UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA

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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS y SOCIALES
ESCUELA DE DERECHO
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Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999
Trabajo Especial de Grado
para optar al Título de Abogado,
realizado por los Bachilleres:
Pérez Monzant, Carla Carolina
V.-18.394.621
Sarcos Díaz, Steve Alexander
V.-17.669.281
Tutor Académico:
Dr. Fernando Atencio
Maracaibo, abril de 2007
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Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999
Hoja de Evaluación
Este Jurado aprueba el Trabajo Especial de Grado Titulado: “Una Nueva Postura
Sobre Nulidades Procesales a partir de la Constitución de 1999”, que los
Bachilleres Pérez Monzant, Carla Carolina y Sarcos Díaz, Steve Alexander,
presentaron para optar al Título de Abogado.
_______________________
Dr. Fernando Atencio
V.-3.645.758
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Dr.
V.-
_______________________
Dr.
V.-
______________________
Dra. Anabella del Moral
V.-8.509.609
_______________________
Econ. Alfredo León
V.-
Directora de la Escuela de Derecho
Decano de la Facultad de Ciencias
Políticas, Administrativas y Sociales
Maracaibo, abril de 2007
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A Dios, a nuestras familias, a nuestros
profesores y a todas aquellas personas
que de una u otra forma ayudaron en
la realización material de esta
investigación.
Resumen
Pérez Monzant, Carla Carolina y Sarcos Díaz, Steve Alexander. Trabajo Especial
de Grado titulado: "Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de
la Constitución de 1999”. Universidad Rafael Urdaneta, Facultad de Ciencias
Políticas, Administrativas y Sociales. Escuela de Derecho. Maracaibo, abril de
2007.
En el Derecho Procesal Civil venezolano se establecen una serie de nulidades, que
pueden padecer ciertos actos jurídicos en el ámbito procesal. Ahora bien, la
Constitución a partir de 1999 estableció la importancia de estas vulneraciones,
afectando así el principio de la legalidad de la teoría clásica, el cual considera que
no hay nulidad sin ley previa que la señale, por consiguiente no se admitirá la
nulidad sino se expresa la causa legal en que se fundamenta. En sujeción de las
pautas constitucionales, como sistema garantista que le confiere la legitimación
necesaria al órgano jurisdiccional de expresarse apropiadamente en la tramitación
del proceso y motivación de la sentencia en virtud de la racionalidad,
razonabilidad, generalidad y de la tutela judicial efectiva como los medios
objetivos de dicha legitimación. El estudio se fundamentara por una investigación
de carácter documental de tipo histórico jurídica, jurídico descriptiva, y jurídico
propositiva. En consecuencia, la presente investigación tiene por objetivo que el
juez debe guiarse por las pautas establecidas en la Constitución, en las que se le
resta importancia a las formalidades de ley que debe cumplir el acto para su
validez con el objeto de no sacrificar la justicia, para desarrollar una actividad
procesal efectiva proponiendo que para una garantía jurisdiccional se debe
perseguir no la solemnidad con la que se produjo el acto para declarar una nulidad
como vulneración legal, sino que se declarara la nulidad como última razón, como
se expresa en las nulidades absolutas ya que estas alteran el orden público, por ser
omisiones de formalidades esenciales establecidas en la ley o no, para que el acto
pueda producir su efecto determinado, y hablarse de una absorción en el mismo
proceso de las nulidades relativas, estableciéndose su desaplicación por violentar
la seguridad jurídica que presenta una sentencia que produce efectos jurídicos.
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Palabras claves: Absorción, Validez, Absoluta y Relativa.
Índice General
Pág.
Agradecimiento.
Hoja de Evaluación.
Resumen.
Introducción………………………………………………………………………….08
Capítulo 1: La Constitución.
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1.2.-Supremacía de la Constitución……………………………………………….19
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1.3.-La Jerarquía de las H
Normas…………………………………………………..20
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1.4.-Las Garantías de la Constitución……………………………………………..21
1.1.-La Constitución como Norma Suprema……………………………………...17
Capítulo 2: Los Actos Procesales.
2.1.-Definición…………………………………………………………………….24
2.1.1.-Clasificación…………………………………………………………...25
2.1.1.1.-Actos del Órgano Jurisdiccional………………………………25
2.1.1.2.-Actos de las Partes…………………………………………….26
2.1.1.3.-Actos de Terceros……………………………………………..27
2.1.2.-Presupuestos Procesales……………………………………………….28
2.2.-Actos Procesales del Órgano Jurisdiccional………………………………….32
2.2.1.-Resoluciones Judiciales………………………………………………..33
2.2.2.-Actos de Decisión……………………………………………………...33
2.2.3.-Comunicaciones Procesales……………………………………………34
2.3.-Actos Procesales de las Partes………………………………………………..36
2.3.1.-Tipos…………………………………………………………………...37
2.3.1.1.-Actos de Petición……………………………………………...37
2.3.1.2.-Actos de Pruebas……………………………………………...38
2.3.1.3.-Actos de Alegación……………………………………………39
2.3.1.4.-Actos de Impugnación………………………………………...39
2.3.1.5.-Actos de Disposición………………………………………….40
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2.3.3.-Formas…………………………………………………………………43
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2.3.4.-Distinciones H
de las
OFormas…………………………………………….44
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2.3.5.-Preclusiones y Términos……………………………………………….47
2.3.2.-Elemento de Voluntad…………………………………………………41
2.4.-Actos de Terceros…………………………………………………………….48
2.4.1.-Actos de Prueba………………………………………………………..48
2.4.2.-Actos de Cooperación………………………………………………….49
Capítulo 3: Las Nulidades.
3.1.-Ineficacia de los Actos Procesales……………………………………………51
3.1.1.-Inexistencia…………………………………………………………….52
3.1.1.1.-De los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales…….52
3.1.1.2.-De los Actos Procesales de las Partes…………………………53
3.1.2.-Nulidades Procesales…………………………………………………..54
3.2.-Principios que rigen la Nulidad Procesal……………………………………..55
3.2.1.-Principio de Especificidad……………………………………………..55
3.2.2.-Principio de Trascendencia…………………………………………….57
3.2.3.-Principio de Declaración Judicial……………………………………...57
3.2.4.-Principio de Protección………………………………………………...58
3.2.5.-Principio de Convalidación……………………………………………59
3.3.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de los Órganos
Jurisdiccionales……………………………………………………………….61
3.3.1.-Respecto a sus Integrantes……………………………………………..63
3.3.1.1.-Constitución…………………………………………………...63
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3.3.1.2.-Incompetencia……………………………………………........64
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3.3.1.3.-Incapacidad Subjetiva Absoluta………………………………64
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3.3.2.-Respecto a la Discrepancia entre Contenido y Forma de sus Actos…...65
3.4.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de la Partes………………..67
3.5.-Intensidad y Extinción de la Invalidez……………………………………….71
3.6.-Medios para Hacer Valer los Vicios………………………………………….72
Capítulo 4: Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la
Constitución de 1999.
Conclusiones…………………………………………………………………………94
Recomendaciones……………………………………………………………………97
Bibliografía…………………………………………………………………………..98
8
Introducción
El proceso como herramienta fundamental del Estado para la aplicación y
garantía de una tutela judicial efectiva se debe orientar y desarrollar mediante
actos procesales ejercidos por sujetos que tienen la competencia o la capacidad
requerida para tal efecto, y con apego a las condiciones de forma, tiempo y lugar
establecidas en las leyes. Estos actos procesales se consideran validos
precisamente porque cumplen con todos los requisitos legales, siendo así eficaces,
es decir, producen los efectos jurídicos determinados en la ley.
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De tal forma, el acto procesal efectuado
por un sujeto sin jurisdicción, o
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sin cumplir las condiciones
HOde forma, tiempo y lugar, se tiene como inválido.
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R invalidez precisamente en que el acto no produce o no debe
DEesta
Consistiendo
producir los efectos señalados en la ley, es por lo que la inexistencia; es una
nulidad absoluta, debido a que el acto no puede producir efectos jurídicos por que
se altera el orden público, y como una nulidad relativa ha aquella que tiene
mayores posibilidades de generar estos efectos.
Debido a que las nulidades han sido creadas por el dinamismo de las
relaciones del hombre para la solución de los conflictos, estás se destacan en el
campo del derecho por el estudio que de ellas han efectuado las diversas escuelas
procesales a lo largo del tiempo.
En un orden sistemático, la escuela clásica, estudiada en el derecho
romano en razón de la institución del negocio jurídico, sostenía que dicho negocio
podía ser regular o irregular, es decir, válido o inválido. Siendo el negocio
9
irregular, inválido o simplemente nulo, aquel que no producía efectos jurídicos de
ninguna clase, ya que desde el punto de vista legal no existía. Por lo que eran
negocios absolutamente nulos, puesto que no componían ninguna actividad.
En esta clase se encontraban aquellos actos que adolecían de dolo, los
sujetos a una condición irrealizable, a una condición discrecional, y los que se
efectuaran sobre una sucesión futura. Tratándose entonces, por nulidad la
inexistencia del negocio.
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existencia, pero que a su vez adolecían de unE
vicio
en el consentimiento, que no
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fuera dolo, puesto que este,
estaba comprendido en la nulidad absoluta, o que eran
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irregulares
por provenir de un incapaz, se condenaban con nulidad relativa, la cual
Por otro lado, los negocios que reunían las condiciones fundamentales de
podía ser corregida por el pretor por medio de una reparación llamada restitutio in
integrum, es decir, reparación del daño causado por la irregularidad.
Con base a estas dos situaciones, se constituyó la nulidad civil por
irregularidad o inexistencia y la nulidad pretoriana que suponía la actio restitutio
in integrum para lograr la reparación.
Una variante al sistema romano fue introducida en la época de Justiniano,
por los practicantes, según los cuales la nulidad estaba limitada al campo de las
leyes prohibitivas dado a que este tipo de leyes por su manera de expresarse
llevaban preestablecida la sanción de nulidad, más no así las leyes imperativas, en
donde la nulidad solo se producía cuando el legislador lo establecía expresamente.
10
Luego de esta época es indispensable resaltar la participación de los
glosadores o practicadores del derecho pertenecientes a la escuela de Bolonia,
quienes tomaron las nulidades presentes en el derecho civil y las trasladaron al
derecho procedimental, ya que pensaban que las nulidades se encontraban
presentes en todas las áreas del derecho, esto se desarrolló aun más por la escuela
francesa, representada por doctrinarios y esencialmente juristas, implantada así en
el derecho procesal civil francés, que establecía un sistema de nulidades
procesales basado en dos principios fundamentales: el primero referido a que las
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RV sin una disposición legal
los jueces; y el segundo que plantea que no hay
nulidad
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que la establezca.
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nulidades no son conminatorias, por lo no están abandonadas a la apreciación de
Con vista a esta consagración, la doctrina comenzó a distinguir los
elementos esenciales de un acto, de otros elementos que simplemente eran
accidentales.
Interesante resulta cuando se señala que la esencia de los actos de
procedimiento se determina por su naturaleza y finalidad, es decir, que un acto al
cual le falten los elementos con los que se degenere en una naturaleza esencial
diversa, le falten condiciones o los medios necesarios para alcanzar el fin al cual
están preordenados por la ley, carece de las formas esenciales. Pero si en cambio,
se trata de las garantías o precauciones establecidas en relación con la especie y la
importancia de cada acto singular, con el fin de impedir errores y peligros a los
intereses de los ciudadanos, entonces se esta en presencia de formas accidentales.
11
Visto esto, dichas escuelas basaron y desarrollaron sus ideologías y teorías
en una postura quebrantamiento sanción, es decir, la inexistencia de algún tipo de
elemento del acto para la declaratoria de la nulidad sin observar la posibilidad de
la existencia de nulidades fuera de un orden taxativo.
Por lo que la historia del derecho ofrece, a través de todas las épocas, la
comprobación de la importancia del formalismo. Con mayor o menor intensidad,
con diferencias en cuanto a su objeto o su alcance, en donde el culto de la forma
se da de modo constante.
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RV profundamente renovado,
El ordenamiento jurídico venezolano seE
muestra
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puesto que la Constitución
HOde la República Bolivariana de Venezuela lo ha
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DEenR
modificado
su aspecto formal, con el fin de obtener una verdadera justicia, en
donde el proceso se constituye como un instrumento fundamental para su
realización. Asimismo, ésta establece los perfiles que han de ser desarrollados en
la legislación procesal, tales como: simplificación, uniformidad y eficacia de los
trámites, debiendo adoptarse un procedimiento breve, oral y público, así como el
desapego del formalismo inútil, y del ritualismo y solemnismo procedimentalista,
al disponer que la justicia no se sacrificará por la omisión de formalidades no
esenciales.
Siendo la justicia uno de los valores superiores consagrados en el nuevo
ordenamiento jurídico, la vigencia efectiva de la nueva Constitución y su real
eficacia necesitan de las imprescindibles labores jurisdiccionales de interpretación
y de aplicación, que debe realizar el Tribunal Supremo de Justicia con
colaboración de los demás tribunales de la República.
12
Es por lo que la sujeción a los principios constitucionales, como elemento
que le confiere la necesaria legitimación al poder judicial, debe expresarse
adecuadamente en la motivación de las sentencias y dirección de la actividad
procesal. Recordándose que la motivación judicial, debe ser realizada en cuanto a
las exigencias de racionalidad, de razonabilidad y de generalidad, afirmándose
entonces que esta situación es un límite a la actividad jurisdiccional y un medio
objetivo para establecer diferencias entre la juridicidad y la arbitrariedad.
Esta nueva postura, tiene como fundamento lo establecido en los artículos
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26, 257 y 334 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de
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estado garantizará
una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
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1999. Los cuales rezan expresamente: en cuanto al el artículo 26 ejusdem: “…El
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones
indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”. A su vez, el artículo 257
constitucional plantea: “El proceso constituye un instrumento fundamental para la
realización de justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación,
uniformidad y eficacia de los trámites y adoptaran un procedimiento breve, oral y
publico. No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no
esenciales”. Y como último fundamento, el artículo 334 ejusdem enuncia: “Todos
los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y conforme
a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación de asegurar la
integridad de esta Constitución.
13
En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y la ley u otra norma
jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los
tribunales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo conducente.
Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las
leyes y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en
ejecución directa e inmediata de esta Constitución o que tengan rango de ley,
cuando colidan con aquella”.
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RseVrealiza con la finalidad de
Es por lo que la presente investigación
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estudiar la posible desaplicación
HO del principio de especificidad característico de
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una nulidad
aplicar el principio garantista en función de la constitucionalidad
según los artículos 26, 257 y 334 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela para establecer la no aplicación de las nulidades relativas que
afectan actos procesales, ya que estas serán absorbidas por la misma actividad
procesal.
La presente investigación será realizada mediante el análisis de la doctrina
y jurisprudencia referida tanto a la Constitución, actos procesales, y como a las
nulidades, a través del método de investigación de carácter documental, y por
medio de tres tipos de investigación, a saber: histórica jurídica ya que se señala en
orden cronológico cómo han sido consideradas las nulidades desde su origen hasta
hoy en día en nuestro ordenamiento; jurídico descriptiva por que se desarrolla
mediante el análisis de la importancia de los actos procesales y las nulidades,
descomponiéndolos de una forma casi total que le permite afirmar la existencia de
14
una investigación jurídico propositiva que propondrá de manifiesto la verdadera
desaplicación del principio de especificidad en cuanto a las nulidades relativas y
aplicar el principio garantista en función de la constitucionalidad.
La presente investigación está ordenada en cuarto capítulos: el capítulo 1,
que se refiere a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el
cual se determina su supremacía frente a otras normas del ordenamiento jurídico
debido al carácter garantista que esta posee; el capítulo 2, referido a los actos
procesales en cuanto a sus conceptos básicos, características y elementos que los
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conforman; el capítulo 3, donde se desarrolla a las nulidades procesales a partir de
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Venezuela de R
1999,
publicada en Gaceta Oficial Nº 5453 extraordinaria de fecha
DE
la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
24 de marzo de 2000, y la entrada en vigencia del Código de Procedimiento Civil,
publicado en Gaceta Oficial de la República de Venezuela extraordinaria Nº 3.694
de fecha 22 de enero de 1986; y un último capítulo 4, donde se desarrollada la
importancia de un sistema garantista procesal.
La presente investigación se considera de aplicación nacional, puesto que
lo que estudia, se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional, considerando
que afectará la determinación constitucional que se tiene sobre la manera de
interpretación y entendimiento del sistema garantista procesal constitucional,
basándose en los principios de los artículos 26, 257 y 334 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
Por lo tanto, las consideraciones realizadas en esta investigación permiten
que el juez venezolano, conferido de la potestad jurisdiccional, pueda resolver una
15
controversia, tomando en cuenta la actividad procesal desplegada por
intervinientes en el proceso y su influencia en el desarrollo del mismo.
Siendo los encargados de administrar justicia, de manera autónoma e
independiente, en conformidad de una verdadera tutela judicial efectiva, en el
desempeño correcto de sus funciones, para que esa actividad procesal por
ejercicio de esa función estatal satisfaga las correspondientes pretensiones en
cuanto a hecho y a derecho, dado el carácter y efecto extintivo de la cosa juzgada,
y la característica de seguridad jurídica que presenta una resolución judicial que se
pronuncia sobre el fondo de lo debatido.
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Capítulo 1: La Constitución.
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1.1.-La Constitución como Norma Suprema.
El ámbito del Estado de derecho se podría puntualizar de forma amplia.
Afirmándose que: Estado de derecho es aquel que sujeta su comportamiento a las
normas jurídicas. Es aquel que se subordina al ordenamiento jurídico y en primer
lugar a la Constitución, al ordenamiento constitucional como norma jurídica suprema.
Es por lo que, desde épocas anteriores a la contemporánea, muchos
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hoy ejercen ciertos organismos en su misión defensiva
de la Constitución.
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E la antigua Grecia, en tiempos de Pericles, existió la graphe
Por esto,R
“…en
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expositores han tratado de indagar, si existió alguna institución, semejante a la que
paranomon, que era una acción criminal por inconstitucional, que vino a poner a la
ley por encima de arbitrariedades, caprichos, luchas cuando autoriza a todo ciudadano
para actuar en su defensa, constituyéndose en acusador de todo aquel que la viole”. 1
Aplicando sanciones capitales como garantía de su soberanía, por lo que todo
ciudadano ateniense estaba autorizado por esta acción para salir en defensa de las
leyes, persiguiendo al autor de una moción legal. 2
También se encuentran indicios de que la institución ya existía en los tribunos
romanos, “…quienes tenían el derecho de vetar las leyes del senado y podían ejercer
1
Naranjo, Luis. Introducción al Estudio del Derecho Constitucional. Caracas, Venezuela. Edit.
Mobilibros, C.A. 1995. pp. 147-148.
2
Ídem.
18
el derecho de asilar a personas victimas de actos ilegales realizados por el patriciado
romano”. 3
Sin embargo, una de las instituciones que más ha interesado a los estudiosos
de este tema, es la del Justicia Mayor de Aragón, la cual gozo de un gran prestigio, y
era de origen musulmán. Esta era inamovible y podía tomar bajo su amparo a los
ciudadanos violentados victimas del quebrantamiento de la ley. 4
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VAde control, en la primera
Latina, Simón Bolívar, trato de implementar un
sistema
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constitución boliviana, de H
la cual
OSfue autor. En esta constitución, el poder legislativo
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se dividía en tres cámaras: la de los tribunos, la de los senadores y la de los censores;
Entre los antecedentes de la defensa de la constitucionalidad en América
de las tres la de los censores tenia que ser vitalicia, estos ejercían una potestad
política y moral que tiene cierta semejanza con las dos instituciones mencionadas con
anterioridad. Los censores serian los fiscales contra el gobierno, para velar si la
constitución y los tratados públicos se observan en su religión, por lo que debían
gozar de una inocencia intacta y de una vida sin manchas, puesto que se les confiaba
la conservación de la ley. 5
Por tanto la Constitución como norma jurídica suprema de máxima categoría
normativa, cumple dentro de un Estado un concepto general de triple función jurídica
en tanto encarna la supremacía normativa, fijando de esta forma los límites generales
3
Ídem.
Cf. Fajardo, Ángel. Compendio de Derecho Constitucional General y Particular. Caracas,
Venezuela. Edit. NUS. 1997. pp. 330-331.
5
Cf. Naranjo, Luis. Ob. cit. p. 149.
4
19
del derecho del Estado, límites estos de todo el ordenamiento jurídico vigente, ya se
trate del derecho público o del derecho privado.
En este sentido puede decirse, que la norma constitucional es aquella que
contiene la totalidad de los epígrafes generales de todas las ramas del derecho de un
país concreto.
1.2.-Supremacía de la Constitución.
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En la teoría general del derecho constitucional, es principio universalmente
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aceptado la supremacía de la Constitución sobre todo el ordenamiento jurídico.
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DTodo Estado, sea de la forma que fuere, tiene una Constitución, y ya
sabemos que ésta es la ley fundamental; es el fundamento o basamento de
todas las leyes existentes dentro de su territorio, y si estamos hablando de
una ley fundamental, es obvio que estamos, a las vez, aceptando la
existencia de otras leyes que le están sometidas, y tiene que ser así, si una
es fundamental las otras encuentran “la razón de ser de su existencia en la
primera”. 6
El poder constituyente es quien crea la Constitución y su poder no es
derivado, por venir directamente del pueblo, y es este poder quien coloca la piedra
fundamental del ordenamiento jurídico por el cual se va e regir. De tal modo, que no
puede existir nada con anterioridad a esa piedra fundamental, porque sobre ella se
levantará todo edificio del Estado. Seria entonces, una terrible confusión, si existiera
un Estado normas jurídicas con una misma jerarquía o valor, y con mayor razón si se
tratara de un Estado federal. Surgiendo así, la necesidad de la gradación jerárquica
de las distintas especies de normas que impone el principio de la supremacía
6
Fajardo, Ángel. Ob. cit. p. 332.
20
constitucional. Por esto, tal gradación jerárquica, obedece a la necesidad de obtener la
armonía de todo sistema normativo que rige el estado y a los poderes públicos, por
quienes actúa este, así como también las limitaciones de dichos poderes, frente a los
derechos privados que la constitución reconoce a todos los particulares. 7
El principio de supremacía constitucional constituye la más eficiente garantía
de la libertad y la dignidad del individuo, al imponer a los poderes constituidos la
obligación de encuadrar sus actos en las reglas que prescribe la ley fundamental.
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1.3.-La Jerarquía de las Normas.
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El ordenamiento jurídico esta constituido por normas de diferentes rangos y
por lo tanto, jerarquizadas, dependiendo una de las otras.
La Escuela Vienesa, establece…cuando una norma jurídica es valida por
haber sido creada en forma establecida por otra, la ultima constituye la
razón de validez de la primera, la relación existente entre una y otra, puede
presentarse como un vinculo de supra y subordinación. La norma que
determine la creación de otra, es superior a esta; y la creada de acuerdo a
tal regulación, es inferior a la primera. 8
El orden jerárquico normativo de cada sistema normativo de derecho se
compone de normas constitucionales, normas ordinarias, normas reglamentarias y
normas individualizadas. “Las normas constitucionales se encuentran en la cúspide, y
por lo tanto, constituye el principio del sistema, mientras que las normas ordinarias,
representan un acto de aplicación de preceptos constitucionales; y las reglamentarias,
7
Cf. Borja-Borja, Ramiro. Teoría General del Derecho y del Estado. Buenos Aires, Argentina.
Ediciones Depalma. 1977. pp. 186-187.
8
Naranjo, Luis. Ob. cit. pp. 148-149.
21
a su vez, se encuentran condicionadas por las ordinarias; y las individualizadas por
normas de índole general”. 9
Las normas constitucionales, los preceptos ordinarios y los reglamentos, son
normas de carácter general, nos obligan a todos sin distinción de ninguna especie, en
cambio las normas individualizadas se refieren a situaciones jurídicas concretas.
“…por lo que, las leyes ordinarias son a las constitucionales, lo que las
reglamentarias son a las ordinarias, que según el sistema jerárquico, toda norma
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subordina a otra, la aplica o la reglamenta en alguna forma”. 10
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De lo cual se deduce,
HOque el orden jurídico no es un sistema de normas
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ERsí, que se hallan una al lado de la otra, en un mismo nivel, sino una
Dentre
coordinadas
verdadera jerarquía de diferentes niveles de normas.
1.4.-Las Garantías de la Constitución.
La inviolabilidad de la carta magna está contenida dentro de esta, cuando
establece que la Constitución es permanente e inviolable.
Asimismo, aún cuando la mayoría de los ciudadanos brinden respeto a la ley
fundamental, y en vista de la posible violación, debe establecerse garantías para su
9
Fajardo, Ángel. Ob. cit. p. 337.
Ídem.
10
22
cumplimiento, puesto que ninguna norma constitucional señala sanción en virtud de
su incumplimiento, ya que no son normas coactivas o coercibles. 11
Las garantías que se establecen en beneficio de la vigencia de la constitución
están referidas al ámbito cultural, penal y procesal. La garantía cultural, emerge de la
cultura oficial del Estado e incluso la educación privada, que tienen la obligación de
enseñar desde temprana edad las normas constitucionales y el amor a la carta magna.
La garantía penal, esta determinada en leyes penales, que tipifican figuras delictuales
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para castigar conductas que atenten contra el orden constitucional. La garantía
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procesal, establecida en la propia carta magna, puesto que por su condición de
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constitución rígida requiere que se cumpla un procedimiento especial para que se
produzca la reforma o enmienda del propio cuerpo constitucional. Estos requisitos
constituyen una de las más importante garantías de vigencia de la Constitución. 12
11
12
Cf. Naranjo, Luis. Ob. cit. p. 150.
Ídem.
23
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R
E
S
EC
R
E
D
E
R
S
HO
Capítulo 2: Los Actos Procesales.
24
2.1.-Definición.
Todo acto procesal se considera a toda actuación que debe cumplirse dentro
de un proceso, y que debe estar determinada conforme a lo establecido en la ley
procesal.
Pudiéndose entonces diferenciar de los hechos procesales, por que estos son
acciones o inacciones humanas sucedidas fuera del proceso, que repercuten en su
S
O
D
A o bien su sustitución
Vacusada
automático del proceso penal, si el individuo eraE
la R
parte
S
E
R
S por otras acciones o inacciones sucesivas
si el proceso no era penalH
,O
y siguiendo
C
E
R
E
D
fuera del proceso, por voluntad de otras personas, o bien con independencia de
interior; así comenzando por la muerte del individuo, que determina, o bien el final
cualquier voluntad humana; todo ello, encuentra su caja de resonancia en los procesos
y en sus consecuencias. 13
El acto procesal es la “…conducta realizada por un sujeto, susceptible de
constituir, modificar o extinguir el proceso”. 14
Ocurre con cierta frecuencia, que actos jurídicos que se producen en un área
del derecho, surten efecto en unas u otras áreas, lo cual produce problemas en cuanto
a la determinación de su naturaleza, este es el caso del derecho procesal. De igual
manera, existen actos que se producen dentro del proceso, pero que legalmente, se
13
Cf. Fairén, Víctor. Doctrina General del Derecho Procesal. Barcelona, España. Librería BoshRonda Universidad Barcelona. 1990. p. 329.
14
Rengel Romberg, Arístides. Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Vol. II. Caracas,
Venezuela. Edit. Ex Libris. 2000. p. 184.
25
hallan regulados fuera de él, hay actos que surten consecuencias dentro del proceso
como existen otros que surten fuera de él. Es lo que debería considerarse como
actuaciones de doble función, de manera correlativa, se ha distinguido entre los
dispositivos extra procesal e intra procesal. Pese a cual sea el lugar de su regulación
legal, las leyes no son perfectas. 15
Por lo tanto, serán actos procesales los que se produzcan dentro de un proceso,
aunque extiendan sus efectos fuera de él.
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
2.1.1.-Clasificación.
EC
R
E
D
En el derecho procesal se hace posible la actuación del ordenamiento jurídico
que tiene por finalidad llevar a cabo la llamada función jurisdiccional.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto, se puede considerar que los actos
procesales se clasifican de la siguiente manera: actos del órgano jurisdiccional, actos
de las partes y actos de terceros, explicados minuciosamente continuación. 16
2.1.1.1.-Actos del Órgano Jurisdiccional.
En vista que el ámbito funcional del ejercicio de la jurisdicción es procesal.
No es, en cambio, procesal el ámbito de potestad jurisdiccional de ese ejercicio
relativo al poder judicial o jurisdicción.
15
Ibidem. p. 185.
Cf. Ovalle, José. Teoría General del Proceso. Ciudad de México, México y otros. Universidad
Autónoma de México, José Ovalle Favela y HARLA, S.A. 1996. pp. 308-309.
16
26
Es por lo que, la potestad jurisdiccional implica una connotación
constitucional de la jurisdicción, mientras que su desarrollo, a través de la función
jurisdiccional, es ya procesal.
Los actos jurídicos procesales de los órganos jurisdiccionales “...están
constituidos, principalmente, por las resoluciones judiciales, sin que ellas integren la
totalidad de los que puede realizar”. 17
S
O
D
VdeAun testigo, el cual tiene
actuación de una inspección ocular como el E
estudio
R
S
E
R
idéntico carácter de formulación,
por un miembro de un tribunal colectivo.
OS
H
C
E
DER
Asimismo, son actos jurídicos procesales del órgano jurisdiccional tanto la
Al hablar de los actos de los órganos jurisdiccionales, es preciso distinguir
entre emisión y su desenvolvimiento en al actividad desplegada para poner
en practica su contenido. La facultad de emisión es indelegable, no así la
puesta en práctica del contenido del acto, que la ley procesal declara
delegable, dentro de las normas que dicta al efecto. 18
2.1.1.2.-Actos de las Partes.
Algunos tratadistas admiten la división de los actos procesales de las partes en
actos lícitos e ilícitos.
Los actos jurídicos procesales ilícitos carecen de eficacia respecto a los
fines del proceso, aunque pueden trastornar su normal desenvolvimiento, y
si los titulares de la función jurisdiccional la cumplen satisfactoriamente,
les opondrán, en la generalidad de los casos, un obstáculo invencible. La
realización de estos actos amerita la imposición de sanciones que, según el
carácter de los mismos, pueden ser simplemente disciplinarias o penales. 19
17
De Pina, Rafael y Castillo, José. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Ciudad de México,
México. Edit. PORRUA, S.A. 1974. p. 251.
18
Ibidem. p. 253.
19
Ibidem. p. 250.
27
En virtud de lo expuesto, se podría considerar que los actos jurídicos
procesales lícitos son las posturas humanas jurídicamente lícitas, es decir, conforme a
las normas del derecho procesal objetivo.
Estos actos, se dividen en simples manifestaciones de voluntad y
manifestaciones de voluntad dispositivas o negociables. Entre las manifestaciones de
voluntad del primer grupo se hallan la demanda judicial y, en general, todos los
alegatos y peticiones de las partes. Existiendo también, manifestaciones de voluntad
S
O
D
VA
R
E
S
compleja, que constituyen negocios jurídicos y reciben el nombre de convenios
E
R
S
HO
procesales, en donde se tiene la suma de varias voluntades paralelas. 20
EC
R
E
D
Fundándose,
ante todo, la necesidad de distinguir entre las manifestaciones de
voluntad negocial emitidas fuera del proceso y las efectuadas dentro del proceso, que
son, a juicio de los tratadistas que admiten la posibilidad de la existencia de negocios
jurídicos procesales, los verdaderos y propios negocios jurídicos.
2.1.1.3.-Actos de Terceros.
Los actos de terceros son actos procesales de personas extrañas a la relación
jurídica procesal.
Generalmente se niega el carácter de actos jurídicos a los realizados por
las personas que no figuran entre los sujetos de la relación jurídica
procesal. Es indudable, no obstante, que en el proceso no actúan solamente
las partes y los órganos jurisdiccionales, sino también personas distintas
20
Ídem.
28
que producen determinados actos esenciales, frecuentemente, para
alcanzar los resultados que en el proceso se persiguen. 21
Por lo tanto, si un testigo declara o un perito formula un dictamen, tales
actuaciones, caen de lleno dentro de la definición del acto jurídico procesal. Pero
estos casos, no sólo se relacionan estrechamente con verdaderos actos jurídicos
procesales, sino que ellos mismos son verdaderos actos jurídicos procesales. 22
2.1.2.-Presupuestos.
S
O
D
VA
R
E
S
utilizados para servirse de la justicia, garantizándose
así el acierto de la decisión
E
R
S
Oimpedimento
H
jurisdiccional y nunca
como
un
para otorgar una garantía jurisdiccional.
C
E
R
E
D
Los presupuestos procesales han de entenderse siempre como mecanismos
Son presupuestos de los actos, los necesarios que deben concurrir en cada
ejercicio de los mismos, para que a través de su concurrencia estos puedan terminar
con una resolución que ponga fin al litigio de fondo; esto es, sin que, por alguna falta
o defecto que se produzca en el proceso el juez deba detenerse a subsanarla. 23
La voluntad, por hallarse en lo más alto de las relaciones humanas y jurídicas,
es fundamental para los actos procesales y el vicio que se genera en torno a ella
origina un fuerte impacto.
21
Ibidem. p. 254.
Ídem.
23
Cf. Fairén, Víctor. Ob. cit. p. 335.
22
29
En este sentido, tal como lo establece el derecho sustancial “…será nulo el
consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo”. 24
Teniendo el error de hecho un alcance inferior en algunos casos procesales,
aunque se trate de un negocio jurídico procesal y en otros casos en la formación de la
voluntad, produciendo efectos procesales y extra procesales.
El vicio de la voluntad puede resultar tanto por actuación propia de la parte
S
O
D
A
V
y si este hubiere efectuado algún acto procesalE
bajo
cualquier tipo de intimación o
R
S
E
R
S
fuerza, el referido acto resultaría
Onulo.
H
C
E
DER
contraria como por la del mismo juez. Las de este último, se combaten por él mismo,
En lo atinente al vicio de la voluntad provocado por el dolo, el de las partes se
ven combatidos por el rechazo fundado de los jueces ante un abuso manifiesto del
derecho y de la ley, considerándose así como un medio para combatir el fraude
procesal, dado que los mecanismos del derecho procesal para combatir estos vicios
son sumamente fuertes.
En resumen la autonomía de la voluntad, es un presupuesto fundamental de
todo acto procesal tanto para los jueces, como para las partes.
24
Ibidem. p. 331.
30
Los presupuestos procesales son los “…presupuestos y requisitos de cada acto
procesal, que determinen su admisibilidad…”. 25 Estos presupuestos lo son de la
resolución de fondo, ya que sin su concurrencia tal resolución no pondría darse.
En general, además del requisito fundamental previo ya expuesto -la
sanidad de la voluntad y voluntariedad del acto, los presupuestos
procesales, se refieren a la forma, en sentido amplio, del proceso, esto es,
al procedimiento: su desarrollo, tiempo, lugar, condiciones personales de
quienes lo dirigen y ejecutan, condiciones reales de cada acto procesal;
que hagan posible su admisibilidad. 26
En cuanto al juez o tribunal, se considera que son presupuestos procesales,
S
O
D
VA
R
E
S
que tenga competencia; y con respecto a las partes que estas tengan capacidad para
E
R
S
HO
ser tales, es decir, capacidad procesal. 27
EC
R
E
ElD
problema fundamental del tratamiento de los presupuestos procesales, es si
su concurrencia debe examinarse de oficio por el juez, o puede dejarse a las partes.
El tiempo es una condición de la forma de los actos, “El proceso, dinámico,
que avanza a través del tiempo, en forma de procedimiento ordenado, es el tiempo, el
que, dividido en fracciones, permite ese necesario orden, de modo que no avance a
saltos ni a tropezones”. 28
25
Ibidem. p. 335.
Ibidem. p. 336.
27
Ídem.
28
Ibidem. p. 341.
26
31
Ahora bien, “…el tiempo puede ser de un instante o de un lapso; así aparecen
los términos y los plazos. Los términos,…son de un instante ideal, aunque puede este
instante prolongarse por algunas horas...”. 29
Por otro lado, existen plazos dentro del proceso para realizar un acto procesal,
que pueden ser cortos. Estos a su vez, pueden ser: propios, que se conceden a las
partes o demás intervinientes en el proceso, para realizar un acto procesal; su
transcurso agota la posibilidad de producir tal acto; y los impropios que son los que
S
O
D
VA
R
E
S
las leyes conceden a los jueces, tribunales y sus auxiliares, para realizar los actos
E
R
S
HO
procesales que les corresponda.
EC
R
E
ElD
lugar de realización de los actos, debe ser, en principio, el de la sede del
juzgado o tribunal actuante, pero los actos de comunicación, pueden ser
domiciliarios, o por edictos publicados en medios de comunicación. Así como hay
actos, que por su naturaleza deberán celebrarse en el lugar en el que se halle el objeto
a inspeccionar. 30
En cuanto a los actos a desarrollar fuera del territorio nacional, “…habrá de
estarse a lo determinado en las convenciones o tratados internacionales en los que se
sea parte, y en su defecto la reciprocidad”. 31
29
Ídem.
Ibidem. p. 343.
31
Ibidem. p. 344.
30
32
La forma de la realización de los actos, en sentido amplio, es el
procedimiento. Y las faltas en el ejercicio de esos actos, son las que provocan, bien su
simple irregularidad o su nulidad.
De tal modo, la inexistencia del acto estaría referida a la simple apariencia del
acto. La nulidad absoluta o de pleno derecho, a la invalidez de un acto procesal por
dirigirse contra una norma imperativa, y la nulidad relativa o anulabilidad, al acto que
produce efecto mientras no es declarado nulo, a petición de parte. 32
S
O
D
VA
La inexistencia, nulidad y anulabilidad,E
pueden
declararse explícitamente a
R
S
E
Rleyes procesales.
S
través de los medios que establezcan
las
O
CH
E
R
DE
En este sentido, “La nulidad de un acto, arrastra solamente a los siguientes que
dependieran de él, pero no de los independientes, y debe alcanzar también a los
anteriores que fueren nulos de pleno derecho a su vez”. 33
2.2.-Actos Procesales del Órgano Jurisdiccional.
Los deberes procesales que suponen una conceptuación del proceso de la
función jurisdiccional, como realidad sustantiva, de particular significado en el
ámbito del servicio público de la justicia.
Dentro de este nombre genérico quedan comprendidas las resoluciones
judiciales, las audiencias, los actos de ejecución, y las comunicaciones
procesales.
Cabe aclarar, sin embargo, que la expresión actuaciones judiciales se
utiliza para designar al conjunto de piezas escritas que documentan los
32
33
Ídem.
Ibidem. p. 345.
33
actos procesales tanto del órgano jurisdiccional como de las partes y
terceros. 34
2.2.1.-Resoluciones Judiciales.
El órgano jurisdiccional, realiza actuaciones resolutorias, encaminadas a
resolver el objeto del litigio y las incidencias procesales que plantee su tramitación.
Es por ello que las resoluciones judiciales son “…actos procesales por medio
de los cuales el órgano jurisdiccional decide sobre las peticiones y los demás actos de
S
O
D
VA
R
E
S
las partes y los otros participantes”. 35
E
R
S
HO
C
E
R
E
el juzgador
Ddecide sobre el litigio, pero este emite resoluciones judiciales no sólo
Ahora bien, la resolución más importante en el proceso es la sentencia, en que
cuando dicta sentencias, sino también cuando provee sobre los diversos actos
procesales de las partes y los demás participantes. A esta segunda clase de
resoluciones judiciales se les suele llamar autos. 36
2.2.2.-Actos de Decisión.
Ahora bien, no basta con la elaboración de normas claras que recojan el
proceso a seguir sino de que existan fallos justos.
Es por lo que las resoluciones judiciales son aquellas destinadas a resolver el
proceso, sus incidencias y a asegurar el impulso procesal. Cuando la resolución
34
Ovalle, José. Ob. cit. p. 293.
Ídem.
36
Ídem.
35
34
judicial se expide sobre el mérito de la causa, es decir, con lugar o no a la demanda,
recibe el nombre de sentencia. 37
Cuando decide una cuestión accesoria que se ha presentado en el medio del
debate, recibe el nombre de auto interlocutorio, entre éstos, si el juez lo ha dictado
luego de oír a ambas partes se dice que es un auto interlocutorio propiamente dicho y
si lo ha dictado habiendo oído a una sola de las partes, se lo denomina auto
interlocutorio simple o dictado sin sustanciación, si la resolución judicial refiere al
S
O
D
VA
R
E
S
impulso del proceso, clausurando o abriendo etapas del mismo se denomina decreto o
E
R
S
HO
providencia; y si, simplemente, resuelve cuestiones meramente instrumentales, se la
EC
R
E
D
denomina decreto de mero trámite o providencia simple. 38
2.2.3.-Comunicaciones Procesales.
Son aquellos destinados a notificar a las partes o a otras autoridades los actos
de resolución, o a sustanciar entre aquéllas los actos de impulso procesal.
Estos actos de comunicación procesal, pretenden hacerles saber a las partes lo
ocurrido en el proceso donde se ventile el hecho que lo motivó, y que los distintos
sujetos puedan no sólo conocer las resultas de la sustanciación sino que
eventualmente recurrir de ellas cuando así lo estimen pertinente. Esto es porque la
realización de un acto procesal de comunicación en coexistencia con condiciones que
37
Cf. Arazi, Roland. Derecho Procesal Civil y Comercial. Buenos Aires, Argentina. Edit. Astrea de
Alfredo y Ricardo Desalma. 1995. p. 185.
38
Ídem.
35
carecen de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente
puede perseguir el legislador, deviene en violatoria de la normativa constitucional.39
Es por lo que estos actos deben enmarcarse a las ordenaciones que la ley
establece, en cuanto a su enunciación, determinación de condiciones, formas de
cumplimiento y resultados, así como los términos o detalles de algunos de ellos, en
razón de proteger los derechos fundamentales, para materializarse en este sentido una
protección a la legalidad de los actos.
S
O
D
A saber a las partes lo
Vhacerles
Los actos de comunicación procesal, pretenden
R
E
S
E
R
ocurrido en el proceso donde
se S
ventile el hecho que lo motivó, y que los distintos
O
H
C
E
DERno sólo conocer las resultas de la sustanciación sino que
sujetos puedan
eventualmente recurrir de ellas cuando así lo estimen pertinente. Esto es porque la
realización de un acto procesal de comunicación en coexistencia con condiciones que
carecen de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente
puede perseguir el legislador, deviene en violatoria de la normativa constitucional.40
En tal sentido, es necesario aclarar, que si bien los actos procesales de
comunicación deben ajustarse a las regulaciones que el legislador establece, su
definición, determinación de condiciones, modo de ejecución y consecuencias de
39
40
Ibidem. pp. 181-183.
Cf. De Pina, Rafael y Castillo, José. Ob. cit. pp. 237-245.
36
tales actos procesales, así como los límites o particularidades de algunos de ellos
deben estar encaminadas a preservar los derechos constitucionales. 41
2.3.-Actos Procesales de las Partes.
En virtud de ellos, se le suministra al órgano judicial los elementos de hecho y
jurídicos en que fundan sus posición en el proceso y que consideran deben ser tenidos
en cuenta por el juzgador al momento de resolver el conflicto.
S
O
D
VA
R
E
S
En tal sentido, se distinguen en puras manifestaciones de voluntad, “…que
E
R
S
HO
constituyen el ejercicio del derecho de acción y contradicción en juicio, y en
EC
R
E
D
manifestaciones de voluntad positiva, tales como negocios jurídicos procesales”.42
Los actos procesales de parte de la primera categoría, “…consisten en
manifestaciones voluntarias de actividad, de manera que el contenido de esta varía
según la variedad de las actividades desplegadas en el ejercicio del derecho de acción
y de contradicción en el curso del la relación procesal instaurada”. 43
Con lo expuesto, “Dicho contenido, puede consistir, por otra parte, en una
mera declaración de voluntad, o bien en exposiciones lógicas que concluyen en una
declaración de voluntad, o también en puras actividades materiales”. 44
41
Cf. Alvarez Julia, Luis y otros. Manual de Derecho Procesal. Bueno Aires, Argentina. Edit. Astrea
de Alfredo y Ricardo Depalma. 1992. pp. 128-134.
42
Rocco, Ugo. Derecho Procesal Civil. Vol. I. Traducción de Felipe de J. Tena. Ciudad de México,
México. Edit. PORRUA, S.A. 2001. p. 387.
43
Ídem.
44
Ídem.
37
2.3.1.-Tipos.
La sustanciación o tramitación procesal se justifica en la aplicación del
compromiso de un debido proceso y un derecho a la defensa.
En consecuencia, los actos procesales de las partes se distinguen en: actos de
petición, actos de pruebas, actos de alegación, actos de impugnación y actos de
disposición, los cuales serán explicados a continuación con mayor detenimiento. 45
2.3.1.1.-Actos de Petición.
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
Se considera que son
las actuaciones destinadas a determinar cuales son los
HO
C
E
ER que se debaten en el proceso.
derechos D
e intereses
Es por lo que, son aquéllos actos que tienen por objeto fijar el contenido de
una pretensión; esta puede referirse a lo principal, ordene al demandado a desalojar el
inmueble, por ejemplo, o a cuestiones accesorias o de procedimientos, determine que
una prueba es extemporánea. 46
Ahora bien se puede considerar que, constituyen de esta manera los actos
procesales por excelencia. Se clasifican en: peticiones concretas; peticiones
procesales o interlocutorias, referidas al desarrollo del proceso; peticiones de fondo,
45
Cf. Ovalle, José. Ob. cit. pp. 291-292.
Cf. Micheli, Gian Antonio. Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Traducción de Santiago
Sentís Melendo. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA. 1970. p. 292.
46
38
que pretenden la absorción de la cuestión litigiosa; peticiones de carácter material y
peticiones de carácter administrativo. 47
2.3.1.2-Actos de Pruebas.
Para que el órgano jurisdiccional pueda otorgar una verdadera tutela judicial
efectiva, en cuanto a derecho, debe tener un conocimiento real y claro de los hechos
que se debaten.
S
O
D
VA
R
E
S
En consecuencia, estos actos de partes, “…se dirigen a obtener la certeza del
E
R
S
HO
juzgador sobre los fundamentos de hecho de la pretensión del actor o del acusador, o
EC
R
E
D
sobre los fundamentos de hecho de la excepción o de la defensa del demandado o del
inculpado”. 48
Es por ello, que se considera que las partes aportan al órgano judicial
elementos de persuasión que, apoyan su posición en el proceso y en base a estos
elementos el juzgador, debe fijar los hechos que fundamenten su posterior resolución.
Estos actos, “…son básicamente de tres clases: actos de ofrecimiento o
proposición de las pruebas; actos de preparación, y actos de ejecución o práctica de
las pruebas”. 49
47
Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 387.
Ovalle, José. Ob. cit. p. 292.
49
Ídem.
48
39
2.3.1.3.-Actos de Alegación.
En los procesos no penales los actos de alegación se denominan alegatos,
mientras que en el proceso penal son conclusiones, en consecuencia tienen su
fundamento en que.
…las partes manifiestan al juzgador sus argumentaciones sobre los
fundamentos de hecho y de derecho de la pretensión, la excepción o la
defensa, con el fin de que aquel dicte la sentencia estimatoria o
desestimatoria, según el caso. En los procesos no penales los actos de
alegación se denominan alegatos, mientras que en el proceso penal son
conclusiones. 50
S
O
D
VA
2.3.1.4.-Actos de Impugnación. ER
S
E
R
OS
H
C
E
Se establece
DER que las partes tiene en primera instancia el impulso procesal
además del control del proceso dirigido de forma ordenada y lógica por el juez.
En virtud de lo cual, se puntualiza que por medio de los actos de impugnación
“…las partes combaten la validez o la legalidad de los actos u omisiones del órgano
jurisdiccional, con la finalidad de que se determine la nulidad, revocación o
modificación de los actos impugnados o se ordene la realización de los actos
omitidos”. 51
Dentro de este procedimiento los actos procesales más importantes de las
partes son fundamentalmente dos: la interposición del acto impugnativo, es decir, la
manifestación que hace la parte que se considera afectada, ante un órgano
jurisdiccional, de que impugna determinado acto; y la motivación del acto
50
51
Ídem.
Ídem.
40
impugnativo, que consiste en la exposición de los argumentos jurídicos por los que el
impugnador estima que el acto combatido no se apega a derecho. En sentido lógico,
no hay razón para separar la interposición de la motivación, ya que en ocasiones estas
ocurren en un solo acto, y en otras ocasiones, se separan en dos actos que se verifican
en tiempos distintos. 52
2.3.1.5.-Actos de Disposición.
S
O
D
A las partes, el legislador
Ventre
búsqueda de la mejor solución al conflicto planteado
R
E
S
E
R
S de realizar diferentes posturas en virtud de
deja la posibilidad a ellasH
de O
la facultad
C
E
R
E
D
determinar o no la continuación del proceso.
Como medio alternativo para la culminación anormal del proceso, en
En razón de esta situación, se considera que son los actos en los que las partes
no intentan obtener algo del juez sino que, directamente, disponen de la relación
procesal y el tribunal sólo es comunicado de ello. Estos actos son el allanamiento, el
desistimiento y la transacción. 53
Afirmando que forman esta clase de actos aquellos, “…por medio de los
cuales las partes disponen, en el proceso, de sus derechos materiales
controvertidos…”. 54
52
Ídem.
Ibidem. p. 293.
54
Ídem.
53
41
2.3.2.-Elemento de Voluntad.
Los actos procesales de parte, consisten en declaraciones voluntarias de su
función procesal, de manera que se presentan como el elemento constitutivo de su
contenido, la voluntad.
Pero, contrariamente a la doctrina y a la opinión dominante, creemos que
la voluntad no tiene, respecto de los actos procesales de parte de esta
categoría, a diferencia de las manifestaciones de voluntad dispositivas, la
misma importancia que se le reconoce en los actos de voluntad del
derecho sustancial. 55
S
O
D
VA
R
E
S
Esto proviene del hecho de que, las normas procesales no toleran, en
E
R
S
HO
ocasiones, que en referidos actos se abra la búsqueda acerca de la intención del sujeto
EC
R
E
D
que manifiesta alguno de estos actos, porque el efecto jurídico ordenado por las
normas procesales es directamente conexo a la manifestación de voluntad.
Por lo que, “Aquí las normas procesales directamente atribuyen a
determinados actos efectos jurídicos con base a una circunstancia de hecho
verificada, que se presume responde a la voluntad del sujeto”. 56
En este sentido, es importante destacar que los actos procesales de parte;
En virtud del principio de la iniciativa y de la disposición de las partes, se
dirigen siempre a obtener un efecto previamente determinado ante los
órganos jurisdiccionales, solicitando su actividad, o bien cumpliendo actos
que están regulados por la ley procesal como presupuesto para que la
relación procesal sea cultivada hasta la obtención del objetivo final del
proceso. 57
55
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 388.
Ídem.
57
Ídem.
56
42
De esto, que en el campo de dicha categoría de actos procesales de parte se
niegue toda relevancia jurídica a la intención y a la voluntariedad o no del acto, en
razón de que si se admitiese una indagación acerca de la correspondencia de los
efectos a la intención y acerca de la información de la voluntad, el proceso se
detendría a cada paso y la garantía jurisdiccional, no podría funcionar.
Asimismo, en la actividad procesal para que se otorgue una garantía
jurisdiccional,
S
O
D
VenA
…atañe a los actos procesales de parte que entran
la categoría de las
R
E
S
pura manifestaciones de voluntad, que
constituyen
el
ejercicio
del derecho
E
R
de acción y de contradicción,
pero
no
a
las
manifestaciones
de
voluntad
Slos cuales, con oportunas modificaciones
O
dispositivas…respecto
de
H
EC también las elaboraciones concernientes a los actos de
pueden
aceptarse
R
E
Dvoluntad regulados por el derecho privado.
58
Ahora bien por lo general se suele considerar la causa como uno de los
elementos esenciales de los negocios jurídicos. Sin embargo, no hay un acuerdo en la
doctrina sobre el concepto de causa, pero la opinión dominante cree que debe llegarse
a este concepto, en vista de que las declaraciones de voluntad privada, para que
produzcan efectos jurídicos, deben tener una finalidad practica. 59
En consecuencia, la voluntad de los sujetos de la relación procesal se dirige a
alcanzar una finalidad no hay quien pueda dudarlo, pese a, esta situación practica en
los actos procesales de parte, no puede tener importancia, ni interés jurídico.
58
59
Ídem.
Ibidem. pp. 388-389.
43
La falta o falsedad de la causa no produce la nulidad de los actos procesales de
parte, dado lo irrelevante del elemento causal.
De modo que, en nuestra opinión, de causa de los actos procesales de
parte, que constituyen también manifestaciones de voluntad, no creemos
que pueda hablarse correctamente, ni tampoco que pueda hablarse de
motivos o finalidades remotas del acto, por cuanto ni la una ni los otros los
toma en consideración el derecho procesal objetivo. 60
2.3.3.-Formas.
El Derecho Procesal, se considera como un sistema lógico formalmente
S
O
D
VA
R
E
S
construido de normas de conducta, que se complementan unas en otras.
E
R
S
O procesales, presentan un conjunto de elementos,
Es por ello que las H
formas
C
E
DER
Dicho conjunto, esta indicado y establecido por la ley procesal a fin de
asegurar y garantizar a las partes una recta justicia y a fin de eliminar toda
incertidumbre acerca de los caminos que han de seguirse para obtener
dicha justicia, con la observancia del principio del contradictorio y de la
igualdad de las partes en juicio, estableciendo una orientación de acciones
y reacciones que al mismo tiempo limitan los poderes del juez y los de las
partes.
Este sistema, se denomina de la legalidad de las formas, y a el cual se a
atenido en gran parte el nuevo código, aunque habiendo atemperado sus
asperezas mediante el principio opuesto, denominado libertad de las
formas. 61
Constituyendo las formas la configuración de los proceso, porque ellas
determinan como será la actividad procesal, desplegada por las partes o por el propio
juzgador.
El principio de la libertad de las formas, es tomado por algunos autores como
la regla a seguir, mientras que el sistema del vinculo de las formas representa la
60
61
Ibidem. p. 389.
Ibidem. pp. 389-390.
44
excepción, este principio, es acogido por el código adjetivo al establecer que si la ley
no prescribe una forma determinada, pueden cumplirse en la forma más idónea para
darle fin, en tal sentido, le deja a la discrecionalidad de las partes e inclusive la del
juez la elección que se crea que responde mejor al fin. Pero al haber limitado la
libertad de las formas a los casos en que la ley procesal no prescriba formas
determinadas, demuestra que se trata por el contrario de lo que plantean algunos
autores, que se trata de una excepción y no de una regla. 62
2.3.4.-Distinciones de las Forma.
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
Se entiende que H
la O
estructura formal en sus componentes
C
E
DEsinoRen razón de ciertas bases, ya establecidas.
comprendido
puede ser
Así se determina que en cuanto al modo de exteriorización que atañe a las
formas, puede ser oral o escrita, y en todo caso debe de ser en el idioma oficial.63
Otras formas de exteriorización “…conciernen a la publicidad del acto, en el
sentido de que todo el material de la causa se pone libremente a disposición de las
partes, en la secretaría, en la audiencia publica y en algunos medios de pruebas (por
ejemplo, testimonio) se toman en presencia de las partes”. 64
Completándose a esto, los actos procesales de partes deben someterse a un
régimen fiscal y a ciertas formalidades fiscales, si es de esta naturaleza.
62
Ibidem. p. 390.
Cf. Guasp, Jaime. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Madrid, España. Instituto de Estudios Políticos
Madrid. 1968. pp. 283-289.
64
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 390.
63
45
En cuanto al lugar, “Si la ley no establece donde debe de realizarse un acto, el
realizarlo en un lugar o en otro no tiene relevancia jurídica, por el contrario, si la sede
está determinada por la ley, el acto queda vinculado a determinado lugar”.65
No obstante, “…hay actos que deben realizarse en ciertos y determinados
lugares, cuando así lo exija la naturaleza del acto (por ejemplo, embargos, secuestros,
etc.), o bien cuando el juez, en caso de necesidad, indique el lugar donde debe
llevarse a cabo”. 66
S
O
D
Vse Arealizan en la sede de la
Comúnmente los actos procesales de E
partes
R
S
E
R
autoridad judicial.
OS
H
C
E
DER
Por condiciones de tiempo, se entiende, el tiempo establecido para el
cumplimiento sucesivo de los actos procesales de parte, que sirven para asegurar, en
interés de la justicia, así como interés de las partes, la marcha del proceso y
constituye el llamado principio del orden formal. 67
Muchas veces el orden sucesivo en el tiempo de los actos procesales de parte
lo impone la necesidad misma de las cosas, en virtud de una razón y lógica. Pero
muchas veces, es la misma norma procesal la que impone cierto orden cronológico de
65
Ídem.
Ibidem. p. 391.
67
Cf. Oderigo, Marío. Lecciones de Derecho Procesal. Tomo II. Buenos Aires, Argentina. Roque
Depalma Editor. 1960. pp. 235-243.
66
46
los actos y cierto espacio de tiempo entre el cumplimiento de determinado acto
procesal y otro. 68
La distancia que corre entre un acto y otro se llama termino, entendido esto,
los términos se distinguen en: Legales y judiciales, según estén establecidos ya sea
por la ley o el juez, e iniciales o finales, entendiendo que los términos iniciales son
aquellos que establecen el periodo de tiempo mínimo después del cual solamente se
puede cumplir una actividad procesal, y por, los términos finales, son aquellos que
S
O
D
VA
R
E
S
señalan el periodo de tiempo dentro del cual puede llevarse a cabo un acto procesal de
E
R
S
HO
parte, estos a su vez se dividen en: ordinarios, cuyo transcurso no excluye que el acto
EC
R
E
D
pueda llevarse a cabo, a menos que la parte contaría, en primera instancia o defensa
denuncie el transcurro del plazo y, por lo tanto, la nulidad del acto, y por otra parte,
los perentorios, cuyo transcurso da lugar al vencimiento absoluto, que no puede
sanearse ni aún siquiera por acuerdo de las partes. 69
Un último requisito, en base a las formas procesales, es el instituido por el
medio con que las actividades se comunican o se llevan a conocimiento, ya de la otra
parte, o del órgano judicial.
Es por lo que se entiende que este medio, puede ser variado, pero siempre se
traduce en una comunicación, que puede hacerse directamente, “…sin intervención
de ningún órgano o persona, y en tal caso se tiene una comunicación inmediata o
68
69
Ídem.
Ídem.
47
directa, puede hacerse también por medio de un órgano o una persona, y en tal caso
se tiene una comunicación mediata o indirecta”. 70
2.3.5.-Preclusiones y Términos.
El termino preclusión es una expresión que ha sido acogido en general por
todos los cultivadores del Derecho Procesal.
Ahora bien, “El concepto de preclusión surge del hecho de que, a
S
O
D
VA
R
E
S
consecuencia del cumplimiento o de la omisión de ciertos actos procesales de parte,
E
R
S
HO
se impide a esa misma a cumplirlos”. 71
EC
R
E
EsD
por lo que, el agotamiento del derecho o facultad procesal o caducidad del
derecho por el transcurso del tiempo, no permitiría verificar el acto transformándolo
entonces en acto incompatible, por prohibición de la ley.
Por tal motivo al presentarse, “….una causa de preclusión se contrapone a
este, el principio de adaptabilidad o de la elasticidad, en virtud del cual el
procedimiento no queda restringido en un orden demasiado rígido, sino que se adapta
a la necesidad de la causa”. 72
Las preclusiones pueden tener por objeto tanto actividades reservadas al
demandado como actividades reservadas al actor, y tienen gran importancia con
respecto a los términos, puesto que si determinado acto procesal se ejecuta con
70
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 391.
Ibidem. p. 392.
72
Ídem.
71
48
violación de un término, resulta imposible el cumplimiento del acto, el cual, si se
incumple se podrá desconocer, a instancia de parte, o de oficio. 73
2.4.-Actos de Terceros.
Desarrollados en la actividad procesal por personas que no son ni parte ni
órgano jurisdiccional, pero que son de algún interés en el proceso.
En tal sentido, aquellas personas son llamados en virtud de que poseen algún
S
O
D
VA
R
E
S
conocimiento de la ocurrencia de algún hecho y este necesita aclararse en el proceso
E
R
S
HO
o por que poseen alguna pericia para desarrollar cierta actividad que no es de común
EC
R
E
D
saber sino que requiere de estudio técnico sobre esa área. 74
2.4.1.-Actos de Prueba.
Se ejecutan principalmente por las partes para crear la convicción en el juez de
que su pretensión es la adecuada en cuanto a hecho y a derecho.
Son los más importantes del género y se pueden ejemplificar con la
declaración de testigos y el dictamen pericial. 75
73
Ídem.
Cf. Micheli, Gian Antonio. Ob. cit. p. 316.
75
Ídem.
74
49
2.4.2.-Actos de Cooperación.
Se consideran como el trabajo en común llevado a cabo por parte de una
persona u otros órganos en la búsqueda de un objetivo compartido, en lugar de
trabajar de forma separada, como lo sería en una competición.
Es por lo que son una gama muy variada de actos que realizan los terceros por
orden de los tribunales, tales como la inscripción de medidas cautelares en un registro
S
O
D
VA
R
E
S
y el descuento de haberes de un empleado para cumplir una sentencia. 76
E
R
S
HO
EC
R
E
D
76
Ídem.
50
S
O
D
VA
R
E
S
EC
R
E
D
E
R
S
HO
Capítulo 3: Las Nulidades.
51
3.1.-Ineficacia de los Actos Procesales.
Se considera a la capacidad de lograr un efecto no deseado o esperado, en
razón, de que no es el buscado por la ley.
Es por ello, que parte de la doctrina establece que la ineficacia, “…cuya causa
es extrínseca, puede dar lugar a distintas figuras (actos resolubles, revocables,
rescindibles), cuya eficacia o ineficacia depende de una circunstancia extrínseca
S
O
D
VA
R
E
S
(actos sujetos a condición suspensiva o resolutoria)”. 77
E
R
S
HO
Los actos que pierden su eficacia sólo cuando son objeto de una manifestación
EC
R
E
D
de voluntad de las partes interesadas, dirigidas a producir la insuficiencia, son
llamados actos impugnables.
Ahora bien, con más propiedad se les debe denominar actos anulables, de los
cuales hay que distinguir los actos irregulares, que constituyen la categoría de actos
que no son conforme a una disposición legal, pero respecto de los cuales la misma ley
no conmina, como sanción. “Tales actos son plenamente válidos, salvo que al
violador o contraventor del precepto se le conminan algunas sanciones, no
consistentes en la ineficacia del acto, que debe ser regularizado”. 78
77
78
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 395.
Ídem.
52
3.1.1.-Inexistencia.
Se determina que el negocio inexistente más que una figura, la cual, si pudo
haber originado en alguna de las partes la impresión de haberle ayudado o asistido a
él, no produce, sin embargo, efectos jurídicos, ni siquiera de carácter negativo o
divergente.
Es a la luz de esta situación que la doctrina hace referencia a este punto
S
O
D
VA
R
E
Suna diversidad suya respecto de
…suele indicarse un vicio del acto,E
o sea
R
Sal respecto de falta de uno de los elementos
la hipótesis legal…SeO
habla
H
constitutivos C
del acto
y se contrapone la hipótesis a la nulidad, que expresa
ERunEvicio del acto, pero sin embargo no tan grave para excluir que
Dtambién
señalando;
el acto pueda ser reconocido como tal, incluso si eventualmente puede ser
realidad por la declaración de su nulidad. 79
3.1.1.1.-De los Actos Procesales de los Órganos Jurisdiccionales.
La relevancia jurídica, que tiene el órgano jurisdiccional, genera efectos
preliminares y establece una situación de expectativa: en motivo de la actuación total
que corresponde a la eficacia jurídica del proceso.
En consecuencia, los casos de inexistencia de los órganos jurisdiccionales no
son numerosos, sin embargo, lo cierto es que debe aceptarse hay algunos actos
inexistentes, como por ejemplo la sentencia que carece de firma. Este acto, en verdad,
no puede siquiera considerarse acto de los órganos jurisdiccionales, ya que en rigor
79
Satta, Salvatore. Manual de Derecho Procesal Civil. Vol. I. Traducción de Santiago Sentís
Melendo y Fernando De La Rúa. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-AMÉRICA.
1971. p. 236.
53
estricto, carece de lo que podríamos denominar la paternidad del acto. De manera que
contra ella no hay necesidad de desplegar acción alguna para eliminarla, ni ninguna
impugnación, siendo suficiente, para todo efecto, declarar que el acto no existe. 80
Determinando que, “Aunque la ley no habla de ello, a la falta de firma puede
equipararse una sentencia que haya sido pronunciada oralmente, o bien por un
particular o por un órgano administrativo…no previsto de ningún poder judicial”. 81
S
O
D
A
referirse a un caso de inexistencia, se trata en rigor,
deV
un caso de nulidad.
R
E
S
E
R
OS
H
C
E los Actos Procesales de las Partes.
3.1.1.2.-De
DER
Al hablarse, de la falta de la parte dispositiva de la sentencia, más que
En perfecta concordancia con la inexistencia de los actos procesales de los
órganos jurisdiccionales, está la inexistencia de los actos procesales de las partes,
estableciendo que la validez formal se materializa en términos de existencia jurídica.
Sin embargo, los casos son mucho menos numerosos, y a titulo de ejemplo
podemos recordar: la citación que contenga la notificación de la demanda
hecha ante un particular; o ante un órgano administrativo completamente
distinto de cualquier poder jurisdiccional, como un notario; o bien, por
último, ante un órgano jurisdiccional no provisto de poder de decisión (por
ejemplo, el secretario); o bien la renuncia a una obligación o a una carga
procesal. 82
80
Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 395.
Ibidem. p. 396.
82
Ibidem. p. 395.
81
54
3.1.2.-Nulidades Procesales.
Se piensa que es la sanción debido a la ineficacia o falta de valor legal, de los
actos jurídicos celebrados con violación o defecto de las formas y solemnidades
establecidas por la ley, o con causa ilícita.
Pero para determinar que se entiende por nulidad procesal se debe distinguir
S
O
D
VA
R
E
S en el que se incurre en su
La nulidad es absoluta cuando elE
vicio
R
realización es de tal magnitud
que
impide
toda posibilidad de producir
S
O
H
efectos jurídicos
desde
el
momento
mismo
de
su realización por afectar el
Cprocesal o normas de estricto orden
E
ordenR
público
Esta nulidad
E efecto et tunc, es decir, desde el momento mismopúblico.
Dsurte
del nacimiento del
sus dos tipos: nulidad absoluta que la doctrina lo establece de la siguiente manera.
acto. 83
Asimismo por disposición de la Ley, “…la nulidad puede ser declara de oficio
y no podrá subsanarse ni aun con el consentimiento expreso las partes…”. 84
Y, una nulidad relativa debe considerarse “cuando el vicio en que se incurre
en su realización sólo afecta un interés privado de los sujetos y, en consecuencia,
puede ser convalidado o subsanado por las mismas partes; esta nulidad surte efecto a
partir de su declaración”. 85
En el acto procesal existe un vicio de apartamiento de las formas dadas para la
realización del acto; pero el error no es grave sino leve. Sólo cuando haya derivado en
83
Ortiz, Rafael. Teoría General del Proceso. Caracas, Venezuela. Edit. Frónesis. 2004. p. 643.
Ibidem. pp. 643-644.
85
Ibidem. p. 644.
84
55
efectivo perjuicio, podrá ser conveniente so invalidación. Por lo tanto, la formula
seria la de que el acto relativamente nulo admite ser invalidado y puede ser
convalidado. 86
Es por ello que la nulidad existe para proteger intereses que resultan violados
al realizarse el acto jurídico.
3.2.-Principios que rigen la Nulidad Procesal.
S
O
D
VA
R
E
S
En el desarrollo de aplicación de las nulidades se debe necesariamente hacer
E
R
S
HO
referencia a los fundamentos para dictaminarlas, es decir, cuales son sus bases para
EC
R
E
D
declararlas.
3.2.1.-Principio de Especificidad.
Se considera que es un principio fundamental del Derecho Público conforme
al cual deben someterse las normas jurídicas para otorgar de esta forma en una
verdadera garantía, en razón de la seguridad jurídica.
En consecuencia, también puede ser denominado en el ámbito de las nulidades
como el principio de la legalidad, estableciendo que no hay nulidad sin texto legal
que la exprese.
86
Cf. Couture, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Buenos Aires, Argentina.
Ediciones Depalma. 1997. p. 397.
56
Este principio ha sido reclamado, casi invariablemente, por la doctrina y por la
jurisprudencia. “Por consiguiente no se admite la nulidad si no se expresa la causa
legal en que se funda”. 87
Es por ello que la legalidad se pudiera considerar como la regla que rige a las
nulidades y en tal carácter actúa como parámetro para determinar si en un Estado
existe un Estado de Derecho.
S
O
D
A
V
conocimientos a la ciencia, “…no sin discrepancia,
ha creado la categoría de las
R
E
S
E
R
llamadas nulidades implícitas,
OqueScontradicen al principio puesto que admite que, al
H
C
E
R
E
D
menos en ciertos casos, existen nulidades que no están previstas en la ley
Ahora bien en la actualidad, la doctrina en su función de aportadora de nuevos
expresamente, pero que resultan de principios contenidos en el texto…”. 88
…las nulidades del procedimiento son solamente las previstas en la ley y
no pueden aceptarse otras, debiendo regir inclusive, la regla de la
interpretación restrictiva.
Sin embargo (llamémosle, o no, inexistencia) habrá también posibilidad de
anular el proceso cuando existan vicios que obsten a la constitución de una
relación procesal válida o se violen las garantías del debido proceso, que
en el fondo, surgen de normas jurídicas positivas.
Quedarían entonces, traducida la fórmula de nulidades implícitas, que
empleada la doctrina, reconociendo la existencia de ciertos vicios que
impiden el derecho fundamental de defensa en juicio, que son
impugnables aún cuando la ley no lo establezca expresamente, y
relevables no solo ha pedido de parte, sino también de oficio. Pero en caso
de excepción y con referencia a principios que realmente existen en el
derecho positivo… 89
87
Véscovi, Enrique. Teoría General del Proceso. Bogotá, Colombia. Edit. TEMIS. 1984. p. 303.
Ídem.
89
Ídem.
88
57
3.2.2.-Principio de Trascendencia.
Envueltas las nulidades en una legalidad de formas los juristas, han denotado
otro de los caracteres de las nulidades como lo es, no hay nulidad sin perjuicio.
En virtud del carácter no formalista del derecho procesal moderno, se ha
establecido que para que exista nulidad no basta la sola infracción a la
forma, si no se produce un perjuicio a la parte. La nulidad más que
satisfacer pruritos formales, tiene por objeto evitar la violación a las
garantías en juicio. Teniendo por fin no solo el interés legal en el
cumplimiento de las normas y ritualidades que la ley fija para los juicios,
sino la salvaguardia de los derechos de las partes. 90
S
O
D
VA
R
E
S
Es por esta razón que muchos derechos positivos modernos;
E
R
S
HO
EC
R
E
D
…establecen el principio de que el acto con vicios de forma es válido, si
alcanza los fines propuestos, igualmente, si en lugar de seguirle un
procedimiento se ha utilizado, equivocadamente, otro, pero con mayores
garantías, lo que también se llama principio de finalidad… Es decir, que la
violación formal debe trascender a la violación de los derechos de las
partes. 91
Este principio no tiene disposición legal que lo establezca, “…pero es
aceptado unánimemente en el derecho comparado y también por la doctrina y
jurisprudencia”. 92
3.2.3.-Principio de Declaración Judicial.
El órgano jurisdiccional realiza actuaciones resolutorias, con el fin de resolver
del proceso y los acontecimientos que se susciten en su tramitación.
90
Ibidem. p. 304.
Ídem.
92
Ídem.
91
58
En razón de ello sobre este principio, los autores batallan acerca de si la
nulidad absoluta es o no es, declarada por el juez. “…es decir, que la sentencia que la
acepta sea declarativa y no constitutiva, como la que acoge la nulidad relativa. La
nulidad declarada por el juez, ya existe, solo se comprueba...”. 93
Para que el órgano jurisdiccional decida sobre los intereses sometidos a su
conocimiento es necesario que se pronuncie también sobre las incidencias que se
pudieran originar en la actividad procesal.
S
O
D
A
V
En tal sentido, la nulidad tiene que ser E
objeto
de declaración judicial, por lo
R
S
E
R
tanto, que si bien el acto absolutamente
OS nulo no deba producir efectos, de hecho los
H
C
E
R
E
D
produce mientras no se haga efectiva la declaración judicial. Por eso, la sentencia que
declara la nulidad, siendo declarativa tiene efecto retroactivo y produce la anulación
de los actos consecuentes que todavía están en pie, esto es, que aún cuando el juez
falle sin jurisdicción, ya sea por razón de la materia, o fuera de plazo, la sentencia
tendrá validez hasta que sea declarada nula en cualquier momento, que no se
convalide, y otra, muy diferente que no haya necesidad de una declaración judicial. 94
3.2.4.-Principio de Protección.
Se refiere a la esencia misma de la nulidad como medio de impugnación
procesal de los actos.
93
94
Ídem.
Ibidem. p. 305.
59
En consecuencia este principio establece que “…la nulidad sólo puede ser
reclamada por la parte afectada por aquella, y no por la parte que dio lugar a la
misma…”. 95
Los efectos de este tipo de principio son los siguientes,
a) No existe impugnación de nulidad, en ninguna de sus formas, si no
existe un interés lesionado que reclame protección. La anulación por la
anulación no vale. Esta consecuencia lo es también del principio general
ya expuesto de que no hay nulidad sin perjuicio al recurrente.
b) Sólo pueden invocar las nulidades constituías en protección de los
incapaces, éstos mismos o sus representantes legales. La nulidad no
pueden aducirla quienes han gozado de capacidad durante la consumación
de los actos.
c) Pero la consecuencia más importante derivada de este criterio general,
es que no puede ampararse en nulidad el que ha celebrado el acto nulo
sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidad. 96
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
EC
R
E
D
3.2.5.-Principio
de Convalidación.
Se considera como un carácter de rectificación, del vicio que pudiera padecer
algún acto, pero siempre que no contrarié el orden público.
Ahora bien, las circunstancia de seguridad y certeza del derecho, manifiestan
la razón del proceso, y el instituto de la cosa juzgada, hacen que se aplique este
principio, de manera que trascurrida una etapa no se puede volver a la anterior. Y
cuando todas estas han cerrado, se precluye la posibilidad de reclamar contra todas
las nulidades. 97
95
Ovalle, José. Ob. cit. p. 304.
Couture, Eduardo J. Ob. cit. p. 397.
97
Cf. Ortiz, Rafael. Ob. cit. pp. 662-666.
96
60
Los actos procesales están encaminados a la obtención de una finalidad,
objetiva que le es intrínseca a cada acto procesal. La finalidad genérica de los actos
procesales es la prerrogativa de la defensa en el proceso de las partes y sus derechos.
El argumento de la convalidación ha sido contenido en el de, los remedios
contra el acto nulo, es decir, el saneamiento de las nulidades. Así como el derecho
estudia el acto nulo y sus efectos, también lo hace con la forma de evitar dichos
efectos, eliminando o saneando el acto nulo. 98
S
O
D
A correcta y debida se
Vprocesal
Es por lo que, para el ejercicio de una actividad
R
E
S
E
R
determina que,
OS
H
C
E
DER
Las formas de subsanación pueden ser varias, a saber:
a) La repetición del acto anterior sin los vicios de este;
b) La confirmación o ratificación del acto anulable.
c) La conformidad con el acto, que es lo a veces se llama convalidación y
puede comprender las tres formas. 99
En virtud de esta situación, la repetición del acto anterior no es una
subsanación de este, sino la realización de un nuevo acto, sin los vicios del primero, y
que por consiguiente lo sustituye; la confirmación importa un nuevo acto jurídico no
similar al anterior, sino cuyo contenido se agota en la mera ratificación del
antecedente; y por último, la forma más usada en el proceso es la llamada
convalidación de las nulidades por la aceptaron de ellas, al no reclamarse
oportunamente. Las nulidades procesales a diferencia de las civiles se subsanan, más
98
99
Cf. Véscovi, Enrique. Ob. cit. p. 305.
Ibidem. p. 306.
61
que por el transcurso del tiempo, por el discurso del procedimiento y por el sistema
de preclusiones que impide retroceder a las etapas ya concluidas. 100
En todo caso, cuando estas normas no existan, igualmente hayan principio
general del derecho que acepta la convalidación de las nulidades
procesales, fundado en los postulados antes mencionados (certeza,
seguridad, preclusión). También se basa en que dichas nulidades deben ser
opuestas por las partes y no de oficio por el juez, por lo cual se presume
que al no hacerlo en el tiempo, renuncian a invocarla. 101
3.3.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de los Órganos
Jurisdiccionales.
Referidas a cuando la
S
O
D
VAes un vicio
causa de la E
invalidez
R
S
E
R
S
de voluntad
O
CH
E
R
DE
proveniente de los sujetos que personifican al órgano o su actuación.
…el problema de los vicios de a actividad volitiva de los órganos de
justicia no ha tenido hasta el día de hoy una exposición integra, puesto que
de este tema se suele hablar más es a propósito de cada uno de los medios
para impugnar las sentencias, que en una exposición autónoma. 102
Ahora bien cuando se habla de vicios de la voluntad de los órganos de justicia,
causados por error, violencia o dolo, hay que tener en cuenta, que no todos los actos
de los órganos jurisdiccionales revisten el carácter de actos de voluntad. Sin embargo,
ello no impide, que estando la actividad intelectiva de los órganos de justicia dirigida
a operar sobre un acto de voluntad, los vicios característicos de ésta, no puedan
igualmente encontrar cabida también en el campo de tales actos de los órganos. 103
100
Ídem.
Ídem.
102
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 400.
103
Ídem.
101
62
En lo relativo al error, se piensa que es una falsa apreciación acerca de una
cosa o de un hecho, basado en un incompleto conocimiento en cuanto existe una mala
valoración de acontecimientos o de principios de derecho que se vinculan a los
mismos.
Desde este punto de vista el error se distingue en error de derecho y error
de hecho…El error de derecho consiste en la ignorancia de una norma de
derecho en la falsa interpretación o inexacta aplicación de ella. El caer en
el error puede ser producto de la actividad espontánea del órgano
jurisdiccional o de las partes en juicio. El error de hecho es aquel en que
puede incurrir el órgano de justicia en la valoración de los hechos cuya
existencia sea cierta, o de aquellos en que siendo incierta su existencia,
haya sido probada la existencia, y en tal caso se traduce en una falsa
valoración de la prueba de los hechos…los errores in procedendo y los
errores in indicando. Los primeros provienen de la ignorancia de una
norma procesal, de la falsa aplicación o interpretación de una norma
procesal, mientras que los segundos consisten de la ignorancia de una
norma de derecho sustancial, o la falsa aplicación o interpretación de una
norma de derecho sustancial. 104
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
EC
R
E
D
Otra causa, de estos vicios es el temor, que la ley considera como violencia,
“…la cual pede ser moral o física, pero en todo caso ese temor que se produce es el
que induce a la realización del acto”. 105
Por ultimo, el dolo como vicio de la voluntad, es la acción dolosa o
intencional realizada por un sujeto que personifica al órgano u oficio jurisdiccional, a
fin de favorecer a una de las partes en juicio, con daño de la otra. 106
104
Ibidem. pp. 400-401.
Ídem.
106
Ídem.
105
63
3.3.1.-Respecto a sus Integrantes.
En cuanto a la categoría general de vicios concernientes a aquellos sujetos
denominados órganos jurisdiccionales, hay que distinguir a los órganos de justicia de
los sujetos que tienen la cualidad de órganos, ya que estos poseen facultades y
estructura propia establecidas en la propia Constitución y leyes del ordenamiento
jurídico.
S
O
D
VA
R
E
S
3.3.1.1.-Constitución.
E
R
S
HO
En relación a los órganos jurisdiccional se suele hablar de vicios relativos a la
EC
R
E
D
constitución; es decir, a la estructura que posee.
Aquí el vicio del acto consiste en no haber sido cumplido por la persona
física o las personas físicas que componen el oficio judicial, ya que solo
ciertas y determinadas personas físicas teniendo como base la relación de
servicio que las ligas al Estado, constituyen el órgano y están autorizadas
por la ley para actuar, personificando al órgano, a nombre del Estado. 107
En lo atinente al ministerio público, si las normas procesales imponen la
intervención o presencia en el juicio de este, a fin de tutelar y representar los intereses
estatales y adoptar sus conclusiones con respecto a determinada relación jurídica cuya
certeza debe declarase. 108
107
108
Ibidem. p. 398.
Ídem.
64
3.3.1.2.-Incompetencia.
La competencia es la autoridad legítima de un órgano jurisdiccional para hacer
de su conocimiento un asunto para así poder otorgar una resolución del mismo.
Pero otro de los vicios de los actos procesales de los órganos jurisdiccionales
puede encontrarse “…siempre que no hay coincidencia entre el órgano u oficio que
actué en determinado proceso y el órgano u oficio que estaría autorizado para actuar,
S
O
D
VA
R
E
S
es decir, al que la ley le atribuye el poder o la potestad jurisdiccional con respecto a
E
R
S
HO
determinada causa”. 109
EC
R
E
D
En atención, a el caso de la falta de jurisdicción y la falta de competencia, el
primero da lugar a un acto procesal del órgano, que no es un acto procesal
jurisdiccional; la segunda da lugar a un acto del órgano jurisdiccional que esta
viciado, puesto que el órgano que lo emitió esta desprovisto de jurisdicción. 110
3.3.1.3.-Incapacidad Subjetiva Absoluta.
Para poner en práctica la legitimidad atribuida a los diferentes sujetos que
conforman la actividad procesal, se debe destacar la necesidad e importancia de este
elemento subjetivo.
Hay que diferenciar…las causas absolutas de incapacidad subjetiva y las
causas relativas…
Las primeras constituyen una incapacidad absoluta, que compone la
posibilidad para determinado sujeto que personifica o forma parte del
órgano, de cumplir la función jurisdiccional a él encomendada. Las
109
110
Ibidem. p. 399.
Ídem.
65
segundas, establecen una incapacidad relativa, que, aunque existente, si no
se alega, no constituye causa de invalidez de los actos de los órganos
jurisdiccionales. 111
Para eliminar dicha incompatibilidad, están los institutos de la recusación y de
la abstención, pero cuando de tales remedios no se valgan las partes que personifican
al oficio jurisdiccional, serán diversos los efectos que se produzcan sobre la actividad
desplegadas por los órganos, según se trate de incompatibilidad absoluta o relativa, la
primera afectará de nulidad al acto y la segunda no podrá producir efecto alguno si las
S
O
D
VA
R
E
SContenido y Forma de sus Actos.
3.3.2.-Respecto a la Discrepancia entre
E
R
OS
H
C
ERE es una función que tiene por meta la satisfacción
LaDjurisdicción
partes no hacen uso de los remedios respectivos. 112
de
pretensiones que presenta la actividad procesal, es por lo que poco hay que agregar
acerca del vicio de la disconformidad entre el contenido y la forma de los actos.
Es evidente, “…la ley prescribe determinada forma, o si, aún remitiéndola al
poder discrecional del juez, éste yerra en la valoración de la forma más idónea para la
consecución del fin, tales errores constituyen un vicio que afecta el acto”. 113
Atendiendo a esta situación se puede establecer que,
En virtud de la cual se verifica el fenómeno de un acto que discrepa de su
contenido…es necesario referirse a las sentencias, ordenanzas y decretas
que a la diversidad del contenido de los actos de los órganos
jurisdiccionales le corresponde una diversidad de las formas que deben
asumir los actos…Si por su contenido sustancial un acto tiene que adoptar,
111
Ídem.
Ídem.
113
Ídem.
112
66
por disposición de ley, cierta forma, la disconformidad entre el contenido
y la forma constituye un vicio del acto. 114
Una relevancia particular, de estos actos es que pueden poseer otros vicios de
los actos procesales de los órganos jurisdiccionales, que aún pudiendo entrar n la
categoría más general de los errores in procedendo, tienen, sin embargo, una
fisonomía totalmente propia.
Es menester, referirse a los vicios provenientes de la violación de dicho
S
O
D
A es el consistente en la
Vvicio,
omisión de pronunciamiento y la ultra petición. Otro
R
E
S
E
R
violación, por parte de los órganos
OSjurisdiccionales, de la cosa juzgada.
H
C
E
DER
principio, que se traduce en dos típico defectos de actividad del juez, a saber, la
115
Si los órganos judiciales, en el ejercicio de su actividad, violan la cosa
juzgada, dicha violación constituye un vicio de la sentencia que indudablemente
afecta su validez, estableciendo la violación de la cosa juzgada uno de los vicios de la
sentencia referentes a la falta de jurisdicción.
Otra cuestión que se presenta es si la falta de motivación de la sentencia puede
considerase como un vicio denunciable de casación. No hay duda que este vicio, dado
el carácter de la apelación como un remedio general, en la que puede denunciarse
cualquier vicio de la sentencia, puede constituir motivo de nulidad de la sentencia
ante el juez de merito. 116
114
Ibidem. pp. 397-398.
Ibidem. p. 399.
116
Ídem.
115
67
3.4.-Nulidad y Anulabilidad de los Actos Procesales de las Partes.
Se considera que la posibilidad de realizar una actuación procesal por alguno
de los sujetos que forman parte del litigio, es para la consecución de una resolución.
Es por lo que la nulidad y la anulabilidad de los actos procesales de las partes
afectan a todos los sujetos que en el proceso hayan asumido en cualquier forma
calidad de parte, ahora bien, en el sentido de la incapacidad, es importante tener en
S
O
D
VA
de ser parte, existe la capacidad de estar en juicio.
R
E
S
E
R
OS
H
C
En vista R
de E
lo expresado, “Un primer vicio concerniente a los sujetos que
DE
cuenta, el concepto de lo que es ser parte en juicio, y también que junto a la capacidad
117
asumen la calidad de partes puede eventualmente encontrarse en la incapacidad, esto
es, en la falta de capacidad de estar en juicio…”. 118
Otro vicio concerniente a los sujetos es la falta de la legitimación para
accionar y para contradecir, y del interés para accionar o para contradecir que pueda
eventualmente encontrarse en aquellos que se han hecho actores o que han asumido el
carácter de contradictores en el juicio. Igual vicio puede encontrarse cuando el sujeto
que obra o contradice carezca de interés para obrar o contradecir.119
117
Ibidem. p. 517.
Ídem.
119
Ídem.
118
68
En la falta de representación, por ser uno de los requisitos para tener
postulación en el proceso,
…las partes no pueden normalmente pedir en juicio por sí mismas, sino
que es necesario que por medio de un procurador legal, de modo que si la
parte se a constituido personalmente, o si la constitución por medio del
procurador no ha sido regular…ello constituye un vicio en la actividad,
imputable a la parte o al apoderado, que invalide la Constitución. 120
La ilegítima representación de las partes, existe cuando falta el postulado
procesal de capacidad para comparecer al proceso, como cuando el demandado es
S
O
D
VA
R
E
S
incapaz y no comparece por medio de su representante legal, o cuando falta la prueba
E
R
S
HO
de la representación del abogado. 121
EC
R
E
D
En lo concerniente, a la nulidad y anulabilidad de los actos procesales relativa
a la voluntad de los sujetos, es indispensable remitirse a lo ya dicho sobre los actos
procesales de parte y al elemento de la voluntad.
Dado a que es cierto que en aquella categoría de actos que constituyen puras
manifestaciones de voluntad, que no tienen una autonomía e individualidad propia,
pero cuyos efectos jurídicos deben estar ligados al derecho más general, de acción y
de contradicción, de que forman parte, por constituir el ejercicio de eso actos una de
las diversa facultades comprendidas en dichos derechos, “…el elemento de la
120
Ídem.
Cf. Monroy, Marco. Principios de Derecho Procesal Civil. Bogotá, Colombia. Edit. TEMIS. 1974.
p. 315.
121
69
voluntad no tiene aquella relevancia que se observa en otra declaraciones o
manifestaciones de voluntad”. 122
De esto, “…sigue que los tres vicios clásicos que pueden afectar a la voluntad,
a saber, el error, la violencia y el dolo, tienen escasa relevancia como vicios y causas
de invalidez de los actos procesales de parte perteneciente a la primera categoría”. 123
En tal sentido, “A propósito del error, es cierto que este no puede tener
S
O
D
VA a cumplir dicho acto,
como de los motivos que han engendrado la E
determinación
R
S
E
R
puesto que tiene poca importancia
OSel que haya sido fruto de una falsa representación
H
C
E
R
E
D
de la realidad”.
ninguna relevancia, debido a que el derecho procesal prescinde tanto de la causa
124
En lo pertinente a la violencia, “…la indagación acerca del proceso formativo
de la voluntad que esté en cierto modo precluida, puede a veces elevarse a la
categoría de un vicio de la voluntad, cuando pueda probarse la violencia ocurrida,
moral o física, de una parte respecto de la otra”. 125
Con relación a la actividad procesal de las partes en cuanto a su
exteriorización,
…a la falta de correspondencia entre el contenido y la forma de los actos
de las partes, el campo de aplicación es muy modesto, ya que dicho vicio,
encuentra mucha más amplia aplicación en los actos de los órganos
jurisdiccionales…en varios casos puede verificarse la falta de
122
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 405.
Ídem.
124
Ídem.
125
Ídem.
123
70
correspondencia entre el contenido y la forma del acto procesal de parte,
como es el asunto que constituiría un caso de falta de correspondencia por
haber usado la forma del recurso, en vez de la forma de la citación, para
proponer apelación contra una sentencia de primer grado; o bien, el
proponer una apelación en la forma de citación que ha de surtirse ante un
órgano jurisdiccional superior, contra una providencia de jurisdicción
voluntaria. 126
En el mismo orden de ideas, establece la doctrina, que para mejor
entendimiento de los actos de las partes, las deficiencias intrínsecas del contenido
materia, no pueden dar lugar a cuestiones de nulidad, todo se reducirá a una mayor o
menor idoneidad, de facto para desplegar una influencia favorable sobre la
S
O
D
VA
R
E
S
prosecución del proceso, sobre la opinión del juez, o sus decisiones. 127
E
R
S
HO
C
E
R
E
legalidad D
de las formas como al sistema opuesto de la libertad de las formas.
En razón de las formas, es preciso hacer referencia tanto al sistema de
El cumplimiento de las formas procesales no puede quedar librado al
arbitrio de aquellos a quienes está impuesto, y, en consecuencia, se hace
necesario asegurar su respeto mediante sanciones adecuadas a la
importancia o gravedad de la violación. Ellas pueden resumirse en dos:
ineficacia del acto cumplido o posibilidad de cumplir un acto futuro. En
primer caso, la sanción es la nulidad del acto; en el segundo, el
decaimiento del derecho. A ello se agrega a veces, una sanción pecuniaria,
pero en realidad ésta no tiene ningún efecto sobre el acto mismo. 128
Sin embargo, la ley establece el principio de que no puede decretarse la
nulidad por inobservancia de las formas de algún acto del proceso, si la nulidad no ha
sido conminada por la ley, o si el acto viciado ha conseguido el fin al cual estaba
destinado, independientemente de los requisitos que la ley exige. No obstante, puede
126
Ídem.
Redenti, Enrico. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Traducción de Santiago Sentís Melendo y
Mariano Ayerra Rendín. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Jurídicas EUROPA-ÁMERICA. 1957. p.
218.
128
Alsina, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo I.
Buenos Aires, Argentina. EDIAR S.A. Editores. 1963. p. 625.
127
71
decretarse la nulidad, cuando el acto carezca de los requisitos indispensables para la
consecución de su finalidad. Los vicios de los actos se distinguen, en vicios previstos
bajo la pena de nulidad esto es, concernientes a un requisito cuya ausencia, según la
ley, produce nulidad, y los vicios esenciales, es decir, referentes a un requisito
indispensable para la obtención del fin que se propone el acto. 129
Es por lo que tal distinción no es exacta, en razón de que el vicio llamado
esencial origina, una nulidad que está ya determinada por la ley.
S
O
D
VA
Ahora bien, es por lo que se determina que,
R
E
S
E
R
S
O
H
C
…no todos
Elos vicios atinentes a la llamada forma de los actos procesales
DsonEenRrealidad vicios de forma, sino casi siempre atañen a la sustancia del
acto, es decir, que se conminan teniendo en cuenta el fin sustancial que el
acto se propone.
De manera,…es conveniente distinguir los vicios de los actos procesales
de partes en vicios estrictamente formales y vicios formales que
contemplan un requisito sustancial del acto. 130
3.5.-Intensidad y Extensión de la Invalidez.
Se considera que todos los elementos a los que un concepto es aplicable, se
debe establecer el grado de fuerza e importancia, de sus cualidades.
Para ello puede darse el caso que, “….por la falta de un elemento sustancial,
un acto procesal, no tenga eficacia, pero los efectos jurídicos del acto pueden ser
129
130
Cf. Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 406.
Ídem.
72
varios y diversos. La exclusión de un efecto no importa necesariamente que no se
produzcan los demás efectos, cuando estos sean compatibles con el acto realizado”.131
En caso de privación de efectos, “…se habla de invalidez del acto, pues la
invalidez o nulidad, no es sino el concepto descriptivo de esta ausencia de todos o de
parte de los efectos normales”. 132
En tal sentido, “La nulidad de una parte procesal no afecta a las otras partes
S
O
D
VdelAacto, no implica la de los
los actos procesales de parte complejos…Esta nulidad
R
E
S
E
R
actos precedentes o siguientes
queS
sean independientes de ella”.
O
H
C
E
DER
que sean independientes de ella…principio este, que vale, especialmente, en cuanto a
133
3.6.-Medios para Hacer Valer los Vicios.
En cuanto a las impugnaciones y rectificaciones, los vicios de los actos
procesales de los órganos jurisdiccionales, pueden hacerse valer con medios de
distinta naturaleza, en el ejercicio de una garantía jurisdiccional, y derecho al debido
proceso.
Es por lo que, “Teniendo presente, que si el acto de tales órganos es
inexistente, no es necesaria impugnación alguna, dado que el acto es tanquam non
esse y el acto no existe, tanto en el mundo material como en el jurídico”. 134
131
Ídem.
Guasp, Jaime. Ob. cit. p. 290.
133
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 406.
134
Ibidem. p. 407.
132
73
En atención a esta situación, se establece que si el acto es nulo, la nulidad
debe declararla de oficio el juez, y si no lo es puede alegarse por medio de la
impugnación. Ahora, si el acto es anulable, no puede decretarse sino a solicitud de
parte. 135
En consecuencia al ser el proceso un conjunto de actividades para la
satisfacción de algún interés o conflicto, se expresa que,
S
O
D
VA
R
E
S
Del mismo modo, en la fase instructora, los vicios de los actos de los
órganos de justicia se pueden hacer valer con diversos medios, a saber,
con impugnaciones o deducciones en el periodo instructorio, o bien con
los alegatos de conclusión, una vez cerrada la fase instructora.
Al lado de las impugnaciones, hay otros medios que con denominación
genérica, son denominadas rectificaciones, estas no atañen a la
inexistencia, nulidad o anulabilidad de los actos procesales sino
simplemente a la irregularidad de los actos.
La rectificación, atañe tanto a las providencias de los órganos de justicia
como a los actos de las partes, pero cuando se trata de los primeros suele
hablarse específicamente de corrección. La cual, concierne también a los
actos irregulares, a las sentencias contra las cuales no se haya opuesto
apelación, y sólo tiene cabida cuando el juez haya incurrido en omisiones
o errores materiales o de cálculo. 136
E
R
S
HO
EC
R
E
D
Del mismo modo, la ley reconoce la revocación de los actos procesales, este
instituto atañe, sobre todo a los actos procesales de las partes, cuando haya un vicio
relevante, fijando un plazo perentorio para la renovación del acto. Sin embargo, los
órganos jurisdiccionales también pueden renovar algunos de sus actos, como por
ejemplo, una nueva audición de los testigos ya interrogados por el juez, para así
corregir irregularidades. 137
135
Ídem.
Ídem.
137
Ibidem. p. 408.
136
74
En tal sentido, “…la nulidad se refiere a la existencia de vicios que afectan la
validez del acto, la revocabilidad generalmente contempla defectos del acto que lo
hacen injusto o equivocado a pesar de su validez y eficacia, pero puede también
operar en razón de aquellos vicios si se interpone en tiempo el recurso pertinente”. 138
En el mismo orden de ideas en lo referente a la convalidación, “…es bien
sabido que los actos procesales ineficaces pueden hacerse eficaces siempre que no se
trate de la inexistencia del acto”. 139
S
O
D
A de la potestad de
Vinvestido
Dicho esto, el órgano judicial al encontrarse
R
E
S
E
R
S se caracteriza por resolver el conflicto o
otorgar una tutela judicial
efectiva,
O
H
C
E
R
E
D
controversia, es por ello que los modos por los cuales un acto puede hacerse eficaz,
son dos:
La consecución de la finalidad del acto, que careciendo aún de un requisito
sustancial haya cumplido igualmente con su función. Este principio, en virtud del
cual se subsana un acto, esta sancionado en la ley. Y, para los vicios que implican
anulabilidad, la nulidad no puede pronunciarse si no a instancia de parte. En este caso
se trata, de vicios relativos a un requisito exigido en el exclusivo interés de la parte,
de manera que si no es alegado, por la parte en primera instancia o defensa del acto
subsiguiente, se entiende que aprueba al acto. 140
138
Devis, Hernando. Compendio de Derecho Procesal Teoría General del Proceso. Tomo I. Santafé
de Bogotá, Colombia. Edit. ABC. 1996. p. 598.
139
Rocco, Ugo. Ob. cit. p. 408.
140
Ídem.
75
En cuanto a los vicios de los actos de los órganos de justicia, la aceptación
expresa o tácita de ella, importa la aprobación, y por tanto, el saneamiento de los
eventuales vicios. La aprobación a la sentencia, puede ser expresa, cuando haya una
declaración explícita de voluntad de que se quiere aceptar la sentencia; es tácita
cuando haya una manifestación de voluntad totalmente incompatible con la voluntad
de impugnarla. Sobra decir, que no puede haberse de aceptación, cuando, por
ejemplo, la ejecución de la sentencia no se haga voluntariamente sino a consecuencia
S
O
D
VA
R
E
S
de una orden del juez. 141
E
R
S
HO
EC
R
E
D
141
Ídem.
76
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
EC
R
E
D
Capítulo 4: Una Nueva Postura sobre Nulidades Procesales a partir de la
Constitución de 1999.
77
El ordenamiento jurídico venezolano se muestra profundamente renovado con
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, adecuando su ejercicio y
ejecución en un esfuerzo combinado entre el deber de la sociedad y del Estado, en
cuanto al deber de participación de la sociedad y responsabilidad del Estado en virtud
que se atribuye al Tribunal Supremo de Justicia y a los demás tribunales de la
República en su función de ser fieles garantes de los deberes y derechos consagrados
en ella.
S
O
D
VA
R
E
S
En este sentido, la Constitución establece una serie funciones que se derivan
E
R
S
HO
de su supremacía jurídica las cuales se refieren, a que esta:
EC
R
E
D
Condiciona
o determina
las normas futuras, al prohibir o prescribir un
determinado contenido en la norma. Estableciendo de esta manera los parámetros de
todo el derecho.
Como norma jurídica suprema del Estado indica las atribuciones de las
instituciones que conforman el poder público, obteniéndose las fuentes de producción
del derecho, así como a los sujetos legitimados para crear normas y derogarlas, y el
procedimiento. Siendo de esta manera la Constitución fuente de fuentes.
Sin embargo, la Carta Magna no solo indica la fuente de producción, sino que
señala las fuentes de manifestación del derecho, ordenando jerárquicamente esa
fuente e indicando el orden de su utilización.
78
Por lo que al establecerse estas funciones jurídicas se logra la determinación
del contenido de la supremacía normativa constitucional.
Ahora bien, es la soberanía popular y la atribución al pueblo, las que
determinan al fin y al cabo la supremacía normativa de la Constitución. Dado que el
pueblo, como soberano, es titulado del poder constituyente, cuyo ejercicio trae como
resultado la obtención de una Constitución.
S
O
D
VA afirmándose que es la
con el principio de la supremacía normativa de la
Constitución,
R
E
S
E
R
única garantía de subsistencia
de S
la función del soberano, donde la soberanía popular
O
H
C
E
ER jurídica.
pasa a serD
soberanía
Es decir, el principio democrático que encarna la soberanía popular se cambia
Lo que indica que el soberano ha seguido la línea establecida por todas las
constituciones de nuestro ambiente político y jurídico, que consagran igualmente las
formas de ejercicio de esa soberanía popular, para así determinar de ese modo la
supremacía normativa constitucional y el fundamento de esa supremacía dentro de la
propia Constitución, tal y como se observa en el artículo 7 constitucional.
En lo concerniente a los órganos jurisdiccionales, la nueva Constitución les
establece a los jueces venezolanos y a los demás componentes del sistema de justicia,
el enorme deber y compromiso de garantizar la justicia a la que toda persona tiene
derecho.
79
La vigencia y eficacia de la nueva Constitución, requieren de las
indispensables labores jurisdiccionales de interpretación y de aplicación, que debe
llevar a cabo Tribunal Supremo de Justicia con la cooperación del resto de los
tribunales de la República.
Sin embargo, no es posible que los jueces de la República hagan
interpretaciones de textos ni de conductas, sin entrar a considerar antes de manera
cuidadosa el sentido y el alcance de la nueva Constitución.
S
O
D
VA
Asimismo, los valores y los principios
que
sirven de base al nuevo
R
E
S
E
R
S
ordenamiento jurídico, a raíz
de
la
Constitución,
deben estar presentes y desarrollarse
O
H
C
E
DERjudicial, en el sentido, de que toda interpretación jurisdiccional
en cada actuación
requiere para su validez la sujeción a la norma suprema como fundamento y como
preceptor del ordenamiento jurídico, para dar cumplimento de este modo a la
obligación primordial de asegurar la integridad de la Constitución.
En este punto es importante hacer mención, a que en un Estado de Derecho,
todos los órganos del poder público están sometidos a la Constitución, como norma
suprema de todo el sistema, por lo que la ley siempre está subordinada a la
Constitución, ya sea en un plano formal o en un plano sustancial, del mismo modo, la
existencia de tribunales con facultades para controlar la constitucionalidad de actos y
resoluciones, de las normas jurídicas de carácter general aprobadas por cuerpos
legislativos, constituye uno de los rasgos centrales de las democracias
constitucionales y, en consecuencia, del constitucionalismo.
80
Bajo este modelo garantista, la idea de sujeción a la ley ha variado, siendo
ahora la sujeción no a la letra de la ley, sino a la ley válida, conforme con la
Constitución, por lo que la interpretación de la ley, en especial la realizada por los
tribunales constitucionales, comprende una reinterpretación de la ley a la luz de la
Constitución y, en caso de presentarse una contradicción entre la norma inferior y la
norma constitucional, deberá el juez inaplicar o declarar la invalidez de la ley cuando
tenga facultades para ello o, en presencia de una laguna legislativa, aplicar
S
O
D
VAse encuentre conforme con
involucradas varias posibilidades, en favor de aquella
que
R
E
S
E
R
la Constitución.
OS
H
C
E
DER
directamente la Constitución, o resolver una cuestión interpretativa en la que estén
Dicho esto, resulta evidente que en un Estado constitucional democrático de
derecho prevalece la sujeción a la Constitución, sin llegar a desestimar a la ley
enriqueciendo este principio de constitucionalidad, el principio de legalidad sin llegar
a reemplazarlo.
Ahora bien, el principio de legalidad, es calificado como fundamento básico
del Derecho Público, y en este sentido actúa como límite para que un Estado sea de
Derecho, pues en él todo poder tiene su soporte y límite en las normas jurídicas.
Este principio es un principio fundamental del derecho público, conforme al
cual todo ejercicio de potestades debe estar respaldado por normas jurídicas que
establezcan un órgano competente y un conjunto de elementos que caen bajo su
jurisdicción, afirmándose que el principio de legalidad asegura la seguridad jurídica.
81
En lo relativo a la legalidad y a la justicia es bien conocido, que la primera se
entiende como todo aquello permitido en sujeción de un marco de derecho ya
establecido, mientras que por la segunda, se entiende según la filosofía del derecho
como lo que debe ser, es decir, velar por los intereses de todas las personas físicas o
morales, determinando de esta manera el marco de derecho en que se debe mover la
legalidad, por lo que se puede afirmar que de esta manera se establecen los criterios
referentes a los derechos, deberes y pertinencia de los individuos dentro del ámbito de
S
O
D
VA
R
E
S
lo social.
E
R
S
HO
Por otro lado, en lo referente al Derecho Procesal este hace posible la
EC
R
E
D
actuación del ordenamiento jurídico que tiene por finalidad llevar a cabo la función
jurisdiccional, colocándose este derecho como un sistema de garantías, que facilita la
aplicación de la Constitución, con el fin de otorgar una tutela judicial efectiva.
Cuando se dice que el Derecho Procesal regula el ejercicio de la función
jurisdiccional, consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, primándose el sistema
de garantías que en el deben existir.
Esta rama del derecho busca hacer frente a la aplicación de la norma jurídica a
través de un sistema de garantías, en el cual el mismo establezca su contenido en
sujeción a la norma suprema.
Ahora bien desde el nacimiento del Derecho Procesal, como dinamismo de las
relaciones humanas, este se contempla desde una perspectiva instrumental por lo que
su estudio posee una finalidad no solo práctica, es decir, la actuación del
82
ordenamiento jurídico, sino su contenido como ordenamiento jurídico, que consiste
en hacer posible la función jurisdiccional por medio de un sistema de garantías
procesales, establecidos desde su fundamento en la Carta Magna.
Por lo que la facultad jurisdiccional comporta a una acepción constitucional de
la jurisdicción, mientras que su actividad, en razón de funcionalidad, es procesal, por
lo que se afirma que todo el proceso se plantea en un garantismo procesal, porque
involucra un sistema de garantías procesales.
S
O
D
VAcomo sistema de garantías,
Surgiendo de esta manera la definición de
proceso
R
E
S
E
R
que otorga una respuesta constitucional
OS mediante la instrumentalidad constitucional,
H
C
E
R
E
D
procedimental, establecida en la Constitución, y no al procedimentalismo de las leyes.
La interpretación y aplicación de las normas procesales tiene trascendencia
constitucional, por lo que el derecho a la tutela judicial efectiva insta ha adoptar la ley
cuya interpretación este más acorde con la certeza de las garantías que se integran en
esa tutela judicial, si la interpretación de la forma procesal no se adecua a la finalidad
de garantía, hasta el punto en que desvanezca la proporcionalidad entre lo que la
forma demanda y el objeto que pretende, es claro que el derecho la garantía
jurisdiccional resultará vulnerado.
La primera noción, que proporcionó un régimen de garantías mínimamente
admitidas para los sujetos que querían obtener justicia, se estribó en la convicción, de
que entre las partes afectadas, se encontraban derechos y obligaciones, cuyo
fundamento provenía de un contrato entre ellas, en dicho contrato, el enjuiciamiento
83
de los derechos en conflicto envolvía una genuina base contractual, que exigía a
aceptar la resolución del juez, pero su error residió en considerar que entre quienes
desean un proceso en justicia existía un convenio real de manifestaciones de
voluntades.
Frente a las aspiraciones del sistema de garantías particulares, surge una forma
de proponer un sistema de garantías, pero desde un sistema público.
S
O
D
VAde una relación jurídica
proceso de justicia están fundamentadas en laE
existencia
R
S
E
R
procesal, con derechos y obligaciones
OS recíprocas.
H
C
E
DER
Tal sistema determina, que las garantías entre las partes intervinientes en el
Pero cabe resaltar que en el sistema de garantías públicas del proceso,
aparecen los llamados deberes procesales que presumen una conceptuación del
proceso de la función jurisdiccional, ya que los sujetos que forman parte del mismo
poseen una carga procesal, como realidad sustantiva e instrumental, de singular
significado en el sentido de otorgar por parte del órgano judicial una garantía
jurisdiccional verdadera.
Visto todo lo anterior, el proceso es una responsabilidad constitucional ya que
la misma Constitución garantiza que este pueda defender los derechos de todos los
ciudadanos, es por lo que en tal sentido, la garantía procesal se justifica en razón de la
existencia de la tutela judicial efectiva, proviniendo esta tutela de una actuación
sustantiva autónoma, en fundamento al sistema de garantías procesales, del derecho
procesal en sujeción a las pautas constitucionales.
84
Ahora bien, en su vertiente de aplicación de solo la legalidad, al proceso se le
imposibilita, ser superior de la norma que actúa, tal y como no establece la
efectividad que la norma constitucional reclama, ya que esta al no ser rango legal sino
superior obliga a que se le aplique.
La efectividad constitucional del proceso, se proyecta en una funcionalidad
formal en la garantía de adjetivación procesal de esa jurisdiccionalidad.
S
O
D
VAde algunos conceptos y
como responsabilidad constitucional muestra E
lo R
ineficaz
S
E
R
principios tradicionales delH
procesalismo,
OS los cuales, en especial los concernientes a
C
E
R
E
D
la acción, la jurisdicción o las formas de procedimiento de tutela, han sido estimados
El contenido del proceso, como sistema de garantías, en su concepto funcional
como los asientos en los que se justificaba la mayor parte de la doctrina procesal,
dado que el proceso como garantía es la vía para legitimar la norma procesal que, y a
raíz de esa legitimidad, se establece desde sustantividad en el concepto clave.
Ni los conceptos de acción, jurisdicción, y el de las formas del procedimiento,
pueden chocar con el proceso como garantía de aplicación del deber constitucional
que consiste en velar por los derechos que la Constitución otorga a los ciudadanos.
Y si bien es cierto, la opción de accionar se atribuye a todos los ciudadanos
por igual, se argumenta en un vínculo a fin con la tutela judicial efectiva que ofrece el
proceso, siendo lo definitivo referirse a una efectividad de la posibilidad
constitucional de accionar, que es garantizada a los ciudadanos, por medio del
proceso.
85
La independencia del derecho de accionar en su influencia abstracta obligada
a una posibilidad de accionar, es ineficaz e insustancial en lo relativo a lo dinámico
garantista del proceso por su no concreción. Sin embargo, tampoco esa autonomía del
derecho de funcionar en su proyección concreta es concluyente, debido a que un
supuesto derecho de obtención de la tutela judicial efectiva sería inconcebible en el
modelo constitucional del proceso que rige, en el cual se ampara los presupuestos
ordinarios que son garantía para la tutela judicial efectiva.
S
O
D
VA
R
E
S
Surgiendo de este modo, un derecho de acción en sentido constitucional, no
E
R
S
HO
como un derecho al proceso, sino como un derecho que permitirá que el proceso sea
EC
R
E
D
un medio para a una garantía jurisdiccional.
En lo referente al procedimiento y si la tutela judicial efectiva se halla en todo
caso garantizada ante los órganos jurisdiccionales por jueces, las formas del
procedimiento han dejado de ser un fin en sí mismas, ya que sólo se argumentan en la
temporalidad crítica y ordinaria que avala el proceso.
En el Derecho Procesal, el proceso de la función jurisdiccional, comporta la
actuación de tal función, por medio de un modelo adjetivo y por tanto
procedimentalista en el que es posible ubicar ciertas fases típicas.
Dichas fases, se hallan avocadas hacia un modelo técnico y mecanicista,
hallándose así, de un lado, lo garantista del proceso y, del otro la tecnificación
mecanicista y adjetiva del procedimiento.
86
Ahora bien, no siempre la ley procesal sigue un modelo estancado, aunque en
todo caso en el modelo que se adopte, concurre el binomio proceso-procedimiento.
El primero asume, frente al procedimiento, un carácter comprometido con la
realidad constitucional con soporte en el sistema de garantías que al sujeto debe
ofertar. En cambio, el procedimiento es atemporal y acrítico en razón del fundamento
que le brindan, las formas procesales.
S
O
D
A dado que el primero
Vproceso,
cual no significa que no pueda existir procedimiento
sin
R
E
S
E
R
es atemporal, y el segundoH
no,O
porS
encontrarse comprometido con la base garantista.
C
E
DER
Por lo que el proceso se constituye, en la justificación del procedimiento. Lo
Lo que sucede es que la finalidad del procedimiento se la da el proceso, el
cual opera con respeto al sistema de garantías que el ordenamiento jurídico le
establece, especialmente el ordenamiento constitucional, afirmándose que el proceso
es realidad comprometida, y el procedimiento es formalidad mecanicista, resultando
entonces, que el proceso, con su característica garantista demuestra y corrige las
fallas en la aplicación y técnica del procedimiento.
Es preciso garantizar que el proceso de la función jurisdiccional constituya, en
cuanto a su carácter debido, una garantía de justicia. Por lo tanto allí donde no existen
garantías hay que crearlas, allí donde estas sean desiguales hay que igualarlas con
arreglo a una tutela judicial efectiva y en todo caso o supuesto donde se irrumpen las
garantías hay que consolidarlas.
87
Ahora bien, un planteamiento garantista que actué sin la justificación del
procedimiento ocasiona una exacerbación constitucional que deja de ser garantista,
por no poseer la técnica del procedimiento con la que actúa.
En consecuencia de no tenerse en cuenta este planteamiento se evocaría a lo
absurdo, lo que no justifica la eliminación de la técnica procedimental en razón de
una mal entendida tutela judicial, que como garantía sin la técnica procedimental,
sería una realidad insuficiente, pero siendo preciso huir de soluciones exclusivamente
técnicas y procedimentales.
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
En tal sentido, el debido
HOproceso de la actividad jurisdiccional, es una realidad
C
E
DER comprometida con la realidad constitucional y con el sistema de
que, al encontrarse
garantías que esa realidad implica, afecta a la justicia, originando que toda anomalía o
vicio, sea o no previsto en la ley, que pudiese presentar que alguno de los actos
realizados en él sea absorbido por la misma actividad procesal siempre que no se
afecte el orden público, en virtud de que el en el momento de dictarse la respectiva
resolución produzca sus efectos jurídicos con certeza jurídica.
Es por lo que la jurisprudencia como aporte de los jueces para el desarrollo de
una actividad procesal uniforme sin diferencia de criterios y protección de garantías
fundamentales se ha expresado en los siguientes términos.
En materia de ineficacia y nulidad de actos, son diversos los
pronunciamientos, entre cuales se pueden nombrar:
88
La sentencia No. 503 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia de fecha 06 de abril de 2001, que se pronuncia:
…al respecto, esta Sala observa que la nulidad de los actos procesales no
procede cuando la finalidad para la cual éstos han sido previstos se ha
cumplido, así como tampoco cuando la parte contra quien obre la falta no
la solicita en la primera oportunidad, quedando la misma subsanada, de
acuerdo a las previsiones que en esta materia están contenidas en el
Código de Procedimiento Civil, específicamente en los artículos 206 en su
único aparte y 213…
Y la, sentencia No. 208 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
S
O
D
VA
R
E
…el vicio de forma cometido antes E
de laS
decisión de segunda instancia, no
R
puede ser denunciado por S
primera
vez en sede casacional, pues tratándose
Ode la sentencia de primera instancia, el error de
de defectos de
forma
H
C
E
ER del juez que la dictó debe ser tratado bajo el régimen del artículo
Dactividad
209 del Código de Procedimiento Civil, que obliga al sentenciador de
Justicia de fecha 21 de junio de 2000, que se pronuncia:
segunda instancia a anular y dictar la sentencia sustitutoria. Por tanto, la
casación por vicios de actividad que conlleve a la reposición de la causa,
sólo se produce respecto a la sentencia de segunda instancia…
Ahora bien, con respecto de los deberes del juez, se verifica en sentencia No.
13 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 23 de
febrero de 2001, se pronuncia:
...esta Sala de Casación Civil amplía el criterio establecido en las
sentencias del 27 de julio de 1994, ratificada en fecha 23 de septiembre de
1999, y establece, que en materia del recurso de casación de la
invalidación, prevista en el artículo 337 del Código de Procedimiento
Civil, además de los supuestos establecidos en dicha doctrina, es necesario
que se cumplan los presupuestos, considerados por la Sala, para la
existencia y validez del proceso, necesarios para lograr la satisfacción de
la tutela judicial, y que por vía de consecuencia exista procesalmente una
sentencia favorable o adversa, recurrible en casación, conforme se ha
venido aplicando en los asuntos ordinarios. En consecuencia, en la
admisión de un recurso de casación, para su sustanciación y posterior
decisión, la pretensión debe ser atendible en derecho, y no una
manifestación improponible, como lo es subiudice, que contraría los
principios de economía y celeridad procesal, en clara contravención de los
postulados contenidos en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela…
89
Asimismo, se observa en sentencia No. 168 de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia de fecha 13 de febrero de 2001, se determina:
…con el ánimo de unificar criterios en cuanto a la actuación de los jueces
que conocen y deciden las causas…, la Sala considera oportuno advertir la
obligación judicial de asegurar la integridad de las normas contenidas en la
Constitución vigente que, en su artículo 34 le atribuye a todos los jueces,
en el ámbito de sus respectivas competencias, el deber de asegurar la
integridad de las normas fundamentales en cualquier proceso o causa que
conozcan. 142
En razón del juez como conductor de la actividad procesal, y de su obligación
S
O
D
VA16 de noviembre de 2001,
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia deR
fecha
E
S
E
R
se estipula:
OS
H
C
E
DER
de conservar el mandato constitucional, en sentencia No. 2.278 de la Sala
“El principio de impulso del proceso por el juez…
En su condición de director del proceso, el juez interviene de forma
protagónica en la realización de este instrumento fundamental para la
realización de la justicia, para la efectiva resolución de los conflictos y el
mantenimiento de la paz social. Siendo rector del proceso, el juzgador no
puede postrarse ante la inactividad de las partes, ni adoptar una actitud
inerte o estática, sino asumir la posición activa que le exige Texto
Fundamental. Cuando la Constitución, en su condición de norma suprema
y fundamento del ordenamiento jurídico, le exige que sea el principal
garante de la actuación circunstanciada de la ley y de sus propios
mandatos normativos, le está imponiendo el deber constitucional de hacer
valer, permanentemente, los principios asociados al valor justicia
indistintamente del proceso de que se trate, de la jerarquía del juez o de la
competencia que la ha conferido expresamente el ordenamiento.
La Constitución fundamenta la validez de todas las normas del
ordenamiento y regula la aplicación de las normas válidas. Es por ello que,
siendo la actuación judicial el medio para la emanación de una norma,
precisamente de una “norma concreta”, de una decisión sujeta a la
Constitución, estando obligado no sólo a garantizar a la persona el acceso
a los órganos de administración de justicia, sino porque esa justicia se
imparta de forma, cuando menos, imparcial e idónea, y sobre todo
evitando las dilaciones indebidas, o la adopción de formalismos no
esenciales e inútiles a la finalización del proceso. El proceso no es un fin
en sí mismo, lo que parece no es entendido por los procedimentistas y el
hecho de que tenga un carácter instrumental en relación con la justicia, le
142
Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 265 a 350.
Disposiciones derogatorias, transitorias y final. (3) Tomo IV. Caracas, Venezuela. 2006. p. 2.829.
90
imprime a la actuación del juez, el carácter de garante permanente del
sistema de valores constitucionales y en especial de la justicia como valor
superior… 143
En lo concerniente a la función jurisdiccional, la potestad de administrar
justicia y la tutela judicial efectiva, en la sentencia No. 35 de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 18 de febrero de 2000, se expresa:
“La función jurisdiccional, en contraste con las funciones legislativa y
ejecutiva, tiene por objeto el declarar la voluntad de la ley respecto a una
determinada controversia jurídica, la cual tiene nacimiento en la
inconformidad de un sujeto que, considerándose asistido por un derecho
subjetivo contenido en un precepto o norma jurídica, denuncia la conducta
de otro sujeto como lesiva de su particular situación jurídica.
…los órganos de justicia, como cualquier órgano público, deben actuar en
ejercicio de las facultades y deberes derivados de ese monopolio con
apego a la ley.
Ese adaptarse a los postulados legales se ha resumido en el conocido
principio de la legalidad que rige la actuación de los órganos públicos. 144
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
EC
R
E
D
En tal sentido, para la protección de una tutela judicial efectiva la sentencia
No. 215 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de 07 de abril de
2000, que refiere:
…el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva comporta que toda persona
obtenga justicia…
Dentro del ámbito del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva se
entienden comprendidas exigencias en la regulación del proceso,
esenciales para la concreción de dicho derecho…
Ahora bien, todos los titulares de derechos e intereses legítimos, pueden
acudir ante los óranos jurisdiccionales para reclamar la resolución de un
conflicto lo que debe tener lugar tras la satisfacción de un proceso acorde
con el ordenamiento jurídico vigente. De igual modo, todas las personas
llamadas a ese proceso, o que de alguna o otra manera intervengan en el
mismo en la condición de parte, gozan también del derecho y garantía
constitucional a la tutela jurisdiccional efectiva, en el sentido de tener
igual acceso a la jurisdicción para su defensa, a que se respete el debido
proceso, que la controversia sea resuelta en un plazo razonable y que, una
143
Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Artículos 141 a 264. (2)
Tomo III. Caracas, Venezuela. 2006. pp. 2.155-2.156.
144
Ibidem. p. 2.150.
91
vez dictada sentencia motivada, la misma se ejecute a los fines de que
verifique la efectividad de sus pronunciamientos… 145
En pronunciamiento al contenido de la garantía jurisdiccional se ha dicho
además que en sentencia No. 269 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia de fecha 25 de abril de 2000, expresa:
…en la recién promulgada Constitución, uno de los mayores logros del
Constituyente fue la consagración del derecho de la tutela judicial efectiva
en el artículo 26 ejusdem. Este derecho alcanza implícitamente dentro de
su contenido a otros derechos fundamentales como lo son a) el derecho al
acceso a la jurisdicción que se encuentra expresamente mencionado en el
aludido artículo 26, b) el derecho a la defensa y debido proceso, los cuales
han sido especialmente desarrollados en el artículo 49 constitucional, y c)
el derecho a la decisión oportuna y eficaz-al que alude el único aparte del
artículo 26-, el cual, a su vez comprende el derecho a la tutela cautelar de
las partes en juicio y el correlativo poder cautelar general del juez para
asegurar la efectividad del fallo definitivo… 146
S
O
D
VA
R
E
S
E
R
S
HO
C
E
R
E
EnD
lo atinente a la definición de la garantía jurisdiccional, la sentencia No. 576
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 27 de abril de
2001, enuncia:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo
26 consagra la Garantía Jurisdiccional, también llamada el derecho a la
tutela judicial efectiva, que ha sido definido como aquél, atribuido a toda
persona, de acceder a los órganos de administración de justicia para que
sus pretensiones sean tramitadas mediante un proceso, que ofrezca unas
mínimas garantías, todo lo cual sólo es posible cuando se cumplen en el
los principios establecidos en la Constitución. Es, pues, la Garantía
Jurisdiccional, el derecho de acceso a la justicia mediante un proceso
dirigido por un órgano, también preestablecido para ello por el Estado,
para conseguir una decisión distada conforme al derecho mediante la
utilización de las vías procesales preescritas para el fin especifico
perseguido, en el entendido que dicho derecho en manera alguna
comprende que la decisión sea la solicitada por el actor o favorezca su
pretensión, y que en el curso del mismo se observen todos los tramites e
incidencias que el actor considere favorables a el. El derecho a la tutela
judicial efectiva comprende, asimismo, el derecho a la ejecutoriedad de la
sentencia obtenida en derecho. Ahora bien, dicha garantía implica…la
145
Moros Puentes, Carlos. La Constitución según la Sala Constitucional Exposición de Motivos
Artículos 1 a 48. (1) Tomo I. Caracas, Venezuela. 2006. p. 315.
146
Ibidem. p. 316.
92
tramitación de…pretensiones…mediante las vías y los medios procesales
contemplados en las leyes adjetivas, así como también la de no
obstruir…la administración de justicia desarrollada por el Estado en
cumplimiento de sus funciones, lo que conlleva la obligación de no
realizar actos inútiles ni innecesarios a la defensa del derecho que se
pretenda sea declarado… 147
Ahora bien, acorde a la garantía jurisdiccional en la anterior y actual
Constitución, la sentencia No. 708 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia de fecha 10 de mayo de 2001, estipula:
…los numerales 1 y 3 del artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, establecen: los mismos derechos que se
encontraban garantizados en la derogada Constitución de 1961…en sus
artículos 68, 69 y 50…
Observa esta Sala, que el artículo 26 de la Constitución vigente, consagra
de manera expresa el derecho a la tutela judicial efectiva conocido también
como la garantía jurisdiccional, el cual encuentra su razón de ser en que la
justicia es, y debe ser, tal como lo consagran los artículo 2 y 3 eiusdem,
uno de los valores fundamentales presente en todos los aspectos de la vida
social, por lo cual debe impregnar todo el ordenamiento jurídico y
constituir uno de los objetivos de la vida del Estado, en garantía de la paz
social. Es así como el Estado asume la administración de justicia, esto es,
la solución de los conflictos…
El derecho a la tutela judicial efectiva, de amplísimo contenido,
comprende el derecho a ser oído por lo órganos de administración de
justicia establecidos por el Estado, es decir, no solo el derecho de acceso
sino también el derecho a que, cumplidos los requisitos establecidos en la
leyes adjetivas, los órganos judiciales conozcan el fondo de la pretensión
de los particulares y, mediante una decisión dictado en derecho, determina
el contenido y la extensión del derecho deducido, de allí que la vigente
Constitución señale que no se sacrificara la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales o que el proceso constituye un instrumento
fundamental para realización de la justicia (artículo 257). En un Estado
social de derecho y de justicia (artículo 2 de la vigente Constitución),
donde se garantiza una justicia expedita, sin dilaciones indebidas y sin
formalismos ni reposiciones inútiles (artículo 26 eiusdem), la
interpretación de las instituciones procesales debe ser amplia, que si bien
el proceso sea una garantía para que la partes puedan ejercer su derecho de
defensa, no por ello se convierte en una traba que impida lograr las
garantías que el artículo 26 constitucional instaura.
La conjugación de los artículos como el 2, 26 ó 257 de la Constitución de
1999, obliga al juez a interpretar las instituciones procesales al servicio de
un proceso cuya meta es la resolución de un conflicto de fondo, de manera
imparcial, idónea, transparente, independiente, expedita y sin formalismos
o reposiciones inútiles… 148
E
R
S
HO
S
O
D
VA
R
E
S
EC
R
E
D
147
148
Ibidem. pp. 358-359.
Ibidem. pp. 359-360.
93
En el mismo orden de ideas, el proceso y actos procesales en cuanto al
principio de legalidad y formas procesales, la sentencia No. 3.495 de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 15 de diciembre de 2003,
determina:
…resulta evidente que el proceso venezolano se encuentra envestido del
principio de legalidad de las formas procesales, atendiendo a la necesidad
de realizar los actos en el tiempo en que el legislador a estimado suficiente
para ello al considerar que ese y no otro es el que brinda las garantías a las
partes, de allí que, cuando la ley no señale la forma y el lapso para la
realización de un acto, serán admitidas todas aquellas que el juez
considere idóneas para lograr los fines del mismo, siendo ello así, lo
fundamental es que el acto logre el objetivo para el cual estaba llamado en
el proceso, tomando en cuenta solamente las formas esenciales que se
requieran para que las partes gocen de sus respectivos derechos en dicho
proceso… 149
E
R
S
HO
S
O
D
VA
R
E
S
EC
R
E
D
149
Moros Puentes, Carlos. Ob. cit. (2). p. 2.264.
94
Conclusiones
El proceso es la herramienta fundamental del Estado para la aplicación y
garantía de una tutela judicial efectiva y que este sistema y el exceso de
formalidades lo convertían en un acto solemne, en el que frecuentemente el
derecho sucumbía por formalidades carentes de toda significación.
Por lo que el acto procesal efectuado fuera de las condiciones de forma,
tiempo y lugar, se tiene como inválido.
OS
D
A
RV
Considerando esa invalidez, como nulidades procesales que se determinan
E
S
E
SR
O
H
C
relativas. ERE
D
en el ordenamiento jurídico como dos, las nulidades absolutas y las nulidades
El ordenamiento jurídico venezolano se muestra profundamente renovado,
desde la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
publicada en Gaceta Oficial Nº 5453 extraordinaria de fecha 24 de marzo de 2000.
Por lo que la justicia es uno de los valores superiores, por la sujeción a los
principios constitucionales, que debe realizar el poder judicial, en la dirección de
la actividad procesal y en la motivación de las sentencias.
En virtud que encontramos a un Estado que garantizará una justicia
gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente,
responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles, estableciendo que todos los jueces o juezas de la República,
están en la obligación de encuadrar sus actos en las reglas que prescribe la
95
Constitución asegurando la integridad de esta, en razón del principio de
supremacía constitucional.
La absorción de los vicios en la propia actividad procesal, si los vicios no
atañen o ponen en peligro el orden público, puede ser considerada como medio de
convalidación de dichas anomalías procesales.
En tal sentido, es por lo que los jueces son los encargados de administrar
justicia, de manera autónoma e independiente, en conformidad de una verdadera
OS
D
A
V
R
función estatal satisfaga
garantía jurisdiccional, en el desempeño correcto de sus funciones, para que esa
las
E
S
E
SR
O
correspondientes pretensiones
en cuanto a hecho y a derecho, dado el carácter y
H
C
E
R
DE de la cosa juzgada, y la característica de seguridad jurídica que
efecto extintivo
actividad procesal por ejercicio de esa
presenta una resolución judicial que se pronuncia sobre el fondo de lo debatido.
Se afirma que existen nulidades relativas en las relaciones jurídicas
sustantivas y procesales determinables.
Ahora bien se determina que la legalidad de las nulidades relativas de los
actos procesales ya es un criterio superado, en cuanto a lo establecido de manera
constitucional, pero continuando como un vicio aplicado por la mayoría de los
jueces, por petición de alguna de las partes que no esta de acuerdo con el
dispositivo final.
Cabe señalarse que el aporte jurisprudencial referente a si existen o no otro
tipo de nulidades que se denominarían virtuales son aplicadas pero solo cuando se
afecta el orden público, otorgando de esta forma un gran carácter discrecional al
96
juez para declararla, sin embargo este carácter debe respetar las pautas
establecidas en la Constitución, para otorgar entonces una verdadera garantía
jurisdiccional.
E
S
E
SR
O
H
C
E
R
DE
OS
D
A
RV
97
Recomendaciones
Se recomienda la desaplicación de las nulidades relativas que pueden
padecer los actos procesales mientras se desarrolla la actividad procesal, en virtud
de que los actos que las padecen generan efectos jurídicos hasta que transcurra el
lapso para exigir su declaración por órgano judicial, poniendo en peligro la
seguridad jurídica que presenta una resolución judicial que produce efectos para la
parte vencedora en razón de que el proceso es la herramienta fundamental del
Estado para la aplicación y garantía de una tutela judicial efectiva que no sucumbe
a las formalidades carentes de toda significación.
OS
D
A
RV
E
S
E
S R se debería considerar a las nulidades
O
Y como segundaH
recomendación,
C
E
R
DE
procesales
como un todo sin distinguirse en absolutas, relativas o virtuales, para
su declaratoria, sino más bien como anomalías o vicios que padecen ciertos actos
que afectan su validez acarreando que todos los demás actos después de el sean
ineficaces pero por alterar el orden público, ya que son omisiones de elementos
esenciales y no formales del mismo, declarando el juez la reposición del proceso
ya sea a petición de parte o de oficio como última razón por la existencia de dicho
vicio o que de no ser el elemento de carácter esencial dicha anomalía sea
absorbida por la propia actividad procesal para otorgar de esta manera más certeza
jurídica a todas las actuaciones realizadas en el proceso.
98
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