Santiago, ocho de octubre de dos mil quince. Vistos: Que en ordinario de estos autos rol indemnización Nº de 3785-2015, sobre perjuicios, el juicio demandado Servicio de Salud Iquique interpuso recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Iquique que confirmó el fallo de primera instancia que acogió la demanda deducida, condenando al recurrente a pagar la suma de $140.540 por daño emergente y $50.000.000 por el daño moral causado a Miriam Briceño Montaño. Se trajeron los autos en relación. Considerando: Primero: sentencia Que impugnada el ha recurso de incurrido nulidad en acusa diversos que la errores de derecho al acoger la demandada interpuesta. Denuncia en primer término la infracción a las normas reguladoras de la prueba de los artículos 47, 1698, 1702 y 1704 del Código Civil y 426 del Código de Procedimiento Civil en relación a los artículos 19 y 1712 del citado Código sustantivo. Indica que dichas infracciones llevaron al Tribunal a tener por acreditados hechos que legalmente no pudieron serlo, como son la falta de servicio y la relación causal entre ésta y el daño demandado, ya que no se rindió probanza alguna que pudiese acreditar tales circunstancias. En un segundo capítulo esgrime la infracción a los artículos 1698 del Código Civil y 38 inciso 2 de la Ley N° 19.966. Explica que de acuerdo a las normas señaladas, a quien le corresponde probar los presupuestos de la acción indemnizatoria por falta de servicio es a la demandante, lo que no aconteció en la especie, al no existir prueba idónea que acredite los fundamentos de su pretensión. En su tercer capítulo, sostiene el Servicio demandado que la sentencia impugnada infringe el artículo 1698 del Código Civil. Señala que la actora al alegar la falta de servicio, indefectiblemente debía acreditar los supuestos de la misma, en particular Olmedo la Valencia participación en del su intervención hijo menor del quirúrgica, doctor lo que no realizó. Argumenta que resulta indispensable para condenar al Servicio de Salud de Iquique, la actividad probatoria de la demandante a fin de acreditar la falta de servicio y que la demandada actuó con negligencia, contrariando la lex artis de la medicina y que ello provocó el daño que se demanda, lo que no ocurrió. En un cuarto capítulo, denuncia el quebrantamiento del artículo 47 del Código Civil, en cuanto no existen hechos base legalmente acreditados. Expone que presunciones acreditados de deben en consecuencia el acuerdo fundarse proceso, respectiva el a la en ya norma citada, antecedentes que para sentenciador plenamente arribar debe las a contar la con hechos base sólidamente establecidos y en el presente caso se ha deducido un hecho base que no está debida y legalmente acreditado en el proceso. Denuncia que se tuvo por acreditada la falta de servicio y la respectiva relación de causalidad, basado en un hecho que no resultó probado, cual es la participación e intervención activa del hijo menor del facultativo encargado de la operación quirúrgica de la señora Briceño. En un quinto capítulo de nulidad se sostiene una nueva violación al artículo 47 del Código Civil, en razón que los sentenciadores de segunda instancia estimaron que un solo hecho, que no está legalmente acreditado, tenía el mérito necesario para constituir una presunción judicial, lo que desatiende el infringida en legal. claro tenor relación al de la artículo norma 19 del que se estima citado cuerpo En un sexto capítulo, se esgrime la falsa aplicación del artículo 426 del Código de Procedimiento Civil en relación al artículo 1712 del Código Civil. Señala que dichas normas son reguladoras de la prueba y fueron falsamente aplicadas por los sentenciadores, toda vez que no se dan los requisitos de gravedad, precisión y concordancia que deben cumplir las presunciones judiciales para tener valor probatorio. Específicamente, llegado a inserta en establecer una en relación que copia no a la la declaración autorizada gravedad, se ha de un paramédico de una carpeta de investigación del Ministerio Público, que no fue ratificada en juicio, tendría el mérito de erigirse en un hecho único de la presunción judicial de la cual se deduce la relación de causalidad. En el séptimo capítulo, se denuncia una falsa aplicación de la ley, al otorgar valor probatorio a instrumentos privados, infringiendo el artículo 1702 del Código Civil. Argumenta que la sentencia impugnada recurre a una declaración contenida en una copia simple no autorizada por el competente funcionario de una carpeta investigativa del Ministerio Público, que no fue ratificada o reconocida en juicio por quien aparece firmando tal declaración, por lo que carece de todo valor probatorio respecto de quienes no lo han suscrito. En el último capítulo se denuncia la falsa aplicación del artículo 42 de la Ley N° 18.575, al no concurrir los requisitos para hacer procedente su aplicación, no pudiéndose tener por acreditada la falta de servicio. Segundo: Que al referirse a la influencia que estos errores habrían tenido en lo dispositivo del fallo, afirma que de no haberse incurrido en ellos la sentencia habría revocado la sentencia de primera instancia, rechazando la demanda de autos. Tercero: Que son hechos de la causa por así haberlos establecido los jueces del grado, los siguientes: a) El día 19 de julio del año 2006, alrededor de las 14:00 horas, la paciente Miriam Ester Briceño Montaño fue intervenida quirúrgicamente para la liberación del túnel carpiano de la mano derecha, en el pabellón de cirugía menor del Hospital Regional de Iquique, por el traumatólogo doctor Olmedo Antonio Valencia Lemos. b) En la operación quirúrgica participaron el médico Olmedo Antonio Valencia Lemos y su hijo menor de edad, asistidos por dos arsenaleros, los técnicos paramédicos Luis Humberto Astudillo Contreras y Katherine Díaz Vicencio. c) En el pabellón el hijo menor de edad del médico, asistido por el padre procedió a inyectar a la paciente en la mano derecha y administró la anestesia; luego utilizó el electro bisturí para realizar un corte en la mano, y la separación de la piel fue realizada por el médico ayudado por su hijo, quién terminó separando la piel, para luego descomprimir los nervios de la paciente utilizando el electro bisturí y cortando con tijeras la sutura, según consta de la declaración prestada por el técnico paramédico Luis Humberto Astudillo Contreras guardada en la carpeta del Ministerio Publico, quien estuvo presente en la operación como arsenalero. d) La paciente fue atendida al octavo día de la operación, el 27 de julio de 2006 y el 14 de septiembre de 2006 en el Policlínico de Traumatología del Hospital de Iquique. e) La paciente a los dos meses de operada, esto es, el 20 de septiembre kinesioterapia de del presentó: “Edema palpación y a 2006 fue Hospital linfático nivel de de en atendida en la Iquique y mano dedos; cicatriz y de la unidad de a la evaluación dolor operación; a la ROM limitados hacia extensión y en menor grado la flexión por dolor; fuerza muscular disminuida en antebrazo, mano, dedos y flexo-ext de codo; tratamiento indicado turbión y ejercicios”. f) La paciente el 30 de octubre de 2006 es atendida en la unidad de traumatología y el 2 de noviembre de 2006 en la unidad de kinesioterapia presentó: “Edema palpación; en rigidez del Hospital, muñeca, articular mano del y y a la evaluación dedos; pulgar y dolor a la articulaciones radio carpiano; hipoestesia en pulgar e índice; tratamiento indicado baño de parafina, turbión, masaje drenaje, y ejercicios”. g) La paciente el 30 de noviembre de 2006 es atendida en el Policlínico diciembre volumen de de de Traumatología 2006, la a la muñeca; del Hospital evaluación dolor a la y el 13 de presentó: “aumento de palpación de la cara anterior de la muñeca; flexión palmar levemente limitados; dolor que invadió el antebrazo y mano; tratamiento indicado fue turbión, masoterapia y ejercicios”. h) A la paciente el 27 de diciembre de 2006 se le solicita un examen de Electromiografía (EMG) realizado el 9 de febrero de 2007 por la Unidad de Traumatología, que concluye: “Túnel carpiano bilateral severo comprometido, con respecto al examen preoperatorio hay mejoría de parámetros, pero persistiendo la neuropatía por atrapamiento con elemento de axonopatía”. i) La paciente fue atendida los días 12 y 26 de febrero de 2007, 19 de marzo, 21 y 26 de junio, 8 y 12 de julio, 17 de octubre de 2007, 11 y 28 de febrero de 2008 por la Unidad de Kinesioterapia. j) El examen de Electromiografía (EMG) realizado a la paciente el 8 de julio de 2008 concluye: “Neuropatía por atrapamiento del mediano a su paso por el túnel del carpio, bilateral, mayor a conducción sensitivo izquierda, motora se en observa nervio mejoría mediano de la derecho respecto del examen pre operatorio y también empeoramiento a izquierda respecto del mismo examen”. k) La paciente es atendida el 10 de julio de 2008 por presentar dolor en hombro derecho y mano derecha, la ECO concluye: supra “Rotura espinoso pellizcamiento parcial más de espesor bursitis subacromial completo subacromio leve”, del tendón deltoidea diagnosticándose y una Tendinopatía del supraespinoso mas bursitis subacromial del hombro derecho”. l) La paciente es atendida el 20 de octubre de 2008 y se deja constancia que la movilidad se encuentra discretamente limitada derecho y que se requiere a doctor Crispieri en forma urgente, se le deja indicado paracetamol y licencia por 11 días. m) La paciente es atendida por el médico Cirujano Traumatólogo Marcelo Crispieri Thomas quien deja constancia que se la evalúa y el objetivo de la liberación del túnel carpiano está cumplido, por lo que no está indicado una reexploración. Las dolencias que la paciente manifiesta son sólo dolorosas e inespecíficas, probablemente teñidas por factor ganancial. n) La doctora Roxana Vigueras, médico traumatóloga del Servicio de Traumatología del Hospital Regional de Iquique, en base al análisis de la ficha clínica de la paciente y por el largo tiempo transcurrido desde su operación y la mala evolución post operatoria, recomienda realizar una re- operación, en el informe médico correspondiente a la ficha clínica N° 2055 de Miriam Briceño Montaño. ñ) Por Resolución N° 3981 de fecha 25 de noviembre de 2008 se puso término al sumario administrativo, instruido por Resolución exenta N° 1792 de fecha 24 de octubre de 2006, del Director del Hospital Regional de Iquique, en contra del médico Olmedo Valencia Lemos, que se iniciara por Resolución exenta N° 058 de fecha 15 de septiembre de 2006 que ordenó la investigación sumaria, aplicándose una medida disciplinaria de suspensión de empleo por el plazo de tres meses por su responsabilidad administrativa, por haber efectuado la intervención quirúrgica de Miriam Briceño Montaño el día 19 de julio de 2006 en presencia de su hijo menor de edad. o) El iniciado el tratamiento 20 de a que septiembre fue de sometida 2006 en la la paciente unidad de kinesioterapia fue irregular, según consta de la declaración del médico traumatólogo Florencio Arturo Álvarez. Cuarto: Que conforme a los hechos establecidos por los jueces del fondo, los magistrados de la instancia determinaron que el médico tratante incurrió en una conducta negligente que importó una infracción a la lex artis y que el Servicio de Salud entregó un deficiente servicio a la paciente, lo cual quedó plasmado en el sumario administrativo instruido con motivo de estos hechos y en los antecedentes agregados a la investigación del Ministerio Público. La paciente tuvo una mala evolución en el post operatorio, a causa de haber sido operada por un médico y su hijo menor de edad y de haber recibido un tratamiento tardío e irregular después de la operación, en que la kinesioterapia se inició el 20 de septiembre de 2006, a los dos meses de realizada la intervención quirúrgica, que a la fecha ya era objeto de investigación sumaria (Motivo 37°); que de no haberse incurrido en estos incumplimientos, el resultado dañoso no se habría producido, y la actora no hubiese presentado un edema linfático en mano y dedos, dolor a la palpación en eminencia tenar, hipotenar y a nivel de cicatriz de la operación, limitación parcial de la extensión y la flexión de los dedos por dolor, fuerza muscular disminuida en antebrazo, mano, dedos y codo, dejando en evidencia la tardanza e hechos y irregularidad en el proceso post operatorio. Agregan que concurren una serie de circunstancias que permiten al tribunal extraer presunciones, que por reunir los requisitos del artículo 1712 inciso 3° del Código Civil se deben estimar suficientes para constituir plena prueba, conforme lo establece el artículo 426 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil, concluyendo que ha existido falta de servicio de la demandada y que entre dicha falta de servicio y el daño producido existe la necesaria relación de causalidad, ya que el médico no debió realizar la intervención con la participación de su hijo menor de edad y se debió tratamiento entregar post a la paciente operatorio, un conforme pronto a los y adecuado antecedentes clínicos que presentaba y a la forma en que fue operada, lo que sin duda hubiese mejorado la recuperación de su salud. Quinto: Que en cuanto al régimen jurídico aplicable a la litis, sabido es que hasta antes de la dictación de la Ley Nº 18.575 la responsabilidad del Estado se determinaba a través de la aplicación del artículo 2320 del Código Civil, situación que varía con la promulgación de la Ley de Bases de la Administración del Estado el 5 de diciembre de 1986, que incorporó al Derecho Público chileno el sistema de responsabilidad extracontractual del Estado elaborado por el derecho administrativo francés, principalmente a través de la jurisprudencia del Consejo de Estado, que en opinión de la mayoría de los autores constituye la mejor solución lograda por el derecho para asegurar un debido equilibrio entre los derechos de los particulares y los intereses públicos. La ley contempló entonces el artículo 44 -hoy 42- que prescribió que “Los órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal”. Sexto: Que la distinción entre falta de servicio y falta personal constituye el elemento diferenciador fundamental sobre el que se construye la responsabilidad extracontractual del Estado. Estado y no Tratándose de falta el funcionario. de Cuando servicio, responde el existe falta personal responde el funcionario, pero cuando esta falta personal se encuentra vinculada con el servicio, ya sea porque se ha cometido en el desempeño de la función o con ocasión de la misma o con los medios proporcionados por el servicio, el Estado también responde, sin perjuicio de poder repetir posteriormente contra el funcionario por la totalidad del monto que el Estado ha debido desembolsar. Se dice que aquí existe cúmulo de responsabilidad sin cúmulo de faltas, por cuanto tanto el Estado como el funcionario son responsables. La distinción entre responsabilidad del Estado con cúmulo de faltas y sin cúmulo de faltas tiene importancia por la repetición que el Estado puede hacer contra el funcionario, que será total cuando no exista falta del Estado y sólo parcial cuando también concurra la falta de servicio. Este Tribunal ha sostenido igual criterio en las sentencias dictadas en las causas roles 371-2008, 6210-2008, 6665-2008, 7919-2008, 9318-2009, 791-2010, 1121-2012, 80442012, 4390-2014, 21.636-2014 y 24.984-2014. Séptimo: Que, conforme a lo expuesto concurren en este caso como elementos causales del daño producido tanto una falta de servicio cometida por la Administración, consistente en la falta de vigilancia de sus dependientes y la tardanza en la prestación de atención post operatoria a la demandante, como una falta personal cometida por el médico Olmedo Valencia quien delegó la intervención quirúrgica que se le había sido encomendada en su hijo menor de edad. Octavo: Que sin perjuicio de lo expuesto, la señalada falta personal compromete la responsabilidad del Servicio de Salud de Iquique toda vez que no se encuentra desprovista de vínculo con la función, porque se ha perpetrado en el ejercicio de la misma, falta personal que en el caso de autos no se encuentra desvinculada del servicio, desde que se cometió justamente en el ejercicio de la función que a la demandada le correspondía brindar a sus usuarios. Desde esa perspectiva, el demandado no puede desvincularse de la falta personal en que incurrió uno de sus servidores, puesto que los acontecimientos tuvieron lugar en un servicio de su dependencia, por un profesional asignado al mismo y en un horario normal de funcionamiento, de modo que la acción desplegada por el hechor no se encuentra separada del servicio, comprometiendo así la responsabilidad del Servicio a cargo del Hospital de Iquique. Noveno: Que sentado lo anterior corresponde hacerse cargo de los errores de derecho que el recurso atribuye a la sentencia de alzada, debiendo precisarse que éste postula que el fallo recurrido tuvo por acreditada la falta de servicio y la respectiva relación de causalidad, en ausencia de prueba. Décimo: Que en primer término aparece necesario recordar que, en cuanto al recurso, la doctrina y la jurisprudencia han caracterizado a este medio de impugnación como uno de índole extraordinaria, que no constituye instancia jurisdiccional, pues no tiene por finalidad propia revisar las cuestiones de hecho del pleito ya tramitado, sino que se trata de un recurso de derecho, puesto que la resolución del mismo debe limitarse en forma exclusiva a examinar la correcta aplicación de la ley en la sentencia que se trata de invalidar respetando los hechos que vienen dados en el fallo, fijados soberanamente por los jueces sentenciadores. En ese sentido, por disposición de la ley, el examen y consideración de tales hechos y de todos los presupuestos fácticos previos en que se apoya conocimiento del la decisión tribunal limitación a legalmente contemplada Procedimiento la del se revisa de casación. actividad en ramo, que de el en esta del Como se sabe, esa Corte artículo cuanto escapan 785 se encuentra del dispone Código de ésta al que invalidar una sentencia por casación en el fondo, dictará acto continuo sentencia que y sin zanje nueva el vista, asunto pero que haya separadamente, sido objeto la del recurso de la manera que crea conforme a la ley y al mérito de los hechos, tal como se han dado por establecidos en el fallo recurrido. Sin embargo, en forma excepcional, es posible conseguir la alteración de los hechos asentados por los tribunales de la instancia en caso que la infracción de ley que se denuncia en el recurso responda a la transgresión de una o más normas reguladoras de la prueba, mas no respecto de alguna probanzas de que aquellas se que hubiesen reglan la rendido, facultad privativa del juzgador. apreciación cuya de aplicación las es Undécimo: Que, por lo anterior, resulta apropiado pronunciarse en primer lugar respecto de la infracción de aquellas normas a las que se les atribuye el carácter de reguladoras de imprescindible la prueba consignar reiteradamente esta Corte, y que, se en esta como materia lo entienden ha resulta reconocido vulneradas tales normas, fundamentalmente, cuando los sentenciadores invierten el onus probandi, rechazan las pruebas que la ley admite, aceptan las que la ley rechaza, desconocen el valor probatorio de las que se produjeron en el proceso cuando la ley les asigna uno determinado de carácter obligatorio o alteran el orden de precedencia que la ley les diere. Se ha repetido que ellas constituyen normas básicas de juzgamiento, que contienen deberes, limitaciones o prohibiciones a que deben sujetarse los sentenciadores. Luego los jueces del fondo son soberanos para apreciar las probanzas dentro del marco establecido por las normas pertinentes. Por ello, no son susceptibles de ser revisadas por la vía de la casación las decisiones de los sentenciadores basadas en disposiciones que les otorgan libertad en la justipreciación de los diversos elementos probatorios. Duodécimo: Que en un análisis de la fundamentación del arbitrio de nulidad interpuesto, en lo que toca a la prueba, deja al descubierto, sin perjuicio de que no expresa adecuadamente en qué consisten los errores de derecho que afectan a la sentencia recurrida y que se invocan normas a las que no puede atribuirse el carácter de reguladoras de la prueba, que lo valoración de que realmente la misma. infracciones se sustentan consistente en la ausencia se En efecto, en de denuncia la es las una mencionadas alegación actividad errada genérica probatoria de la demandante en orden a demostrar la participación del hijo menor de edad del médico Olmedo Valencia en la intervención quirúrgica a la cual fue sometida Miriam Briceño Montaño, tomando en inserta en consideración una investigación mérito de del copia la no autorizada Ministerio erigirse en un declaración Público, hecho de un paramédico de una carpeta de la cual tendría el único de la presunción judicial y que a raíz de aquello se le está imputando falta de servicio. De lo anterior, resulta claro que las argumentaciones de la parte demandada, no dicen relación con ninguno de aquellos parámetros señalados en la consideración anterior sino que descansa más bien en la disconformidad con el valor que asignaron los sentenciadores a la prueba rendida en la causa, lo que claramente no es abordable a través de las causales de nulidad esgrimidas. El tribunal de casación no podría, ha dicho esta Corte, al pronunciarse sobre un recurso de casación en el fondo, discutir el valor que el tribunal de la instancia correspondiente ha atribuido a la prueba allegada por las partes en relación con sus derechos ejercitados en juicio. La copia autorizada de la carpeta de investigación de la causa Ruc 0810016048-8, fue agregada a los autos con citación de la contraria, oportunidad en la que el ahora recurrente de casación nada dijo a su respecto, y es sobre la base de las declaraciones contenidas sentenciadores presumen la en ese instrumento participación del que menor los en la que la operación. Esta Corte ha manifestado en forma reiterada prueba de presunciones no es susceptible de ser impugnada a través de infracción a las leyes reguladoras de la prueba y como tal fue valorado por los jueces del fondo. Décimo tercero: Que conforme al análisis realizado en los motivos precedentes sólo cabe concluir que no ha existido en el caso sub-judice vulneración a las leyes reguladoras de la prueba, motivo por el cual los presupuestos fácticos que han sido establecidos por los jueces del fondo con sujeción al mérito de los antecedentes, probanzas aportadas por las partes, interpretación y aplicación de normas atinentes al caso en estudio, resultan inamovibles, no siendo posible impugnarlos por la vía de la nulidad que se revisa, por lo que ha de estarse a ellos para su definición y decisión consiguiente. Décimo cuarto: Que en lo que toca a la transgresión del artículo 42 de la Ley N° 18.575 que se denuncia, es constitutiva de la fuente de responsabilidad del Estado por falta de servicio en materia sanitaria. Que esta Corte Suprema ha señalado reiteradamente que la falta de servicio “se presenta como una deficiencia o mal funcionamiento del Servicio en relación a la conducta normal que se espera de él, estimándose que ello concurre cuando aquel no irregular funciona o imputación debiendo tardíamente, que genera hacerlo operando la así y cuando como consecuente un funciona factor de responsabilidad indemnizatoria, conforme lo dispone expresamente el artículo 42 de la Ley N° 18.575. Pues bien, en materia sanitaria el 3 de septiembre de 2004 se publica la Ley N° 19.966 que establece un Régimen de Garantías en Salud, cuerpo normativo que introduce en el artículo 38 la responsabilidad de los Órganos de la Administración en esta materia, la cual incorpora "al igual que la Ley N° 18.575 la falta de servicio como factor de imputación que genera la obligación de indemnizar a los particulares por los daños que éstos sufran a consecuencia de la actuación de los Servicios de Salud del Estado” (Corte Suprema, Rol 9554-2012, 10 de junio de 2013, considerando undécimo). Décimo quinto: Que aclarado lo anterior, cabe señalar que el fallo impugnado sindica que la intervención quirúrgica realizada por el médico traumatólogo Olmedo Valencia y su hijo menor de edad, y que el tratamiento post operatorio iniciado a dos meses de realizada la operación, son constitutivos de falta de servicio, pudiendo haberse evitado para la demandante la presencia de un edema linfático en mano y dedos, dolor a la palpación en eminencia tenar, hipotenar y a nivel de cicatriz de la operación, limitación parcial de la extensión y la flexión de los dedos por dolor, fuerza muscular disminuida en antebrazo, mano, dedos y codo. Décimo sexto: Que la infracción al artículo 42 de la Ley N° 18.575 la hace consistir el recurrente en que no se demostró la participación directa del hijo menor del doctor Valencia en la intervención quirúrgica a la cual fue sometida la demandante, que aun siendo un único hecho, lo considera como base de una presunción judicial, para deducir otro hecho respecto a la relación de causalidad entre la conducta de la administración y el perjuicio, que no aparecen acreditados por ningún medio probatorio. Cabe reiterar que se estableció como hechos de la causa que en la operación quirúrgica de Miriam Briceño, participaron el médico Olmedo Valencia, su hijo menor de edad y los técnicos paramédicos Katherine Díaz y Luis Astudillo, según se lee de la declaración prestaba por éste último ante el Ministerio Público, lo cual consta en la carpeta investigativa Ruc 0810016048-0, acompañada a los autos y no objetada por el Servicio de Salud. Lo que además, puede ser refrendado de las copias del sumario administrativo, agregado con citación y no objetado, en la cual consta que por Resolución N° 3981 de fecha 25 de noviembre de 2008 se puso término al sumario instruido en contra del médico Valencia Lemos, aplicándose una medida disciplinaria de suspensión de empleo por el plazo de tres meses por su responsabilidad administrativa, por haber efectuado la intervención quirúrgica de Miriam Briceño Montaño el día 19 de julio de 2006 en presencia de su hijo menor de edad. Además, que el tratamiento post operatorio a que fue sometida la paciente en la unidad de kinesioterapia, fue irregular al iniciarse de forma tardía, según consta de la declaración del médico traumatólogo Florencio Arturo Álvarez. Con lo anterior, se dio por establecida la falta de servicio, determinándose la existencia de la relación de causalidad entre aquella y el daño provocado, por cuanto se dejó asentado que el traumatólogo debió realizar la intervención sin la participación de su hijo menor de edad y que al demandado le correspondía entregar a la paciente un pronto y adecuado tratamiento post operatorio, conforme a los antecedentes clínicos que presentaba y a la forma en que fue operada. En relación a lo expuesto previamente, en cuanto a la prueba de la causalidad, tal como lo ha sostenido la doctrina “…una mera probabilidad de que el daño se deba a la negligencia no es suficiente para invertir el peso de la prueba. En cambio, si está probada la negligencia y el daño es de aquellos que usualmente se producen a consecuencia de una falta de cuidado, se puede tener prima facie por probada la relación causal.” (Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Enrique Barros Bourie, año 2008, Editorial Jurídica de Chile, indudablemente se página dejó 688) asentado y, que en la una especie, intervención quirúrgica debe ser realizada por el profesional idóneo al efecto, sin la intervención de personas que no poseen las competencias para ello y que atendida las especiales circunstancias en las cuales se desarrolló la cirugía, la demandante requería una atención pronta y regular, correspondiendo a la recurrente acreditar la efectividad de sus asertos en cuanto a que se prestó el servicio en forma oportuna y que no causó los daños demandados, cuestión que no hizo, debiendo entonces asumir la responsabilidad que el incumplimiento de sus deberes le ocasionó a la demandante. Por último, en relación con los perjuicios demandados, en la sentencia recurrida se deja expresa constancia de las pruebas producidas en base a las cuales el Tribunal determinó el monto de éstos. Décimo séptimo: Que conforme a lo anterior, los jueces del grado han aplicado correctamente las normas atingentes a la litis, sin que se haya demostrado un yerro en la aplicación del derecho como pretende el demandado, por lo que el recurso debe ser desestimado. Y de conformidad además con lo dispuesto en los artículos 764, 765, 767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo interpuesto en lo principal de la presentación de fojas 862 contra la sentencia de dieciséis de febrero de dos mil quince, escrita a fojas 861. Acordado con el voto en contra del Ministro Sr. Pierry y de la Ministro Sra. Sandoval en lo que dice relación con la falta de servicio de la demandada en la intervención quirúrgica, por las siguientes consideraciones: 1°.- Que es preciso señalar que la responsabilidad que se persigue a través de la presente acción, tiene dos aristas claramente definidas, la primera referida a la responsabilidad que le cabe a la demandada en la intervención quirúrgica a la que fue sometida Miriam Briceño, en la cual se encontraban presentes el médico Olmedo Valencia y su hijo menor de edad y, la segunda, por la deficiente atención que recibió durante su post – operatorio. 2°.- Que consignado lo anterior, es preciso dejar establecido que se encuentra acreditado que el hijo menor del médico ingresó a las dependencias en las cuales se realizó el procedimiento a la demandante, más de la prueba rendida en autos no ha resultado acreditado que el niño intervino en la operación, toda vez si bien al facultativo se le aplicó una medida disciplinaria de suspensión del empleo por el plazo de tres meses por su responsabilidad administrativa, debido a que efectuó la intervención quirúrgica en presencia de su hijo, en ningún caso lo fue por que éste último haya ejecutado la intervención. Si bien, se agrega a estos autos la declaración del paramédico Luis Humberto Astudillo Contreras prestada ante la Policía de Investigaciones, ésta resulta contradictoria con la restante prueba rendida en la causa, no resultando posible acreditar con certeza la participación del menor en los hechos que dan origen al sumario, toda vez que lo único en que las personas presentes en el pabellón están contestes, fue que el niño estaba en el lugar, más no cual habría sido su participación en el operación, por lo que correspondía a la demandante acreditar dicha circunstancia. 3°.- Que en consecuencia, y no habiéndose acreditado que la intervención quirúrgica fue practicada por el hijo del médico Valencia, no se configuran los presupuestos necesarios para dar lugar a la acción deducida por este fundamento. 4°.- Que en razón de lo anterior, quienes disienten son de opinión de acoger el recurso de casación en el fondo sólo en relación con la imputación de falta de servicio de la demandada por la deficiencia en la prestación del servicio en el período post operatorio y de bajar prudencialmente la indemnización. Regístrese y devuélvase con sus agregados. Redacción a cargo de la Ministra Sra. Sandoval. Rol N° 3.785-2015. Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa Egnem S., Sra. María Eugenia Sandoval G. y Sr. Carlos Aránguiz Z. y el Abogado Integrante Sr. Jean Pierre Matus A. No firma, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, el Abogado Integrante señor Matus por estar ausente. Santiago, 08 de octubre de 2015. Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema. En Santiago, a ocho de octubre de dos mil quince, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.