Esbozos de un cuestionamiento Todo espacio en el cual se exhiben prácticas artísticas, necesita constantemente ser sometido a revalorizaciones que le permitan adecuarse a los cambios y actualizaciones que traen consigo los nuevos paradigmas artísticos y este es el caso de la reciente reinauguración de la galería Luis Adelantado en México. En 2009, este espacio abrió por primera vez sus puertas bajo la premisa de un proyecto interdisciplinario que busca impulsar el desarrollo de prácticas in situ, con el fin de establecer vínculos con los artistas de la galería. Como parte de esta revalorización, el pasado jueves 24 de enero, la galería reabrió sus puertas presentando un nuevo proyecto tanto arquitectónico como conceptual, que están actualmente están desarrollando en colaboración con el curador y crítico de arte Octavio Avendaño (1985). En él, buscan generar una plataforma de apoyo a jóvenes curadores para aventurarse desde la práctica, al ejercicio de la curaduría, Avendaño nos comentó durante una conversación, que la trayectoria no será relevante, buscan incentivar propuestas propositivas que generen nuevas dinámicas. Hay que recordar que una de las premisas de la cual partió el galerista español desde el inicio, era impulsar la carrera de jóvenes artistas, bajo los claros parámetros que significa esto en el marco de un espacio como lo es una galería de arte, por lo que ahora buscan conjugar estos intereses en ambas direcciones. Avendaño es un joven curador que ha estado involucrado en la escena del arte desde hace ya varios años. Con proyectos como Mitos Oficiales que se presentó en Oaxaca el pasado año o Entre la superficie y la memoria que se presentó en 2012 en el MUNAE y con participaciones en el Instituto Mexicano de la Radio o en Circuitos Efímeros, ha logrado posicionarse como parte de la escena del arte y ahora vuelve con la muestra que lleva por título (Paréntesis) título que inmediatamente remite a la maravillosa pieza del artista brasileño Cildo Meireles. (Paréntesis) nos explicó Avendaño, parte del planteamiento de cuestionar, o bien dicho en sus palabras “problematizar”, la noción de proyecto de artista como un proceso oscilatorio entre lo que él llama sujeto artístico y sujeto social y asimismo, busca someter a un proceso de evidenciación los intereses de los cuales parte el artística en este llamado “pensamiento creativo”. La intención de la curaduría busca emplazarse a través del trabajo de siete artistas en su mayoría mexicanos. Omar Vega Macotela (1989) quien es una joven promesa y ha suscitado en los últimos años un vasto interés por un gran número de curadores, presenta una pieza conformada por una estructura de madera y vidrio, donde al interior podemos apreciar un busto de Marx realizado con cera y vuelto al revés que convive con un gran número de abejas que se encuentran en constante movimiento; Yollotl Gómez Alvarado (1989) y Andrés Villalobos, artistas que pertenecen al recientemente inaugurado Cráter Invertido espacio que se plantea como independiente, buscaron ahondar en las formas de enunciación del poder a través de tres proyecciones donde se habla de la construcción ideológica y nacional a través de símbolos patrios y lugares icónicos, de las recientes marchas de #YoSoy132 y del cerro del Chiquihuite, imágenes que particularmente resultan evocativas dados los tiempos políticos por los que estamos atravesando en el país; Tamara Ibarra (1981) artista que lleva tiempo desarrollando proyectos que consistentemente buscan cuestionar desde el interior de la práctica artística preceptos que normalmente damos por sentados y quien resulta familiar gracias a su proyecto Ovo Habitante (2009-2010), presenta una suerte de instalación en uno de los cuartos de la galería donde al entrar, nos encontramos ante un cerco de púas que nos impide la entrada; por su parte, Diego Pérez (1975), artista que podemos recordar gracias a aquel proyecto Lo lejano hace señas a lo lejano presentado en el MAM y curado por Víctor Palacios donde el artista revoco la noción de utilidad bajo la cual solemos conceptualizar a la mesa para pensarla como un objeto escultórico que participa en accidentes, y Roberto Turnbull (1959) quien lleva tiempo experimentando a través de soportes más tradicionales como la pintura, analizan a través de la materia y sus formas lo que Avendaño nombra como “poética del espacio”; y finalmente, Omero Leyva (1985) artista que suele trabajar a partir de ejercicios gráficos, Jason Mena (Puerto Rico, 1975) quien actualmente forma parte de la muestra Los Irrespetuosos en el MACG y Alfredo Mendoza (1982) artista que suele trabajar a partir de objetos de la cotidianidad, profundizan en temáticas más íntimas que dan cuenta de su relación con el mundo, en sus obras encontramos rostros del anonimato y planteamientos de circunstancias que se presentan como estudios que permiten entrever diferentes personalidades y situaciones. La muestra intenta, a través de los conversatorios, dar cuenta de los procesos que se articularon en cada uno de los proyectos. A lo largo de tres meses, se estarán desarrollando dichos conversatorios y se contará con la participación de artistas y curadores como Sofía Taboas, María Elena Ortiz, Helena Chávez Mac Gregor, Melanie Smith, entre otros. Valdrá la pena ver de qué manera Avendaño, logra resolver esta búsqueda por dar cuenta al espectador del recorrido creativo que siguieron cada uno de los participantes así como incentivar la discusión en torno al arte contemporáneo, afirmación que entrevé tal vez, demasiada generalidad.