teoría del conocimiento - facultad de teología valencia

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TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
1. PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO
La teoría del conocimiento es la disciplina filosófica que trata del saber:
su caracterización, su posibilidad, su alcance, sus límites.1 O bien, también
se puede decir de la naturaleza, origen y límites del conocimiento.
Se dan diversos nombres a esta disciplina:
Epistemología (έπιστήµη saber elevado, frente a δόξα, opinión)
Gnoseología (γνω̃σις conocimiento)
Teoría del conocimiento.[Ir al final]
1.1 Introducción. La filosofía y las ciencias
En la cultura moderna del saber humano éste aparece cada vez más especializado, esto nos podría ayudar a comprender mejor lo específico de una
teoría del conocimiento. Somos conscientes de que a lo largo de los siglos
el saber humano ha vivido un desarrollo considerable en el que ha ido haciéndose cada vez más diferenciado y especializado como podemos encontrar en las diversas ciencias particulares. Esta especialización progresiva
resulta indispensable para el progreso científico, pero no podemos ignorar
que este proceso conlleva también una carencia y una pérdida de la visión
global del mundo y de la realidad humana. La progresiva especialización
lleva a que las diversas ciencias particulares permanezcan sin contacto unas
con otras. Así el lenguaje específico y formalizado de una determinada
ciencia se comprende sólo dentro de cada sistema, permaneciendo inaccesible a otras de formación diversa.
En las ciencias de tipo empírico se pueden establecer algunos vínculos
con la ayuda de diversos métodos y procesos técnicos, esto resulta más difícil en las ciencias humanas. En estas que se ocupan del hombre como la
psicología, la sociología, la medicina, la antropología, se corre el riesgo de
pensar que el aspecto particular que se trata sirve para la totalidad del ser
humano. Aquí se debe observar que el objeto de estudio no se trata aisladamente de los otros aspectos. El hombre no es un ser aislado en el mundo,
se encuentra desde el inicio en un cruce de referencias y relaciones múltiples de un modo tan estrecho que la responsabilidad del hombre en sus
propias acciones se convierte al mismo tiempo en responsabilidad por el
mundo. Resulta, pues, que el saber humano no puede ser un saber aislado o
1
D. QUESADA, Saber, opinión y ciencia, 14.
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2
una simple recogida de datos sino un proceso dinámico que debería implicar el conjunto de relaciones del hombre con el mundo.
Frente a esta tendencia a la especialización con su consecuencia de una
falta de visión global sobre la realidad, se ve la necesidad de concebir y
comprender al hombre y al mundo en un modo total y unitario. Así la búsqueda de una concepción unitaria de la realidad humana incumbe fundamentalmente a la filosofía. Así como las ciencias particulares investigan un
aspecto determinado de la realidad sin plantearse las preguntas fundamentales, la filosofía se ocupa de las cuestiones esenciales referentes a la totalidad y la unidad de todo lo real. (Cf. Zubiri la ciencia se ocupa de aspectos
de lo real, de partes, la filosofía de la realidad, de todo lo real)
1.2 La cuestión de la auto-fundamentación de la filosofía: teoría del conocimiento
Pregunta fundamental. En la vida cotidiana el hombre se encuentra expuesto a diversas situaciones problemáticas. Este interrogarse del hombre
sobre el mundo y sobre sí mismo constituye el punto de partida de la investigación filosófica.
Segundo
BORRADOR
«Para lograrlo, pone en suspenso la seguridad con que el hombre se apo-
ya en las cosas de la vida. Hace ver que en la vida corriente no se sabe lo
que se trae entre manos; lo que hace que la vida sea corriente es precisamente esa ignorancia. [209] El reconocerla es ya instalarse en la vida de la
Sabiduría. Entonces, las cosas, y con ellas la vida misma, quedan convertidas en problemas. Es el saber del no saber, del “no saber de qué se trata”.
Sólo a este precio conquista el hombre un nuevo tipo de seguridad.» NHD
250, Sócrates y la sabiduría griega.
La admiración, la maravilla es la actitud que pone en movimiento el conocimiento, Platón fue el primer autor que atribuyó a la admiración el papel
de iniciador de la filosofía: «Esta actitud, que consiste en maravillarse, es
típica del filósofo. En efecto, la filosofía no comienza de otro modo. No se
equivoca sobre la genealogía aquél que ha dicho que Iris es la hija de
Thaumas» (Teeteto, 155d) En la mitología griega, Iris mediatiza lo divino y
[Ιριν Θαύµαντος] y lo humano. Es la mensajera de los dioses y transmite a
los hombres el amor a la sabiduría o la filosofía. En cuanto a Thaumas no
es un dios del panteón, sino una forma del verbo thaumazein (θαυµάζειν
asombrarse, maravillarse) para Platón, pues, la admiración engendra a
aquella que transmite el bien divino que es la filosofía.» «Para Aristóteles,
la admiración abre el espíritu a un problema más que a un misterio» La
admiración nace de la presión de los hechos y de la inadecuación de nuestros conocimientos anteriores. La admiración obliga a constituir nuevos
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juicios que reflejen de un modo más preciso la complejidad de lo real. P.
GILBERT, La simplicidad del principio, 59-63.
Toda la actividad reflexiva del hombre consistente en hacerse preguntas,
formular problemas, encontrar respuestas, reflexionar sistemáticamente,
supone que el hombre tiene la facultad de conocer, de saber, de hacer juicios y proposiciones sobre la realidad. Pero podemos preguntarnos si esta
capacidad es fiable y si su ejercicio es válido. Esta es una pregunta fundamental que nos lleva a la cuestión de la autofundamentación de la filosofía.
Queremos responder a la pregunta ¿le es posible al hombre un conocimiento cierto y seguro?
Segundo
BORRADOR
Normalmente respondemos que sí ya que estamos seguros de lo que percibimos con los sentidos, pero si analizamos más profundamente el problema del conocimiento humano nos damos cuenta de que esa certeza inicial tenía bastante de ingenua, dejando aparecer así la duda. La aparición de
la duda sobre la capacidad de conocer requiere una reflexión crítica del conocimiento e interrogarse sobre el conocimiento supone también interrogarse sobre la verdad. La crítica del conocimiento parte del hecho de que el
mismo conocimiento se convierte en objeto de la reflexión filosófica, en
este sentido podemos afirmar que la filosofía asume su propia fundamentación. La autofundación de la filosofía consiste en un esfuerzo por darse sus
propios fundamentos a través de la investigación sobre las condiciones de
posibilidad y los límites del conocimiento.
Establecer las condiciones que hacen posible el conocimiento significan
sobre todo ocuparse de las causas últimas y esta ocupación por las causas
últimas es lo que distingue la teoría del conocimiento de las ciencias experimentales interesadas por las causas próximas en el ámbito de la experiencia sensible basándose en el uso de los métodos de la experimentación y la
verificación o la posibilidad de falsación experimental.
1.3 Carácter crítico de la teoría del conocimiento
No se trata se asumir posiciones ingenuas respecto al saber, sino de un
comportamiento crítico acerca de ello podemos decir que la teoría del conocimiento se puede llamar también crítica del conocimiento.
Etimológicamente crítica significa separación, juicio, criterio, análisis.
Esta dimensión surge en la experiencia ordinaria en que se asumen certezas
ingenuas basadas en conocimientos sensoriales. La aparición del error debido a la no adecuación de los juicios emitidos basándose en los datos de
los sentidos hace surgir la duda sobre la validez del conocimiento basado
en ellos y esto nos empuja a la búsqueda de un saber justificado, cierto y
válido. Para ello debemos encontrar el método adecuado. En el ámbito de
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4
la crítica del conocimiento Kant ( ) fue el primero en introducir el método
crítico que el denominó método trascendental. Se llama así porque pretende establecer las condiciones a priori del conocimiento independientemente de la experiencia, es decir, las condiciones existentes en el sujeto que
hacen posible el conocimiento. La función crítica de la razón se pone de
relieve por Kant con la metáfora del tribunal de la razón: la razón se sienta
ante un tribunal y viene juzgada. El tribunal es la propia razón, la razón se
juzga a sí misma.
Cuidado con este aspecto crítico ya que llevado al extremo pretende erigirse en juez de todo constituyendo el conocimiento como un punto de partida absoluto. Partimos de la realidad que pretendemos conocer.
1.4 La teoría del conocimiento y las otras disciplinas filosóficas
Lógica. Arte y ciencia de juzgar, del análisis de la relación entre los conceptos, de la validez formal de la inferencia. La lógica se ocuparía de la
certeza de los actos cognoscitivos y la teoría del conocimiento de la validez
del saber de la realidad en términos de verdad.
Segundo
BORRADOR
Filosofía de la ciencia. Examina el valor del conocimiento científico, estudia sus conceptos y sus métodos, tiene un carácter sectorial. La teoría del
conocimiento tiene un carácter global se ocupa de la capacidad del hombre
para conocer, no para conocer esto o aquello.
Antropología filosófica. Su objeto es el hombre en su integridad psicosomática, la teoría del conocimiento se limita a indagar el valor de verdad
en cuanto a tal de las formas cognoscitivas del yo.
Metafísica, ciencia del ser, ciencia de lo real. La teoría del conocimiento
ayudaría a establecer el valor objetivo de los conceptos abstractos, es decir
la validez de los conceptos metafísicos. ¿Ciencias independientes o como
parte una de la otra?
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5
PRIMERA PARTE
El problema de la posibilidad del saber
En primer lugar nos preguntamos la posibilidad del hombre para conocer
la verdad, relacionada esta pregunta con la cuestión de la validez del saber
o del conocimiento verdadero.
Segundo
BORRADOR
Desde el inicio de la filosofía se ha buscado afirmar la validez de nuestro
conocimiento:
Platón lo fundamenta en el conocimiento de las ideas
Aristóteles integra el saber humano en el conjunto de las actividades vitales del hombre
Santo Tomás como una actividad del alma.
En la época Moderna adquiere importancia a partir de Descartes y se
convierte en problema crítico con Kant.
En cada época histórica surge algún movimiento que niega esta capacidad del hombre. En este sentido aparece el escepticismo como movimiento
que afirma la imposibilidad por parte del hombre de tener certezas en el
campo del conocimiento. Veremos algunas formas del movimiento escéptico en la historia y después trataremos de confutarlo.
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2. DIVERSAS FORMAS DE ESCEPTICISMO
2.1 Las crisis
El escepticismo se ha dado siempre, sobre todo en momentos de crisis.
Ortega utiliza la palabra crisis como una categoría histórica. En 1933 impartió un curso En torno a Galileo que no es un estudio de Galileo sino que
pretende aclarar lo que es una crisis histórica. La obra ronda en torno a dos
categorías orteguianas creencia e ideas.
Creencias: Es la concepción del mundo que tenemos, sobre ella vivimos,
es el terreno, los presupuestos en que nos desarrollamos. Son el patrimonio
cultural, en sentido amplio, donde caben valores, normas, modos de pensar,
etc. con los que uno nace, es como el patrimonio que uno puede heredar.
Con la adquisición de un lenguaje natural (el nuestro) nos hacemos cargo
de la realidad, esas son las creencias y es eso que llamamos sentido común.
Las creencias serían el entramado en donde uno se desenvuelve. El «contar
con» sería lo típico de la creencia.
Segundo
BORRADOR
Ideas: sería lo que inventamos frente a los problemas para solucionarlos.
Tenemos que inventar una solución al problema, eso es una idea. Las ideas
van sustituyendo a las creencias poco a poco y aquellas pasan a ser creencias, por tanto, parte de la cultura va al fondo de la historia, parte permanece y otra parte se regenera.
El hombre necesita vivir en y desde creencias. Puede haber pueblos que
sólo vivan de creencias y en consecuencia no innoven. Hay épocas en que
las creencias tienen más peso que las ideas, son épocas conservadoras (v.gr.
Edad Media), más reacias al cambio, las sociedades rurales son más inclinadas a las creencias que a las ideas.
Puede no haber ideas, pero siempre hay creencias. Hoy nosotros estamos
acostumbrados a vivir en un mundo de ideas. ¿Qué ocurre cuando las
creencias de un pueblo ya no sirven, se hunden, pero todavía no hay nuevas
creencias que sustituyan a las antiguas?
Entonces entramos en un período de crisis. Esto ocurre también a diversos niveles vitales, al adolescente no le sirve el mundo del niño, al Renacimiento no le sirve la Edad Media, a nosotros no nos sirve la Modernidad…
En Grecia se derrumba la creencia en la Polis con el Helenismo, es un
mundo que se viene abajo. En esta crisis del Helenismo aparecen una serie
de escuelas que tratan de salvar al hombre, de devolverle un sentido a su
existencia, son los cínicos, los escépticos, los estoicos. En este momento el
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aspecto teórico de la filosofía es secundario, se pretenden dar una serie de
normas prácticas, modos de vivir, se quieren construir nuevas creencias.
También sucede así en el Renacimiento, no tienen vigor las creencias
medievales, no sirven. Pero aún no ha sido construido el mundo moderno,
aún no sabemos a donde vamos.
Las dos guerras mundiales marcan el comienzo de la ruptura con la época moderna y aún hoy no hemos asentado un nuevo sistema de creencias,
esto se agrava por los problemas de la globalización, la diversidad de pueblos y culturas. Las épocas de crisis son épocas de un pensamiento más
débil, más inseguro.
2.2 Elementos comunes del escepticismo
Segundo
BORRADOR
2.2.1 El término
El verbo griego σκέπτοµαι significa «mirar cuidadosamente» (una cosa,
o en torno), «vigilar», «examinar atentamente». Según esto la palabra “escéptico” significa originariamente «el que mira o examina cuidadosamente». “Escepticismo” significará entonces «la tendencia a mirar cuidadosamente» (se entiende, antes de pronunciarse sobre nada o de tomar ninguna
decisión). El fundamento de la actitud escéptica es la cautela, la circunspección. (FM 2, 1053-4). Se trata de una continua búsqueda de la verdad
pero con una postura que piensa que la verdad es inalcanzable. Por eso es
imposible determinar si un juicio es verdadero o falso. Siempre se puede
emitir un juicio pero su verdad no se puede probar.
El escepticismo surge también como reacción a un cierto dogmatismo de
algunos sistemas de pensamiento y trata de negar la posibilidad de un conocimiento cierto.
2.2.2 Dogmatismo
Maticemos lo que significa dogmatismo (cf. FM 1, 929).
El sentido filosófico de “dogmatismo” es diverso del que se da en religión. En religión el dogmatismo es el conjunto de los dogmas que son considerados como proposiciones avaladas por la autoridad de Dios y propuestas por la Iglesia. Pero no es este el sentido que queremos utilizar.
La palabra «dogma», δόγµα, significó originariamente «opinión». Se trataba de una opinión filosófica, es decir algo referido a los principios.
“Dogmático”, δογµατικός, significó «relativo a una doctrina» o «fundado
en principios». Pero los filósofos que insistían demasiado en los principios
terminaban por no prestar atención a los hechos o a los argumentos, sobre
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todo si estos hechos ponían en duda los principios. Por ello fueron llamados
«filósofos dogmáticos», a diferencia de los «filósofos examinadores» o
«escépticos». Más adelante en la historia ha tenido otros matices.
En teoría del conocimiento el «dogmatismo» se entiende principalmente
en tres sentidos:
1.
Como la posición propia del “realismo ingenuo”, que admite la posibilidad de conocer las cosas en su ser verdadero y la efectividad
de este conocimiento en el trato diario y directo con las cosas.
2.
Como la confianza absoluta en un órgano determinado de conocimiento, principalmente la razón.
3.
Como la completa sumisión sin examen personal a unos principios
o a la autoridad que los impone o revela. (sería menos filosófica).
Lo opuesto a dogmatismo no sería escepticismo sino criticismo.
2.2.3 Elementos
El escepticismo no es una escuela filosófica sino una postura marcada
por la duda que de modo sistemático niega la posibilidad del conocer. Hay
diversos tipos de escepticismo que tienen como común la crítica de toda
forma de dogmatismo. La crisis escéptica contribuye a empujar al pensamiento filosófico a un nivel mayor de maduración.
Segundo
BORRADOR
El elemento común del movimiento escéptico es la suspensión del juicio.
Puede tener diversos caracteres:
1. Suspensión del juicio de tipo universal. Niega la posibilidad de formular cualquier juicio en general y por tanto no podemos decir de
ningún juicio global que sea verdadero o falso.
2. Suspensión parcial del juicio. Sólo de cuestiona la validez de algunos
juicios, por ejemplo, en el campo de la magia, de la metafísica, de la
estética, de la moral,…
3. Suspensión absoluta del juicio. Negación del juicio extendida a cualquier tiempo y por cualquiera.
4. Suspensión relativa del juicio. Se realiza en función de la situación o
del contexto concreto del escéptico.
También podemos añadir:
Suspensión del juicio de orden teórico. Pone en duda la certeza del conocimiento.
Suspensión del juicio práctico. Un estilo de vida sereno, sin preocuparse
de ningún juicio, regla o certeza.
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2.3 Diversas formas de escepticismo
2.3.1 Escepticismo pirroniano
Pirrón2 (360c- 272 a.C.) reacciona de modo negativo a los grandes sistemas ontológicos construidos por Platón y Aristóteles en que prevalecía el
ser. Rechaza la idea del ser como fundamento sólido y estable de las cosas
y de la posibilidad de conocerlo pasa a la suspensión de cualquier juicio
sobre el ser dejando paso sólo al aparecer.
La necesidad de abstenerse del juicio y la indiferencia en el encuentro de
las cosas van ligadas al hecho de que las cosas aparecen de modo diverso a
cada persona, haciendo imposible la validez de cualquier criterio objetivo
acerca la verdad o falsedad de cualquier afirmación.
En la época de Pirrón se ha puesto en crisis el sistema político y cultural
de Grecia después de la gran expedición de Alejandro (helenismo). Como
reacción, el pirronismo desarrolla una sabiduría práctica, une estilo de vida
tranquilo, libre de cualquier pasión y de toda preocupación por la verdad.
Segundo
BORRADOR
A la suspensión del juicio en el plano teórico corresponde la indiferencia hacia las cosas en el plano práctico. El punto culminante de esta indiferencia se encuentra en la afasia3 o sea el silencio, el callar sobre las cosas,
un planteamiento que lleva consigo la ataraxia4 o ausencia de turbamento,
la imperturbabilidad.
2
Filósofo griego, natural de Elis, fundador de la corriente escéptica conocida como
pirronismo. Al parecer recibió influencias de los filósofos megáricos ya que posiblemente fue discípulo de Euclides de Megara o de su discípulo Brisón, y conoció a los
seguidores de Demócrito a través de Anaxarco de Abdera. Junto con éste participó, entre los años 334-324, en la campaña militar de Alejandro Magno en Oriente. Vivió en la
pobreza y no dejó escritos. En su estancia en Oriente conoció a los ascetas hindúes llamados gimnosofistas que posiblemente también influyeron sobre su concepción ética.
Dado que Pirrón no escribió nada, la mayor parte de cuanto se sabe de él procede de su
discípulo Timón de Fliunte, del doxógrafo Diógenes Laercio y de algunos comentarios
de Cicerón y de Sexto Empírico. Además de Timón de Fliunte, también fueron discípulos suyos Filón de Atenas y Nausífanes de Teo (quien a su vez fue maestro de Epicuro).
Otros pirrónicos posteriores fueron Enesidemo y el mencionado Sexto Empírico, que
escribió los Bosquejos pirrónicos.
3
NVF4H, phasis, lenguaje hablado, y la partícula negativa a: privación del habla.
Según los escépticos griegos, resultado a que lleva la abstención o suspensión del juicio
(¦B@PZ, epokhé), de donde se sigue primero el silencio (aphasia), o el no opinar sobre
nada, y luego la ataraxia, o tranquilidad del ánimo. Diccionario Herder CD
4
GJ"D">\", ataraxia, palabra formada por el prefijo a privativo o negador del verbo táraxis, perturbar: imperturbabilidad, ausencia de perturbación o paz anímica). Aun-
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2.3.2 Escepticismo de la Nueva Academia
Nueva academia para distinguirla de la Academia fundada por Platón y
continuada por sus sucesores. En tiempos de Platón y después de su muerte
la Academia tuvo mucho éxito, pero en los años siguientes no consiguió
mantener vivo el ideal originario del maestro. Con Arcesilao la academia se
aleja del platonismo asumiendo posiciones escéptica y dando lugar a esta
Nueva Academia.
Arcesilao (315-241 a.C.) argumentando contra los estoicos sobre la acción moral realizada sin la certeza absoluta afirma que con la suspensión
del juicio es posible realizar elecciones en la vida basándose en el criterio
de la razonabilidad o de la plausibilidad. Las acciones realizadas con una
justificación razonable son verdaderas acciones rectas y permiten alcanzar
la felicidad y vivir tranquilamente.
Otro exponente de la Nueva Academia fue Carnéades (215- 125 a.C.)
cuya postura escéptica consistía en el probabilismo. También contra los
estoicos Carnéades afirma que no existe ningún criterio de verdad y es necesario ceñirse solo a lo probable.
2.3.3 El Neo-escepticismo o fenomenismo
Segundo
BORRADOR
Enesidemo (s. I a.C., natural de Creta, enseñó en Alejandría) después de
la crisis de la Nueva Academia retoma el pirronismo y propone la suspensión del juicio ya que no hay ninguna certeza y toda la realidad consiste
sólo en lo que aparece, en los fenómenos.
No existe certeza porque estamos condicionados por la diversidad de las
percepciones, de las preferencias, de la educación, etc. Con el objeto de
lograr esa suspensión del juicio compuso los llamados “tropos”, la tabla de
las categorías de la duda. Los diez tropos acerca la diversidad y sobre las
diferencias son la vía que lleva necesariamente a la suspensión del juicio.
que, el primero en utilizar este término en sentido filosófico fue Demócrito (fragmento
191), adquiere su significado pleno en el ideal, buscado por las filosofías morales del
período helenístico, de la imperturbabilidad que se obtiene a partir del dominio o extinción de las pasiones. Su uso más específico corresponde a los epicúreos, quienes buscaban la paz por la plenitud del placer estable (la hedoné catastemática o estable), que
debe acompañarse de la ausencia de dolor físico (GB@<\", aponía). Además, defendían
la necesidad de no ocuparse del mundo exterior y dedicar la vida al cultivo de la amistad.
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11
2.3.4 El escepticismo de Sexto Empírico
Como el último de los escépticos antiguos Sexto Empírico5(ca. III d.C.)
presenta el escepticismo como una actitud mental de suspensión del juicio
considerando que nuestro conocimiento se limita únicamente a los fenómenos, a los datos sensibles, de modo que no es posible remontarse a los fundamentos a través del razonamiento deductivo y la demostración.
Segundo
BORRADOR
Cada razonamiento puede oponerse a otro ya que uno y otro tienen el
mimo valor. Además, un razonamiento puede ser rebatido por los fenómenos6, pero lo contrario no puede nunca suceder.
Hay que distinguir el fenómeno de que habla Sexto Empírico del fenomenismo de Enesidemo y de Pirrón. Este último reduce la realidad a un
puro fenómeno, la realidad es el puro aparecer. Sexto no es tan radical, es
más empírico y distingue el fenómeno y el objeto externo en sí mismo. El
fenómeno se convierte en la impresión o la afección sensible del sujeto y
como tal se contrapone al objeto, a la «cosa externa», es decir, a la cosa que
no es el sujeto y que se presupone que es la causa de la afección sensible
del sujeto mismo. Así, mientras el fenomenismo de Pirrón y Enesidemo al
resolver la realidad en su mero aparecer y por tanto podemos decir que es
un fenomenismo metafísico, el de Sexto Empírico tiene un carácter empírico y antimetafísico: el fenómeno, como mera afección del sujeto, no agota
toda la realidad sino que deja fuera el «objeto externo» el cual es declarado,
si no incognoscible de derecho, al menos incognoscible de hecho7. Con esta
distinción entre fenómeno y objeto externo el fenomenismo en la vertiente
dualista de Sexto admite el conocimiento de los fenómenos entendidos como afecciones subjetivas provocadas por el objeto. El escéptico no duda de
los fenómenos y si siente frío o calor admite esas sensaciones. La duda se
5
Médico y filósofo griego de finales del siglo II y comienzos del siglo III de nuestra
era, uno de los más importantes representantes del escepticismo pirroniano y fuente de
la mayoría de datos referentes a esta corriente filosófica. No se sabe de dónde era originario, aunque vivió en Atenas, Alejandría y Roma. Recibió el sobrenombre de Empírico
por sus concepciones filosóficas pero, especialmente, por su práctica médica. Sus escritos, muy influenciados por los de Pirrón y Enesidemo, están dirigidos en contra de la
defensa dogmática de la pretensión de conocer la verdad absoluta, tanto en la moral
como en las ciencias.
6
N"4<`:,<@<, phainómenon, lo que aparece o lo aparente, derivado del verbo
phaino, en el doble sentido de aparecer o simplemente parecer. Término de origen griego, que etimológicamente significa tanto lo que aparece y se hace presente a la percepción, como lo que es mera apariencia.
7
G. REALE, Storia Della filosofia antica, IV, Milano 19979 196-209.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
12
refiere a las cosas escondidas que las ciencias dogmáticas quieren conocer
como la sustancia, la causalidad, etc.
El escepticismo de Sexto Empírico que se opone al dogmatismo de los
epicúreos y de los estoicos no pretende demostrar la falsedad de estas doctrinas filosóficas sino evidenciar la igualdad de fuerza y el valor que tienen
los argumentos contrarios con el objetivo de provocar la suspensión del
juicio.
En el ámbito de la lógica, además de rechazar cualquier criterio de verdad, quiere cuestionar la validez de la demostración por medio del silogismo. El silogismo lleva a un círculo vicioso ya que las premisas presuponen
ya necesariamente la conclusión. Así, no puedo decir «Todos los hombres
son mortales» ya que no puedo hacer una inducción completa y la incompleta implica el conocimiento de la conclusión «Sócrates es mortal», porque no tenemos derecho a decir que todos los hombres son mortales, a no
ser que sepamos ya que Sócrates también es mortal8.
Otro elemento problemático del escepticismo de Sexto Empírico es el
concepto de causa9. La causalidad es la clave para cualquier explicación
Segundo
BORRADOR
8
F. COPLESTON, Historia de la filosofía, I, Ariel 1984, 438. Explica cómo solucionar
este problema. Aristóteles usa el silogismo ya que el conoce la esencia específica la
naturaleza universal del hombre que es la que nos permite el enunciado general. La
premisa mayor está basada en la naturaleza del hombre y no requiere el conocimiento
explícito de la conclusión del silogismo.
9
III, 3. «Es imposible concebir la causa antes de conocer su efecto en tanto que es su
efecto, ya que conocemos que una cosa es causa de un efecto cuando conocemos el
efecto en cuanto efecto. Pero no podemos conocer el efecto de la causa en cuanto efecto
de ésta, si no conocemos la causa del efecto en cuanto causa de éste. Creemos conocer
que es el efecto de la causa cuando conocemos la causa del efecto en cuanto causa de
éste. Por tanto, si para conocer la causa hay que conocer primero el efecto, y si para
conocer el efecto hay que conocer primero la causa el círculo vicioso (dialelo), modo de
la duda, nos muestra dos cosas inconcebibles, porque la causa, en cuanto causa, y el
efecto, en cuanto efecto, no pueden concebirse [separadamente]. Como cada uno necesita la garantía del otro, no sabremos cuál de los dos concebir el primero. Así pues no
podremos decir que una cosa es causa de otra. [...]
Por otra parte, la causa produce su efecto, o cuando es causa, o cuando no lo es. Y
[que lo produzca] cuando no es causa, es imposible. Si es cuando es causa, es necesario
que haya existido y haya sido causa antes de producir el efecto. Pero como la causa es
relativa a su efecto, es claro que no puede existir en cuanto causa antes que su efecto.
Por tanto la causa no puede, cuando es causa, producir aquello de lo que es causa. Si no
produce nada, ni cuando es causa, ni cuando no lo es, no produce nada, y por consiguiente, no habrá causa; ya que la causa no puede ser concebida como causa sin producir algo.
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física del universo. Contra los físicos dogmáticos Sexto insiste en el carácter relativo del concepto de causa para mostrar la imposibilidad de comprender la causa en sí misma. Ésta sólo es causa en relación a un efecto
determinado y justo esta relatividad la hace problemática. Debido a este
carácter relativo la causa y el efecto están en una relación recíproca no es
posible definir qué es la causa ni afirmar que la causa precede al efecto ya
que antes del efecto la causa no es aún causa. No se puede ni siquiera decir
que la causa acompaña al efecto ya que los dos se aparecen juntos y no podemos distinguir uno de otro10.
El rechazo del dogmatismo no deja al escéptico completamente inactivo
sino que lo lleva a reconocer un modo empírico de vivir basado en la observación práctica prescindiendo de toda filosofía. Esta conformidad con el
sentido común o ética del sentido común podemos resumirla en cuatro puntos esenciales11:
BORRADOR
1. Seguir las indicaciones de la naturaleza: el escéptico se sirve de los
sentidos y de la inteligencia dejándose llevar por ella según la utilidad
Así pues algunos dicen que la causa debe, o coexistir con su efecto, o ser anterior a
él, o ser posterior a él. Ahora bien, temo que sea ridículo decir que la causa exista después del nacimiento de su efecto. Y no puede existir antes de su efecto, porque se concibe relativamente [a él], y los relativos, dicen que en cuanto relativos, existen y se conciben al mismo tiempo. No puede tampoco existir al mismo tiempo que su efecto,
porque lo produce; y lo que es producido debe ser producido por una causa ya existente;
es necesario pues que la causa sea primero causa, puesto que produce su efecto. Por
tanto, si la causa no existe antes que su efecto, ni con él, ni después de él, puede ser que
no tenga existencia en absoluto.
Es evidente que así la concepción de causa también queda destruida. Si la causa, que
es relativa, no puede concebirse antes de su efecto; si para concebirla como causa de su
efecto, hay que concebirla antes que su efecto, y si, por último, no es posible concebir
una cosa antes que otra, antes de la que no es posible concebirla, es imposible concebir
la causa».
SEXTO EMPÍRICO, Bosquejos pirrónicos, III, 3, dificultades de la noción de causa.(diccionario de filosofía Herder)
Segundo
10
Critica la teología estoica señalando las contradicciones de la noción estoica de
divinidad. Para los estoicos todo cuanto existe es corpóreo, por tanto, señala Sexto,
también lo ha de ser la divinidad. Pero un cuerpo puede ser simple o compuesto. Si es
compuesto puede descomponerse y, por tanto, es mortal. Si es simple, es uno de los
elementos: tierra, aire, agua o aire y, entonces, es inerte e inanimado. De ahí se sigue
que la divinidad, o bien es mortal, o bien es inanimada, lo cual es, en ambos casos, absurdo. Además de este argumento, Sexto Empírico atacaba la noción de divinidad apelando a otros razonamientos.
11
SEXTO EMPÍRICO, Bosquejos pirrónicos, I, 23
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
14
2. Seguir los impulsos de las afecciones pasivas: el escéptico come si
tiene hambre, bebe si tiene sed,…
3. Respetar las leyes y las costumbres de su pueblo
4. No permanecer inactivo sino practicar un arte.
Se ve en las tres primeras reglas una vuelta al sentido común, a la experiencia diaria exenta de cualquier pretensión filosófica y dogmática para
explicar la realidad. Se distingue del hombre de la calle en que éste no se
interroga sobre las cosas y el escéptico sí que lo hace pero piensa que no
hay ninguna explicación.
Segundo
BORRADOR
La cuarta norma recomienda la acción o el ejercicio de ciertas artes. Las
artes tienen un significado empírico y práctico fundado en la experiencia y
la observación. El arte de la medicina, por ejemplo, se ejercita o como
ciencia dogmática que quiere conocer las causas y la esencia de las enfermedades sino como una metodología práctica basada en la observación de
los fenómenos y su relación. El arte de la lectura y la escritura que se enseña a los niños tiene un carácter práctico y se diferencia de la gramática en
cuanto ciencia dogmática marcada por la pretensión de conocer la naturaleza y el origen de las letras, de las palabras y sus distinciones.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
15
3. ARGUMENTOS DE LOS ESCÉPTICOS Y SU CONFUTACIÓN
3.1 Sistematización de los argumentos escépticos
A pesar de su diversidad podemos agruparlos en tres temáticas12:
El rechazo del conocimiento directo o intuitivo de la realidad
El rechazo del conocimiento indirecto de la realidad
El rechazo de la verdad en general
3.1.1 El rechazo del conocimiento directo o intuitivo de la realidad
BORRADOR
La razón principal que nos lleva a decir que no es posible conocer directamente la realidad es la contradicción de las opiniones y las diferencias
demasiado grandes entre los hombres.
La diversidad de opiniones contradictorias se explica desde la tesis de la
relatividad. De los tropos de Enesidemo vemos que la relatividad se comprende en un primer sentido de la relación que cada cosa mantiene con las
otras de tal modo que es imposible conocer una cosa en su pureza. En un
segundo sentido la relatividad significa que una cosa siempre es relativa a
la posición del sujeto. El conocimiento directo y sensible de la realidad está
marcado por esta relatividad y por eso tiene ese carácter relativo. Otros
elementos de los tropos como los diferentes canales transmisores de sensaciones, diferencias de disposiciones individuales y de preferencias, mezclas
y uniones de las cosas, etc, apuntan a la relatividad del conocimiento de los
sentidos.
Además, este conocimiento no es fiable porque los sentidos se equivocan
dando lugar a los errores de los sentidos. Por ejemplo en el sueño, las alucinaciones, la locura, el estado ebrio (de ebriedad, embriaguez). Los errores
de los sentidos confirman la imposibilidad de distinguir la verdad de la falsedad, ya que los errores se imponen con la misma fuerza e intensidad que
la pretendida verdad.
Segundo
3.1.2 El rechazo del conocimiento indirecto de la realidad
La demostración de una proposición, para ser válida, necesita basarse en
un principio que a su vez debe ser demostrado por otro principio y así hasta
el infinito. La deducción de las consecuencias o conclusiones a partir de las
12
Ver V. BROCHARD, Les sceptiques grecs, Paris, 1923, 394 ss. También R. VERCritica della conoscenza, Brescia, 1967, 34-36.
della conoscenza, Trapani, 2001, 28-29.
NEAUX, Epistemologia generale.
A.P.VIOLA, Elementi della filosofia
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
16
premisas en un razonamiento silogístico es un círculo vicioso ya que las
premisas presuponen ya la conclusión como demostrada.
La imposibilidad del conocimiento indirecto por la demostración viene
también acentuada por el hecho de que para el escéptico no existen criterios. Para distinguir las opiniones verdaderas de las falsas hace falta utilizar
un criterio. Pero para esto, si no tenemos evidencias, necesitamos justificarlo por otro criterio y así hasta el infinito. El conocimiento de la realidad no
es deducible del concepto de causa ya que la causa siempre es relativa a un
efecto no permitiendo así establecer qué es la causa en sí.
3.1.3 El rechazo de la verdad en general
El problema anterior incide sobre la cuestión de la verdad. Si los principios sobre los que se basa una demostración siempre necesitan una nueva
justificación que nos lleva a una regresión al infinito la demostración no
goza de la necesidad que es indispensable para garantizar la verdad. Sin
una demostración válida necesariamente, por falta del carácter necesario de
los axiomas, no hay verdad. Los términos de la demostración al carecer del
carácter de la necesidad, son simples hipótesis que se pueden aceptar o rechazar según las posiciones contradictoras de los dogmáticos.
3.2 Confutación de los argumentos de los escépticos
Segundo
BORRADOR
3.2.1 El argumento del conocimiento directo de la realidad
Según esto no es posible el conocimiento directo de la realidad porque
las opiniones de los hombres se contradicen.
Hay que decir que las contradicciones existen como resultado de la divergencia y la diferencia en la interpretación de los datos de la experiencia
sensible.
Esta diferencia referente al modo de percibir y de organizar los diversos
datos sensibles no explica ni justifica que no podamos conocer la realidad
por los sentidos. A pesar de la divergencia, existe la posibilidad de acuerdo
entre las diversas opiniones de los filósofos basándose en principios comunes que todos acepten.
La contradicción puede surgir de la incorrecta aplicación de estos principios a los datos de la sensibilidad y esto implica necesariamente la validez
objetiva de ciertos principios básicos de las categorías del pensamiento.
Contra el argumento escéptico sobre la relatividad es necesario afirmar
que las cosas no se dejan determinar simplemente por las relaciones con
otras cosas. La posibilidad de una trama de relaciones supone que la cosa
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
17
se puede individuar y determinar en sí misma y sólo bajo este aspecto es
susceptible de relacionarse con otras cosas.
En el ámbito de la percepción sensible de una cosa, esta presenta los rasgos sensibles propios que le permiten destacar de otras cosas del fondo y
mostrarse como una cosa individual concreta.
Por otra parte el sujeto que percibe no expresa la cosa meramente subjetiva, es decir únicamente relativa al sujeto, sino que en la percepción del
sujeto entra en juego la correlación sujeto-objeto en el que cada uno conserva su identidad en cuanto otro y diverso sin disolverse uno en el otro.
Por lo que se refiere a los errores ligados a los sentidos hay que advertir
que los sentidos no engañan. La posibilidad del error hay que llevarla a la
actividad del juicio a nivel de los sentidos. Estos no juzgan sino que recogen los datos de la percepción.
Segundo
BORRADOR
El discurso escéptico del error apunta paradójicamente a la existencia de
la verdad, en el sentido de que el error es sólo error en un horizonte de verdad. La posibilidad del error nos devuelve a la posibilidad de juicios verdaderos respecto a los cuales el error se manifiesta como tal.
Nos podemos equivocar dentro de un horizonte de verdad en el que se
distingue el error del juicio verdadero igual que distinguimos el sueño de la
vigilia. La cuestión de saber si la vigilia es un sueño sólo aparece dentro de
la distinción sin la cual ni siquiera es posible tener la noción de sueño.
Cuando uno sueña, no se siente diferente de cuando vela, pero cuando vela
se sabe totalmente diferente de cuando sueña; sabe, incluso que no se puede
tener eso que llaman alucinaciones sin haber tenido antes sensaciones, como sabe que jamás soñaría nada sin haber estado antes despierto13. Además, si siempre nos equivocáramos (sin un contexto de verdad), no aparecería nunca la noción del error.
3.2.2 El argumento del conocimiento indirecto de la realidad
El argumento escéptico de la regresión al infinito y del círculo vicioso
está anclado en una falsa concepción de la demostración, según la cual la
validez de una proposición exige nuevas pruebas en una continua petición
de principio. Se opone a este argumento la evidencia de que hay principios
que no son demostrables por la sencilla razón de que constituyen la base o
fundamento de toda demostración. Se trata de los primeros principios, evidentes de por sí, más allá de los cuales no se puede ir. Su evidencia se im-
13
A. LLANO, Gnoseología, 86.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
18
pone al espíritu de tal modo que no necesitan de ninguna demostración. Se
comprenden estos principios por intuición y no por demostración.
Principio de identidad, según el cual una cosa es lo que es, es ella misma: A=A.
Principio de no contradicción, que representa el principio de los principios: «No le es posible a una cosa ser y no ser al mismo tiempo y bajo el
mismo aspecto», o bien formulado en modo lógico: «No a la vez p y ¬p»
[¬ (p∧¬p)]. Este principio es firme y excluye el error.
Segundo
BORRADOR
Principio del tercero excluido o del tercio excluso —tertium non datur—
: «Cuando dos proposiciones están opuestas contradictoriamente no pueden
ser ambas falsas» Si dos proposiciones son contradictorias14, si una es verdadera la otra debe ser necesariamente falsa X= A.
El rechazo de la causalidad sería comprensible si el concepto de causa se
hubiera deducido de una demostración lógica como habían hecho los dogmáticos. Deducir los efectos de la causa igual que en la deducción la conclusión se extrae de las premisas pertenece a un tipo de razonamiento demostrativo que en sí no explica la causalidad, como había mostrado la
crítica de los escépticos. Pero si la causalidad se piensa desde la observación y los experimentos, la tesis escéptica se mostrará insostenible ante el
progreso de la ciencia que se remonta de los efectos a la causa a partir de la
observación, las hipótesis, las teorías y las leyes. Todo el desarrollo de las
ciencias experimentales muestra que de los efectos podemos remontarnos a
las causas y de esta forma se garantiza la validez del concepto de causalidad. El descubrimiento a posteriori del principio de causalidad por parte
de las ciencias experimentales no es más que el descubrimiento de las leyes
que rigen la sucesión de los fenómenos, su permanencia y su orden invariable.
14
Dos proposiciones son contradictorias cuando no pueden ser a la vez verdaderas o
falsas. Si A es verdadera, O es falsa. Si A es falsa, O es verdadera. (Todos los hombres
son justos- Algún hombre no es justo
Dos proposiciones contrarias no pueden ser al mismo tiempo verdaderas, pero pueden ser al mismo tiempo falsas. Todo hombre es justo- ningún hombre es justo.
Dos proposiciones son subcontrarias cuando no pueden ser falsas a la vez, pero pueden ser simultáneamente verdaderas. Algún hombre es justo- algún hombre no es justo
Dos proposiciones son subalternas si la universal es verdadera, lo es la particular, pero no al revés. Si la particular es falsa, lo es la universal. Todos los hombres son justosalgún hombre es justo. A-I; E-O
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
19
3.2.3 El argumento del rechazo de la verdad
La verdad en general es rechazada por los escépticos por medio del argumento que exige a los términos de la demostración nuevas justificaciones
en forma de una petición de principio.
De los primeros principios expuestos arriba se ve que hay proposiciones
lógicas, evidentes por sí y que no necesitan derivarse por medio de demostraciones. Más aún, toda demostración se basa necesariamente en estos
principios. El principio de no contradicción es fundamental para la verdad,
ya que permite distinguir una proposición verdadera de una falsa. Si una
proposición fuera verdadera y al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto
fuera falsa, no significaría nada y no tendría sentido.
La verdad se constituye en el juicio. Sólo en el vínculo que une los términos del juicio reside la verdad. Los términos basados en los primeros
principios tienen una cohesión interna necesaria, inseparable, de modo que
constituyen una verdad proposicional. El carácter necesario del vínculo
entre los términos del juicio hace también necesaria la proposición verdadera. En este sentido la necesidad es lo que caracteriza la verdad y lo que
permite que los juicios verdaderos tengan un valor universal. En este sentido la verdad es absoluta, no depende de nosotros, no es relativa al sujeto.
Segundo
BORRADOR
3.3 Conclusión y perspectiva
De las discusiones con los argumentos escépticos podemos concluir que
el escepticismo es inaceptable, a pesar de su contribución en la clarificación de modos de razonamiento que a veces son demasiado dogmáticos.
En el plano práctico es una contradicción ya que en la vida el hombre
debe actuar y actuar significa escoger, preferir entre diversas acciones posibles y realizar aquellas que tenemos como mejores. No hay acciones sin
juicio y en este sentido la postura escéptica de la suspensión del juicio es
una contradicción.
A nivel teórico el escepticismo no se sostiene por el hecho de que toda
demostración se basa en primeros principios más allá de los cuales no se
puede ir. Así, en un razonamiento basado en la demostración los diversos
términos se articulan unos con otros con un carácter necesario que le confiere solidez, necesidad, validez y verdad al razonamiento.
Así, tanto el probabilismo, como el fenomenismo no se pueden sostener
ya que por un lado lo que es probable o verosímil aparece sólo en relación
con lo verdadero, y por otro lado el fenómeno es sólo fenómeno de algo y
nunca se entiendo como puro fenómeno.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
20
En la perspectiva del curso, la confutación del escepticismo se articula
sobre el eje de una afirmación de la verdad desde la auto-fundamentación
del saber humano. La pretensión de verdad aparece en todas las dimensiones de la vida del hombre.
La experiencia ordinaria de la vida nos muestra que el discurso de la
verdad aparece siempre ligado a una situación o contexto particular, sea en
modo explícito o implícito. Nos referimos explícitamente a la verdad en las
situaciones en que formulamos una proposición que lo explicite, como
cuando decimos «es verdad que…» «conozco bien esto»,…
Una referencia implícita a la verdad la tenemos en todas las proposiciones que formulamos como cuando decimos «hoy es lunes», «el autobús
sale a las 17:00», «Estamos en Valencia»,… diciendo esto queremos expresar que las cosas son así, no importa que estemos equivocados, estamos
intentando decir que las cosas son así de verdad.
Segundo
BORRADOR
La pretensión de verdad está en todas las acciones del hombre, como el
comportamiento, la comunicación no verbal, el lenguaje. Nos comportamos
de manera que nos fiamos de la verdad de ciertas convicciones que se podrían expresar en forma de proposiciones, pedimos y damos informaciones
que el otro acepta, seguimos una calle, comemos, evitamos obstáculos,
aprendemos (incluso de los errores), nos fiamos de la ciencia15…
15
Cfr. HUBER, Critica del sapere, 72-78.
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