunos caballeros seguramente se habrán vestido con sus uniformes que incluían las brillantes, pesadas e incómodas armaduras, bajo los hábitos y los capotes blancos. Y allí, sobre la arena, bajo un sol radiante, en latín, se escuchó la primera misa católica del continente americano. Así pudieron ser las primeras horas de la misión templaria a la Patagonia, anterior en varios siglos al descubrimiento de América en 1492… Fantasía para unos, realidad para otros, lo cierto es que la presencia de los “Pobres soldados de Jesucristo” (que luego serían conocidos como Templarios), en América es un elemento polémico y discutido. Obviamente, la historia oficial no lo acepta, sin embargo hay algunas pruebas que podrían ameritar un análisis más profundo de la cuestión. En verdad, porque en realidad indicios no faltan. En la iglesia templaria de 18 Veçelay, en Borgoña (Francia), construida a mediados del siglo XII, se ve una extraña decoración: un hombre vestido con plumas acompañado de una mujer y un niño, todos tienen orejas desmesuradas, y están semidesnudos. Vale aclarar que era costumbre entre los incas, justamente, estirarse las orejas. Del mismo modo, se halló en los Archivos Nacionales de Francia un documento con un estampado donde puede leerse “Secretum Templi”, o Secreto del Temple. La inscripción rodea a un personaje que aparece semidesnudo, con un tocado de plumas en la cabeza y un simple taparrabo. Una figura que no puede ser otra cosa que un indio. Y en la capilla templaria de la localidad escocesa de Rosslyn, la misma que hiciera famosa la novela de Dan Brown, “El código Da Vinci”, se pueden ver esculpidos en piedra mazorcas de maíz y cactus: plantas típicas de América. Por si fuera poco, la capilla le pertenece a la familia escocesa Sinclair, descendiente de vikingos. Una leyenda local cuenta que Sir Henry, líder de la familia y templario, encargó construir 12 navíos que integraron la flota de la expedición de los hermanos venecianos Antonio y Nicolo Zeno, pretendidos descubridores de América antes de Colón. Prueba de ello es una carta que se conserva de Nicolo que relata el viaje y un mapa de Antonio La propuesta turistica La empresa Desert Tracks, con sede en Las Grutas, ofrece una excursión titulada “Fuerte Argentino”. El recorrido parte justamente de esa localidad hacia la Villa de los Pulperos y playa Piedras Coloradas. Allí, en los vecinos médanos se puede hacer sandboard, una caminata de interpretación y observación de aves. De allí se avanza hacia El Sótano, donde se produce la mayor diferencia entre las mareas en todo el país. Una caminata al cañadón de las Ostras permite conocer fósiles marinos de 15 millones de años. Finalmente se llega al pie de la meseta de El Fuerte. Allí se puede realizar esnórquel en agua salada y degustar un delicioso asado con chorizos de cerdo, pan casero, asado, vacío y cordero patagónico. En ese lugar se cuenta la historia de los Templarios y su posible arribo y presencia en la Patagonia. Paralelismos -“En cuanto la nave tomó puerto debajo del castillo y el mar se retiró de modo que la nave quedó en tierra seca”. Hay estudios científicos que demuestran que hace un par de siglos los mares tenían una altura mayor. De ser cierto, el fuerte quedaría directamente sobre el mar. La retirada de la marea es una fenómeno muy notorio (llega a los 10 m.) que actualmente se sigue verificando en la zona. Además, uno de los brazos de la meseta parece una especie de muelle, embarcadero o escollera. Los estudios de la Fundación Delphos afirman que la descripción del viaje que lleva el Grial a un misterioso castillo, según el libro “Perlesvaus”, hace alusiones que podrían explicar el periplo patagónico. Aquí algunas: -“Llegaron a un castillo en una ínsula de mar. Preguntó a su marinero si sabía que castillo era aquél. ‘En verdad no lo sé, señor, pues hemos corrido tanto que no conozco ni el mar ni las estrellas’”. El desconcierto del marinero demostraría que el viaje fue transatlántico y que la nave cambió de hemisferios (pasó del Norte al Sur). Por otro lado, algunas referencias cartográficas hablan de un río Negro antiguamente bifurcado con una isla grande en su desembocadura. donde se ve la costa de América (de hecho el propio Cristóbal Colón, en una misiva que le remite a su hermano, revela que entre sus pertenencias tiene una copia de la carta de Zeno). COMO Y POR QUE. La historia de los Templarios está llena de mitos, leyendas y misterios que se entrelazan con los datos históricos fehacientes y científicamente aceptados. Muchas de las incógnitas devienen de las preguntas que aún no han obtenido respuesta. Por ejemplo, ¿qué hicie- -“… Y ve la fuente más bella y clara que nadie puede contemplar”. Aún hoy día hay muy cerca de El Fuerte un pozo surgente de agua dulce que está disponible todo el año. -“… Uno de los maestros toca tres veces una campana y en la sala aparecieron treinta y tres hombres… Iban vestidos con túnicas blancas y todos llevaban un cruz roja en medio del pecho”. Es una clara descripción de la vestimenta templaria. -“En cuanto se descubrió la entrada del foso, salieron de allí los gritos más terribles y dolorosos jamás oídos”. Pobladores y vecinos de El Fuerte afirman, actualmente, que existe una especie de gruta subterránea en donde se escuchan voces. El mapa del cartógrafo y científico francés Juan Antonio Víctor Martín de Moussy. sa, que antiguamente integrara el mítico Templo de Salomón. De allí la nueva Orden tomaría su célebre nombre. Sin embargo, hasta que el Concilio de Troyes (Francia) aprobó su regla, es decir su carta orgánica básica, en 1128, los caballeros casi no salieron de su sede. Recién después iniciaron su peregrinaje por las cortes europeas en busca de donaciones y reclutas, y organizaron patrullas y su presencia militar cobró relevancia. Es decir que por nueve años no cumplieron con su misión primaria de defender a los peregrinos, y de hecho eran dema- siado pocos para hacerlo. De esa época son las leyendas que afirman que los templarios excavaron en su sede descubriendo tesoros y reliquias. Lo cierto es que la Orden creció desde todo punto de vista: en poder, tamaño, influencia y riquezas. Esto les sirvió, entre otros aspectos, para desarrollar su propia fuerza naval que les permitía trasladar reclutas, provisiones y donativos de Europa a Tierra Santa y para protegerse, también, del ataque de piratas que asolaban el Mediterráneo oriental. De hecho, muchas de sus instalaciones ron encerrados los nueve caballeros fundadores de la orden, en su sede sobre los restos del Templo de Salomón, durante casi una década? En la Navidad de 1119, el rey cristiano de Jerusalén, Balduino II, y el patriarca católico de la ciudad, Warmund, autorizaron la creación de la “Orden de los pobres Soldados de Jesucristo” para que, como militares y monjes, protegieran a los peregrinos cristianos que poblaban los caminos de Tierra Santa. Y para funcionar, la corona les obsequió un complejo de edificios pertenecientes a la ex mezquita Al-Aq- 19 eran o estaban en puertos (La Rochelle, en Francia; Sagres en Portugal; San Juan de Acre, en Israel; Noya, en España; entre otros). Teorías más atrevidas aseguran que parte de las enormes riquezas de las que hacían gala los Templarios, provenían, justamente, de las minas de oro y plata de América. La misteriosa y fascinante piedra con la cruz grabada. Patagonia inagotable Marinos amotinados abandonados en sus costas, indios enormes, ciudades de Césares, monstruos marinos ocultos en sus lagos, duendes, templarios y hasta salteadores del Lejano Oeste (como Butch Cassidy y Sundance Kid)… Patagonia tiene espacio para todos y para todo. Pocos territorios en el mundo han inflamado tanto la imaginación y han sido lo suficientemente dúctiles para cobijar tantas leyendas como el enorme espacio que se extiende al sur del río Negro. De 20 hecho, muchos de sus mitos se encastran en una realidad que, a veces, llega a superar a la propia ficción. Los relatos de los primeros exploradores, el periplo de Darwin, el arribo de los colonos y su coexistencia con los indios, las singulares tribus aborígenes de Tierra del Fuego y el canal de Magallanes, el proyecto nuclear de Richter en Bariloche, y muchísimas otras, son historias reales que también han contribuido a forjar una imagen inigualable. TEMPLARIOS EN LA PATAGONIA. De modo que, ¿pudo la escena que relatábamos al principio haber sido real? Al menos en hipótesis, sí. Y de hecho lo es para un grupo de investigadores aficionados nucleados en la denominada Fundación Delphos. Ellos incluso van más lejos y aseguran que en la Patagonia está oculto el Santo Grial. Aunque hay otras interpretaciones (como la que hace Dan Brown en “El código Da Vinci”), la definición más clásica es que la célebre reliquia es, ni más ni menos, que el copón que utilizó Jesús en la última cena y con el que, posteriormente, José de Arimatea recogiera parte de la sangre que manaba de la herida en el costado de Cristo mientras estaba crucificado. La fuente más contundente que respalda la existencia de tal objeto es la propia Biblia. ¿Y cómo se establece la conexión entre los Templarios y el Grial? En realidad son los primeros autores poéticos de fines de la Edad Media los que establecen el primer parangón. Uno de los dos romances que dieron puntapié inicial a las leyendas, el “Parzival”, del alemán Wolfram Von Essenbach, describe a unos “Caballeros del Grial”, muy similares en apariencia y comportamiento a los Templarios. Por otra parte no son pocos los que creen que, entre los tesoros que la Orden halló en las catacumbas de su cuartel general en Jerusalén estaba, justamente, el Santo Grial. La tesis de la Fundación Delphos es que, en realidad, un grupo anterior a los Templarios pero emparentados con él, se hizo con el Grial y, para preservarlo, lo trajo a un sitio que casi ningún europeo conocía: la Patagonia. El grupo, de hecho, realizó un total de ocho expediciones entre 1997 y 2007 a la zona del golfo de San Matías y el cerro conocido como “El fuerte”, en Chubut, no muy lejos de la costa. Justamente allí reside el primer conjunto de pruebas. Según los estudios de la Fundación aparece en uno de los primeros atlas de la región, dibujado por el cartógrafo y científico francés Juan Antonio Víctor Martín de Moussy, quien estudió la zona a pedido del presidente Justo José de Urquiza. Su relevamiento fue publicado en París, en 1865, y allí se ve señalada el área con el símbolo de una fortaleza y en todas las referen- cias aparece mencionada como “antiguo fuerte abandonado”. Antes de esta referencia, existe otra: un mapa de la Sociedad para la Difusión de Conocimientos Útiles, trazado en 1846 por J&C Walter, donde aparece también el símbolo de una fortificación y se la identifica como “fort”. Y hay cinco más: un atlas hecho por Mariano Felipe Paz Soldán, que data de 1887; un mapa dibujado por un tal Arrowsmith en 1839, que figura en la obra descriptiva de Sir Woodbine Parish; el mapa “Falkland Islands and Patagonia”, dibujado por J. Rapkin, de 1851; el mapa “Argentine Republic, Chili, Uruguay & Paraguay” publicado por J.B.Colton & Company en 1855; y el titulado “Chili, The Argentine Republic & Bolivia”, de 1870. En todos ellos está marcado el mismo punto, ubicado en el mismo sitio y con la misma inequívoca referencia: “fort”. También hay relatos y crónicas de viajeros y exploradores del tiempo de la colonia que hacen referencias sorprendentes. Hablan, por ejemplo, de una isla costera (algunos mapas muestran que antiguamente el río Negro se bifurcaba en dos brazos que formaban una isla triangular en su desembocadura) habitada por hombres blancos o “españoles”, un genérico que utilizaban los indios, inequívocamente, para referirse a cualquier europeo. A esto se suman las descripciones del libro “Perlesvaus”, de autor anónimo (aunque muchos estudiosos señalan que pudo ser escrito por monjes en la ciudad inglesa de Glastonbury, en la Edad Media), que explica adónde fue llevado el Grial y que según la fundación cuadra con las características del denominado fuerte (ver aparte). También fueron halladas, en la cima de la fortaleza, pequeñas piezas de cerámica que se muestran perfectamente lisas por un lado y cuyas formas muestran ángulos que difícilmente puedan ser naturales. Pero sin duda alguna, la más espectacular de las pruebas fue descubierta por la fundación en 1998 a unos 100 km. de la meseta de El Fuerte. Se trata de una piedra de granito oscuro o piedra basáltica que tiene grabada una cruz, en bajorrelieve, de brazos iguales. En definitiva, todo es una cuestión de fe. La presencia de los Templarios en la Patagonia es una realidad indiscutida para quienes creen en ella y una muy atractiva curiosidad para los demás. Ver a aquellos monjes-guerreros, con sus capotes blancos con cruces rojas convivir con pingüinos, liebres patagónicas, choiques y tehuelches, es una visión tan sorprendente como la que habrán tenido aquellos primeros miembros de la Orden cuando pisaron por primera vez el suelo patagónico. La Fundación Delphos en plena expedición. El Fuerte, visto desde el aire. l 21 S ilencio, frío, verde, nieve, inmensidad, belleza exultante. Esas son las palabras que mejor definen a este destino natural. El Parque Nacional Tierra del Fuego es el área protegida más austral del bosque andino-patagónico, con impactantes vistas de bosques, lagos y turberas que fascinan a los admiradores de la naturaleza. Una de las primeras sugerencias que recibirá al llegar al destino es que tenga su cámara fotográfica lista para captar la belleza de este rincón natural del planeta, aunque difícilmente logren Fotos: Osvaldo Peralta. 22 plasmar las inigualables imágenes que quedarán dibujadas en sus retinas. EL PARQUE. Ubicado a 11 km. al oeste de Ushuaia, es el único Parque Nacional argentino con costas marinas -las del canal de Beagle- que bañan el bosque. Creado en 1960, comprende una superficie de 63 mil ha. en las eco-regiones del bosque patagónico, caracterizadas por los paisajes de montaña de relieves abruptos y escarpados, y valles glaciarios; y Altos Andes, con una cadena de cerros y laderas por encima de las planicies endorreicas de la puna. El área protegida cuenta con un campamento organizado en la zona del lago Roca, y varios campamentos libres en las áreas de las bahías Lapataia y Ensenada, y el río Pipo. La Intendencia se encuentra en la ciudad. PASEOS Y SENDEROS. Desde la ciudad se accede por la Ruta Nacional Nº 3 recorriendo el valle del río Pipo hasta llegar a la entrada del Parque. Por un desvío hacia la izquierda se alcanza la ensenada Zaratiegui, desde donde se pueden obtener magníficas vistas de las costas del canal de Beagle y la isla Redonda. Retomando el camino –rodeado de un denso bosque de lengas, ñires y guindos- se cruza el puente del río Lapataia, ingresando a una zona en la que se pueden realizar interesantes circuitos de trekking desde la RN Nº 3, entre ellos: - Paseo a la castorera: luego de un recorrido de 400 m. se accede a una castorera, donde se puede observar el sistema de diques de los castores so- v Se trata del área protegida más austral del bosque andino-patagónico y el único con costas marinas: las del canal de Beagle. Ostenta impactantes vistas de bosques, lagos y turberas que fascinan a los amantes de la naturaleza. Por Gabriela Macoretta bre el arroyo homónimo. - Paseo a la laguna Negra: debido a la presencia de enormes turbales, sus aguas presentan un color oscuro. - Paseo al mirador Lapataia: a 500 m. de la ruta, a través de un bosque de lengas, se encuentra la bahía Lapataia, desde cuyo mirador se obtiene una fascinante vista panorámica. El lugar es ideal para el avistaje de aves acuáticas, tales como los patos vapor, cauquenes comunes, reales y carancas. Allí hay un cartel que indica el final de la RN Nº 3. - Paseo de la Isla: transitando por las costas del río Lapataia y Ovando, a través de 800 m. se recorre el archipiélago Cormoranes. Asimismo, quienes prefieran trayectos más extensos cuentan con diversas alternativas: - Senda al cerro Guanaco: se asciende al cerro Guanaco (970 msnm) por una pendiente muy pronunciada de 8 km., por lo que la exigencia es alta. - Senda costera: conecta el campamento de Ensenada con el sector de Lapataia. Es de exigencia media, también con 8 km. de recorrido. - Senda al hito XXIV: transita la cos- ta norte del lago Roca. Es de exigencia media y su recorrido es de 10 km. - Senda Pampa Alta: une los campamentos del río Pipo y Ensenada a través de bosques de lengas y guindos. El recorrido -de 5 km.- es de exigencia alta. Desde allí se aprecia una vista panorámica del canal de Beagle. BELLEZA SUPREMA. Como consecuencia de la erosión y los procesos de acumulación de milenarios y hoy inexistentes glaciares, el paisaje es abrupto. La cordillera de los Andes asoma como un conjunto de cordones montañosos que rodea valles boscosos profundos, surcados por ríos y lagos alternados con turbales y afloramientos de origen glaciario. Mientras que intercalando barrancos y playas, en la zona costera se encuentran las bahías Lapataia y Ensenada. La lenga es la especie arbórea característica de los bosques andino patagónicos, con grandes extensiones de bosques que cubren las laderas de las montañas, desde el nivel del mar hasta los 600 m. En ambientes de mayor humedad, el guindo o coihue de Magallanes se encuentra asociado a la lenga, como es el caso del valle del Río Pipo o las laderas montañosas orientadas hacia el sur. En las ramas de estos árboles puede observarse una hemiparásita conocida como “Farolito chino” y un hongo parásito llamado “Pan de indio” o “Llao llao”. En tanto, los bosques puros de guindo tienen lugar en las zonas que registran mayores precipitaciones, como la costa del canal de Beagle, donde también crecen otras especies del bosque húmedo, como el canelo y la leña dura. Asimismo, en algunos sitios el canelo es abundante, formando bosquecitos. Vale señalar que en las regiones más expuestas al viento es usual que el guindo adquiera una forma particular, conocida como “Árbol bandera”. En el sotobosque se desarrollan los arbustos espinosos, como el calafate, la SUS ANTIGUOS POBLADORES Los grupos humanos que habitaron la Isla Grande de Tierra del Fuego -hace 10 mil años- se relacionaron en forma íntegra y efectiva con un medio ambiente excesivamente agreste. En lo que hoy es el Parque Nacional Tierra del Fuego habitaba la cultura yámana, la cual instalaba sus campamentos en las playas para disponer de los recursos marítimos. Los yámanas vivían en chozas de troncos y ramas de forma cupular, su vestimenta consistía en apenas una capa corta de cuero de lobo marino y se dedicaban a la caza de lobos marinos y a la recolección de moluscos (principalmente mejillones y cholgas), desplazándose sobre canoas construidas con varillas y planchas de corteza de lengas. La desaparición de estos grupos se relaciona con la llegada de los colonos hacia 1880. Y las epidemias parecen haber sido determinantes para la extinción. 23 chaura y el michay, de flores anaranjadas. Y en el verano el suelo se cubre flores muy llamativas como la orquídea amarilla y la luzuriaga. En suelos más húmedos crecen la “Frutilla del diablo” y pequeños helechos. En las áreas marginales del bosque -principalmente en claros naturales o en ambientes degradados- se distinguen los matorrales de mata negra, junto a los calafates, parrillas y notros. Estos últimos, de flores rojas tubula- 24 res -típicas de la primavera fueguinatambién se observan a la vera del canal de Beagle y en la bahía Lapataia. La vegetación altoandina (la que se desarrolla por encima de los 600 msnm) está compuesta por arbustos pequeños, plantas en cojín y gramíneas, condicionados por la exposición al viento, la disponibilidad de agua y las características físicas del suelo. Sin dudas, un rasgo característico del paisaje de Tierra del Fuego son los turbales o turberas, constituidos por restos de vegetales -básicamente de musgos, gramíneas y juncáceas acumuladoscomprimidos en depresiones del relieve. Su formación solamente es posible en ambientes húmedos de bajas temperaturas, factores que impiden la descomposición de la materia orgánica. Asimismo, una de las hierbas características de la costa marina del Parque es la siempreviva o armería rosada. Los líquenes y musgos cubren las rocas junto al mar, y también son comunes los arbustos pequeños, como la chaura y la mutilla. En el litoral sobresale el cachiyuyo, un alga parda de gran tamaño. AVIFAUNA AUSTRAL. Dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego habita una pequeña variedad de animales silvestres, compuesta principalmente por 20 especies de mamíferos y 90 de aves. Una característica llamativa del ecosistema es la ausencia de anfibios. Entre las especies que se pueden apreciar fácilmente sobresalen el zorro colorado fueguino y el guanaco, que habita casi todo el año en las zonas altas (únicamente baja a los valles en invierno). En las riberas del canal de Beagle y en la bahía Lapataia se encuentra el huillín, un mamífero carnívoro acuático de la familia de las nutrias. Más difíciles de ver son los murciélagos orejas de ratón, los ratones colilargos, las ratas conejos y los ratones lanosos. En cuanto a las aves, las de mayor presencia en las áreas a las que el visitante tiene acceso son los tres tipos de cauquenes o gansos sudamericanos: el común, el real y la caranca, que habita en sitios abiertos y playas, y suelen estar acompañadas de bandurrias. También se observan macás comunes y grandes; garzas brujas; patos crestones, overos, vapor y maiceros; águilas moras; caranchos australes; chimangos; teros comunes; gaviotas; ostreros; y cormoranes. Una especie muy llamativa, tanto por su actividad como por su aspecto, es el carpintero patagónico, al igual que el cóndor, que sobrevuela las cumbres y valles. Los dientes de perro, mejillones, y numerosas algas verdes y rojas pueden verse durante la bajamar en la costa. También abundan moluscos -como la vieira, el caracol de luna, el caracol con diente-, algunos crustáceos -como la centolla- y peces nativos -sardina fueguina, merluza de cola y róbalo-. Y, en verano, se aprecian concentraciones de medusas. En el área también se desarrollan especies que fueron introducidas por el hombre con fines comerciales, como el conejo europeo, el castor, la rata almizclera y el zorro gris. Dado que el medio no estaba preparado para su presencia, hoy están a la vista los impactos en algunas zonas, como las afectadas por las colonias de castores. l DATOS UTILES Ubicación: el Parque Nacional Tierra del Fuego se encuentra a 11 km. al oeste de Ushuaia, Tierra del Fuego. Cómo llegar: se accede por la RN Nº 3. A la ciudad también se arriba por avión y barco. Clima: templado frío, húmedo y sin estación seca, con una precipitación media anual de 700 mm. Las temperaturas medias son bajas; en el invierno rondan los 0º C y en el verano no superan los 10º C. La nieve es abundante. Recomendaciones: - La velocidad máxima dentro del parque es de 40 km/h. - No está permitido el ingreso con animales domésticos. - Solicitar permiso y consultar el reglamento para la pesca de salmónidos. - No alimentar a los animales silvestres. - Acampar únicamente en los sitios autorizados. - En las áreas de acampe el tiempo de validez de los boletos de acceso es de 48 horas y deben ser exhibidos junto con los permisos de acampe extendidos por el personal de la Administración de Parques Nacionales o por la firma concesionaria del Campamento Organizado Lago Roca. - Procurar usar calentador. De no ser así, encender fuegos pequeños solamente en los lugares autorizados, con leña seca, fina y caída. No dejar nunca el fuego encendido. - No arrojar residuos. Informes: 02901-421315/43116633 y 0303 (Administración de Parques Nacionales)/informes@apn. gov.ar. 25 maravillosas y espeluznantes v Sin duda, las leyendas -con su habilidad para conjugar realidad y fantasía- a todos nos resultan atractivas, y cuando involucran a seres sobrenaturales, aún más. Por ello vale repasar los mitos de la Patagonia, historias que tienen su correlato en paseos para descubrir los secretos de la naturaleza local. Por Nicolas Panno 26 ¿ Plesiosaurio perdido en el tiempo o mutación genética?, ¿Extraño submarino o genialidad de un incipiente marketing local?, ¿Criatura mítica mapuche o la imaginación de varios trasnochados? Las teorías se amontonan y muchas se descartan, pero la leyenda del Nahuelito perdura a través de los años y constituye una historia simpática para los escépticos y enigmática para los místicos. Las referencias a un monstruo marino habitando las aguas del Nahuel Huapi se remontan a las épocas de una Patagonia virginal, en algunos relatos indígenas previos a la conquista. Sin embargo, el primer avistamiento registrado data de 1910: George Garret, quien trabajaba en una compañía en las inmediaciones del lago, estaba navegando cuando a unos 400 m. vio a una criatura cuyo cuerpo -de entre 5 y 7 m. de largo- sobresalía del agua. Este hecho recién se hizo público en 1922. Justamente en ese año el testimonio del buscador de oro norteamericano Martin Sheffield, quien afirmó seguir unas grandes huellas en las orillas del lago para luego ver a un enorme y desconocido animal, y otros avistajes alentaron la organización de una investigación con rigor científico, comandada por Clemente Onelli, director del zoológico de Buenos Aires. Cabe mencionar que esta iniciativa formal tuvo lugar incluso antes del revuelo provocado por Nessie, el archifamoso primo lejano del Nahuelito, habitante de los lagos de Escocia, que recién fue buscado obsesivamente en 1933. Así, Onelli logró reunir los 3 mil pesos necesarios para poner en marcha una expedición que partió de Buenos Aires el 23 de marzo. Pese a los numerosos relevamientos, la expedición regresó a Buenos Aires, ante el avance del invierno, sin resultados positivos. Entre otros hechos curiosos, se puede mencionar la incursión de la Armada Argentina que persiguió en el lago un objeto submarino no identificado durante 18 días. El crecimiento de Bariloche en materia turística aumentó los supuestos avistamientos ocasionales, pero nunca se ha obtenido un registro gráfico concluyente, aunque en 1988 uno de los diarios locales publicó fotos que llegaron junto a una misiva anónima, en las que se puede ver la silueta del Nahuelito cercana a la costa. Si bien el material es poco fiable, el mito sigue en pie. Dejando de lado las hipótesis y volviendo al mundo fáctico, a la altura del kilómetro 24 de la ruta que conforma el Circuito Chico, en Bariloche, se encuentra el Parque Nahuelito, donde una figura de nuestro amado saurio acuático da la bienvenida a los visitantes. Este espacio temático recrea, a partir de paseos guiados, el entorno en el que convivieron los dinosaurios nacionales, con numerosas esculturas de tamaño real de especímenes represen- tativos de nuestro país como el Argentinosaurus, el Giganotosaurus, el Saltasaurus y el Herrerasaurus. Al comienzo de la visita está montada una excavación arqueológica en la que los niños tendrán la oportunidad de convertirse paleontólogos, en un arenero donde podrán encontrar huesos escondidos. El paseo se cierra con una escena que grafica la convivencia de los dinosaurios alrededor de una laguna, en la que se encuentran distintas especies, destacándose la presencia del Tiranosaurus Rex. Asimismo, a lo largo de todo el sendero se instruye a los visitantes sobre la fauna y la flora autóctona, a través de carteles explicativos donde se pueden encontrar interesantes datos al respecto. El Parque Nahuelito está abierto todos los días, de 9.30 a 19.30. LOS DUENDES DE EL BOLSON. Si hay criaturas míticas que se han extendido en el mundo esos son los duendes, desde los remotos bosques lapones hasta las selvas mexicanas, pasando por aquellos irlandeses que ofrecen una olla repleta de oro a quienes los encuentren al final de los arcoíris. ¿Entonces cómo no iban a habitar un lugar tan maravillosa como la Patagonia argentina? Y dentro de ella, su reducto favorito es, sin duda, la Comarca Andina, desde El Bolsón hasta el lago Puelo. Se dice que, a veces, por la noche, afamados de la rica mitología local. Otras versiones cuentan que este humanoide, que no sobrepasa los 80 cm. de estatura y anda siempre desnudo, presenta un rostro grotesco y piernas que terminan en muñones. Habita los bosques, en cuevas o en copas de árboles, desde donde acecha a sus víctimas favoritas: muchachas que vagan por el lugar. Una vez que las divisa, se dirige a ellas y las cautiva en forma dulce mientras las adormece con sus poderes. Cuando las jóvenes despiertan de su sueño, se dan cuenta de que están casi desnudas y con su vestimenta revuelta. Los traukos se pueden encontrar mayormente en Chile, pero también cerca de la cordillera neuquina. La mitología patagónica ostenta un extenso bestiario que nada tiene que envidiar al de las antiguas civilizaciones europeas. Aquí una pequeña nómina: - El Ivunche: también llamado apa- r e c e n en los campings de El Bolsón mientras duermen los acampantes para acomodar las vituallas y limpiar. Esta es una de las tantas tareas que realizan los duendes en pos de ayudar al entorno natural. Para dar con estos minúsculos seres, hay una alternativa siempre válida: el bosque temático Belenus. Ubicado en el circuito turístico de Mallín Ahogado, a 10 km. del centro de El Bolsón, se trata de un área natural poblada de coihues, cipreses y otras especies nativas, con un río atravesado por un puente de troncos, entrada al mundo mágico de los misteriosos seres protectores de la naturaleza. Allí, hadas, duendes y otros personajes esperan a los visitantes escondidos entre los recovecos del bosque, en forma de originales esculturas, ideadas y realizadas por el maestro Ernesto Bertedor y Mariana Ortiz, pertenecientes a la colección “El espíritu del bosque”. Vale destacar que ambos artistas están en el predio para atender cualquier consulta en persona. En el lugar hay un stand donde se venden productos regionales, aunque otra opción es llevarse el termo, el mate y una vianda para almorzar mientras se disfruta del arrullo de las cascadas, el sonido de los pájaros y la presencia de estas criaturas fantásticas. Abierto todos los días, el horario de ingreso a Belenus, en verano, es de 9 a 20. DE MITOLOGIA MAPUCHE. “—¿Qué ocurre hija mía? —Un hombre, un hombre vino y me abrazó. —¿Qué clase de hombre? Aquí no hay nadie. —Era bajito como un niño y hermoso como un dios, pero con el cuerpo de un hombre. Comenzó a llamarme con su dulce voz y cuando tocó mi mano me hizo estremecer. Nunca nadie me había tocado así, me sentí distinta y me gustó. Continuó acariciándome y yo me rendí a él. —El trauko -dijo Alé-. —¿El qué? -preguntó Ayún entre sollozos-. —El trauko, un duende malvado que apetece mucho de las mujeres. No es bueno, no no, no es nada bueno”. Si bien este fragmento de un tradicional cuento mapuche puede despertar más suspicacia que sorpresa, el trauko es uno de los personajes más Imbuche, es descrito como un duende deforme que se desplaza sobre una sola pierna. La creencia popular afirma que se trata de bebés varones robados por los brujos, sometidos a procedimientos para transformar su fisonomía -se dice que para que el niño no escape, le quiebran la pierna y se la suturan a la espalda- y su metabolismo, alimentándose en su crianza con leche de gata y carne de cabrito. - Los Anchimallén: se trata de seres pequeños que emiten una radiante luminosidad como si fueran esferas centelleantes. Las leyendas se refieren a llamas fugitivas en forma de niños que aparecen repentinamente para desvanecerse en cuestión de segundos. Se dice que si alguien la viera de muy cerca, esta criatura utilizaría su luz para confundir y desorientar, dejando aturdido momentáneamente al testigo, o en algunos casos ciego o enfermo de la vista. - El Chonchón: este monstruo se presenta como una extraña ave de plumas color gris ceniciento, formada a partir de una horrible cabeza humana de la que nacen garras afiladas y unas enormes orejas que usa a modo de alas para volar. El Chonchón es una presencia maligna muy temida en las zonas rurales de Chile y en parte de Argentina debido a que se trata realmente de un calcu (mapuche que practica el mal con espíritus) o un brujo poderoso, transformado con el objetivo de ganar en agilidad para trasladarse. - El Guallipén: es un animal maligno con cuerpo de oveja y cabeza de ternero, el cual tiene sus patas torcidas y un pelaje repugnante. Se trata de un ser anfibio que vive a orillas de ríos y lagos. El Guallipén se considera de mal agüero, ya que si se cruza con las hembras del ganado, como consecuencia se producen anoma- lías y deformidades en sus crías. Así, si el animal nacía deforme, su monstruosidad era atribuida a la influencia de esta mítica criatura. - El Guirivilo: con cabeza de cánido, el cuerpo largo y una larga cola de zorro en cuyo extremo sobresalen uñas semejantes a una garra, habita en los ríos y aguas cenagosas. Se dice que utiliza la gran fuerza de su extraña cola para enredar a hombres y animales que se bañan en las aguas, con el fin de arrastrarlos al fondo y alimentarse de los ahogados. - El Cherufe: este ser gigantesco, terrible y antropófago habita dentro de los volcanes y sería uno de los causantes de los terremotos y las erupciones volcánicas. Su poder se manifiesta cuando desde las alturas arroja moles de fuego. Se dice que la única forma de calmarlo es entregarle periódicamente una muchacha, para que comiera su carne. También se cuenta que los aerolitos que lanza el Cherufe tienen grandes poderes mágicos, al punto que las boleadoras hechas con fragmentos de estas piedras tendrían la virtud de no fallar al momento de cazar. l 27 Vias hacia el horizonte Fotos: L. Cambra. L os trenes tienen algo especial. Más allá de sus categorías, hay algo en ellos que los hace distintos, o mejor dicho, que torna diferentes los viajes. Será que uno tiene la posibilidad de caminar por los pasillos, o contemplar amaneceres mientras desayuna, o atardeceres en compañía de un café; la cuestión es que hay “algo” indefinido que los transforma en el medio de transporte favorito de muchos turistas. Y si esos viajes son en el territorio de nuestra Patagonia, entonces la experiencia se potencia en gran medida, ya que se tiene la oportunidad de apreciar bellísimos paisajes, misteriosas zonas desérticas y atravesar gran parte de la historia argentina. Un claro ejemplo es la famosa Trochita -que declarada Monumento Histórico Nacional en 1998, e internacionalmente famosa gracias al libro “El Viejo Expreso Patagónico” (“The Old Patagonian Express”) de Paul Theroux, publicado en 1978- une con su locomotora a vapor los 402 km. que hay entre las localidades de Esquel e Ingeniero Jacobacci, aunque desde 2006 sólo hace el recorrido hasta El Maitén. Planeado como parte de una red ferroviaria más amplia que uniría gran parte del sur argentino, este pintoresco tren pertenece administrativamente a la traza del Ferrocarril General Roca de la Red Ferroviaria Argentina y -a pesar de que no funcionó entre 1991 y 28 v Con el distintivo sabor de lo antiguo y la atmósfera tan particular que los caracteriza, los trenes que surcan parte del sur argentino son una inmejorable alternativa para conocer la fisonomía única de la Patagonia. Por Leonardo Larini 1994- en los últimos 15 años se ha transformado en un gran atractivo turístico que, en ciertos momentos del año, es visitado más por viajeros internacionales que locales. Con sus asientos de madera y su salamandra a leña, el legendario convoy efectúa ocho paradas en las estaciones Nahuel Pan, La Cancha, Mayoco, Lepá, Leleque, Ingeniero B. J. Thomae y El Maitén. El trayecto completo toma casi siete horas, aunque existe la opción de un servicio que llega sólo a la primera estación y regresa a la terminal. Durante el circuito es posible apreciar magníficas panorámicas de los valles y la estepa patagónica, a la vez de tomar contacto con los aspectos salientes de la cultura sureña, ya sean las artesanías -en madera, lana, cuero, cerámica, piedra y metal-, la música, el canto de los habitantes de cada pueblo o las exquisitas tortas fritas elaboradas por las especialistas de la zona. Como actividad adicional en Nahuel Pan es factible optar por cabalgatas pa- ra conocer los alrededores o visitar el Museo de Culturas Originarias Patagónicas, en cuyos espacios se rescata el pasado y el presente de las comunidades mapuche y tehuelche. Un atractivo recorrido es que cubre la distancia entre El Maitén y el desvío Bruno Thomae, que dura dos horas y media. El tren se detiene en el puente sobre el río Chubut, donde los pasajeros pueden descender para tomar fotografías. De regreso a El Maitén, es aconsejable apreciar sus casas construidas con durmientes, visitar el museo ferroviario -que atesora restos de maquinarias, atuendos y objetos de gran valor histórico y cultural- y conocer los talleres donde se fabrican artesanalmente las piezas de La Trochita. En cuanto a la estación Esquel, ha sido renovada para brindar mayor comodidad y mejores servicios, con flamantes instalaciones que contemplan una playa de estacionamiento, una amplia sala para los pasajeros, las áreas de la estación original transfor- madas en museo, sendas peatonales y sectores temáticos. De los Andes al AtlAntico. Los picos nevados se recortan en el cielo como flechas de algodón. Unas cuantas horas después, los ojos se abren a la gris infinitud del mar entre una enorme sombra de gaviotas. Son 826 largos kilómetros, pero vale la pena recorrerlos para apreciar ambos paisajes, deslumbrantes por igual, mientras en el trayecto la vista descansa en los horizontes sin fin de la estepa desértica. El Tren Patagónico -considerado el medio de transporte con más bajo índice de impacto ambiental- cruza la provincia de Río Negro uniendo a San Carlos de Bariloche con Viedma, ofreciendo un servicio que incluye vagones pullman o camarote, atención de azafata, coche comedor, calefacción, aire acondicionado y hasta un coche cine. Además, para aquellos que llegan a una de las dos ciudades en auto, el tren cuenta con la prestación de transporte de vehículos. Actualmente hay a disposición dos fre- Datos utiles cuencias semanales, pero además existe una opción de chárter para viajes de todo tipo de contingentes, que puede partir desde Constitución, en Buenos Aires, o desde cualquier punto intermedio con San Carlos de Bariloche. Se trata de una alternativa diferente para apreciar esta zona tan particular de nuestro territorio, viajando relajadamente en un convoy que atraviesa las entrañas de la Patagonia y cuyas comodidades permiten disfrutar de vistas como desfiladeros de piedra, rincones inhóspitos y, gran momento, el lago Nahuel Huapi a la llegada a Bariloche. A todo vapor. Desde la estación de San Carlos de Bariloche, el Tren Histórico a Vapor invita a un viaje a través del tiempo a bordo de un convoy de 1912, puesto nuevamente en funcionamiento manteniendo todas sus características originales. Con una formación compuesta por cinco coches y una locomotora a vapor, este medio de transporte es una verdadera reliquia histórica con capacidad para 250 pasajeros. La propuesta para los turistas es una excursión de día entero, que comienza a la mañana temprano en la estación de Bariloche y, tras recorrer 40 km. en 30 minutos, concluye en la estación Perito Moreno-Los Juncos. Durante esa mágica media hora, el pasajero puede contemplar -apenas iniciado el recorrido- todas las bellezas naturales que rodean al lago Nahuel Huapi. Posteriormente se atraviesa el río Ñirihuau, donde los viajeros descienden unos instantes para tomar fotografías del río encajado en la roca y sobre él la imponente construcción del puente. Más tarde se arriba a la estación Ñirihuau, sitio en el que se realiza una breve caminata que finaliza con el inconmensurable asombro que provocan los cerros Catedral, Tronador y Capilla. Después de apreciar los campos de la estancia El Cóndor se llega a la estación Perito Moreno. Allí el contingente baja nuevamente para efectuar un paseo por el predio, donde podrá observar las viejas instalaciones de la estación totalmente recicladas, en las que funcionan la confitería y el restaurante. Acto seguido, otro gran momento: el almuerzo, que como no podía ser de otra manera, consta de cordero patagónico. Durante la pausa gastronómica los pasajeros son agasajados con un show de tango y folclore. Por la tarde, antes de emprender el regreso a las 19, se realizan dos caminatas guiadas. La primera es a la laguna Los Juncos, declarada Reserva de Vida Silvestre. Aquí, el guía brinda información sobre la flora -bosques de cipreses- y la fauna -cóndores y águilas mora que se refugian en las chimeneas volcánicas-, a la vez que se realiza el avistaje de aves -patos maiceros, gallaretas, cisnes El viajero que decida realizar alguno de estos atrayentes recorridos deberá tener en cuenta ciertos detalles, como por ejemplo que los horarios y frecuencias de La Trochita se encuentran supeditados a diversos factores, razón por la cual conviene informarse previamente llamando al teléfono (02945) 45-1403. En cuanto al Tren Patagónico, existen dos servicios semanales: uno que sale de Viedma los viernes a las 18 y llega al borde del lago Nahuel Huapi los sábados a las 13; y otro en sentido inverso, que se inicia en Bariloche de cuello negro y flamencos-. La caminata restante, de una hora, es un ascenso al cerro Elefante. Para ello no hace falta entrenamiento ya que es apta para todas las edades. Desde la cima es posible contemplar, a un lado, la laguna, y al otro, un valle y un río enclavado en lo profundo del paisaje. La Ultima lejanIa. La estación del Fin del Mundo, hasta donde llega el Ferrocarril Austral Fueguino (FCAF), se encuentra a 8 km. de Ushuaia. Conocido como “Tren del Fin del Mundo”, representa una gran atracción turística tanto por su estilo señorial como por su relación con la historia argentina, ya que en sus vagones eran transportados los presos del antiguo establecimiento penitenciario de Ushuaia a los campamentos donde cumplían penas de trabajos forzados. El convoy, de trocha angosta, es propulsado por locomotoras a vapor y cuenta con coches elegantemente decorados. A lo largo del circuito -de poco más de dos horas- el turista tiene a la vista pai- los domingos a las 17. Las consultas pueden efectuarse dirigiéndose al email estepa@hotmail.com o llamando al 4328-1394 Según la información recogida, el Tren Histórico a Vapor no realizará salidas para lo que resta de 2009, aunque conviene informarse detalladamente cuándo se reanudarán llamando a la Casa de la Provincia de Río Negro en Buenos Aires: 4371-7078. Para conocer los horarios y tarifas del Tren del Fin del Mundo llamar a la Casa de la Provincia de Tierra del Fuego: 4322-7524. sajes con ríos, lagos, montañas nevadas, valles, cascadas y centenarios bosques vírgenes en la cordillera de los Andes. La partida se realiza en la Plaza Cívica de la ciudad, donde se encuentra el Muelle Turístico, sitio desde el que se parte en ómnibus hacia la estación por la Ruta Nacional Nº 3. Una vez iniciado el recorrido por el cañadón del Toro se realiza una parada en la cascada de La Macarena con el fin de conocer la reconstrucción de un asentamiento yámana, o ascender a la cadena Le Martial para observar la naciente de la cascada. Serpenteando el río Pipo, y después de bordear el turbal, el tren arriba a la estación del Parque, donde se disfruta de un coche bar y se puede optar por visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego. Cabe aclarar que en todo momento el pasajero dispone de la compañía de un guía bilingüe (inglés-español). Con estas cuatro alternativas, el turista no puede dejar de decidir adentrarse en la tierra patagónica para conocer gran parte de la esencia del sur argentino. l 29 Foto: Virginia Zapana. P uede que suene vanidoso, lo cierto es que la Patagonia andina es uno de esos lugares que -además de paisajes- encierra un atractivo muy apreciado, la pesca deportiva. Y no se trata de una frase hecha con fines especulativos, es la opinión de miles de visitantes de todas partes que año tras año llegan a la región para disfrutar de todo lo que brinda la Creación en estado puro. Durante el verano ríos y lagos cuentan con una oferta ictícola motivo de notas gráficas y televisivas o de paquetes turísticos. Fanáticos de todas latitudes son tentados por este paraíso de salmónidos, de piezas altamente apreciadas, repartido entre Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Parques Nacionales del Sur. UN ARCO IRIS DE POSIBILIDADES. Considerada uno de los mejores destinos para la práctica de pesca con mosca, la Patagonia es polo indiscutido por el gran caudal de agua, la soledad, la agradable temperatura y una geografía majestuosa invitando a sumergirse en esta gimnástica disciplina que atrapa a grandes y chicos por igual. 30 Y así, las región ofrece excelentes ejemplares de salmones encerrado y migrador; truchas marrón, de arroyo, de lago, arco iris; carpas; percas; pejerreyes patagónico y bonaerense; junto a las especies autóctonas (bagres, puyenes o peladillas); dando origen a diferentes modalidades de pesca: spinning (con cucharita, desde la costa), bait casting y tarrito; mosca o fly cast; y arrastre o trolling. DIALOGO ABIERTO EN LA AAPM. Pueden parecer excéntricos, huraños, solitarios y hasta monótonos, lo cierto es que la pesca deportiva encierra un halo de discreción que hace de ellos una casta diferente. Amantes de la naturaleza, defensores de la ecología, estos caballeros anualmente saben regalarse un tiempo al aire libre para “despuntar el vicio” en los incontables parajes patagónicos. “Como cada provincia tiene ambientes y características determinadas es necesario que tomemos los recaudos adecuados, otorgando un cuidado especial a cada paso para mantener el equilibrio”, señala Fernando Cebada, presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca (AAPM). De tradición familiar y apasionado a ultranza, Cebada explica que toda la franja -desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego- es un importante recurso económico para los habitantes del lugar “porque en torno de esta actividad (y al esquí) nacieron proyectos turísticos que se sustentan gracias al recambio y la rotación de viajeros”. De noviembre a abril o mayo, en la región se entremezclan lenguas, razas y colores, pero todos con un mismo afán: competir con la naturaleza y con la presa. “La demarcación de la actividad responde a la necesidad de permitir a los peces desarrollar sin alteraciones su ciclo reproductivo, lo cual indica que esto incluye un reglamento y el compromiso de parte nuestra”, señala el presidente. CODIGOS COMPARTIDOS. Aunque la pasión se asemeje a otros deportes, la divisoria está dada en que el aficionado -por esencia- es tranquilo, reposado y encuentra en su “vicio” desconexión, paz, tranquilidad, alegría y camaradería. “Pareciera muy relajado pero hay que caminar mucho, moverse en embarcaciones, subir... bajar, es un deporte muy activo. Salimos bien temprano y regresamos muy tarde. Es entrete- nido, uno está concentrado en cada movimiento, en el momento que está viviendo porque sabe que es una experiencia que no se va a repetir, mezcla de relax y tensión hasta el momento que se produce el pique”. Para pescar hace falta un permiso ($ 50 la temporada) que se tramita en parques nacionales, organismos provinciales o entidades privadas autorizadas, y los valores difieren para no residentes y menores. Por año se expiden alrededor de 200 mil autorizaciones y su duración es anual. Por su parte, el reglamento -segmentado- es muy accesible y casi compatible entre todas las provincias, con alguna excepción de ambientes determinados. “Uno llega al lugar por conocimiento, porque te pasan el dato, porque ya fuiste, porque nunca fuiste y querés conocer. Y podés pescar en un río o en un lago, embarcado o a pie, con guía o usar un belly boat”, manifestó Cebada. El área es elegida algunas veces por distancia, por accesibilidad o por economía, porque algunos son cotos privados y muy costosos. Siempre se hace un mapeo y una vez instalado, entre cada pescador se establece una distancia no menor de 100 m. “Si bien vamos en grupo, hay un mo- Foto: Virginia Zapana. v Entre el cielo y el infierno existe el paraíso de los salmónidos, en el sur cordillerano, donde cantidad de lagos y ríos conforman un hábitat preciado por pescadores de todo el mundo. Por Daniel Egea mento en que uno está solo frente al adversario, y lo principal de la actividad -más allá de la captura- es la devolución. La presa es un trofeo deportivo y debe reintegrarse al medio lo más sana posible, sin lastimarla. Aunque en algunos sitios está permitida la captura -reglamentada- como comestible”. LO IMPORTANTE Y LO NOTORIO. Según destacan los conocedores, iniciarse en esta temática es un viaje sin retorno, por eso a la hora de comenzar a dar los primeros pasos, es necesario contar con: - Wader, traje impermeable que cubre desde los pies hasta la mitad del torso inclusive, los hay que llegan hasta la cintura. - Zapatos de vadeo, calzado especial de caña alta para evitar torceduras y suela que favorece el agarre. - Chaleco de pesca, con numerosos bolsillos para poder guardar los accesorios necesarios. - Caña, la cual debe ser flexible, resistente y con un peso cómodo. - Reel, que porta la línea. - Backing, reserva que precede a la línea dentro del reel. - Líneas, las hay de diversas formas y -dependiendo de su función- miden hasta 33 m. - Líder, tramo de nylon que une la línea con la mosca. Para disminuir la agresión, la AAPM sugiere: evitar llevar a los peces al nivel de agotamiento; utilizar nylon resistente y anzuelos sin rebaba; evitar sacar la presa del agua; tocarla lo menos posible y nunca las branquias; y sujetarla frente a la corriente hasta que escape por sus medios. NEUQUEN, PARAISO DE PESCADORES. El extendido ramillete hidrográfico y la calidad de las presas ubican a la provincia como uno de los sitios destacados para la pesca con mosca. En general, las especies que seducen a los aficionados están enmarcadas a partir de dos cuencas hídricas, la de los ríos Limay y Neuquén. La primera atraviesa zonas turísticas bien reconocidas y presenta un importante abanico de lugares: los ríos Chimehuín, Correntoso, Malleo, Limay, Collón Cura, Aluminé, Caleufú, Quilquihué; los lagos Huechulafquen, Tromen, Lolog, Paimún, Traful, Falkner, Filo Hua Hum, Curruhue y Villarino; y los embalses Alicurá, Piedra del Águila y Ramos Mexía, entre otros. ENCUENTRO CERCANO EN LOS PARQUES NACIONALES A lo ya mencionado se suma la posibilidad que presentan los Parques Nacionales: - Laguna Blanca (1940), incluida en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, este hábitat neuquino se encuentra en la eco-región de la estepa patagónica, en el marco de un paisaje volcánico, y es alimentado por dos arroyos: Llano Blanco y Pichi-Ñireco. - Lanín (1937) -único que cuenta con aguas termales-, en su sector norte incluye las cuencas de los lagos Tromen, Huechulafquen y Curruhué; en la parte central sur, la de los lagos Lácar y Lolog; y el sector sur comprende parte de las cuencas de los lagos Meliquina, Hermoso y Filo Hua-Hum. - Nahuel Huapi, donado por el perito Francisco Moreno y el más visitado, involucra a las provincias de Río Negro y Neuquén. Tiene un alto valor ecológico y paisajístico y presenta dos grandes cuencas pesqueras. - Puelo, originalmente un anexo del Parque Nacional Los Alerces, en 1971 este predio chubutense pasó a ser una entidad independiente. Resultado de una intensa acción glaciaria, la pesca está concentrada en los ríos Azul y Puelo y en el lago homónimo. - Los Alerces (1937), en Chubut y de singular belleza lacustre, contiene varios lagos interconectados, rodeados de cordones montañosos, con glaciares y nieves eternas. - Los Glaciares (1937), declarado en 1981 Sitio de Patrimonio Mundial por la Unesco debido a su espectacular belleza, interés glaciológico y geomorfológico. En esta extensión chubutense se destacan -además- los grandes campos de hielo. - Tierra del Fuego (1960), ubicado más al sur, escenario de singulares aspectos culturales e históricos, el parque presenta seis cuencas, cinco corresponden a la vertiente oriental de los Andes, y una a la occidental que incluye lagunas cerradas, muchas aún sin nombre. 31 Otro ambiente diferente es el conocido como Patagonia termal y Patagonia de los valles y volcanes, asociados a la cuenca del Neuquén y los ríos Agrio, Trocomán, Nahueve; y las lagunas Varvarco Campo y Tapia, Huaraco y Epulauquén y Hualcupén, entre otros. Esta zona encierra lugares de gran atractivo como El Cholar, Andacollo, Manzano Amargo, Caviahue y Loncopué. Cabe destacar que en Aluminé, la Secretaría de Turismo, Producción y Ambiente hará el lanzamiento de la temporada 2009/10 brindando capacitación y actualización para guías. Para tener en cuenta: este año se realizará la segunda edición de la Fly Expo (02972-491548/info@flyexpo. com.ar), en Junín de los Andes, el 30 y 31 de octubre, bajo el lema “Igualmente, la tradición continúa...”. RIO NEGRO, PUENTE A LA NATURALEZA. Bariloche, El Bolsón y alrededores ofrecen una oportunidad superlativa para quienes disfrutan de esta práctica. En Río Negro la pesca se puede encontrar en el río Limay; en los islotes del Valle Medio y el río Negro, y cer- ASOCIACION ARGENTINA DE PESCA CON MOSCA Ubicada en Lerma 452, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y cumpliendo 35 años, la Asociación Argentina de Pesca con Mosca (AAPM) viene desarrollando el Reglamento de Pesca continental patagónica junto con las provincias. Con una cuota mensual de $ 20, la institución cuenta con videoteca y biblioteca; brinda cursos, charlas y exposiciones sobre el tema; publica un boletín; realiza torneos de lanza- 32 miento de distancia y de precisión en el Circuito KDT; los fines de semana, en la Costanera, lleva a cabo las prácticas; y otorga certificación de instructor. “Para iniciarse, el interesado deberá tomar un curso integral, y paralelo a eso vamos al césped a practicar lanzamiento, que consiste en depositar la mosca sobre la superficie del agua o por debajo”, destacó Cebada. Informes: 4773-0821. ca de Choele Choel; y entre los lagos, en el Fonck, Hess, Guillelmo, Gutiérrez, Mascardi, Moreno, Nahuel Huapi, Roca, Steffens y Martín. CHUBUT, SHOW DE ESPEJOS LACUSTRES. Con más de 800 km. de cordillera y un importante desarrollo en el área de servicios para el pescador, Chubut ofrece diversas alternativas para pescar con mosca y lugares con características muy definidas para la práctica de esta actividad: la estepa y el bosque andino patagónico; y la baja densidad poblacional que garantiza ambientes no modificados por el hombre. La provincia cuenta, además, con puntos estratégicos para practicar este apasionante deporte. Las cuencas de los ríos Puelo, Futaleufú, Chubut, Corcovado, Pico y Senguerr; la región de Esquel y el Parque Nacional Los Alerces y Cholila. Entre los lagos podemos mencionar: Epuyén, General Paz, Menéndez, Futalaufquen, Fontana y La Plata. SANTA CRUZ, UN LUGAR SOÑADO. La provincia posee la mayor superficie de lagos ofreciendo desafíos únicos que el pescador sabe apreciar. Una tierra indómita y de belleza silenciosa tien- ta al aficionado a ir en busca de magníficas presas en los ríos Gallegos, Santa Cruz y arroyos menores, y en numerosos lagos como el Argentino, Viedma, Buenos Aires y San Martín. Por su parte, la localidad de Los Antiguos brinda la posibilidad de realizar pesca deportiva todo el año en dos ambientes bien demarcados: el lago Buenos Aires y el río cordillerano Jeinimeni. Asimismo, cabe destacar que la Secretaría de Turismo de la localidad en su centro de informes brinda asesoramiento gratuito y adjudica permisos. TIERRA DEL FUEGO, EDEN DEL FIN DEL MUNDO. Año tras año, los pescadores llegan a la provincia para vivir momentos inolvidables en el fin del mundo. El principal paraíso se encuentra en las proximidades de Río Grande. Ubicados en la zona norte de la isla, el río Grande y el Menéndez son lugares reconocidos internacionalmente, a los que se suman Lapataia, Pipo, Olivia, Claro, Fuego, Ewan, San Pablo, Irigoyen, Milna, Candelaria, Mac Lennan, De la Turba, Tuerto, Bella Vista, Chico y Turbio. A esta tentadora propuesta se anexan los lagos Fagnano, Mellizas y Yehuin, y las lagunas Palacios y Hantuk, entre otras. l v La inmensidad de su horizonte, su paisaje árido y con fuertes vientos huracanados, hizo que los primeros hombres blancos la consideraran misteriosa, poblada por extraños de patas gigantes. Sin embargo, para los más aventureros esto mismo era una irresistible invitación a explorarla. El francés Orélie Antoine de Tounens fue uno de ellos. Por Rocío Guadalupe Reverter L a Patagonia siempre fue señuelo de aventuras. A mediados del siglo pasado, existió un personaje con el delirio de ser rey y de ofrecerle a su país una colonia que bautizaría: “Nueva Francia”. Otra versión considera a este mismo hombre como un aventurero que llegó del Viejo Continente para explorar las comunidades de la Araucanía y la Patagonia, a las que les prometió “justicia y paz” bajo una monarquía constitucional. Su nombre era Orélie. Nació en una pequeña aldea de Francia en 1825. Su pueblo era parte de la comuna de Chourgnac, distrito de Périgueux, departamento de la Dordogne. Hijo de una familia campesina, al igual que el famoso Quijote de Cervantes, creció en un hogar pobre y gris donde sólo a través de la fantasía podía escapar del tedio y la monotonía. Desde joven fue un ávido lector de libros de aventura y conquistas, quizás por esto consideró lamentable la retirada de su país del Río de la Plata luego de bloquear durante 12 años el comercio de la ciudad de Buenos Aires y los puertos fluviales de la Confederación Argentina. En 1858, a los 33 años, se lanzó a la conquista. El 22 de agosto llegó a Coquimbo, Chile. Allí campeó alrededor de dos años con Artaban, su caballo, y un criado contratado. La mayor parte de su tiempo se dedicó a escribir crónicas de su viaje y a enviar correspondencia a las autoridades de Chile y Argentina, los dos grandes molinos en la travesía del Quijote patagónico. Por aquellas épocas las autoridades de Santiago y Buenos Aires no tenían el dominio efectivo de toda la Araucanía y la Patagonia, pero si poseían una firme presencia en las costas con diversos puertos y fuertes, algunos desde la época colonial. En el caso del sur argentino se registran desde el siglo XVIII: el puerto de San Julián en Santa Cruz, hoy declarada Ciudad Histórica evocando la celebración de la primera misa rezada en nuestro país tras el desembarco de Magallanes en 1520; el fuerte San José, en Chubut, hoy museo regional ubicado dentro de la Reserva Faunística Integral Península Valdés; y el fuerte Nuestra Señora del Carmen Patagones-Viedma, Río Negro, declarado Monumento Histórico Nacional (ver recuadro). Sin embargo muchas de las tierras australes estaban aún bajo control indígena, resistiendo con dificultad a la presión de los ejércitos argentino y chileno. Para penetrar al Arauco, Orélie se une astutamente a un grupo de mercachifles que comerciaban en tierras de indios distintas mercaderías y bebidas alcohólicas a cambio de cueros y pieles. Allí sostiene los primeros contactos con los pueblos originarios. En algunas de sus crónicas y cartas a los gobiernos, sin dar demasiada explicación, el errante viajero menciona a dos supuestos acompañantes, Lachaise y Desfontaini de quienes nadie tuvo registros. Ellos serían los “ministros” de su proyecto de reino, pero algunos investigadores argumentan que por la similitud de los nombres se trataba de sus ausentes y pobres amigos: Lamothe y Desmartin, que no se movieron de Périgueux a pesar de las reiteradas invitaciones de Orélie para que se lanzaran a América del Sur, bajo la promesa de grandes riquezas e importantes cargos en su reinado. El Nuevo Rey. En las memorias del Quijote de la Patagonia se relata una posible entrevista con el cacique Mañil, luego de ofrecerle un gran ejército para pelear contra Chile. Pero al llegar se enteró de que el cacique había muerto y que uno de sus hijos, Quilapán, era su heredero. Según Orélie se producen encuentros con ésta y otras comunidades de la Araucanía, hasta que en 1860, tras un emotivo discurso frente a 30 mil nativos, se autoproclama rey. En dicho discurso prometía unir todas las fuerzas disgregadas de la Araucanía, ahora bajo su poder, para luchar contra el gobierno de Chile. En sus memorias, el francés soslayaba ser bien recibido por las comunidades ya que su presencia coincidía con una profecía propia de los araucanos: el fin de las guerras y de la esclavitud sucedería simultáneamente con la llegada de un hombre blanco a la comarca. Supuestos emisarios del “rey” salieron al galope hacia la Patagonia argentina para relatar a los pueblos puelches y tehuelches lo que había sucedido. Según la versión del falso monarca, tres días después también se declaró rey de la Patagonia. Lo que jamás pudo explicar Orélie es la velocidad con que llegaron los consentimientos de los caciques patagónicos desde Neuquén a Tierra del Fuego para que el nuevo monarca decidiera solemnemente integrarlos a su reino. 33 Un territorio enorme y montañoso, atravesado de ríos que bajan torrentosos por profundas hendiduras desde las altas cumbres hasta el Pacifico es conquistado en sólo cuatro días por un hombre blanco. No obstante, hay un hecho histórico que parece no resistir los relatos del soberano: la vieja enemistad entre tehuelches y mapuches. Los primeros pelearon contra los araucanos antes de la llegada de los españoles. De hecho, cuando los mapuches ingresaron a Neuquén, los tehuelches instalados allí se retiraron hacia Santa Cruz y Chubut, donde los de su comunidad eran mayoría absoluta. Luego de esta hazaña, el rey envió en reiteradas oportunidades notas a las autoridades de Chile y Argentina para que reconocieran la existencia de su monarquía, pero ambos países no sólo lo ignoraron sino que tampoco lo consideraban interlocutor valido ante ningún cacique. La mayoría de los testimonios existentes de intendentes de fronteras o el cónsul de Francia lo describen como una persona que no estaba en sus cabales. La prensa francesa, cuando recibe noticias de este nuevo monarca patagónico por correspondencia que el mismo Orélie les envía, sólo emite burlas y lo trata como un delirante. El rey es detenido por orden militar impartida por el coronel Cornelio Saavedra Rodríguez, luego de aproximadamente dos semanas de reinar la Araucanía y la Patagonia. Después de nueve meses de detención es 34 repatriado por Francia. No huye el que se retira. Pero sus intentos no se agotan aquí, en Tounens vive su estadía en Francia como un verdadero “rey en el exilio”. Intentó en otras tres oportunidades regresar a su reinado desde Argentina y ya no desde Chile. El primero de estos intentos fue en 1869. La antigua ciudad de Carmen de Patagones será un paraje antes de seguir el curso del rio Negro y llegar a la localidad de Choele Choel. Allí, según el coronel Saavedra, “estuvo a punto de morir a mano de cierta indiada que se hallaba reunida en dicha isla”. Luego, según los relatos del propio Orélie, continuó a caballo el camino hacia Chile bordeando los ríos Negro y Limay. Nuevamente su relato se torna fantástico al contar que cruzó sin mayores complicaciones estos ríos que, durante todo el año, sostienen un gran y torrentoso caudal, hasta llegar a Chile. Pero durante los años de “exilio” del pseudo rey las posiciones del Arauco sufrido notables modificaciones. Se alzaban distintos fortines que mostraban los avances del ejército chileno, mientras que los pueblos originarios habían perdido poderío con respecto a su primer viaje. Existen varias posturas sobre la veracidad de la llegada de Orélie a la cordillera en su segundo viaje. Si bien parece cierto su arribo, sólo debió haber estado allí unos meses ya que se encontraron documentos de un tercer viaje a Buenos Aires en 1871, dos años después de su primera visita “pos exilio”. En su tercer viaje, estuvo en la ciudad de Buenos Aires para legitimar su reino ante las autoridades. Entre otras estrategias, se lanzó a los periódicos La Nación, La Prensa y La Tribuna -medios de mayor prestigio y tirada de la ciudad- para relatar su historia. Estos diarios no le dieron mucha importancia a sus afirmaciones, aunque sí publicaron su historia con cierta ironía. Al poco tiempo, el rey ignorado y burlado regresa a Francia. Jamás volvería a pisar tierra patagónica aunque cruzó otras dos veces más el Atlántico. Del cuarto y último viaje en la Argentina regresó muy enfermo para finalmente morir en Tourtoirac en 1878, en plena miseria y sin ningún pariente presente. El monarca que no reino. Decir que los indígenas lo consideran o consideraron rey es equivocado. Sólo escribió infinidad de documentos que repartió en redacciones de diarios franceses para que hablaran de él y lograr el apoyo de su país. Distribuyó una importante cantidad de escritos sobre sus aventuras, las riquezas del reino y la posibilidad de recibir allí a los desheredados de Europa, pero lo cierto es que no convenció a nadie. Inventó una corte con leyes y actas en francés para su reino que nunca fueron traducidas. Creó monedas que nunca circularon en sus supuestos dominios. Creó una bandera. A los caciques los nombró coroneles o ministros. Se compuso un himno en su honor. Inventó sellos postales y títulos de nobleza bajo la denominación del Reino de la Araucanía y la Patagonia. Pero la mejor hazaña del fantástico rey Orélie ha sido entrar en la historia patagónica, aunque sea como una curiosa anécdota. l TESTIGOS DEL REY - Fuerte Nuestra Señora del Carmen: su construcción se inició en 1780 bajó la dirección del ingeniero gallego José Peréz Brito quien fue además responsable de importantes fortificaciones en la Banda Oriental del Uruguay. Esta torre fue atalaya de la fortaleza y a la par campanario de la capilla erigida dentro de las murallas de la fortificación. Desde su construcción sus formas simbolizaron el papel de los patagones en el afianzamiento de la soberanía hispana primero y criolla después en la Patagonia, siendo testigo de significativos acontecimientos que jalonaron el pasado maragato. En 1942 se lo restaura y se convierte en el primer fuerte declarado Monumento Histórico Nacional. - Puerto San Julián: es una localidad de 7.000 habitantes situada en el litoral atlántico de la provincia de Santa Cruz. La ciudad se ubica a sólo tres kilómetros de la Ruta Nacional N° 3, a 350 km. al sur de Caleta Olivia y 360 km. al norte de Río Gallegos. Su arquitectura ecléctica refleja las diversas corrientes inmigratorias que conformaron la población. Coexisten edificios que abarcan el segmento temporal que va desde el año 1900 al presente. La ciudad fue declarada lugar histórico en 1943, evocando la celebración de la primera misa rezada en territorio argentino en oportunidad del desembarco de Magallanes y su tripulación en el año 1520. - Fuerte San José: en Península Valdés, a 30 minutos de Puerto Madryn, se encuentran los restos del fuerte San José, hoy convertido en museo regional. Esta península fue testigo en 1779 de una expedición al mando de Juan de la Piedra que dio por primera vez con lo que luego se denominó el golfo de San José. Se dispuso poblar estas tierras con labradores, artesanos y hasta 200 familias, además de establecer guarniciones con objeto de asegurar el dominio de la corona española sobre la Patagonia, amenazada por incursiones inglesas. 35 36