Catalina Arcila Diseño Gráfico VIII B Imagen Conceptual El término “imagen del concepto” incluye todas las imágenes mentales y las propiedades y procesos asociados con el mismo. Es lo que evoca nuestra memoria, es una entidad no verbal asociada, en nuestra mente, con el concepto. Puede ser una representación visual, una colección de impresiones o experiencias, nociones intuitivas, ejemplos y no ejemplos, gráficos, etc., relacionados con el concepto. Esta imagen del concepto se robustece con los años a través de la experiencia y estímulos de diversos tipos no siendo su desarrollo necesariamente coherente. Siendo el concepto dado para un interpretación amplia, individual y subjetiva . Para este acercamiento teórico, apropiarse del significado de una noción implica formar una imagen de la misma. Las personas recuerdan mejor los aspectos visuales de un concepto que los aspectos analíticos del mismo. Aprender de memoria una definición, no garantiza que se ha comprendido la noción a la que alude. Las representaciones e imágenes mentales, impresiones y experiencias asociadas con el concepto, pueden ser trasladadas a formas verbales. Algunos resultados obtenidos de las investigaciones llevadas a cabo para analizar la apropiación del concepto de función, considerado uno de los más complejos a ser enseñado y aprendido debido a las diversas representaciones que admite y a las variadas concepciones que giran a su alrededor, muestran la brecha entre las definiciones dadas por los estudiantes y los criterios utilizados en las tareas de reconocimiento de objetos funcionales o de clasificación de funciones y no funciones, dadas en distintos registros. En general, dan cuenta de la concepción defunción organizada alrededor de prototipos comunes encontrados, de la asociación entre “función y fórmula” o entre “función y curva regular”, y no en torno a su definición. Por otro lado hay definiciones que oscurecen las imágenes conceptuales de los alumnos. Por ejemplo, una función podría ser definida como un proceso mediante el cual se asigna a cada elemento de un conjunto (dominio) un único elemento de otro (rango). Ante esto, los estudiantes, en general, limitan estos “elementos” a números, no considerando que puede tratarse de una correspondencia entre conjuntos, funciones, matrices, n-uplas en un espacio n-dimensional, etc. Por otra parte, considera conveniente que, en lugar de comenzar con la definición del concepto, la cual puede contener palabras o nociones no familiares para el alumno, se intente hallar una aproximación para construirla sobre conceptos que jueguen el doble papel de ser inicialmente familiares para el estudiante y a su vez lo provean de una base para el desarrollo matemático posterior, a lo que Tall denomina “raíces cognitivas”. Los resultados expuestos anteriormente dan pauta de que el cerebro humano no es una entidad puramente lógica. La manera compleja en la que funciona está a menudo en desacuerdo con la lógica de la matemática. El desarrollo de las imágenes conceptuales y del razonamiento, como camino hacia la comprensión y aprendizaje de las ideas matemáticas, no puede ser coherente durante todo el tiempo pues los estímulos sensoriales excitan ciertos caminos neuronales e inhiben otros, pudiéndose producir conflictos cognitivos entre partes inconsistentes de la imagen conceptual construida por el sujeto