200-D-11 CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Salvador, a las once horas cincuenta minutos de ocho de diciembre de dos mil once. Por recibido el oficio N° 169 procedente del Juzgado de Primera Instancia de Tonacatepeque junto con las diligencias de cancelación de asientos de presentación en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro, promovidas por don JOSÉ BENJAMÍN ESPINOZA CALDERÓN por medio de su apoderado licenciado Raúl Edgardo García Zúniga y como solicitado el ESTADO DE EL SALVADOR a través del señor Fiscal General de la República Romeo Benjamín Barahona Meléndez, constando de 88 fs. útiles, por haberse declarado incompetente en razón de grado; y, declárase competente esta Cámara para conocer de las presente diligencias. Arts. 131 Ord. 31, 172 y 184 Cn., y 39 CPCM. Sobre la solicitud interpuesta por el señor JOSÉ BENJAMÍN ESPINOZA CALDERÓN, por medio de su apoderado licenciado Raúl Edgardo García Zúniga, se hacen las siguientes consideraciones: I. DEL EXAMEN DE PROCEDENCIA Y DE LA IMPROPONIBILIDAD DE LA PRETENSIÓN. Siendo que al Juzgador compete como facultad jurisdiccional, determinar la aceptación o rechazo de una solicitud, es consecuente referirnos a dicha facultad en general y sobre la improponibilidad en particular; y es que, en efecto, el juzgador tiene la obligación de hacer un juicio o examen de procedencia de la solicitud, ya que es una facultad suya la de controlar y dirigir el proceso (Art. 14 CPCM), a fin de pronunciarse por defecto en omisiones tanto de la solicitud como de su pretensión; de donde el juzgador tiene, pues, la facultad jurisdiccional de RECHAZAR O DESESTIMAR una solicitud, entendida ésta no sólo como el acto formal de iniciación del proceso, sino también como la pretensión misma que conlleva, tal rechazo puede serlo in limine litis, in persequendi litis o en sentencia, así: a) Por motivos de forma, declarándola inadmisible; y, b) Por motivos de fondo, declarándola improponible, según los casos. Este tribunal, por fines prácticos y en conformidad con nuestro Código Procesal Civil y Mercantil acepta las anteriores figuras (especies) del rechazo (género), en la forma así clasificada; en todo caso, estamos frente al ejercicio del rechazo como facultad jurisdiccional. En la solicitud de mérito, según se justificará adelante, resulta congruente y preciso estudiar la figura de la improponibilidad así: Nuestro legislador reconoció o estableció dicha figura en el Art. 422 CPCM, que literalmente DICE: “Si la demanda tuviera defectos subsanables, el juez advertirá a la parte sobre los mismos, otorgándole el plazo de cinco días para que los subsane, con apercibimiento de que, si no lo efectuase, la declarará inadmisible. Más, si los defectos de la demanda fueran insubsanables, el juez dictará auto declarándola improponible.” (subrayado no es propio del texto) La improponibilidad de la pretensión, se puede entender como un despacho saneador de la misma, constituyendo una manifestación contralora por parte del Órgano Jurisdiccional; en ese sentido puede darse o manifestarse esa facultad al rechazarse por tal motivo una solicitud (pretensión) in limine litis; pero también puede darse la improponibilidad in persequendi litis, pues si bien se exige un examen riguroso, prima facie de la solicitud, existe la posibilidad que los errores o vicios no pueden ser advertidos inicialmente, pasando desapercibidos por constituir errores o vicios encubiertos, pero si son (advertidos) in persequendi litis, bien por el juzgador o porque el solicitado se los hace notar. (Art. 127 CPCM) Esas circunstancias de orden procesal, pueden ser de dos tipos: a) Ausencia de un presupuesto de la litis: Sea de alguno de los de carácter subjetivo, como la falta de competencia objetiva y funcional del órgano judicial o el sometimiento a compromiso pendiente (lo que hace en este caso al asunto, no jurisdiccional). A esos ejemplos legales habrá que añadir la posible falta de jurisdicción de los tribunales salvadoreños por razones materiales o territoriales, o los defectos de personalidad de las partes. Falta de presupuestos objetivos: ilicitud o imposibilidad de la tutela jurisdiccional reclamada. Falta de competencia en razón del territorio. b) Aparición de un óbice procesal para la sentencia de fondo como la existencia de litispendencia o cosa juzgada, y otros semejantes. Por ello mismo a este grupo de los óbices se une por su naturaleza la caducidad de la acción por transcurso del plazo previsto para su ejercicio, y otros. De allí que se considere a la improponibilidad como la facultad que tiene el Juzgador de rechazar de plano las pretensiones que no pueden ser acogidas, ni siquiera tramitadas por el aparato jurisdiccional, en atención a la legalidad, al debido proceso y al derecho de defensa de las partes. Inclusive, si la pretensión escapa del ámbito jurisdiccional o se basa en un objeto que carece de controlador jurisdiccional, cabría el rechazo por improponibilidad, y es que tal rechazo se traduciría en que la solicitud no constituye el medio idóneo para que el proceso continúe su marcha en pos de la sentencia definitiva; en consecuencia, tenemos que la improponibilidad está reservada solo para casos de vicios que, por su naturaleza, no admiten corrección o subsanación, pues la pretensión no es judiciable, implicando un defecto absoluto en la facultad de juzgar de parte del tribunal. II. ANÁLISIS PROCESAL. Don JOSÉ BENJAMÍN ESPINOZA CALDERÓN al interponer su solicitud por medio del licenciado Raúl Edgardo García Zúniga señala que es heredero declarado del señor José Reyes Calderón quien fue dueño de un inmueble ubicado en Cantón Las Flores, contiguo al cementerio general de Tonacatepeque, inscrito en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Primera Sección del Centro bajo la matrícula 60233743-00000, en la que aparecen dos presentaciones a favor del Estado de El Salvador en los asientos números 200706021004 y 200706021007, las cuales se encuentran observadas desde hace treinta y un años, la primera, y cuarenta años, la segunda, sin que se hayan subsanado en el plazo respectivo, por lo que, solicita que según lo dispuesto en los Arts. 17 CPCM. y 22 de la “Ley de procedimientos uniformes para la presentación, trámite y registro o depósito de instrumentos en los Registros de la Propiedad Raíz e Hipotecas, Social de Inmuebles, de Comercio y de Propiedad Intelectual.”, se cancelen judicialmente los relacionados asientos de presentación, ya que le impiden la inscripción del traspaso del inmueble mencionado en su calidad de heredero declarado. El Art. 22 de la “Ley de procedimientos uniformes para la presentación, trámite y registro o depósito de instrumentos en los Registros de la Propiedad Raíz e Hipotecas, Social de Inmuebles, de Comercio y de Propiedad Intelectual”, EXPRESA: “Los actos, contratos, documentos e instrumentos públicos presentados a inscripción en los Registros, que a la fecha de vigencia de la presente ley se encuentren observados, podrán ser subsanados o retirados por las personas facultadas para ello en esta ley, dentro del plazo de ciento veinte días hábiles, contados a partir de la publicación respectiva. Si no lo hicieren se denegará su inscripción, sin perjuicio del derecho de las partes de interponer los recursos que la ley les concede. Si los recursos no son interpuestos en el término legal, el Centro Nacional de Registros, o cualquier persona legítimamente interesada en la cancelación del asiento de presentación del instrumento cuya inscripción haya sido denegada, podrá solicitar al Juez de lo Civil o de lo Mercantil competente que sumariamente, y previa audiencia de partes, ordene la cancelación del asiento correspondiente.” Conforme a la disposición transcrita, cualquier persona que ostente un interés legítimo puede ocurrir ante el Juez de lo Civil o Mercantil competente, a solicitar que se cancele el asiento de presentación de actos, contratos, documentos e instrumentos públicos cuya inscripción ha sido denegada por el Centro Nacional de Registros. En el sub judice don JOSÉ BENJAMÍN ESPINOZA CALDERÓN por medio del licenciado Raúl Edgardo García Zúniga en su solicitud expresa claramente: “Que el Registro de la propiedad Raíz e Hipotecas de este departamento, pudo de oficio haber realizado las gestiones que ordena La Ley, para que tales presentaciones no obstaculicen el ejercicio legitimo de otros derechos pero las mismas no se han realizado, es decir que no se han denegado de oficio.” (Subrayado no es propio del texto). Por consiguiente, es evidente que el caso planteado por el solicitante no se enmarca dentro del supuesto que regula el Art. 22 de la “Ley de procedimientos uniformes para la presentación, trámite y registro o depósito de instrumentos en los Registros de la Propiedad Raíz e Hipotecas, Social de Inmuebles, de Comercio y de Propiedad Intelectual”, ya que la inscripción de los asientos de presentación aludidos no ha sido denegada definitivamente por el registro correspondiente, requisito indispensable para que este tribunal pueda legalmente proceder a cancelarlos. De lo anterior resulta, que la pretensión contenida en la solicitud de mérito es improponible por falta de presupuestos procesales, ya que al solicitante no le ha nacido el derecho para pretender la cancelación de los asientos de presentación en cuestión, y así deberá declararlo esta Cámara. En razón de las consideraciones expuestas, y Arts. 1 Inc. uno, 11 Inc. uno, 18 y 172 Cn.; 2-7, 9-17, 215, 216 y 422 CPCM, este tribunal RESUELVE: DECLÁRASE IMPROPONIBLE la pretensión contenida en la solicitud interpuesta por el señor JOSÉ BENJAMÍN ESPINOZA CALDERÓN por medio de su apoderado licenciado Raúl Edgardo García Zúniga y como solicitado el ESTADO DE EL SALVADOR a través del señor Fiscal General de la República Romeo Benjamín Barahona Meléndez, habida cuenta de lo considerado en la presente. Tome nota la Secretaría de este tribunal del medio electrónico señalado por el licenciado García Zúniga, para recibir notificaciones. NOTIFÍQUESE. PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.