VII COLOQUIO DE HUMANIDADES DIÁLOGOS SOBRE CULTURA, ARTE Y SOCIEDAD

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VII COLOQUIO DE HUMANIDADES
DIÁLOGOS SOBRE CULTURA, ARTE Y SOCIEDAD
6, 7 Y 8 DE MARZO DE 2013
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
UANL
PONENTE: JOSÉ LUIS CISNEROS ARELLANO
TEMÁTICA: ESTUDIOS DE FILOSOFÍA, POLÍTICA Y ÉTICA
TÍTULO DE LA PONENCIA
LAS FILOSOFÍAS Y DE ALAIN BADIOU Y CORNELIUS CASTORIADIS.
ENLACES Y DISCREPANCIAS.
Resumen
La presente ponencia tiene como objetivo mostrar los principales enlaces y discrepancias
filosóficas entre los filósofos Alain Badiou y Cornelius Castoriadis. Ambos desarrollaron
sus filosofías de la mano de influencias filosóficas en un contexto francés compartido;
sus filosofías están enmarcadas en el debate de los llamados filósofos postestructuralistas
sin que ninguno de ellos se haya autodenominado como tal. Además tratan temas que van
desde la filosofía política y el análisis histórico de episodios trascendentales para la
democracia, hasta la lógica y las matemáticas de manera crítica. A pesar de las
similitudes de formación y de lugar de residencia, no se citan ni se comentan en sus obras
o entrevistas, no hay referencias de que ambos se hayan conocido e influenciado
filosóficamente. Es por eso que resulta tan interesante señalar aquellas similitudes
teóricas que los unen en un mismo camino y una misma propuesta. La ponencia señala
esto y se hace como parte fundamental del marco conceptual construido a propósito de la
tesis doctoral que elaboro en el Posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la
UANL. Procederé primero a señalar brevísimamente un panorama general de cada
filósofo. La complejidad de sus propuestas filosóficas demandaría toda una tesis doctoral
para cada uno, sin embargo es posible sintetizarlas en lagunas tesis principales y a partir
de ellas, con citas pertinentes que las sustenten, hacer la comparación entre ambos
filósofos.
De los autores y sus enlaces
La filosofía de Badiou tiene cuatro ejes filosóficos fundamentales: se interesa por la
política y los movimientos sociales revolucionarios, como se puede observar en ¿Se
puede pensar la política?. También por la ciencia, como se lee en su texto El concepto de
modelo, bases para una epistemología materialista de las matemáticas. El tema del amor
y del arte también lo motivan a reflexionar como se ve en sus dos obras capitales El ser y
el acontecimiento y Lógicas de los mundos. En el tema de la política, Badiou observa
principalmente la democracia tanto como concepto como organización política.
Al respecto, su interés por lo político es influencia de su maestro Althusser (La
filosofía como repetición creativa, 2008) de donde retoma el presupuesto de pensar la
política bajo nuevos esquemas. Sin embargo la trascendencia de los eventos de mayo del
68 francés le influyeron más de lo esperado. Le inclinaron a redirigir su pensamiento
marxista, cuestionando la pertinencia y concordancia explicativa de esta teoría
contrastada con los hechos sociales sucedidos; al respecto, afirma en El siglo “yo mismo
experimenté de una vez y para siempre esa correlación entre transgresión y sometimiento,
en mayo de 1968 y los años siguientes” (2005, p. 161). Por otra parte, el acercamiento a
la Revolución Cultural China lo convenció de acercarse al proyecto revolucionario al que
veía como acción emancipadora. Ahí se destacan dos cosas: 1) observa que en todo
proceso cultural de revolución se hace presente una ruptura en el orden establecido, y 2)
en todo proceso de ruptura es posible hacer un seguimiento desde ella misma
contribuyendo a la formación de un sujeto político más allá del individuo psicológico.
Por su parte, Castoriadis se interesó por la filosofía y el marxismo desde joven.
Durante sus años en Atenas se vinculó con un grupo de marxistas contrarios a la política
estalinista. En 1945 y culminados sus estudios de derecho, economía y ciencia política,
estudió el doctorado en Francia mientras ingresaba al Partido Comunista Internacional de
tendencia trotskista. En 1949 creó la revista Socialisme ou Barbarie. Al igual que Badiou,
a Castoriadis también le interesa la ciencia, como puede observarse en sus ensayos
publicados en la colección de Encrucijadas del laberinto. En la política, se interesó
específicamente por el estudio del caso griego de creación de la democracia, pero su
estudio lo vinculó con lo que sería su otro gran tema de investigación: a partir de la
reflexión sobre el surgimiento de la filosofía como creación histórico-social, se dedicará a
pensar la naturaleza del imaginario y su proceso de institucionalización (Ágora
Internacional, 2007).
Atendiendo exclusivamente a sus enlaces, tanto para Badiou (1999, p. 35 y 55)
como para Castoriadis (1988, p. 193), parten del supuesto de que la realidad es
multiplicidad pura. Ésta puede ser clasificada en conjuntos consistentes o inconsistentes
basándose en la teoría de conjuntos de Georg Cantor. El primero propone una tesis
radical: las matemáticas son la ontología y apunta hacia formar una disciplina sobre el ser
de aquellos conjuntos inconsistentes que la matemática tradicional no puede contabilizar
ni calcular (1999, p. 37). En El ser y el acontecimiento Badiou hace ver que los axiomas
de la teoría de conjuntos permiten trabajar con las multiplicidades –no como conceptos
construidos formalmente sino reales. Sin embargo encontró que como tal, la teoría de
conjuntos es insuficiente para dar cuenta de algo más que la simple inconsistencia de
algunos conjuntos (1999, p. 24) y es precisamente ahí en donde más se enlaza con
Castoriadis. El trabajo principal de Badiou consiste en mostrar que se puede construir una
metaontología capaz de formalizar aquello que la teoría de conjuntos no puede: el
acontecimiento. Acontecimiento es ruptura de lo establecido, quiebre del conteo,
aparición de lo nuevo que desafía la lógica del sistema (1999, p. 214).
Castoriadis piensa igual, pero agrega que la filosofía y la ciencia han tenido un
error, el cual ha sido negar la posibilidad de la creación (2004, p. 15) como noción
ontológica, ya que no aceptan la posibilidad del aparecer de nuevas realidades de corte
acontecimiental en el terreno de lo histórico-social. La primera característica de estas
realidades acontecimientales, es que desafían la lógica y la ontología establecida (1989,
p. 13). A partir de ahí, el ser se entiende como pluralidad y vacío (1988, p. 64; 2006, p.
205 y ss). Por su parte Badiou considera que la filosofía se ha olvidado que la vida es
creación constante. (2006, p. 558 y 563). La investigación realizada por Castoriadis a lo
largo de sus obras consiste en mostrar alternativas que conduzcan a la construcción de
una ontología capaz de reconocer lo nuevo, a través de nociones como creación o ser
como multiplicidad. La metaontología de Badiou y la ontología de Castoriadis apuntan a
replantear los fundamentos mismos de la filosofía.
Dentro del debate sobre la fundamentación de la filosofía (que con gente como
Deleuze sostiene Badiou), los dos filósofos postulan tesis que se complementan. Badiou
por ejemplo asegura que el ser no admite el acotamiento o limitación de lo Uno (1999, p.
33), y Castoriadis agrega que esto es así debido a que el ser no es algo determinado
(Castoriadis, 1988, p. 23 y 31). Sin embargo ambos opinan que el ser puede ser
clasificado en conjuntos y relaciones de subconjuntos bajo una base lógica de relación
estable, esto debido a que el ser ofrece la posibilidad de ordenarse (Badiou 1999, p. 51,
52 y 161; Castoriadis, 1989, p. 71).
Sin embargo, si la realidad no pudiera clasificarse, la sociedad no sería posible.
Badiou, observa que el orden es el modelo básico de esta tesis, y por lo tanto de todo
conjunto consistente. La mejor forma de formar una imagen de este orden es el conjunto
de los números, que por cierto, opina Badiou que éstos son perfectamente substituibles y
substitutos de los entes de la naturaleza. También Castoriadis considera que los números
son el modelo básico de orden que la sociedad puede aceptar, y agrega que incluso la
lógica que rige el conjunto de los números y sus relaciones corresponde a un imaginario
instituido por esa misma sociedad. Al respecto, Badiou considera que el Estado como
institución histórico-social hace legal aquello que la sociedad ha instituido como norma
de validez para entender el mundo (1999, p. 125), por ejemplo, el conjunto de los
números naturales. En esta tónica ambos filósofos concuerdan en que existen
mecanismos histórico-sociales de institucionalización que indican qué sistema de reglas
permitirán hablar de lo que es el ser en tanto ser y por ende, de la realidad misma.
Los dos filósofos llegaron a estas conclusiones preliminares cuando reflexionaron
dos problemáticas que hacían caer en paradojas a la ciencia y la filosofía. A saber: ¿cómo
es posible que existan sociedades y no una sola sociedad? (Castoriadis, 1989, p. 14) y
¿cómo es posible la existencia de un sujeto entendiendo por este, aquello que hace
posible nombrar un acontecimiento? (Badiou, 1999, p. 14). El enlace apunta hacia un
problema de corte ontológico comúnmente confundido, o como incoherencia
metodológica, o como paradoja lógica. Es decir, tanto la ciencia como la filosofía los
habían estado abordando como problemas metodológicos o lógicos pero no ontológicos.
Algunas discrepancias ontológicas
Tanto Badiou como Castoriadis poseen discrepancias. Pero éstas no son ontológicas, sino
metodológicas. La primera apunta directamente hacia el punto de partida de su
investigación. Castoriadis inicia criticando los límites del racionalismo fundamentado en
una lógica aristotélica y de la teoría de conjuntos. Badiou por su parte, inicia uniendo los
enfoques epistemológicos de Lacan y Althusser que pretendían unificar los sistemas
formales con los estudios sobre lo histórico-social. Mientras Castoriadis critica
fuertemente la lógica y la teoría de conjuntos, Badiou aprovecha sus fortalezas
deductivas. Como ya se mencionó más arriba, Castoriadis deduce de la lógica ensídica o
conjuntista-identitaria la noción de ser como Uno y determinado, por lo que emprende un
camino metodológico cualitativo. Por su parte, Badiou descubre las insuficiencias del
enfoque cualitativo –en la historia y la teoría marxista.
Castoriadis encuentra una solución metodológica al estudiar la historia como
medio de aproximación a las características del imaginario instituyente de una sociedad
en particular. El caso histórico que analiza lo constituye el surgimiento de la democracia
y la filosofía en Grecia. Según Castoriadis, estudiar los procesos de institucionalización
del imaginario brinda una perspectiva completamente innovadora, pues permite entender
el comportamiento real de lo social y de uno de sus elementos primordiales: el individuo.
A este, Castoriadis lo estudiará a partir de las teorías psicoanalíticas –rasgo que comparte
con Badiou– y de una perspectiva filosófica en particular, la aristotélica. Lo que
Castoriadis cree haber encontrado desde aquí es el imaginario radical. Al estudiarlo,
encuentra que en éste y en el conjunto indeterminado de imaginarios sociales, una prueba
de la multiplicidad del ser: tesis ontológica principal en Castoriadis.
Por otra parte, Badiou inicia estudiando las características básicas de la teoría de
conjuntos y encuentra en ella, un discurso capaz de equipararse con el ontológico en
cuanto que ambos tratan de la realidad en su forma de ser a partir de sus clasificaciones.
Sin embargo, la teoría de conjuntos en particular atiende a lo que puede decirse del ser
desde su multiplicidad pura, y aunque incurre en paradojas que la invalidan como
discurso acabado, la teoría de conjuntos le permite a Badiou identificar que todo
acercamiento a la multiplicidad empieza con una axiomática. Profundizando la
perspectiva, este filósofo se percata de que lo histórico-social no podía ser reducido a un
simple cálculo combinatorio de pertenencias e inclusiones entre conjuntos y
subconjuntos, que habría que buscar una solución más. La repuesta considera haberla
encontrado en el forcing o procedimiento del forzamiento desarrollado por Paul Cohen.
Éste permite identificar una elemento genérico presente en todo conjunto o subconjunto y
a partir del mismo, posibilitan la identificación de la verdad o presencia de un
acontecimiento –presente sólo en la dimensión histórico-social.
Si bien los dos filósofos coinciden en la conclusión y en la fundamentación
ontológica –a saber en lo histórico-social es pertinente la superación de los límites de la
lógica conjuntista-identitaria pues el ser y el ser de lo histórico-social es múltiple puro–,
las propuestas metodológicas difieren en su punto de partida, pero se acercan en su
procedimiento. Al respecto sólo cabe señalar que mientras Castoriadis se limita a postular
unos axiomas mínimos a partir de los cuales se aborda el acontecimiento, Badiou propone
todo un proceso lógico formal de análisis sobre el acontecimiento a partir de Paul Cohen.
Conclusiones
Los dos filósofos han reflexionado sobre lo que puede ser una metodología filosófica sin
postularla como tal. Badiou, en su obra Lógica de los mundos (2006), ya da una
aproximación mucho más completa al tipo de lógica que se desprende de cada mundo en
donde un acontecimiento tiene lugar. Por su parte Castoriadis, en sus seminarios dictados
entre 1982 y 1987 y publicados en su obra póstuma La creación humana I (2004), II
(2006) y III (2012), apunta hacia una metodología de estudio sobre lo histórico-social y la
llama “recreación”.
Aquí veo la posibilidad de unir sus propuestas y construir de ellas una
metodología completamente filosófica que posea la rigurosidad de una construcción
axiomática –a partir de la lógica que propone Castoriadis y de Badiou. Sin embargo
considero que ésta puede complementarse con un procedimiento etnográfico replanteado
a partir de la teoría de la implicación de René Lourau y de los estudios de performance,
principalmente a partir de las ideas de Diana Taylor y Richard Schechner. Pero esto es
tema para otra ponencia.
Referencias bibliográficas
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http://hdl.handle.net/10251/14862
Santiago, G. (25 de mayo de 2012) Badiou: "En filosofía es importante tener un
adversario". La Nación. Recuperado de http://www.lanacion.com.ar/1475204-badiou-enfilosofia-es-importante-tener-un-adversario
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