TEMA 3.- ARISTÓTELES. 1.- Filosofía primera: 1.1.- Concepto de ser. 1.2.- Sustancia y accidente. 1.3.- Ser en acto y ser en potencia. 2.- La explicación de la naturaleza. 2.1.- Concepto de causa. 2.1.1.- Teoría hylemórfica. 2.2.- Análisis de movimiento. 2.2.1.- Concepto de cambio y sus principios. 2.2.1.- Clases de cambio. 2.3.- El universo en Aristóteles. 5.- Teoría antropológica. 6.- Teoría del conocimiento. 7.- Ética y política. 1.- FILOSOFÍA PRIMERA. De entre todas las ciencias, la filosofía primera (o teología) es para Aristóteles la ciencia de las ciencias. Si cada ciencia particular se ocupa de estudiar una parcela del reino del ser, la filosofía primera estudia el ser en cuanto tal, es decir, los aspectos del ser que son comunes a todos los seres. Es una teoría de las causas y principios del ser, de lo que hace que las cosas sean. 3.1.- Concepto de ser. Lo que nace y muere puede recibir el nombre de “ser”, para Aristóteles, el concepto de ser es un concepto análogo. El concepto de “ser” se puede aplicar con ciertos matices a las distintas cosas que encontramos en el universo, porque, aunque de modo diferente, todas las cosas “son”. 3.2.- Sustancia y accidente La sustancia es el “ser” propiamente dicho. Para Aristóteles hay distintos modos de ser. Así como para Platón eran las ideas las que constituían la verdadera realidad, para Aristóteles lo realmente existente son los seres individuales y concretos. Todo lo que existe, para Aristóteles, es o sustancia o cosas que afectan a la sustancia, los accidentes. Para realizar este análisis parte del modelo de la proposición lingüística: “S es P”. El sujeto se corresponde con la sustancia mientras que el predicado, lo que se dice del sujeto, corresponde a los accidentes. Ambos conceptos son descritos y definidos por Aristóteles de diversas maneras: Sustancia es aquello que existe en sí y no en otro. Accidente es un término correlativo a sustancia: es aquello que existe en la sustancia sin ser necesario ni constante. Por ejemplo, una persona puede “estar de pie” o “estar sentado” sin que se altere lo esencial de ella, y puede darse o no darse esta situación. Existen dos tipos de sustancias: sustancia primera (el individuo concreto: Sócrates, María...) y sustancias segundas (la especie y el género: hombre, animal). 3.3.- Ser en acto y ser en potencia. 1 A caballo entre Heráclito y Parménides, Aristóteles distingue entre ser en acto y ser en potencia: Ser en acto (energeia, entelequia) significa para Aristóteles lo que un ser es de hecho, aquí y ahora. Por ejemplo: “este árbol” es un ser en acto. Ser en potencia (dynamis): significa la capacidad de llegar a ser algo que todavía no se es, pero que se puede ser. Por ejemplo, una semilla es un árbol en potencia. Con el ser en potencia salva la dificultad de Parménides: el ser en acto no procede del no-ser, sino del ser en potencia. De acuerdo con Parménides en que del noser no se hace nada, Aristóteles va más allá al afirmar que hay un modo de ser intermedio, el ser en potencia. Esto, además, le permite explicar el movimiento como el paso del ser en potencia al ser en acto. Por ejemplo, un bloque de mármol no es una estatua, pero sí puede serlo cuando lo pongamos en manos de un escultor, luego, el bloque de mármol es una estatua en potencia. Aristóteles distingue entre seres naturales (los que tienen en sí mismos el principio del movimiento y el reposo) y seres artificiales (su movimiento es producido por un agente exterior). Todo ser natural tiende a su fin, que es la adquisición de su forma perfecta o entelequia. 4.- LA EXPLICACIÓN DE LA NATURALEZA Para Aristóteles, la naturaleza comprende todos los seres naturales dotados de movimiento. Su explicación la desarrolla en la física, ciencia especulativa que tiene por objeto el estudio de las realidades sometidas al cambio. Aristóteles aborda el estudio de la naturaleza examinando las causas que producen cualquier hecho o fenómeno. De ahí la importancia del concepto de causa, que Aristóteles explica en los libros primero y quinto de su Metafísica. 4.1.- Concepto de causa. Aristóteles llama causa al principio del cual algo procede. Tomando como modelo el proceso de producción humana, entiende que para explicar todo lo existente es necesario recurrir a cuatro causas o principios: Causa material: aquello de lo que algo está hecho. Causa formal: aquello que hace que algo sea lo que es y no otra cosa. Es la esencia o forma. Causa eficiente: es el agente o productor de la cosa. Causa final: aquello que mueve al agente a actuar, el fin para el que se hace algo. La causa formal tiene un especial relieve, ya que es la que determina lo que una cosa es, y, por otra parte, permite definirla. En este sentido recibe el nombre de esencia y determina las actividades propias y específicas del ser. 4.1.1.- La teoría hilemórfica. Tanta importancia tienen la causa material y la causa formal para Aristóteles que elabora su teoría fundamental del ser o hilemorfismo (hilé=materia, morfé=forma). Según esta teoría todos los seres están compuestos de materia y forma, ambas son aspectos que nuestra mente es capaz de distinguir en las cosas (no son realidades separadas). La materia y la forma son las causas o principios de las sustancias naturales y, en este sentido, tanto la materia como la forma serían “naturaleza”, aunque Aristóteles diga que la forma es más naturaleza que la materia, porque la materia es pura pasividad, solo capacidad de recibir formas, pura potencia. La forma nos muestra, sin embargo, lo que 2 la cosa es en un momento dado, lo que es en acto. La composición hilemórfica del ser le permite a Aristóteles explicar el cambio y conciliar lo permanente y lo cambiante, la unidad y multiplicidad de los seres. Es importante en Aristóteles también el papel que desempeña la causa final en la explicación de la naturaleza. Esta es concebida como teleológica o finalista: para Aristóteles, todo ser se dirige o tiende a la realización de su propio fin. La finalidad de los seres naturales que viven y crecen (animales, plantas...) está en ellos mismo, es inmanente. La semilla del árbol crece hasta transformarse en un ejemplar de árbol. TEORÍA HILEMÓRFICA Explica la composición de los seres a partir de : TEORÍA POTENCIA-ACTO Explica el devenir de los seres como paso de: MATERIA y POTENCIA a FORMA ACTO _______________________________________________________________ ___ 4.2.- Análisis del movimiento. Una vez explicado el origen de los seres mediante la teoría de las cuatro causas, Aristóteles aborda el estudio del cambio o movimiento de los seres, que tantos problemas ocasionó a los filósofos anteriores. 4.2.1.- Concepto de cambio y sus principios. Por cambio o movimiento entiende Aristóteles cualquier modificación que sufren los seres en su propia forma de ser, o en los aspectos con que se nos presentan, o en sus relaciones locales. 4.2.2.- Clases de cambio. Para Aristóteles hay dos tipos de cambio: cambio sustancial (nacimiento y muerte, generación o corrupción de un ser) y cambio accidental (modificaciones de algunos aspectos del ser). En el caso del cambio accidental lo que permanece es la sustancia o sujeto individual. Más difícil es la explicación de lo que permanece en el caso de los cambios sustanciales. En este caso Aristóteles habla de materia primera (o prima), sustrato indeterminado susceptible de recibir cualquier forma sustancial. Esta teoría del movimiento le sirve para explicar tanto los cambios sustanciales como los accidentales: Hace posible la aparición y desaparición de nuevas sustancias y, aplicado a los cambios accidentales explica la alteración (cambio en las cualidades como el color, olor, sabor, forma y otros parecidos), aumento o disminución (cambios según la cantidad) y el de desplazamiento (cambio de lugar), que equivale a nuestro concepto de movimiento, que es más restringido que el aristotélico. El movimiento para Aristóteles es un proceso dinámico entre potencia y acto: el paso de la potencia o posibilidad al acto o realidad. O, en otros términos, la adquisición por parte de un sustrato material (potencia) de una forma (acto). 4.3.- El universo según Aristóteles. 3 En su obra Sobre el cielo, Aristóteles expone las características del universo (cosmos), en el que distingue dos regiones diferenciadas: Mundo sublunar: sometido al cambio, y por tanto, a la corrupción y formado por los cuatro elementos, fuego, aire, agua y tierra. Mundo supralunar: perfecto, sin corrupción posible, y formado por una sustancia, éter o primer cuerpo, a la que los escolásticos llamaron quintaesencia. Este universo es único, esférico, perfecto, finito en el espacio, pero no en el tiempo. Cada una de sus regiones tiene sus propias leyes, siendo distintas las del mundo sublunar, imperfectas, regidas por movimientos violentos, y las del supralunar, perfectas de acuerdo con el movimiento circular. Este movimiento circular es, dentro del movimiento local, el único continuo. Pero como todo cambio requiere para iniciarse un principio o causa que lo produzca, hay que admitir la existencia de una primera causa o primer motor. El movimiento de las esferas celestes (cincuenta y cinco) en las que están los astros con la Tierra en el centro, inmóvil, y con él el de todo el universo, se origina en un primer motor, que no es movido por ningún otro, es decir, por un motor inmóvil. Este motor inmóvil es eterno, necesario, está separado de las cosas sensibles, carece de partes y es indivisible e inalterable. Esta visión del mundo es importante porque se mantuvo durante toda la Edad Media , hasta que Galileo prueba la hipótesis de Copérnico. 5.- EL SER HUMANO. El ser humano es un ser natural más, hasta el punto de que en su explicación también utiliza la teoría hilemórfica: el ser humano es un compuesto de materia y forma, es decir, que alma y cuerpo constituyen una única sustancia en la que la materia se identifica con el cuerpo y la forma, con el alma. Aristóteles, en Sobre el alma, lo dice de un modo muy expresivo, “si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma”. Por ello, cuerpo y alma no son separables: un cuerpo sin alma sería poco más o menos como una piedra. Pero Aristóteles entiende alma como un principio de vida y como tal no es exclusiva del ser humano, sino atributo de la naturaleza animada. La teoría aristotélica del alma representa así una especie de animismo biológico, ya que reconoce, en todos los niveles de vida, unos principios vitales distintos a los cuerpos, que son las almas. Distingue tres clases de alma: La forma inferior es el alma nutritiva o vegetativa, que ejerce las funciones de asimilación y reproducción. Es propia de las plantas. Los animales poseen alma sensitiva, que les permite tener percepción sensible, deseo, movimiento local y, en muchos casos, imaginación y memoria. El grado superior en la escala la ocupa el alma intelectiva, que a veces Aristóteles llama entendimiento. Ésta asume las funciones vegetativas y sensitivas, y además hace posible el pensamiento científico o conocimiento teórico, que busca la verdad en sí, y el pensamiento práctico, conocimiento que busca la verdad con miras al comportamiento práctico. De ahí que la actividad propia del ser humano sea la actividad racional y que sólo le sea dado alcanzar la felicidad por medio de una vida dedicada al cultivo de la razón. El Estagirita (Aristóteles, porque nació en Estagira) mantiene la concepción de su maestro, Platón, del hombre como compuesto de alma y cuerpo, pero en su explicación de la relación entre estos dos elementos difiere de él, ya que al aplicar la 4 teoría hilemórfica al hombre lo presenta como unidad sustancial, como un ser individual. La doctrina aristotélica supone la negación de la inmortalidad del alma humana, sin embargo, Aristóteles afirma que hay una función del alma, el intelecto agente, al que haremos referencia en la teoría del conocimiento, que es algo “separado, inmortal y eterno”. Esta afirmación sobre la que Aristóteles no da explicación alguna y que parece estar en contradicción con el resto del tratado Sobre el alma fue, y sigue siendo, un quebradero de cabeza para sus intérpretes. 6.- TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. Para Aristóteles todos los seres vivos tienen algún tipo de conocimiento de acuerdo con las funciones propias de cada uno de ellos. Distingue así varios niveles de conocimiento que van desde el mero conocimiento sensorial hasta el conocimiento intelectual. Sin embargo, lo que realmente le interesa es responder a la cuestión de cuál es el modelo de conocimiento que permite la investigación científica, que es la actividad más característica del ser humano. Se inicia en la experiencia con el (A) Conocimiento sensible: es el primer nivel de conocimiento que distingue Aristóteles. Se da también en los animales. Es el nivel más elemental de conocimiento y su fundamento es la sensación. La sensación se realiza a través de los sentidos: propios (vista, oído, gusto, tacto) y sentido común que subyace a todos los sentidos y permite captar tamaños, formas, figuras, movimientos, etc. y su función es unificar e integrar la información de los sentidos propios construyendo imágenes que conserva en la memoria. Es la imaginación la que nos permite representarnos esas imágenes, en ausencia del objeto, y que reforzada por la memoria nos permite acumular y actualizar imágenes masadas. (B) Conocimiento intelectual: es el grado superior de conocimiento y es propio solamente de los seres humanos. Se lleva a cabo por medio del entendimiento, facultad que permite establecer hipótesis y emitir juicios. Para ello se apoya en las imágenes almacenadas, que, a su vez, provienen de sensaciones previas. De esta manera, la imaginación se convierte en intermediaria entre la sensación y el pensamiento, haciendo posible la opinión, la ciencia y la intelección (conocimiento intuitivo o pensamiento puro, en griego noesis, que es el que puede conocer los primeros principios). La ciencia, que siempre es verdadera, se establece por demostración y tiene por objeto conocer el universal o concepto de las cosas, que el entendimiento agente obtiene por abstracción (separar lo que se considera que es una característica común a varios objetos). Aristóteles distingue dos clases de entendimiento: uno activo, el “entendimiento agente” y otro pasivo “entendimiento paciente” dice que hay que suponer que este es como una tablilla en la que nada hay escrito hasta que el entendimiento agente “escribe” los inteligibles o conceptos universales de las cosas. Este es el entendimiento que nos hace seres pensantes. Es a este “entendimiento agente” al que Aristóteles se refiere como “separado, inmortal y eterno”. 7.- ÉTICA Y POLÍTICA. Ética y política son, para Aristóteles, aspectos inseparables de una misma realidad. Suponer lo contrario sería admitir que la virtud y la felicidad de los individuos son posibles al margen de la vida de la polis de la que el hombre, como animal político que es, forma parte por exigencia de su propia naturaleza. 5 De acuerdo con la clasificación que hace Aristóteles, ética y política son las dos ciencias prácticas que se ocupan de las acciones humanas. En la ética parte del análisis de la naturaleza humana y en la política, del análisis de regímenes políticos concretos. Aristóteles se plantea en su Política los mismos problemas que su maestro Platón en La República, pero aporta notables innovaciones tanto en lo metodológico como en las ideas. Ética: se ocupa de las acciones humanas en cuanto que conducen al bien del hombre. El bien supremo del hombre es la felicidad, en eso habría acuerdo, pero los seres humanos conciben la felicidad de maneras distintas en función de los bienes que pueden desear: bienes externos (honores, fama, riqueza...), bienes del cuerpo (placeres) y bienes del alma (conocer las cosas bellas). De todas las posibles actividades, para Aristóteles únicamente la actividad teorética puede darle al hombre una vida feliz; es el más perfecto ejercicio de la más perfecta facultad humana. Teoría de la virtud: la virtud es la estrategia para conseguir la felicidad. Virtud y felicidad aparecen íntimamente ligadas. Distingue entre: virtudes éticas (valentía, dominio de sí, magnanimidad, veracidad, justicia...) y virtudes dianoéticas, que se refieren al entendimiento (el arte, el saber, la sabiduría teórica y la inteligencia). La virtud es un hábito, modo de comportarnos bien o mal respecto de las pasiones y sólo en virtud de ello se nos llama buenos o malos. La virtud está en el término medio, equilibrio entre el exceso y el defecto. La valentía, por ejemplo, sería el término medio entre dos extremos igualmente viciosos que serían la temeridad y la cobardía. Vida feliz es aquella que es conforme a la virtud y es la autarquía, la capacidad de bastarse a sí mismo, la piedra de toque de la felicidad. Su obra principal sobre ética es: Ética a Nicómaco, dedicada a su hijo Nicómaco. Política: la teoría política es fundamentalmente realista y pragmática. Aristóteles, fiel al modelo empírico que caracteriza su forma de investigación, parte, en la elaboración de su teoría política, de un riguroso análisis de 158 Constituciones escritas que recogían otras tantas formas de organización política concretas. A partir de ahí, tratará de encontrar soluciones a los problemas planteados en la polis griega alejadas de toda idealización y con un espíritu realista y pragmático. Para Aristóteles el Estado es una comunidad natural en la que están insertos como partes de él el individuo, la familia y la aldea. Ciudadano sigue siendo solamente aquel que participa en la administración de la justicia y en el gobierno de la ciudad. Esta participación del ciudadano en la administración de la justicia y en el gobierno está encaminada a alcanzar el fin propio de la ciudad, que es el bien común de los ciudadanos. Aristóteles clasifica los regímenes políticos de la siguiente manera: Regímenes rectos: conformes a la justicia. Regímenes desviados: despóticos 1º 2º 3º República Monarquía Aristocracia Interés común Interés común Interés común La mayoría Un individuo Minoría (élite) 4º 5º 6º Tiranía Oligarquía Democracia Interés del monarca Interés de los ricos Interés de los pobres Un individuo Minoría (ricos) La mayoría 6 Para Aristóteles todos los regímenes políticos que se proponen el bien común son rectos desde el punto de vista de la justicia absoluta, y los que sólo tienen en cuenta el beneficio de los gobernantes son defectuosos o despóticos, desviaciones de los regímenes rectos. La forma de gobierno ideal par Aristóteles es una mezcla entre la aristocracia y la democracia, porque evita los extremos. A esta organización política ideal le da el nombre de politeia (república). Esta solución viene a ser una democracia de clases medias, pues la clase media, en cualquier sociedad, suele comportarse como factor estabilizador, garantizando la paz: “la ciudad debe estar constituida de elementos iguales y semejantes en el mayor grado posible, y esta condición se da especialmente en la clase media, de modo que una ciudad así será necesariamente la mejor gobernada”. Pero el “posibilismo político” lleva a Aristóteles a afirmar que el gobierno más conveniente es el que mejor se adapta a las características naturales de cada pueblo. La obra política fundamental de Aristóteles es La Política. TEXTOS I.- “Los hombres vulgares se muestran completamente serviles al preferir una vida de bestias... En cambio, los hombres refinados y activos ponen el bien en los honores, pues tal viene a ser el fin de la vida política. Pero parece que es más trivial que lo que buscamos, pues parece que está más en los que conceden los honores que en el honrado, y adivinamos que el bien es algo propio y difícil de arrebatar (...) Si la felicidad es una actividad conforme a la virtud, es razonable que sea conforme a la virtud más excelente, y ésta será la virtud de lo mejor que hay en el hombre. Sea, pues, el entendimiento o sea alguna otra cosa lo que por naturaleza parece mandar y dirigir y poseer intelección de las cosas bellas y divinas, siendo divino ello mismo o lo más divino que hay en nosotros, su actividad, de acuerdo con la virtud que le es propia, será la felicidad perfecta. Que es una actividad contemplativa, ya lo hemos dicho”. Ética a Nicómaco. Aristóteles ¿Por qué la felicidad perfecta sólo puede lograrse a través de la vida teorética? II.- “Han sido nuestros amigos los que han creado la teoría de las Ideas. Pero hay que seguir el parecer de que para salvar la verdad es preciso sacrificar nuestras preferencias, tanto más cuanto que también nosotros somos filósofos. Se puede amar a los amigos y a la verdad; pero lo más honesto es dar preferencia a la verdad”. Ética a Nicómaco. Aristóteles. “Sócrates no otorgaba existencia separada ni a los universales ni a las definiciones. Pero los filósofos que vinieron después los separaron y dieron a esta clase de realidades el nombre de Ideas. Y de este modo llegaron a admitir como Ideas todo lo que se afirma universalmente”. Metafísica. Aristóteles. Estos dos textos están relacionados, explica su significado. III.- “La materia está en potencia porque tiende hacia la forma; y cuando está en acto es porque posee su forma (...) La forma es acto”. Metafísica. Aristóteles. 7 8