GINECOLOGÍA Menstruación.- Ciclo menstrual. La menstruación es el flujo vaginal sanguíneo que ocurre en forma espontánea y periódica y que se origina en la mucosa uterina; se sucede a intervalos aproximados mensuales desde la menarquia hasta la menopausia; es un proceso catabólico regulado por ovarios, hipotálamo e hipófisis. El ciclo genital femenino tiene una duración media de 28 días, aunque se considera normal entre 21 y 35 días; se divide en tres fases, la hemorrágica o menstrual, la proliferativa o folicular y la secretora o lútea. Se considera el primer día del ciclo el día que comienza el sangrado menstrual. La menstruación o fase hemorrágica ocurre entre los días 1-3, a partir del día 4 comienza la fase proliferativa, que dura hasta la ovulación, que es el día 14 del ciclo, por lo que la fase proliferativa dura desde el día 4 al 14. Como ya se señalo, la ovulación ocurre el día 14 y a partir de ese día comienza la fase secretora que terminará cuando comience la fase hemorrágica del siguiente ciclo, que ocurre aproximadamente del día 14 al 28. Integración fisiológica del ciclo El primer día del sangrado menstrual inicia el ciclo y es entonces cuando la secreción pulsátil de las gonadotropinas hipotalámicas (GnRH) estimula en la hipófisis la secreción de la gonadotropina FSH que actúa en el ovario estimulando el crecimiento de un grupo de folículos; la liberación de la GnRH se produce de manera pulsátil, de tal manera que los pulsos lentos sobre estimulan FSH y los rápidos sobre estimulan la gonadotropina LH. Cuando la GnRH llega a la hipófisis anterior se produce la liberación de FSH en dos fases, la primera fase es en meseta, ocurre en la primera mitad de la fase proliferativa, y tiene como misión el crecimiento folicular y la selección del folículo dominante. La segunda fase se sucede justo antes de la ovulación y sus acciones son 3, una es estimular el crecimiento de la capa granulosa en el folículo seleccionado, la segunda es inducir la actividad en la granulosa que convierte los andrógenos en estradiol, y la tercera acción es aumentar los receptores de FSH en la granulosa. El estradiol, que es consecuencia de la transformación de los andrógenos, llega al útero y provoca el crecimiento del endometrio, además el estradiol junto al la inhibina, provocará un descenso de FSH que va a producir la selección de un protagonista entre el grupo de folículos que estaban creciendo, a este folículo se le denomina dominante, el resto de los folículos se atresian. El folículo seleccionado presenta mayor cantidad de aromatización y de receptores para FSH-LH. El folículo seleccionado comienza a producir estrógenos que producen un pico de FSH y posteriormente un pico de LH, este último pico da lugar a la ovulación el día 14 del ciclo. A partir de la ovulación el folículo se transforma gracias a la LH convirtiéndose en cuerpo lúteo, cuya misión es establecer las condiciones para la gestación, para ello produce progesterona. De no producirse la fecundación sobreviene la luteólisis y la menstruación, pero antes de que finalice la fase secretora ya se inició el aumento de la FSH, que comienza el crecimiento de un nuevo grupo de folículos en el siguiente ciclo. Estudio clínico de la menstruación El interrogatorio incluye la investigación de la menarquia y siguientes menstruaciones, intervalo menstrual, cantidad de sangrado menstrual y la coexistencia de dolor en la menstruación (dismenorrea). La menarquia es el establecimiento de la primer menstruación, que suele suceder entre los 11 y 14 años de edad; la edad promedio de la aparición de la menarquia varía en las diversas latitudes, en USA la edad promedio es a los 12 años. La fecha de inicio de la menarquia es una característica hereditaria y se relaciona estrechamente con el peso corporal y la nutrición. La pubertad es la época de la maduración sexual en la cual se alcanza la función reproductiva. Durante la pubertad se modifica la constitución y apariencia del individuo, hay rápido crecimiento corporal y aparecen las características sexuales secundarias; en la mujer aparece la menstruación. Siempre se ha considerado el intervalo menstrual normal con duración de 28 días, aunque hay amplias variaciones individuales y las desviaciones de 2 a 6 días representan la normal. Cada mujer tiene un intervalo y esa es su normalidad o regla. La cantidad de pérdida sanguínea también es variable, se considera normal una pérdida aproximada en promedio de 30 a 80 CC y con una duración del ciclo en promedio de 3 a 7 días. La reducción importante de la cantidad puede ser consecuencia de alteraciones endocrinas, constitucionales o nutricionales; el sangrado abundante puede deberse a alteraciones funcionales o anatómicas, siendo las funcionales las más frecuentes. El sangrado menstrual normal es rojo oscuro, de aspecto venoso y sin coágulos; los sangrados excesivos son de color rojo brillante y pueden tener coágulos, aunque unos cuantos coágulos pueden no ser de importancia clínica. La sangre menstrual no coagula, y se licua rápidamente por fibrinolisis en el endometrio. Dismenorrea y dolor pélvico La dismenorrea o menstruación dolorosa es una irregularidad de la función menstrual. Se caracteriza por períodos dolorosos en relación con la menstruación. Los síntomas son variables: calambre en las piernas, dolor pélvico o abdominal intenso, en la parte baja de la espalda, cefalea, náuseas, mareos, vómitos, desmayos, diarrea o estreñimiento, fatiga, así como ansiedad, irritabilidad o depresión. Suele distinguirse entre dismenorrea primaria, presente desde siempre, y dismenorrea secundaria, que aparece después de periodos normales. El dolor de pelvis es una molestia común en mujeres. Su índole e intensidad pueden variar y su causa a veces es desconocida. En algunos casos, no hay evidencia de enfermedad. El dolor puede ser agudo, que significa que es súbito y severo y corresponde a patologías específicas de los órganos genitales, entre ellas embarazo ectópico, enfermedad pélvica inflamatoria, torsión o ruptura de un quiste del ovario, aborto espontáneo o amenaza de aborto, dismenorrea, endometriosis, otras veces son patologías digestivas o de vías urinarias como infecciones, colon irritable, apendicitis, entre otras. Algunas mujeres experimentan dolor crónico, con un considerable malestar en la zona pélvica, todos los meses durante los 7 o 10 días anteriores a la menstruación. El dolor es peor cuando está de pié o sentada y mejora al estar acostada. También puede doler la parte posterior de la pelvis y de las piernas. El acto sexual puede ser doloroso (dispareunia) y el flujo vaginal normal se incrementa. Los síntomas asociados comunes son cefalea, insomnio y fatiga. En el síndrome de congestión pélvica crónica, al aumentar el aporte sanguíneo al útero y la consecuente formación de várices, el dolor suele ser bilateral, continuo, con sensación de peso, se incrementa con la bipedestación, y con el ejercicio físico. Mejora con el decúbito y empeora en los últimos días del ciclo. Dispareunia La dispareunia o coitalgia es la relación sexual dolorosa, incluye desde la irritación vaginal postcoital hasta un profundo dolor. Se define como dolor o molestia antes, después o durante la relación sexual; se consideraba una condición exclusiva de la mujer, en la actualidad se incluye al varón, es mucho menos habitual que la femenina, que alcanza, según algunos autores, hasta el 4% de la población. La dispareunia a menudo aparece asociada a problemas de vaginismo, no quedando claro cuál es la causa y cuál el efecto. Se manifiesta como sensación de quemadura, ardor o dolor cortante, que puede localizarse en la parte interior o exterior de la vagina, la región pélvica e incluso el abdomen inferior. Si bien la mayoría de las mujeres han experimentado dolor en alguna ocasión durante sus actividades sexuales, para considerarse trastorno ha de presentarse de forma crónica. Las causas pueden ser de origen orgánico, infecciones, enfermedades genitales o urinarias, prolapso uterino, irritaciones por el material de los anticonceptivos de barrera (preservativos, DIU, espermicidas) y, en la tercera edad, vaginitis senil. También pueden darse causas de origen psicológico: la pérdida de interés por el compañero, que puede originar una inadecuada lubricación vaginal, o la falta de excitación en el momento de la penetración, educación inadecuada o ansiedad, en todos los casos debe excluirse patología orgánica. Endometriosis La endometriosis es la presencia y proliferación de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina, puede encontrarse en cualquier tejido de la anatomía, aunque. La localización más frecuente es en el ovario, formando quistes en donde se acumula sangre de color marrón oscuro, en el siguiente orden de frecuencia está el fondo de saco de Douglas, después el ligamento ancho posterior, los ligamentos uterosacros y el ligamento anterior. Localizaciones comunes de endometriosis La prevalencia de la endometriosis es variable pero se calcula que afecta al 10% de las mujeres en edad fértil. Entre los factores de riesgo se consideran los ciclos cortos, menores de 27 días, con sangrado menstrual abundante de más de 7 días, que son condiciones que favorecerían el reflujo del sangrado menstrual a la cavidad peritoneal. Estudio semiológico de la endometriosis El dolor aparece en el 95% de los casos, de intensidad variable, suele estar localizado en la pelvis y su presentación característica es de dolor continuo; se acompaña habitualmente del antecedente de ciclos cortos y con sangrado abundante. La molestia dolorosa se acompaña con frecuencia de distensión abdominal y disuria. La infertilidad acompaña a la mitad de los casos de endometriosis, y sus causas son diversas, entre ellas alteraciones inmunitarias y obstrucción tubárica, entre otras. La ecografía-doppler permite evaluar las características anatómicas de la pelvis, aunque en la actualidad la identificación plena del problema se hace mediante laparoscopia, ya que permite visualizar directamente las lesiones, evaluar el problema en su totalidad y tomar muestras para estudio anatomopatológico. El estudio laparoscópico permite en muchos casos realizar al mismo tiempo el tratamiento. Amenorrea Se define como amenorrea primaria a la ausencia de la menstruación cuando la mujer ha cumplido los 16 años. La causa más frecuente de amenorrea primaria es la disgenesia gonadal, de ellas la más frecuente es el síndrome de Turner. Durante le embriogénesis la ausencia del cromosoma Y permite el desarrollo mülleriano y por lo tanto la formación de genitales internos femeninos. La ausencia de andrógenos permite el desarrollo de los genitales externos femeninos. Estudios y procedimientos en caso de amenorrea La causa global más frecuente de amenorrea secundaria en general es el embarazo, se conviene que la ausencia de la menstruación deba ser por los menos de tres meses consecutivos; de ahí que lo primero que se descarta es una gestación y para ello se realiza en primer término un examen inmunológico de embarazo, de ser positivo se piensa en gestación, o menos frecuente en un coriocarcinoma de ovario; si la prueba de embarazo es negativa se determina TSH y prolactina (PRL), que de estar alteradas se prosigue con un tratamiento médico; de ser normales se administra una pequeña cantidad de progesterona (5.-10 mg al día durante cinco días) si la paciente produce con normalidad la primera fase proliferativa del ciclo, pero no llega a ovular, es decir no llega a producir progesterona, al administrarle progesterona vendrá la menstruación y se concluye que la causa era la anovulación; si a pesar de la administración de la progesterona no aparece la menstruación, se administra entonces una combinación de estrógenos y progestágenos durante 3 meses, de no presentarse la menstruación, a pesar de la administración adecuada de la secuencia hormonal, es que hay alguna alteración anatómica en el útero, en el cuello o en la vagina. Si se presenta la menstruación es que el endometrio en estudio funciona y la menstruación tiene vía libre hacia el exterior (no hay obstrucción anatómica); si hay respuesta adecuada a la administración de la secuencia hormonal, el problema debe estar en el eje ovario, hipotálamo hipófisis, por lo que para la diferenciación se determinan gonadotrofinas hipofisiarias, que de estar elevadas se sospecha disfunción ovárica, de estar bajas se descarta que el problema este en el ovario; finalmente para diferenciar si la falla está en el hipotálamo o en la hipófisis, se administra GnRH, si entonces aumentan las gonadotropinas es que esta sana la hipófisis y se sospecha alteración de hipotálamo; si la hipófisis no responde a la GnRH es que la causa es hipofisiaria. Oligomenorrea es la disminución de la frecuencia de la menstruación, se conviene que el intervalo ha de ser mayor de 38 días y menor de 3 meses. Criptomenorrea significa que la menstruación se sucede pero no sale al exterior, se debe a la obstrucción de las vías genitales. Metrorragias Las hemorragias uterinas se clasifican en no cíclicas y cíclicas, las no cíclicas se caracterizan por que el sangrado es independiente de la regla e identifican las verdaderas metrorragias. La cíclica es cuando el sangrado se relaciona con la regla y puede tratarse de hipermenorrea o menorragia, que son perdidas sanguíneas de una cantidad superior a 180 ml o duración del sangrado de más de 7 días o ambos, y que ocurren con intervalos regulares. La polimenorrea es la menstruación más frecuente, con intervalos intermenstruales de menos de 21 días, pero normales en cantidad y duración. Las causas de la hemorragia pueden ser orgánicas o funcionales, son causas orgánicas tumores malignos, tumores benignos como miomas o pólipos, endometriosis, coagulopatías, entre otras. Las funcionales son por alteración del eje hipotálamo-hipofisis-ovario, no hay lesión orgánica sino alteración en la regulación endocrina del ciclo, en la mayoría de los casos el endometrio muestra un proceso proliferativo simple o hiperplásico. Las hemorragias funcionales son más frecuentes poco después de la menarquia y en la perimenopausia, en ambos casos existen ciclos anovulatorios. La histeroscopia es el método diagnóstico de elección, permite obtener muestras de biopsia de endometrio dirigidas, en vez del legrado biopsia general. Infecciones ginecológicas en vagina y vulva. Las vulvovaginitis son un problema común en mujeres sexualmente activas. El flujo vaginal es producto de los exudados que se originan en las vías genitales; el flujo vaginal normal es blanco, homogéneo e inodoro, proviene del drenaje en la vagina de diversas glándulas, como vestibulares, glándulas de Bartholin, del cérvix, del endometrio, del endosálpinx, del trasudado de la pared vaginal y de células vaginales descamadas; los estrógenos y la progesterona influyen sobre las características de la flora y secreción vaginal. La vagina normal tiene un pH ácido, el bacilo de Döderlein se encarga de acidificar el medio, produce ácido láctico hasta lograr un pH de 4 en la mujer fértil; cuando hay deficiencia de estrógenos, como en la menopausia, el pH puede ser superior a 6. Vulvitis por monilias en una diabética La flora vaginal normal está constituida por microorganismos aerobios y anaerobios, aunque es posible encontrar microorganismos que pueden ser patógenos bajo ciertas circunstancias, como E. coli, Bacteroides fragilis, S. aureus, estreptococos del grupo B y especies de Candida. El pH asciende en los días cercanos a la ovulación, también en la púber y en la posmenopáusica, lo que permite la génesis de infecciones vaginales. La leucorrea patológica es uno de los motivos de consulta más frecuente de la mujer sexualmente activa, más del 90% están causadas por uno de los siguientes 3 microorganismos: la Gardnerella vaginalis causa entre el 40-50 de los casos, muchas veces pasa inadvertida y por ello se diagnóstica en menor número que la candidiasis; la candidiasis causa entre el 20-25% de los flujos vaginales, es más sintomática y por ello más comúnmente diagnosticable, la Trichomona vaginalis causa entre el 15-20% de los casos y se considera enfermedad de transmisión sexual. El restante de los flujos es por Chlamydias, vaginitis atrófica, micoplasmas, herpes genital, parásitos (como oxiuros en niñas) entre otras. Cervicits por Chlamydia La vaginosis bacteriana causada por la Gardnerella vaginalis es la infección vaginal más prevalerte en mujeres en edad reproductiva en países desarrollados; produce una leucorrea blanco grisácea, maloliente, de baja densidad, homogénea, el exudado reviste casi toda la pared vaginal y el introito vulvar; es característico el “olor a pescado” en descomposición. Es la causa más común de leucorrea maloliente y casi no produce prurito; no se considera una enfermedad de transmisión sexual. Son factores de riesgo la gestación y el uso de DIU. Cervicitis mucopurulenta El diagnóstico de Gardnerella se realiza al observar un pH vaginal mayor de 4.5. En el microscopio se observan células llenas de cocobacilos Gram. negativos y son clave diagnóstica cuando aparecen en mas del 20% de las células observadas. La prueba de las aminas produce un intenso “olor a pescado” en descomposición. La tricomoniasis genital se considera enfermedad de transmisión sexual. El padecimiento en el varón casi siempre es asintomático. En la mujer la leucorrea puede ser el único síntoma, es de baja viscosidad, abundante, un poco maloliente, homogénea, de color amarillo grisáceo o verde amarillento, espumosa y con burbujas de aire. A la exploración vaginal el cérvix puede presentar hemorragias puntiformes con “aspecto de fresa”, por lo que el cérvix puede sangrar fácilmente al contacto. El diagnóstico más fácil y seguro es la visualización de protozoo, que puede realizarse en el 80% de los casos; de no descubrirse el parásito en el examen fresco se realiza un cultivo que es positivo en el 95% de los casos. La vaginitis por Candida albicans produce leucorrea blancoamarillenta, en grumos de aspecto de “requesón”, con gran viscosidad y con formación de pseudomembranas; el síntoma predominante es el prurito que se exacerba en la semana previa a la menstruación, pero una vez que aparece la menstruación se produce un alivio moderado. Son factores predisponentes a la candidiasis vaginal los niveles altos de estrógenos como en el embarazo, al tomar anticonceptivos, también la diabetes mellitus, el uso de corticoides o antibióticos de amplio espectro. Los pacientes con VIH presentan candidiasis vaginal muy severa y recurrente. El cultivo específico en el medio Saboureaud es un método sencillo y útil. El pH vaginal no se modifica en la vuvlovaginitis por Candida simple, es normal. Infección por Papiloma Virus (VPH) Los virus del papiloma humanos VPH son un grupo diverso de virus ADN que afectan la piel y membranas mucosas; se han identificado más de 100 diferentes tipos de VPH, algunos tipos pueden causar condilomas, otros infecciones clínicas que pueden culminar en lesiones precancerosas. Entre 30 y 40% de los virus VPH se transmiten por contacto sexual infectando la región anogenital; existen un subgrupo de cerca de 13 VPH, llamados de alto riesgo, que son diferentes de los que causan las verrugas comunes y que pueden favorecer el desarrollo de neoplasias cervicales, vulvares, neoplasias del pene y anales. Los virus de alto riesgo producen lesiones precancerosas que pueden progresar a cáncer invasivo; la infección de VPH se considera un factor necesario en el desarrollo de casi todos los casos de cáncer cervical. La prueba de Papanicolau cervical con pruebas de ADN de VPH se utilizan para detectar anormalidades celulares y la presencia del virus, lo que permite la remoción localizada quirúrgica de la lesiones precancerosas. La infección de VPH genital es muy común, se estima que más del 50% de las mujeres sexualmente activas, se infectaran con uno o más de los tipos de VPH sexualmente transmitidos. Enfermedades inducidas por el VPH Los virus VPH-1 y VPH-2 causan verrugas comunes que se localizan con frecuencia en manos y pies, aunque aparecen en otras áreas; los tipos 6 y 11 ocasionan la mayoría de las verrugas genitales o anales, que también se denominan condiloma acuminado o verrugas venéreas. Los tipos de VPH que causan verrugas genitales no son los mismos que causan cáncer cervical, aunque debe considerarse que un individuo puede infectarse con múltiples tipos de VPH, y la presencia de verrugas hace suponer que puede ser posible la existencia de los tipos de alto riesgo, que producen cáncer cervical. Cerca de una docena de VPH, que incluyen los tipos 16, 18, 31 y 45, se denominan tipo de alto riesgo y pueden producir cáncer cervical, vulvar, de pene y ano; el tipo 16 ha sido asociado con carcinoma orofaríngeo de células escamosas. El desarrollo del cáncer cervical inducido por VPH es un proceso lento que generalmente toma muchos años, durante esta fase de desarrollo es el momento ideal para detectarse las células precancerosas mediante la citología de Papanicolau; el examen se realiza tomando muestras de tejido cervical, es un método efectivo en el 70-80% de los casos para detectar anormalidades celulares por VPH; la combinación del Papanicolau con las pruebas ADN-VPH es el examen ideal, de preferencia con guía colposcópica. Vacunas En el año 2006 la FDA aprobó la vacuna Gardasil contra el VPH, los estudios han demostrado que protege contra la infección inicial por los serotipos 16 y 18, que en conjunto causan aproximadamente un 70% de los cánceres de cérvix, estos serotipos también causan tumores anorectales en mujeres y hombres. La vacuna también ha mostrado eficacia contra el 100% de las infecciones persistentes, y protege además contra los serotipos 6 y 11 que causan el 90% de las verrugas genitales. Se recomienda que las mujeres se vacunen en un rango de edad entre 9 y 26 años. La vacuna no tiene efectos colaterales con excepción de dolor en el sitio de la inyección. Tanto los hombres como las mujeres son portadores del virus, por lo que para erradicar la enfermedad se recomienda que eventualmente también los hombres deban ser vacunados. Un laboratorio mexicano anuncia recientemente (2008) la venta de una vacuna denominada ONCOVACCC, esta vacuna no sólo es preventiva, sino terapéutica; es decir, puede revertir las lesiones causadas por el VPH y eliminar el virus del sistema definitivamente, cosa que hasta ahora parecía imposible. Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección de útero, trompas y ovarios causada por una infección bacteriana ascendente, los gérmenes desde la vagina ascienden hacia la pelvis. La EIP es una enfermedad de transmisión sexual, la causa más frecuente es la Chlamydia trachomatis, le sigue la Neisseria gonorrhoeae. En alguna paciente con dispositivo uterino (DIU) con EIP se aísla Actynomices Israelí y E Coli. Inicialmente se produce inflamación del (endocérvix endocervicitis) y al ascender estos patógenos producen inflamación en todo el tracto genital superior como endometritis, salpingitis, e incluso peritonitis. Es posible que la menstruación retrógrada sea factor en la contaminación de las trompas de Falopio y el peritoneo. Hasta en un 40% de pacientes con salpingitis aguda se ha identificado una infección polimicrobiana. Manifestaciones El síntoma más frecuente es dolor abdominal bajo, que suele ser bilateral y asociado a leucorrea y síntomas generales como hipertermia; La inflamación peritoneal suele dar manifestaciones de abdomen agudo. La exploración pélvica es dolorosa. Síntomas concurrentes suelen indicar infección de otras estructuras anatómicas, por ejemplo, puede aparecer disuria como consecuencia de una uretritis. El diagnóstico de EIP se realiza por clínica con la presencia de dolor abdominal bajo, fiebre y leucorrea. La laparoscopia es el método diagnóstico más seguro, está indicada en pacientes en quienes hay duda sobre el diagnóstico. Se consideran en el diagnóstico de la EPI los siguientes criterios mayores y menores: Criterios mayores. • Historia o presencia de dolor en abdomen inferior. • Dolor a la movilización cervical en la exploración. • Dolor en los anexos en la exploración abdominal. • Historia de actividad sexual en los últimos meses. • Ecografía no sugestiva de otra patología. Criterios menores. • Temperatura mayor de 38º C. • Leucocitosis mayor de 10.500. • VSG elevada. • Gram. de exudado intracervical demostrando diplococos intracelulares sugestivos de gonococo, cultivo positivo para N. gonorrhoeae o cultivo positivo u observación al examen directo IFD de Chlamydia trachomatis. Patología del cuello cervical. Histología del epitelio cervical. El epitelio cervical externo (ectocérvix) es plano poliestratificado. El epitelio endocervical es cilíndrico. Sobre el orificio cervical externo (OCE) suele situarse la zona de tránsito del epitelio poliestratificado del ectocérvix al cilíndrico del endocérvix, que es donde suelen iniciarse las lesiones precancerosas. Cérvix normal Patología benigna. La cervicitis es la inflamación del cuello uterino se favorece por instrumentación, coito, parto, eversión de la mucosa. De ordinario no produce síntomas, aunque puede originar inflamaciones más altas, que perturben la fertilidad. La cervicitis inespecíficas son las más frecuentes y pueden ser causadas por cocobacilos. Las específicas son por gonococos, sífilis, tuberculosis o cándida. Las cervicitis crónicas producen leucorrea abundante. Las agresiones repetidas predisponen a la metaplasia. ectopia o eritroplasia. La ectopia, denominada también erosión cervical, es la presencia de epitelio cilíndrico por debajo del O.C.E. (y por tanto, visible desde la vagina), quedando en contacto con el medio vaginal hostil. Aunque la mayoría son asintomáticas, pueden originar leucorrea y hemorragia postcoital. El diagnóstico se realiza por colposcopia. Si dan clínica se pueden eliminar. La ectopia es mas frecuente en mujeres que usan anticoncepción hormonal. La metaplasia es la aparición en el endocérvix de epitelio plano poliestratificado ectocervical, de características normales. En general son la respuesta fisiológica ante las agresiones repetidas a un epitelio no preparado para ello. La eritroplasia es una mancha anormal de tejido rojo que se forma en las membranas mucosas, particularmente en boca o cérvix, puede evolucionar a displasia. Displasia cervical y carcinoma in situ. En el exocérvix existe de forma fisiológica la invasión en la zona de transición por tejido que, mediante reepitelización, se repara, siendo sustituida por un epitelio plano poliestratificado exactamente igual al original. Cuando el proceso de reparación se altera, el epitelio escamoso que se origina no es normal, y se produce una alteración celular que se denomina displasia, que es un epitelio poliestratificado con alteraciones en la diferenciación que no llegan a ser tan intensas como las del carcinoma in situ. Las displasias se clasifican en tres grados: • CIN I: displasia leve. Anomalías nucleares y mitosis poco intensas. Afecta al 1/3 basal del epitelio. • CIN II: displasia moderada. Anomalías nucleares más importantes. Afecta a los 2/3 basales. Displasia leve • CIN III: displasia grave o carcinoma in situ. Importantes alteraciones nucleares, con importantes mitosis. No hay maduración ni diferenciación celular. Esta clasificación controvertida por lo que algunos recurren a la clasificación del sistema de Bethesda en tres grupos (ASCUS): • Células escamosas atípicas de significado incierto • Glándula atípica de significado incierto • Epitelio escamoso de bajo grado o de alto grado. Displasia moderada Displasia severa Carcinoma invasor del cuello cervical El cáncer de cérvix es hoy menos frecuente que el cáncer de endometrio y, en algunas series, que el de ovario. La prevalencia máxima se encuentra entre los 40 y 55 años de edad, solo el 10% de las pacientes tienen menos de 35 años. Factores de riesgo Se consideran factores de riesgo para el carcinoma de cuello el comienzo precoz de las relaciones sexuales y la promiscuidad sexual. La infección genital por papovavírus es importante e indispensable para el desarrollo de ésta patología, los tipos oncógenicos de VPH son el 16 y el 18; el virus del herpes tipo II, que refleja promiscuidad sexual, se considera promotor de éste carcinoma. Otro factor de riesgo es la inmunosupresión como en pacientes sometidos a transplantes o enfermos de VIH. El tabaquismo es un factor de riesgo demostrado para el cáncer de cérvix, los estudios demuestran que aumenta la incidencia entre 4-13 veces. Las displasias de alto grado son precursoras de este tumor. Se han propuesto otros supuestos factores de riesgo que no han podido ser demostrados como el grupo sanguíneo A, el uso de anticonceptivos, multiparidad, bajo nivel socioeconómico, alcoholismo, administración de estrógenos, entre otros. Tipos histológicos Casi el 90% de los carcinomas cervicales son del tipo epidermoide, se trata del carcinoma de células grandes queratinizado y el de células grandes no queratinizado; el adenocarcinoma causa alrededor del 10-15% de los casos, aunque va en aumento; otros tumores malignos como sarcoma, melanoma y linfoma continúan siendo muy raros. Manifestaciones. En la mayoría de los casos el cáncer inicialmente es asintomático, en etapas tardías el síntoma más precoz y característico es la metrorragia, también puede aparecer leucorrea que puede ser serosa, purulenta o mucosa, aunque en la enfermedad avanzada el flujo puede ser fétido, en esta etapa puede haber dolor pélvico, disuria, hematuria, rectorragia, estreñimiento, fístulas, hidronefrosis y síntomas generales. Diagnóstico temprano. La citología cervicovaginal o prueba del Papanicolau es el método más efectivo para el diagnóstico temprano del cáncer cervical, consiste en la toma de muestras del tracto genital incluyendo vagina, endocérvix y ectocérvix. Papanicolau La finalidad del estudio es detectar displasias antes de que se haya producido invasión del estroma por células neoplásicas; se recomienda efectuarlo de manera sistemática a todas las mujeres desde el inicio de la actividad sexual, de manera anual durante 3 años consecutivos y a partir de entonces, si los resultados son negativos, debe repetirse la citología cada 2-3 años siempre que no haya factores riesgo como promiscuidad sexual, enfermedades de transmisión sexual o inmunosupresión; el examen debe ser anual si existen factores de riesgo; en todos los casos debe continuarse hasta los 65-70 años de edad. Manifestaciones clínicas En fases tempranas el cáncer cervical es completamente asintomático y por ello debe recurrirse al diagnóstico temprano mediante el Papanicolau. El sangrado poscoital que por mucho tiempo se pensó era manifestación temprana de cáncer cervical indica una lesión estructural del cérvix o la vagina de cualquier naturaleza, como pólipos cervicales, endometriales, y también lesiones malignas del epitelio cervical y vaginal, otras veces se trata de lesiones de origen infeccioso como la Chlamydia y Gonorrea. Diseminación o propagación del cáncer El cáncer invade por extensión directa, por vía linfática o por vía sanguínea. La extensión local se produce hacia la vagina o hacia los lados invadiendo los parametrios. La invasión de la vagina es bastante precoz, involucra primero los fondos de saco vaginales y en estadios avanzados puede incluir hasta el tercio inferior de la vagina. La diseminación vascular puede dar lugar a metástasis pulmonares, que ocurre en el 5% aproximado de las enfermedades avanzadas. Clasificación del cáncer de cérvix (FIGO) • Estadio 0: carcinoma in situ o carcinoma intraepitelial (CIN III). • Estadio I es el carcinoma estrictamente limitado al cérvix; no se debe tener en cuenta la extensión del cuerpo uterino. • 1a1: invasión media del estroma 3 mm o menos de profundidad y 7 mm o menos de diámetro. • 1a2: invasión media del estroma más de 3 mm o menos de profundidad y 7 mm o menos de diámetro. • Ib: lesiones clínicas limitadas al cuello uterino o lesiones preclínicas de mayor extensión que el estadio 1a. • Ib1: lesiones clínicas 4 cm o menos de tamaño • 1b2: lesiones clínicas 4 cm o más de tamaño • Estadio II el carcinoma se extiende más allá del cérvix uterino, pero no se ha extendido a la pared pélvica. El carcinoma afecta a la vagina, pero no llega a la sección tercia inferior. • IIa: no hay complicación obvia del parametrio, hasta dos tercios de la parte superior de la vagina se encuentran afectados. • IIb: complicación obvia del parametrio, pero sin llegar a la pared cervical. • Estadio III implica que el carcinoma se ha extendido a la pared pélvica o implica el tercio inferior de la vagina. Acorde al examen rectal, no hay espacio sin cáncer entre el tumor y la pared pélvica. Se deben incluir todos los casos con hidronefrosis o con insuficiencia renal, a menos que se sepa que se debe a otras causas. • IIIa: sin extensión a la pared pélvica, pero si al tercio inferior de la vagina. • IIIb: extensión a la pared pélvica, hidronefrosis o insuficiencia renal. • Estadio IV implica que el carcinoma se ha extendido más allá de la pelvis misma o ha afectado clínicamente la mucosa vesical o rectal. • IVa: propagación del tumor a órganos adyacentes a la pelvis. • IVb: propagación a órganos distantes. Soportes pélvicos Los soportes pélvicos sostienen en su posición a la uretra, vejiga, útero, porción superior de la vagina y recto. Los soportes incluyen la pelvis ósea, los ligamentos anchos y redondo, los ligamentos uterosacros y cardinal, el diafragma urogenital que esta compuesto por el esfínter estriado del ano, músculos isquiocavernosos, bulbocavernosos, transversos del periné y el esfínter estriado de la uretra; también forman parte del sistema la porción de fascia que se une a la pared vaginal posterior y que forma el espacio rectovaginal, así mismo el diafragma pélvico que esta constituido por el elevador del ano, finalmente colaboran en el sostén el cuerpo perineal y el esfínter anal externo. La relajación de los soportes pélvicos puede ocurrir en mujeres jóvenes y adultas aunque la gran mayoría de los problemas son consecuencia de traumatismos obstétricos; menos veces la relajación pélvica se presenta en la menopausia o en la posmenopausia por atrofia de los tejidos a consecuencia de la declinación hormonal. Se reconocen las siguientes patologías por debilidad de los soportes pélvicos. • Cistocele • Enterocele • Prolapso uterino • Incontinencia urinaria Cistocele El cistocele es el descenso de la pared vaginal anterior a consecuencia del descenso de la vejiga, también se denomina colpocele anterior cuando no se acompaña de descenso vesical; en esta patología una porción de la pared posterior de la vejiga y el trígono descienden hacia el interior de la vagina; es consecuencia del estiramiento traumático de la aponeurosis pubovesicocervical durante el parto. El factor predisponerte más importante es la paridad, también la edad, menopausia, aumento de la presión abdominal durante los esfuerzos, como en el estreñimiento crónico y en tosedoras crónicas. En el cistocele, y a consecuencia del vaciamiento incompleto de la vejiga, la paciente aqueja sensación de llenura vaginal, otras veces hay incontinencia urinaria y poliaquiuria; la incontinencia es frecuente, siendo constante y de esfuerzo, apareciendo incluso a los esfuerzos mínimos como reír, toser, estornudar o pujar. Prolapso Vaginal A la exploración física se observa la procidencia de la vejiga en la pared anterior vaginal sobre todo cuando la enferma puja; la procidencia es una masa suave, reducible y que distiende el introito vaginal. El uretrocele es común acompañante del cistocele. Enterocele El rectocele es el descenso de la pared vaginal posterior a consecuencia del descenso del recto, también se denomina colpocele posterior. El rectocele de poco tamaño casi no provoca síntomas; rectoceles mayores dan manifestaciones como dificultades para la evacuación rectal, sensación de llenura vaginal y a la exploración física se muestra una masa suave y reducible que hace procidencia en la pared vaginal posterior. El enterocele es el prolapso del fondo de saco de Douglas, de hecho es una hernia que suele contener intestino o epiplón; se califica en tres grados de acuerdo al grado de descenso. El rectocele se pone de manifiesto a la exploración física como una masa prominente en el fondo de saco posterior en la parte alta de la pared vaginal posterior; hay dos variedades el congénito y el adquirido, este último es el más común y ocurre con frecuencia en multíparas o en menopáusicas, casi siempre se asocia con otras manifestaciones de relajación del piso perineal, como prolapso uterino, cistocele y rectocele. Prolapso uterino El prolapso uterino es el descenso del útero por debajo de su posición habitual; son factores predisponentes el parto vaginal, edad, menopausia, estreñimiento, ejercicios, entre otros. Se reconocen tres grados de prolapso uterino, en el de primer grado el cérvix no llega al plano de la vulva, en el de segundo grado el cuello uterino asoma a través del introito vulvar, en el tercer grado el cérvix esta por fuera del plano de la vulva. Incontinencia urinaria La incontinencia urinaria es la pérdida de orina por parte de la paciente de forma involuntaria, es la disfunción uroginecológica más frecuente en la mujer adulta. Tipos de incontinencia: a la izquierda orina por rebosamiento por obstrucción uretral, la figura de en medio muestra incontinencia por relajación del suelo pélvico y/o aumento de la presión abdominal, a la derecha incontinencia de urgencia por vejiga hipersensible por cistitis. Se conocen varios tipos de incontinencia: la incontinencia urinaria de esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina coincidente con el aumento de la presión abdominal, como el pujar, toser o reír; se debe a un fallo en los mecanismos de resistencia uretral. Se puede asociar a relajación del suelo pélvico. La incontinencia urinaria de urgencia es la pérdida involuntaria de orina asociada a un deseo de orinar (incontinencia de urgencia); se asocia con poliaquiuria y se debe a una contracción involuntaria e inestabilidad del detrusor vesical; ante esta manifestación siempre se debe descartar una infección urinaria (cisitis) que produce la misma sintomatología (poliaquiuria). La incontinencia urinaria mixta es la coexistencia en el mismo paciente de incontinencia de esfuerzo e incontinencia de urgencia. La incontinencia urinaria continua se debe a una fístula urogenital, en la definición se incluye la manifestación. La incontinencia urinaria por rebosamiento se debe a la retención urinaria, el paciente orina en forma continua sin tener control de la micción ni sensación de orinar; es frecuente en varones con obstrucción prostática y retención urinaria; el diagnóstico se confirma mediante la cistometría. Patología del cuerpo uterino y endometrio El mioma es un tumor benigno compuesto fundamentalmente de fibras musculares lisas, representa el tumor más frecuente de todo el tracto genital femenino y es el tumor benigno más frecuente en la mujer. El mioma tiene una prevalencia de un 20-25% en la raza blanca, en la raza negra la prevalencia es del 50%; le edad de máxima incidencia es entre 35 y 54 años de edad; en la mayoría de los casos los miomas suelen ser múltiples. Etiopatogenia Se desconoce la etiopatogenia aunque se acepta que tanto los estrógenos como la progesterona aumentan el tamaño de los miomas; involucionan tras la menopausia. Son menos frecuentes los miomas en mujeres multíparas y en fumadoras; los miomas no aumentan de tamaño en mujeres que toman anticonceptivos orales. Patología Según su localización se divide en miomas serosos, situados bajo el peritoneo visceral uterino, alcanzan gran tamaño y son poco sintomáticos, son responsables del 40% de todos los miomas. Los más frecuentes son los miomas intramurales, representan el 55% de total y se localizan en la porción central del miometrio. Sitios anatómicos comunes de los miomas Los miomas submucosos protuyen en la cavidad uterina y son los más sintomáticos, representan el 5-10% de los miomas. Los miomas degeneran a consecuencia de alteraciones vasculares, infecciones o degeneración maligna; la degeneración hialina es la más frecuente; la degeneración maligna es poco frecuente. Manifestaciones Entre el 50-80% de los miomas cursan asintomáticos, el síntoma más frecuente es la hemorragia y aparece en los miomas submucosos; la hemorragia más común es la menorragia, es decir son menstruaciones prolongadas y abundantes. Un mioma puede producir dolor como resultado de la torsión de su pedículo o por una dilatación del cérvix uterino producida por la salida del mioma a través del segmento inferior cervical; otras veces los miomas dan síntomas de compresión como síntomas urinarios o estreñimiento; los miomas muy voluminosos ocasionan aumento del volumen abdominal; la anemia es frecuente a consecuencia de los sangrados, es anemia hipocrómica. El diagnóstico de los miomas se hace mediante la historia clínica, la exploración física y los estudios de imagen, en particular la ecografía que determina en detalle el tamaño, localización y muchas de las complicaciones. Cáncer de endometrio El cáncer de endometrio se ha incrementado en los últimos años; algunos países reportan una incidencia aproximada de 10 por cada 100 mil mujeres y por año; es más frecuente por arriba de los 50 años de edad, con un pico máximo a los 70 años. Tipo histológico El más frecuente es el adenocarcinoma que representa el 80% del total; el adenocantoma, que es un subtipo de adenocarcinoma, es de mejor pronóstico; el carcinoma de células claras es el tipo histológico de peor pronóstico. Factores de riesgo Se reconoce como factores de riesgo la paridad, en donde las núliparas tienen mayor riesgo de padecer el carcinoma; aumenta la incidencia del carcinoma la menarquia precoz, la menopausia tardía y los ciclo anovulatorios, ya que la anovulación hace que el endometrio se someta a un estímulo constante de estrógenos sin oposición de progesterona. La obesidad aumenta en forma relativa el riesgo de padecer cáncer de endometrio ya que la grasa en exceso convierte los andrógenos a estrona y esta estimula el endometrio. La producción de estrona es mayor en la posmenopausia, particularmente en mujeres obesas; la diabetes mellitus parece que es un factor de riesgo por si misma independiente de la obesidad. La administración de estrógenos aislados, sin gestágenos, durante largos periodos parece inducir el cáncer de endometrio. El tamoxifeno, medicamento que se administra en el tratamiento del cáncer de la mama, también parece aumentar la incidencia de este tumor. La administración de anticonceptivos orales combinados no secuenciales, incluso durante un tiempo relativamente corto, parece tener un efecto protector a largo plazo. Hay otros factores de riesgo que por mucho tiempo han sido considerados aunque sin evidencia científica para afirmarlo, entre ellos la colelitiasis, hipertensión arterial, hirsutismo, entre otros. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas son pocas, el signo fundamental es la metrorragia o la leucorrea con aspecto de “agua sangre”; menos veces hay dolor abdominal, síntomas digestivos bajos o urinarios, estos síntomas aparecen sobre todo en estadios tardíos. La única forma de detectar la tumoración a tiempo sería realizando biopsias de endometrio, pero no es un procedimiento que se realice en forma rutinaria. Es imprescindible para el diagnóstico del cáncer de endometrio la biopsia endometrial, la cual debe realizarse ante toda metrorragia en una paciente menopáusica o peri o posmenopáusica; el método ideal para obtener la biopsia de endometrio es mediante un histeroscopio que permite realizar la biopsia dirigida y además visualizar la lesión directamente. El legrado fraccionado ha pasado a ser un procedimiento de segunda elección; otra opción es la biopsia por aspiración aunque por este método no siempre se consigue material suficiente para el diagnóstico. Cáncer de ovario La frecuencia del cáncer de ovario es baja, aunque es la primera causa de muerte por cáncer ginecológico, excluyendo el cáncer de mama. Lo padece una de cada 70 mujeres adultas. Casi el 90% de los cánceres de ovario son de origen epitelial y su incidencia aumenta con la edad, siendo su máxima frecuencia en 65 y 80 años. Los factores de riesgo para el cáncer de ovario no están bien definidos pero se señala que la nuligestas tiene mayor incidencia y que están protegidas las mujeres que toman anticonceptivos orales y que el factor genético podría ser relevante ya que parece que el 30% de los cánceres de ovario expresan niveles elevados de determinadas mutaciones genéticas. Histopatología Los tumores epiteliales son responsables del 75% de todos los tumores de ovario incluyendo el 90% de los malignos; el cistoadenoma seroso o cistoadenocarcinoma es el más frecuente, le corresponden el 60-80% del total; más del 80% son bilaterales. Los cistoadenomas serosos malignizan 3 veces más que los mucinosos. La mayoría de los cistoadenomas mucinosos son benignos. Los tumores endometroides son responsables del 20% de los tumores ováricos, la mayoría son malignos. Los tumores de células claras son responsables del 5% de los tumores ováricos y son los tumores malignos más frecuentes en casos de endometriosis. Tumores menos frecuentes son el tumor de Brenner, que es benigno, los tumores bordeline que aunque siendo malignos presentan características biológicas e histológicas intermedias entre los tumores benignos y malignos, se denominan bordeline por su bajo potencial de malignidad. Los tumores secundarios, es decir metástasis ováricas de un tumor digestivo, se denominan tumor de Krukenberg, suponen el 10% de los tumores ováricos. Manifestaciones clínicas Los tumores de ovario dan síntomas en fases muy tardías, el síntoma inicial más frecuente es la distensión abdominal, después el dolor abdominal y más tarde metrorragia. Es habitual que cuando se establece el diagnóstico el tumor se encuentre en situaciones avanzadas y es entonces cuando aparecen síntomas generales muy manifiestos como astenia, caquexia y algunas complicaciones como ascitis, torsión de la tumoración, rotura, infección, entre otras. Las técnicas de imagen, en particular la ecografía transvaginal, es la técnica más efectiva para el diagnóstico de cáncer de ovario, tiene una alta sensibilidad aunque moderada especificidad. La tomografía y la resonancia magnética son las técnicas de elección para estudiar la extensión del cáncer de ovario. Algunos marcadores tumorales se han asociado al cáncer ovárico. Métodos anticonceptivos Métodos naturales Los métodos naturales de conocimiento de la fertilidad, se basan en la observación de síntomas asociados a los procesos fisiológicos que dan lugar a la ovulación y a la adaptación del acto sexual a las fases fértiles o infértiles del ciclo menstrual en función de que se desee o no una concepción, sin el uso de fármacos, procedimientos mecánicos ni quirúrgicos. El Coitus interruptus (coito interrumpido) solo tiene una efectividad del 70%). El coito durante la lactancia materna tiene una efectividad de 80%. El método del ritmo o calendario tiene una efectividad 60%, consiste en registrar los ciclos menstruales durante para identificar cuáles son los días fértiles en los que la mujer corre mayor riesgo de embarazo. Con esas cuentas la persona evita tener relaciones sexuales vaginales los días fértiles. Sólo funciona en mujeres con ciclos menstruales regulares. Los espermicidas son sustancias químicas que destruyen los espermatozoides. Vienen en presentaciones de óvulos o tabletas que se aplican profundamente dentro de la vagina unos minutos antes de la penetración. Efectividad 85%. Temperartura basal El método de la temperatura basal se basa en el aumento que la progesterona induce en la temperatura corporal interna durante la ovulación y determina, una vez diagnosticada, infertilidad postovulatoria. Para ello la mujer deberá determinar la temperatura corporal interna a lo largo del ciclo menstrual. El método de la temperatura basal estricto circunscribe el periodo de infertilidad a los días posteriores a la subida de temperatura exclusivamente. El método de la temperatura basal extendido define, cumplidas ciertas condiciones, 6 días de infertilidad preovulatoria. El método es altamente fiable en el periodo postovulatorio, y supone la base de la mayoría de los métodos naturales modernos. Sin embargo tiene limitaciones a la hora de determinar la infertilidad preovulatoria. Su efectividad general es de 70%, El registrar tanto la temperatura basal como otro signo primario, se conoce como el método sintotermal. Métodos compuestos El sintotérmico combina el método de la temperatura basal, para el diagnóstico de la infertilidad postovulatoria con otra serie de datos como moco cervical, cuello del útero, entre otros, y cálculos de longitud de ciclos para la determinación de la infertilidad preovulatoria. Su eficacia es equivalente a las modernas preparaciones de anovulatorios orales y solamente inferior a la esterilización quirúrgica. Una ventaja adicional es que es un método válido e igualmente eficaz en todas las circunstancias de la vida reproductiva de la mujer. como el periodo posparto, pospildora, prenopausia, entre otras. Método de ovulación, método Billings. El método de la ovulación se basa en la observación diaria de los cambios del moco cervical a lo largo del ciclo femenino, cambios que se asocian a los aumentos en los niveles de estrógenos previos al momento de la ovulación. Normalmente las fases de infertilidad de la mujer se caracterizan por una ausencia de moco cervical visible y una sensación de sequedad vaginal. Conforme se acerca el momento de la ovulación el moco cervical se hace cada vez más líquido, elástico y transparente a lo largo de varios días y de forma progresiva, Próximo al momento de la ovulación se produce el llamado pico de moco caracterizado por un cambio abrupto de las propiedades el moco y su posible desaparición. El moco cervical es un signo de fertilidad y por ello su observación es de utilidad para el control de la fertilidad. La confiabilidad es superior al 95% en varios países estudiados. Aunque, aplicado correctamente, puede ser considerado un método seguro, es inferior al método de la temperatura en fase postovulatoria. Su utilización es especialmente apta para la consecución del embarazo en casos de hipofertilidad ya que permite concentrar las relaciones sexuales en torno al momento de mayores probabilidades de embarazo. Como método anticonceptivo es especialmente inseguro en mujeres con ciclos monofásicos (durante la menarquia o antes de la menopausia). Método de amenorrea de la lactancia (MELA) Después del parto existe un período más o menos largo de inactividad ovárica y, por tanto, de infertilidad al inhibirse las hormonas requeridas para la ovulación. Es un método fácil de usar y altamente eficaz. Dicho tiempo de infertilidad depende básica- mente de si la mujer amamanta o no al bebé, así como de la intensidad de la lactancia materna. El método MELA define los criterios que deben cumplirse para una aplicación segura del método para la regulación de la fertilidad. Preservativos Los preservativos masculinos y femeninos, funcionan como una barrera que impide que el semen se aloje en la vagina. El masculino es una funda generalmente de látex y actualmente se pueden encontrar con espermicida. El femenino es un poco más ancho y esta elaborado con poliuretano; consta de dos anillos, uno grande y uno pequeño situado en el interior del preservativo. Los condones entre sus otras ventajas disminuyen la posibilidad de transmisión de enfermedades sexualmente transmisibles. Su efectividad como método de control natal es del 97 % si se usa de forma apropiada. Píldoras o tabletas. De los métodos temporales o reversibles, éste es el más utilizado. Se recomienda para menores de 40 años, de preferencia no fumadoras. La píldora anticonceptiva , es sin duda, la más popular de los métodos de anticoncepción, desde su arrivo hace 40 años puso en la voluntad de la mujer el control definitivo de su fertilidad. Los anticonceptivos orales contienen dos hormonas, estrógeno y progestina, las que poseen un efecto similar a las hormonas naturales. Las hormonas de la píldora evitan la ovulación, produciendo además, cambios en la capa que reviste al útero y el moco del cuello uterino, lo que ayuda impedir el embarazo. Si se sigue le tratamiento correctamente su efectividad es de un 99%; son efecttos secundarios: aumento de peso, manchas oscuras en el rostro, náuseas. Píldora para dejar de menstruar. Una nueva modalidad de pastilla anticonceptiva que, además de ayudar al control de la natalidad eliminara los periodos menstruales está por llegar a México. Es una combinación de dosis progestágeno. Son 28 tabletas que se toman diariamente para continuar con el próximo envase inmediatamente al día siguiente sin descontinuar. La mujer va eliminando su sangrado mensual hasta hacerlo desaparecer al cabo de algunos ciclos. Ventajas: Mejoran la regularidad menstrual, hacen menos intenso el cólico menstrual o dismenorrea, disminuyen la posibilidad de enfermedades inflamatorias pélvicas y la posibilidad de un embarazo ectópico. También hace a la paciente menos propensa al acné o al exceso de vello. Su efectividad es del 99% Inyección hormonal Existen combinados con estrógeno y progestágeno de uso mensual. Se inician entre el primer y el quinto ciclo menstrual y a partir de ahí el mismo día cada mes. Actúa de una forma similar a las pastillas anticonceptivas, es decir, bloquea la ovulación. Hay que tomar en cuenta que la dosis hormonal es mucho mayor por lo que pueden aparecer los efectos secundarios propios de la pastilla pero multiplicados. El retorno a la fertilidad es más lento que con la píldora. Ventajas: Es un método discreto, fácil de usar por mujeres olvidadizas. Su efectividad es del 99% Parche Los parches subdérmicos son una buena opción para mujeres olvidadizas, a quienes les resulta más cómodo aplicarse un parche por semana que tomar una pastilla diaria. Se trata de una combinación de etinilestradiol (estrógeno) y un progestágeno llamado norolgestromoina que se coloca sobre la piel de cintura, hombros, muslos, abdomen, glúteos o brazos. Ventajas: Este método tenía la ventaja de que no sigue el paso hepático como lo hacen los anticonceptivos orales, así que en pacientes con antecedentes o problemas hepáticos esta más indicado. Efectividad 98% Implante subdérmico Es un implante de la hormona progestina en forma de varilla similar al tamaño de un cerillo. Se coloca como una inyección y se deposita generalmente en la parte interna del brazo derecho o izquierdo, en el que menos utilice la paciente, tiene una longitud de 40 milímetros y un grosos de 2 milímetros. Una vez que este colocado, liberas la progestina y ésta circula por la sangre y bloque al nivel del cerebro la secreción de hormonas, lo cual evita que la paciente ovule. Además hace que el moco del cuello de la matriz sea más espeso y eso obstruye el paso de los espermatozoides. Ventajas: La paciente que lo utiliza puede olvidarse de usar cualquier otro método por tres años, pero si al cabo de un año o año y medio quiere embarazarse, puede retirársele el implante. Se encuentra en el cuadro básico del sector salud, entre las desventajas se mencionan irregularidades menstruales y sangrados. Efectividad 98%. Píldora de emergencia Como su propio nombre lo indica es para una emergencia, no para uso habitual. No es un método de planificación familiar; es una última oportunidad de evitar un embarazo si tuviese sexo sin protección. Es un método sencillo, legal y no abortivo. Requiere de dos ingestiones dentro de las 72 horas de haber tenido relaciones sexuales. Una inmediata y una más 12 horas después. Desventajas: Se pueden presentar náusea, mareos, vómitos, dolor de cabeza y sensibilidad de senos. Tomar sobredosis puede crear desequilibro hormonal. Puede fallar si vomitas en las dos primeras horas tras tomar cualquiera de las dosis y si no la tomas en tiempo adecuado. Efectividad 98% DIU Es ideal para pacientes que tienen contraindicaciones para tomar hormonas. No es recomendable para pacientes de enfermedad inflamatoria pélvica o que con frecuencia padecen infecciones pélvicas o vaginales, pues aumenta la posibilidad de que entren gérmenes y se presenten infecciones secundarias. Se debe de retirar a los tres años de haberse colocado. Ventajas: Se recomienda a mujeres que hayan tenido algún embarazo, por si acaso pudieran tener alguna complicación infecciosa en las trompas uterinas. Efectividad 98% Endoceptivo inteligente Es una “T” de plástico con un cilindro que libera levonorgestrol (Mirena), hormona ampliamente utilizada en la anticoncepción oral. Su efecto es local, es decir que la hormona se libera en el útero donde cumple su cometido, pero no alteran la producción hormonal del cuerpo. Se llama endoceptivo, porque actúa dentro del útero. Engruesa el moco cervical, inhibe el movimiento y la función de los espermatozoides dentro del útero y de las trompas de Falopio, evitando la fecundación. Lo debe colocar el ginecólogo durante el periodo menstrual, porque es cuando el cuello uterino del útero esta más abierto. Ventajas: Mirena DIU Disminuye el sangrado menstrual, incluso hasta su ausencia, ayuda a aliviar los cólicos, disminuye el riesgo de infecciones vaginales. Protege durante cinco años y es reversible. Su efectividad es del 99.8%. Anillo vaginal Es un método anticonceptivo hormonal que se utiliza una vez al mes y de dosis ultra baja. Es transparente, suave y flexible. Dentro del anillo se encuentran las hormonas anticonceptivas que se liberan mientras el anillo está en la vagina. Las dosis son muy bajas y actúan impidiendo la ovulación y, por tanto, el embarazo (igual que la píldora). Ventajas: Se deja en la vagina tres semanas seguidas y se debe retirar el mismo día de la semana de colocación. Después de una semana de descanso se coloca un nuevo anillo. Efectividad, es altamente eficaz, falla de1 a 2 por cada 100 mujeres. Diafragma Es una goma de látex, con forma de cópula y suave al tacto, que incluye un aro flexible que se inserta en la vagina cubriendo el cuello uterino. Se mantiene en su lugar por medio de los músculos vaginales y siempre va acompañado de espermicida. Hay que introducirlo justo antes de la relación sexual y se retira seis horas después de la misma. En caso de otra relación sexual antes de ese tiempo, hay que colocar más espermicida sin remover el diafragma. No se debe usar en caso de alergia al látex y en caso de malformaciones congénitas de la vagina. No protege contra enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH-sida. Su efectividad es del 87%. Método combinado Considerado por muchos como el método anticonceptivo por excelencia, debido a su alta efectividad (similar a la píldora) ya que no posee muchos de los cuestionamientos religiosos de la píldora. Consiste en combinar el uso de preservativo masculino con una crema espermaticida (eg. Delfen). La crema se coloca con un aplicador especial que viene con el envase y el hombre utiliza el preservativo de la manera habitual. Tiene la ventaja agregada de lubricar el canal vaginal y así facilitar la penetración. Métodos anticonceptivos irreversibles Son parcialmente irreversibles la salpingoclasia y la vasectomía. La salpingoclasia consiste en ligar las trompas de Falopio con grapas a fin de impedir que el óvulo se implante en el útero o que los espermatozoides se encuentren con él. La vasectomía es una operación quirúrgica para seccionar los conductos deferentes que transportan a los espermatozoides de los testículos al exterior cuando se eyacula. Una vez realizada, los espermatozoides que a diario se producen son reabsorbidos por el organismo. Puesto que el líquido seminales elaborado en la próstata, la vasectomía no impide la eyaculación. Es un proceso reversible aunque con dificultades. Menopausia y climaterio El climaterio es una etapa de la vida de la mujer, que dura años, durante la cual ocurre el paso de la edad fértil a la edad no fértil. Sucede al agotarse los folículos primordiales con la consecuente caída de estrógenos. La menopausia, etimológicamente, es un sólo día, el día de la última regla, aunque en la práctica clínica se conviene hacer el diagnóstico definitivo de menopausia hasta que haya pasado 1 año de amenorrea desde la última menstruación. Se denomina perimenopausia al período de tiempo, de ordinario1-2 años, que precede y sigue a la menopausia, y que se caracteriza por la aparición gradual de las manifestaciones que acompañan al climaterio, y por anovulación. La edad promedio de inicio de la menopausia es 50 ±1,5 años. En Europa y en América del Norte, la menopausia ocurre normalmente cuando una mujer está alrededor de los 51-52 años de edad. La menopausia puede comenzar sin embargo a veces a los 40 años (menopausia precoz). La edad y síntomas de la menopausia también tienen una influencia genética fuerte. Como una regla empírica, la mujer que empezó la menstruación temprano es más probable que experimente la menopausia antes y también es regla empírica que la menopausia de las hijas aparezca a la edad que la presento la madre o las tías maternas. El ovario en la menopausia. De las 500.000 ovogonias presentes en la menarquia, cuando comienzan las alteraciones menstruales quedan unas 1.000. Después de la menopausia no hay folículos, quedando algunos primordiales resistentes. En la premenopausia es frecuente la multiovulación, posiblemente por el aumento de FSH. Modificaciones endocrinas en la premenopausia. Hay una gran variabilidad de mujer a mujer. El denominador común es el aumento de FSH, probablemente debido al descenso de inhibina, consecuencia del escaso número folicular. Este incremento de FSH es la modificación endocrina más precoz del climaterio. La LH está normal o aumentada. La GnRH y los estrógenos son normales. Es decir, previamente a la menopausia los cambios hormonales son escasos, salvo un descenso de la inhibina folicular que produce un aumento de la FSH. Resumen de manifestaciones. Circulatorios y vasomotores Bochornos o calores súbitos, taquicardia, palpitaciones, sudoración. Neurológicos Cefalea, mareos, jaquecas, parestesias. Genitales, urinarios y gastrointestinales Sequedad vaginal, prurito o escozor vaginal, alteraciones en la micción, dispareunia (dolor al coito); meteorismo. Alteraciones en la piel Sequedad cutánea, prurito, disminución de la cantidad de cabellos, aumento del vello facial. Psíquicos Ansiedad, insomnio, hipersomnia, llanto fácil, inestabilidad emocional, olvidos frecuentes, irritabilidad, fatiga mental, depresión, disminución de la libido. Alteraciones óseas Dolores osteoarticulares, osteoporosis. La mayoría de las manifestaciones clínicas son consecuencia del descenso estrogénico. Los síntomas neurovegetativos incluyen fundamentalmente los bochornos o sofocos que son los más frecuentes de todos los síntomas (85%). En la mayor parte de los casos los problemas vasomotores, sofocos o bochornos, comienzan desde las alteraciones menstruales perimenopáusicas que pueden persistir largo tiempo. Los bochornos persisten más de 5 años en el 50% y más de 10 años en el 25% de las mujeres. El bochorno vasomotor se traduce por una sensación de intenso calor que recorre todo el cuerpo como una onda, durando entre 30 segundos a 2 minutos y que se acaba con sudores fríos más o menos abundantes, muy desagradables y predominantes a nivel de la cara, cuello y región anterior del tórax. La sintomatología no tiene repercusiones graves en lo orgánico, pero es una molestia incómoda y frecuente, aparece en más o menos en el 75% de todas las mujeres. Puede ocurrir 15 a 20 veces por día y por la noche y varía entre las mujeres, inclusive durante un periodo de tiempo en la misma mujer; la paciente se despierta antes y provoca insomnio. Puede desencadenarse por stress y por el calor ambiente. La patogenia es compleja y múltiples teorías tienden a explicarlo. En la menopáusica existe periódicamente elevación de la temperatura cutánea de más o menos 1 grado centígrado y el 70% corresponden al bochorno. El alza de la temperatura cutánea traduce vasodilatación periférica y comienza con una sensación subjetiva de calor correspondiendo a mecanismos centrales de termoregulación. El bochorno será entonces la disminución de la temperatura como una tentativa de armonizar la temperatura interna y la temperatura central programada en los centros hipotalámicos de la región preóptica. Otros síntomas neurovegetativos frecuentes son sudoraciones, palpitaciones, parestesias, insomnio, vértigo, cefalea, entre otros. Es frecuente la inestabilidad emocional, como nerviosismo, irritabilidad, estado de ánimo depresivo, disminución de la libido, en parte relacionada con el déficit hormonal y en parte con aspectos psicosociales. Hay dificultad de concentración y pérdida de memoria. Los estrógenos tienen un efecto trófico sobre el aparato genitourinario femenino y su déficit va a ocasionar atrofia genital y del aparato urinario: la vulva se atrofia, y puede aparecer prurito vulvar; la vagina disminuye su secreción, pudiendo aparecer dispareunia y colpitis; la vejiga y uretra se atrofian y aumentan las infecciones urinarias; el útero disminuye de tamaño y el endometrio adelgaza. En piel y mucosas aparece atrofia, sequedad, prurito e hirsutismo leve. Se incrementa el riesgo de patología cardiovascular, como cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, trombosis arterial, a consecuencia de la disminución del papel protector que los estrógenos ejercen por su acción vasodilatadora y antiaterogénica. El riesgo es mayor en las fumadoras. Durante el climaterio aumenta el riesgo de osteoporosis y la mujer pierde aproximadamente, en esta etapa de su vida, el 70% de la masa ósea que perderá a lo largo de su existencia. Imagenología ginecoobstétrica Generalidades La ecografía es el estudio de imagen clave en ginecología y obstetricia, tanto las técnicas abdominales como las transvaginales son técnicas bien reconocidas para valorar los órganos pélvicos femeninos; también son de gran utilidad como guía de diversos procedimientos intervencionistas. La ecografía abdominal visualiza la pelvis por completo aunque su uso es limitado en mujeres obesas así como también para evaluar úteros en retroversión. La ecografía abdominal de ordinario es el primer estudio solicitado, la ecografía transvaginal es de segunda elección, a excepción del diagnostico de embarazo en fases iniciales. La ecografía transvaginal es de uso habitual en mujeres embarazadas y en no embarazadas; en la no gestante es de gran utilidad para detallar el tamaño y forma de útero, endometrio y ovarios, también para realizar el seguimiento folicular en mujeres con problemas de ovulación o fertilidad. En la gestante la ecografía transvaginal permite diagnosticar el embarazo en etapas iniciales y valorar con gran precisión el saco gestacional, el saco vitelino, el embrión y su vitalidad. La tomografía computarizada no es tan útil como la ecografía en la valoración de los órganos reproductores femeninos, en cambio es muy útil para determinar los detalles de forma y tamaño de las lesiones tumorales, también identifica metástasis, adenopatías y obstrucciones de vías urinarias. La tomografía computarizada tiene indicaciones precisas en la valoración de las pacientes ginecológicas con dolor abdominal agudo y/o abdomen agudo. La resonancia magnética valora con precisión el útero y demás órganos pélvicos, y permite diferenciar las características de un gran número de patologías pélvicas. Todos los estudios de imagen (ecografía, TAC y resonancia), en general son de gran utilidad para estudiar y valorar el estadiaje cáncer cervico uterino de todos el que da mejor resultado es la resonancia magnética. Tradicionalmente la edad de embarazo se calcula por clínica al primer día de la última menstruación y por la medición del fondo uterino, sin embargo estos datos no siempre son fiables, por ello los estudios ecográficos realizados entre la quinta semana de la gestación hasta el final del primer trimestre, proporcionan una determinación precisa de la edad gestacional. La ecografía en el primer trimestre del embarazo, además de corroborar el diagnóstico de gestación, da información sobre localización del producto, vitalidad, edad gestacional, número de fetos y estudio de la anatomía pélvica.