Semana de la Familia 27 de septiembre – 3 de octubre de 2010 Sesión 1: Los pilares de la paz 1. ¿Qué es la paz? La paz se ha definido como la ausencia de conflicto pero es una definición muy pobre porque la paz implica algo más que esto. La paz tiene que ver con el amor y el perdón, con la justicia, la libertad y la verdad. Amor + Perdón + Justicia + Libertad + Verdad = Paz “Para romper la espiral de la violencia, Jesús recomienda poner la otra mejilla (Cf. Mt 5,39), perdonar siempre (Cf. Mt 18,22) y amar a los enemigos (Cf.Lc 6,35)”1. 2. Radiografía de nuestra actualidad En el ámbito económico observamos pobreza y desigualdad. El desempleo, la precariedad del trabajo y el subempleo están entre los factores que explican la violencia urbana. En la vida política existe inseguridad ciudadana, deficiencias en la procuración de justicia y en las leyes, ineficacia del sistema penitenciario, corrupción e impunidad. En la vida social observamos distintos tipos de adicciones, discriminación de personas, exclusión de grupos sociales y una educación deficiente que predispone a la violencia. 1 CEM. Que en Cristo Nuestra paz, México tenga vida digna, no. 133. En la cultura se detecta una crisis de valores éticos, predominio del hedonismo, individualismo y competencia, pérdida de respeto a la autoridad, se le resta valor a las instituciones, actitudes discriminatorias y machistas, todos estos son factores que contribuyen a tener actitudes y comportamientos violentos. Podríamos resumir lo que sucede en la actualidad en: a. Crisis de legalidad. Hoy se ve a la ley no como una norma para cumplirse sino para negociarse. Es necesario actuar conforme a lo correcto y respetar las leyes en todos los niveles. b. Crisis de moralidad. Lo malo se empieza a ver como bueno. c. Debilidad del tejido social. Hoy vivimos una desintegración social, un individualismo y una apatía que han relajado las normas sociales, de forma que cualquier persona puede hacer lo que le venga en gana, con la certeza de que nadie dirá nada. d. Crisis de identidad. El hombre moderno tiende a perder el sentido de la vida y la dependencia de Dios. e. Crisis de fe. El hombre necesita acercarse más a Dios, fuente de paz verdadera. Todo esto es contrario a los pilares fundamentales que sostienen la paz: la justicia, la verdad, la libertad y principalmente el amor y el perdón. 3. Los pilares de la paz Pilar 1. Amor y Perdón. El amor impulsa a la persona a preocuparse por el bienestar del otro y a dar lo mejor de sí mismo. La única forma de romper el círculo de odio o violencia es a través del amor. “El único camino de la paz es el perdón. Aceptar y ofrecer el perdón hace posible una nueva cualidad de relaciones entre los hombres, interrumpe la espiral de odio y de venganza, y rompe las cadenas del mal que atenazan el corazón de los contrincantes”2. Pilar 2. La justicia. Es una virtud humana por medio de la cual el hombre da a cada quien lo que le es debido. La justicia busca el orden de las cosas y vigila el pleno respeto de los derechos y deberes, en especial el respeto a la dignidad de la persona y al bien común. Las víctimas de la violencia tienen derecho a la justicia. Pero la justicia sin la reconciliación es inhumana. 2 Juan Pablo II, Mensaje para la Cuaresma 2001. En: www.vatican.va/.../hf_jp-ii_mes_20010206_lent-2001_sp.html. Pilar 3. La verdad. Consiste en ser coherentes entre nuestros actos y palabras, evitar la duplicidad, la simulación y la hipocresía. Cuando los hombres no viven la verdad se genera desconfianza, conflicto, daño severo al entorno familiar y a la paz social. La paz tiene su fundamento en la apertura de las conciencias a la verdad. Una persona que actúa conforme a la verdad reconoce sus errores; lo bueno como bueno, y lo malo como malo. Habla sólo de lo que le consta y es un hombre de palabra que cumple con lo que dice. Pilar 4. La libertad. El hombre libre es el que se posee a sí mismo y no está esclavizado a sus pasiones. Toma decisiones buscando el bien y escuchando su conciencia, lo que le permite conquistar una paz interior que refleja a los demás. El coartar la libertad de las personas trunca sus derechos y promueve la violencia. Vivir la propia libertad con responsabilidad, asumiendo las consecuencias de los propios actos, y ofrecer a los demás las condiciones para que vivan su propia libertad con total responsabilidad, es fundamental para construir la paz. 4. La paz interior: primer paso para una sociedad en paz Existe una fuente de violencia a la que sí podemos hacer frente, la que se da en el interior de cada uno. Para lograr la paz interior se necesita: 1. Estar en paz con Dios. Sabernos y sentirnos hijos queridos del Padre, entregarnos filialmente a Él. Para tener una relación cercana con Dios son necesarios los sacramentos, la oración, y acercarse a la Iglesia. 2. Estar en paz con los hombres. Estar en paz con los demás implica aprender a ser generosos; a compartir lo nuestro; reconocer nuestras fallas y pedir perdón; ser honrados y ser justos al dar a cada quien lo que le corresponde. 3. Estar en paz con uno mismo. Por culpa del pecado estamos divididos por dentro. Para tener paz con uno mismo primero es necesario encontrarte a ti mismo en el silencio, porque en el silencio encuentras a Dios y esto te va a dar la paz interior. 4. Estar en paz con toda la creación. Esto implica amar la naturaleza porque es obra de Dios. La paz es posible, porque la solución está dentro de nosotros. La única forma de romper el círculo de odio o violencia es a través del amor. “El único camino de la paz es el perdón. Aceptar y ofrecer el perdón hace posible una nueva cualidad de relaciones entre los hombres, interrumpe la espiral de odio y de venganza, y rompe las cadenas del mal que atenazan el corazón de los contrincantes”3. 3 Juan Pablo II, Mensaje para la Cuaresma 2001. En: www.vatican.va/.../hf_jp-ii_mes_20010206_lent-2001_sp.html. ACTIVIDAD GRUPAL Sesión 1: Los pilares de la paz En grupos pequeños lean el siguiente caso y contesten las preguntas correspondientes. Justicia tras accidente automovilístico Juan y María organizaron un viaje familiar para poder convivir en familia. Juan había pasado por unos meses muy difíciles, de mucho trabajo y preocupaciones, porque la fábrica donde trabaja estuvo a punto de declararse en quiebra. Gracias a una inversión extranjera, se solucionó la crisis en la que se encontraban y el panorama se veía más esperanzador. Esto permitió que Juan pidiera unos días de vacaciones. Estos meses de tanto trabajo habían provocado un gran distanciamiento con los hijos adolescentes: Carlos de 22, Mariana de 19 y Alejandro de 17 años y por esta razón anhelaba las vacaciones. Juan compró un carro en un lote de autos usados para el viaje. Para darle un gusto a Carlos, le pidió que manejara el primer trayecto de la carretera a la playa. En el camino se escuchó un ruido a manera de explosión, se ponchó una de las llantas y el carro se volteó. Desgraciadamente todos resultaron heridos y el carro quedó tan golpeado que fue pérdida total. Con dificultad salieron del carro Carlos y Juan, que sólo resultaron golpeados, hicieron señales a varios autos pero se pasaron de largo. Mariana y María estaban prensadas en el carro y Alejandro estaba tan golpeado que no podía moverse. Finalmente, se paró un carro y el conductor pidió ayuda a una ambulancia. Esta persona trató de arrastrar a Alejandro forzándolo a salir. Desgraciadamente, como más tarde dijeron los médicos, esto lo dañó más que ayudarlo. Llegó la ambulancia y equipo de rescate, rompieron las láminas y liberaron a las mujeres. Resultaron con múltiples fracturas, pero después de una semana en el hospital fueron dadas de alta. Alejandro fue el que corrió con la peor suerte porque sus lesiones le paralizaron sus piernas. Al revisar el carro el seguro encontró que dos de las llantas habían estallado. Las llantas no eran las adecuadas al tipo de carro por lo que no querían cubrir los gastos. Juan desesperado acudió al lote de carros para investigar un poco más. La secretaria del negocio le confesó que el dueño había conseguido esas llantas con un proveedor que ofrecía llantas a muy bajo costo. Agregó que la fábrica de llantas había solicitado que las devolvieran porque habían salido defectuosas y podían ocasionar accidentes mortales. El dueño nunca hizo caso al llamado del proveedor y de la fábrica. Lleno de rabia, Juan gritó al dueño y a la secretaria que su indiferencia había provocado que su hijo quedara paralítico; su esposa y su hija estuvieran en rehabilitación por las fracturas y su hijo Carlos cayera en una depresión muy fuerte por sentirse culpable por el accidente. El dueño del negocio, indignado, dijo que el carro no se había vendido con esas llantas y que no era responsable de tanta desgracia. Aunque la secretaria lo había confesado, después lo negó. Juan se sentía frustrado, impotente y sumamente enojado porque el dueño era una persona con muchos contactos y podría fácilmente manipular la situación. Análisis Después de leer el caso contesten las siguientes preguntas: 1. ¿Qué harías si fueras Juan? 2. ¿Qué problemas descubres en el caso y cómo los resolverías? 3. ¿Por qué crees que en un primer momento la secretaria acepta la verdad y tiempo después no? Contesta de acuerdo a los valores y anti-valores presentes. 4. ¿Qué puede hacer Juan para tener paz interior? 5. ¿Qué enseñanza nos dejaría Jesús? Preguntas para reflexión personal 1. ¿Aporto paz y tranquilidad a los demás? ¿De qué forma? Si no, ¿qué acciones concretas puedo aplicar para aportar paz a mi esposo o esposa, mis hijos, mis padres o hermanos, mis compañeros de trabajo? 2. ¿Hay orden en mi interior o más bien resentimientos, e ira contra los demás? ¿Qué voy a hacer para sanarme interiormente? 3. ¿Qué tanto procuro amar a los demás aunque no me nazca hacerlo? 4. ¿Busco ser justo dando a cada quien lo que le corresponde o siguiendo el ejemplo de Cristo dando a cada quien lo que merece – nuestro amor? Si no, ¿qué voy a hacer para ser justo? 5. ¿Actúo y digo la verdad en todo momento? ¿Soy hombre o mujer de palabra? 6. ¿Cuáles son los defectos que me impiden construir una civilización de paz? Guía para discusión y conclusión grupal- sesión 1 Algunas pautas de análisis para el moderador: 1. Posibles reacciones y acciones de Juan: Enojo porque el lote de autos lo engañó al venderle un carro con unas llantas de mala calidad. El vendedor está faltando a la verdad y quiere engañar al seguro. Es una persona irresponsable, que no responde por sus actos y no asume las consecuencias de sus acciones. Con su comportamiento puede provocar violencia porque no es justo con sus semejantes y no practica el amor al darle más importancia a sus intereses. Juan puede tomar dos actitudes: una negativa al guardar rencor y querer vengarse; o una actitud positiva si decidiera perdonar. Perdonar no borra el problema, no quita la responsabilidad al vendedor por el daño hecho ni niega el derecho a Juan de hacer justicia. Sin embargo, el perdón haría feliz a Juan y lo llenaría de paz interior. "El perdón, ciertamente, no surge en el hombre de manera espontánea y natural. Perdonar sinceramente en ocasiones puede resultar heroico. Aquellos que se han quedado sin nada por haber sido despojados de sus propiedades, los prófugos y cuantos han soportado el ultraje de la violencia, no pueden dejar de sentir la tentación del odio y de la venganza. La experiencia liberadora del perdón, aunque llena de dificultades, puede ser vivida también por un corazón herido, gracias al poder curativo del amor, que tiene su primer origen en Dios-Amor. La inmensa alegría del perdón, ofrecido y acogido, sana heridas aparentemente incurables, restablece nuevamente las relaciones y tiene sus raíces en el inagotable amor de Dios" (Juan Pablo II, l-l-97). Algunos problemas suceden sin premeditación, sin la intención de que ocurran porque el ser humano es finito y limitado, por tanto, se cometen errores e imperfecciones. Esto es una realidad que se debe aceptar. Aunque existen problemas en que se observa claramente la maldad de la persona, los intereses poco éticos, la lucha por tener más a toda costa, la avaricia, el poder… lo único que puede evitar la violencia es el perdón. Juan pudiera sentir impotencia y sentimientos de culpa porque no pudo evitar que movieran a su hijo y éste perdió la movilidad. Puede reaccionar culpándose o perdonándose. Su intención no era dañar a su hijo y son accidentes que suceden por la concupiscencia o por la naturaleza caída del hombre. La manera en que se reacciona a los problemas provoca que exista o no la violencia. Si la reacción es positiva y se practica alguno de los pilares de la paz, no habrá violencia. De lo contrario, los sentimientos negativos llevan a acciones violentas. 2. Cambios en la secretaria En un inicio, la secretaria acepta la responsabilidad del negocio al no cambiar las llantas. Pero hay intereses de por medio que la secretaria debe proteger, por eso cambió su postura. No quiere perder su trabajo. Incluso, puede ser que el dueño le quitó la libertad de actuar conforme a la verdad amenazándola de perder su trabajo. Vemos una falta a la libertad, y a los valores de la humildad (para reconocer el error), honestidad, transparencia, verdad. Dominan al final del caso los antivalores como es el interés económico, no perder el trabajo, egoísmo, injusticia. 3. Recomendaciones para Juan Perdonarse a sí mismo y perdonar a los demás. Buscar mejorar la relación familiar por medio del amor. El amor es la solución para los conflictos. 4. Consejos de Jesús Jesús nos enseñó a perdonar con la oración del padrenuestro: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian” (Mt 5, 43-44). “Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica” (Lc 6, 28-29). “Sean misericordiosos, como su padre es misericordioso” (Lc 6, 36). “¿Cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” Mateo 18, 21-19.