UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS y SOCIALES ESCUELA DE DERECHO S O D VA R E S E R S HO EC R E D Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999 Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Abogado, realizado por los Bachilleres: Pérez Monzant, Carla Carolina V.-18.394.621 Sarcos Díaz, Steve Alexander V.-17.669.281 Tutor Académico: Dr. Fernando Atencio Maracaibo, abril de 2007 S O D VA R E S E R S HO EC R E D Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999 Hoja de Evaluación Este Jurado aprueba el Trabajo Especial de Grado Titulado: “Una Nueva Postura Sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999”, que los Bachilleres Pérez Monzant, Carla Carolina y Sarcos Díaz, Steve Alexander, presentaron para optar al Título de Abogado. _______________________ Dr. Fernando Atencio V.-3.645.758 OS D A RV E S E SR O H C E R DE ______________________ Dr. V.- _______________________ Dr. V.- ______________________ Dra. Anabella del Moral V.-8.509.609 _______________________ Econ. Alfredo León V.- Directora de la Escuela de Derecho Decano de la Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales Maracaibo, abril de 2007 OS D A RV E S E SR O H C E R DE A Dios, a nuestras familias, a nuestros profesores y a todas aquellas personas que de una u otra forma ayudaron en la realización material de esta investigación. Resumen Pérez Monzant, Carla Carolina y Sarcos Díaz, Steve Alexander. Trabajo Especial de Grado titulado: "Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999”. Universidad Rafael Urdaneta, Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales. Escuela de Derecho. Maracaibo, abril de 2007. En el Derecho Procesal Civil venezolano se establecen una serie de nulidades, que pueden padecer ciertos actos jurídicos en el ámbito procesal. Ahora bien, la Constitución a partir de 1999 estableció la importancia de estas vulneraciones, afectando así el principio de la legalidad de la teoría clásica, el cual considera que no hay nulidad sin ley previa que la señale, por consiguiente no se admitirá la nulidad sino se expresa la causa legal en que se fundamenta. En sujeción de las pautas constitucionales, como sistema garantista que le confiere la legitimación necesaria al órgano jurisdiccional de expresarse apropiadamente en la tramitación del proceso y motivación de la sentencia en virtud de la racionalidad, razonabilidad, generalidad y de la tutela judicial efectiva como los medios objetivos de dicha legitimación. El estudio se fundamentara por una investigación de carácter documental de tipo histórico jurídica, jurídico descriptiva, y jurídico propositiva. En consecuencia, la presente investigación tiene por objetivo que el juez debe guiarse por las pautas establecidas en la Constitución, en las que se le resta importancia a las formalidades de ley que debe cumplir el acto para su validez con el objeto de no sacrificar la justicia, para desarrollar una actividad procesal efectiva proponiendo que para una garantía jurisdiccional se debe perseguir no la solemnidad con la que se produjo el acto para declarar una nulidad como vulneración legal, sino que se declarara la nulidad como última razón, como se expresa en las nulidades absolutas ya que estas alteran el orden público, por ser omisiones de formalidades esenciales establecidas en la ley o no, para que el acto pueda producir su efecto determinado, y hablarse de una absorción en el mismo proceso de las nulidades relativas, estableciéndose su desaplicación por violentar la seguridad jurídica que presenta una sentencia que produce efectos jurídicos. OS D A RV E S E SR O H C E R DE Palabras claves: Absorción, Validez, Absoluta y Relativa. Índice General Pág. Agradecimiento. Hoja de Evaluación. Resumen. Introducción………………………………………………………………………….08 Capítulo 1: La Constitución. S O D VA 1.2.-Supremacía de la Constitución……………………………………………….19 R E S E R 1.3.-La Jerarquía de las H Normas…………………………………………………..20 OS C E R E D 1.4.-Las Garantías de la Constitución……………………………………………..21 1.1.-La Constitución como Norma Suprema……………………………………...17 Capítulo 2: Los Actos Procesales. 2.1.-Definición…………………………………………………………………….24 2.1.1.-Clasificación…………………………………………………………...25 2.1.1.1.-Actos del Órgano Jurisdiccional………………………………25 2.1.1.2.-Actos de las Partes…………………………………………….26 2.1.1.3.-Actos de Terceros……………………………………………..27 2.1.2.-Presupuestos Procesales……………………………………………….28 2.2.-Actos Procesales del Órgano Jurisdiccional………………………………….32 2.2.1.-Resoluciones Judiciales………………………………………………..33 2.2.2.-Actos de Decisión……………………………………………………...33 2.2.3.-Comunicaciones Procesales……………………………………………34 2.3.-Actos Procesales de las Partes………………………………………………..36 2.3.1.-Tipos…………………………………………………………………...37 2.3.1.1.-Actos de Petición……………………………………………...37 2.3.1.2.-Actos de Pruebas……………………………………………...38 2.3.1.3.-Actos de Alegación……………………………………………39 2.3.1.4.-Actos de Impugnación………………………………………...39 2.3.1.5.-Actos de Disposición………………………………………….40 S O D VA 2.3.3.-Formas…………………………………………………………………43 R E S E R S 2.3.4.-Distinciones H de las OFormas…………………………………………….44 C E R E D 2.3.5.-Preclusiones y Términos……………………………………………….47 2.3.2.-Elemento de Voluntad…………………………………………………41 2.4.-Actos de Terceros…………………………………………………………….48 2.4.1.-Actos de Prueba………………………………………………………..48 2.4.2.-Actos de Cooperación………………………………………………….49 Capítulo 3: Las Nulidades. 3.1.-Ineficacia de los Actos Procesales……………………………………………51 3.1.1.-Inexistencia…………………………………………………………….52 3.1.1.1.-De los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales…….52 3.1.1.2.-De los Actos Procesales de las Partes…………………………53 3.1.2.-Nulidades Procesales…………………………………………………..54 3.2.-Principios que rigen la Nulidad Procesal……………………………………..55 3.2.1.-Principio de Especificidad……………………………………………..55 3.2.2.-Principio de Trascendencia…………………………………………….57 3.2.3.-Principio de Declaración Judicial……………………………………...57 3.2.4.-Principio de Protección………………………………………………...58 3.2.5.-Principio de Convalidación……………………………………………59 3.3.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales……………………………………………………………….61 3.3.1.-Respecto a sus Integrantes……………………………………………..63 3.3.1.1.-Constitución…………………………………………………...63 S O D VA R E S 3.3.1.2.-Incompetencia……………………………………………........64 E R S HO 3.3.1.3.-Incapacidad Subjetiva Absoluta………………………………64 EC R E D 3.3.2.-Respecto a la Discrepancia entre Contenido y Forma de sus Actos…...65 3.4.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de la Partes………………..67 3.5.-Intensidad y Extinción de la Invalidez……………………………………….71 3.6.-Medios para Hacer Valer los Vicios………………………………………….72 Capítulo 4: Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999. Conclusiones…………………………………………………………………………94 Recomendaciones……………………………………………………………………97 Bibliografía…………………………………………………………………………..98 8 Introducción El proceso como herramienta fundamental del Estado para la aplicación y garantía de una tutela judicial efectiva se debe orientar y desarrollar mediante actos procesales ejercidos por sujetos que tienen la competencia o la capacidad requerida para tal efecto, y con apego a las condiciones de forma, tiempo y lugar establecidas en las leyes. Estos actos procesales se consideran validos precisamente porque cumplen con todos los requisitos legales, siendo así eficaces, es decir, producen los efectos jurídicos determinados en la ley. OS D A V R De tal forma, el acto procesal efectuado por un sujeto sin jurisdicción, o E S E R S sin cumplir las condiciones HOde forma, tiempo y lugar, se tiene como inválido. C E R invalidez precisamente en que el acto no produce o no debe DEesta Consistiendo producir los efectos señalados en la ley, es por lo que la inexistencia; es una nulidad absoluta, debido a que el acto no puede producir efectos jurídicos por que se altera el orden público, y como una nulidad relativa ha aquella que tiene mayores posibilidades de generar estos efectos. Debido a que las nulidades han sido creadas por el dinamismo de las relaciones del hombre para la solución de los conflictos, estás se destacan en el campo del derecho por el estudio que de ellas han efectuado las diversas escuelas procesales a lo largo del tiempo. En un orden sistemático, la escuela clásica, estudiada en el derecho romano en razón de la institución del negocio jurídico, sostenía que dicho negocio podía ser regular o irregular, es decir, válido o inválido. Siendo el negocio 9 irregular, inválido o simplemente nulo, aquel que no producía efectos jurídicos de ninguna clase, ya que desde el punto de vista legal no existía. Por lo que eran negocios absolutamente nulos, puesto que no componían ninguna actividad. En esta clase se encontraban aquellos actos que adolecían de dolo, los sujetos a una condición irrealizable, a una condición discrecional, y los que se efectuaran sobre una sucesión futura. Tratándose entonces, por nulidad la inexistencia del negocio. OS D A RV existencia, pero que a su vez adolecían de unE vicio en el consentimiento, que no S E SR O fuera dolo, puesto que este, estaba comprendido en la nulidad absoluta, o que eran H C E R DE irregulares por provenir de un incapaz, se condenaban con nulidad relativa, la cual Por otro lado, los negocios que reunían las condiciones fundamentales de podía ser corregida por el pretor por medio de una reparación llamada restitutio in integrum, es decir, reparación del daño causado por la irregularidad. Con base a estas dos situaciones, se constituyó la nulidad civil por irregularidad o inexistencia y la nulidad pretoriana que suponía la actio restitutio in integrum para lograr la reparación. Una variante al sistema romano fue introducida en la época de Justiniano, por los practicantes, según los cuales la nulidad estaba limitada al campo de las leyes prohibitivas dado a que este tipo de leyes por su manera de expresarse llevaban preestablecida la sanción de nulidad, más no así las leyes imperativas, en donde la nulidad solo se producía cuando el legislador lo establecía expresamente. 10 Luego de esta época es indispensable resaltar la participación de los glosadores o practicadores del derecho pertenecientes a la escuela de Bolonia, quienes tomaron las nulidades presentes en el derecho civil y las trasladaron al derecho procedimental, ya que pensaban que las nulidades se encontraban presentes en todas las áreas del derecho, esto se desarrolló aun más por la escuela francesa, representada por doctrinarios y esencialmente juristas, implantada así en el derecho procesal civil francés, que establecía un sistema de nulidades procesales basado en dos principios fundamentales: el primero referido a que las OS D A RV sin una disposición legal los jueces; y el segundo que plantea que no hay nulidad E S E R S que la establezca. HO C E DER nulidades no son conminatorias, por lo no están abandonadas a la apreciación de Con vista a esta consagración, la doctrina comenzó a distinguir los elementos esenciales de un acto, de otros elementos que simplemente eran accidentales. Interesante resulta cuando se señala que la esencia de los actos de procedimiento se determina por su naturaleza y finalidad, es decir, que un acto al cual le falten los elementos con los que se degenere en una naturaleza esencial diversa, le falten condiciones o los medios necesarios para alcanzar el fin al cual están preordenados por la ley, carece de las formas esenciales. Pero si en cambio, se trata de las garantías o precauciones establecidas en relación con la especie y la importancia de cada acto singular, con el fin de impedir errores y peligros a los intereses de los ciudadanos, entonces se esta en presencia de formas accidentales. 11 Visto esto, dichas escuelas basaron y desarrollaron sus ideologías y teorías en una postura quebrantamiento sanción, es decir, la inexistencia de algún tipo de elemento del acto para la declaratoria de la nulidad sin observar la posibilidad de la existencia de nulidades fuera de un orden taxativo. Por lo que la historia del derecho ofrece, a través de todas las épocas, la comprobación de la importancia del formalismo. Con mayor o menor intensidad, con diferencias en cuanto a su objeto o su alcance, en donde el culto de la forma se da de modo constante. OS D A RV profundamente renovado, El ordenamiento jurídico venezolano seE muestra S E R S puesto que la Constitución HOde la República Bolivariana de Venezuela lo ha C E DEenR modificado su aspecto formal, con el fin de obtener una verdadera justicia, en donde el proceso se constituye como un instrumento fundamental para su realización. Asimismo, ésta establece los perfiles que han de ser desarrollados en la legislación procesal, tales como: simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites, debiendo adoptarse un procedimiento breve, oral y público, así como el desapego del formalismo inútil, y del ritualismo y solemnismo procedimentalista, al disponer que la justicia no se sacrificará por la omisión de formalidades no esenciales. Siendo la justicia uno de los valores superiores consagrados en el nuevo ordenamiento jurídico, la vigencia efectiva de la nueva Constitución y su real eficacia necesitan de las imprescindibles labores jurisdiccionales de interpretación y de aplicación, que debe realizar el Tribunal Supremo de Justicia con colaboración de los demás tribunales de la República. 12 Es por lo que la sujeción a los principios constitucionales, como elemento que le confiere la necesaria legitimación al poder judicial, debe expresarse adecuadamente en la motivación de las sentencias y dirección de la actividad procesal. Recordándose que la motivación judicial, debe ser realizada en cuanto a las exigencias de racionalidad, de razonabilidad y de generalidad, afirmándose entonces que esta situación es un límite a la actividad jurisdiccional y un medio objetivo para establecer diferencias entre la juridicidad y la arbitrariedad. Esta nueva postura, tiene como fundamento lo establecido en los artículos OS D A RV 26, 257 y 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de E S E SR O H C E estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, R DE 1999. Los cuales rezan expresamente: en cuanto al el artículo 26 ejusdem: “…El autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”. A su vez, el artículo 257 constitucional plantea: “El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptaran un procedimiento breve, oral y publico. No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales”. Y como último fundamento, el artículo 334 ejusdem enuncia: “Todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación de asegurar la integridad de esta Constitución. 13 En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo conducente. Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las leyes y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa e inmediata de esta Constitución o que tengan rango de ley, cuando colidan con aquella”. OS D A RseVrealiza con la finalidad de Es por lo que la presente investigación E S E R S estudiar la posible desaplicación HO del principio de especificidad característico de C E DEyR una nulidad aplicar el principio garantista en función de la constitucionalidad según los artículos 26, 257 y 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para establecer la no aplicación de las nulidades relativas que afectan actos procesales, ya que estas serán absorbidas por la misma actividad procesal. La presente investigación será realizada mediante el análisis de la doctrina y jurisprudencia referida tanto a la Constitución, actos procesales, y como a las nulidades, a través del método de investigación de carácter documental, y por medio de tres tipos de investigación, a saber: histórica jurídica ya que se señala en orden cronológico cómo han sido consideradas las nulidades desde su origen hasta hoy en día en nuestro ordenamiento; jurídico descriptiva por que se desarrolla mediante el análisis de la importancia de los actos procesales y las nulidades, descomponiéndolos de una forma casi total que le permite afirmar la existencia de 14 una investigación jurídico propositiva que propondrá de manifiesto la verdadera desaplicación del principio de especificidad en cuanto a las nulidades relativas y aplicar el principio garantista en función de la constitucionalidad. La presente investigación está ordenada en cuarto capítulos: el capítulo 1, que se refiere a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el cual se determina su supremacía frente a otras normas del ordenamiento jurídico debido al carácter garantista que esta posee; el capítulo 2, referido a los actos procesales en cuanto a sus conceptos básicos, características y elementos que los OS D A RV conforman; el capítulo 3, donde se desarrolla a las nulidades procesales a partir de E S E SR O H C E Venezuela de R 1999, publicada en Gaceta Oficial Nº 5453 extraordinaria de fecha DE la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de 24 de marzo de 2000, y la entrada en vigencia del Código de Procedimiento Civil, publicado en Gaceta Oficial de la República de Venezuela extraordinaria Nº 3.694 de fecha 22 de enero de 1986; y un último capítulo 4, donde se desarrollada la importancia de un sistema garantista procesal. La presente investigación se considera de aplicación nacional, puesto que lo que estudia, se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional, considerando que afectará la determinación constitucional que se tiene sobre la manera de interpretación y entendimiento del sistema garantista procesal constitucional, basándose en los principios de los artículos 26, 257 y 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por lo tanto, las consideraciones realizadas en esta investigación permiten que el juez venezolano, conferido de la potestad jurisdiccional, pueda resolver una 15 controversia, tomando en cuenta la actividad procesal desplegada por intervinientes en el proceso y su influencia en el desarrollo del mismo. Siendo los encargados de administrar justicia, de manera autónoma e independiente, en conformidad de una verdadera tutela judicial efectiva, en el desempeño correcto de sus funciones, para que esa actividad procesal por ejercicio de esa función estatal satisfaga las correspondientes pretensiones en cuanto a hecho y a derecho, dado el carácter y efecto extintivo de la cosa juzgada, y la característica de seguridad jurídica que presenta una resolución judicial que se pronuncia sobre el fondo de lo debatido. E S E SR O H C E R DE OS D A RV 16 S O D VA R E S EC R E D E R S HO Capítulo 1: La Constitución. 17 1.1.-La Constitución como Norma Suprema. El ámbito del Estado de derecho se podría puntualizar de forma amplia. Afirmándose que: Estado de derecho es aquel que sujeta su comportamiento a las normas jurídicas. Es aquel que se subordina al ordenamiento jurídico y en primer lugar a la Constitución, al ordenamiento constitucional como norma jurídica suprema. Es por lo que, desde épocas anteriores a la contemporánea, muchos S O D A V hoy ejercen ciertos organismos en su misión defensiva de la Constitución. R E S E R OS H C E la antigua Grecia, en tiempos de Pericles, existió la graphe Por esto,R “…en DE expositores han tratado de indagar, si existió alguna institución, semejante a la que paranomon, que era una acción criminal por inconstitucional, que vino a poner a la ley por encima de arbitrariedades, caprichos, luchas cuando autoriza a todo ciudadano para actuar en su defensa, constituyéndose en acusador de todo aquel que la viole”. 1 Aplicando sanciones capitales como garantía de su soberanía, por lo que todo ciudadano ateniense estaba autorizado por esta acción para salir en defensa de las leyes, persiguiendo al autor de una moción legal. 2 También se encuentran indicios de que la institución ya existía en los tribunos romanos, “…quienes tenían el derecho de vetar las leyes del senado y podían ejercer 1 Naranjo, Luis. Introducción al Estudio del Derecho Constitucional. Caracas, Venezuela. Edit. Mobilibros, C.A. 1995. pp. 147-148. 2 Ídem. 18 el derecho de asilar a personas victimas de actos ilegales realizados por el patriciado romano”. 3 Sin embargo, una de las instituciones que más ha interesado a los estudiosos de este tema, es la del Justicia Mayor de Aragón, la cual gozo de un gran prestigio, y era de origen musulmán. Esta era inamovible y podía tomar bajo su amparo a los ciudadanos violentados victimas del quebrantamiento de la ley. 4 S O D VAde control, en la primera Latina, Simón Bolívar, trato de implementar un sistema R E S E R constitución boliviana, de H la cual OSfue autor. En esta constitución, el poder legislativo C E R E D se dividía en tres cámaras: la de los tribunos, la de los senadores y la de los censores; Entre los antecedentes de la defensa de la constitucionalidad en América de las tres la de los censores tenia que ser vitalicia, estos ejercían una potestad política y moral que tiene cierta semejanza con las dos instituciones mencionadas con anterioridad. Los censores serian los fiscales contra el gobierno, para velar si la constitución y los tratados públicos se observan en su religión, por lo que debían gozar de una inocencia intacta y de una vida sin manchas, puesto que se les confiaba la conservación de la ley. 5 Por tanto la Constitución como norma jurídica suprema de máxima categoría normativa, cumple dentro de un Estado un concepto general de triple función jurídica en tanto encarna la supremacía normativa, fijando de esta forma los límites generales 3 Ídem. Cf. Fajardo, Ángel. Compendio de Derecho Constitucional General y Particular. Caracas, Venezuela. Edit. NUS. 1997. pp. 330-331. 5 Cf. Naranjo, Luis. Ob. cit. p. 149. 4 19 del derecho del Estado, límites estos de todo el ordenamiento jurídico vigente, ya se trate del derecho público o del derecho privado. En este sentido puede decirse, que la norma constitucional es aquella que contiene la totalidad de los epígrafes generales de todas las ramas del derecho de un país concreto. 1.2.-Supremacía de la Constitución. S O D VA R E S En la teoría general del derecho constitucional, es principio universalmente E R S HO aceptado la supremacía de la Constitución sobre todo el ordenamiento jurídico. EC R E DTodo Estado, sea de la forma que fuere, tiene una Constitución, y ya sabemos que ésta es la ley fundamental; es el fundamento o basamento de todas las leyes existentes dentro de su territorio, y si estamos hablando de una ley fundamental, es obvio que estamos, a las vez, aceptando la existencia de otras leyes que le están sometidas, y tiene que ser así, si una es fundamental las otras encuentran “la razón de ser de su existencia en la primera”. 6 El poder constituyente es quien crea la Constitución y su poder no es derivado, por venir directamente del pueblo, y es este poder quien coloca la piedra fundamental del ordenamiento jurídico por el cual se va e regir. De tal modo, que no puede existir nada con anterioridad a esa piedra fundamental, porque sobre ella se levantará todo edificio del Estado. Seria entonces, una terrible confusión, si existiera un Estado normas jurídicas con una misma jerarquía o valor, y con mayor razón si se tratara de un Estado federal. Surgiendo así, la necesidad de la gradación jerárquica de las distintas especies de normas que impone el principio de la supremacía 6 Fajardo, Ángel. Ob. cit. p. 332. 20 constitucional. Por esto, tal gradación jerárquica, obedece a la necesidad de obtener la armonía de todo sistema normativo que rige el estado y a los poderes públicos, por quienes actúa este, así como también las limitaciones de dichos poderes, frente a los derechos privados que la constitución reconoce a todos los particulares. 7 El principio de supremacía constitucional constituye la más eficiente garantía de la libertad y la dignidad del individuo, al imponer a los poderes constituidos la obligación de encuadrar sus actos en las reglas que prescribe la ley fundamental. S O D VA R E S E R S HO 1.3.-La Jerarquía de las Normas. EC R E D El ordenamiento jurídico esta constituido por normas de diferentes rangos y por lo tanto, jerarquizadas, dependiendo una de las otras. La Escuela Vienesa, establece…cuando una norma jurídica es valida por haber sido creada en forma establecida por otra, la ultima constituye la razón de validez de la primera, la relación existente entre una y otra, puede presentarse como un vinculo de supra y subordinación. La norma que determine la creación de otra, es superior a esta; y la creada de acuerdo a tal regulación, es inferior a la primera. 8 El orden jerárquico normativo de cada sistema normativo de derecho se compone de normas constitucionales, normas ordinarias, normas reglamentarias y normas individualizadas. “Las normas constitucionales se encuentran en la cúspide, y por lo tanto, constituye el principio del sistema, mientras que las normas ordinarias, representan un acto de aplicación de preceptos constitucionales; y las reglamentarias, 7 Cf. Borja-Borja, Ramiro. Teoría General del Derecho y del Estado. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Depalma. 1977. pp. 186-187. 8 Naranjo, Luis. Ob. cit. pp. 148-149. 21 a su vez, se encuentran condicionadas por las ordinarias; y las individualizadas por normas de índole general”. 9 Las normas constitucionales, los preceptos ordinarios y los reglamentos, son normas de carácter general, nos obligan a todos sin distinción de ninguna especie, en cambio las normas individualizadas se refieren a situaciones jurídicas concretas. “…por lo que, las leyes ordinarias son a las constitucionales, lo que las reglamentarias son a las ordinarias, que según el sistema jerárquico, toda norma S O D VA R E S subordina a otra, la aplica o la reglamenta en alguna forma”. 10 E R S De lo cual se deduce, HOque el orden jurídico no es un sistema de normas C E ERsí, que se hallan una al lado de la otra, en un mismo nivel, sino una Dentre coordinadas verdadera jerarquía de diferentes niveles de normas. 1.4.-Las Garantías de la Constitución. La inviolabilidad de la carta magna está contenida dentro de esta, cuando establece que la Constitución es permanente e inviolable. Asimismo, aún cuando la mayoría de los ciudadanos brinden respeto a la ley fundamental, y en vista de la posible violación, debe establecerse garantías para su 9 Fajardo, Ángel. Ob. cit. p. 337. Ídem. 10 22 cumplimiento, puesto que ninguna norma constitucional señala sanción en virtud de su incumplimiento, ya que no son normas coactivas o coercibles. 11 Las garantías que se establecen en beneficio de la vigencia de la constitución están referidas al ámbito cultural, penal y procesal. La garantía cultural, emerge de la cultura oficial del Estado e incluso la educación privada, que tienen la obligación de enseñar desde temprana edad las normas constitucionales y el amor a la carta magna. La garantía penal, esta determinada en leyes penales, que tipifican figuras delictuales S O D VA R E S para castigar conductas que atenten contra el orden constitucional. La garantía E R S HO procesal, establecida en la propia carta magna, puesto que por su condición de EC R E D constitución rígida requiere que se cumpla un procedimiento especial para que se produzca la reforma o enmienda del propio cuerpo constitucional. Estos requisitos constituyen una de las más importante garantías de vigencia de la Constitución. 12 11 12 Cf. Naranjo, Luis. Ob. cit. p. 150. Ídem. 23 S O D VA R E S EC R E D E R S HO Capítulo 2: Los Actos Procesales. 24 2.1.-Definición. Todo acto procesal se considera a toda actuación que debe cumplirse dentro de un proceso, y que debe estar determinada conforme a lo establecido en la ley procesal. Pudiéndose entonces diferenciar de los hechos procesales, por que estos son acciones o inacciones humanas sucedidas fuera del proceso, que repercuten en su S O D A o bien su sustitución Vacusada automático del proceso penal, si el individuo eraE la R parte S E R S por otras acciones o inacciones sucesivas si el proceso no era penalH ,O y siguiendo C E R E D fuera del proceso, por voluntad de otras personas, o bien con independencia de interior; así comenzando por la muerte del individuo, que determina, o bien el final cualquier voluntad humana; todo ello, encuentra su caja de resonancia en los procesos y en sus consecuencias. 13 El acto procesal es la “…conducta realizada por un sujeto, susceptible de constituir, modificar o extinguir el proceso”. 14 Ocurre con cierta frecuencia, que actos jurídicos que se producen en un área del derecho, surten efecto en unas u otras áreas, lo cual produce problemas en cuanto a la determinación de su naturaleza, este es el caso del derecho procesal. De igual manera, existen actos que se producen dentro del proceso, pero que legalmente, se 13 Cf. Fairén, Víctor. Doctrina General del Derecho Procesal. Barcelona, España. Librería BoshRonda Universidad Barcelona. 1990. p. 329. 14 Rengel Romberg, Arístides. Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Vol. II. Caracas, Venezuela. Edit. Ex Libris. 2000. p. 184. 25 hallan regulados fuera de él, hay actos que surten consecuencias dentro del proceso como existen otros que surten fuera de él. Es lo que debería considerarse como actuaciones de doble función, de manera correlativa, se ha distinguido entre los dispositivos extra procesal e intra procesal. Pese a cual sea el lugar de su regulación legal, las leyes no son perfectas. 15 Por lo tanto, serán actos procesales los que se produzcan dentro de un proceso, aunque extiendan sus efectos fuera de él. S O D VA R E S E R S HO 2.1.1.-Clasificación. EC R E D En el derecho procesal se hace posible la actuación del ordenamiento jurídico que tiene por finalidad llevar a cabo la llamada función jurisdiccional. De acuerdo a lo anteriormente expuesto, se puede considerar que los actos procesales se clasifican de la siguiente manera: actos del órgano jurisdiccional, actos de las partes y actos de terceros, explicados minuciosamente continuación. 16 2.1.1.1.-Actos del Órgano Jurisdiccional. En vista que el ámbito funcional del ejercicio de la jurisdicción es procesal. No es, en cambio, procesal el ámbito de potestad jurisdiccional de ese ejercicio relativo al poder judicial o jurisdicción. 15 Ibidem. p. 185. Cf. Ovalle, José. Teoría General del Proceso. Ciudad de México, México y otros. Universidad Autónoma de México, José Ovalle Favela y HARLA, S.A. 1996. pp. 308-309. 16 26 Es por lo que, la potestad jurisdiccional implica una connotación constitucional de la jurisdicción, mientras que su desarrollo, a través de la función jurisdiccional, es ya procesal. Los actos jurídicos procesales de los órganos jurisdiccionales “...están constituidos, principalmente, por las resoluciones judiciales, sin que ellas integren la totalidad de los que puede realizar”. 17 S O D VdeAun testigo, el cual tiene actuación de una inspección ocular como el E estudio R S E R idéntico carácter de formulación, por un miembro de un tribunal colectivo. OS H C E DER Asimismo, son actos jurídicos procesales del órgano jurisdiccional tanto la Al hablar de los actos de los órganos jurisdiccionales, es preciso distinguir entre emisión y su desenvolvimiento en al actividad desplegada para poner en practica su contenido. La facultad de emisión es indelegable, no así la puesta en práctica del contenido del acto, que la ley procesal declara delegable, dentro de las normas que dicta al efecto. 18 2.1.1.2.-Actos de las Partes. Algunos tratadistas admiten la división de los actos procesales de las partes en actos lícitos e ilícitos. Los actos jurídicos procesales ilícitos carecen de eficacia respecto a los fines del proceso, aunque pueden trastornar su normal desenvolvimiento, y si los titulares de la función jurisdiccional la cumplen satisfactoriamente, les opondrán, en la generalidad de los casos, un obstáculo invencible. La realización de estos actos amerita la imposición de sanciones que, según el carácter de los mismos, pueden ser simplemente disciplinarias o penales. 19 17 De Pina, Rafael y Castillo, José. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Ciudad de México, México. Edit. PORRUA, S.A. 1974. p. 251. 18 Ibidem. p. 253. 19 Ibidem. p. 250. 27 En virtud de lo expuesto, se podría considerar que los actos jurídicos procesales lícitos son las posturas humanas jurídicamente lícitas, es decir, conforme a las normas del derecho procesal objetivo. Estos actos, se dividen en simples manifestaciones de voluntad y manifestaciones de voluntad dispositivas o negociables. Entre las manifestaciones de voluntad del primer grupo se hallan la demanda judicial y, en general, todos los alegatos y peticiones de las partes. Existiendo también, manifestaciones de voluntad S O D VA R E S compleja, que constituyen negocios jurídicos y reciben el nombre de convenios E R S HO procesales, en donde se tiene la suma de varias voluntades paralelas. 20 EC R E D Fundándose, ante todo, la necesidad de distinguir entre las manifestaciones de voluntad negocial emitidas fuera del proceso y las efectuadas dentro del proceso, que son, a juicio de los tratadistas que admiten la posibilidad de la existencia de negocios jurídicos procesales, los verdaderos y propios negocios jurídicos. 2.1.1.3.-Actos de Terceros. Los actos de terceros son actos procesales de personas extrañas a la relación jurídica procesal. Generalmente se niega el carácter de actos jurídicos a los realizados por las personas que no figuran entre los sujetos de la relación jurídica procesal. Es indudable, no obstante, que en el proceso no actúan solamente las partes y los órganos jurisdiccionales, sino también personas distintas 20 Ídem. 28 que producen determinados actos esenciales, frecuentemente, para alcanzar los resultados que en el proceso se persiguen. 21 Por lo tanto, si un testigo declara o un perito formula un dictamen, tales actuaciones, caen de lleno dentro de la definición del acto jurídico procesal. Pero estos casos, no sólo se relacionan estrechamente con verdaderos actos jurídicos procesales, sino que ellos mismos son verdaderos actos jurídicos procesales. 22 2.1.2.-Presupuestos. S O D VA R E S utilizados para servirse de la justicia, garantizándose así el acierto de la decisión E R S Oimpedimento H jurisdiccional y nunca como un para otorgar una garantía jurisdiccional. C E R E D Los presupuestos procesales han de entenderse siempre como mecanismos Son presupuestos de los actos, los necesarios que deben concurrir en cada ejercicio de los mismos, para que a través de su concurrencia estos puedan terminar con una resolución que ponga fin al litigio de fondo; esto es, sin que, por alguna falta o defecto que se produzca en el proceso el juez deba detenerse a subsanarla. 23 La voluntad, por hallarse en lo más alto de las relaciones humanas y jurídicas, es fundamental para los actos procesales y el vicio que se genera en torno a ella origina un fuerte impacto. 21 Ibidem. p. 254. Ídem. 23 Cf. Fairén, Víctor. Ob. cit. p. 335. 22 29 En este sentido, tal como lo establece el derecho sustancial “…será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo”. 24 Teniendo el error de hecho un alcance inferior en algunos casos procesales, aunque se trate de un negocio jurídico procesal y en otros casos en la formación de la voluntad, produciendo efectos procesales y extra procesales. El vicio de la voluntad puede resultar tanto por actuación propia de la parte S O D A V y si este hubiere efectuado algún acto procesalE bajo cualquier tipo de intimación o R S E R S fuerza, el referido acto resultaría Onulo. H C E DER contraria como por la del mismo juez. Las de este último, se combaten por él mismo, En lo atinente al vicio de la voluntad provocado por el dolo, el de las partes se ven combatidos por el rechazo fundado de los jueces ante un abuso manifiesto del derecho y de la ley, considerándose así como un medio para combatir el fraude procesal, dado que los mecanismos del derecho procesal para combatir estos vicios son sumamente fuertes. En resumen la autonomía de la voluntad, es un presupuesto fundamental de todo acto procesal tanto para los jueces, como para las partes. 24 Ibidem. p. 331. 30 Los presupuestos procesales son los “…presupuestos y requisitos de cada acto procesal, que determinen su admisibilidad…”. 25 Estos presupuestos lo son de la resolución de fondo, ya que sin su concurrencia tal resolución no pondría darse. En general, además del requisito fundamental previo ya expuesto -la sanidad de la voluntad y voluntariedad del acto, los presupuestos procesales, se refieren a la forma, en sentido amplio, del proceso, esto es, al procedimiento: su desarrollo, tiempo, lugar, condiciones personales de quienes lo dirigen y ejecutan, condiciones reales de cada acto procesal; que hagan posible su admisibilidad. 26 En cuanto al juez o tribunal, se considera que son presupuestos procesales, S O D VA R E S que tenga competencia; y con respecto a las partes que estas tengan capacidad para E R S HO ser tales, es decir, capacidad procesal. 27 EC R E ElD problema fundamental del tratamiento de los presupuestos procesales, es si su concurrencia debe examinarse de oficio por el juez, o puede dejarse a las partes. El tiempo es una condición de la forma de los actos, “El proceso, dinámico, que avanza a través del tiempo, en forma de procedimiento ordenado, es el tiempo, el que, dividido en fracciones, permite ese necesario orden, de modo que no avance a saltos ni a tropezones”. 28 25 Ibidem. p. 335. Ibidem. p. 336. 27 Ídem. 28 Ibidem. p. 341. 26 31 Ahora bien, “…el tiempo puede ser de un instante o de un lapso; así aparecen los términos y los plazos. Los términos,…son de un instante ideal, aunque puede este instante prolongarse por algunas horas...”. 29 Por otro lado, existen plazos dentro del proceso para realizar un acto procesal, que pueden ser cortos. Estos a su vez, pueden ser: propios, que se conceden a las partes o demás intervinientes en el proceso, para realizar un acto procesal; su transcurso agota la posibilidad de producir tal acto; y los impropios que son los que S O D VA R E S las leyes conceden a los jueces, tribunales y sus auxiliares, para realizar los actos E R S HO procesales que les corresponda. EC R E ElD lugar de realización de los actos, debe ser, en principio, el de la sede del juzgado o tribunal actuante, pero los actos de comunicación, pueden ser domiciliarios, o por edictos publicados en medios de comunicación. Así como hay actos, que por su naturaleza deberán celebrarse en el lugar en el que se halle el objeto a inspeccionar. 30 En cuanto a los actos a desarrollar fuera del territorio nacional, “…habrá de estarse a lo determinado en las convenciones o tratados internacionales en los que se sea parte, y en su defecto la reciprocidad”. 31 29 Ídem. Ibidem. p. 343. 31 Ibidem. p. 344. 30 32 La forma de la realización de los actos, en sentido amplio, es el procedimiento. Y las faltas en el ejercicio de esos actos, son las que provocan, bien su simple irregularidad o su nulidad. De tal modo, la inexistencia del acto estaría referida a la simple apariencia del acto. La nulidad absoluta o de pleno derecho, a la invalidez de un acto procesal por dirigirse contra una norma imperativa, y la nulidad relativa o anulabilidad, al acto que produce efecto mientras no es declarado nulo, a petición de parte. 32 S O D VA La inexistencia, nulidad y anulabilidad,E pueden declararse explícitamente a R S E Rleyes procesales. S través de los medios que establezcan las O CH E R DE En este sentido, “La nulidad de un acto, arrastra solamente a los siguientes que dependieran de él, pero no de los independientes, y debe alcanzar también a los anteriores que fueren nulos de pleno derecho a su vez”. 33 2.2.-Actos Procesales del Órgano Jurisdiccional. Los deberes procesales que suponen una conceptuación del proceso de la función jurisdiccional, como realidad sustantiva, de particular significado en el ámbito del servicio público de la justicia. Dentro de este nombre genérico quedan comprendidas las resoluciones judiciales, las audiencias, los actos de ejecución, y las comunicaciones procesales. Cabe aclarar, sin embargo, que la expresión actuaciones judiciales se utiliza para designar al conjunto de piezas escritas que documentan los 32 33 Ídem. Ibidem. p. 345. 33 actos procesales tanto del órgano jurisdiccional como de las partes y terceros. 34 2.2.1.-Resoluciones Judiciales. El órgano jurisdiccional, realiza actuaciones resolutorias, encaminadas a resolver el objeto del litigio y las incidencias procesales que plantee su tramitación. Es por ello que las resoluciones judiciales son “…actos procesales por medio de los cuales el órgano jurisdiccional decide sobre las peticiones y los demás actos de S O D VA R E S las partes y los otros participantes”. 35 E R S HO C E R E el juzgador Ddecide sobre el litigio, pero este emite resoluciones judiciales no sólo Ahora bien, la resolución más importante en el proceso es la sentencia, en que cuando dicta sentencias, sino también cuando provee sobre los diversos actos procesales de las partes y los demás participantes. A esta segunda clase de resoluciones judiciales se les suele llamar autos. 36 2.2.2.-Actos de Decisión. Ahora bien, no basta con la elaboración de normas claras que recojan el proceso a seguir sino de que existan fallos justos. Es por lo que las resoluciones judiciales son aquellas destinadas a resolver el proceso, sus incidencias y a asegurar el impulso procesal. Cuando la resolución 34 Ovalle, José. Ob. cit. p. 293. Ídem. 36 Ídem. 35 34 judicial se expide sobre el mérito de la causa, es decir, con lugar o no a la demanda, recibe el nombre de sentencia. 37 Cuando decide una cuestión accesoria que se ha presentado en el medio del debate, recibe el nombre de auto interlocutorio, entre éstos, si el juez lo ha dictado luego de oír a ambas partes se dice que es un auto interlocutorio propiamente dicho y si lo ha dictado habiendo oído a una sola de las partes, se lo denomina auto interlocutorio simple o dictado sin sustanciación, si la resolución judicial refiere al S O D VA R E S impulso del proceso, clausurando o abriendo etapas del mismo se denomina decreto o E R S HO providencia; y si, simplemente, resuelve cuestiones meramente instrumentales, se la EC R E D denomina decreto de mero trámite o providencia simple. 38 2.2.3.-Comunicaciones Procesales. Son aquellos destinados a notificar a las partes o a otras autoridades los actos de resolución, o a sustanciar entre aquéllas los actos de impulso procesal. Estos actos de comunicación procesal, pretenden hacerles saber a las partes lo ocurrido en el proceso donde se ventile el hecho que lo motivó, y que los distintos sujetos puedan no sólo conocer las resultas de la sustanciación sino que eventualmente recurrir de ellas cuando así lo estimen pertinente. Esto es porque la realización de un acto procesal de comunicación en coexistencia con condiciones que 37 Cf. Arazi, Roland. Derecho Procesal Civil y Comercial. Buenos Aires, Argentina. Edit. Astrea de Alfredo y Ricardo Desalma. 1995. p. 185. 38 Ídem. 35 carecen de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador, deviene en violatoria de la normativa constitucional.39 Es por lo que estos actos deben enmarcarse a las ordenaciones que la ley establece, en cuanto a su enunciación, determinación de condiciones, formas de cumplimiento y resultados, así como los términos o detalles de algunos de ellos, en razón de proteger los derechos fundamentales, para materializarse en este sentido una protección a la legalidad de los actos. S O D A saber a las partes lo Vhacerles Los actos de comunicación procesal, pretenden R E S E R ocurrido en el proceso donde se S ventile el hecho que lo motivó, y que los distintos O H C E DERno sólo conocer las resultas de la sustanciación sino que sujetos puedan eventualmente recurrir de ellas cuando así lo estimen pertinente. Esto es porque la realización de un acto procesal de comunicación en coexistencia con condiciones que carecen de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador, deviene en violatoria de la normativa constitucional.40 En tal sentido, es necesario aclarar, que si bien los actos procesales de comunicación deben ajustarse a las regulaciones que el legislador establece, su definición, determinación de condiciones, modo de ejecución y consecuencias de 39 40 Ibidem. pp. 181-183. Cf. De Pina, Rafael y Castillo, José. Ob. cit. pp. 237-245. 36 tales actos procesales, así como los límites o particularidades de algunos de ellos deben estar encaminadas a preservar los derechos constitucionales. 41 2.3.-Actos Procesales de las Partes. En virtud de ellos, se le suministra al órgano judicial los elementos de hecho y jurídicos en que fundan sus posición en el proceso y que consideran deben ser tenidos en cuenta por el juzgador al momento de resolver el conflicto. S O D VA R E S En tal sentido, se distinguen en puras manifestaciones de voluntad, “…que E R S HO constituyen el ejercicio del derecho de acción y contradicción en juicio, y en EC R E D manifestaciones de voluntad positiva, tales como negocios jurídicos procesales”.42 Los actos procesales de parte de la primera categoría, “…consisten en manifestaciones voluntarias de actividad, de manera que el contenido de esta varía según la variedad de las actividades desplegadas en el ejercicio del derecho de acción y de contradicción en el curso del la relación procesal instaurada”. 43 Con lo expuesto, “Dicho contenido, puede consistir, por otra parte, en una mera declaración de voluntad, o bien en exposiciones lógicas que concluyen en una declaración de voluntad, o también en puras actividades materiales”. 44 41 Cf. Alvarez Julia, Luis y otros. Manual de Derecho Procesal. Bueno Aires, Argentina. Edit. Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma. 1992. pp. 128-134. 42 Rocco, Ugo. Derecho Procesal Civil. Vol. I. Traducción de Felipe de J. Tena. Ciudad de México, México. Edit. PORRUA, S.A. 2001. p. 387. 43 Ídem. 44 Ídem. 37 2.3.1.-Tipos. La sustanciación o tramitación procesal se justifica en la aplicación del compromiso de un debido proceso y un derecho a la defensa. En consecuencia, los actos procesales de las partes se distinguen en: actos de petición, actos de pruebas, actos de alegación, actos de impugnación y actos de disposición, los cuales serán explicados a continuación con mayor detenimiento. 45 2.3.1.1.-Actos de Petición. S O D VA R E S E R S Se considera que son las actuaciones destinadas a determinar cuales son los HO C E ER que se debaten en el proceso. derechos D e intereses Es por lo que, son aquéllos actos que tienen por objeto fijar el contenido de una pretensión; esta puede referirse a lo principal, ordene al demandado a desalojar el inmueble, por ejemplo, o a cuestiones accesorias o de procedimientos, determine que una prueba es extemporánea. 46 Ahora bien se puede considerar que, constituyen de esta manera los actos procesales por excelencia. Se clasifican en: peticiones concretas; peticiones procesales o interlocutorias, referidas al desarrollo del proceso; peticiones de fondo, 45 Cf. Ovalle, José. Ob. cit. pp. 291-292. Cf. Micheli, Gian Antonio. Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Traducción de Santiago Sentís Melendo. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1970. p. 292. 46 38 que pretenden la absorción de la cuestión litigiosa; peticiones de carácter material y peticiones de carácter administrativo. 47 2.3.1.2-Actos de Pruebas. Para que el órgano jurisdiccional pueda otorgar una verdadera tutela judicial efectiva, en cuanto a derecho, debe tener un conocimiento real y claro de los hechos que se debaten. S O D VA R E S En consecuencia, estos actos de partes, “…se dirigen a obtener la certeza del E R S HO juzgador sobre los fundamentos de hecho de la pretensión del actor o del acusador, o EC R E D sobre los fundamentos de hecho de la excepción o de la defensa del demandado o del inculpado”. 48 Es por ello, que se considera que las partes aportan al órgano judicial elementos de persuasión que, apoyan su posición en el proceso y en base a estos elementos el juzgador, debe fijar los hechos que fundamenten su posterior resolución. Estos actos, “…son básicamente de tres clases: actos de ofrecimiento o proposición de las pruebas; actos de preparación, y actos de ejecución o práctica de las pruebas”. 49 47 Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 387. Ovalle, José. Ob. cit. p. 292. 49 Ídem. 48 39 2.3.1.3.-Actos de Alegación. En los procesos no penales los actos de alegación se denominan alegatos, mientras que en el proceso penal son conclusiones, en consecuencia tienen su fundamento en que. …las partes manifiestan al juzgador sus argumentaciones sobre los fundamentos de hecho y de derecho de la pretensión, la excepción o la defensa, con el fin de que aquel dicte la sentencia estimatoria o desestimatoria, según el caso. En los procesos no penales los actos de alegación se denominan alegatos, mientras que en el proceso penal son conclusiones. 50 S O D VA 2.3.1.4.-Actos de Impugnación. ER S E R OS H C E Se establece DER que las partes tiene en primera instancia el impulso procesal además del control del proceso dirigido de forma ordenada y lógica por el juez. En virtud de lo cual, se puntualiza que por medio de los actos de impugnación “…las partes combaten la validez o la legalidad de los actos u omisiones del órgano jurisdiccional, con la finalidad de que se determine la nulidad, revocación o modificación de los actos impugnados o se ordene la realización de los actos omitidos”. 51 Dentro de este procedimiento los actos procesales más importantes de las partes son fundamentalmente dos: la interposición del acto impugnativo, es decir, la manifestación que hace la parte que se considera afectada, ante un órgano jurisdiccional, de que impugna determinado acto; y la motivación del acto 50 51 Ídem. Ídem. 40 impugnativo, que consiste en la exposición de los argumentos jurídicos por los que el impugnador estima que el acto combatido no se apega a derecho. En sentido lógico, no hay razón para separar la interposición de la motivación, ya que en ocasiones estas ocurren en un solo acto, y en otras ocasiones, se separan en dos actos que se verifican en tiempos distintos. 52 2.3.1.5.-Actos de Disposición. S O D A las partes, el legislador Ventre búsqueda de la mejor solución al conflicto planteado R E S E R S de realizar diferentes posturas en virtud de deja la posibilidad a ellasH de O la facultad C E R E D determinar o no la continuación del proceso. Como medio alternativo para la culminación anormal del proceso, en En razón de esta situación, se considera que son los actos en los que las partes no intentan obtener algo del juez sino que, directamente, disponen de la relación procesal y el tribunal sólo es comunicado de ello. Estos actos son el allanamiento, el desistimiento y la transacción. 53 Afirmando que forman esta clase de actos aquellos, “…por medio de los cuales las partes disponen, en el proceso, de sus derechos materiales controvertidos…”. 54 52 Ídem. Ibidem. p. 293. 54 Ídem. 53 41 2.3.2.-Elemento de Voluntad. Los actos procesales de parte, consisten en declaraciones voluntarias de su función procesal, de manera que se presentan como el elemento constitutivo de su contenido, la voluntad. Pero, contrariamente a la doctrina y a la opinión dominante, creemos que la voluntad no tiene, respecto de los actos procesales de parte de esta categoría, a diferencia de las manifestaciones de voluntad dispositivas, la misma importancia que se le reconoce en los actos de voluntad del derecho sustancial. 55 S O D VA R E S Esto proviene del hecho de que, las normas procesales no toleran, en E R S HO ocasiones, que en referidos actos se abra la búsqueda acerca de la intención del sujeto EC R E D que manifiesta alguno de estos actos, porque el efecto jurídico ordenado por las normas procesales es directamente conexo a la manifestación de voluntad. Por lo que, “Aquí las normas procesales directamente atribuyen a determinados actos efectos jurídicos con base a una circunstancia de hecho verificada, que se presume responde a la voluntad del sujeto”. 56 En este sentido, es importante destacar que los actos procesales de parte; En virtud del principio de la iniciativa y de la disposición de las partes, se dirigen siempre a obtener un efecto previamente determinado ante los órganos jurisdiccionales, solicitando su actividad, o bien cumpliendo actos que están regulados por la ley procesal como presupuesto para que la relación procesal sea cultivada hasta la obtención del objetivo final del proceso. 57 55 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 388. Ídem. 57 Ídem. 56 42 De esto, que en el campo de dicha categoría de actos procesales de parte se niegue toda relevancia jurídica a la intención y a la voluntariedad o no del acto, en razón de que si se admitiese una indagación acerca de la correspondencia de los efectos a la intención y acerca de la información de la voluntad, el proceso se detendría a cada paso y la garantía jurisdiccional, no podría funcionar. Asimismo, en la actividad procesal para que se otorgue una garantía jurisdiccional, S O D VenA …atañe a los actos procesales de parte que entran la categoría de las R E S pura manifestaciones de voluntad, que constituyen el ejercicio del derecho E R de acción y de contradicción, pero no a las manifestaciones de voluntad Slos cuales, con oportunas modificaciones O dispositivas…respecto de H EC también las elaboraciones concernientes a los actos de pueden aceptarse R E Dvoluntad regulados por el derecho privado. 58 Ahora bien por lo general se suele considerar la causa como uno de los elementos esenciales de los negocios jurídicos. Sin embargo, no hay un acuerdo en la doctrina sobre el concepto de causa, pero la opinión dominante cree que debe llegarse a este concepto, en vista de que las declaraciones de voluntad privada, para que produzcan efectos jurídicos, deben tener una finalidad practica. 59 En consecuencia, la voluntad de los sujetos de la relación procesal se dirige a alcanzar una finalidad no hay quien pueda dudarlo, pese a, esta situación practica en los actos procesales de parte, no puede tener importancia, ni interés jurídico. 58 59 Ídem. Ibidem. pp. 388-389. 43 La falta o falsedad de la causa no produce la nulidad de los actos procesales de parte, dado lo irrelevante del elemento causal. De modo que, en nuestra opinión, de causa de los actos procesales de parte, que constituyen también manifestaciones de voluntad, no creemos que pueda hablarse correctamente, ni tampoco que pueda hablarse de motivos o finalidades remotas del acto, por cuanto ni la una ni los otros los toma en consideración el derecho procesal objetivo. 60 2.3.3.-Formas. El Derecho Procesal, se considera como un sistema lógico formalmente S O D VA R E S construido de normas de conducta, que se complementan unas en otras. E R S O procesales, presentan un conjunto de elementos, Es por ello que las H formas C E DER Dicho conjunto, esta indicado y establecido por la ley procesal a fin de asegurar y garantizar a las partes una recta justicia y a fin de eliminar toda incertidumbre acerca de los caminos que han de seguirse para obtener dicha justicia, con la observancia del principio del contradictorio y de la igualdad de las partes en juicio, estableciendo una orientación de acciones y reacciones que al mismo tiempo limitan los poderes del juez y los de las partes. Este sistema, se denomina de la legalidad de las formas, y a el cual se a atenido en gran parte el nuevo código, aunque habiendo atemperado sus asperezas mediante el principio opuesto, denominado libertad de las formas. 61 Constituyendo las formas la configuración de los proceso, porque ellas determinan como será la actividad procesal, desplegada por las partes o por el propio juzgador. El principio de la libertad de las formas, es tomado por algunos autores como la regla a seguir, mientras que el sistema del vinculo de las formas representa la 60 61 Ibidem. p. 389. Ibidem. pp. 389-390. 44 excepción, este principio, es acogido por el código adjetivo al establecer que si la ley no prescribe una forma determinada, pueden cumplirse en la forma más idónea para darle fin, en tal sentido, le deja a la discrecionalidad de las partes e inclusive la del juez la elección que se crea que responde mejor al fin. Pero al haber limitado la libertad de las formas a los casos en que la ley procesal no prescriba formas determinadas, demuestra que se trata por el contrario de lo que plantean algunos autores, que se trata de una excepción y no de una regla. 62 2.3.4.-Distinciones de las Forma. S O D VA R E S E R S Se entiende que H la O estructura formal en sus componentes C E DEsinoRen razón de ciertas bases, ya establecidas. comprendido puede ser Así se determina que en cuanto al modo de exteriorización que atañe a las formas, puede ser oral o escrita, y en todo caso debe de ser en el idioma oficial.63 Otras formas de exteriorización “…conciernen a la publicidad del acto, en el sentido de que todo el material de la causa se pone libremente a disposición de las partes, en la secretaría, en la audiencia publica y en algunos medios de pruebas (por ejemplo, testimonio) se toman en presencia de las partes”. 64 Completándose a esto, los actos procesales de partes deben someterse a un régimen fiscal y a ciertas formalidades fiscales, si es de esta naturaleza. 62 Ibidem. p. 390. Cf. Guasp, Jaime. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Madrid, España. Instituto de Estudios Políticos Madrid. 1968. pp. 283-289. 64 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 390. 63 45 En cuanto al lugar, “Si la ley no establece donde debe de realizarse un acto, el realizarlo en un lugar o en otro no tiene relevancia jurídica, por el contrario, si la sede está determinada por la ley, el acto queda vinculado a determinado lugar”.65 No obstante, “…hay actos que deben realizarse en ciertos y determinados lugares, cuando así lo exija la naturaleza del acto (por ejemplo, embargos, secuestros, etc.), o bien cuando el juez, en caso de necesidad, indique el lugar donde debe llevarse a cabo”. 66 S O D Vse Arealizan en la sede de la Comúnmente los actos procesales de E partes R S E R autoridad judicial. OS H C E DER Por condiciones de tiempo, se entiende, el tiempo establecido para el cumplimiento sucesivo de los actos procesales de parte, que sirven para asegurar, en interés de la justicia, así como interés de las partes, la marcha del proceso y constituye el llamado principio del orden formal. 67 Muchas veces el orden sucesivo en el tiempo de los actos procesales de parte lo impone la necesidad misma de las cosas, en virtud de una razón y lógica. Pero muchas veces, es la misma norma procesal la que impone cierto orden cronológico de 65 Ídem. Ibidem. p. 391. 67 Cf. Oderigo, Marío. Lecciones de Derecho Procesal. Tomo II. Buenos Aires, Argentina. Roque Depalma Editor. 1960. pp. 235-243. 66 46 los actos y cierto espacio de tiempo entre el cumplimiento de determinado acto procesal y otro. 68 La distancia que corre entre un acto y otro se llama termino, entendido esto, los términos se distinguen en: Legales y judiciales, según estén establecidos ya sea por la ley o el juez, e iniciales o finales, entendiendo que los términos iniciales son aquellos que establecen el periodo de tiempo mínimo después del cual solamente se puede cumplir una actividad procesal, y por, los términos finales, son aquellos que S O D VA R E S señalan el periodo de tiempo dentro del cual puede llevarse a cabo un acto procesal de E R S HO parte, estos a su vez se dividen en: ordinarios, cuyo transcurso no excluye que el acto EC R E D pueda llevarse a cabo, a menos que la parte contaría, en primera instancia o defensa denuncie el transcurro del plazo y, por lo tanto, la nulidad del acto, y por otra parte, los perentorios, cuyo transcurso da lugar al vencimiento absoluto, que no puede sanearse ni aún siquiera por acuerdo de las partes. 69 Un último requisito, en base a las formas procesales, es el instituido por el medio con que las actividades se comunican o se llevan a conocimiento, ya de la otra parte, o del órgano judicial. Es por lo que se entiende que este medio, puede ser variado, pero siempre se traduce en una comunicación, que puede hacerse directamente, “…sin intervención de ningún órgano o persona, y en tal caso se tiene una comunicación inmediata o 68 69 Ídem. Ídem. 47 directa, puede hacerse también por medio de un órgano o una persona, y en tal caso se tiene una comunicación mediata o indirecta”. 70 2.3.5.-Preclusiones y Términos. El termino preclusión es una expresión que ha sido acogido en general por todos los cultivadores del Derecho Procesal. Ahora bien, “El concepto de preclusión surge del hecho de que, a S O D VA R E S consecuencia del cumplimiento o de la omisión de ciertos actos procesales de parte, E R S HO se impide a esa misma a cumplirlos”. 71 EC R E EsD por lo que, el agotamiento del derecho o facultad procesal o caducidad del derecho por el transcurso del tiempo, no permitiría verificar el acto transformándolo entonces en acto incompatible, por prohibición de la ley. Por tal motivo al presentarse, “….una causa de preclusión se contrapone a este, el principio de adaptabilidad o de la elasticidad, en virtud del cual el procedimiento no queda restringido en un orden demasiado rígido, sino que se adapta a la necesidad de la causa”. 72 Las preclusiones pueden tener por objeto tanto actividades reservadas al demandado como actividades reservadas al actor, y tienen gran importancia con respecto a los términos, puesto que si determinado acto procesal se ejecuta con 70 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 391. Ibidem. p. 392. 72 Ídem. 71 48 violación de un término, resulta imposible el cumplimiento del acto, el cual, si se incumple se podrá desconocer, a instancia de parte, o de oficio. 73 2.4.-Actos de Terceros. Desarrollados en la actividad procesal por personas que no son ni parte ni órgano jurisdiccional, pero que son de algún interés en el proceso. En tal sentido, aquellas personas son llamados en virtud de que poseen algún S O D VA R E S conocimiento de la ocurrencia de algún hecho y este necesita aclararse en el proceso E R S HO o por que poseen alguna pericia para desarrollar cierta actividad que no es de común EC R E D saber sino que requiere de estudio técnico sobre esa área. 74 2.4.1.-Actos de Prueba. Se ejecutan principalmente por las partes para crear la convicción en el juez de que su pretensión es la adecuada en cuanto a hecho y a derecho. Son los más importantes del género y se pueden ejemplificar con la declaración de testigos y el dictamen pericial. 75 73 Ídem. Cf. Micheli, Gian Antonio. Ob. cit. p. 316. 75 Ídem. 74 49 2.4.2.-Actos de Cooperación. Se consideran como el trabajo en común llevado a cabo por parte de una persona u otros órganos en la búsqueda de un objetivo compartido, en lugar de trabajar de forma separada, como lo sería en una competición. Es por lo que son una gama muy variada de actos que realizan los terceros por orden de los tribunales, tales como la inscripción de medidas cautelares en un registro S O D VA R E S y el descuento de haberes de un empleado para cumplir una sentencia. 76 E R S HO EC R E D 76 Ídem. 50 S O D VA R E S EC R E D E R S HO Capítulo 3: Las Nulidades. 51 3.1.-Ineficacia de los Actos Procesales. Se considera a la capacidad de lograr un efecto no deseado o esperado, en razón, de que no es el buscado por la ley. Es por ello, que parte de la doctrina establece que la ineficacia, “…cuya causa es extrínseca, puede dar lugar a distintas figuras (actos resolubles, revocables, rescindibles), cuya eficacia o ineficacia depende de una circunstancia extrínseca S O D VA R E S (actos sujetos a condición suspensiva o resolutoria)”. 77 E R S HO Los actos que pierden su eficacia sólo cuando son objeto de una manifestación EC R E D de voluntad de las partes interesadas, dirigidas a producir la insuficiencia, son llamados actos impugnables. Ahora bien, con más propiedad se les debe denominar actos anulables, de los cuales hay que distinguir los actos irregulares, que constituyen la categoría de actos que no son conforme a una disposición legal, pero respecto de los cuales la misma ley no conmina, como sanción. “Tales actos son plenamente válidos, salvo que al violador o contraventor del precepto se le conminan algunas sanciones, no consistentes en la ineficacia del acto, que debe ser regularizado”. 78 77 78 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 395. Ídem. 52 3.1.1.-Inexistencia. Se determina que el negocio inexistente más que una figura, la cual, si pudo haber originado en alguna de las partes la impresión de haberle ayudado o asistido a él, no produce, sin embargo, efectos jurídicos, ni siquiera de carácter negativo o divergente. Es a la luz de esta situación que la doctrina hace referencia a este punto S O D VA R E Suna diversidad suya respecto de …suele indicarse un vicio del acto,E o sea R Sal respecto de falta de uno de los elementos la hipótesis legal…SeO habla H constitutivos C del acto y se contrapone la hipótesis a la nulidad, que expresa ERunEvicio del acto, pero sin embargo no tan grave para excluir que Dtambién señalando; el acto pueda ser reconocido como tal, incluso si eventualmente puede ser realidad por la declaración de su nulidad. 79 3.1.1.1.-De los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales. La relevancia jurídica, que tiene el órgano jurisdiccional, genera efectos preliminares y establece una situación de expectativa: en motivo de la actuación total que corresponde a la eficacia jurídica del proceso. En consecuencia, los casos de inexistencia de los órganos jurisdiccionales no son numerosos, sin embargo, lo cierto es que debe aceptarse hay algunos actos inexistentes, como por ejemplo la sentencia que carece de firma. Este acto, en verdad, no puede siquiera considerarse acto de los órganos jurisdiccionales, ya que en rigor 79 Satta, Salvatore. Manual de Derecho Procesal Civil. Vol. I. Traducción de Santiago Sentís Melendo y Fernando De La Rúa. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1971. p. 236. 53 estricto, carece de lo que podríamos denominar la paternidad del acto. De manera que contra ella no hay necesidad de desplegar acción alguna para eliminarla, ni ninguna impugnación, siendo suficiente, para todo efecto, declarar que el acto no existe. 80 Determinando que, “Aunque la ley no habla de ello, a la falta de firma puede equipararse una sentencia que haya sido pronunciada oralmente, o bien por un particular o por un órgano administrativo…no previsto de ningún poder judicial”. 81 S O D A referirse a un caso de inexistencia, se trata en rigor, deV un caso de nulidad. R E S E R OS H C E los Actos Procesales de las Partes. 3.1.1.2.-De DER Al hablarse, de la falta de la parte dispositiva de la sentencia, más que En perfecta concordancia con la inexistencia de los actos procesales de los órganos jurisdiccionales, está la inexistencia de los actos procesales de las partes, estableciendo que la validez formal se materializa en términos de existencia jurídica. Sin embargo, los casos son mucho menos numerosos, y a titulo de ejemplo podemos recordar: la citación que contenga la notificación de la demanda hecha ante un particular; o ante un órgano administrativo completamente distinto de cualquier poder jurisdiccional, como un notario; o bien, por último, ante un órgano jurisdiccional no provisto de poder de decisión (por ejemplo, el secretario); o bien la renuncia a una obligación o a una carga procesal. 82 80 Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 395. Ibidem. p. 396. 82 Ibidem. p. 395. 81 54 3.1.2.-Nulidades Procesales. Se piensa que es la sanción debido a la ineficacia o falta de valor legal, de los actos jurídicos celebrados con violación o defecto de las formas y solemnidades establecidas por la ley, o con causa ilícita. Pero para determinar que se entiende por nulidad procesal se debe distinguir S O D VA R E S en el que se incurre en su La nulidad es absoluta cuando elE vicio R realización es de tal magnitud que impide toda posibilidad de producir S O H efectos jurídicos desde el momento mismo de su realización por afectar el Cprocesal o normas de estricto orden E ordenR público Esta nulidad E efecto et tunc, es decir, desde el momento mismopúblico. Dsurte del nacimiento del sus dos tipos: nulidad absoluta que la doctrina lo establece de la siguiente manera. acto. 83 Asimismo por disposición de la Ley, “…la nulidad puede ser declara de oficio y no podrá subsanarse ni aun con el consentimiento expreso las partes…”. 84 Y, una nulidad relativa debe considerarse “cuando el vicio en que se incurre en su realización sólo afecta un interés privado de los sujetos y, en consecuencia, puede ser convalidado o subsanado por las mismas partes; esta nulidad surte efecto a partir de su declaración”. 85 En el acto procesal existe un vicio de apartamiento de las formas dadas para la realización del acto; pero el error no es grave sino leve. Sólo cuando haya derivado en 83 Ortiz, Rafael. Teoría General del Proceso. Caracas, Venezuela. Edit. Frónesis. 2004. p. 643. Ibidem. pp. 643-644. 85 Ibidem. p. 644. 84 55 efectivo perjuicio, podrá ser conveniente so invalidación. Por lo tanto, la formula seria la de que el acto relativamente nulo admite ser invalidado y puede ser convalidado. 86 Es por ello que la nulidad existe para proteger intereses que resultan violados al realizarse el acto jurídico. 3.2.-Principios que rigen la Nulidad Procesal. S O D VA R E S En el desarrollo de aplicación de las nulidades se debe necesariamente hacer E R S HO referencia a los fundamentos para dictaminarlas, es decir, cuales son sus bases para EC R E D declararlas. 3.2.1.-Principio de Especificidad. Se considera que es un principio fundamental del Derecho Público conforme al cual deben someterse las normas jurídicas para otorgar de esta forma en una verdadera garantía, en razón de la seguridad jurídica. En consecuencia, también puede ser denominado en el ámbito de las nulidades como el principio de la legalidad, estableciendo que no hay nulidad sin texto legal que la exprese. 86 Cf. Couture, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Depalma. 1997. p. 397. 56 Este principio ha sido reclamado, casi invariablemente, por la doctrina y por la jurisprudencia. “Por consiguiente no se admite la nulidad si no se expresa la causa legal en que se funda”. 87 Es por ello que la legalidad se pudiera considerar como la regla que rige a las nulidades y en tal carácter actúa como parámetro para determinar si en un Estado existe un Estado de Derecho. S O D A V conocimientos a la ciencia, “…no sin discrepancia, ha creado la categoría de las R E S E R llamadas nulidades implícitas, OqueScontradicen al principio puesto que admite que, al H C E R E D menos en ciertos casos, existen nulidades que no están previstas en la ley Ahora bien en la actualidad, la doctrina en su función de aportadora de nuevos expresamente, pero que resultan de principios contenidos en el texto…”. 88 …las nulidades del procedimiento son solamente las previstas en la ley y no pueden aceptarse otras, debiendo regir inclusive, la regla de la interpretación restrictiva. Sin embargo (llamémosle, o no, inexistencia) habrá también posibilidad de anular el proceso cuando existan vicios que obsten a la constitución de una relación procesal válida o se violen las garantías del debido proceso, que en el fondo, surgen de normas jurídicas positivas. Quedarían entonces, traducida la fórmula de nulidades implícitas, que empleada la doctrina, reconociendo la existencia de ciertos vicios que impiden el derecho fundamental de defensa en juicio, que son impugnables aún cuando la ley no lo establezca expresamente, y relevables no solo ha pedido de parte, sino también de oficio. Pero en caso de excepción y con referencia a principios que realmente existen en el derecho positivo… 89 87 Véscovi, Enrique. Teoría General del Proceso. Bogotá, Colombia. Edit. TEMIS. 1984. p. 303. Ídem. 89 Ídem. 88 57 3.2.2.-Principio de Trascendencia. Envueltas las nulidades en una legalidad de formas los juristas, han denotado otro de los caracteres de las nulidades como lo es, no hay nulidad sin perjuicio. En virtud del carácter no formalista del derecho procesal moderno, se ha establecido que para que exista nulidad no basta la sola infracción a la forma, si no se produce un perjuicio a la parte. La nulidad más que satisfacer pruritos formales, tiene por objeto evitar la violación a las garantías en juicio. Teniendo por fin no solo el interés legal en el cumplimiento de las normas y ritualidades que la ley fija para los juicios, sino la salvaguardia de los derechos de las partes. 90 S O D VA R E S Es por esta razón que muchos derechos positivos modernos; E R S HO EC R E D …establecen el principio de que el acto con vicios de forma es válido, si alcanza los fines propuestos, igualmente, si en lugar de seguirle un procedimiento se ha utilizado, equivocadamente, otro, pero con mayores garantías, lo que también se llama principio de finalidad… Es decir, que la violación formal debe trascender a la violación de los derechos de las partes. 91 Este principio no tiene disposición legal que lo establezca, “…pero es aceptado unánimemente en el derecho comparado y también por la doctrina y jurisprudencia”. 92 3.2.3.-Principio de Declaración Judicial. El órgano jurisdiccional realiza actuaciones resolutorias, con el fin de resolver del proceso y los acontecimientos que se susciten en su tramitación. 90 Ibidem. p. 304. Ídem. 92 Ídem. 91 58 En razón de ello sobre este principio, los autores batallan acerca de si la nulidad absoluta es o no es, declarada por el juez. “…es decir, que la sentencia que la acepta sea declarativa y no constitutiva, como la que acoge la nulidad relativa. La nulidad declarada por el juez, ya existe, solo se comprueba...”. 93 Para que el órgano jurisdiccional decida sobre los intereses sometidos a su conocimiento es necesario que se pronuncie también sobre las incidencias que se pudieran originar en la actividad procesal. S O D A V En tal sentido, la nulidad tiene que ser E objeto de declaración judicial, por lo R S E R tanto, que si bien el acto absolutamente OS nulo no deba producir efectos, de hecho los H C E R E D produce mientras no se haga efectiva la declaración judicial. Por eso, la sentencia que declara la nulidad, siendo declarativa tiene efecto retroactivo y produce la anulación de los actos consecuentes que todavía están en pie, esto es, que aún cuando el juez falle sin jurisdicción, ya sea por razón de la materia, o fuera de plazo, la sentencia tendrá validez hasta que sea declarada nula en cualquier momento, que no se convalide, y otra, muy diferente que no haya necesidad de una declaración judicial. 94 3.2.4.-Principio de Protección. Se refiere a la esencia misma de la nulidad como medio de impugnación procesal de los actos. 93 94 Ídem. Ibidem. p. 305. 59 En consecuencia este principio establece que “…la nulidad sólo puede ser reclamada por la parte afectada por aquella, y no por la parte que dio lugar a la misma…”. 95 Los efectos de este tipo de principio son los siguientes, a) No existe impugnación de nulidad, en ninguna de sus formas, si no existe un interés lesionado que reclame protección. La anulación por la anulación no vale. Esta consecuencia lo es también del principio general ya expuesto de que no hay nulidad sin perjuicio al recurrente. b) Sólo pueden invocar las nulidades constituías en protección de los incapaces, éstos mismos o sus representantes legales. La nulidad no pueden aducirla quienes han gozado de capacidad durante la consumación de los actos. c) Pero la consecuencia más importante derivada de este criterio general, es que no puede ampararse en nulidad el que ha celebrado el acto nulo sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidad. 96 S O D VA R E S E R S HO EC R E D 3.2.5.-Principio de Convalidación. Se considera como un carácter de rectificación, del vicio que pudiera padecer algún acto, pero siempre que no contrarié el orden público. Ahora bien, las circunstancia de seguridad y certeza del derecho, manifiestan la razón del proceso, y el instituto de la cosa juzgada, hacen que se aplique este principio, de manera que trascurrida una etapa no se puede volver a la anterior. Y cuando todas estas han cerrado, se precluye la posibilidad de reclamar contra todas las nulidades. 97 95 Ovalle, José. Ob. cit. p. 304. Couture, Eduardo J. Ob. cit. p. 397. 97 Cf. Ortiz, Rafael. Ob. cit. pp. 662-666. 96 60 Los actos procesales están encaminados a la obtención de una finalidad, objetiva que le es intrínseca a cada acto procesal. La finalidad genérica de los actos procesales es la prerrogativa de la defensa en el proceso de las partes y sus derechos. El argumento de la convalidación ha sido contenido en el de, los remedios contra el acto nulo, es decir, el saneamiento de las nulidades. Así como el derecho estudia el acto nulo y sus efectos, también lo hace con la forma de evitar dichos efectos, eliminando o saneando el acto nulo. 98 S O D A correcta y debida se Vprocesal Es por lo que, para el ejercicio de una actividad R E S E R determina que, OS H C E DER Las formas de subsanación pueden ser varias, a saber: a) La repetición del acto anterior sin los vicios de este; b) La confirmación o ratificación del acto anulable. c) La conformidad con el acto, que es lo a veces se llama convalidación y puede comprender las tres formas. 99 En virtud de esta situación, la repetición del acto anterior no es una subsanación de este, sino la realización de un nuevo acto, sin los vicios del primero, y que por consiguiente lo sustituye; la confirmación importa un nuevo acto jurídico no similar al anterior, sino cuyo contenido se agota en la mera ratificación del antecedente; y por último, la forma más usada en el proceso es la llamada convalidación de las nulidades por la aceptaron de ellas, al no reclamarse oportunamente. Las nulidades procesales a diferencia de las civiles se subsanan, más 98 99 Cf. Véscovi, Enrique. Ob. cit. p. 305. Ibidem. p. 306. 61 que por el transcurso del tiempo, por el discurso del procedimiento y por el sistema de preclusiones que impide retroceder a las etapas ya concluidas. 100 En todo caso, cuando estas normas no existan, igualmente hayan principio general del derecho que acepta la convalidación de las nulidades procesales, fundado en los postulados antes mencionados (certeza, seguridad, preclusión). También se basa en que dichas nulidades deben ser opuestas por las partes y no de oficio por el juez, por lo cual se presume que al no hacerlo en el tiempo, renuncian a invocarla. 101 3.3.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales. Referidas a cuando la S O D VAes un vicio causa de la E invalidez R S E R S de voluntad O CH E R DE proveniente de los sujetos que personifican al órgano o su actuación. …el problema de los vicios de a actividad volitiva de los órganos de justicia no ha tenido hasta el día de hoy una exposición integra, puesto que de este tema se suele hablar más es a propósito de cada uno de los medios para impugnar las sentencias, que en una exposición autónoma. 102 Ahora bien cuando se habla de vicios de la voluntad de los órganos de justicia, causados por error, violencia o dolo, hay que tener en cuenta, que no todos los actos de los órganos jurisdiccionales revisten el carácter de actos de voluntad. Sin embargo, ello no impide, que estando la actividad intelectiva de los órganos de justicia dirigida a operar sobre un acto de voluntad, los vicios característicos de ésta, no puedan igualmente encontrar cabida también en el campo de tales actos de los órganos. 103 100 Ídem. Ídem. 102 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 400. 103 Ídem. 101 62 En lo relativo al error, se piensa que es una falsa apreciación acerca de una cosa o de un hecho, basado en un incompleto conocimiento en cuanto existe una mala valoración de acontecimientos o de principios de derecho que se vinculan a los mismos. Desde este punto de vista el error se distingue en error de derecho y error de hecho…El error de derecho consiste en la ignorancia de una norma de derecho en la falsa interpretación o inexacta aplicación de ella. El caer en el error puede ser producto de la actividad espontánea del órgano jurisdiccional o de las partes en juicio. El error de hecho es aquel en que puede incurrir el órgano de justicia en la valoración de los hechos cuya existencia sea cierta, o de aquellos en que siendo incierta su existencia, haya sido probada la existencia, y en tal caso se traduce en una falsa valoración de la prueba de los hechos…los errores in procedendo y los errores in indicando. Los primeros provienen de la ignorancia de una norma procesal, de la falsa aplicación o interpretación de una norma procesal, mientras que los segundos consisten de la ignorancia de una norma de derecho sustancial, o la falsa aplicación o interpretación de una norma de derecho sustancial. 104 S O D VA R E S E R S HO EC R E D Otra causa, de estos vicios es el temor, que la ley considera como violencia, “…la cual pede ser moral o física, pero en todo caso ese temor que se produce es el que induce a la realización del acto”. 105 Por ultimo, el dolo como vicio de la voluntad, es la acción dolosa o intencional realizada por un sujeto que personifica al órgano u oficio jurisdiccional, a fin de favorecer a una de las partes en juicio, con daño de la otra. 106 104 Ibidem. pp. 400-401. Ídem. 106 Ídem. 105 63 3.3.1.-Respecto a sus Integrantes. En cuanto a la categoría general de vicios concernientes a aquellos sujetos denominados órganos jurisdiccionales, hay que distinguir a los órganos de justicia de los sujetos que tienen la cualidad de órganos, ya que estos poseen facultades y estructura propia establecidas en la propia Constitución y leyes del ordenamiento jurídico. S O D VA R E S 3.3.1.1.-Constitución. E R S HO En relación a los órganos jurisdiccional se suele hablar de vicios relativos a la EC R E D constitución; es decir, a la estructura que posee. Aquí el vicio del acto consiste en no haber sido cumplido por la persona física o las personas físicas que componen el oficio judicial, ya que solo ciertas y determinadas personas físicas teniendo como base la relación de servicio que las ligas al Estado, constituyen el órgano y están autorizadas por la ley para actuar, personificando al órgano, a nombre del Estado. 107 En lo atinente al ministerio público, si las normas procesales imponen la intervención o presencia en el juicio de este, a fin de tutelar y representar los intereses estatales y adoptar sus conclusiones con respecto a determinada relación jurídica cuya certeza debe declarase. 108 107 108 Ibidem. p. 398. Ídem. 64 3.3.1.2.-Incompetencia. La competencia es la autoridad legítima de un órgano jurisdiccional para hacer de su conocimiento un asunto para así poder otorgar una resolución del mismo. Pero otro de los vicios de los actos procesales de los órganos jurisdiccionales puede encontrarse “…siempre que no hay coincidencia entre el órgano u oficio que actué en determinado proceso y el órgano u oficio que estaría autorizado para actuar, S O D VA R E S es decir, al que la ley le atribuye el poder o la potestad jurisdiccional con respecto a E R S HO determinada causa”. 109 EC R E D En atención, a el caso de la falta de jurisdicción y la falta de competencia, el primero da lugar a un acto procesal del órgano, que no es un acto procesal jurisdiccional; la segunda da lugar a un acto del órgano jurisdiccional que esta viciado, puesto que el órgano que lo emitió esta desprovisto de jurisdicción. 110 3.3.1.3.-Incapacidad Subjetiva Absoluta. Para poner en práctica la legitimidad atribuida a los diferentes sujetos que conforman la actividad procesal, se debe destacar la necesidad e importancia de este elemento subjetivo. Hay que diferenciar…las causas absolutas de incapacidad subjetiva y las causas relativas… Las primeras constituyen una incapacidad absoluta, que compone la posibilidad para determinado sujeto que personifica o forma parte del órgano, de cumplir la función jurisdiccional a él encomendada. Las 109 110 Ibidem. p. 399. Ídem. 65 segundas, establecen una incapacidad relativa, que, aunque existente, si no se alega, no constituye causa de invalidez de los actos de los órganos jurisdiccionales. 111 Para eliminar dicha incompatibilidad, están los institutos de la recusación y de la abstención, pero cuando de tales remedios no se valgan las partes que personifican al oficio jurisdiccional, serán diversos los efectos que se produzcan sobre la actividad desplegadas por los órganos, según se trate de incompatibilidad absoluta o relativa, la primera afectará de nulidad al acto y la segunda no podrá producir efecto alguno si las S O D VA R E SContenido y Forma de sus Actos. 3.3.2.-Respecto a la Discrepancia entre E R OS H C ERE es una función que tiene por meta la satisfacción LaDjurisdicción partes no hacen uso de los remedios respectivos. 112 de pretensiones que presenta la actividad procesal, es por lo que poco hay que agregar acerca del vicio de la disconformidad entre el contenido y la forma de los actos. Es evidente, “…la ley prescribe determinada forma, o si, aún remitiéndola al poder discrecional del juez, éste yerra en la valoración de la forma más idónea para la consecución del fin, tales errores constituyen un vicio que afecta el acto”. 113 Atendiendo a esta situación se puede establecer que, En virtud de la cual se verifica el fenómeno de un acto que discrepa de su contenido…es necesario referirse a las sentencias, ordenanzas y decretas que a la diversidad del contenido de los actos de los órganos jurisdiccionales le corresponde una diversidad de las formas que deben asumir los actos…Si por su contenido sustancial un acto tiene que adoptar, 111 Ídem. Ídem. 113 Ídem. 112 66 por disposición de ley, cierta forma, la disconformidad entre el contenido y la forma constituye un vicio del acto. 114 Una relevancia particular, de estos actos es que pueden poseer otros vicios de los actos procesales de los órganos jurisdiccionales, que aún pudiendo entrar n la categoría más general de los errores in procedendo, tienen, sin embargo, una fisonomía totalmente propia. Es menester, referirse a los vicios provenientes de la violación de dicho S O D A es el consistente en la Vvicio, omisión de pronunciamiento y la ultra petición. Otro R E S E R violación, por parte de los órganos OSjurisdiccionales, de la cosa juzgada. H C E DER principio, que se traduce en dos típico defectos de actividad del juez, a saber, la 115 Si los órganos judiciales, en el ejercicio de su actividad, violan la cosa juzgada, dicha violación constituye un vicio de la sentencia que indudablemente afecta su validez, estableciendo la violación de la cosa juzgada uno de los vicios de la sentencia referentes a la falta de jurisdicción. Otra cuestión que se presenta es si la falta de motivación de la sentencia puede considerase como un vicio denunciable de casación. No hay duda que este vicio, dado el carácter de la apelación como un remedio general, en la que puede denunciarse cualquier vicio de la sentencia, puede constituir motivo de nulidad de la sentencia ante el juez de merito. 116 114 Ibidem. pp. 397-398. Ibidem. p. 399. 116 Ídem. 115 67 3.4.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de las Partes. Se considera que la posibilidad de realizar una actuación procesal por alguno de los sujetos que forman parte del litigio, es para la consecución de una resolución. Es por lo que la nulidad y la anulabilidad de los actos procesales de las partes afectan a todos los sujetos que en el proceso hayan asumido en cualquier forma calidad de parte, ahora bien, en el sentido de la incapacidad, es importante tener en S O D VA de ser parte, existe la capacidad de estar en juicio. R E S E R OS H C En vista R de E lo expresado, “Un primer vicio concerniente a los sujetos que DE cuenta, el concepto de lo que es ser parte en juicio, y también que junto a la capacidad 117 asumen la calidad de partes puede eventualmente encontrarse en la incapacidad, esto es, en la falta de capacidad de estar en juicio…”. 118 Otro vicio concerniente a los sujetos es la falta de la legitimación para accionar y para contradecir, y del interés para accionar o para contradecir que pueda eventualmente encontrarse en aquellos que se han hecho actores o que han asumido el carácter de contradictores en el juicio. Igual vicio puede encontrarse cuando el sujeto que obra o contradice carezca de interés para obrar o contradecir.119 117 Ibidem. p. 517. Ídem. 119 Ídem. 118 68 En la falta de representación, por ser uno de los requisitos para tener postulación en el proceso, …las partes no pueden normalmente pedir en juicio por sí mismas, sino que es necesario que por medio de un procurador legal, de modo que si la parte se a constituido personalmente, o si la constitución por medio del procurador no ha sido regular…ello constituye un vicio en la actividad, imputable a la parte o al apoderado, que invalide la Constitución. 120 La ilegítima representación de las partes, existe cuando falta el postulado procesal de capacidad para comparecer al proceso, como cuando el demandado es S O D VA R E S incapaz y no comparece por medio de su representante legal, o cuando falta la prueba E R S HO de la representación del abogado. 121 EC R E D En lo concerniente, a la nulidad y anulabilidad de los actos procesales relativa a la voluntad de los sujetos, es indispensable remitirse a lo ya dicho sobre los actos procesales de parte y al elemento de la voluntad. Dado a que es cierto que en aquella categoría de actos que constituyen puras manifestaciones de voluntad, que no tienen una autonomía e individualidad propia, pero cuyos efectos jurídicos deben estar ligados al derecho más general, de acción y de contradicción, de que forman parte, por constituir el ejercicio de eso actos una de las diversa facultades comprendidas en dichos derechos, “…el elemento de la 120 Ídem. Cf. Monroy, Marco. Principios de Derecho Procesal Civil. Bogotá, Colombia. Edit. TEMIS. 1974. p. 315. 121 69 voluntad no tiene aquella relevancia que se observa en otra declaraciones o manifestaciones de voluntad”. 122 De esto, “…sigue que los tres vicios clásicos que pueden afectar a la voluntad, a saber, el error, la violencia y el dolo, tienen escasa relevancia como vicios y causas de invalidez de los actos procesales de parte perteneciente a la primera categoría”. 123 En tal sentido, “A propósito del error, es cierto que este no puede tener S O D VA a cumplir dicho acto, como de los motivos que han engendrado la E determinación R S E R puesto que tiene poca importancia OSel que haya sido fruto de una falsa representación H C E R E D de la realidad”. ninguna relevancia, debido a que el derecho procesal prescinde tanto de la causa 124 En lo pertinente a la violencia, “…la indagación acerca del proceso formativo de la voluntad que esté en cierto modo precluida, puede a veces elevarse a la categoría de un vicio de la voluntad, cuando pueda probarse la violencia ocurrida, moral o física, de una parte respecto de la otra”. 125 Con relación a la actividad procesal de las partes en cuanto a su exteriorización, …a la falta de correspondencia entre el contenido y la forma de los actos de las partes, el campo de aplicación es muy modesto, ya que dicho vicio, encuentra mucha más amplia aplicación en los actos de los órganos jurisdiccionales…en varios casos puede verificarse la falta de 122 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 405. Ídem. 124 Ídem. 125 Ídem. 123 70 correspondencia entre el contenido y la forma del acto procesal de parte, como es el asunto que constituiría un caso de falta de correspondencia por haber usado la forma del recurso, en vez de la forma de la citación, para proponer apelación contra una sentencia de primer grado; o bien, el proponer una apelación en la forma de citación que ha de surtirse ante un órgano jurisdiccional superior, contra una providencia de jurisdicción voluntaria. 126 En el mismo orden de ideas, establece la doctrina, que para mejor entendimiento de los actos de las partes, las deficiencias intrínsecas del contenido materia, no pueden dar lugar a cuestiones de nulidad, todo se reducirá a una mayor o menor idoneidad, de facto para desplegar una influencia favorable sobre la S O D VA R E S prosecución del proceso, sobre la opinión del juez, o sus decisiones. 127 E R S HO C E R E legalidad D de las formas como al sistema opuesto de la libertad de las formas. En razón de las formas, es preciso hacer referencia tanto al sistema de El cumplimiento de las formas procesales no puede quedar librado al arbitrio de aquellos a quienes está impuesto, y, en consecuencia, se hace necesario asegurar su respeto mediante sanciones adecuadas a la importancia o gravedad de la violación. Ellas pueden resumirse en dos: ineficacia del acto cumplido o posibilidad de cumplir un acto futuro. En primer caso, la sanción es la nulidad del acto; en el segundo, el decaimiento del derecho. A ello se agrega a veces, una sanción pecuniaria, pero en realidad ésta no tiene ningún efecto sobre el acto mismo. 128 Sin embargo, la ley establece el principio de que no puede decretarse la nulidad por inobservancia de las formas de algún acto del proceso, si la nulidad no ha sido conminada por la ley, o si el acto viciado ha conseguido el fin al cual estaba destinado, independientemente de los requisitos que la ley exige. No obstante, puede 126 Ídem. Redenti, Enrico. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Traducción de Santiago Sentís Melendo y Mariano Ayerra Rendín. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-ÁMERICA. 1957. p. 218. 128 Alsina, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo I. Buenos Aires, Argentina. EDIAR S.A. Editores. 1963. p. 625. 127 71 decretarse la nulidad, cuando el acto carezca de los requisitos indispensables para la consecución de su finalidad. Los vicios de los actos se distinguen, en vicios previstos bajo la pena de nulidad esto es, concernientes a un requisito cuya ausencia, según la ley, produce nulidad, y los vicios esenciales, es decir, referentes a un requisito indispensable para la obtención del fin que se propone el acto. 129 Es por lo que tal distinción no es exacta, en razón de que el vicio llamado esencial origina, una nulidad que está ya determinada por la ley. S O D VA Ahora bien, es por lo que se determina que, R E S E R S O H C …no todos Elos vicios atinentes a la llamada forma de los actos procesales DsonEenRrealidad vicios de forma, sino casi siempre atañen a la sustancia del acto, es decir, que se conminan teniendo en cuenta el fin sustancial que el acto se propone. De manera,…es conveniente distinguir los vicios de los actos procesales de partes en vicios estrictamente formales y vicios formales que contemplan un requisito sustancial del acto. 130 3.5.-Intensidad y Extensión de la Invalidez. Se considera que todos los elementos a los que un concepto es aplicable, se debe establecer el grado de fuerza e importancia, de sus cualidades. Para ello puede darse el caso que, “….por la falta de un elemento sustancial, un acto procesal, no tenga eficacia, pero los efectos jurídicos del acto pueden ser 129 130 Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 406. Ídem. 72 varios y diversos. La exclusión de un efecto no importa necesariamente que no se produzcan los demás efectos, cuando estos sean compatibles con el acto realizado”.131 En caso de privación de efectos, “…se habla de invalidez del acto, pues la invalidez o nulidad, no es sino el concepto descriptivo de esta ausencia de todos o de parte de los efectos normales”. 132 En tal sentido, “La nulidad de una parte procesal no afecta a las otras partes S O D VdelAacto, no implica la de los los actos procesales de parte complejos…Esta nulidad R E S E R actos precedentes o siguientes queS sean independientes de ella”. O H C E DER que sean independientes de ella…principio este, que vale, especialmente, en cuanto a 133 3.6.-Medios para Hacer Valer los Vicios. En cuanto a las impugnaciones y rectificaciones, los vicios de los actos procesales de los órganos jurisdiccionales, pueden hacerse valer con medios de distinta naturaleza, en el ejercicio de una garantía jurisdiccional, y derecho al debido proceso. Es por lo que, “Teniendo presente, que si el acto de tales órganos es inexistente, no es necesaria impugnación alguna, dado que el acto es tanquam non esse y el acto no existe, tanto en el mundo material como en el jurídico”. 134 131 Ídem. Guasp, Jaime. Ob. cit. p. 290. 133 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 406. 134 Ibidem. p. 407. 132 73 En atención a esta situación, se establece que si el acto es nulo, la nulidad debe declararla de oficio el juez, y si no lo es puede alegarse por medio de la impugnación. Ahora, si el acto es anulable, no puede decretarse sino a solicitud de parte. 135 En consecuencia al ser el proceso un conjunto de actividades para la satisfacción de algún interés o conflicto, se expresa que, S O D VA R E S Del mismo modo, en la fase instructora, los vicios de los actos de los órganos de justicia se pueden hacer valer con diversos medios, a saber, con impugnaciones o deducciones en el periodo instructorio, o bien con los alegatos de conclusión, una vez cerrada la fase instructora. Al lado de las impugnaciones, hay otros medios que con denominación genérica, son denominadas rectificaciones, estas no atañen a la inexistencia, nulidad o anulabilidad de los actos procesales sino simplemente a la irregularidad de los actos. La rectificación, atañe tanto a las providencias de los órganos de justicia como a los actos de las partes, pero cuando se trata de los primeros suele hablarse específicamente de corrección. La cual, concierne también a los actos irregulares, a las sentencias contra las cuales no se haya opuesto apelación, y sólo tiene cabida cuando el juez haya incurrido en omisiones o errores materiales o de cálculo. 136 E R S HO EC R E D Del mismo modo, la ley reconoce la revocación de los actos procesales, este instituto atañe, sobre todo a los actos procesales de las partes, cuando haya un vicio relevante, fijando un plazo perentorio para la renovación del acto. Sin embargo, los órganos jurisdiccionales también pueden renovar algunos de sus actos, como por ejemplo, una nueva audición de los testigos ya interrogados por el juez, para así corregir irregularidades. 137 135 Ídem. Ídem. 137 Ibidem. p. 408. 136 74 En tal sentido, “…la nulidad se refiere a la existencia de vicios que afectan la validez del acto, la revocabilidad generalmente contempla defectos del acto que lo hacen injusto o equivocado a pesar de su validez y eficacia, pero puede también operar en razón de aquellos vicios si se interpone en tiempo el recurso pertinente”. 138 En el mismo orden de ideas en lo referente a la convalidación, “…es bien sabido que los actos procesales ineficaces pueden hacerse eficaces siempre que no se trate de la inexistencia del acto”. 139 S O D A de la potestad de Vinvestido Dicho esto, el órgano judicial al encontrarse R E S E R S se caracteriza por resolver el conflicto o otorgar una tutela judicial efectiva, O H C E R E D controversia, es por ello que los modos por los cuales un acto puede hacerse eficaz, son dos: La consecución de la finalidad del acto, que careciendo aún de un requisito sustancial haya cumplido igualmente con su función. Este principio, en virtud del cual se subsana un acto, esta sancionado en la ley. Y, para los vicios que implican anulabilidad, la nulidad no puede pronunciarse si no a instancia de parte. En este caso se trata, de vicios relativos a un requisito exigido en el exclusivo interés de la parte, de manera que si no es alegado, por la parte en primera instancia o defensa del acto subsiguiente, se entiende que aprueba al acto. 140 138 Devis, Hernando. Compendio de Derecho Procesal Teoría General del Proceso. Tomo I. Santafé de Bogotá, Colombia. Edit. ABC. 1996. p. 598. 139 Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 408. 140 Ídem. 75 En cuanto a los vicios de los actos de los órganos de justicia, la aceptación expresa o tácita de ella, importa la aprobación, y por tanto, el saneamiento de los eventuales vicios. La aprobación a la sentencia, puede ser expresa, cuando haya una declaración explícita de voluntad de que se quiere aceptar la sentencia; es tácita cuando haya una manifestación de voluntad totalmente incompatible con la voluntad de impugnarla. Sobra decir, que no puede haberse de aceptación, cuando, por ejemplo, la ejecución de la sentencia no se haga voluntariamente sino a consecuencia S O D VA R E S de una orden del juez. 141 E R S HO EC R E D 141 Ídem. 76 S O D VA R E S E R S HO EC R E D Capítulo 4: Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999. 77 El ordenamiento jurídico venezolano se muestra profundamente renovado con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, adecuando su ejercicio y ejecución en un esfuerzo combinado entre el deber de la sociedad y del Estado, en cuanto al deber de participación de la sociedad y responsabilidad del Estado en virtud que se atribuye al Tribunal Supremo de Justicia y a los demás tribunales de la República en su función de ser fieles garantes de los deberes y derechos consagrados en ella. S O D VA R E S En este sentido, la Constitución establece una serie funciones que se derivan E R S HO de su supremacía jurídica las cuales se refieren, a que esta: EC R E D Condiciona o determina las normas futuras, al prohibir o prescribir un determinado contenido en la norma. Estableciendo de esta manera los parámetros de todo el derecho. Como norma jurídica suprema del Estado indica las atribuciones de las instituciones que conforman el poder público, obteniéndose las fuentes de producción del derecho, así como a los sujetos legitimados para crear normas y derogarlas, y el procedimiento. Siendo de esta manera la Constitución fuente de fuentes. Sin embargo, la Carta Magna no solo indica la fuente de producción, sino que señala las fuentes de manifestación del derecho, ordenando jerárquicamente esa fuente e indicando el orden de su utilización. 78 Por lo que al establecerse estas funciones jurídicas se logra la determinación del contenido de la supremacía normativa constitucional. Ahora bien, es la soberanía popular y la atribución al pueblo, las que determinan al fin y al cabo la supremacía normativa de la Constitución. Dado que el pueblo, como soberano, es titulado del poder constituyente, cuyo ejercicio trae como resultado la obtención de una Constitución. S O D VA afirmándose que es la con el principio de la supremacía normativa de la Constitución, R E S E R única garantía de subsistencia de S la función del soberano, donde la soberanía popular O H C E ER jurídica. pasa a serD soberanía Es decir, el principio democrático que encarna la soberanía popular se cambia Lo que indica que el soberano ha seguido la línea establecida por todas las constituciones de nuestro ambiente político y jurídico, que consagran igualmente las formas de ejercicio de esa soberanía popular, para así determinar de ese modo la supremacía normativa constitucional y el fundamento de esa supremacía dentro de la propia Constitución, tal y como se observa en el artículo 7 constitucional. En lo concerniente a los órganos jurisdiccionales, la nueva Constitución les establece a los jueces venezolanos y a los demás componentes del sistema de justicia, el enorme deber y compromiso de garantizar la justicia a la que toda persona tiene derecho. 79 La vigencia y eficacia de la nueva Constitución, requieren de las indispensables labores jurisdiccionales de interpretación y de aplicación, que debe llevar a cabo Tribunal Supremo de Justicia con la cooperación del resto de los tribunales de la República. Sin embargo, no es posible que los jueces de la República hagan interpretaciones de textos ni de conductas, sin entrar a considerar antes de manera cuidadosa el sentido y el alcance de la nueva Constitución. S O D VA Asimismo, los valores y los principios que sirven de base al nuevo R E S E R S ordenamiento jurídico, a raíz de la Constitución, deben estar presentes y desarrollarse O H C E DERjudicial, en el sentido, de que toda interpretación jurisdiccional en cada actuación requiere para su validez la sujeción a la norma suprema como fundamento y como preceptor del ordenamiento jurídico, para dar cumplimento de este modo a la obligación primordial de asegurar la integridad de la Constitución. En este punto es importante hacer mención, a que en un Estado de Derecho, todos los órganos del poder público están sometidos a la Constitución, como norma suprema de todo el sistema, por lo que la ley siempre está subordinada a la Constitución, ya sea en un plano formal o en un plano sustancial, del mismo modo, la existencia de tribunales con facultades para controlar la constitucionalidad de actos y resoluciones, de las normas jurídicas de carácter general aprobadas por cuerpos legislativos, constituye uno de los rasgos centrales de las democracias constitucionales y, en consecuencia, del constitucionalismo. 80 Bajo este modelo garantista, la idea de sujeción a la ley ha variado, siendo ahora la sujeción no a la letra de la ley, sino a la ley válida, conforme con la Constitución, por lo que la interpretación de la ley, en especial la realizada por los tribunales constitucionales, comprende una reinterpretación de la ley a la luz de la Constitución y, en caso de presentarse una contradicción entre la norma inferior y la norma constitucional, deberá el juez inaplicar o declarar la invalidez de la ley cuando tenga facultades para ello o, en presencia de una laguna legislativa, aplicar S O D VAse encuentre conforme con involucradas varias posibilidades, en favor de aquella que R E S E R la Constitución. OS H C E DER directamente la Constitución, o resolver una cuestión interpretativa en la que estén Dicho esto, resulta evidente que en un Estado constitucional democrático de derecho prevalece la sujeción a la Constitución, sin llegar a desestimar a la ley enriqueciendo este principio de constitucionalidad, el principio de legalidad sin llegar a reemplazarlo. Ahora bien, el principio de legalidad, es calificado como fundamento básico del Derecho Público, y en este sentido actúa como límite para que un Estado sea de Derecho, pues en él todo poder tiene su soporte y límite en las normas jurídicas. Este principio es un principio fundamental del derecho público, conforme al cual todo ejercicio de potestades debe estar respaldado por normas jurídicas que establezcan un órgano competente y un conjunto de elementos que caen bajo su jurisdicción, afirmándose que el principio de legalidad asegura la seguridad jurídica. 81 En lo relativo a la legalidad y a la justicia es bien conocido, que la primera se entiende como todo aquello permitido en sujeción de un marco de derecho ya establecido, mientras que por la segunda, se entiende según la filosofía del derecho como lo que debe ser, es decir, velar por los intereses de todas las personas físicas o morales, determinando de esta manera el marco de derecho en que se debe mover la legalidad, por lo que se puede afirmar que de esta manera se establecen los criterios referentes a los derechos, deberes y pertinencia de los individuos dentro del ámbito de S O D VA R E S lo social. E R S HO Por otro lado, en lo referente al Derecho Procesal este hace posible la EC R E D actuación del ordenamiento jurídico que tiene por finalidad llevar a cabo la función jurisdiccional, colocándose este derecho como un sistema de garantías, que facilita la aplicación de la Constitución, con el fin de otorgar una tutela judicial efectiva. Cuando se dice que el Derecho Procesal regula el ejercicio de la función jurisdiccional, consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, primándose el sistema de garantías que en el deben existir. Esta rama del derecho busca hacer frente a la aplicación de la norma jurídica a través de un sistema de garantías, en el cual el mismo establezca su contenido en sujeción a la norma suprema. Ahora bien desde el nacimiento del Derecho Procesal, como dinamismo de las relaciones humanas, este se contempla desde una perspectiva instrumental por lo que su estudio posee una finalidad no solo práctica, es decir, la actuación del 82 ordenamiento jurídico, sino su contenido como ordenamiento jurídico, que consiste en hacer posible la función jurisdiccional por medio de un sistema de garantías procesales, establecidos desde su fundamento en la Carta Magna. Por lo que la facultad jurisdiccional comporta a una acepción constitucional de la jurisdicción, mientras que su actividad, en razón de funcionalidad, es procesal, por lo que se afirma que todo el proceso se plantea en un garantismo procesal, porque involucra un sistema de garantías procesales. S O D VAcomo sistema de garantías, Surgiendo de esta manera la definición de proceso R E S E R que otorga una respuesta constitucional OS mediante la instrumentalidad constitucional, H C E R E D procedimental, establecida en la Constitución, y no al procedimentalismo de las leyes. La interpretación y aplicación de las normas procesales tiene trascendencia constitucional, por lo que el derecho a la tutela judicial efectiva insta ha adoptar la ley cuya interpretación este más acorde con la certeza de las garantías que se integran en esa tutela judicial, si la interpretación de la forma procesal no se adecua a la finalidad de garantía, hasta el punto en que desvanezca la proporcionalidad entre lo que la forma demanda y el objeto que pretende, es claro que el derecho la garantía jurisdiccional resultará vulnerado. La primera noción, que proporcionó un régimen de garantías mínimamente admitidas para los sujetos que querían obtener justicia, se estribó en la convicción, de que entre las partes afectadas, se encontraban derechos y obligaciones, cuyo fundamento provenía de un contrato entre ellas, en dicho contrato, el enjuiciamiento 83 de los derechos en conflicto envolvía una genuina base contractual, que exigía a aceptar la resolución del juez, pero su error residió en considerar que entre quienes desean un proceso en justicia existía un convenio real de manifestaciones de voluntades. Frente a las aspiraciones del sistema de garantías particulares, surge una forma de proponer un sistema de garantías, pero desde un sistema público. S O D VAde una relación jurídica proceso de justicia están fundamentadas en laE existencia R S E R procesal, con derechos y obligaciones OS recíprocas. H C E DER Tal sistema determina, que las garantías entre las partes intervinientes en el Pero cabe resaltar que en el sistema de garantías públicas del proceso, aparecen los llamados deberes procesales que presumen una conceptuación del proceso de la función jurisdiccional, ya que los sujetos que forman parte del mismo poseen una carga procesal, como realidad sustantiva e instrumental, de singular significado en el sentido de otorgar por parte del órgano judicial una garantía jurisdiccional verdadera. Visto todo lo anterior, el proceso es una responsabilidad constitucional ya que la misma Constitución garantiza que este pueda defender los derechos de todos los ciudadanos, es por lo que en tal sentido, la garantía procesal se justifica en razón de la existencia de la tutela judicial efectiva, proviniendo esta tutela de una actuación sustantiva autónoma, en fundamento al sistema de garantías procesales, del derecho procesal en sujeción a las pautas constitucionales. 84 Ahora bien, en su vertiente de aplicación de solo la legalidad, al proceso se le imposibilita, ser superior de la norma que actúa, tal y como no establece la efectividad que la norma constitucional reclama, ya que esta al no ser rango legal sino superior obliga a que se le aplique. La efectividad constitucional del proceso, se proyecta en una funcionalidad formal en la garantía de adjetivación procesal de esa jurisdiccionalidad. S O D VAde algunos conceptos y como responsabilidad constitucional muestra E lo R ineficaz S E R principios tradicionales delH procesalismo, OS los cuales, en especial los concernientes a C E R E D la acción, la jurisdicción o las formas de procedimiento de tutela, han sido estimados El contenido del proceso, como sistema de garantías, en su concepto funcional como los asientos en los que se justificaba la mayor parte de la doctrina procesal, dado que el proceso como garantía es la vía para legitimar la norma procesal que, y a raíz de esa legitimidad, se establece desde sustantividad en el concepto clave. Ni los conceptos de acción, jurisdicción, y el de las formas del procedimiento, pueden chocar con el proceso como garantía de aplicación del deber constitucional que consiste en velar por los derechos que la Constitución otorga a los ciudadanos. Y si bien es cierto, la opción de accionar se atribuye a todos los ciudadanos por igual, se argumenta en un vínculo a fin con la tutela judicial efectiva que ofrece el proceso, siendo lo definitivo referirse a una efectividad de la posibilidad constitucional de accionar, que es garantizada a los ciudadanos, por medio del proceso. 85 La independencia del derecho de accionar en su influencia abstracta obligada a una posibilidad de accionar, es ineficaz e insustancial en lo relativo a lo dinámico garantista del proceso por su no concreción. Sin embargo, tampoco esa autonomía del derecho de funcionar en su proyección concreta es concluyente, debido a que un supuesto derecho de obtención de la tutela judicial efectiva sería inconcebible en el modelo constitucional del proceso que rige, en el cual se ampara los presupuestos ordinarios que son garantía para la tutela judicial efectiva. S O D VA R E S Surgiendo de este modo, un derecho de acción en sentido constitucional, no E R S HO como un derecho al proceso, sino como un derecho que permitirá que el proceso sea EC R E D un medio para a una garantía jurisdiccional. En lo referente al procedimiento y si la tutela judicial efectiva se halla en todo caso garantizada ante los órganos jurisdiccionales por jueces, las formas del procedimiento han dejado de ser un fin en sí mismas, ya que sólo se argumentan en la temporalidad crítica y ordinaria que avala el proceso. En el Derecho Procesal, el proceso de la función jurisdiccional, comporta la actuación de tal función, por medio de un modelo adjetivo y por tanto procedimentalista en el que es posible ubicar ciertas fases típicas. Dichas fases, se hallan avocadas hacia un modelo técnico y mecanicista, hallándose así, de un lado, lo garantista del proceso y, del otro la tecnificación mecanicista y adjetiva del procedimiento. 86 Ahora bien, no siempre la ley procesal sigue un modelo estancado, aunque en todo caso en el modelo que se adopte, concurre el binomio proceso-procedimiento. El primero asume, frente al procedimiento, un carácter comprometido con la realidad constitucional con soporte en el sistema de garantías que al sujeto debe ofertar. En cambio, el procedimiento es atemporal y acrítico en razón del fundamento que le brindan, las formas procesales. S O D A dado que el primero Vproceso, cual no significa que no pueda existir procedimiento sin R E S E R es atemporal, y el segundoH no,O porS encontrarse comprometido con la base garantista. C E DER Por lo que el proceso se constituye, en la justificación del procedimiento. Lo Lo que sucede es que la finalidad del procedimiento se la da el proceso, el cual opera con respeto al sistema de garantías que el ordenamiento jurídico le establece, especialmente el ordenamiento constitucional, afirmándose que el proceso es realidad comprometida, y el procedimiento es formalidad mecanicista, resultando entonces, que el proceso, con su característica garantista demuestra y corrige las fallas en la aplicación y técnica del procedimiento. Es preciso garantizar que el proceso de la función jurisdiccional constituya, en cuanto a su carácter debido, una garantía de justicia. Por lo tanto allí donde no existen garantías hay que crearlas, allí donde estas sean desiguales hay que igualarlas con arreglo a una tutela judicial efectiva y en todo caso o supuesto donde se irrumpen las garantías hay que consolidarlas. 87 Ahora bien, un planteamiento garantista que actué sin la justificación del procedimiento ocasiona una exacerbación constitucional que deja de ser garantista, por no poseer la técnica del procedimiento con la que actúa. En consecuencia de no tenerse en cuenta este planteamiento se evocaría a lo absurdo, lo que no justifica la eliminación de la técnica procedimental en razón de una mal entendida tutela judicial, que como garantía sin la técnica procedimental, sería una realidad insuficiente, pero siendo preciso huir de soluciones exclusivamente técnicas y procedimentales. S O D VA R E S E R S En tal sentido, el debido HOproceso de la actividad jurisdiccional, es una realidad C E DER comprometida con la realidad constitucional y con el sistema de que, al encontrarse garantías que esa realidad implica, afecta a la justicia, originando que toda anomalía o vicio, sea o no previsto en la ley, que pudiese presentar que alguno de los actos realizados en él sea absorbido por la misma actividad procesal siempre que no se afecte el orden público, en virtud de que el en el momento de dictarse la respectiva resolución produzca sus efectos jurídicos con certeza jurídica. Es por lo que la jurisprudencia como aporte de los jueces para el desarrollo de una actividad procesal uniforme sin diferencia de criterios y protección de garantías fundamentales se ha expresado en los siguientes términos. En materia de ineficacia y nulidad de actos, son diversos los pronunciamientos, entre cuales se pueden nombrar: 88 La sentencia No. 503 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 06 de abril de 2001, que se pronuncia: …al respecto, esta Sala observa que la nulidad de los actos procesales no procede cuando la finalidad para la cual éstos han sido previstos se ha cumplido, así como tampoco cuando la parte contra quien obre la falta no la solicita en la primera oportunidad, quedando la misma subsanada, de acuerdo a las previsiones que en esta materia están contenidas en el Código de Procedimiento Civil, específicamente en los artículos 206 en su único aparte y 213… Y la, sentencia No. 208 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de S O D VA R E …el vicio de forma cometido antes E de laS decisión de segunda instancia, no R puede ser denunciado por S primera vez en sede casacional, pues tratándose Ode la sentencia de primera instancia, el error de de defectos de forma H C E ER del juez que la dictó debe ser tratado bajo el régimen del artículo Dactividad 209 del Código de Procedimiento Civil, que obliga al sentenciador de Justicia de fecha 21 de junio de 2000, que se pronuncia: segunda instancia a anular y dictar la sentencia sustitutoria. Por tanto, la casación por vicios de actividad que conlleve a la reposición de la causa, sólo se produce respecto a la sentencia de segunda instancia… Ahora bien, con respecto de los deberes del juez, se verifica en sentencia No. 13 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 23 de febrero de 2001, se pronuncia: ...esta Sala de Casación Civil amplía el criterio establecido en las sentencias del 27 de julio de 1994, ratificada en fecha 23 de septiembre de 1999, y establece, que en materia del recurso de casación de la invalidación, prevista en el artículo 337 del Código de Procedimiento Civil, además de los supuestos establecidos en dicha doctrina, es necesario que se cumplan los presupuestos, considerados por la Sala, para la existencia y validez del proceso, necesarios para lograr la satisfacción de la tutela judicial, y que por vía de consecuencia exista procesalmente una sentencia favorable o adversa, recurrible en casación, conforme se ha venido aplicando en los asuntos ordinarios. En consecuencia, en la admisión de un recurso de casación, para su sustanciación y posterior decisión, la pretensión debe ser atendible en derecho, y no una manifestación improponible, como lo es subiudice, que contraría los principios de economía y celeridad procesal, en clara contravención de los postulados contenidos en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela… 89 Asimismo, se observa en sentencia No. 168 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 13 de febrero de 2001, se determina: …con el ánimo de unificar criterios en cuanto a la actuación de los jueces que conocen y deciden las causas…, la Sala considera oportuno advertir la obligación judicial de asegurar la integridad de las normas contenidas en la Constitución vigente que, en su artículo 34 le atribuye a todos los jueces, en el ámbito de sus respectivas competencias, el deber de asegurar la integridad de las normas fundamentales en cualquier proceso o causa que conozcan. 142 En razón del juez como conductor de la actividad procesal, y de su obligación S O D VA16 de noviembre de 2001, Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia deR fecha E S E R se estipula: OS H C E DER de conservar el mandato constitucional, en sentencia No. 2.278 de la Sala “El principio de impulso del proceso por el juez… En su condición de director del proceso, el juez interviene de forma protagónica en la realización de este instrumento fundamental para la realización de la justicia, para la efectiva resolución de los conflictos y el mantenimiento de la paz social. Siendo rector del proceso, el juzgador no puede postrarse ante la inactividad de las partes, ni adoptar una actitud inerte o estática, sino asumir la posición activa que le exige Texto Fundamental. Cuando la Constitución, en su condición de norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico, le exige que sea el principal garante de la actuación circunstanciada de la ley y de sus propios mandatos normativos, le está imponiendo el deber constitucional de hacer valer, permanentemente, los principios asociados al valor justicia indistintamente del proceso de que se trate, de la jerarquía del juez o de la competencia que la ha conferido expresamente el ordenamiento. La Constitución fundamenta la validez de todas las normas del ordenamiento y regula la aplicación de las normas válidas. Es por ello que, siendo la actuación judicial el medio para la emanación de una norma, precisamente de una “norma concreta”, de una decisión sujeta a la Constitución, estando obligado no sólo a garantizar a la persona el acceso a los órganos de administración de justicia, sino porque esa justicia se imparta de forma, cuando menos, imparcial e idónea, y sobre todo evitando las dilaciones indebidas, o la adopción de formalismos no esenciales e inútiles a la finalización del proceso. El proceso no es un fin en sí mismo, lo que parece no es entendido por los procedimentistas y el hecho de que tenga un carácter instrumental en relación con la justicia, le 142 Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 265 a 350. Disposiciones derogatorias, transitorias y final. (3) Tomo IV. Caracas, Venezuela. 2006. p. 2.829. 90 imprime a la actuación del juez, el carácter de garante permanente del sistema de valores constitucionales y en especial de la justicia como valor superior… 143 En lo concerniente a la función jurisdiccional, la potestad de administrar justicia y la tutela judicial efectiva, en la sentencia No. 35 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 18 de febrero de 2000, se expresa: “La función jurisdiccional, en contraste con las funciones legislativa y ejecutiva, tiene por objeto el declarar la voluntad de la ley respecto a una determinada controversia jurídica, la cual tiene nacimiento en la inconformidad de un sujeto que, considerándose asistido por un derecho subjetivo contenido en un precepto o norma jurídica, denuncia la conducta de otro sujeto como lesiva de su particular situación jurídica. …los órganos de justicia, como cualquier órgano público, deben actuar en ejercicio de las facultades y deberes derivados de ese monopolio con apego a la ley. Ese adaptarse a los postulados legales se ha resumido en el conocido principio de la legalidad que rige la actuación de los órganos públicos. 144 S O D VA R E S E R S HO EC R E D En tal sentido, para la protección de una tutela judicial efectiva la sentencia No. 215 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de 07 de abril de 2000, que refiere: …el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva comporta que toda persona obtenga justicia… Dentro del ámbito del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva se entienden comprendidas exigencias en la regulación del proceso, esenciales para la concreción de dicho derecho… Ahora bien, todos los titulares de derechos e intereses legítimos, pueden acudir ante los óranos jurisdiccionales para reclamar la resolución de un conflicto lo que debe tener lugar tras la satisfacción de un proceso acorde con el ordenamiento jurídico vigente. De igual modo, todas las personas llamadas a ese proceso, o que de alguna o otra manera intervengan en el mismo en la condición de parte, gozan también del derecho y garantía constitucional a la tutela jurisdiccional efectiva, en el sentido de tener igual acceso a la jurisdicción para su defensa, a que se respete el debido proceso, que la controversia sea resuelta en un plazo razonable y que, una 143 Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 141 a 264. (2) Tomo III. Caracas, Venezuela. 2006. pp. 2.155-2.156. 144 Ibidem. p. 2.150. 91 vez dictada sentencia motivada, la misma se ejecute a los fines de que verifique la efectividad de sus pronunciamientos… 145 En pronunciamiento al contenido de la garantía jurisdiccional se ha dicho además que en sentencia No. 269 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 25 de abril de 2000, expresa: …en la recién promulgada Constitución, uno de los mayores logros del Constituyente fue la consagración del derecho de la tutela judicial efectiva en el artículo 26 ejusdem. Este derecho alcanza implícitamente dentro de su contenido a otros derechos fundamentales como lo son a) el derecho al acceso a la jurisdicción que se encuentra expresamente mencionado en el aludido artículo 26, b) el derecho a la defensa y debido proceso, los cuales han sido especialmente desarrollados en el artículo 49 constitucional, y c) el derecho a la decisión oportuna y eficaz-al que alude el único aparte del artículo 26-, el cual, a su vez comprende el derecho a la tutela cautelar de las partes en juicio y el correlativo poder cautelar general del juez para asegurar la efectividad del fallo definitivo… 146 S O D VA R E S E R S HO C E R E EnD lo atinente a la definición de la garantía jurisdiccional, la sentencia No. 576 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 27 de abril de 2001, enuncia: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 26 consagra la Garantía Jurisdiccional, también llamada el derecho a la tutela judicial efectiva, que ha sido definido como aquél, atribuido a toda persona, de acceder a los órganos de administración de justicia para que sus pretensiones sean tramitadas mediante un proceso, que ofrezca unas mínimas garantías, todo lo cual sólo es posible cuando se cumplen en el los principios establecidos en la Constitución. Es, pues, la Garantía Jurisdiccional, el derecho de acceso a la justicia mediante un proceso dirigido por un órgano, también preestablecido para ello por el Estado, para conseguir una decisión distada conforme al derecho mediante la utilización de las vías procesales preescritas para el fin especifico perseguido, en el entendido que dicho derecho en manera alguna comprende que la decisión sea la solicitada por el actor o favorezca su pretensión, y que en el curso del mismo se observen todos los tramites e incidencias que el actor considere favorables a el. El derecho a la tutela judicial efectiva comprende, asimismo, el derecho a la ejecutoriedad de la sentencia obtenida en derecho. Ahora bien, dicha garantía implica…la 145 Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Exposición de Motivos Artículos 1 a 48. (1) Tomo I. Caracas, Venezuela. 2006. p. 315. 146 Ibidem. p. 316. 92 tramitación de…pretensiones…mediante las vías y los medios procesales contemplados en las leyes adjetivas, así como también la de no obstruir…la administración de justicia desarrollada por el Estado en cumplimiento de sus funciones, lo que conlleva la obligación de no realizar actos inútiles ni innecesarios a la defensa del derecho que se pretenda sea declarado… 147 Ahora bien, acorde a la garantía jurisdiccional en la anterior y actual Constitución, la sentencia No. 708 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 10 de mayo de 2001, estipula: …los numerales 1 y 3 del artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establecen: los mismos derechos que se encontraban garantizados en la derogada Constitución de 1961…en sus artículos 68, 69 y 50… Observa esta Sala, que el artículo 26 de la Constitución vigente, consagra de manera expresa el derecho a la tutela judicial efectiva conocido también como la garantía jurisdiccional, el cual encuentra su razón de ser en que la justicia es, y debe ser, tal como lo consagran los artículo 2 y 3 eiusdem, uno de los valores fundamentales presente en todos los aspectos de la vida social, por lo cual debe impregnar todo el ordenamiento jurídico y constituir uno de los objetivos de la vida del Estado, en garantía de la paz social. Es así como el Estado asume la administración de justicia, esto es, la solución de los conflictos… El derecho a la tutela judicial efectiva, de amplísimo contenido, comprende el derecho a ser oído por lo órganos de administración de justicia establecidos por el Estado, es decir, no solo el derecho de acceso sino también el derecho a que, cumplidos los requisitos establecidos en la leyes adjetivas, los órganos judiciales conozcan el fondo de la pretensión de los particulares y, mediante una decisión dictado en derecho, determina el contenido y la extensión del derecho deducido, de allí que la vigente Constitución señale que no se sacrificara la justicia por la omisión de formalidades no esenciales o que el proceso constituye un instrumento fundamental para realización de la justicia (artículo 257). En un Estado social de derecho y de justicia (artículo 2 de la vigente Constitución), donde se garantiza una justicia expedita, sin dilaciones indebidas y sin formalismos ni reposiciones inútiles (artículo 26 eiusdem), la interpretación de las instituciones procesales debe ser amplia, que si bien el proceso sea una garantía para que la partes puedan ejercer su derecho de defensa, no por ello se convierte en una traba que impida lograr las garantías que el artículo 26 constitucional instaura. La conjugación de los artículos como el 2, 26 ó 257 de la Constitución de 1999, obliga al juez a interpretar las instituciones procesales al servicio de un proceso cuya meta es la resolución de un conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea, transparente, independiente, expedita y sin formalismos o reposiciones inútiles… 148 E R S HO S O D VA R E S EC R E D 147 148 Ibidem. pp. 358-359. Ibidem. pp. 359-360. 93 En el mismo orden de ideas, el proceso y actos procesales en cuanto al principio de legalidad y formas procesales, la sentencia No. 3.495 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 15 de diciembre de 2003, determina: …resulta evidente que el proceso venezolano se encuentra envestido del principio de legalidad de las formas procesales, atendiendo a la necesidad de realizar los actos en el tiempo en que el legislador a estimado suficiente para ello al considerar que ese y no otro es el que brinda las garantías a las partes, de allí que, cuando la ley no señale la forma y el lapso para la realización de un acto, serán admitidas todas aquellas que el juez considere idóneas para lograr los fines del mismo, siendo ello así, lo fundamental es que el acto logre el objetivo para el cual estaba llamado en el proceso, tomando en cuenta solamente las formas esenciales que se requieran para que las partes gocen de sus respectivos derechos en dicho proceso… 149 E R S HO S O D VA R E S EC R E D 149 Moros Puentes, Carlos. Ob. cit. (2). p. 2.264. 94 Conclusiones El proceso es la herramienta fundamental del Estado para la aplicación y garantía de una tutela judicial efectiva y que este sistema y el exceso de formalidades lo convertían en un acto solemne, en el que frecuentemente el derecho sucumbía por formalidades carentes de toda significación. Por lo que el acto procesal efectuado fuera de las condiciones de forma, tiempo y lugar, se tiene como inválido. OS D A RV Considerando esa invalidez, como nulidades procesales que se determinan E S E SR O H C relativas. ERE D en el ordenamiento jurídico como dos, las nulidades absolutas y las nulidades El ordenamiento jurídico venezolano se muestra profundamente renovado, desde la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en Gaceta Oficial Nº 5453 extraordinaria de fecha 24 de marzo de 2000. Por lo que la justicia es uno de los valores superiores, por la sujeción a los principios constitucionales, que debe realizar el poder judicial, en la dirección de la actividad procesal y en la motivación de las sentencias. En virtud que encontramos a un Estado que garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles, estableciendo que todos los jueces o juezas de la República, están en la obligación de encuadrar sus actos en las reglas que prescribe la 95 Constitución asegurando la integridad de esta, en razón del principio de supremacía constitucional. La absorción de los vicios en la propia actividad procesal, si los vicios no atañen o ponen en peligro el orden público, puede ser considerada como medio de convalidación de dichas anomalías procesales. En tal sentido, es por lo que los jueces son los encargados de administrar justicia, de manera autónoma e independiente, en conformidad de una verdadera OS D A V R función estatal satisfaga garantía jurisdiccional, en el desempeño correcto de sus funciones, para que esa las E S E SR O correspondientes pretensiones en cuanto a hecho y a derecho, dado el carácter y H C E R DE de la cosa juzgada, y la característica de seguridad jurídica que efecto extintivo actividad procesal por ejercicio de esa presenta una resolución judicial que se pronuncia sobre el fondo de lo debatido. Se afirma que existen nulidades relativas en las relaciones jurídicas sustantivas y procesales determinables. Ahora bien se determina que la legalidad de las nulidades relativas de los actos procesales ya es un criterio superado, en cuanto a lo establecido de manera constitucional, pero continuando como un vicio aplicado por la mayoría de los jueces, por petición de alguna de las partes que no esta de acuerdo con el dispositivo final. Cabe señalarse que el aporte jurisprudencial referente a si existen o no otro tipo de nulidades que se denominarían virtuales son aplicadas pero solo cuando se afecta el orden público, otorgando de esta forma un gran carácter discrecional al 96 juez para declararla, sin embargo este carácter debe respetar las pautas establecidas en la Constitución, para otorgar entonces una verdadera garantía jurisdiccional. E S E SR O H C E R DE OS D A RV 97 Recomendaciones Se recomienda la desaplicación de las nulidades relativas que pueden padecer los actos procesales mientras se desarrolla la actividad procesal, en virtud de que los actos que las padecen generan efectos jurídicos hasta que transcurra el lapso para exigir su declaración por órgano judicial, poniendo en peligro la seguridad jurídica que presenta una resolución judicial que produce efectos para la parte vencedora en razón de que el proceso es la herramienta fundamental del Estado para la aplicación y garantía de una tutela judicial efectiva que no sucumbe a las formalidades carentes de toda significación. OS D A RV E S E S R se debería considerar a las nulidades O Y como segundaH recomendación, C E R DE procesales como un todo sin distinguirse en absolutas, relativas o virtuales, para su declaratoria, sino más bien como anomalías o vicios que padecen ciertos actos que afectan su validez acarreando que todos los demás actos después de el sean ineficaces pero por alterar el orden público, ya que son omisiones de elementos esenciales y no formales del mismo, declarando el juez la reposición del proceso ya sea a petición de parte o de oficio como última razón por la existencia de dicho vicio o que de no ser el elemento de carácter esencial dicha anomalía sea absorbida por la propia actividad procesal para otorgar de esta manera más certeza jurídica a todas las actuaciones realizadas en el proceso. 98 Bibliografía Alsina, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial Parte General. Tomo I. Buenos Aires, Argentina. Ediar Soc. Anon. Editores. 1963. 760 pp. Álvarez Julia, Luis y otros. Manual de Derecho Procesal. Buenos Aires, Argentina. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma. 1992. 474 pp. Ansolomovich Callejas, Alex y otros. Nociones de Derecho Procesal. Santiago de Chile, Chile. Editorial Jurídica de Chile. 1965. 219 pp. Araujo Juárez, José. Los Derechos Fundamentales y los Medios de Protección Procesal. Caracas, Venezuela. Editorial Jurídica Venezolana.1997. 144 pp. S O D VAParte General y Especial. Arazi, Roland. Derecho Procesal Civil y Comercial R E E Buenos Aires, Argentina. Editorial Astrea deS Alfredo y Ricardo Depalma. 1995. 838 R S pp. HO C E R Lecciones de Derecho Procesal Civil. Caracas, Venezuela. DEÁngel. Balzán, José Editorial Sulibro C.A. 1986. 515 pp. Baumeister Toledo, Alberto y Casal, Jesús María (Coord). Estudios de Derecho Derecho Público y Procesal. Tomo III. Caracas, Venezuela. Publicaciones UCAB. 2004. 688 pp. Bello Tavarez, Humberto y Jiménez, Dorgi D. Tutela Judicial Efectiva y otras Garantías Constitucionales Procesales. Caracas, Venezuela. Ediciones Paredes. 2004. 271 pp. Bidart Campos, Germán José. Doctrina del Estado Democrático. Buenos Aires, Argentina. Ediciones jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1961. 365 pp. Brewer Carias, Allan R. Estados de Derecho y Control Judicial. Madrid, España. Instituto Nacional de Administración Pública. 1987. 679 pp. Brice, Ángel Francisco. Lecciones de Procedimiento Civil. Tomo I. Caracas, Venezuela. Editorial Nueva Venezuela, S.A. 1964. 370 pp. Calamandrei, Piero. Derecho Procesal Civil Clásicos del Derecho. Volumen II. Traducción y Compilación Enrique Figueroa Alfonso. Ciudad de México, México. Editorial Pedagógica Iberoamericana, S.A. de C.V. 1997. 290 pp. 99 Carnelutti, Francesco. Estudios de Derecho Procesal Doctrinas Generales. Volumen I. Traducción de Santiago Sentís Melendo. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1952. 673 pp. Casal, Jesús María. Constitución y Justicia Constitucional. Caracas, Venezuela. Publicaciones UCAB. 2004. 324 pp. Combellas, Ricardo. Derecho Constitucional. Caracas y otros. McGraw-Hill Interamericana de Venezuela, S.A. 2001. 265 pp. Couture, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Depalma Buenos Aires. 1997. 524 pp. De Pina, Rafael y Castillo Larrañaga, José. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Ciudad de México, México. Editorial PORRUA, S.A. 1974. 673 pp. S O D A Teoría General del VProcesal Devis Echandía, Hernando. Compendio de Derecho R E S Editorial A B C. 1996. 626 pp. E Proceso. Tomo I. Santafé de Bogotá, Colombia. R OS H C Fairén Guillén, Victor. E Doctrina General del Derecho Procesal Hacia una Teoría y R E D Ley Procesal Generales. Barcelona, España. Librería Bosch Ronda Universidad, Barcelona. 1990. 604 pp. Fajardo, Ángel. Compendio de Derecho Constitucional General y Particular. Caracas, Venezuela. Editorial NUS Caracas. 1997. 554 pp. Gil Fortoul, José. Obras Completas Filosofía Constitucional. Volumen IV. Caracas, Venezuela. Comisión Editora de las Obras de José Gil Fortoul. 1955. 500 pp. Govea y Bernardoni. Las Respuesta del Supremo TSJ sobre La Constitución venezolana de 1999. Caracas, Venezuela. Editorial La Semana Jurídica, C.A. 2002. 480 pp. Guasp, Jaime. Derecho Procesal Civil Introducción y Parte General. Tomo I. Madrid, España. Instituto de Estudios Políticos, Madrid. 1968. 606 pp. -----------------. Derecho Procesal Civil Parte Especial. Tomo II. Madrid, España. Instituto de Estudios Políticos, Madrid. 1968. 1.001 pp. Hassemer, Winfried y otros. Jurisdicción Constitucional, Democracia y Estado de Derecho. Caracas, Venezuela. Publicaciones UCAB. 2005. 140 pp. Hauriou, Maurice. Principios de Derecho Público y Constitucional. Traducción de Carlos Ruiz Del Castillo. Madrid, España. Instituto Editorial Reus. 1927. 587 pp. 100 Hoyos, Arturo. El Debido Proceso. Santafé de Bogotá, Colombia. Editorial TEMIS, S.A. 1996. 104 pp. La Roche, Humberto J. Derecho Constitucional Parte General. Tomo I. Caracas, Venezuela. Vadell Hermanos Editores. 1991. 529 pp. Línares Quintana, Segundo V. Teoría e Historia Constitucional. Tomo I. Buenos Aires, Argentina. Editorial “ALFA”. 1958. 422 pp. Marcano Salazar, Luis Manuel. El Estado y el Derecho Constitucional. Caracas, Venezuela. MARGA Editores, S.R.L 1997. 255 pp. Maurino, Alberto Luis. Nulidades Procesales Demanda, Notificación, Prueba, Juicio Ejecutivo, Subasta Judicial, Recurso, Incidente, Excepción y Acción de Nulidad, Efectos de la Declaración de la Nulidad. Buenos Aires, Argentina. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma. 1995. 283 pp. S O D VA R E S E R S HO Meier, Enrique. Teoría General de las Nulidades en el Derecho Administrativo. Caracas, Venezuela. Editorial Jurídica ALVA, S.R.L. 1991. 397 pp. EC R E D Antonio. Curso de Derecho Procesal Civil Parte General. Volumen I. Micheli, Gian Traducción de Santiago Sentís Melendo. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1970. 350 pp. Monroy Cabra, Marco Gerardo. Principios de Derecho Procesal Civil. Bogotá, Colombia. Editorial TEMIS. 1974. 357 pp. Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Exposición de Motivos. Artículos 1 a 48. (1) Tomo I. Caracas, Venezuela. 2006. 769 pp. -----------------------------. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 141 a 264. (2) Tomo III. Caracas, Venezuela. 2006. 2.381 pp. -----------------------------. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 265 a 350. Disposiciones derogatorias, transitorias y final. (3) Tomo IV. Caracas, Venezuela. 2006. 3.186 pp. Naranjo Díaz, Luis. Introducción al Estudio del Derecho Constitucional General. Caracas, Venezuela. Mobilibros C.A. 1995. 317 pp. Oderigo, Marío A. Lecciones de Derecho Procesal Parte General, El Derecho Procesal y las Normas Procesales. Tomo I. Buenos Aires, Argentina. Roque Depalma Editor. 1958. 371 pp. 101 -----------------------. Lecciones de Derecho Procesal Parte Especial, Consideración General del Proceso, Estructura Procesal, Actividad Procesal, Resultado del Proceso, Funciones y Funcionarios Procesales. Tomo II. Buenos Aires, Argentina. Roque Depalma Editor. 1958. 270 pp. Ortiz Ortiz, Rafael. Teoría General del Proceso. Caracas, Venezuela. Editorial Frónesis. 2004. 695 pp. Ovalle Favela, José. Teoría General del Proceso. México y otros. José Ovalle Favela y HARLA, S.A. 351 pp. Pereira Pinto, Juan Carlos. Derecho Constitucional Teoría Constitucional, Estructura Constitucional, Fuerzas Políticas, Dinámica Constitucional y El Proceso del Constitucionalismo. Volumen I. Buenos Aires, Argentina. A Z editora S.A. 1978. 343 pp. S O D VAProcesal Civil. Tomo I. Pineda León, Pedro. Lecciones Elementales de Derecho R E S 1964. 276 pp. E Mérida, Venezuela. Talleres Gráficos R Universitarios. OS H C Pliner, Adolfo. R Inconstitucionalidades de las Leyes. Buenos Aires, Argentina. E E D ABELEDO-PERROT. 1961. 79 pp. Puppio, Vicente. Teoría General del Proceso. Caracas, Venezuela. Publicaciones UCAB. 1995. 254 pp. Ramella, Pablo A. Derecho Constitucional. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Depalma Buenos Aires. 1986. 829 pp. Redenti, Enrico. Derecho Procesal Civil Nociones y Reglas Generales. Tomo I. Traducción de Santiago Sentís Melendo y Marino Ayerra Redín. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1957. 511 pp. Rengel Romberg, Arístides. Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Volumen II. Caracas, Venezuela. Editorial EX LIBRIS. 2000. 534 pp. Rivas Quintero, Alfonso. Derecho Constitucional. Valencia, Venezuela. Clemente Editores, C.A. 2004. 569 pp. Rivera Morales, Rodrigo. Nulidades Procesales Penales y Civiles. San Cristóbal, Venezuela. Editorial Jurídica Santana C.A. 2003. 824 pp. --------------------------------. Recursos Procesales Civiles y Penales Civil, Oral, Laboral, Niños y Adolescentes. San Cristóbal, Venezuela. Editorial Jurídica Santana C.A. 2004. 642 pp. 102 Rocco, Ugo. Teoría General del Proceso Civil. Traducción de Felipe de J. Tena. Ciudad de México, México. Editorial PORRUA, S. A. 2001. 496 pp. Sansó, Hildegart. de. “Ad Imis fundamentis” Análisis de la Constitución Venezolana de 1999 Parte Orgánica y Sistemas. Caracas, Venezuela. Editorial EX LIBRIS. 2004. 606 pp. Satta, Salvatore. Manual de Derecho Procesal Civil Las Disposiciones Generales, El Proceso de Cognición. Volumen I. Traducción de Santiago Sentís Melendo y Fernando de la Rúa. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPAAMÉRICA. 1972. 521 pp. Schmith, Carl. Teoría de la Constitución. Madrid, España. Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid. 457 pp. S O D VA R E S Vallado Berrón, Fausto E. Sistema Constitucional. Ciudad de México, México. Editorial HERRERO, S.A. 1965. 246 pp. E R S Véscovi, Enrique. Teoría H General O del Proceso. Bogotá, Colombia. Editorial TEMIS. 1984. 352 pp. REC DE ----------------------. Los Recursos judiciales y demás Medios impugnativos en Ibero América. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Depalma Buenos Aires. 1988. 552 pp. Zambrano, Freddy. Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela de 1999. Tomo I. Caracas, Venezuela. Editorial Atenea. 2004. 763 pp.