COCONA (Solanum sessiliflorum Dunal): TRATADO DE COOPERACION AMAZONICA CULTIVO Y UTILIZACION SECRETARIA PRO-TEMPORE SPT – TCA DICIEMBRE 1 9 9 8 CARACAS VENEZUELA 1 PREFACIO DEL AUTOR El interior del Amazonas es habitado por una población muy diversificada, formada por agricultores, ganaderos, pequeños mineros y los llamados pueblos de la floresta (indios, mestizos, caucheros y poblaciones ribereñas). Gran parte de esta población es fruto de la migración interna, vive básicamente de la pequeña producción agrícola y de la extracción vegetal y animal, y posee un conocimiento ancestral bastante heterogéneo de las riquezas naturales que tiene esta vasta región cubierta de bosques. La biodiversidad natural de la región constituye uno de los 10 mayores centros de megadiversidad del Planeta. Este hecho revela un inmenso campo destinado a estudios e investigaciones dirigidos a los más variados propósitos, buscando el entendimiento y la comprensión de las interacciones existentes entre los seres vivos y el ambiente biogeográfico donde viven. Entre éstos, los estudios con recursos genéticos de los cultivos autóctonos son de suma importancia. El programa de recursos genéticos y mejoramiento de especies vegetales, desarrollado por el Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia (INPA), en Manaos, Amazonas, Brasil, tiene como objetivo generar conocimientos científicos y productos capaces de contribuir al desarrollo de sistemas de producción rural, compatibles con el ambiente amazónico y sus poblaciones humanas. En sus líneas de investigación, las hortalizas nativas del Amazonas han merecido especial atención, porque, además de sus características de adaptación al ambiente difícil, presentan extraordinario valor nutritivo y, contrariamente, son poco conocidas y consumidas por las poblaciones urbanas. Los agricultores tradicionales (indios y mestizos) son los que, todavía, las cultivan y las consumen. Felizmente, la práctica de cultivo diversificado ha evitado el riesgo de extinción de muchos recursos genéticos valiosos y poco conocidos por la ciencia. Por otra parte, el Amazonas es una parte del trópico húmedo mundial caracterizada por deficiencias nutricionales, principalmente en vitamina A, hierro y zinc. Debido a la elevada diversidad existente en esta región, muchas especies de plantas nativas son capaces de suplir esTas carencias nutricionales. Entre ellas se encuentra la cocona (Solanum sessiliflorum Dunal), una Solanaceae domesticada por los indios sudamericanos. Las informaciones sobre el cultivo de la cocona presentadas en este trabajo solicitado por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe son, en su mayoría, resultado de investigaciones realizadas por investigadores del INPA, y otras instituciones de enseñanza e investigación, especialmente del Amazonas peruano. En el INPA, hace exactamente veinte años, la cocona se transformó en objeto de investigación agronómica y etnobotánica al rescate de su importancia como alimento entre las poblaciones más jóvenes del Amazonas y sus nuevos colonizadores. En este período, la divulgación de resultados de investigaciones, dando a conocer el potencial de la especie en términos de producción de frutos, de su valor nutritivo y de su 2 aprovechamiento como alimento, medicamento y cosmético, hizo surgir un proceso de revalorización y revitalización del cultivo nativo. Como consecuencia del esfuerzo de transformar la cocona en una planta reconocida por las poblaciones más jóvenes del Amazonas brasileño, se notó que actualmente ésta ha sido cultivada en huertos escolares del interior y de los centros urbanos. Anualmente los alumnos de las escuelas básicas de Manaos presentan trabajos sobre la especie, principalmente en ferias de ciencias. Se han desarrollado también algunas monografías en programas de cursos de graduación (iniciación científica y perfeccionamiento) y postgrado (disertaciones y tesis). Además de esto, semillas mejoradas de cocona de la colección del INPA se han distribuido a un público cada vez mayor de agricultores, investigadores, profesores y extensionistas brasileños y extranjeros que demuestran interés en cultivarlas. Dedicamos este Manual Técnico especialmente a las familias tradicionales del Amazonas brasileño, peruano y colombiano que cultivan y consumen la cocona, y con eso consiguen mantener la variabilidad genética de las etnovariedades, que serán utilizadas por las futuras generaciones. Finalmente, nos gustaría agradecer a todos los representantes de la FAO que luchan incesantemente por preservar, conservar y utilizar los recursos genéticos de cultivos autóctonos y por mejorar la calidad de vida de todos los pueblos pobres de la Tierra. Esperamos que nuestro trabajo contribuya al rescate de este cultivo milenario y a la vez ofrecer una alternativa agrícola y alimenticia a todos los pueblos que decidan usar este importante recurso genético del Amazonas. Danilo Fernandes da Silva Filho Manaos, agosto de 1998. 3 CONTENIDO PREFACIO DEL AUTOR PRESENTACION 1.0 INTRODUCCION 2.0 ASPECTOS BOTANICOS 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 3.0 ASPECTOS ECOLOGICOS 3.1 3.2 4.0 Variedades Propagación y tipos de siembra Preparación del suelo Esparcimiento Fertilización Trasplante Plagas y enfermedades Tratos culturales Producción Costos de producción COSECHA Y TRANSPORTE 5.1 5.2 5.3 5.4 6.0 Clima Suelos ASPECTOS AGRONOMICOS 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 4.10 5.0 Taxonomía Morfología Biología floral Composición química de los frutos Origen y distribución geográfica Variabilidad genética, poblaciones y razas Método de cosecha Envase Almacenaje Transporte UTILIZACION 6.1 6.2 6.3 Uso principal - alimenticio Usos secundarios Formas de comercialización 4 7.0 INDUSTRIALIZACION 8.0 7.1 Casera 7.2 Procesamiento tecnológico POTENCIALIDAD PARA EL MERCADO ACTUAL 8.1 8.2 Mercados potenciales Consumo potencial por la agroindustria 9.0 SUSTENTABILIDAD DEL CULTIVO 10.0 LITERATURA CITADA 5 1.0 INTRODUCCION 6 Entre las decenas de árboles o arbustos de frutos autóctonos del Amazonas, la cocona (Solanum sessiliflorum Dunal) es el único herbáceo anual que había sido completamente domesticado por los pueblos indígenas nativos de la región antes de la llegada de los europeos. De este modo, la cocona fue pre-adaptada tanto a los sistemas agrícolas tradicionales del Amazonas, como a los sistemas agrícolas modernos (monocultivos de altos insumos destinados a los mercados regionales, nacionales e internacionales). Como la mayoría de los árboles de frutos autóctonos del Amazonas, la cocona es poco conocida fuera de su región de origen, en este caso en el Amazonas occidental. Asimismo, se encuentra como planta de patio en todo el Amazonas y muchos lugares del trópico húmedo Americano, y ha sido llevada también hacia otras partes del mundo. Como gran parte de los árboles de frutos autóctonos del Amazonas, la no utilización de la cocona es una falla del mercado, pues reúne muchas características buscadas por los mercados nacionales e internacionales: es exótica, posee sabor característico y agradable, es altamente productiva, y existe información sobre sus características químicas y tecnológicas, que harían posible su industrialización a mayor escala. Por ser anual y bien adaptada a los suelos de las llanuras del Amazonas, es posible producir la cocona con escasos o ningún insumo, permitiendo también su comercialización como alimento orgánico. Es decir, la falla de mercado no es causada por la cocona, sino por la falta de disponibilidad de información que existe sobre la cocona para permitir a la clase empresarial latinoamericana decidir si valdría la pena llevarla o no al mercado. Este libro reúne casi toda la información existente sobre la cocona para que los productores y agroemprendedores puedan evaluar su potencial económico real. Se presenta un resumen de su botánica, biología, composición química, ecología, agronomía, cosecha, usos, elaboración casera e industrial, potencial y una evaluación de las posibilidades de producirla en forma sustentable, para que el libro pueda ser de utilidad no sólo a los productores y agro-emprendedores del Amazonas y América tropical, sino también a los agentes de investigación, desarrollo y extensión que apoyarán al sector productivo y ampliarán el conocimiento sobre la cocona. 7 2.0 ASPECTOS BOTANICOS 8 2.1. TAXONOMIA La cocona (Solanum sessiliflorum Dunal) pertenece a la familia Solanaceae, la que contiene entre 2000 a 3000 especies con formas arbóreas, arbustivas, epífitas y trepadoras (Heywood, 1979), algunas de las cuales son importantes invasoras de otros cultivos, venenos, medicinales, ornamentales y cultivos alimenticios, por ejemplo, tomate, pimentón, berenjena, “jiló” y la papa. El género Solanum presenta el mayor número de especies, aproximadamente 1400, existente en casi todo el mundo, la mayor parte de ellas se encuentran en América Tropical (D´Arcy, 1973). S. sessiliflorum es un componente de la sección Lasiocarpa, de modo que está filogenéticamente relacionada con la naranjilla (Solanum quitoense Lam.) (Wahlen et al., 1981). De acuerdo con Brücher (1968), la cocona posee 2n = 24 cromosomas, que es comparable con las demás especies de la sección Lasiocarpa y las especies diplodión del género Solanum. La cocona es muy variable en cuanto a tamaño, forma, peso, contenido químico, etc. (Pahlen, 1977; Silva Filho et al., 1998). Estas variaciones son plenamente reconocidas en las localidades donde existe en el Amazonas. Los indios del río Cenepa, en el Departamento Amazonas, Perú, usan cuatro etnovariedades tan distintas que pueden ser consideradas como especies diferentes, pero fueron reconocidas como S. sessiliflorum por Schultes y Romero-Castañeda (1962). Los mismos investigadores documentaron la presencia de algunos materiales genéticos nombrados como cultivos en el Amazonas colombiano. Ellos dictaminaron que dos de ellas eran suficientemente distintas como para ser consideradas especies separadas de S. Sessiliflorum, y propusieron los nombres S. alabile y S. georgicum. La especie Solanum alabile, originaria del río Putumayo, en el Amazonas colombiano, tiene frutos muy grandes (superior a 10 cm de diámetro), son más dulces y menos ácidos que los de las otras formas de S. sessiliflorum. Wahlen et al. (1981) cuestionaron el estado de esta especie, pues la consideran solamente como una variante extrema y no la aceptaron como válida. La otra especie de Schultes y Romero-Castañeda (1962) fue aceptada por Wahlen et al. (1981) como S. sessiliflorum var. georgicum y es de gran interés porque es la posible progenitora de las etnovariedades de S. sessiliflorum, agrupadas en la var. sessiliflorum. El tronco, ramas y las hojas de la var. georgicum contienen espinas, y los frutos tienen forma de globos y son relativamente pequeños, características que pueden ser ancestrales de S. sessiliflorum var. sessiliflorum. La pérdida de espinas y crecimiento en tamaño y variedad de frutos son resultados típicos de la práctica de selección hecha por el hombre durante el proceso de domesticación. Las dos variedades son totalmente compatibles al cruzarse (Heiser, 1972). El nombre Solanum topiro es un sinónimo que aún se encuentra en la literatura. Solanum sessiliflorum var. sessiliflorum es conocida vulgarmente como tupiro, topiro o cocona en los países de lengua española (Pahlen, 1977). En Brasil es 9 llamada cocona o tomate de indio (Silva Filho, 1994). En países de habla inglesa es conocida como Orinoco apple o peach tomato (Salick, 1989). 2.2 MORFOLOGIA La cocona es un arbusto herbáceo de 1 a 2 m de altura, erecto, ramificado, que puede vivir hasta tres años en condiciones muy favorables (Foto 2.1). Las raíces laterales de las plantas pueden extenderse hasta 1,4 m del tronco (Pahlen, 1997). Foto 2.1: Planta típica de cocona (Solanum sessiliflorum var. sessiliflorum). Las hojas son simples, alternas, con estípulas en forma de espiral, en grupos de tres, largas pecioladas, membranáceas, margen lobada-dentada, base asimétrica, y ápice agudo. Las hojas mayores tienen pecíolos de hasta 14 cm de largo y láminas de hasta 58 cm de largo. El lado dorsal es de color ceniza, la ventral cubierta por pubescencia es una sustancia aparentemente azucarada que atrae Himenópteros (Apidae, Vespidae, Formicidae) y Dípteros. La inflorescencia (Foto 2.2) es una cima situada en las ramas entre cada grupo de tres hojas y contiene entre cinco y ocho flores, de las cuales subsisten de uno a tres frutos. La cima está constituida por una rama de poco más de un centímetro, en la cual se ubican, en forma espirada, los pedúnculos florales, cada uno de los cuales mide entre 2 a 5 mm de 10 largo. La corola es de forma estrellada con 5 pétalos de color verde claro ligeramente amarillento. El cáliz está constituido por 5 sépalos de color verde. Las 5 anteras son amarillas, cada una de 3 mm de largo y 1 mm de ancho (Paytan, 1997). Foto 2.2: La inflorescencia de la cocona. Las flores, tanto las hermafroditas como las estaminadas, no poseen diferencias morfológicas externas importantes. Las flores estaminadas poseen estilete reducido y ovario rudimentario (Fotos 2.3.A y B). Las flores hermafroditas poseen un estigma húmedo y estilete glabro, midiendo de 7 a 10 mm, y su ovario es piloso y con forma de globo. 11 Foto 2.3.A: Flor estaminada de cocona. Foto 2.3 B: Flor hermafrodita de cocona. 12 El fruto de la cocona puede pesar entre 20 y 450 gramos y contener entre 200 y 500 semillas glabras, ovaladas y aplanadas (1000 semillas pesan entre 0,8 y 1,2 g). Los frutos son muy variables en su forma (Foto 2.4). Los frutos de forma cilíndrica tienen, en general, 4 lóculos y los cordiformes, redondos y aplanados de 6 a 8, aunque puede haber variación en el número de lóculos en frutos de una misma planta. El fruto es verde cuando no está maduro, amarillo-anaranjado cuando está maduro y finalmente café-rojizo cuando ya no es apto para el consumo humano. Los frutos generalmente están cubiertos de pelos cortos y quebradizos que son fácilmente removidos al restregarlos con las manos. Su piel es resistente, de gusto amargo. La pulpa es amarilla clara a crema amarillenta, midiendo entre 0,2 a 2,5 cm de espesor. Foto 2.4: Variación en tamaño y forma de frutos de cocona, mostrando la clara diferencia entre la pulpa adherida a la cáscara y la pulpa contenida en los lóculos (placenta y semillas). 2.3 BIOLOGIA FLORAL La biología floral de las Solanáceas en general es bien conocida. Muchas especies ornamentales dependen de insectos para su polinización (Overland, 1960). Desde el siglo pasado se han realizado en Estados Unidos muchos trabajos sobre Solanum (Todd, 1882; Harris y Kucks, 1902, Linsley y Cazier, 1963; Bowers, 1975; Buchman et al., 1977; Schilling e Heiser, 1979). Los detalles de la biología floral de la cocona son menos conocidos y son importantes para garantizar producción y apoyar el mejoramiento. 13 La floración de la cocona se inicia a los 4 ó 5 meses después de la siembra. Las flores abren alrededor de las 07:00 h y comienzan a cerrar a las 16:00 h. Cuando abren, las anteras están dehiscentes y los estigmas, de un modo general, receptivos. Las flores duran sólo dos días y si no hay fertilización marchitan y se caen. Al hacer la prueba con hidróxido de amonio, para verificar su grado de reflexión a la luz ultra-violeta, las flores presentan color café intenso en las anteras y pétalos, pero no en los nervios de los pétalos. Exhalan un olor suavemente perceptible al olfato humano. Utilizando rojo neutro, es posible observar que el ápice de las anteras, estigma y bordes de los pétalos colorean suavemente con esta sustancia, evidenciando osmóforos en estas regiones (Storti, 1988). El principal atractivo de las flores para los insectos visitantes es el polen. Storti (1988) observó que la fertilidad de los granos de polen de la cocona es baja (Tabla 2.1), por lo menos cuando es analizada indirectamente (azul de algodón y tetrazolio). Además de ello, la mayoría de los granos de polen de las flores hermafroditas son inviables, o sea, sin actividad de respiración protoplasmática. Tabla 2.1. Fertilidad del polen de la cocona (Solanum sessiliflorum) observada en flores hermafroditas y estaminadas en el primer día de la antesis y en una mezcla de hermafroditas y estaminadas en el segundo día de la antesis (Storti, 1988). Día y Tipo de flor 1º día de la antesis Hermafroditas Estaminadas Mediana 2º día de la antesis Hermafroditas y estaminadas Azul de algodón Tetrazolio 28% 81% 54,5% 24% 15% 19,5% 60% 6% Observaciones de terreno demostraron que la cocona es visitada por siete especies de abejas, seis de ellas visitan las flores, y una de las especies (Trigona cf. fuscipenis) visita sólo las hojas. Estas abejas pueden ser clasificadas funcionalmente en las siguientes categorías (Storti, 1988): polinizadoras, polinizadoras eventuales y recopiladoras (Tabla 2.2). 14 Tabla 2.2. Categorías de actividad y modo de obtención de polen de las flores de cocona (Solanum sessiliflorum) por seis especies de abejas existentes en Manaos, Amazonas, Brasil (Storti, 1988). . Especie Eulaema nigrita Euglossa sp. Exomalopsis sp. Paratrigona impucta Trigona fulviventris Trigona dorsalis Modo de Obtención de Polen Vibración Vibración Vibración Categoría Polinizadora Polinizadora Polinizadora eventual Colectora (en poros de las Polinizadora anteras) eventual Colectora (en pétalos) Recopiladora Colectora (en pétalos) Recopiladora Abejas polinizadoras Eulaema (Apeulema) nigrita Lepeletier, 1841 (Apidae, Euglossini). El largo promedio de esta abeja es de 22 mm. Todos los individuos observados visitando las flores eran hembras. A partir de las 06:00 h ya se encontraban sobrevolando el área de estudio y muchas de ellas tenían las corbículas, cargadas de polen, a pesar de estar las flores aún cerradas. A las 07:30 h, aproximadamente, estas abejas inician sus visitas a las flores. En todo el período de observación (de las 06:00 a las 16:00 h) cuando las flores comienzan a cerrar, ellas están presentes en el lugar. El horario de mayor afluencia registrado fue entre 09:00 y 10:00 h aproximadamente, donde se vio cerca de 58 individuos visitando las flores. Al posar en la flor, la abeja curva su abdomen sobre las anteras, vibra con auxilio de los músculos indirectos del vuelo, provocando suave vibración en las anteras, facilitando la salida del polen, el cual se adhiere a la parte inferior del tórax. La abeja puede vibrar algunas veces en la misma flor y cada vibración dura hasta cinco segundos. Al posar en determinada flor, la parte ventral del tórax, cargada de polen, entra en contacto con el estigma, pudiendo ocurrir la polinización. El polen localizado en la parte ventral del tórax se transfiere hacia la corbícula durante el vuelo de una flor a otra, o al salir del lugar de observación. Euglossa sp. (Apidae, Euglossini). Esta abeja mide 12 mm de largo, aproximadamente, y todos los individuos observados eran hembras. Esta especie no fue observada en el año de 1981. En los años 1982 y 1984, se observó visitando las flores en horario de 07:00 a 15:00 h, durante el horario de mayor frecuencia (entre 08:00 y 09:00 h) 24 individuos visitaron las flores. Estas abejas presentan comportamiento de vibración semejante al de Eulema nigrita. La única diferencia es que la primera visita un mayor número de flores mientras que la transferencia de polen realizada por la segunda es más retardada. Debido a su tamaño y comportamiento, la Euglossa sp. también contacta el estigma efectuando la polinización. 15 Polinizadoras eventuales Paratrigona (Aparatrigona) impunctata Duck (Apidae, Trigonini). Esta abeja mide 5 mm de largo, en promedio. Comienza su actividad de colecta de polen a partir de las 07:30 h, terminando alrededor de las 15:00 h. Su presencia se nota diariamente visitando las flores de la cocona. El período de mayor frecuencia de esta especie es entre 09:00 y 10:00 de la mañana. Esta especie demuestra comportamiento distinto al de las abejas mencionadas anteriormente al visitar la flor. Ella se agarra en las anteras con las patas medianas y colecta el polen, de cada antera, directamente en la apertura de los poros con la ayuda del probóscide. A partir de ahí transfiere el polen, con la ayuda de las patas anteriores, hacia la parte ventral del tórax y posteriormente hacia las corbículas. El polen localizado en la parte inferior del tórax contacta el estigma efectuando la polinización. En general, sólo hay una abeja por planta a la vez. Algunas veces, se observan dos simultáneamente en plantas diferentes y en la misma flor. Exomalopis (Exomalopsis) sp. (Arthophoridae, Exomalopsini). Es una abeja de aproximadamente 8 mm de largo. Los individuos generalmente visitan las flores a las 08:00 h aproximadamente. Esta especie también tiene el comportamiento de vibración para retirar el polen de las anteras, fijándose en ellas de la misma forma que Eulaema nigrita. Normalmente, vibran varias veces en una flor y luego abandonan las plantas. A pesar de su porte, comportamiento y el contacto con el estigma, puede ser considerada polinizadora eventual, porque no siempre aparecen en las plantas de cocona. Recopiladoras Trigona (Trigona) cf. fulviventris (Apidae, Trigonini). Esta especie mide cerca de 7 mm de largo. Se han visto pocos individuos. El horario de visita ocurre entre 08:00 y 09:00 h. Esta abeja presenta otro comportamiento para obtener el polen. Ella recolecta los granos que se encuentran caídos sobre los pétalos de las flores mediante la acción de las abejas vibradoras. El polen es almacenado en sus corbículas de la misma manera como lo hacen las especies mencionadas anteriormente. Trigona (Tetragona) dorsalis Smith (Apidae, Trigoni). Esta especie mide 4 mm de largo, aproximadamente. Ella no es muy frecuente. Su horario de visita es entre 08:00 y 08:30 h. Su comportamiento en la recolección de polen es similar al de la Trigona cf. fulviventris. La cocona es considerada una especie andromonoica (Paytan, 1997). En el género Solanum no se conocen plantas verdaderamente monoicas o dioicas, puesto que no se han observado flores únicamente femeninas hasta el momento (Symon, 1979). Aun así, Pahlen (1977) consideró la cocona una planta que se autofecunda por el hecho de que las plantas aisladas presentaban buena producción de frutos, pero no desechaba la ocurrencia de una determinada tasa de cruzamiento natural, ante la presencia de abejas sociales y solitarias visitando y cargando polen. Silva Filho et al. (1993) estudiaron la relación de la variación entre plantas dentro de las 16 cuotas y la variación genética σ2d / σ2g) en varios caracteres de cocona y observaron que es una especie predominantemente autógama por los valores estimados inferior a 1,06 para todos los caracteres, coincidiendo con las observaciones de Pahlen (1977). No obstante, estudios de la biología floral de la cocona llevaron a Storti (1988) a considerar esta especie como alógoma, porque sus experimentos de autopolinización y de polinización cruzada controlada resultaron en una tasa nula de autopolinización o en una tasa muy baja de polinización cruzada con obtención de frutos. Por lo tanto, lo consideró extremadamente difícil de polinizar, de modo que las relaciones de las varianzas probablemente reflejan mejor la situación. Salick (1989) demostró que la cocona tiene una fuerte predominancia del progenitor femenino, o sea, de herencia materna en las características del fruto. El cruce de flores femeninas de plantas con frutos grandes originan frutos grandes, independiente de la característica de los frutos de las plantas que proporcionaron la flor masculina. Lo interesante es que esta influencia de la flor femenina continúa en la segunda generación sin segregación aparente. 2.4 COMPOSICIÓN QUIMICA DE LOS FRUTOS La composición química de diversas poblaciones de la cocona existente en el Amazonas ha sido analizada (Tabla 2.3), como también su contenido de vitaminas y minerales (Tabla 2.4). Con relación al contenido de humedad de la cocona, que varía de 88 a 93%, se puede considerar como un fruto suculento. La acidez elevada contribuye al sabor del fruto y permite un factor de dilución elevado en la formulación de jugos y, consecuentemente, en su rendimiento industrial para esta finalidad. El contenido de sólidos solubles (oBrix) varía de 5 a 8 y está constituido, en su mayoría, por azúcares reductores (Andrade et al., 1997). La relación Brix/Acidez es baja, lo que confirma su reducido grado de dulzura y explica la poca preferencia al consumo del fruto in natura, a la vez explica la preferencia de usarlo como adorno y complemento en bebidas alcohólicas. La concentración de compuestos fenólicos es baja, lo cual explica el bajo grado de astringencia (Andrade et al., 1997). Un detalle muy importante observado en el valor nutritivo de la cocona es que ésta puede ser considerada un fruto altamente dietético, debido a su bajo aporte calórico y contenidos significativos de fibra alimenticia. Esta evidencia sugiere su indicación, en las más variadas formas de consumo, en la dieta alimenticia de la población del amazonas, en especial a los pacientes hipercolesterolémicos e hiperglicémicos (Yuyama et al., 1997). Tabla 2.3. Composición química de la cocona (Solanum sessiliflorum) en 100 g de pulpa integral (Pahlen, 1977; Andrade et al., 1996; Villachica, 1996; Yuyama et al., 1997, 1998). Componente humedad (g) Energía (kcal) Proteína (g) Villachica 89 41 0,9 17 Pahlen 91 33 0,6 Andrade 93 31 - Yuyama 90 45 0,9 Lípidos (g) Extracto libre de N (g) Fibra (g) Cenizas (g) Azúcares totales (%) Azúcares reductores (%) Azúcares no reductores (%) Sólidos Solubles (ºBrix) % Ácido Cítrico % Brix/Acidez Compuestos fenólicos (mg) Tanino (mg) 0,2 0,7 - 1,4 5,7 0,4 0,9 5,0 - 4,6 3,9 1,8 8,0 0,8 5,93 14,4 142 1,9 4,7 1,6 0,9 1 1 - Tabla 2.4. Composición vitamínica y mineral de la cocona (Solanum sessiliflorum Dunal) en 100 g de pulpa integral (Pahlen, 1977; Andrade et al., 1996; Villachica, 1996; Yuyama et al., 1997, 1998) y porcentaje de la recomendación diaria del National Research Council (1989). Componente Ácido Ascórbico (mg) Niacina (mg) Caroteno (mg) Tiamina (mg) Riboflavina (mg) Calcio (mg) Magnesio (mg) Fósforo (mg) Potasio (mg) Sodio (µg) Cobre (µg) Fierro (µg) Zinc (µg) Manganeso (µg) Villachica 4,5 2,3 0,2 0,1 0,1 16 30 - Pahlen 2,5 0,2 0,3 12 14 - 18 Andrade 13,9 - Yuyama 23,7 385,4 371 329 324 157 97 % NRC 15,3 14,1 15,4 6,6 1,2 7,5 1,8 19,3 74,2 14,6 2,6 1,1 2,8 2.5 ORIGEN Y DISTRIBUCION GEOGRAFICA S. sessiliflorum var. sessiliflorum probablemente se originó vía selección indígena en algún lugar de la distribución de S. sessiliflorum var. georgicum (Whalen et al., 1981) en el Amazonas ecuatoriano o colombiano (Foto 2.5). Schultes (1984) sugirió que la cocona se originó en el Amazonas Occidental, donde fue primitivamente cultivada por los amerindios precolombinos, sugerencia también aceptada por Whalen et al. (1981). Brücher (1973) sugirió, más específicamente, que el origen de la cocona haya sido en el alto Río Orinoco. Figura 2.5. Distribución probable de la cocona (Solanum sessiliflorum var. sessiliflorum) y de su probable taxón progenitor (S. sessiliflorum var. georgicum) en la época de contacto con Europa (~1500). 1. S. sessiliflorum var. sessiliflorum; 2. S. sessiliflorum var. georgicum. 19 Humboldt y Bonpland la encontraron en el Alto Orinoco (Venezuela, Colombia), en una localidad llamada San Fernando de Atabapo, recolectaron material botánico y le dieron el nombre de Solanum topiro (Patiño, 1963). Patiño (1963) también informó que la cocona era cultivada por los indios Kareneiris, en el Alto Madre de Dios, en el Amazonas peruano. Se supone que su distribución precolombina se extendió desde el Río Madre de Dios en el sur del Perú al mediano Río Orinoco en Venezuela y Colombia a lo largo de los Andes y entrando en la planicie amazónica a lo largo de los principales ríos que drenan los Andes (Figura 2.5). Aun ahora la cocona es más abundante en el Amazonas occidental, sugiriendo que no fue distribuido en toda la cuenca amazónica en la época precolombina. Actualmente, la cocona está distribuida en el Amazonas brasileño, peruano, ecuatoriano, colombiano y venezolano, como también en los Andes del Ecuador y Colombia hasta 1000 msnm, en los valles interandinos en Colombia y en el litoral Pacífico del Ecuador y Colombia. En los municipios occidentales del estado del Amazonas, Brasil, principalmente en la región del Alto Solimões, la cocona se encuentra en forma espontánea en los campos y parcelas de los indios y mestizos. Es menos frecuente en los estados de Pará, Rondônia, Acre y Roraima. En Perú y Colombia, es abundante en las ferias de Iquitos y Leticia, respectivamente. 2.6 VARIABILIDAD GENETICA Los mayores frutos de la cocona encontrados por investigadores del INPA son procedentes de la región del Alto Solimões en el Amazonas brasileño, peruano y colombiano. Se supone que las poblaciones con frutos de mayor tamaño están más avanzadas en el proceso de domesticación. Kerr y Clement (1980) demostraron que los indios del Amazonas Occidental creen que manejan la selección de frutos grandes durante el proceso de domesticación. Sin embargo, algunas poblaciones con frutos grandes están geográficamente dispersas, sugiriendo que la cocona puede haber sido llevada desde su centro de diversidad del Amazonas Occidental a otros lugares en tiempos más recientes. Pahlen (1977) y Silva Filho et al. (1989, 1993) relataron que, en condiciones adversas, el desarrollo de la planta y el número de frutos es reducido, pero el tamaño de las hojas y de los frutos permanecen casi invariables. Esto es lo contrario a lo que ocurre con otras Solanáceas, como el tomate, pimentón, berenjena y “jiló”, en los cuales el tamaño de los frutos y de las hojas varían de acuerdo con el desarrollo de las plantas. Ya que los frutos casi no varían en forma y tamaño en sucesivas generaciones, ni en condiciones adversas, se puede considerar estos caracteres altamente hereditarios. Silva Filho (1994) evaluó la variación fenotípica en frutos de 29 poblaciones de la cocona y encontró 8 formatos (Tabla 2.5), siendo más comunes el cordiforme (31%) y el cilíndrico (21%). Ante esta amplia variación encontrada en el fenotipo de los frutos, es probable que, desde el punto de vista de la industrialización del fruto, sería conveniente direccionar la 20 selección hacia el formato redondo, debido a la mayor facilidad para sacar la pulpa mecánicamente. En la industria casera, el formato no tiene mayor importancia que en la agroindustria, por tratarse de una actividad de carácter artesanal. Tabla 2.5. Frecuencia de formatos de los frutos (clasificación de Alcazar, 1981) en 29 progenies de cocona (Solanum sessiliflorum) de la colección de germoplasma del INPA, evaluada en Recife, PE (Silva Filho, 1994). Formato Redondo Redondo Angular Ligeramente Achatado Achatado Achatado Irregular Cordiforme Cordiforme Irregular Cilíndrico Frecuencia (%) 3,5 6,9 17,2 3,5 13,8 31,0 3,5 20,7 La pulpa de la cocona se divide en dos partes claramente distinguibles: la placenta (epiderme de los lóculos, jugo y semillas) y pulpa adherida a la cáscara. El espesor de la pulpa adherida a la cáscara es directamente proporcional al tamaño del fruto (Silva Filho et al., 1990). Por eso, es factible la selección de frutos pequeños con pulpa menos espesa para producción de jugo (mayor proporción de placenta) y frutos grandes con pulpa más espesa para utilizarlos en las industrias de dulces y compotas (mayor proporción de pulpa adherida a la cáscara). La placenta es más sabrosa que la pulpa adherida a la cáscara y no oxida por un período de hasta 72 horas en forma de jugo, mientras la pulpa adherida a la cáscara oxida rápidamente (Silva Filho, 1994). Por eso, cuanto menos sea el espesor de la pulpa adherida a la cáscara mejor será la calidad del fruto para elaboración de jugos. La cocona presenta variación en el número de lóculos en los frutos. Predominan frutos con 4 lóculos, pero existen frutos con hasta 6 y 8 lóculos, aunque con menor frecuencia. Los frutos con mayor número de lóculos son mayores en diámetro y frecuentemente presentan formas irregulares (Tabla 2.5). Los frutos con 4 lóculos presentan estándar más uniforme, con superficie más lisa y más resistente al transporte (Silva Filho, 1994). Silva Filho et al. (1995, 1996, 1997, 1998) estudiaron los parámetros genéticos en poblaciones de cocona originarias de diversas áreas del Amazonas. Los coeficientes de herencias amplio sentido (H2) estimados para el diámetro del tronco, altura de la planta y área de la hoja fueron bajos (Tabla 2.6), como ocurre en la mayoría de las especies. Entre tanto, las dimensiones de los frutos (largo del fruto, ancho del fruto, espesor de la pulpa, número de lóculos, peso medio del fruto y el número medio de frutos) presentaron coeficientes de herencia (H2) variando de 0,78 a 0,93, considerados altos. Las altas herencias de las dimensiones de los frutos y de los componentes de productividad confirman las 21 observaciones de Pahlen (1977), Salick (1989) y Silva Filho et al. (1993). Con estas altas herencias es posible utilizar estas poblaciones de cocona en programas de mejoramiento con esperanza de obtener logros genéticos significativos. Los caracteres que presentan bajas herencias pueden ser seleccionados en generaciones más avanzadas y en base a un mayor número de plantas. Por otra parte, los caracteres que presentan altas herencias asociadas a alta variabilidad genética pueden ser seleccionados en base al comportamiento fenotípico. Tabla 2.6. Estimativa de los componentes de variabilidad genética (σ σ2G), fenotípica (σ σ2A) de 11 caracteres estudiados, y sus herencias en el sentido σ2F) y ambiental (σ 2 amplio (H a) evaluados en cocona. (Silva Filho et al., 1998) . Variabilidad Caracteres DT AP AH NMF AF LF PMF PEF EP NL BRIX σ2G 0,008 1,742 10699,670 1254,440 0,570 0,454 556,469 2,311 2,825 0,409 0,379 C.V. σ2F 0,052 62,930 4338,348 1342,358 0,658 0,584 612,295 2,719 3,138 0,443 0,408 σ2A 0,044 64,672 32648,760 87,920 0,088 0,129 59,827 0,408 0,313 0,035 0,029 G 3,80 2,70 8,20 6,50 15,10 15,20 41,54 40,85 27,18 14,54 11,41 F 9,56 16,31 16,60 66,87 16,20 17,26 43,73 44,31 28,64 15,15 11,84 A 8,70 16,54 14,40 17,11 5,92 8,12 13,62 17,16 0,05 4,02 3,18 H2a 0,16 0,08 0,25 0,93 0,86 0,78 0,90 0,85 0,90 0,92 0,93 DT = diámetro del tronco, AP = altura de la planta, AH = área de la hoja, NMF = número medio de frutos, AF = ancho del fruto, LF = largo del fruto, EP = espesor del fruto, NL = número de lóculos, PMF = peso medio de los frutos, PEF = producción estimada de frutos y BRIX = tenor de sólidos solubles totales. Los valores de los coeficientes de variación genética (CVg) de 2,7 a 41,5% indican que las poblaciones de cocona presentan extraordinaria base genética para ser estudiadas en programas de mejoramiento de la siguiente manera: la selección de los caracteres con bajas herencias debe ser practicada en generaciones más avanzadas y en base a mayor número de plantas; la selección de los caracteres con altas herencias, asociadas a altas variaciones genéticas, podrá basarse en su comportamiento fenotípico, con amplias posibilidades de logros importantes en el proceso de selección (Falconer, 1981). En general el mejorador practica selección simultánea para varios caracteres correlacionados entre sí, basándose en el signo y la magnitud de la correlación genética. Por eso, se da mayor énfasis a las correlaciones genéticas, porque ellas asumen mayor importancia práctica en los trabajos de mejoramiento. Se verifica que, en la mayoría de los casos, los pares de caracteres evaluados presentaron coeficientes de correlación genética y fenotípica con las mismas señales y niveles similares de importancia (Tabla 2.7). Se observa también que, en gran parte de los casos, las correlaciones genéticas fueron ligeramente superiores a las fenotípicas. 22 Aproximadamente el 45% de los coeficientes de correlación genética y fenotípica fueron significativos al nivel de 1% y 5% de probabilidad. Tabla 2.7. Estimativa de los coeficientes de correlación fenotípica (rf), genética (rg) y ambiental (ra) entre caracteres en progenies de cocona (Solanum sessiliflorum) (Silva Filho, 1998). Caracteres DT AP AH NMF AF LF PMF PEF EP NL r f g a f g a f g a f g a f g a f g a f g a f g a f g a f g a AP 0,27** 0,51** 0,26* AH 0,47** 0,40* 0,49** 0,19* -0,43** 0,25* NMF -0,27** -0,72** 0,02 0,18 0,94** 0,10 -0,16 -0,32** -0,03 AF 0,01 -0,02 0,05 -0,12 -0,67** -0,05 0,21* 0,36** 0,14 -0,27** -0,29** -0,12 LF 0,08 0,09 0,11 -0,07 -0,52** 0,02 -0,10 -0,29** 0,06 -0,29* -0,34** 0,03 0,32** 0,34** 0,24* PMF -0,02 -0,04 -0,02 -0,12 -0,64** -0,05 0,10 0,18* 0,06 -0,24** -0,25** -0,10 0,89** 0,95** 0,43** 0,57** 0,57** 0,63** PEF -0,21* -0,66** 0,09 0,03 0,27** -0,04 -0,00 0,04 -0,07 0,69** 0,73** 0,38** 0,16 0,19* -0,02 -0,11 -0,17 0,19* 0,18 0,21* -0,03 EP 0,11 0,28** 0,01 -0,11 -0,51** -0,09 0,13 0,31** -0,07 0,26** -0,29** -0,04 -0,65** 0,72** 0,12 0,46 0,49** 0,29** 0,73** 0,78** 0,23* 0,22* 0,24* 0,08 NL -0,08 -0,23* 0,04 -0,16 -0,98** -0,01 -0,11 -0,17 -0,11 -0,18 -0,19* -0,10 0,58** 0,64** 0,12 0,17 0,16 0,07 0,61** 0,64** 0,26** 0,06 0,06 0,01 0,24* 0,27* -0,07 BRIX -0,09 -0,16 -0,12 0,21* 0,92** 0,08 0,08 0,16 0,02 0,31** 0,34** -0,16 0,10 -0,13 0,14 -0,13 -0,15 -0,02 -0,08 -0,10 0,16 0,09 0,12 -0,19 -0,23* -0,24** -0,15 -0,13 -0,19* 0,57** DT = diámetro del tronco, AP = altura de la planta, AH = área de la hoja, NMF = número medio de frutos, AF = ancho del fruto, LF = largo del fruto, PMF = peso medio del fruto, PEF = producción estimada del fruto, EP = espesor de la pulpa, número de lóculos y BRIX = tenor de sólidos solubles totales. El carácter BRIX fue el que presentó mayor número de correlaciones nulas con otros caracteres. Entre éste y NL, se observó un caso de correlación ambiental positiva y altamente significativa. Esta constatación contradice la hipótesis de Falconer (1981) según la cual la mayor magnitud de la correlación ambiental se observa entre dos caracteres con baja herencia. En este experimento los 23 coeficientes de herencias para NL y BRIX fueron de 0,92 y 0,93 respectivamente, valores considerados altos. El carácter EP fue el que presentó mayor número de correlaciones entre los caracteres estudiados. Considerando que la producción de frutos es el carácter económicamente más importante, éste presentó correlaciones significativas entre siete de los once caracteres evaluados. Entre los más importantes, la correlación más fuerte ocurrió entre los pares de caracteres NMF y AP y NMF y PEF. Los caracteres que manifestaron contribución negativa para fines de selección para productividad están indirectamente muy influenciados por otros caracteres de importancia agronómica. El carácter que tuvo mayor influencia fue el NMF. Hubo casos en que las correlaciones negativas ocurrieron entre NMF y AF, LF y PMF, y entre PMF y EP y BRIX. En general, hubo un efecto directo negativo en el alto de la planta (AP) sobre la producción de frutos de cocona (Silva Filho, 1994), lo que es común en otras especies agrícolas también. De los cinco caracteres que producen efecto directo positivo sobre la producción de la cocona, todos son considerados de importancia agronómica. El área de la hoja tiene un papel preponderante en la tasa fotosintética de la planta. El ancho del fruto y el número de lóculos son caracteres que establecen la uniformidad y la firmeza de los frutos. El espesor de la pulpa indica el tipo de aprovechamiento que el fruto tendrá en la industria y, finalmente, el número medio de frutos expresa todo el potencial de la especie en términos de productividad. También se evaluaron las correlaciones entre caracteres morfológicos y químicos en frutos de cocona (Tabla 2.8). Se notó que, para la mayoría de los pares de caracteres estudiados, las correlaciones genéticas presentaron valores superiores a las fenotípicas y de ambiente, indicando que el ambiente tuvo menor influencia que el genético. Entre tanto en el 52 % de las asociaciones hubo diferencias de señales entre las correlaciones genéticas y de ambiente, que demuestra cómo los mecanismos fisiológicos diferentes pueden causar variación (Falconer, 1987). Ya que el mejorador realiza selección simultánea para varios caracteres basándose en el sentido y en la magnitud de la correlación genética, en este experimento más del 50% de los signos de los coeficientes de correlación genética de los elementos químicos es negativo. Debido a ello, será difícil combinarlos adecuadamente en el material evaluado, sin la pérdida de otros con los cuales estén relacionados. Los caracteres ancho, largo y peso de los frutos mantienen una estrecha correlación con el contenido de humedad, sugiriendo que los frutos mayores son más suculentos. De los tres caracteres físicos evaluados, el largo y el ancho del fruto no presentan correlaciones significativas con los químicos que pudiesen ser útiles en el mejoramiento de la cocona. El carácter compuestos fenólicos, aunque con bajos valores, fue el que más presentó correlaciones genéticas positivas con otros caracteres químicos y morfológicos de los frutos. Al contrario de éste, el ácido ascórbico fue el que presentó más correlación genética negativa con todos los caracteres estudiados. Es 24 posible que, en generaciones segregadas, las etnovariedades con altos contenidos de ácido ascórbico puedan ser combinadas con otras deseadas por el mejorador, pero será una tarea difícil. 25 Tabla 2.8. Estimación de los coeficientes de correlación fenotípica (rf), genética (rg) y ambiental (ra) entre caracteres morfológicos y químicos en frutos de cocona.(Silva Filho et al., 1998) Carácter r f Humed g a f PH g a f Brix g a f Acd g a f Peso g a f Largo g a f Ancho g a f Rcl g a f Rba g a f Azur g a f Aznr g a f Azut g a f Feno g a PH 0,17 0,17 0,07 Brix -0,33 -0,34 0,01 0,18 0,18 0,12 Acd -0,64 -0,68 -0,13 -0,30 -0,31 -0,12 0,60 0,62 -0,13 Peso 0,54 0,57 0,04 0,24 0,24 0,24 -0,39 -0,40 -0,05 -0,62 -0,63 -0,43 Largo 0,67 0,71 -0,09 -0,05 -0,07 0,23 -0,45 -0,46 -0,05 -0,59 -0,61 -0,36 0,61 0,61 0,69 Ancho Rcl 0,49 0,04 0,52 0,17 -0,03 -0,13 0,37 -0,19 0,38 -0,46 0,19 0,01 -0,32 0,24 -0,33 0,55 -0,15 0,02 -0,57 0,03 -0,61 0,05 -0,08 0,02 0,93 -0,11 0,95 -0,28 0,69 0,03 0,41 0,30 0,41 0,66 0,38 0,13 -0,19 -0,45 -0,03 Rba 0,41 0,44 -0,13 0,63 0,66 0,13 0,21 0,22 -0,01 -0,60 -0,60 -0,62 0,32 0,34 -0,01 0,22 0,23 0,11 0,37 0,39 0,09 0,11 0,28 -0,01 Azr 0,07 0,07 -0,02 -0,50 -0,52 0,07 -0,61 -0,63 0,10 -0,16 -0,17 0,17 0,03 0,03 -0,03 0,35 0,37 -014 -0,07 -0,07 -0,00 0,14 0,29 0,12 -0,41 -0,43 -0,19 Aznr -0,19 -0,20 -0,19 0,20 0,22 -0,06 0,27 0,28 -0,01 0,12 0,12 0,05 -0,17 -0,18 0,01 -0,25 -0,27 0,01 -0,04 -0,04 -0,03 0,19 0,46 -0,02 0,16 0,18 -0,09 -0,32 -0,34 0,19 Azut -0,08 -0,09 0,01 -0,42 -0,43 0,00 -0,47 -048 0,06 -0,07 -0,08 -0,01 -0,09 -0,09 0,01 0,19 0,20 -0,05 -0,11 -0,11 0,01 0,24 0,54 0,07 -0,34 -0,36 -0,41 0,83 0,85 0,58 0,25 0,21 0,80 Feno 0,30 0,31 0,03 0,25 0,25 0,19 -0,40 -0,49 0,73 -0,35 -0,36 -0,19 0,34 0,35 0,06 0,37 0,38 -0,01 0,29 0,30 -0,04 -0,04 -0,09 0,02 0,05 0,05 0,06 0,13 0,13 0,04 0,07 0,08 -0,29 0,17 0,17 -0,16 Acas -0,07 -0,07 -0,08 0,27 0,30 0,01 -0,02 -0,02 -0,01 -0,16 -0,20 0,16 -0,05 -0,05 -0,06 -0,13 -0,15 0,06 -0,07 -0,08 0,01 -0,25 -0,99 0,41 0,14 0,17 -0,07 -0,41 -0,45 0,01 0,24 0,27 -0,03 -0,24 -0,29 -0,01 -0,07 -0,08 -0,05 r = coeficiente de correlación, f = fenotípica, g = genética, a = Ambiental, Humed = Humedad, pH = acidez en agua, Brix = contenido de sólidos solubles, Peso = peso del fruto, Larg = Largo longitudinal del fruto, Ancho= Diámetro transversal del fruto, Rcl = Relación entre largo y ancho del fruto, Rba = Relación entre Brix y acidez, Azur = Azúcar, Aznr = Azúcar no reductor, Azut = Azúcares totales, Feno = Fenólicos. Una correlación positiva muy importante se observó entre el contenido de sólidos solubles (Brix) y la acidez registrada (rg = 0,62). Esto es importante por dos 26 razones: 1) el Brix es una característica que determina la utilización del fruto, ya sea para consumo in natura, o aprovechamiento industrial (Chan Júnior e Kwok, 1976; Mowlah e Itoo, 1982); 2) la acidez indicada es un parámetro básico para la clasificación del fruto por el sabor (Yaselga et al., 1977). Ya que el ºBrix y el contenido de ácido cítrico de las etnovariedades de cocona varían alrededor de 6,0 a 8,2 y 1,1 a 2,0%, respectivamente (Andrade et al., 1997), con la recolección de germoplasma del INPA se podrá buscar las combinaciones de genotipos que permitan mejorar el sabor de los frutos. 2.6.1 Poblaciones y Clases El Instituto Nacional de Investigaciones del Amazonas (INPA) estableció en las últimas tres décadas una colección de cocona razonablemente representativa del Amazonas brasileño (Tabla 2.9). Esta colección es mantenida ex-situ en la Estación Experimental de Olericultura y en una cámara de semillas del INPA, renovándose periódicamente para mantener la calidad de las semillas. La colección se usa principalmente en el programa de mejoramiento, pero también ha sido utilizada para determinar la posibilidad de existencia de clases primitivas (“landraces”) de cocona, como existen en otros árboles de frutos del amazonas. Clement (1989) sugirió que existe por lo menos una clase de cocona en el alto Río Solimões, y la incluyó como evidencia para apoyar la existencia de un centro de diversidad de cultivos amazónicos en aquella región. Una clase primitiva es un conjunto de poblaciones con características (sujetas a la selección indígena) similares debido a una historia similar en términos de origen genético, presión de selección y preferencias que orientaron la selección, todo realizado por una etnia en una región geográfica relativamente restringida. Como corolario de esta definición, una población es un conjunto de genotipos mantenidos por un grupo étnico. 27 Tabla 2.9. Localización geográfica de los 30 accesos de cocona (Solanum sessiliflorum) mantenidos por el INPA en Manaus en 1990 y usados para determinar si existen clases primitivas de cocona. Acceso 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 Municipio Yurimaguas Arara Atalaia do Norte Ponta Alegre Ipiranga Canutama Tabatinga (Umariaçu) Borba Tefé Carauari Benjamin Constant Nova Olinda do Norte Eirunepé Parintins Coari Betânia Estirão do Equador Tarapoto Iquitos Lábrea Putumayo Cucuí Vila Bitencourt Palmeiras São Gabriel da Cachoeira Barcelos Belém Mayuruna São Paulo de Olivença Benjamin Constant Estado/País Perú Colombia AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil Perú Perú AM, Brasil Colombia AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil PA, Brasil AM, Brasil AM, Brasil AM, Brasil Localización Geográfica Medio Río Huallaga Alto Río Solimões Bajo Rio Javarí Medio Río Amazonas Alto Río Içá Alto Río Purus Alto Río Solimões Medio Río Madeira Medio Río Solimões Alto Río Juruá Alto Río Solimões Medio Río Madeira Alto Río Juruá Medio Río Amazonas Medio Río Solimões Medio Río Içá Alto Río Javarí Medio Río Mayo Medio Río Marañon Medio Río Purus Medio Río Putumayo Alto Río Negro Alto Río Japurá Alto Río Javarí Alto Río Negro Medio Río Negro Foz do Río Amazonas Alto Río Javarí Alto Río Solimões Alto Río Solimões En la concepción de Brauer (1976), la variación que se puede encontrar dentro de una población de plantas autógamas, dependiendo del número de líneas que la forman, es compatible con la oportunidad de los cambios génicos encontrados dentro de la población. En casos extremos una población de plantas autógamas puede estar constituida por un gran número de líneas puras distintas, incluyendo una amplia variación, o puede estar representada por una única línea pura y ser, por lo tanto, invariable (Pohelman, 1979). En plantas cultivadas, la mezcla de semillas provenientes de otras plantas, la hibridación casual y las mutaciones son factores que introducen variación. La planta híbrida casual depende mucho de la existencia de plantas de la misma especie afín en una pequeña distancia y, finalmente, de la eficacia del mecanismo de autofecundación de cada especie o 28 variedad. Es la existencia de esta variación que permite la eficacia de la selección indígena a lo largo del tiempo y la crianza de especies. En un análisis discriminante preliminar (no publicado), los accesos fueron agrupados por cuencas hidrográficas, pues las especies de pijuayo están estrechamente relacionadas con las cuencas de los principales afluentes tributarios, y algunos secundarios del Río Amazonas (Clement, 1989). El porcentaje de clasificación fue bajo, principalmente por causa de los accesos que originaron fuera del Amazonas occidental, la distribución precolombina de la cocona. Cuando estos fueron retirados del análisis, el porcentaje de clasificación mejoró sensiblemente, sugiriendo la existencia de especies (Tabla 2.10). Antes de concluir que estas existen, por el momento, será imprescindible aumentar el número de accesos de cada una de las poblaciones usadas, debido a que existe posibilidad que un acceso sea una línea pura que no representa bien las características generales de la población. Para poder hacer esto, el INPA tiene un programa activo de recolección en el Amazonas occidental. Tabla 2.10. Posibles especies primitivas de la cocona (Solanum sessiliflorum) en el Amazonas Occidental. Consulte la Tabla 2.9 para las procedencias de los accesos. Especie Accesos incluidos Alto Solimões 2, 7, 11, 29, 30 Javarí 3, 17, 24, 28 Negro 22, 25, 26 Içá 5, 16, 21 29 3.0 ASPECTOS ECOLOGICOS 30 31 3.1 CLIMA La cocona se originó en el Amazonas occidental y, por lo tanto, está adaptada al clima de esta región. No obstante, por haber sido domesticada y distribuida por los pueblos indígenas del noroeste de América del Sur, la cocona puede también adaptarse a otros climas. 3.1.1 Clima del Amazonas Occidental El clima del Amazonas occidental se clasifica como “A” (clima tropical lluvioso) en el esquema de Köppen, el cual abarca los tipos climáticos “Am” y “Af” (RADAMBRASIL, 1977). El tipo climático “Am” (lluvias de tipo monzón) presenta una estación seca de pequeña duración, generalmente sin influencia significativa en el comportamiento de la vegetación, y ocurre en el sudoeste del Amazonas. El tipo climático “Af “ (constantemente húmedo) presenta una variación mínima anual, tanto de la temperatura como de la lluvia, y se mantiene siempre en un nivel elevado, sucediendo en el noroeste del Amazonas. En la zona climática “Am,” la pluviosidad varía entre 2000 y 2750 mm, con un intervalo entre lluvias de 1 a 3 meses, generalmente en el período entre julio y octubre. La temperatura media anual varía entre 27 y 32oC. En Iquitos, Perú, por ejemplo, la pluviosidad media anual es de ~2400 mm y la temperatura media de 31°C. En la zona climática “Af,” la pluviosidad varía entre 2750 y 3500 mm, sin intervalo regular entre lluvias, aunque puedan haber períodos cortos (menores de un mes) entre lluvias aisladas. Por ser más lluviosa, la temperatura media anual es un poco menor, entre 26 y 30°C. En Leticia, Colombia, por ejemplo, la pluviosidad media anual es de ~3000 mm y la temperatura media es 27°C. Por su posición geográfica ecuatorial, el largo del día en el Amazonas occidental presenta sólo una pequeña variación durante el año: en la posición 5 N, el día dura 11 horas y 50 minutos en Diciembre y 12 horas y 24 minutos en Julio - una variación máxima de 32 minutos; en la posición 10 S, el día dura 12 horas y 42 minutos en Diciembre y 11 horas y 32 minutos en Junio - una variación máxima de 50 minutos (Salati, 1985). Tanto la insolación como la energía disponible en la región dependen directamente de esta duración, aunque sean también influenciadas por la humedad del aire y la formación de nubes. La evapotranspiración potencial en el Amazonas occidental es siempre superior a 1400 mm anuales, aun cuando la estación meteorológica de Tabatinga, Amazonas, Brasil, ya registró un máximo de 1718 mm/año (RADAMBRASIL, 1977). Las hojas herbáceas de cocona muestran claramente cuando la transpiración excede la absorción de agua por las raíces, pues marchitan fácilmente. 32 3.1.2 Clima en otras áreas donde se planta la cocona Hoy la cocona se encuentra en casi todo el Amazonas brasileño, principalmente en las zonas climáticas “Am” y “Aw”. En esta última, en el Amazonas oriental, la pluviosidad media anual puede llegar a ser solamente 1200 mm y la temperatura media anual varía entre 28 y 32°C. En esta zona la cocona no crece en suelo duro en cultivo abierto sin riego, debido a que el intervalo entre lluvia anual puede durar hasta 6 meses. Sin embargo, en las llanuras no existen estas limitaciones. En las llanuras de la cuenca del Río Orinoco, en Venezuela y Colombia, la zona climática es “Aw” y la pluviosidad varía entre 1000 y 1700 mm y la temperatura media anual es de ~28ºC. Como ocurre en el Amazonas oriental, la cocona requiere riego en cultivo abierto. En el litoral Pacífico de Colombia - el Choco - la pluviosidad media llega a 5000 mm, aunque existe un área que alcanza hasta 8900 mm, con una temperatura media anual que varía entre 24 a 27ºC, siendo una zona climática “Af.” En esta región, no hay entre lluvia, por lo tanto, la cocona no necesita riego. 3.1.3 Limitaciones climáticas Dentro de la distribución geográfica de la cocona y las zonas climáticas en donde ocurre, se concluye que la cocona crece mucho más en las zonas climáticas “Af” y “Am,” prefiriendo las zonas con poco o sin intervalo entre lluvias. En otras áreas la cocona podrá necesitar riego cuando es cultivada en áreas abiertas en suelo duro. 3.1.4 Altitud La cocona se cultiva en altitudes que varían desde el nivel del mar hasta 1.500 m sobre el nivel del mar (Villachica, 1996; Silva Filho & Machado, 1997). No obstante, por sobre los 1.000 m su producción disminuye, y a los 1500 m no produce nada económicamente. Asimismo, a medida que el cultivo se aleja del ecuador, la altitud máxima para la producción económica deberá ser menor, sin embargo no existen datos publicados sobre estos casos. 3.2 SUELO La cocona crece en gran parte de los suelos del Amazonas, desde los latosoles y los podzólicos ácidos y de baja fertilidad, con texturas desde arenosa a arcillosa, del suelo duro, hasta los gleis húmicos, neutros y de alta fertilidad, con texturas desde limo-arenosa a limo-arcillosa, de la llanura (Villachica, 1996; Silva Filho & Machado, 1997). Sin embargo, no crece muy bien en suelos inundados. Como otros frutos, la cocona se produce mejor en suelos más ricos en nutrientes. A continuación, se describen los tres principales grupos de suelos en que se ha observado el cultivo de la cocona, aunque seguramente la cocona también tenga condiciones para crecer en otros suelos. 33 3.2.1 Latosol Amarillo El latosol Amarillo es el más corriente en mayor extensión de la región, siempre en suelo duro. Se caracteriza por un perfil de 1,50 m o más de espesor, asentado sobre arena y arcilla de Formación de Barro. Se trata de suelos envejecidos, ácidos y fuertemente ácidos y de buen drenaje, aunque a veces se presentan bastante arcillosos. El horizonte B del latosol (óxico) posee evidencia de una fase avanzada de intemperización, y consiste de una mezcla de óxidos hidratados de hierro y aluminio, con variable proporción de arcilla 1:1 y minerales accesorios altamente resistentes (principalmente cuarzo). Los latosoles amarillos poseen sumas de bases (extraídas por acetato de amonio, más aluminio por KCl) menor que 10 me/100g de arcilla. Frecuentemente son álicos (cuando la saturación con aluminio fuere mayor que 50%). Poseen menos de 5% de arcilla dispersa en agua y bajo porcentaje de limo (sedimentos) (menor que 8% o para la Formación de Barros menor que 15%). El cociente limo/arcilla es generalmente menor que 0,25 (Vieira, 1975). 3.2.2 Podzólicos Rojo Amarillo Aun en suelo duro, los Podzólicos Rojo Amarillo ocurren en relieve plano, suavemente ondulado, hasta fuertemente ondulado, en asociación con otros tipos de suelos. Son profundos y medianamente profundos, moderadamente a bien drenados. En estos suelos se observa una disminuición acentuada de hierro y aluminio en comparación con los latosoles. Ciertos factores naturales, como el agua de infiltración de las lluvias y remoción erosiva de las capas superficiales, contribuyen a la retirada constante de los elementos calcio y magnesio del complejo coloidal del suelo, provocando acidificación, baja suma de bases (S), variable capacidad de intercambio de cationes (T) y alteración en la saturación de bases (V). Los valores de T.S.V.% son más elevados en el horizonte A, debido a la mayor retención de cationes proporcionada por la mayor cantidad de materia orgánica. El fósforo asimilado en la mayor parte de los perfiles tiene tenores bajos y la relación limo/arcilla presenta valores superiores a 0,65 (Sánchez et al., 1982). 34 3.2.3 Gleis Húmicos En las llanuras de los ríos de agua clara, los suelos son del tipo Gley Distrófico poco húmico, álico, y de buena fertilidad natural. Estos suelos se forman a partir de sedimentos transportados de los Andes y depositados por los ríos. El material sedimentar está constituido primordialmente por limo (sedimentos), arenas finas y arcillas. Por eso, originan suelos nuevos con un horizonte A normalmente reposando directamente sobre un horizonte C, subdividido en capas de textura y espesores variables, y sin relación genética entre sí. Son suelos ácidos y neutros, presentando algunas veces sumas de bases alta. La fertilidad natural varía entre media y alta, formada por la saturación de bases casi siempre sobre el 50%. Las cantidades de calcio, magnesio, sodio y potasio del complejo son bastante reducidas en contraste a los contenidos relativamente elevados de aluminio. Tal situación condiciona una alta saturación del aluminio cambiable. La materia orgánica presente en el horizonte A siempre tiene contenidos significativos. Entre tanto su contenido disminuye irregularmente de acuerdo a la profundidad, debido al desarrollo incipiente del perfil (Vieira, 1978). 35 4.0 ASPECTOS AGRONOMICOS 36 4.1. Variedades (autóctonas o en proceso de mejoramiento) Todos los tipos de cocona que fueron recolectados por institutos oficiales en las distintas regiones del Amazonas brasileño, peruano y colombiano provienen de poblaciones encontradas en los campos y parcelas de los indios y mestizos, o de ferias y mercados donde son comercializados por personas de estas mismas etnias. En el Amazonas occidental, especialmente en la región del Alto Río Solimões, estas poblaciones pueden ser denominadas “etnovariedades” porque fueron seleccionadas y mantenidas en los campos y parcelas por indios y mestizos durante muchas generaciones. En el Alto Solimões es posible encontrar etnovariedades que van desde el tipo silvestre al más avanzado en el proceso de domesticación, que es especialmente visible en el tamaño y formato de los frutos (Foto 4.1). La existencia de esta amplia variedad es compatible con las afirmaciones de Allard et al. (1968) y Wright (1978) que dicen que la mayor variabilidad genética entre y dentro de las especies vegetales cultivadas ocurre muy próximo a su centro de diversidad. Foto 4.1. Variación en el tamaño y formato de los frutos de cocona La crianza de una etnovariedad representa el mejoramiento in situ de una población, realizado por los usuarios sin criterios científicos pero con criterios eminentemente prácticos, pues el productor y su familia (especialmente las mujeres) saben identificar, seleccionar, propagar y conservar muy bien los tipos de cocona que producen mejor, que son más resistentes a plagas y enfermedades y que poseen características organolépticas y culinarias deseables. Las principales diferencias entre el mejoramiento in situ del indio y del mestizo y el mejoramiento ex situ del investigador, es la intensidad de selección y el uso de la estadística. Por varias razones, las instituciones públicas están cada vez más interesadas en apoyar el mejoramiento in situ, debido a que el relacionamiento del investigador con el 37 hombre (y la mujer) del campo puede ser muy provechoso, especialmente para disminuir la erosión genética, revitalizar los procesos de co-evolución dirigida y estimular la utilización de los recursos genéticos de la región para garantizar su conservación. Con estas acciones conjuntas es probable que a mediano plazo la región mantenga material genético de buena calidad, por tratarse de un trabajo que congrega el saber de los agricultores tradicionales con los conocimientos científicos de los investigadores. Las etnovariedades han sido también mejoradas ex situ y muchos materiales promisorios han sido seleccionados, por calidad del fruto y productividad, así como en términos de resistencia a plagas y enfermedades. Uno de los mayores avances en relación a enfermedades es que se han encontrado materiales resistentes a Ralstonia (Pseudomonas) solanacearum y Sclerotium rolfisii, patógenos considerados de la mayor importancia económica en las Solanáceas que producen frutos comestibles en el Amazonas (Noda et al., 1997). A lo largo del tiempo estos materiales fueron mejorados ex situ y actualmente han sido devueltos al agricultor de la zona rural como un recurso genético de mejor calidad. También, se han encontrado materiales resistentes al nematodo de la agalla (Meloidogyne incognita), considerado un fitoparásito muy importante de la cocona (Brücher, 1973). Con material genético recolectado en el Alto Río Orinoco y cultivado en la estación experimental de la Universidad Central de Venezuela, Brücher llegó a la conclusión de que sería imposible cultivar cocona a escala comercial en suelo infestado por esta plaga. Pero en los experimentos realizados en Manaos, en cualquier tipo de suelo infestado por nematodos, fue posible cosechar frutos de todas las poblaciones examinadas. Actualmente el INPA dispone de material genético resistente a este tipo de nematodo local. Entre las etnovariedades y otras poblaciones que hacen parte de la colección de cocona mantenida por el INPA, existe material genético con potencial para atender las exigencias preliminares de la agroindustria que desea utilizar la cocona como materia prima. En términos de productividad, la selección por número y peso de los frutos resultó en el aumento del rendimiento de 98 a 134 frutos (aproximadamente 74%) y de 3,85 a 6,9 kilos por planta de las etnovariedades con frutos pequeños (20 a 30 g). Con las etnovariedades de frutos grandes se ha conseguido logros razonables, aunque no tan espectaculares (25 a 42%). De las cincuenta etnovariedades que fueron evaluadas y están pasando por el proceso de selección, doce están produciendo de 40 a 100 toneladas por hectárea de frutos frescos. Otro detalle importante es que existe variabilidad genética en la composición química de los frutos (vitaminas y sales minerales). A medida que se estudian más las etnovariedades, se obtendrán mejoras en el proceso de selección. 38 4.2 PROPAGACION Y TIPOS DE SIEMBRA La cocona se propaga generalmente por semilla. El proceso, desde la siembra hasta la plantación definitiva, se hace del mismo modo como se cultiva el tomate, pimentón, “jiló” y la berenjena. La siembra se hace en cualquier época del año. 4.2.1 Semillas Con 50 g de semillas viables se puede producir 10.000 plantas para cultivar en un área de una hectárea. El peso de mil semillas es de 1,2 g. El porcentaje de germinación es del 100% hasta el primer mes después de retirar el fruto. Dependiendo del lugar en que se mantiene, su viabilidad va disminuyendo en función del tiempo (Silva Filho, 1994). No existe comercialización de semillas de cocona en el Amazonas. Por lo tanto, el productor deberá obtener semillas de plantas que producen el tipo de fruto deseado, pues el tipo se conserva de generación tras generación. Alternativamente, el productor podrá contactar al INPA para obtener una pequeña cantidad de semillas para multiplicar. 4.2.2 Substrato El substrato para rellenar los recipientes o cajones que irán a recibir las semillas (o las plántulas en el caso de trasplantar) deben contener partes iguales de suelo arenoso y arcilloso y estiércol o cualquier compuesto orgánico (1:1:1 v:v:v). 4.2.3 Siembra La siembra (ya sea en canteros o en recipientes individuales) se hace en lugares sombríos o con poca intensidad solar. Una luminosidad de hasta un 50% de luz es ideal. A medida que las plántulas se van desarrollando, deben ser expuestas a mayores cantidades de luz, hasta que estén completamente aclimatadas en el momento del plantío definitivo. 4.2.4 Siembra en canteros o bandejas Los canteros (Foto 4.2) deben tener 1 m de ancho por 20 cm de alto y el largo de acuerdo con la cantidad de plantas que el agricultor desea cultivar. Si desea dejar las plantas en el cantero hasta la época de ser trasplantadas al lugar definitivo, se dejan separadas una de la otra en espacios de 10 x 10 cm. Los canteros deberán ser rellenados con el substrato indicado anteriormente (4.2.2.). La siembra en cantero se hace mediante surcos transversales de 1 cm de profundidad, dejando las semillas separadas por una distancia de aproximadamente 0,5 cm. 39 Foto 4.2 Plántulas de cocona producidas en cantero rústico Alternativamente, se puede hacer la siembra en bandejas de plumavit (Foto 4.3), plástico o madera, con dimensiones apropiadas para su área de trabajo. Deben ser rellenadas con el substrato mencionado anteriormente. Las bandejas tienen la ventaja de poder ser fácilmente transportadas hacia el lugar del plantío, donde se debe tener un pequeño vivero para establecer las plántulas después de trasplantadas. 40 Foto 4.3 Plántulas de cocona producidas en bandejas de plumavit En condiciones favorables de temperatura y humedad, la germinación ocurre a partir del 7º día después de la siembra, se extiende por más de 40 días (Silva Filho et al., 1996) o entre 15 y 30 días (Villachica, 1996; Paytan, 1997). Plántulas mal formadas o blancas deben ser eliminadas para que no ocupen el espacio de las plántulas sanas. Las plántulas provenientes de siembra en cantero o bandejas deben ser trasplantadas a partir de los 20 días de vida (etapa en que ya presentan dos hojas verdaderas) hacia recipientes individuales. Generalmente resisten bien el trasplante. Cuando el trasplante es ejecutado por personas calificadas el índice de resultado es del 100%. 4.2.5 Siembra en recipientes individuales La siembra también puede ser ejecutada en vasos plásticos (Foto 4.4) o de cartón (con capacidad para 400 g de substrato), bolsas plásticas tamaño 15 x 20 cm, con la ventaja de que las plantas serán fácilmente transportadas al campo y sufrirán menos en el trasplante. Se deben colocar tres semillas en cada recipiente y luego se saca las matas débiles, dejando solamente la más vigorosa. 41 Foto 4.4 Plantas de cocona producidas en vasos plásticos 4.2.6 Propagación vegetativa Paytan (1997) informa la posibilidad de la propagación asexuada de la cocona a través de estacas semi-leñosas de 1 cm de diámetro por 30 cm de largo y enterradas en posición inclinada en substrato de aserrín de madera esterilizado. El autor no describió el porcentaje de efectividad. En el estado de Acre, Brasil, algunos pequeños agricultores utilizaron la cocona como portainjerto para tomate, aprovechando su resistencia a Pseudomonas solanacearum, considerada un patógeno endémico en todo el Amazonas y que torna inviable el cultivo del tomate en la región. No obstante, el costo de una de estas prácticas talvéz no sea ventajoso, porque la cocona se propaga sexualmente con mucha fidelidad en términos de características de los frutos y de la productividad, y es bastante precoz, o sea, las principales ventajas de la propagación vegetativa ya existen en ella cuando se ha propagado sexualmente. En cuanto a su utilización como portainjerto para tomate, no es ventajosa porque la producción de frutos de tomate con el uso de este sistema es muy baja. 4.3 PREPARACION DEL SUELO La preparación del suelo puede ser manual o mecanizada. En suelo del tipo Podzólico Rojo-Amarillo (Ultisol), álico, textura arenosa, puede ser preparado manualmente, pues la textura facilita el manejo y deja el suelo bien suelto. La mecanización es recomendada para suelos arcillosos (Oxisols y Ultisols) y de llanura (glei húmico), pues su manejo manual es más difícil. Por lo tanto, la mecanización del suelo es recomendada para tornarlo suelto y favorecer el mejor desarrollo radicular inicial de las plantas. 42 Los huecos de siembra deben ser abiertos con 20 cm en todas sus dimensiones. Si el suelo es propenso a encharcarse, se recomienda abrirlas sobre cuadros de 20 cm de alto porque la cocona no soporta exceso de humedad. 4.4 ESPACIAMIENTO El espaciamiento entre plantas de cocona puede variar de acuerdo con la intensidad del cultivo, de la etnovariedad y del tipo de suelo. Generalmente ocurren etnovariedades que crecen poco y ellas pueden ser cultivadas en cualquier tipo de suelo en un espaciamiento de 1,0 x 1,0 m. Las etnovariedades que crecen más de 1,50 m de alto, en suelos con baja fertilidad natural deben ser cultivadas en un espaciamiento mínimo de 1,00 x 1,50 m y en suelos de llanuras con espaciamientos de 1,50 x 2,00 ó 2,00 x 2,00. Este criterio debe ser acatado porque una plantación muy densa torna la cosecha de los frutos muy incómoda a las personas que ejecutan esta tarea. 4.4.1 Monocultivo En sistemas de monocultivo manejados con mecanización y fertilización, los espaciamientos varían desde 1,0 x 1,0 m (10.000 plantas/ha), pasando por 1,5 x 1,0 m (6.666 pl/ha), 1,3 x 1,3 m (5.917 pl/ha), 1,0 x 2,0 m (5.000 pl/ha), 1,5 x 1,5 m (4.444 pl/ha), 2,0 x 2,0 m (2.500 pl/ha) hasta 2,5 x 2,5 m (1.600 pl/ha) (Pahlen, 1977; Villachica, 1996; Paytan, 1997; Silva Filho y Machado, 1997; Silva Filho et al. 1997). Los espaciamientos mayores (a partir de 2,0 x 2,0 m) deben ser adoptados en cultivos donde los suelos son especialmente ricos o muy bien fertilizados artificialmente. 43 Foto 4.5 M onocultivo de cocona en espaciamientos de 1 x 1 m 4.4.2 Sistemas consociados y agroforestales En sistemas agroforestales, donde la cocona puede ser un importante componente en la asociación con plantas anuales y perennes, un espaciamiento de 3 x 3 m (1.111 plantas/ha) puede ser recomendado (Paytan, 1997). Dado que en la agricultura tradicional el manejo de la cocona no tiene diferencia pronunciada entre las etnias mestizas e indígenas y que no se adoptan espaciamientos y tratos culturales (desmalezados y riegos) sistemáticos, la especie se cultiva generalmente junto a plantas ornamentales, medicinales (en el jardín), hortalizas (en los huertos), frutales arbustivas o arbóreas (en la parcela) y entre las yucas con otros cultivos anuales o perennes en el campo. Lógicamente, la cocona también puede ser combinada con otras especies anuales en algunos de los espaciamientos más abiertos. En la Estación Experimental del INPA en Manaus, se han cultivado sandía, “maxixe” y caupí (“frijoles de playa”)(Vigna unguiculata) en los espacios entre las plantas de cocona. Esta práctica tiene una ventaja muy importante: evita el desmalezado después que esta especie cubre el suelo con sus ramas y cuando las plantas de la cocona comienzan a dar sombra en el suelo, las malezas también dejan de establecerse en el área. 44 Foto 4.6 Combinación de cocona con frijol de playa 4.5 FERTILIZACION (ORGANICA Y MINERAL) La cocona puede crecer sin recibir ningún tipo de abono. En este caso, la producción es muy baja; no alcanza a 20 toneladas de frutos por hectárea (Pahlen, 1977). Generalmente en los Latosuelos y Podzólicos del Amazonas las plantas crecen y producen menos sin abono. En un cultivo situado en bosque virgen, una planta de una etnovariedad que produce frutos pequeños puede producir 70 frutos, pesando aproximadamente 4 kg. En caso que estas plantas fuesen cultivadas con un espaciamiento de 1,0 x 1,0 m, el rendimiento en 1 hectárea sería de 40 toneladas (Silva Filho et al 1998). La planta responde muy bien a cualquier fuente de abono orgánico. El estiércol de vacuno, porcino, y especialmente de gallinas ponedoras y otras, cuando es curtido correctamente, puede sustituir el abono mineral. En Manaos el estiércol de animales es un producto escaso para los agricultores locales. Generalmente los criadores de animales utilizan este subproducto en sus pastizales, huertas y huertos frutales. El abono orgánico utilizado experimentalmente en el INPA es proveniente de un sistema de compuestos desarrollado por medio de acumulación de capas alternadas de materiales vegetales y estiércol de vacuno (como inoculante). Se revuelven semanalmente los montones humedecidos sin exceso de agua. Normalmente el proceso de fermentación demora entre 80 y 90 días. Generalmente se utiliza entre uno y dos kilos de compuesto orgánico por hoyo. Estas pruebas experimentales utilizando sólo desecho orgánico (restos de hortalizas) como fertilizante (250 toneladas por hectárea, equivalente a 25 kg/planta, mezclado mecánicamente en suelo arenoso (Podzólico rojo amarillo, textura arenosa [80 a 85% de arena] - Ultisol), Pahlen (1977) obtuvo rendimientos entre 5 kilos (en la etnovariedad menos productiva) a 14 kilos de fruto fresco por planta (en la etnovariedad más 45 productiva) en una cosecha de tres meses de duración. La producción mínima por hectárea fue de 25 toneladas y de 146 t para la más productiva. El promedio observado entre las etnovariedades con este tipo de manejo fue de 56 t de frutos por hectárea. En cualquier actividad hortícola en suelos del Amazonas es muy difícil obtener una producción satisfactoria ante la ausencia de estiércol animal, sin el uso de abonos minerales. Pero el uso de abonos minerales debe ser asociado a materia orgánica; de lo contrario, la respuesta de las plantas es despreciable. Los mejores rendimientos, desde el punto de vista económico, se han obtenido con la aplicación de 70 g de superfosfato triple, 50 g de cloruro de potasio y 10 g de urea por hoyo en el momento de la plantación o trasplante, junto a dos kilos de compuesto orgánico (preparado como el mencionado anteriormente). Después de quince días de la plantación, se puede aplicar una dosis de 10 g de urea por planta, repetida mensualmente hasta el inicio de la cosecha (Silva Filho et al., 1989, 1990, 1993). 4.6 TRASPLANTE La plantación definitiva se hace a partir de los 60 días después de la siembra, etapa en que las plantas presentan cuatro o más hojas definitivas y 15 cm de alto. El trasplante se hace al inicio de la época de lluvia, en un día nublado, en caso que no se vaya a regar. Mediante riego, se puede hacer el trasplante en cualquier época, una vez que las plantas estén debidamente aclimatadas antes de ser trasladadas al campo. 4.7 PLAGAS Y ENFERMEDADES 4.7.1 Plagas Las plantas de la familia Solanaceae son severamente atacadas por diversas especies de insectos. En Amazonas, la presencia de innumerables especies de Solanáceae creciendo espontáneamente en áreas vecinas y en las áreas donde se cultiva la cocona constituye una importante fuente de infestación. Esto justifica el estudio de la fauna entomológica (tipos de insectos) parásita de la cocona, pues la atención continua a las posibles plagas permitirá su control eficaz en caso de ataques severos a la plantación. Debe considerarse que un insecto que no tiene importancia inmediata, puede transformarse a corto plazo en una plaga muy perjudicial, dado que las plagas también se adaptan a los sistemas agrícolas creados por los productores. Estudios sobre los insectos que atacan a la cocona fueron realizados en la Estación Experimental de Hortalizas del INPA, en varios barrios de Manaos, y en algunas parcelas ubicadas en el municipio de Manacapuru, Estado de Amazonas, Brasil, por Couturier (1988). Los insectos picadores, deshojadores y barrenadores fueron sistemáticamente buscados sobre las plantas existentes en cada lugar. En la mayoría de las veces se encontraron larvas y adultos de cada especie. Cuando los adultos no fueron encontrados, las larvas fueron llevadas a la Coordinación de Investigaciones Entomológicas del INPA para obtener los adultos con el objeto de identificar la especie. Como resultado del trabajo, 14 especies fueron identificadas (Tabla 4.1). A continuación se relacionan las especies y los daños que ellas provocan en las plantas. 46 4.7.1.1 Pseudococcidae Tres especies de esta familia de cochinilla fueron encontradas sobre la cocona. La más abundante, Planococcus pacificus, forma colonias grandes en las extremidades de las ramas de la planta y en el pedúnculo y cáliz de los frutos maduros. Estos insectos son enteramente recubiertos por una capa de tierra construida por hormigas (Solenopsis saevissima Fr. Smith). Las otras dos especies, Ferrisia virgata y Pseudococcus maritimus, fueron encontradas esporádicamente. La primera ocurre en forma de individuos aislados sobre la epidermis de los frutos y la segunda en la faz abacial de la hoja. De acuerdo con Conturier (1988), estas tres especies no causan pérdida de la productividad; posiblemente puede significar una pérdida de tiempo en la limpieza de los frutos para su comercialización. 4.7.1.2 Tingidae Corythaica cyathcollis - los adultos y las larvas de esta especie son de color ceniza, poco visibles y están siempre agrupadas en la faz inferior del limbo de la hoja. Por las manchas encontradas en la faz adaxial de la hoja se detecta la presencia del insecto. Los primeros síntomas se manifiestan mediante trazos con puntos difusos alrededor de una nervadura, donde se puede constatar la presencia de larvas. Luego el limbo se vuelve amarillo (Foto 4.7a), pero las nervaduras pueden o no permanecer verdes por mucho tiempo. En la progresión sintomática, la mancha se va tornando café y aumentando de acuerdo con el número de insectos presentes (Foto 4.7b). Luego, el limbo se seca, parte, se enrolla y cae en trozos. En algunos casos, las colonias pueden contener más de 100 individuos y muchas generaciones se suceden (Foto 4.7c). Por eso, los daños son importantes. 47 Foto 4.7a Daños ocasionados por Corythaica cyathcollis en las hojas de la cocona Foto 4.7b Etapa más avanzada de daños causados por Corythaica cyathcollis en las hojas de la cocona 48 Foto 4.7c Hoja de cocona afectada de otra forma por Corythaica cyathcollis Con el objeto de controlar pequeños focos de infestación, se aconseja retirar las primeras hojas afectadas, evitando de este modo la diseminación del insecto en toda la plantación. En caso de grandes focos, se debe pulverizar con insecticidas fosforados (Pahlen, 1977; Silva Filho, 1994). En este caso, se debe seguir la orientación de un técnico especializado. 4.7.1.3 Pentatomidae Dos especies de esta familia fueron detectadas. La Edessa rufomarginata es un insecto de 17 a 20 mm de largo, de color verde oscuro con connexivum rojo de los adultos. Se encuentra normalmente sobre la cocona, pero aparentemente sin fuertes consecuencias en la producción de frutos. La morfología de esta especie fue estudiada por Raposo (1981) y Sefer (1961), en sus estudios sobre jurubeba (Solanum paniculatum). La Arvellius porrectispinus es un insecto de 13 a 16 mm de largo, de color verde pálido, finamente salpicado con puntos negros sobre el protum y el scutelum. Son poco visibles sobre las plantas porque se esconden en los racimos de los frutos. Las larvas se agrupan en colonias de 10 a 30 individuos. Esta especie parece no causar daños importantes. 49 4.7.1.4 Curculionidae Dos especies, Phyrdenus muriceus y otra de un género no identificado, perteneciente a Cryptorhynchinae, se desarrollan sobre la cocona. Las dos especies son fácilmente diferenciables: P. muriceus es enteramente ceniza amarillento, mientras que en la especie no identificada, la cabeza, el tórax y las patas son negras, los élitros ceniza amarillento con una franja transversal negra en el tercio apical, no alcanzando a su borde interno. Los adultos (que son poco visibles durante el día) se fijan al tronco de la planta, en la base de los frutos o dentro de los brotes axilares. Sus mordidas causan necrosis negras, y cuando atacan los frutos jóvenes causan deformaciones. Las larvas se desarrollan en la extremidad de las ramas y cavan galerías de 6 a 7 cm de largo. En el cuarto catálogo de los insectos que viven en las plantas de Brasil (1984), la especie P. muriceus también se nota sobre la papa, berenjena, “jiló”, “joá”, “jurubeba” y tomate. 4.7.1.5 Chrysomelidae El adulto de Colaspis aff. aérea es de color verde bronceado con patas café amarillentas, y mide 6 mm de largo. Es una especie poco abundante. Los individuos viven aislados o agrupados de a 2 ó 3 en la faz adaxial de las hojas. Ellos roen el limbo sin causar grandes daños. Estos insectos pueden ser encontrados sobre muchas Solanaceae que viven espontáneamente en Manaos. 4.7.1.6 Cerambicidae La Alcidion deletum fue encontrada dentro de una rama, en la entrada de una galería. Otra Alcidion sp. fue encontrada en Ecuador atacando la naranjilla (Solanum quitoense), especie que ataca la cocona (Jiménez, 1982). Su incidencia sobre varias Solanaceae que viven en Surinam puede ser considerada “moderada” (Remillet, 1988). 4.7.1.7 Sphingidae La Manduca sexta, la conocida cuncuna del tabaco, es una especie común que ataca a muchas Solanaceae cultivadas. En plantaciones de cocona estudiadas, sólo se encontraron algunas larvas. La eliminación de hojas de una planta ocasionada por larvas puede causar severos daños para cualquier cultivo que tenga fines económicos. La oruga de color verde es poco visible y puede ser notada principalmente mediante los daños provocados en las hojas. La destrucción manual de las orugas es fácil y por lo tanto aconsejable en pequeñas áreas cultivadas. 50 Tabla 4.1 Insectos fitófagos que atacan la cocona en el Amazonas Central (Conturier, 1988) 1 Orden / Especie Homoptera Planococcus pacificus Cox Ferrisia virgata Cockerell Pseudococcus maritimus Ehrhorn Aphis gossypii Glover Heteroptera Corythaica cyathicollis Costa Arvelius porrectispinus Breddin Edessa rufomaginata De Geer Bonasa irata F. Coleoptera Phyrdenus muriceus Germar Cryptorhynchinae sp. Alcidion deletum Bates Colaspis aff. aerea Lefevre Lepdoptera Manduca sexta L. Gen. sp. Indet. Familia Estimación de daños observados1 Potenciales2 Pseudococcidae Pseudococcidae Pseudococcidae Aphididae xx x x x *** ** ** ** Tingidae Pentatomidae Pentatomidae Pentatomidae xxx x x x *** ** ** ‘* Curculionidae Curculionidae Cerambicidae Chrysomelidae xx xx x x ** ** ** ** Sphingidae Tortricoidae xx x *** ‘* Especies clasificadas como ”xxx” causan daños importantes, mereciendo intervención fitosanitaria oportuna; “xx” daños medianos; y “x” daños no significativos. 2 Especies clasificadas como “***” merecen ser vigiladas; “**” pueden ser vistas como de incidencia posible en caso de aumentar la población; y “*” sin peligro para la planta. Ya que no existen sistemas de control entomológicos definidos para la cocona, se recomienda, dependiendo del grado de ataque del insecto constatado durante su cultivo, hacer pulverizaciones con agroquímicos existentes en el comercio local indicados para estos fitoparásitos. Esto siempre se debe hacer bajo orientación de un técnico especializado. 4.7.2 Enfermedades Las enfermedades que inciden en las plantas de cocona en el Amazonas peruano son provocadas por la bacteria (Ralstonia (Pseudomonas) solanacearum), hongo (Phythophora insfestans) y algunos virus no determinados (Villachica, 1996; Paytan, 1997). Aunque los autores no se hayan referido a los síntomas de las enfermedades, es posible que haya la necesidad de una intervención para el control preventivo o curativo a fin de evitar perjuicios al cultivo. En la región de Manaos (Amazonas brasileño), en la etapa de siembra, la enfermedad más común es conocida vulgarmente como “mela.” Esta molestia es causada por hongos Pythium sp. y Rhyzoctonia solani Kühn. Generalmente 51 ocurre cuando el suelo utilizado en la siembra no está desinfestado y un gran número de plantas muy nuevas quedan confinadas en un espacio muy pequeño. Existen muchos productos químicos comerciales indicados para esterilizar el suelo. Sin embargo, su utilización no es fácil de manejar. Por eso, no se recomienda a pequeños productores. Los grandes productores pueden consultar a su agrónomo local para determinar la necesidad de desinfestar el suelo y, si fuera necesario, se debe proceder como se indica. Formas simples y factibles para evitar que organismos patógenos ataquen las plantas de cocona en la etapa de siembra son las siguientes: 1. Tratamiento del suelo mediante solarización, que consiste en cubrir el suelo con plástico transparente y dejar por lo menos por treinta días expuesto al sol (Foto 4.8.). Inicialmente la cantidad de suelo a ser tratado dependerá de la cantidad de plantas que el agricultor desea producir. El suelo debe ser revuelto con instrumentos agrícolas manuales (azadas o azadones). Luego se agrega 20 kg de estiércol animal/m2. Construir un cuadro de 1 m de ancho por 0,20 de alto y el largo de acuerdo con el número de plantas que se desea producir. Un cuadro de 1m x 1m x 0,2 m contiene 0,2 m3 de suelo (tipo Podzólico RojoAmarillo). Con esta cantidad de suelo tratado se puede llenar 210 vasos con capacidad de 250 g de suelo. 2. Regar el suelo con una solución de cloro de uso doméstico en una proporción de 2,5 litros / 1,5 litros de agua. La preparación del suelo se hace igual como se indicó anteriormente y luego se aplica cinco litros de esta solución por metro cuadrado de cuadro. Después de 48 horas de la operación, se puede realizar el trasplante de las plantas o la siembra de las semillas. 3. Utilizar como substrato, suelos nuevos de bosques vírgenes porque no están contaminados con agentes patógenos y normalmente son muy ricos en fertilidad natural. En la etapa de formación de las plantas, si el suelo utilizado para rellenar los recipientes está desinfestado o es nuevo, la incidencia de enfermedades será escasa o nula. 52 Foto 4.8 Solarización del suelo A nivel de campo, en áreas cultivadas intensamente tanto en suelos de llanuras o de tierra dura próximos a Manaos, AM, Brasil, se constató plantas marchitas con presencia de Sclerotium rolfsii Sacc., un hongo que ataca la planta en la región del tronco bien próximo al suelo. En el lugar donde éste se instala aparece una esporulación de color blanca envolviendo circunsferencialmente el tronco, causando el anillado de la epidermis y luego la muerte de las plantas. Sin embargo, en las mismas áreas, se encontraron plantas afectadas (sin síntomas de marchitez), indicando una variabilidad genética resistente a este organismo. Como medida de control preventivo se recomienda la rotación de cultivos, o usar etnovariedades resistentes, y la aplicación, mediante pulverización, de Benomyl (Benlate 500) en forma de solución (30 g del polvo mojable/20 litros de agua) cerca de la zona del tronco más cercano al suelo, una vez al mes, después del plantío definitivo. 4.8 TRATAMIENTOS DE CULTIVOS Por ser una especie domesticada, la cocona responde muy bien a todos los tratamientos de cultivos y casi siempre presentando una razón beneficio/costo significativa con mayor producción y ganancia. 53 4.8.1 Manejo de plantas invasoras En la etapa inicial, el crecimiento de la cocona es muy lento. Por lo tanto, es esencial efectuar limpiezas periódicas del área después del trasplante para que no haya competencia por el agua, luz, y nutrientes del suelo con las malezas. Normalmente se desmaleza dos veces al mes. La demanda de mano de obra para esta tarea comienza a disminuir en el momento en que las plantas van creciendo y la sombra originada por sus hojas inhiben el crecimiento de otras plantas. Cuando no se adopta el manejo de cultivo asociado, se pueden utilizar los mismos herbicidas que para el control de malezas en los cultivos de berenjena y “jiló”, o desmalezadoras mecánicas de pequeño porte o portátiles. En caso de usar herbicida, se deben aplicar productos biodegradables y que produzcan un efecto positivo en las especies que se pretende controlar, porque no existen investigaciones que comprueben en el caso de la cocona, cuál es el producto químico más apropiado. El uso de cualquier herbicida debería ser orientado por un técnico especializado. 4.8.2 Cobertura muerta para controlar humedad La mantención de la humedad del suelo es muy importante para el buen desarrollo de las plantas. El riego es una práctica cultural que debe ser adoptada en los días secos cuando las plantas son pequeñas y en las semanas secas cuando las plantas son mayores. La cocona no resiste lluvias prolongadas. En la época seca, además de riego, se recomienda usar cobertura muerta (sistema de cultivo que consiste en colocar alrededor de la planta todo el material resultante del desmalezamiento, cáscara de arroz o residuos de aserradero) para evitar el calentamiento del suelo y permitir la conservación de la humedad por un período de tiempo más prolongado. La cobertura muerta presenta la ventaja adicional de inhibir el crecimiento de la mayoría de las malezas. 4.8.3 Cobertura viva La cobertura verde con maní bravo (Arachis pintoi) o con caupí (frijol-de-playa) (Vigna unguiculata) es recomendada. La siembra de estas leguminosas se hace a lo largo de la línea después del trasplante (Foto 4.9). Esta práctica ofrece diversas ventajas: fijación de nitrógeno del aire; evitar la erosión del suelo por la acción de lluvias intensas; y la posibilidad de una producción de granos para alimento o para comercialización. 54 Foto 4.9 Plantas de cocona recién trasplantadas y plantas de caupí (“frijol-de-playa”) con 7 días de emergencia. 4.9 Producción La producción se inicia a los seis meses después del trasplante, con producción económica de frutos durante tres meses y producción baja continuada de frutos por un año más, dependiendo del manejo y de la fertilidad del suelo. La cocona espontánea, en caso de no recibir ningún tratamiento en el cultivo, produce entre 2 y 4 kilos de frutos por planta, dependiendo del tamaño del fruto. El número de frutos producidos por planta está asociado al tamaño de los frutos. Las plantas de cocona cultivadas con frutos pequeños (25 a 40 g), medios (40 a 60 g), medio-grandes (60 a 140 g) y grandes (141 a 215 g) producen entre 87 y 119, 83 y 95, 41y 55, y 24 y 39 frutos, respectivamente (Silva Filho, 1989; Villachica, 1996). El rendimiento por hectárea depende de la etnovariedad cultivada, de la fertilidad del suelo, del suministro hídrico, de la densidad de plantas y del tipo de manejo adoptado. Algunos datos experimentales demuestran cómo esta combinación de factores se traduce en productividad (Tabla 4.2). 55 Tabla 4.2. Datos experimentales de producción de frutos de cocona (en t/ha) en el Amazonas brasileño y peruano Tipo general de fruto Densidad (plantas/ha) Grande Pequeño 5.0001 13 9 6.6661 26 17 10.0001 30 26 10.0002 105 34 146 40 3 5.917 1 Villachica (1996) sin explicar el tipo de abono usado. Silva Filho et al. (1989) usando 1 kg de materia orgánica y 70 g de superfosfato triple en el hoyo, y 50 g de cloruro de potasio y 70 g de urea repartida en 10 veces. 3 Pahlen (1977) aplicando 250 t/ha de desecho orgánico, 10 g de superfosfato triple en el hoyo, y 10 g de cloruro de potasio y 10 g de urea al inicio de la producción de frutos. 2 Sobre los valores presentados por Villachica (1996) no se puede hacer una evaluación para verificar la viabilidad de trabajar con cultivos a nivel comercial, porque no posee suficiente información sobre el abono y tratamientos para cultivos en general. En la experiencia de Pahlen (1977), aun sabiendo que la cantidad de materia orgánica utilizada dejaría un contenido residual de este material que se podría aprovechar posteriormente con otros cultivos, si se hiciera un análisis económico del manejo adoptado, se tendría que vender los frutos a un precio elevado para obtener una ganancia para el productor. Los datos de Silva et al. (1989) son usados en la Tabla que trata el análisis económico de la producción de cocona en Manaos. 4.10 COSTO DE PRODUCCION En cualquier actividad agrícola el costo de producción es un dato muy importante para el agricultor y para el empresario, principalmente cuando se trata de una especie casi desconocida como la cocona. En las Tablas a continuación se presentan los valores estimados del costo de producción y rentabilidad de plantaciones de cocona en Manaos. Como se trata de una planificación experimental, los valores son exclusivamente para orientar a las personas que se interesen por el cultivo de la especie. ¡No son garantías de retorno! En el presente estudio, se supone que la plantación será realizada por un pequeño agricultor (contando con asistencia técnica de un extensionista) en suelo Podzólico RojoAmarillo, álico, textura arenosa (70% de arena), de baja fertilidad, y que el clima local se caracteriza como “Af,” en el esquema de Köppen, registrando 2.450 mm de lluvia anual, con una estación seca en el período de julio a septiembre (Ribeiro, 1976). Los valores para la preparación del terreno mediante mecanización, pago de mano de obra, adquisición de equipos, insumos y materiales en general, son todos reales y practicados por el comercio de Manaos. Siempre se estima que la mano de obra será 56 contratada al precio del mercado de Manaos, pero si el productor la reemplaza por mano de obra familiar, los costos financieros serán menores. Para el cálculo de rendimiento, se supone que una etnovariedad produce 40 toneladas por hectárea. Como se demostró en la sección 4.9, este rendimiento es muy conservador y podría aumentar en función de varios factores externos. Las Tablas 4.3 y 4.4 presentan un modelo mediante la preparación mecanizada de un área virgen y la construcción de toda la infraestructura necesaria. Se estima que el kilo de fruto debiera ser vendido a R$0,50, para generar un lucro líquido de R$1.379 al final de 12 meses. Las Tablas 4.5 y 4.6 presentan un modelo mediante la preparación manual de un área virgen y la construcción de toda la infraestructura necesaria. Se estima que el kilo del fruto debiera ser vendido a R$0,50, generando un lucro líquido de R$7.094,67 al final de 12 meses. El lucro del agricultor podría aumentar a medida que éste aprovecha mejor el espacio, cultivando en consorcio un cultivo anual (quiabo, pepino, caupí, frijol-de-metro, lechuga, cilantro, etc.) para completar su ciclo de producción antes o al inicio de la primera cosecha de la cocona. Para que el cultivo de la cocona sea rentable se necesita que su potencial sea reconocido por la agroindustria. Sin la agroindustria, una pequeña área de cocona sería suficiente para saturar la mayoría de los mercados, pues fuera del Amazonas occidental no existe mucha demanda para el fruto in natura. En la frontera de Brasil con Perú y Colombia existe un mercado local para jugos y néctares que no se puede atender debido a la falta de materia prima. En otras áreas, esta demanda necesitaría ser desarrollada para productos procesados de mayor aceptación antes de potenciar una oferta del producto in natura. Por lo tanto, su uso a pequeña escala en la industria casera puede ser una posibilidad concreta para los pequeños agricultores sin estar sujetos a la difícil tarea de crear un mercado. 57 Tabla 4.3. Análisis de beneficio/costo (en R$) para el cultivo de 1 hectárea de cocona mediante el uso de mecanización y abono mineral (Manaus, mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15) 7- ACTIVIDAD: COCONA - Mecanizado 10.000 plantas / ha FECHA: MAYO/98 ÁREA: DESGLOCE UNIDAD Valor Cant. jul-ago set-oct nov-dec ene-feb mar-abr may-jun Total Costo Operacional INVERSION FIJA 3.290 Desmale. Mecani h/t-estera 85 8 680 680 Entrelazado h/t-estera 85 10 850 850 Arado profundo h/t-neumat 26 3 78 78 Rastreado h/t-neumat 26 3,5 91 91 Preparación de cantero h/t-neumat 26 3,5 91 91 Galpón almacenaje 1.500 1.500 INSTALACION DE CULTIVO 750 Encalado (dist. cal.) d/h 10 35 350 350 Abono de orificios d/h 10 8 80 80 Comvento y plantac. d/h 10 16 160 160 Plantas (prep) d/h 10 12 120 120 Trasplante d/h 10 4 40 40 INSUMOS 3.132 Abono orgánico sc 4 400 1.400 1.400 Calc. dolomítico Ton 205 2 410 410 Urea Ton 324 0,6 194 194 Sup. Fosf.Triple Ton 240 0,7 168 168 Cloruro de Potastio Ton 420 0,5 210 210 Fert. BR-12 Kg 2 10 18 18 Plantas Vasos 0,3L Millar 18 12 216 216 Plantas: Sustrato Ton 30 3,6 106 106 Sacos rafia (60k) sc 0 800 160 160 Bandejas (cosecha) un 5 50 250 250 TRATAMIENTO DE CULTIVO 530 Amontona y desmaleza d/h 10 40 80 80 80 80 80 400 Abono cobertura ( 6) d/h 10 10 20 20 20 20 20 100 Pulverización d/h 10 3 10 10 10 30 COSECHA Y TRANSPORTE 1.320 Transporte(diver.) h/t-neumat 26 20 104 104 104 104 104 520 Cosecha (2h/sem) d/h 10 80 160 160 160 160 160 800 COSTO DIRECTO 2.020 1.425 4.017 814 382 364 9.022 GASTO TEC.(20%) 1.804 3.609 3.609 9.022 C.OPORT. TIERRA 100 100 C.OPORT. CAPITAL 30 21 60 12 6 5 135 C.ADMINISTRACION 20 20 20 20 20 20 120 COSTO INDIRETO 0 50 41 180 1.837 3.635 3.634 9.377 8- COSTO TOTAL 1- 2- 3- 4- 5- 6- 2.070 1.467 58 4.198 2.651 4.016 3.998 18.400 01 Ha % 18 4 5 0 0 0 8 4 2 0 1 1 0 17 8 2 1 1 1 0 1 1 1 1 3 2 1 0 7 3 4 49 49 1 1 1 51 100 Tabla 4.4. Síntesis del análisis económico (beneficio/costo) para el cultivo de 1 hectárea de cocona mediante el uso de mecanización y abono mineral (Manaos, mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15). 1- DESGLOSE DE LA INVERSION R$ INVERSION 3290 ANALISIS ECONOMICO U$ 2836 2- INST. CULTIVO 750 647 3- INSUMOS 3132 2700 4- TRAT. CULTIVOS 530 457 5- COSECHA-TRANSP. 1320 1138 6- C.DIRECTO(1,2,3,4,5) 9022 7778 7- C. INDIRECTO 9377 8084 8- C.TOTAL(6,7) 18400 15862 DESGLOSE COSTO DIRECTO COSTO INDIRECTO COSTO TOTAL PRECIO MEDIO PUNTO DE EQUIL. PRODUCCION INGRESO TOTAL RENTA TOTAL PRECIO DE COSTO LUCRO / UNIDAD LUCRO RESUL.FINANCIEIRO RESUL. ECONOMICO 59 Unid. kg kg % R$ 9.022 9.377 18.400 0,50 36.799 45.000 22.500 22.500 0,41 0,09 8,7 13.478 4.100 U$ 7.778 8.084 15.862 0,43 31.723 38.793 19.397 19.397 0,35 0,08 8,7 11.619 3.535 Tabla 4.5. Análisis de beneficio/costo para el cultivo de 1 hectárea de cocona sin el uso de mecanización y construcción de bases físicas, con abono mineral (Manaos, mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15). 1- 2- 3- 4- 5- 6- 7- ACTIVIDAD: COCONATradicional 10.000 plantas FECHA: MAY/98 DESGLOCE UNID. Valor cant jul-ago set-oct nov-dic ene-feb mar-abr may-jun Implantación INVERSIONFIJA Prepar. trinchera d/ h 10 10 100 Derribar rebajar d/ h 10 8 80 Quema d/ h 10 7 70 Galpón almacenaje 1500 INSTALACIONDECULTIVO Delimitación d/ h 10 3 30 Perforación d/ h 10 7 70 Abonar orificios d/ h 10 4 40 Elcalado(dist.calcaria) d/ h 10 35 350 Plantación y trasplante d / h 10 4 40 Plantas (prep) d/ h 10 12 120 INSUMOS Abono orgánico sc 3 400 1200 Calc. dolomítico Ton 205 2 410 Urea Ton 324 1 194 Sup. Fosf.Triple Ton 240 1 168 Cloruro de Potasio Ton 420 1 210 FTEBR-12 Kg 2 10 18 Plantas: Vasos 0,3L Millar 18 12 216 Plantas: Sustrato Ton 30 4 106 Sacos rafia (60k) sc 0 800 160 Bandejas (cosecha) un 5 50 250 TRATAMIENTO CULTIVOS Amontona y desmaleza d / h 10 40 80 80 80 80 80 Abono cobertura d/ h 10 18 36 36 36 36 36 Pulverización d/ h 10 6 10 10 10 10 10 10 COSECHA Y TRANSPORTE Transporte(diver.) h/t-pneu 25 20 100 100 100 100 100 Cosecha (2h/sem) d/ h 10 80 160 320 320 COSTO DIRECTO 506 1182 3638 836 564 546 GASTOS TEC.(20%) 1454 2909 2909 C.OPORT. TIERRA 100 C.OPORT. CAPITAL 8 18 55 13 8 8 C.ADMINISTRACION 20 20 20 20 20 20 COSTO INDIRECTO 0 28 38 175 1487 2937 2937 8- COSTO TOTAL 534 1220 3813 60 2323 3501 3483 AREA: 01 Ha Total % 1750 100 80 70 1500 650 30 70 40 350 40 120 2932 1200 410 194 168 210 18 216 106 160 250 640 400 180 60 1300 500 800 7272 7272 100 109 120 7601 12 1 1 0 10 4 0 0 0 2 0 1 20 8 3 1 1 1 0 1 1 1 2 4 3 1 0 9 3 5 49 49 1 1 1 51 14873 100 Tabla 4.6. Síntesis del análisis económico (beneficio/costo) para el cultivo de 1 hectárea de cocona con o sin uso de mecanización y construcción de bases físicas, con abono mineral (Manaos, mayo 1998, por Lenoir A. Santos, INPA; US$1,00 = R$1,15). 1- DESGLOSE DE LA INVERSION R$ U$ INVERSION 1750 1509 2- MANO DE OBRA 650 560 3- INSUMOS 2932 2528 4- TRAT. CULTIVOS 640 552 5- O.COSECHA.-TRNSP. 1300 1121 6- C.DIRECTO(1,2,3,4,5) 7272 6269 7- C. INDIRECTO 7601 6553 8- C.TOTAL(6,7) 14873 12822 ANALISIS ECONOMICO DESGLOSE COSTO DIRECTO COSTO INDIRECTO COSTO TOTAL PRECIO MEDIO PUNTO DE EQUILIBRIO PRODUCCION INGRESO TOTAL RENTA TOTAL PRECIO DE COSTO LUCRO / UNIDAD LUCRO RES.FINANCIERO RES. ECONOMICO 61 Unid. kg kg % R$ 7272 7601 14873 0,50 29747 40000 20000 20000 0,37 0,13 34,5 12728 5127 U$ 6269 6553 12822 0,43 25644 40000 17241 17241 0,32 0,11 34,5 10972 4420 5.0 COSECHA Y TRANSPORTE 62 La cosecha de los frutos se inicia entre los seis y siete meses después de la siembra en condiciones favorables de desarrollo, y puede prolongarse por 270 días (Paytan, 1997). La frecuencia de la cosecha en los dos primeros meses es semanal, habiendo una mayor cantidad de frutos maduros (Silva Filho et al., 1997), y luego se reduce gradualmente a partir del tercer mes. La renovación anual de las plantas cultivadas en monocultura es económicamente justificable, debido a una baja en la producción a partir del final del tercer mes de cosecha (Silva Filho & Machado, 1997). 5.1 METODO DE COSECHA El color amarillo del fruto indica su punto ideal de maduración para la cosecha y consumo. En esta etapa de maduración, las semillas ya están fisiológicamente maduras y con un porcentaje del 100% de germinación (Silva Filho, 1994). Se retiran los frutos de las ramas de las plantas cortando sus pedúnculos con una tijera de podar o cuchillo, o simplemente tirándolos. Es importante que las personas al momento de recolectar los frutos tomen precauciones para proteger la vista, porque la pubescencia que envuelve los frutos provoca fuertes irritaciones. 5.2 EMBALAJE Después de retirar los frutos de la planta, éstos deben ser colocados en bandejas de fibras vegetales, cajas de madera o de plástico agujereadas, con capacidad máxima de 25 a 30 kg para evitar que los frutos colocados por debajo se aplasten. Es necesario continuar con los experimentos para definir los mejores materiales y tipos de embalajes para los frutos recolectados, de manera que esta recomendación se basa en experiencias con otros cultivos. Para su comercialización, los frutos generalmente son acomodados en bolsas de nylon agujereadas, conteniendo 500 g ó 1 kg. Este tipo de embalaje permite que los frutos sean expuestos atractivamente (Foto 5.1). 63 Foto 5.1. El mercado de frutos de Leticia, Colombia, destacando a la cocona 5.3 ALMACENAJE Los frutos de la cocona recolectados en el estado de madurez ideal (color amarillo) son menos perecibles que los frutos de otras Solanáceas. Estos pueden conservarse a temperatura ambiente (27 a 30ºC) a la sombra y con buena ventilación sin que se deteriore por un período de cinco a siete días. En refrigeradores de uso doméstico, el período de conservación puede alcanzar 30 días, sin que se altere el sabor original. Lógicamente, la pulpa congelada se puede conservar por un período prolongado - hasta seis meses de conservación manteniendo el sabor muy agradable (Silva Filho et al., 1997). 64 5.4 TRANSPORTE Los frutos de la cocona son muy resistentes al transporte. Esta resistencia mecánica es probablemente otorgada por la pulpa adherida a la cáscara, pues ésta es consistente y elástica al mismo tiempo. Cuando han sido acondicionados en cajas de 25 a 30 kg, los frutos pueden ser transportados por varias horas en caminos malos sin sufrir daños aparentes. Entre las etnovariedades, y en aquellas poblaciones que están siendo mejoradas, la variabilidad de la forma del fruto puede ser explorada para aumentar aun más su resistencia al transporte. Generalmente la relación entre el ancho y el tamaño (longitud) de los frutos de la cocona varía de 0,78 a 1,64, pero los biotipos que presentan una relación menor que 1 (frutos alargados) son aparentemente más resistentes. El número de lóculos de los frutos de la cocona varía de 4 a 8. Los frutos con 4 lóculos poseen un estándar de uniformidad y firmeza que parece ser ideal para resistir el transporte (Silva Filho, 1994). Considerando que las cualidades físicas de los frutos se conservan con fidelidad de generación en generación, el productor puede seleccionar tipos adecuados mientras no existan semillas mejoradas. 65 6.0 UTILIZACION 66 67 6.1 USO PRINCIPAL - ALIMENTICIO La cocona tiene un sabor muy característico que no se puede comparar con el sabor de otras frutas. No obstante, algunas personas dicen que se parece al sabor del tomate y limón juntos, lo que tiene sentido ya que la cocona perdió su importancia cuando se introdujo estas dos especies en el Amazonas. Aunque sea de la familia de la naranjilla, su sabor es distinto. Sus nombres en inglés, Orinoco apple y peach tomato, tampoco se refieren al sabor, pues no se parece al sabor de la manzana y del durazno. La mayor semejanza está en la forma y en el color de la pulpa. La pulpa de la placenta es ligeramente más ácida y mucho más sabrosa que la pulpa adherida a la cáscara. En algunas etnovariedades la pulpa presenta un sabor suavemente amargo, que puede ser en función del suelo o del agua con la cual se riega. Debido a la baja relación sólidos solubles/acidez (s.s./acidez) (3,5 a 6,0; Andrade et al., 1997), la cocona presenta poco grado de azúcar. Por esto, el fruto es raramente consumido in natura, excepto como complemento de bebidas alcohólicas. La preparación de jugos, dulces, mermeladas y compotas es el principal uso de los frutos (vea sección 7 a continuación). Los frutos también pueden ser consumidos en forma de salsa para acompañar asado de corazón de vacuno (conocido en el Amazonas peruano como “anticucho”) y en las sopas de pescado (popularmente denominadas de “caldeirada” o “peixada” en el Amazonas brasileño). 6.2 USOS SECUNDARIOS 6.2.1 Medicinal La cocona es valorizada por las poblaciones tradicionales del Amazonas Occidental por su capacidad de sanar enfermedades de la piel (Salick, 1987). Las hojas maceradas son utilizadas por los indios peruanos y brasileños para evitar la formación de ampollas en la piel en caso de quemaduras provocadas por fuego o agua hirviendo (Sr. Paulo Cruz, Aldeia Umariaçu, Tabatinga, AM, y Dr. Pedro Mera, Iquitos, com. pess., 1997). El jugo de la cavidad locular de los frutos se utiliza para calmar la picazón de la piel (Sr. Nuquito José, Aldeia de Umariaçu, Tabatinga, AM, com. pess.). El jugo puro es utilizado por las poblaciones tradicionales del Amazonas brasileño, peruano y colombiano para controlar colesterol, diabetes, exceso de ácido úrico y otras enfermedades causadas por el mal funcionamiento de los riñones y del hígado (Salick, 1987). La cocona es recomendada en la dieta de pacientes hipercolesterolémicos e hiperglicémicos (Yuyama et al., 1997). 6.2.2 Cosmético Los mestizos e indios peruanos utilizan el jugo puro de la cocona para dar brillo a los cabellos (Silva Filho, 1996). Probablemente algunas vitaminas y la pectina sean responsables de esta situción. Este uso requiere más investigación, pues el mercado para productos cosméticos es enorme y creciente. 68 6.3 FORMAS DE COMERCIALIZACION La comercialización de la cocona se hace a pequeña escala, por productores rurales en las ferias, mercados, y en sus propias casas, como también en base al trueque con los vecinos. En las mayores ciudades del Amazonas Occidental (Iquitos y Pucallpa, Perú; Letícia, Colombia) existen redes de comercialización pequeñas, donde los productores venden frutos a intermediarios (generalmente en el puerto de la ciudad), donde se comercializan en las ferias y mercados. Raramente existe otra etapa en la red, cuando el intermediario vende los frutos al vendedor de la feria, quien los comercializa al consumidor final. El precio varía en cada lugar del Amazonas brasileño, peruano y colombiano. Los frutos se venden por unidad, docena, bolsas o peso (kilogramo), siendo este último el más común. A inicios de 1998, el kilo de los frutos costaba R$1,00 (Real$1,00 = US$0,87) en Benjamim Constant y Tabatinga (municipios de la región del Alto Solimões, Brasil), S$2,80 (Sole$1,00 = US$0,36) en Iquitos (Amazonas peruano) y P$1.150 (US$1,00 = Peso$1.150) en Letícia (Amazonas colombiano). En las fuentes de sodas, restaurantes y hoteles de las ciudades del Amazonas Occidental, especialmente en Iquitos y Letícia, jugos y helados son las principales formas de comercialización. En este caso, el valor cobrado varía, dependiendo de la categoría y ubicación del establecimiento. En Letícia, un vaso de jugo de cocona con 300 ml costaba P$1.000 (US$0,87) al inicio de 1998, siendo que la materia prima costaba solamente US$0,07. En Perú, la pequeña producción de jugos y néctares industrializados se comercializa también en otras partes del país, especialmente en Lima. Este pequeño mercado parece estar limitado por falta de marketing, pues no se está expandiendo en forma importante. Como en el caso de jugos vendidos en restaurantes, el valor cobrado por el producto industrializado depende del punto de venta. Se supone que una botella de 500 ml cuesta alrededor de S$4,00 (US$1,45), de acuerdo con el precio de un jugo de fruta in natura en el Amazonas. 69 7.0 INDUSTRIALIZACIÓN La cocona es una especie de uso múltiple con sabor agradable. No obstante, todavía no tiene mucha importancia en el mercado amazónico fuera del Amazonas Occidental, donde es conocida y ha sido usada milenariamente. En el Amazonas Occidental, la cocona aún es usada solamente para jugo y raras veces para dulces, mermeladas y golosinas en general. Una forma de aumentar la aceptación de la cocona fuera de su área de distribución original es industrializándola, ya sea a nivel casero o a nivel empresarial. En esta sección, se presentan algunos ejemplos para incentivar la imaginación, ya que hasta ahora ninguno de los ejemplos ha tenido importancia económica significativa. 7.1 INDUSTRIA CASERA La industria casera es generalmente una actividad informal de las dueñas de casa, aunque algunas de ellas con más calificación empresarial llegan a producir a escala comercial local y tienen el potencial de entrar en el mercado regional. La industria casera es un componente importante entre las alternativas para expandir el cultivo de la cocona en el Amazonas, pues generalmente ocurre cerca de las áreas de producción y, por lo tanto, agrega valor local. Una vez demostrada la viabilidad económica de un determinado producto, se podrá atraer inversiones para expandir la industrialización hacia una escala mayor. A continuación, se presentan algunas recetas de comprobada calidad para uso casero. 7.1.1 Calderada de pescado con cocona (Sonia Farias y Regina Gonçalves, Tefé, AM, 1996.) Esta calderada es uno de los platos más típicos del Amazonas occidental. Se piensa que su origen es indígena, aunque algunos ingredientes sean exóticos. Ingredientes 1 kg de pescado 6 frutos de cocona medianos (50 a 60 g) 1 paquetito de perejíl (cilantro, cebollines y escarola) 1 limón 1 cebolla mediana 4 ajíes 1 taza de té de aceite de oliva 2 dientes de ajo Sal a gusto Modo de preparar 7.1.2 Se deja el pescado aliñado con (agua, sal y limón) por 1/2 hora. Se retira el pescado, se lava con agua corriente .Luego se coloca en una olla con aceite, y se sazona con cebolla y ajo. Se coloca dos litros de agua, sal y la mitad del paquete de perejil y ají (picado). Cuando el jugo comienza a hervir se coloca el pescado, la cocona y se deja cocer durante 15 minutos. Un minuto antes de apagar el fuego se coloca el resto del perejil y el ají picado. Se acompaña (Anildes Caramelo de cocona con arroz blanco y puré de harinaB.deRoberto, yuca. Tefé, AM, 1996. 70 Ingredientes: 6 frutos de cocona medianos (70 g) 300 g de castaña de Pará ½ kg de azúcar Modo de preparar: Se pelan las castañas , cortadas y tostadas. Luego se pelan los frutos de cocona y se muelen en la juguera con un vaso de agua. Se coloca en una olla junto con el azúcar y se pone a cocer a fuego bajo, se revuelve bien con una cuchara de palo hasta que la salsa quede consistente (salsa bien espesa). Agregue las castañas en la salsa espesa. Se deja enfriar y se envuelve en papel mantequilla o celofán 7.1.3 Caramelo de cocona con mangarataia (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 4 frutos de cocona de 100 g 100 g de mangarataia (nombre local para jengibre, Zingiber officinale) 500 g de azúcar Modo de preparar: Se pelan los frutos, se retiran las semillas y se muele en la juguera. Se ralla el jengibre. Luego se coloca en una olla la cocona , el jengibre y el azúcar, se cocinan a fuego bajo revolviendo constantemente hasta que la pulpa quede espesa en su punto para enrollar. Se enrolla en forma de caramelos en papel mantequilla o celofán. 7.1.4 Jugo de cocona con leche (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 6 frutos de cocona de 70 g ½ kg de azúcar 100 g de leche en polvo Modo de preparar: Se pelan los frutos y se retiran las semillas. Luego se colocan los frutos, 1 ½ litro de agua, el azúcar y la leche en la juguera, se bate durante 3 minutos. Se pone en un jarro y se sirve con hielo. 71 7.1.5 Jugo de cocona con piña (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 6 frutos de cocona pequeños (20 a 40 g) Mitad de una piña Azúcar a gusto Modo de preparar: Se pelan las coconas y la piña y se parte en pequeños trocitos. Luego se coloca 1 litro de agua y el azúcar, se bate en la juguera por 1 minuto. Se sirve con hielo. 7.1.6. Flan de cocona (Maria Sandra P. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 5 frutos de cocona medianos (frutos de 50 a 60 g) 1 tarro de leche condensada 3 huevos 1 taza de azúcar Modo de preparar: Se pelan los frutos y se cortan en pedazos, se agregan los demás ingredientes y se bate en la juguera. Se derrite un poco de azúcar en el molde hasta que se ponga color café, luego se colocan todos los ingredientes y se pone al horno en baño María durante media hora. Se deja enfriar y se coloca en el refrigerador. 7.1.7 Crema de cocona (Anilce M.B. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes 6 frutos de cocona de 100 g 2 latas de leche condensada 1 tarro de crema de leche 250 g de azúcar Modo de preparar Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Luego se bate en la juguera. Se agrega la leche y la crema de leche. Si le falta azúcar se le pone más para que quede a gusto. Se pone en la hielera por algunas horas y se sirve congelado. 72 7.1.8 Dulce de cocona en almíbar (Josina, Edith, Fabíola, Simone, Samuel e Mirlen, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 30 frutos pequeños de cocona (30 a 40 g) ½ kg de azúcar 1 ½ litro de agua 5 g de clavo de olor 10 g anís Modo de preparar: Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Se cortan los frutos en forma de cruz, sin separar las partes. Se colocan en agua hirviendo por 15 minutos y luego se escurren. Se prepara un almibar con agua y azúcar, se agregan los frutos y se deja hervir hasta que se espese el almíbar. Se agregan los clavos de olor y el anís y se deja hervir por media hora aproximadamente. Se deja enfriar y se coloca en el refrigerador. Se sirve con crema de leche. 7.1.9 Mermelada de cocona (Raimunda Santos, Manaos, AM, 1998) Ingredientes: 1 kg de frutos de cocona 700g de azúcar Preparación: Se pelan los frutos, se parten en trozos y se sacan las semillas. Se colocan los frutos en una olla y se pone agua hasta cubrir los frutos. Se cocinan los frutos durante 40 minutos, tiempo en que se formará un jugo color amarillo. Se escurren los frutos y se guarda el jugo . Luego se coloca el jugo y el azúcar en una olla y se pone a hervir a fuego bajo. Se revuelve hasta tener una consistencia de mermelada. La i t i id l l d l l i lf d d l 73 7.1.10 Brazo de reina de cocona (Ana Braga Alvin, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: Mermelada de cocona 3 huevos ½ kg harina de trigo 1 ½ taza de azúcar ½ litro de agua Modo de preparar: Se coloca en la batidora el azúcar, el harina de trigo, los huevos y de a poco se le agrega el agua hasta que la masa tenga una consistencia de queque. Se enmantequilla un molde rectangular se coloca la masa y se pone al horno pre calentado por un período de 30 minutos. Depués de horneado, se rellena con l d d 7.1.11 Galleta de cocona (Anildes B. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 2 frutos de cocona grandes (80 a 100 g) ½ kg de maicena 2 huevos ½ kg de azúcar ½ litro de leche Modo de preparar: Se pelan los frutos se sacan las semillas y se bate la pulpa en la juguera. Se coloca la pulpa en una fuente, se agregan los huevos y se revuelve con una cuchara de palo. Se pone el azúcar, la maicena, la leche y se revuelve hasta que la masa esté en su punto de amasar. Se moldean con las manos dando la forma que guste. Se enmantequilla una asadera, se colocan las galletas y se pone al horno moderado por un período de 20 minutos. 74 7.1.12. Cocona rellena (Maria S.P. Roberto, Tefé, AM, 1996) Ingredientes 10 frutos de cocona de 50 g 3 cucharadas de mantequilla Pimienta negra molida a gusto Sal a gusto Cilantro y cebollines 1 tarro pequeño de salsa de tomate 1 cebolla mediana 2 dientes de ajo ½ kg de carne molida de vacuno Modo de preparar Se corta el fruto por la parte de arriba abriendo un orificio, se sacan las semillas y se ponen los frutos en agua tibia. Aliñe la carne molida con los ingredientes mencionados anteriormente y se pone a cocer. Depués de cocidos, se rellenan los frutos y se ponen en una asadera en horno previamente calentado por aproximadamente 15 minutos. Servir con arroz. 7.1.13 Torta con relleno de cocona (Regina Fonseca e Sônia Farias, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 10 frutos de cocona de 50 g 1 paquete de maicena 1 tarro de leche condensada (hervido) 1 tarro de crema de leche ½ kg de azúcar 3 huevos 1 litro de leche Modo de preparar: Se pelan los frutos y se cortan en rodajas de 5 mm de espesor, se ponen a hervir por 10 minutos. Luego se escurren y se agrega un poco de azúcar y un vaso de agua. Se pone a hervir hasta que obtenga el punto de dulce. Se coloca la leche, el azúcar y la maicena en una olla y se pone a cocer. Revolver bien hasta que se obtenga una consistencia cremosa de color blanca. Se deja enfriar. Se baten las claras a nieve. En una fuente se coloca una capa de la crema blanca, la leche condensada hervida y el dulce de cocona y luego la crema de leche. Finalmente se cubre la torta con los huevos nevados. Se pone en el frizer y se sirve helada. 7.1.14 Queque de cocona (Irlene, Tefé, AM, 1996) 75 Ingredientes: 7 frutos de cocona de 60 g 1 kg de azúcar 100 g de leche 1 kg de harina de trigo con polvo de hornear 100 g de mantequilla Modo de preparar: Pele los frutos, bata en la juguera con la leche diluída en un litro de agua. Mezcle el azúcar, la mantequilla, el trigo, los huevos, y coloque de a poco el jugo formado con la leche y los frutos de cocona, y mezcle hasta dar la consistencia de una masa de queque. Coloque en un molde y lleve a horno moderado hasta que quede a punto. 7.1.15. Empanadas de cocona (Laura Braga Mesquita, Tefé, AM, 1996) Ingredientes: 3 frutos de cocona de 100 g 1 paquete de maicena 100 g de leche en polvo ½ kg de azúcar 2 huevos 250 g de mantequilla Polvo de hornear Modo de preparar: Se pelan los frutos y se sacan las semillas. Se parten dos frutos en padazos pequeños , se le pone el azúcar y un poco de agua, se pone a cocer y se revuelve hasta que el almíbar se vuelva espeso. En la juguera se bate el otro fruto de la cocona sin agua. Luego se coloca en una fuente , se agregan los huevos, una cucharada de té de polvo de hornear, la maicena, el azúcar, la mantequilla y la leche, se revuelve hasta obtener el punto ideal para abrir. Con las palmas de las manos se abren los trozos de masa, luego se rellenan con el dulce de cocona y se cierra dando forma de empanada. Se pone al horno a temperatura moderada. Se sirve con jugo de cocona. 7.2 PROCESO TECNOLOGICO Aunque exista una razonable demanda popular para la cocona en el Amazonas Occidental, sólo un empresario ha invertido en el proceso técnico-industrial de la cocona hasta ahora. Esto no es por falta de información, pues la Universidad del Amazonas Peruano, Iquitos, Perú, ha desarrollado diversos procesos para permitir su industrialización. Como ocurre con la mayoría de los frutos del Amazonas, la no utilización de la información disponible es sólo por la dificuldad de crear mercados, más que por la falta de producción u opciones de proceso. A continuación, se presentan 4 opciones tecnológicas para obtener productos de calidad de exportación. Vale decir, que 76 tanto la comunidad internacional como las comunidades nacionales del Amazonas desean consumir productos de calidad de exportación. La tecnología desarrollada en Perú no distingue entre la pulpa adherida a la cáscara y la pulpa de la placenta (que tiene mejor sabor). Por lo tanto, aún existe la necesidad de investigación y desarrollo para determinar la calidad de los productos elaborados si se preparan en base a esta distinción. 7.2.1 Preparación de la pulpa de la cocona (Ribeiro et al., 1990) - rendimiento: 100 cajas de 24 latas nº 2. Caracterización Esta conserva de pulpa de cocona presenta un color amarillo, no tiene fibras y semillas, y se usa en la elaboración de néctares diluídos, néctares concentrados, dulces, jugos, etc. Contiene preservantes químicos aceptados internacionalmente a niveles adecuados. Sus características físico-químicas son las siguientes: sólidos solubles 7,8±1 ºBrix; pH 3,8±0,2; ácido cítrico 3,5-3,8%. No posee gérmenes patógenos al hombre ni otros que causan daños al producto. La pulpa se encuentra pasteurizada y conservada en latas nº 2 herméticas a temperatura ambiente. Las latas son protegidas en la parte exterior e inferior con un barniz especial para productos ácidos. Para el cálculo de la cantidad de frutos se consideró 5% de frutos deshechados y 1% mal cuidados, y el rendimiento de la pulpa fue del 34%. El peso neto promedio de la lata es de 0,562 kg. Materiales Tabla 7.1. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 latas nº 2 de pulpa de cocona. Material Frutos de cocona Ácido ascórbico Sorbato de potasio Latas Tapas Cajas de cartón Etiquetas Pegamento Cantidad 4,218 kg 1,362 g 1,362 g 2.424 unid. 2.424 unid. 100 unid. 2.424 unid. 3 kg Guía para el Proceso 77 Cocona Ø Pesaje Ø Selección Ø Lavado Ø Corte Ø Pesaje Ø Preparación de la pulpa Ø Refinación Ø Pesaje Ø Estabilización con aplicación de elementos químicos ácido ascórbico a 0,1% y sorbato de potasio a 0,1 % Ø Llenado Ø Cierre Ø Pasteurización 100ºC x 15’ Ø Enfriamiento Ø Almacenaje Figura 7.1. Guía para la elaboración de la pulpa de la cocona (Ribeiro et al., 1990) 78 Descripción del Proceso Selección - Se separan los frutos que no son adecuados para la elaboración (frutos cortados, verdes, con gusanos, etc). Una buena selección de los frutos permitirá un buen porcentaje de aprovechamiento (entre 94 a 98%). Los frutos con 7,5 a 8 ºBrix y 3,5 a 3,8 de acidez tuvieron un mejor aprovechamiento en el proceso, debido a sus características organolépticas. Lavado - Se hace por inmersión en agua potable a temperatura ambiente (27 ºC), a la cual se le agrega un desinfectante (Tego 51B) a 0,5%. En esta etapa se observa que la fruta flota en un 100%, se recomienda realizar el remojo agitándola constantemente. Depues de la inmersión se enjuagan los frutos rociándolos con agua potable a temperatura ambiente, con el objeto de eliminar alguna suciedad o germicida residual. Corte - Después de eliminar el pedúnculo adherido al fruto, se corta el fruto en cuatro partes, de este modo es más fácil sacar la pulpa. El corte se realiza mediante cualquier instrumento cortante inoxidable. Preparación de la pulpa - Se puede hacer en la pulpadora-refinadora, utilizando paletas revestidas de goma, con baja velocidad (360-400 rpm) y malla gruesa (5 mm). Mediante este proceso se obtiene una pulpa acuosa de color amarillo que contiene semillas, algunas fibras y algunos trozos de cáscara. Esta última, que se encuentra adherida a la parte carnosa del fruto, es la que se utiliza en la elaboración de mermelada. Refinación - Se hace mediante un equipo similar al anterior, pero empleando una paleta rígida, con alta velocidad (800-900 rpm) y con malla fina (0,8 mm). Estabilización con adhitivos químicos - Después de obtener la pulpa refinada se agregan soluciones de ácido ascórbico al 0,1% y de sorbato de potasio al 0,1%, para prevenir el cambio de color y la contaminación por hongos y levaduras, respectivamente. Llenado - El llenado se hace mientras esté caliente el material, a no menos de 85ºC. Sellado - Se realiza inmediatamente después de rellenar los recipientes. Pasteurización – Los envases cerrados herméticamente se ponen en agua a ebullición por 15 minutos. Enfriamiento - Se hace con agua a temperatura ambiente, luego de realizar las dos últimas operaciones. Almacenaje - Se debe hacer en lugar seco a temperatura ambiente, y se evalúa el producto terminado. 79 7.2.2 Proceso de Elaboración del Néctar de Cocona (Ribeiro et al., 1990) rendimiento: 100 cajas con 24 latas nº 2. Caracterización Es una conserva de néctar de cocona, de color amarillo, de aspecto muy atractivo, que presenta las siguientes características físico-químicas: Sólidos solubles 14 ºBrix; pH 3,4±0,2; densidad 1,052 g/cm3; acidez cítrica 0,55%. El producto se encuentra libre de microorganismos patogénicos al hombre y de aquellos que causan daños a la calidad del producto. El néctar se encuentra pasteurizado y conservado en latas nº 2 a temperatura ambiente. Los latas están protegidos en sus partes exterior e interior con un barniz especial para productos ácidos. Con este producto se puede elaborar cualquier tipo de licor exótico. También es muy sabroso al consumirlo en forma de refresco antes o depués de las comidas. Peso medio del producto por tarro: 0,589 kg. Materiales Tabla 7.2. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 latas nº 2 de néctar de cocona. Material Pulpa refinada de cocona con 8 ºBrix Azúcar refinada blanca Agua potable Latas Tapas Cajas de cartón Etiquetas Pegamento 80 Cantidad 204 kg 194,322 kg 1,100 lts 2.424 unid. 2.424 unid. 100 unid. 2.424 unid. 3 kg Guía para el Proceso Pulpa de cocona Ø Pesaje Ø Nectarización diluición 1:6 a 14 ºBrix, pH 3,3 Ø Llenado Ø Cierre Ø Pasteurización a 100ºC x 15 min. Ø Enfriamiento Ø Etiquetado Ø Almacenaje Figura 7.2. Guía para la elaboración del néctar de cocona (Ribeiro et al., 1990). Descripción de las Etapas del Proceso Pulpa de la cocona - La pulpa es refinada y estabilizada con adhitivos químicos (ácido ascórbico y sorbato de potasio) a 0,1% del total de pulpa utilizada. Debe poseer 8 ºBrix y una acidez cítrica de 3,5%. Nectarización - Consiste en mezclar una parte de pulpa y seis partes de jarabe para obtener un néctar a 14 ºBrix y 0,55% de acidez cítrica. Para esto, se prepara una solución con la cantidad total del azúcar requerido, en un volumen de agua que puede ser del 50% del total. La solución puede ser preparada en estanques de acero inoxidable con volúmenes graduales, provistos de agitador y baño maría. El azúcar debe ser totalmente disuelto mediante calentamiento, luego filtrado y llevado al estanque donde se encuentra la pulpa. No se recomienda agregar ácido mientras el contenido de acidez sea elevado, porque no necesita de ajuste. Se debe agitar constantemente el producto hasta completar el volumen final. Rellenar - Se hace con el producto caliente, a no menos de 85ºC. Cierre- Se realiza inmediatamente después de rellenar, a no menos de 85ºC. 81 Pasteurización - Se debe efectuar a temperatura de 100ºC durante 15 minutos en los envases cerrados herméticamente. Esta operación se hace mediante intercambiadores de placas o en equipos similares. Enfriamiento - Inmediatamente después de cerrar las latas, se enfrian con agua a temperatura ambiente. Almacenaje - Se almacena en lugares secos a temperatura ambiente. 7.2.3 Proceso de Preparación del dulce de cocona (Ribeiro et al., 1990) rendimiento: 100 cajas de 24 envases de polietileno. Caracterización Es una conserva de sabor muy similar al de la fruta, ligeramente ácida y de sabor muy agradable. Las características físico-químicas son las siguientes: sólidos solubles 65 ºBrix; sólidos totales 74,5% y humedad 25,5%. El dulce no posee gérmenes patogénicos al hombre y a otros microrganismos que dañen la calidad del producto. El embalaje final se hace de cartón corrugado de 24 vasos de polietileno, con tapas plásticas herméticamente cerradas, cada vaso pesa en media 0,25 kg, neto. Materiales Tabla 7.3. Materiales necesarios para preparar 100 cajas de 24 vasos de dulce. Material Pulpa de cocona (6 ºBrix) Azúcar blanca refinada Pectina Vasos de polietileno Etiquetas Cajas Pegamento Cantidad 415 kg 374 kg 3,32 kg 2.424 unid. 2.424 unid. 100 unid. 3 kg 82 Indicaciones del Proceso Pulpa adherida a la cáscara Ø Pesaje Ø Blanqueo Inmersión en agua a 100 ºC por 4’ Ø Pulpa Ø Refinación Ø Pesaje Ø Estabilización Ácido ascórbico a 0,1% y sorbato de potasio a 0,1% Ø Mezcla 25% de pulpa para néctar Ø Cocción Hasta la concentración de 65 ºBrix Ø Adición del azúcar 90% en relación al peso total de la pulpa Ø Adición de pectina 0,8% en relación al peso total del dulce Ø Llenado Ø Cierre Ø Enfriamiento Ø Almacenaje Figura 7.3. Indicación para la preparación del dulce de cocona (Ribeiro et al., 1990). 83 Descripción de las Etapas del Proceso Manipulación de la pulpa adherida a la cáscara: Para elaborar el dulce de cocona, se aprovecha la parte carnosa que está adherida a la cáscara, aunque ésta no sea utilizada en la elaboración de la pulpa y del néctar. Blanqueo: Se realiza mediante el proceso de inmersión en agua a punto de ebulición por un período de cuatro minutos, o en equipo termomecánico a temperatura de 80ºC por seis minutos. Esta operación tiene el objeto de ablandar la parte carnosa que se encuentra adherida a la cáscara y facilitar la preparación de la pulpa. Preparación de la pulpa: Se realiza mediante pulpadora-refinadora, utilizando paletas revestidas de goma, a alta velocidad (800 a 900 rpm) con malla de 3 mm. En esta operación se obtiene una crema amarilla verdosa, sin semillas, pero con partículas de cáscaras y fibras gruesas. Refinación: Se hace mediante un equipo similar al usado anteriormente, pero acoplado a una paleta rígida (velocidad de 800 a 900 rpm) con malla fina, de 0,8 mm. En esta operación se obtiene una pulpa adecuada para la preparación de mermelada. Las características de la pulpa son las siguientes: 6 a 6,5 ºBrix; pH 3,4 a 3,6 y acidez cítrica de 3 a 3,5%. El rendimiento es de 25%. Estabilización con aditivos químicos: Después de obtener la pulpa refinada, se agrega una solución de ácido ascórbico y otra de sorbato de potasio a 0,1%, para evitar el cambio de color y la contaminación por hongos y levaduras. Mezcla: Con el objeto de mejorar el sabor y regular la acidez, se debe agregar 25% de la pulpa que se utiliza para elaborar el néctar, que en este caso se toma como base, el total de la pulpa extraída de la cáscara. Cocción: Se hace en envases de acero inoxidable y a baño maría. Se cuece la pulpa lentamente revolviendo constantemente para evitar que se queme. Agregar el azúcar: Para obtener una buena concentración, la cantidad de azúcar a ser agregada es equivalente al 90% del total de la pulpa. El azúcar debe ser agregada en partes, dejando para el final una parte correspondiente a 3 veces el peso de la pectina. Agregar pectina: La cantidad ideal de pectina a ser adicionada es 0,8% en relación al peso total del dulce. Se mezcla la pectina con el azúcar y se disuelve en agua caliente a temperatura de 85 a 90ºC, durante 5 a 6 minutos, antes de concluir la cocción, etapa en que la concentración de sólidos solubles presenta entre 64 y 66 ºBrix. Llenado: Se coloca el producto concentrado en recipientes a temperatura entre 80 y 85ºC. 84 Cierre: rellenarlos. Se cierran los recipientes con dulce inmediatamente después de Enfriamiento: Se hace en agua a temperatura ambiente. Almacenaje: Se hace en lugar seco y a temperatura ambiente. Es importante evaluar el producto final inmediatamente después de la etapa final de la elaboración para garantizar la calidad del producto. 7.2.4 Mermelada de cocona (Paltrinieri y Figuerola, 1997) Tabla 7.4. Caracterización de la materia prima usada para preparar mermelada de cocona (Paltrinieri y Figuerola, 1997) Contenido de pulpa de la materia prima en la recepción 76% Contenido de pulpa con semilla en relación al producto selecionado 89% Contenido de cáscara en relación al producto selecionado 11% Contenido de pulpa sin semilla en relación al producto selecionado 68% Contenido de semillas y fibra en el produto selecionado 20% Contenido de azúcar en el fruto 7,0 ºBrix Para elaborar mermelada se debe agregar una cantidad de azúcar similar al peso de la pulpa utilizada. El jugo de limón en la proporción de 10 g por kilogramo de mermelada. El producto terminado debe tener 65 ºBrix. 85 Indicación del Proceso Recepción de frutos Ø Pesaje Ø Selección Ø Sumergir en agua hirviendo para facilitar el retiro de la cáscara Ø Descascarar Ø Sacar la pulpa separar semillas y fibras Ø Pesar la pulpa Ø Formulación pulpa:azúcar = 1:1 Ø Cocción con 10% del azúcar y jugo de limón por 20 minutos Ø Agregar 30% del azúcar y cocción por 20 minutos Ø Agregar 30% de Azúcar y cocción hasta alcanzar 65 º Brix Ø Envasado caliente a temperatura de 85 ºC Ø Cierre hermético del recipiente Ø Enfriamiento Ø Lavado de recipientes Ø Etiquetado Ø Almacenaje Figura 7.4. Indicación del proceso para preparación de mermelada de cocona (Paltrinieri y Figuerola, 1997). Síntesis de las Etapas del Proceso Se reciben los frutos, se seleccionan y se pesan. Después de pesados, son lavados y escaldados con agua hirviendo por algunos minutos para que se ablanden. Los frutos 86 escaldados son más fáciles de pelar, o de retirar la pulpa con una cuchara desde su interior, después de partirlos por la mitad. Se saca la pulpa y se tamiza para eliminar las semillas y fibras. Se vuelve a pesar la pulpa para agregar los ingredientes que darán forma al producto que se desea preparar. El ingrediente principal es el azúcar: para cada kilogramo de pulpa se debe agregar 1 kg de azúcar. Se agrega el azúcar gradualmente: 1) 10% del azúcar y 10 g de jugo de limón para cada kilo de pulpa, se pone a hervir durante 20 minutos; 2) 30% del azúcar y se hierve durante 20 minutos; 3) 30% del azúcar y se hierve durante 20 minutos; 4) 30% del azúcar y se hierve durante 20 minutos. Al adicionar la última parte del azúcar, el producto debe tener un contenido no superior a 60 o 62 ºBrix. Cuando la mermelada alcanza 65 ºBrix, se retira del fuego , se llenan los recipientes y se tapan herméticamente. Después de rellenar los recipientes hasta el borde y taparlos , se invierten los envases de posición hasta que se enfrien durante la noche. Una vez fríos, se lavan, secan y se les ponen etiquetas y finalmente se almacenan. 87 8.0 POTENCIAL PARA EL MERCADO ACTUAL 88 89 La cocona es cultivada principalmente en el Amazonas Occidental, ya sea de Brasil, Colombia y Perú, y se está produciendo cada vez menos en el Ecuador y Venezuela. Aunque las tres principales regiones productoras tienen características similares en términos de producción, son distintas en términos de sus mercados y la intensidad de comercialización. En Perú, las regiones de Iquitos y Pucallpa son las mayores productoras y los mayores mercados. El fruto in natura es comercializado en las ferias y mercados de los bajos Ríos Ucayali y Huallaga, como también a lo largo del Río Marañon, y se encuentra fácilmente en las fuentes de soda, restaurantes y hoteles en forma de jugos y helados. Existe una pequeña industria en Pucallpa que produce jugos y néctares para el mercado nacional, principalmente Lima (Ribeiro et al., 1990). Según los propietarios de esta industria, ellos no procesan más cantidad de cocona porque no hay oferta de frutos (Ribeiro et al., 1990; Villachica, 1996). Por lo tanto, parece que existe una falta de comunicación entre la industria y los productores, pues la compra asegurada por parte de la industria podría resultar en una gran cantidad de materia prima dentro de 8 meses (vea sección 4). Aun así, se concluye que la intensa comercialización en esta parte del Perú es la más alta en toda la distribución de cocona. En Colombia, la mayoría de la producción está en Amazonas, aunque haya también un poco en el litoral Pacífico, especialmente cerca de Buenaventura. El fruto in natura es comercializado en Amazonas, en el Pacífico, en Cali y Bogotá. En el Amazonas se encuentra fácilmente en fuentes de soda, restaurantes y hoteles, especialmente en Leticia. No existe una industria para procesar los frutos. Por lo tanto, se concluye que la intensidad de comercialización en el sur de Colombia es intermediaria. En Brasil, la cocona es exclusivamente cultivada por pequeños agricultores, predominantemente en los municipios de Tefé, Benjamin Constant y Tabatinga, Amazonas. El fruto in natura es comercializado en las ferias, pero es difícil encontrarlo en las fuentes de soda, restaurantes y hoteles. De este modo, se concluye que la comercialización en el oeste del Amazonas brasileño es muy baja. La intensidad de la comercialización varía por diversas razones, algunas históricas, otras actuales. En todo el Amazonas occidental tiene una prehistoria rica en tipos de frutas, incluyendo la cocona (Clement, 1989). Después del contacto con Europa, las poblaciones indígenas casi se extinguieron, siendo sustituidas por mestizos a partir de 1650-1750. Toda esta región quedó relativamente aislada de sus capitales hasta la época áurea del caucho, cuando hubo el “boom” de inmigración y los inmigrantes tuvieron que aprender con los pocos indígenas y mestizos la forma de producir en el Amazonas. Por ser tan fácil de cultivar - llega a ser casi una hierva dañina en algunos lugares - la cocona ciertamente fue una especie ampliamente usada en esta época, aunque no haya registros. Esto probablemente explica por qué ahora se produce en toda esta región. Ya en la época moderna, la historia de conexión de las ciudades del Amazonas con sus respectivas capitales ayuda a entender la diferencia en la intensidad de la comercialización. Existe una industria en Pucallpa y no en Iquitos, porque Pucallpa está conectada por carretera a Lima, permitiendo la exportación del producto hacia el gran número de amazónicos peruanos viviendo en Lima. Esto ocurre aunque el mercado local 90 de Iquitos sea mayor que el mercado de Pucallpa. Por la misma razón, no existe una industria en Leticia, o sea, falta una conexión terrestre con Bogotá y el mercado nacional - la conexión existente es por vía aérea y la cocona no tiene una demanda suficiente que justifique el costo altísimo para exportarla. La demanda es pequeña porque además hay pocos amazónicos colombianos viviendo en la capital. En Brasil, la situación es similar a la de Colombia, aunque la región del Alto Solimões esté conectada a la capital (Manaos) a través del río y vía aérea, pero la demanda de Manaos es relativamente pequeña. Por lo tanto, no hay mucha comercialización hacia el exterior y no existe una industria brasileña. Esta historia nos sugiere algo: por lo general existe una demanda de cocona donde existen amazónicos que la conocen. O sea, la cocona aún sigue siendo un secreto de los amazónicos! Hoy, sólo Perú está en condiciones de cambiar esto rápidamente, pues tiene una industria que podría expandir su producción (mediante una mejor comunicación con los productores) si se aumenta la demanda. Esto es una cuestión de marketing. 8.1 MERCADOS POTENCIALES La cuestión de mercados potenciales es siempre una cuestión de marketing. Y la cocona posee diversas características favorables que ameritan que se realice una campaña moderna de marketing: 1) es autóctona del Amazonas; 2) es razonablemente rica en vitaminas y minerales; 3) posee la propiedad de bajar los niveles del colesterol sanguíneo; 4) posee un sabor agradable y típico. Aunque no exista una comprobación científica para el ítem 3, podría ser usado en la campaña de marketing como perteneciente a una creencia indígena, además no debemos olvidar que los pueblos indígenas han contribuido con muchos productos de comprobado efecto a la sociedad moderna. Los mercados europeos y norteamericanos están ávidos por productos exóticos, especialmente frutos. Un fruto con la tecnología de proceso ya desarrollada y que está siendo utilizado podría entrar con razonable facilidad en estos mercados, si la calidad de éste fuese alta y la oferta significativa. Considerando que los mercados del primer mundo son de grandes dimensiones y muy exigentes en calidad, sería más práctico primero y en base a productos mejorados en calidad, ampliar la oferta a los mercados de clase A del Perú, Colombia y Brasil, antes que lanzar el producto a mercados extra regionales. El mercado del sur de Brasil, por ejemplo, está tan ávido por productos exóticos como los mercados anteriormente mencionados. 8.2 CONSUMO POTENCIAL POR LA AGROINDUSTRIA Existen ejemplos de que la cocona está siendo utilizada por la agroindustria, aunque a escala limitada y casi incipiente. No obstante, el potencial parece amplio, porque sirve para jugos, néctares, mermeladas, compotas, y otras golosinas que son populares entre los pueblos de América Latina. En el inicio de la década 1980, una compañía americana se interesó por la cocona para producir una crema básica para alimentos infantiles (Heinze, 1983), a fin de sustituir el plátano que estaba temporalmente escaso. Los ensayos tecnológicos preliminares fueron aceptables para la compañía, pero sin embargo el proyecto no avanzó. 91 La etnobotánica indica otro posible uso para la cocona: en cosméticos para el cabello. El segmento de este mercado que trata de los shampoos y acondicionadores es muy grande, y está buscando aditivos nuevos y exóticos. Recientemente una compañía brasileña lanzó un shampoo en base al camu-camu (Myrciaria dubia McVaugh, Myrtaceae), otra especie enfocada en esta serie de libros y manuales desarrollados por FAO y el Tratado de Cooperación Amazónica. 92 9.0 SUSTENTABILIDAD DEL CULTIVO 93 94 En el mundo actual la preocupación por la sustentabilidad del sistema agrícola es consecuencia de la reflexión sobre la relación del hombre con el medio ambiente a lo largo de la historia. En las últimas tres décadas el concepto ha evolucionado de forma significativa, pero aun así no existe acuerdo sobre los criterios del concepto de sustentabilidad agrícola. Por ello, vale la pena recordar un poco de la historia. En la década de 1960, los formadores de opinión y los líderes nacionales comenzaron a darse cuenta de que las transformaciones implícitas en los procesos tecnológicos estaban generando problemas a una escala mayor de la que la naturaleza podría corregir. A lo largo de las próximas tres décadas numerosas transformaciones indeseables fueron identificadas: la contaminación ambiental generalizada, la pérdida de suelos fértiles, la explotación indiscriminada de los bosques, la escasez de agua, la erosión de recursos genéticos, el compromiso de los recursos naturales provenientes de los ríos y océanos, el hoyo en la capa de ozono, el DDT encontrado hasta en la leche de las mujeres y en los pingüinos, la desertificación en varias partes del Planeta, entre otros. Todo esto evidenció la degradación de las condiciones esenciales de la vida, e hizo que la población estuviera más atenta a estos peligros y a buscar un nuevo paradigma de desarrollo, basado en la sustentabilidad. En la reunión internacional “Eco-92”, realizada en Río de Janeiro, Brasil, el concepto de sustentabilidad concebido involucró factores económicos, sociales, y ambientales (Khatounian, 1997). Este trinomio afirma que los recursos naturales deberían ser usados de tal forma que mejorasen la calidad de vida de las poblaciones actuales, para no impedir que las poblaciones futuras tengan la posibilidad de usar los mismos recursos naturales. No obstante, el modelo de desarrollo predominante en la Tierra se basa en el principio de la extinción, debido a que arriesga los recursos naturales esenciales a su funcionamiento. Sólo como ejemplo, se estima que para cada kilo de soya cosechado en el campo brasileño, se pierden 10 kg de suelo. El suelo perdido, además de empobrecer la tierra agrícola, determina una disminución en la capacidad de producción del ambiente de un modo general. O sea, la producción de soya en el campo brasileño no es sustentable porque agota por lo menos un recurso natural esencial para su producción: el suelo. De acuerdo con un concepto de agricultura sustentable, para que un sistema agrícola sea sustentable debe atender a tres criterios básicos: 1) los recursos naturales usados (suelos, agua, recursos genéticos, fertilizantes, energía, etc.) deben mantener su capacidad productiva a largo plazo, y si fuere posible mejorarlos; 2) las características del ambiente deben mantenerse (o mejorarse) a largo plazo, ya sea en términos de calidad o de cantidad; y 3) la práctica de la agricultura debe permitir una vida digna a los agricultores (Ehlers, 1996). El primer criterio despierta una duda sobre la sustentabilidad de cualquier sistema agrícola moderno de altos insumos, pues, como vimos en el caso de la soya, los recursos naturales no han sido mantenidos en estos sistemas convencionales. Además del suelo, hay un abuso de los recursos genéticos, fertilizantes, energía y agrotóxicos, los cuales también ejercen impactos negativos sobre el ambiente (criterio dos). El tercer criterio garantiza que el productor se interese e intente atender a los otros dos. 95 Es importante destacar, por lo tanto, que aún en una pequeña explotación agrícola, si no fuere económicamente competitiva, no será sustentable. Además de ello, la insatisfacción social siempre consigue poner en riesgo tanto los aspectos económicos como los ambientales. Por ello, aunque sea lucrativa y socialmente aceptable, ningún sistema agrícola será sustentable si su base natural está siendo dañada. Después de esta introducción, se necesita saber cómo encuadrar el sistema de producción de la cocona en estos criterios. Un punto importante es que el encuadramiento puede variar de acuerdo con el ambiente, pues la cocona se produce tanto en la tierra firme como en la llanura inundable. 9.1 TIERRA FIRME - SISTEMA DE PRODUCCION TRADICIONAL El cultivo en el campo es de extrema importancia social en el abastecimiento de la población rural pobre de cualquier país amazónico. La mantención de la fertilidad de los campos se hace mediante alternación de períodos, períodos cortos de cultivos y períodos largos de reposo, sin utilizar abonos. El largo de estos períodos depende principalmente del tipo y fertilidad de los suelos de cada lugar, de la disponibilidad de suelos en general, de demandas del mercado, y de la etnia. Generalmente un período de reposo de 5 a 10 años es suficiente para recuperar la fertilidad del suelo en el Amazonas occidental después de 2 ó 3 años de uso (Constanza, 1990; Ribeiro, 1990), donde predominan los latosuelos y podzoles (vea secciones 3.2.1 e 3.2.2). El control de plagas y enfermedades en los sistemas de agricultura tradicional depende también del reposo - no se usa productos químicos. De este modo, el impacto que estos sistemas ocasionan en el ambiente se refiere sólo a empobrecimiento biológico originado por la tala de bosques inicial (Ribeiro, 1990). Desde el punto de vista económico, la producción de cocona en estos sistemas es poco lucrativa, porque la cocona es sólo un componente de un sistema complejo y ofrece su producción durante uno o dos años en cada 5 ó 10 años (dependiendo de la duración del período de reposo). No obstante, este sistema de producción todavía es aceptado socialmente, aunque existan algunas presiones para aumentar la producción para poder vender y comprar más. Podemos concluir que este sistema es razonablemente sustentable. 9.2 TIERRA FIRME - MONOCULTIVO TECNIFICADO Los monocultivos en general son establecidos en función de la demanda por el producto y exigen un mayor desarrollo técnico, mejorar los transportes y la comercialización. La lógica de esta actividad se basa en la economía de escala y en la especialización del productor, que pasa a controlar mejor tanto las técnicas de cultivo como el mercado. Es siempre un emprendimiento de altos insumos (vea sección 4) y altos riesgos. Estos riesgos son tanto del tipo biológico como de mercado. El riesgo biológico se debe a la fragilidad del monocultivo ante las plagas, enfermedades y adversidades climáticas y el riesgo de mercado a la dependencia de un único producto, cuyo precio puede variar de tal manera que arruine al agricultor. Podemos concluir que este sistema sólo será sustentable si el mercado es suficientemente fuerte y puede asumir los altos costos de los insumos, 96 sin estos el sistema se degradará. 9.3 LLANURAS INUNDABLES- SISTEMA DE PRODUCCION TRADICIONAL El sistema tradicional en las llanuras es similar al sistema en tierra firme, excepto en el uso del reposo que se usa principalmente en el control de plagas, enfermedades y malezas, ya que el sistema es muy fértil y recibe insumos naturales todos los años y mediante la crecida del río cuando llega al campo. En este sistema la cocona puede producir por más de 6 meses, aunque su productividad disminuya con el tiempo debido a plagas y enfermedades. Por lo tanto, el sistema es más productivo y podría ser mucho más si hubiera demanda de mercado, sin comprometer la sustentabilidad. Podemos concluir que este sistema es sustentable. 9.4 LLANURA INUNDABLES - MONOCULTIVO TECNIFICADO El monocultivo en llanura media y alta requiere menos insumos que en tierra firme, y sólo se necesita abono en los años en que la crecida del río no llega hasta la plantación. No obstante, se necesitará invertir más en el control de plagas, enfermedades y malezas, en caso que no se pueda minimizar éstas con mezclas de leguminosas de cobertura u otros cultivos. Si las mezclas no funcionan bien en la llanura - todavía no comprobado - se necesitará usar agrotóxicos, con sus efectos adversos al ambiente. Una opción viable en la llanura es el uso de reposo aun en sistemas tecnificados, pues el área de plantación puede ser cambiada cada año, retornando al área original después del tercer año (dejando 2 años de reposo para reducir las poblaciones de plagas, enfermedades y malezas). Si se evita el uso de agrotóxicos y se usa estos métodos, podemos concluir que este sistema es sustentable. Puede ser la mejor manera de aumentar la oferta de cocona y de ganar otro nicho en el mercado: el de producto orgánico. 97 98 99 Bibliografía citada Alcazar, J.E. 1981. Genetic resources of tomatoes and wild relatives. Roma: Longman. 121 p. Allard, R.W. 1972. The effect of selection on esterase allozymes in a barley population. Genetics, 72:489-503. Allard, R.W.; Jain, S.K.; Workman, P.L. 1968. The genetics of inbreeding population. Advance in Genetics, 14:55-131. Andrade, J.S.; Rocha, I.M.A.; Silva Filho, D.F. 1977. 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