PDF - Anales de Pediatría

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PROBIÓTICOS EN NUTRICIÓN INFANTIL
MONOGRAFÍAS
Prebióticos
en fórmulas infantiles
L. Oliveros Leal y J.M. Moreno Villares
Unidad de Nutrición Clínica. Hospital 12 de Octubre. Madrid. España.
La colonización del intestino del recién
nacido por una flora bifidógena es beneficiosa para el bebé. Le confiere propiedades
protectoras frente a infecciones enterales y
tiene también un efecto inmunomodulador
en el sistema inmunitario intestinal. La leche materna es rica en oligosacáridos, que
favorecen el desarrollo de una flora bifidógena. Cuando se pretende conseguir este
efecto en una fórmula infantil, es preciso
recurrir a una mezcla de galactooligosacáridos (GOS) y fructooligosacáridos (FOS). Su
administración parece segura, aunque se
precisan más estudios clínicos que avalen su
eficacia en el tratamiento de lactantes con
problemas digestivos. La Comisión Europea
recomienda no superar los 0,8 g/100 ml, en
una mezcla de 90% GOS y 10% FOS.
Palabras clave:
Flora intestinal. Leche materna. Bifidobacteria. Fórmula infantil. Prebióticos. Oligosacáridos. Galactooligosacáridos. Fructooligosacáridos.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, los consumidores están cada vez más concienciados de la relación que hay entre la dieta y la salud, lo
que ha impulsado el desarrollo y la comercialización de diversos alimentos con
propiedades beneficiosas. Sin embargo, es
necesario establecer científicamente las
bases en las que se apoyan las alegaciones funcionales y que se demuestren sus
efectos beneficiosos en las cantidades que
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normalmente se consumirían en el marco
de una dieta global1.
En este contexto, cada vez es más frecuente la incorporación de ingredientes
funcionales de origen lácteo y no lácteo
en la leche y alimentos de base láctea,
que incluyen bacterias probióticas, ácidos
grasos omega-3, vitaminas, minerales y
carbohidratos prebióticos.
El mercado de prebióticos se encuentra
en rápida expansión. La adición de prebióticos en fórmulas infantiles, de larga
tradición en Japón, aunque mucho más
reciente en Europa, ha permitido imitar
los efectos de la leche materna (LM) en la
flora de los lactantes, aunque no hay datos suficientes para establecer unos contenidos máximos o mínimos en las fórmulas
infantiles2.
CONCEPTO DE EFECTO PREBIÓTICO
El término prebiótico se refiere a “un ingrediente alimentario no digerible que
afecta beneficiosamente al huésped mediante la estimulación selectiva del crecimiento y/o actividad de una o un número limitado de bacterias en el colon”3, es
decir, se trata de influir positivamente en
la microflora intestinal mediante la dieta.
El primer ejemplo de alimento con efecto
prebiótico es la LM, cuyo contenido elevado en oligosacáridos (0,8-1,2 g/100 ml,
en la LM madura) y la naturaleza de estos
se considera la causa de la mayor propor00
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Probióticos en nutrición infantil
1. No debe ser hidrolizado ni absorbido en la parte superior del tracto digestivo.
2. Tiene que ser un sustrato selectivo de
uno o de un número limitado de bacterias
colónicas beneficiosas, y estimular su número o actividad metabólica.
3. Debe mantener el equilibrio de la flora colónica en favor de una composición
mejor.
4. Debe producir efectos beneficiosos
en el organismo que lo ingiere mediante
la producción de energía, sustratos metabólicos y micronutrientes útiles.
Después de múltiples estudios, se ha
observado que sólo un grupo de oligosacáridos puede considerarse prebiótico. En
la tabla 1 se muestran los hidratos de carbono que pueden cumplir estos requisitos
y que son objeto de investigación. Entre
ellos, la inulina y sus derivados, los fructooligosacáridos (FOS) han demostrado
actividades prebióticas en un número
aceptable de estudios y están disponibles
comercialmente. Dentro de los prebióticos de origen lácteo destacan los galactooligosacáridos (GOS), la lactulosa, el lactitol y la lactosacarosa, todos derivados de
la lactosa, con efectos bifidogénicos establecidos, aunque en menor número de
estudios que los anteriores6.
MONOGRAFÍAS
ción de bifidobacterias que se encuentra
en el tracto gastrointestinal de los niños alimentados con LM frente a los alimentados
con fórmulas infantiles. Este hallazgo se
ha correlacionado con un riesgo menor de
presentar infecciones gastrointestinales4.
La eficacia de los prebióticos está ligada a su capacidad de resistir la digestión
en el intestino delgado y alcanzar el intestino grueso, donde un restringido grupo de microorganismos los utilizaría de
un modo selectivo, fundamentalmente bifidobacterias y lactobacilos. Por ello, para
que un componente alimenticio se considere prebiótico debe cumplir los criterios
siguientes5:
Fructooligosacáridos
Son oligosacáridos lineales, de cadena
media o corta, formados por moléculas de
fructosa unidas con enlaces glucosídicos
β-1,2 unidos o no a una molécula de glucosa y con diferentes grados de polimerización. Los FOS son fermentados en la
parte inferior del colon por la mayor parte de las especies de bifidobacterias existentes allí7.
Los estudios de digestibilidad indican
que los enlaces glucosídicos β-1,2 son resistentes a todas las enzimas digestivas
TABLA 1. Composición química y características de carbohidratos prebióticos
y prebióticos potenciales1
Componente
Composición
GP
Inulina
Fructooligosacáridos
Galactooligosacáridos
Oligosacáridos de soja
Xilooligosacáridos
Isomaltooligosacáridos
Oligosacáridos transgalactosilados
Lactulosa
β (2-1) fructano
β (2-1) fructano
Oligogalactosa (85%)
Mezcla de rafinosa y estaquiosa
Xilosa con uniones β (1-4)
Mezcla de oligómeros de glucosa con uniones α (1-6)
6’galactosil-lactosa
galactosil β (1-4) fructosa
2-65
2-8
2-3
2-4
2-8
2-8
GP: grado de polimerización.
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Probióticos en nutrición infantil
MONOGRAFÍAS
humanas. Se encuentran de forma natural
en frutas y verduras (puerro, cebolla, ajo,
alcachofa).
Galactooligosacáridos
Son oligosacáridos presentes en la LM,
que están formados por moléculas de galactosa unidas a una molécula de glucosa
mediante enlaces glucosídicos β-1,4. Son
fermentados en la parte superior del colon y los estudios de digestibilidad de los
GOS realizados in vitro demuestran que
son estables en pH ácido y la lactasa y
otras enzimas digestivas no los hidrolizan7.
Una mezcla especialmente seleccionada
de FOS (10%) y GOS (90%) adicionada a
las fórmulas infantiles consigue parecerse
a los oligosacáridos de la LM en tamaño y
distribución molecular, sobre todo por su
elevado contenido en galactosa, y consiguen el mismo efecto en la flora intestinal,
favorecer el desarrollo de las especies de
bifidobacterias y lactobacilos propias del
niño8-10.
PREBIÓTICOS Y LECHE MATERNA
Como ya se ha comentado en capítulos
anteriores, todo individuo tiene una flora intestinal única que hereda de la madre en el momento del parto. Los niños
nacidos mediante cesárea se colonizan
inicialmente por bacterias procedentes
del medio ambiente hospitalario11. En el
adulto, una serie de microorganismos de
diferente naturaleza constituye la flora intestinal: un grupo de bacterias con efectos beneficiosos en el huésped como bifidobacterias, lactobacilos y eubacterias;
otro grupo potencialmente perjudicial,
como Clostridium, Staphilococcus o Proteus, y un tercer grupo que puede tener
efectos beneficiosos o perjudiciales,
como bacteroides, Escherichia coli y
Streptococcus3.
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Pero en el lactante se han encontrado
diferencias fundamentales entre los recién
nacidos alimentados con lactancia materna y los alimentados con lactancia artificial. Los niños alimentados al pecho tienen una flora en la que predominan
bifidobacterias y bacterias productoras de
ácido láctico, con pocos bacteroides, coliformes y Clostridium, de gran importancia
para la protección frente a microorganismos patógenos y para la maduración de
las funciones inmunitarias intestinales;
mientras que la flora de los alimentados
con fórmulas infantiles tiene un mayor
número de bacteroides, Clostridium y
otras bacterias entéricas, más parecida a la
flora de los adultos12.
La lactosa es el principal azúcar de la
LM. Asimismo, ésta contiene elevadas
cantidades de más de 130 oligosacáridos
complejos distintos, y éstos constituyen el
tercer mayor soluto, después de la lactosa
y los lípidos, por encima de las proteínas.
Contiene también glucosa (1,5 mmol/l) y
galactosa (15 mmol/l) libres.
La LM madura contiene como promedio entre 6 y 7 g/100 ml de lactosa, aunque esta cantidad varía durante la lactancia. Con la duración de la lactancia la
lactosa aumenta, mientras que el contenido en oligosacáridos disminuye. La lactosa favorece el crecimiento de una flora
lactobacilar y facilita la absorción intestinal de calcio. Una proporción de la lactosa escapa a la digestión y a la absorción
en el intestino delgado y alcanza el colon,
donde es fermentada. Esto sucede tanto
en los lactantes alimentados con leche
materna como en los que reciben una
fórmula infantil.
El 10% restante del contenido en azúcares corresponde a oligosacáridos. Éstos
son una combinación de cinco monosacáridos distintos: glucosa, galactosa, ácido
siálico, fucosa y N-acetil-glucosamina.
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Probióticos en nutrición infantil
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PREBIÓTICOS
Y FÓRMULAS INFANTILES
MONOGRAFÍAS
El espectro de oligosacáridos y el contenido en la LM está determinado genéticamente y relacionado con su estado secretor y los determinantes de grupo
sanguíneo ABO y Lewis. También influye
en el contenido en oligosacáridos el momento del día, la duración de la lactancia
o si se trata de leche de madre de un niño
a término o pretérmino. Durante la lactancia el contenido va disminuyendo de
alrededor de 20 g/l en la primera semana
a 13 g/l al tercer mes, al mismo tiempo
que varía su distribución; mientras que la
N-acetil-glucosamina continúa siendo el
monosacárido dominante, el ácido siálico
deja su segundo lugar a la fucosa. Asimismo, la proporción de oligosacáridos es
mayor en la leche de pretérmino que en
la de niño a término13.
Aunque puede haber un cierto grado
de absorción de estos oligosacáridos, la
mayoría no se absorbe y llega al colon
donde es fermentada por la flora intestinal. Por lo tanto, su función exclusiva no
es convertirse en fuente de energía o proporcionar monosacáridos para formar parte de las glucoproteínas o glucolípidos de
las membranas celulares. Por una parte,
compiten con los receptores de membrana para las bacterias y virus patógenos en
el epitelio intestinal, y así protegen al lactante frente a las infecciones; por otra,
ejercen su acción bifidogénica al convertirse en la principal fuente de energía y de
carbono para las bacterias del género Bifidobacterium bifidus. Éste es su papel
como prebióticos14. Otra función de los
oligosacáridos de la LM es proporcionar
ácido siálico, elemento importante de los
gangliósidos que forman parte de las
membranas de las células neuronales. El
contenido en ácido siálico de las secreciones en lactantes alimentados al pecho es
superior al de los lactantes con alimentación mediante fórmulas infantiles15-18.
Cuando una madre no puede amamantar a su hijo, las fórmulas infantiles comerciales son la mejor alternativa como fuente
de alimentación. El diseño de las fórmulas
infantiles sigue, como modelo, la composición de la LM, aunque la tendencia actual es buscar los efectos funcionales que
ésta proporciona.
Tanto desde el punto de vista científico
como desde la perspectiva comercial, hay
un gran interés por el papel y los efectos
que ejercen los prebióticos de la LM en la
flora intestinal19,20. La estructura hidrocarbonada de los oligosacáridos hace poco
probables las reacciones alérgicas, su similitud con los presentes en la LM disminuyen el riesgo de toxicidad, pero además no generan resistencias microbianas,
son solubles en agua y pueden esterilizarse fácilmente13.
Desde hace algunos años la adición a
las fórmulas infantiles de GOS similares
a los presentes en la LM se realiza en Japón. Es probable que la inclusión de
moderadas cantidades de estos prebióticos pudiera ayudar a los lactantes alimentados con una fórmula infantil a adquirir una flora intestinal con más
bifidobacterias y menor número de Clostridium, coliformes y bacteroides. Por
lo general, dosis de 4-20 g/día han demostrado ser eficaces. Dosis superiores
podrían producir una sobrecarga de hidratos de carbono y originar síntomas
gastrointestinales, como diarrea o flatulencia21,22. Debe tenerse en cuenta también que una dieta normal en Europa o
Estados Unidos ya aporta entre 1 y 10 g/
día de galactooligosacáridos6. Una cuestión importante, aún no resuelta, es cuánto tiempo persiste el efecto bifidogénico
cuando se interrumpe una dieta rica en
prebióticos23.
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Probióticos en nutrición infantil
MONOGRAFÍAS
Hay una tendencia progresivamente mayor a incorporar en el mismo alimento tanto una bacteria viva con efecto probiótico
como prebióticos. En el mercado existen
distintos tipos de fórmulas infantiles comercializadas que las podemos clasificar
según lleven adicionados prebióticos únicamente (FOS o GOS), prebióticos + probióticos o probióticos de forma exclusiva7:
1. Fórmulas con mezcla de FOS y GOS:
favorecen el crecimiento de las especies
de bifidobacterias propias de cada niño,
tanto en la parte superior del colon como
en la parte inferior, y debido a que el desarrollo de la flora es propia de cada niño
se pueden incluir tanto en fórmulas de
inicio, de continuación y de crecimiento.
2. Fórmulas con FOS: van a producir la
fermentación única y exclusivamente en
la parte inferior del colon, por lo que el
efecto no será global.
3. Fórmulas con GOS: producen la fermentación única y exclusivamente en la
parte superior del colon. Efecto parcial.
4. Fórmulas con FOS + probióticos: por
su contenido en probióticos sólo existen
fórmulas de continuación. Al no incorporar GOS no actúan en la parte superior
del colon.
5. Fórmulas con GOS + probióticos: por
su contenido en probióticos sólo existen
en fórmulas de continuación. Al no incorporar FOS no actúan en la parte inferior
del colon.
6. Fórmulas con probióticos: sólo un
número limitado de especies se puede
emplear como probióticos; debido a las
condiciones físico-químicas del tubo digestivo, así como por los procesos de fabricación de las fórmulas infantiles, muchas de las bacterias que se incluyen en
las fórmulas se perderán, llegando al colon un número muy inferior del añadido a
ésta. Además son especies diferentes de
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las de la propia flora intestinal del niño,
por lo que debido al estado del sistema
inmunológico del recién nacido sólo puede haber fórmulas de continuación con
probióticos.
En la tabla 2 se muestra la relación de
fórmulas comerciales suplementadas con
prebióticos, probióticos o la combinación
de ambos.
NORMATIVA Y SEGURIDAD
DEL USO DE PREBIÓTICOS
Si bien en Japón en 1991 ya se estableció el concepto de “Alimentos para Uso
Específico en la Salud” (Foods for Specified Health Use [FOSFHU]) y los requisitos
que deben cumplir éstos, en la Unión
Europea no hay una legislación uniforme
sobre las alegaciones de salud. De hecho,
la legislación europea relativa al etiquetado prohíbe hacer referencia a las propiedades preventivas, terapéuticas o curativas de los alimentos, incluso aunque haya
pruebas científicas que las avalen.
Los aspectos reguladores y de etiquetado han de comprender dos consideraciones fundamentales: seguridad y consolidación de la alegación funcional o
beneficio para la salud que comporta el
consumo del alimento. En este sentido,
se admite que las alegaciones funcionales
deberían estar apoyadas en datos científicos basados en la totalidad de la evidencia (es decir, no restringidos a la alegación
en concreto), obtenidos en ensayos clínicos realizados en humanos, doble ciegos
al azar y con un grupo control (placebo).
Además, tales estudios deben cumplir requerimientos estrictos, ser confirmados
por grupos de investigación independientes y publicados en revistas de prestigio24,25.
Según la Acción concertada FUFOSE,
puesta en marcha en 1995 como respues00
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Probióticos en nutrición infantil
Nombre comercial
Laboratorio
Prebiótico
Contenido
por 100 ml
Fórmula inicio
Aptamil® 1
Almirón® 1
Sanutri Natur® 1
Milupa
Nutricia
Sanutri
FOS + GOS
FOS + GOS
Ácido siálico
0,4 g
0,4 g
17,8 mg
Fórmula continuación
Hero Baby® 2 Probiótica
Hero Baby
-
-
Hero Baby® Lactum 2
Hero Baby
Sí
Aptamil® 2
Aptamil® 2 líquido
Nidina® 2 Premium
Milupa
Milupa
Nestlé
FOS + GOS
FOS + GOS
-
0,4 g
0,4 g
-
Nativa® 2
Nestlé
-
-
Nutribén® Simbiotic
Nutribén
FOS
0,4 g
Almirón® 2
Sanutri Natur® 2
Miltina® 2 Progress
Nutricia
Sanutri
Milte
FOS + GOS
FOS
GOS
0,4 g
0,8 g
0,5 g
Fórmulas especiales
Conformil® 1
Conformil® 2
Nidina® 2 Confort
Milupa
Milupa
Nestlé
FOS + GOS
FOS + GOS
-
0,8 g
0,8 g
-
Nutribén® AE 1
Nutribén® AE 2
Almirón® Omneo 1
Almirón® Omneo 2
Blemil® Plus 1 y 2 AC
Blemil® Plus 1 RE
Blemil® Plus 2 RE
Nutribén
Nutribén
Nutricia
Nutricia
Ordesa
Ordesa
Ordesa
FOS
FOS
FOS + GOS
FOS + GOS
FOS
GOS
GOS
0,4 g
0,4 g
0,8 g
0,8 g
0,7 g
0,8 g
0,44 g
Sanutri® Confort 2
Sanutri
FOS
0,8 g
Fórmula de crecimiento
Hero Baby® 3 crecimiento
Hero Baby
-
-
Aptamil® 3
Almirón® 3
Blemil® Plus 3
Nidina® 3 Premium
Milupa
Nutricia
Ordesa
Nestlé
FOS + GOS
FOS + GOS
FOS
-
0,4 g
0,4 g
0,1 g
-
MONOGRAFÍAS
TABLA 2. Fórmulas infantiles comercializadas con suplemento de prebióticos, probióticos
o combinación de ambos
Probiótico
-
Bifidobacterium longum y
Bifidobacterium bifidum
Bifidobacterium longum y
Bifidobacterium bifidum
Lactobacillus rhamnosus GG
y Bifidobacterium longum
Lactobacillus rhamnosus GG
y Bifidobacterium longum
Bifidobacterium longum y
Streptococcus thermophilus
-
Bifidobacterium lactis y
Streptococcus thermophilus
Lactobacillus rhamnosus y
Bifidobacterium infantis
-
Bifidobacterium longum y
Bifidobacterium bifidum
Lactobacillus rhamnosus y
y Bifidobacterium longum
FOS: fructooligosacáridos; GOS: galactooligosacáridos.
ta de la Comisión Europea a la expansión
de los alimentos funcionales en el mercado, se distinguirán dos tipos de alegaciones de salud:
00
– Alegaciones funcionales de mejora:
asociadas a determinadas funciones fisiológicas y psicológicas y a actividades biológicas que van más allá de su papel esAn Pediatr, Monogr. 2006;4(1):20-9
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MONOGRAFÍAS
Probióticos en nutrición infantil
tablecido en el crecimiento, el desarrollo
y otras funciones normales del cuerpo.
– Alegaciones de reducción de riesgo
de enfermedad: que se asocian a la reducción del riesgo de experimentar una
determinada enfermedad o afección.
que llevó al Comité Científico de Alimentación de la Comunidad Europea a concluir que la adición a las fórmulas infantiles de una mezcla de prebióticos en una
concentración de 0,8 g/dl es segura
(http://europe.eu.int/comm-food).
En cuanto a los prebióticos en sí mismos, los GOS son reconocidos como ingredientes alimentarios y no como aditivos por las autoridades de la Comunidad
Europea. Los FOS también se clasifican legalmente como alimentos o ingredientes
alimentarios naturales, reconocidos así
por las autoridades legales de todos los
países de la Comunidad Europea, pues se
encuentran de forma natural en muchos
de los alimentos de consumo habitual en
la dieta de cualquier adulto (por ejemplo,
puerro, ajo, cebolla, achicoria, etc.). Se les
ha adjudicado el estatus de GRAS (Generally Recognised As Safe).
El 13 de diciembre de 2001 el Comité
Científico de Alimentación de la Comunidad Europea redactó el “Informe adicional
del uso de hidratos de carbono resistentes
de cadena corta, oligofructosilsacarosa
(FOS) y oligogalactosil-lactosa (GOS), en
fórmulas de inicio y continuación”26 en el
cual se concluye que:
ESTUDIOS CLÍNICOS
– No existe base científica que indique
la existencia de efectos adversos por la inclusión de la mezcla de FOS y GOS en
fórmulas de inicio y continuación.
– No existe objeción en el uso de estos
componentes en las fórmulas infantiles,
tanto de inicio como de continuación,
aunque se solicita que se presenten los resultados de los estudios que estaban en
marcha en ese momento para ver el efecto a largo plazo.
Dichos estudios concluyeron con resultados positivos en la salud del lactante, lo
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Se ha realizado numerosos estudios clínicos tanto en adultos como en niños para
ver el efecto prebiótico de los FOS y
GOS27-32. Todos los estudios demostraron
que los FOS y GOS son oligosacáridos prebióticos y tienen el potencial de incrementar el índice de bifidobacterias en el colon.
Pretérminos
Un estudio doble ciego, aleatorizado, realizado en niños pretérminos de aproximadamente 31 semanas de edad gestacional,
comparó el efecto en el número de bifidobacterias fecales y lactobacillus tras la ingestión de una fórmula estándar o de una
fórmula suplementada con 1 g/dl de prebiótico. Durante los 28 días que duró el estudio, el número de bifidobacterias fecales
y lactobacillus aumentó en el grupo que recibió la fórmula infantil suplementada hasta
valores similares a los que tenían los niños
alimentados con LM. La diferencia en la
composición de la flora fecal entre los dos
grupos, fórmula estándar frente a fórmula
con prebióticos, fue altamente significativa.
De la misma manera, la consistencia y la
frecuencia de las deposiciones fueron similares en el grupo con lactancia materna y
el suplementado con prebióticos27.
A término
Un estudio doble ciego, aleatorizado, en
el que 90 niños a término fueron alimentados bien con una fórmula estándar o con
una fórmula suplementada con 0,4 o 0,8
g/dl de una mezcla de oligosacáridos que
contenía inulina (10%) y GOS (90%). Los
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Probióticos en nutrición infantil
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y Tschernia30 han apuntado una disminución en la incidencia de diarrea de origen
viral y en las infecciones respiratorias de
vías altas en lactantes que recibieron cereales suplementados con oligofructosa (1,1
g/día) entre los 4 y los 24 meses de edad.
En la revisión del contenido en nutrientes de las fórmulas infantiles, realizado
por el panel de expertos de la Sociedad
Americana de Ciencias de la Nutrición, se
señala que hasta el momento no hay datos suficientes para establecer unos contenidos máximos o mínimos en las fórmulas
infantiles2. Lo mismo ocurre para las fórmulas de pretérmino31. El Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición
(ESPGHAN) se manifestó en 2004 de forma similar32.
MONOGRAFÍAS
datos obtenidos se compararon con los de
un grupo paralelo alimentado con LM. Tras
los 28 días del estudio, el número de bifidobacterias fecales aumentó significativamente de modo dependiente de la dosis en
el grupo de niños con fórmula suplementada. También aumentó significativamente
el número de lactobacilos fecales en ese
grupo, pero no fue dependiente de la dosis. El pH de las heces fue significativamente más bajo al final del estudio en los
dos grupos con fórmula suplementada,
respecto al grupo estándar, mientras que
la consistencia y la frecuencia se incrementaron en un patrón dependiente de la dosis10,28.
Los niños que tomaron la fórmula estándar tenían las heces más duras y compactas en comparación con los que recibieron las fórmulas suplementadas, cuyas
deposiciones tenían una consistencia más
parecida a los alimentados con LM. Asimismo se comprobó que los niños que recibieron la fórmula suplementada con
prebióticos a dosis de 0,8 g/dl tenían las
heces más blandas que los que recibieron la fórmula suplementada con 0,4 g/dl.
De estos resultados se podría concluir
que con una fórmula suplementada en
0,4 g/dl con una mezcla de oligosacáridos
se consigue prevenir el estreñimiento,
mientras que si lo que se quiere es tratar
este estreñimiento se necesita administrar
un fórmula con 0,8 g/dl de estos prebióticos7.
A pesar de estos resultados positivos y
la supuesta inocuidad de la adición de
prebióticos a las fórmulas infantiles, hasta
la fecha son pocos los estudios publicados4. Rigo et al29 y Boehm et al8 señalan
en sus series que el crecimiento cualitativo y cuantitativo en lactantes que recibieron una fórmula con prebióticos fue similar al de lactantes que recibieron lactancia
materna o una fórmula estándar. Saavedra
CONCLUSIONES
La colonización del intestino del recién
nacido por una flora bifidógena es beneficiosa para el bebé. Le confiere propiedades
protectoras frente a infecciones enterales y
tiene también un efecto inmunomodulador en el sistema inmunitario intestinal. La
LM es rica en oligosacáridos que favorecen el desarrollo de una flora bifidógena.
Cuando se pretende conseguir este efecto
en una fórmula infantil, es preciso recurrir
a una mezcla de GOS y FOS. Su administración parece segura, aunque se precisan
más estudios clínicos que avalen su eficacia en el tratamiento de lactantes con problemas digestivos. La Comisión Europea
recomienda no superar los 0,8 g/100 ml,
de una mezcla de 90% GOS y 10% FOS.
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Probióticos en nutrición infantil
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