Roj: STSJ GAL 6/2016 - ECLI:ES:TSJGAL:2016:6 Id Cendoj: 15030330012016100006 Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso Sede: Coruña (A) Sección: 1 Nº de Recurso: 38/2015 Nº de Resolución: 64/2016 Procedimiento: Recurso de Apelación Ponente: BENIGNO LOPEZ GONZALEZ Tipo de Resolución: Sentencia T.S.X.GALICIA CON/AD SEC.1 A CORUÑA SENTENCIA: 00064/2016 PONENTE: DON BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ RECURSO: RECURSO DE APELACIÓN 38/2015 APELANTE: DON Saturnino y DOÑA Sacramento APELADA: SERVICIO GALEGO DE SAÚDE APELADA: ZURICH ESPAÑA, S.A. EN NOMBRE DEL REY La Sección 001 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia ha pronunciado la SENTENCIA Ilmos. Sres. Magistrados DON BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ.- Pte. DON JULIO CÉSAR DÍAZ CASALES DON JOSÉ RAMÓN CHAVES GARCÍA A CORUÑA , diez de febrero de dos mil dieciséis. En el RECURSO DE APELACION 38/2015 pendiente de resolución ante esta Sala, interpuesto por DON Saturnino y DOÑA Sacramento , contra la SENTENCIA de fecha 17 de septiembre de 2013 dictada en el procedimiento ordinario 632/2012 por el JDO. DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO Núm. UNO de los de SANTIAGO DE COMPOSTELA sobre RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL. Son partes apelada el SERVICIO GALEGO DE SAÚDE, representada y dirigida por el Letrado del Sergas y ZURICH ESPAÑA, S.A., representada por la Procuradora Doña María Dolores Villar Pispieiro y asistida del Letrado Don Eduardo María Asensi Pallares. Es Ponente el Ilmo. Sr. D. BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO .- Se dictó, por el Juzgado de instancia, la resolución referenciada anteriormente, cuya parte dispositiva dice: "Desestimando totalmente el recurso contencioso administrativo tramitado como Procedimiento Ordinario nº 63272012, ENTRE LAS SIGUIENTES PARTES: como recurrentes, Doña Sacramento y Don Saturnino , representados por el Procurador Sr. Paz Montero y asistidos por el Letrado Sr. Iglesias Fernández, siendo parte demanda el Sergas, representado y asistido por el Letrado de la Xunta de Galicia, y como codemandada la entidad aseguradora Zurich S.A., representada por la Procuradora Sra. Sánchez Sil y asistida por el Letrado Sr. Asensi Pallarés, sobre impugnación de la desestimación presunta 1 de la resolución previa de responsabilidad patrimonial formulada por los actores, Declaro dicha resolución ajustada a derecho ". SEGUNDO .- Notificada la misma, se interpuso recurso de apelación que fue tramitado en forma, con el resultado que obra en el procedimiento, habiéndose acordado dar traslado de las actuaciones al ponente para resolver por el turno que corresponda. FUNDAMENTOS JURÍDICOS No se aceptan los fundamentos jurídicos de la resolución recurrida, y PRIMERO .- Don Saturnino y Doña Sacramento , en nombre propio y en representación de su hijo menor de edad, Arcadio , interpusieron recurso contencioso administrativo contra la desestimación por silencio administrativo por parte del Servicio Gallego de Salud a solicitud deducida por los actores, en fecha 26 de octubre de 2011, en reclamación de responsabilidad patrimonial de la administración por deficiente funcionamiento de los servicios públicos sanitarios. El Juzgado de lo Contencioso administrativo nº 1 de Santiago de Compostela, por sentencia de fecha 17 de septiembre de 2013 , desestimó la pretensión de la parte demandante al entender que no quedaba adecuadamente justificada la mala praxis que dicha representación procesal denunciaba respecto de los servicios médicos asistenciales. Contra dicha sentencia, se promueve por los Sres. Saturnino y Sacramento , en la representación que ostentan, el presente recurso de apelación, interesando su revocación y que, en su lugar, se dicte otra por la que se acojan íntegramente las pretensiones deducidas en el suplico de la demanda rectora. SEGUNDO .- Los actores, entendiendo que las secuelas de su hijo traen causa de una defectuosa asistencia sanitaria, consecuencia de una mala praxis en el control del embarazo de su progenitora así como en el acto del parto, por no haber seguido los protocolos exigidos y que demandaba la situación, de la que hacen responsable a los servicios médicos del Hospital Xeral de Vigo, dependiente del SERGAS y, en cuanto a su cobertura económica, por vinculación derivada del contrato de seguro suscrito, a la entidad de Seguros y Reaseguros Zurich España, S.A., postulan, en concepto de responsabilidad patrimonial, una indemnización por importe de 2.000.000 de euros. En apoyo de esta pretensión, aducen en esta alzada que el hijo de los actores, menor de edad, nacido el 1 de noviembre de 2009, presenta desde su nacimiento una distocia de hombros, siendo la causa fundamental de la misma la macrosomía -pesó al nacer 5.000 gramos-, que pasó desapercibida hasta el momento mismo de su nacimiento y que debió de ser detectada en la ecografía del tercer trimestre del embarazo. Añaden los recurrentes que fue tras la expulsión de la cabeza fetal del recién nacido, mediante aplicación de vacioextracción, cuando se produjo la distocia de hombros referida. Dicho nacimiento, por las razones expuestas, se produjo en apnea, bradicárdico, hipotónico y con palidez cutánea. El test de Apgar, al minuto, a los cinco y a los diez minutos, tras el nacimiento, fue de 1-1-1. La gasometría del menor al ingreso en la Unidad de Neonatología mostró un Ph de 6.92, un bicarbonato de 14 mq/l y un ácido láctico de 15.0 mq/l. El menor fue dado de alta hospitalaria el 22 de diciembre de 2009, con los siguientes diagnósticos: Recién nacido a término macrosómico. Distocia de hombros. Depresión neonatal severa. Pneumotórax. Encefalopatía hipóxico-isquémica. Hematoma subdural crónico izquierdo. Discreta hidrocefalia (compensada). Convulsiones neonatales. Colonización por Acinetobacter Baumani. Reflujo gastroesofágico. Sepsis por S. Epidermis. Candiasis área pañal. Necrosis grasa subcutánea. Hipomagnesemia. Portador de gastrostomía. En fecha 20 de mayo de 2011, revisado por el Servicio de Neurología Infantil del Hospital Xeral de Vigo, se le diagnosticó: Encefalopatía epiléptica en relación a un síndrome hipóxico-isquémico. Síndrome de West sintomático. Parálisis cerebral infantil tipo tetraparesia espástica. El 23 de marzo de 2011 la Consellería de Traballo e Benestar reconoció al menor una minusvalía de un 89% como consecuencia de una encefalopatía hipóxica, hipoacusia bilateral, déficit visual y retraso madurativo. Frente a dicha pretensión el Letrado del Servicio Gallego de Salud y la representación de la Compañía de Seguros y Reaseguros Zurich España, articulan oposición para justificar la improcedencia de la reclamación, aduciendo que ninguna deficiencia cabe apreciar en la asistencia sanitaria en su día prestada. TERCERO .- No debe olvidarse que la finalidad revisora de este Tribunal en esta alzada impide analizar otras cuestiones distintas de las ya examinadas por el Juzgador de instancia, limitándose su valoración a determinar si los razonamientos que en la sentencia apelada se recogen son ajustados al ordenamiento jurídico y dan adecuada respuesta a la cuestión que a su debate se somete. 2 A tal fin, se hace preciso concretar dos cuestiones. En primer lugar, si pudo existir responsabilidad patrimonial de la parte demandada, lo que nos lleva a examinar la concurrencia de los requisitos establecidos para que se produzca ese nacimiento. En segundo lugar, y para el caso de afirmar la existencia de dicha responsabilidad, si en el supuesto de autos se puede, en su caso, reconocer cantidad alguna en favor de los demandantes por ese concepto. El artículo 139 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común , proclama el derecho de los particulares a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes de toda lesión sufrida en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión fuera consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, lo que ya venía previsto con anterioridad en similares términos por la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954, el artículo 40 de la Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado , Texto Refundido de 26 de julio de 1957, y está recogido igualmente en el artículo 106.2 de la Constitución . En la interpretación de estas normas, el Tribunal Supremo -entre otras, Sentencias de 5 de diciembre de 1988 , 12 de febrero , 21 y 22 de marzo y 9 de mayo de 1991 , 2 de febrero y 27 de noviembre de 1993 -, ha estimado que para exigir responsabilidad patrimonial por el funcionamiento de los servicios públicos es necesario que concurran los siguientes requisitos o presupuestos: 1.- Hecho imputable a la Administración. 2.- Lesión o perjuicio antijurídico efectivo, económicamente evaluable e individualizado en relación a una persona o grupo de personas. 3.Relación de causalidad entre hecho y perjuicio, y 4.- Que no concurra fuerza mayor u otra causa de exclusión de la responsabilidad. O como señala el mismo Alto Tribunal en sus Sentencias de 14 de julio y 15 de diciembre de 1986 , 29 de mayo , 17 de febrero y 14 de septiembre de 1989 , para que nazca dicha responsabilidad era necesaria "una actividad administrativa (por acción u omisión -material o jurídica-), un resultado dañoso no justificado y relación de causa a efecto entre aquélla y ésta, incumbiendo su prueba a quien reclama; a la vez que es imputable a la Administración la carga referente a la existencia de la fuerza mayor cuando se alegue como causa de exoneración". Debemos, verificar, por tanto, si en el supuesto de autos concurren esos requisitos. Refieren los actores que las graves secuelas que presenta su hijo menor se deben a una mala práctica asistencial durante el seguimiento del embarazo y en el acto del parto toda vez que, en su opinión, a la vista del tamaño del feto procedía haber practicado a la madre una cesárea en lugar de acudir a la vía del parto vaginal instrumental. La valoración que hace el Juzgado de instancia no es coincidente con la posición que mantienen los demandantes, puesto que del conjunto de prueba practicada, con especial incidencia en las pruebas testificales-periciales, y en concreto de las declaraciones y testimonios emitidos por los Dres. Teodoro , Pedro Enrique y Constancio , alcanza otra conclusión. El Dr. Teodoro , especialista en Obstetricia y Ginecología, en su informe aportado a instancia de la parte recurrente, sostiene que ha habido mala praxis al considerar que la macrosomía del feto debió haberse detectado con antelación, durante el embarazo, lo que hubiera permitido una cesárea electiva (caso de que se alcanzase el peso que protocolariamente se establece) o una cesárea de urgencia (caso de surgir ésta, como así fue, en el acto del parto) en lugar del parto vaginal instrumental, a su juicio, determinante de la distocia de hombros producida en el nacido así como de su depresión neonatal severa, tributaria de reanimación ampliada y con las graves consecuencias antes descritas. Por el contrario, el Perito propuesto por la codemandada aseguradora, Dr. Pedro Enrique , mantiene una postura totalmente diferente al afirmar que, en el presente caso, no ha habido mala práctica asistencial dado que, realizadas a la gestante las tres ecografías que marcan los protocolos del SEGO a efectos de detección de la macrosomía fetal, ésta no se manifestó en ningún momento ni en sus resultados aparecieron signos que permitieran presumirla, destacando que, en todo caso, es la tercera de las ecografías, practicada en el tercer trimestre de embarazo, la más determinante a los efectos de esa valoración y ningún resultado arrojó o hizo presumir en tal sentido. Tal parecer es compartido por el Dr. Constancio , Jefe del Servicio de Obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, al señalar que el parámetro más fiable para valorar la posible existencia de una macrosomía viene determinado por la circunferencia abdominal del feto, estableciéndose el límite entre los 35 y los 38 centímetros, y la tercera ecografía realizada a la madre arrojó un resultado de 31,2 centímetros, por debajo del límite referido, lo que, en su opinión, nada hacía sospechar acerca de la existencia de aquel anómalo crecimiento fetal, por lo que todo apuntaba a un parto normal. 3 A nadie escapa, como recoge la sentencia apelada, que nos encontramos ante una evidente disparidad de opiniones, todas ellas doctas y razonadas, que trasladan al órgano jurisdiccional no la decisión de inclinarse por una u otra según su conciencia y tras la valoración conjunta de la prueba realizada, sino la de analizar si la pretensión de la parte demandante encuentra, para su éxito, adecuado sustento en la misma. CUARTO .- Respecto de este extremo podría decirse, desde un punto de vista estadístico que, aun cuando la incidencia de distocia de hombros se incrementa proporcionalmente con el peso al nacer, sin embargo casi la mitad de los recién nacidos que la presentan pesan menos de 4000 gramos, y la predicción ecográfica de la macrosomía puede aumentar el número de cesáreas sin una reducción significativa de la incidencia de distocia de hombros o de lesión fetal. Según los estudios más recientes sobre la distocia de hombros, en presencia de un feto macrosómico cuya macrosomía es detectada con anterioridad al parto, no debe ofrecérsele a la paciente la posibilidad de una cesárea electiva para prevenir, entre otras complicaciones, la aparición de una distocia de hombros. Ello permitiría concluir en el presente caso que carecería de relevancia alguna el hecho de que no se hubiese detectado la macrosomía durante el embarazo a través de pruebas ecográficas pues, aunque así fuese, ello por sí solo no podría determinar la práctica de la cesárea. Si así lo entendemos, las lesiones causadas al hijo de los recurrentes en el momento de su nacimiento, provocadas por una distocia de hombros, no representarían en este caso una actuación contraria a la lex artis, pues ha de tenerse en cuenta que la distocia de hombros es una de las situaciones más difíciles que se pueden vivir en la obstetricia al producirse el atrapamiento de los hombros por encima de la pelvis materna después de que la cabeza fetal haya coronado la vulva, y que en esta situación hay que intentar liberar al feto lo más rápido posible ya que su vida corre peligro. La distocia de hombros es una de las complicaciones obstétricas más temidas pues no es previsible y, cuando se produce, la aparición de lesiones es muy frecuente. No existe maniobra ni secuencia de maniobras que evite completamente el riesgo de lesiones fetales durante la extracción del feto con distocia de hombros. QUINTO .- Y así podría inferirse, también, del resultado de la prueba pericial médica acordada, por esta Sala, como diligencia final. En ella el Dr. Carlos Antonio , especialista en Ginecología y Obstetricia, concluye su exhaustivo informe técnico, con las siguientes afirmaciones: "1.- La asistencia prestada durante el embarazo ha sido correcta habiéndose cumplido los protocolos vigentes. 2.- El hecho de que en la 40 semana más 6 días Doña Sacramento presentara hipertensión, edemas y proteinuria justifica la indicación de inducción del parto. 3.- La maduración del cuello realizada con prostaglandinas locales por vía vaginal se recomienda siempre que el cuello del útero no está lo suficientemente maduro para la inducción y fue efectiva. 4.- La duración del período de latencia que transcurre entre el inicio de la infusión de oxitocina y el momento en que la dilatación del cuello alcanza 3-4 centímetros de dilatación, fue muchísimo menor que el establecido para diagnosticar fracaso de inducción. Es decir, fue efectiva. 5.- La duración de la fase activa del parto, incluyendo el período expulsivo, fue mucho menor que el establecido para tener que proceder a indicar una cesárea. En ningún momento se detectó detención ni falta de progresión del parto. 6.- La indicación de la ventosa para abreviar el expulsivo por riesgo de pérdida de bienestar fetal es correcta, así como las condiciones necesarias para poder practicarla: Dilatación completa y cabeza encajada. 7.- Una vez evidenciada la distocia de hombros se avisó al neonatólogo de forma inmediata y se realizaron las maniobras que indica la SEGO para su resolución. El hecho de no haberse detectado en el recién nacido ningún traumatismo (siendo los más frecuentes la fractura de clavícula y la parálisis braquial) hace pensar que las manobras realizadas se hicieron correctamente. 8.- El Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG) afirma que es razonable ofrecer una cesárea profiláctica cuando el peso fetal estimado es mayor de 4.500 gramos en gestantes diabéticas o mayor de 5.000 gramos en no diabéticas (en nuestro caso la gestante no es diabética y el recién nacido pesó 5.000 gramos, no más de 5.000 gramos como precisa ACOG). Sin embargo, el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos (RCOG) considera innecesaria la estimación del peso fetal en gestantes de bajo riesgo y por lo tanto no establece ninguna recomendación en referencia al peso fetal en mujeres no diabéticas, criterio con el que está de acuerdo la SEGO, como ya se ha dicho más atrás. 4 9.- El protocolo de la SEGO matiza respecto a la estimación de peso: Si se practicara una cesárea electiva a todas las gestantes no diabéticas cuyo peso fetal estimado fuera > 4.500 gramos, se necesitarían 3.695 cesáreas para prevenir una lesión permanente del plexo braquial y, dada la mayor mortalidad materna de la cesárea sobre el parto vaginal, cabría esperar una muerte materna por cada 3,2 lesiones permanentes del plexo braquial evitadas. 10.- Después de las anteriores consideraciones, en el protocolo de la SEGO se afirma: El único punto en que podemos realizar profilaxis (prevención) de la macrosomía es en el control anteparto, ajustando la alimentación de las pacientes obesas, evitando ganancias ponderales excesivas. Esto sí se ha hecho de forma reiterada, aunque sin éxito, en el caso que nos ocupa. Y, 11.- En todo momento de la asistencia al embarazo y al parto de Doña Sacramento y a la reanimación y atención del recién nacido Arcadio , se actuó de acuerdo con la Lex Artis ad hoc." Pero tales asertos decaen a la vista de las respuestas dadas por dicho especialista a las aclaraciones formuladas por las partes al anterior informe. El Dr. Carlos Antonio no hace sino ofrecer una valoración estadística y protocolaria de la problemática que se plantea, expresada en términos de generalidad, pero sin aplicarla o referirla al supuesto concreto que nos ocupa. Dicho informante, respondiendo a las aclaraciones formuladas por la parte recurrente, calificó de grave el incremento de peso (32 kg.) experimentado por la demandante durante el embarazo, ya que lo normal es que oscile entre los 8 y los 14 kg. Reconoció igualmente que el feto era macrosómico (5 kg. al nacer), así como que existe una absoluta relación entre el exceso de peso de la madre y la macrosomía del feto. Afirma también que los parámetros biométricos de la semana 33ª correspondían a un crecimiento fetal de 35ª semanas, si bien considera que la sensibilidad de la ecografía es muy débil para la estimación del peso fetal, no recordando el percentil de peso calculado en que se encontraba el feto en la semana 33ª; que en esa semana se determinó la circunferencia abdominal de la madre e incluso se practicaron nuevas ecografías con posterioridad, la última diez días antes del parto. Entiende el perito que, en su opinión, tales pruebas médicas carecen de valor predictivo en relación al peso fetal; desconoce si se valoró tal aspecto en esa última ecografía, pero manifiesta su opinión técnica sobre la base de criterios científicos internacionales y el resultado es variable según la capacidad y experiencia del ecógrafo que realice la prueba. El Dr. Carlos Antonio sigue afirmando que le causó sorpresa comprobar que en el resultado de la ecografía practicada el día anterior al parto se hiciese constar la expresión "feto único", cuando se habían realizado cinco ecografías previas. Sostiene también que la indicación a la embarazada de una cesárea electiva no es preceptiva según protocolo de la SEGO del año 2015, olvidando que sí lo era cuando se produjo el nacimiento (año 2009), aunque reconoce que desde el año 2002 la Sociedad Americana de Obstetricia y Ginecología aconseja la cesárea cuando el feto presenta un peso estimado superior a 4.500 gramos. En conclusión, a juicio de este Tribunal, concurren en el supuesto enjuiciado circunstancias claramente determinantes de la omisión de los protocolos establecidos para situaciones de fetos macrosómicos como el que nos ocupa; macrosomía que debió ser detectada a través de las pruebas ecográficas practicadas a la embarazada, así como a la vista del exagerado peso alcanzado por la misma, máxime cuando el peso fetal se desarrolló excesivamente en los últimos días del embarazo. Mantener, como hace el Dr. Carlos Antonio , que las anomalías neurológicas que presenta el recién nacido, ya existían durante el embarazo y que no guardan relación con el parto constituye una mera opinión del referido galeno, respetable, pero carente de sustento técnico al estar apoyada en simples datos estadísticos. Tampoco comparte esta Sala su opinión en cuanto a que la distocia de hombros fue resuelta adecuadamente en el momento del alumbramiento; puede que las maniobras practicadas fueran las correctas, pero lo cierto es que, de haberse llevado a cabo la cesárea electiva, aquella distocia no habría surgido ni se habría producido la hipoxia isquémica padecida por el feto durante tiempo suficiente para provocar tan graves consecuencias, pues no debemos olvidar que el niño nació en parada respiratoria y bradicardia, con una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto que hizo precisas maniobras de reanimación (adrenalina, primero por vía endotraqueal y, posteriormente, por vía endovenosa), hasta la recuperación del ritmo cardíaco. Pero el daño neurológico era ya irreversible. SEXTO .- Determinada pues la responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria por el deficiente funcionamiento de los servicios públicos asistenciales de ella dependientes, corresponde ahora fijar el importe indemnizatorio tendente a resarcir los perjuicios acarreados a los recurrentes. Atendiendo a las secuelas derivadas, así como a las limitaciones y exigencias que las mismas le van a deparar en el futuro, este Tribunal, teniendo en cuenta los baremos orientativos así como su habitual criterio 5 en esta materia, estima ajustado a derecho fijar una indemnización en favor del hijo menor por importe global de 700.000 euros; y, por daños morales, en favor de cada uno de sus progenitores, la suma de 150.000 euros. En ambos supuestos, dichas indemnizaciones abarcarán todos los conceptos (intereses moratorios, índices correctores, etc.). Por todo lo cual procede la estimación del recurso de apelación promovido y el consiguiente acogimiento parcial de la demanda rectora. SÉPTIMO .- Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 139.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso administrativa de 1998 , al estimarse el recurso no procede hacer imposición de las costas procesales causadas. VISTOS los artículos citados y demás preceptos de general y pertinente aplicación. FALLAMOS que estimando el recurso de apelación interpuesto por Don Saturnino y Doña Sacramento , en nombre propio y en representación de su hijo menor Arcadio , debemos revocar y revocamos la sentencia apelada, dictada por el Juzgado de lo Contencioso administrativo nº 1 de Santiago de Compostela, en fecha 17 de septiembre de 2013 . Y estimando en parte la demanda en su día promovida, debemos condenar y condenamos al Servicio Gallego de Salud y, solidariamente, a la entidad Zurich España, S.A, Seguros y Reaseguros, a satisfacer al hijo menor en la cantidad de 700.000 euros y a cada uno de sus progenitores en la suma de 150.000 euros. En ambos casos, dichas indemnizaciones abarcarán todos los conceptos. Se desestima la demanda rectora en cuanto al exceso económico pretendido. Todo ello sin hacer imposición de las costas procesales. Notifíquese a las partes, y entréguese copia al Ministerio Fiscal, haciéndoles saber que la misma es firme, y que contra ella las personas y entidades a que se refiere el art. 100 de la Ley 29/1998, de 13 julio , reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, podrán interponer el recurso de casación en interés de Ley del artículo citado, dentro del plazo de los tres meses siguientes a su notificación. Asimismo, podrán interponer contra ella cualquier otro recurso que estimen adecuado a la defensa de sus intereses. Para admitir a trámite el recurso, al interponerse deberá constituirse en la cuenta de depósitos y consignaciones de este Tribunal (1570-0000-85-0038-15-24), el depósito al que se refiere la Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre (BOE núm. 266 de 4/11/09); y, en su momento, devuélvase el expediente administrativo a su procedencia, con certificación de esta resolución. Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACION .- La sentencia anterior ha sido leída y publicada el mismo día de su fecha, por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente DON BENIG NO LÓPEZ GONZÁLEZ al estar celebrando audiencia pública la Sección 001 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Doy fe. A CORUÑA, diez de febrero de dos mil dieciséis. 6