1 Poder Judicial de la Nación SENTENCIA Nº .- En la ciudad de Resistencia, capital de la Provincia del Chaco, a los siete días del mes de diciembre del año dos mil doce, se reúnen los Miembros de este Tribunal Oral en lo Criminal Federal Dra. ANA VICTORIA ORDER, Dra. GLADIS MIRTHA YUNES Y Dr. NORBERTO RUBÉN GIMÉNEZ –bajo la Presidencia de la primera de los nombrados– asistidos por el Sr. Secretario de Cámara, Dr. FRANCISCO RONDÁN, para dictar los fundamentos de la sentencia respecto de FLAVIA LORENA KOSIUK, D.N.I. N° 13.345.916, de nacionalidad argentina, nacida el 05 de febrero de 1960, en Charata, Chaco, con instrucción primaria completa, de ocupación comerciante, viuda, hija de Jacobo (f) y de Blanca Magdalena Rodríguez (f), domiciliada en Dean Funes y San Juan, de la localidad de Charata, Provincia del Chaco; en estos autos caratulados: “KOSIUK, FLAVIA LORENA S/SUP. INFRACC. LEY 23.737”, EXPTE. N° 1.558 – AÑO 2012, causa en la que han intervenido el Señor Fiscal General Subrogante Dr. Patricio Nicolás Sabadini, y los Dres. Juan José Cejas García y José Oscar Gómez, en representación de la imputada Flavia Lorena Kosiuk. Sin perjuicio de desarrollarlas “in extenso” al tratar las cuestiones a resolver, la base del contradictorio -según el Requerimiento de Elevación a Juicio- versó sobre las circunstancias que, en lo sustancial, se resumen: A) HECHOS: Conforme requisitoria de elevación a juicio, Las presentes actuaciones se iniciaron en fecha 25 de febrero de 2010, a partir de la información recibida por personal de Drogas Peligrosas con asiento en Charata que daba cuenta que una mujer identificada como Mari, junto 2 con su concubino apodado “Chato” Barrera, domiciliados en el Bº Belgrano de la citada localidad, estarían comercializando cocaína. Dispuestas tareas investigativas, se informa que la tal Mari se llama Flavia Lorena Kosiuk y “Chato” sería Víctor Hugo Barrera y viven en calle Dean Funes y San Juan del Bº Belgrano de la localidad de Charata, y que Mari tendría una venta de ropas en su domicilio, que utilizaría como pantalla para la transacción de estupefacientes que le traen de Bs. As., haciendo uso de mulas hasta su casa, concretando las ventas por teléfono celular y fijo, por cantidades superiores a 10 tizas de cocaína. Continuando con la investigación, la prevención obtiene el dato que el día 6 de junio de 2011 Mari recibió cocaína, traída por una mujer llamada Lore y que la enterró en el patio de su casa. Frente a tales circunstancias la prevención, con la correspondiente orden, el día 8 de junio de 2011 la prevención realizó dos allanamientos: uno en el domicilio de Irma Kosiuk con resultado negativo; el otro en el domicilio de la tal Mari Kosiuk, donde se logró incautar la suma de Pesos dos mil seiscientos cuarenta y uno ($2641), cuatro (4) celulares, y enterrados en el patio de la vivienda: 2.847 gramos de cocaína, envueltos en bolsas de nylon, distribuidos en un formato rectangular de 561 gramos y tres paquetes conteniendo 50, 80 y 98 cilindros negros con forma de tiza, cuyos pesos fueron de 502, 803 y 9841 gramos, respectivamente. 3 Poder Judicial de la Nación Como resultado del procedimiento se secuestraron los elementos habidos y se detuvo a Flavia Lorena Kosiuk. B) SITUACIÓN LEGAL B.1) En el transcurso de la instrucción la imputada FLAVIA LORENA KOSIUK, haciendo uso de su derecho constitucional, se abstuvo de declarar. (fs. 311/312 y vta. y ampliación de fs. 378/381, con motivo de la extracción de muestras para pericia y exhibición de los efectos secuestrados). Al resolverse "prima facie" la situación procesal de la imputada (fs. 634/637) la Sra. Juez Federal dictó auto de procesamiento con prisión preventiva, imputándole el delito previsto y reprimido por el art. 5º, inc. “c”, de la Ley 23.737 –Tenencia de Estupefacientes con fines de comercialización, en calidad de autora, resolución que quedó firme y consentida, luego de que la Excma. Cámara Federal de Apelaciones declarase mal concedido el recurso de apelación interpuesto por la defensa (fs. 668 y vta.). B.2) Establecida la base fáctica, el Sr. Fiscal Federal, Dr. Carlos Enrique Sanserri, requirió la elevación a juicio en el presente expediente por considerar incursa la conducta desplegada por FLAVIA LORENA KOSIUK en la figura tipificada como “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización -art. 5° inc. “c”, de la Ley 23.737 (Fs. 700/702).- 4 La Sra. Juez Federal de Instrucción a fs. 712 dictó el decreto que ordenó la clausura de la instrucción y dispuso la elevación de la causa a juicio. C) EN DEBATE La audiencia de debate, tuvo su inicio en fecha 28/noviembre/2012, conforme da cuenta el acta de fs. 774/782 y vta. La imputada FLAVIA LORENA KOSIUK, haciendo uso de su derecho constitucional se abstuvo inicialmente de prestar declaración indagatoria, por lo que se incorporó por su lectura el acto rendido en la instrucción (fs. 311/312 y vta.); y el reconocimiento de los efectos secuestrados de fs. 378/381. “A posteriori” la imputada declaró, conforme obra transcripto en acta de fs. 913/917. En esa oportunidad negó tener conocimiento de lo secuestrado en su domicilio afirmando que “…por eso es que ese día cuando fue la policía no dudé en abrir el portón, no tenía nada para esconder (…) Yo en sí trabajo con la ropa, estaba yendo y viniendo y tengo mi sobrina que me cuida las nenas”. Sostuvo además que se encontraba “medio” separada de su marido, que se encontraba de viaje y que había llegado un día antes del allanamiento, siendo su sobrina la que quedara en la casa al cuidado de sus hijas. Interrogada por la señora Presidente de Debate acerca de si estaría insinuando que la droga hallada en su domicilio pudo haber tenido vinculación con su marido, respondió que “Sí, posiblemente, no tengo idea”. Sostuvo además que a la época de los hechos “Estaba mucho más gorda, 5 Poder Judicial de la Nación tenía como 125 kilos” y tenía “por la gordura, presión alta, colesterol” y que por eso siempre viajaba acompañada. Explicó también que el dinero incautado correspondía al pago que le habrían efectuado esa mañana en concepto de alquiler del local de su propiedad. Que nunca realizó ningún pozo, ya que no tiene plantas, ni jardín, porque tiene perros. Que la relación con su hermana Irma Catalina Kosiuk no era buena, ya que la misma tenía relaciones con su marido, lo que habría provocado problemas y el alejamiento con este último, aunque seguían compartiendo la casa. Que ella tiene una pala ancha, pero que no sabe si esa era la misma pala que se encontró en su casa porque “… yo no tuve oportunidad de salir, yo estuve todo el tiempo sentada en la mesa, cuando me llaman salgo a la galería y salgo con las otras chicas que estaban ahí, me dicen esto encontramos acá, y yo estaba en la galería” Que la relación con su marido era de cuarenta años, que tuvo siete hijos con él, pero no sabe a qué se dedicaba su marido los últimos tiempos, y que había tenido problemas judiciales en la provincia de Buenos Aires, como partícipe secundaria por un problema que tuvo aquél. Sostuvo que ni a la época de los hechos ni actualmente con su estado físico, tiene capacidad para agarrar una pala y cavar un pozo. Que el Sr. Soloneski alquila su local y abona por ello “…Mil pesos. Paga la luz que un tiempo me cortaron, me paga la luz y ayuda a mis nenas”. Finalmente que cuando su marido falleció de un paro fulminante hace 2 años y medio, el 27 de abril de 2010, había llegado a su domicilio en Charata hacía dos días. 6 El plexo probatorio quedó integrado con las testimoniales rendidas -en debate- por el personal de la División Drogas Peligrosas: EDUARDO ABEL OBEZ, HUGO RENÉ TRULLET, JUAN JOSÉ BOGADO, HUMBERTO DARÍO FERNÁNDEZ, y NOELA YUDITH BARBISÁN, y de los testigos civiles: ANA MATILDE KIFFEL, HÉCTOR FERMÍN SOLONESKY, ELISA EDITH FERNÁNDEZ y HUGO EDUARDO ALEMANDI; la incorporación por su lectura de la testimonial del personal policial HÉCTOR RAÚL VIVAS, prestada en sede judicial a fs. 600 y vta.; y la incorporación por su lectura de las Documentales e Informativas individualizadas en el acta de fs. 774/782 y vta. D) ALEGATOS D.1) Durante la discusión final (art. 393 º del C.P.P.N), el Sr. Fiscal de Juicio, Dr. PATRICIO NICOLÁS SABADINI, sostuvo que los hechos investigados fueron corroborados por las testimoniales brindadas en el curso del debate, así como las actas labradas por la Fuerza preventora, el acta inicial, las tareas investigativas y las denuncias realizadas conforme art. 34 bis del CPPN. Afirmó que el oficial Obez recibió la información concreta que dos días antes había arribado droga y la misma estaría en el patio de la Sra. Kosiuk, por lo cual solicitó la respectiva orden de allanamiento a la Sra. Juez Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña. Una vez en poder de la referida orden, el personal policial se dirigió al lugar previamente indicado 7 Poder Judicial de la Nación y procedió a realizar las excavaciones que dieron con el material estupefaciente incautado. Sostuvo que no le caben dudas en cuanto a que la imputada es autora del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, aclarando referirse a un concepto jurídico de tenencia, no ontológico o fenomenológico, en cuanto a que no requiere un contacto físico con el bien ilícito, sino que lo determinante es el señorío, ya que ella se encontraba en su esfera de custodia más íntima. Todo lo cual, expuso, viene determinado también por las testimoniales rendidas en debate por los policías, quienes reconocieron que la tierra era de fácil remoción; principalmente, consideró fundamental el testimonio del Sr. Bogado por haber realizado en persona las excavaciones. Con esa base, afirmó que la Sra. Kosiuk escondía el estupefaciente bajo tierra y a medida que tenía datos concretos de posibles ventas los sacaba, agregando que se encontraban aptos para comercializar puesto que eran tizas envueltas en el tipo de papel utilizado cotidianamente para ese modo delictivo. Posteriormente explicó que en este tipo de delitos, delitos de peligro, a diferencia de los delitos de lesión, no existe lesión a un bien jurídico sino una puesta en peligro, en este caso, la salud pública. En relación al aspecto subjetivo, sostuvo que al tratarse de un delito de resultado cortado, requiere una ultraintención, en este caso, de colocar el material estupefaciente en el mercado ilegal. 8 En cuanto a su participación, entendió que la misma lo hizo en calidad de autora; que por tratarse de una conducta que el estado no fomenta sino reprime, la misma es antijurídica y que también es culpable, por haber tenido la posibilidad de acatar la norma e incluso, consultar un abogado, demostrando ello un considerable ámbito de autodeterminación. En referencia a la cuantificación de la pena, teniendo en cuenta los parámetros del art. 41 CP, la naturaleza de la acción, la clase de droga, su potencialidad dañosa para la salud pública, así como el comportamiento posterior de la imputada, que no ofreció resistencia a la fuerza pública, su edad y el nivel de instrucción alcanzado en relación a las dificultades para insertarse al mercado laboral; solicitó la pena de 7 años de prisión. A continuación explicó que, alternativamente, el delito de almacenamiento, también previsto por el art. 5 inc. “c” de la Ley 23.737, sólo requiere que la imputada conozca la calidad de la droga y el elemento cuantitativo, no exigiendo ningún tipo de ultra finalidad. Por último, el Sr. Fiscal General concluyó sus alegatos acusando a la imputada Flavia Lorena Kosiuk como autora penalmente responsable del delito de Tenencia de Estupefacientes con fines de comercialización (art. 5 inc. “c” Ley 23.737), solicitó la pena de 7 años de prisión; y alternativamente por el delito de Almacenamiento de Estupefacientes (art. 5 inc. “c” Ley 23.737) solicitando la misma pena. 9 Poder Judicial de la Nación Requirió, asimismo, se remita al Juzgado Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, testimonio de las actas y de la sentencia para continuar la investigación respecto de Diego Ayunta e Irma Catalina Kosiuk. D.1) A su turno, el Dr. Juan José Cejas García sostuvo que, siguiendo un razonamiento lógico, los hechos se habrían iniciado a raíz de información que habría llegado a los oídos de la policía en base a un informe de comisión del oficial Humberto Fernández, quien informa al Comisario Gómez (fs. 278) que el día 2 de junio recibe la información que el 16 de mayo previo una ciudadana apodada “Lore” habría arribado a Charata y traería estupefaciente y que el mismo podría estar enterrado en el patio de la casa de la Sra. Kosiuk. Le llama la atención que a fs. 279, con fecha 8 de junio, el Oficial Fernández exprese el mismo contenido pero refiriendo haber recibido la información el día 6 de junio. En base a esta declaración, expresa, Obez solicita al magistrado de Pcia. Roque Sáenz Peña la orden de allanamiento respectiva. Manifestó que cuando a Obez la defensa le preguntó desde cuándo tenía conocimiento de la supuesta introducción de elementos estupefacientes, dijo que había llegado a su conocimiento 2 días después del acta y que si esto fue así, no se explica por qué basó su requerimiento de pedido a la Sra. Juez con fecha 8 de junio cuando la droga podría haber sido ocultada. Por otra parte, entendió, consta en acta que Fernández y Vivas fueron las personas que realizaron la excavación en el domicilio de Kosiuk, 10 sin obviar que no tuvieron control sobre una prueba tan importante como la pala, que sobre la misma no se practicó pericia alguna y tampoco se sabe si estaba en el lugar o fue traída por la policía. Ahora bien, afirmó que el testigo Vivas, de acuerdo con su declaración en sede judicial, habría expresado que estuvo durante todo el procedimiento en el comedor, colaborando con la Sra. Barbisán en la custodia de la Sra. Kosiuk y sus hijas menores, por lo que no sería posible que hubiese estado cavando como dijo Fernández en debate. Posteriormente, sostuvo que otro testigo, Alemandi Hugo, dijo que ellos estaban realizando la pesquisa necesaria en las dependencias internas de la casa, cuando fueron llamados al fondo, y que cuando él llega ya encuentra que había dos paquetes sobre una mesa, con lo cual, en ningún momento vio que los paquetes hayan sido extraídos del pozo. Asimismo, el testigo habría afirmado que dentro de los secuestros vio una bolsa con una identificación de un comercio oriundo de Santiago del Estero, y que sin embargo, en debate dicho envoltorio no pudo ser hallado. En cuanto al testimonio del Sr. Bogado Juan, entendió que habría manifestado que todos participaron de la excavación del pozo, siendo ello otra incongruencia respecto a los demás testimonios; además, habría expresado que el estupefaciente estaba a 80 cm de profundidad y era de fácil excavación, cuando en realidad, por conocer personalmente el Sr. Defensor la contextura de la zona, podría asegurar que “ni el mejor topo o minero va a realizar una excavación en ese lugar”. 11 Poder Judicial de la Nación Sostuvo que para que haya comercialización se requiere dolo y para ello es indispensable el conocimiento efectivo del autor. Además, destacó que no existe elemento objetivo alguno en la causa, ni siquiera un simple indicio, que acredite y compruebe un nexo de causalidad entre los elementos hallados en el fondo del domicilio de la imputada y la actividad por ella desarrollada, como ser compra, venta o difusión de estupefacientes, así como tampoco se secuestró ninguna balanza, elementos de corte, vidrios, lista de teléfonos, fluorescente, etc. La imputada, solamente se habría limitado a vender ropa. En este sentido, insistió en que debe haber un nexo de causalidad y conocimiento que vincule el poder de dominio y disposición que debe estar acreditado, y no basado en la suposición. Por tanto, entendió, tampoco sería conducente el almacenamiento imputado subsidiariamente por el Sr. Fiscal General, por no existir elementos concomitantes vinculantes ni pruebas acreditantes. Finalmente, citó jurisprudencia en su apoyo. A su turno, continuando con el alegato a favor de la imputada, el Dr. José Oscar Gómez sostuvo que, en el curso de la investigación, no se habría clarificado nada de lo que se entiende como ilicitud de la conducta. Afirmó que su defendida pesaba al momento del hecho 122 kilogramos y padecía una afección cardíaca con lo cual le habría sido imposible cavar un pozo de 80 centímetros. Por otra parte, entiende que la fuerza prevencional habría actuado desordenadamente, por ejemplo, al 12 utilizar la pala sin guantes y borrar de esa manera las huellas dactilares que podrían haberse extraído mediante pericia respectiva. Por todo ello, afirmó que la prueba no tendría lo requerido por el derecho penal para la determinación de una plataforma fáctica sólida donde se identifique una condena indestructible. Con esta base, sostuvo que lo único acreditado en autos es el hallazgo de la droga en el patio de la imputada, mas esto no podría de manera alguna probar la finalidad de comercialización que exige la norma. Tampoco habría podido ser acreditado quién traía la droga, para quién la traía, o quién la habría enterrado. Por ello, solicitó la absolución de culpa y cargo de su defendida por el delito de Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. En cuanto a la acusación por almacenamiento de estupefacientes, manifestó que su defendida no sabía de la existencia de la droga, por haber arribado de Buenos Aires la noche anterior, por lo cual mal podría hacerse cargo del estupefaciente enterrado. En ese sentido, subsidiariamente, solicitó la aplicación del art. 14 primer párrafo de la Ley 23.737, Tenencia simple de estupefacientes, y atento el tiempo que la imputada lleva en prisión preventiva, se la condene a la pena mínima y se la tenga por compurgada la pena. En ejercicio de su derecho a réplica, el Sr. Fiscal General alegó que, al tratarse de un delito de resultado cortado, lo que se exige es una ultra intención de comercialización, pero no la comercialización misma, 13 Poder Judicial de la Nación por lo que el hecho de que no se haya probado la compra o venta de estupefacientes, o no se haya secuestrado una balanza, no obsta la conformación de la figura delictiva. Más aún, teniendo en cuenta que para este tipo de droga, que ya se encontraba fraccionada y lista para entrar al mercado, no se requeriría balanza alguna. Respecto a la declaración testimonial brindada en debate por el Sr. Alemandi, explicó que si bien el testigo manifestó haber llegado al patio cuando dos bolsas ya se encontraban fuera del pozo y sobre una mesa, él mismo le preguntó si la fuerza policial seguía extrayendo bolsas del pozo, a lo que el testigo contestó afirmativamente; y con respecto a la supuesta bolsa perteneciente a un comercio de Santiago del Estero, expresó que tal afirmación resulta irrelevante puesto que el testigo reconoció el material estupefaciente al serle exhibido en debate. Finalmente, en relación al encuadramiento que hace el Dr. Gómez de la conducta de su defendida en la figura de Tenencia simple de estupefacientes, afirmó que si el defensor acepta el dolo de tenencia, acepta, implícitamente, también el del almacenamiento. Hasta aquí, en lo sustancial, las actividades concretadas por el Ministerio Público Fiscal y la Defensa. FLAVIA LORENA KOSIUK es la misma persona que fuera traída a juicio y sobre la que se dictó oportunamente el veredicto que glosa a fs. 783/784 y vta. 14 Luego del proceso de deliberación, previsto en el art. 396° del C. P. P. N. el Tribunal estableció para resolver este caso, el planteamiento de las siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿Se encuentra acreditada la existencia del hecho delictuoso? SEGUNDA: ¿Cuál fue la participación de la imputada y qué calificación legal corresponde a su conducta?; TERCERA: En su caso: ¿Qué sanción corresponde aplicar?; CUARTA: Otras cuestiones A LA PRIMERA CUESTIÓN LA DRA. ORDER DIJO: MATERIALIDAD La actividad probatoria producida en debate me permite tener por acreditado en el “sub-examen” las siguientes circunstancias: Las presentes actuaciones tuvieron su inicio en fecha 25 de febrero de 2010, en el marco de la investigación que llevaba adelante la División Operaciones Drogas Interior Charata, con intervención del Juzgado Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, con relación a Hugo Barrera alias “Chato” o “Cabeza” domiciliado en la intersección de calles San Juan y Dean Funes, su concubina, una tal Mari Kosiuk, la hermana de ésta, Irma Catalina Kosiuk, domiciliada en Pasaje Gorriti del Barrio Belgrano, entre otras personas, todos de la mencionada localidad (Conf. fs 1/2 del expediente N° 79/10 a la cabeza de autos, incorporado por lectura al Debate). 15 Poder Judicial de la Nación El comisario Eduardo Abel Obez, preventor de las actuaciones, interrogado por el Tribunal, explicó que las mismas tuvieron inicio en virtud de “…comentarios que nos llegó de personas residentes en Charata, en forma verbal de distintos vecinos, sobre todo del Barrio Norte y San Juan….” (De su declaración en Debate). Profundizadas las investigaciones se pudo conocer que “Chato” Barrera sería Víctor Hugo Barrera y su concubina sería Flavia Lorena Kosiuk, alias “Mari” quienes venderían en su domicilio cocaína y distribuirían a otros ciudadanos, también investigados. En ese contexto, el 23 de julio de 2010 la prevención solicitó la intervención telefónica de la línea telefónica celular N° 03731-15588296 que sería utilizada por “Mari” Kosiuk, informando a la Jueza instructora que si bien se realizaron diversos procedimientos con relación a los demás investigados, nada surgía respecto de los principales investigados, pero contaban con el dato de que la tal “ Mari” Kosiuk continuaría el comercio ilegal de su fallecido esposo Barrera (informe del Comisario Abel Obez a fs. 18 incorporado por lectura al Debate). En el mes de abril del año 2010 se había producido el deceso de Víctor Hugo Barrera, por paro cardiorrespiratorio no traumático, en la ciudad de Charata, circunstancia ésta corroborada por la propia imputada y por el preventor de las actuaciones, Comisario Obez (Conf. Sus declaraciones en Debate e informe de fs. 262/265 incorporado por su lectura al Debate.) 16 En fecha 22 de abril de 2011 la prevención organizó actuaciones complementarias del expediente 79/10, en las que resume toda la actividad desplegada desde el año 2008, de investigación de esta posible organización delictiva dedicada a la comercialización de sustancias estupefacientes, con sucesivas intervenciones telefónicas, la que derivó en distintos procedimientos, algunos con resultado negativo, mientras que otros culminaron con el secuestro de estupefacientes y la detención de sus portadores. Y que si bien no se habrían producido novedades de interés a partir de la observación judicial del abonado que sería utilizado por Flavia Lorena Kosiuk, podría suponerse que a raíz de uno de los procedimientos efectuados, sus actividades habrían cesado o aparentemente habría elegido otras formas de disimularlas. (Informe del Comisario Obez a fs. 262/265 incorporada por lectura al Debate). Comisionado personal con fines de continuar la investigación, el 24 de mayo de 2011 se pudo saber que Flavia Lorena Kosiuk, continuaría con la venta de sustancias estupefacientes que serían fabricadas en la provincia de Buenos Aires y traídas hasta su domicilio por mulas. (Informe del Cabo Humberto Darío Fernández a fs. 266 incorporado por su lectura a Debate). El 02 de junio de 2011 personal abocado a las tareas de pesquisa, obtuvo el dato de una tal “Lore” que sería oriunda de la provincia de Buenos Aires, quien sería la encargada de traer la droga al domicilio de Flavia Lorena Kosiuk. Que esta última enterraría el estupefaciente bajo 17 Poder Judicial de la Nación tierra, en los fondos del terreno y sería la encargada de vender en la ciudad de Charata, en su domicilio, en cantidades superiores a diez tizas de cocaína, por teléfono fijo o celular. (Informe del Cabo Humberto Darío Fernández a fs. 278 incorporado por su lectura a Debate). Finalmente, el 08 de junio de 2011, recabando información, personal comisionado pudo conocer que dos días atrás la imputada habría recibido cocaína traída por la “Lore” y que el estupefaciente estaría enterrado en la parte posterior de su inmueble, al costado de una planta de pino, y que únicamente sacaría lo que comercializaría, existiendo también la probabilidad de que estuviera en el domicilio de su hermana, Irma Catalina Kosiuk. Frente a tales circunstancias, y advertida la necesidad de actuar con la mayor celeridad posible para no comprometer el éxito de la investigación, la prevención solicitó las respectivas órdenes de allanamiento de los citados domicilios, las que fueron libradas por la Sra. Juez Federal interviniente, de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña. (Resolución de fs. 245/248 y vta. y órdenes de fs. 249 y 250). Ese mismo día 08 de junio de 2011, a las 22.00 horas y de manera simultánea la prevención llevó adelante los procedimientos ordenados, con la colaboración de personal de la Comisaría de Charata y de la División Operaciones Drogas Interior Villa Ángela. El resultado fue negativo en la vivienda de Irma Catalina Kosiuk (Conf. Acta de fs. 289/290 incorporada por lectura a Debate). 18 Por su parte, en el domicilio sito en calle San Juan y Dean Funes, encontrándose presentes los dos testigos hábiles convocados por la prevención: Hugo Eduardo Alemandi y Ana Matilde Kiffel, fueron recibidos por la imputada Flavia Lorena Kosiuk, a quien dieron lectura de la orden judicial, y yendo incluso más allá de lo ordenado, atendiendo a sus requerimientos, se citó en calidad de testigos a dos vecinos que ella indicó: Héctor Fermín Solonesky y Elisa Edith Fernández. En este sentido el comisario Obez explicó que “…requerimos dos testigos más a reclamo de la propietaria, ella lo solicitó y consideramos un derecho atendible, para nosotros bastaban dos…” (De su declaración en Debate). Como primera medida, en palabras del Oficial Juan José Bogado, en Debate: “…se solicitó a la señora si tenía intención de mostrar si tenía joyas, dinero o armas, dijo que no, pero sí que tenía dinero…” por lo que la imputada entregó la suma de Pesos dos mil seiscientos cuarenta y uno, en billetes de distinta denominación, que se secuestraron. (Acta de fs. 291/293 y declaración del oficial Bogado en Debate) Todos los testigos civiles en debate, fueron contestes en cuanto a que el procedimiento se inició por el interior de la vivienda “… Éramos cuatro, dos de la policía y dos de la casa, así que nos cruzamos, a mí y al Sr. Alemandi nos tocó adentro de la casa, con dos policías: Trullet y otro; las mujeres quedaron en la parte de la cocina y saliendo para afuera, a la galería; la casa tiene una cocina comedor y otro comedor intermedio que es sala, ahí nos dirigimos 19 Poder Judicial de la Nación nosotros y a las habitaciones…” (Testigo civil Héctor Fermín Solonesky en Debate). Quedó también probado en Debate que del interior del domicilio sólo fue habido dinero y cuatro celulares a la postre secuestrados. Por último, personal encargado de la requisa se dirigió con los testigos civiles Ana Matilde Kiffel y Elisa Edith Fernández a la zona de la galería y el patio. En este punto resultó esclarecedor el testimonio en debate de la testigo de la prevención: Kiffel, quien afirmó sin hesitaciones haber presenciado el momento en que personal policial inició la excavación en el patio de atrás. Por su parte el Comisario Obez, explicó que casi toda la superficie del terreno está cubierta con cemento, siendo de dos o tres metros aproximadamente la parte de tierra, y que por eso concentraron la actividad allí, haciendo una excavación bastante amplia, de 50 centímetros de profundidad. Y que si bien se dirigieron a una zona en la que se encontraba removida la tierra, ese no fue el único indicio para la ubicación porque “…por la investigación previa nos habían llegado comentarios que el ocultamiento del estupefaciente se realizaba de esa manera…” (Obez en Debate). Los policías intervinientes, con excepción de la mujer, ayudaron turnándose en la excavación, utilizando una pala que se encontraba en el domicilio, extrayendo en primer término una bolsa plástica verde que contenía un formato rectangular con sustancia blanquecina en su interior y 20 que fuera descrito de manera clarificadora por la testigo de actuación como “….un paquetito así como un jabón, era blanco, yo pensé que era jabón…” (Ana Matilde Kiffel en Debate). Luego continuaron la excavación y hallaron tres envoltorios más, conteniendo 50, 80 y 98 cilindros de color negro con forma de tiza conteniendo en su interior sustancia blanquecina, los que la testigo Kiffel describió como “pilitas”. (Acta de fs. 291/293 incorporada al Debate por lectura y testigos Obez, Trullet, Bogado, Fernández, Kiffel y Alemandi en Debate). Los testigos de la prevención Obez, Trullet, Fernández y Bogado, fueron contestes y concordantes en cuanto a que la tierra donde se produjo el hallazgo estaba removida, a lo que los testigos de actuación convocados por la policía: Alemandi y Kiffel agregaron que estaba húmeda, en términos de esta última: “estaba floja y regada…” (Obez, Trullet, Fernández, Bogado, Alemandi y Kiffel en Debate). El Oficial Bogado, recordó que todo el personal policial, entre los que se incluía, menos la mujer, participaron de la excavación, utilizando la única pala que encontraron en el lugar, donde uno cavaba y “otro personal se ayudaba con las manos sacando tierra para facilitar al otro que estaba con la pala”; explicó también que la tarea llevó menos tiempo y esfuerzo donde se encontraron las bolsas, ya que la tierra estaba removida, pero que decidieron seguir excavando y en las otras zonas estaba más compacta, por lo que el esfuerzo fue mayor. (De su declaración en debate) 21 Poder Judicial de la Nación Sólo los testigos traídos a requerimiento de la imputada, Elisa Edith Fernández y Héctor Fermín Solonesky –pareja vinculada con la imputada por una relación de vecindad de años y luego de locación comercial, admitida por los tres en el juicio- dijeron no haber visto el momento en que el estupefaciente fue extraído del suelo, no obstante la testigo Kiffel fue contundente al ser interrogada por la Defensa, al afirmar que cuando llegó al lugar el pozo no estaba excavado, sino que ella estaba ahí y vio cuando sacaron los paquetes, mientras que Alemandi recordó que “…eran dos testigos en la casa y creo que había dos afuera, cuando estábamos en la zona de la cocina escuché que dijeron “encontramos”, fuimos y habían encontrado dos paquetes en la zona y estaban trabajando, excavando, y sacaron otro paquete más…” Dejó en claro además, que las dos testigos mujeres ya estaban ahí cuando ellos llegaron con el otro testigo. (Kiffel y Alemandi en Debate). El hallazgo de la sustancia estupefaciente quedó demostrado de modo incontrovertible, al punto que ni siquiera fue cuestionado por la propia defensa. En oportunidad de serle exhibido en debate el material incautado al testigo Alemandi, este recordó haber visto una bolsa con propaganda de la provincia de Santiago del Estero, la que si bien no logró ubicarse – quizás producto de la manipulación a que fuera sometido el secuestro como consecuencia de su apertura, exhibición y extracción de muestras para pericia durante la instrucción- quedó plasmada su existencia en el acta de allanamiento respectiva, en la que se hizo referencia a una bolsa 22 plástica con la inscripción COOP SERVIMAX, con indicación del domicilio comercial situado en la citada provincia (Alemandi en Debate y Acta de fs. 291/293 incorporada por su lectura). Por último, el Oficial Bogado invitó a los testigos a elegir al azar dos de las tizas halladas, de las que se extrajo una pequeña porción para ser sometida a prueba de campo con químicos apropiados, al igual que del formato rectangular, arrojando en todos los casos resultado positivo a cocaína, culminando el procedimiento con el pesaje del estupefaciente, en un peso de 561 gramos el formato tipo pan, y 502, 803 y 981 gramos respectivamente, los 50, 80 y 98 cilindros hallados, totalizando un peso de dos kilos ochocientos cuarenta y siete gramos (2,847 kg) (Acta de fs. 291/293 incorporada por lectura al Debate). Flavia Lorena Kosiuk fue detenida y los elementos incautados, los que oportunamente fueron exhibidos a los testigos –y reconocidos por éstos- en debate. Finalmente, cabe destacar que conforme los datos obtenidos de la pericial química realizada en autos respecto de la sustancia estupefaciente que da cuenta el acta de fs. 291/293 se determinó que se trataba de clorhidrato de cocaína, con un peso total de 2.815,31 gramos, con la posibilidad de obtener 12.348 dosis umbrales. (cfr. Pericia de fs. 642 bis/648, incorporada al debate por su lectura). En fin, las probanzas reseñadas párrafos arriba, analizadas a la luz de la sana crítica racional, la psicología y la experiencia común 23 Poder Judicial de la Nación conforman un cuadro de convicción suficiente para tener por acreditado el devenir histórico de los hechos traídos a juicio y establecer la relación de la imputada Flavia Lorena Kosiuk con el material incautado en el procedimiento concretado en su domicilio sito en calle San Juan y Dean Funes, de la localidad de Charata, provincia del Chaco, el día 08 de junio de 2011 a las 22.00 horas, conforme da cuenta el Acta de fs. 291/293. A LA MISMA CUESTIÓN LA DRA. YUNES DIJO: Adhiero a las consideraciones vertidas por la Colega del Primer Voto en punto a la materialidad. Y ASÍ VOTO. A LA MISMA CUESTIÓN EL DR. GIMÉNEZ DIJO: Adhiero a las consideraciones vertidas por la Colega del Primer Voto en punto a la materialidad. Y ASÍ VOTO. A LA SEGUNDA CUESTIÓN, LA DRA. ORDER DIJO: Conformada la plataforma fáctica, debo avanzar ahora en orden a la participación que le cupo a la encartada en los hechos, a fin de determinar si resulta pasible de un reproche penal; en su caso, conforme cuál calificación, y finalmente si alguna causal de justificación, inculpabilidad o excusa absolutoria le quitara dicha responsabilidad penal en la acción antijurídica atribuida. El análisis subsiguiente se hará a partir de la acusación efectuada por el Sr. Fiscal General en debate, y las argumentaciones de la defensa, las que han sido reseñadas en el punto D) Alegatos. A. AUTORÍA 24 Si bien la descripción efectuada en la reconstrucción histórica de los hechos, permite – ab initio- obtener certeras conclusiones, avanzando en el análisis me encuentro en condiciones de afirmar, coincidiendo con la acusación fiscal, que puede atribuirse responsabilidad penal a Flavia Lorena Kosiuk en calidad de autora, lo cual surge de contundentes elementos fácticos y probatorios que se analizarán a continuación, conforme las reglas de la sana crítica racional, o sea la lógica, la psicología, la experiencia común y el modo en el que normalmente se desarrollan las cosas. En efecto, ya desde el inicio de una investigación que transcurrió con altibajos e intermitencias desde el año 2008, la prevención contaba con la noticia criminis de una tal “Mari” Kosiuk, a la postre identificada como Flavia Lorena Kosiuk –entre otras personas- quien se dedicaría a comercializar estupefacientes, logrando incluso averiguar con certera precisión –conforme quedó acreditado luego- que tenía como modalidad su ocultamiento bajo tierra. La veracidad de este último dato, que motivara a la magistrada interviniente a hacer lugar a la solicitud efectuada por parte de la prevención para el allanamiento del domicilio de la imputada, quedó contundentemente corroborada con el posterior hallazgo, sumado a la acreditación concordante de los testigos en Debate, respecto del estado en que se encontraba la zona del patio de la vivienda donde se produjo el 25 Poder Judicial de la Nación hallazgo: con tierra removida y húmeda, es decir como acondicionada para su uso frecuente y “a la carta”. Si consideramos el hecho de que se trataba de una vivienda cerrada - ella abrió el portón con llave, lo dice el acta ratificada por los intervinientes- con un patio pequeño en el que la porción de tierra era de dos o tres metros, con “galería, piso, contrapiso, techo, parilla y detrás un pequeño jardín” (Bogado en Debate) cuya superficie estaba húmeda, como regada, en la que únicamente vivía la imputada con su dos hijas menores, es claro que no podía desconocer la existencia del pozo. Más aún, concluyo era ella quien tenía su cargo, por sí o por terceros, el mantenimiento del estado en que se encontraba la casa tanto en su interior como en el exterior, por caso regando la tierra para mantenerla acondicionada a los fines que luego quedaron evidenciados con el hallazgo de la prevención. No es un dato menor la existencia de una pala en el escenario descripto, en este punto todos los testigos fueron contestes en cuanto a que había una sola; incluso la propia imputada reconoce tener una pala, que describe como “ancha”, aun cuando afirma no haber visto la que usaron en aquella oportunidad. Estas circunstancias, en el contexto ya reseñado en la materialidad, se constituye como un elemento objetivo que me permite afirmar que puede atribuirse a Flavia Lorena Kosiuk el estupefaciente habido dentro del pozo ubicado en el patio de la casa y que ella tenía el 26 señorío absoluto sobre todas sus dependencias, con poder de disposición directo y efectivo sobre el material incautado. Hasta aquí resulta incontrovertible el reproche que se formula a la imputada en calidad de autora. Si bien no es obligatorio considerar, y en su caso refutar todas las argumentaciones de las partes, resulta evidente que descarto la esforzada defensa de la imputada por inconsistente y sin sustento alguno en pruebas colectadas en la causa. Por caso, no puedo atribuirle relevancia a la pretendida ajenidad respecto de la excavación del pozo en el patio de su casa, porque no la tiene; resulta indiferente quién cavó el pozo ya que en la causa no se le imputa a Kosiuk su concreción, a ella se le imputa la tenencia –dentro de un ámbito de disposición y bajo su exclusivo dominio- de 2,847 gramos de cocaína adentro de bolsas ubicadas en el pozo cavado en el fondo de su domicilio, sin que importe si fue ella quién lo cavó, o lo hizo alguien a su cargo o por indicación suya. Como tampoco corresponde, ni es dable exigirle a la autoridad instructoria, que la investigación pudiera desentrañar tamaño detalle, como es la determinación de quién hizo el pozo donde estaba la droga. Lo cierto, lo relevante, lo que realmente interesa a los fines de la imputación delictiva y determinación de la responsabilidad penal, es esto último: que la droga estaba en el domicilio de Flavia Lorena Kosiuk, bajo su señorío exclusivo, fraccionada y lista para su comercialización. 27 Poder Judicial de la Nación Descarto también el argumento defensista que pretende ubicar a la imputada fuera de la ciudad los días previos al allanamiento, en viaje de compras por la ciudad de Buenos Aires, de la que habría regresado un día antes. Y no sólo porque no se hubiera acreditado en modo alguno el supuesto viaje, sino porque el argumento pierde toda relevancia al ser confrontado con un hecho concreto de la realidad: ese día, 08 de junio de 2011, fecha del hallazgo del estupefaciente, la señora Kosiuk estaba en su domicilio. Por idénticos motivos, entiendo que resulta absurdo pretender – como quiso sugerirlo la imputada- poner los más de dos kilos ochocientos gramos de cocaína en cabeza de su esposo, fallecido un año y medio antes del procedimiento. Con relación a las supuestas contradicciones que habría marcado la defensa, son menores, carentes de relevancia, en el contexto de la declaración global de todos y cada uno de los testigos en debate; por lo que concluyo que el plexo probatorio así conformado, la entidad de las pruebas de cargo, que en momento alguno fue conmovida, y resulta tan contundente que incluso la propia defensa de la imputada reconoce que no son “tan necios para negar el procedimiento”, otorgándome la certeza necesaria para tener por acreditada su participación en el hecho que se le imputa, en calidad de autora, a título de dolo directo. 28 Obtengo la prueba del elemento subjetivo, a través de indicios, cuyo valor nutre y permite consolidar el plexo probatorio: “Si hay un sector del mapa probatorio que lleva al operador jurídico (juez, jurado, árbitro, abogado) a trabajar en un frente de conjunto, en una red que interactuante, anuda y teja, es el de los “indicios”: dispersos, acaso débiles e insuficientes si son tratados en solitario, pero que multiplican e interactúan en la recíproca articulación, el valor de la convicción de las evidencias”.1 De modo que, en palabras de Cafferata Nores2 puedo construir el “silogismo indiciario”, con hechos de la causa- reiteradamente reseñados “supra”- que constituyen un conjunto de indicios contingentes, permiten mediante una operación lógica –critica, que basada fundamentalmente en las reglas generales de la experiencia, concluir que la conducta que se atribuye a Flavia Lorena Kosiuk es a título de dolo directo. Los elementos fácticos en tanto prueba directa que nos permitirán inferir las pruebas indiciarias ya referenciadas anteriormente pueden sintetizarse de la siguiente manera: la señora Kosiuk habitaba la vivienda en cuestión con sus hijos menores; se trataba de un predio cerrado con llave, en el cual no se constató el ingreso de terceros; tenía en el patio, en un pequeño sector, un pozo ya cavado, con tierra removida y mojada; una pala que permitía trabajar esa tierra; y en ese lugar fue habido el estupefaciente fraccionado en un pan y 228 “tizas”. 1 MORELLO, Augusto, “El peso de los indicios y la valoración de la prueba de presunciones...”, Suplemento de Jurisprudencia Penal, L. L., 23/02/98). 2 Aut. cit. La Prueba en el Proceso Penal, página 193, tercera edición, Ediciones Depalma, Buenos Aires 1998. 29 Poder Judicial de la Nación Conforme el devenir ordinario de las cosas, en la experiencia del hombre común no se admite otra conclusión: sabía que tenía estupefacientes en el fondo de su casa, con la finalidad de introducirlo al comercio ilícito, quería hacerlo y tenía pleno dominio del hecho. B. CALIFICACIÓN LEGAL Conformada la materialidad de los hechos y autoría de la encartada Flavia Lorena Kosiuk, corresponde tratar el encuadre legal de la conducta reprochada.El Sr. Fiscal General acusó a Kosiuk por el delito de “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” art. 5º, inc. c) de la ley 23.737”, en calidad de autora, y de manera alternativa, por “Almacenamiento de estupefacientes” previsto por la misma norma legal. Voy a coincidir con la acusación principal formulada por el Ministerio Fiscal, descartando por ende la figura alternativa, aun cuando el almacenamiento es una de las modalidades de posible aplicación, ya que conforme la facultad conferida por el art. 401 del CPPN, me es dable encuadrar la conducta de la encartada -dentro de las distintas posibilidades del art. 5, inc. c) de la ley 23.737- en aquella que mejor se ajusta al caso sometido a decisión. Con lo dicho, va de suyo que también descarto el pretendido encuadre de la defensa en la figura de la simple tenencia prevista en el art. 14 primera parte de la Ley 23737. 30 La imputación de la figura de “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” contenida en la norma inicialmente mencionada supone, en primer lugar, la conducta dolosa de “tener” estupefaciente, lo cual implica “saber lo que se tiene y querer tenerlo”. Dolo directo que es evidente en la encartada, como derivación necesaria de las pruebas que hasta ahora hemos analizado. Pero es necesario además probar un plus subjetivo, distinto al dolo, que sólo puede mensurarse al ser objetivado. A esos efectos la doctrina y la jurisprudencia han enunciado elementos de ponderación, conformando un catálogo, que no es - por cierto- ni taxativo, ni excluyente, ni pretende agotar la riqueza de la vida real. Es decir, que esos elementos de ponderación de una conducta que permitan concluir que se ha conjugado alguno de los verbos del art. 5, inc. c, de la ley 23.737 (o excluirla) deben buscarse en el caso concreto. En ese sentido, las pruebas directas e indiciarias colectadas en la causa, y a las cuales ya hice referencia, conforman un plexo contundente, idóneo y eficaz, que valorado conforme la sana crítica racional, me permite concluir con grado de certeza, que la encartada “tenía” estupefacientes en su poder, dentro de su domicilio, es decir dentro de un ámbito donde ejercía efectivos poderes de custodia con exclusión de terceros, con absoluta conciencia de que tenía en su poder la droga referida. Es oportuno referirse a la argumentación defensista que pretendía descalificar la imputación que formula el sr. Fiscal respecto al 31 Poder Judicial de la Nación fraccionamiento de la droga, cuando sostiene que en el procedimiento no se incautan en poder de Kosiuk balanzas, elementos de corte, vidrios fluorescentes. En este sentido es dable remarcar por la experiencia recogida en este Tribunal que las redes de narcotraficantes en punto a la distribución de la droga se van adecuando a modalidades que le resultan cada vez más fáciles y prácticas; ya no se encuentran elementos de fraccionamiento doméstico (balanzas de cocina de relativa precisión, elementos de corte, etc.) más aún en la clase de estupefacientes que es objeto del sub examine, la cocaína es de mayor precio y un gramo hace diferencia; avalando lo manifestado adviértase que en la exhibición de elementos secuestrados para extracción de muestras de pericia que luce a fs. 373/381 y vta., los 228 cilindros alcanzaban un peso muy cercano a los 10 gramos cada tiza. Reafirmando lo expuesto, es llamativa la precisión alcanzada: en un paquete de 50 tizas hay 502 gramos, en el de 80 tizas: 803 gramos y el de 98 tizas tenía 981 gramos (cfr. acta de fs. 291/293) esto no puede lograrse con una actividad doméstica y demuestra también el respaldo de una organización. Concluyo que se encuentra probado que esa tenencia bajo el exclusivo ámbito de autodeterminación de la imputada, tenía como única finalidad su introducción en el tráfico ilícito, su posterior comercialización, sin necesidad de tener que probar el efectivo comercio, particularmente, a partir del modo en que se encontraba fraccionada la droga, la significativa 32 cantidad de las comúnmente denominados “tizas”, en poder de la encartada, conteniendo estupefaciente de la naturaleza y calidad que se trataba: clorhidrato de cocaína fraccionado en doscientos veintiocho (228) tubos cilíndricos, más el “jabón” en términos de la testigo Kiffel, que posibilitaban la obtención de 12.348 dosis umbrales. Ello, aunado a la noticia a partir de la cual la prevención finalmente da con el material incautado en el domicilio de Flavia Lorena Kosiuk, que sindicaba a esta última como parte de una red dedicada a la comercialización de estupefacientes y motivara la observación judicial de su línea telefónica de cuya lectura asoman conversaciones en lenguaje críptico, por caso: del abonado 03731- 15588296: en fecha 11-01-11 en la que la interlocutoria dice: “acá la gente viste, los que trabajan, que se quemó la casa …están a full viste, no, es imposible….no, está bravo el tema de la quemazón de la casa…viste el otro chico allá el grandote….tuvo un quilombo bárbaro allá donde trabajaba…no, no si está jodido, viste que se quemó la otra casa allá, y se quemó ésta la de acá, la de Avila…. No, viste… que yo le di el aceite ¿te acordás?... ese día…. Ahhhh… no, están todos internados, todos enfermos están…sí el chico por supuesto no, pero los otros, del incendio, están todos internados…. ahhhh los de allá…. sí, acá están trabajando a full los muchachos, los albañiles….” (fs. 73/74) en referencia a casas allanadas o personas detenidas que estarían vinculadas al tráfico ilícito, indicadoras del entorno operacional en que interactuaba; y más concretamente, en fecha 17-01-11, una referencia directa donde una voz femenina que sería de la imputada dice: “viste arriba 33 Poder Judicial de la Nación de mi ropero hay una bolsa verde”…. “fíjate ahí adentro de esa bolsa verde disimuladamente sacá y dale una y después guardá en otro lado porque ya si te ve no podés dejar ahí” (fs. 86). Observaciones que si bien no se constituyen por sí solas como prueba autónoma, confirman la hipótesis prevencional y devienen concordantes con el resto de la causa. Con relación a la suma de Pesos dos mil seiscientos cuarenta y uno ($2641) incautada en oportunidad del procedimiento, su origen resultó un tanto ambiguo, ya que según dichos de la imputada, dueña de un local comercial en locación, esa mañana había cobrado alquileres atrasados, no habiéndose probado que el dinero fuera producto de la venta de estupefacientes, lo que por otra parte no enerva la figura penal excogitada. En fin, luego del análisis de las probanzas de la causa, a la luz de la sana crítica racional, la psicología y la experiencia común, estoy en condiciones de aseverar con grado de certeza, que Flavia Lorena Kosiuk incurrió dolosamente en la conducta prevista y penada por el Art. 5º, inc. “c” de la ley 23.737, “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, en calidad de “autora” (Art. 45° del C. P.), descartando toda excusa absolutoria, causal de justificación o inculpabilidad que elimine la responsabilidad penal en la acción antijurídica atribuida Y ASÍ VOTO. A LA MISMA CUESTIÓN LA DRA. YUNES DIJO: Adhiero a las consideraciones vertidas por la Colega de Primer Voto en punto a autoría y calificación legal arribada. Y ASÍ VOTO. 34 A LA MISMA CUESTIÓN EL DR. GIMÉNEZ DIJO: Adhiero a las consideraciones vertidas por la Colega de Primer Voto en punto a autoría y calificación legal arribada. Y ASÍ VOTO. A LA TERCERA CUESTIÓN LA DRA. ORDER DIJO: A. El Sr. Fiscal General Subrogante solicitó la pena de siete años de prisión para la imputada FLAVIA LORENA KOSIUK, cuantía con la que voy a disentir. Para ello, tomo en consideración aspectos traídos al debate y que deben ser ponderados en sus aportes tanto favorables como negativos, conforme a las pautas mensurativas de los arts. 40º y 41º del Código Sustantivo. Sin que implique una doble valoración pues se trata de elementos objetivos que el inc 1º del art. 41° del Código Sustantivo obliga a tener en cuenta para individualizar las penas divisibles, son pautas a merituar: la gravedad del injusto, la naturaleza de las acciones acreditadas en este plenario, la potencialidad dañosa de la sustancia estupefaciente secuestrada, y la exposición a que se ha sometido al objeto de tutela jurídica: “salud pública”. Como pautas negativas para la enjuiciada pondero el haberse involucrado en una actividad ilícita con predisposición conciente y con indiferencia de las consecuencias de la misma, aspecto que evidencia una escasa preocupación ante las consecuencias dañosas de tal ilícito quehacer, como fue la idea de tener en su domicilio la importante cantidad de 35 Poder Judicial de la Nación estupefaciente “Clorhidrato de cocaína” (2.847 gramos) con la consecuente potencialidad dañosa del mismo y la exposición a que ha sido sometido el objeto de tutela jurídica: “salud pública”. En sentido favorable a la imputada pondero el informe socio ambiental de fs. 743/744 y vta. del que no surgen conceptos negativos, y la impresión “de visu” recogida en oportunidad de dirigirse al Tribunal durante el desarrollo de las sucesivas audiencias, de donde se extrae la convivencia de la imputada con sus dos hijas menores y la necesidad de hacerse cargo del grupo familiar frente al fallecimiento del padre de las mismas. Equilibrando los aspectos favorables y desfavorables mensurados “supra”, atendiendo a la escala penal del delito en el cual se ha encuadrado su conducta “TENENCIA DE ESTUPEFACIENTES CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN”, en calidad de autora (art. 5° inc “c, de la Ley 23.737 y art. 45° del Código Penal), considero pena suficiente, la de CUATRO (4) AÑOS Y SEIS (6) MESES DE PRISIÓN, las accesorias de los artículos 12° y 19° del Código Penal y las costas respectivas. En cuanto a la multa a fijar, pena pecuniaria estipulada para el tipo de que se trata, considero justo y razonable el monto de: PESOS SETECIENTOS CINCUENTA ($750). Su aplicación, junto con las costas respectivas, guarda proporción con la situación económica de la encartada según informe de fs. 743/744 y vta. de autos, incorporado por lectura al debate. 36 B. DECLARACIÓN DE REINCIDENCIA: A los fines de evaluar la procedencia de la declaración de primera reincidencia solicitada por el Fiscal General Subrogante respecto de la imputada- debe repararse que el art. 50 del Código Penal establece que: “Habrá reincidencia siempre que quien hubiera cumplido, total o parcialmente, pena privativa de libertad impuesta por un tribunal del país cometiere un nuevo delito punible también con esa clase de pena….” Conforme surge de las constancias obrantes a fs. 764/773, la imputada Flavia Lorena Kosiuk fue condenada por Sentencia de fecha 1408-03 dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 4 de San Martín a la PENA de TRES años de prisión, en calidad de partícipe secundaria del delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” (art. 5 inciso “c” de la Ley 23.737),; y por Sentencia de fecha 06/05/09 dictada por el Tribunal en lo Criminal Nº 4 de San isidro, a la pena de TRES AÑOS de prisión (domiciliaria) por el delito de “Tenencia de arma de guerra sin autorización legal” (arts. 2, 5, 29 inciso3º, 41, 45 y 189 bis del C.P.). Por su parte, en las presentes actuaciones, Kosiuk se encuentra detenida en prisión preventiva desde el 08 de junio de 2.011, situación en la que continúa a la fecha. En ese contexto y habida cuenta de que la imputada registra una anterior condena de prisión, efectivamente cumplida y agotada al tiempo 37 Poder Judicial de la Nación de comisión de los hechos que se le atribuyen en la presente, CORRESPONDE DECLARARLA REINCIDENTE POR PRIMERA VEZ. Y ASÍ VOTO. A LA MISMA CUESTIÓN LA DRA. YUNES DIJO: Que comparte las circunstancias ponderadas por la Colega del primer voto a los fines de la individualización de la pena, las accesorias legales e importe de la multa y declaración de primera reincidencia. Y ASÍ VOTA. A LA MISMA CUESTIÓN EL DR. GIMÉNEZ DIJO: Que comparte las circunstancias ponderadas por la Colega del primer voto a los fines de la individualización de la pena, las accesorias legales e importe de la multa y declaración de primera reincidencia. Y ASÍ VOTA. A LAS OTRAS CUESTIONES: Existiendo consenso de los Sres. Jueces con relación al rubro mencionado en el título, se votan en conjunto los siguientes aspectos: INCINERACIÓN DE ESTUPEFACIENTES En orden a lo dispuesto por el art. 30º de la ley 24.112 modificatoria estupefaciente de la ley 23.737, “clorhidrato de deberá cocaína”, incinerarse la y efectos demás sustancia que correspondan, secuestrados en el procedimiento que instrumenta el acta de fs. 291/293; (art. 30º de la Ley 24.112, modificatoria de la Ley 23.737). RETENCIÓN EN GARANTÍA: Que en atención a la suma de pesos Dos mil Seiscientos cuarenta y uno cuarenta y uno ($2641) incautada en el procedimiento que instrumenta el acta de fs. 291/293, corresponde retener la misma en 38 garantía de los gastos y costas del proceso y devolver el remante a la Sra. Flavia Lorena Kosiuk, una vez practicada la planilla correspondiente; y devolver los demás elementos que no revistan interés para la presente causa (art. 523° CPPN). SOLICITUD DE REMISIÓN DEL SR. FISCAL GENERAL SUBROGANTE: Corresponde, conforme lo solicitado por el Sr. Fiscal General Subrogante, la remisión al Sr. FISCAL FEDERAL QUE POR JURISDICCIÓN CORRESPONDA, de copia certificada de las actas de debate en la presente causa y de la sentencia recaída, a los fines de que prosiga la investigación respecto de Diego Ayunta e Irma Catalina Kosiuk. COSTAS: Corresponde imponerlas a la condenada en autos Flavia Lorena Kosiuk, en orden a lo estatuido por el Art. 530º; 531º y 533º del C.P.P.N. HONORARIOS: Corresponde regular los honorarios profesionales de los Dres. JUAN JOSÉ CEJAS GARCÍA y JOSÉ OSCAR GÓMEZ – por su intervención como Defensores de Flavia Lorena Kosiuk – en las sumas PESOS QUINCE MIL ($ 15.000) para el primero, y PESOS SIETE MIL QUINIENTOS ($ 7.500) para el segundo, ambas a cargo de esta última (art. 534° C. P. P. N. y arts. 6°, 8° y 45° de la ley 21.839 modificada por Ley 24.432). COMUNICACIONES Firme que quede el presente fallo, deberán librarse oficios a los organismos que corresponda: R. N. R. y E. C. (Ley 22.117), Antecedentes 39 Poder Judicial de la Nación Policiales, al Consejo de la Magistratura, remitiendo copia certificada de la parte resolutiva de la presente sentencia. ACTIVIDAD DEL JUEZ DE EJECUCIÓN DEL TRIBUNAL Firme que quede este pronunciamiento, deberá practicarse cómputo de pena respecto de la condenada, FLAVIA LORENA KOSIUK. Con las copias respectivas y demás constancias de autos, se formará expediente que pasará a la Sra. JUEZ DE EJECUCIÓN PENAL en turno del Tribunal, en orden a lo que estatuyen los artículo 493º siguientes y concordantes del C. P. P. N. y Ley 24.660. Y ASÍ VOTAN. Por lo que resulta del Acuerdo precedente, SE RESUELVE: I.- CONDENAR a FLAVIA LORENA KOSIUK, D.N.I. N° 13.345.916, cuyos demás datos de identidad son los de figuración en autos, como AUTORA penalmente responsable del delito de “TENENCIA DE ESTUPEFACIENTES CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN” (arts. 5 inciso “c” de la Ley 23.737 y 45 C.P.), a la pena de CUATRO (4) AÑOS Y SEIS (6) MESES DE PRISIÓN y ACCESORIAS LEGALES (art. 12º y 19º del Código Penal), más la MULTA DE PESOS SETECIENTOS CINCUENTA ($750) que deberá hacer efectiva mediante depósito en Cuenta Nº 250-033232/8: (CSJN FONDO LEY 23.737) del Banco de la Nación Argentina, en el plazo de noventa días, bajo apercibimiento de ejecución (art. 45º de la Ley 23.737 con la modificación de la Ley 23.975 y art. 21º del C. P.), declarándosela 40 REINCIDENTE POR PRIMERA VEZ (art. 50 Cód. Penal). Con costas (art. 29º, inciso 3º del C. P. y 531 C.P.P.N.). II.- DISPONER la incineración de las sustancias estupefacientes secuestradas en el procedimiento que instrumenta el acta de fs. 291/293 (art. 30º de la Ley 24.112, modificatoria de la Ley 23.737). III.- RETENER en garantía del pago de los gastos y costas del juicio a suma de Pesos Dos mil seiscientos cuarenta y uno ($2.641) secuestrada en el procedimiento que instrumenta el acta de fs. 291/293 (Art. 523º parte “in fine” del C.P.P.N.), debiendo devolverse a Flavia Lorena Kosiuk el remanente una vez practicada la planilla correspondiente y DEVOLVER los demás elementos incautados que no revistan interés para la presente causa, a quienes acrediten ser sus legítimos propietarios. IV.- REMITIR al Sr. Fiscal Federal que por jurisdicción corresponda, copia certificada de las actas de Debate de la presente causa y de la Sentencia recaída, a los fines de que prosiga la investigación respecto de Diego Ayunta e Irma Catalina Kosiuk.V.- REGULAR los honorarios profesionales de los Dres. JUAN JOSÉ CEJAS GARCÍA y JOSÉ OSCAR GÓMEZ – por su intervención como Defensores de Flavia Lorena Kosiuk - en PESOS QUINCE MIL ($ 15.000) para el primero, y PESOS SIETE MIL QUINIENTOS ($ 7.500) para el segundo, ambas sumas a cargo de esta última (art. 534° C. P. P. N. y arts. 6°, 8° y 45° de la ley 21.839 modificada por Ley 24.432). 41 Poder Judicial de la Nación VI.- OPORTUNAMENTE practíquese cómputo de pena respecto de FLAVIA LORENA KOSIUK. Con las demás constancias de autos, fórmese expediente y pase a la Sra. Juez de Ejecución Penal en turno de este Tribunal Oral, a sus efectos (art. 493º siguientes y concordantes del C. P. P. N.). Por Secretaría, líbrense las comunicaciones de ley. Consentido y ejecutoriado que fuere el presente pronunciamiento, dése cumplimiento a la Ley 22.117 y sus modificatorias. Ana Victoria Order Juez de Cámara Gladis Mirtha Yunes Juez de Cámara Norberto Rubén Giménez Juez de Cámara Ante Mí Francisco Rondan Secretario de Cámara